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Las plantas cormofitas

Para muchos autores las plantas cormofitas y


protocormofitas constituyen el verdadero Reino Vegetal (se
excluyen de él a determinadas talófitas, como las algas). Se
trata de organismos pluricelulares adaptados a la vida terrestre
desde el periodo Devónico, muchos de los cuales todavía
mantienen su ciclo vital en el medio acuático. Todas las plantas
vasculares excepto los licopodios derivan de Rhynia.

El término cormofito se utiliza para referirse a vegetales


pluricelulares altamente diferenciados. Sus células están
agrupadas en tejidos. El cormo se refiere a un nivel de
organización que presenta raíz, tallo y hojas, en los cuales está
diferenciado su cuerpo vegetativo. Son los vegetales superiores,
adaptados a la vida terrestre.

Las cormofitas son las plantas superiores adaptadas a la vida terrestre

Las cormofitas son plantas vasculares, traqueofitos o rizofitas,


que se independizaron del medio acuático hace más de
cuatrocientos millones de años, derivando de sus antepasados
las algas verdes.

En su adaptación al medio terrestre sufrieron importantes


trasformaciones estructurales, tales como el desarrollo de raíces
que les permitieron fijarse al suelo, y tallo para sustentar las
hojas y los órganos reproductores, el cual está dotado además
de un sistema de tejidos conductores de la savia para
transportar y sintetizar los nutrientes (xilema y floema).
Actualmente el grupo dominante y más perfeccionado es el de
los Espermatófitos (con semillas).

Las plantas vasculares pueden presentar diversas formas


biológicas, con modos de vida acuáticos (de agua dulce o
marina) y terrestres, y con estructura desde herbácea a leñosa,
perennes o anuales.

Las espermatofitas

on las plantas provistas de semillas. Se trata de la


división del reino vegetal que constituye la flora dominante en la
actualidad. Poseen un elevado grado de organización, con tallo,
hojas y raíz, y un sistema vascular muy desarrollado. El
esporófito domina sobre el gametófito que es muy reducido.

El nombre hace referencia a la presencia de semillas en todos


estos vegetales que, además, siempre tienen flores
(fanerógamas).

Comprende dos grupos: gimnospermas y angiospermas o


antófitos.

Las gimnospermas

Las gimnospermas son plantas espermatófitas, es decir con


semillas. Presentan carpelos no diferenciados en ovario, estilo y
estigma, y cuyos óvulos y semillas no se forman en cavidades
cerradas. Sus flores son siempre unisexuales y son plantas
leñosas de porte variado, árboles o arbustos. Comprenden
cuatro clases con representantes vivos en la actualidad:
cicadinas, ginkgoinas, gnetinas y coníferas; y tres clases con
representantes fósiles: las pteridospermas, las bennettiatales y
las cordaitales. Son las plantas de mayor antigüedad en el
reino plantae y constituyen las antiguas criptógamas.

Las angiospermas o antofitos

Al igual que las gimnospermas, son plantas espermatófitas,


también llamadas angiospermatofitos o magnoliofitos; son las
vulgarmente llamadas plantas con flores, que constituían, junto
a Gnetofitos y Gimnospermas, las antiguas Fanerógamas.

Angiosperma dicotolidónea, comprendida en el orden rosales

Las angiospermas son de la flora actual el grupo dominante y el


más diversificado, en cuanto a adaptaciones y biotipos. Se
diferencia de las gimnospermas por tres características: los
carpelos o escamas ovulíferas envuelven a los óvulos en su
totalidad, transformándose en fruto y semillas tras la
fecundación; los órganos reproductores pueden ser bisexuales
agrupados en flores típicas, y presentar hojas florales estériles
(periantio) dedicadas sólo a la protección de la verdadera flor;
realizan una doble fecundación, con desarrollo de un tejido
alimenticio que rodea el embrión llamado endosperma. Las
angiospermas comprenden plantas herbáceas anuales y
perennes; arbustos y árboles; trepadoras, epífitas, parásitas y
saprófitas; acuáticas y terrestres. Presentan hojas bien
desarrolladas, con función fotosintética, adaptadas en forma y
estructura a las condiciones del hábitat.

Las plantas angiospermas se las divide en grandes grupos con


características de clase: Dicotiledóneas y monocotiledóneas

Dicotiledóneas
Las dicotiledóneas presentan semillas con dos hojas
embrionarias (cotiledones). Sus tallos pueden crecer en espesor
gracias a la actividad del cambium. La raíz es pivotante (eje
principal más engrosado y con larga vida). Las flores, según las
familias, son pentámeras o tetrámeras. Teniendo en cuenta la
estructura del periantio se las clasifica en: 1) monoclamídeas o
apétalas, 2) dialipétalas y 3) simpétalas o gamopétalas. Las
hojas suelen ser pecioladas y tienen la nerviación de tipo
reticular. Por lo que respecta a su organización interna
presentan los vasos conductores abiertos y dispuestos en
círculo, lo que las diferencia de las monocotiledóneas. Las
dicotiledóneas incluyen a la mayoría de las plantas superiores
actuales aunque las monocotiledóneas son más evolucionadas.

Monocotiledóneas

Angiosperma monocotiledónea, comprendida en la subclase lílidas

Por su parte, las plantas monocotiledóneas poseen embriones


con un único cotiledón. Su raíz principal es de corta duración,
haces conductores dispersos por la sección transversal del tallo,
carentes de cámbium funcional (no hay crecimiento secundario
en grosor) y predominio de las especies herbáceas poco
ramificadas. Evolutivamente aparecieron en el Cretácico,
habiendo derivado las Monocotiledóneas de las Dicotiledóneas
por pérdida de un cotiledón.

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