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Cosmovisión

o "visión del mundo" o en la forma original alemana Weltanschauung (AFI: [vɛlt.ʔan ʃaʊ.ʊŋ]) es
una imagen o figura general de la existencia, realidad o mundo que
una persona, sociedad o cultura se forman en una época determinada; y suele estar
compuesta por determinadas percepciones, conceptuaciones y valoraciones sobre dicho
entorno.
A partir de las cosmovisiones, los agentes cognitivos (sean esas personas o sociedades)
interpretan su propia naturaleza y la de todo lo existente, y definen las nociones comunes que
aplican a los diversos campos de la vida, desde la política, la economía o la ciencia hasta la
religión, la moral o la filosofía. Así que a fin de cuentas se trata de la manera en que una
sociedad o persona percibe el mundo y lo interpreta.
Una cosmovisión es el conjunto de opiniones y creencias que conforman la imagen
o concepto general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir de la cual la
interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente. Una cosmovisión define nociones
comunes, que se aplican a todos los campos de la vida, desde la política, la economía o la
ciencia hasta la religión, la moral o la filosofía.
El término "cosmovisión" es una adaptación del alemán Weltanschauung (de Welt= "mundo",
y anschauen = "observar"), una expresión introducida por el filósofo Wilhelm Dilthey en su
obra Einleitung in die Geisteswissenschaften ("Introducción a las Ciencias humanas
[entiéndase "espíritu" -Geist- aquí más bien como cultura"], 1914). Dilthey, un miembro de la
escuela hermenéutica, sostenía que la experiencia vital estaba fundada —no sólo intelectual,
sino también emocional y moralmente— en el conjunto de principios que la sociedad y la
cultura en la que se había formado. Las relaciones, sensaciones y emociones producidas por
la experiencia peculiar del mundo en el seno de un ambiente determinado contribuirían a
conformar una cosmovisión individual. Todos los productos culturales o artísticos serían a su
vez expresiones de la cosmovisión que los crease; la tarea hermenéutica consistiría en recrear
el mundo del autor en la mente del lector. El término fue rápidamente adoptado en las ciencias
sociales y la filosofía, donde se emplea tanto traducido como en la forma alemana original.

Lingüística
es el estudio científico tanto de la estructura de las lenguas naturales y de aspectos
relacionados con ellas como de su evolución histórica, de su estructura interna y del
conocimiento que los hablantes poseen de su propia lengua (esto último es particularmente
cierto en el enfoque generativista).
Si bien la gramática es un estudio antiguo, el enfoque no tradicional de la lingüística moderna
tiene varias fuentes. Una de las más importantes la constituyen los Neogrammatiker, que
inauguraron la lingüística histórica e introdujeron la noción de ley en el contexto de la
lingüística y que en particular formularon diversas leyes fonéticas para representar el cambio
lingüístico. Otro punto importante son los términos de sincronía, diacronía y las nociones
estructuralistas popularizadas por el trabajo de Ferdinand de Saussure y el Cours de
linguistique générale (inspirado en sus lecciones).1 El siglo XX se considera, a partir del
estructuralismo derivado de los trabajos de Saussure, el «punto de arranque» de la lingüística
moderna.2 A partir de esa época parece haberse generalizado el uso de la palabra
«lingüística» (la primera aparición de la palabra registrada es de 1883[cita requerida]). La palabra
«lingüista» se encuentra por primera vez en la página 1 del tomo I de la obra Choix des
poésies des troubadours,3 escrita en 1816 por Raynouard.

Patrimonio
La palabra patrimonio viene del latín patri (‘padre’) y monium (‘recibido’), que significa «lo
recibido por línea paterna».
El concepto de patrimonio se remonta al derecho romano temprano (durante la República
romana), periodo en el cual era la propiedad familiar y heredable de los patricios (de pater,
‘padre’) que se transmitía de generación a generación y a la cual todos los miembros de
una gens o familia amplia tenían derecho.2
A pesar que el dominio —entendido como derecho sobre la esencia de la cosa, es decir, el
derecho absoluto sobre ella—nota 1 sobre esa propiedad no era de ningún individuo en
particular, sino de la familia como tal a través de las generaciones, en ese periodo se entendía
que estaba bajo el control o administración del pater familias, quien podía disponer de los
bienes libremente pero estaba bajo la obligación de preservarla y aumentarla en la medida de
lo posible: Guillermo Borda resume la situación así: «El pater familiae preside una comunidad
constituida por su mujer, hijos, parientes y esclavos. Tenía sobre todos poder de vida y
muerte... Era el dueño de todos los bienes familiares y disponía libremente de ellos,
quienquiera los hubiera adquirido con su trabajo».3
Así, por ejemplo, Procopio de Cesarea escribe (alrededor
del 540 DC): «Pero mientras esas cosas sucedían como
lo he explicado, Teodato fue denunciado frente
a Amalasunta por numerosos tuscanos, quienes afirmaron
que él había hecho violencia a todos los habitantes de esa
región, habiéndose, sin causa, apropiado de sus estados,
tomando no solo los privados pero especialmente aquellos
que pertenecían a la familia real, lo que los romanos están
acostumbrados a llamar “patrimonio”».4
Raigambrecultural
Raigambre es la denominación que reciben las raíces de las plantas cuando se
encuentran entrecruzadas y enlazadas. Por ejemplo: “Estos arbustos resistieron la tormenta ya
que su raigambre es muy fuerte”, “Le pedí al jardinero que remueva la tierra y quite todas las
raigambres”, “No puedes cultivar la planta en esta maceta ya que su raigambre no tendrá espacio
para desarrollarse”.

El concepto de raigambre también puede emplearse para nombrar a los antecedentes,


las tradiciones o las bases que vinculan a algo o alguien con un lugar o que le confieren firmeza a
algo: “El mambo tiene una raigambre muy importante en esta tierra”, “No es un artista famoso a
nivel nacional, pero cuenta con raigambre en la región norte del país”, “Una sociedad de
raigambre progresista no puede apoyar una medida semejante”.

Muchas son las personas que se marchan a vivir fuera de sus pueblos para comenzar un nuevo
camino en las ciudades. Sin embargo, eso no impide que mantengan un fiel raigambre a las tierras
en las que nacieron y crecieron. Eso supone que no sólo periódicamente necesiten regresar sino
que también estén informadas de todo lo que acontece en las mismas, a través de herramientas
tales como, por ejemplo, las páginas web.

Pero además hay que destacar que quienes tienen un más firme raigambre al respecto no duden
en disfrutar, fomentar y mantener siempre en su vida todo lo que tiene que ver con sus pueblos.
De ahí que hagan en casa las recetas típicas de la gastronomía de aquellos, escuchen la música
realizada por grupos folk del lugar, mantengan tradiciones e incluso disfruten leyendo los libros y
trabajos realizados por autores de esas poblaciones.

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