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S LIB C IÓ
TU EC
SEL
Henry R. Haggard
Ilustraciones de Enrique Flores
1A
XIX
vela de aventuras. Este género trata de
RGUMENTO corresponder al interés que en esos mo-
mentos despiertan los diferentes descu-
Allan Quatermain es un cazador de ele- brimientos geográficos que tienen lugar,
fantes que comienza a plantearse la reti- y con los que se van perdiendo los miste-
rada en el momento en que encuentra, rios que por entonces aún encerraba
durante un viaje, a unas personas que nuestro planeta.
cambiarán el rumbo de su vida. El relato nos presenta a un Quatermain
Tras algunas coincidencias, Quatermain a quien posteriormente el cine ha ido
se ve embarcado en una aventura de la falseando hasta dotar de una personali-
mano del capitán Good y sir Henry Cur- dad completamente dispar a la origina-
tis. Su intención es dirigirse a la región de ria. Enemigo de la violencia y harto de
Kukuanalandia, en donde la leyenda en- aventuras, aparece aquí como un an-
clava las míticas minas del rey Salomón. tihéroe poco habitual en este tipo de re-
El penoso viaje se ve salpicado de avata- latos.
res, que alcanzarán su culminación du- Uno de los puntos más destacables de la
rante la guerra que se produce tras la re- novela es la aportación de aspectos cul-
cuperación del trono usurpado por parte turales sobre las diversas etnias refleja-
del rey Twala. das en la trama, que el autor conoce por
A la cabeza de las tropas sublevadas se propia experiencia, entre las que destaca
halla Ignosi, heredero de la corona, que la fantástica e imaginaria cultura de Ku-
se enrola en la expedición de los aventu- kuanalandia. Además, podemos apreciar
reros como sirviente. la tendencia británica en el trato a las di-
Una vez restablecida la paz, Quatermain versas culturas con que toparon descu-
y sus amigos se entregarán con afán a la bridores y aventureros durante la época
busca de los famosos diamantes de las imperial; y progresivamente vemos dis-
minas, que al final encontrarán en un lu- minuir el enfoque paternalista, encum-
gar fascinante que casi acaba por con- brar la belleza femenina negra, e incluso
vertirse en su tumba. «plantear» los sentimientos de uno de
los personajes británicos hacia una mu-
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jer africana, algo impensable en la men-
talidad del momento, ya que en muy ra-
OMENTARIO ras excepciones se dio el mestizaje en el
colonizador británico.
Las minas del rey Salomón supone en la También se ensalza el heroísmo de los
literatura británica de finales del siglo sirvientes, aunque se remarca el carácter
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LAS MINAS DEL REY SALOMÓN
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merosos éxitos en la carrera por desvelar
los misterios de la geografía de los cinco
ALORES continentes. El explorador británico es
incansable, desfallece en contadas oca-
❑ El compañerismo demostrado por siones y casi siempre alcanza sus objeti-
cada uno de los miembros de la expedi- vos, por muy caro que estos le cuesten.
ción, independientemente de su proce- No hay más que repasar la lista de insig-
dencia o su cargo. Como premisa funda- nes viajeros que ha dado este país a la
mental, los intereses personales quedan historia.
aquí relegados en beneficio del grupo,
que actúa como una piña cuando surgen
ocasiones de necesidad o riesgo. Las vi-
das de unos y otros pueden estar en peli-
gro, y en esos casos la confianza en los
compañeros y su actuación es fundamen-
tal. Uno de los mejores ejemplos lo tene-
mos en la forma en que se racionan la
comida y la bebida, sin prevalecer necesi-
dades personales.
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A C T I V I D A D E S
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el trayecto del viaje, el punto más impor- cluso inhóspitos? ¿De qué medicinas dis-
tante a tener en cuenta es el de la inten- ponemos para combatir enfermedades y
dencia. accidentes inesperados? ¿A qué equipo
Pero para llevar a cabo esta labor ade- humano necesitaremos contratar para
cuadamente, tendremos que situarnos en que nos ayude en la travesía?
el tiempo y contar con los recursos y li- Como podrán comprobar, la intenden-
mitaciones que nos ofrezca la época ele- cia es tal vez el punto más importante
gida para nuestro periplo: el siglo XIX, de todo viaje, sobre todo si es largo.
como los protagonistas de la novela que Pero por muy bien que se planifique,
vamos a leer a continuación. nunca puede estar todo controlado: los
Así pues, tendremos que recoger alguna imprevistos del camino acechan en cual-
información (por ejemplo, sobre los me- quier momento. Pero para eso podemos
dios de transporte de la época), y a con- echar mano de la imaginación y sus re-
tinuación utilizar aquellos que más ade- cursos: si al cruzar un río la corriente
cuados sean para la zona por la que arrastrase nuestro fardo con los alimen-
vamos a transitar. Lo mismo haremos tos... ¿cómo sobreviviríamos? Es cues-
con los avances técnicos, sobre todo los tión de cavilar un poco: cualquier medio
referidos al campo de la orientación y nos ofrecerá recursos suficientes para la
los materiales y el equipo que necesite- supervivencia.
mos para nuestro viaje, que puede durar Por último, y enlazando con este preám-
meses. bulo a la novela, sería interesante ir to-
Además, no es lo mismo atravesar los mando notas a lo largo de la lectura so-
bosques ecuatoriales del centro de África bre los recursos, equipamiento y hábitos
que cruzar una franja de desierto, escalar alimenticios de los personajes que nos
varias montañas con nieves perpetuas en presenta la historia. Seguro que después
sus cumbres, etc. Aunque en cualquier de leerla realizaríamos esta actividad de
caso tendremos que enfrentarnos a los otra manera.
peligros propios de aquellos ecosistemas:
mosquitos, serpientes, leones, moscas,
sanguijuelas... o encontrarnos con comu-
nidades indígenas hospitalarias y otras
no tanto.
Por último, y además de transporte y
equipo, pasaremos revista al tema del
avituallamiento: ¿qué llevaremos en
nuestras mochilas y fardos para sobrevi-
vir en mitad de lugares inhabitados e in-
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