Вы находитесь на странице: 1из 3

I.E. Diego Quispe Tito.

Ensayo sobre la obra “El Sexto” de José María Arguedas

ES EL SEXTO ¿UNA CARCEL O UN INFIERNO?


El humano a menudo posee una mente creativa a la hora de torturar a su misma
especie. Es por eso que el Sexto resguardaba en sus muros fríos las mayores
atrocidades cometidas por el hombre, que parecen ser sacadas del infierno…

Podemos deducir a través de los hechos como sería el infierno en la tierra, pues,
José María Arguedas nos relata como el estudiante Gabriel es llevado junto a otros
reos a la prisión. A primera vista nos damos cuenta de que esta cárcel, no es como
las otras. Esta no tiene los servicios necesarios y la atención médica es nula debido
a que el médico hace caso omiso a las urgencias de los presos mintiéndoles y
deseándoles la muerte. Tal es el caso de los presos, Alejandro Cámac y
Pacasmayo, a quienes se les oculta la realidad de los males que les atormenta.

La prisión está dividida en tres pisos y a su vez en partes. El primer piso está
conformado por los vagos, que son la escoria del Sexto, estos no hacen nada por
su vida, se la pasan espulgándose y llorando sus desventuras, y a la hora de comer
son como bestias hambrientas maltratándose y buscando saciar sus estómagos a
tal grado de ingerir basura y sangre humana, lo cual nos da a entender un tipo de
canibalismo; los ejemplos más destacados son el “Japonés “y el “Pianista”,
violentados y ultrajados por los amos del Sexto o en este caso; los demonios de la
cárcel. Me pregunto, Cómo muchas personas poseen lujos y comodidades, mientras
los necesitados mueren de hambre olvidados por sus gobernantes, que ven perecer
y sufrir a sus semejantes.

Un punto más a tratar, es el caso de “clavel”, un muchacho prostituido por uno de


los jefes de la prisión, habría sido secuestrado en la calle y traído al infierno como
víctima de proxenetismo para saciar el apetito sexual de los presos por unas
cuantas monedas, día tras día sin piedad y con aparente locura.

En el segundo piso se encuentran los ladrones, asesinos, violadores y los jefes del
Sexto, conformados por “Maraví” respetado entre los ladrones, tiene un apetito
voraz insaciable en lo sexual y ha mandado a secuestrar a muchos inocentes con
este fin.

Otro jefe es “Rosita” el travesti, ladrón y asesino respetado por destripar a unos
cuantos y que en su momento fue pareja de “Puñalada”, el proxeneta. A este último
se le puede llamar el diablo en persona, encargado del narcotráfico y trata de
personas, afroamericano de grandes dimensiones que un látigo en la mano maltrata
a los vagos y se burla de ellos. Estos jefes son los encargados de hacer del Sexto
el lugar más peligroso y olvidado por Dios de todo el Perú.

Andrew Meyhel Bejar Año


Estudiante del 5° de Secundaria.
I.E. Diego Quispe Tito.
Ensayo sobre la obra “El Sexto” de José María Arguedas

Tocamos el caso de Libio Tasaico, un joven quechuahablante de catorce años que


fue llevado al Sexto injustamente, directo a la celda de puñalada, que como ya
sabrán, lo ultrajó sin compasión, el joven fue socorrido por el estudiante Gabriel que
lo ayudo al verse conmovido, jurándole venganza junto a otro preso llamado Don
Policarpo, el “piurano”.

El “Piurano” es un sujeto al que se le debe llamar hombre hasta la muerte, puesto


que es honrado y valiente sin miedo a la muerte, con una sed de sangre hacia los
malos y un hombre de palabra, que tal vez no logro matar a puñalada pero ajusticio
a otro poderoso personaje de la sociedad llamado “Pato”, corrupto hasta los huesos,
que trato de matar al estudiante y al piurano, pero como dice el dicho “No escupas
al cielo que te puede caer en la cara”, el obtuvo su merecido.

Finalmente en el tercer piso se encuentra la basura de la sociedad, los más


acomodados; los políticos, divididos entre comunistas y apristas, también es el
hogar de Gabriel, quien se mantiene al margen de estos partidos, estos lo llaman
“Pequeño burgués soñador”, él no es una persona grata para a los apristas y tratan
de inculparlo de muertes como la del Pianista, por tratar de ayudarlo o de Alejandro
Camác; su consejero y compañero de celda, decían que lo envolvía en ideas
burguesas, acelerando el avance de su enfermedad.

Entonces no preguntamos: ¿Qué hicieron los presos ante tanta tropelía? Pues, los
del tercer piso acordaron presentar un documento de reclamos ante el comisario,
para así parar las injusticias y crímenes que se cometían; Gabriel y los líderes
partidarios fueron a conversar con la autoridad penitenciaria. Sin embargo, este
corrupto, los rechaza, insulta, escupe y patea, dejándoles el sabor amargo de que
nunca serán escuchados.

Alejandro Camác, indio/minero de la sierra, enfermo de tuberculosis, tiene ideas y


una moral llamativa; él quiere mantener los ideales antiguos de normas y principios
indígenas, que van en contra de la sociedad actual; nos ponemos a pensar, lo que
tantos corruptos venden: “conservar nuestra cultura o rescatar el idioma quechua”.
No son nada más que palabras vacías en una sociedad ignorante liderada por
demonios con corbata, de los cuales no se sabe nada, pero la gente cree en ellos
como si de un ángel se tratase. Es entonces el momento en que los peruanos nos
informemos, leamos más, culturicémonos, tenemos un país rico en historia, ciencia
y cultura, dejemos atrás las absurdas ideas y pensamientos arcaicos que nos tienen
divididos por raza o género y cuando eso ocurra, estemos felices de decir que
somos peruanos y nos enorgullecemos de ello.

Andrew Meyhel Bejar Año


Estudiante del 5° de Secundaria.
I.E. Diego Quispe Tito.
Ensayo sobre la obra “El Sexto” de José María Arguedas

Para concluir con mi ensayo, debo manifestar que, El Sexto tiene muchas y más
razones para ser llamado infierno, desde los demonios que la habitaban, los
humanos insensibles que no hicieron nada y las almas silenciadas, muertas con una
lúgubre luz de esperanza.

Hoy en día, aunque el Sexto haya dejado de existir aún se tienen sus ideales
implantados, en la raíces de la sociedad, pero como nadie hace algo, el mal sigue
creciendo hasta que explote y acabemos como otros países podridos. Propongo
entonces la purga del Perú, empleando la moral inca, con leyes favorables que han
sido olvidadas a lo largo de los años; las ideas nuevas que remplacen a las antiguas,
acabando con el machismo y la homofobia, reescribamos un futuro prometedor, sin
miedo y desigualdad. Peruanos unidos lograremos lo que otros países no; con un
renacimiento que deje en alto el nombre de nuestro país.

Tal vez esto es lo que José María Arguedas trato de enseñarnos, que nos
aceptemos como hermanos, que el Perú sea libre de esclavitud, que la cultura de
los andes no sea olvidada y a través de sus obras encontrar las respuestas a estos
acertijos de la vida, comúnmente llamados problemas.

¡Reflexionemos! ¿Qué es lo que hacemos por el Perú y su vasta historia?...

Por: Andrew Meyhel Bejar Año (otro pequeño burgués soñador)

Referencias Bibliográficas:

1. Arguedas José María (1961) Novela “El Sexto” Sexta edición Lima Editorial:
Juan Mejía Baca
2. Arguedas José María (1941) Novela “Yawar Fiesta” Primera novela Lima

Andrew Meyhel Bejar Año


Estudiante del 5° de Secundaria.

Вам также может понравиться