Вы находитесь на странице: 1из 10

Nómadas (Col)

ISSN: 0121-7550
nomadas@ucentral.edu.co
Universidad Central
Colombia

Carrizosa Umaña, Julio


MOLANO: EL AMBIENTE, EL DESARROLLO Y LA GUERRA
Nómadas (Col), núm. 10, abril, 1999, pp. 38-46
Universidad Central
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105114274004

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
MOLANO: EL AMBIENTE,
EL DESARROLLO Y LA
GUERRA

Julio Carrizosa Umaña*

“... estas son cuestiones que nos afectan a todos y todos debemos participar
en su solución. El estudiante estúpido y el más ladino campesino, el más honrado
servidor de la sociedad y su mujer que hace tanto tiempo sufre, todos ellos tienen
el derecho de decir: mirad aquí, yo también soy humano; yo también tengo ideas,
sueños, sentimientos, deseos; yo también he sido creado a imagen de Dios, pero
vosotros nunca me prestáis la más mínima atención en vuestros preciosos cuen-
tos”. Paul Feyerabend.1

* Profesor de la Universidad Nacional de Colombia. Miembro de Número de la Academia de


Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

38 N ÓMADAS
P ara prestar atención a “todos
los que tienen el derecho de decir”,
Molano para obtener semejante mon-
taña de datos tan interesantes e im-
tores es que en su descripción de ese
país “desconocido e ignorado”, Al-
Alfredo Molano sin ser nómada en portantes para la sociedad y la historia fredo lo que hace es superar el des-
un sentido estricto –vive todavía en del país y del Llano ?¿ actuó como so- precio por el espacio geográfico que
la misma vereda donde se crió– ha ciólogo, como literato, o como perio- caracteriza a los sociólogos clásicos,
adoptado algunas de las costumbres dista? Esta polémica me tiene sin pasar por encima de la timidez del
nómadas: su caminar constante en cuidado, aunque conviene recordar historiador que evita hablar de sus
el territorio ignorado del país no bus- que lo literario no es simple copia de contemporáneos y quebrantar todas
ca asiento sino sentimientos; su mi- lo cotidiano o lo folklórico... Con la las normas literarias que aconsejan no
grar en las ciencias sociales es más sociología positiva o funcionalista tam- recontar las historias ya contadas.
impulsado por la crítica que Hace todo esto llevado por uno
por la necesidad de apoyo; su de los sentimientos más caros
indagar aquí y allá en las his- al pensamiento ambientalista:
torias de los derrotados, los el respeto a los otros. En su
humildes y los pobres sólo as- caso el respeto a los derrota-
pira a equilibrar sus “ideas, dos, a los humildes y a los
sueños, sentimientos y de- pobres.
seos”con los de los vencedo-
res, los orgullosos y los ricos. Esa consideración a los
En una nación descendiente otros, a los que nadie respeta,
de viajeros en donde el migrar entre otros a los nómadas, lo
únicamente se realiza ahora ha conducido a romper, am-
en una sola dirección, de sur pliar y migrar entre las teorías
a norte, es saludable reseñar y los campos, porque esas teo-
y analizar los viajes circula- rías y esos campos tradicio-
res de Molano y para hacerlo nales no respetan la otredad,
he escogido agruparlos alrede- usurpan sus identidades y pre-
dor de tres temas que a ambos tenden ser sus voceros sin
nos interesan: el ambiente, el comprender su heterogeneidad
desarrollo y la guerra. y complejidad, tal como lo ex-
pone Feyerabend. Unas veces
agrupándolos en esquemas ge-
La teoría y el nerales, otras reduciéndolos a
marco simples cifras matemáticas, las
escuelas científicas gestadas en
Cuando Alfredo Molano el siglo XIX convirtieron a los
quiere burlarse de la ortodoxia recuer- poco habría llegado ni a la mitad de derrotados, a los humildes y a los po-
da cómo en la universidad insistían lo que obtuvo...”. Creo que el asunto bres en frases de cajón, en partes obli-
sus profesores en la ausencia de un es tan importante que merece algu- gadas del discurso de cada uno de sus
“marco teórico”en sus trabajos, o con- nas reflexiones adicionales, esta vez modelos sin nunca profundizar en la
fiesa que solamente después de escri- desde el punto de vista del ambien- variedad de su naturaleza.
bir sus primeros libros alguien le hizo talismo.
caer en cuenta de que las “Historias Alfredo rompe el cajón de las fra-
de vida”tenían una metodología y una Parte del trabajo de Alfredo ses hechas a imagen y semejanza de
teoría ya desarrollada en Europa. Fals Molano durante estos últimos quince los grandes pensadores, las despeda-
Borda ya ha tocado el tema de Molano años tiene que ver con estudios de za y viaja con los restos en su morral
y la ciencia tradicional en su prólogo impacto ambiental pero no voy a sos- supliendo los vacíos de sus persona-
para Siguiendo el Corte, cuando se tener que por eso es un ambientalista; jes con interrupciones y anotaciones
pregunta : “¿ Como hizo Alfredo lo evidente para cualquiera de sus lec- aquí y allá, recogiendo y aportando,

N ÓMADAS 39
como los verdaderos nómadas, recor- “testimonios ricos en gente”, no en Colombia y que trata, tal vez en
dando humildemente a los maestros datos, como descubrió tempranamen- vano, de constituirse en Nación.
pero respetando más el decir del co- te en su tesis para la Universidad de
mún. Ese migrar de ida y vuelta en- París. Pero en Molano ese mirar pro-
tre los humanos y lo que llamamos fundo es a la vez un mirar amplio, El ambiente
ciencias humanas va más allá de la como lo manda el pensamiento am-
sociología y por eso Molano tiene que biental. El “tuerto Giraldo”no es un “..el capitán salió de la casa de
migrar hacia la literatura, el perio- actor aislado en una sociedad abstrac- Jovita armado con jabón de olor,
dismo y la política. ta; tiene un pasado histórico y una agua y cepillo, y se puso a lavar
región geográfica en la que transcu- hoja por hoja del jardín que ro-
Algunos colombianos de la gene- rren sus andanzas y un partido y un dea la casa de Jovita y luego, muy
ración de Alfredo y de las anteriores país que le duele en medio de la gue- detenidamente comenzó a lavar
supimos del país como él lo relata, rra atroz que lo domina. Alfredo ha el aire , que no es tan difícil como
en la cocina de las casas de nuestros confesado varias veces que ese con- parece...”( Así mismo, p. 31).
padres, “oyendo a los peones”, a las texto histórico y geográfico es parte
cocineras o a los choferes y algunos de su aporte personal: “cuando había Según el Capitán Cornelio, para
también recordamos lo que allí se lagunas simplemente me las inven- limpiar el aire no hay que “hacerlo
decía en medio de la falsa paz de prin- taba”dice en una entrevista, pero es con cada partícula sino... limpiar al-
cipios de siglo, pero son muy pocos necesario agregar que ese inventar no gunas capas para impedir que el olor
los que, en palabras de Fals, todavía es ingenuo ni improvisado, surge de se propague. El secreto está en que
“sentimos sus vivencias muy aden- su subjetividad, construida no sólo en las capas del aire no son horizontales
tro en cabeza y corazón”. Ese sentir las universidades sino en su dialogar- sino verticales”. A Cornelio lo des-
adentro no se logra tratando de en- reflexionar, con su familia, con sus cubre Molano en uno de esos viajes
marcar nuestra inusitada realidad en amigos y con sus enemigos. Esto no que forman círculos concéntricos has-
las estrictas secuencias siste- es nada nuevo para los que han re- ta llegar al centro del torbellino, a la
matizadas por los europeos del no- flexionado y escrito sobre el papel del esencia del problema. Cornelio vive
vecientos, como trataron de hacerlo observador en la investigación cientí- en uno de esos centros imposibles de
innumerables académicos de izquier- fica; lo nuevo es que el investigador la realidad oculta de Colombia, al pie
da y derecha; a la cabeza y al cora- lo reconozca como parte de su propia de una inmensa catedral construída
zón sólo se llega mirando metodología. debajo de una figura gigantesca de
profundamente y para lograr ese mi- Cristo, en medio del manglar del Pa-
rar “todo vale”en términos de Ser capaz de mirar profunda y cífico “cuando el sol empezó a caer
Feyerabend. ampliamente es un don indispen- solemne (y)... En el aire explotaba
sable para sobrevivir en el un color como de cobre en polvo”.
El mirar profundo de Alfredo nomadismo; no solamente es nece- Con el capitán Cornelio y su limpiar
Molano se enfoca al individuo y en sario distinguir los gusanos comes- gradual del aire entra el ambiente má-
eso también rompe los marcos y las tibles sino conocer detalladamente gico en los textos colombianos como
teorías; partir del individuo para com- los límites del territorio propio. Es concepto imprescindible para com-
prender la realidad no es común en gracias a ese mirar profundo y am- prender sitios como la costa colom-
los científicos sociales comprometidos plio a la vez que Alfredo Molano biana del Pacífico, con su humedad
con las clases populares, muchos de puede acercarse a los fenómenos perenne y sus refugiados africanos se-
los cuales prefieren deducir de los más duros de la realidad contem- culares. Las caminatas circulares de
grandes relatos el pequeño papel que poránea colombiana; el ambiente, Molano siguen mágicamente las tra-
le corresponde a su propio país, des- el desarrollo y la guerra; todo en- gedias de los nuevos nómadas en su
preciando la enorme riqueza del mirar trelazado entre su mente y las men- rondar perenne por la geografía co-
dentro de cada actor incisivamente tes de sus entrevistados en grumos lombiana, esquivando al hambre, sos-
pero con respeto, como lo hace con de neuronas que se extienden ha- layando la violencia, en el rebusque
las mulas del narcotráfico o con los cia el cerebro colectivo, desgarra- continuo por trochas que nunca lle-
colonos del Guaviare, para obtener do y enloquecido, que llamamos gan a lo que se busca.

40 N ÓMADAS
Completando los círculos, Mola- 222). El ambiente proporcionado por que llega al corte y uno de los perso-
no llama la atención de aquellos que el ruido del hacha en la soledad de la najes más duros de la saga confiesa:
miran constantemente al norte sobre selva y el encontrarse en la trocha con “Con ellos oí hablar por primera vez
la necesidad de mirar alrededor; en aquellos con quienes se comparte la del llano. Me sonó como una tierra
su propio “ecos”; escudriñando el de- aventura, no se hallan en los estudios lejanísima, como un país donde cada
talle de la trocha de La Macarena; li- ecológicos donde el ambiente huma- cual hacía su suerte, donde no ha-
gando a Bogotá con las fronteras no no existe, pero está presente y ex- bía patrones porque era tierra del que
líquidas ; yendo hasta el vórtice de plica gran parte de la realidad de las llegara. Me entusiasmó su fama y co-
los círculos viciosos del poder y la zonas de colonización en Colombia. mencé a soñar con Villavicencio. Era
pobreza, tratando de coser los girones Cómo comprender la persistencia del el año cuarenta .”(Siguiendo el Cor-
del pasado no tan glorioso con las hi- colono sin tener en cuenta esa ilu- te, p. 22). La primera impresión re-
lachas que anuncian un porvenir in- sión de construir una nueva sociedad latada por los colonos coincide con
cierto. Los caminos circulares son el o, por lo menos una nueva familia : sus ilusiones: “eran unos cedrales ex-
ambiente de los recolectores de café, “yo había mirado en el hato El Vien- tensos había mucha cacería mana-
los de los camioneros, los de vende- to a una mujer delgadita ella, ojizarca, das de quinientos y mil cafuches,
dores de muestras médicas, los de los altanerita al caminar y fina para la pava real, danta, tigre, pero de agua
desempleados y tam- y pescado el que se
bién los de la guerri- quisiera, de resto
lla cincuentona y los solo indios guaya-
de los raspachines beros”, así describe
que logran retornar Giraldo su primera
a su base; ojalá cada entrada a La Maca-
vez más los de los rena y en eso coin-
intelectuales co- ciden la mayoría de
lombianos. los que llegaron en
los años cuarenta al
El ambiente en piedemonte de la
la mayoría de los tex- cordillera oriental:
tos de Molano es in- “en el salado de Ma-
tegral como lo veía el piripan hemos esta-
joven Marx; y como do matando saínos
lo perciben todavía todo el día hasta que
los últimos nómadas la sangre me disgus-
en el interior del tó ... esas riberas
continente america- eran puras selvas
no; unidos indisolublemente hombre soga. Se me metió entre los recuerdos (Ariari abajo de Puerto Lleras). Lle-
y naturaleza. La joven boyacense a y no hacía más que mirarla en mis gando a Puerto Rico vinimos a cono-
quien el miedo y un programa de ra- adentros”( Del Llano llano, p. 65). cer las toninas que saltaban adelante
dio hacen emigrar al Guaviare se que- Fals en su prólogo a “Siguiendo el como queriendo jugar, Perafán las
da en su finca La Bonita a pesar de Corte”hace énfasis en esas visiones odiaba porque dizque se comían el
que su compañero la abandona, por positivas de la vida del colono :”al leer pescado...decía que haciendo un ba-
razones que podrían calificarse de am- los relatos por segunda vez, logré des- lance se iban a quedar dueñas del
bientales: “A mí me gustaba el am- cubrir... jirones de alegría, hilos ace- río”( Siguiendo el Corte, p.217) .
biente. Desde el rancho oía el hacha lerados de paz y esperanza...”
del patrón, oía el hacha de mister Los comienzos de la colonización,
Chizas y el hacha de otros vecinos. Si Esas ilusiones no se encuentran la sedentarización del nómada son
algo se me ofrecía no era sino cami- solamente en las palabras de las jo- recordados con detalle y cariño por
nar y ahí en la trocha topaba vivien- vencitas y los mozos ingenuos; el los entrevistados; como añorando lo
tes y vecinos.”(Siguiendo el Corte, p. Tuerto Giraldo, uno de los primeros que se lee en las descripciones de la

N ÓMADAS 41
conquista o de la colonización El desarrollo
antioqueña; “el cura Arango sacó la
plaza a cordel con unos topógrafos que “Con la coca llegó el mundo. El
mandaron de Bogotá fueron ellos y no trabajo valía, la gentecita era
el Melco los que dijeron donde hacer respetada, había música en to-
la plaza y por donde debía ir el pue- das partes. Comer dejó de ser
blo... el pueblito comenzó y completó rebusque. El problema comen-
cuarenta casas en pocos días. La ma- zó a ser encontrar en qué
dera se volvió buen negocio y se mon- gastar”.(Así mismo, p.45).
taron aserríos para sacar cedro
amargo... la gente que llegaba del La llegada de la marihuana y de la
Tolima, del Huila, del Valle, de Cal- coca está explicada en varios de los
das, comenzó a buscar qué hacer, textos de Molano y contrasta en ellos
unos cogieron montaña adentro a con la ruina y el desconcierto de los
tigrillar, otros a pescar pero los que colonos; primero al descubrir la in-
venían con familia buscaban la agri- coherencia entre el ecosistema y la
cultura poco a poco se hizo comida el agricultura que ellos conocían y pos-
maíz dio muy bueno, la yuca y el plá- teriormente, cuando por fin logran una
tano eran de mostrar”. gran cosecha de maíz, al entender el
desastre producido por el mercado. “...
El quiebre de las ilusiones es muy había maíz por todos los lados, como
rápido en este nomadismo impulsado ahora coca, pero el maíz si se
por el odio a Bogotá y por las ilusio- veía...nadie recibía maíz ni
nes de viejos combatientes: “no fal- regalado...Nos arruinamos. Pasó co-
taba la danta, el chigüiro. Por carne mo con el agua. En el invierno hay
no se sufría. Teníamos brío, íbamos agua hasta que lo aburre a uno y en el
para adelante y trabajábamos confia- verano ni una gota de esas que sobran
dos, pero yo notaba que el patrón de ( Siguiendo el Corte, p. 227-228).
día en día se me decaía... al fin le
pregunté. El me dijo que la tierra no Fue ese el primer fracaso de la
servía que era una banqueta pobre de “rehabilitación”del gobierno de Lleras
barro colorado que la arenilla estaba Camargo; primer intento de concilia-
ahí mismo que no valía la pena... hay ción que ha sido copiado en varias oca-
que meter ganado o vender (Siguien- siones desde entonces con diferentes
do el Corte, p. 222); “el Melco tenía nombres, tratando siempre de
una cuadrilla de marisqueros que sa- “estabilizar”o de “consolidar”las co-
lían los jueves y llegaban los sábados lonizaciones en la Orinoquia y la
con dos dantas de catorce arrobas Amazonia. En las palabras del Tuer-
cada una, también traían zaíno, to Giraldo los errores básicos se per-
cafuche, venado...cuando hechó a ciben con mayor claridad que en las
escasear porque ya estaba muy reti- diferentes evaluaciones que han he-
rado el monte, dio ganado en compa- cho los especialistas: “la rehabilita-
ñía, al aumento...La tigrillada seguía, ción fue un fracaso. Primero porque
pero era cada vez mas difícil; la pes- trataron de colonizar con gente que
quería en cambio, sí se movía porque no tenía ni idea de la tierra. La ma-
esos ríos eran muy plenos en pesca- No fueron las toninas las que yoría eran amigos políticos de los jefes
do... La gente mantenía su mejora a se tomaron el río, como lo temía de Bogotá. Gente que les incomodaba
punta de pescado.(Siguiendo el Cor- Perafán el lanchero; la globalidad y resolvieron echarla para los Llanos
te, p. 195). aportó una respuesta diferente. y allá cayeron. Les midieron el peda-

42 N ÓMADAS
zo de parcela, les dieron herramien- La coca y la marihuana son los de la cacería, la del caucho, la de la
tas, semillas, plata para ganado, fun- productos nómadas por excelencia; madera, la del oro y finalmente la
daron cooperativas, repartieron migrando constantemente sobre el del petróleo, todos también produc-
casitas, hicieron todas esas trochas, globo; escondidos en el intestino o tos nómadas entre la pobreza y la
la 11, la 7, la 15 ¡Como jugando a en el entresijo de otros objetos, mo- riqueza. Las pieles de tigre y de cai-
hacer un pesebre!... Por la noche los viéndose tanto entre millonarios mán que desde el siglo diez y nueve
recién llegados se ponían a tomar como entre los miserables, mencio- viajaron de las selvas y llanos co-
aguardiente, a jugar cartas, a jugar nados constantemente de boca en lombianos a los centros de poder de
tute, a darse cuchillo. Un burdel. La boca, hasta en los niveles más altos Europa y Estados Unidos, generan-
mayoría vendieron las herramientas de los negocios y los gobiernos; mo- do fortalezas y envidias femeninas
y las reses y se devolvieron a Bogotá, dificando el comportamiento de mi- y regresando en forma de órdenes
otros se bebieron la plata. (Siguiendo llones gracias a sus artimañas y de compra hasta que se agotaron las
el Corte, p. 112). existencias, el caucho,
nómada que se alimentó
Unos años después la de las entrañas de los nó-
decisión que tomaron madas primitivos para
quienes se quedaron , no movilizar los nómadas de
fue tan sencilla como qui- la modernidad, la madera
sieran explicarla quienes con que se repararon y
hacen énfasis en el domi- construyeron las chalupas
nio de la racionalidad eco- y los navíos que facilita-
nómica: “El patrón ban el encuentro de las
pensaba una y otra vez en cuatro razas de nómadas,
la marihuana, que por esos el oro que todavía no deja
días estaba en su fina, pero de moverse por el globo y
tampoco se atrevía. Un día ahora el petróleo:
decíamos que sí, al otro día “Cusiana es una disne-
que no. No sabíamos”. Al- landia pero pocos llegan a
gunos se han quedado en darle la mano al mique-
sus predios, dominando mause... Cusiana es un
con sentimientos el afán de círculo vicioso del que la
dinero fácil, para otros, tal gente no sale. Todo el
vez para la mayoría, la mundo habla de bonanza,
oferta era demasiado gran- pero si la bonanza no la
de y los cambios rápidos y está viviendo el pueblo,
brillantes: “la gente se vol- ¿entonces para quién es?
vió loca, lo primero que se Así como estamos el co-
compraban era una buena merciante es el único que
pistola, un buen revólver, la prueba y se la lleva; el
un sombrero de plumas, oportunista es el único
mujeres, trago, pernicia, que la vive y la goza (Del
se olvidaron de los sufrimientos y se fantasías, son los gitanos de la so- Llano llano, p. 101-102).
taparon con plata. Al lado de la pla- ciedad de consumo. Pero la euforia
ta que corría llegó otra maldición, del desarrollo no es muy diferente En sus propios textos, en los ins-
esta si de verdad, la vida no valía aún cuando cambien los productos. tantes en que calla a sus personajes,
porque se podía pagar, ¿quien podía Molano describe varias veces esce- Molano se muestra tan extrañado y
dejar de sembrar coca cuando todo nas semejantes correspondientes a extasiado como ellos ante la intensa
tenía el precio de la coca? (Siguien- cada una de las sucesivas bonanzas transformación que se genera cuan-
do el Corte, p. 282). de la Orinoquia y la Amazonia; la do entra el dinero, el nómada mayor,

N ÓMADAS 43
por nada y si llegaran a derrotarla...
¿que pasaría?”

En esas estamos.

La guerra

En Colombia hay dos países, ais-


lados entre sí, que se desconocen el
uno al otro, se temen y cohabitan en
forma violenta. Uno de estos países
es el que escribe la historia... el otro
país es muchísimo más vasto y nu-
meroso... y casi del todo desconocido
e ignorado por él. Ese país es el que
Alfredo Molano se ha empeñado en
y globaliza la selva: “Nos asomamos rrotados, los pobres y hasta dentro dar a conocer en sus escritos (María
a un mundo alucinante y maravillo- de los humildes, ya no en el campo Mercedes Carranza, Prólogo a “Así
so, Calamar se nos presentaba como sino en las ciudades y en el resto del mismo”1993).
un verdadero país, un país extraño y mundo. Ese es el modelo de desarro-
sin embargo nada nos era ajeno. Allí llo que conoce la mayoría del país, La guerra, desafortunadamente,
se encuentran las mismas fuerzas que que llegó atropellando en los años es el mecanismo que une ambos paí-
estructuran el país total al que esta- setenta, se afianzó en los ochenta y ses a lo largo de nuestra historia.
mos acostumbrados pero se expresan hoy agoniza en la recesión de fin de Molano ha dicho que le tiene “terror
con una nitidez y con una desenvol- siglo. Formas de desarrollo a la guerra”, pero al mismo tiempo la
tura que agobian y alarman...el fu- globalizadas a través de mulas y arrie- corteja y goza escudriñando en la his-
turo de las zonas de colonización y de ros, nómadas aéreos, echando toria sus entresijos. Varios de sus per-
buena parte del país agrario se des- p’adelante, surtiendo el mundo de sonajes reducen sus recuerdos a los
envolverá dentro de las coordenadas fantasías y desgracia. guerreros de cada familia, pasando de
básicas que enmarcan a Calamar, en la primera violencia de este siglo a la
el fondo fuimos testigos excepcionales En 1987, cuando no se conocía guerra de los Mil Días y a la de Inde-
del porvenir ( Selva Adentro, p. 106). todavía la profundidad de la crisis, pendencia sin discontinuidad de ge-
Molano expone sus dudas: “pero esa neraciones. El “muñeco”que empieza
Esa premonición de Alfredo se cultura emergente que hoy cuenta con como atracador pasa a la guerrilla,
concretó durante los años siguientes cuadros tan preparados o mejor pre- vuela con coca hasta Miami burlando
en buena parte del país; Calamar se parados que la cultura tradicional; los Phantom y acaba como dueño de
reprodujo fácilmente en las grandes que educa a sus hijos en Londres, una empresa de vigilancia, tiene en-
metrópolis durante algunos años. En Nueva York y París; que trabaja con tre sus antepasados guerreros compa-
uno de sus últimos libros “Rebus- sesudos economistas que manejan ñeros del general Reyes en Enciso y
que Mayor”Molano deja contar sus buena parte del delicado y dinámico mártires liberales que pelearon en la
vergüenzas a los nómadas secunda- mercado mundial de la droga, esa llanura de Garrapata contra Marce-
rios de esa época: las mulas y el arrie- cultura emergente es expresión de una liano Vélez. Los Zabaleta, familia de
ro, los traquetos y los muñecos. clase que compite con el poder del guerreros tolimenses tienen abuelos
“Sembrar coca los hace sentirse más Estado y con el orden prevaleciente. peleando en África y en el Puente de
verracos”, dijo Molano en la televi- Ella es producto de la historia del país; Boyacá a favor del rey de España. Con
sión hablando de los cultivos del ha modelado lentamente una econo- Molano hemos comentado varias ve-
Guaviare y ese sentirse más verracos mía y ha preparado laboriosamente ces la dureza y persistencia de estas
se extendió por el país entre los de- un escenario. No va a entregar todo dinastías de guerreros, aventureros de

44 N ÓMADAS
cepa, nómadas de ametralladora, que latos que detallan las muertes de Zabaleta, también de estirpe liberal
nunca van a cambiar las “delicias”de Guadalupe Salcedo y de Dumar presenta, con algo de cinismo, igua-
la guerra por la vida sosa en un taxi, Aljure son maestros de la multiplici- les imágenes de la guerrilla como or-
en una beca o en una curul. dad de fuerzas que los motivaron. denadora de la sociedad: “Un buen
día fue apareciendo otra ley, la ley de
En Selva Adentro, su libro más La guerra es coherente con las los muchachos, la de las guerrillas...
ortodoxo o tal vez el único orto- características del ambiente y las for- nos explicaron que eran de la guerri-
doxo de sus libros, Molano plantea mas que ha tomado el desarrollo en lla, que eran el ejército del pueblo...
hipótesis sobre el carácter armado Colombia y al mismo tiempo, para- siempre que vienen o que uno va a
de la colonización desde que la “Co- dójicamente, es sólo el estado de in- las reuniones, tienen el mismo parla-
lumna de Marcha”condujo a los so- surrección el que trae algún orden a mento... parecen evangelistas...a no-
brevivientes de Sumapaz hasta el ese entremezclar de ambiente y desa- sotros nos hacen recordar las misas...
Llano. Ese carácter de colonización rrollo. El mismo Giraldo, “rehabili- después llegaron a decirnos que ha-
armada se percibe en la mayoría de tado”después de su guerra partidista, bían prohibido el bazuco...después
sus libros como gestado a partir de cruel, desordenada y caótica, es se- arrimaron buscando un ganado que
la muerte de Gaitán; muerte que ducido por la guerrilla comunista in- se había perdido...poco a poco se me-
para varios de sus personajes tiene cipiente: “El camino hacia La Uribe tió el orden...”. En los últimos meses
importancia vital. En ese sentido era muy bello, a lado y lado de la sel- hemos visto en la televisión a los nue-
Molano se aparta de la mayoría de va caños rápidos y claros, pájaros, vos nómadas guerrilleros, llevados por
los historiadores de su generación micos, pavas , curíes y naturalmente el mismo afán totalitario y moraliza-
que supeditan lo partidista a lo eco- tigre y culebra ..los colonos trabaja- dor, de municipio en municipio, bus-
nómico y pasan por encima de los ban con ánimo tumbando selva y ha- cando una nueva casa verde.
argumentos ideológicos que estu- ciendo rozas, tenían maíz, arroz,
vieron detrás de los análisis que hi- algunos café, cacao, ganado, habían En ese orden, ingenuo, errático,
cieron sus antecesores sobre las hecho trochas por todos los lados, bien cruel, transitorio y parcial Molano se
guerras civiles del siglo anterior. trazadas, amplias y las conservaban pregunta: “¿que pasaría con los miles
Los personajes de Molano tienen limpias, la gente aunque armada era de brazos que encuentran empleo di-
partido y mueren por el partido. En pacífica nombraban solos sus autori- recto o directo en el negocio de la coca
Selva Adentro se insiste en la con- dades, sus maestros de escuela, te- porque la estructura tradicional no ha
tinuidad dinástica entre chulavitas, nían puestos de salud, muy elemental, sido capaz de darselo... la coca ha des-
pájaros y matones del narcotráfico, pero no les faltaba atención. “(Si- encadenado un proceso irreversible, o
dinastía que Molano ha extendido guiendo el Corte, p. 111). El tío las fuerzas suscitadas por la estrechez
en recientes artículos de prensa.

Pero, al contrario de los historia-


dores del siglo diez y nueve en Siguien-
do el Corte hay campo para otros
factores diferentes al ideológico. En
los relatos de las disputas internas, en
los análisis sobre las tendencias de la
guerra se hace evidente que muchas
veces más adentro de la ideología y de
la economía está el carácter de cada
jefe, sus debilidades y valentías, las
cuales adquieren potencias gigantes-
cas cuando el poder se concentra en
la soledad de una persona y cuando
esa persona, ungida por la retórica
guerrera, se enfrenta al azar. Los re-

N ÓMADAS 45
estructural del antiguo modelo encuen- —————, Del Llano llano, relatos y testi-
tran acomodo y logran ser integradas Citas monios, Bogotá, El Áncora, primera edi-
ción 1995.
a una nueva sociedad o ellas construi-
1 En Adiós a la Razón, 1984. —————, Selva Adentro, Una historia oral
rán su propia alternativa y el país ten- de la colonización del Guaviare, Bogotá,
drá que acostumbrarse a dos sociedades El Áncora, 1996.
en permanente pugna..La sustitución —————, Yo le digo una de las cosas...,
de los cultivos de coca es, naturalmente Bibliografía (con Darío Fajardo, Julio Carrizosa y Fer-
la opción. ....las zonas de rehabilita- nando Rozo), Bogotá, Corporación
Araracuara, Fondo FEN Colombia, s.f.
ción deberán ser objeto de una refor- MOLANO, Alfredo, Siguiendo el corte, Bo-
gotá, El Áncora , primera edición 1989. —————, Rebusque mayor, relatos de mu-
ma agraria radical que cerrará el paso
las, traquetos y embarques, Bogotá, El
a las fuerzas que aténtan contra su es- —————, Así mismo, Bogotá, Los Cuatro
Áncora, primera edición 1997.
Elementos, 1993.
tabilidad y su progreso”
( Selva Adentro, p. 138)

Desde que escribió lo anterior,


la situación aparentemente se ha
modificado pero manteniendose en
lo sustancial. Molano se ha concen-
trado en sus columnas periodísticas
que le proporcionan una audiencia
oportuna y mayor; desde allí trata
de influir en un proceso de paz en
el que ya no desempeña un papel
oficial. Su tesis central sobre la ne-
cesidad de la reforma agraria regio-
nal ha sido sobrepasada por
posiciones como la del expresidente
Lopez quien propone la incorización
de los predios bien explotados en el
interior de la frontera agraria. ¿Es-
tamos en realidad en vísperas de una
nueva sociedad brotada de una re-
forma agraria radical ?

Quisiera creer en una solución


tan sencilla y factible pero quien ha
leído concientemente la realidad na-
cional y la considera en un contexto
internacional en el que la mayoría
de los países pobres siguen quebra-
dos y corrompidos aunque estén en
paz o no logran alimentar a sus
pueblos aunque sean ordenados y
comunistas, sabe que ahí no está la
respuesta y, probablemente, los dos
países continuarán en su vagar, unos
hacia el norte, orientando anhelos y
dineros hacia la estrella polar, otros
circularmente, saliendo o entrando
al remolino durante varios años más.

46 N ÓMADAS

Вам также может понравиться