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Tema 13º.

Plantas parásitas de cultivo

Son vegetales que dependen de otras plantas para conseguir el agua, nutrientes y
metabolitos. El parasitismo supone, básicamente, adquirir nutrientes de otras plantas,
ahorrándose su búsqueda o fabricación.

Hay plantas parásitas que únicamente absorben el agua y las sales minerales, y
son capaces de metabolizar los hidratos de carbono. Otras, por el contrario, absorben
tanto el agua como la savia elaborada.

Todas las plantas parásitas se alimentan de otras plantas. Pueden ser parásitas
parciales o parásitas absolutas. Muchas especies parásitas son subterráneas o viven
dentro de los tejidos de otra planta (huésped) y solo en el tiempo de floración se tornan
visibles para el exterior, desarrollando algunas flores de colores muy llamativos.

La absorción del agua y nutrientes los consiguen manteniendo un potencial hídrico


más bajo que la planta hospedante, de manera que se crea un flujo de agua y otras
substancias desde el hospedante al parásito.

En general, esta diferencia de potencial se produce al mantener los parásitos tasas


de transpiración más altas. Por esta razón no son abundantes las plantas parásitas en las
selvas húmedas tropicales.

Las hay de todos los tamaños. Desde unos pocos centímetros hasta algunos
metros. Las especies que parasitan cultivos tienen tamaños moderados, pero pueden
afectar grandes superficies.

Rafflesia arnoldii, euforbiacea parásita del


género Rafflesia, que se encuentra en los bosques
húmedos de Indonesia (sobre todo en Sumatra y
Borneo) y en las selvas del sudeste asiático, que
desarrolla la segunda flor más grande del mundo. La
planta carece de hojas, brotes y raíces (sólo es visible su
flor) y por tanto no realiza la fotosíntesis. Es una planta que parasita a los árboles,
creciendo sobre sus raíces, de donde obtiene los nutrientes necesarios.
Las flores, que desprenden un fuerte olor fétido (similar al de la carne podrida), son
capaces de emitir calor. Se cree que ambos mecanismos les sirven para mimetizar el
calor y el olor de un animal muerto y atraer la atención de las moscas carroñeras, que son
los insectos que la polinizan.

La planta carece de hojas, brotes y raíces (sólo es visible su flor) y por tanto no
realiza la fotosíntesis. Es una planta que parasita a los árboles, creciendo sobre sus
raíces, de donde obtiene los nutrientes necesarios.

Las plantas parásitas pueden hallarse en casi todos los ambientes y en las
distintas regiones del mundo, aunque con una cierta preferencia por las regiones
templadas. Viven especialmente en formaciones forestales y cultivos, ya sean herbáceos
como leñosos.

Disponen de unos órganos especializados, los haustorios, que son los encargados
de “chupar” el agua y los elementos nutritivos que obtendrán de la planta hospedante. En
ocasiones también se produce una reducción del sistema foliar.

Las plantas parásitas se clasifican como sigue:

1. Parásita obligada - un parásito que no puede terminar su ciclo vital sin un


anfitrión.
2. Parásita facultativa - un parásito que puede terminar su ciclo vital
independientemente de un anfitrión.
3. Parásitas de tallos - parásita que se fija al tallo del anfitrión.
4. Parásitas de raíces - parásita que se fija a la raíz del anfitrión.

Tipos nutricionales básicos

 Holoparásitas - una planta que es totalmente parásita en otras plantas y no


tienen ninguna clorofila. Son plantas que no poseen o casi no presentan clorofila, y no son
fotosintéticas. El agua y los nutrientes los obtienen de los vasos conductores (xilema y
floema) del hospedante.

La mayoría de estas plantas crecen sobre las raíces de los hospedantes, aunque
las hay que pueden crecer sobre sus ramas.
Cuscuta europaea es holoparásita de tallo. Hydnora spp. son holoparásitas de
raíces. Entre las plantas consideradas holoparásitas se incluyen Orobanche, algunas
especies de Cuscuta, Rafflesia y Hydnoraceae.

 Hemiparásitas - una planta que es parásita bajo condiciones naturales y es


también clorofílicas y fotosintéticas en un cierto grado. Las hemiparasitas pueden apenas
obtener los alimentos del agua y del mineral de la planta anfitrión, gracias a la existencia
de conexiones, denominadas, haustoriales. Muchos obtienen también por lo menos parte
de sus nutrientes orgánicos del anfitrión.

Nuytsia floribunda es una hemiparásita obligada de raíces (planta hemiparásitas


encuentra en el oeste de Australia. La especie es conocida localmente como el árbol de
Navidad, que muestra flores de color naranja durante la temporada de Navidad, las flores
son un vivo color amarillo-naranja, que aparecen entre octubre y enero.). Rhinanthus es
una hemiparásita facultativa de raíces (preciosa flor nos recordará seguramente a la
cabeza de un pollito, florece entre los meses de mayo a agosto. Vive habitualmente en los
prados de siega, aunque también lo hace en matorrales y taludes desde el nivel de mar
hasta los 2.000 metros de altura. Se distribuye principalmente por el norte de la Península
Ibérica, siendo más común en la cordillera cantábrica que en los Pirineos). Viscum album
es una hemiparásita obligada de los tallos.

Características de plantas parásitas

 Las hojas no son necesarias y están reducidas a pequeñas escamas


amarillentas o desaparecieron por completo.
 La transpiración foliar es nula y también los órganos de transporte de agua,
como el xilema, son muy reducidos o no existen, así como las raíces.
 Desarrollaron órganos de éxito especiales, que penetran en los tubos
conductores de la planta huésped, los haustorios, que utilizan directamente del floema la
materia orgánica sintetizada por el huésped, no existiendo por esto, necesidad de realizar
la función fotosintética.
Actualmente hay descritas un total de 4.100 especies parásitas, lo que representa
menos del 1% de todas las plantas fanerógamas conocidas. Estas especies se reúnen en
278 géneros y en 19 familias, aunque la mitad del total pertenece a la familia de las
escrofulariáceas.

Principales familias (*Contiene especies arvenses)

 Orobancáceas* (150 especies)

o Se distribuyen por el Hemisferio norte,


principalmente por las regiones templadas y
subtropicales, de Eurasia.
o Hay descritas unas 150 especies,
muchas de ellas representadas en España.
o jopo, rabo de lobo, espárrago de perro.
o Plantas herbáceas anuales o perennes holoparásitas,
que parasitan las raíces de otras plantas.
o Hojas reducidas a pequeñas escamas.
o Flores reunidas a manera de espigas.
o Algunas especies muestran especificidad parasitaria al
parasitar una determinada especie; mientras que otras parasitan
a un grupo más amplio (género, familia)
o Algunas especies son infestantes de cultivos (habas,
tomates...).
o Producen una gran cantidad de semillas, pequeñas y
ligeras con el fin de aumentar las posibilidades de hallar un
hospedante apropiado.
o Producen pérdidas económicas significativas en los cultivos de plantas
herbáceas.
o Establecimiento y fijación: Las semillas germinan cuando perciben la proximidad
de la que será la planta huésped.
o Luego crecen en dirección a ella e infectan a la planta huésped a través de la
raíz.
Orobanche ramosa
(Phelipaea ramosa)
infestación en colza

Emergencia en punta de
espárrago de orobanche

Orobanche
Orobanchesanguinea
sanguinea Orobanche crenata

Varias especies difieren en sus rangos de hospederos y en las épocas de


crecimiento. O. cernua, O. cumana, O. mutelii atacan a cultivos de verano y O. crenata a
los de invierno, mientras que O. aegyptiaca y O. ramosa atacan a ambos. Especies del
género Orobanche, que parasitan diversos cultivos, provocando cuantiosas pérdidas.

1. O. ramosa. Cultivos hospedantes:

o Tomate (Lycopersicon esculentum)


o Leguminosas (Pisum, Lens, Cicer, Vicia)
o Calabacín (Cucurbita pepo)
o Pepino (Cucumis sativus)
o Melón (Cucumis melo)
o Sandía (Citrullus lanatus)
o Colza (Brassica napus)
o Zanahoria (Daucus carota)
o Chirivía (Pastinaca sativa)
o Perejil (Petroselinum crispus)
Orobanche ramosa
Orobanche ramosa
2. O. cumana

El jopo de girasol (Orobanche


cumana, Wallr.) ha estado presente en
España desde 1960. Desde entonces,
se han producido diferentes oleadas de
diseminación y dispersión del parásito.
La última correspondió a la dispersión de la raza E al comienzo
de 1990 y de la raza F en los primeros años del 2000. Estas
oleadas de dispersión han estado circunscritas solo a las áreas del Guadalquivir y
Cuenca. En el área de Castilla-León la presencia de jopo no ha sido detectada hasta
ahora.

En 2008, una virulenta infección focalizada en un punto (alrededor de 300 m2) ha


sido detectada en una parcela de girasol cerca de Medina del Campo (Valladolid) al sur
de la zona centro del área de Castilla-León. La determinación racial demostró que este
inóculo de jopo pertenece a la raza F.

Orobanche cumana exclusivamente fue encontrado sobre la tierra culta, como un


parásito de girasol (Helianthus annuus L.).

En España, el jopo primeramente identificado en el girasol no oleaginoso


pertenecía a estas razas más antiguas. Sin embargo, el jopo observado atacando al
girasol oleaginoso a principios de esta década, fue claramente identificado como
perteneciente a la raza "E". La resistencia a esta raza de jopo no estaba presente en la
mayoría de los cultivares comerciales que se utilizaban entonces, por lo que la extensión
de esta raza de jopo por todas las áreas comentadas anteriormente puso seria-mente en
peligro el cultivo del girasol oleaginoso en las mismas.

Afortunadamente, en un periodo de tiempo relativamente corto, el traba-jo de


selección llevado a cabo por los programas de mejora genética públicos y privados, dio
como resultado una serie de cultivares híbridos que poseían resistencia a esta raza "E".
Estos híbridos comerciales son los que se cultivan hoy día en la mayoría de zonas donde
está presente esta raza de jopo y que han sido denominados por algunas empresas
comercializadoras de semillas, como variedades "antijopo".
En el año 1995, se identificaron una serie de cultivos de girasol oleaginoso en las
cercanías de Écija (Sevilla), en los que se habían sembrado variedades "antijopo", en
donde se detectaron unos focos de algunos cientos de metros cuadrados en los que la
variedad, teóricamente resistente, mostraba todas sus plantas gravemente atacadas por
el jopo. Se llegó a la clara conclusión de que estas plantas de jopo pertenecían a una
nueva raza en España y para la cual el gen 0r5 es ineficaz. Así pues todos los híbridos
comerciales denominados hasta el momento "antijopo" se mostraban susceptibles a la
nueva raza, que se ha denominado raza "F".

Posiblemente la siembra masiva de variedades resistentes a la raza “E” ha


favorecido la aparición de razas(s) que vencen la resistencia del gen 0r5

3. O. cernua

o Cártamo (Carthamus tinctorius)


o Tomate (Lycopersicon esculentum)
o Tabaco (Nicotiana tabacum)
o Berenjena (Solanum melongena)
o Patata (Solanum tuberosum) Orobanche

O. crenata

o Habas (Vicia faba)


o Guisantes (Pisum sativum)
o Lentejas (Lens esculenta)
o Garbanzos (Cicer arietinum)
o Zanahoria (Daucus carota)
o Apio (Apium graveolens)
o Cártamo (Carthamus tinctorius)
o Lechuga (Lactuca sativa)
o Girasol (Helianthus annuus)
Orobanche gracilis

Orobanche hederae

 Escrofulariáceas* (1.600 especies).

De distribución cosmopolita, aunque con mayor representación en las regiones


templadas del Hemisferio Norte

Hay descritas unas 4000 especies (no todas son parásitas), ya sean anuales,
bienales o perennes. Su interés económico es debido a que son plantas muy vistosas,
cultivadas como ornamentales (Antirrhinum y Linaria) y también como plantas
medicinales.

Striga. Hay descritas unas 50 especies. Viven especialmente en África y en Asia.


Hierba bruja. La mayoría de las más importantes especies de Striga se ven favorecidas
por condiciones de suelos relativamente secos, arenosos e infértiles tales como los
trópicos semiáridos de África y Asia sin embargo algunas formas de la maleza pueden
atacar malezas en condiciones de humedad.

Los hospederos principales de esta maleza son: Poaceae (pastos), Oryza sativa
(arroz), Saccharum officinarum (caña de azúcar), Zea mays (maíz), Sorghum spp. (sorgo),
Pennisetum glaucum (mijo perla), Eleusine coracana (coracán), Setaria italica (mijo de
Italia), Paspalum scrobiculatum (kodo ).

Cada planta puede producir hasta


50.000 semillas que son diseminadas por
el viento y el agua, además de equipo
agrícola o suelo infestado. A grandes
distancias pueden ser diseminadas
cuando van mezcladas con otras semillas
o granos.

Striga hermonthica en maíz


o Striga hermonthica

Común en el N, E y W de África. Alcanza hasta 0,5 m de altura. Produce espigas


de flores rosadas, que producen cápsulas con numerosas semillas pequeñas.
Especialmente difundida por cultivos de maíz, mijo, arroz y
caña de azúcar, pero muy especialmente en sorgo.

o Striga lutea

Tiene flores rojas o


blancas. Es especialmente
problemática en la India, en el S
y Centro de África y en EE.UU.

Métodos de lucha contra


Striga:

 Rotación de cultivos (cultivos poco sensibles a Striga)


 Cultivos trampa: cultivos que estimulan la germinación de Striga, pero que
impiden la penetración en la raíz (Pueraria, Mucuna, Abrus), después pueden
constituir abono verde.
 Fertilizar los campos, para que el cultivo crezca más vigoroso. Algunos
fertilizantes como la urea suelen inhibir la germinación de Striga
 Cultivos poco profundos, para romper la superficie entre las hileras del cultivo.
 Deshierbe manual antes de la floración.
 Uso de variedades resistentes (sorgo, arveja, guisante)
 Productos químicos.
 Santaláceas* (490 especies).

Es una familia integrada por árboles, arbustos y hierbas, de regiones tropicales y


templadas. Hay descritas unas 400 especies, la mayor parte parásitas. Destacaremos
únicamente el género Osyris. Osyris alba

o Osyris alba. Retama loca.

Es un pequeño arbusto hemiparásito, que


parasita una gran variedad de especies en las
cercanías de ríos y acequias. Forma parte de
matorrales
mediterráneos que sustituyen a quejigares, alcornocales y
encinares. Zonas soleadas. Habita en zonas áridas y
semidesérticas, para ello sus raíces, dotadas de haustorios,
penetran en las de otras plantas, como la caña común y otras,
tomando la savia y con ella el agua necesaria. Es una planta
muy valiosa para los pájaros por sus bayas y la alimentación de
los animales herbívoros en las zonas desérticas, como el
Sahara. En España es
común en algunas zonas esteparias, a la sombra
de los cañaverales. En el sur de Francia parasita
viñedos y almendros.

Los daños se manifiestan por


debilitamiento general de la planta, clorosis y
malformación de los frutos.

Existen muy diversas clasificaciones de los muérdagos, lo cual muestra lo mucho


que aún está por saberse y por determinarse de ellos. Una de estas clasificaciones señala
que todos los muérdagos pertenecen a la familia Loranthaceae, que reúne a unos 40
géneros agrupados en las subfamilias Loranthoidae (muérdagos gigantes o tropicales) y
Viscoidae (muérdagos enanos o templados). Sin embargo, otra clasificación más
difundida divide a los muérdagos en dos familias, Loranthaceae y Viscaceae
 Lorantáceas (910 especies)

Loranthaceae es una familia de plantas


generalmente arbustivas, epifitas,
hemiparásitas u holoparásitas, siempre con
clorofila (a veces poca).

Amyema scandens (Loranthaceae)

Viscáceas* (350 especies).

Familia integrada por plantas hemiparásitas


epífitas obligadas, de hojas verdes persistentes.

Ampliamente extendida por las zonas


forestales desde los trópicos a las regiones templadas.

Familia integrada por plantas hemiparásitas epífitas obligadas, de hojas verdes


persistentes.

Ampliamente extendida por las


zonas forestales desde los trópicos a las
regiones templadas.

En el interior de la planta
parasitada, las viscáceas desarrollan un
sistema de absorción de nutrientes, el
sistema endofítico.

Producen daños económicos en los


árboles del bosque y en los árboles ornamentales.

En la península Ibérica viven dos géneros: Viscum y Arceuthobium

Viscum album (Muerdago).

Como planta, sus tallos se dividen desde la base en varios ramos, desparramados,
ahorquillados, cilíndricos y divididos por nudos, armados de pequeñas púas. Sus hojas
son lanceoladas, crasas y carnosas y sus flores dioicas (emite flores masculinas y
femeninas) son de color amarillo. El muérdago adulto puede llegar a medir hasta un metro
y crece encima de las ramas de diversos árboles, principalmente árboles de hoja caduca,
como manzanos, álamos… pero también sobre algunas variedades de pinos.

Sus flores, tras su fecundación, producen


frutos en forma de bayas pequeñas. Estas, de
jóvenes son de color verde y después, al madurar
adquieren un aspecto traslúcido de color blanco
rosado, cuyo mesocarpio (carne) contiene una
sustancia viscosa. Pero sus raíces no las emite
en el suelo sino sobre la planta que parasita, a la
cual le ‘roba’ su savia.

Estas bayas no son comestibles por las


personas y maduran a finales de otoño. Si
embargo, si lo son para los pájaros, aspecto
fundamental para su dispersión vegetativa. Cada
baya contiene semillas, que tras su digestión y
cuando los pájaros defecan durante el vuelo,
caen unidas por un pequeño filamento a modo de ‘rosario’. Esta peculiaridad le permite
quedar enganchadas fácilmente como ‘hilos con semillas’ sobre las ramas y así, enraizar
sobre ellas como planta parásita.

El Muérdago, Viscum album, aunque es una


especie espontánea en la península ibérica, en
España apenas existe una tradición ornamental
antigua. Pero cada día
va siendo más habitual
el ver las ramas de
Muérdago como adorno navideño en el interior de los
hogares.

Las semillas son diseminadas, principalmente, por las


aves. Una vez que la semilla se adhiere a la rama, gracias a
la visina, que la hace mucilaginosa (pegajosa), comienza a producir unas estructuras de
penetración llamadas haustorios. Estas raíces modificadas desarrollan células tanto de
penetración como de fijación a la rama. Van creciendo a través de los tejidos primarios y
secundarios del hospedero, separando la corteza externa, el córtex, el floema, hasta
llegar al xilema, del que absorben aproximadamente el 90% de los recursos que
requieren. Además de absorber agua y sales minerales del xilema y algunos compuestos
orgánicos del floema, los haustorios liberan hacia el árbol reguladores de crecimiento que
mantienen abiertas las vías de intercambio de recursos y minimizan las reacciones
defensivas del árbol. Si la invasión resultara muy agresiva, la rama podría compartimentar
el tejido y la infección fracasaría. Por así decirlo, el muérdago debe mantener
permanentemente “engañada” a la rama, haciéndole creer que es parte suya, para así
obtener de ella lo que necesita. Se establece una continuidad entre el xilema de la planta
hospedera y el de la parásita. Conforme el haustorio se expande, se va convirtiendo en un
estrangulador funcional de la rama. A partir del sitio de inserción del muérdago, la punta
de la rama termina por ser totalmente estrangulada y compartimentada.

Por otro lado, el muérdago ya establecido mantiene sus estomas ampliamente


abiertos, por lo que tiene un potencial de agua más negativo que el del árbol. Así, es
capaz de succionar grandes cantidades de agua del árbol, en ocasiones más del doble
del volumen que requeriría un área superficial equivalente del follaje del mismo. Con el
tiempo, el muérdago gana área de follaje a costa del árbol.
Por lo demás, el sitio de infección se convierte en una estructura débil, por la que
pueden entrar al árbol hongos, bacterias e insectos.

Hay tres estirpes distintas:

 Muérdago de árboles caducifolios (V. album subsp. album)


 Muérdago de abetos (V. album subsp. abietis)
 Muérdago de pinos (V. album subsp. austriacum)

Daños que ocasiona:

 Afecta el crecimiento en altura del árbol y el


diámetro de las ramas.
 Reduce la producción.
 Sensibiliza al árbol a otros agentes patógenos.
 Aumenta el riesgo de rotura de las ramas.

Los especialistas recomiendan realizar monitoreos y


podas de saneamiento a los árboles infestados, mientras
surge algo más definitivo. Hasta la fecha no hay ningún
control químico eficaz contra la planta parásita, y la única
forma de controlarlo es eliminando de los árboles, una vez al año, las ramas infestadas,
de preferencia antes de que aparezca la semilla del muérdago, para evitar su
propagación. Sin embargo, tiende a reaparecer después de algún tiempo. En los casos de
infestación severa, el único remedio es derribar el árbol.

Lucha biológica. Introducir pájaros que coman los frutos y que destruyan las
semillas.

Lucha química. Inyección de herbicidas a través de agujeros barrenados en el


tronco/ramas. Espolvorear el herbicida encima del muérdago.

Comparación de la eficacia de distintos productos químicos aplicados mediante


tratamiento aéreo en el control del muérdago (Viscum album). El etefon es un
fitorregulador con propiedades sistémicas que penetra en los tejidos por vía foliar y es
traslocado, progresivamente se transforma en etileno y modifica el metabolismo de las
auxinas, interfiere en los procesos de crecimiento y estimula la síntesis de fenoles y
ligninas. Con el etefon provocaríamos la caída de los tallos aéreos, flores y frutos.

Los resultados obtenidos fueron que el etefon posee una acción muy lenta, al mes
de tratamiento no se había producido defoliación alguna. A partir de los cuatro meses
desde el tratamiento se encontraron matas de muérdago muy afectadas, sobre todo las
que estaban poco protegidas por la masa foliar del pino. Con el paso del tiempo las matas
de muérdago fueron recuperándose y al cabo de un año presentaban un aspecto
completamente normal, no viéndose ninguna afección ni en frutos ni en brotes nuevos.

El otro fitorregulador utilizado es el ácido giberélico, éste se trasloca en el interior


de la planta y acelera el crecimiento vegetativo de los brotes, produciendo plantas más
grandes.

Con el ácido giberélico se pretende provocar alteraciones en el crecimiento que


debiliten a la planta y la hagan más sensible frente a agentes externos como heladas,
patógenos, etc. También puede afectar a la floración e incluso producir partenocarpia.

El resultado del ácido Giberélico fue Los dos tratamientos actuaron de forma lenta
pero continua, comenzando a producirse las primeras defoliaciones al mes del
tratamiento. Aunque la aparición de síntomas fue más rápida que la producida por el
etefon, fue también más tardía que en el caso del glifosato y con una respuesta mucho
más lenta y progresiva. El producto afectó de forma generalizada a las hojas nuevas, sin
embargo su acción se mostró insuficiente y al final del período de estudio los brotes del
año y los frutos no parecían afectados.

El glifosato es un herbicida que se caracteriza por una buena translocación, alta


actividad y amplio espectro de acción. Actúa inhibiendo una de las enzimas que controla
la síntesis de los aminoácidos aromáticos esenciales.

Con el glifosato buscaríamos interferir en el metabolismo de la planta de muérdago,


debilitándola e incluso matándola. Además de esto, el glifosato se trasloca y afecta al
sistema endofítico del muérdago que permanece en el interior de la planta hospedante. La
destrucción de este sistema endofítico imposibilita un posterior rebrote del parásito.

Todos los tratamientos con glifosato produjeron defoliaciones al mes del


tratamiento. Las matas de muérdago correspondientes a las parcelas tratadas fueron
recuperándose progresivamente, los frutos y los brotes nuevos no parecían dañados al
final del período de estudio

Viscum cruciatum (marojo) Es una planta patógena de los olivos a Andalucía, que
disminuye la cosecha de aceitunas.

Arceuthobium. Arceuthobium oxycedri, es una planta fanerógama perteneciente a


la familia de las Viscáceas. Se comporta
como un parásito asociado a distintas
especies de Juniperus y cupresáceas que
habitan fundamentalmente sobre los
países de la orla mediterránea o con un
clima mediterráneo. Se le podría estipular
como nombre vernáculo el de muérdago
del enebro o muérdago enano.

Cuando el fruto está maduro la


semilla es expulsada envuelta de una substancia viscosa. Los pájaros colaboran en la
expulsión de la semilla al tocar los frutos. La semilla queda pegada a la rama.

Este muérdago es que se apropia del agua, minerales y otros nutrientes de la


planta hospedante. Sus tallos contienen clorofila por lo que fabrican hidratos de carbono,
pero no en cantidades suficientes para suplir todas sus necesidades. Se ha comprobado
que los individuos de Arceuthobium no dependen de sus tallos para sobrevivir, pueden
vivir largo tiempo sin producir tallos.

 Convolvuláceas (160 especies especies).

Es una familia integrada por especies parásitas (160 especies) y otras que no lo
son (1.500 especies).

Generalmente las especies se reparten por las zonas tropicales de América y


África. Producen pérdidas económicas significativas en los cultivos de plantas herbáceas
(Cuscuta), Azafranillo, barba de cuco, cabellos de Nuestro Señor...

Las especies de Cuscuta, son


parásitos de las partes aéreas de otras
plantas, incluyendo muchas especies
cultivables. El género, que comprende
alrededor de 150 especies, a veces es
ubicado en la familia Convolvulaceae y
ocasionalmente en su propia familia
Cuscutaceae.

Planta anual, terofita, parásita, de cabellera enmarañada. Las plantas de Cuscuta


requieren de luz para rotar, adherirse a plantas
hospederas y desarrollarse normalmente. Raíz
pequeña, tallo color amarillo-rojizo, liso y trepador. No
tiene hojas, pero sí tiene "chupadores" y ramas
entrelazadas. Flores pequeñas, rosadas o blancas,
en forma de campanilla. El fruto es una cápsula
redonda. Olor débil y sabor amargo. Después de la
germinación se produce una raíz corta e hinchada y
un tallo delgado. Una plántula de Cuscuta emerge
primeramente como un arco, después se endereza y comienza a rotar lentamente con un
movimiento contrario a las manecillas del reloj e imperceptiblemente barredor. En esta
etapa la planta contiene alguna clorofila y tiene un color verde definido que pronto
perderá. Las plantas de Cuscuta requieren de luz para rotar, adherirse a plantas
hospederas y desarrollarse normalmente.

Las plántulas de Cuscuta emergen típicamente desde una profundidad de 1-2 cm.
Si no existe una planta hospedera
adecuada a lo largo de 7, 5 cm de la
planta de Cuscuta, ésta morirá por falta de
apoyo. Cuscuta emite haustorios en forma
de punteros que penetran y se conectan
con el sistema vascular, los que en lo
sucesivo garantizan que la parásita viva
completamente a expensas de la planta
hospedera. En esta etapa la conexión de la plántula con el suelo se descontinúa. La
plántula de Cuscuta muere de no lograr conectarse con un hospedero adecuado en pocos
días. Después de la adhesión al hospedero, nuevas raíces se desarrollan que crecen
rápidamente, hasta 7.5 cm por día, que se adhieren de nuevo a otras plantas hospederas.
Una sola planta de estas especies anuales puede propagarse hasta un diámetro de 3
metros o más durante una temporada de desarrollo.

Cuscuta desarrolla racimos de flores que


pueden ser blancas, rosadas o amarillentas. Estas
producen abundantes cápsulas (frutas) que contienen
semillas que son de gris a pardas, regularmente
redondas, con una textura de superficie fina y áspera.
En un año sólo una pequeña parte de la población
total de semillas en el suelo germina, debido a que la
mayoría de las semillas de Cuscuta son duras y su tegumento es impermeable al oxígeno
y al agua, por lo que su germinación se inhibe. Las semillas de Cuscuta tienen
considerable longevidad en el suelo y en almacenamiento seco. La máxima germinación
de diversas especies, incluyendo C. campestris, se producía después de cuatro a seis
años en el suelo. Bajo condiciones de campo las semillas de Cuscuta podían permanecer
latentes hasta diez años.

Como las semillas de Cuscuta pierden gradualmente su latencia con el tiempo en la


medida que su tegumento se hace permeable al oxígeno y al agua, algunas semillas
siempre serán capaces de germinar bajo condiciones favorables. Una vez que un campo
ha sido infestado por las parásitas, el problema de Cuscuta puede renovarse cada año y
durante mucho tiempo, aún sin producirse nuevas semillas.

Entre las que tienen más incidencia en los cultivos se encuentran:

o Cuscuta campestris (originaria de EE.UU.) Bab., en leguminosas y cultivos


muy diversos. Tallos anaranjados de hasta 1,2 mm de diámetro,
generalmente muy ramificados.
o Cuscuta epithymum (L.) Murray, en chenopodiáceas, crucíferas,
cucurbitáceas, leguminosas y solanáceas. Planta delgada y retorcida. Su
tallo firme, de color amarillento a rojizo
o Cuscuta approximata Bab., en Fabaceae, Asteraceae y Labiatae. Tallos
generalmente amarillentos

C. campestris Yunck., de Norte América, es el principal problema en la mayoría de


las regiones, que aparece atacando un amplio rango de hospederos que incluye a la
alfalfa, la remolacha azucarera, las hortalizas y a veces arbustos, tales como el café.

Cuscuta spp. no sólo reducen el rendimiento y calidad del cultivo, sino también
interfieren en la cosecha mecanizada y elevan el costo de la limpieza de la semilla. Las
semillas de Cuscuta están totalmente prohibidas al resultar impureza en las semillas
agrícolas y el forraje del ganado y están declaradas como malezas nocivas en muchas
regiones del mundo.

Prevención. El principal medio de diseminación hacia áreas nuevas es mediante


las actividades humanas. Cuscuta se puede propagar de una finca o predio a otra
mediante la labranza o la cosecha de un campo infestado de sus semillas y moviendo los
equipos hacia otra finca sin limpiarlos minuciosamente. Los campos se pueden infestar de
Cuscuta a través de la aplicación de estiércol de animales que han comido heno o forraje
contaminado con semillas de la parásita.

Es más fácil prevenir el establecimiento de Cuscuta que erradicarla después de su


aparición. Muchos de los hospederos de Cuscuta son especies silvestres que hacen
imposible su erradicación y control.

Empleo de semilla limpia es vital. Las cosechas de semillas que podría haber sido
infestadas deberán ser inspeccionadas y limpiadas. La separación de semillas de Cuscuta
es bastante satisfactoria gracias a los equipos empleados, los cuales poseen unos rodillos
forrados de terciopelo a los cuales se adhieren las semillas ásperas de Cuscuta. Cabe
recordar que la cuscuta es una maleza prohibida en semilleros (Resolución 2619 de 1978
del SAG).

Los plantones jóvenes de Cuscuta, con raíces rudimentarias, fácilmente son


destruidos por el cultivo bajo antes o después del establecimiento de cosecha, pues se
desprenden fácilmente del suelo mediante labranza y su muerte se produce por el
enterramiento o la desecación. La escarda de mano es conveniente sólo para
infestaciones dispersadas como las plantas de cosecha infestadas tienen que ser
quitadas con el parásito. La labranza repetida asegura que ninguna plántula sobreviva. La
irrigación a intervalos no frecuentes para producir una superficie seca de suelo también
impide la germinación de Cuscuta. Durante el tiempo del año en que está presente una
densa cubierta del cultivo, el efecto combinado del suelo seco y el sombreado constituyen
una parte importante del programa integrado de control de Cuscuta.

Las rotaciones de cultivo, ya que la Cuscuta no parasita la mayoría de las


Gramineae y, por lo tanto, las reservas de semillas de Cuscuta en el suelo se pueden
reducir significativamente en dos o más años con la siembra de un pasto o cereal. Las
plántulas de Cuscuta se adhieren primero a plántulas de malezas de hoja ancha y
después parasitan la planta de cultivo, por lo que el control de malezas de hoja ancha
constituye una contribución importante al control de Cuscuta.

Una densidad alta del cultivo ahoga la Cuscuta por falta de luz.

Las infestaciones dispersadas de C.


campestris también han sido controladas
por el calor, usando un arma de llama
hecho a mano. Las infestaciones más
extensas de aquella especie pueden
recuperarse de tal efecto. La siega es
también un método de control pero poco
eficaz

Tratamiento localizado o por manchones. Cuscuta aparece primero en un


terreno como manchones aislados. Si se toman medidas enérgicas para destruir esta
infestación inicial, se puede evitar su propagación. Las infestaciones aisladas de Cuscuta
se pueden controlar mediante una combinación de tratamiento con herbicidas de
contacto, corte y quema. El corte tiene que realizarse debajo del punto al cual Cuscuta
está adherida. Los herbicidas de contacto, tales como paraquat aplicados a los
manchones de Cuscuta destruirán las plantas verdes, pero no destruyen los tallos basales
leñosos de las plantas hospederas en los que algunos de los haustorios están adheridos.

En los cultivos de crecimiento denso, como la alfalfa, se debe tratar más allá de los
márgenes de cada manchón para asegurar que se están destruyendo todas las plantas de
Cuscuta. Se debe visitar nuevamente los campos a intervalos de dos semanas para
detectar poblaciones sobrevivientes y controlar cualquier nuevo manchón durante los
años subsiguientes.

Los manchones se pueden incinerar directamente mediante el uso de lanzallamas,


esta actividad se debe realizar antes de que la planta produzca semillas. Para aumentar la
efectividad de esta actividad, tanto el tallo como el follaje de la alfalfa deberán ser
incinerados debajo del punto de ataque de la cúscuta.

Tratamiento de campo completo. Infestaciones generalizadas requieren de


métodos selectivos para destruir las plántulas de Cuscuta antes de su adhesión al
hospedero. Como Cuscuta generalmente continúa germinando a lo largo de la primavera
y el verano se debe lograr un control durante varios meses de cada año. Los métodos
disponibles raramente ofrecen un 100% de control de Cuscuta. Sin embargo, la
combinación de métodos culturales y químicos puede aportar un nivel aceptable de
control.

Los herbicidas aplicados al suelo para destruir las plántulas de Cuscuta antes que
se adhieran a la planta hospedera pueden ser altamente efectivos. Estos incluyen al
chlorprophan (CIPC), DCPA (clorthal-dimetil), pronamida (propyzamida), CDEC y
dichlobenil. En muchos cultivos estos herbicidas controlan Cuscuta selectivamente,
mientras que diquat y paraquat son los herbicidas más comúnmente usados para la
destrucción por contacto de Cuscuta en cultivos perennes. Es importante destacar las
limitaciones de uso de estos herbicidas, ya que pueden presentar efectos tóxicos agudos
en las personas que los aplican.
El descubrimiento por Lee y Timmons (1954, 1956) de que chlorprophan a 6 kg/ha
destruía selectivamente Cuscuta en alfalfa marcó el
comienzo del control químico selectivo de esta
maleza. Dichlobenil a 2 kg/ha también es efectivo
(Dawson 1969). Trifluralin y pendimethalin han
desplazado ahora en alguna medida el uso de
chlorprophan (Dawson, 1990), Cabe mencionar que
no la controlan cuando esta ya se encuentra
parasitando a la forrajera.

Ethofumesato ha sido usado en forma exitosa en aplicaciones PRE y POST en


remolacha azucarera en dosis de 0,6 a 1,6 kg i. a./ha, pero es dañino para la alfalfa. Este
herbicida inhibe la germinación de la semilla y también la elongación de la plántula de
cúscuta.

Postemergencia no selectivos para el cultivo: son herbicidas que controlan todo tipo
de vegetación, por lo cual su aplicación implica la destrucción del cultivo en conjunto con
la cuscuta. Este tipo de control es más adecuado para realizar desmanches. Los
herbicidas que se pueden utilizar son glifosato, paraquat, sulfosato, glufosinato y
hormonales como el 2,4-D. Sin embargo, algunos de ellos pueden ser parcialmente
selectivos, como por ejemplo en alfalfa, la que puede volver a brotar con el paraquat,
debido a la acción de contacto que tiene este herbicida (causa una siega química).

Dawson (1989) ha demostrado también que glifosato se puede aplicar a la alfalfa a


75-150 g i.a./ha para el control de Cuscuta establecida. Postemergencia selectivos al
cultivo: uno de los pocos tratamientos selectivos que se han desarrollado, corresponde a
glifosato en alfalfa establecida para producción de forraje. En esta especie se pueden
utilizar dosis de 75 a 150 g de ingrediente activo por ha, con la alfalfa entre los estados de
desarrollo de ocho hojas hasta prebotón. Sin embargo, puede ocurrir una fitotoxicidad
moderada pero de carácter temporal.

Control de la maleza en bordes de parcelas y canales: Otra actividad necesaria


para el manejo de cúscuta es el control de malezas en bordos de parcelas y de canales,
usando un herbicida no selectivo como el glifosato o paraquat, a fin de eliminar los
hospederos de cúscuta para evitar su establecimiento y dispersión hacia parcelas libres.
Esta actividad se debe realizar antes de que la maleza produzca semillas. La dosis del
herbicida a utilizar será la que indique la etiqueta del producto.

Herbicidas selectivos para el control de cúscuta en diversos cultivos.

Se necesitan varias aplicaciones, toda vez que el tratamiento no erradica la


maleza. Estas aplicaciones de glifosato en dosis subletales se han informado como
exitosas, además, en cultivos como cítricos y zanahoria.

Imazethapyr, en dosis de 75 - 100 g i.a./ha, se ha comportado de igual forma en


varios cultivos de leguminosas, entre ellos alfalfa, soja, habas y arvejas.

En general la escasa autorización de los herbicidas para Cuscuta en los cultivos


españoles, es debido a su escasa incidencia, por lo que difícilmente los fabricantes
solicitaran que determinadas materias activas autorizadas en otros países, lo estén
también en España.

Para mejorar el efecto de control de Cúscuta en remolacha, aplicar Etofunesatoen


post emergencia en dosis de 0,5 – 1 L/ha en mezcla siempre con Fenmedipham y
Desmedipham.

Por lo que se refiere al control biológico de C. epithymum ha sido considerado en


por la liberación aumentativa Smicronyx jungermanniae, pero los resultados no animaban.
Las tentativas en el control biológico de otra especie Cuscuta han implicado otra especie
Smicronyx y la mosca Melanagromyza cuscutae, pero con resultados generalmente
inciertos La soja es dañada por varias especies de Cuscuta. En China la aplicación de
una suspensión de conidios de Collectotrichum gloeosporioides para el control biológico
de Cuscuta spp ha resultado ser efectivo. La aplicación de hormonas (0.1 % ANA) para la
inhibición de la formación de haustorios también puede controlar selectivamente Cuscuta.

La primera es sembrar semilla de calidad, con buena energía germinativa y libre de


semillas de malezas. En muchos casos, esta premisa no se tiene muy en cuenta y se
obtienen alfalfares con pocas plantas y enmalezados con abrepuños (Centaurea spp.) y
cuscuta (Cuscuta spp), malezas no comunes en nuestra zona. También es necesario que
2
la densidad de siembra sea la correcta (alrededor de 10 kg/ha o 350-400 plantas/m ). Si
2
bien no es imprescindible tener una cantidad excesiva de plantas/m , ese número debe
ser lo suficientemente alto como para que el cultivo pueda ejercer una buena competencia
sobre las malezas. Está demostrado que logrando una buena implantación se obtiene
mayor perdurabilidad del cultivo.

 Rafflesiáceas (500 especies)


Alfalfa Remolacha azucarera
SL asulam 40% (sal sódica) EC cicloxidim 10%
EC benfluralina 18% EC cletodim 24%
SL bentazona 48% (sal sódica) SL clopiralida 42,5% (sal amina)
SG bentazona 87% SC cloridazona 43%
WP carbetamida 70% WG cloridazona 65%
SL diquat 20% (bromuro) WP cloridazona 65%
SL imazamox 4% SL dicloropicolina sal amina (clopiralida) 10%
WG metribuzina 70% EC etofumesato 20%
WP metribuzina 70% SC etofumesato 50%
SC propizamida 40% EC fenmedifam 16%
WG propizamida 80% SC fenmedifam 16%
EC quizalofop-p-etil 5% SE fenmedifam 16%
EC quizalofop-p-etil 10% SE fenmedifam 16% (x)
EC trialato 40% SC lenacilo 50%
WP lenacilo 80%
SC metamitrona 70%
WG metamitrona 70%
WP metamitrona 70%
WG metamitrona 90%
WG metil triflusulfuron 50%
EC propaquizafop 10%
EC quizalofop-p-etil 5%
EC quizalofop-p-etil 10%
EC s-metolacloro 96%
EC tepraloxidim 20%
EC trialato 40%
SC cloridazona 17% + metamitrona 34%
WG cloridazona 25% + metamitrona 40%
SC cloridazona 40% + quinmerac 5%
WP cloridazona 48% + lenacilo 12%
SE desmedifam 1,5% + etofumesato 11,5% + fenmedifam
7,5%
EC desmedifam 6% + etofumesato 3% + fenmedifam 6%
EC desmedifam 7% + etofumesato 11% + fenmedifam 9%
EC desmedifam 8% + fenmedifam 8%
EC desmedifam 16% + fenmedifam 16%
EC etofumesato 5% + fenmedifam 9%
SC etofumesato 15% + metamitrona 35%
SC lenacilo 12,5% + metamitrona 37,5%
Bibliografía

López-Sáez, J.A., Catalán, P. & Sáez, L. (2002). Plantas parásitas de la


Península Ibérica e Islas Baleares. Ediciones Mundi-Prensa, 530 pp. Madrid.

Nickrent, D. L. and Musselman, L. J. (2004). Introduction to Parasitic Flowering


Plants. The Plant Health Instructor.

Dan Nickrent. The Parasitic Plant Connection. Department of Plant Biology,


Southern Illinois University Carbondale (en línea). Consultado 25 de octubre de 2010.

García-Torres, L. (1993). Biología y control de especies parásitas. Jopos,


Cuscutas, Striga y otras. Editorial Agrícola Española, 94 págs.

http://www.sfe.go.cr/importaciones/ANALISIS%20DE%20RIESGO%20DE%20LA%
20HIERBA%20BRUJA%20Striga%20lutea.pdf

http://www.parasiticplants.siu.edu/Orobanchaceae/Orobanche.Gallery.html

www.parasiticplants.siu.edu

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