Energías renovables en el Caribe

Según la revista digital colombiana Kienyke los problemas energéticos en el Caribe no

vienen de ahora, los problemas se remontan a 1992 cuando se desencadenó el
racionamiento de energía que dejó en evidencia la crisis estructural y financiera que
aquejaba al sector eléctrico, especialmente, en la región del Caribe. Este racionamiento fue
producto del fenómeno del niño que afectó gravemente al país ocasionando que las
hidroeléctricas, que han sido la fuente de energía de gran parte del país, colapsará. Esto
llevó a pensar en otras formas de generación de energía y lo hicieron en la termoeléctrica,
pero llegará un momento en el que costearlo sea muy difícil.

La distribución de energía eléctrica en el Caribe le correspondía a la empresa pública

Corporación eléctrica de la Costa Atlántica (Corelca) pero en 1997 sufrió una crisis
administrativa y financiera en el sector eléctrico. Por lo cual, en 1998, el Gobierno Nacional
ofrece reorganizar y capitalizar el sector creando nuevas empresas prestadoras del servicio
público como Electricaribe y Electrocosta, las cuales mejorarían el servicio. En este mismo
año, el 65% de Electricaribe y Electrocosta es capitalizado por el consorcio conformado por
Houston Industries y la Electricidad de Caracas, y el 35% restante queda en manos de
Corelca y las anteriores electrificadoras.

Los siguientes años, los inversionistas iniciales venden su participación a Unión Fenosa y
Electricaribe y Electrocosta se fusionan, por lo que, Electricaribe queda con todos los
clientes y equipo de colaboradores de Electrocosta, pero en noviembre 2016, Electricaribe
es intervenida de manera preventiva por el Gobierno colombiano para hacerle frente a su
situación financiera y remediar la deficiente prestación del servicio a su cargo.

Y, en marzo de 2017, la Superintendencia de servicios públicos domiciliarios ordena

administrar con fines liquidatarios a Electricaribe ya que determina que esta electrificadora
no está en condiciones de prestar el servicio de energía con la calidad y continuidad debida.

Ante lo mencionado, Electricaribe se defiende diciendo que se enfrenta a múltiples

problemas y pérdidas de dinero que podría ser invertido en nuevas subestaciones o
ampliamiento de redes debido al no pago de las facturas, conexiones ilegales y alteración
de los equipos de medición.
El problema está en que la región se ve sometida a constantes apagones que se repiten a
diario en hospitales, hoteles, restaurantes, casas; además de los apagones estos tienen
que enfrentarse a daños en electrodomésticos y equipos debido a las fluctuaciones de
voltaje.

Además, se le suman las altas tarifas del servicio de energía, cambios en los medidores
con aumento en los costos de consumo, el cobro de intereses por las reconexiones, son
otros problemas que han llevado a que muchos piensen en cambiar de operador o comprar
directamente al generador.

Electricaribe no tiene cómo invertir en mantenimiento, en mejoramiento y ampliamiento de

redes, construcción de más subestaciones y esto ha llevado a que se presenten todos estos
problemas e inconformidades.

La mejor solución para esto sería en pensar en nuevas formas de generación de energía
que mejores la ineficiencia en el cumplimiento del servicio. En el Caribe se pueden
fácilmente, contando con los recursos, implementar la energía eólica y la energía solar, las
cuales podrían disminuir y se podría llegar a pensar que podrían acabar con la ineficiencia
en el servicio y el poco abastecimiento al que se enfrentan hoy.

El proyecto de aprovechar la energía solar y la eólica en el Caribe mejoraría la calidad de

vida de sus habitantes, además de contribuir a que las inconformidades terminen y con ello
la demandas al Estado.