Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Los procesos centrales de que se movilizarán y abordarán durante la intervención con ACT son los
siguientes:
1. Desesperanza creativa : El proceso de desesperanza creativa tiene que ver con procurar al
paciente la toma de conciencia acerca de la inutilidad de sus intentos de solución de sus
problemas, éste debe llegar al insight de conocer que el camino recorrido hasta ese momento,
no sólo no conduce a la solución sino que es parte intrínseca del problema.
Esto supone que entienda que los intentos que realiza para solucionar sus problemas no le dan
resultado y que tiene que considerar otras alternativas. La desesperanza creativa choca frontalmente
con la idea que el paciente tiene al acudir a la terapia y posibilita que genere creativamente otras
alternativas más beneficiosas para llevar a cabo una vida gratificante.
Es importante estar atentos durante este proceso a que el paciente capte la diferencia entre que sea
su estrategia la que no tenga remedio (no sea la solución) y que él mismo no tenga remedio. En otras
palabras, este proceso no tiene que ver con que el paciente sienta desesperanza, sintiendo que no
tiene remedio, pues no es él quien no tiene remedio, el único problema son sus intentos inadecuados
de encontrar la vía de solución. Para el cuestionamiento de estos intentos infructuosos de cambio
se suelen utilizar metáforas.
2. Orientación hacia valores: Se trata de facilitar al paciente las condiciones para que pueda
clarificar sus metas en la vida en términos de sus valores, así como ayudar también a que pueda
alterar las relaciones entre sentir-pensar-actuar que le alejan de lo que quiere en su vida. Se le pide
al paciente que indique qué terrenos le son valiosos (ej: la familia, las relaciones íntimas, el
crecimiento personal,etc.) y qué dirección y camino cree que serían los adecuados para llegar a ellos.
Los valores sirven como direcciones para la propia conducta. Se le pide que especifique qué razones
o motivaciones dirigen sus acciones y que tome conciencia de hasta qué punto están generando o
no un coste personal a largo plazo. Por ej., un paciente se puede dar cuenta de que casi siempre
actúa para que otros lo aprueben, o que actúa para eliminar los sentimientos de culpa o la ansiedad
de forma inmediata, etc. y en ello basa la mayoría de sus acciones. Una estrategia para ayudar al
paciente en la clarificación de sus valores es pedirle que escriba un elogio breve sobre sí mismo, a
modo de epitafio o forma en que, según lo que le importa, le gustaría ser recordado.
Abordar que el control es el problema: Se pretende demostrarle al paciente que sus intentos de
control son el propio problema y ayudarle a que se dé cuenta, por sí mismo, de lo inútil que resultan
sus estrategias de control. A pesar de que estas estrategias de control puedan parecer lógicas para
muchas personas, lo cierto es no sólo no han servido para solucionar sino que además el problema
ha empeorado (cada vez son más los lugares que se evitan), la razón es que en ciertas circunstancias,
cuando el control se pretende aplicar sobre los propios eventos privados (sensación de malestar y
ansiedad), normalmente se facilita el que la situación se empeore. Frente a esto se propone estar
abierto a las experiencias privadas y a poder experimentarlas, que en definitiva supone una
exposición in vivo a las mismas.
6. El yo como contexto: Este proceso trata de situar verbalmente la construcción del yo como
persona, como centro desde el que actuar, diferenciándolo de las emociones, pensamientos o
recuerdos. Se pretende que los clientes pierdan sus ataduras a los contenidos verbales, considerados
como su identidad personal, y que busquen un sentido de identidad que trascienda lo literal. Es
frecuente que por ejemplo un paciente que padece agorafobia se identifique con el problema y diga
y piense “yo soy agorafobico” y esto puede hacer que proceda en su vida de manera que confirme su
sentido de identidad e impida que esta persona avance a través de las elecciones adecuadas, lo cierto
es que el es algo más que su conducta de evitación, viéndolo como tal puede encontrar no sólo la
forma desarrollar un vida valiosa, sino paradójicamente disolver los círculos viciosos que merman
su libertad de movimiento.
7. Acción comprometida: implica definir metas en las áreas del camino definidas, con aceptación, y
a pesar de los obstáculos que puedan aparecer en ese camino. Se pretende que el paciente se
comprometa con el cambio de su conducta, no a través de instrucciones directas, sino valorando las
conclusiones y decisiones a las que llega al final de la terapia y que está dispuesto a adoptar por sí
mismo. Desde la perspectiva de la Teoría de los Marcos Relacionales, la acción comprometida es un
patrón de comportamiento constructivo regulado por los valores, entendidos como antecedentes
verbales, que se mantiene por sus consecuencias en correspondencia con esos valores.
Al gráfico anterior, Steven Hayes lo denomina Hexaflex y plantea que la predominancia del
lenguaje genera rigidez psicológica a lo largo de esas seis dimensiones, que son las que guían la
conceptualización y el tratamiento.
Cada dimensión tiene dos extremos, uno que está más cercano a la rigidez y uno que está más
cercano a la flexibilidad.
Describe de qué se trata cada dimensión y entre paréntesis ubica el nombre de cada extremo,
primero el de rigidez, y segundo el de flexibilidad.
Como las dimensiones se refieren a conductas, cada una de ellas es operacionalizable y mensurable.
Podemos establecer, por ejemplo, el grado de evitación, la frecuencia de acciones hacia valores, etc.,
con lo cual las seis dimensiones se vuelven una herramienta muy útil para el diagnóstico.
Su utilización es muy frecuente, pudiendo ser narradas por el terapeuta o también representadas
en la sesión (ej.: el terapeuta representa lo que provoca malestar al paciente y no le permite avanzar).
Las mejores metáforas son aquellas que cumplen los siguientes criterios:
- Poseen propiedades no arbitrarias, relacionadas con leyes físicas (e.g. limpiar un vaso sucio).
- El paciente tiene experiencia directa con sus contenidos, o con algo similar.
Ejercicios de exposición
Se refieren a la exposición de los pacientes a sus eventos privados en el propio contexto de la terapia.
La exposición a los sentimientos y pensamientos más dolorosos y las situaciones más desagradables
resulta imprescindible, estando todos los ejercicios de exposición precedidos de metáforas. Estos
ejercicios deben tener siempre en cuenta la experiencia del paciente como base (ej: ¿dónde te ha
llevado intentar controlar/evitar tus pensamientos?)
Práctica de Mindfulness
Estrategia que va a posibilitar el cambio de relación con los pensamientos, sentimientos, recuerdos
y patrones de regulación verbal que se juzgan rápidamente como problemáticos y que se pretende
controlar.
Cambiando el contexto, desde uno de fusión a otro de defusión y aceptación, también se altera la
función de esos eventos internos, modulando su impacto. En el contexto de mindfulness no hay más
obstáculos a una vida valiosa, pues sólo son eso eventos internos pasajeros que no afectan al yo
contexto.
Terapeuta como agente activo
El terapeuta es un agente activo del contexto del paciente, que debe aplicarse los principios de ACT
en su proceso de desarrollo personal (ej: soportar el malestar que se genere en consulta). Para aclarar
al paciente cuál va a ser la ayuda del terapeuta se suele emplear la metáfora de las dos montañas:
“Imagínese que usted y yo somos unos escaladores que estamos trepando nuestra propia montaña de la vida.
Es posible que, mientras yo subo mi montaña, pueda divisar desde mi perspectiva y verlo a usted ascendiendo
en su montaña. Lo que yo puedo ofrecerle como terapeuta es sólo lo que puedo comentarle desde mi perspectiva.
Ofrecerle mi punto de vista externo o independiente. No es que usted esté equivocado y yo esté en lo correcto.
Los dos somos unos seres humanos enfrentándonos al mismo reto de escalar nuestras respectivas montañas.
No es que uno esté arriba y otro esté abajo, en el sentido de que yo sepa y usted no. Mi trabajo consiste en
proporcionarle dicha perspectiva, de tal forma que esto le ayude a que usted llegue a donde quiere ir”.
Todas las escuelas de psicoterapia creen que la labor terapéutica debería ser llevada a cabo de una
forma compasiva, respetuosa, comprensiva y, en general, amable con la gente.
(ROGERS) Congruencia
Empatía
COMPASIÓN
El desarrollo de la compasión por uno mismo y por los demás, como camino para favorecer el
bienestar, también ha sido un aspecto central de la práctica budista para la mejora del bienestar.
En el modelo budista la verdadera compasión surge por insight en relación a la naturaleza ilusoria
de un yo separado y al esfuerzo por mantener sus límites- frente a lo que se conoce como una mente
iluminada o despierta-.
COMPASIÓN
Budismo Mahayana :desde esta rama del budismo la atención consciente (mindfulness) genera las
condiciones para una mente serena y la compasión capaz de transformar la mente. Cada una actúa
como las dos alas de un pájaro.
Buda :Entendía en proceso transformativo de la compasión y reconocía que era necesario que
entrenamos nuestras mentes de diversas maneras.
. Se desarrolló con y para gente que presentaba problemas crónicos y complejos de salud mental
ligados a la vergüenza y la autocrítica y que, por lo general, procedían de ambientes conflictivos.
. Buda y los primeros filósofos griegos comprendieron que nuestras mentes son caóticas, sometidas
a conflictos y dominadas por fuertes emociones, lo que llevaba a problemas de ansiedad, depresión,
paranoia y violencia.
. El comienzo de tal respuesta vino con la publicación en 1859 de “El origen de las especies” de Darwin
= revela que nuestras mentes y cerebros son el resultado de la selección natural. Los entornos son
desafíos que favorecen algunas variaciones individuales de una población sobre otras posibles.
. Los cerebros desempeñan funciones básicas que son compartidas a través de las especies.
Hoy en día, pocos aceptan el punto de vista del ser humano como una tabula rasa. La opinión
general es que el bebé humano viene al mundo para convertirse en un representante factible de su
especie. Si todo va bien, el niño desarrollará apegos con sus cuidadores, adquirirá el lenguaje,
desarrollará competencias cognitivas, establecer relaciones sexuales de pareja y demás.
. Una persona muy relacionada con el intento de esclarecer la naturaleza innata de la capacidad
humana para crear distintos tipos de significado en psicoterapia fue Jung.
-Arquetipos:
Construir la compasión:
La compasión incluye una emoción que tiene aspectos negativos, porque supone entrar en contacto
con el sufrimiento y eso nos hace sufrir. Aunque el sufrimiento está presente en todo momento en
la vida del hombre, nuestra sociedad nos aísla de él, porque es desagradable y no queremos verlo
ni sentirlo cerca.
La percepción del sufrimiento es una condición previa para sentir compasión. En este sentido,
Atkins y Parker (2012) proponen varios pasos para fomentar la compasión:
Percibir el sufrimiento. Para ser capaces de ponernos en contacto con el sufrimiento hemos de estar
abiertos a sentirlo. El entrenamiento en mindfulness implica estar abiertos a la experiencia de lo que
ocurre a nuestro alrededor y a darnos cuenta de lo que les pasa a los demás con amplitud de mente
y curiosidad. y elegir con más libertad nuestra actuación en esos momentos.
Evaluarlo. La evaluación que hagamos de quien sufre influye de forma básica en que se dispare o no
nuestra emoción. Cuando nuestra mente entra en funcionamiento, se producen dos tipos de
evaluaciones: la de la situación externa y la de nuestra capacidad para afrontarla (Lazarus y
Folkman, 1986). Si valoramos de forma negativa a aquel que sufre, la compasión no surgirá. Por
ejemplo, si pensamos que se merece el sufrimiento porque no ha sido previsor o por cualquier otra
causa, inhibiremos la emoción y justificaremos nuestra inacción. También valoramos nuestra
posibilidad de ayudar, si no apreciamos que tengamos capacidad de ayudar, tampoco nos
dejaremos llevar por nuestros sentimientos compasivos.
. Sentir la compasión. Hemos de tener capacidad de vivir plenamente los sentimientos y pensamientos
negativos que surgen al entrar en contacto con el sufrimiento, propio o ajeno. Dejarnos llevar por la
compasión puede implicar involucrarnos en el dolor ajeno por encima de las reacciones lógicas de
protegernos.
4. Actuar. De esa forma podemos dejarnos llevar por la compasión y, de acuerdo con el valor general,
comprometernos en la ayuda del que sufre (Atkins y Parker, 2012). La flexibilidad psicológica que
estos procesos psicológicos proporciona nos permite ser compasivos con mayor libertad.
Del “yo no tengo la culpa” a la asunción de responsabilidad:
Se le dice al cliente: “No estamos tan interesados en tu diagnóstico como en la manera en que tus sistemas
de amenaza, activación y confortamiento están trabajando para ti”.
Emplear un tiempo para que la gente entienda que no es su culpa, es tiempo bien empleado, porque
orienta a la persona a enfocar sus dificultades de una manera más objetiva (compasiva).
De modo que, mientras que para los clientes es importante trabajar y asumir cada vez mayor
responsabilidad por el cambio así como aprender a tolerar contratiempos, sin verguenza, el hecho
de elaborar el yo adaptativo y compasivo permite un enfoque positivo y no vergonzante sobre la
toma de responsabilidades.
Se enseña a utilizar el propio tono y velocidad de la voz, la comunicación no verbal, el propio ritmo
de la terapia para que resulte consciente y el proceso reflexivo que genere “seguridad” para
explorar, descubrir, experimentar y desarrollar.
El tono emocional en la terapia establece parcialmente a través de la actitud global y el ritmo del
terapeuta y es importante en este proceso de experimentar el “estar juntos”.
Los terapeutas CFT son sensibles a las dificultades que puede tener el cliente para experimentar el
“estar juntos” o “ser cuidado”que les lleve a envolverse en estrategias de seguridad acorazando el
ego frente a los “sentimientos de estar juntos y de conexión”.
Experimentar barreras frente a este “fluir de las mentes” es lo que puede resultar problemático para
algunas personas y la forma en que el terapeuta “desbloquea” este fluir, lo que puede llegar a ser
terapéutico.
Cuando entrenamos a gente que proviene de otros enfoques, consideramos que tenemos que ir más
despacio; permitir espacios y silencios para la reflexión y para vivenciar interiormente la terapia, en
vez de formular series de cuestiones socráticas o de “establecer objetivos”.
En la CFT, se presta una atención especial tanto al cliente como al terapeuta, en tanto que constituye
un modelo de regulación del afecto y las divewrsas intervenciones se utilizan para desarrollar
pautas específicas de regulación del afecto, de los estados cerebrales y de las auto-experiencias que
apoyan los procesos de cambio.
¿Cuáles son sus intervenciones?:
• CAUSAS INTERNAS…
• La creencia popular y las teorías cognitivas asumen que las causas de la conducta depresiva
está en los pensamientos y sentimientos “dentro” del individuo.
Teorías psicológicas:
. Creencias irracionales
. Pensamientos negativos
. Emociones
. Autoestima
. Conflictos internos
. Déficit neurotransmisores
• LA DEPRESION SE DA EN UN CONTEXTO
La AC sostiene que el contexto explica más eficientemente la depresión y es también el lugar más
adecuado para llevar a cabo una terapia eficaz que los supuestos factores internos, fueran éstos
neurobiológicos (típicamente ‘desequilibrios químicos’)o psicológicos (por ejemplo, ‘esquemas
cognitivos’).
La TAC sostiene que las conductas que caracterizan a las personas deprimidas juegan un papel
significativo en la depresión, en vez de ser meramente síntomas de un cuadro.
Dos elementos básicos
CONTEXTO: Condiciones que ocasionan la conducta. Importan los eventos que ocurren en la vida
del paciente.
FUNCION: Las consecuencias de esta conducta. Las respuestas que dan a tales eventos cuando
están deprimidas. Buena parte de la conducta de las personas deprimidas viene a funcionar en
realidad como evitación conductual de importantes ámbitos de la vida.
• No siempre es obvio que las conductas de los clientes son conductas de evitación. El cliente
hace lo que siente natural. Únicamente cuando se analizan las consecuencias de la conducta
se puede empezar a comprender su función, en este caso, la de evitación.
Conductas de evitación
La depresión en sí misma es una forma de evitación
Formas de no enfrentarse a situaciones
El individuo no tiene intención expresa, no conoce que está evitando, se observa en los resultados
La AC trata de ‘poner a funcionar’ o, como sugiere su propio nombre, ‘activar’ a la persona a pesar
de estar (todavía) deprimida, como paso para dejar de estarlo.
Más técnicamente, se puede decir que la AC es un procedimiento que enfatiza los intentos
sistemáticos en incrementar conductas que hagan probable el contacto con las contingencias
ambientales reforzantes y produzcan, a su vez, cambios en los pensamientos, el humor y la calidad
de vida.
Es fundamental el análisis funcional de la conducta, a partir del cual poner en juego las actividades
que pudieran ser relevantes.
No se trata, pues, meramente de incrementar las actividades como así era en terapias anteriores en
esta misma línea, sino de incrementarlas en función de su relevancia para la persona en particular.
Es una terapia estructurada y de corta duración (del orden de 15 sesiones), no está protocolizada,
sino confeccionada a la medida del cliente.
• Los clientes generalmente piensan que necesitan estar motivados o un estado de ánimo
positivo para actuar
Establecer una buena relación terapéutica y explicar el modelo, el terapeuta actuará como oyente no
punitivo, sólo da informaciones, será una guía a lo largo del proceso; y comienza a trabajar sobre
las funciones de la conducta depresiva de ese cliente en particular.
Dentro de este proceso se realizan tareas y ejercicios como parte activa del tratamiento, con objeto
siempre de observar las relaciones entre la conducta y sus consecuencias.
Además de observar las conductas positivas o adaptativas, por muy pequeñas que sean para
proponerlas como objetivo a aumentar; y también la búsqueda de todo tipo de reforzadores
(personas, actividades, objetos, situaciones, etc.) para utilizar a lo largo del tratamiento. Siempre se
van a buscar reforzadores positivos naturales, consecuencias habituales y lógicas que suelan tener
los comportamientos en su contexto diario.
– Rapport inicial
– Trabajar entre-sesiones
– El tratamiento no es indefinido
Se trata de monitorizar las actividades día a día para observar relaciones funcionales en la conducta
depresiva del cliente. (autorregistros de actividades diarias, esquemas relacionales y descripciones
de conductas: cuáles, cómo, cuándo, dónde, ante quién, qué pasa después, qué siente…).
Con LOS REGISTROS se producen análisis de cadenas de respuestas más pequeñas, actividades
mínimas que puedan controlarse o cambiarse con mayor facilidad, o que impidan iniciar toda la
secuencia de carácter depresivo.
Esas explicaciones se utilizan esquemas con acrónimos que ayuden al cliente a recodar esas
funciones de su propia conducta, con ejemplos adaptados de su propia experiencia. Por ejemplo, el
típico acrónimo A-B-C (Antecedents-Behavior-Consequences), pero también el de TRAP (Trigger-
Response-Avoidance-Pattern).
• Especificar comportamientos (cuales, cómo, cuándo, donde…)
• Uso de esquemas
• Registros de actividades diarias
• Mantenimiento de rutinas o crear otras nuevas
• Autorregistro de cambios de humor en relación a rutinas y actividades
• Puntuar situaciones reforzantes
• Análisis de tareas en comportamientos diarios
Búsqueda de alternativas. Hay que buscar cambios para mejorar la vía diaria, y cambios que puedan
ser reforzados de manera natural en el contexto diario de esa persona. Aquí se utiliza, p.ej., el
acrónimo ACTION (Assess-Choose-TryOut-Integrate-Observe-NeverAbandone) como forma de
recordar las pautas de actuación en su vida diaria.
Se van a asignar actividades para casa que obtengan reforzamiento positivo natural, que supongan
de alguna forma enfrentarse a los demás, realizar cambios especiales en la situación, en un tiempo
y un lugar específicos, que supongan ya un cambio activo en la forma de abordar las relaciones con
su entorno más próximo, sobre todo su entorno familiar y social.
Más a largo lazo, se trata de buscar un sentido a la vida del individuo, centrarse en el futuro, una
actitud activa y autodirectiva de su vida.
Buscar compromisos consigo mismo como persona, compromisos para hacer algo, no sugeridos por
el terapeuta, sino surgidos de su vida diaria.
Explicación cotidiana en lenguaje común, del análisis funcional
A - B - C
En las sesiones finales de la TAC se enseñan habilidades asertivas para enfrentarse a los problemas,
para enfrentarse también a las relaciones con los demás, incluso formas de buscar reforzamiento
social, cuando aparezcan situaciones extinción y castigo verbal de los demás.
También ensayos de role-playing simulando situaciones problemáticas ante los demás, e incluso la
incorporación de otros familiares, la pareja u otros allegados en esta parte de la terapia para facilitar
esas habilidades asertivas.
“Habilidades de relación con los demás”
Habilidades asertivas
Búsqueda de reforzamiento en los demás, sólo por deprivación
Extinción y castigo a los demás
Psicología Individual
Alfred Adler
Nació en Rudolfsheim, un suburbio de Viena, el 7 de febrero de 1870. Segundo de seis hermanos.
Era enfermizo, raquítico, y padecía crisis de ahogo. Además, tenía celos del hermano mayor, que se
llamaba Sigmund, y estaba con él en rivalidad permanente, como más tarde con Freud. Protegido
por el padre, rechazado por la madre y sufriendo por su lugar de hermano menor, siempre atribuyó
más importancia a los vínculos de grupo y de fraternidad que a la relación entre padres e hijos. Se
casó con casó con Raisa Epstein Epstein, hija de un comerciante judío originario de Rusia. Ella
pertenecía a los círculos de hija de un comerciante judío originario de Rusia. Ella pertenecía a los
círculos de la inteligencia y hacía alarde de opiniones de izquierda que la alejaban del modo de vida
de la burguesía vienesa, para la cual la mujer tenía que ser en primer lugar madre y esposa. Se
graduó en Medicina, donde comenzó a trabajar de oftalmólogo en 1897.
Psicología Individual ¿En qué consiste la psicología individual? La Psicología Individual trata de
ver la vida del individuo como un todo unificado y contempla cada reacción aislada, cada acto e
impulso, como expresión de la actitud de un individuo hacia la vida. Una ciencia tal es
necesariamente utilitaria y pragmática, porque con ayuda del conocimiento podemos modificar y
corregir nuestras actitudes. De este modo, la Psicología Individual predice lo que podría pasar, para
evitar que suceda.
Visión antropológica: Plantea una psicología del Yo, toma a la persona como centro de estudio del
comportamiento, ya no solo psicológico personal, sino en su plena dimensión cívica. Concibe al
individuo como una unidad no indivisible, desconoce enteramente el valor de lo inconsciente. Hace
hincapié en la adaptación y en el ambiente. Considera que cada ser humano constituye un todo,
algo único e irrepetible. Visión epistemológica La expresión “Psicología Individual”, precisamente,
deriva del término latino “in-dividuus” (indivisible) se oponía a la concepción filosófica
elementarista y mecanicista, presente en la obra de Freud, consistente en analizar la psique en sus
partes, componentes y estructuras divididas. Con su idea de totalidad, Adler recoge las influencias
de la filosofía de Dilthey, Virchow, Stern, y Spranger. Contrario a la idea de Freud de las instancias
psíquicas (el Yo, Superyó, y Ello) divididas y en constante lucha entre sí, Adler concibe el ser
humano como unidad psicológica. Todas las expresiones de la cognición, la emoción, lo somático y
la conducta, responden a la misma unidad y totalidad guiadas por la meta final.
Pone énfasis en la teleología, en donde la fuerza teleológica se expresa a sí misma en la lucha por
un fin, y en esta lucha colaboran cada uno de los atributos físicos y psíquicos. Por lo tanto, es
absurdo estudiar de forma abstracta los problemas físicos o mentales, mentales, sin relacionarlos
con el individuo entendido como un todo unificado. La teoría adleriana tiene un gran potencial
integrador que se refleja sobre todo, en su consideración de la personalidad como Estilo de Vida,
que conjuga todas las dimensiones de la conducta, la cognición, la afectividad y lo somático, hacia
una misma meta final.
DESARROLLOS TEÓRICOS
Presenta la Psicología Individual para desligarse de la noción freudiana de instancias psíquicas que
dividen a una persona en partes irreconciliables, y establecer una teoría de la unidad del que dividen
a una persona en partes irreconciliables, y establecer una teoría de la unidad del individuo, como
una totalidad indivisible y contemplando su singularidad. Desarrolla así términos acuñados por él,
como “sentimiento de inferioridad”, “afán de poder”, “minusvalía de órganos”, “protesta
masculina”. La protesta masculina es definida como la fuerza dinámica más importante del ser
humano, humano, considerada universal, donde prevalece el deseo de poder y es también vista
como el motor de la neurosis. Al plantear una protesta masculina sexualiza la represión con
cuestiones de género femenino o masculino, dándole una valoración social y no un sentido libidinal.
Considera a la lucha entre los dos sexos como lo decisivo para la represión. Supone que todo
individuo se resiste a permanecer en la línea femenina, inferior, y esfuerza hacia la línea masculina,
la única satisfactoria. La protesta masculina, la voluntad de apartarse de la línea femenina, es en
todos los casos el motivo de la represión. Entonces, lo represor sería siempre una moción pulsional
masculina, y lo reprimido, una femenina. Agrega que la cultura nace de la represión “…en cualquier
parte, donde la autoridad impera sobre los humanos, se encuentran antagonismos que, de forma
más o menos metafórica se vuelven irremediablemente a encontrar en la vida psíquica.”
Todo niño parte de una posición, donde él mismo se percibe como pequeño, incapaz e indefenso. A
continuación, encuentra que los adultos que le rodean están investidos de más capacidad, son
mayores, más fuertes y completos, mientras que él es menos fuerte, menos capaz y menos completo.
Esta primera percepción le predispone a desarrollar su primer esquema mental de la vida, “el estar
abajo frente al estar arriba”. A partir de esta percepción, el niño trata de estar arriba, fijándose un
objetivo mediante una ficción o meta a seguir. Para Adler, la conducta y toda la actividad psicológica
están dirigidas de manera unitaria hacia los objetivos que la persona persigue. La psicología de
Adler no es retrospectiva ni causalista, como la freudiana, sino finalista y prospectiva (también
llamada teleológica, del griego “telos”, “telos”, fin). Se dirige más hacia el futuro que hacia el
pasado. La cuestión fundamental para entender el comportamiento de una persona no es preguntar
“¿de dónde?” o “¿por qué?” sino “¿hacia dónde?” o “¿para qué?”. La conducta humana solo puede
ser comprendida por el objetivo final que persigue el individuo.
Sentimiento de Comunidad: Llamado también Interés Social. Este concepto tiene su origen en la
tesis socialista de que la evolución del ser humano se encamina hacia la comunidad ideal. Adler
entiende la tendencia afectiva y cognitiva de las personas a orientar su conducta hacia la
convivencia, la cooperación y la realización de las exigencias sociales, las tareas de la vida. Un
aspecto importante del Sentimiento de Comunidad es el concepto de cooperación; la cooperación
es un requisito indispensable para el desarrollo y progreso de la humanidad. Adler describe al ser
humano como ser social, que puede orientarse mediante su decisión personal a la cooperación e
interés por sus semejantes. Aunque el Sentimiento de Comunidad y la cooperación son
potencialidades innatas (en cierto modo Adler se adelanta a la teoría del apego de Bowlby), deben
ser preparadas y ejercitadas mediante la educación.
El indicador principal para Adler de la salud mental es que la persona se siente conectada a otros
mediante el sentimiento de comunidad. Este sentido de cooperación proporciona el sentirse
importante de manera genuina, proporcionando seguridad y felicidad. Cuando se desarrolla
adecuadamente, lleva a una actitud de interdependencia cooperativa y a un deseo de contribuir.
Estilo de Vida: La personalidad orientada a metas El estilo personal de vida conlleva las metas, las
estrategias y métodos para conseguir los fines o propósitos personales, tanto conscientes como
inconscientes; por motivos de más claridad, la parte del Estilo de Vida que se refiere a los métodos
o conductas inconscientes para alcanzar esos fines lo podemos llamar "plan inconsciente de vida".
Los procesos mentales dominantes en el funcionamiento del Estilo de Vida están en torno a la
"apercepción tendenciosa"(atención selectiva): estos mecanismos inconscientes seleccionan los
criterios de intereses y relevancia de la percepción subjetiva y la gama de experiencias a las que
atiende el sujeto. Adler cree que los primeros recuerdos que tiene el sujeto de su vida reflejan el
ámbito selectivo del Estilo de Vida, ya que éste guía la actividad de la misma memoria. Por ello
pedía a sus pacientes el relato de los mismos. Entre el consciente y el inconsciente no hay
contradicción, ya que ambos son expresiones del mismo Estilo de Vida. Para Adler, la divergencia
entre actitudes conscientes y propósitos inconscientes es sólo aparente, y afirma que el ser humano
hace lo que (inconscientemente) quiere.
LA PSICOTERAPIA ADLERIANA
Objetivos principales de la intervención psicológica adleriana:
1.El “dar ánimos”: aumentar la autoestima, devolver a los pacientes el sentido de significancia, valor
personal y eficacia; al principio, el paciente se siente desanimado, incapaz e inadecuado; se siente
desmoralizado por sus fracasos y acosado por sus síntomas; es importante darle al paciente
esperanza y confianza en sus propias capacidades. 2. Reducción de la sintomatología: aunque los
adlerianos creemos que los síntomas son secundarios y desaparecen cuando el cliente adquiere
actitudes y conductas más adaptativas, adaptativas, el paciente también tiene derecho a que las
intervenciones del terapeuta se dirijan también a estos y sobre todo al inicio de la terapia, al alivio
de los síntomas; depende del trastorno, esto se puede conseguir mediante la psicofarmacología y/o
técnicas conductuales de manejo de síntomas. 3. Reducción de conductas mal adaptativas y
autodefensivas compensatorias: aquí se trabajan específicamente los “apaños “apaños creativos”
creativos”; es importante que el paciente los identifique y los cambie por “soluciones adaptativas”.
4. Aumentar el Sentimiento de Comunidad: aquí se procura cambiar el Estilo de Vida disfuncional,
es decir toda la personalidad; se trata de integrar a la persona a la comunidad de manera estable,
estable, educarla para la convivencia y la cooperación; este objetivo proyecta el cliente mucho más
allá del proceso de psicoterapia hacia una vida más satisfactoria y más “humana” en general.
4. Reorientación psicológica: en esta última fase se empiezan a consolidar los insights ganados y
poner a prueba de realidad los nuevos patrones de conducta adquiridos. El cliente cada vez está
más preparado para implementar el nuevo Estilo de Vida en un contexto fuera del despacho del
terapeuta, por ejemplo mediante tareas conductuales-relacionales entre sesiones. Existen
diversas modalidades de psicoterapia y orientación adleriana: terapia individual, de pareja,
familia y terapia de grupo. Además, existen formatos de psicoterapia breve adleriana adaptadas
a diversos contextos institucionales.
Técnicas: Las sesiones suelen ser cara a cara, y algunos adlerianos eliminan la mesa del
despacho en estos encuentros, encuentros, con sillas una frente a otra, para eliminar cualquier
indicación de excesiva diferencia. Podemos encontrar una diversidad de instrumentos que
utilizan los adlerianos. Esta diversidad de procedimientos se debe a la doble vinculación de la
psicoterapia adleriana con la tradición psicodinámica y su desarrollo posterior más cognitivo,
cognitivo, o si se quiere constructivista, constructivista, cognitivo y conductual. Habitualmente
la evaluación del estilo de vida conlleva evaluar la tétrada cogniciones (verbales e imaginativas),
las emociones, las conductas y las manifestaciones somáticas.
▪ Motivo de consulta e historia del problema (Información diagnóstica, curso y desarrollo del
problema, áreas de vida implicadas, análisis de la demanda, intentos previos de solución, etc.).
▪ Relaciones de familia, familia, actuales y pasadas. Nivel de vida y atmósfera familiar. (En este
punto se considera la calidad y tipo de relaciones familiares actuales, las influencias
socioeconómicas de la vida familiar y las posibles repercusiones del clima familiar en la
formación del estilo de vida. Recursos y apoyos familiares)
▪ Profesión o estudios (ideas sobre la elección de la profesión y las metas que refleja, satisfacción,
problemas y recursos).
▪ La pregunta de la evitación: Una pregunta que suele revelar los apaños creativos del paciente
y lo que se pretende evitar con los síntomas/problemas es: "¿Si estuviera bien qué cambiaría?"
Titze (1982) apunta dos métodos de sondeo de pensamientos a través de: - Una vez que se
conocen las áreas de vida donde el paciente tiene problemas, se le pregunta a este cómo se siente
en particular en esa situación y qué pensamientos le vienen a la cabeza. Con el mismo método
se puede sondear cuando el paciente se siente particularmente bien o mal ante determinadas
situaciones. Es el mismo procedimiento que utiliza Beck en su terapia cognitiva. (Relato (Relato
de momentos particulares) particulares) - Igualmente se le puede solicitar al paciente que cuente
cómo transcurre un día normal de su vida e ir preguntando cómo se siente y qué piensa en
determinados momentos (relato de un día de vida).
3- Cuestionarios y tests: Los Adlerianos son bastantes eclécticos en el uso de cuestionarios y tests
en general, siempre que puedan brindar información sobre el estilo de vida del paciente. Existen
cuestionarios específicos para la evaluación del estilo de vida, aunque pueden utilizarse desde
los cuestionarios para evaluar cogniciones hasta test proyectivos como el TAT o el test de
Luscher.
5-La observación conductual: A menudo Adler hablaba del lenguaje de los gestos como
revelador del estilo de vida, de modo que en muchas ocasiones dan mucha más información
sobre aquello que lo que dice el paciente con sus palabras. La presentación del paciente, paciente,
su forma de vestir, vestir, sus ademanes, ademanes, gestos, gestos, tono de voz, sus posturas,
etc., son muy reveladores al respecto. Es típico el uso del reflejo de reconocimiento, una especie
de indicador fisiológico o somático del paciente ante, por ejemplo, las interpretaciones del
terapeuta (ej. ruborizarse, cambios frecuentes de posturas, carraspeo, sonrojarse, etc.). Otro
punto importante es observar cuándo aparecen los síntomas, ante qué situaciones y tareas de la
vida, en qué momentos y qué finalidades parecen tener. Se trataría de una especie de análisis
funcional de las conductas, pero ahora con aspectos más propositivos e intencionales.
Desarrolladores de la teoría adleriana
BECKY LAFOUNTAIN es miembro de la Comisión Directiva de la “North American Society of
Adlerian Psychology” (NASAP), donde se desempeñó como Directora Ejecutiva de 2001-2010. Ha
sido miembro de la facultad del “International Committee of Adlerian Summer Schools and
Institutes” (ICASSI) y ha realizado cursos de formación en Psicología Individual en Taiwán y
Nigeria. Es profesora de psicología en la Universidad Estatal de Pensilvania, además de ser autora
de diversas publicaciones científicas. Ella expresa que: “Muchas de las ideas actuales en el campo
de la psicología y el asesoramiento tienen sus raíces en la psicología de Alfred Adler. Sólo un
ejemplo es el concepto del constructivismo social, que es el reconocimiento de que el
comportamiento se entiende en términos de la relación entre los organismos biológicos y su contexto
social. Recientemente este concepto está recibiendo mucha atención, pero los Adlerianos reivindican
que esta perspectiva fue promovida por Adler desde hace un siglo”.
WES WINGETT es psicoterapeuta, asesor en práctica privada en Norfolk, Nebraska. Visitó países
de África, Asia y Sudamérica para difundir ideas de Adler. Plantea que, desde otras terapias,
consideran como desventaja de la adleriana el hecho de ser simplista, al concentrarse en cuatro o
cinco ideas, pero que sin embargo, dichas ideas requieren de capacidad para entenderlas
profundamente. Manifiesta que en la terapia adleriana no hay diagnósticos de desórdenes
psiquiátricos, sino que estos son medios de comunicación con otras profesiones, como una manera
de ayudar a informar a otras disciplinas y desarrollar un lenguaje común. Considera que un
concepto muy importante para la terapia que es el “aún”: el problema puede no haber sido resuelto
“aún”, pero siempre hay esperanzas. El individuo con mal comportamiento es tan solo un individuo
mal alentado que necesita alguien que crea en él mientras se mueve en la vida.
MICHAEL TITZE (1947, Eslovenia) introdujo los Grupos Terapéuticos de Risa, como complemento
del análisis individual. Trabaja con el concepto de gelotofobia: miedo a reír y al ridículo. Este
concepto está vinculado con la vergüenza, dado que es una expresión de inseguridad. Lo que
subyace en la gelotofobia es un sentimiento de inferioridad exacerbado que obstaculiza el desarrollo
de las cuatro grandes tareas propuestas por Adler (amor, contacto social, trabajo, arte) y una más
propuesta Wes Wingett: espiritualidad o la filosofía de los valores (axiología) (axiología). Es
presidente y fundador de HumorCare International. Esta organización, de la cual el Centro de
Estudios Adlerianos es miembro titular, tiene por cometido difundir y promover el humor y la risa
con fines terapéuticos. La clave para la comprensión y el tratamiento psicoterapéutico de la
gelotofobia es la risa. La estrategia para generar la risa involucra una técnica vivencial. Son grupos
terapéuticos, estrictamente científicos, que tienen la peculiaridad de excluir presentaciones. Los
integrantes no van a contar su conflictiva: solamente van a reír. Las sesiones son semanales y duran
entre 10 y 20 minutos. El coordinador indica ejercicios fisiológicos y psicológicos para animar a los
participantes a reír libremente. Las primeras risas son forzadas y luego se genera un efecto-contagio
contagio logrando que las risas sean naturales. Se fomenta la consigna adleriana de tener “el coraje
de ser imperfecto”. El fundamento científico de estos grupos de risa está en las neurociencias. El
cerebro no discrimina lo real de lo imaginado: el pensamiento de tener un trozo de limón en la boca,
genera la misma salivación que cuando se lo tiene. Si una persona no tiene deseos de reír, pero lo
hace, el organismo reacciona cambiando el estado de ánimo de manera notoria. Así como Adler
mencionó que las lágrimas funcionan como un medio para alcanzar un objetivo: la atención, a lo
que llamó “fuerza hidráulica”, en los grupos de risa se convoca, a través de la voluntad, una
emoción positiva.
Influencia de Adler en la Terapia Cognitiva
Adler atribuía un valor de gran importancia a la percepción y la experiencia de la persona en el
mundo. En 1931, en su libro “El Sentido de la Vida”, escribió: “No sufrimos por el choque de
nuestras experiencias el llamado trauma, sino que inferimos de ellas precisamente lo que se ajusta
a nuestros propósitos. Estamos autodeterminados por el significado que damos a nuestras
experiencias; y probablemente siempre hay implicada cierta parte de error cuando tomamos
determinadas experiencias como base para nuestra futura vida. Los significados no están
determinados por las situaciones, sino que nos determinamos a nosotros mismos por el significado
que damos a las situaciones”. Las similitudes entre la teoría adleriana y el planteamiento moderno
TCC se pueden ver en conceptos como los «esquemas subyacentes» del paciente (el «estilo de vida»
de Adler). En su obra, Adler emplea términos como "opinión", idea de ficción" y "esquema "esquema
a- perceptivo", perceptivo", para referirse a creencias inconscientes aprendidas en la época infantil
en una determinada atmósfera familiar, qué son constituidas en las etapas pre-verbales del
desarrollo y que junto a las "opiniones secundarias" (creencias adquiridas en la etapa de
socialización y verbal del desarrollo) guían la conducta de todo individuo. Cuando las opiniones
primarias (esquemas a-perceptivos) no son moduladas por adecuadas opiniones secundarias en el
proceso de socialización, debido a fallos en la crianza y relación con los adultos, el individuo se ve
evocado a imponer y perseguir sus metas inconscientes de modo rígido y asocial, produciendo
psicopatología. Influencia de Adler en la Terapia Cognitiva El énfasis en ayudar a pacientes a
modificar sus creencias y formas de pensar, para cambiar el comportamiento y superar las
dificultades, es otro de los conceptos por lo que Adler ha ganado la consideración de ser “el primero
de los terapeutas cognitivos”. También algunas de sus técnicas, como la asignación de tareas, y el
acento en la necesidad de establecimiento de una relación terapéutica cooperativa y colaborativa en
la cual se aliente el cambio. Los fundadores de ciertos modelos dentro de las teorías de la TCC,
incluyendo a Aaron Beck y Albert Ellis, han reconocido la influencia de Adler. Más allá de sus
influencias en la Terapia Cognitiva, Cognitiva, si bien se plantea que es difícil una evaluación
completa de su alcance, alcance, varios de los principios básicos de su enfoque también se
encuentran en la teoría del apego, el movimiento de la psicología positiva, y el estudio del trauma
y la resiliencia.
Al nacer empieza a formarse lo que es el principio de todo desarrollo psíquico: la distinción entre el
yo y el mundo exterior. En esta fase del hallazgo del propio yo (ichfindung), que se cierra cerca del
primer año de edad, el niño no tiene un desarrollo físico correspondiente al psíquico y esta
desproporción continúa aún por muchos años. En el animal una presunta conciencia del yo
(entendida como diferenciación del mundo exterior) coincide con la autonomía individual. En el
hombre en vez de la independencia completa del ambiente (es comprendida también la economía)
se realiza muy tarde y cuanto más es superior la clase social, así la experiencia psíquica que domina
por muchos años es: yo soy· pequeño y débil y dependo de los otros y tengo que hacerme grande,
fuerte e independiente. Este hecho dominante es normal en todos los niños y es ciertamente presente
aun cuando no se exterioriza y es justamente la base del sentido de inferioridad de Adler. Los
caminos para superar este sentido de inferioridad son dos: uno es el camino normal del desarrollo
individual (contar prevalen temen te sobre sí mismo) a que corresponde psíquicamente la tendencia
de querer prevalecer y hacer progresos físicos y psíquicos para conocer y conquistar nueva
posibilidad de vida, procediendo con táctica, sin renunciar al sostén de los adultos. El segundo
camino es dar su adhesión efectiva al ambiente familiar, tener del sentido social de la solidaridad
(Gemeinchaftsgefühl) la seguridad de poder contar solamente con aliados poderosos en la lucha de
la vida (contar prevalentemente en los otros) .
Albert, Ellis (1913) recibió su titulo de graduado de psicología en 1934 en el City College de New York.
Nueve años mas tarde, en 1943 obtuvo el titulo de “Master” y en 1947 el de Doctor, en la Universidad de
Columbia. Ya en 1943 había comenzado su labor clínica en consultas privadas, tratando problemas
familiares, matrimoniales y sexuales. Al poco tiempo empezó a interesarse por Psicoanálisis, y procuro a
instruirse en este tipo de psicoterapia, pasando 3 años de análisis personal.
Su práctica privada fue inicialmente psicoanalítica, con énfasis en la teoría de K. Horney. Revisando los
resultados de sus trabajos, estimo q el 50% de sus pacientes mejoraban y el 70% eran neuróticos. No quedo
satisfecho con estas cifras ni con la teoría psicoanalítica q fundamentaba su trabajo. Sus puntos de
cuestionamientos a esta teoría se centraban en la excesiva pasividad del terapeuta y del paciente y la lentitud
del procedimiento. Para ello acerco más su labor psicoterapéutica a un enfoque “neofreudiano”, obteniendo
mejoras en sus pacientes. Pero observo q sus pacientes se habían estancado en la comprensión de su conducta
(insigths) sin que la modificasen. En este punto empezó a buscar más activos en la teoría del aprendizaje y
las técnicas de condicionamiento. Sus resultados mejoraron aún más, pero él seguía insatisfecho. Entonces
en 1955 comenzó a desarrollar su enfoque racional-emotivo de la psicoterapia. En 1958 publico por primera
vez su modelo A-B-C para la terapia, donde exponía q los trastornos emocionales derivaban de un continuo
“autoadoctrinamiento” en exigencias irracionales. La terapia tenia como fin, la sustitución activa por
creencias racionales anti-exigenciales y anti-absolutistas y su puesta en práctica conductual mediante tareas
fuera de la consulta.
-Metas y Racionalidad
Los hombres son mas felices cuando se proponen metas y se esfuerzan por alcanzarlas racionalmente. Las
principales metas serian:
a- Supervivencia
b- La felicidad: perseguida por una o varias submetas: aprobación o afecto- éxito y competencia
personal-bienestar físico, emocional o social.
a- las persoas en cierto modo, sufren por defender filosofías vitales centradas en perseguir sus metas
personales de modo exigente, absolutista e irracional.
b-las personas son mas fáciles, de modo general, cuando persiguen sus metas de modo anti-exigentes,
anti-absolutistas preferencialmente o de manera racional.
La mayoría de las personas suelen tener un modelo atribucional o causal de sus propias conductas
centradas en los acontecimientos externos. Representa así el modelo:
A: Acontecimiento C: Consecuencias
A……………………………………………………………………………………..C
Temporales:
Emocionales: actuales (por ej. Despido laboral, ansiedad, depresión, etc.); pasados o históricos
(por ej. Niñez sin afecto)
Conductuales
Espaciales (por ej. Evitación social, llanto); externos (ej. Rechazo amoroso)-interno (ej.
recuerdos negativos, obsesiones)
El modelo de la terapia racional-emotiva propone q el proceso q lleva a producir la “conducta” o la “salud”
o “trastorno emocional” es distinto ya que propone:
A……………………………..B…………………………………C
Temporales Creencias
Emocionales -Irracionales
Espaciales -Cognitivas
Conductuales: externo/interno
En resumen, no son los acontecimientos externos los q producen las consecuencias conductuales,
emocionales y cognitivas. Mas bien el propio sujeto, apicando su proceso de valoración personal sobre esos
eventos, es quien produce esas consecuencias ante esos eventos.
El q esos eventos tengan una mayor o menor resonancia en sus consecuencias, es decir q produzcan
estados emocionales perturbadores e irracionales o racionales dependerá de las actitudes valorativas
(creencia) de un sujeto particular.
El trastorno psicológico deriva de las creencias irracionales. Esta última se caracteriza por perseguir una
meta personal de modo exigente, absolutista y no flexible.
“Tengo que conseguir la aprobación o afecto de las personas importantes para mi”
“Tengo q ser competente (o tener mucho éxito), no cometer errores y conseguir mis objetivos”
“Tengo q conseguir fácilmente lo q deseo (bienes materiales, emocionales) y no sufrir por ello”.
Estas experiencias entrecomillas son representaciones modelo de las creencias irracionales q hacen
VILNERABLES a la persona a padecer de un TRASTORNO EMOCIONAL en los aspectos implicados en
esas metas.
Hay tres creencias q derivan de las primarias y son CREENCIAS IRRACIONALES SECUNDARIAS,
constituirían el segundo eslabón cognitivo del “procesamiento irracional de la información”
En un tercer eslabón cognitivo, estarían las DISTORSIONES COGNITIVAS o errores inferenciales del
pensamiento y q serian evaluaciones cognitivas más ligadas a las situaciones específicas y no tan centradas
como as creencias irracionales.
Ellis, es el único terapeuta cognitivo q llega a distinguir entre consecuencias emocionales negatvas y
apropiadas o patológicas. El hecho de experimentar emociones negativas no convierte ese estado en
irracional necesariamente, ni la racionalidad de la terapia racional emotiva (R.E.T) puede ser confundida con
un estado “apático, frio o insensible”. Lo q determina si una emoción negativa es o no patológica es su base
cognitiva y el grado de malestar derivado de sus consecuencias. En la R.E.T se distingue:
1.Tristeza: derivada de la creencia racional: “Es malo haber sufrido esta perdida, pero no hay ninguna
razón por la que dbiera haber ocurrido”
-VERSUS-
1.Depresion: derivada de la creencia irracional: “No debería haber sufrido esta perdida y es terrible q sea
así”. Si se cree responsable de la perdida se condena: “No soy bueno, y si la cree fuera de su control: “Es
terrible”
2. Inquietud: derivada de la creencia racional: “espero q eso no suceda y seria de mala suerte si llega a
suceder”
-VERSUS-
2.Ansiedad: derivada de la creencia irracional: “eso no debería ocurrir, seria horrible si ocurriera”
3.Dolor: derivada de la creencia racional: “prefiero no hacer las cosas mal, intentare hacerlas mejor, si no
ocurre ¡mala suerte!”
-VERSUS-
3.Culpa derivada de la creencia irracional: “no debo hacer las cosas mal y si las hago mal soy malvado/a”
4.Disgusto: derivada de la creencia racional: “No me gusta lo que ha hecho, y me gustaría q no hubiese
ocurrido, pero otros pueden romper mis normas”
-VERSUS-
4.Ira: derivada de la creencia irracional: “No debería haber hecho eso. No lo soporto y es un malvado por
ello”
La salud psicológica seria todo aquello q contribuiría a q el sujeto consiguiera sus metas con más
probabilidad, es decir el autoadoctrinamiento de las creencias racionales y su práctica conductual.
Para Ellis los tres focos pueden y suelen producir modificaciones emocionales, cognitivas y conductuales.
El foco mas relevante del cambio esta en el unto B del modelo A-B-C, sobre todo en la modificación de las
creencias irracionales.
Por otro lado, existen niveles en cuanto a la “profundidad” y generabilidad del cambio. Estos niveles son:
-INSIGHT 2: q el sujeto tome conciencia de como él mismo por autodoctrinacion o autorrefuerzo mantiene
la creencia irracional.
-INSIGHT 3: q el sujeto trabaje activamente la sustitución de las creencias irracionales por creencias
racionales mediante intercesiones de tipo cognitivo, conductual y emocional.
Ellis clasifica las técnicas de la RET en función de los procesos cognitivos, emocionales y conductuales:
-TECNICAS COGNITIVAS
1- DETECCION: consiste en buscar las creencias irracionales q llevan a las emociones y conductas
perturbadoras. Para ello se suele utilizar autorregistros q llevan un listado de creencias irracionales
permitiendo su identificación.
2-REFUTACION: consiste en una serie de preguntas q el terapeuta emplea para constatar las creencias
irracionales. Estas suelen ser del tipo ¿Qué evidencia tiene para mantener qué? ¿Dónde está escrito q eso es
así? ¿Por qué seria eso el fin del mundo?, etc.
3-DISCRIMANCION: el terapeuta enseña al paciente, mediante ejemplos, la diferencia entre las creencias
racionales e irracionales.
4-TAREAS COGNITIVAS PARA CASA: se utiliza con profusión de autorregistros de los eventos con
guías de refutación, cintas de casete con las sesiones refutadas, etc.
7-TECNICAS DE IMAGINACION
TECNICAS EMOTIVAS
1-Uso de la aceptación incondicional con el paciente: se acepta al paciente a pesar de la negativa q sea su
conducta como base o modelo de su propia autoaceptacion.
2-Metodos humorísticos: con ello se anima al paciente a descentrarse de su visión extremadamente
dramática de los hechos.
3-Autodescubrimiento: el terapeuta puede demostrar q ellos también son humanos y q han tenido
problemas similares a los del paciente, para así fomentar un acercamiento y modelado superador
4-Uso de modelado vicario: se emplea historias, leyendas, parábolas, para mostrar las creencias
irracionales y su modificación.
6-ataques de vergüenza
7- ejercicio de riesgo
TECNICAS CONDUCTUALES
En 1956 Beck trabajaba como clínico e investigador psicoanalista. Su interés se centraba en reunir
evidencia experimental de q en las depresiones encontraría elementos de una “hostilidad hacia si mismo” .
Pero los resultados obtenidos no confirmaron esa hipótesis. Esto le llevo a cuestionarse la teoría psicoanalítica
de la depresión y toda la estructura del PSA.
Los datos obtenidos apuntaban a q los pacientes depresivos “seleccionaban” focalmente su visión de sus
problemas presentándolos como muy negativos. Esto le hizo abandonar el campo del PSA. Su interés se
centró desde entonces en los aspectos cognitivos de la psicopatología y de la psicoterapia.
Equivalen también a las creencias según la concepción de Ellis. Con todos estos términos equivalentes nos
referimos a la estructura del pensamiento de cada persona, a los patrones cognitivos estables mediante los q
conceptualizamos de forma idiosincrática nuestra experiencia. Se refiere a una organización conceptual
abstracta de valores, creencias y metas personales, de las que, podemos o no, ser conscientes. Los esquemas
pueden permanecer inactivos a lo largo del tiempo y ante situaciones desencadenantes (de orden fisiológico,
biológico o social), se activan y actúan a través de situaciones concretas produciendo distorsiones cognitivas
(procesamiento cognitivo de la información distorsionado) y condiciones automáticas (o pensamientos
negativos, q serían los contenidos de las distorsiones cognitivas)
B-COGNICION: Se refiere a la valoración de acontecimientos hecha por el individuo y referida a eventos
temporales pasados, actuales o esperados. Los pensamientos o imágenes de las q podemos ser conscientes o
no. En el sistema de cognición de las personas se puede diferenciar:
B1- Un sistema cognitivo maduro: hace referencia al proceso de información real. Contiene los procesos
q podemos denominar como racionales y de resolución de problemas a base de constatación de hipótesis o
verificación.
B2-Un sistema cognitivo primitivo: hace referencia a lo anteriormente expuesto bajo el epígrafe de
supuestos personales. Esta organización cognitiva seria la predominante en estados patológicos. Esta forma
de pensamiento es similar a las concepciones freudiana de los “procesos primarios” y la de Piaget
“egocentrismo” y primera etapa del dsllo cognitivo.
Los pensamientos automáticos serian los contenidos de esas distorsiones cognitivas derivadas de la
confluencia de la valoración de los eventos y los supuestos personales. Las características de los
pensamientos automáticos serian:
Conceptualización de los problemas: los datos básicos para la terapia cognitiva consisten principalmente
en las cogniciones de los pacientes, fundamentalmente a partir de los pensamientos automáticos. Los
pensamientos automáticos se suelen recoger de tres fuentes principales: (1) informes orales del mismo
paciente al expresar las cogniciones, emociones y conducta que experimenta durante las sesiones y referidos
a determinadas áreas problemáticas, (2) los pensamientos, sentimientos y conductas experimentadas durante
la terapia; y (3) el material introspectivo o de autorregistro escrito por el paciente como parte de las tareas
asignadas en las sesiones.
Una vez recogidos estos datos básicos, el terapeuta en colaboración con el paciente, pueden conceptualizarlo
en tres niveles de abstracción:
a- El significado q el paciente da a su experiencia de los hechos pasados, relacionados con sus áreas
problemáticas. Estos datos se suelen obtener a partir de preguntas como ¿Cómo interpretaste la
situación en q te sentiste mal? ¿Qué significo para ti que sucediera x?
b- Los significados dados por el paciente a su experiencia son agrupados por el terapeuta en patrones
cognitivos. Tipos comunes (por ej. “creer q debe tener apoyo permanente para afrontar las
situaciones” “aplicar el rechazo a situaciones personales”, etc). (2) en funcion del tipo de error
cognitivo o distorsión cognitiva (sobregeneralizacion, polarización) y (3) en función del grado de
realidad y adaptación a las cogniciones.
c- Articular a modo de hipótesis los patrones cognitivos
En resumen, el terapeuta traduce los síntomas del paciente en términos de situaciones de evocadores-
pensamientos-afectos-conductas; después detecta los pensamientos automáticos y su base de distorsiones
cognitivas, y por ultimo genera hipótesis sobre los supuesto personales subyacentes, haciendo esto último
en base a las distorsiones cognitivas mas frecuentes, contenidos comunes (por ej. Empleados en palabras
“claves” o expresiones del paciente), como defiende el paciente una creencia y de momentos asintomáticos
o “felices” del paciente
La meta inmediata, denominada en la C.T “ terapia a corto plazo” consiste en modificar la predisposición
sistemática del pensamiento a producir sesgos cognitivos (distorsiones cognitivas). La meta final
denominada “terapia a largo plazo” consiste en modificar los supuesto cognitivos subyacentes q harian
vulnerable al sujeto.
A- La relación terapéutica: el terapeuta tiene una doble función: como guía, ayudando al paciente a
entender la manera en q las cogniciones influyen en sus emociones y conductas disfuncionales; y
como catalizador, ayudando a promover experiencias correctivas o nuevos aprendizajes q
promuevan a su vez pensamientos y habilidades mas adaptativas. El manejo de ciertas habilidades
facilita la colaboración, en especial el de la empatía emocional y cognitiva (entender y reflejar en como
el paciente parece vivir sus estados emocionales y su visión de su situación), la aceptación del cliente
( no rechazarlo por sus características personales o tipo de problema presentado) y la sinceridad del
terapeuta
Un punto importante es lo q sucede en la relación entre el terapeuta y paciente entendido como reflejo
del intercambio cognitivo entre ambos. Asi los fenómenos de “resistencia”, “transferencia” y
“contratransferencia” serian resultado de las distorsiones cognitivas y supuestos personales de otros
factores (por ej. Falta de acuerdo sobre las metas de la terapia, imposibilidad de proveer racionalidad
en el tipo de cuestionamiento).
B- Estrategias del tratamiento: una vez conceptualizados los problemas del paciente se genera un plan
de tratamiento con el fin de modificar las distorsiones cognitivas y los supuestos personales. Para ello
el terapeuta se vale tanto de las técnicas cognitivas, como conductuales. Estas técnicas son
presentadas en las sesiones y se pide un feedback del entendimiento, se ensayan en consulta y se
asignan como tarea para la casa a un área del problema seleccionado.
C- Técnicas del tratamiento: la finalidad de las técnicas cognitivo-conductuales es proporcionar un
medio de nuevas experiencias correctoras q modifiquen las distorsiones cognitivas y supuestos
personales.
C1. Finalidad de las técnicas cognitivas: facilitar la exploración y la detección de los pensamientos
automáticos y sup. Personales. Una vez detectados comprobar su validez.
C2. Finalidad de las técnicas conductuales: proporcionar experiencias reales y directas para
comprobar hipótesis cognitivas y desarrollar las nuevas habilidades.
TECNICAS COGNITIVAS:
¿Qué quiere decir con…?- ¿Por qué razón piensa o cree en eso…? ¿Por qué es tan importante eso q piensa
para ud.?
3.REATRIBUCION: ¿puede haber otras causas q expliquen ese suceso? -¿ha pensado ud en la posibilidad q
influyera?
4.INTERPRETACION: ¿puede haber explicaciones distintas para ese suceso, otras formas de verlo? -¿son
posibles otras interpretaciones?- ¿Qué otras cosas pensó antes de ese suceso?
6.COMPROBAR LOS EFECTOS: si ocurriera lo q teme ¿sería tan horrible? -¿se podría hacer algo si
ocurriese?
7.EXAMEN DE LAS VENTAJAS Y DESVENTAJAS: ¿Qué ventajas tiene mantener ese pensamiento, y q
desventajas?
9.CAMBIO DE IMÁGENES:
10.ETIQUETAR LA DISTORSION COGNITIVA: de los errores cognitivos vistos¿q tipo de error seria este?
- ¿Qué alternativas podríamos encontrar a ese error?
15.PREVENCION COGNITIVA: ¿Podríamos comprobar que sucede en realidad si ud actúa como piensa q
debería, y ver así, si eso es tan grave como lo cree?
16. ROL PLAYING: ¿Podemos representar esa escena y ver q pasos podría seguir, a modo de guía mental?
17.USO DE EXPERIMENTOS PERSONALES: ¿Podríamos comprobar esa idea, ideando una prueba a modo
de experimento?
18.RESOLUCION DE PROBLEMAS: ¿Podríamos pensar en varias alternativas a ese problema, valorar cual
podría ser más ventajosa, ponerla en práctica y comprobar sus resultados?
2-papel central de las cogniciones en los trastornos psicológicos y como objetivo ultimo del cambio
terapéutico
B-DIFERENCIAS:
Dicho simplemente, la teoría cognitiva de la depresión postula que el componente esencial del trastorno
depresivo consiste en una disposición (set) cognitiva negativa, esto es, una tendencia a verse a sí mismo, al
mundo y al futuro de una manera negativa y disfuncional. Esta visión disfuncional de sí, del mundo y del
futuro, que generalmente refleja un tema de· pérdida subyacente, se denomina "tríada cognitiva" (Beck,
1967). El depresivo se percibe a sí mismo como un ser poco valioso, incapaz o indeseable. Espera el fracaso,
el rechazo y la insatisfacción y percibe la mayoría de sus experiencias como una confirmación de sus
expectativas negativas. Sus pensamientos son automáticos, repetitivos, involuntarios e incontrolables, de allí
que se los denomine "pensamientos automáticos negativos". La persona deprimida siente que esos
pensamientos son correctos y la conciencia de las personas severamente deprimidas se halla dominada por
estos pensamientos automáticos. En todos los trastornos depresivos, independientemente del subtipo, se
pone de manifiesto la tríada cognitiva y los principales síntomas de la depresión (afectivos, conductuales,
motivacionales y somáticos) son vistos como la consecuencia directa de esta configuración negativa- del
pensamiento. Por ello, "la intervención en el nivel de lo cognitivo puede reducir otros síntomas, mientras que
la persistencia y la exacerbación del proceso cognitivo contribuye a mantener o a exacerbar los otros
síntomas"(Beck, 1991 p. 371).
1) Inferencia arbitraria - se infiere una conclusión en ausencia de evidencia o frente a evidencia que
contradiga esa conclusión
2) Abstracción selectiva - tendencia a enfocar la atención sobre los aspectos negativos de una situación y a
interpretar toda la situación sobre la base de ese aspecto negativo.
3) Generalización excesiva - tendencia a extraer una regla general o una conclusión a partir de un incidente
aislado para luego aplicarlos ...a otras situaciones, estén o no relacionadas con la situación anterior.
6) Pensamiento todo o nada - tendencia a pensar en términos absolutos, blanco o negro, todo o nada. Los
esquemas cognitivos disfuncionales toman la forma de creencias nucleares o supuestos implícitos (Beck et al
1979).
Encontramos ejemplos de esas creencias desplegadas operacionalmente en la Escala de Actitudes
Disfuncionales que incluye ítems como, por ejemplo: "no podré ser feliz a menos que la mayoría de la gente
que conozco me admire" o " no soy nadie si alguien a quien amo no me ama" o "si fracaso en el trabajo, soy
un fracaso como persona". Es importante reconocer que la teoría cognitiva de la depresión, propone un
modelo "diátesis-stress" para las depresiones reactivas, a pesar de que muchos autores e investigadores no
han prestado debida atención a este rasgo esencial. Específicamente, se ha postulado la hipótesis de que una
predisposición psicológica a la tendencia a deprimirse se adquiere a partir de las experiencias tempranas que
van moldeando el desarrollo de esquemas negativos y autorreferenciales. Los esquemas disfuncionales
permanecen latentes hasta que se activan frente a alguna situación estresante para ese individuo (factor
desencadenante) En recientes trabajos se ha incluido la noción de ''vulnerabilidad específica". Se postulan 2
"tipos" de sistemas de creencias (según el contenido de los esquemas) que pueden interactuar con 2 tipos de
situaciones estresantes, dando como resultado una reacción depresiva (Beck 1983, 1991 ). "Sociotrópica" se
refiere a la tendencia a valorar la cercanía, la aceptación, la dependencia y el compartir. Las personas cuyo
esquema cognitivo se desarrolla fuertemente a partir de temas sociotrópicos son más propensas a deprimirse
cuando se ven enfrentados a dificultades de tipo sociotrópico, como situaciones de desprecio o de rechazo
social. "Autonomía" se refiere a la tendencia a valorar la independencia, la movilidad, el cambio y los logros.
A pesar de que la teoría cognitiva de la depresión se centra en mecanismos intrapsiquico para describir el
desarrollo y el mantenimiento de la depresión, se reconoce el rol de los factores interpersonales en ese
proceso. Como ya hemos dicho, una pérdida sea real o simbólica en el plano interpersonal, así como los
obstáculos a la autonomía pueden ser factores precipitantes de la depresión.
La terapia cognitiva está diseñada para ser un tratamiento breve y de tiempo limitado. Las pautas para la
práctica clínica sugieren entre 15 y 25 sesiones de 50 minutos con una frecuencia de una sesión semanal; los
pacientes más severamente deprimidos suelen requerir 2 sesiones semanales durante las primeras 4 ó 5
semanas. Para evitar una finalización abrupta, se recomienda una disminución gradual espaciando las
últimas sesiones a una frecuencia quincenal. Después de la terminación de la terapia, algunos pacientes
pueden necesitar algunas sesiones de refuerzo (comúnmente, 4 ó 5) Es recomendable ir midiendo el nivel de
depresión del paciente a lo largo del tratamiento. El Inventario de Depresión es útil para este propósito ya
que se ha demostrado su confiabilidad y su validez y los pacientes pueden completarlo en aproximadamente
1 O minutos antes de dar comienzo a la sesión. Así, el BDI nos provee de un método útil para monitorear el
progreso del paciente. También incluye ítems relevantes para estimar la ideación e intentos suicidas. Es obvio
que un incremento o decremento sustancial en el nivel de depresión provee importante información a partir
de la cual terapeuta y paciente buscarán hallar las causas del cambio. Antes de cada sesión, paciente y
terapeuta fijarán una agenda u orden del día con los temas que cada uno desea tratar durante la sesión. El
terapeuta es responsable de controlar el manejo del tiempo en la sesión, haciendo todo lo posible para que
los items prioritarios en la agenda puedan ser trabajados. Aquellos temas que no puedan ser tratados deberán
tratarse en la sesión siguiente.
La agenda posee varios objetivos, entre ellos: reforzar la eficiencia de cada sesión, proveer una estructura a
la sesión (lo cual parece ser terapéutico en sí mismo para el paciente deprimido), e-involucrar activamente al
paciente en la dirección de cada sesión. Los pacientes deben ir tomando una mayor responsabilidad en la
fijación de la agenda a medida que avanza el tratamiento. Esto apunta a un objetivo común a todas las
terapias psicoeducativas: lograr una mayor confianza en sí mismo. A pesar de que la terapia cognitiva adopta
un abordaje psicoeducativo, utilizando una variedad de técnicas diseñadas para modificar los patrones
cognitivo-comportamentales, el proceso terapéutico en sí mismo también se considera importante.- Una
terapia cognitiva efectiva requiere, ante todo, del desarrollo de una fuerte relación terapéutica, que implica
confianza, genuina preocupación por y aceptación del paciente, así como una correcta empatía. De modo que
el terapeuta cognitivo debe poseer las caracteristicas básicas de un psicoterapeuta eficaz.
Es importante destacar que la terapia cognitiva no consiste simplemente en enseñar al paciente una serie de
técnicas cognitivo-conductuales. Para ayudar a promover un enfoque flexible y coherente en el manejo de
las dificultades idiosincráticas propias de cada paciente, el terapeuta debe desarrollar una formulación o
conceptualización del caso durante la evaluación o las primeras entrevistas (ver Beck et al, 1990). Esta
conceptualización debe servir como marco organizativo que guíe el proceso terapéutico. Específicamente, el
terapeuta trata de desarrollar una descripcion amplia que abarque los distintos factores que son relevantes
para la depresión de ese paciente. Esta formulación comprende, en primer lugar, un análisis transversal que
toma en cuenta los pensamientos automáticos del paciente, cómo éstos toman forma a partir de las creencias
subyacentes, y cómo las creencias y los pensamientos automáticos generan, finalmente, síntomas depresivos.
Así, la conceptualización 'del caso provee una especie de mapa de recorrido.
En otras palabras, la naturaleza del terreno y las rutas disponibles determinarán las técnicas a utilizar. Por
consiguiente, el terapeuta podrá usar en cada sesión una variedad de estrategias y técnicas. La formulación
del caso será compartida con el paciente y podrá ir r,1odificándose a medida que vayan aportándose nuevos
datos. De este modo, servirá como "modelo de trabajo" tanto para el terapeuta como para el paciente mientras
el proceso terapéutico se desarrolla dentro de la estructura subyacente de la terapia cognitiva. Por otra parte,
las pautas estandarizadas para la práctica clínica pueden ser extrapoladas del protocolo para investigaciones
de resultados conducido por el Centro de Terapia Cognitiva.2
Presentamos al lector estas pautas estandarizadas de tratamiento en aras de proveer un marco temporal
aproximado de los pasos a seguir. Nótese que estas pautas estandarizadas fueron desarrolladas para una
investigación de resultados que limita el tratamiento a un máximo de 20 sesiones. En un encuadre cuyo
objetivo no fuese el de la investigación, el ritmo y la duración del tratamiento podrían variar y extenderse.
Teniendo en mente estas advertencias el protocolo de investigación sugiere que los dos primeros pasos deben
desarrollarse entre las sesiones 1 a 4; los pasos 3 y 4 deberán trabajarse entre la sesión 6 y la 8, el paso 5 se
tratará en las sesiones 8 a 12.
Paso 1: Identificación y monitoreo de los pensamientos automáticos disfuncionales: Una de las principales
metas del terapeuta cognitivo es enseñar al paciente a identificar y monitorear los pensamientos automáticos
disfuncionales. Como ya hemos dicho, los pensamientos. automáticos consisten en "subvocalizaciones" o
afirmaciones autorreferenciales que aparecen automáticamente y sin un esfuerzo consciente. Los pacientes
generalmente no se percatan de estos pensamientos a menos que se les enseñe a reconocerlos. Cuando
comienzan a prestar atención a esos pensamientos automáticos, las personas deprimidas suelen percibirlos
como una fiel representación de la realidad, aunque suelan ser irrazonablemente negativos. La experiencia
clínica y los datos recogidos indican que el grado en que un individuo cree en sus ideaciones disfuncionales
es proporcional a la fuerza de su respuesta emocional negativa. En primer lugar, se explican al paciente los
conceptos básicos de la teoría y de la terapia cognitiva.
El terapeuta compromete al paciente como un colaborador o como un científico colega para trabajar juntos
intentando descubrir si el paciente tiene , realmente, tendencia a experimentar un gran número de
pensamientos negativos. Beck et al. (1979) consideran que la aplicación del empirismo colaborativo es
esencial para que la terapia de pacientes deprimidos sea efectiva. Al formar parte activa de esta búsqueda
empírica, el paciente aprende a evaluar más objetivamente su pensamiento sin sentirse amenazado.
Destacamos que la idea de que el paciente tiene pensamientos negativos que no se -atienen a la realidad debe
sostenerse como hipótesis tentativa que deberá comprobarse recogiendo múltiples datos. En este primer paso
no se busca discutir la veracidad o la razonabilidad de los pensamientos del paciente. El terapeuta sólo alienta
al paciente a que identifique y monitoree sus pensamientos automáticos negativos.
El terapeuta puede hacer preguntas directas acerca de la reacción cognitiva que le provocan ciertas
situaciones que en el pasado hayan generado una fuerte reacción emocional. Por ejemplo, en la primera
sesión se puede preguntar al paciente acerca de sus pensamientos anteriores a dicha sesión. Este tipo de
preguntas suelen elicitar variados pensamientos automáticos acerca de sus expectativas respecto a los
resultados de la terapia, de las características del terapeuta, de la visión que el terapeuta tendrá de él, etc.
Los eventos pasados asociados a estados de ánimo negativos también pueden examinarse pidiendo al
paciente que recuerde la cadena de situaciones previa a determinada reacción negativa, para luego enfocar
ciertos pensamientos que surgieron en esos momentos. El role playing puede promover el recuerdo preciso
de situaciones anteriores y de las cogniciones asociadas. Los estados de ánimo observados durante las
sesiones (por ejemplo los ojos llorosos) también son buenas pistas para preguntar al paciente acerca de sus
pensamientos.
Se asignan tareas para la casa con el fin de promover el reconocimiento de los pensamientos automáticos
entre las sesiones. Por ejemplo, el Registro Diario de Pensamientos Disfuncionales (Beck et al. 1979; ver figura
11.1) es especialmente útil para enseñar al paciente a descomponer una situación de alto impacto emocional
en tres componentes: la situación objetiva, la emoción y los pensamientos automáticos que llevaron a sentir
esa emoción. Otra tarea para la casa, el "contador de pensamientos", se utiliza para ayudar al paciente a
monitorear la frecuencia de ciertos pensamientos automáticos. El paciente puede usar un contador de pulsera
o simplemente una planilla para contar los pensamientos automáticos que se refieran a algún tema específico
(por ejemplo, pensamientos culpógenos)
Paso 3: Evaluar la razonabilidad de los pensamientos automáticos: Después de que terapeuta y paciente
hayan demostrado la tendencia del paciente a experimentar pensamientos automáticos negativos (visión
negativa de sí, del mundo y del futuro) y de que hayan establecido que estos pensamientos son la causa de
afectos negativos y conductas disfuncionales, el abordaje empírico se extenderá al examen de la
razonabilidad de los pensamientos del paciente. En esencia, terapeuta y paciente testean la hipótesis de que
los pensamientos automáticos son ilógicos, o bien, inconsistentes con los hechos, o bien autodestructivos,
puesto que reportan muy poca o ninguna ventaja al paciente.
El objetivo. de este paso es enseñar al paciente a pensar como un científico, esto es, poder ver sus
pensamientos y conclusiones como hipótesis que deben ser examinadas a la luz de la evidencia disponible.
Este objetivo se contrapone al ataque directo de la irrazonabilidad de los pensamientos del paciente. Este
tercer paso constituye la esencia de la terapia cognitiva de Beck. Más aún, la mayoría de las interacciones
terapeuta-paciente se centran en derredor al logro de este objetivo psicoeducacional. Los pensamientos
automáticos se escrutan con el fin de evaluar su exactitud y su lógica. Se enseña a seguir distintas pistas
cognitivas para facilitar la búsqueda de posibles distorsiones cognitivas o conclusiones erróneas. Es muy útil
enseñar al paciente a hacerse cuatro preguntas al examinar sus pensamientos automáticos. Primero, se le
enseñará al paciente a preguntarse: ¿Cuál es la evidencia que apoya mi pensamiento? El terapeuta puede
usar la mayéutica (cuestionamiento socrático) para examinar la lógica de las premisas sobre las que se basan
las conclusiones. Este tipo de interrogaciones ayudan a clarificar cómo piensa el paciente en respuesta a una
situación determinada. Además, y quizás aún más valioso, el terapeuta desarrolla un modelo de
procesamiento racional de los pensamientos. Otra manera muy efectiva, sí no esencial, de ayudar al paciente
a examinar la evidencia que apoya un pensamiento consiste en conducir "mini experimentos" diseñado para
proporcionar datos en apoyo de la validez de los pensamientos del paciente.
Una segunda pregunta importante que los pacientes deben aprender a hacerse a sí mismos es: "¿Existen
formas alternativas de interpretar este evento?". Los pacientes depresivos suelen llegar a una única y negativa
interpretación de situaciones ambiguas cuando en realidad existen varias interpretaciones posibles e
inclusive correctas que llevarían a una visión menos deprimente. El terapeuta estimula al paciente a pensar
libremente en otras interpretaciones alternativas, enseñándole a mantener su mente abierta a distintas
opciones hasta obtener más datos. Una tercera pregunta está dirigida a ayudar al paciente depresivo a
reconocer su tendencia a atribuir erróneamente la causa de los eventos negativos a factores internos, estables
(que no cambian), y globales y no a factores externos que podrían revertirse. Se enseñan al paciente técnicas
de retribución que llevan al paciente a preguntarse: "¿Mi explicación- de las causas de este evento es
completamente exacta?" Por ejemplo, las personas deprimidas suelen atribuir cualquier reacción, aunque sea
remotamente parecida a un síntoma depresivo, a un defecto estable dentro de sí mismos.
Por último se enseña al paciente a hacerse una cuarta pregunta: "¿Qué pasaría si mi peor temor (por ejemplo,
una conclusión negativa) fuese verdad? ¿Por qué ese resultado sería tan terrible?". Con esta estrategia se
ayuda a los pacientes a darse cuenta de que pueden toparse con eventos negativos como le ocurre, en
ocasiones, a todo el mundo. Puede preguntarse al paciente: "Aún si fuese verdad que tu novio va a dejarte,
¿por qué es eso tan terrible?". Confrontándose con la peor de las posibilidades, el paciente suele ganar acceso
a una nueva perspectiva, más realista. Terapeuta y paciente pueden reconocer que la ruptura de una pareja
es un evento negativo que puede ser disruptivo y que puede conllevar emociones negativas; sin embargo,
también es algo a lo que la gente puede sobrevivir.
Paso 4: Sustituir las inferencias automáticas disfuncionales por interpretaciones más razonables:
Aprender a sustituir las conclusiones automáticas disfuncionales por interpretaciones más razonables es
generalmente un resultado directo de lo trabajado en el Paso 3. Se enseña al paciente a modificar sus
conclusiones en función de la evidencia disponible y de la lógica. Al comienzo se recomienda al paciente que
escriba sus pensamientos automáticos y los razonamientos que los contrarrestan en lugar de sólo analizarlos
mentalmente. El análisis por escrito de las situaciones que producen cierto estado emocional puede ser
esencial en las primeras etapas de este proceso de aprendizaje. Más adelante, el paciente podrá aprender a
contrarrestar sus pensamientos automáticos sin necesidad de escribirlos. Es importante que el paciente crea
realmente en sus contra respuestas racionales. Repetir como un loro las respuestas racionales que el terapeuta
puede brindar generalmente es inútil; por ello, el terapeuta debe involucrar al paciente en el proceso de
elaboración de respuestas racionales. El terapeuta debe estar atento a las reservas del paciente respecto de la
exactitud de las respuestas racionales. Estas reservas suelen tomar la forma de pensamientos automáticos
adicionales que surgen a partir de las respuestas racionales que se han propuesto. Estos pensamientos
automáticos deben ser examinados hasta que el paciente realmente crea en su respuesta racional.
Paso 5: Identificar y modificar los supuestos disfuncionales implícitos: Hacia la última parte del
tratamiento, cuando los síntomas han ido cediendo, el terapeuta debe centrarse en la identificación y
modificación de las creencias básicas subyacentes que predisponen al paciente hacia un pensamiento
depresógeno. Los depresivos se basan en premisas o "supuestos implícitos" que les originan un sesgo en su
interpretación de los sucesos de la vida. Estos supuestos son implícitos o tácitos puesto que el individuo
normalmente no tiene idea de su existencia ni del impacto que tienen respecto de su modo de percibir el
mundo. A pesar de que los supuestos implícitos o reglas son idiosincráticos, podemos hallar temas en común
en los sistemas de creencias de los pacientes depresivos (por ejemplo, los sistemas sociotrópicos o
autonómicos ya descriptos en este capítulo), que tienden a ser rígidos y extremos. Por ejemplo, una creencia
común consiste en que uno debe ser amado o la vida pierde sentido. Semejante creencia suele provocar una
hiperdependencia con hipervigilancia y un estado de alerta ansioso frente a la posibilidad de ser rechazado
por un ser amado. Si se termina una relación afectiva importante, probablemente se genere un estado
depresivo. Beck (1976) ha dado otros ejemplos de supuestos disfuncionales que predisponen a las personas
a una excesiva depresión o tristeza:
La identificación de estas creencias subyacentes suele ser el resultado de examinar los pensamientos
automáticos. Los pensamientos automáticos de un ·individuo se centran, normalmente, en derredor a uno o
dos temas que reflejan las premisas disfuncionales. Por ejemplo, un paciente que cree que necesita ser
aprobado por toda la gente, tendrá frecuentes pensamientos automáticos disfuncionales en respuesta a las
interacciones sociales que considere como evidencias de rechazo o desaprobación.
La técnica de "la flecha hacia abajo" también es un recurso efectivo para identificar creencias subyacentes.
Se pregunta al paciente: "¿Por qué este evento (negativo) seria tan terrible para usted?" o "¿Qué significa
para usted este evento (negativo)?". El terapeuta repite la misma pregunta frente a cada respuesta, intentando
encontrar la creencia subyacente que hace que el evento se perciba como muy importante. La secuencia
generalmente avanza hacia las convicciones más fundamentales del paciente.
La modificación de los supuestos implícitos involucra, básicamente, el mismo proceso que la modificación
de los pensamientos automáticos disfuncionales; varias estrategias fueron descriptas por Beck y
colaboradores (1979) y por Bums (1980). Por ejemplo, se puede pedir al paciente que haga una lista de
ventajas y desventajas que le reporta el sostener ciertas creencias.
Ejemplo de una planilla similar al Registro Diario de Pensamientos Disfunciones que ilustra varios tipos de
respuestas racionales a los pensamientos automáticos negativos.
Las raíces de las terapias humanistas. Kris, Jurguen
Junto al psicoanálisis y al conductismo (o a las teorías conductistas del aprendizaje), la «psicología
humanista» se suele definir como «tercera corriente» o «tercera fuerza» en la psicología.
Cada una de estas tres corrientes ha producido una serie de diversos abordajes psicoterapéuticos. Mientras
que las terapias de psicología profunda y de la conducta se elaboraron, por lo menos al comienzo, desde un
edificio teórico relativamente homogéneo, el concepto «terapias humanistas» define un haz más laxo de
variadísimos abordajes, reunidos no tanto por una teoría común cuanto por una imagen del hombre bastante
homogénea, y concordancias básicas en los principios del trabajo terapéutico.
Esta heterogeneidad teórica se explica desde el punto de vista histórico ya por el hecho de que la psicología
humanista nació como un movimiento que reunía abordajes distintos, desarrollados independientemente
unos de otros, cuyos principales representantes —entre otros, Charlotte Bühler, Abraham Maslow, Cari
Rogers— sólo en 1962 fundaron, en los Estados Unidos, la «Sociedad de Psicología Humanista».
Los precursores importantes de este movimiento fueron una serie de partidarios de la psicología profunda
(o sea, psicoanalistas en el sentido lato del término), como Alfred Adler, Viktor Frankl, Erich Fromm, Karen
Horney y Wilhelm Reich. Entre las corrientes principales de las terapias humanistas se cuentan la terapia
guestáltica de Fritz Perls (cf. el capítulo 13) y la psicoterapia del diálogo (o psicoterapia centrada en el cliente)
de Cari Rogers (cf. el capítulo 14). El psicodrama de lacov Moreno y la logoterapia de Viktor Frankl.
El existencialismo, que se remonta al danés Soren Kierkegaard (1813-1855) y al alemán Friedrich Nietzsche
(1844-1900) —en tanto que otros representantes alemanes son Karl Jaspers, Martin Heidegger, Ludwig
Binswanger, influyó en la psicología humanista sobre todo a través de Martin Buber. El existencialismo
busca, más allá de valores absolutos, normas establecidas, roles y fachadas, al hombre «real» en su existencia
genuina y «desnuda». Las preguntas por el ser y el sentido del mundo se contemplan por la dimensión del
tiempo, donde el ser humano tiene que cuestionarse una y otra vez en su soledad, su cuidado y su angustia,
y se encuentra siempre por el camino de su autodevenir. Es así puesta en duda la «esencia del hombre», que
tradicionalmente se daba por supuesta, y que abría una dimensión «objetiva» de la existencia; en lugar de
esto, el hombre sólo puede ser aprehendido «desde adentro», como ser autónomo, en su temporalidad y su
finitud. El instante experimentado y vivido existencialmente cobra significación central; no lo que el hombre
es sino aquello en lo cual se convierte cada vez en virtud de su obrar: esa es su esencia.
Buber, enraizado como Kierkegaard en la certeza religiosa, destaca en este contexto, junto a la destinación
del ser humano al mundo, la significación de la relación yo-tú en tanto «encuentro» sin finalidad, sin codicia,
sin preconcepto. En un encuentro así, cada quien tiene la posibilidad de descubrirse hondamente a sí mismo
sin ser manipulado en manera alguna por el otro; los compañeros son entonces, uno para el otro,
catalizadores del crecimiento en libertad.
Por último, la fenomenología parte de la experiencia sensible del ser humano y tras la serie de los fenómenos
busca su esencia auténtica. Partiendo de Hegel, Husserl busca fundar un objetivismo nuevo en la experiencia
misma, por medio de una razón que es innata a la humanidad. Este abordaje es ampliado sustancialmente
después por los humanistas fenomenólogos franceses.
Así, Merleau-Ponty (1908-1961) contrapone a la teoría fenomenológica dé la percepción una «filosofía del
cuerpo» en pie de igualdad con aquella. Se toma como eje la relación hombre-mundo, el «ser para el mundo»»
(Merleau-Ponty), que es siempre intencional, o sea que el conocimiento y la conducta del hombre responden
a una intencionalidad conciente, se refieren a un mundo que desde siempre está estructurado por el hombre
y es modificado por él (en este punto se atribuye al trabajo una dignidad particular), con lo cual adquiere
valor y sentido.
Ideas Basicas:
b. Autorrealización: para explicar la satisfacción de muchas necesidades primarias son apropiados los
modelos psicoanalítico y conductista de la regulación del organismo por el principio de homeostasis. Pero
aunque esas necesidades estén satisfechas, el organismo permanece activo, vivo, afanoso de tomar iniciativas
y aspirando a desplegar sus capacidades creadoras. Por eso se deben incluir las tendencias a la
autorrealización, o necesidades de crecimiento, entre las fuerzas impulsoras básicas del organismo, que en
permanente intercambio con el mundo social, en circunstancias favorables, despliegan y diferencian aún más
las capacidades existentes.
c. Orientación por la meta y el sentido: además de las bases materiales de su existencia, representaciones
axiológicas humanistas como libertad, justicia y dignidad del hombre plasman la vida y la acción. Las
acciones (concepto general que incluye actividades psíquicas y somáticas) son por principio intencionales, es
decir que se estructuran con arreglo a un sentido y se orientan hacia metas, y de este modo constituyen para
la conciencia un puente entre realidad interior y exterior. Es esencial además la fijación de metas que
trascienden al ser «por la búsqueda de sentido y cumplimiento más allá de la propia existencia»; en la misma
compilación, Fittkau, 1977, expone un notable modelo sobre este punto).
d. Totalidad: junto con la psicología de la Gestalt (tal como la hemos expuesto antes), la psicología humanista
considera al «organismo humano como Gestalt, como todo orgánico significativo, y pone el acento en el
carácter total de sentimiento y razón, de cuerpo y alma»
La raíz que la psicología humanista tiene en la psicología de la Gestalt se expresa de la manera más intensa
y circunstanciada en las concepciones de la terapia guestáltica de Frederick («Fritz») Salomon Perls (1893-
1970) y de su esposa Lore (nacida en 1906). En efecto, como ya lo hemos mencionado, en esta variedad de
terapia desempeñan un papel central sobre todo la ley del cierre (Wertheimer) y el efecto Zeigarnik (las
acciones inconclusas se conservan en la memoria con preferencia); además, de la teoría de Kurt Goldstein
proviene la insistencia en la estructuración figura-fondo así como las ideas de la autoactualización y del cotejo
activo con el mundo exterior.
Junto al propio Fritz Perls, se incluyen entre los fundadores de la terapia guestáltica sobre todo a su esposa
Lore (Laura), Paul Goodman, James Simkin, Paul Weisz y Ralph Hefferline.
La relación de Perls con la psicología de la Gestalt se remonta por una parte a su designación como asistente
de Kurt Goldstem en Francfort (desde 1926) y, por la otra, a su casamiento con Lore, que se había graduado
en psicología de la Gestalt (Fritz Perls tenía formación médica).
Las ideas básicas de la filosofía de vida de la terapia guestáltica —que son a poco más el fondo sobre el que
se recortan como figuras deslindadas, en cada caso, tanto la teoría como las intervenciones terapéuticas
concretas— han sido formuladas del siguiente modo por el discípulo de Perls, Eric Marcus (1979), quien
parte de nueve mandamientos nucleares tomados de Naranjo (1970):
1. «Vive ahora. Ocúpate del presente, no del pasado o del futuro». El pasado y el futuro son fantasías, ideas.
..
2. «Vive aquí. Ocúpate de lo que está presente, no de lo ausente». Es preciso tramitar muchos «negocios
inconclusos» del pasado, cerrar «figuras inacabadas», para poder vivir aquí y ahora.
7. «No aceptes ningún “deber ser” o “ tener que ser” que no sean los tuyos propios. No adores ídolos».
9. «Acéptate (y acepta a los demás) como eres ahora (y como ellos son ahora)». «Sólo si aceptamos lo
inevitable del estado actual, podremos aceptar percataciones nuevas, desarrollar otras, y probar nuevas
maneras de ser en el momento que sigue».
Lo expuesto constituye el fondo de la terapia guestáltica, sobre el que se recortan algunas figuras de teoría
claramente deslindables: estos elementos conceptuales centrales de la terapia guestáltica son «crecimiento»
o «autoactualización», que mantienen permanente «contacto» con el «mundo» y el «mundo interior propio»
—en un flujo de «alertamiento» o «percatación» («awareness continuum»)—, dentro del «encuentro» («yo y
tú») y siempre «aquí y ahora». Los conceptos de la terapia guestáltica se podrían elaborar como aspectos
parciales de la meta de alcanzar percatación (donde, en el sentido del budismo zen, «meta» se puede entender
simultáneamente como «camino» interminable hacia esa misma meta); en efecto, percatación «es el estado
del organismo vivo que se mantiene en contacto consigo y con el mundo sin que bloqueos, p.ej., mecanismos
neuróticos, restrinjan o enturbien la percepción conciente de sí mismo y de los otros»
Fases del contacto y de la terapia Perls distingue cinco fases o capas con que el individuo ha envuelto su sí-
mismo auténtico como en capas de cebolla, y que en la terapia se tienen que elaborar de afuera hacia adentro.
A las diversas «capas» se pueden imputar también tipos de modos de vida con perturbación del contacto; es
frecuente que en la bibliografía se mencione esto como «modelo de las neurosis», pero ya indicamos que el
propio Perls propuso no hablar de neurosis sino de perturbación del crecimiento. Caracterizaremos
brevemente estas fases en la secuencia que va desde afuera hacia adentro (en correspondencia con el proceso
terapéutico):
1. fase del clisé: el individuo no es capaz de alcanzar encuentros intensos; tiene una conducta
inauténtica, retórica, regida por clisés, ritualizada;
2. fase del juego de roles: pautas rígidas de rol y una espontaneidad escasa ayudan a evitar un contacto
demasiado intenso consigo mismo y con el medio; las necesidades son en parte reconocidas, pero las
más de las veces no se las acepta, y la percatación es muy pequeña;
3. fase de bloqueo («impasse»): la coraza protectora de 1) y 2) y los usuales clisés de conducta han
probado ser ineficaces; se difunde una sensación de vacío, de desconcierto y de ausencia de salidas,
de manera que en la
4. fase de implosión: se recurre primero a determinados programas extraídos de la concepción que el
individuo tiene de sí mismo, pero que están demasiado dirigidos hacia lo interno y por eso no son
plenamente adecuados a la situación;
5. fase de explosión: las necesidades y los sentimientos que habían sido bloqueados, segregados,
evitados, se expresan ahora de una manera que es plenamente adecuada a la situación y al medio.
Puesto que en 5) el organismo se tiene que familiarizar por primera vez con los aspectos hasta entonces
ignorados. Hartmann le agrega todavía otras dos fases:
6. fase de elaboración: esta fase permite que el individuo integre en el orden de la vivencia la identidad
nueva, ensanchada, y establezca cotejos cognitivos con esta realidad total nueva;
«La toma de conciencia de sentimientos indeseados y la capacidad de tolerarlos son las condiciones sine
qua non de un tratamiento logrado»; esta proposición de Perls muestra que la terapia guestáltica es, en
su núcleo, un análisis de las resistencias. En oposición al psicoanálisis, la resistencia no es interpretada o
«eliminada» sino que se la vuelve pregnante como una Gestalt experimentable para el cliente. La terapia
guestáltica no se centra en el material (que ha sido desconocido) sino en el proceso mismo (de contacto y
de bloqueo). En la conducta aquí y ahora, en las estrategias de dominio, en la modalidad del contacto con
el medio y consigo mismo aparecen las Gestalten incompletas, no cerradas. El abordaje de estas
resistencias se produce sobre el fondo de los mandamientos nucleares antes expuestos. Para ello el
terapeuta se vale de la fuerza de autorregulación y se ofrece él mismo como compañero para el encuentro
en la relación. Existe gran cantidad de «técnicas» (en ocasiones se exagera la importancia de las técnicas
como tales) destinadas a ayudar al cliente a ponerse más en contacto consigo mismo y con el ambiente.
Pero en el fondo —dice Perls— aun las siguientes cinco preguntas «bastarían como armamento para los
terapeutas»: ¿qué haces?, ¿qué sientes?, ¿qué te gusta?, ¿qué evitas?, ¿qué esperas?
Desde luego que esas preguntas no se dirigen al cliente en esa forma; más bien definen líneas guía para
el trabajo terapéutico. A diferencia de lo que ocurre, p.ej., en la psicoterapia de diálogo, en este trabajo se
atribuye mucha importancia a la confrontación y la frustración del cliente, es cierto que sólo sobre la base
de una sólida relación terapeuta-cliente, que al mismo tiempo se caracteriza por el apoyo. El juego
alternado entre apoyo y frustración es una característica destacada del estilo de intervención en terapia
guestáltica (cf. Schneider, 1981): «Support» se define por el acompañamiento empático, el contacto yo-tú,
la cooperación, el aliento, el amparo, indirectamente incluso por recomendaciones como respirar más
hondo, adoptar un mejor modelo para caminar, etc. «Skillful frustration» está destinada en primer
término a ensanchar, por medio de la confrontación, los contextos perceptivos del paciente, a medida
que, p.ej., el terapeuta le devuelve en espejo sus propias percepciones o le hace notar saltos o
contradicciones lógicas en sus enunciados. En segundo término, procuran que el paciente, gracias a esta
provocación, experimente con nitidez sus expectativas, clisés, fachadas o maneras en que se ve a sí
mismo. Como ya dijimos, estas intervenciones se producen siempre sobre el fondo de la confianza, o sea,
sólo cuando el paciente puede experimentar que la frustración en definitiva está al exclusivo servicio de
la trasparencia en el curso de su descubrimiento de sí mismo.
Para la selección de las técnicas de intervención aplicables al caso, la terapia guestáltica está en principio
abierta a otros abordajes terapéuticos, como el psicodrama de Moreno o el trabajo corporal de
Reich/Lowen. Con miras al acrecentamiento de la percatación, en particular, se utiliza un amplio
espectro de intervenciones: además de la «silla vacía», ya mencionada (no se la confunda con la «silla
caliente», donde en terapia guestáltica de grupos se sienta la persona que está dispuesta a trabajar), se
escogen ejercicios creadores para la plasmación de determinados aspectos del sí-mismo (o del contacto),
como, p.ej., pintar, modelar (aquí al principio se trata solamente del contacto con los materiales mismos,
pero después también del contacto consigo y con el mundo, que de esta manera se expresa),
representaciones con el cuerpo propio (o en el grupo: con otros cuerpos; también aquí importa el contacto
en el sentido doble), ejercicios de fantasía, en que el cliente imagina a modo de ensoñación relaciones de
contacto, etc.