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3.2.1.2.

Actos de desorganización, inducción a la ruptura contractual y violación de


secretos
En la Resolución 31714 del 19 de noviembre de 2003 la S.I.C. estudia el
caso "Cabarría & Cía. S. A." vrs. "Grafi x Digital S. A." como quiera que la
primera de las sociedades citadas acusa a la segunda de actos de
desorganización, inducción a la ruptura contractual y violación de
secretos. Frente a los hechos que se anotan, apareció demostrado por
parte de la S.I.C. que "el señor Eduardo Consuegra explotó a favor de la
sociedad Grafi x Digital S. A. secretos industriales, empresariales y
comerciales respecto de los cuales accedió y frente a los cuales tenía un
deber de reserva, guarda y custodia", pues había sido representante
legal de Cabarría & Cía. S. A.

El análisis realizado por la S.I.C. evidenció la existencia de divulgación o


explotación indebida de secretos industriales por parte de la demandada,
conducta que es más reprochable si se tiene en cuenta que en el
régimen jurídico andino de protección a los secretos empresariales,
excepcionalmente la protección no es temporal sino que perdura
(PENNER, 2000) mientras subsistan las condiciones para que la
información no solo se mantenga como secreta -que la información o
conocimiento privilegiado no sea generalmente conocido, ni sea
fácilmente accesible por quienes se encuentran en los círculos que
normalmente manejan la información respectiva-, sino que tenga un valor
comercial por ser secreta y haya sido objeto de medidas razonables
tomadas por su legítimo poseedor para mantenerla secreta.

En el mismo caso antes citado se evidenció quebrantamiento al artículo


17 de la Ley 256 de 1996 como quiera que se probó que la demandada
indujo a trabajadores, proveedores, clientes y otros obligados con el fin
de infringir los deberes contractuales básicos que habían contraído con
su competidor. Para la S.I.C., "la sociedad Grafi x Digital S. A., ...indujo
indebidamente a algunos clientes de la demandante a que terminaran
regularmente sus contratos de suministro pactados, inducidos por
aseveraciones engañosas sobre la intención de Cabarría de terminar con
su línea de productos y servicios de artes gráficas, y retirarse del
mercado".

Debe advertirse que si bien las conductas que incentivan la generación


de nuevas empresas y establecimientos de comercio basadas en la
capacidad de extrabajadores de la competencia no son per se, conductas
descalificables, no obstante cuando la desvinculación se realiza en forma
masiva, puede tener como efecto la desorganización interna de las
empresas competidoras, lo que evidencia afrenta al artículo 17de la Ley
256 de 1996. (SIC, Resolución 31714 del 19 de noviembre de 2003).

Para la SIC: "crear sociedades en las cuales los socios son expertos en
una actividad determinada, es un acto natural en el mercado, como
también lo es realizar ofertas de trabajo a personas que conozcan las
labores que desarrollarían. No obstante lo anterior, cuando con dichas
conductas se desorganiza internamente una empresa ajena,
particularmente una competidora, la Ley 256 de 1996 considera que tal
actitud constituye un acto de competencia desleal". (SIC, Resolución
31714 del 19 de noviembre de 2003).

[7] Así las cosas, cuando se lesionan los intereses generales de la comunidad, el derecho
de la competencia desleal disciplina las ventajas competitivas derivadas de la infracción
legal, la explotación de situaciones de dependencia económica y la venta a pérdida.
Cuando los lesionados son los consumidores se regula el engaño, las primas, los actos de
discriminación del consumidor, los actos de confusión y los obsequios. Por último, si es el
competidor el lesionado, se disciplinan la comparación, denigración, la imitación,
la inducción a la ruptura contractual, la violación de secretos industriales y la
explotación de la reputación ajena.

ACTOS DE DESORGANIZACIÓN

I. IDENTIFICAR NOCIONES
1. Definición según la RAE

Acto
Del lat. actus.
1. m. Acción u obra que realiza una persona.

Desorganización
1. f. Acción y efecto de desorganizar.

Desorganizar
De des- y organizar.
1. tr. Desordenar en sumo grado, cortando o rompiendo las relaciones existente
s entre las diferentespartes de un todo.

2. Definición jurídica

Acto jurídico

1. m. Der. Hecho voluntario que crea, modifica o extingue relaciones de derecho,


conforme a este.

II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS

Artículo 9 Ley 256 de 1996. Actos de desorganización. Se considera desleal toda


conducta que tenga por objeto o como efecto desorganizar internamente la
empresa, las prestaciones mercantiles o el establecimiento ajeno.

Artículo 333 Constitución Política de Colombia. La actividad económica y la


iniciativa privada son libres, dentro de los límites del bien común. Para su ejercicio,
nadie podrá exigir permisos previos ni requisitos, sin autorización de la ley.

La libre competencia económica es un derecho de todos que supone


responsabilidades.
La empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica
obligaciones. El Estado fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el
desarrollo empresarial.

El Estado, por mandato de la ley, impedirá que se obstruya o se restrinja la


libertad económica y evitará o controlará cualquier abuso que personas o
empresas hagan de su posición dominante en el mercado nacional.

La ley delimitará el alcance de la libertad económica cuando así lo exijan el interés


social, el ambiente y el patrimonio cultural de la Nación.

III. ELEMENTOS O CARACTERÍSTICAS

Actos de desorganización

El artículo 9 de la Ley 256 de 1996 señala que se considera desleal toda conducta
que tenga por objeto o que tenga como efecto desorganizar internamente una
empresa, las prestaciones mercantiles o el establecimiento ajeno. En ese sentido
la norma exige la existencia de uno cualquiera de los siguientes supuestos:

 Desorganizar internamente una empresa

 Desorganizar las prestaciones mercantiles o

 Desorganizar el establecimiento ajeno

Ahora bien “desorganizar”, verbo rector de la conducta contenida en el artículo 9


de la Ley de competencia, significa desordenar en sumo grado, cortando o
rompiendo las relaciones existentes entre las diferentes partes de un todo . En
este orden de ideas, se hace necesaria la probanza de hechos que quebranten
una organización empresarial, desde cualquiera de las perspectivas antes
anotadas.1

Actos de desorganización

El artículo 9 de la Ley 256 de 1996 señala que se considera desleal toda


conducta, que tenga por objeto o que tenga como efecto desorganizar
internamente una empresa, las prestaciones mercantiles o el establecimiento

1
Superintendencia de Industria y Comercio Sentencia 7 de 17/07/2007
ajeno. La norma exige para configurar la conducta desleal, la existencia de uno
cualquiera de los siguientes supuestos:

 Desorganizar internamente una empresa

 Desorganizar las prestaciones mercantiles o

 Desorganizar el establecimiento ajeno Ahora bien, “desorganizar”, verbo rector


de la conducta contenida en el artículo 9 de la Ley de competencia, significa
desordenar en sumo grado, cortando o rompiendo las relaciones existentes entre
las diferentes partes de un todo20. De acuerdo con este significado, se hace
necesaria la prueba de los hechos que en opinión de la actora, estuvieron dirigidos
a quebrantar las relaciones internas existentes en la organización empresarial y
que a continuación se pasan a examinar.2

Sobre la base de lo anterior, en cuanto corresponde al tipo desleal de desorganización, resulta


evidente que para la interpretación de su contenido, se hace necesario acudir a elementos y reglas
conceptuales que no se hallan incorporadas expresamente en el tenor del tipo, pero que sí
inspiran sus fundamentos y los propios parámetros de la ley 256 de 1996. Así, el acto de
desorganización no puede entenderse configurado simplemente con el resultado señalado
expresamente en el ya citado artículo 9º, aspecto sobre el cual se debe precisar que, como las
condiciones que atribuyen un carácter desleal a ese comportamiento no aparecen determinadas
en aquella disposición, deben ser establecidas -siguiendo las pautas que ha establecido la
jurisprudencia constitucional- mediante una interpretación sistemática del cuerpo normativo del
cual hace parte y, en particular, de la cláusula general contemplada en el artículo 7º de la Ley 256
de 1996, a cuyo tenor “[q]uedan prohibidos los actos de competencia desleal. Los participantes en
el mercado deben respetar en todas sus actuaciones el principio de la buena fe comercial.”

LA INDUCCIÓN A LA RUPTURA CONTRACTUAL

I. IDENTIFICAR NOCIONES

1. Definición según la RAE

Inducción
Del lat. inductio, -ōnis.

2
Superintendencia de Industria y Comercio Sentencia 8 de 24/07/2007
1. f. Acción y efecto de inducir.

Inducir
Del lat. inducĕre.
1. tr. Mover a alguien a algo o darle motivo para ello.
2. tr. Provocar o causar algo.

Ruptura
Del lat. ruptūra.
1. f. Acción y efecto de romper o romperse.
2. f. Rompimiento de relaciones entre las personas.

Contractual
Del lat. contractus 'contrato'.
1. adj. Procedente del contrato o derivado de él.

2. Definición jurídica
 Inducción

El alcance del verbo rector de la conducta, esto es, la acción de inducir, ha


sido definida como el acto de “instigar, persuadir, mover a uno, ocasionar,
causar”, con lo que puede colegirse que dicha actuación no es espontánea
sino provocada por otro o “ impulsada desde otro comportamiento externo que
lleva a realizar una actuación que, sin ese impulso, no se hubiera realizado”.

 Ruptura

Interrupción del desarrollo de algo, especialmente de una relación, un compromiso


o una negociación con otras personas.

La ruptura es aquel hecho o acción por la cual se rompen las relaciones entre
personas o entidades, es decir, la ruptura implica un quiebre en la relación tal
como se venía desarrollando para pasar a una instancia en la que el
relacionamiento que existía queda totalmente interrumpido, nulo.
Por otra parte, en el ámbito del derecho, se habla de ruptura cuando se produce el
incumplimiento o la vulneración de un contrato, la cual es plausible de desembocar
en la rescisión del mismo.

 Contractual

Procedente del contrato o derivado de él.

II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS

Artículo 17 Ley 256 de 1996. Inducción a la ruptura contractual. Se considera


desleal la inducción a trabajadores, proveedores, clientes y demás obligados, a
infringir los deberes contractuales básicos que han contraído con los
competidores.

La inducción a la terminación regular de un contrato o el aprovechamiento en


beneficio propio o ajeno de una infracción contractual ajena sólo se califica desleal
cuando, siendo conocida, tenga por objeto la expansión de un sector industrial o
empresarial o vaya acompañada de circunstancias tales como el engaño, la
intención de eliminar a un competidor del mercado u otros análogos.

Artículo 333 Constitución Política de Colombia. La actividad económica y la


iniciativa privada son libres, dentro de los límites del bien común. Para su ejercicio,
nadie podrá exigir permisos previos ni requisitos, sin autorización de la ley.

La libre competencia económica es un derecho de todos que supone


responsabilidades.

La empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica
obligaciones. El Estado fortalecerá las organizaciones solidarias y estimulará el
desarrollo empresarial.

El Estado, por mandato de la ley, impedirá que se obstruya o se restrinja la


libertad económica y evitará o controlará cualquier abuso que personas o
empresas hagan de su posición dominante en el mercado nacional.

La ley delimitará el alcance de la libertad económica cuando así lo exijan el interés


social, el ambiente y el patrimonio cultural de la Nación.

III. ELEMENTOS O CARACTERÍSTICAS


Con fundamento en la transcrita definición legal, en reiteradas oportunidades
la SIC ha precisado que los elementos constitutivos del acto desleal en estudio
son los siguientes:

a) La existencia de una relación contractual entre el sujeto pasivo de la


conducta desleal y el agente inducido, así como la terminación regular de dicho
vínculo.

b) La irrupción en las relación contractual referida en el literal anterior, por


parte del sujeto activo de la conducta, con el propósito de motivar la
terminación regular de dicho vínculo.

c) El conocimiento de la terminación regular del contrato en cuestión por


parte del agente inductor.

d) Finalidades como la expansión de un sector industrial o empresarial o la


intención de eliminar a un competidor del mercado.

e) La utilización de medios reprochables como el engaño u otros análogos.3

El artículo en cita plantea tres hipótesis. La primera consistente en que un agente


induce, entre otros, a trabajadores, proveedores o clientes de un competidor para
que violen cláusulas del contrato que han firmado (con el competidor); la segunda
hipótesis se presenta cuando el agente induce a la terminación regular de un
contrato celebrado y la tercera hipótesis se presenta cuando el agente en su
propio beneficio o en beneficio de un tercero se aproveche de una infracción
contractual ajena.

En las dos primeras hipótesis, la inducción como elemento básico, se refiere a un


estímulo voluntario por parte de un agente con el ánimo de irrumpir en la esfera de
las relaciones contractuales en las que no es parte y provocar en el primer evento,
la inobservancia de las obligaciones que otros han convenido a través de un
contrato, y en el segundo, la ruptura normal de la relación contractual existente
entre dos personas, es decir, la ruptura regular, a la luz de las cláusulas del
contrato.

Por lo anterior, si el acto que se arguye que indujo no se realiza de manera


consciente o premeditada, si el agente no tiene este propósito o si el agente
despliega una disuasión inconsciente, de presentarse una infracción a un deber
3
Superintendencia de Industria y Comercio Sentencia 3129 22/06/2012
contractual o la terminación regular del contrato, estos resultados no
corresponderán los elementos de la norma o no tendrán relación causa efecto con
la acción desplegada por el agente.

En cuanto a la tercera hipótesis, el elemento primordial, a diferencia de los dos


supuestos anteriores, no consistente en el hecho de que el agente realice una
acción encaminada a interferir en las relaciones contractuales, sino que
simplemente se aprovecha en su propio beneficio de un tercero de una infracción
contractual en la cual no ha participado.

Obsérvese a la luz del artículo en estudio que cuando se presentan la segunda y


la tercera hipótesis, esto es las relativas a la inducción a la terminación regular de
un contrato celebrado o el aprovechamiento de una infracción contractual ajena, la
norma se hace más contundente y exige para su verificación que adicionalmente,
estas dos actuaciones tengan como fin la expansión de un sector industrial o
empresarial, lo cual podría asimilarse a la expectativa de generar razonadamente
una ventaja económica en un sector específico, o vayan acompañadas, entre
otras, de circunstancias tales como el engaño o la intención de eliminar a un
competidor del mercado.

En este orden de ideas, se tiene que el control de deslealtad valora


exclusivamente la acción desplegada por quien induce con un propósito definido o
la acción desplegada por quien se aprovecha en beneficio propio o ajeno de una
infracción contractual ajena y el modo como la acción se despliega.4

Analizado el artículo 17 de la Ley 256 de 1996 en concordancia con el artículo 333


de la Constitución Política, según el cual la actividad económica e iniciativa
privada son libres dentro de los límites del bien común, es de entender que la
prohibición prevista en dicho artículo, y en particular su inciso segundo, no
restringe propiamente el derecho de los participantes en el mercado a expandirse
atrayendo y consiguiendo proveedores o clientes de otros competidores, ni el
derecho a proponer ofertas laborales a empleados de la competencia y
eventualmente contratarlos. Lo que la norma prohíbe es el empleo, por parte de un
competidor, de maniobras indebidas encaminadas a lograr un beneficio propio o
ajeno, bien sea engañando a los contratantes del otro competidor (v.gr. clientes,
proveedores, trabajadores o demás obligados contractualmente) para que de
forma regular den por terminados sus contratos o para que infrinjan deberes

4
Superintendencia de Industria y Comercio Sentencia 05 de 30/11/2005
contractuales básicos, bien sea persuadiéndolos intencional e indebidamente para
lograr eliminar a ese otro competidor, o mediante cualquier otra conducta análoga
que por ser indebida tenga como efecto o como objeto que tales relaciones
contractuales se den por terminadas regularmente o sean infringidas en provecho
de quien realiza esas conductas o de un tercero.5

En ese sentido, para que pueda calificarse como desleal el acto de persuasión de
un competidor, capaz de hacer que un cliente, proveedor, trabajador u otro tipo de
contratante de un segundo competidor termine regularmente su contrato con éste
y contrate con el primero, tal persuasión o inducción a que se refiere la norma
mencionada debe ser determinantemente engañosa, o estar intencionalmente
dirigida a eliminar al otro competidor o constituir alguna otra conducta análoga e
indebida.6

Actos de inducción a la ruptura contractual

El artículo 17 de la Ley 256 de 1996 prevé como desleal, la inducción a


trabajadores, proveedores, clientes y demás obligados, a infringir los deberes
contractuales básicos que han contraído con los competidores.

La inducción a la terminación regular de un contrato o el aprovechamiento en


beneficio propio o ajeno de una infracción contractual sólo se califica de desleal
cuando, siendo conocida, tenga por objeto la expansión de un sector industrial o
empresarial o vaya acompañada de circunstancias tales como el engaño, la
intención de eliminar a un competidor del mercado u otros análogos.

Como está redactada la disposición en referencia, la infracción puede provenir,


bien sea de la inducción a un incumplimiento contractual, bien por la inducción a la
terminación regular de un negocio, o bien por el aprovechamiento en beneficio
propio o ajeno de una infracción contractual.

En estos casos, se induce entendiendo por tal proceder, el incitar, instigar a una
determinada persona para que haga o deje de hacer una determinada actividad,
incumpliendo con ello las obligaciones contractuales que adquiere ésta con un
competidor del agente de la conducta desleal.7

5
Superintendencia de Industria y Comercio Sentencia 06 de 01/12/2005
6
Superintendencia de Industria y Comercio Sentencia 06 de 01/12/2005
7
Superintendencia de Industria y Comercio Sentencia 7 de 17/07/2007
Frente al otro supuesto (inciso segundo del artículo 17) se induce a la no
continuidad negocial, a expensas o bien (i) de una aparente terminación regular
del contrato o bien (ii) por el aprovechamiento en beneficio propio o ajeno del
incumplimiento contractual de un tercero, de tal forma que conociendo el agente
de la conducta tal circunstancia y valiéndose de la misma, procura la “expansión
de un sector industrial o empresarial”. En este mismo sentido, también será
desleal la conducta del agente cuando esté acompañada de circunstancias que
denoten la existencia de engaño, o la intención de eliminar a un competidor, u
otros comportamientos similares.

Así pues, la norma exige para que se configure la infracción la presencia de tres
supuestos, a saber:

 Relación contractual entre dos o más sujetos

 Actos que tengan por objeto o efecto romper la relación jurídica existente

 Medios desleales

La inducción puede tener la connotación de licita28 o ilícita, según se presenten


ofertas de bienes y servicios como resultado del desarrollo natural y libre del
mercado, en ejercicio de los postulados constitucionales de libertad individual y
empresarial consagrados en los artículos 13, 26 y 333, así como en el artículo
1602 del Código Civil relativo al principio de la libre autonomía de la voluntad.

Para que pueda calificarse desleal el acto persuasivo de un competidor, capaz de


hacer que un cliente, proveedor, trabajador u otro tipo de contratante de un
segundo competidor termine regularmente su contrato con éste y contrate con el
primero, la persuasión o inducción a que se refiere la norma, debe ser
determinantemente engañosa, o estar intencionalmente dirigida a eliminar al otro
competidor o constituir alguna otra conducta análoga e indebida.

La norma bajo análisis exige que se demuestre o bien (i) el incumplimiento de los
deberes contractuales, (ii) o la existencia de la terminación del contrato, o (iii) el
aprovechamiento en beneficio propio o ajeno de la infracción contractual de un
tercero.8

Inducción a la ruptura contractual

8
Superintendencia de Industria y Comercio Sentencia 7 de 17/07/2007
El artículo 17 de la Ley 256 de 1996 prevé como desleal, la inducción a
trabajadores, proveedores, clientes y demás obligados, a infringir los deberes
contractuales básicos que han contraído con los competidores.

La inducción a la terminación regular de un contrato o el aprovechamiento en


beneficio propio o ajeno de una infracción contractual ajena sólo se califica de
desleal cuando, siendo conocida, tenga por objeto la expansión de un sector
industrial o empresarial o vaya acompañada de circunstancias tales como el
engaño, la intención de eliminar a un competidor del mercado u otros análogos.

En el primer caso, se induce a un tercero, entendiendo por tal proceder el incitar,


instigar a una determinada persona para que haga o deje de hacer una
determinada actividad, a que incumpla las obligaciones contractuales básicas que
aquella ha adquirido con un competidor (inciso primero de artículo 17).

En el segundo supuesto, (inciso segundo de la norma)) se induce a la no


continuidad negocial, a expensas de una aparente terminación regular del
contrato; y, en el tercer evento, no hay inducción, pero si un aprovechamiento en
beneficio propio o ajeno del incumplimiento contractual de un tercero de suerte
que, conociendo el agente de la conducta tal circunstancia y valiéndose de ella,
procura la “expansión de un sector industrial o empresarial,“ o, las circunstancias
en que se presenta, denotan que ha habido engaño, o intención de eliminar a un
competidor u otros comportamientos similares.

En síntesis hay tres formas de lograr la ruptura contractual que se pueden calificar
como desleales:

 Con actos que tengan por objeto inducir al incumplimiento de los deberes
básicos contractuales con un competidor del inductor

 Con actos que tengan por objeto inducir la terminación regular del contrato con
un competidor siempre y cuando se tenga como propósito la expansión de un
sector empresarial o industrial, o vayan acompañados de medios desleales como
el engaño, la intención de eliminar a un competidor del mercado, u otros
comportamientos análogos

 Con actos que tengan por objeto el aprovechamiento en beneficio propio o de


un tercero de una infracción contractual ajena, cuando siendo conocida su
ocurrencia, tenga como propósito la expansión de un sector empresarial o
industrial, o vayan acompañados de medios desleales como el engaño, la
intención de eliminar a un competidor del mercado, u otros comportamientos
análogos. En este aparte, el agente de la conducta debe enterarse de la
ocurrencia de la infracción contractual de manera previa al aprovechamiento
propio o ajeno. Este es el sentido de la expresión “siendo conocida” que trae el
segundo inciso del artículo 17 de la Ley 256 de 1996.

La inducción puede tener la connotación de licita o ilícita, según se presenten


ofertas de bienes y servicios como resultado del desarrollo natural y libre del
mercado, en ejercicio de los postulados constitucionales de libertad individual y
empresarial consagrados en los artículos 13, 26 y 333 como en el artículo 1602
del Código Civil relativo al principio de la libre autonomía de la voluntad. En tal
sentido, será desleal aquella conducta que esté, como dice la norma en referencia,
acompañada de engaño, o de la intención de eliminar a competidores u otros
análogos.9

9
Superintendencia de Industria y Comercio Sentencia 8 de 24/07/2007

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