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Luis Enrique Olvera Mendoza

Mat. 138488

¿Por qué como psicólogo debo conocer los procesos de motivación y


emoción?

Como bien se sabe, la psicología es la ciencia que estudia el comportamiento del


ser humano. Por ende, los psicólogos tienen que darse a la tarea (entre otras
cosas) de analizar los procesos mentales (como lo son los procesos de la
motivación y la emoción) para comprender las conductas que denota un individuo
en su hacer cotidiano. Pero, ¿por qué como psicólogo debo conocer dichos
procesos?

Primero que nada me gustaría diferenciar los procesos uno de otro,


describiéndolos de manera breve como una manera de repaso, dando ejemplos
de cada uno para su entendimiento, y de esta manera dar una respuesta final en
la conclusión del presente ensayo.

Primeramente tenemos el proceso de la motivación, el cual comienza desde la


aparición y la percepción del estímulo, es seguido por los procesos de evaluación
y valoración, y por la decisión y elección de la meta; de esta manera dar paso a la
activación, después a la dirección y a la conducta instrumental, para de esta
manera terminar con el control del resultado. Un ejemplo sería cuando tenemos
hambre (cuando tenemos esa sensación de vacío en el estómago que nos hace
pensar que debemos alimentar nuestro organismo); para esto aparece el estímulo
(en este caso la sensación de vacío) y lo percibimos de manera consciente (lo que
significa que el organismo no puede él mismo con ese estímulo para satisfacerlo,
lo que provoca que sintamos hambre para que nosotros tomemos las medidas
necesarias para satisfacer el estímulo desde el exterior, en este caso con comida).
Después de haber percibido el estímulo llegamos a la evaluación y valoración,
donde ya sabemos que tenemos hambre, y si consideramos que ésta es
demasiada (evaluación), solamente pensaremos en que tenemos que
alimentarnos lo más pronto posible (valoración). Es en estos puntos (dirección y
conducta instrumental) cuando sabemos que debemos ir hacia la cocina o hacia el
refrigerador y comenzar a prepararnos algo de comer o simplemente servirnos
algo ya hecho para satisfacer el hambre. Y por último reflexionamos sobre si lo
que hicimos nos dio algún resultado esperado o inesperado a como lo teníamos
planeado (control del resultado). De una manera resumida de eso trata el proceso
de la motivación.

Ahora bien, el proceso de la emoción comienza con los antecedentes de la


emoción (de carácter intra e interpersonal), tenemos una percepción del estímulo
(al igual que en el proceso de la motivación), existe una evaluación, queda una
experiencia emocional y hay una respuesta emocional. Como dije antes, resumo
los procesos para no entrar en detalles. Ahora, un ejemplo del proceso de la
emoción sería como cuando nos gusta una persona o sentimos algo especial por
alguien, donde el estímulo (percibido de manera consciente) es esa sensación que
tenemos cuando estamos cerca de esa persona, que cuando valoramos podemos
responder rápidamente que son nervios lo que sentimos y que cuando valoramos
pensamos “creo que esta/o chica/o me está gustando, creo que debo hacer algo al
respecto”. La experiencia emocional (o sentimiento) en este ejemplo es sentir la
atracción por esa persona o incluso el enamoramiento, todo depende de la
conclusión que el individuo haya hecho en el anterior proceso de evaluación y
valoración. La respuesta emocional en este caso es sentir cambios de humor
cuando estamos cerca de esa persona, reflejar en el rostro ciertas expresiones de
felicidad, puede que lleguemos a tornar nuestro tono de voz un tanto bajo cuando
hablamos con esa persona, entre otras.

Entonces, después de haber explicado los procesos de motivación y emoción,


ahora queda contestar finalmente, ¿por qué como psicólogo debo conocer dichos
procesos?

Debido al campo de estudio del psicólogo (o del estudiante de psicología), debo


conocer los procesos de motivación y emoción para poder comprender todo sobre
las conductas de un individuo, desde cómo inician los procesos (con la percepción
del estímulo) hasta cómo terminan (donde la mayoría de las veces el individuo
termina pensando en sus actos, reflexionando sobre si está bien o está mal la
decisión que ha tomado).
Lo importante, y a la vez fascinante de conocer sobre los procesos de motivación
y emoción radica en que el ser humano es un ser en constante cambio y lo
podemos notar en los procesos de evaluación y valoración, que es donde más
piensa el individuo sobre las repercusiones de sus actos, conductas o decisiones;
aquí todo depende del criterio que tenga la misma persona o su perspectiva de los
sucesos que pasan en su entorno.

Por eso yo considero que como psicólogo debo conocer los procesos de
motivación y emoción, y sé que tanto son de vital importancia para mí (un
estudiante de psicología de primer semestre) como para un psicólogo que ejerza
su carrera actualmente, porque a final de cuentas estudiamos sobre el
comportamiento del ser humano por lo que me es completamente necesario
aprender y conocer todo sobre lo que origina las actitudes de un individuo. De esta
manera entrar en la vida del paciente como un ayudante o un moderador cuando
tiene dificultades (en este caso de motivación o emoción), para que desde el punto
de vista de la motivación encuentre en su vida el motivo para hacer las cosas,
cuando crea que éste no existe, y para que desde el punto de vista de la emoción
tenga un balance con lo que piensa y con lo que siente, puesto que en veces es
muy difícil poder tener en armonía los pensamientos con los sentimientos.

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