Вы находитесь на странице: 1из 29

See

discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/283579530

CASTRACIÓN QUÍMICA. ¿VULNERACIÓN DE


DERECHOS HUMANOS O PENA?

Research · November 2015


DOI: 10.13140/RG.2.1.2597.0644

CITATIONS READS

0 1,079

1 author:

Patricia Cobos
Autonomous University of Chihuahua
21 PUBLICATIONS 3 CITATIONS

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Ubis Societas Ibi Jus No. 5 View project

All content following this page was uploaded by Patricia Cobos on 09 November 2015.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


ISSN 1665-1464
ISSN 1665-1464
R E V I S TA D E C I E N C I A S P E N A L E S
Número 7 v Sexta Época, Octubre-diciembre de 2014 v $90.00

DOCTRINA
Dr. Manuel González Oropeza y Dr. Víctor Manuel Collí Borges
Denegación de justicia en un naufragio

Dra. Amalia Patricia Cobos Campos


Castración química ¿vulneración de derechos humanos o pena?

Número 7 v Sexta Época


Dr. Martín Gabriel Barrón Cruz
Mando Único Policial Estatal

REFLEXIONES Y TESTIMONIOS
Mtro. Manuel Jorge Carreón Perea
Análisis deconstructivo del artículo 10 del Código Nacional
de Procedimientos Penales (archivo “Principios y derechos humanos”)

ITER CRIMINIS
CRIMINOLOGÍA
Dr. Jorge de Jesús Argáez Uribe
Anatomía del secuestro

VICTIMOLOGÍA
Dr. Luis Rodríguez Manzanera
Valor terapéutico del perdón de la víctima

HISTORIA DE LAS CIENCIAS PENALES


Mtro. Luis David Coaña Be
Esbozos de derecho penal del enemigo en la jurisprudencia
de la Suprema Corte de Justicia Mexicana

Iter6-7(TD).indd 1 14/07/15 17:34


R E V I S TA D E C I E N C I A S P E N A L E S

H. Junta de Gobierno

Arely Gómez González


Procuradora General de la República y
Presidenta de la H. Junta de Gobierno
del Inacipe

José Alberto Rodríguez Calderón


Subprocurador Jurídico y de Asuntos
Internacionales de la pgr
y Secretario Técnico de la H. Junta Número 7 v Sexta Época
de Gobierno del Inacipe

Miguel Ángel Osorio Chong


Octubre-diciembre 2014
Secretario de Gobernación
ISSN 1665-1464
Luis Videgaray Caso
Secretario de Hacienda y Crédito Público

Emilio Chuayfett Chemor


Secretario de Educación Pública

Rodolfo Fernando Ríos Garza


Procurador General de Justicia
del Distrito Federal
Iter Criminis. Revista de Ciencias Penales, editada
José Narro Robles
Rector de la Universidad Nacional por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe)
Autónoma de México

Salvador Vega y León


en México, Distrito Federal, publica artículos que son
Rector de la Universidad Autónoma el resultado de investigaciones científicas originales
Metropolitana

Sergio García Ramírez cuyo objetivo es difundir el papel de las ciencias


Presidente de la Academia Mexicana
de Ciencias Penales
penales por medio de la reflexión, el estudio y el
Manuel Galán Jiménez análisis desarrollados por autores reconocidos en los
Comisario Público Propietario y
Delegado ante el Sector Seguridad
ámbitos nacional e internacional.
Nacional de la Secretaría de la Función
Pública

Instituto Nacional de Ciencias


Penales
Rafael Estrada Michel
Director General

Alicia Beatriz Azzolini Bincaz


Encargada de la Secretaría General
Académica

Jorge Martínez Iglesias


Encargado de la Secretaría General
de Extensión

Alfonso Jesús Mostalac Cecilia


Encargado de la Dirección
de Publicaciones

ITC 6-7.indb 3 14/07/15 17:23


R E V I S TA D E C I E N C I A S P E N A L E S

Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014


COMITÉ CIENTÍFICO ISSN 1665-1464
DICTAMINADOR

Pedro José Peñaloza


Profesor de asignatura de la Facultad
de Derecho de la unam adscrito al sni
nivel II del Conacyt

Herlinda Enríquez Rubio


Hernández ITER CRIMINIS. REVISTA DE CIENCIAS PENALES, núm. 7,
Profesora investigadora de la
Universidad Autónoma de la Ciudad
Sexta Época, octubre-diciembre 2014.
de México. Catedrática y miembro
del Comité de Doctorado del Inacipe Es una publicación trimestral editada por el Instituto Nacio-
María Angélica Cuéllar nal de Ciencias Penales, a través de la Dirección de Publi-
Vázquez caciones. Calle Magisterio Nacional núm. 113, Col. Tlalpan,
Profesora de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la unam. Delegación Tlalpan, C.P. 14000, México, D.F., Tel. 5487 1571;
Rigoberto Gerardo Ortiz www.inacipe.gob.mx; email: publicaciones@inacipe.gob.mx. Edi-
Treviño torial responsa­ble: Instituto Nacional de Ciencias Penales. Reser-
Encargado de la Dirección de va al Título en Derecho de Autor: núm. 04-2010-081319214700-
Investigación del Inacipe
102; ISSN: 1665-1464, ambos otorgados por el Instituto Nacional
Juan Carlos Abreu y Abreu del Derecho de Autor; Licitud de Título: 10735, Expediente:
Encargado de la Dirección de
Capacitación del Inacipe 1/432”99”/14582; Licitud de Contenido: 8693, Expediente:
Federico César Lefranc Weegan 1/432”99”/14582. Impresa por Ediciones Corunda S. A. de C.V.,
Profesor investigador en Infotec Tlaxcala 19, Col. San Francisco, Del. Magdalena Contreras, C.P.
10810, México, D.F. Se terminó de imprimir en marzo de 2015,
COMITÉ EDITORIAL con un tiraje de 800 ejemplares.

DIRECTOR GENERAL
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente re-
Rafael Estrada Michel flejan la postura del editor de la publicación.
Instituto Nacional de Ciencias
Penales
Director General Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de
los contenidos e imágenes de la publicación, sin previa autoriza-
EDITORA RESPONSABLE
ción del Instituto Nacional de Ciencias Penales.
Alicia Beatriz Azzolini Bincaz
Instituto Nacional de Ciencias
Penales
Encargada de la Secretaría General
Académica

EDITOR EJECUTIVO
Alfonso Jesús Mostalac Cecilia
Instituto Nacional de Ciencias Instituto Nacional de
Penales Ciencias Penales @INACIPE
Encargado de la Dirección de
Publicaciones
www.inacipe.gob.mx

ITC 6-7.indb 4 14/07/15 17:23


Contenido
Número 7 · Sexta Época · Octubre - diciembre 2014

Doctrina
Dr. Manuel González Oropeza y Dr. Víctor Manuel Collí Borges
Denegación de justicia en un naufragio . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Dra. Amalia Patricia Cobos Campos


Castración química ¿vulneración de derechos humanos o pena? . 47

Dr. Martín Gabriel Barrón Cruz


Mando Único Policial Estatal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

Reflexiones y testimonios

Mtro. Manuel Jorge Carreón Perea


Análisis deconstructivo del artículo 10 del
Código Nacional de Procedimientos Penales
(archivo “Principios y derechos humanos”) . . . . . . . . . . . . . . 101

Criminología
Dr. Jorge de Jesús Argáez Uribe
Anatomía del secuestro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131

Victimología
Dr. Luis Rodríguez Manzanera
Valor terapéutico del perdón de la víctima . . . . . . . . . . . . . . 193

ITC 6-7.indb 5 14/07/15 17:23


Historia de las Ciencias Penales

Mtro. Luis David Coaña Be


Esbozos de derecho penal del enemigo en la jurisprudencia
de la Suprema Corte de Justicia Mexicana . . . . . . . . . . . . . . . 209

ITC 6-7.indb 6 14/07/15 17:23


CASTRACIÓN QUÍMICA
¿VULNERACIÓN DE DERECHOS
HUMANOS O PENA?
DRA. AMALIA PATRICIA COBOS CAMPOS*

Palabras clave Resumen  Un tema que vuelve a la mesa de las discusio-


Castración nes en materia de sanciones penales es el de la castración
química química, que ha generado álgidas discusiones en el pasado
y cuyos cuestionamientos no parecen haber sido satisfacto-
Penas riamente resueltos. ¿Es un retorno a las penas infamantes?,
Sanción ¿puede considerarse una mutilación? A estas preguntas y las
posibles repercusiones en materia de derechos humanos en
Derechos la aplicación de la referida sanción pretendemos encontrar
humanos
una respuesta desde un enfoque eminentemente jurídico,
sustentándonos en la doctrina, la legislación y los escasos
pronunciamientos jurisdiccionales al respecto.

Keywords Abstract  One topic that returns to the table of discussions,


Chemical relating to criminal penalties or sanctions, is the chemical
castration castration; which has generated many discussions in the past
and whose questions do not seem to have been satisfactorily
Penalties resolved. It is a return to the infamous?, can be considered a
Sanctions mutilation? These questions and the possible impact on right
humans in the implementation of the aforementioned sanc-
Human tion intend to find an answer in an eminently legal approach;
rights. supporting us in the doctrine, legislation, and scarce judicial
pronouncements on the matter.

* Centro de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Derecho, Universidad Autónoma de


Chihuahua.

47

ITC 6-7.indb 47 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

Penar no es un acontecimiento metafísico ni la realización de la


moralidad, sino una amarga necesidad en una comunidad
de seres imperfectos como son los hombres.

Hans Schultz

I. Introducción

La castración, o más correctamente hablando, la emasculación,


como pena, no podemos decir que sea algo novedoso: se ha apli-
cado en diversas etapas del devenir de la represión de los delitos,
si bien de manera distinta a la que hoy prevén algunas legislacio-
nes y cuya concepción incluso como pena ha sido discutida por la
doctrina jurídica, estimando que pudiera hablarse al respecto, con
mejor técnica, de una medida de seguridad.1
Empero, el punto de discusión se centra en la comisión de los
delitos que afectan como bienes jurídicos tutelados la libertad y
seguridad sexual de las personas, ya que en éstos, repercute sin lu-
gar a dudas, el alto índice de comisión, que no parece inhibirse por
el incremento de la penalidad establecida, ni el encuadramiento
de estos tipos penales en su mayoría como delitos graves, ante los
cuales, resulta palmario que el sujeto activo del mismo no podrá
obtener su libertad.
Es de llamar la atención, que tales medidas disuasivas, carez-
can de efectividad, y por ello desde hace algunos años, se han bus-
cado otras opciones igualmente disuasorias, o que pretenden serlo,
a efecto de paliar estas conductas antijurídicas y reducir los índices
de criminalidad en este tipo de delitos, cuya perpetración ofende y
lacera a nuestra sociedad de manera sensible.
En este tenor, deberemos definir si la emasculación puede re-
presentar ese pretendido medio disuasorio y, en caso afirmativo,
cuál es la naturaleza del mismo, ya que dada su particularidad,
hay autores, algunos de los cuales mencionaremos en los párrafos
subsecuentes, que consideran que no es propiamente una sanción,
sino un mecanismo preventivo para la reincidencia.

1
Véase, en este sentido, a Rebollo Mungía, Pablo Sergio, “La castración química como medida
de seguridad”, Reposital, México, unam, 2008.

48

ITC 6-7.indb 48 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

Estaríamos en consecuencia, y parafraseando a López Pérez,2


ante una prevención especial, la cual, como es de explorado dere-
cho tiende a buscar que el delincuente en lo individual, no vuelva
a incidir en su conducta delictiva a través de la inocuización, co-
rrección y reeducación.
Resulta incontrovertible, que en el caso de la inocuización, es-
tamos eligiendo una vía distinta a la que parece marcar nuestro
legislador en la constitución, toda vez que en ella no podemos ha-
blar de que su finalidad sea la reinserción, sino únicamente como
el vocablo indica claramente, pretendemos que el sujeto activo del
delito se torneinofensivo, dejándole en un estado de incapacidad
para causar daño a su víctima.
Al integrarnos a esta corriente, estaríamos por consecuencia
dejando de lado la búsqueda de otras formas de prevención y de
alguna manera retomando soluciones del pasado, que en su mo-
mento nos parecieron, no sólo inadecuadas en el entorno de los
derechos humanos, sino incluso infamantes, dada su esencia.
Para mayor claridad de nuestro análisis, resulta válido recordar
que en el contexto de los alcances de las penas, Garófalo ya afirmaba:

La criminalidad se hace endémica ó [sic] imitativa en una ciudad, en una comarca


ó [sic] en toda una nación por el hecho de que la censura pública no es bastante
fuerte contra ciertas acciones criminales. En tal caso, la ley es la que debe mostrar
que los hechos de esta índole no deben ser tolerados; ella es la que tiene que dar
vigor á [sic] la decadente opinión pública. Es necesario que auxilie la evolución
moral del pueblo y que, lejos de dejarse arrastrar por la corriente, considere á [sic]
los delitos endémicos, no como ligeras faltas, sino como acciones detestables de
que hay que abstenerse absolutamente. Y esto no puede conseguirlo la ley sino por
medio de la severidad.3

Sin adentrarnos en las múltiples escuelas y concepciones


jurídico-filosóficas de la pena, debemos, sin duda, afirmar que
desde la concepción de Garófalo hasta la actual, en materia de

2
López Pérez, Luis, “Apuntes sobre la prevención especial o individual de la pena”, Revista
Sapere, Universidad San Martín de Porres, No. 1, disponible en: http://www.derecho.usmp.edu.
pe/sapere/ediciones/edicion_1/articulistas/lopez.html, accedida el 9 de marzo de 2015.
3
Garófalo, Rafael, La criminología. Estudio sobre el delito y la teoría de la represión, 2ª ed., trad.
de Pedro Dorado Montero, Madrid, La España Moderna, p. 214.

49

ITC 6-7.indb 49 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

sanciones, la penología ha evolucionado indudablemente en sus


tendencias, pero la pregunta permanente sobre los fines de la
pena persiste en el Derecho penal moderno frente a las frecuen-
tes refutaciones que se realizan a la privación de la libertad y a su
fallida reinserción social.4
Las anteriores reflexiones son válidas en nuestro análisis, en
virtud de que la figura de la castración química ha sido muy cues-
tionada, incluso desde una perspectiva ético-social, y aún existe
una indefinición en cuanto a su naturaleza jurídica.
Si atendemos a la etimología, la palabra “pena” proviene del
latín poena, vocablo que a su vez emana del griego poine, que sig-
nifica “multa” Su acepción etimológica tiende a significarla como
compensación y expiación.5 Cuello Calón la definió como “la priva-
ción o restricción de bienes jurídicos impuesta conforme a la ley,
por los órganos jurisdiccionales competentes al culpable de una
infracción penal”.6
En nuestro país, en un proceso de deconstrucción del Derecho
penal, ante la entrada en vigor de un Código Nacional de Procedi-
mientos Penales, resulta válido replantearse los fines de la pena,
su contenido y alcances.
El sustento legal de la pena sigue rigiéndose por el principio
nullum crimen, nulla poena sine lege; el tenor constitucional de los
alcances de la pena se evidencia esencialmente en los artículos 14,
18, 19, 21 y 22 de la Constitución, que a la letra y en lo conducente
determinan:

Artículo 14. […]


En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por sim-
ple analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté
decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata”.7
En el artículo antes citado se consagra la imposición de las pe-
nas, pero condicionada a la preexistencia de una ley que tipifique

4
Véase, entre otros, Fernández Muñoz, Dolores Eugenia, La pena de prisión, propuestas para
sustituirla y abolirla, México, unam, 1993.
5
Corominas, Joan, Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, Madrid, Gredos, 1990.
6
Cuello Calón, Eugenio, Derecho Penal. Parte general, Barcelona, Bosch, 1971, p. 187.
7
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la
Federación (en adelante dof) el 5 de febrero de 1917.

50

ITC 6-7.indb 50 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

como delito la conducta desplegada por el sujeto activo, evitando la


retroactividad y la analogía en la aplicación de las penas.

Artículo 18.
Sólo por delito que merezca pena privativa de libertad habrá lu-
gar a prisión preventiva. El sitio de ésta será distinto del que se
destinare para la extinción de las penas y estarán completamente
separados.
El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto
a los derechos humanos, del trabajo, la capacitación para el mis-
mo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la
reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva
a delinquir, […].8
El internamiento se utilizará sólo como medida extrema y por
el tiempo más breve que proceda, y podrá aplicarse únicamente a
los adolescentes mayores de catorce años de edad, por la comisión
de conductas antisociales calificadas como graves.
Los sentenciados de nacionalidad mexicana que se encuentren
compurgando penas en países extranjeros, podrán ser trasladados
a la República para que cumplan sus condenas con base en los sis-
temas de reinserción social previstos en este artículo.9
El artículo 18 constitucional, por su parte, determina las directri-
ces en materia de privación de la libertad diferenciando a la prisión
preventiva de la establecida como pena y, en cuanto a los fines de
esta última, se decanta por la reinserción social, señalando algunas
regulaciones diferenciadas para las mujeres y los menores de edad.

Artículo 19.
Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo
de setenta y dos horas,
[…]
El Ministerio Público sólo podrá solicitar al juez la prisión pre-
ventiva cuando otras medidas cautelares no sean suficientes para
garantizar la comparecencia del imputado en el juicio, el desarrollo
de la investigación, la protección de la víctima, de los testigos o de
la comunidad, así como cuando el imputado esté siendo procesado

8
Párrafo reformado, dof, 10 de junio de 2011.
9
Ídem.

51

ITC 6-7.indb 51 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

o haya sido sentenciado previamente por la comisión de un delito


doloso. El juez ordenará la prisión preventiva, oficiosamente, en
los casos de delincuencia organizada, homicidio doloso, violación,
secuestro, trata de personas, delitos cometidos con medios violen-
tos como armas y explosivos, así como delitos graves que determi-
ne la ley en contra de la seguridad de la nación, el libre desarrollo
de la personalidad y de la salud.10
El artículo 19 constitucional claramente prevé el control de la
privación de la libertad como medida cautelar, su sustento jurisdic-
cional (excedidos los plazos que la misma Constitución determina)
y, en general, marca las pautas del debido proceso que se ven re-
forzadas en el artículo 20 de nuestra Carta Magna, pero siempre
enfocado el precepto en análisis en la prisión y no en otro tipo de
penas o sanciones.

Artículo 21. […]


Compete a la autoridad administrativa la aplicación de sanciones
por las infracciones de los reglamentos gubernativos y de policía,
las que únicamente consistirán en multa, arresto hasta por treinta
y seis horas o en trabajo a favor de la comunidad; pero si el infrac-
tor no pagare la multa que se le hubiese impuesto, se permutará
ésta por el arresto correspondiente, que no excederá en ningún
caso de treinta y seis horas.
De los antelados artículos, el último inserto, el 21, alude en
especial a penas y sanciones, toda vez que los demás citados úni-
camente, como ya dijimos, se refieren a la prisión como pena
privativa de libertad en la que concentran su atención hacia una
adecuada regulación; o a la aplicación de la privación de libertad
como pena; es como consecuencia el numeral 21 el que alude a
la posibilidad de la autoridad administrativa de aplicar sanciones,
incluida la que el artículo denomina “arresto hasta por 36 horas”,
diferenciando en consecuencia los conceptos de pena y sanción,
toda vez que cuando se habla de pena en el artículo 14 se refiere a
la aplicada en materia penal.
El numeral que más nos interesa analizar por sus posibles im-
plicaciones en el tema es sin duda alguna el 22 de nuestra Carta
Fundamental, que en lo conducente determina:

10
Párrafo reformado, dof, 14 de julio de 2011.

52

ITC 6-7.indb 52 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

Artículo 22.
Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia,
la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la
multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera otras pe-
nas inusitadas y trascendentales. Toda pena deberá ser proporcio-
nal al delito que sancione y al bien jurídico afectado”.
Este numeral prohíbe las penas infamantes y consagra la pro-
porcionalidad de la pena no sólo al delito cometido, sino también
al bien jurídico que ha sido materia de afectación con el injusto; la
pregunta esencial hacia el tema en estudio es si la castración es o
no una pena de las prohibidas de manera expresa en el artículo 22
constitucional. Las modernas legislaciones penales parecen decan-
tarse en sentido negativo, estableciendo la legalidad de esta figura,
pero la doctrina no parece ser tan entusiasta al respecto, especial-
mente en materia de derechos humanos.
Cabe analizar, para mayor amplitud de nuestro estudio, las pe-
nas infamantes, las cuales fueron utilizadas con frecuencia en el
pasado, y han sido definidas por Taus11 como “aquellas que se im-
ponían para menoscabar el honor del condenado, su buen nombre
y reputación entre sus convecinos, sometiéndolo al escarnio y la
vergüenza pública”; si atendemos a su sentido literal, el Dicciona-
rio de la Lengua Española considera infamante aquello que causa
deshonra.12 Estimamos que el carácter infamante de la castración
parecería no integrarse con la figura jurídica en estudio, ésta más
bien podría encuadrar en otros supuestos que pudieran violentar
derechos humanos del imputado.
Países como Alemania, Suecia, Rusia o Estados Unidos ya han
implementado esta medida para quienes, habiendo sido condena-
dos por delitos sexuales, la soliciten voluntariamente a cambio de
una reducción de pena o mejoras en las condiciones de reclusión.13
En México se han presentado diversas iniciativas en las entidades
federativas y el Distrito Federal para contemplar dicha sanción; la

11
Cfr. Taus, Patricia A., Realidad carcelaria y medios alternativos a la prisión, California (EUA),
Windmills, 2013, p. 14.
12
Diccionario de la lengua española, 22ª ed., Real Academia Española, 2001.
13
Véase “La Duma aprueba la ley de castración química para pederastas en primera lectu-
ra”, RT Actualidad, 4 de octubre de 2011, disponible en: http://actualidad.rt.com/actualidad/
view/33583-La-Duma-aprueba-ley-de-castraci%C3%B3n-qu%C3%ADmica-para-pederastas-
en-primera-lectura,, consultado el 14 de mayo de 2014.

53

ITC 6-7.indb 53 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

legislatura actual del estado de Chihuahua, por ejemplo, ha puesto


de nuevo la propuesta en el debate legislativo, empero, no parecen
actualizarse las condiciones que favorezcan su imposición en la
legislación penal mexicana de forma generalizada.
Existen múltiples legislaciones en el mundo que la contemplan
bajo diferentes supuestos, sin embargo, tales leyes y propuestas, in-
cluso las iniciativas pendientes, parecen olvidar que la comisión de
delitos sexuales tan graves como el de violación generalmente no
se sustenta en cuestiones relacionadas con la libido del sujeto acti-
vo, por el contrario, se ha reiterado que éste actúa motivado, según
Ciani,14 por deseos de control o dominio sobre el sujeto pasivo, por
lo que dadas tales conclusiones, la castración química, en opinión
del autor, “que consiste en suministrar altas dosis de progesterona
(hormona femenina) para disminuir los niveles de testosterona
(hormona masculina) y con ello lograr una minimización del deseo
sexual, no serviría, pues no es el origen del problema”.15
Se estima que la castración química, en principio, es contraria
a instrumentos internacionales, en especial a la Declaración Uni-
versal de los Derechos Humanos, en cuyo artículo 5º prevé que
“nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhu-
manos o degradantes”.16
Como consecuencia, muchos doctrinarios, algunos de los cua-
les se mencionan en el presente análisis, consideran que vulnera
no sólo el mencionado artículo 22, sino también el primero, ambos
de nuestra Carta Magna, por estimar que atenta contra la dignidad
humana de quienes son sometidos a dicho procedimiento como
sanción punitiva, ya que si bien puede argumentarse que se so-
meten de manera voluntaria, debemos recordar que una de las
características de los derechos humanos es su irrenunciabilidad,
y, además, no todos los estados prevén el sometimiento voluntario
del sentenciado.

14
Ciani, Italy, Criminología mediática. Castración química a violadores y política criminal. ¿Efi-
cientismo antigarantista?, año 5, v. X, disponible en: file:///C:/Users/Patricia/Downloads/Dialnet-
CriminologiaMediaticaCastracionQuimicaAVioladoresY-4162836%20(1).pdf, consultada el 20
de mayo de 2014.
15
Idem.
16
Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París; disponible
en: http://www.un.org/es/documents/udhr/, accedida el 11 de mayo de 2014.

54

ITC 6-7.indb 54 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

Los Estados democráticos modernos no pueden sacrificar los dere-


chos humanos en aras de la seguridad y del bien común, porque, como
afirma Del Monte, “o Estado Democrático de Direito traduz garantia
aos seus cidadãos, na medida em que pauta seus valores em direitos
e garantias individuais previstos no diploma de maior grau de eficácia
normativa, qual seja, a Constituição Federal, de maneira que o Direito
Penal respectivo não é absoluto, pois esbarra em limites constitucio-
nais que impedem uma ação desenfreada do jus puniendi estatal”.17

ii. Concepciones y posturas doctrinarias

Son los muchos los debates en torno a la aplicación de la castración


química. Para un adecuado análisis de este tema, debemos en prin-
cipio definir lo que se entiende por el mismo. Para Serrat, se trata
de “un tratamiento que consiste en la utilización de sustancias que
bloqueen la acción de la testosterona, que es la hormona esencial
para el correcto funcionamiento de la sexualidad masculina”.18
Los más importantes cuestionamientos en materia de derechos
humanos se gestan en torno al derecho a la integridad corporal, a
la intimidad y a la dignidad humana del sentenciado, por lo que
cabe realizar un somero análisis de estos derechos relacionándolos
con la aplicación de la castración, la posible colisión de derechos y
los argumentos jurídico-doctrinales adyacentes.
En lo que al derecho a la intimidad atañe, la Corte Constitucio-
nal Colombiana19 ha dicho:

17
“El Estado democrático de Derecho traduce las garantías de sus ciudadanos en la medida que
grada sus valores en derechos y garantías individuales, previstos en la norma de mayor grado
de eficacia que es la Constitución Federal, de manera que el derecho penal respectivo no es
absoluto porque topa en límites constitucionales que impiden un ejercicio desenfrenado del jus
punendi estatal”. Del Monte, Thaís, “Reflexos das novas formas de criminalidade nos princípios
limitadores do poder punitivo estatal”, Revista de Estudos Jurídicos, unesp, año 16, núm. 23,
2012, pp. 285-310, disponible en: http://periodicos.franca.unesp.br/index.php/estudosjuridico-
sunesp/article/view/373/652, consultado el 16 de mayo de 2014.
18
Serrat, Dolores, “Entrevista sobre castración química”, Wordpress, noviembre 7 de 2007, dis-
ponible en: http://dserrat.wordpress.com/2007/11/07/entrevista-sobre-la-castracion-quimica/,
consultado el 9 de mayo de 2014.
19
Derecho a la intimidad personal y familiar, Sentencia C-640/10 de 18 de agosto, Bogotá, D.C.,
disponible en: http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2010/c-640-10.htm, consultada el
2 de julio de 2014.

55

ITC 6-7.indb 55 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

[L]a intimidad es “el espacio intangible, inmune a las intromisiones externas, del
que se deduce un derecho a no ser forzado a escuchar o a ver lo que no desea
escuchar o ver, así como un derecho a no ser escuchado o visto cuando no se desea
ser escuchado o visto”. En 1995, se reiteró esta visión del derecho a la intimidad,
cuando se afirmó que “[...] este derecho, que se deduce de la dignidad humana y
de la natural tendencia de toda persona a la libertad, a la autonomía y a la autocon-
servación, protege el ámbito privado del individuo y de su familia como el núcleo
humano más próximo.

En consecuencia, podemos decir que el derecho a la intimidad


es el “derecho humano fundamental, autónomo, que tutela los as-
pectos auto-reservados de la vida de las personas de injerencias
arbitrarias e ilícitas de terceros y del Estado”.20
Así entendido, debemos ahora analizar cuáles son las limitan-
tes que la comisión de un delito impone al activo del injusto y si
dentro de ellas es permisible en el campo del derecho a la intimi-
dad castrar al sentenciado como pena impuesta a su actuar ilícito.
Indudablemente, el cuerpo de una persona se considera parte
del ámbito de la intimidad, empero, en relación con el imputado,
se han marcado directrices que permiten al Estado la injerencia en
su cuerpo a efecto de aportar, verbigracia, elementos de convicción
en el proceso, como ocurre con la práctica forzosa de periciales
genéticas, regulada por multiplicidad de ordenamientos jurídicos,
incluido el Código Nacional de Procedimientos Penales, los cuales
son considerados acordes con los principios constitucionales por
estimar, entre otros argumentos, que la injerencia en el cuerpo del
mismo es mínima.
Así se desprende de innumerables fallos judiciales que validan
tales actuaciones como, por ejemplo, la Corte de Estados Unidos,
que determinó:

Básicamente la diferencia radica en el hecho de que aquí no hay nada ni “brutal”


u “ofensivo” al momento de tomar la muestra de sangre, como es el caso, y que se
realizó bajo la protección de un profesional médico. Seguramente, el recurrente
estaba inconsciente cuando se le realizó la extracción, sin embargo el solo hecho de

20
Cobos Campos, Amalia Patricia, “El derecho a la intimidad y la exigencia de su constitucionali-
zación”, Tesis para obtener el grado de Doctor en Derecho, Universidad Autónoma de Chihua-
hua, Chihuahua, noviembre de 2011, p. 406.

56

ITC 6-7.indb 56 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

la ausencia de conciencia, no necesariamente constituye la violación de un derecho


constitucional […] y bajo ningún aspecto el análisis realizado aquí sería considera-
do ofensivo ni por la persona más sensible. Además, el debido proceso no se mide
con una tabla de reacción personal […] sino con el sentido de “decencia y justicia”
de la comunidad entera que ha sido aceptada como una experiencia de conducta
aceptable. […] Un análisis realizado por un médico no es una acción que pueda
provocar un shock en la conciencia.21

Como es factible evidenciar, se han normalizado múltiples


limitantes a los derechos humanos del imputado a través de la
propia regulación penal. Luego entonces, ¿cuál es la diferencia en
lo relativo a la castración química? En principio, se trata de una
afectación al cuerpo, pero ya no del imputado, sino del sentencia-
do, y no como medio de captación de evidencia probatoria, sino
como pena impuesta al delito, lo cual marca, de entrada, una im-
portante diferencia a lo que la doctrina ha discutido sobre los me-
dios de prueba realizados por vis compulsiva en el cuerpo del im-
putado, igualmente cuestionados por la doctrina, y a los que sólo
aludimos para diferenciarlos de la aplicación de los tratamientos
químicos como resultado de la culpabilidad del imputado determi-
nada en el respectivo fallo.
Navarro Althaus22 asegura que, vistas sus connotaciones, po-
dría incluso llegar a encuadrar en la tortura, a la que el ordena-
miento peruano delimita frente a “aquellas penas que supongan
la producción de dolores, sufrimientos graves o el sometimiento a
condiciones que anulen la personalidad o disminuyan la capacidad
física y mental del individuo para castigarlo por cualquier hecho”.
Frente a tales concepciones, el autor considera que es inconstitu-
cional la pena consistente en un “tratamiento coercitivo destinado
a hacer inocuo a un delincuente atentando gravemente contra su
integridad física”, dentro de la que considera se puede ubicar a la
castración química.

21
Breithaupt vs. Abram, Warden, núm. 69, Corte Suprema de Los Estados Unidos, 25 de febrero
de 1957, disponible en: http://www.supremecourt.gov/search.aspx?Search=Breithaupt+v.+Abr
am%2c+Warden&type=Site, consultada el 14 de julio de 2014.
22
Navarro Althaus, Marín, “El sistema de penas en el cp peruano de 1991”, en Anuario de Dere-
cho Penal, 1997, disponible en: https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/anuario/an_1997_04.
pdf, consultado el 10 de marzo de 2015.

57

ITC 6-7.indb 57 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

Estimamos que en una sana técnica jurídica no podemos de-


cir que la castración sea tortura, porque la afectación sufrida por
el sujeto difícilmente encuadra en el concepto jurídico de la mis-
ma, ya que, si bien la noción del ordenamiento peruano coincide
casi integralmente con el concepto que de la tortura establece
el artículo 2º de la Convención Interamericana para Prevenir y
Sancionar la Tortura, el párrafo segundo del mismo artículo del
instrumento internacional excluye de esta figura las penas o su-
frimientos que sean únicamente consecuencia de medidas lega-
les o inherentes a éstas.
El punto medular es determinar si la aplicación de esta medida
no tiende a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su
capacidad física o mental (punto en el que pudiera tener un grado
de razonabilidad lo argumentado por Navarro Althaus); empero,
debemos hacer énfasis en la palabra víctima, dentro de la cual difí-
cilmente podemos ubicar al sentenciado.
Zugaldía Espinar23 opina que la castración química violenta el
principio de autodeterminación sobre el propio cuerpo y considera
que no es justificable en aras de la seguridad jurídica; además, el
referido autor pone en tela de juicio la eficacia de su aplicación
para la prevención del delito o su reincidencia, ya que, a su juicio,
se realiza como una medida de seguridad complementaria y acu-
mulativa.
Aplicada, pues, como pena, pudiera vulnerar los derechos hu-
manos, e indudablemente, que en el caso de países como la Repú-
blica Checa o Alemania, que han acudido a la castración quirúr-
gica, sin duda alguna se trata de mutilación, por lo que no parece
guardar los requerimientos de la proporcionalidad de una pena
dentro del entorno del respeto a los derechos fundamentales, sino
más bien una regresión a la Ley del Talión.
Su aplicación mueve mucho a la reflexión doctrinaria porque,
como afirma Grubin:24

23
Cfr. Zugaldía Espinar, José Miguel, “Medidas de seguridad complementarias y acumulativas
para autores peligrosos tras el cumplimiento de la pena”, Revista de Derecho Penal y Crimino-
logía”, uned, 3ª época, No.1, 2009, pp. 199-212.
24
Grubin, Don, “Chemical castration for sex offenders”, BMJ, 12 de enero de 2010; en línea
[http://dx.doi.org/10.1136/bmj.c74], consultado el 15 de julio de 2014.

58

ITC 6-7.indb 58 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

Demand for the prescription of antiandrogens or physical castration for sex offenders
is a common reaction by lawmakers and politicians when a high profile sexual crime
is committed. Although castration is ostensibly for public protection, it also carries with
it a sense of symbolic retribution. Whether medical or surgical, the procedure requires
the participation of doctors, and this gives rise to questions regarding the basis of
medical involvement. Some people argue that not only does medical input in these
cases straddle the border between treatment and punishment, but that it also shifts
the doctor’s focus from the best interests of the patient to one of public safety.25

Holzwarth26 asevera que estos planteamientos le han dado un


giro al Derecho penal en el que de alguna forma se modifican los
fines de la pena, en virtud de que la misma deja atrás su conno-
tación de castigo y oscila hacia la defensa de la víctima con un
enfoque social; tampoco se sustenta en la culpabilidad, sino que
se encamina hacia el concepto de temibilidad del sujeto activo del
injusto, intentando volverlo incapaz físicamente para reincidir en
su conducta delictiva, con lo cual, concluye el autor27, se dirige
claramente a una prevención especial de índole negativa, despro-
veyendo al imputado de sus derechos.
Retomando el punto de los derechos en colisión, en cuanto al
derecho a la integridad personal, Afanador28 ha estimado que, éste
puede ser definido como un “conjunto de condiciones físicas, psí-
quicas y morales [cursivas en el original] que le permiten al ser hu-
mano su existencia, sin sufrir ningún tipo de menoscabo en cual-
quiera de esas tres dimensiones”.

25

“La demanda para la prescripción de antiandrógenos o castración física para agresores sexua-
les es una reacción común de los legisladores y políticos cuando se comete un delito sexual de
alto perfil. Aunque la castración es ostensiblemente para la protección pública, también lleva
consigo un sentido de retribución simbólica. Médica o quirúrgica, el procedimiento requiere la
participación de los médicos, y esto da lugar a preguntas sobre la base de participación médi-
ca. Algunas personas argumentan que en estos casos no sólo se introduce la cuestión médica,
diluyendo la frontera entre el tratamiento y castigo, sino que también cambia el enfoque del
doctor de los mejores intereses del paciente a uno de seguridad pública”.
26
Cfr. Holzwarth, Adriana et. al., “¿Existe la peligrosidad sexual?”, Pensamiento Penal, Buenos
Aires, 2009, pp. 1-31, disponible en: http://new.pensamientopenal.com.ar/01102009/ejecu-
cion02.pdf, consultado el 4 de julio de 2014.
27
Cfr. Idem.
28
Cfr. Afanador C., María Isabel, “El derecho a la integridad. Elementos para su análisis, Dere-
chos humanos y Conflicto”, Reflexión Política, año 4, núm 8, Bogotá, unab,/Convergencia, núm.
30, Estado de México, uaem, diciembre de 2002, pp. 147-164.

59

ITC 6-7.indb 59 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

Respecto al bien jurídico tutelado, según Canosa, abarca el


bienestar corporal, la apariencia personal y, en consecuencia, afir-
ma, –difiriendo de la postura de Afanador y otros juristas como
Ruiz Vadillo– que no puede “identificarse el bien protegido con
la incolumidad corporal, ya que abarcaría también el derecho a la
salud física y mental, al bienestar y a la propia apariencia”.29
Convenimos, en este sentido, que médicamente se ha dicho
que la castración, más que inhibir la libido del sentenciado, pro-
duce efectos adyacentes que afectan su salud, por lo que puede
rebasar en este sentido los límites, vulnerando el derecho a la
integridad corporal de éste. Robles Planas,30 verbigracia, afirma
que la periodicidad del tratamiento es frecuente, generalmente
semanal, reconociendo su eficacia sobe el comportamiento se-
xual, pero hace asimismo hincapié en que una vez que su aplica-
ción cesa, no hay efectos permanentes y el individuo recupera su
sexualidad; lo que sí puede ser permanente, a juicio del autor en
análisis, son los efectos secundarios, especialmente en lo relativo
a errores en la dosificación. A todo lo expuesto, hay que sumar,
agrega Robles Planas,31 que su aplicación solo es eficaz en ciertos
casos identificados como criminalidad asociada a parafilias, ver-
bigracia la pedofilia, pero no lo es para otros supuestos como en
aquellos casos en los que el activo presenta una predisposición
a la violencia sexual, casos en los que a su juicio el tratamiento
puede resultar adverso.
Debemos asumir que la castración química ha sido adoptada
por los legisladores en el mundo de forma mediática para aquie-
tar a la sociedad frente a delitos de alta repercusión que laceran
el sentir de los ciudadanos que vuelven sus ojos al estado en un
justo reclamo de seguridad sexual para los menores y las muje-
res, que son las víctimas más frecuentes, pero que poco hace,
desde una perspectiva técnico-jurídica, en materia de prevención
o disuasión del delito.
Ahora bien, en esta tesitura, ¿qué podemos decir de la víctima?
Creemos que la mención a ésta es, sin duda, necesaria, toda vez

29

Canosa Usera, Raúl, El derecho a la integridad personal, Madrid, Lex Nova, 2006, pp. 90 y 91.
30

Robles Planas, Ricardo, “Sexual preedators. Estrategias y límites del derecho penal de la peli-
grosidad”, In Dret, Barcelona, Universitat Pompeu Fabra, núm. 4, octubre de 2007, pp. 2-25.
31
Cfr. Ídem.

60

ITC 6-7.indb 60 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

que esta medida se ha implementado por su salvaguarda, o más


bien, la de su seguridad y libertad sexuales. Ante la imparable vio-
lencia de género, enfocándonos en la canalizada hacia agresiones
sexuales, es menester visualizar los aspectos que de dicha medida
puedan ser de interés para la víctima y la protección de sus dere-
chos. Nos enfrentamos a una sociedad sensibilizada por los antedi-
chos problemas que busca con denuedo soluciones que permitan
vencer la impunidad y fortalecer el Estado de Derecho, es incon-
cuso que, frente a la obligatoria tutela de los derechos humanos del
imputado, enfrentamos también el deber jurídico de salvaguardar
los derechos de la víctima y procurarle a ésta el debido resarci-
miento por la lesión recibida en su esfera jurídica.
Cabe entonces preguntarnos cuál es el sentido y límites de ese
resarcimiento, y si en él cabe la medida materia de nuestro estudio
como parte de la reparación del daño, o si deberemos reconocer
que en ello no hay reparación alguna, y se trata sólo de trastocar la
peligrosidad del imputado, dejándole inerme en cuanto a la posi-
bilidad de reiterar su conducta de agresión sexual, cuando menos
utilizando los medios comisivos anteriores, toda vez que estudios
realizados reflejan que puede reincidir utilizando objetos.
Investigaciones efectuadas, por ejemplo en España en 2009,
revelan que la reincidencia no es tan alta como aparentemente
denotan los medios masivos de comunicación, por el contrario,
de las mismas se desprende que tienden a reincidir en menor
medida que otros tipos delictivos y, cuando lo hacen, en múl-
tiples ocasiones cometen delitos de índole diversa a la sexual.
Así, según las cifras, en el referido país, mientras que el 8.5% de
los agresores sexuales reincide en delitos del mismo rubro, en
el caso de los delitos contra la propiedad el porcentaje de reinci-
dencia asciende al 37.4%;32 otro estudio más reciente realizado
en 2013 revela igualmente que al examinar a los reincidentes,
se puso de manifiesto que la tasa de reincidencia sexual era del

32
Véase Graña, J. L., Andreu, J. M. y Silva, T,, “Evaluación del riesgo de reincidencia delic-
tiva en España”, Ministerio del Interior, Madrid, 2009, citado por Herrero, Oscar, “¿Por qué
no reincide la mayoría de los delincuentes sexuales?”, en Anuario de Psicología Jurídica
2013, pp. 71-77, disponible en: http://apps.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_
articulo=90226545&pident_usuario=0&pcontactid=&pident_revista=369&ty=105&accion=L&or
igen=apj&web=apj.elsevier.es&lan=es&fichero=369v23n01a90226545pdf001.pdf, consultada
el 10 de marzo de 2015.

61

ITC 6-7.indb 61 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

9.2%, la reincidencia violenta del 13.5% y la reincidencia total


34.9%.33
Como vemos, parece que de los escrutinios realizados se pone
de manifiesto la baja reincidencia en la materia, y por consecuen-
cia, tales estudios revelan que no es dicha reincidencia el pro-
blema por combatir, sino la comisión primigenia del delito, que
evidentemente no se puede paliar a través de la aplicación de la
emasculación.
A lo anterior, evidentemente debemos sumar las temibles cifras
negras que nos impiden conocer con certeza la realidad de las esta-
dísticas de los delitos sexuales, ya que, ante la ausencia de denuncia,
resulta imposible vencer la impunidad o prevenir las conductas cu-
yas comisiones no son sometidas al accionar jurisdiccional.

III. Regulación

En los países que se ha implementado existen dos tipos de cas-


tración, la quirúrgica y la química. En Estados Unidos, por ejem-
plo, un tercio de los estados ha implementado leyes en este
sentido; estas corrientes inician con la Sexually Violent Predators
Act del Estado de Washington en 1990; y si bien va ganando
adeptos en todo el, Silva Sánchez34 afirma que no se trata de
ninguna medida preventiva o de seguridad, ya que se aplica a
quienes son considerados de alta peligrosidad social y ello, una
vez que ya han cumplido la pena privativa de libertad impuesta,
supuesto en el que estimamos que se le sanciona doblemente
para tornarlo inocuo.
En California se utiliza desde 1996 como una alternativa volunta-
ria del sentenciado a quien se le permuta por la privación de la liber-
tad a que fue condenado, por lo que opera como condicionante para
obtener la libertad condicional. En igual sentido han legislado Flo-

33
Véase Helmus, L., Hanson, K. R., Babchishin, K. M. y Mann, R. E., “Attitudes supportive of se-
xual offending predict recidivism: a meta-analysis. Trauma, Violence & Abuse”, Sexual Abuse:
a Journal of Research and Treatment, año 1, núm. 14, 2013, pp. 34-53.
34
Véase Silva Sánchez, Jesús María, “El retorno a la inocuización. El caso de las reacciones ju-
rídico penales frente a los delincuentes sexuales violentos”, en Arroyo Zapatero, Luis e Ignacio
Berdugo Gómez de la Torre (dir.), Homenaje al Doctor Marino Barbero Santos in memoriam,
Cuenca, Universidad de Castilla–La Mancha, Universidad Salamanca, 2001, pp. 699-710.

62

ITC 6-7.indb 62 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

rida, Colorado, Georgia, Luisiana, Montana, Texas, Oregón y Wis-


consin.35
Los países europeos han ido implementando la legislación al
respecto: Alemania, desde 1969, tiene una ley de castración volun-
taria que incluye el procedimiento quirúrgico.36
Existen igualmente regulaciones en las que se le considera un
tratamiento voluntario adicional a la reclusión y sin que su acep-
tación implique compromiso alguno por parte del Estado, ejemplo
de ello es el Protocolo del Tratamiento Farmacológico Coadyuvan-
te en la Intervención de los Delincuentes Sexuales, implementado
en la región de Cataluña, España, en 2009.
En Macedonia, en febrero de 2014, se aprobó la ley respectiva
a efecto de sancionar a los reincidentes en delitos sexuales graves
contra menores de edad y su aceptación voluntaria implica la posi-
bilidad de reducción de la pena de prisión impuesta.37
Son muchos los países que la han estado implementando, la
mayoría de ellos la regulan como pena para los reincidentes en
delitos sexuales estimados graves, lo que varía es la voluntariedad
o no en su aplicación y los beneficios que puede alcanzar el sen-
tenciado con su aceptación.

IV. Conclusiones

Los efectos de la castración química se evidencian mediante un


“bloqueo a nivel cerebral de la glándula hipófisis, impidiéndose de
esta manera la producción de andrógenos, en este caso la testos-
terona, que al bajar sus niveles, disminuye la libido, ya que esta
hormona es esencial para un correcto funcionamiento de la sexua-
lidad masculina”.38

35
Véase Vilajosana, Josep M., “Castración química y determinismo”, Doxa. Cuadernos de Filoso-
fía del Derecho, núm. 31, Universidad de Alicante, 2008, pp. 485-508.

36
Gaenslen, Rüdiger, “Die Behandlung rückfallgefährdeter Sexualstraftäter”, Institut für Kriminologie
der Universität Tübingen, Tübingen, 2005, p. 91, disponible en: http://tobias-lib.uni-tuebingen.de/
volltexte/ 2005 /1915/pdf/Dissertation_Gaenslen.pdf, consultado el 16 de julio de 2014.
37
Véase el articulo “Aprueban castración química para pedófilos en Macedonia”, Excélsior,
secc. “Global”,, 5 de febrero de 2014, disponible en: http://www.excelsior.com.mx/glo-
bal/2014/02/05/942159, consultado el 10 de julio de 2014.
38
Iniciativa de decreto que reforma y adiciona el Código Penal del Distrito Federal y la Ley de Sa-

63

ITC 6-7.indb 63 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

Ahora bien, las consecuencias en el ámbito de los derechos


humanos del sentenciado son reconocidas expresamente por
las propias iniciativas presentadas en diferentes épocas, afir-
mando que:
Si bien la castración química ocasiona opiniones encontradas
y se considera que se violan algunos derechos como son: la inti-
midad de las personas, el derecho a la salud, a la seguridad y la li-
bertad sexual, también es cierto que el daño que producen quienes
cometen delitos sexuales es mayor. Además es necesario conside-
rar el criterio jurídico general, donde aquel delito que tenga mayor
importancia social deberá imponerse sobre el otro. Aunado a esto
no debemos olvidar que de acuerdo a estudios psicológicos, aquel
delincuente sexual que una vez actúa, vuelve a cometer el mismo
ilícito una vez que obtiene su libertad, por lo que resulta necesa-
rio que haya atención psicológica, psiquiátrica y médica en una
institución especializada para estas personas durante y después
de purgar su condena. Sin duda que es necesario preservar los de-
rechos humanos, tanto del delincuente como de su víctima, pero
en el caso de los reincidentes no hay que olvidar que ya tuvieron
oportunidad de regenerarse y, si no lo hicieron, deben afrontar las
consecuencias de sus actos.39
Porque, como afirma Armaza:
En diversas ocasiones las respuestas penales articuladas para
hacer frente al delincuente imputable peligroso, en sus intentos
por proteger los diversos bienes jurídicos que puedan eventual-
mente ser afectados por el ataque de un sujeto criminalmente pe-
ligroso, colisionan, muchas veces de forma insalvable, con algunos
de los derechos fundamentales más importantes del condenado.
La pregunta ineludible se centra en ¿cuáles son los baremos
para determinar que ineludiblemente los derechos humanos del
sentenciado están por debajo de los de la víctima? Y peor aún,
¿que la reincidencia lo priva de tales derechos?40

lud para el Distrito Federal, Gaceta Parlamentaria de la aldf,, año 2, núm. 93. 23 de noviembre
de 2010, p. 88.
39
Ibídem, p. 89.
40
Armanza Armanza, Emilio José Darío, “El tratamiento penal del delincuente imputable peligroso”,
tesis doctoral, Universidad del País Vasco, 2001, p. 255, disponible en: http://www.ehu.es/argital-
penak/images/stories/tesis/Ciencias_Sociales/ARMAZA.pdf, consultada el 8 de mayo de 2014.

64

ITC 6-7.indb 64 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

La castración no es una pena que tiende a la reinserción sino a


la incapacitación del sentenciado y, por ende, rebasa los límites de
los fines de la pena en el marco de los derechos humanos tutela-
dos por la Constitución; tal vez por ello no ha logrado una carta de
naturalización en nuestro Derecho mexicano por más iniciativas
que se han presentado en diversas legislaturas a lo largo y ancho
del territorio nacional.
Igualmente ha sido cuestionada su idoneidad como mecanis-
mo preventivo de los delitos sexuales; en este sentido, la doctrina
ha desestimado su eficacia, ya que, como afirma Vilajosana:
[L]os expertos creen que la lista de efectos secundarios, a ve-
ces graves, podrían disuadir a los delincuentes de continuar el tra-
tamiento. En segundo lugar, diversos especialistas creen que estos
medicamentos no son efectivos por sí solos y subrayan, por tanto,
que tales tratamientos no pueden ir aislados. Por esta razón se sue-
len acompañar con otras terapias, como asesoramiento psicológico
y tratamientos antidepresivos. Sin embargo, hasta ahora no se han
podido obtener pruebas científicas que confirmen que estos trata-
mientos sean realmente exitosos. Más bien se ha puesto de relieve
en diversas ocasiones que el delincuente, aun sujeto a este tipo de
tratamientos, ha reincidido, por ejemplo, cometiendo agresiones se-
xuales con objetos. Pero, si de hecho estos tratamientos son poco efi-
caces, entonces decae la razón básica para adoptarlos desde el punto
de vista de la incapacitación como modelo justificativo de la pena.41
La castración química vulnera derechos humanos del senten-
ciado y además resulta inidónea para los fines de la pena constitu-
cionalmente previstos, y que concuerdan con los principios inclui-
dos en las Reglas Mínimas para el tratamiento de los reclusos de las
Naciones Unidas, que se centra en la readaptación del sentenciado.
Ahora bien, como elemento incapacitador del delincuente, es
ineficaz, toda vez que no impide la reincidencia, pero sí afecta su
salud y esfera jurídica, por lo que pese a lo sostenido en las exposi-
ciones de motivos de las diversas iniciativas presentadas en nues-
tro país, no debe implementarse como pena ni como medida de
seguridad o prevención, reiterando lo que tantas veces se ha dicho
sobre que el delito no se combate vulnerando los derechos huma-
nos del activo del injusto, máxime cuando dicha vulneración no se

41
Vilajosana, Josep M., op. cit. p. 504.

65

ITC 6-7.indb 65 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

ve ni siquiera enaltecida con la reducción de los delitos sexuales


hacia los que se encamina su sanción y, como consecuencia, no
justifica desde una perspectiva técnico-jurídica el tratamiento dife-
renciado que se pretende.

Fuentes de consulta

Afanador C., María Isabel, “El derecho a la integridad. Elementos


para su análisis, Derechos Humanos y Conflicto”, Reflexión
política, año 4, núm. 8, unab, Colombia; Convergencia, núm.
30, Estado de México, uaem, diciembre de 2002.
“Aprueban castración química para pedófilos en Macedonia”, Ex-
célsior, secc. “Global”, 5 de febrero de 2014, disponible en:
http://www.excelsior.com.mx/global/2014/02/05/942159
Armanza Armanza, Emilio José Darío, “El tratamiento penal del de-
lincuente imputable peligroso”, tesis doctoral, Universidad del
País Vasco, 2001, disponible en: http://www.ehu.es/argitalpe-
nak/images/stories/tesis/Ciencias_Sociales/ARMAZA.pdf
Breithaupt V., Abram, “Warden”, núm. 69, Corte Suprema de los
Estados Unidos, 25 de febrero de 1957, disponible en: http://
www.supremecourt.gov/search.aspx?Search=Breithaupt+v
.+Abram%2c+Warden&type=Site
Canosa Usera, Raúl, El derecho a la integridad personal, Madrid, Lex
Nova, Madrid, 2006.
Ciani, Italy, Criminología mediática. Castración química a violadores
y política criminal, ¿Eficientismo antigarantista?, año 5, vol. X,
disponible en: http://Dialnet-CriminologiaMediaticaCastra-
cionQuimicaAVioladoresY-4162836%20(1).pdf
Cobos Campos, Amalia Patricia, “El derecho a la intimidad y la
exigencia de su constitucionalización”, tesis para obtener el
grado de Doctor en Derecho, Chihuahua, Universidad Autó-
noma de Chihuahua, noviembre de 2011.
Corominas, Joan, Breve diccionario etimológico de la lengua castella-
na, Madrid, Gredos, 1990.
Cuello Calón, Eugenio, Derecho penal. Parte general, Barcelona,
Bosch, 1971.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada
en el Diario Oficial de la Federación el 5 de febrero de 1917.

66

ITC 6-7.indb 66 09/07/15 13:20


CASTRACIÓN QUÍMICA ¿VULNERACIÓN DE DERECHOS HUMANOS O PENA?
Dra. Amalia Patricia Cobos Campos

Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la


Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución
217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París; disponible
en: http://www.un.org/es/documents/udhr/
Derecho a la Intimidad Personal y Familiar, Sentencia C-640/10 de
18 de agosto, Bogotá, D.C., disponible en: http://www.corte-
constitucional.gov.co/relatoria/2010/c-640-10.htm
Del Monte, Thaís, “Reflexos das novas formas de criminalidade nos
princípios limitadores do poder punitivo estatal”, Revista de
Estudos Jurídicos, unesp, año 16, núm. 23, 2012, disponible en:
http://periodicos.franca.unesp.br/index.php/estudosjuridi-
cosunesp/article/view/373/652
Fernández Muñoz, Dolores Eugenia, La pena de prisión, propuestas
para sustituirla y abolirla, México, unam, 1993.
Garófalo, Rafael, La criminología. Estudio sobre el delito y la teoría de
la represión, 2ª ed., trad. de Pedro Dorado Montero, Madrid,
La España Moderna.
Gaenslen, Rüdiger, “Die Behandlung Rückfallgefährdeter Se-
xualstraftäter Institut für Kriminologie der Universität Tü-
bingen” Tübingen, 2005, disponible en: http://tobias-lib.
uni-tuebingen.de/volltexte/2005/1915/pdf/Dissertation_
Gaenslen.pdf
Grubin, Don, “Chemical castration for sex offenders”, bmj, en línea
[http://dx.doi.org/10.1136/bmj.c74], consultado el 12 de ene-
ro de 2010.
Holzwarth, Adriana et al., “¿Existe la peligrosidad sexual?”, Pensa-
miento Penal, Buenos Aires, 2009, disponible en: http://new.
pensamientopenal.com.ar/01102009/ejecucion02.pdf
Iniciativa de decreto que reforma y adiciona el Código Penal del
Distrito Federal y la Ley de Salud para el Distrito Federal,
Gaceta Parlamentaria de la aldf, año 2, núm. 93, 23 de no-
viembre de 2010.
Rebollo Mungía, Pablo Sergio, “La castración química como medi-
da de seguridad”, Reposital, México, unam, 2008.
“La Duma aprueba la ley de castración química para pederastas en
primera lectura”, RT Actualidad, 4 de octubre de 2011, dispo-
nible en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/33583-
La-Duma-aprueba-ley-de-castraci%C3%B3n-qu%C3%ADmi-
ca-para-pederastas-en-primera-lectura.

67

ITC 6-7.indb 67 09/07/15 13:20


Iter Criminis · Número 7 · Sexta Época · Octubre-diciembre 2014 · Doctrina

Robles Planas, Ricardo, “Sexual preedators. Estrategias y límites


del derecho penal de la peligrosidad”, In Dret, núm. 4, Barce-
lona, Universitat Pompeu Fabra, octubre de 2007.
Serrat, Dolores, “Entrevista sobre castración química”, Wordpress, 7
de noviembre de 2007, disponible en: http://dserrat.wordpress.
com/2007/11/07/entrevista-sobre-la-castracion-quimica/
Vilajosana, Josep M., “Castración química y determinismo”, Doxa.
Cuadernos de Filosofía del Derecho, núm. 31, Universidad de
Alicante, 2008.

68

ITC 6-7.indb 68 09/07/15 13:20


ISSN 1665-1464
ISSN 1665-1464
R E V I S TA D E C I E N C I A S P E N A L E S
Número 7 v Sexta Época, Octubre-diciembre de 2014 v $90.00

DOCTRINA
Dr. Manuel González Oropeza y Dr. Víctor Manuel Collí Borges
Denegación de justicia en un naufragio

Dra. Amalia Patricia Cobos Campos


Castración química ¿vulneración de derechos humanos o pena?

Número 7 v Sexta Época


Dr. Martín Gabriel Barrón Cruz
Mando Único Policial Estatal

REFLEXIONES Y TESTIMONIOS
Mtro. Manuel Jorge Carreón Perea
Análisis deconstructivo del artículo 10 del Código Nacional
de Procedimientos Penales (archivo “Principios y derechos humanos”)

ITER CRIMINIS
CRIMINOLOGÍA
Dr. Jorge de Jesús Argáez Uribe
Anatomía del secuestro

VICTIMOLOGÍA
Dr. Luis Rodríguez Manzanera
Valor terapéutico del perdón de la víctima

HISTORIA DE LAS CIENCIAS PENALES


Mtro. Luis David Coaña Be
Esbozos de derecho penal del enemigo en la jurisprudencia
de la Suprema Corte de Justicia Mexicana

Iter6-7(TD).indd
View publication stats1 14/07/15 17:34

Вам также может понравиться