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Giorgio Agaraben

El sacramento del lenguaje


Arqueología del juramento
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Homo sacér, II, 3

Traducción de Mercedes Ruvituso

Adriana Hidalgo editora


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Agamben,Giorgio
El sacramento del lenguaje / Giorgio Agaraben. - 1'ed. 1* reimp.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora, 2017.
118 p.; 19 X 13 cm.- (filosofía e historia)
Traducción de: Mercedes Ruvituso

ISBN 978-987-1556-30-4
El sacramento del lenguaje
1. Filosofía Contemporánea. I. Ruvituso, Mercedes, trad. II. Tirulo.
CDD 190

filosofía e historia

Título original: II sacramento delUngiiag^o.


Archeota^ deljuramento
Traducción: Mercedes Ruvituso

Editor: Fabián Lebenglik


Diseño: Gabriela Di Giuseppe
Producción: Mariana Lemer

2'edición en Argentina

© 2008, Gius. Laterza & Figli, All rights reserved


Published by arrangement with Marco Vigcvani Agenzia Letteraria
© Adriana Hidalgo editora S.A., 2010, 2017
www.adrianahidalgo.com

ISBN 978-987-1556-30-4
e

Impreso en Argentina
Printed in Argentina
Queda hecho el depósito que indica la ley 11.723

Prohibida la reproducción parcial o total sin permiso escrito


de la editorial. Todos los derechos reservados.

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Yon diesen Vorgdngen meldet kein Zeuge;


sie zu verstehn bietet unser eignes Bewusstsein
keinen Anhalt. N¡ir eine Urkundc ist uns von ihnen
geblieben, so schiuei^am detn unkimdigen,
loie beredt dem kundigen: die Sprache.

De estos procesos ningún testigo nos informa,


nuestra conciencia no nos da ningún apoyo.
Nos ha dejado un único documento, tan mudo para
el ignorante, como elocuente para el erudito: el lenguaje.
Hermann Usener

Der Schematismus der Verstandesbegrijfe ist...


ein Augenblick en welchetn Metaphysik und Physik
beide Uferzugleich berühren Stix interfusa.

El esquematismo de los conceptos del entendimiento es...


un instante en el que metafísicá y física tocan
simultáneamente sus orillas Stix intei;fusa

Immanuel Kant
El sacramento del lenguaje

1. En 1992, el libro de Paolo '^xoói IIsacramento delpo-


tere {Elsacramento delpoder\ llamó fuertemente la atención
sobre la importancia decisiva del juramento en la historia
política de Occidente. Situado en la articulación entre reli^
gión Y política, el juramento no sólo testimonia esa "doble
pertenencia" (Prodi, p. 522) que define, según el autor, la
especificidad y la vitalidad de la cultura occidental cristiana;
también ha sido, de hecho -este es el diagnóstico con el que
empieza el libro (ibíd., p. 11)-, la "base del pacto político
en la historia de Occidente". Como tal, es posible volver a
encontrarlo en su función eminente, cada vez que este pac
to entra en crisis o vuelve a reanudarse de formas diversas,
desde los comienzos del cristianismo hasta la lucha por las
investiduras, desde la "sociedad jurada" del Medioevo tardío
hasta la formación del Estado moderno. En coherencia con
esta función central del juramento, su irreversible deca
dencia actual sólo puede corresponder, según Prodi, a una
"crisis que concierne al ser mismo del hombre como animal
político" (ibíd.). Si hoy nosotros somos "las primeras ge
neraciones que,a pesar de la presencia de algunas formas y
liturgias del pasado [...], viven la propia vida colectiva sin
el juramento como vínculo solemne y total, sacralmente
Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

aferrado a un cuerpo político" (ibíd.); esto significa, en verdadera investigación histórica, no puede dejar de cuestio
tonces, que sin ser conscientes de ello nos encontramos en narse el presente) con los resultados de las investigaciones
el umbral de "nuevas formas de asociación política", cuya de la lingüística, de la historia del derecho y de la religión—,
realidad y sentido todavía debemos examinar. se trata de preguntarse ante todo: ¿qué es el juramento, qué
Como está implícito en el subtítulo {Eljuramento políti sucede en él, si define y póne en cuestión al propio hombre
co en la histona constitucional¿le Occidente), el libro de Prodi como animal político? Si el juramento es el sacramento
es una investigación histórica y, como suele ocurrir en estas del poder político, ¿qué es aquello que, en su estructura
investigaciones, el autor no se plantea el problema de lo que y en su historia, ha hecho,posible que fuera investido de
define como el "núcleo a-histórico e inmóvil deljuramento- semejante función? ¿Qué nivel antropológico, decisivo en
acontecimiento"(ibíd., p. 22). La definición que se esboza todo sentido, está implicado en él, para que el hombre en
rápidamente en la "Introducción","desde el punto de vista su totalidad, en la vida y en la muerte, pudiera ser llamado
antropológico", repite así lugares comunes extraídos de las en causa en él y por él?
indagaciones de los historiadores del derecho, de los histo
riadores de la religión y de los lingüistas. Como muchas ve
ces sucede cuando un fenómeno o una institución se coloca 2. En el pasaje de Licurgo que Prodi pone como exergo
en el cruce de diversos territorios y disciplinas, ninguno de a su libro, se expresa con claridad la función esencial del
ellos puede reivindicarlo completamente como propio; y juramento en la constitución política. "El juramento -se
la gran cantidad de estudios particulares en general no está lee aquí— es aquello que mantiene unida [td synéchori] la
acompañada por una tentativa de síntesis que dé cuenta democracia". Prodi habría podido citar otro pasaje, el del
de su complejidad, de su origen y de su relevancia global. filósofo neoplatónico Hierocles que, en el ocaso del he
Dado que, por otro lado, desde el punto de vista científico lenismo, parece remarcar esta centralidad del juramento
no parece ser recomendable un compendio ecléctico de los haciendo de él un principio complementario a la Ley:
resultados de las disciplinas particulares, y el modelo de una "Mostrábamos antes, que la ley \_nómos\ es la operación
ciencia general del hombre" no goza desde hace tiempo siempre igual por la cual Dios conduce eterna e inmuta
de buena prensa, la presente investigación se propone, no blemente a la existencia todas las cosas. Llamamos enton
tanto una indagación sobre el origen, sino más bien una ces juramento \hórkos[ a aquello que, siguiendo esta ley,
arqueología filosófica del juramento. conserva \diateroúsan\ todas las cosas en el mismo estado
Entonces -poniendo en relación la apuesta de una y las vuelve estables, de modo que, en tanto estas están
investigación histórica como la de Prodi (que como toda contenidas en la garantía del juramento y mantienen el

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

orden de la ley, la firmeza inmutable del orden de la crea qué consiste esta vis se sigue claramente de la definición
ción es el cumplimiento de la ley creadora"(Hirzel, p. 74; etimológica de hifides que,según Cicerón, está en cuestión
cfr. Aujoulat, pp. 109-110). en el juramento: qúiafiat quoddictum est appellatamfidem
Conviene prestar atención a los verbos que expresan la [porque hace lo que es dicho es llamado fe] (ibíd., I, 23).
función del juramento en los dos pasajes. Tanto en Licur Desde la perspectiva de esta vis específica, es necesario
go como en Hierocles, el juramento no crea, no da el ser, releer las palabras con las que Emile Benveniste, al co
sino que mantiene unido {synéchó) y conserva {diateréó) mienzo de su artículo de 1948, L'Expression du serment
aquello a lo que alguna otra cosa (en Hierocles, la ley; en dans la Gréce ancienne [La expresión deljuramento en la
Licurgo, los ciudadanos o el legislador) ha'dado el ser. Antigua Grecid]i definía la función del juramento: "[El
Una función análoga parece asignarle al juramento juramento] es una modalidad particular de aserción, que
aquel que Prodi define como el texto fundamental que la apoya, garantiza, demuestra, pero que no funda nada. In
cultura jurídica romana nos ha transmitido sobre esta ins dividual o colectivo, el juramento sólo existe en virtud de
titución, esto es, el pasaje del De officiis [Sobre los deberes] lo que refuerza y vuelve solemne: pacto, compromiso, de
(III, 29, 10) en el que Cicerón define el juramento de este claración. Prepara o concluye un acto de palabra que sólo
modo: ^^Sed in iure iurando non qui metus sed quae vis sit, posee un contenido significante, pero que por sí mismo
debet intelíe^; est enim insiurandum affirmatio religiosa; no enuncia nada. En verdad es im rito oral, muchas veces
quod aiitem affirmate quqsi dea teste promiseris id tenen- completado por un ritual manual cuya forma es variable. Y
dum est. lam enim non ad iram deonim quae nulla est, sed su función no consiste en la afirmación que produce,sino
ad iustitiam et adfidem pertinef. Affii-matio no significa en la relación que instituye entre la palabra pronunciada y
simplemente un proferimiento lingüístico, sino aquello la potencia invocada" (Benveniste [1], pp. 81-82).
que confirma y garantiza (el sucesivo affirmate promiseris El juramento no concierne al enimciado como tal, sino
no hace más que remarcar la misma idea: "Aquello que a la garantía de su eficacia: en él no está en cuestión la
has prometido en la forma solemne y confirmada del ju- función semiótica y cogiiitiva del lenguaje como tal, sino
ramerito"). Cicerón llama la atención sobre esta función más bien el asegurar su veracidad y su realización.
de estabilidad y garantía cuando escribe al comienzo:"En
el sacramento^ es importante comprender no canto el
temor que este genera, sino su propia eficacia [visY'-, y en 3. Tanto las fuentes como los estudiosos parecen con
cordar en que el juramento en sus diferentes formas tiene
'Más adelante (cfr. parágrafo 11),en referencia a la niísma cita(con diversa nomen como función principal garantizar la verdad y la eficacia
clatura, DeofficiisY^Í, 102-107)se trata deljuramento,no delsacramento[N.deT.J.

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Giorgio Aganiben El sacramento del lenguaje

del lenguaje."Los hombres -escribe Filón—,siendo infieles sino también, en el caso del juramento promisorio, el pro-
[apistoúmenoi, privados depistis, es decir de credibilidad], ferimiento de una obligación: "Los juramentos en sí no
recurren al juramento para obtener confianza" {De sacrif. producen una obligación nueva y peculiar, sobrevienen
Ab, et Caini 93). Y esta fixnción parece ser tan necesaria más bien como un vínculo de algún modo accesorio \velut
para la sociedad humana que, a pesar de la clara prohibi accessorium quoddam vinculum] a una obligación en sí mis
ción de toda forma de juramento en los Evangelios {Mt. ma válida" (ibíd., p. 333).
5, 33:37 Y 3. 12), la propia Iglesia lo ha aceptado y El juramento parece ser entonces un acto lingüístico
codificado, convirtiéndolo en una parte esencial de su destinado a confirmar una proposición significante (un
propio ordenamiento jurídico; ha legitimado así su man dictUTfí), de la que garantiza su verdad o efectualidad.
tenimiento y su progresiva extensión en el derecho y en Será necesario verificar la exactitud y las implicaciones
la praxis del mundo cristiano. Cuando, en 1672, Samuel de esta definición que distingue entre el juramento y su
Pufendorf retoma la tradición del derecho europeo en el contenido semántico.
Dejure naturae etgentium,funda la necesidad y la legitimi
dad del juramento precisamente en su capacidad de garan K La mayoría de los estudiosos están de acuerdo sobre la
tizar y confirmar, no sólo los pactos y los acuerdos de los naturaleza esencialmente verbal deljuramento (aunque este
hombres,sino más en general al lenguaje mismo:"A través puede estar acompañado de gestos, como el de levantar la
del juramento, nuestro lenguaje y todos los actos que mano derecha), desde Lévy-Bmhl a Benveniste, de Loraux
se conciben a través del lenguaje \sermoni concipnmtuí\ a Torricelli. En referencia a la naturaleza del dictum, suele
reciben una insigne confirmación [firmamentum]. Por distinguirse entre eljuramento asertorio, que se refiere a un
ello, oportunamente habría podido ocuparme de él más hecho pasado (y confirma, entonces, una aserción), y eljura
adelante, en la sección que se ocupa de las garantías de los mento promisorio, que se refiere a un actofuturo (que confir
pactos; sin embargo, he preferido hablar de él en esta sede, ma una promesa). La distinción ya se encuentra claramente
porque con el juramento se confirman no sólo los pactos, eiiunciada en Servio (Aen. XII, 816:iuro tune dici debere
sino también nuestro simple lenguaje [quod iureiurando cum confirmamus aliquid aut promittimus^. Sin embargo,
non pacta solum, sed et simplex sermo soleat confirmaría^ no sin razón Hobbes remitía estas dosformas dejuramento a
(Pufendorf, p. 326). una únicafigura, esencialmente promisoria: Ñeque obstat,
Pocas páginas después, Pufendorf remarca el carácter quod iusiurandum non solum promissorium, sed ali-
accesorio del vínculo del juramento que, en tanto confirma quando affirmatorium dici possit: nam qui aífirmationem
una aserción o una promesa, presupone no sólo el lenguaje, iuramento confirmat, promittit se vera responderé [y no

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

importa, si eljuramento es a veces una afirmación, y a veces, En su estudio sobre elJuramento, hijo de Discordia, Nicole
una promesa; porque aquel que confirma algo a través de Loraux se detiene en un pasaje de Hesíodo {Theog. 231-
unjuramento promete decir la verdad](De dve II, 20). La 232) en el que se define negativamente al juramento sólo
diferencia concierne, en efecto, no alacio deljuramento, idén a través de la posibilidad del perjurio,"como si el primero
tico en los dos casos, sino alcontenido semántico delóicixim. no tuviese otro fin que castigar al segundo y hubiese sido
creado, a título de flagelo más grande, sólo para aquellos
perjurios que él mismo produce, por el simple hecho de
4. Al final de su reconstrucción de la ideología de existir"(Loraux, pp. 121-122). Por lo tanto, ya en la época
las tres funciones a través de la epopeya de los pueblos arcaica, cuando el vínculo religioso habría tenido que ser
indoeuropeos, Georges Dumézil examina un grupo de más fuerte, el juramento parece implicar constitutiva
textos (celtas, iraníes, védicos) en los que parecen estar mente la posibilidad del perjurio; y parece estar destinado,
en cuestión los males o los "flagelos" {fléaux) correspon paradójicamente -como Loraux sugiere-, no a impedir
dientes a cada una de ellas. Se trata, por así decirlo, de los la mentira, sino a combatir los perjurios. De cualquier
flagelos funcionales" de las sociedades indoeuropeas, cada modo se entienda la etimología del término griego para
uno de los cuales amenaza a una de las tres categorías o el perjurio {eplorkos), sobre la que los estudiosos no dejan
funciones fundamentales: los sacerdotes, los guerreros, los de discutir, lo cierto es que, en la Grecia arcaica y clásica,
agricultores (en términos modernos: la religión, la guerra, se da por descontado. En las descripciones de las ciudades
la economía). En uno de los dos textos celtas examinados, presas de la guerra civil, no sólo Tucídides escribe que ya
el flagelo correspondiente a la función sacerdotal se define no existe "palabra segura ni juramento que infunda te
como "la disolución de los contratos orales", es decir, el mor"; también la inclinación de los griegos (en particular
denegar y desconocer las obligaciones asumidas(Dumézil de los espartanos) al perjurio era proverbial en tiempos de
[l],p.6l6).Los textos iraníes y los védicos eyocan el fla paz. Así, Platón desaconseja el juramento de las partes en
gelo en términos análogos: la infidelidad a la palabra dada, los procesos porque de lo contrario se descubriría que la
la mentira o el error en las fórmulas rituales. mitad de los ciudadanos son perjuros {Leg. XII, 948e). Y
Podría pensarse el juramento como el remedio contra es significativo que alrededor del siglo III a.C. los funda
este "flagelo indoeuropeo" que es la violación de la palabra dores de la Stoa discutieran si para ser perjuro es suficiente
dada y, más en general, como la posibilidad de la mentira que el que jura, en el instante del proferimiento, tenga la
inherente al lenguaje. Sin embargo, para remediar este intención de no mantener el juramento (era la opinión de
flagelo en particular, el juramento se vuelve inadecuado. Cleantes), o si es necesario, como sostenía Crisipo, que no

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

cumpla de hecho lo que había prometido (Hirzel, p. 75; theoísiny, porque aquel de los inmortales que vertiendo [el
cfr. Plescia/p. 84). Como garantía de un contrato oral o agua d£ la Estigia]perjure, [..] hasta que se cumpla un
de una promesa, el juramento aparecía con toda eviden año yace en la cama sin aliento y sin palabra, y lo cubre
cia desde el principio como completamente inadecuado un horrible sopor[..]y cuando, cumplido un año, este mal
para este fin, y una simple sanción de la mentira habría llega a sufin,pasa una prueba más difícil:por nueve años es
sido por cierto más eficaz. El juramento de ningún modo alejado de los dioses sempiternos, y no se une más a ellos, ni
constituye un remedio contra el "flagelo indoeuropeo"; para el Consejo ni para el banquete".
más bien es el flagelo mismo el que está contenido en su El nexo entí'ejuramento y perjurio, sin embargo, es desde
interior en la forma del perjurio. el origen tan esencial, que lasfuentes hablan de un verdadero
Es posible, entonces, que en el juramento originalmente "arte deljuramento"—en elque según Homero(Od. 19, 394)
no estuviera en cuestión sólo la garantía de una promesa o se destacaba Autólico- consistente en pronunciarjuramentos
la veracidad de una afirmación,sino que la institución que que,gracias a artificios verbales, sise tomaban alpie de la letra,
conocemos hoy con este nombre contenga la memoria de podían significar otra cosa diferente de lo que las personas a
un estadio más arcaico, en él que este concernía a.la consis las que les era prestado entendían. En este sentido debe ser
tencia misma del lenguaje humano y a la naturaleza misma entendida la observación de Platón según la cual "Homero
de los hombres en tanto "animales háblantes". El "flagelo" tiene gran admiración por Autólico, abuelo materno de
que el juramento debía encauzar no era sólo la desleáltad Odiseo, y lo proclama superior a todos los mortales en el arte
de los hombres,incapaces de mantener la fe en su palabra, de robary dejurar(Ideptosynei th'hórkoi te, Rep.334b)".
sino una debilidad que concierne al lenguaje mismo, la
capacidad de las palabras de referirse a las cosas y la de los
hombres de reconocer su condición de seres hablantes. 5. ¿Cómo debe entenderse la arché que está en cuestión
f
en una investigación arqueológica como la que aquí pro
M Elpasaje de Hesíodo al que se refiere Loraux se encuen ponemos? Hasta la primera mitad del siglo XX,el paradig
tra eri Theog. 231-232: "Horcos^ que a los hombres de la ma de esta investigación en las ciencias humanas había sido
tierra gran deshacía /proporciona, siempre que alguno per elaborado por la lingüística y la gramática comparada. La
jura voluntariamente". En la Teogoma (775--806), el agua idea de que fuera posible remontarse, a través de un aná
de la Estigia se describe siempre como ''elp'anjuramento de lisis puramente lingüístico, hacia estadios más arcaicos de
los dioses /theón mégan hórkon7" y también en este caso, la historia de la humanidad había sido presentada a fines
esta representa un "gran flagelo para los dioses /méga péma siglo del XIX por Hermann Usener en su indagación sobre

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

los Nombres de los dioses. Preguntándose, al comienzo de Esta existe en el mismo sentido y en la misma medida en
su investigación, cómo sucedió la creación de los nombres que existe una forma indoeuropea; pero cada una de estas
divinos, Usener sugiere que para contestar a esta pregunta formas, para ser rigurosos, no es otra cosa que un algorit
no tenemos más documentos que los que provienen de un mo que expresa un sistema de correspondencias entre las
análisis del lenguaje (Usener, p. 5). Pero ya antes que él, la formas existentes en las lenguas históricas y, en palabras de
gramática comparada había inspirado las investigaciones Antoine Meillet, aquello que llamamos indoeuropeo no es
de aquellos estudiosos, desde Max MüUer a Adalbert Kuhn otra cosa que "el conjunto de estos sistemas de correspon
y Emile Burnouf, que en los últimos treinta años del siglo dencias [...] que supone una lenguas hablada por hombres
XIX habían intentado fundar la mitología comparada y X en un lugar x en un tiempo x\ donde x está simplemente
la ciencia de las religiones. Dado que la comparación de en el lugar de "desconocido" (Meillet, p. 324). A menos
formas lingüísticas emparentadas permitía remontarse que quiera legitimarse el monstrum de una investigación.
hasta estadios de la lengua sin testimonios históricos (esas histórica que produce sus documentos originales, a partir
formas indoeuropeas, por ejemplo, ^deiwos o "^med, que del indoeuropeo jamás podrán extrapolarse acontecimien
los lingüistas tienen la costumbre de hacer preceder por tos que se supone ocurrieron históricamente. Por eso, el
un asterisco, para distinguirlas de las palabras documen método de Dumézil registró un progreso significativo
tadas en las lenguas históricas); de esta forma, a través de con respecto a la mitología comparada de finales del
la etimología y el análisis de los significados, era posible siglo XIX, cuando -alrededor de 1950- él reconoce que
remontarse a estadios de otro modo inaccesibles de la la ideología de las tres funciones (sacerdotes, guerreros,
historia de las instituciones sociales. pastores o, en términos modernos, religión, guerra, eco
Es en este sentido que Dumézil pudo definir su in nomía)"no se traducía necesariamente, en la vida de una
vestigación como la obra, "no de un filósofo, sino de un sociedad, en una división tripartita real de esta sociedad,
historiador de la historia más antigua y de,1a franja de como en el modelo hindú", sino que representaba sobre
ultra-historia \de la plus vieille histoire etde lafrange d'ultra- todo una "ideología", algo así como "un ideal, y al mismo
histoiré\ que cabe razonablemente intentar alcanzar"(Du tiempo, un modo de analizar y de interpretar las fuerzas
mézil [2], p. 14), declarando al mismo tiempo su deuda que regulan el curso del mundo y la vida de los hombres"
con la gramática comparada de las lenguas indoeuropeas. (Dumézil [1], p. 15).
La consistencia de la "franja de ultra-historia" que el En el mismo sentido, cuando Benveniste publica, en
historiador busca alcanzar aquí es, entonces, solidaria con 1969> su Vocabulario de las instituciones indoeuropeas.,
la existencia del indoeuropeo y del pueblo que lo hablaba. declarando en la "Premisa" que en sus análisis "no entra

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

ningún presupuesto extralingüístico" (Benveniste [2], I, eventualmente puede permitir la inteligibilidad de los
p. 10), no está del todo claro de qué manera deben enten fenómenos históricos.
derse el locus epistemológico y la consistencia histórica de Indagar arqueológicamente el juramento significará
lo que llama una "institución indoeuropea". por tanto orientar el análisis de los datos históricos, que
Será necesario definir aquí, en la medida de lo posible, limitamos esencialmente al ámbito grecorromano, en
la naturaleza y la consistencia de la "historia más antigua" dirección a una arché tendida entre la antropogénesis y
y de la "franja de ultra-historia" que una arqueología el presente. La hipótesis es, entonces, que la enigmática
puede alcanzar. Ya que está claro que la hacia la que institución, a la vez jurídica y religiosa, que designamos-
retrocede la arqueología no debe entenderse en modo con el término "juramento", se vuelve inteligible sólo si se
alguno como un dato situable en una cronología (ni la sitúa en una perspectiva que llama en causa a la propia
siquiera en una larga línea de tipo prehistórico) y tam naturaleza del hombre como ser hablante y como animal
poco más allá de esta, en una estructura metahistórica político. De aquí la actualidad de una arqueología del
intemporal (por ejemplo, como ironizaba Dumézil, en juramento. En efecto, la ultra-historia, como la antropo
el sistema neuronal de un homínido). Esta es más bien génesis, no es un acontecimiento que pueda considerarse
una fuerza operante en la historia, así como las palabras definitivamente acabado. Esta siempre está en curso, ya
indoeuropeas expresan ante todo un sistema de conexio que el homo sapiens nunca deja de convertirse en hombre,
nes entre las lenguas históricamente accesibles; así como quizás no haya terminado aún de acceder a la lengua y de
en el psicoanálisis el niño es una fuerza activa en la vida jurar por su naturaleza de ser hablante.
psíquica del adulto; y así como el hig bang, que se supone
dio origen al universo, es algo que continúa enviando
hacia nosotros su radiación fósil. Pero a diferencia del 6. Antes de continuar con nuestra investigación, será
big bang, que los astrofísicos pretenden datar^-si bien en necesario descartar un equívoco perjudicial que impide el
términos de millones de años—,la arché no es un dato, una acceso a aquella "historia más antigua" o a aquella "franja
sustancia o un acontecimiento, sino más bien un campo de ultra-historia" que una arqueología puede razonable
de corrientes históricas tendidas entre la antropogénesis y mente esperar alcanzar. Consideremos los análisis ejempla
el presente, la ultra-historia y la historia. Y como tal -en res que Benveniste le ha dedicado al juramento, primero en
la medida en que, como la antropogénesis, la arché es el artículo ya citado de 1948 y luego en el Vocabulario de
algo que se supone necesariamente acontecido, pero que las instituciones indoeuropeas. En los dos trabajos, es esen
no puede ser hipostasiado en un evento en la cronología- cial el abandono de la etimología tradicional del término

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Gíorgio Agamben El sacramento del lenguaje

hórkos, que lo remitía a hérkos, "recinto, barrera, nexo", y ampliamente sacralizado, todo objeto testigo podía trans
la interpretación de la expresión técnica para el juramen formarse de garante y custodio en potencia aterrorizante.
to —hórkon ómnymai- como "aferrar con fuerza el objeto Esta relación particular que liga al hombre a los objetos
sacralizante". Hórkos designa, entonces,"no una palabra o invocados es definida con el término hórkoSj que no de
un acto sino una cosa^ la materia investida por la potencia signa, como pensaba Benveniste, el objeto sobre el que se
maléfica, que le otorga a la obligación su poder obligan pronuncia el juramento, sino el recinto del que se rodea el
te (Benveniste [1], pp. 85-86). Hórkos es la "sustancia jurante"(Bollack, pp. 30-31). La sacralidad se desplaza aquí
sagrada" (p. 90), que se encarna siempre en el agua de la del objeto a la relación, pero la explicación queda inaltera
Estigia, en el cetro del héroe o en las entrañas de las vícti da. Según un paradigma infinitamente repetido, la fuerza y
mas sacrificiales. Siguiendo las huellas de Benveniste, un la eficacia del juramento deben buscarse en la esfera de las
gran historiador del derecho griego, Louis Gernet, evoca "fuerzas" mágico-religiosas a las que pertenece en origen y^
casi en los mismos términos la "sustancia sagrada" con la que se presupone como la más arcaica: la fuerza y eficacia
que se pone en contacto aquel que pronuncia el juramento del juramento derivan de esta esfera y van desapareciendo
(Gernet [1], p. 270; "Jurar significa entrar en la esfera de con el declinar de la fe religiosa. Al hombre que nosotros
las fuerzas religiosas, ciertamente, las más terribles"). conocemos históricamente se le presupone aquí un homo
La idea de que explicar una institución histórica signifi religiosus, que sólo existe en la imaginación de los estu
ca necesariamente reconducirla a un origen y a un.contexto diosos, dado que todas las fuentes de las que disponemos,
sagrado o mágico-religioso es tan fuerte en las ciencias como hemos visto, nos presentan siempre a un hombre
humanas, a partir de fines del siglo XIX, que cuando Jean religioso y, a su vez, irreligioso, fiel a los juramentos y, al
Bollack, en 1958, escribe su artículo Styx etsennents [Styx mismo tiempo, también capaz de perjurio. Lo que aquí
y juramentos^ para demostrar, contra Benveniste, que el queremos poner en cuestión es este tácito presupuesto de
término hórkos adquiere su verdadero sentido sólo si se todos los análisis de la institución del juramento.
lo restituye a su derivación etimológica de hérkos, no se
da CLíenta de que en el fondo mantiene lo esencial de la K La tesis de Benveniste sobre el hórkos como "sustancia
argumentación que quiere criticar: "El juramento, a través sagrada"deriva^ como el mismo autor sugere, de un articulo
de la fuerza mágica de las cosas, sitúa al jurante en una de Elias Bickermann, un estudioso de la antigüedad clasica
relación particular con los objetos invocados y con el mun quefue también un excelente historiador deljudaismo y del
do [...]. Muchos de los objetos invocados, como el hogar, cristianismo. El articulo en -cuestión, publicado en la Revue
pertenecen al ámbito de lo sagrado. Pero en un universo des études juives en 1935,se refiere aljuramento sólo a titulo

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

de ejemplo de método, eh el contexto de ima. critica del libro 7. En otro lugar (Agamben, pp. 79-89) ya hemos mos
de Gerardns van der Leetiw sobre la Fenomenología de la trado, a propósito de la supuesta ambivalencia del térmi
religión, que había aparecido dos años antes. Losprincipios no sacer, las insuficiencias y las contradicciones ligadas
metodológicos que Bickermann exponeparecen haber ejercido a la doctrina de lo "sagrado" elaboradas en la ciencia y
sobre Benveniste una notable influencia, aunque reflejan, en en la historia de las religiones entre fines del siglo XIX
realidad, unaformación cultural común (Bickermann, que y las primeras décadas del XX-' Basta aquí recordar que
había enseñado en París en L'Écolepratique des hautes étiides el momento determinante en la constitución de este
desde 1933 hasta 1942, cuandofue obligado por su origen "mitologema científico" —que ha condicionado negativa
judio a rejugiarse en los Estados Unidos—donde su nombre se mente las investigaciones de las ciencias humanas en un
convertirá en Bickerman—, había sido chargé des recherches sector particularmente delicado- es el encuentro entre la
en el Centre nationalde la recherche scientiflque, y se remitía noción latina de sacer con la de mana que un misionero
explícitamente al método de Antoine Meillet, que había sido anglicano, Robert Henry Codrington, había descripto
el maestro de Benveniste). De hecho, los cuati'o principios en su obra sobre las poblaciones de la Melanesia ijlhe
metodoló^cos recomendadospor Bickermann (abandono del Melanesians, 1891). Catorce años antes Codrington ya
recurso a la psicolo^a para explicar losfenómenos religiosos, había comunicado su descubrimiento en una carta a Max
descomposición de los hechos en si¿s elementos constitutivos o Müller, que lo había utilizado en las Hibbert Lectures,
temas,análisis aislado de lajunción de los elementosparti donde el concepto de mana deviene el modo en que "la
cularesy estudio de sufunción en elfenómeno en cuestión)se idea de lo infinito, de lo invisible y de aquello que más
encuentran punto porpunto en Benveniste. Una vez más, sin tarde se llamará lo divino puede aparecer en los pueblos
embargo, un estudioso tan prudente, examinando rápidamen más primitivos de forma vaga y nebulosa"(Müller, p. 63).
te eljuramento para ejemplificar su método, repite de modo En los años siguientes, la noción reaparece bajo nombres
acrítico elparadigma de la primordialidad de k sagrado, que diversos en los estudios etnográficos sobre los indios de
Benveniste retomará casi en los mismos términos: "Siemprey Norteamérica {prenda entre los iroqueses, manitou en
en todo lugar la idea esponer en relación una aflnnación con tre los algonquinos, wakan entre los dakota), hasta que
una cosa sacada[...]elfin es igualeit cada caso:poner la afir Robert Marett, en su TlmsholdofReli^on (1909), hace de
mación en relación con la Sustancia sagrada"(Bickermann, esta "fuerza" invisible la categoría central de la experiencia
pp. 220-221). religiosa, A pesar de la inconsistencia de las teorías sobre
la religión de autores como Müller (que ejerció una real
dictadura sobre la naciente "ciencia" o, más bien, como

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

él prefería llamarla, "historia" de las religiones) y Marett, agrega Lévi-Strauss, en el que la noción de mana presenta
al que se debe la noción de animismo (otro mitologema verdaderamente los rasgos de una potencia misteriosa y
científico difícil de desterrar); la idea de un "poder o de oculta, este es en primer lugar el pensamiento de los estu
una sustancia sagrada", tan terrible como ambivalente, diosos: "Allí el mana es realmente mand'(ibíd., p. XLV).
vaga e indeterminada, como categoría fundamental del A fines del siglo XIX en Europa,la religión se había vuelto
fenómeno religioso, ejerció su influencia no sólo sobre con toda evidencia algo tan extraño e indescifrable, al
Durkheim, Freud, Rudolf Otto y Mauss, sino también menos para los estudiosos qtie querían hacer su historia
sobre esa obra maestra de la lingüística del siglo XX que o construir su ciencia, que estos buscaban su clave mas
es el Vocabulario de Benveniste. entre los pueblos primitivos que en la propia tradición.
Recién en 1950 con el ensayo de Lévi-Strauss, el pro Pero estos estudiosos, a través de conceptos como mana,
blema del significado de términos como mana se plantea no hacían otra cosa que reconstruir como en un espejo
sobre bases completamente nuevas. En páginas memora la misma imagen extravagante y contradictoria que ellos
bles, Lévi-Strauss vincula estos términos con expresiones mismos habían proyectado.
comunes de nuestro lenguaje como truc (coso) o machín
(asunto), que se usan para designar un objeto desconocido K Refiriéndose a una ineíñtable- desconexión entre signi
o cuyo uso no logra explicarse. Mana, orenda, manitou no ficante y significado, Lévi-Strauss retoma y desarrolla de un
designan una sustancia sagrada ni los sentimientos sociales modo nuevo la teoría de Max Mullen que ve en la mitología
respecto a la religión, sino un vacío de sentido o un valor una especie de 'mfoTnedad''del conocimiento causada por el
indeterminado de significación, que ante todo concierne lenguaje. Segiin Müíler, en efecto, el origen de los conceptos
a los mismos estudiosos que se sirven de él: "Siempre y en mitológicos y religiosos debe ser buscado en la influencia que
todo lugar, este tipo de nociones, un poco como los sím el lenguaje, en el que necesariamente están presentes paroni
bolos algebraicos, intervienen para represen^tar un valor mias, polisemias y ambigüedades de todo tipo, ejerce sobre
indeterminado de significación, en sí mismo privado de elpensamiento. "La mitolo^a -escribe- es la sombra opaca
sentido y entonces susceptible de recibir cualquier signi que el lenguaje arroja sobre elpensamiento y que no podrá
ficado, cuya única función es llenar una distancia entre desaparecer hasta que la lengua y el pensamiento coincidan
significante y significado o, más exactamente, señalar que completamente, circunstancia que no ocurrirá jamás''(cfr.
en una circunstancia determinada, en cierta ocasión, se Cassirer,p. 13).
establece una relación de inadecuación entre significante
y significado" (Lévi-Strauss, p. XLIV). Si existe un lugar,

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Gíorgio Agamben El sacramento del lenguaje

8. Otro aspecto del mitologema científico que hemos &se originaria en la cual el derecho y la religión resultan
descripto recién (y ciertamente inseparable de él) es la idea indiscernibles. En el mismo sentido, Paolo Prodi, en su
de que la esfera de la sacralidad y de la religión -muchas historia política del juramento, evoca un "indistinto pri
veces unida a la de la magia, con lo cual, duplicando la con mordial" en el que el proceso de separación entre religión
fusión, se habla de una esfera "mágico-religiosa"— coincide y política no se ha iniciado' aún. En casos como estos, es
con el momento más arcaico al que la investigación his esencial tener el cuidado de no « proyectar simple y acrí-
tórica en las ciencias humanas puede remontarse, aunque ticamente sobre el "indistinto primordial" presupuesto,
sea con prudencia. Un simple análisis textual muestra que los rasgos que definen la esfera religiosa y la profana que
se trata de una presuposición arbitraria, lle^^ada a cabo por nos son conocidos y que son, por cierto, el resultado
el estudioso en el momento en que alcanza, en el propio del trabajo paciente de los historiadores. Así como un
ámbito de su investigación, un límite o un umbral docu compuesto químico tiene propiedades específicas que
mental; como si el pasaje a aquello que Franz Overbeck no es posible reducir a la suma de los elementos que lo
llamaba Urgeschichte [prehistoria] y Dumézil "franja de componen, aquello que está antes de la división histórica
ultra-historia" implicara necesariamente un salto a ciegas —suponiendo que exista algo del género- no es necesaria
en el elemento mágico-religioso. Este, muy a menudo, no mente la suma opaca e indistinta de los rasgos que definen
es otra cosa que el nombre que el estudioso, más o menos sus fragmentos. El pre-derecho no puede ser solamente un
conscientemente, le da a la térra ijicognita que yace más derecho más "arcaico", así como aquello que está antes de
alia del ámbito que el trabajo paciente de los historiadores la religión, tal como la conocemos históricamente, no es
logró definir. Consideremos, por ejemplo, en la historia sólo una religión más primitiva (el mand)\ por el contra
del derecho,la distinción entre la esfera religiosa y la esfera rio, sería aconsejable evitar los propios términos religión y
profena, cuyos rasgos distintivos se nos aparecen histórica derecho, e intentar imaginar una x, para cuya definición
mente -al menos en cierta medida- definido^. Cuando en necesitamos armarnos de la mayor cautela, practicando
este ámbito se alcanza un estadio más arcaico, el estudioso una suerte de arqueológica que suspenda—al menos
tiene ia impresión de que los límites se indeterminan y, de manera provisoria- la atribución de los predicados con
entonces, es llevado a hipotetizar un estadio anterior, que solemos definir la religión y el derecho.
en el cual la esfera sagrada y la profana (y muchas veces En este punto debería interrogarse el umbral de in
también la magica) no han sido distinguidas aún. Louis distinción con el que choca el análisis del investigador.
Gernet, trabajando sobre el derecho griego más antiguo, Este no es algo que debe ser proyectado descuidadamente
denominó,en este sentido,"pre-dereclro" (pré-droO) a una sobre la cronología -como un pasado prehistórico para el

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

que, en verdad,faltan los documentos-, sino más bien un 9. Consideremos ahora al juramento que se presenta
límite interno, cuya comprensión, poniendo en cuestión -en la única época en que podemos analizarlo, es decir,
las distinciones adquiridas, puede llevar a una nueva de en aquella para la cual poseemos documentos- como una
finición del fenómeno. institución jurídica que contiene elementos que estamos
acostumbrados a asociar con la esfera religiosa. Distinguir
bi El caso de Mauss es un ejemplofeliz de cómo la presu en el juramento una fase más arcaica, en la cual no es
posición del complejo sacro actúafiiertementey, sin embargo, más que un ritual religioso, de una más moderna, en la
es al menos en parte neutralizada por la atención particular a cual este pertenece plenamente al derecho, es totalmente
losfenómenos que definesu método. L'Esquisse d'une théorie arbitrario. En realidad, a partir de los documentos más
générale de la magie /Esbozo de una teoría general de la antiguos que poseemos -como la inscripción sobre el
magiay de 1902 empieza con una tentativa de distinguir los vaso de Dueños en Roma, que data de finales del siglo
fenómenos mágicos de la religión, delderecho y de la técnica, a.C.-, este se presenta como una fórmula promisoria
con los que se confundían habitualmente. Sin embargo, el de carácter indudablemente jurídico, en este caso en
análisis de Mauss choca siempre confenómenos(por ejemplo, particular, la garantía que el tutor de la mujer le ofrece
los ritualesjurídico-religiosos que contienen una maldición al futuro marido en el momento del matrimonio o el
como la devotioy) a los que no es posible asignarles una sola compromiso. Y, sin embargo, la fórmula escrita en un
esfera. Mauss es llevado, entonces, a transformar la oposición latín arcaico menciona a los dioses, es más, jura por los
dicotómica relifión-magia en una oposición polar, trazando dioses (iovesat deiuos quoi me mitat, "aquel que me envía
de este modo un campo, definido en los dos extremos por el -es el vaso el que habla- jura por los dioses", Dumézil
sacrificio ypor el maleficio, quepresenta necesariamente um [3], pp. 14-15). No necesitamos aquí presuponer como
brales de indecidibilidad(Mauss,p. 14). Sobre estos umbrales más antigua una fase puramente religiosa en la historia
Mauss concentra en efecto su trabajo. El resuEq-do, como ha del juramento que ningún documento en nuestra pose
observado Dumézil, es que para élya no existen por un lado sión certifique como tal: en la fuente más antigua que
hechos máceos y por el otro hechos religiosos; "su intención la tradición latina nos permite alcanzar, el juramento es
principal ha sido la de poner en evidencia la complejidad un acto verbal destinado a garantizar la verdad de una
de todofenómeno y la tendencia de la mayor parte de ellos promesa o una aserción, que presenta los mismos rasgos
a exceder toda definición, situándose simultáneamente en que confirman las fuentes más tardías y que no tenemos
niveles diferentes"(Dumézil[3],p. 49). ningún motivo para definir como más o menos religioso,
más o menos jurídico.

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Giorgío Agamben El sacramento del lenguaje

Esto mismo vale para la tradición griega. El juramento que abre la Metafísica, induce más bien- a situar al jura
que las fuentes más antiguas nos presentan en una casuís mento entre los "primeros principios [protai aitiaí^^ de
tica implica el testimonio de los dioses, la presencia de los filósofos presocráticos, como si el origen del cosmos
objetos (el cetro, como en el "gran juramento" -mégas y del pensamiento que lo comprende implicase de algún
hórkos- de Aquiles al comienzo de la pero también modo al juramento.
los caballos, el carro o las entrañas del animal sacrificado), Todo el problema de la distinción entre lo jurídico y
todos ellos elementos que también hallamos en época lo religioso, en particular para el juramento, está entonces
histórica- para los juramentos, por cierto, de naturaleza mal planteado. No sólo no tenemos motivo para postular
jurídica(como en los pactos entre ciudades confederadas una fase pre-jurídica, en la cual este pertenecería sólo a la
en los que el juramento se define como "legal", hórkos nó- esfera religiosa, sino que quizás todo nuestro modo habi
mimos, cfr. Glotz, p. 749). Y, como hemos visto, también tual de representarnos la relación cronológica y conceptual
los dioses juran invocando el agua de la Styx; y a juzgar entre el derecho y la religión también deba ser revisado.
por lo que Hesíodo nos dice sobre el castigo del perjurio Quizás el juramento nos presenta un fenómeno que no es
hecho por un dios, también los dioses están sometidos a la en sí mismo, ni (sólo)jurídico ni (sólo) religioso, sino que
autoridad del juramento. Además, poseemos un testimo precisamente por esto puede permitirnos volver a repensar
nio autorizado, como el de Aristóteles, que nos informa qué es el derecho y qué es la religión.
que los filósofos más antiguos, "que fueron los primeros
en especular en torno a lo divino [theologósantas]", situaron hi Cuando se contraponen el derecho y la relifíón, es ne
entre los primeros principios del cosmos,junto a Océano cesario 'recordar que los romanos consideraban la efíera de lo
y aTetis, "al juramento sobre el agua que llaman Estigia" sagrado como parte integrante del derecho. El Digesto se abre
{Met. 983b, 32), y añade: "El más antiguo [presbpaton\ con la distinción entre e'/ius publicum [derecho público], que
es el más venerable [Hmiótaton], y el más vpnerable es el concierne alstatus rei publicae[estado de la cosapública], y el
juramento [hórkos de Hmiótaton €stiri\'^ (ibíd., 33). Según ius privatum [derechoprivado], que concierne ^/singulorum-
este testimonio, el juramento es lo más antiguo, no menos utilitatem [utilidad de los individuos];pero inmediatamente
antiguo que los dioses, que de algún modo están some después, el ius publicum se define como aquel derecho "que
tidos a él. Pero ello no significa que el juramento deba consiste en las cosas y en los ntuales sagrados, en los sacerdotes
ser pensado como una "sustancia sagrada"; al contrario, y en los magstrados"(ius publicum quod in sacris, in sa-
el contexto del pasaje, que es el de la reconstrucción del cerdotibus, in magistratibus-consistit, Ulpiano, Dig. 1, 1).
pensamiento de Tales en la breve historia de la filosofía En el mismo sejitido, Gayo (Inst. II, 2) distingue las cosas

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

según su pertenencia alius divinum [derecho divino]o alius jura, él testimoniaría por sí mismo, lo que es absurdo,
humanum [derecho humano], precisando que divini iuris dado que, quien da testimonio y aquel por el que se
sunt veluti res sacrae et religiosae [son de derecho divino las testimonia deben ser diferentes... Si entendiéramos en
cosas sagradas y las cosas religiosas];pero esta summa divisio el modo justo la expresión 'he jurado por mí mismo,
de las cosas es, obviamente, interna al derecho. pondríamos punto final a,estos sofismas. Quizás las
cosas son así; ninguno de los que puede ofrecer una
garantía [pistoün dynatai] puede hacerlo con seguridad
10. Dos textos nos permitirán retomar el análisis del ju en comparación a Dios, ya que él no le ha mostrado a
ramento sobre nuevas bases. El primero es un pasaje de las ninguno su naturaleza, sino que la ha mantenido oculta
Legum allegoriae [Interpretación alegórica de las leyes] (204- a todo el género humano... Sólo él puede, entonces,
208) de Filón, que, a propósito del juramento que Dios le hacer afirmaciones sobre sí mismo, puesto que sólo él
hace a Abraham en Gen. 22, 16-17, pone al juramento en conoce exactamente y sin errores su propia naturaleza.
una relación constitutiva con el lenguaje de Dios: En tanto sólo Dios puede comprometerse con certeza
sobre sí y sobre sus acciones, con más razón, entonces,
Considera que Dios no jura sobre otro —nadie le es él pudo jurar por sí mismo, poniéndose como garantía
superior— sino sobre sí mismo, porque él es el mejor de de sí mismo [ómnye catHhemtoúpistoúmenos heautón],
todos. Sin embargo, algunos dicen que no le concierne y ningún otro habría podido hacerlo. Por esto deberían
el jurar, porque el juramento se hace en vistas de la con considerarse impíos aquellos que dicen jurar por Dios,
fianza \pisteos énekd\ y sólo Dios es confiable [pistos]... en efecto, nadie jura por él, porque no puede tenerse
El hecho es que las palabras de Dios son juramentos conocimiento de su naturaleza. Deberíamos confor
[hoilógoitoü theoú leyes divinas y normas marnos con poder jurar por su nombre, es decir, por
sacrosantas. Y es prueba de su fuerza que lo que él dice la palabra que es su intérprete [toú ermenéos lógou]-1
ocurre [an eipeigínetaí], aquello que es la característica este es el Dios para los seres imperfectos, mientras que
más propia del juramento. Se sigue de ello que lo que el Dios de los perfectos y los sabios es el primero. Por
él dice, todas las palabras de Dios, son juramentos esto Moisés, maravillado por el exceso de lo ingenerado,
confirmados por su cumplimiento en los actos [érgojt. dijo: 'jurarás por su nombre', y no por el. La criatura
apotelésmasi]. Dicen que el juramento es un testimo generada sólo puede dar confianza y testimonio con la
nio [martyrían] de Dios acerca de las cosas que están palabra de Dios; el mismo Dios es en cambio la fe [pistis]
en discusión. Pero en el caso de que fuera Dios el que y el testimonio más fuerte de sí mismo.

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

Intentemos sintetizar en cinco tesis las implicaciones recurren al juramento para conseguir credibilidad; Dios,
de este breve tratado sobre el juramento: en cambio, incluso cuando habla es confiable \pistos\, ya
El juramento es definido por el hacerse realidad en los que sus lógoi no difieren en nada, en cuanto a la certeza,
hechos de las palabras {kn eipeígínetai, la correspondencia de un juramento. Nosotros les añadimos a las afirmaciones
puntual entre las palabras y la realidad). el juramento, mientras que el juramento mismo se hace
Las palabras de Dios son juramentos. confiable por Dios. Dios no es creíble a causa {did\ del ju
El juramento es el lógos de Dios y sólo Dios jura real ramento,sino que eljuramento es seguro a causa de Dios".
mente. Considérese en la última frase la recíproca implicación
Los hombres no juran por Dios, sino por su nombre. entre Dios y el juramento, que reproduce un modelo re
Dado que no sabemos nada de Dios, la única defini tórico frecuente no sólo en el judaismo, el cual funciona
ción cierta que podemos dar de él es que él es el ser cuyos invirtiendo una verdad sancionada (un buen ejemplo se
lógoi son hórkoi, cuya palabra atestigua con absoluta cer encuentra en Me. 2:27,"el sábado ha sido hecho para [did\'
teza acerca de sí mismo. el hombre y no el hombre para el sábado"). En la tradición
Ó.ÍSIC2L pistos es por excelencia el hórkos, tal como en la tra
El juramento, definido a partir de la correspondencia dición ]\i¿X3i pistos {email} es por ^celencia el atributo de
entre las palabras y los actos, cumple aquí una función Dios. Desarrollando'esta analogía (quizás sobre las huellas
absolutamente central, y.no sólo sobre el plano teológico del verso de Esquilo -fragmento 369- en el que se lee que
en tanto define a Dios y a su lógos, sino también sobre el "el juramento no es garante del hombre,sino el hombre del
plano antropológico, porque pone en relación al lenguaje juramento"), Filón establece una conexión esencial entre
humano con el paradigma del lenguaje divino. Si el jura Dios y el juramento, haciendo de este la palabra misma
mento es, en efecto, aquel lenguaje que siempre se realiza de Dios. De este modo, sin embargo, no sólo el lenguaje
en los hechos y éste es el lógos de Dios (en elfie sacrificiis humano, sino también Dios mismo es irresistiblemente
(65),'Filón escribirá que "Dios hablando, en el mismo conducido hacia la esfera del juramento. En el juramento,
instante, hace [ho theós légon dma epoíeiY^), el juramento en efecto, el lenguaje humano comulga con el de Dios; por
de los hombres es, entonces,la tentativa de adecuar el len otro lado, si Dios es el ser cuyas palabras son juramentos,
guaje humano a este modelo divino, volviéndolo, dentro es absolutamente imposible decidir si él es confiable a
de lo posible,pistos, creíble. causa del juramento, o si el juramento es confiable a causa
En el De sacrificiis (93), Filón remarca esta función de Dios.
del juramento. "Los hombres —escribe—, siendo infieles.

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

11. El segundo texto es el célebre pasaje de De officiis que viola un juramento viola la confianza [Quis ius igitur
(III, 102-107), del que ya hemos citado algunas líneas, que iurandum violat, isfidem viola^^\ En el pasaje citado antes
ahora es necesario restituir a su contexto. Aquí se discute del primer libro de la obra,lafidesy "fundamento de la jus
el comportamiento de Atillo Régulo que, enviado a Roma ticia", era definida etimológicamente, exactamente como
por enemigos que lo tenían prisionero bajo el juramento en Filón, a través del hacerse realidad de lo que se ha dicho:
de que volvería, decide volver sabiendo que sería condena quiafiat quod dictutn est appellatam fidem (ibíd., I, 23).
do a muerte. La pregunta que Cicerón plantea concierne La fe es, pues, esencialmente la correspondencia entre el
al origen del poder obligante del juramento. "¿Qué hay lenguaje y las acciones. Entonces Régulo, puede concluir
-se preguntará- en el juramento? ¿Verdaderamente lo que Cicerón, ha actuado bien obserA'-ando su juramento: si es
tememos es la ira de Júpiter?". Sin embargo -contesta- lícito, en efecto, no observar un juramento con los piratas,
todos los filósofos afirman que los dioses no se irritan ni con los cuales, en tanto hostes omnium, no puede tenerse
dañan a los hombres. Y en este punto Cicerón enuncia la una fe común, sería injusto "turbar con un perjurio los
célebre definición del juramento que hemos citado: "En pactos y los acuerdos que regulan las guerras y la hostilidad
el juramento es necesario comprender no cuál es el temor {conditionespactmiesque bellicos ethostiles turbarperiurio]".
que genera, sino cuál es su propia eficacia [fion qui metus
sed quae vis sit debet i?itellegi\. El juramento, en efecto, Es necesario precisar elsignificado del término religiosas
es una afirmación religiosa [affirmatio religiosd\ y aquello en la definición ciceroniana deljuramento. Res religiosa es,
que has prometido de forma solemne y confirmada, como en Roma, lo que ha sido consagrado a los dioses manes (feli-
teniendo a Dios de testigo, esto debes mantenerlo". giosae quae diis manibus relictae sunt, Gayo, Institutiones
En este punto es decisiva la argumentación con la cual II, 3); en este sentido, religiosus por excelencia es elsepulcro,
Cicerón funda la vis del juramento. Esta no concierne a el lugar en el que ha sido inhumado un cadáver(corpus, que
la ira de los dioses, que no existe {quae nulo^ est)^ sino a los romanos distinguían de cadáver, que designa un muerto
la confianza {fides). La obligatoriedad del juramento no privado de sepultura). La res religiosa es sustraída al uso
deriva -según la opinión tantas veces repetida por los es profano y al comercio, y no puede ser alienada ni gravada
tudiosos modernos— de los dioses, que han sido invocados porservidumbre ni dada en usufructo o en prenda,y tampoco
sólo como testigos, sino del hecho de que el juramento se puede ser objeto de estipulación alguna (Jhomas, p. 74).
sitúa en el ámbito de una institución más vasta, lafides^ Más en general, la cosa religiosa, como la cosa sagrada, está
que regula tanto las relaciones entre los hombres como sometida a una serie deprescripciones rituales que la vuelven
las que existen entre los pueblos y las ciudades. "Aquel inviolable y que es necesario observar escrupulosamente. Se

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

comprende, entonces, en quésentido Cicerón puede hablar del hablar de una religio propia de las rodillas, de la mano
juramento como de una aíHrmatio religiosa. La "afirmación derecha y hasta de la orina (Hominum genibus quaedam
reli^osa" es una palabra garantizada y siistentada por una et religio inest observatione gentium [...] mtsz et aliis
religio, que la sustrae del uso común y comagrándola a los partibus quaedam religio, sicut in dextera: osculis adversa
dioses, la hace objeto de una serie de prescripciones rituales adpetitur, in fide porrigitur,'NH A7, 250-251). Ycuando,
(lafórmula y elgesto deljuramento, la llamada a testimonio en un texto de carácter mágico, leemos lafórmula contra el
de los dioses, la maldición en caso de perjuno, etcétera). El dolor de garganta: hanc religionem evoco, educo, excanto
doble sentido del término religio, que según los léxicos sig de istis membris, medullis (Mauss,p. 54), religio vale aquí
nifica tanto "sacrilegio, maldicióti"como "escrupulosa obser tanto por "maleficio" como para el conjunto de lasfórmulas
vancia de lasfórmulas y normas rituales'', se explica en este rituales que deben observarse para producir (y quitar) el
contexto sin dificultad. En un pasaje del De natura deorum encantamiento.
/Sobre la naturaleza de los dioses7 (II, 11), los dos sentidos Cuando alproyectar anacrónicamente un concepto mo-'
se distinguen y yuxtaponen a la vez: el cónsul Tiberio Graco, demo sobre elpasado, hoy se habla,de una "religión romana",
que'había olvidado hacer los auspicios en el momento de la no debe olvidarse que, según la clara definición que Cicerón
designación de sus sucesores, prefiere admitir su error y anu pone en labios del pontífice máximo Cota, ésta no era otra
lar la elección, ocurrida contra la religio, en lugar de dejar cosa que el conjunto defórmulas y de prácticas rituales que
que un "sacrilego"(religioj contamine alEstado: peccatum debían observarse en el ius divinum; cum omnis populi
suum, quod celari posset, confiten maluit, quam haerere Romani religio in sacra (las consagraciones) et in auspicia
In re publica religionem, cónsules summum imperíum sta- (los auspicios que debían consultarse antes de cada acto
tim deponere, quam id tenere punctum temporis contra público importante) divisa sit (De nat. deorum III, 5).
religionem [prefirió confesar unafalta, que podía haberse Por esto Cicerón podía mdicar la etimología de la religión
ocultado, a que hubiera recelos en elEstado; los^cónsulespre (compartida ademáspor los estudiosos modernos)en el verbo
firieron deponer de inmediato su mando absoluto, antes que relegere, observar escrupulosamente: qui autem omnia quae
retenerlo un instante en contra de la prescripción religiosa]. ad cultum deorum pertinerent diligenter retractarent et
Es en este sentido que, haciendo coincidir los dos signifi tamquam relegerent, sunt dicti religiosi ex relegendo [a
cados del término, tatito Cicerón como César y Livio pueden quienes volvían a tratar con diligencia y, por así decirlo,
hablar de una "religón deljuramento /religio iusiurandi7" "releían" todo lo referente al culto a los dioses, se les llamó
De modo similar, Plinio, refiriéndose a lasprescripciones que "religiosos", de "releer"](ibíd¡, II, 72).
deben observarse respecto a ciertas partes del cuerpo, puede

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

12. La proximidad entre la fe y el juramento no se Ies en un célebre artículo, se explica sin dificultad desde esta
ha escapado a los estudiosos y se confirma por el hecho de perspectiva: "Aquel que detenta la fides puesta en él por
que, en griego, es sinónimo de hórkos en expresiones un hombre tiene a este hombre en su poder. Por tViOfides
como:pístin kai hórkapoieisthai (prestar un juramento), deviene casi un sinónimo de dicio y potestas. En su forma
pista doünai kai lamhánein (intercambiarse un juramen primitiva, estas relaciones implicaban cierta reciprocidad:
to). En Homero,los juramentos son por excelencia pista poner la propia en alguien procuraba, a cambio, su
(confiables). Y, en el ámbito latino, Ennio, en un verso garantía y su ayuda. Pero precisamente este hecho subraya
que cita Cicerón, define \2,fides como "juramento de Jú la desigualdad de las condiciones. Se trata de una autori
piter" {ius iurandum lovis). Además, es significativo que dad que es ejercida junto a la protección sobre aquel que
estuviesen documentadas no sólo fórmulas de juramento se somete, a cambio de su sumisión y en la misma medida
"por la pistis de los dioses", sino también "por la propia de esta" (Benveniste [2], 2, pp. 118-119).
pistir -katd tés heautónpisteos diomósdmenoi(Dion. Ral. Se vuelve comprensible, entonces,la fuerte unión entre
XI, 54)- y que, además,la ''pistis de cada uno" {idia ékas- los dos términos latinos fides y credere que debía asumir
toipistis) valiese como el mégistos hórkos (ibíd., II, 75, cfr. tanto relieve en el ámbito cristiano. Meillet mostraba que
Hirzel, p. 136). el antiguo sustantivo verbal había sido reemplazado
Dumézil y Benveniste reconstruyeron a-partir de datos en el uso porfides, que expresaba una noción muy similar.
sobre todo lingüísticos, los rasgos originarios de aquella Credere significaba, en el origen, "dar el "^kred", poner la
antiquísima institución indoeuropea que los griegos lla propia fe en alguien de quien se espera protección y, de
maban pistis Y los romanos (en sánscrito, sraddhd): este modo,imirse a él en la fe(muchas veces estrechándose
la "fidelidad personal". La "fe" es el crédito del que se la mano derecha; dextrae dextras hmgentesfidem ohstrinxi'
goza cerca de alguien, en consecuencia del hecho de que mus, Liv. 23, 9, 3).
nos hayamos entregado confiadamente a él,,uniéndonos Además de regular las relaciones personales, lafides de
en una relación de fidelidad. Por esto la fe es tanto la sarrollaba una importante función en el derecho público
confianza que le otorgamos a alguien -la fe que damos- internacional, en la relación particular que se establecía
como la confianza de la que gozamos cerca de alguien: la a través de ella entre las ciudades y los pueblos. En una
fe, el crédito que tenemos. El viejo problema de los dos guerra, la ciudad enemiga podía ser vencida y destruida
significados simétricos del término "fe", activo y pasivo, por la fuerza {kath krdtos) y sus habitantes, asesinados o
objetivo y subjetivo, "garantía dada" y "confianza inspira reducidos a la esclavitud. Pero también podía suceder, en
da", sobre el que había llamado la atención Eduard Fránkel cambio, que la ciudad más débil recurriese a la institución

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

de la dedido in fidem, es decir, capitulase, remitiéndose En el caso de la.fi.des, exactamente como sucede en el
incondicionalmente a la fides del enemigo, y obligase así juramento, nos encontramos, pues, en una esfera en la
de algún modo al vencedor a un comportamiento más cual el problema de la relación genética entre la religión y
benévolo. Esta institución también era llamada por los el derecho debe retomarse sobre nuevas bases. Frente a la
griegos pístis {doúnai eis pistin, peithesthai)^ y fides por complejidad de estas instituciones que parecen ser a la vez
los romanos (infidem populi Romayii venire o se traderé). morales, religiosas, sociales y jurídicas, no sirve de nada,
Volvemos a encontrar aquí la estrecha conexión entre la como hacen algunos, recurrir a la categoría de pre-derecho
fe y el juramento: las ciudades y los pueblos que se unían (Imbert, p. 411). El hecho de que las instituciones en
recíprocamente en la deditio infidem intercambiaban ju cuestión no sean sancionadas jurídicamente (la impuni
ramentos solemnes para formalizar esta relación. dad del perjurio en la época más antigua, la ausencia de
Lafides, entonces, es un acto verbal acompañado por acción legal para el acreedor que se ha entregado a hifides
lo general de un juramento, por el cual nos abandonamos del deudor) no significa que tengan que ser consideradas
totalmente a la "confianza" de otro y obtenemos a cambio más bien religiosas que jurídicas; significa, en todo caso,
su protección. En todo caso, el objeto de la fides, como que con ellas la investigación ha alcanzado un límite que
en el juramento, es la conformidad entre las palabras y las nos obliga a reexaminar nuestras definiciones de lo que es
acciones de las partes. jurídico y de lo que es religioso.
Dumézil mostró que cuando, en Roma,la historia del
período monárquico, en la medida en que fiie recons H Uno de los lugares comunes de la doctrina sobre eljura
truida retrospectivamente, asumió una forma definida, la mento es que lafalta de una sanción para eljuramento en la
fides, que desarrollaba una importante función en la vida época antigua es elsigno de su pertenencia a la esfera religiosa,
pública y privada, fue divinizada y asociada a la figura de en tanto el castigo delperjuHo habría sido dejado a los dioses.
Numa, al que se le atribuía la fundación de ^os sacra y de Los estudiosos siguen citando el dictum de Tácito, deorum
las leges(Dumézil [4], p. 184). Fides se convierte entonces iniurias dis curae (Ann. 1, 73), sin prestar atención al con
en uiía diosa, para la cual, alrededor del 250, es construido texto jurídico-político al que pertenece. Rubrio fue acusado
un templo en el Capitolio; pero, como en el caso de Deus ante Tiberio de "haber violado, con un perjurio, el numen
Fidius, del que se discute si no era en origen distinto,de de Augiísto" (se trata, pues, de un tipo particular de jura
Júpiter y que, como Mitra, era una suerte de "contrato mento "por el genio del emperador", que se vuelve común en
personificado" (ibíd.), aquí la religión no precede, sino la edad imperial). Elproblema no es si elperjurio en general
que viene después del derecho. es o no punible, sino si Rubrio debe o no ser acusado de lesa

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

majestadpor su perjmio. En aquel momento Tiberio prefiere acá del derecho y de la religión; y que eljuramento represente
no utilizar una imputación de la que, como Tácito nos infor precisamente el umbral a través del cual el lenguaje entra en
ma, más tarde hará un uso feroz; y afirma sarcásticamente el derecho y en la religio.
que 'debe considerarse, de aqueljuramento, como si Júpiter Cuando, en una monografía sobre eljuramento en Grecia,
hubiera sido ofendido: las ofensas a los dioses son asunto de leemos: "En líneas generales, puede decirse que, hasta elfinal
los dioses /deorum iniuras dis omzt]". No se trata de ningún del siglo VI, el castigo divmo del perjurio todavía era una
modo, según las palabras de un comentador imprudente, d.e disuasión eficaz contra los abusos deljuramento. A partir
un "antiguo principio delderecho romano", sino delsarcasmo del siglo V en cambio, el individualismo y el relativismo del
de un emperador cuya escasa piedad religiosa ya se conocía movimiento sofista empezaron a minar la antigua noción de
(circa déos ec religiones negligentior [indiferente en lo que juramento, al menos para una cierta parte de la población y
respecta a los diosesy a lasprácticas religiosas], Suetonio, Tib. el temor a los dioses en el casa de perjurio comenzó a desva
69). Esto se confirma con claridadpor el hecho de que el otro necerse"(Plescia, p. 86), se t}'ata de afirmaciones que reflejan '
caso en el que encontramos enunciado el mismo principio es solamente la opinión del autor. Este se basa en la tergiversa
más tardío y significativainente se refiere al mismo problema ción de un pasaje de Platón (Le^. XII, 948b-d), obviamente
de la aplicabilidad del delito de lesa majestad a mijuramento irónico, en el cual Radamante, que se atribuía la institución
sobre el numen principis (también aquíla respuesta del em delproceso con juramentos, es alabado por haber entendido
perador es negativa y, con una referencia probable al dictum "que los hombres de entonces creían realmente que los dioses
de Tiberio, se sugiere que iusiurandi contempta religio satis existían, y con razón, porque en aquel tiempo casi todos
deorum ultorem haber, Codex iuris 4, 1, 2). descendían de los dioses y él mismo era, al menos por lo que
Que sólo sean consideradasjurídicas aquellas disposiciones dicen, uno de ellos". La ironía se acentúa aun máspor el hecho
para las quéseprevé una sanción es inexacto. Por el contrario, de que Platón,firmemente contrario al uso deljuramento de
Ulpiano afirma explícitamente que sólo debe, considerarse las partes en los procesos, agrega que Radamante, "dándoles
perfecta aquella ley para la que no está prevista sanción, a los contendientes un juramento sobre cada cuestión en li
mientras que la presencia de una sanción constituye a la ley tigio, las resolvía de modo veloz y seguro". La razón aducida
como imperfecta o minus quam perfecta (Xiber sing. regu- poco después para la exclusión deljuramento de las partes es
larum, prol 1-2). En el mismo sentido, la impunidad de la igualmente irónica y para nada nostálgca de una supuesta
mentira en muchos ordenamientos arcaicos no significa que su devoción antigua: "Ahora, en cambio, cuando decimos que
castigo sea competencia de los dioses. Es posible, quizás, que una parte de los hombres definitivamente no cree en los dioses
aquí nos encontremos con una efera dellenguaje que está más y que otros piensan que no se ocupan de nosotros, mientras

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

la Opinión de la mayoría y de los peores es que a cambio de en sacer. Se asocia al juramento la cualidad de sacro, la más
pequeños sacrificios y alabanzas, éstos los ayudarán a obtener terrible entre las que pueda recibir un hombre: eljuramen
grandes riquezas y los liberarán de grandespenas; el arte de to aparece como ima operación que consiste en convertir en
Radamante no se adapta para nada a losprocesos de los hom sacer 8.t manera condicional". En el mismo sentido. Fierre
bres de hoy". La objeción esencial cont)'a eljuramento de las Noailles puede escribir sobre el juramento en el proceso:
partes, en realidad, es que, como se dice poco después, hacer "En el proceso el actor se ha consagrado a sí mismo,se ha
jurar a las partes en elproceso equivale a obligar legalmente vuelto sacer a través del juramento"(Noailles [1], p. 282).
alperjurio: "Puesto que en una ciudad hay muchosprocesos, "La situación del perjuro -escribe Hirzel-no era otra que
es realmente terrible que se sepa con tanta ceneza que casi la la del sacer romano, que se consagraba a los manes y, como
mitad de los ciudadanosson perjuros"(cjr., siempre en Leg.X, tal [...] podía ser excluido de toda comunidad religiosa o
887a, la ironía de Platón en la teittativa de "establecerpor ley civil" (Hirzel, p. 158). En el mismo sentido, el juramento
que los dioses existen /homothetountes os ónton rheón7'^. puede ser visto como una devotio-. "Apenas se pronuncia el
juramento, uno se vuelve un ser consagrado' [...] ya que
el juramento es una devotio y, como hemos visto, el hórkos
13. Otra institución con la cual está estrechamente griego implica que uno se consagra con antelación al poder
ligado el juramento es la sacratio. Es más, tanto las fuentes de una divinidad justiciera en el caso de que se transgreda
antiguas como la mayoría de los estudiosos concuerdan en la palabra dada" (Benveniste [2], 2, p. 243).
ver al juramento como una forma de sacratio (o de devotio, De aquí la importancia, en el juramento, de la maldi
otra institución con la que tiende a confundirse la consa ción {ara, imprecatio) que acompaña constitutivamente la
gración). En ambos casos, un hombre se convertía en sacer, pronunciación. En aquella preciosa fuente para el cono
es decir, se consagraba a los dioses y era excluido del mundo cimiento de la antigüedad latina que son las Quaestiones
de los hombres (espontáneamente, como en^la devotio, o romanae {Cuestiones romanas], Plutarco nos informa que
porque había cometido im maleficium que hacía lícito que "todos los juramentos se concluyen con una maldición
cualquiera le diera muerte). "Se llama sacramentmn (uno del perjuro" {eis katáran teleutá tés cpiorkias, 44). Además,
de los dos términos latinos para el juramento) -se lee en los estudiosos tienden a considerar la maldición como
Festo (466, 2)- aquello que se cumple haciendo intervenir la esencia misma del juramento y a definir, por tanto, el
la consagración del juramento [iiisiurandi sacratione inter- juramento como una maldición condicional: "La maldi
positd\". "El juramento {sacramentum)—escribe Benveniste ción aparece como una parte-esencial en el juramento, y
(Benveniste [2], 2, p, 168)-implica la noción de convertir los juramentos de imprecación, puesto que en ellos este

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Giorgio Agaraben El sacramento del lenguaje

aspecto esencial del juramento se mostraba del modo más antes del duelo entre Paris y Menelao, el Atrida vierte al
puro y fuerte, valían así como los más potentes. Lo esencial suelo el vino desde una crátera y profiere la fórmula:"A los
y originario es la maldición"(Hirzel, pp. 138-139);"jurar primeros que transgredan los juramentos, que su cerebro
equivale sobre todo a maldecir, a maldecirse en el caso que se derrame por tierra como este vino" (//. III, 299-300).
se diga algo falso o no se mantenga lo que se ha prometido" Eljuramento parece resultar, entonces, de la conjunción
(Schrader, en Hirzel, p. 141), de tres elementos: una afirmación; la invocación de los
Sin embargo, Bickermann observa que la maldición dioses como testigos y una maldición hacia el perjuro. En
puede faltar (aunque los ejemplos que da no se refieren a el mismo sentido, podría decirse que el juramento es una
fuentes griegas o latinas) y que, por otro lado, puede haber institución que conjuga a la vez un elemento de tipo pistis
imprecaciones sin juramento (Bickermann, p. 220). La -la confianza recíproca en las palabras proferidas- y un
opinión de Glotz, según la cual la maldición acompaña elemento de tipo sacratio-devotio (la maldición). Pero, en
necesariamente al juramento pero no se identifica con verdad,las tres instituciones están terminológica y factual-
él, parece entonces más correcta y en este sentido debe mente tan entrelazadas(como en el léimmo sacramentum,
entenderse la recomendación contenida en documentos al mismo tiempo juramento y sacratio) que los estudiosos,
oficiales de "añadir al juramento la maldición" {toi hórkoi incluso sin sacar todas las consecuencias de esta proximi
thn arhn ínemeni Glotz, p. 752). Es necesario precisar, dad, tienden a tratarlos como una única institución. Sería
ademas, que el juramento muchas veces comporta tanto bueno no perder de vista que la serie pístis-horkos-dra o la
una expresión de mal augurio como de buen augurio y serie fides-sacminentum remiten a una única institución,
que, en las fórmulas más solemnes, la maldición sigue a por cierto arcaica, a la vez jurídica y religiosa(o pre-jurídica
una bendición:"A los que juran lealmente y son fieles a su y pre-religiosa), cuyo sentido y función debemos intentar
juramento, que los hijos les den alegría, la tierra les conce comprender. Pero esto significa que, en esta perspectiva,
da en abundancia sus frutos y el ganado sea fqcundo; a los el juramento parece perder su identidad específica para
perjuros, en cambio, que ni la tierra ni las bestias les den confundirse con lafides y la maldición, dos instituciones
frutos; que perezcan de mala muerte, ellos y su estirpe" cuya naturaleza -sobre todo en lo que se refiere a la mal
(ibíd.). Mientras la bendición puede faltar, la maldición dición- no es completamente clara y tampoco ha recibido
normalmente debe estar presente (Hirzel, p. 138). Esta.es demasiada atención por parte de los estudiosos. Por lo
la regla en Homero, en el cual la maldición es acompañada tanto, un análisis del juramento deberá enfrentarse, ante
por gestos y rimales elocuentes, como cuando, en la escena todo, con el problema de su relación con la maldición.
en que los troyanos y los aqueos intercambian juramentos

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Gíorgio Agamben El sacramento del lenguaje

hi La descripción de la escena deljuramento en el Critias IV, 166: karterbs hórkos mártys ésto Zeús,"potente juramen
(119d-120d) muestra muy bien la copertenencia de pístis, to sea testigo Zeus") o ísto Zeús {11. 7,411: hórkia de Zeús
hórkos y ara. Lo que produce eljuramento se define aquí ísto, "que Zeus vea los juramentos"), que-documentan las
como un modo de ''darse lafe";ypor otro lado, eljuramento fuentes antiguas, no parecen dejar dudas al respecto.
mismo es el que profiere, mediante votos (epeuchómenos^, Pero, ¿realmente es así? Se'ha observado que el testimo
"grandes maldiciones": "Cuando los reyes sepreparaban para nio que se trata aquí difiere esencialmente del testimonio
hacer justicia, se daban reciprocamente lafe de este modo en sentido propio, como el de los testigos en un proceso,
/pistéis ailélols coiásde edídosaii/ [...]. Sobre la columna, porque no puede contrastarse o verificarse de modo alguno
además de las leyes, había un juramento que profería me- (Hirzel, p. 25). Y no sólo el número de las divinidades in
diante votos glandes maldiciones al que violara lafe /hórkos vocadas tiende a aumentar, además del número de los "dio
en megálas ar^ epeuchómenos tois apeithoúsin/ Luego, ses legales" {nómimoi theoí o theoí hórkioi), hasta incluir
quitando sangre de la crátera con una copa y vertiéndola sobre ocho, dieciséis y, finalmente, a "todos los dioses"(como en
elfuego,juraban hacerjusticia según las leyes escritas sobre la el juramento de Hipócrates); sino que a veces se invocan
columna y castigar a quien las violara primero". como testigos ríos, árboles y hasta objetos inanimados
(el "lecho legítimo", léchos. kourídion, en 11. 15, 39). En
todo caso, lo decisivo es que en el juramento, en verdad,
14. Además, apenas se examinan con'más atención los no se trata de un testimonio en sentido técnico, porque,
elementos constitutivos del juramento, nos encontramos a diferencia de cualquier otro testimonio concebible, este
frente a imprecisiones y confusiones terminológicas sor coincide con la invocación, se realiza y agota en ella. Las
prendentes. Una de las características del juramento en la cosas no cambian, como algunas fuentes dejan suponer,
que todos los autores —tanto antiguos como modernos, de si se entiende el testimonio de los dioses, no como un
Cicerón a Glotz, de Agustín a Benveniste- paireen estar de testimonio, sino como el otorgamiento de una garantía.
acuerdo es la invocación a los dioses como testigos. En su Al igual que el testimonio, la garantía técnicamente no
comentario al De interpretatione de Aristóteles (4a), Amo puede tener lugar aquí, ni en el momento del juramento
nio distingue de este modo el juramento de la afirmación ni después: se presupone ya realizada con la pronunciación
{apóphansis) a través de "el testimonio del dios" {martyría del juramento (Hirzel, p. 27).
toú theou). Según esta doctrina infinitamente repetida, el El juramento es, entonces, un acto verbal que realiza
juramento es una afirmación a la que se suma el testimonio un testimonio, o una garantía, independientemente de su
divino. Las fórmulas imperativas mártys ésto (Pind., Pyth. tener lugar. La fórmula de Píndaro que citamos más arriba

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Giorgio Agamben- El sacramento del lenguaje

adquiere, pues, toda su importancia: karterbs hórkos mdríys no puede ser otro que el que liga al hablante con su palabra
ésto Zeús, "potente juramento sea testigo Zeus": Zeus no es y, a su vez, laspalabras con la realidad. Hirzel hace observar
testigo ¿¿1?/juramento, sino que juramento, testigo y dios con razón que el testimonio divino es invocado, no sólo por el
coinciden en la pronunciación de la fórmula. Como en Fi juramentopromisorio, sino también por el asertorio, en elque
lón, el juramento es un lógos que se cumple con necesidad; este no parece tener sentido, d menos que sea aquí el sentido
y este es precisamente el lógos de Dios. El testimonio se mismo el que estd en cuestión, la propiafuerza sigtificante del
da por el lenguaje mismo, y el dios nombra una potencia lenguaje (Hirzel, p. 26).
implícita en el mismo acto de palabra.
El testimonio que está en cuestión en el juramento
debe ser entendido, entonces, en un sentido que poco 15. Si dejamos de lado el problema de la intervención
tiene que ver con aquello que generalmente entendemos de los dioses como testigos para encarar el de su papel en
con este término. Este concierne, no tanto a la verificación la maldición, la situación no es menos confusa. Que la
de un hecho o un acontecimiento, sino, más bien, al pro maldición en lapólis desarrollaba una importante función
pio poder significante del lenguaje. Cuando, a propósito está probado por el hecho de que, en perfecta analogía
del juramento propuesto por Héctor a Aquiles (//. 22, con la tesis de Licurgo sobre el juramento, Demóstenes
254-255), se lee que "los dioses serán los mejores testigos menciona(20,107) entre los guardianes de la constitución
[mdrtyroi] y guardianes de lo que nos une {episcopal bar- ipoliteíd) —aunque ello pueda escandalizarnos-, jimto al
moniaon]", la "juntura" (tal es el significado originario pueblo y a las leyes (nómoi), a las maldiciones {áraí). En el
del término harmonía, que proviene del léxico de la car mismo sentido, evocando los vínculos entre los hombres
pintería), de la que los dioses son testigos y guardianes, a los que es imposible renunciar, Cicerón nombra juntas
no puede ser más que la que une las palabras y las cosas, a las maldiciones y a lasfides {Vor. V, 104: ubifides, ubi
es decir, el lógos como tal. exsecrationes, ubi dexterae complexusqueí). Pero, ¿qué es
una maldición y cuál puede ser aquí su función? Ya desde
ti,'Una glosa de Esiquio (hórkoi: desmoi sphragídosj el punto de vista terminológico la situación no es para
define losjuramentos como "vincidos delsello"(o selladores, si nada clara. Los términos que la designan, tanto en griego
se prefiere la lección sphragideisj. En el mismo sentido en el como en latín, parecen tener significados opuestos: ára (y
fragmento 115 de Empédocles se habla de un 'decreto eterno el verbo correspondiente epeúchomai) significa, según los
de los dioses, sellado con grandesjuramentos"(platéessi kates- léxicos, tanto "plegaria" (y "orar") como "imprecación,
phreigisménon hórkois^. El vínculo que estd aquíen cuestión maldición" (e "imprecar, maldecir"). Lo mismo puede

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

decirse de los términos latinos imprecar e imprecatio^ que algún modo condensabas en la virtud encantatoria del
valen tanto por "augurar" como por "maldecir"(también ritual oral y actúan sobre el culpable y lo que lo circunda
devoveoy que significa "consagrar"; y en el caso de una vaciando de estos la fuente de toda vida. La imprecación
devotio a los dioses infernales, equivale a "maldecir" en ejerce su efecto letal incluso sobre la tierra, sobre lo que
sentido técnico). Todo el vocabulario de X-a.mcratio., como nace y se nutre de ella. Y,' al mismo tiempo y por el
es evidente, está signado por esta ambigüedad, cuyas ra hecho de que es una devotio, la maldición significa una
zones hemos tratado de reconstruir en otro lugar. exclusión de la comunidad religiosa constituida por la
Una vez más,las interpretaciones de la maldición repi sociedad: esta se manifiesta a tra"\'és de una suspensión en
ten acríticamente el paradigma de la primacía del hecho sentido propio y, en su aplicación concreta, es un poner
mágico-religioso y se limitan a reenviarlo a un "poder fiiera de la ley (Gernet [2], pp. 11-12).
numinoso" no mucho más preciso (cfr. la voz Fluch en
el Reaílexicon jur Antike und Christentum^ p, 1161) o a Sólo el prestigio del paradigma de la originariedad del
evocar la religión como "auxilio práctico para la eficacia hecho mágico-religioso puede explicar que un estudioso
del derecho" (Ziebarth, p. 57). i\sí, Louis Gernet, en su prudente como Gernet, repitiendo las viejas argumen
artículo Le droit penal de la Gréce ancienne [El derecho taciones de Ziebarth, pueda conformarse con una in
penal en la Antigua Grecia], puede escribir que terpretación tan abiertamente insuficiente. En ella -en
evidente contraste con el hecho de que la maldición está
la maldición desempeñó un papel importante en los plenamente documentada en el juramento en la época
orígenes del derecho. A veces, esta sanciona las leyes, y histórica- no sólo se consideran probados presupuestos
a veces las reemplaza, como vemos en un catálogo de míticos como "la virtud encantatoria del ritual oral", las
imprecaciones públicas del siglo V en la ciudad deTeos, "fuerzas religiosas" y sus "efectos letales"; tampoco resulta
en el cual la maldición es formulada contra upa serie de claro si la maldición es una institución en sí misma o si, en
delitos que conciernen a la seguridad del Estado y a la cambio, se identifica con la devotio y, en última instancia,
subsistencia misma de la ciudad. Naturalmente, su uso con el propio juramento, que sería entonces su derivación.
se ha perpetuado sobre todo en la vida religiosa y en las Sería oportuno, por tanto, al menos provisoriamente,
practicas del santuario; pero no puede tratarse más que. poner entre paréntesis las definiciones tradicionales que
de una tradición muy antigua. La maldición supone la ven en la maldición una invocación dirigida a los dioses
colaboración de las fuerzas religiosas: estas(que, en prin a fin de que, para castigar el perjurio, se transformen de
cipio, no son representadas de forma personal) están de testigos en vengadores; y preguntarnos en primer lugar

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Giorgiq Agamben El sacramento del lenguaje

qué es lo que efectivamente está en cuestión en ella, cuál el Daremberg-Saglio, en los que la maldición sólo es tratada
es pues,la función inmanente que la maldición desarrolla fugazmente en el artículo sobre la devotiofirmado por Bou-
en el juramento. Según la opinión común, los dioses (o, ché-Leclercq),para darse cuenta de que la literatura crítica no
para ser precisos, sus nombres) se mencionan dos veces ha hecho muchos progresos con respecto al artículo citado de
en el juramento: una vez como testigos del juramento y Erich Ziebarth o alde George Hendrickson (1926). Elreciente
por segunda vez, en la maldición, como los que castigan estudio de Christopher Faraone se concentra en la diferencia
el perjurio. En ambos casos, si dejamos de lado las defi entre los juramentos que contienen tanto bendiciones como
niciones míticas que buscan fuera del lenguaje su expli maldiciones (destinados en general sólo a la esfera privada)y
cación, mirándolo bien, lo que define ai juramento es la losjuramentos acompañados sólo de maldiciones (reservados
relación entre las palabras y los hechos (o las acciones). generalmente a la esfera pública). En todo caso, más allá de la
En un primer momento, el nombre del dios expresa la explicación tradicional, que ve en la. maldición un recurso al
fuerza positiva del lenguaje, es decir, la justa relación en poder reli^oso para garantizar la eficacia del derecho, el nexo
tre las palabras y las cosas ("potente juramento sea testigo juramento-maldición sigue sin estarproblematizado.
Zeus"); en un segundo momento,la debilidad del lógos^ es
decir, la ruptura de esta relación. A esta doble posibilidad
corresponde la doble forma de la maldición que, como 16. Con una extensa documentación, Ziebarth probó
hemos visto, generalmente se presenta también como una la consustancialidad de la maldición y la legislación grie
bendición:"Si juro bien [euorkoünti]^ grandes bienes para ga. Su función era tan esencial, que las fuentes hablan de
mí; si perjuro {epiorkoúnti^, grandes males en lugar de una verdadera "maldición política" que sanciona cada vez
bienes" (Glotz, p. 752; Faraone, p. 139). El nombre del la eficacia de la ley. Así, en el preámbulo de las leyes de
dios que significa y garantiza la juntura entre las palabras y Carondas se lee: "Es necesario observar \emménein\ lo que
las cosas, si esta se rompe, se transforma en medición. En ha sido proclamado, aquel que transgrede está sometido
todo caso,lo esencial es la cooriginariedad de la bendición a la maldición política [politikéárd\'' (ibíd., p. 60). En el
y la m'aldición que están constitutivamente copresentes en mismo sentido, Dion de Prusa (80.8) nos informa que
el juramento. los atenienses habían establecido {éthento, en el sentido
fuerte del término, como en nómon tithénai, dar una
K Basta con leer la extensa voz Fluch en el Reallexicon fíir ley) en las leyes de Solón, una maldición que se extendía
Antike und Christentum (que trata de remediar elpoquí también a los hijos y a la descendencia (patdes kaigénos).
simo espacio dedicado alproblema en el Pauli-Wissowa y en Ziebarth rastrea la presencia de la maldición "política" en

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'Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

los dispositivos legales de todas las ciudades griegas, desde a través de la cual la ley define su ámbito. La maldición
Atenas a Esparta, desde Lesbos a Tees y Quíos, e incluso "política" delimita, entonces, el locus en el cual, sólo en
hasta las colonias sicilianas (Tauromene). Esta concier una fase sucesiva, se constituirá el derecho-penal. De algún
ne a cuestiones que nada tienen de "religioso", como la modo,esta singular genealogía puede dar razón a la increí
prohibición en Atenas de exportar productos agrícolas, ble irracionalidad que caractériza la historia de la pena.
excepto el aceite (Ziebarth, p. 64). Además, antes de cada
asamblea, el kéiyxj el público promulgador, pronunciaba En la perspectiva de esta consustanciaíidad técnica
solemnemente las maldiciones contra quienes habían entre la ley y la maldición (presente también en eljudaismo
traicionado al pueblo o violado sus decisiones. "Esto sig —cfr. Deut.21:23—y muyfamiliar aljudío que vivía en un
nifica -comenta Ziebarth- que todo el orden constituido, ambiente helénico) debemos entender los pasajes paulinos
según el cual el démos es soberano, está garantizado a tra en los que se habla de una "maldición de la ley"(katára toú
vés de una árd'(ibíd., p. 61). No sólo el juramento, sino nomoú, Gal. 3, 10-13). Aquellos que quieren ser salvados
también la maldición -en este sentido esta es llamada con ct través de las obras (la ejecución de los preceptos) —este es el
razón "política"- funciona como un verdadero y propio argumento de Pablo— "están bajo la maldición katáran
"sacramento del poder". eisínT, porque está escrito: maldito elque no observa /emmé-
Como ya William Fowler había intuido (Fowler, p. 17), nei, el mismo verbo que se enaientra en la. ley de Carondas]
en esta perspectiva es posible considerar la fórmula sacer los preceptos escritos en el libro de la ley". Sometiéndose a sí
esto, que aparece en el dispositivo de las XII tablas como mismo aljuicio y a la maldición de la ley, Cristo "nos ha
una maldición. No se trata, sin embargo, como Fowler rescatado de la maldición de la ley, volviéndose él mismo mal
cree, de la producción de un taboo, sino de la sanción que dición, ya que está escrito: maldito aquel que está suspendido
define la estructura misma de la ley, su modo de referirse a del leño". El argumento paulino —y, por lo tanto, el sentido
la realidad {talio esto/sacer esto)(Agamben, p. 3^). La figura mismo de la redención— sólo puede entenderse si se lo sitúa
enigmática del homo sacer —sobre la que aún hoy se sigue en el contexto de la recíproca pertenencia,jurídica y no sólo
discutiendo, no sólo entre los historiadores del derecho- religiosa, de la ley y la maldición.
desde esta perspectiva parece menos contradictoria. La
sacratio que lo alcanzó —y que lo vuelve a la vez algo a.lo
que se le puede dar muerte pero que es insacrificable— no 17.¿Cómo comprender esta doble valencia (ben-decido-
es mas que un desarrollo (quizás llevado a cabo la primera ra y mal-decidora) de los nombres divinos en el juramento
vez por la plebe, para tutelar al tribuno) de la medición y en el perjurio? Existe una institución que convive desde

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

siempre en tan estrecha intimidaci con el perjurio y la La fórmula blasfema proferida no se refiere a ninguna
maldición, que muchas veces se confunde con ellos y que situación objetiva particular; la misma blasfemia se
quizás puede darnos la clave de su correcta interpretación. pronuncia en circunstancias completamente distintas.
Se trata de la blasfemia. En el estudio sobre La blasphémie et Expresa sólo la intensidad de una reacción a las circuns
l'euphémie[La hla^emiay la eufemia\ (en origen una confe tancias. Tampoco se refiere a'una segunda o a una tercera
rencia dictada en un coloquio dedicado significativamente persona. No transmite ningún mensaje, no abre ningún
al nombre de Dios y al análisis del lenguaje teológico), diálogo, no requiere una respuesta, la presencia de un
Benveniste frecuentemente se refiere a la proximidad entre interlocutor no es necesaria (ibíd.).
la blasfemia, el perjurio y el juramento (en francés esta es
evidente en la paronimiay?/r£?«!jurer)\ Tanto más sorprendente es que, para explicar la blasfe
mia, el lingüista deje de lado el análisis del lenguaje y, en
Fuera del culto, la sociedad exige que el nombre de Dios uno de los pocos recursos a la tradición hebraica, se refiera
sea invocado en una circunstancia solemne, que es el a la "prohibición bíblica de pronunciar el nombre de Dios"
juramento. El juramento es, en efecto, un sacramentum, (ibíd., p. 254). La blasfemia, ciertamente, es un acto de
un llamado dirigido a dios, testigo supremo de la verdad, palabra, pero en el cual se trata de "sustituir el nombre de
y una devoción al castigo divino en caso de mentira o Dios por su ultraje" (ibíd., p. 255). La prohibición, en
perjurio. Es el compromiso más grave que un hombre efecto, no tiene por objeto un contenido semántico sino
pueda asumir y la falta más grave que pueda cometer; ya la simple pronunciación del nombre, es decir, una "pura
que el perjurio pertenece, no a la justicia de los hombres, articulación vocal" (ibíd.). Poco después, una cita de Freud
sino a la sanción divina. Por ello el nombre del dios debe introduce una interpretación de la blasfemia en términos
figurar en la fórmula del juramento.También en la blas psicológicos:
femia debe aparecer el nombre de Dios, porque, como
el juramento, la blasfemia toma a Dios como testigo. La La prohibición del nombre de Dios sirve para reprimir
blásfemia [jurón] es un juramento, pero un juramento uno de los deseos más intensos del hombre; el de pro
ultrajante (Benveniste [3], p. 256). fanar lo sagrado. Es sabido que lo sagrado inspira con
ductas ambivalentes. La tradición religiosa ha querido
Benveniste subraya, además, la naturaleza exclamatoria conservar lo sagrado divino y excluir lo sagrado maldito.
propia de la blasfemia que, como tai, no comunica ningún La blasfemia, a su modo, busca restablecer la totalidad,
mensaje: profanando el propio nombre de Dios. Se blasfema el

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

nombre de Dios, porque lo único que poseemos de Dios ninguna necesidad de mencionar la prohibición bíblica y
es su nombre (ibíd.). la ambigüedad de lo sagrado. La blasfemia es unjuramento
en elque el nombre de Dios es extraído del contexto asertorio
Es, al menos, llamativo, que un lingüista acostumbra o promisorio y esproferido por si mismo, en el vacío, indepen
do a trabajar exclusivamente sobre el patrimonio de las dientemente de cualquier contenido semántico. El nombre,
lenguas indoeuropeas recurra a un dato bíblico (como que en el juramento expresaba y-garantizaba la conexión
también lo es la explicación psicológica de un hecho entre las palabras y las cosas, y que define la veracidad y
lingüístico). Si es cierto, en efecto, que en la tradición la fuerza del lógos, en la blasfemia expresa la ruptura de
judeocristiana la blasfemia consiste en nombrar en vano este nexo y la vanidad del lenguaje humano. El nombre
el nombre de Dios (como en las formas modernas del de Dios, aislado y pronunciado "en vano", corresponde
tipo: nom de Dieu!sacré nom de dieu!, "|por dios!")j la pro simétricamente al perjurio, que separa las palabras de las
nunciación blasfema del nombre de Dios es igualmente cosas; el juramento y la blasfemia como la ben-dición y
común en las lenguas clásicas —tan familiares al lingüista- la mal-dición, están cooriginatiamente implícitos en el
en formas exclamativas del tipo: edepoU ecastor^ por Pólux, mismo acontecimiento de lenguaje.
por Cástor(en griego, nal ton Cástord)^ edi medi(por Dius
Fidius), mehercules, mehercle. Es significativo que en todos En eljudaismo y en el cristianismo la blasfemia está
estos casos la fórmula de la imprecación es idéntica a la vincidada con el mandamiento de "no invocar el nombre de
,del juramento: naí^ md en griego introducen el juramento; Dios en vano"(que, en Ex. 20, sigue significativamente al
edepol y ecastor también son, en latín, fórmulas de jura que prohibefabricarse ídolos). La traducción de los Setenta
mento; exactamente como el italiano ¿//í? ["por dios"] (ou lémpsei tó ónoma kyríou toú theoü sou epi mataíoi,
(Festo [112, 10] es, por lo demás, perfectamente cons "no tomarás el nombre del Señor Dios en vano")subraya la
ciente de que estas exclamaciones derivan del juramento: idea de la vacuidady la vanidad (cfr. alinicio de Eclesiastés;
Mecastor et mehercules ius iurandzim erat, quasi diceretur: mataiótes mataiotéton,"vanidad de vanidad"). La forma
ita me Castor, ita me Hercules, ut subaudiatur iuvet[Me ori^naria de la blasfemia fio es,pues, la injuria hecha a Dios
castor y Mehercules fórmulas de juramento, como si se sino la pronunciación vana de su nombre (cfr. mataioómai,
dijese: "que así Castor", "que así Flércules", suponieiido, "delira, habla en vano"). Esto es evidente en los eufemismos
"me ayuden"]). que intervienen para corregir la pronunciación blasfema del
La blasfemia nos presenta, pues, un fenómeno perfec nombre, cambiando su letra o sustituyéndolo por un térmi
tamente simétrico al juramento, y para entenderlo no hay no parecido privado de sentido (asi en francés par Dieu se

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

convierte en pardi o parbleu; cfi'. el italiano diamine-^ es dicere[Espor eso que, comúnmente, con esa se entienden pa
similar. Contrariamente a la opinión común, también en el labras injuriosasproferidas conten Dios](De mor. Manich.
paganismo, aunquepor razones diversas, existe laprohibición XI, 20).
deproferir el nombre de los dioses, que tiene suforma extrema De aquíelproblema de los diccionarios teológicos moder
en la costumbre de ocultar cuidadosamente el verdadero nom nos cuando se encuentranfrente a laforma originaria de la
bre del diosprotector de una cuidad,para evitar su evocatío blasfemia, que ahora es una culpa absolutamente venial: "El
(cfr. infra, cap. 18). Así, Platón nos informa que los gi-iegos más sospechoso de é-rííír jurons, la expresiónfrancesa s... n...
preferían llamar a Hades con el nombre de Plutón "porque de D...', es considerada por algunos moralistas como una
le tenían miedo al nombre /phoboúmenoi tó ónoma7" verdadera blasfemiay, consecuentemente, como culpable[..]
{^Crat. 403a). sea a causa del sentido injurioso que tiene o que, al menos,
A medida que se pierde la conciencia de la eficacia de la parece tener, sea por el horror que inspira en toda coyiciencia
pronunciación del nombre divino, aquellaforina ongnaria un poco delicada [..]. Otros, en cambio, observando que el
de la blafemia que es elproferirlo en vano pasa a un segundo sentido de las palabras en cuestión es equívoco, sostienen que
plano respecto alproferimiento de injurias o falsedad sobre sólo la intención puede transformarlo en blasfemia"(Diction-
Dios. De male dicere de deo, la blasfemia se convierte así naire de théologie catholique, en BlásphémeJ.
en mala dicere de deo. En Agustín, que llamativamente se Laprohibición evangélica deljuramento en Mt.5,33:37
ocupa de la blasfemia en. sus tratados sobre la mentira, la (cfr. también lac. 5, 12) debe situarse en este cojitexto. Lo
evolución ya llegó a término. Si la proximidad originaria al esencial aquí es que Jesús contrapone aljuramento un lógos
juramento y alperjurio todavía está presente, la blasfemia que tiene laforma nal naí, oü oú, que suele traducirse como
se define ahora como el decir cosasfalsas de Dios: peius est sí sí, no no, (esto de ho lógos hymón nai naí, oü oú7 La
biasphemare quam perierare, quoniam perierando falsae expresión adquiere todo su sentido si se acuerda que lafór
res adhibemr testis Deus, blaspbemando aijtem de ipso mula griega deljuramento era naí diá (o, en negativo, oü má
Deo fala dicuntur [Es peor blasfemar que perjurar, porque dii). Extrayendo la. partícula naí de lafórmula y quitando
por elperjuro se lo toma a Dios como testigo de una cosafal el nombre sagrado que seguía,Jesús contrapone una parte del
sa, y por la blasfemia se dice una cosafalsa de Dios mismo] juramento al todo. Se trata, pues, de un gesto simétricamente
(Contra mendacium XIX, 39); aun más claro: Itaque iam opuesto al de la blasfemia, que extrae en cambio el nombre
vulgo blasphemia non accipitur, nisi mala verba de Deo de Dios del contexto deljuramento.

^Diamine es la alteración eufemística de diavolo![diablo] por el cruce de los


vocativos latinos diabole y domine [señor] (cfr. Devoto-Oli)[N. de T.].

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

18. Sobre estas bases resulta más fácil comprender la Del juramento -o, mejor, del perjurio- nacen la magia
función de la imprecación en el juramento y, a su vez, la y los encantamientos: quebrantándose la fórmula de la
estrecha relación que la liga a la blasfemia. Lo que la mal verdad, el nombre de Dios se transforma en maldición
dición sanciona es la desaparición de la correspondencia eficaz; separado del juramento y de su conexión a las
entre las palabras y las cosas que está en cuestión en el jura cosas, se convierte en murmullo satánico. La opinión
mento. Si se rompe el nexo que une el lenguaje y el mun común que hace derivar el juramento de la esfera mágico-
do, el nombre de Dios, que expresaba y garantizaba esta religiosa debe ser aquí puntualmente invertida. En una
conexión ben-decidora, se convierte en el nombre de la unidad todavía indivisa, el juramento nos presenta, más
mal-dición, es decir, de una palabra que ha roto su relación bien, aquello que estamos acostumbrados a llamar magia,
verídica con las cosas. En la esfera mítica, esto significa religión y derecho, que surgen de este como sus firacciones.
que la mal-dición dirige contra el perjurio la misma fuerza Si el que se arriesgaba en el acto de palabra sabía que
maléfica que su abuso del lenguaje ha liberado. El nom estaba por ello cooriginariamente expuesto tanto a la ver
bre de Dios, desligado del nexo significante, se convierte dad como a la mentira, tanto a la ben-dición como a la
en blasfemia, palabra vana e insensata; que justamente a mal-dición; hgraf/s religio (Lucrecio, 1, 63) y el derecho
través de este divorcio del significado se vuelve disponible nacen como la tentativa de asegurar la fe, separando y
para usos impropios y maléficos. Esto explica por qué los tecnificando en instituciones específicas la bendición y
papiros mágicos muchas veces no son más que listas de la sacratiOi el juramento y el perjurio. En este punto, la
nombres divinos que se han vuelto incomprensibles: en maldición se convierte en algo que se suma al juramento
la magia, los nombres de los dioses pronunciados en el para garantizar aquello que, al inicio, era confiado única
vacío, especialmente cuando son bárbaros e ininteligibles, mente a Idifides en la palabra; y el juramento puede así ser
se convierten en los agentes de la operación mágica. La presentado, en los versos de Hesíodo que hemos citado
magia es el nombre de Dios -es decir, el podef significante más arriba, como aquello que ha sido inventado para cas
del lógos— vaciado de su sentido y reducido, como en las tigar el perjurio. El juramento no es una maldición con
fórmulas mágicas conocidas como Ephesia Grammata, a dicional: al contrario, la maldición y su simétrico pendant
un abracadabra. Por ello "la magia habla sánscrito en la que es la bendición nacen como instituciones específicas
India de los prácritos, egipcio y hebreo en el mundo grie de la escisión de la experiencia de la palabra que estaba en
go, griego en el mundo latino y latín entre nosotros: ella cuestión allí. La glosa de Servio, en Aen. 2, 154 {exsecratio
busca el arcaísmo en todas partes, los términos extraños e autem est adversorum deprecatio, im iurandum vero optare
incomprensibles" (Mauss, p. 51). prospera [la maldición es, en cambio, una súplica para evitar

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

cosas adversas; juramento, por otra parte, es pedir cosas 19. Es desde esta perspectiva que debemos interrogar
propicias]), muestra con claridad tanto la distinción entre el sentido y la función originaria del nombre de dios en el
la maldición y el juramento, como su constituirse en dos juramento y, más en general, la misma centralidad de los
epifenómenos simétricos de una única experiencia de nombres divinos en los dispositivos que estamos acostum
lenguaje. Y si al menos lográramos comprender la natu brados a llamar religiosos. El gran filólogo -y, a su modo,
raleza Y el valor, por así decirlo, antropogenético de esta teólogo- Hermann Usener, le dedicó una monografía al
experiencia (que según el testimonio de Aristóteles, Tales problema de la génesis de los nombres divinos, y es sig
consideraba como "lo más antiguo" y "más venerable"), nificativo que en la fecha de aquella publicación (1896)
podríamos quizás echar una nueva luz sobre la relación no haya habido otras contribuciones relevantes sobre la
entre sus restos históricos, que la magia, la religión y el cuestión. Reflexionemos sobre la ya célebre reconstrucción
derecho nos presentan divididos. de la formación de los nombres de aquellos núcleos germi
nales de la divinidad que Usener llama "dioses especiales"
Desde esta perspectiva, es posible retomar elproblema {Sondergótter). Se trata de divinidades de las que no nos
del significado etimológico del término epíorkos, que ha dicen nada ni las fuentes literarias ni las artísticas, y que
dado tanto trabajo a los estudiosos. Luther —y Benveniste en conocemos sólo a través de las citas de los indigtamenta,
un primer momento- interpreta el téimino como el hecho de los libros litúrgicos de los pontífices que contenían la lista
estar sometido a un hórkos (en este caso eljuramento se vuelve de los nombres divinos para pronunciar en las circuns
sinónimo de maldición, cfr. Loraux, p. 126). Leumann —y tancias cultuales apropiadas. Los Soridergótter, entonces,
también Benveniste en un segundo momento— interpreta, en son conocidos sólo a través de su nombre y, a juagar por
cambio, el término como el hecho de añadir (epO un jura el silencio de las fuentes, sólo vivían en su nombre, cada
mento (hórkosj a una palabra o a una promesa que se sabe vez que el sacerdote los invocaba ritualmente {indigitabat).
que son falsas. Desarrollando esta última hipótesis, podría Incluso una competencia etimológica elemental permite
verse en el epíorkos unjuramento añadido aljuramento, es reconstruir el sentido de estos nombres y la función de
decir,'la maldición que cae sobre elque transgrede la fides. En los "dioses especiales" que ellos nombraban: Vervactor se
este sentido, cada palabra que se suma a la declaración inicial refiere a la primera roturación del barbecho {vervacturn)\
es una mal-dición, implica un perjurio. Este es el sentido de Reparator, al segundo arado;Inporcitor, al último arado que
la prescripción evangélica de atenerse al nal y al oú; elsi y el traza las porcae, es decir, los montones de tierra entre surco
no es lo único que puede añadirse alpropio encomendarse a y surco; Occator, a la elaboración de la tierra con la grada
la palabra dada. {occd}-, Subruncinator, a la eliminación de la hierba mala con

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

la azadilla (runco); Messor, a la operación de segar {mess¿s); una "divinidad momentánea" {Augenhlicksgoti). El nomen
Sterculinius^ al abono con estiércol. "Para cada una de las es inmediatamente numen y el numen^ inmediatamente
actividades y situaciones que podían ser importantes para nomen. Tenemos aquí algo así como el fundamento o el
los hombres de entonces -escribe Usener- eran creados e núcleo originario de aquella función de testimonio y ga
invocados dioses especiales con una invención verbal ade rantía del lenguaje que,según'Ia interpretación tradicional,
cuada \Wortpriigun¿[\ de este modo,no sólo se divinizaban el dios asume en el juramento.Al igual que el Sondergott, el
actividades y situaciones en su totalidad, sino también par dios invocado en el juramento no es propiamente el testigo
tes, actos y momentos particulares de las mismas" (p. 75). de la aserción o la imprecación: él representa, él es el acon
Usener muestra que incluso divinidades que entraron tecimiento mismo de lenguaje en el cual las palabras y las
en la mitología, como Proserpina y Pomona,eran en origen cosas se ligan indisolublemente. Cada nominación, cada
"divinidades especiales" que nombraron respectivamente el acto de palabra es, en este sentido, un juramento en el cual
brotar de los gérmenes {prosero) y el madurar de los frutos el lógos (el hablante en el lógos) se empeña en cumplir su
{poma): todos los nombres de los dioses -esta es, más bien, palabra, jura sobre su veracidad, sobre la correspondencia
la tesis del libro- son en principio nombres de acciones o entre las palabras y las cosas que se realiza en este acto. Y el
acontecimientos momentáneos, Sondergotter que, a tra nombre del dios no es otra cosa que"el sello de esta fuerza
vés de un lento proceso histórico-lingüístico, pierden su del lógos-o, en el caso de que esta se diluya en el perjurio-
relación con el vocabulario vivo y se vuelven poco a poco de la mal-dición que de esta forma se ha realizado.
ininteligibles,se transforman en nombres propios. En este
punto, cuando ya se há ligado establemente a un nombre bt La tesis de Usener implica de algún modo que 'el origen
propio, "el concepto divino [Gottesbegrif\ adquiere la ca del lenguaje siempre es un acontecimiento mítico-religioso"
pacidad de recibir una forma personal a través del miro y (Kraus,p. 407). Esto no significa, sin embargo, unaprimacía
el culto, la poesía y el arte" (ibíd., p. 316). ^ del elemento teológico: acontecimiento del Dios y aconteci
Pero esto significa que, como es evidente en los Sonder miento del nombre, mito y lenguaje coinciden porque, como
gotter^ el dios que rige la actividad particular y la situación Usenerprecisa desde el comienzo, el nombre no es algo queya
particular, en su núcleo originario, no es más que el nom está disponible y que luego se aplica a la cosa por nombrar.
bre mismo de la actividad y la situación. Es decir, en el "No seforma un plexo de sonidos, para luego usarlo como
Sondergottj lo divinizado es el acontecimiento mismo del signo de una deter?ninada cosa, al modo de una contraseña.
nombre;la nominación misma, que aisla y hace reconoci La excitación espiritual que llama a un ser que va a su en
ble un gesto, un acto, una cosa, crea un "dios especial", es cuentro en el mundo extemo es, al mismo tiempo, la ocasión

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

y el medio del nombrar /der Anstoss und das Mittel des de los bantú, se usan justamente de este modo: como una
^tnxiQimeins]**(Usener,p. 5). Esto significa que, en elaconte exclamación que designa no tanto una cosa, sino más bien
cimiento de lenguaje, el nombrepropio y el nombre apelativo una determinada impresión que se produce firente a todo
son indiscernibles y, corno vimos para los Sondergotter, el lo que es inhabitual, asombroso, capaz de suscitar admi
nombrepropio deldiosy elpredicado que describe una acción ración o temor" (Cassirer, pp. 82-83). Lo mismo puede
determinada (elgradar, elabonar, etcétera)todavía no se han decirse de los nombres de los dioses en el politeísmo, que
dividido. La nominación y la denotación (o, como veremos, constituyen, según Cassirer, la primera forma en que la
el aspecto asertórico y el aspecto veridiccional del lenguaje) conciencia mítico-religiosa expresa su sentimiento de terror
al origen son inseparables. o veneración (ibíd., p. 83).
Tal como la blasfemia, que es su otra cara, el nombre
divino parece tener constitutivamente la forma de una
20. En el estudio sobre La blasphémie etVeuphémie, como interjección. En el mismo sentido, la nominación adánica
vimos, Benveniste subraya el carácter exclamativo que defi (en Gen. 2, 19) no podía ser un discurso, sino sólo una
ne la blasfemia."La blasfemia -escribe- se manifiesta como serie de interjecciones. De acuerdo con la dualidad entre
una exclamación y tiene la sintaxis de las interjecciones, de los nombres y el discurso que, según los lingüistas, carac
las que constituye la variedad más típica" (Benveniste [3], teriza al lenguaje humano, los nombres, en su estatuto
p. 256). Como toda exclamación, también la blasfemia es originario, no constituyen un elemento semántico, sino
"una palabra que se nos escapa bajo el impulso de un senti puramente semiótico. Ellos son las reliquias de la inter
miento vivo y repentino" (ibíd.), y como toda interjección, jección originaria que el río del lenguaje arrastra dentro
aunque siempre se sirve (a diferencia de lo que ocurre con de sí en su devenir histórico.
las interjecciones onomatopéyicas como "¡oh!") En su naturaleza esencialmente no semántica, sino
de términos en sí mismos significantes, no d^ne carácter exclamativa, la blasfemia muestra su proximidad con un
comunicativo, es esencialmente no semántica. fenómeno lingüístico que no es fácil de analizar, esto es, el
Es extraño que, refiriéndose a las expresiones que utilizan insulto. Los lingüistas definen los insultos como términos
los primitivos para significar lo divino (como mulungu para performativos de tipo particular que, a pesar de las aparen
los bantú, vakanda o manitu para los indios de Norteamé tes semejanzas, se oponen punto por punto a los términos
rica), Cassirer observa que, para entenderlas, debemos normales que clasifican, que inscriben el ser del que son
"retroceder hasta el estrato lingüístico originario de las in- predicados en una determinada categoría. La frase "eres
terjecciones. El manitu de los algonquinos, como el mulungu un idiota" sólo en apariencia es simétrica a la frase "eres un

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

arquitecto", porque a diferencia de esta, aquella no preten /si deus est, si dea est7, quien tiene en tutela alpueblo y a la
de inscribir un sujeto en una clasificación cognitiva, sino citídadde Cartago;a tipues, sobre todo, invoco solemnemente
producir, a través de su simple pronunciación, efectos prag e imploro /precor venerorque7;_)'/¿"r pido que abandonen el
máticos particulares (Milner, p. 295). Es decir, los insultos pueblo y la ciudad de Cartago y dejen los sagrados templos
funcionan más como exclamaciones o nombres propios y su ciudad y vengan a Roma propicios, a mi casa y a
que como términos predicativos y, así, muestran su seme la de los míos, y que nuestra ciudad-, los lugaresy los templos
janza con la blasfemia {blasphemia en griego significa tanto sagrados les sean más agradablesy aceptables;y seanfavorables
insulto como blasfemia). No sorprende, entonces, que a a mí, alpueblo romano y a missoldados. Si asíhicieran según
través de un proceso que ya está concluido en Agustín, la cuanto sabemosy comprendemos, les consagro /voveo vobis7
blasfemia se convierta de invocación vana del nombre de templosy les prometo celebrarjuegos".
Dios en una forma de insulto {mala dicere de Deó), es decir, Que no se tratara en realidad de una invitación, sino
en un término injurioso adherido a una exclamación en el de un verdadero poder obligante ligado a la pronunciación
nombre de Dios. En tanto es un término sólo en apariencia del nombre, resulta del hecho de que sabemos (Plinio, 28,
semántico, el insulto refuerza el carácter "vano" de la blas 18) que, para evitar elpeligro de una evocación por parte
femia, y el nombre de Dios, de este modo, es doblemente del enemigo, Roma tenía un jiojnbre secreto (elpalíndromo
proferido en vano. Amor o, según Lido /De mens. IV, 25], Floraj. Y al igual
que Roma, los dioses tenían también un nombre secreto,
U El poder especial del nombre divino es evidente en conocido sólo por el sacerdote (o el mago), que garantizaba
aquella institución del derecho bélico romano (ya debería la eficacia de la evocación: así, en los misterios, Dionisio era
estar claro por qué preferimos evitar el término "derecho llamado Pyrigenés, Lucina era llamada con el nombre ex
sacral" al que se hace referencia en estos casos, a partir de tranjero de Ilithyia, Proserpina con elde Furva, mientras que
Danzy Wissowa)conocida como evocatio. Durante el asedio el verdadero nombre de la Bona dea, a la que le dedicaban
a una ciudad, inmediatamente antes del ataque decisivo, el un culto mistérico las matronas romanas, debía ocultársele
comandante "evocaba", es decir, llamabapor sus nombres a las a los varones (Güntert, p. 8). Elpoder mágico del nombre
divinidades tutelares de los enemigos,para que abandonaran que encontramos en lasfórmulas y en los amuletos de mu
la ciudady se trasladaran a Roma, donde recibirían un culto chas culturas en las que el nombre no sólo evoca la potencia
más adecuado. Lafórmula carmen evocationis usada en nombrada, sino que también puede expulsarla o destruirla
Cartago se conservó a través de Macrobio, sin mencionar el a través de su progresiva cancelación (como en la fónnula
nombre propio del dios (III, 7-9): "seas un dios o una diosa akrakanarba kanarba anarba narba arba rba ba a, Wessely,

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

p. 28), tiene aquísufu7tdamento. Como en eljuramento (la Tetragrama, que -como sem ha-meforas,"nombre distinta
proximidad entrefórmula mágica yjuramento estáprobada mente pronunciado" pero también "separado, secreto"- es
por el verbo horkízo, evocar, conjurar: horkízo se to hágion distinto de los simples nombres apelativos (kinnut) que
ónoma, con el acusativo del nombre divino exactamente expresan esta o aquella acción de Dios, este o aquel atri
como en eljuramento, Güntert, p. 10), la pronunciación buto divino. "Los otros nombres -escribe Maimónides-,
del nombre realiza inmediatamente la correspondencia entre como Dayyan (juez), Tzaddik (justo), Hannoun (clemente),
las palabras y las cosas. Eljuramento y el conjuro son las dos Rahoum (misericordioso), Elohim,son evidentemente nom
caras de la "evocación" del ser. bres comunes derivados de las acciones. Pero el nombre que
se escribe hé, waw, héno tiene una etimología conocida
y no se aplica a ningún otro ser"(Maimónides, 1,61). Co
21. Se comprende así la primacía esencial del nombre mentando un pasaje del Pirké R.Eliezer, en el que se lee que
de Dios en las religiones monoteístas, su identificarse con "antes de la creación del mundo,sólo había el Santísimo y
y casi sustituir al Dios que nombra. Si en el politeísmo el su nombre", Maimónides agrega que de este modo "se dice
nombre del dios nombraba este o aquel acontecimiento claramente que los nombres derivados han nacido después
de lenguaje, esta o aquella nominación específica, este o de la creación del mundo; y es así, porque se trata de nom
aquel Sondergott, en el monoteísmo, el nombre de Dios bres establecidos en relación a las acciones [de Dios] que
nombra al lenguaje mismo. La diseminación potencial- tienen lugar en el mundo; pero si se considera su esencia
mente infinita de los particulares, acontecimientos divinos desnuda y despojada de toda acción, él no tiene ningún
de nominación, cede el puesto a la divinización del lógos nombre derivado, sino sólo un nombre propio que indica
como tal, al nombre de Dios como archiacontecimiento su esencia" (ibíd., p. 148). Según Maimónides, lo propio
del lenguaje en los nombres. El lenguaje es el verbo de de este nombre (el sem ha-meforas) es que a diferencia de
Dios, y el verbo de Dios, en las palabras de^Filón, es un los otros nombres que "no expresan sólo una esencia sino
juramento, es Dios en tanto se revela en el lógos como una esencia con atributos", este designa "la idea de una
el "fiel" (pistos) por excelencia. Dios es el que jura, en existencia necesaria", es decir, una esencia que coincide
la lengua en la cual el hombre es sólo el que habla; pero con su existencia (ibíd., p. 147). El "nombre" (el término
en el juramento por el nombre de Dios, la lengua de los sem en la Biblia muchas veces es usado como sinónimo de
hombres comulga con la divina. Dios) es el ser de Dios, y Dios es aquel ser que coincide
De aquí, en Maimónides y en el judaismo rabínico, la con su nombre.
insistencia en el estatuto del nombre propio de Dios, el

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

hi En su estudio sobre el Nombre de Dios y la teoría citado estudio de Scholem representa una continuación y un
cabalística del lenguaje, Scholem muestra,lajunción especial desarrollo-, ellugar de la communicatio idiomatum está en
que tiene el nombre de Dios en la cúbala, donde coyistituye el nombre propio a través del cual la lengia dé los hombres
"el origen metafísica de toda lengua"(Scholem, p. 10). El comulga con lapalabra creadora de Dios(Benjamín,p. 150).
nombre de Dios, por el que jurayi los hombres, según los
cabalistas, es lo queproduce y sustenta al lenguaje humano, K En Ex. 3, 13, ante la pregunta de Moisés sobre cómo
que no es más que una descomposición, uyta recombinación responderles a losjudíos que le preguntan sobre el nombre de
y un despliegue de las letras que componen este nombre. La Dios, Yavéh contesta: ehyé acher ehyé, "yo soy elque soy". La
Tord en particular "está completamente construida sobre el Septuaginta, producida en un ambiente helenístico y por lo
Tetragrama y entretejida a partir de los nombres apelativos tanto en contacto con lafilosofía griega, traduce este nombre
de Dios que de éste pueden derivarse, cada uno de los cuales como egó eimi ho ón, es decir, con el término técnico para el
pone de relieve un aspecto específico de lo divino [...]. La ser (ho ón^. Comentando este pasaje, Maimónides muestra
Torá es, pues, un tejido viviente, un entrecruzamiento y un serperfectamente consciente de las implicacionesfilosóficas de
textus en la acepción más propia del término, cuya trama este nombre de Dios: "Dios les dio entonces el conocimiento
está compuesta por el Tetragrama, que constituye, de modo que debía comunicarles, para afirmar la existencia de Dios,
oculto o patente, el motivo defondo y el hilo conductor que este es, ehyé akr ehyé. Se trata de un nombre derivado de
retorna en todas las metamorfosis y variaciones posibles" haya que designa la existencia,puesto que haya significa fue'
(ibíd,p. 50). y la lengua hebrea no distingie entre 'ser'y 'existir. Todo el
Los teólogos cristianos hablan de una communicatio Idio- misterio está en la repetición, en forma de atributo, de este
matum para definir la comunicación entibe las propiedades término que significa la existencia, dado que la palabra aser
de la naturaleza divina y las de la naturaleza humana, que (quien), al ser un nombre incompleto [...] exige que se ex
en Cristo están unidas hipostáticamente. En ui% sentido and- prese el atributo que le sigue. Expresando elprimer término,
logo, podría hablarse de una communicatio entre la lengua que es elsujeto, con ehyé, y elsegundo término, que hace de
de Dios y la lengua de los hombres que, según los cabalistas, atributo, con el mismo nombre ehyé, se afirma que el sujeto
tiene lugar en el nombre de Dios. En Filón (supra,p. 12), la es idéntico al atributo. Y esta es una explicación de la idea
comunicación entre las lengias tiene su lugar en eljuramen de que 'Dios existe, pero no porque se le añade la existencia',
to, en el cual Diosjura por sí mismo, y los hombres, por el que se interpreta de este modo: 'El ser que es el ser', es decir,
nombre de Dios. En el ensayo de Benjamín Sobre la lengua elser necesario"(Maimónides, 1, 63).
en general y sobre la lengua de los hombres —del cual el

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

22. El vínculo entre el tema teológico del nombre de y existe. El nombre de Dios expresa, entonces, el estatuto
Dios y el filosófico del ser absoluto, en el que coinciden la del logas en la dimensión de la_^3tí-juramento, en la cual
esencia y la existencia, se realiza de manera definitiva en la la nominación realiza inmediatamente la existencia de lo
teología católica, en particular en la forma del argumento que nombra.
que, a partir de Kant, se usa definir como ontológico. Cincuenta años más tardé, Alain de Lille, en sus Regu-
Como los intérpretes han aclarado, la fuerza de la célebre lae theologicae {PL 210, 621-684),'lleva aun más lejos este
argumentación de Anselmo en el Proslo^on no consiste en especial estatuto del nombre divino, escribiendo que todo
una deducción lógica a partir de la existencia de la noción nombre ~y también aquel que expresa un atributo como
de ser perfectísimo o "aquello de lo que no puede pensarse iustus o bonus- referido al ser de Dios se transforma en
nada más grande"; se trata, más bien, de la comprensión pronombre ipronominatu^, es decir, deja de indicar, como
de id quo maius co^tari non potest como el nombre más todo nombre, una sustancia más un atributo y, vaciándose
propio de Dios. Pronunciar el nombre de Dios significa, de su significado, designa ahora, como los pronombres
entonces, comprenderlo como aquella experiencia de len o los nombres propios, una pura existencia {substantia
guaje en la cual es imposible separar el nombre y el ser, las sine qualitate, en la tradición del pensamiento gramatical
palabras y la cosa. Como escribe Anselrno ai final del Líber clásico). Y no sólo esto, sino que también el pronombre,
apologeticus contra Gaunilonem (el único en el que habla de como predicado de Dios, deja de definirse por la ostensión
una prueba, o más bien,de una vis probationis)., "aquello sensible o intelectual {cadit a demonsPratioite), para llevar
que se dice \hoc ipsum quoddicitur\^ por el hecho mismo a cabo una paradójica demonstratio adfidem, es decir, al
de que es entendido y pensado \eo ipso quod intelligitiíT puro acto de palabra como tal {apiidDcum, demonstratio
vel co^tatui^, se prueba que existe necesariamente". Es fit adfidem). Por ello, retomando la tesis de Maimónides
decir, se trata ante todo de una experiencia de lenguaje sobre el nombre qtd est, Tomás puede escribir que este
(de un "decir": hoc ipswm quoddicitur)^ y est^ experiencia "dice el ser absoluto y no determinado a través de alguna
es la de la fe. Por ello, Anselmo nos informa que el título especificación agregada [...] no significa lo que Dios es
original del tratado era Jides quaerens intellectwn, y que \quidestDeus], sino, por así decirlo, el mar infinito y casi
este había sido escrito subpersona [...] quaerentis intelligere indeterminado de la existencia [...] y entonces, en nuestro
quodcredit(en nombre de alguien que quiere comprender intelecto, sólo queda el hecho de que él es [quia esi\ y nada
lo que cree). Comprender el objeto de la fe significa com más, como en una especie de estupor [sicut in quadam
prender una experiencia de lenguaje en la cual, como en confusioneY' {Super 1 Sent d. 8, q. 1, a. 1). El significado
el juramento, lo que se dice es necesariamente verdadero del nombre de Dios no tiene, entonces, ningún contenido

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Giorgio A^mben El sacramento del lenguaje

semántico o, mejor, suspende y pone entre paréntesis todo to mismo de la nominación sobre la que se basa todo juego
significado para afirmar una existencia pura y desnuda a lingübtico (si no es seguro que yo me llamo L. W.y que "perro"
través de una pura experiencia de palabra. significa perro), entonces hablar yjuzgar se vuelven imposi
Entonces, podemos precisar mejor el sentido y la bles. Y» sin embargo, Wittgenstein muestra que no se trata aquí
función del nombre de Dios en el juramento. Todo de una certeza de tipo lógico ó empírico (como la certeza de
juramento, por excelencia, jura por el nombre, es decir, no haber estado nurica en la luna, ibíd.» n. 662)» sino de algo
por el nombre de Dios; porque el juramento es aquella así como una "regla"de esejuego que es el lenguaje.
experiencia de lenguaje que traca a toda la lengua como Aquello que está en cuestión eyi el juramento y en el
un nombre propio. La pura e^dstencia —la existencia del nombre de Dios es una certeza de este tipo» o mejor, una "fe".
nombre- no es ni el resultado de una constatación ni una El nombre de Dios nombra el nombre que es siempre y sólo
deducción lógica: es algo que no puede ser significado, verdadero» es decir, aquella experiencia del lenguaje de la
sino sólo jurado, es decir, afirmado como un nombre. La que no podemos dudar. Esta experiencia es, para el hombre,
certeza de la fe es la certeza del nombre (de Dios). eljuramento. Todo nombre, en este sentido» es unjuramento;
en todo nombre está en cuestión una "fe", porque la certeza
final de las notas publicadas en 1969 con el título del nombre no es de tipo empírico-constatativo ni lógico-
Sobre la certeza, en vistas a aclarar qué es lo que llamamos epistémico, sino que cada vez pone enjuego el compromiso
certeza y que muchas veces confundimos con un "saber \ y la praxis de los hombres. Hablar es, ante todo,jurar» creer
Wittgenstein recurre al ^emplo del nombre propio y se pre en el nombre.
gunta: "¿Séque me llamo Ludwig Wittge7istein o sólo lo o'eoi"
(Wittgenstein» n. 491). Elinterroga, entonces, esa "seguridad"
particular que está ligada alplano de los nombres. Se trata de 23. Es en esta perspectiva que debe releerse la teoría de
una certeza, o mejor, de una "confianza"(^Tbrguf kann ich los performativos o de los speech acts que representa una
mich verlassen? ¿En quépuedo confiar?, ibíd., n. 508), de la especie de enigma en el pensamiento del siglo XX,como si
que nopuedo dudar a menos que renuncie a toda posibilidad filósofos y lingüistas se chocaran aquí con la supervivencia
dejuicio y de razonamiento (ibíd., 7t. 494). "Si mi nombre de un estadio mágico de la lengua. El performativo es un
no es L. W.» ¿cómo puedo confiar en lo que debe entenderse enunciado lingüístico que no describe un estado de cosas,
con 'verdadero o fabo'?"(ibíd, n. 515). La seguridad que sino que produce inmediatamente un hecho, realiza su
concierne a la propiedad de los nombres condiciona toda otra significado."Yo juro" es, en este sentido, el paradigma per
certeza. Si alguien pone en cuestión, en el lenguaje» el momen- fecto de un speech act, y es extraño que Benveniste, que lo

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Giorgio Agamben El sacramento dd lenguaje

menciona como tal en su estudio sobre los performativos mativo siempre se constituye a través de una suspensión
(1, p. 270), no tenga sin embargo en cuenta su particular del carácter normal denotativo del lenguaje. El verbo
naturaleza en el capítulo sobre el juramento del Vocabula performativo se construye, en efecto, necesariamente con
rio. El estatuto del juramento que hemos intentado recons un dictum que, considerado en sí, tiene una naturaleza
truir hasta aquí permite precisamente comprender, desde puramente denotativa y sin'el cual este permanece vacío
una nueva perspectiva,la teoría de los performativos. Estos o ineficaz {yo juro no tiene valor si no está seguido -o
representan, en la lengua, el residuo de un estadio (o, más precedido- de un dictum que lo complete). Es este carác
bien, la cooriginariedad de una estructura) en el cual el ter denotativo del dictum el que es suspendido y puesto
nexo entre las palabras y las cosas no es de tipo semántico- en cuestión, en el momento mismo en que se convierte
denotativo sino performativo, en el sentido de que, como en el objeto de un sintagma performativo. Así, las expre
en el juramento, el acto verbal realiza el ser. Como hemos siones denotativas "ayer me encontraba en Atenas" o "no
visto, no se trata de un estadio mágico-religioso, sino de combatiré contra los troyanos" dejan de ser tales si están
una estructura antecedente (o contemporánea) a aquella precedidas por el performativo El performativo,
distinción entre el sentido y la denotación que quizás no entonces, sustituye la relación denotativa entre palabra
es, como estamos acostumbrados a creer, un carácter ori y hecho, por una relación autorreferencial que, dejando
ginal y eterno de la lengua humana, sino una producción fuera de juego a la anterior, se instala a sí misma como
histórica (que, como tal, no siempre ha existido y un día hecho decisivo. El modelo de la verdad no es aquí el de
podría dejar de existir). la adecuación entre las palabras y las cosas, sino aquel,
¿Cómo funciona,en efecto, el performativo? ¿Qué es lo performativo, en el que la palabra inevitablemente realiza
que permite a un cierto sintagma adquirir, por su sola pro su significado. Así como en el estado de excepción, la ley
nunciación,la eficacia del hecho, desmintiendo el antiguo suspende su propia aplicación sólo para fundar de este
principio que pretende que las palabras y las cosas estén modo su vigencia; así, en el performativo, el lenguaje
separadas por un abismo? Lo esencial aquí, ciertamente, suspende su denotación, precisamente para fundar su nexo
es el Carácter autorreferencial de la expresión performativa. existentivo con las cosas.
Esta autorreferencialidad no se agota sencillamente en que Considerado en esta perspectiva, el argumento ontoló-
el performativo, como advierte Benveniste (ibíd., p. 274), gico (u onto-teo-lógico) dice simplemente que si la lengua
se tiene a sí mismo como referente, en tanto remite a una existe, entonces Dios existe y el nombre de Dios es la ex
realidad que él mismo constituye. Es necesario precisar, presión de esta performance metafísica. En ella, sentido y
por el contrario, que la autorreferencialidad del perfor- denotación, esencia y existencia coinciden, la existencia de

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

Dios y su esencia son una única e idéntica cosa. Existe pura juramento y el perjurio, la ben-dición y la mal-dición, la
y sencillamente {ón hapiós)lo que resulta performativamen- existencia y la no existencia del mundo, el ser y la nada,
te del puro darse de la lengua.(Parafraseando una tesis de
"Wittgenstein podría decirse que la existencia del lenguaje K Este poder performativa del nombre de Dios explica el
es la expresión performativa de la existencia del mundo). hecho, a primera vista sorprendente para nosotros, de que la
La ontoteología es, entonces, una prestación performativa polémica de los apologías cristianos contra los diosespaganos
del lenguaje y es solidaria con una cierta experiencia de la 710 tiene que ver con su existencia o no existencia, sino sólo con
lengua (la que está en cuestión en el juramento), en tanto su ser-en laspalabras que Dantepone en labios de Virgilio-
su validez y su declinar coinciden con la validez y el decli falsas y mentirosos"(Tnf. 1, 72). Los dioses paganos existen,
nar de esta experiencia. pero no son dioses vei'daderos, son demonios(según Taciano)o
La metafísica, la ciencia del ser puro, en este sentido, seres humanos(según Tei'tuliano). En correspondencia con la
es ella misma histórica y coincide con la experiencia del multiplicación en potencia infinita de sus nombres, los dioses
acontecimiento de lenguaje a la que el hombre se ha paganos equivalen a losjuramentosfalsos, son constitutiva
consagrado en el juramento. Si el juramento declina, si menteperjuros. Por elcontrario, la invocación del nombre del
el nombre de Dios abandona la lengua -y esto es lo que verdadero Dios es la garantía misma de toda verdad mun
ha ocurrido a partir del acontecimiento que ha sido lla dana (Agustín: Te invoco, deus veritas, in quo et a quo et
mado la "muerte de Dios" o, como debería decirse más per quem vera sunt quae vera sunt omnia[Te invoco, Dios
exactamente, "del nombre de Dios"-, entonces, también verdadero, eyi quién, de quien y por quien es verdadero todo
la metafísica llega a su fin. lo que es verdadero]). Una vez que elpoderpeiformativo del
En todo caso, aún resta la posibilidad del perjurio y la lenguaje ha sido concentrado en el nombre del único Dios
blasfemia, en los que, lo que es dicho no es realmente lo (por esto, devenido más o menos impronunciable), los nom
que quiere decirse y el nombre de Dios se pronuncia en bres divinos particulares pierden toda eficacia/descienden
vano. La cooriginariedad entre la estructura performativa al raiigo de residuos lingüísticos, en los que sólo esperceptible
y la estructura denotativa de la lengua hace que el "flagelo el significado denotativo (en este sentido, Tertidiano puede
indoeuropeo" esté inscripto en el mismo aao de palabra, es mencionar sarcdsticamente Sterculus cum indigitamentis
decir, que sea consustancial con la condición misma del ser suis [<el dios> Sterculus... junto con sus propios rituales],
hablante. Con el lógos se dan juntos —cooriginariamente, Apol. XXV10).
pero de modo tal que nunca pueden coincidir a la perfec
ción- los nombres y el discurso, la verdad y la mentira, el

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

24. En esta perspectiva, la tajante distinción entre el Aquí el juramentp muestra su proximidad performativa
juramento asertorio y el juramento promisorio corres con la profesión de fe {homología, que en griego designa
ponde al extravío de la experiencia de la palabra que está también al juramento). Cuando en Rm. 10, 6:10, Pablo
en cuestión en el juramento. Esta no es ni una aserción define la "palabra de la fe" {td rema téspísteos), no a través
ni una promesa, sino algo que, retomando un término de la correspondencia entré palabra y realidad, sino a
foucaultiano, podemos llamar una "veridicción", que tiene través de la cercanía entre la "boca" y el "corazón", es la
el criterio único de su eficacia performativa en relación experiencia performativa de la veridicción la que él tiene
al sujeto que la pronuncia. La aserción y la veridicción en mente:"La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu
definen, entonces, los dos aspectos cooriginarios del lógos. corazón, esta es la palabra de la fe que anunciaos. Porque
Mientras que la aserción tiene un valor esencialmente de si profesas [homologéseis] en tu boca al señor Jesús y crees
notativo, cuya verdad, en el momento de su formulación, [pisteúseis] en tu corazón que Dios lo ha resucitado entre
es independiente del sujeto y se mide con parámetros los muertos, serás salvo".
lógicos y objetivos (condiciones de verdad, no contra Si se pretende formular como aserción una veridic
dicción, adecuación entre las palabras y la realidad); en ción, como expresión denotativa un juramento y (como
la veridicción el sujeto se constituye y se pone en juego la Iglesia empieza a hacer a partir del siglo IV a través
como tal vinculándose performativámente a la verdad de de los símbolos conciliares) como dogma una profesión
la propia afirmación. Por ello, la verdad y la consistencia de fe, entonces, la experiencia de la palabra se escinde y
del juramento coinciden con su función; por ello, la surgen irreductiblemente el perjurio y la mentira. Y es en
invocación a dios en condición de testigo no implica un la tentativa de encauzar esta escisión de la experiencia del
testimonio fáctico, sino que se realiza performativamente lenguaje, donde nacen el derecho y la religión que tratan
por la misma pronunciación del nombre. Aquello que hoy de ligar la palabra a la cosa, y de vincular, a través de mal
llamamos performativo en sentido estricto (Ips speech acts diciones y anatemas, el sujeto hablante al poder veritativo
"yo juro", "yo prometo", "yo declaro", etcétera, que sig de su palabra, a su "juramento" y a su declaración de fe. La
nificativamente siempre deben ser proferidos en primera antigua fórmula de las XII tablas, que expresa la potencia
persona) es la reliquia, en el lenguaje, de esta experiencia performativa que pertenece a la palabra en el derecho, uti
constitutiva de la palabra -la veridicción- que se agota en íingua nuncupassit, ita ius esto (como la lengua ha dicho
su pronunciación, porque el sujeto locutor no preexiste —ha tomado el nombre, nomen capere—, así es el derecho),
ni se liga sucesivamente a ella, sino que coincide integral no significa que aquello que se dice pueda verificarse, sino
mente con el acto de palabra. sólo que el dictum es él mismo úfactum y que, como tal.

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

obliga a la persona que lo ha proferido. Una vez más, es y las cosas no puede dar razón de la experiencia de lenguaje
necesario invertir en este sentido la opinión común que implícita en eljuramento. En tanto eljuramento realiza per-
explica la eficacia del juramento a través de la referencia a formativamente lo dicho, el epiórkos no es simplemente un
las potencias de la religión y el derecho sagrado arcaico. La juramentofalso, sino que implica la salida de la experiencia
religión y el derecho no preexisten a la experiencia perfor- performativa que espropia del hórkos.
mativa del lenguaje que está en cuestión en el juramento, La lógica, que cuida del uso correcto dellenguaje en tanto
quizás hayan sido más bien inventados para garantizar aserción, nace cuando la verdad deljuramento ya ha alcan
la verdad y la habilidad del lógos, a través de una serie de zado su ocaso. Ysi la lógica y las ciencias nacen del cuidado
dispositivos, entre los cuales la tecnificación del juramento del aspecto asertorio del lógos, de la veridicción provienen
en un "sacramento" específico -el "sacramento del poder"- —aunque a través de crucesy superposiciones de todo tipo (que
ocupa un lugar central. precisamente en eljuramento tienen su lugar eminente)- el
derecho, la religón, la poesía y la literatura. Su medio es la
bt Lafalta de comprensión delcarácterpeiformativo de la filosofía que, manteniéndose a la vez en la verdjtd y en el
experiencia de lenguaje que está en cuestión en eljuramento error, trata de salvaguardar la experiencia performativa de
es evidente en los análisisfilosóficos delperjurio de los que ya la palabra sin renunciar a la posibilidad de la merttira y, en
tenemos testimonio en Aristóteles. A propósito deljuramento cada disctmo asertorio, hace ante todo la experiencia de la
de los troyanos en II. 3,27.6sig., Aristóteles observaba que es veridicción que en él tiene lugar.
necesario distinguir entre romper eljuramento (hlápsai ton
hórkonj, quepuede concernir sólo a unjuramento promiso
rio, y epiorkésai, perjurar, quepuede referirse sólo a unjura 25. La eficacia performativa del juramento es evidente
mento asertorio (Arist.,fi: 148). En el mismo sentido Crisipo en el proceso arcaico que, tanto en Grecia como en Roma,
distingue entre alethorkeín/pseudorkein,_/«mr,/(9 verdadero! tenía la forma de un conflicto entre dos juramentos. El
jurar lofalso, que está en cuestión en eljuramento asej-torio, proceso civil se abría con el juramento de las partes en
basado en que la afirmación de quienjura sea objetivamente causa: el juramento con el cual el actor afirmaba la verdad
verdadera o falsa; y euorkein/eplorkeín, que se aplican al de sus reivindicaciones se llamaba proomosía (etimológi
cumplimiento o al incumplimiento de unjuramento promi camente:juramento pronunciado en primer lugar), el del
sorio (Diog. Laert., 7, 65-66; cjr. Hirzel, pp. 77-78;Plescia, demandado, antomosía (es decir, juramento pronunciado
pp. 84-85). Aquí se ve cómo el modelo de la verdad lógica en oposición al primero) y el ■intercambio del juramento
que sefunda sobre la adecuación objetiva entre las palabras se decía amphiorkía. Análogamente, en el derecho penal,

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Gíorgio Agaraben El sacramento del lenguaje

"el acusador jura que su adversario ha cometido el crimen, Comentando en el pasaje anterior la palabra
/ el acusado, que no lo ha cometido" (Lisias, Con. Sim. Festo explica que se trata de un verdadero juramento que
46; cfr. Glotz, p. 762). La ley de Cortina muestra que los implica una sacratio: sacramentum dicitur quod iusiurandi
griegos trataban de limitar el juramento a los casos en que sacratione interpositafactum est(se llama sacramentum a lo
la prueba testimonial era imposible, estableciendo conse que se realiza haciendo intervenir la consagración de un
cuentemente cuál de las dos partes (generalmente el acusa juramento). En este momento preciso, el juez pronunciaba
do) tenía derecho preferencial al juramento. En todo caso, su decisión; "El sacramentum era el punto central, el nudo
el juez decidía quién había "jurado bien" {póteros euorket) del proceso, que le da su nombre a todo el procedimiento.
(Plescia, p. 49). Glotz observa con razón, contra la opi La flmción del juez,luego de haber examinado la causa, se
nión de Rohde, que el juramento declaratorio que está en limita en efecto a declarar cuál es el sacramentum iustum y
cuestión en el proceso griego, "lejos de obligar al perjurio cuál es el iniustunf (Noailles [1], p. 276).
y de probar que el pueblo ateniense no era un Rechtsvolky y Una vez más, incluso advirtiendo que se trata aquí de
lejos de ser una institución puramente religiosa, destinada una eficacia genuinamente performativa, los historiadores
a sustituir la justicia de los dioses por la falible de los hom del derecho tienden a explicar la función del juramento
bres"(Glotz, p. 761),era un procedimiento específicamen en el proceso mediante el recurso al paradigma sagrado:
te jurídico, en el que el juramento declarativo del litigio "Es evidente que las formas más antiguas de la obligación
era muy distinto del requerido a título de prueba. En el realizan la obligación: provocan un cambio de estado en
proceso romano, era similar el procedimiento llamado legis las partes en causa y crean entre ellas algo que las trans
actio sacramenti, que Gayo nos describe en el libro IV de ciende. Para hacerlo, estas formas ponen en juego ciertas
sus Institutiones. Cada una de las dos partes afirmaba su fuerzas [...] se trata de las fuerzas que llamamos religiosas"
derecho -en el caso de la vindicatio a la propiedad de un (Gernet, p. 61). Aquello que, de este modo,se presupone
esclavo que Gayo da como ejemplo- con la fórmula: Hunc en la forma de la religiosidad no es otra cosa que la ex
ego hominem ex iure Quiritium meum esse aio, secundum periencia del lenguaje que tiene lugar en la veridicción.
suam causam sicut dixi ecce tibi vindictam imposuU acom En este sentido, la contraposición entre la fe y la razón,
pañada por la imposición de una festuca (vindicta) sobre tan importante en la cultura moderna, corresponde en
la cabeza del esclavo en cuestión. Sucesivamente, quien realidad punto por punto a la oposición entre aquellos
había pronunciado la declaración en primer lugar, incitaba dos rasgos cooriginarios del lógos que son la veridicción
al otro al sacramentum de una cierta suma de dinero (quan- (de la que provienen el derecho y la religión positiva) y la
do til iniura vindicavisti, D aeris sacramento te provocó). aserción (de la que derivan la lógica y la ciencia).

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Giorgío Agamben El sacramento del lenguaje

26. Intentemos comprender, en la perspectiva de nues verbo diceretur ("la fuerza civil que se dice con la pala
tra investigación, de qué "fuerzas" se trata aquí en realidad. bra") se opone a la vis quae manufieret, cum vi bellica et
Uno de los términos sobre cuyo significado los historiado cruenta [la fuerza que se ejerce con las manos, con fuerza
res no cesan de discutir es vindicta (y otros términos rela bélica y cruenta]. Desarrollando la tesis de Noailles, puede
cionados como vindexy vindiceré)^ que en el proceso parece plantearse la hipótesis de qué la "fuerza que se dice con
designar la festuca con la que las parres tocaban al objeto la palabra", que está en cuestión eri la acción del vindex y
reivindicado. Es mérito de Fierre Noailles haber aclarado también en el juramento, es la fuerza de la palabra eficaz,
el sentido original de este término. Este proviene, según la como fuerza originaria del derecho. La esfera del derecho
etimología tradicional, de vim dicercy literalmente: "decir o es, entonces, la de una palabra eficaz, la de "decir" que
mostrar la fuerza". Pero, ¿de qué "fuerza" se trata? Noailles siempre es indicare (proclamar, declarar solemnemente),
observa que sobre esta cuestión, reina la más grande con ius dicere (decir lo que está conforme al derecho) y vim
fusión entre los estudiosos. "Ellos oscilan continuamente dicere (decir la palabra eficaz). La fuerza de la palabra
entre dos sentidos posibles de la palabra: fuerza, o bien que está aquí en cuestión es, según Noailles, esa misma
violencia, es decir, la fuerza puesta materialmente en acto. que se expresa en la fórmula de las XII tablas: uti lingua
En realidad ellos no eligen, sino que proponen, según la nuncupassit, ita ius esto, como la lengua ha dicho, así sea
ocasión, uno de los dos significados. Las vindicationes del el derecho. Nuncuparesc explica etimológicamente como
sacramenPum^vtcts son presentadas como manifestaciones nomen capera, tomar el nombre:
de fuerza, a veces, como actos de violencia simbólicos o si
mulados. La confusión en relación al vindex es aun mayor. El carácter general de todas las nuncupationes, tanto del
No está claro, en efecto, si la fuerza o la violencia que este derecho divino como del derecho civil era circunscribir
expresa es la suya propia que pone al servicio del derecho, y delimitar..., el fin esencial de las formulaciones es de
o la violencia del adversario que denuncia copio contraria terminar el objeto, aferrarlo. De este modo se observa la
a la justicia" (Noailles [2], p. 57). Contra esta confusión, relación profunda que existe entre el gesto y la palabra,
Noailles muestra que la vis en cuestión no puede ser una la estrecha correlación que los une. Rem manu capere,
fuerza o una violencia material, sino solamente la fuerza del nomen verbis capere, estas son las dos piedras angulares
rito, es decir, una "fuerza que obliga pero que no necesita de esta captura total. Es conocida la importancia mística
aplicarse materialmente en un acto de violencia, incluso que los romanos le daban al nomen para adquirir el do
siendo simulada" (ibíd., p. 59). Al respecto Noailles cita minio sobre la cosa designada. La primera condición para
un pasaje de Aulo Gelio en el cual la vis civilis [...] quae actuar con eficacia sobre alguna de las fuerzas misteriosas

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

de la naturaleza, sobre una potencia divina, era poder performativa del nomen capere que el derecho ha conser
pronunciar su nombre (Noailles [1], p. 306). vado en su centro, que proviene de la experiencia original
del acto de palabra que tiene lugar en el juramento.
Basta con dejar de lado el recurso, que ya nos es de
masiado familiar, a las "potencias divinas", para que la K Magdelain muestra qué el modo verbalpropio del de
naturaleza y la función del juramento en el proceso se recho, tanto sagrado como civil, es élimperativo. Lafórmula
vuelvan evidentes. El "juramento justo" es aquel del que el imperativa es normal tanto en las leges regiae como en las
iudex-opjs. en el proceso sustituye al vindex arcaico- "dice XII tablas fsacer esto, paricidas esto, aeterna auctoritas
y reconoce la fuerza" {vim dicit)\ es decir, es aquello que ha esto, etcétera). Lo mismo vale para los negocios jurídicos:
cumplido del modo más correcto y eficaz la performance emptor esto en la mancipatio, heres esto en los testamentos,
implícita en el juramento. Por ello, el acto de la contraparte tutor esto, etcétera;y también para lasfórmulas de los libros
no necesariamente es un epiórkos, un perjurio: sencillamen pontificales: piaculum dato, exta porriciunto (Magdelain,
te es un acto cuya vis performativa es menos perfecta que pp. 33-35). El mismo modo verbalse encuentra, como hemos
la del vencedor. La "fuerza" que está en cuestión aquí es visto (cfr. supra,pp. 52-53), en lasfórynulas deljuramento.
la de quae verbo diceretury la fuerza de la palabra. Es decir, Observemos lafórmula imperativa de las XII tablas an
debe suponerse que en el sacramentumy como en todo tes citadas: uti lingua nuncupassit, ita ius esto. Festo, que
juramento, está implícita una experiencia performativa nos ha transmitido el texto, explica el término nuncupata
del lenguaje, en la cual la pronunciación de la fórmula, el como nominata, certa, nominibus propriis pronuntiata
nomen capere de la nuncupatiOy tenía la fuerza de realizar lo (Riccobono, p. 43; Festo, 176, 3-4). La fórmula expresa,
que decía. Para explicar esta fuerza no hay ninguna necesi entonces, la correspondencia entre la nominación correc
dad de molestar a la religión, al mito o a la magia: se trata tamente proferida y el efecto jurídico. Lo mismo se deduce
de algo que se verifica aún hoy cada vez que se^pronuncia la de lafórmula de la inauguratio de los templos sobre el arx
fórmula de un acto jurídico verbal. No es por efecto de un capitolina.* templa tescaque me ita sunto, quoad ego ea rite
poder sagrado que los novios, pronunciando su si delante lingua nuncupavero ("que los templos y los lugares sagrados
del oficial civil, se encuentran efectivamente unidos en sean, para mí, tal como los nombres con la lengua conforme
matrimonio; no es por magia que la estipulación verbal de al rito", Varrón, De ling. lat. VII, 8); también aquí, el
una compraventa transfiere inmediatamente la propiedad imperativo expresa la conformidad entre las palabras y las
de un bien móvil. El uü lingua nuncupassit, ita ius esto no cosas que se sigue de la. nominación correcta. La nuncupatio,
es una fórmula mágico-sacra: es, más bien, la expresión la captura del nombre es, en este sentido, el acto jurídico

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

originario;y el imperativo, que Meillet define como laforma aquella a la que se puede dar muerte,pero no sacrificar. En
primitiva del verbo, es el modo verbal de la nominación en todo caso, lo esencial es que la sacralidad, más allá de toda
su efectojurídico performativo. Nombrar, dar nombre, es la duda, pertenece al dinero; que el dinero literal y no meta
forma oripnaña del mando. fóricamente era "sagrado". El aura sacral que circunda al
dinero en nuestra cultura tiene sin lugar a dudas su origen
K Sabemos por lasfuentes que, en el proceso romano, el en esta consagració?i vicaria de unasuma de dinero, en lugar
término sacramentum no designaba inmediatamente alju de un ser viviente; como sacramentum, el dinero equivale
ramento sino a la suma de dinero (de cincuenta o quinientos realmente a la vida.
ases) que,por así decirlo, se ponía enjuego a partir deljura
mento. El que no lograba probar su derecho legítimo perdía
la suma, quepasaba a ser parte del tesoro público. "La suma- 27. Tratemos de fijar en una serie de tesis la nueva
de dinero —escribe Varrón— que está enjuego en losprocesos se situación del juramento que resulta de los análisis desa
dice sacramentum, porque está consagrada /sacro/ El actor rrollados hasta aquí.
y el demandado depositaban, cada uno, cerca de un puente Los estudiosos han explicado constantemente la insti
[o, según algunos editores, el pontífice] por algunas causas, tución del juramento -de modo más o menos explícito- a
quinientos ases, por otras, una sumafijada por la ley; el que través de una referencia a la esfera mágico-religiosa, a un
vencía la causa retomaba su sacramentum de la consagra poder divino o a las "fuerzas religiosas" que intervienen
ción y el delperdedor iba al erario"(De ling. lat. V, 180). para garantizar su eficacia castigando al perjuro. Con una
La misma etimología se encuentra en Festo (468, 16-17); curiosa circularidad, el juramento era de hecho inter
Sacramentum aes significat quod poenae nomine pendetur pretado, como en Hesíodo, como aquello que sirve para
^'sacramentum designa el dinero pagado a título de pena"). impedir el perjurio. Nuestra hipótesis es exactamente in
El objeto de la sacratio que tenía lugar en elproceso era versa: la esfera mágico-religiosa no preexiste lógicainente
el dinero. En este caso, Sacer, consag-ado a los dioses, no era, al juramento, sino que es el juramento -como experien
como'en las sanciones de las XII tablas, un ser viviente, sino cia performativa originaria de la palabra- el que puede
una suma de dinero. Cicerón nos informa que oripnalmente explicar la religión (7 el derecho que está estrechamente
el objeto de la sacratio procesal no era eldinero sino elganado ligado a ella). Por ello, en el mundo clásico, Horcos es el
(Noailles,p. 280). De aquí, la hipótesis de algunos historia ser más antiguo,la única potencia a la que están sometidos
dores del derecho que sostienen que la parte quepronunciaba penalmente los dioses; por ello, en el monoteísmo, Dios
eljuramento era la que, de este modo, se volvía sacer; es decir, se identifica con el juramento (es el ser cuya palabra es un

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Giorgio Agamben El sacramenco del lenguaje

juramento o que coincide con la situación de la palabra debe encenderse en el sentido en que, aún antes de ser el
verdadera y eficaz in principio). sacramento del poder, el juramento es la consagración del
Por lo tanto, el contexto propio del juramento está viviente a la palabra a través de la palabra. El juramento
en aquellas instituciones, como IdifideSy cuya función es puede funcionar como sacramento del poder en tanto,
afirmar performativamente la verdad y la autenticidad de ante todo, él es el sacramento del lenguaje. Esta sacratio
la palabra. Los hórkia son por excelenciapistUy confiables; original que tiene lugar en el juramento toma la forma
y en el paganismo, los dioses son convocados performa técnica de la maldición, de hipolitiké dra que acompaña a
tivamente en el juramento, de manera esencial, para dar la proclamación de la ley. El derecho, en este sentido, está
testimonio de esta confianza. Las religiones monoteístas, constitutivamente ligado a la maldición; y sólo una política
sobre todo el cristianismo, heredan del juramento la cen- que haya roto este nexo original con la maldición podrá
tralidad de la fe en la palabra como contenido esencial algún un día permitir otro uso de la palabra y del derecho.
de la experiencia religiosa. El cristianismo, en el sentido
propio del término, es una religión y una divinización del
Lógos. La tentativa de conciliar la fe, como experiencia 28. Es este el momento de situar arqueológicamente
performativa de una veridicción, con la creencia en una al juramento en su relación con la ántropogénesis. En el
serie de dogmas de tipo asertorio es la función y, a su vez, curso de nuestra investigación, muchas veces hemos visto
la contradicción central de la Iglesia; que la obliga —contra el juramento como testimonio histórico de la experiencia
el manifiesto dictado evangélico- a tecnificar el juramento de lenguaje en la que el hombre se ha constituido como
y las maldiciones en instituciones jurídicas específicas. ser hablante. Es en referencia a tal acontecimiento que
Por ello, la filosofía, que no trata de fijar la veridicción Lévi-Strauss, en el estudio sobre Mauss que hemos citado
en un sistema de verdades codificadas -sino que, en todo anteriormente, habla de una inadecuación fundamental
acontecimiento de lenguaje, conduce hacia Ja palabra y entre significante y significado que se produjo en el mo
expone la veridicción que lo"funda— debe necesariamente mento en que, para el hombre hablante, el universo se
situarse como vera religo. volvió de repente significativo.
En el mismo sentido debemos entender la proximi
dad esencial entre juramento y sacratio (o devotió). La Cuando, de repente, el universo entero se volvió signifi-
interpretación de la sacertas como función originaria del cativo, este no se hizo por ello más conocido, aunque es
poder -a través de la producción de una vida desnuda a cierto que la aparición del lenguaje aceleraría el ritmo
la que se puede dar muerte pero que es insacrificable- del desarrollo del conocimiento. Hay, pues, en la historia

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I.
Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

del espíritu humano, una oposición fundamental entre el "la esclavitud de todo pensamiento finito" (ibíd.). Como
simbolismo, que presenta un carácter de discontinuidad, la mitología en Max Müller, para Lévi-Strauss, aunque en
y el conocimiento, signado por la continuidad. Resulta un sentido ciertamente diferente, las nociones mágico-
de ello que las dos categorías del significante y el signifi religiosas representan de algún modo una enfermedad del
cado se constituyeron simultánea y solidariamente, como lenguaje, la "sombra opaca" que el lenguaje arroja sobre el
dos bloques complementarios; pero el conocimiento, es pensamiento y que impide de manera duradera la solda
decir, el proceso intelectual que permite identificar unos dura entre significación y conocimiento, entre lengua y
respecto a los otros, ciertos aspectos del significante y pensamiento.
ciertos aspectos del significado... se puso en movimiento El predominio del paradigma cognitivo hace que, en
con mucha lentitud... El universo significó mucho antes Lévi-Strauss, el acontecimiento de la antropogénesis sólo
de que empezara a saberse qué significaba (Lévi-Strauss, sea visto en sus aspectos gnoseológicos, como si -en el
p. XLVII). devenir humano del hombre- no estuviesen en cuestión
necesariamente y ante todo implicaciones éticas (y, quizás,
La consecuencia de este equilibrio Mlido es que el hom también políticas). Lo que quisiéramos sugerir aquí es que
bre "desde el origen encontró a disposición una totalidad cuando —como consecuencia de una transformación cuyo
de significantes que para él no es fácil asignar a un signi estudio no es tarea de las ciencias humanas- el lenguaje
ficado, ofrecido como tal^ sin ser por ello conocido. Entre apareció en el hombre, lo problemático no pudo haber
los dos siempre hay una inadecuación que sólo el intelecto sido sólo, según la hipótesis de Lévi-Strauss, el aspecto
divino puede llenar, que resulta de la existencia de un cognitivo de la inadecuación entre significante y signifi
exceso de significante respecto a los significados a los que cado que constituye el límite del conocimiento humano.
puede vincularse. En su esfuerzo por conocer el mundo,el Igualmente y quizás aun más decisivo debe haber sido,
hombre siempre cuenta, entonces, con un sobrexcedente para el viviente que se descubrió hablante, el problema de
de significación (que reparte entre las cosas según las leyes la eficacia y la veracidad de su palabra; es decir, qué era lo
del pensamiento simbólico que les corresponde analizar a que podía garantizar el nexo original entre los nombres y
los etnólogos y a los lingüistas)" (ibíd., p. DQX). las cosas, y entre el sujeto que ha devenido hablante -y,
Como hemos visto, según Lévi-Strauss, es justamente por lo tanto, capaz de afirmar y prometer— y sus acciones.
esta inadecuación para explicar las nociones mágico-religio A raíz de un prejuicio tenaz, quizás ligado a su profesión,
sas del tipo mana^ que representan aquel significante "fluc- los científicos siempre han considerado la antropogénesis
mante" o excedente y, en definitiva, vacío, la que constituye como un problema de orden exclusivamente cognitivo;

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

como si ei devenir humano del hombre fuese sólo una antropogenético por el cual el viviente que se descubre
cuestión de inteligencia y volumen cerebral, y no también hablante decide responder sus palabras y, consagrándose al
de éthos'y como si la inteligencia y el lenguaje no plantea lógos, constituirse como el "viviente que tiene el lenguaje".
ran, ante todo, problemas de orden ético y político; como Para que pueda tener lugar algo así como un juramento, es
si el homo sapiens no fuera, además, y quizás precisamente necesario, en efecto, poder distinguir y articular de algún
por ello, un homo iustus. modo, a la vez, vida y lenguaje,- acciones y palabras. Es
Muchas veces los lingüistas han intentado definir la precisamente esto lo que el animal, para el cual el lenguaje
diferencia entre el lenguaje humano y el animal. En este todavía es una parte integrante de su praxis vital, no puede
sentido, Benveniste opuso el lenguaje de las abejas, como hacer. La primera promesa, la primera -por así decirlo,
código de señales fijo cuyo contenido es definido de una trascendental- sacratio se produce a través de esta escisión,
vez por todas, a la lengua humana, que se deja analizar en en la que el hombre, oponiendo su lengua a sus acciones,
morfemas y fonemas cuya combinación permite una po puede ponerse en juego en ella, puede prometerse al lógos.
tencialidad comunicativa virtualmente infinita (Benveniste Algo así como la lengua humana pudo producirse, en
[3], p. 62). Una vez más, sin embargo, la especificidad del efecto, sólo en el momento en que el viviente, que se en
lenguaje humano con respecto al del animal no puede resi contró cooriginariamente expuesto' tanto a la posibilidad
dir sólo en las peculiaridades del instrumento, que análisis de la verdad como de la mentira, se empeñó en responder
posteriores podrían encontrar-y de hecho, continuamente a sus palabras con su vida, en testimoniar por ellas en
encuentran- en este o aquel lenguaje animal. La especi primera persona. Y como el maíia, según Lévi-Strauss,
ficidad consiste, al contrario, en una medida no menos expresa la inadecuación fundamental entre significante y
decisiva, en el hecho de que, único entre los vivientes, el significado, que constituye la "servidumbre de todo pen
hombre no se ha limitado a adquirir el lenguaje como una samiento finito", así, el juramento expresa la exigencia,
capacidad más entre las otras que posee,sino que ha hecho decisiva en todo sentido para ei animal hablante, de poner
de él su potencia específica, es decir, en el lenguaje ha puesto en juego su naturaleza en el lenguaje y de conectar las pa
enjuego supropia naturaleza. En las palabras de Foucault, el labras, las cosas y las acciones en un nexo ético y político.
hombre "es un animal en cuya política está en juego su vida Sólo por ello pudo producirse algo así como una historia,
de ser viviente", así él es también el viviente en cuya lengua distinta de la naturaleza y, sin embargo,inseparablemente
está enjuego su vida. Estas dos definiciones son insepara entrelazada a ella.
bles y dependen constitutivamente la una de la otra. En su
cruce, se sitúa el juramento, entendido como el operador

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Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

29. En la huella de esta decisión, en la fidelidad a este Prodi comenzaba su historia del "sacramento del po
juramento —para su desdicha o su dicha— vive de algún der" con la constatación de que nosotros somos hoy las
modo todavía la especie humana.Todo nombrar, en efec primeras generaciones que viven la propia vida colectiva
to, es doble: es bendición o maldición. Bendición,si la pa sin el vínculo del juramento y que este cambio no puede
labra está llena, si hay correspondencia entre el significante no implicar una transformación de los modos de asocia
y el significado, entre las palabras y las cosas; maldición, si ción política. Si este diagnóstico, en alguna medida, es
la palabra está vacía, si entre lo semiótico y lo semántico cierto, esto significa que la humanidad hoy se encuentra
permanece un vacío y una distancia. Juramento y perjurio, frente a una disyunción o, al menos, a un debilitamiento
ben-dición y mal-dición corresponden a esta doble posibi del vínculo que, a través del juramento, unía al viviente
lidad inscripta en el lógos, en la experiencia por la cual el con su lengua. Por un lado se halla ahora el viviente, cada
viviente se ha constituido como ser hablante. La religión vez más reducido a una realidad puramente biológica y a
y el derecho tecnifican esta experiencia antropogenética una vida desnuda; y por otra lado, el hablante, separado
de la palabra, en el juramento y en la maldición como artificiosamente de él, a través de una multiplicidad de
instituciones históricas, separando y oponiendo punto dispositivos técnico-mediáticos, en una experiencia de
por punto la verdad y la mentira, el nombre verdadero y la palabra cada vez más vana, a lá que no puede hacer
el nombre falso, la fórmula eficaz y la fórmula incorrecta. frente y en la que algo como una experiencia política se
Lo que era "dicho mal" se convierte de este modo en •\aielve cada vez más precario. Cuando el nexo ético -y no
maldición en sentido técnico; la fidelidad a la palabra, en simplemente cognitivo- que une las palabras, las cosas y
cuidado obsesivo y escrupuloso de las fórmulas y de los las acciones humanas se quiebra, se asiste en efecto a una
ritos apropiados, es decir, la religio y el itis. La experiencia proliferación espectacular sin precedentes de palabras va
performativa de la palabra se constituye y se separa así en nas por un lado y, por otro, de dispositivos legislativos que
un "sacramento del lenguaje"; y este, en un/sacramento tratan obstinadamente de legislar cada aspecto de aquella
del poder". La "fuerza de la ley" que rige las sociedades vida que ya no parecen poder capturar. La edad del eclipse
humánas y la idea de enunciados lingüísticos que obligan del juramento también es la edad de la blasfemia, en la que
continuamente a los vivientes, que pueden ser observados el nombre de Dios pierde su nexo viviente con la lengua
o transgredidos, derivan de esta tentativa de fijar la fuerza y sólo puede ser proferido "en vano".
originaria performativa de la experiencia antropogenética; Quizás es momento de poner en cuestión el prestigio
son, en este sentido, un epifenómeno del juramento y la del que gozó y goza el lenguaje en nuestra cultura, en tanto
maldición que lo acompañaba. instrumento de potencia, eficacia y belleza incomparables.

lio 111
Giorgio Agamben El sacramento del lenguaje

Sin embargo, considerado en sí mismo, este no es más la verdad y del error, pronunció con fuerza —sin jurar ni
bello que el canto de los pájaros, no es más eficaz que las maldecir— su sí a la lengua, su sí al hombre como animal
señales que se intercambian los insectos, ni más potente hablante y político. La filosofía comienza en el momento
que el rugido con el que el león afirma sn señorío. El ele en que el hablante, contra la religo de la fórmula, pone
mento decisivo que le otorga al lenguaje humano sus vir resueltamente en cuestión la primacía de los nombres,
tudes parriculares no está en el instrumento en sí mismo, cuando Heráclito opone lógos a épea, el discurso a las
sino en el lugar que le deja al hablante, en su predisponer palabras inciertas y contradictorias que lo constituyen, o
dentro de sí una forma vacía que el locutor debe asumir cuando Platón, en el Crátilo, renuncia a la idea de una co
cada vez para hablar. Es decir: en la relación ética que se rrespondencia exacta entre el nombre y la cosa nominada,
establece entre el hablante y su lengua. El hombre es aquel acercando a su vez onomástica y legislación, experiencia
viviente que,para hablar, debe decir "yo'\ o sea, debe ''tomar del lógos y experiencia política. En este sentido, la filoso
la palabra", asumirla y hacerla propia. fía es constitutivamente crítica del juramento: esta pone
La reflexión occidental sobre el lenguaje ha tardado en cuestión el vínculo sacramental que liga el hombre al
casi dos milenios para aislar, en el aparato formal de la lenguaje, sin por ello hablar simplemente en vano, sin
lengua, la función enunciativa, el conjunto de aquellos caer en la vanidad de la palabra. En un momento en que
indicadores o shifiers ("yo'', "tu',"aqüí","ahora", etcétera) todas las lenguas europeas parecen condenadas a jurar en
por los cuales el que habla asume la lengua en un acto vano y en el que la política no puede sino asumir la forma
concreto de discurso. Lo que la lingüística, en cambio, no de una oikonomta, es decir, de un gobierno de la palabra
es por cierto capaz de describir es el éthos que se produce vacía sobre la vida desnuda, la indicación de una línea de
en este gesto y que define la implicación especial del su resistencia y de cambio todavía puede venir de la filosofía,
jeto en su palabra. En esta relación ética, cuyo significado en la sobria conciencia de la situación extrema a la que
antropogenético hemos tratado de definir, tjene lugar el ha llegado en su historia el viviente que posee el lenguaje.
"sacramento del lenguaje". Precisamente por hablar, a di
ferencia de los otros vivientes, el hombre debe ponerse en En el Opus postumum, al momento de explicar uno de
juego en su palabra, puede, por ello, bendecir y maldecir, los puntos más arduos de su doctrina, el esquematismo tras
jurar y perjurar. cendental —que los intérpretes modernos, desarrollando una
En los orígenes de la cultura occidental, en un pequeño intuición de Schelling, tienden a conectar con el problema
territorio de los límites orientales de Europa, apareció una dellenguaje—, Kant recurre a la imagen mítica deljuramento
experiencia de palabra que, asumiéndose en el riesgo de de los dioses. Kant escnbe: "El esquematismo de los conceptos

112 113
Giorgio Agamben

del entendimiento [...] es un instante en el que metafísica y


flsica unen sus orillas Styx interfiisa" QQÜIy p. 487). La cita
latina proviene de un pasaje de las Geórgicas (IV)480)en
el que Virgilio evoca el agua de la laguna Estigia en aterra Bibliografía
dores términos que remiten a stifimción dé "gran y terrible
juramento de los dioses": tardaque palus inamabllis unda /
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El sacramento del lenguaje


Arqueología del juramento
Homo saceiv II, 3

Traducción de Mercedes Ruvituso

i
Adriana Hidalgo editora
1 I;.

(
Agamben, Giorgio
El sacramento del lenguaje / Giorgio Agamben.- 1* ed. 1° reimp.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora, 2017.
118 p.¡ 19 X 13 cm.- (filosofía e historia)
Traducción de: Mercedes Ruvituso
ISBN 978-987-1556-30-4

1. Filosofía Contemporánea. I. Ruvituso, Mercedes, trad. II. Título.


CDD 190

filosofia e historia

Título original: IIsacramento del linguaggio.


Archeologia deljuramento '

Traducción: Mercedes Ruvituso

Editor: Fabián Lebenglik


Diseño: Gabriela Di Giuseppe
Producción: Mariana Lerner

2'edición en Argentina

© 2008, Gius. Latcrza & Figli, Ail ríghts reserved


Published by arrangement with Marco Vigevani Agenzia Letteraria
©Adriana Hidalgo editora S.A., 2010, 2017
www.adrianahidalgo.com

ISBN 978-987-1556-30-4
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Impreso en Argentina
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Printed in Argentina
Queda hecho el depósito que indica la ley 11.723
Prohibida la reproducción parcial o total sin permiso escrito
de la editorial. Todos los derechos reservados.
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