Вы находитесь на странице: 1из 18

UNIVERSIDAD FERMIN TORO VICE RECTORADO ACADEMICO

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS


ESCUELA DE DERECHO
ARAURE - PORTUGUESA

INFORME DE OBLIGACIONES TEMAS 14, 15, 16,


17, 18 ,19.

Integrantes:
William González Márquez
C.I 17.509.956
Yhonny Quintero
Gabriela Gutiérrez
Edgar Castillo
Dilmar Figueredo
Sección: N-613 / 2018/A
Materia: Derecho Civil Obligaciones
Profesor: Tony Navas

Agosto, 2018
REMISIÓN DE LA DEUDA
Es el acto por el cual el acreedor renuncia gratuitamente al derecho de crédito que
tiene contra el deudor. También es denominada condonación, perdón o quita.
Fundamento legal: arts. 1326 CCV, indicándose en el art. 1.326 CCV “La entrega
voluntaria del título original bajo documento privado, hecha por el acreedor al deudor,
es una prueba de liberación.”

LA CONFUSIÓN:

Ocurre cuando en una misma persona se reúnen las cualidades de acreedor y de


deudor (Según Maduro Luyando y Pittier Sucre).

El art. 1.342 establece “Cuando las cualidades de acreedor y de deudor se reúnen en


la misma persona, la obligación se extingue por confusión.”

Comentario: El art. 1.342 indica “La confusión que se efectúa en la persona del deudor
principal aprovecha a sus fiadores. La que se efectúa en la persona del fiador no
envuelve la extinción de la obligación principal.” Y este es uno de los efectos de la
confusión así como: la extinción de la obligación que haya producido la confusión,
también extingue las obligaciones accesorias, la parte que le corresponde al acreedor
en caso de solidaridad activa o, en caso de solidaridad pasiva en la parte del deudor
y finalmente, si se trata de una obligación indivisible entonces la confusión ocurrida
con la persona de uno de los acreedores o de uno de los deudores deja a los otros el
derecho de pedir la totalidad de la obligación o de pagarla.

CONTRATOS

Una de las fuentes principales de las obligaciones son los contratos – acuerdo de
voluntades destinado a crear una o varias obligaciones sancionadas por una acción
judicial – donde el fondo de todo contrato es el pacto – el hecho de que dos o más
personas se pongan de acuerdo respecto de un objeto determinado – aunque no todo
pacto se convierte en un contrato, para esto el incumplimiento de este acuerdo debe
estar sancionado por el legislador mediante una acción determinada.
ARTÍCULO 1133.-- El contrato es una convención entre dos o más personas para
constituir, reglar, transmitir, modificar o extinguir entre ellas un vínculo jurídico.

Formación de los contratos

Oferta: es el acto mediante el cual una parte propone a la otra, expresa o


tácitamente, la celebración de un contrato

Aceptación: es la declaración de voluntad formulada por la persona a quien va


dirigida la oferta, expresando su adhesión

Elementos Esenciales

Son aquellos sin los cuales el contrato no tiene valor, o degenera en otro diferente.
Estos son: la capacidad, el consentimiento, el objeto y la causa. En algunos
ordenamientos jurídicos y para algunos contratos puede exigirse como validez
también la forma.

-Capacidad: se subdivide en capacidad de goce (la aptitud jurídica para ser titular de
derechos subjetivos) y capacidad de ejercicio (aptitud jurídica para ejercer derechos
y contraer obligaciones sin representación de terceros).

-Consentimiento: el consentimiento se manifiesta por la concurrencia de la oferta y


de la aceptación sobre la cosa y la causa que han de constituir el contrato. Será nulo
el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo.

-Objeto: pueden ser objeto de contratos todas las cosas que no están fuera del
comercio humano, aun las futuras. Pueden ser igualmente objeto de contrato todos
los servicios que no sean contrarios a las leyes o a las buenas costumbres.

-Causa: en los contratos onerosos (como la compraventa), se entiende por causa,


para cada parte contratante, la entrega o promesa de una cosa o servicio por la otra
parte; en los de pura beneficencia (Ej. el de donación), la mera liberalidad del
bienhechor.
-Forma: en algunos contratos es posible que se exija una forma específica de
celebración. Por ejemplo, puede ser necesaria la forma escrita, la firma ante notario
o ante testigos, etc.

Elementos Naturales

Son aquellos que se entienden incorporados en el contrato, pero que las partes
pueden libremente eliminar del mismo, sin que éste deje de ser válido.

Elementos Accidentales

Son aquellos que las partes establecen por cláusulas especiales, que no sean
contrarias a la ley, la moral, las buenas costumbres o el orden público. Por ejemplo:
el plazo, la condición, el modo, la solidaridad, la indivisibilidad, la representación, etc.

En conformidad con la libertad de la voluntad, los contratantes pueden establecer los


pactos, cláusulas y condiciones que tengan por convenientes, siempre que no sean
contrarios a la ley, la moral, las buenas costumbres o el orden público.

Los contratos sólo producen efectos entre las partes que los otorgan, y no alcanzan
a los terceros. Sin embargo, los herederos también resultan obligados por los
contratos del causante, porque son continuadores jurídicos de éste, y los cesionarios
también, por la misma razón.

Elementos esenciales a la validez del contrato

Artículo 1142 del Código Civil: “El contrato puede ser anulado:

1º-Por incapacidad legal de las partes o de una de ellas, y

2º-Por vicios del consentimiento”.

Capacidad legal
Es importante hacer mención de la importancia que tiene la capacidad de las
partes al momento de celebrar algún contrato, ya que si no se cumplen con los
requisitos esenciales de éste no podrá surtir efectos.

Cabe señalar que algunas personas tienen capacidad para realizar un acto
jurídico, pero, ésta capacidad pudiera no ser absoluta, sino relativa, es decir,
puede una persona tener la capacidad legal para celebrar determinado acto
jurídico y puede, al mismo tiempo, no tenerla para celebrar otro tipo de
contrato. He aquí la importancia de la capacidad de las partes en un acto
jurídico.

La capacidad es un requisito de validez de todo acto jurídico y se define como


la aptitud legal de una persona para adquirir y ejercer derechos sin el ministerio
o autorización de otra persona. La capacidad jurídica está íntimamente
relacionada con la voluntad, entendiéndose esta como la facultad psíquica que
tiene el individuo o persona para elegir entre realizar o no un determinado acto,
y depende directamente del deseo y la intención de realizar un acto o hecho
en concreto. Se relaciona también, con la capacidad que tiene la persona para
tomar decisiones sin estar sujeto a limitaciones; libremente, sin secuencia
causal ni imposición o necesidad.

ELEMENTOS ESENCIALES A LA EXISTENCIA DEL CONTRATO:

Son aquellos indispensables a la propia figura del contrato, de modo que la


falta de alguno de ellos impide la formación del contrato: lo hace inexistente.
Según el artículo 1141 C.C. son: consentimiento de las partes, objeto que
pueda ser materia del contrato y causa lícita.

ELEMENTOS ESENCIALES A LA VALIDEZ DEL CONTRATO

Son aquellos necesarios para que el contrato produzca sus efectos


jurídicos. La ausencia de alguno de estos elementos, produce la INVALIDEZ
del contrato y éste, por tanto, si bien existe podría ser anulado.

Según el artículo 1142 C.C. estos requisitos son: capacidad de las partes y
ausencia de vicios del consentimiento (error, dolo, violencia)

DIFERENCIA ENTRE AMBAS CLASES DE ELEMENTOS

La diferencia entre ambas clases de elementos es la siguiente: si falta algún


elemento esencial a la existencia el contrato no existe: es nulo (está afectado
de nulidad absoluta); mientras que si falta algún elemento esencial a la validez
el contrato existe pero es inválido: es anulable (está afectado de nulidad
relativa).

La primera de ellas es la excepción de contrato no cumplido ( exceptio


non adimpleti contractus), que surge cuando el acreedor exige el
cumplimiento sin haber cumplido ni ofrecido cumplir su prestación. En este
caso el deudor puede, mediante esta excepción, oponerse y rechazar la acción
de cumplimiento, siempre que se trate del incumplimiento de una obligación
básica de los contratantes, por lo que queda vetada frente obligaciones
adicionales o accesorias.

En cuanto a los efectos, la excepción enerva la reclamación hasta en tanto no


se realice la prestación de la contraparte, es decir, su aplicación provoca una
mera suspensión provisional del cumplimiento de la obligación, así lo
establece, entre otras, la sentencia del TS, Sala 1ª, de 12-2-2013.

En este punto cabe plantearse qué diferencias existen entre la excepción y el


incumplimiento resolutorio, y es que el éxito de la excepción no libera al deudor
de cumplir lo que le compete, no equivale a la resolución, que supondría una
modificación de la relación obligatoria, como señala la sentencia del TS, Sala
1ª, de 18-05-2012.

La excepción de contrato no cumplido adecuadamente (exceptio non rite


adimpleti contractus), es aquella que tiene lugar cuando el demandante solo
ha cumplido su prestación parcialmente o de manera defectuosa, pudiendo el
demandado rehusar el cumplimiento de su contraprestación hasta que sean
rectificados los defectos o cumplidas las obligaciones íntegramente.

Para que pueda ser estimada es preciso que el contrato no se haya cumplido
adecuadamente en cantidad, calidad, manera o tiempo, así como que el
defecto en la prestación realizada por el actor sea de cierta importancia en
relación con la finalidad perseguida por las partes. Alguna resolución equipara
el cumplimiento defectuoso a aquél que justifica el ejercicio de la acción
resolutoria, como por ejemplo la de la AP Madrid, Sec. 25.ª, de 16-10-2012.

La acción resolutoria

Es la facultad que tiene una de las partes en un contrato bilateral, de pedir


terminación del mismo y en consecuencia ser liberada de su obligación, si la
otra parte no cumple a su vez con la suya; y pedir la restitución de las
prestaciones que hubiere cumplido.
El artículo 1167 del Código Civil Venezolano consagra la acción resolutoria al
disponer: “En el contrato bilateral, si una de las partes no ejecuta la obligación,
la otra puede a su elección reclamar judicialmente la ejecución del contrato o
la resolución del mismo, con los daños y perjuicios en ambos caso si hubiere
lugar a ello”.

La Acción Resolutoria se clasifican en:

a) Resolución Convencional. No siendo una materia en la cual está interesado


el orden público, las partes pueden estipular libremente las causas de
resolución y sus consecuencias, salvo en ciertos contratos en que la ley limita,
restringe o regula la acción resolutoria. Las partes pueden limitarse a
determinar causas especificas de incumplimiento (falta de cumplimiento dentro
de cierto término, incumplimiento defectuoso determinado por un tercero
designado por las partes, retraso en la ejecución de una obra). El papel del
juez, cuya intervención es entonces necesaria, se limita a determinar si
efectivamente se produjo o no la causa de resolución; pero no podrá calificar
si el incumplimiento es o no es suficiente para declarar la resolución del
contrato. Ejemplo: El Decreto Ley de Arrendamientos Inmobiliarios, el cual
limita las causas para exigir la resolución de los contrato por tiempo
indeterminado a las previstas en ella (art. 33) y concede un plazo de gracia
para el pago del canon de arrendamiento.

b) Resolución de Pleno Derecho. Puede estipularse que la resolución se


produzca de pleno derecho ante el incumplimiento de una de las partes. Será
necesario que la parte inocente, que tiene la alternativa de exigir el
cumplimiento o la resolución, notifique a la otra parte que ha hecho uso de la
facultad de resolver el contrato por su propia voluntad. No siendo una cuestión
en la cual está interesado el orden público, las partes pueden libremente
determinar las consecuencias del incumplimiento de una de ellas, salvo en los
casos que la ley limita las causas de resolución. Tampoco será lícita la cláusula
cuando ella es abusiva. La resolución del contrato se producirá tan pronto
como la otra parte haya sido notificada, sin necesidad de intervención judicial.
Sin embargo esta no se excluye en todos los casos. Si el contrato se ha
cumplido parcialmente, la parte inocente que notifica su decisión de dar por
resuelto el contrato tendrá que recurrir ante los órganos jurisdiccionales para
que se le restituya la prestación cumplida, pero en tal caso el juez no tendrá
que decretar la resolución, ya que operó la voluntad de las partes

La teoría de los riesgos

La teoría de los riesgos plantea, en el Derecho civil, la pregunta sobre la suerte


de las obligaciones de las partes cuando la cosa que es objeto del contrato se
pierde a consecuencia de un caso fortuito.

Esta teoría supone entonces que nos encontramos ante un contrato bilateral,
y que al menos una de las obligaciones de las partes consista en dar (enajenar
en sentido amplio) una cosa determinada (especie o cuerpo cierto).

De acuerdo con el Código Civil Francés el riesgo es del acreedor. Ello resulta
lógico pues en el derecho francés el perfeccionamiento de un contrato genera
"efectos reales", es decir, por el sólo contrato nacen o se constituyen no sólo
derechos personales, sino que también derechos reales, como la propiedad.
Así, en el Derecho francés, el contrato de compraventa no sólo hace titular al
comprador de un derecho para exigir que se le entregue la cosa, sino que lo
hace dueño. Por lo tanto, el riesgo es siempre del dueño (res perit domino) que
es al mismo tiempo acreedor (res perit creditore)

En los ordenamientos donde el contrato no tiene eficacia real, es decir, no


genera derechos reales, sino exclusivamente derechos personales, para
transferir el dominio (u otro derecho real) se requirirá de un modo de adquirir.
El modo más típico será la tradición, o entrega hecha con la intención de
transferir el dominio.

Si los contratos no tienen "eficacia real", debemos responder sobre la suerte


de las obligaciones cuando el objeto del contrato se pierde por un caso fortuito.
Por una parte, la destrucción fortuita de la cosa siempre extingue la obligación
que tenía por objeto esa cosa. Por otra parte, respecto de la obligación de la
otra parte, caben dos posibilidades:

Si el riesgo es del deudor o sea, quien estaba obligado a dar la cosa que se
destruyó fortuitamente, entonces la obligación del acreedor se extingue
también y si todavía no cumplía con su prestación, nada debe hacer, y si ya la
cumplió tiene derecho a ser restituido.

Si en cambio, el riesgo es del acreedor, frente a la destrucción fortuita de la


cosa, su obligación sigue en pie, debe cumplirla si se encuentra pendiente o si
ya la cumplió no puede ser restituido.
Formas de Terminación de los Contratos

En primer orden, debe apuntarse que por terminación de los contratos se


entiende la extinción de los mismos, en el sentido de que el contrato como tal
deja de producir sus efectos jurídicos normales y cesa de cumplir los fines para
los cuales había sido celebrado.

Según Maduro (1987), toda terminación de contrato implica su extinción, en el


sentido de que deja de producir efectos hacia el futuro, sin perjuicio de que en
algunas de las formas de terminación puedan también producirse efectos
retroactivos.

Ahora bien, tradicionalmente la doctrina distingue como modos de terminación


de los contratos los siguientes:

1°. La disolución de los contratos, denominada también revocación, aun


cuando esta última denominación es motivo de serias discusiones.

2°. La nulidad de los contratos, que supone la extinción de los mis-mos, por
cuanto el contrato adolece de vicios o anormalidades que impiden considerar
configurados elementos esenciales a su existencia o a su validez.

3°. La resolución de los contratos, modo de extinción inherente a los contratos


bilaterales.

4°. La rescisión de los contratos, modo de extinción que la doctrina considera


de carácter subsidiario y que sólo opera en aquellos casos expresamente
establecidos en la ley.

5°. La revocación de los contratos, medio de extinción por el cual el contrato


desaparece por la voluntad unilateral de una de las partes.
6°. La excepción non adimpleti contractus, cuando se opone en con-tratos de
tracto sucesivo y en los cuales la prestación disfrutada por una o alguna de las
partes no es susceptible de borrarse en el terreno de la realidad. En estos
casos, la excepción non adimpleti contractus, por vía excepcional, extingue el
contrato durante el lapso en el cual una de las partes dejó de cumplir su
obligación.

Responsabilidad extracontractual

Surge cuando el daño, agravio u otro daño o perjuicio causado no tiene su


origen en una relación contractual, sino en cualquier otro tipo de actividad.

La responsabilidad extracontractual, delictual o aquiliana puede definirse como


aquella que existe cuando una persona causa, ya sea por sí misma, por medio
de otra de la que responde o por una cosa de su propiedad o que posee, un
daño a otra persona respecto de la cual no estaba ligada por un vínculo
obligatorio anterior relacionado con el daño producido. Esta área del derecho
civil también se conoce como delitos y cuasidelitos civiles (fuentes de las
obligaciones). Las fuentes principales de las obligaciones extracontractuales
son el hecho ilícito y la gestión de negocios.

Un caso de responsabilidad extracontractual es el que puede surgir por los


daños y perjuicios causados a terceros como consecuencia de actividades que
crean riesgos a personas ajenas a las mismas, como la conducción de un
automóvil o el desarrollo de una actividad industrial.

Otro supuesto es el de la responsabilidad por daños causados por bienes


propios: cuando se desprende un elemento de un edificio y causa lesiones a
quien pasa por debajo o cuando alguien sufre un accidente por el mal estado
del suelo. También se es responsable por los daños y perjuicios que originen
los animales de los que se sea propietario.

La responsabilidad puede tener su origen en actos de otra persona, por la que


debe responder un padre por los daños y perjuicios que cause su hijo menor
de edad; un empresario por los que causen sus empleados; y un
establecimiento educacional por los causados por sus alumnos.

Requisitos de la responsabilidad extracontractual

La responsabilidad extracontractual prevista en las normas legales pertinentes


(por ejemplo, artículos 1708 y siguientes del Código Civil Argentino, 2314 y
sgtes. del Código Civil chileno, 1902 del Código Civil Español), entendida
como la obligación de reparar el daño causado tanto por hechos propios como
por hechos ajenos, requiere los siguientes presupuestos:

El hecho, comportamiento causante del daño, incluidas las acciones y


omisiones. Frecuentemente es un comportamiento humano, aunque la ley
extiende la responsabilidad a hechos de las cosas (animales y objetos de
propiedad del responsable). Este comportamiento debe ser antijurídico y
puede o no ser su origen ilícito. Se entiende por antijurídico aquel
comportamiento que contraviene el principio alterum non laedere que
comprende una serie de deberes que obligan a seguir un comportamiento con
corrección y prudencia respecto a terceros, para que la convivencia sea
posible.

El daño o agresión ilegítima a bienes, derechos o a la propia persona. El


daño indemnizable o reparable tiene que ser cierto, esto es, realmente
existente. Se excluyen los daños hipotéticos o eventuales. Además el daño
tiene que ser actual pero pueden incluirse los daños futuros cuando éstos
surgirán con posterioridad según racional certidumbre. Se entienden incluidos
tanto los daños patrimoniales como los daños morales. La prueba del daño,
de su extensión y alcance corresponde al perjudicado.

La relación de causalidad o nexo causal entre el comportamiento causante


del daño y el daño. En el caso en que concurran una pluralidad de causas
causantes del daño, habrá que determinar si todas ellas son concausas (teoría
de la equivalencia) o si una de esas causas es la única que merece dicho papel
por ser la determinante del daño. Se utilizan distintos criterios para calificar a
la causa como determinante de dicho resultado: que dicha causa sea posible
o probablemente la que haya ocasionado el daño (teoría de la causa
adecuada), que el hecho sea el más próximo al daño (teoría de la causa
próxima) o que el hecho sea el más eficiente o con más fuerza determinante
del daño (teoría de la causa eficiente).

El criterio de imputación de la responsabilidad. En principio, el Código Civil


exigía exclusivamente un criterio basado en la culpa o negligencia del agente
(teoría subjetiva o por culpa), pero en la actualidad se aceptan criterios
distintos a la culpa, como el dolo o consciencia de que el comportamiento
causa el daño, el riesgo o creación de una situación de peligro (teoría del
riesgo) y supuestos de atribución automática o ex lege de responsabilidad
(teoría objetiva o estricta).

Las responsabilidades Complejas

Ocurren cuando la persona que está sometida a la guarda, control, vigilancia


o subordinación del civilmente responsable, comete un hecho ilícito. Existen
dos categorías de personas responsables: el agente material del daño por el
hecho ilícito propio y el civilmente responsable por el daño causado por la
persona sometida a su subordinación.

Caracteres generales de las responsabilidades complejas o especiales

El Art. 1.134 C.C: “Quien pida la ejecución de una obligación debe probarla, y
quien pretenda que ha sido libertado de ella debe por su parte probar el pago
o el hecho que ha producido la extinción de su obligación”.

Cuando la víctima demanda la indemnización, sólo debe probar que han


ocurrido los extremos señalados por la norma y no necesita probar la
obligación de medio o resultado según el caso.

El Daño no es causado por el civilmente responsable.

La culpa del civilmente responsable es presumida por el legislador

La Relación de Causalidad jurídica es presumida por el legislador.

El civilmente responsable debe ser imputable.

La Responsabilidad Civil Especial por Hecho Ajeno


La responsabilidad especial del padre, madre o tutor constituye la primera de
las llamadas responsabilidades especiales o complejas o por hecho ajeno.

Está contemplada en el Art. 1.190 CCV, el cual establece: "El padre, la madre,
y a falta de éstos, el tutor, son responsables del daño ocasionado por el hecho
ilícito de los menores que habiten con ellos.

Responsabilidad Civil Especial del Padre, Madre y Tutor

La responsabilidad especial del padre, madre o tutor constituye la primera de


las llamadas responsabilidades especiales o complejas o por hecho ajeno.La
responsabilidad de estas personas, no tiene efecto cuando ellas prueban que
no han podido impedir el hecho que ha dado origen a esa responsabilidad;
pero ella subsiste aun cuando el autor del acto sea irresponsable por falta de
discernimiento"

Fundamento Legal

El Art.1.190 CC. El padre, la madre a falta de éstos, el Tutor, responden por el


hecho ilícito ocasionado por los menores no emancipados que habiten con
ellos “que vivan bajo un mismo techo”; además, la Ley exige que los menores
hayan obrado Sin Discernimiento. En igual sentido, los Preceptores y
Artesanos, responderán por el daño producido por el hecho ilícito cometido por
sus Alumnos y Aprendices, siempre que se demuestre que éstos estaban al
momento de ocurrir los hechos, bajo su vigilancia

Persona Civilmente Responsable


Una persona es civilmente responsable cuando es obligada a reparar el daño
causado a la persona o bienes de otra, por culpa o dolo. Por regla general todo
daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra persona, debe ser
reparada por ésta.

Responsabilidad de los Dueños y Principales

El Art. “1.191.- Los dueños y los principales o directores son responsables del
daño causado por el hecho ilícito de sus sirvientes y dependientes, en el
ejercicio de las funciones en que los han empleado”.

RESPONSABILIDAD DERIVADA DEL TRANSITO TERRESTRE

En el que participa un vehículo automotor en marcha o en reposo en la vía de


uso público, causando daño a las personas, sean ocupantes o terceros no
ocupantes de vehículo automotor, que pueda ser determinado de una manera
cierta.

Civilmente Responsable

De acuerdo al texto de la norma se establecen como civilmente responsables:

El conductor,

El propietario del vehículo y

Su empresa aseguradora.

Quedando solidariamente obligados a reparar todo daño que se cause con


motivo de la circulación del vehículo, a menos que se pruebe que el daño
proviene de un hecho de la víctima, o de un tercero que haga inevitable el
daño; o que el accidente hubiese sido imprevisible para el conductor.

Ahora bien, cuando el hecho de la víctima o del tercero haya contribuido a


causar el daño, se aplicará lo establecido en el Código Civil. (Art. 1189 CC).
Condiciones de Procedencia

Que el daño sea causado por un vehículo terrestre. Se entiende por vehículo
terrestre todo artefacto o aparato destinado al transporte de personas o cosas,
capaz de circular por las vías públicas o privadas destinadas al uso público
permanente o casual Los vehículos de tránsito y transporte terrestre se
clasifican en:

Tracción a sangre

A motor.

Que se trate de un daño causado por un vehículo terrestre con motivo de su


circulación.

No hay distinción respecto de la clase de daños a reparar, por lo que son


susceptibles de reparación todo tipo de daños.

Вам также может понравиться