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la capacidad de cooperación?
ROBERT H. FRANK, THOMAS GILOVICH Y DENNIS T. REGAN 1
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el significado de “justicia”en este contexto de otras disciplinas fue hecho por John Car-
era algo ajeno a este grupo. Aquellos que sí ter y Michael Irons (1991). Estos autores mi-
respondieron estaban más cerca de decir que dieron la actitud de interés individual (self-in-
pocas o ninguna inversión era “justa”. Por lo teredness) mediante el examen de la conduc-
demás, los estudiantes de economía estaban ta en un juego de transacción con ultimátum.
por lo menos un 50 por ciento menos dis- Este simple juego tiene dos jugadores, un
puestos que las otras personas a expresar que “asignador” y un “receptor”. Al asignador se
estaban “preocupados por la justicia” al to- le da una suma de dinero (en estos experi-
mar sus decisiones”. mentos 10 dólares) y tiene que proponer una
El estudio de Mar well y Ames puede ser división de esta suma entre él y el receptor.
criticado sobre la base de que sus grupos de Una vez que el asignador hace su propuesta,
control de no economistas consistían en estu- el receptor tiene dos opciones: 1) puede
diantes de secundaria y estudiantes no gra- aceptar, en cuyo caso cada jugador obtiene la
duados del college, que difieren en muchos suma propuesta por el asignador; o 2) puede
modos de los estudiantes de primer año de no aceptar, en cuyo caso cada jugador obtie-
cualquier carrera. Quizás la diferencia más ne cero. El juego es jugado sólo una vez por
obvia es la edad. Como ya veremos, sin em- la misma pareja.
bargo, la crítica basada en la diferencia de Suponiendo que el dinero no puede ser di-
edad se diluye por nuestra propia evidencia vidido en unidades menores a un centavo, el
de que los estudiantes más viejos general- modelo de interés individual predice unívo-
mente le dan más peso a las preocupaciones camente que el asignador propondrá $9.99
sociales como las que surgen en los experi- para sí mismo y el restante $0.01 para el re-
mentos sobre egoísmo. Permanece en pie, no ceptor y que el receptor aceptará sobre la ba-
obstante, la posibilidad de que los estudiantes se de que un centavo es mejor que nada. Des-
más maduros tengan una comprensión más de el momento en que el juego no será repe-
sofisticada de los matices y ambigüedades in- tido, no tiene sentido que el receptor baje la
herentes a conceptos como justicia, y por esta oferta con la esperanza de generar una mejor
razón dan respuestas menos fácilmente clasi- oferta en el futuro.
ficables en los cuestionarios. Otros investigadores han mostrado que la
Aún hay otro tema en los experimentos de estrategia predicha por el modelo de interés
Marwell y Ames que no es fácil de resolver. Si individual casi nunca es seguida en la prácti-
bien los autores no reportan el sexo del gru- ca: divisiones de 50-50 son la propuesta más
po de estudiantes de economía, tales grupos común y las ofertas más altamente reductivas
son casi siempre mayoritariamente masculi- son rechazadas en nombre de la justicia
nos. Los grupos de control de los autores de (Guth, et al. , 1982; Kahneman, et al., 1986).
estudiantes secundarios y de college, por el Carter y Irons comprobaron que en ambos
contrario, se distribuían igualmente entre va- roles (asignador y receptor) los estudiantes
rones y mujeres.2 Como mostrará más tarde de economía actuaron significativamente más
nuestra propia evidencia, hay una marcada de acuerdo con las predicciones del modelo
tendencia en los varones a comportarse me- de interés individual que lo que hicieron los
nos cooperativamente en estos experimentos que no estudiaban esta carrera. 3
de este tipo. De este modo, si bien los descu- Como siempre, se pueden hacer preguntas
brimientos de Marwell y Ames son sugestivos, acerca del diseño de estos experimentos. En
no establecen claramente que los economis- este caso, por ejemplo, Carter y Irons asigna-
tas se comportan de manera diferente. ron los roles de asignador y receptor eligien-
do como asignadores a aquellos que habían
Los economistas y el juego de la transacción alcanzado altos promedios en un juego preli-
con ultimátum minar sobre palabras.4 Los asignadores entre-
nados en la teoría de la productividad margi-
Otro estudio de si los economistas se com- nal de los salarios (es decir, los estudiantes de
portan de modo diferente de los miembros economía) podrían pues estar más inclinados
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que otros a pensar que tenían derecho a una copiado. Los economistas estaban apenas por
porción más grande del excedente en fun- sobre el promedio de la entera muestra en
ción a su anterior performance. Así, aunque términos del número de horas que declara-
no concluyentes, los resultados de Carter y ban usar para “actividades de voluntariado”. Y
Irons son de nuevo sugestivos. en términos de su frecuencia reportada de
voto en las elecciones presidenciales, los eco-
nomistas estaban sólo apenas debajo del pro-
Datos de encuestas y donaciones caritativas medio de la muestra. 8
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sonas que hubieran cooperado o a abandona- sa de las altas tasas de deserción en los estu-
do a cada uno de sus dos compañeros. Los 60 diantes de economía.
individuos que cooperaron con un compañe- Para los individuos en la submuestra ilimi-
ro y abandonaron al otro fueron sacados de tada, encontramos que la diferencia entre
la muestra. La variable dependiente es la op- los estudiantes de economía y otros virtual-
ción estratégica del individuo, clasificada co- mente desaparece una vez que a los partici-
mo 0 para “cooperar” y 1 para “desertar”. Las pantes se les permite hacer promesas de coo-
variables independientes son “econ”, que to- peración. En esta submuestra, la tasa de de-
ma el valor 1 para los estudiantes de econo- serción de los estudiantes de economía es
mía del college y 0 para todos los otros; “ili- del 28.6 por ciento, comparada con el 25.9
mitada”, que es 1 para los individuos en la por ciento de otros estudiantes. Dado que la
versión ilimitada del experimento, 0 para to- más alta deserción de los estudiantes de eco-
dos los otros; “intermedia” que es 1 para los nomía son en gran medida atribuibles a las
individuos en la versión intermedia, 0 para condiciones de falta de promesas del experi-
todos los otros; “limitada” que la categoría de mento, el resto de nuestro análisis se concen-
referencia; “sexo” clasificado como 1 para los tra en los grupos imitados e ilimitados. Las
hombres y 0 para las mujeres; y “clase” clasifi- condiciones encontradas por estos gru p o s
cado como 1 para los estudiantes “freshmen”, son de especial significación porque se apro-
2 para los “sophomore”, 3 para los “juniors” y ximan mucho a las condiciones que caracte-
4 para los “seniors.” rizan los dilemas sociales que se encuentran
En acuerdo con una variedad de otros ha- en la práctica. Después de todo, la gente ra-
llazgos sobre diferencias de sexo en la coope- ramente tiene la oportunidad de mirarse ca-
ración,12 estimamos que, manteniendo fijos ra a cara y prometerse no tirar basura en pla-
otros factores, la probabilidad de una deser- yas desiertas o desconectar los dispositivos de
ción en un varón es casi un 0.24 más alta que control del smog de sus autos.
la probabilidad correspondiente en una mu- Cuando se reúnen las opciones para los
jer. Pero incluso después de controlar la in- grupos limitados e intermedios, tanto los es-
fluencia del sexo, vemos que la probabilidad tudiantes de economía como los otros aban-
de una deserción en un estudiante de econo- donan más a menudo, pero el efecto es consi-
mía es casi un 0.17 más alta que la correspon- derablemente más amplio en los economis-
diente probabilidad en otro estudiante. tas. En estos grupos, la tasa de deserción fue
Los coeficientes para las categorías expe- del 71.8 por ciento entre los estudiantes de
rimentales ilimitada e intermedia represen- economía y sólo del 47.3 por ciento entre los
tan efectos relativos a la tasa de deserción demás, niveles que difieren significativamen-
para la categoría limitada. Como se espera- te en el nivel 0.01.
ba, la tasa de deserción es más baja en la ca- Como parte del cuestionario de salida que
tegoría intermedia (donde los individuos testeaba el entendimiento de los pagos aso-
tienen más tiempo para interactuar que en ciados a las diferentes combinaciones de op-
la categoría limitada) y cae aún más marca- ciones, también preguntamos a los partici-
damente en la categoría ilimitada (donde se pantes por las razones de esas opciones. Te-
permite a los individuos hacer promesas de níamos la hipótesis de que los economistas
c o o p e r a c i ó n ) . 13 estarían más inclinados a construir el objetivo
Nótese, finalmente, que la tasa total de de- del juego en términos de interés individual
serción declina significativamente en la medi- (self-interest), y así más propensos a referirse
da en que los estudiantes avanzan en su ca- exclusivamente a características del juego en
rrera. Se interpreta que el coeficiente de cla- sí, en tanto los no-economistas estarían abier-
se significa que con el paso de cada año, la tos a caminos alternativos en la interpreta-
probabilidad de deserción declina, en prome- ción del juego, y se referirían más a menudo
dio, en casi un 0.07 por ciento. Este patrón a sus sentimientos por sus compañeros, a as-
probará ser importante cuando tomemos la pectos de la naturaleza humana, etc. De he-
pregunta si la formación económica es la cau- cho, en la muestra de estudiantes de econo-
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mía el 31 por ciento se refirió solamente a ca- diferencia de comportamiento podría deber-
racterísticas del juego en sí al explicar sus es- se a la formación económica; por otro lado,
trategias de elección, comparados con sólo el podría también deberse a que las personas
17 por ciento de los no economistas. La pro- que eligen economía ya eran diferentes des-
babilidad de obtener respuestas tan divergen- de el principio; o quizás pueda deberse a una
tes por azar es menor a 0.05. combinación de ambas causas. Ahora aporta-
Otra posible explicación para los altos índi- remos evidencia de por qué la form a c i ó n
ces de deserción de los economistas es que és- económica juega un rol causal.
tos pueden estar más inclinados a esperar que
sus compañeros abandonen. Después de todo,
el modelo del interés individual, fomenta tal Comparando estudiantes avanzados
explicación, y sabemos a partir de otros expe- y principiantes
rimentos que la mayoría de los individuos
abandona si se les dice que sus compañeros Si la formación económica produce con-
van a abandonar. Para investigar esta posibili- ductas no cooperativas, entonces los índices
dad, preguntamos a estudiantes de una divi- de deserción en el dilema del prisionero de-
sión superior de un curso de finanzas públicas berían subir a medida en que aumenta la ex-
del departamento de economía de la Universi- posición a esta formación, manteniendo to-
dad de Cornell si ellos cooperarían o deserta- dos los otros factores constantes. Recordan-
rían en una vuelta del dilema del prisionero si do nuestro anterior descubrimiento de que
supieran con cer teza que su compañero iba a los índices de deserción en una muestra co-
cooperar. La mayoría de estos estudiantes ha- mo un todo caen constantemente entre los
bían sido estudiantes de economía en años an- p r i m e ros y los últimos años de estudio, la
teriores. De los 31 estudiantes que devolvieron pregunta es entonces si los índices de deser-
los cuestionarios, 18 (58 por ciento) reporta- ción caen en el mismo grado a lo largo del
ron que abandonarían, sólo un 13 por ciento tiempo entre los economistas como entre los
contestaron que cooperarían. En contraste, só- no economistas. Encontramos que el patrón
lo un 34 por ciento de los estudiantes de otras de índices descendentes de deserción se
disciplinas en Cornell a los que también se les mantiene más firme entre estudiantes de
dio el mismo cuestionario contestaron que disciplinas distintas a la economía que entre
abandonarían a un compañero que supieran estudiantes de economía en la submuestra
que iba a cooperar (p< 0.05). Para el mismo del experimento sin promesas. Para estu-
grupo de individuos, casi todos los que contes- diantes iniciales de otras disciplinas en este
taron (30 de los 31 estudiantes de economía y grupo la tasa de deserción es del 53.7 por
36 de los demás) dijeron que desertarían si su- ciento, comparada con sólo el 40.2 por cien-
pieran que su compañero iba a desertar. De es- to de los estudiantes avanzados. En contras-
tas respuestas concluimos que en tanto las ex- te, la tendencia hacia índices más bajos de
pectativas sobre la actuación del compañero d e s e rción está virtualmente ausente entre
juegan un fuerte papel en la predicción de los estudiantes de economía en esta misma
conductas, las tasas de deserción se mantienen submuestra (73.7 por ciento entre los estu-
significativamente más altas entre los econo- diantes principiantes y 70.0 por ciento entre
mistas que entre los no economistas incluso si los avanzados). En otras palabras, los estu-
ambos grupos tienen idénticas expectativas so- diantes generalmente muestran una tenden-
bre la conducta del compañero. cia hacia una conducta más cooperativa a
medida que se acerca su graduación, pero
¿Por qué los economistas se comportan esta tendencia está visiblemente ausente en-
de diferente modo? tre los estudiantes de economía.14
Naturalmente no estamos en posición de
Los economistas parecen comportarse de decir si la tendencia entre los no economistas
modo menos cooperativo que los no econo- refleja algo sobre el contenido de los cursos
mistas en una variedad de dimensiones. Esta no económicos. Pero el hecho de que esta
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tendencia no esté presente entre los econo- vestigación en organización industrial y teo-
mistas es al menos coherente con la hipótesis ría de juegos. En sus clases, este profesor po-
de que la formación económica juega algún nía un gran énfasis en el dilema del prisione-
rol causal en los índices más bajos de coope- ro e ilustraciones relacionadas con cómo los
ración observados entre los economistas. imperativos de supervivencia muchas veces
van en contra de la cooperación. El segundo
profesor de microeconomía (profesor B) es
Encuestas sobre honestidad un especialista en desarrollo económico en la
China maoísta que no ponía tanto énfasis en
En un ulterior intento de confirmación de estos temas, pero sí asignaba un texto intro-
que la formación económica inhibe la capaci- ductorio del mainstream economics. Sobre la
dad de cooperación, planteamos un par de base de estas diferencias esperábamos que
dilemas éticos a estudiantes de dos cursos in- cualquier efecto observado de la formación
troductorios de microeconomía en la Univer- en economía sería más fuerte en la clase del
sidad de Cornell y a un grupo de control de profesor A que en la del B.
estudiantes de un curso introductorio de as- Los resultados en estas dos clases más la
tronomía, también en Cornell. En uno de los clase de los no economistas, se sintetizan en
dilemas, el dueño de un pequeño negocio de la figura de bajo que muestra la proporción
computadoras recibe diez microcomputado- en cada clase reportando un resultado “me-
ras pero se le facturan solamente nueve; la nos honesto” al final del semestre que al prin-
pregunta es si el dueño informará a la empre- cipio. Como lo indica el gráfico, la educación
sa de computadoras acerca del error. Primero
se pregunta a los participantes si creen que es
probable que el dueño comunique el error;
luego, en la misma escala de respuestas, se les
pregunta si ellosinformarían sobre el error si
estuvieran en el lugar del dueño. En el segun-
do dilema se pregunta si es probable que se
devuelva un sobre perdido conteniendo 100
dólares con el nombre y la dirección del due-
ño escritos. Se propone primero a los partici-
pantes que se imaginen que si habiendo per- Pregunta 1 Pregunta 2 Pregunta 3 Pregunta 4
dido ellos el sobre sería probable que se lo ¿El dueño ¿Ud. informa ¿Devolvería ¿Devolería Ud.
informa sobre sobre errores un extraño los a un extraño
devolviesen. Luego se les pide que asuman errores de de facturación? 100 u$s los 100 u$s
que los roles se revierten y que indiquen si se- facturación? perdidos? perdidos?
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dos en esta muestra restringida es esencialmente el mismo lo que restaba de nuestros resultados sólo en ese formato.
del observado para la muestra como un todo. 12
Ver, por ejemplo, los estudios citados en Gilligan
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Dado que los presupuestos convencionales en relación (1982).
a la distribución del error no son satisfechas en el caso de los 13
Con el permiso de los participantes, grabamos las con-
modelos lineales con variables dicotómicas dependientes, los versaciones de varios de los grupos ilimitados e invariable-
tests standadrd de significación de los cuadrados ordinarios mente cada persona prometió cooperar a su compañero.
no son válidos. En un apéndice pedido a los autores, repor- Tendría poco sentido, después de todo, prometer para luego
tamos los resultados de modelos basados en transformacio- desertar.
nes de prueba y lógicas. Los patrones de significación esta- 14
Una regresión similar a la que se ve en la tabla de arriba
dística mostrados por los coeficientes de estos modelos trans- confirma que este patrón continúa manteniéndose incluso
formados son los mismos que los del modelo de cuadrados cuando se controlan otros factores que puedan influir en los
ordinarios. Dado que los coeficientes del modelo de cuadra- índices de deserción.
dos oridnario son interpretados más fácilmente, reportamos
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