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10% de peruanos sobrevive a niveles africanos

Publicado
hace 2 días
en
18 febrero, 2019
Por
Diario UNO

A propósito de su reciente libro: Riqueza y desigualdad en el Perú, visión panorámica, editado por
OXFAM Perú, Diario Uno entrevistó a Germán Alarco, profesor de la Universidad del Pacífico, quien
nos explicó que la reciente publicación incorpora los resultados de varios años de trabajo y es útil para
todos los interesados en el tema de la desigualdad. También presenta nuevas estadísticas, cuestionando
la oficial. Es una publicación que puede ser de gran interés no solo para especialistas sino para toda la
sociedad, porque rompe los mitos oficiales.
“Elevada desigualdad daña economía, cohesión social y democracia”
– ¿Podría explicarnos de qué trata este libro?
– Es un libro de economía aplicada al Perú que retoma la perspectiva de los economistas clásicos desde
Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx que relievan la importancia de la distribución del ingreso como
elemento determinante de la demanda, del nivel de producción y otras variables económicas.
– ¿No se trata de un libro teórico, verdad?
– Claro que no. Se trata de explicar qué ocurre con la distribución personal del ingreso en nuestro país a
partir de lo ocurrido en la factorial o funcional (que divide el ingreso entre los sueldos y salarios,
ganancias e ingreso de los independientes o mixtos). A su vez esta distribución factorial depende de la
magnitud y distribución de la riqueza productiva en activos fijos y activos financieros (depósitos de las
personas y empresas en el sistema financiero).
– ¿Por qué es importante para todos este tema?
La elevada desigualdad es negativa tanto en las esferas económica y social como política. De partida,
una elevada desigualdad a favor de los estratos de más altos ingresos reduce la propensión a consumir
promedio, generando problemas de insuficiencia de demanda efectiva y producción. Diversos estudios
de personal del FMI han demostrado que la elevada desigualdad genera menos crecimiento y más
inestabilidad económica. Posteriormente, sería un elemento que puede contribuir a la formación de
burbujas financieras con el clásico ciclo de manía, pánico y crack.
– Vaya, ¿entonces es un asunto que no solo debe preocupar a los economistas?
– Así es. Según los expertos, el aumento sistémico de las desigualdades entre grupos sociales erosiona la
cohesión social y pone en peligro la democracia. Cuando la desigualdad es excesiva generará desorden
social: inestabilidad política, corrupción, violencia y otras formas de riesgo individual y colectivo.
– ¿Tanto así?
– Los estudios empíricos han encontrado que países con mayor grado de desigualdad tienden a mostrar
más altos grados de violencia y criminalidad. Por otra parte, una elevada desigualdad afecta también el
sistema democrático al generar inestabilidad, problemas de gobernabilidad y la captura del Estado por
parte de los grupos económicos que pretenden reorientar las políticas de acuerdo a sus intereses
particulares.
– Entiendo, pero ¿cómo abordas todo esto en tu nuevo libro?
– En primer lugar, debo señalar que se trata de un libro colectivo elaborado con el apoyo de César
Castillo, Favio Leiva y un equipo de asistentes dirigido por Martín Astocóndor, todos de la Universidad
del Pacífico. En segundo lugar tiene cinco grandes capítulos. En el primero se cuestiona la información
oficial sobre los ricos. En el segundo se analiza dónde se generan las ganancias en el Perú. Luego cuál
es la magnitud de la riqueza y cómo se distribuye. El cuarto capítulo muestra la evolución de los sueldos
y salarios, ganancias e ingreso de los independientes respecto del PBI desde los años cincuenta. Por
último, se presentan nuevas estimaciones sobre la distribución personal del ingreso.

“10% de los peruanos sobrevive a niveles africanos”


– ¿Cuáles son las principales conclusiones del libro?
– Son varias. Las estadísticas del INEI relativas a los más ricos del país tienen serios problemas cuando
se le utiliza como instrumento para medir la desigualdad. Hay un claro subreporte de los ingresos y gastos
de los sectores más pudientes de la sociedad y de las clases medias-altas. Sus resultados son insólitos. En
segundo lugar, las ganancias son el principal componente del PBI. El segundo componente se refiere a
la masa de sueldos y salarios, seguido por el ingreso mixto que fluctúa entre 22% y 25%.
– ¿O sea que no están diciendo que quien históricamente se lleva la mayor parte del pastel del
ingreso son las ganancias?
– Sí y no solo eso. La rentabilidad de las empresas peruanas es superior a los estándares de las 500
mayores empresas norteamericanas registradas por la revista Fortune. La brecha entre estos rendimientos
no se podría explicar por la mayor variabilidad de los rendimientos del Perú respecto de EE.UU., ni por
la prima de riesgo país. Al parecer, en términos generales habría evidencia de que en promedio se
generarían ganancias extranormales respecto de los estándares internacionales (EE.UU. en particular).
Esta mayor rentabilidad promovería márgenes de ganancia más elevadas, mayores precios y afectaciones
negativas en el poder de compra de los ciudadanos en general y en especial en los trabajadores
dependientes e independientes.
– ¿Se presenta información sobre los ricos en el Perú?
El número de millonarios peruanos con un patrimonio productivo superior a US$ 1 millón fluctuó entre
2012 y 2016 entre 18,496 personas adultas y 38,102 personas adultas. Los estimados de Credit Suisse
señalan que entre 2012 y 2016 los adultos peruanos que tenían más de US$ 100 millones fluctúan entre
33 y 133 personas. Los billonarios peruanos (en este caso con más de US$ 1,000 millones) según esta
fuente fueron 2 en 2012 y 10 en 2016.
– ¿Qué ha ocurrido en el Perú con la estructura de la propiedad de las empresas?
La propiedad del capital ha cambiado mucho en estas seis últimas décadas. Efectivamente han surgido
unos pocos poderosos empresarios emergentes que ahora son importantes a nivel nacional. Solo se han
mantenido unas pocas familias cuyo origen es anterior a los años 50. Las otras familias de antaño son
simplemente rentistas al vender sus participaciones empresariales. Unos pocos surgen al amparo de las
reformas del gobierno militar en los 70. La crisis de los años 80 destruyó a muchos de los viejos
empresarios, que después fueron sustituidos por otros a partir de la década de los 90 y la primera década
del siglo XXI. La privatización de las empresas públicas y los procesos de fusiones y adquisiciones
empresariales cambiaron desde los noventas el rostro de los empresarios.
“Concentración de la riqueza encima de estándares mundiales”
– Pero, ¿cómo está la concentración de la riqueza en el país?
–El Perú tiene los indicadores más altos de la Alianza del Pacífico. En el ranking de desigualdad global
de Credit Suisse el Perú se ubica entre 2010 y 2016 por encima de la posición 100 con un pico en 2014
con la posición 157 de un total de 184 países, aunque baja un poco en 2016.
– ¿Bien, pero entonces qué hay de los supermillonarios peruanos?
– Ocurre que el número de billonarios peruanos (que tienen más de US$ 1,000 millones) se elevó
continuamente hasta un valor pico en 2013 con 10 familias. En ese año la riqueza de estos ascendió a
US$ 23,300 millones equivalentes a 11.6% del PBI. En 2017 solo se registran cinco familias en este
grupo por el menor valor de sus patrimonios en las bolsas de valores. La riqueza de las 8 familias más
ricas en 2014 ha sido equivalente a los ingresos anuales de los 7 millones de personas más pobres del
país. En 2017 los billonarios peruanos tuvieron una riqueza equivalente a los ingresos de 8.2 millones de
peruanos. La concentración de la riqueza es creciente en el tiempo. En el 2017 las 32 familias más ricas
tuvieron una riqueza equivalente al ingreso de los 10.5 millones de los peruanos más pobres.
– Nos comentas sobre la riqueza de los ricos pero, ¿qué ha ocurrido con la participación de los
sueldos y salarios en el PBI?
– Los sueldos y salarios respecto al PBI muestran una tendencia decreciente con un pico principal en los
años 60, una sima en los 90, de ahí una recuperación en la segunda parte de los 90, estancamiento y ligero
crecimiento al final del período. La participación de la masa salarial en el PBI ahora es inferior al
promedio de América Latina y de la mayoría de las economías desarrolladas. En este último caso se
presentó información de EE.UU. En el largo plazo a los trabajadores les ha ido mal. Por el contrario, la
parte de las ganancias tiene una tendencia creciente con un ligero estancamiento en los últimos años por
el menor crecimiento de los precios de nuestras materias primas.
DIFERENCIAS ABISMALES EN INGRESOS
Hay varios países en uno
– La que acabas de comentarnos es la distribución factorial del ingreso, pero ¿qué ha ocurrido con
los ingresos de las familias?
Tenemos varios países en uno. En dólares de paridad aún con la información oficial los 3.2 millones de
peruanos de mayores ingresos tienen un promedio de ingresos de US$ 42,000 anuales, mientras que por
el contrario los 3.2 millones más pobres reciben US$ 2,000 anuales. Las diferencias son abismales. Unos
vivimos casi como europeos y los más pobres viven como si estuvieran en Africa central: Zimbaue, Chad
y Mali.
– Al inicio comentabas que las mediciones de la desigualdad en la distribución personal del ingreso
oficial tiene serios problemas, ¿cuáles, por ejemplo?
Los valores oficiales muestran una clara tendencia decreciente. Es evidente que las encuestas que les
dieron origen subestiman especialmente a las clases medias altas y a los ricos.Todos los resultados,
incluyendo los nuestros son superiores a los estimados del INEI. La desigualdad real es por lo menos
50% mayor a la presentada oficialmente con coeficientes GINI entre 0.6 y 0.7. Asimismo, se realizó un
cálculo del GINI a partir de las cuentas de depósitos bancarios de las personas naturales obteniendo una
tendencia creciente con valores actuales superiores a 0.87 en el caso de las personas naturales. Los niveles
de concentración de la riqueza financiera son cada vez más altos.
“Elevada desigualdad es cada vez mayor”
– ¿Cuál es la conclusión final?
– Toda la evidencia muestra que la desigualdad es cada vez mayor en línea con lo que ocurre a nivel de
las principales economías del mundo.
– ¿Cuáles son las recomendaciones de política?
– El actor central para la redistribución del ingreso reduciendo la elevada desigualdad es el Estado. Es
imprescindible elevar la presión tributaria en al menos seis puntos porcentuales del PBI. Sí se puede,
pero se necesita un nuevo consenso económico y social, un MEF y SUNAT que ahora no tenemos.
– ¿Cuáles son los instrumentos concretos de la redistribución del ingreso?
– Los instrumentos centrales son la política tributaria y de gasto público. Hay que arribar rápidamente a
una presión tributaria del 20% equivalente a US$ 12,000 millones adicionales de ingresos públicos para
cerrar brechas de infraestructura, atender servicios sociales y redistribuir ingresos. El fortalecimiento,
mayor eficiencia y eficacia del Estado es una necesidad ahora y lo será aún más dentro de una o dos
décadas por los impactos negativos que la automatización y robotización pueden generar sobre los
niveles de empleo y de reducida absorción de mano de obra. Menores ingresos, menor demanda y
estancamiento podrían ir de la mano de un colapso social y político sin la intervención del Estado y la
Sociedad Civil organizada.

http://diariouno.pe/10-de-peruanos-sobrevive-a-niveles-
africanos/?fbclid=IwAR2Ur6peWm1QcsUKuPRFygWldukcsXd4Tg9fwKpI2pNdS48hE0ht0OkdRdk

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