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REPENSAR LA CONSTRUCCIÓN SOCIALISTA Y LA POSTERIOR TRAYECTORIA INTERNACIONAL

DEL CONCEPTO "FEMINISMO BURGUÉS"


Author(s): Marilyn J. Boxer and Esther Pérez Pérez
Reviewed work(s):
Source: Historia Social, No. 60 (2008), pp. 27-58
Published by: Fundacion Instituto de Historia Social
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40657991 .
Accessed: 25/02/2013 10:11

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REPENSAR LA CONSTRUCCIÓN SOCIALISTA
Y LA POSTERIOR TRAYECTORIA
INTERNACIONAL DEL CONCEPTO
"FEMINISMO BURGUÉS"*
MarilynJ.Boxer

El día en que se conmemoraba el aniversario


de la tomade la Bastillaen 1889,la socia-
listaalemanaClaraZetkindeclaróantelos delegadosde veintepaíses,reunidos en París
con ocasióndel centenario de la Revolución francesa, que "la emancipación de la mujer,
juntoa la de todala humanidad, sólo tendrálugarcon la emancipación del trabajodel
del
yugo capital". Zetkin les aseguró a los fundadores de la II Internacionalallí congrega-
dos que no teníanporqué sentirtemorde que las mujeres"proletarias" se adhirierana
otrasagrupaciones que afirmaban lucharporsus intereses, en especiallos grupospromo-
toresde los derechos de la mujer, que celebraban suspropioscongresos internacionalesen
la capitalfrancesaese mismoverano.A pesarde que sus orígenesno eranhumildes, ya
que su padreeramaestro y su madrela viudade unmédicoque habíasidocofundadora de
una organización que luchabaporlos derechosde la mujer,Zetkindenuncióal "movi-
mientoburguésde mujeres"que no era de orientación socialistacomoun esfuerzovano
"construido sobrela arena...[carente de] basesen la realidad". Al tiempoque le reclamaba
a su públicoabrumadoramente masculino que reconociera la necesidad de las mujeresde
contarconempleosremunerados paragarantizar así su independencia económica, enfati-
zaba en su discursoque las mujeres"burguesas" no le brindaban unasolucióna la "cues-
tiónde la mujer".Al hablaranteuncongresosobrelos derechosde la mujercelebradoen
Berlínen 1896,desconcertó a las participantes
al declararse su "adversaria[Gegnerin]".1

* Publicado en TheAmerican Historical vol. 112,n° 1 (febrero


originalmente Review, 2007).Unaversión
anteriorde esteartículose presentó en la conferencia
de la Federación Internacional de Centrosde Investiga-
cióne Historiade las Mujeres,en el marcodelXX CongresoInternacional de CienciasHistóricas celebradoen
Sydney enjulio del2005.Tengounadeudaespecialde gratitud conKarenOffeny JeanQuataert, miscolegas
desdehacetantotiempo, y conGiselaBocky GeoffEley,porsusvaliosaslecturas y sugerencias; conlos edito-
resy lectoresanónimos de AHRporsus constructivas críticas;y con AnnTaylorAllen,NaomiJ.Andrews,
Krassimira Daskalova,Carolyn Eichner, Joanne Ferraro
y Francisca de Haanporsusútilescomentarios.
1 Paraun deldiscurso
fragmento pronunciado porClaraZetkinen 1889,verSusanGroagBelly KarenM.
Offen(eds.), Women, theFamily,andFreedom:TheDebatein Documents (2). 1880-1950,Stanford (Calif.),
1983,pp.87-91,las citassonde las pp.87,90; y Zetkin, ClaraZetkin: SelectedWritings, PhillipS. Foner(ed.),
NuevaYork,1984,pp.45-50.Para1896,véaseRosalieSchoenflies, LinaMorgenstern, MinnaCauer,Jeannette
Schwerin y MarieRaschke(eds.),Der Internationale Kongress fürFrauenwerke undFrauenbestrebungen in I
Berlin,19.bis26. September 1896,Berlin,1897,pp.394-396,la citaes de la p. 394.En esa últimaconferencia,I
la feminista
francesa EugéniePotonié-Pierre unnuevotérmino:
introdujo "feminismo"; ibid.,p. 40. I
HistoriaSocial,n.°60,2008,pp.27-58. | 27

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El mensajede ClaraZetkintuvonumerosos y prolongados ecos que hanllegadoin-
clusoal sigloxxi.A su largavidahancontribuido activistas y estudiosos del feminismo y
de la NuevaIzquierda, incluidos algunoshistoriadores de la generación de 1970.En el año
2004,la antropóloga Kristen Ghodsee,al evaluarla situación de las mujeresen la Europa
Orientalpostsocialista, afirmóque "no son muchaslas cosas que han cambiadodesde
1907",y citóel discurso pronunciado porClaraZetkinen el primer CongresoInternacio-
nalSocialistade Mujeres,celebrado ese añoen Stuttgart: "No puedeexistir unaluchauni-
ficadaa favorde todoel sexo [femenino]... No, debeserunaluchade clasesde todoslos
explotados con independencia de su sexo contratodoslos explotadores, sin importar su
sexo".Las socialistas no debíancolaborar conlas "feministas burguesas" ni siquieraente-
masde interés común,subrayó Zetkin.Tomandocomobaseese discurso, Ghodseeplanteó
que la creaciónde instituciones educativas y de promoción y defensapúblicaquetomaban
comomodelolas creadaspormujeres en"Occidente" amenazabaa las mujeres de la Euro-
pa Oriental con
poscomunista imponer un nuevotipode "feminismo cultural" que,como
el anterior "feminismo burgués", conel que lo comparaba, no resultaba apropiado parael
logrode sus verdaderos objetivos.Otrosestudiosos permiten comprobar también la per-
manencia de esteconcepto.2
No obstante, "feminismo burgués"es un término escurridizo que tienecomobase
una concepción de las "clases"que ha sido sustancialmente "retrabajada" a la luz de los
estudiosculturales y el análisisde género.Los historiadores advierten hoylas múltiples
maneras en que géneroy clase se combinan, al señalar,porejemplo,que las esposassans
profession se convirtieron en el sigloxix en un signode movilidad socialascendente mas-
culina.La distinción binariaentrelo públicoy lo privadoque subyacea las ideasacadémi-
cas y popularessobreel géneroha sidoigualmente puestaen telade juicio,y se plantea
que la "esferapública" misma se construyó de modo que excluyera a las mujeres.3 Pero
nadieha lanzadoaúnunamiradacríticasobreel modoen que conceptos dicotómicos pre-
vios sobrelas relaciones entrela clasey el génerohanafectadoa los movimientos femi-
nistasy a sushistoriadores.

2 Para una referenciarecientea Zetkin su


y discursode 1907, ver KristenGhodsee,"Feminism-by-Design:
EmergingCapitalisms,Cultural Feminism,and Women's NongovernmentalOrganizationsin Postsocialist
EasternEurope",Signs: Journalof Womenin Cultureand Society,29/3(2004), pp. 727-753, las citas son de las
pp. 732, 733. Para otrosejemplos de la persistenciade esta idea, ver Franciscade Haan, KrassimiraDaskalova
y Anna Loufti(eds.), A BiographicalDictionaryof Women's Movementsand Feminismsin Central,Eastern,
and SouthEasternEurope,Nineteenth and Twentieth Centuries,Budapest,2006. La historiadoraalemana Gise-
la Bock consideraque el término"feminismoburgués"es "tanubicuo hoy" como en tiemposde Zetkin;comu-
nicaciónpersonal,mayodel 2006.
JohnR. Hall, "The Reworkingof Class Analysis",en Hall (ed.), ReworkingClass, Ithaca (N.Y.), 1997,
pp. 1-37. Para nuevos acercamientosa la historiadel trabajoespecialmenteimportantes para entenderel tema
de las mujeresy las clases, véase Lenard R. Berlanstein(ed.), Rethinking Labor History:Essays on Discourse
and Class Analysis,Urbana (111.),1993, esp. William H. Sewell, Jr.,"Toward a Post-Materialist Rhethoricfor
Labor History",pp. 15-38. KathleenCanningseñala que el análisis de géneroha "revitalizado"el campo de la
historiadel trabajo;Canning,GenderHistoryin Practice: HistoricalPerspectiveson Bodies, Class, and Citi-
zenship,Ithaca (N.Y.), 2006, p. 124. Sobre formaciónde clase y de género,ver Leonore Davidoffy Catherine
Hall, FamilyFortunes:Men and Womenof theEnglishMiddle Class, 1780-1850, Chicago, 1987; y Geoffrey
Crossicky Heinz-GerhardHaupt, The PetiteBourgeoisie in Europe, 1780-1914: Enterprise,Family and Inde-
pendence,Londres,1995, pp. 97-98; así como Ava Baron,"Genderand Labor History:LearningfromthePast,
Looking to the Future",en Baron (ed.), WorkEngendered:Towarda New Historyof AmericanLabor, Ithaca

.1
(N.Y.), 1991,pp. 1-46. Para la "distinciónbinaria",véase Sonya O. Rose, "Class Formationand theQuintessen-
tialWorker",en Hall, ReworkingClass, pp. 133-166,esp. pp. 139-144;y Rose, LimitedLivelihoods:Genderand
Class inNineteenth-Century England,Berkeley(Calif), 1992,p. 193. Para la exclusionde las mujeresde la "esfera
pública",véase resumenen Laura L. Fradery Sonya O. Rose, "Introduction: Genderand the Reconstruction of
EuropeanWorking-ClassHistory",en Fradery Rose (eds.), Genderand Class in ModernEurope,Ithaca(N Y )
1996,pp. 11-19.

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El discurso que elaboraran Zetkiny otrossocialistas de su tiempoparadistanciarse de
los florecientesmovimientos enprode los derechos de la mujertuvosu origenen la políti-
ca de claseseuropeade finesdel sigloxix e iniciosdel xx.4Algunosizquierdistas volvie-
rona echarmanode esos referentes en unperíodoposterior de la militancia feminista, y
los historiadores desempeñaron un papelen la transmisión de la políticay la retórica de
unaépocaanterior a unanuevageneración de estudiantes y activistas. Ademásde cuestio-
narla baseclasistasobrela que se fundaesa distinción tanlargamente aceptada,es necesa-
rioelaborar nuevashistorias del feminismo ya desembarazadas delpeso de creencias pro-
blemáticas acercade la mujery de intereses de claseputativos, o de unapolíticasocialista
ya sobrepasada. Esa reinterpretación también arrojaría luz sobrelas limitaciones de la iz-
quierdaeuropeay las oportunidades que perdióen el largoprocesoque GeoffEleyha de-
nominado la "forjade la democracia".5
El concepto"feminismo burgués" tienesu origenen los alboresdel socialismomar-
xiano.TantoMarxcomoEngelsdescribieron a las mujeresde la clase obreracomovícti-
mas del capitalismo (industrial).Marxdescribiódetalladamente la muertede una obrera
de veintiún añosa causadel excesode trabajo, mientras que Engelsobservóque en Ingla-
terra"la mayoría de las prostitutas
de la ciudadle debíana su empleoen la manufactura su
situaciónactual".En su libroEl origende la familia,la propiedadprivaday el Estado
(1884),que sentópautasen el tema,Engelsdeclaróque "en el senode la familia, él es el
burgués y la esposarepresenta al proletariado", peroni él ni Marx mostraron ninguna sim-
patíaporel feminismo Para éste
organizado. Marx, representaba la "falsa emancipación de
la mujer";afirmóque "las mujeresalemanasdebíanhaberempezadoporempujara sus
maridosa emanciparse porsí mismos".Engelsle escribióa un norteamericano en 1891
que gracias a los esfuerzos paraorganizar a las mujeressocialistas, "las estúpidasanticua-
das y semiburguesas que propugnan los derechosde la mujerprontoseránempujadasa la
retaguardia".6
No obstante, el másleídode los socialistasque se ocupóde la cuestiónfemenina fue
el dirigentealemánAugustBebei.En la introducción a su obraclásicaLa mujery el socia-
lismo(1883) Bebeiapuntaba que "las hermanas rivales[feindliche] tienen[...] variospun-
tosde contacto en los que pueden,aunquemarchen porseparado,golpearconjuntamente
[conlas socialistas]". Si bienresultadiscutible el gradode apoyoque les concedíaBebeia
losmovimientos de mujeres no socialistas,lo ciertoes que al iniciode susactividades ayu-
dó a su compatriota LouiseOtto-Peters a fundar unaorganización parala emancipación de
la mujer,y también reconocióque "las mujeresde la clase obreratienenmás en común

4 Para un análisis
pionerode la invencióndel "feminismoburgués",véase FrançoisPicq, '"Bourgeois Fe-
minism' in France: A TheoryDeveloped by Socialist Women beforeWorld War I", en JudithFriedlander,
Blanche WiesenCook, Alice Kessler-Harris y CarrollSmith-Rosenberg (eds.), Womenin Cultureand Politics:A
Centuryof Change,Bloomington(Ind.), 1986, pp. 330-343.
5 Sobre las limitacionesde la
izquierdaeuropea y la políticade géneroen su "momentode mayordebili-
dad", véase GeoffEley, ForgingDemocracy: The Historyof theLeftin Europe, 1850-2000, Oxford,2002, la
cita es de la p. 112.
6 Para la "falsa
emancipaciónde la mujer",véase F. A. Sorge,BriefeundAuszügeaus BriefenvonJoh.Phil
Becker,Jos.Dietzen,FriedrichEngels,Karl Marx an F. A. Sorge undAndere,Stuttgart, 1921,p. 37; para la historia
de la "obrera",véase Karl Marx,Capital: A CritiqueofPoliticalEconomy,vol. 1, 1867,reed.Nueva York, 1902,
pp. 280-281; para la "emancipaciónpor sí mismos",véase Marx,Lettersto Dr. Kugelmann,Nueva York, 1934,p.
82. FrederikEngels,The Originof theFamily,PrivatePropertyand theState,1884,reed.Nueva York, 1942,pp.
65-66; y Engels,The Conditionofthe Working-Class in Englandin 1844, 1854,reed.Londres,1952,p. 181; para
las "estúpidas",véase Engels citado por Hal Drapery Anne Lipow, "MarxistWomen versusBourgeois Femi-
nism",SocialistRegister,13 (1976), pp. 179-226,la cita es de la p. 217. I 29

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conlas mujeresde la burguesía o de la aristocraciaque los hombres de la claseobreracon
los hombres de las demásclasessociales".7
Sinembargo, la activistasocialistamásinfluyente de la épocaen los temasrelativos a
la mujerfueClaraZetkin, quienformuló y mantuvo confirmeza lo que llegóa serla posi-
ciónsocialista-marxista ortodoxa sobrelos movimientos en prode los derechos de la mu-
jer.Su discursode 1889en Parísse convirtió en lo que la historiadora de las mujeresUta
Frevert, de nacionalidad alemana,denomina "el manifiesto delmovimiento de las mujeres
proletarias".8Aunqueal iniciode susactividades Zetkinexpresóundecididoapoyoa mu-
chosde los objetivos delmovimiento enprode los derechos de la mujer, conel tiempolle-
gó a considerarlo una "seriay peligrosafuerzade la contrarrevolución" que debíaserfre-
nada.Creíasinceramente que la condiciónde las mujeres, a quienesse refirió en cierta
ocasióncomo"esclavas",sólo encontraría remedioconunarevolución socialista.9Zetkin
estabaa favorde una"clararuptura [reinliche
Scheidung]" entrelos partidos proletarios y
otrosmovimientos políticos.Auncuandosiguiópromoviendo algunosobjetivosfeminis-
tas,expresóuna"extrema animosidad" haciala idea de unahermandad de las mujeres, y
empleó frasespeyorativas como,porejemplo,"tontasilusionesfeministas de armonía"
paradescribir la políticafeminista y "ofuscadas, blandengues, débiles",parareferirse a las
feministas mismas.Ya a mediadosde la décadade 1890habíacreadounmovimiento mun-
dialparadenunciar los esfuerzos no socialistasenprode los derechos de la mujer.Su bise-
manario Die Gleichheit [Igualdad], a un
dirigido públicocompuesto porobrerasy miem-
brosdel partido, "planteóinfatigablemente las diferencias entrelas mujeressocialistasy
las burguesas,entrelas tácticassocialistas y las burguesas", ha señaladoJeanQuataert. Su
rechazodel"feminismo burgués" fue"ostentoso", comentó su contemporánea francesa, la
activistadelsocialismo y el feminismo MadeleinePelletier. Algunoshistoriadores delmo-
vimiento femenino lo hancalificadode "salvaje"y "brutal".Fue tambiénenormemente
efectivo.10

7
AugustBebei, WomenunderSocialism,Nueva York, 1971, p. 5; publicadooriginalmente en 1883 con el
títulode Womanin thePast, Present,and Future.Fiendlichese traduceen ocasiones como
"enemigas";véase
Drapery Lipow, "MarxistWomenversusBourgeoisFeminism",p. 189. Para la importanciamás generalde las
traducciones y del uso pioneroporpartede Bebel de términos"neutralesdesde el puntode vistade género",véase
Anne Lopes y GaryRoth,"A Note on Translation",en Lopes y Roth,Men 's Feminism:AugustBebel and the
GermanSocialist Movement,Amherst(N.Y.), 2000, pp. 19-27. Para Otto-Peters, véase Lopes y Roth,Men's
Feminism,p. 90. Para el apoyo brindadopor Bebel a la reformalegislativafeminista, véase Bebel, Womanun-
der Socialism,p. 112; tambiénRichardJ.Evans, Comradesand Sisters:Feminism,Socialism,and
PacifisminEu-
rope,1870-1945, Sussex, 1987, pp. 28-29. Para detallesdel feminismode Bebel, véase RichardStites,The Wo-
men's LiberationMovementin Russia: Feminism,Nihilism,and Bolshevism,1860-1930,Princeton
(N.J.), 1978,
pp. 234-236. Para el discursode Bebel en 1878 sobre"más en común",véase Lopes y Roth,Men 's Feminismp'
199.
8 Ute
Frevert,Womenin GermanHistory:From Bourgeois Emancipationto Sexual Liberation Nueva
York. 1989. d. 141.
9 Clara
Zetkin,Zur Geschichteder proletarischenFrauenbewegungDeutschlands, 1928, reed. Berlin,
1958, p. 209. Para la formulaciónpor Zetkinde la teoriasocialista sobre la mujer,véase WernerThönnessen,
TheEmancipationof Women:The Rise and Decline of the Women's Movementin GermanSocial
Democracy,
1863-1933, 1969, reed.Frankfurt del Main, 1973,pp. 39-46. Para la referenciade Zetkina las mujerescomo es-
clavas, véase RobertStuart,"Whoresand Angels: Womenand theFamilyin theDiscourse of FrenchMarxism,
1882-1905",European HistoryQuarterly,2773 (1997), pp. 339-369, la cita es de las pp. 343-344.
Para la clara ruptura",véase AlfredG. Meyer,The Feminismand Socialism ofLily Braun,

.1
Blooming-
ton(Ind.), 1985, p. 52. Para la "extremaanimosidad",véase Stites,The Women's LiberationMovement, 237.
p.
Para las "tontasilusiones",véase Frauenrechtlerische Harmoniedüselei,que es el títulode la respuestade Zet-
kin a una nueva publicaciónfeminista:Die Gleichheit,5/1(9 de enerode 1895), p. 6. Véase tambiénla cita de
AlfredG. Meyer en Lily Braun,Selected Writings on Feminismand Socialism, Alfred.G. Meyer (ed.), Bloo-
mington(Ind.), 1987, p. 43. Meyertraduceel títulode Zetkincomo "Women's Libbers' StupidDreams about
Harmony".Para la "ofuscación",véase JeanH. Quataert,"Unequal Partnersin an Uneasy Alliance: Women

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¿Quiéneseranesas "feministas burguesas" que supuestamente constituían una ame-
nazaparalas trabajadoras? Las leyesrelativas al matrimonio la
y propiedad imperantes en
la Europade finesdel sigloxix garantizaban las
que burguesas rara vez disfrutaran de los
privilegios y el poderque detentaban los burgueses Algunasde esas feministas
capitalistas.
rechazaron los valoresdelmercadoy muchasles dieroncontinuidad a las tradicionales la-
boresfilantrópicas femeninas enbeneficio de las mujeres No las
pobres. obstante, hijasde
las familias burguesas comenzaron a ejercercadavez conmayorfrecuencia empleosasala-
riados.Comomaestras, repartidoras del correoo tenderas, o en el desempeño de puestos
administrativos de menornivel,no encajabande ningúnmodoen la imagendel idealso-
cialista,estoes, no erantrabajadoras en "los grandesoficiosviriles...los héroesque de-
sencadenaron la segundarevolución industrial", para decirlocon palabrasde Michelle
Perrot.No obstante, los socialistas
las tildaron,comoexpresara Rosa Luxemburgo en frase
inimitable, de "parásitas de los parásitosdelcuerposocial".11
Al vincularlas palabras"feminismo" y "burgués", los socialistasse servíande una
terminología muyelaborada, cargadade connotaciones negativas.Ademásde la frase"cla-
ses burguesas" lo demuestran una miríadade expresiones: desviaciónburguesa, familia
burguesa, individualismo burgués,moralburguesa, respetabilidadburguesa y,porsupues-
to,feminismo burgués, aunquesólo en muycontadasocasionessocialismoburgués. Pero,
¿quésignifica "burgués"? ¿Unotroimaginario, unestereotipo negativo o incluso una pala-
brade modaparadecirpassé, "tandel añopasado"?Lo que otrorafueraunindicador del
lugarde residencia o de un ordenlegal,ya en las últimasdécadasdel sigloxix se había
convertido en unmeroepíteto peyorativo.12 Porunagraninfluencia de las ideasmarxistas
acercade la "revolución burguesa", se empleaba(y se emplea)paradenigrar no sólo a in-
dividuos, sino,graciasa unaespeciede corrimiento conceptual y lingüístico,a las ideasy
objetivos de unmovimiento políticoespecífico: el feminismo.13
Perohace muchoque el término vienesiendoimpugnado. En 1968,la historiadora

andtheWorking ClassinImperial Germany", enMarilyn J.Boxery JeanH. Quataert (eds.),SocialistWomen:


EuropeanSocialistFeminism in theNineteenth and EarlyTwentieth Centuries,NuevaYork,1978,pp. 112-
145,la citaes de la p. 116.Para"infatigablemente", véaseQuataert, "Feminist TacticsinGerman SocialDemo-
cracy1890-1914:A Dilemma",IWK: Internationale Wissenschaftliche Korrespondenz zur Geschichte der
deutschen Arbeiterbewegung, 13/1(1977),pp.48-65,la citaes de la p. 56 n.41. ParaPelletier, véaseRichard J.
Evans,TheFeminists:Women's Emancipation Movements in Europe,America, andAustralasia, 1840-1920,
Londres, 1977,p. 172.Para"salvaje",véaseRichard J.Evans,"TheConceptofFeminism: NotesforPracticing
Historians", en Ruth-Ellen B. Joeresy MaryJoMaynes(eds.),GermanWomen in theEighteenth andNinete-
enthCenturies: A Social andLiterary History, Bloomington (Ind.),1986,pp. 247-258,la citaes de la p. 248.
Evansenfatiza aquí"lo profundo de la división"entreel movimiento de mujeressocialistas y el feminismo (p.
253). Para"brutal", véasen. 17 de estetexto.Unabiografa reciente considera que el luteranismo profesadopor
Zetkinensusprimeros añospuedehabersidoparcialmente responsable de su rigidezideológica;verTâniaPus-
chernat, ClaraZetkin: BügerlichkeitundMarxismus: EineBiographie* Essen,2003.
11Paralos valoresde las véase BonnieG. Smith,Ladies oftheLeisureClass: The
mujeresburguesas,
Bourgeoises ofNorthern Francein theNineteenth Century, Princeton (N.J.),1981.Smithcomienzasu libro
conunapregunta: "¿Quées unamujerburguesa?"; ibid.,p. 3. Paralos "héroes",véaseMichellePerrot, "1914:
GreatFeminist Expectations", en HelmutGruber y PamelaGraves(eds.),Women andSocialism/Socialism and
Women: EuropebetweentheTwo WorldWars,NuevaYork,1998,p. 27. Para los "parásitos", véase Rosa
Luxemburg, "Women'sSuffrage andClass Struggle", en Luxemburg, SelectedPoliticalWritings ofRosa Lu-
xemburg, DickHoward(ed.),NuevaYork,1971,pp.216-222,la citaes de la p. 220.
SarahMaza,TheMythoftheFrenchBourgeoisie: AnEssayon theSocialImaginary, 1750-1850,Cam-
bridge(Mass.),2003."'Tan burguesa', musita[el comerciante de modas]Hughal verlapasar.'Tan delañopa-
sado'"; comentario realizadoen una exhibición de modasreseñadaen el New YorkTimes,11 de febrero del I
2004,A26. Sobrelas definiciones de "burgués" en los diccionariosfranceses y enel usopopular, véaseAdeline I
Daumard, Les Bourgeois etla bourgeoisie enFrancedepuis1815,[Parisi,1987,pp.35-44. I
13MadeleinePelletier señalóen ciertaocasión:"Lo que los socialistas reprueban no es el feminismo.Es a
las feministas";Pelletier,"Bourgeois Feminism andSocialistFeminism", Le Socialiste,5 de mayode 1907. I 31

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canadienseShirleyGrüner,al analizarsu uso en la Franciade la década de 1830, planteó:
"La palabra 'burguesía'nuncatuvola buena fortunade contarcon una definiciónprecisa".
Se asociaba con varias teoríassociales, incluidosel saintsimonismo y, por supuesto,el
marxismo.Sus definicionesen la época iban desde "una reducidaelite capitalista"hasta
"la inmensamayoríade la población". Los fourieristas lo usaban, de manera confusa,
"para referirse a la masa de pequeñosproductoresy artesanosy tambiéna los capitalistas
neofeudales".Grünerse preguntabasi teníaalgunaotrautilidad.Dos décadas más tarde,al
estudiarla "experienciaburguesa"en la Europa decimonónica,PeterGay encontró"una
babel de definiciones".Señalaba que la expresiónpodía referirse a la vasta mayoríade la
poblaciónque no formabaparteni de la nobleza ni del campesinado,pero que a mediados
de siglo también"los proletariosde Parísempleabanel términobourgeoisepara hablarde
las amas de casa de la clase obreraque eranrespetables,sobriasy temidaspor sus mari-
dos". Gracias a la pluma de escritorescomo GustaveFlaubert,ArthurSchnitzlery Emile
Zola, la palabra se convirtióen un insulto.Flaubert,quien se calificaba de "burguesófo-
bo", le dijo a GeorgeSand: "Axioma:El odio a lo Burguéses el iniciode toda virtud".14
En fechamás reciente,SarahMaza ha adscritola burguesíafrancesaa un "imaginario
social". Planteaque trasla desapariciónde su uso prerrevolucionario como categoríalegal,
la "burguesía"se tornóalgo negativo,una formade describir"lo que otroseran".El térmi-
no teníauna connotaciónnegativaheredadadel AntiguoRégimen,que implicaba"privile-
gios no merecidosy deficienciasculturales".15 La burguesofobia persistió;variasgeneracio-
nes después,algunosestudiantesizquierdistasal inicio"menospreciaron el movimiento en
prode los derechoscivilespor su carácter'burgués';[...] como los negrosque ocupabanlos
asientosen las cafeteríasde los Woolwortheran estudiantesuniversitarios, ello implicaba
que eranmiembrosde la clase mediay no obreroso aparceros,cuyocarácterrevolucionario
16
ya había sido predicho".
Hoy en día parece serque la posiciónde Zetkinteníacomo base fundamental la ideo-
logía, las estrategiaspolíticasy quizás las rivalidadespersonalesy no una clara distinción
socioeconómicaentrelas mujeres.17 Tambiénse basaba, como tanagudamenteseñala Eley,
en las relacionesentoncesexistentesentrelos partidoslaboristas,socialistasy liberales,
que en cada contextonacional establecíanlos parámetrosen los cuales podían actuarlas

14 "TheRevolution ofJuly1830andtheExpression
Shirley Grüner, 'Bourgeoisie'", HistoricalJournal,
11/3(1968),pp. 462-471,las citassonde las pp. 469-471.PeterGay,TheBourgeoisExperience:Victoria to
Freud(1). Education oftheSenses,NuevaYork,1984,p. 20; paraFlaubert y otrosescritores como"burguesó-
fobos",véaseGay,Schnitzler 's Century: TheMakingofMiddle-Class Culture, 1815-1914,Londres, 2001,p.
29. El otrotérmino amorfo conel que en ocasionesse vinculael de "burgués", el de "clasemedia",despierta
menospasiones.Jürgen Kocka,quienensu estudiosobrela sociedaddecimonónica alemanaempleael segundo
en su forma adjetiva"comosinónimo de 'burgués'",
señalaque "el atractivo de unconcepto raravez se corres-
pondeconsuprecisión [...] La clasemedianuncaha sidounaclase,al menosen el sentido marxista de la pala-
bra"; Kocka, IndustrialCultureand BourgeoisSociety:Business,Labor, and Bureaucracyin Modern
Germany, NuevaYork,1999,pp.231-233.
15Maza,The
Myth oftheFrenchBourgeoisie, pp.3, 5 y 195.
16EleanorHakim,refiriéndose a los alumnosque cursaban estudiosde posgrado conella en la University
ofWisconsin; Hakim,"TheTragedy ofHansGerth", en PaulBuhle(ed.),History andtheNewLeft:Madison,
Wisconsin, 1950-1970, Filadélfia (Pa.), 1990,pp.252-263,la citaes de la p. 256.
La inflexible negativa de Zetkina colaborarconmujeres no socialistas y la rivalidadporlas posiciones
dirigentessontemasimportantes de unestudiodelfeminismo y delsocialismo alemánpreviosal resurgimiento
de la historiade las mujeres. Su autoraestimaque el "antifeminismo" de Zetkinbordeabael "fanatismo", y que
I sus intervenciones eran"enérgicas, cáusticasy con frecuencia brutales". Véase Jacqueline Strain, "Feminism
I andPoliticalRadicalism intheGerman SocialDemocratic Movement, 1890-1914" (tesisde doctorado, Univer-
I sityofCalifornia, Berkeley, 1964),pp.67 y 81. Parala rivalidadentreZetkiny Braun,véaseJeanH. Quataert,
I Reluctant Feminists inGerman SocialDemocracy, 1885-1917, Princeton (N.J.),1979,pp. 107-133;paralas di-
32 I| ferenciasde ZetkinconLuiseZietzy otras,véaseibid.,pp. 164-165y 202-205.

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mujeres.18 Aunquehabíaprofundas diferenciasentrelas vidasde las mujerestrabajadoras
las
y acomodadas, la posiciónde Zetkindeja a unladoel hechode que muchosmiembros
de la vilipendiada claseburguesa estabanmáscercanosa los socialistasque a los "parási-
tos"en lo referido a origensocialy visiónpolítica.La perspectiva de Zetkinreflejaba
los
temores de los dirigentessocialistasde distraer
la atenciónde la luchade clasesy de alie-
narseel apoyodelnúcleoartesanal de la claseobreraque los apoyaba,cuyosmiembros, en
su inmensamayoría, teníanpuntosde vistatradicionales sobrela mujer.19Zetkinrechazó
inflexiblemente todaslas invitaciones a colaborarcon las feministas; en un famosoin-
cidenteocurrido en 1895inclusose enzarzóen unadisputapúblicaconsus colegassocia-
listasdespuésde negarsea integrar una comisióninterclasista -Zetkinla calificóde
"comisiónde la mezcolanza"-cuyacreaciónse habíapropuesto conel finde estudiar las

18De ahí
que la escisiónfueramenosmarcadaen GranBretañaque en Alemania.Véase Eley,Forging
Democracy, pp. 30-31;y GeoffEley,"German Liberals,theWeil-Ordered Public,andthePatriarchal Nation,
1860-1920", ponenciapresentada en la conferencia
"Wilhelmine Germany andEdwardian Britain- Cultural
Contacts andTransfers", UniversityofOxford, marzodel2006.Le agradezcoal profesor Eleyque mehayafa-
cilitadosuponencia.
|y Por
ejemplo,cuandoungrupode socialistas suecaspresentó unproyecto de resolución en la Conferen-
cia Internacionalde MujeresSocialistascelebradaen 1910en la que censuraban a los varonessocialistasque
abandonaban a las mujeresconlas cualeshabíantenidohijos,Zetkinles pidióque lo retiraran;
RenéeFrangeur,
"SocialDemocrats andtheWomanQuestion inSweden:A History ofContradiction", en Grubery Graves,Wo-
menandSocialism/Socialism and Women, pp.425-426. I 33

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condiciones de trabajode las obrerasfabriles, proyecto que sus compañeras pensaron que
debíaapoyar.20
Comopartede los esfuerzos parasustentar su visiónde la luchade clasese impedir
la colaboración entrelas clases,Zetkinse alejó de Bebely de su críticaacercade los lími-
tesque la maternidad, la domesticidad y los rolestradicionales de géneroles imponían a
las mujeres. Comovoceraprivilegiada de los temasfemeninos delPartidoSocialdemócrata
Alemán(SPD), queerael partido socialistadominante y de mayores dimensiones de Europa;
comofundadora de la
y dirigente Internacional de MujeresSocialistas;y comoeditoradu-
ranteunprolongado períodode tiempo(de 1891a 1917)de la publicación de las mujeres
socialistas,Zetkin ejercióuna influencia ampliay profunda. Siguiendolo planteadopor
ella,las dirigentes de la claseobrerade muchaspartesdelmundo,segúnQuataert, se vie-
ron"perseguidas porel fantasma" de que "sus mujeres"fueran "intimidadasporsusher-
manasburguesas hastael puntode lucharporobjetivos puramente feministas".Se empe-
ñaronincesantemente enrepudiar a quienesintentaban tender puentessobreel abismoque
separabaa las clases.21 Las ideasde Zetkinreaparecieron en la obrade famosassocialistas
de diversos países, notablemente en la de Eleanor Marx en Alexandra
Inglaterra, Kollontai
enRusiay LouiseSaumoneau enFrancia;las dosúltimasse convirtieron en devotasdiscí-
pulasde Zetkiny ejercieron una significativa influencia en sus respectivospaíses.Todas
estabande acuerdoen la importancia -para decirlo con palabrasde EleanorMarx-de "or-
ganizarse no como'mujeres',sinocomoproletarias; no comorivalesfemeninas de nues-
trosobreros,sino como sus camaradasde lucha".(Aun así, menosseparatista que las
otras,EleanorMarxpropusoque "allí dondelas mujeresburguesas exijanderechosque
nosresulten útiles,lucharemos a su lado".)22
La contribución fundamental de Kollontaia la teoríadel "feminismo burgués", una
larga"polémica antifeminista" aparecidaen 1908,fueescritaexpresamente para cegar
cualquier posibilidad de colaboración entrelas clases.Bajo su influencia,mujeressocialis-
tasagredieron a mujeressufragistas, y asistierona reuniones feministasparainsultar a las
oradorase impedir el buenfuncionamiento de las sesiones.Aunquela historia de su vida
contradecía suspalabras,Kollontai, nacidaenunafamiliade la nobleza,exageraba "el ca-
rácterde claseegoísta"de las feministas. Así, escribió:"Entre la mujeremancipada de la
intelligentsiay la mujertrabajadora de manoscallosashayun abismotaninfranqueable
que no es posibleencontrar ningún puntode acuerdoentreambas".Uno de los biógrafos
de Kollontai la describe como"el azotede las feministas burguesas".23Resultairónicoque

20Parala "comisión de la mescolanza",véaseRichard J.Evans,"Bourgeois FeministsandWomenSocia-


listsin Germany, 1894-1914:LostOpportunity orInevitable Conflict?",Women's StudiesInternationalQuar-
terly,3 (1980),pp.355-376,esp.367-368.
1 Parala
polémicaen el senodel socialismo alemánacercade la anticoncepción, incluidas
fuertesdecla-
racionesen contra de ClaraZetkiny Rosa Luxemburgo, véaseR. P. Neuman, "Working ClassBirthControlin
Wilhermine Germany", Comparative Studiesin SocietyandHistory, 20/3(1978),pp. 408-428.Parael apoyo
brindado porZetkina los rolesde génerotradicionales, véaseLopesy Roth,Men'sFeminism, pp. 200-201;y
KarenHoneycutt, "ClaraZetkin:A SocialistApproach totheProblem ofWoman'sOppression", FeministStu-
dies3/3:4(1976),pp. 131-144, esp.pp. 135-136.Parala "persecucióndelfantasma", véaseQuataert,Reluctant
Feminists, p. 111.
Kollontaiacompañóa Zetkinen la visitaque realizóen 1909a GranBretaña; véaseKarenHunt,Equi-
vocalFeminists: TheSocial Democratic Federation and theWomanQuestion, 1884-1911,Cambridge, 1996,
p. 68,n. 55. ParaZetkincomomentora de Kollontai,véasetambién BeatriceFarnsworth, Alexandra Kollontai:
Socialism, Feminism, and theBolshevik Revolution,Stanford(Calif.),1980,p. 26. ParaEleanorMarx,véase
Drapery Lipow,"MarxistWomenversusBourgeoisFeminism", pp. 225-226;las cursivasson del original.
PeroEleanorMarxno veía"nadamásen comúnentrela señoraFawcett[unalíderfeminista] y unalavandera
queentre Rotschildv unode susempleados": ibid..d. 225.
23Kollontai escribióTheSocialBases oftheWoman Question(1908) comopartede los preparativospara
34 I el Primer Congreso de Mujeresde TodaRusia,y celebróunascincuenta reuniones contrabajadorasparaaseso-

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hayarealizadounade las críticas másradicalesde su tiempoacercade los rolesfemeninos
enla familia y la sexualidad, porla cualrecibiócríticas de Leniny el rechazode muchos.24
En Francia,la primera convocatoria que se publicaraparaagruparde manerainde-
pendiente a las mujeressocialistasde orientación marxista aparecióen 1899.Al inicioex-
presabaciertaambivalencia haciael feminismo. Las convocantes, que se definían como
"feministas de orientación socialista"reconocían la "legitimidad de las demandas[femi-
nistas],entendidas comoreformas cuyapuestaenpráctica mejoraría la situación de la mu-
jer",y declaraban que "en cuantotaleslas defenderemos". Ese llamadose repitióen los
mismostérminos al menosdurante cincoaños,perosusautoras, entrelas que se encontra-
ba Saumoneau, pronto abandonaron esa formulación e imitaron cada vez másla estridente
oposiciónde Zetkinal "feminismo burgués". Conel propósito de "arrebatarles las mujeres
socialistasy proletarias al confusionismo feminista", Saumoneau"se adhirióa la letra"de
la advertencia de Zetkincontrala cooperación interclasista.25Comosu mentora, denigróa
sus oponentesal describirlas como "ingenuas,extraviadas e histéricas". El historiador
CharlesSowerwine señalaque "Saumoneauno se limitóa romper con el movimiento fe-
minista, sinoque impidióque el movimiento de las mujeressocialistaspusieraénfasisen
la luchaporla igualdadentrelos sexose inclusoque tomaraen cuentalos problemas de
las mujerescuandose incorporaban al partido.Las mujeresdebíaningresar en el Partido
socialistaen tantociudadanas, comolos hombres, o no ingresar". Paul Smithafirmaque
en Francia, inclusodespuésde la I GuerraMundial,"las mujeressocialistasse limitaban a
seguirrepitiendo los planteamientos de Saumoneau".El "saumonismo" se impuso,dice
Christine Bardal hablarde 1936,cuando,conungobierno socialistaenel poder,las socia-
listasoptaron pornopresionar porel derechoal voto.Saumoneau "siguiósiendounafuer-
za destructiva entrebambalinas", afirmaHelmutGruber, al plantear que la participación
femenina se limitaba a las pocasmujeresdispuestas a ingresar a unpartidoconunaabru-
madoramayoría masculina y a sobrellevarel ambiente masculino nadahospitalario de las
reuniones locales.26
Una cuartasocialistade la épocaque expresócon fuerzasospechassimilares acerca
de las feministas no socialistasfuela dirigente holandesaHenriette RolandHolst- Vander

rarlasantesde marcharal eventoa la cabeza del grupo"con clarasinstrucciones de impedirsu normaldesarrollo";


Farnsworth, AlexandraKollontai,pp. 30-34, la cita es de la p. 33. Para una descripcióndetalladadel congreso
de 1908, véase Linda HarrietEdmondson,Feminismin Russia, 1900-1917, Londres, 1984, pp. 86-93. Para la
"polémica antifeminista", véase Stites, The Women's LiberationMovement,p. 437; para los insultos,véase
ibid.,p. 252; para el "carácterde clase", véase RichardStites,"Women and the RevolutionaryProcess in Rus-
sia", en Renate Bridenthal,Susan Stuardy MerryWiesner-Hanks(eds.), Becoming Visible: Womenin Euro-
pean History,3a ed., Boston,1998,p. 424. Stitesle atribuyea Kollontaila destrucciónde la Uniónde Mujeresde
Rusia; Stites,The Women'sLiberationMovement,p. 214. Kollontaiescribióque "duranteel período de la pri-
merarevolución[...] el movimientoburguésde mujeresrepresentóuna seria amenaza para la unidad del movi-
mientode la clase obrera";en AlexandraKollontai,Selected Writings, Alix Holt (ed.), Nueva York, 1977, p.
50. Su comentariosobreel "abismo infranqueable" aparececitadoen Stites,The Women's LiberationMovement,
p. 228. Para el "azote", véase BeatriceFarnsworth, "Bolshevism,theWoman Question,and AleksandraKollon-
tai",en Boxer y Ouataert,Socialist Women,d. 186.
24 Véase
Kollontai,Selected Writings.
25 Para el texto
completode la convocatoriainicialy sus sucesivas reimpresiones, véase MarilynJ.Boxer,
"Socialism Faces Feminismin France, 1879-1913" (tesis de doctorado,Universityof California,Riverside,
1975), pp. 188, 191. El "confusionismo"aparece citado en Boxer, "Socialism Faces Feminism",en Boxer y
Quataert,Socialist Women,p. 92; para "la letra",véase ChristineBard, Les Filles de Marianne: Histoiredes

I.
féminismes, 1914-1940,s.L, 1995, p. 90.
26 Charles
Sowerwine,Sistersor Citizens? Womenand Socialism in France since 1876, Cambridge,1982,
pp. 134 y 186; véase tambiénSowerwine,Les Femmeset le socialisme,Paris, 1978. Paul Smith,Feminismand
theThirdRepublic:Women's Politicaland CivilRightsin France,1918-1945,Oxford,1996, p. 80; Bard,Les Filles
de Marianne,p. 345; Gruber,"FrenchWomen in the Crossfireof Class, Sex, Maternity, and Citizenship",en
Grubery Graves,Womenand Socialism/Socialismand Women,pp. 279-320, la cita es de la p. 283.

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Schalk.En 1898,cuandolas feministas holandesasorganizaron una exposiciónnacional
sobreel trabajofemenino, RolandHolstinstóa las mujeres de la claseobreraa boicotearla
en un folletoque publicóparaprotestar contraella.27En términos hostilesque emulaban
las invectivasde Zetkin, RolandHolstcalificóa las organizadoras de la exposiciónde "fe-
ministas hipócritas,de lenguaviperina, cobardes...
de clasemedia".En unareunión preli-
minarconvocada parainformar a las trabajadorassobrelos planesde la exposición, expre-
só "unagranindignación e insultóa gritosa la presidenta, conpatadasen el sueloy ojos
'llameantes de odioy desdén'".28
El gradode influencia que tuvieron estasmujeressocialistasmásallá de los círculos
dirigentes y de las grandes ciudades resultadudoso.29 Lo que resultaclaroes que,si bien
mantenían muchasposicionesdiferentes sobreotrostemas,la mayorpartede los partidos
socialistasadoptaron la líneade la SegundaInternacional y del SPD de anatematizar el
"feminismo burgués".30 Algunasdirigentes, a pesarde sentirse personalmente ambivalen-
tes,se separaron de los gruposfeministas no socialistas,
aunquepocasexpresaron su opo-
sicióna los mismosentérminos taninsultantes comolos de Zetkin, Kollontai, Saumoneau
y RolandHolst.31 La realidades que muchasmujeressocialistas establecían unadiferencia
entreuna colaboración formal, organizativa, y una cooperación individual. Ese puntose
reconocióen 1900,durante la primera conferencia de mujeressocialistasde Alemania, en
la cual se acordódejara la discreción individualla decisiónde "trabajar ocasionalo tem-
poralmente juntoa las 'promotoras de los derechosde la mujer'y otroselementos burgue-
ses".En muchoscasos,sobretodoen el nivellocal,se dio esa colaboración.32 Sinembar-
go, la políticade "clararuptura" promovida por Zetkiny reforzada por la dirección
socialistaobligóa elegira muchasmujerescon inclinaciones izquierdistas.Una interna-
cionalista holandesase lamentaba en 1911de que "las mujeresdel SD [socialdemócratas]
se niegana tomarunvolantede manosde unamujerque llevela insigniade las sufragis-
tas,aunquese tratede unllamamiento escritoporel propioBebel".33
La rivalidad en tornoa la capacidadorganizativa y los recursos desempeñó unpapel
significativoen el desarrollo del conflicto. Los partidossocialistas teníanaccesoa sustan-

27Henriette RolandHolst- VanderSchalk,KenWoordaan de vrouwen derarbeidende Massenaaraanlei-


dingdernat.tentoonstellinz vanvrouwen-arbeid. Amsterdam. 1898.n. 19.
28MariaGrever Berteke thePublicSphere:TheDutchNationalExhibition
y Waaldijk,Transforming of
Women 's Laborin1898,Durham (N.C.),2004,pp.48-49.
29Patricia Hildeny Christine Bardbrindaninformación sobrela situación enel nortey el sudestede Fran-
cia respectivamente. Bardtiendea pensarque Saumoneauy la líneadel partidotuvieron ciertainfluenciaen
Lyon;Bard,Les Fillesde Marianne,p. 241. En lo relativoa las grandesciudadestextiles del norte,Hilden
apuntaque "En general, la campañanacionalde la SFIO [SecciónFrancesade la Internacional Obrera]encon-
tradelfeminismo burgués encontró pocosecosenla federación delNorte";Hilden,Working Women andSocia-
listPoliticsinFrance,1880-1914:A RegionalStudy, Oxford,1986,p. 256. RichardJ.Evans,al comentar las
actitudes de los clientesde las tabernas de Hamburgo hacialas sufragistas,menciona que algunostrabajadores,
influidos porlos puntosde vistade Zetkin, decíanque "las feministasburguesas [...] estánbásicamente a favor
de eliminar a las trabajadoras";en Evans,Proletarians andPolitics:Socialism, ProtestandtheWorking Class
inGermany before theFirstWorldWar,NuevaYork.1990.d. 165.
30Parauncasoilustrativo de los mediosque empleabael partido alemánparainfluir sobreotrosenel seno
de la SegundaInternacional, véaseGeorgesHaupt,L 'historien etle mouvement social París,1980.dü. 151-197
31Véase,
p.e.,la luchallevadaa cabo porAnnaKuliscioff; ClaireLaVigna,"TheMarxistAmbivalence
toward Women:BetweenSocialismandFeminism intheItalianSocialistParty", enBoxery Quataert, Socialist
Women, pp. 146-181.
UteFrevert, Women in German 146;he cambiadola traducción
History, de Frauenrechtlerinnen, susti-
I tuyendo la de "legalistas" porla másusualde "promotoras de los derechosde la mujer".Paraunadecisiónsi-
I milarde los socialdemócratas suecosen 1905,véaseEvans,TheFeminists, d. 169.
33LeilaJ.
Rupp,Worlds ofWomen: TheMakingofan International Women 's Movement, Princeton(N.J.),
1997,p. 35. Sobreel sufragio comotemagenerador de divisionesentrelos internacionalistas véase ibid
36 I pp. 135-139.

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cialesrecursos que no estabana disposición de los gruposde mujeres.LilyBraun,quien
competía conZetkinporel liderazgoen Alemania, señalóque la oportunidad que teníana
su alcancelas mujeresde la claseobreraal estaraliadasconunpartidograndey poderoso
significaba que "las proletarias [...] eranpotencialmente capacesde resultar efectivas desde
unpuntode vistapolítico;las mujeres burguesas no".Cuandose fundóunnuevogrupode
mujeressocialistasen Parísen 1913,Pelletier predijosarcàsticamente que "abandonará el
feminismo paracomplacer a los hombres del partido".Una socialistaaustriaca, al descri-
bira suscolegas,señalóque "Comosonprincipiantes en la luchade clase,se muestran an-
siosaspormantener su prestigio vis-à-vissus camaradasvarones".34 La críticadel "femi-
nismoburgués" porpartede las socialistas era,al menos,unaestrategia sagaz.
La ardiente denunciadel "feminismo burgués"porpartede los socialistascontinuó
en el períodode entreguerras, a pesarde la participación de hombres socialistasen los lla-
madosgobiernos burgueses del FrentePopulardurante la décadade 1930.Tuvomás in-
fluenciaallí dondelos partidosseguíanmás apegadosa los principios y la políticade la
SegundaInternacional, y menos,porejemplo,en GranBretaña. Hizo su aparición en sitios
tanalejadosde su lugarde origencomoChinaen la décadade 1920y Vietnamen la de
1930.35Porsupuesto, se vio afectada porel surgimiento de los estadosde bienestar, apoya-
dos porsocialistasy no socialistas, y porlos cambiosocurridos en la políticacomunista.
No obstante, el término "feminismo" ya habíallegadoa sersinónimo de "feminismo bur-
El
gués". legadode la divisiónclasistasobrevivió, de modoque,comocomentaMineke
Boscha propósito del movimiento de mujeresholandés,cuandoel feminismo volvióa
emerger en la década de 1970,las activistas dieronporsentadala existencia de conflictos
entreunmovimiento femenino "burgués" y otro"proletario".36Esos conflictos pronto tras-
cendieron a la academia.
Finalizadala II GuerraMundial,volvieron a surgir desdela izquierdalas demandas
de derechos parala mujer, conla fundación en 1945porlos comunistas franceses de la Fe-
deraciónDemocrática Internacional de Mujeres(FDIM) cuyosobjetivoseranproseguir la
luchacontrael fascismo y representar a las mujeresde la clase obrera.Leila Ruppseñala
que,atrapada porla políticade la GuerraFría,la FDIM "continuó conla gastadatradición
socialistade manifestar hostilidad haciael movimiento burgués de mujeres", y disputócon
otrasorganizaciones internacionales de mujeres, fundadas antes,la representación antelas
NacionesUnidas.37 Una breveselecciónde fragmentos de los escritosde Marx,Engels,
Leniny Stalin,publicadaen 1951 con el títulode The WomanQuestion,incluíacomo
apéndiceun fragmento de la famosaentrevista de 1920entreZetkiny Lenin,incluidoel
consejo de Lenin de "trazar una clara e imborrable distinción entrenuestra políticay el fe-

34Para el cambiode
puntosde vistaacercade la colaboración, véase tambiénEvans,TheFeminists,
pp. 170-177;paralos EstadosUnidos,véaseMariJoBuhle,Women andAmerican Socialism,1870-1920, Urba-
na (111.),
1981,pp. 221-229.ParaBraun,véaseMeyer,TheFeminism andSocialismofLilyBraun,pp. 57-58;
paraPelletier,véase Sowerwine, Sistersor Citizens?,p. 130;parael caso austríaco, véaseMeyer,TheFemi-
nismandSocialismofLilyBraun,p. 53. Dos historiadoras francesas,LaurenceKlejmany FlorenceRochefort,
afirman que el auditorio
realde las dirigentessocialistas
francesas eranlos varonessocialistas;Klejmany Ro-
chefort,L 'Egalitéenmarche:Le Féminisme sousla Trosième République, Paris,1989, o. 215.
35ParaChina,véaseChristina
Gilmartin,"Gender, Politics,andPatriarchy in China:TheExperiences of
EarlyWomenCommunists, 1920-27",en SoniaKruks,RaynaRappy MarilynB. Young(eds.),Promissory
Notes:Women intheTransitiontoSocialism, NuevaYork,1989,p. 101;paraVietnam, véaseChristinePelzer
White, "Vietnam: War,Socialism, andthePoliticsofGenderRelations", ibid.,p. 177.
36MinekeBosch, andHistoriography ofFirst-
WaveFeminism
"History in theNetherlands, 1860-1922", I
en SylviaPaletschek y BiankaPietrow-Ennker (eds.), Women 's Emancipation Movements in theNineteenthI
Century: A EuropeanPerspective. StanfordfCalifY 2004 n 65 I
37
Rupp,Worlds ofWomen, p. 47; véasetambién KarenOffen, EuropeanFeminisms, 1700-1950:A Politi-
cal History,Stanford(Calif),2000,pp.386-387. I 37

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minismo [burgués]". Reproducida en 1970,la publicación aparecióese año en la relación
de lecturasdelprimer cursode historia de las mujeresdelprimer programa de estudiosso-
brela mujerimpartido enlos EstadosUnidos.38
En la épocaenque el feminismo reapareció comomovimiento dotadode unagranvi-
sibilidad,muchasde sus demandashabíansido ya conquistadas en los paísesdonde"la
primera ola" de feministashabíadesplegado unamayoractividad. A partirde la creencia
errónea de que suspredecesoras se habíanlimitado a exigirel voto,algunasfeministas de
"la segundaola" establecían unadistinción entrelo que llamaban"feminismo de igualdad
de derechos" y "liberaciónde la mujer".Sus nuevasdemandasincluíanla eliminación de
muchasrestricciones impuestas a la vida de las mujeres, que asociabancon la sociedad
"burguesa", incluidasla "moralburguesa" y la represión sexual.Dada la experiencia de
muchasnuevasdirigentes de movimientos de la NuevaIzquierda, no resultasorprendente
que hayavueltoa hacersu aparición unpensamiento dicotòmico acercade la relaciónen-
treel feminismo el
y socialismo, así como la críticaal "carácter
burgués" delmovimiento
sufragistarealizadaporla autoray activista KateMillet,entreotras.El "movimiento femi-
nistaburgués"de las sufragistas constituyó una "trampa", expresóRobinMorganen su
emblemático textode 1970titulado Sisterhood is Powerful?9
Las cuestiones de clase estuvieron en el centrode la políticade la liberación de la
mujerdesdeel mismoinicio.Muchasactivistas percibían que el capitalismo eraun obs-
táculoparael logrode la igualdadtantode la mujercomode las clasestrabajadoras. En
GranBretaña, la publicaciónRedRag,dedicadaa la liberación de la mujer,anunciabaen
su primer número, aparecidoen 1972,su apoyoal "cambiorevolucionario de la sociedad,
encaminado a ponerfinal capitalismo y establecer el socialismo". En Francia,dondeel
sentimiento era
antiburgués especialmente fuerte y el feminismo era objetode un"agresi-
vo" ridículo,las feministasde la décadade 1970tenían,segúnla historiadora Florence
Rochefort, "unarelaciónmuyprofunda con la nuevaizquierday la extrema izquierda".40

38 The Woman
Question:Selectionsfromthe Writings ofKarl Marx,FrederickEngels, V.l. Lenin,Joseph
Stalin,Nueva York, 1951, p. 89. El comentariode Lenin tambiénse ha traducidocomo "una línea fuertee im-
borrableen contradel movimientoburguésen pro de la 'emancipaciónde la mujer'",en Lenin,TheEmancipa-
tionof Women:From the Writings of V.l. Lenin,Nueva York, 1966, p. 110. Para los primerosplanes de estu-
dios sobrela mujer,véase Sheila Tobias (ed.), Female StudiesI, Pittsburgh (Pa.), 1970; y FlorenceHowe (ed.),
Female StudiesII, Pittsburgh (Pa.), 1970; para el primercurso de historiade las mujeresdel primerprograma
de estudiossobrela mujer,impartidopor RobertaSalper,véase Howe, Female StudiesIL p. 89.
39 JudithHole Ellen Levine
y indagansobre la influenciade la izquierda,vieja y nueva,desde los inicios
de la liberaciónde la mujeren los Estados Unidos en Rebirthof Feminism,Nueva York, 1971, pp. 114-122.
The Dialectic ofSex, de ShulamithFirestone,que gozó de un éxitometeòricoen todo el movimientofemenino
radicaly aparecióen muchosde los primeroscursosde estudiossobrela mujer,se proponíarealizarla tareaque
las maestrasdel pasado no habíanlogradollevara cabo: aplicarel métododialécticoa la "clase sexual",esto es,
a las mujeres;Firestone,TheDialectic ofSex: The Case for FeministRevolution,Nueva York, 1970. Véase tam-
bién los reflexivosartículosque aparecenen Rachel Blau Duplessis y Ann Snitow(eds.), TheFeministMemoir
Project: Voicesfrom Women's Liberation,Nueva York, 1998. En el caso de Inglaterra,Sheila Rowbothamrea-
lizó un análisisdetalladodel renacimiento del feminismoentrelas mujeresque militabanen la Nueva Izquierda.
Véase esp., Rowbotham,Promise of a Dream: RememberingtheSixties,Londres,2002; y "AppreciatingOur
Beginnings",en Rowbotham,ThreadsthroughTime: Writingsin Historyand Autobiography, Londres, 1999,
pp. 73-83. Para el "carácterburgués",véase Kate Millet,Sexual Politics,GardenCity(N.Y.), 1970,p. 84; para la
"trampa",véase Robin Morgan(ed.), Sisterhoodis Powerful:An Anthologyof Writings fromthe Women'sLi-
berationMovement,Nueva York, 1970,p. xxii.
40 Para Gran
Bretaña,véase Barbara Caine, English Feminism,1780-1980, Oxford,1997, p. 256. Para
Francia,véase FlorenceRochefort,"Les féministes",en Jean-JacquesBecker y Gilles Candar (eds.), Histoire
des gauches en France (2). XXe siècle: À l'épreuvede l'histoire,Paris,2004, p. 108. Para el "agresivoridícu-
lo", véase Elaine Marks e Isabelle de Courtivron(eds.), New French Feminisms:An Anthology,Amherst
(Mass.), 1980, p. x. Para el nuevo feminismoen Italia, "genéticamente vinculadoa la Nueva Izquierda",véase
38 I Yasmine Ergas,"1968-79 - Feminismand theItalianPartySystem:Women's Politicsin a Decade of Turmoil",

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Al vincular feminismo y socialismo, las activistasdemostraban su convicción de que la li-
beraciónde la mujerno limitabasuspretensiones a aliviar"el problema sinnombre" que
padecíanlas afligidas amasde casa de BettyFriedan.41
Dos de las primeras y más influyentes activistas-estudiosas,Juliet Mitchelly Sheila
Rowbotham, salieronde gruposde izquierdade Inglaterra, dondeel nuevofeminismo es-
tabaíntimamente relacionado con el movimiento de los trabajadores. En ocasionesse da
comofechade nacimiento del nuevomovimiento de mujeresde izquierdala de la apari-
ciónenNewLeftReview,en 1966,del artículode Mitchell"TheLongestRevolution", en
el que la autorales recordaba a los lectores el legadode Marxy el fracasosocialistaen la
solucióndel problemade la subordinación de la mujer.SegúnMitchell,lo que impedía
avanzara las mujereserala familia"tradicional", estoes, "burguesa". PeroMitchellaler-
tabatambién contra unadivisiónclasistademasiadoprematura entrelas nuevasfeministas.
"Quizás,en el futuro, la mayorbatallateóricatendráque serla que se entableentrelas
abanderadas de la liberación, armadasde unanálisissocialista, y las feministasque parten
de unanálisis'feminista radical'.Peroese futuro ha llegadodemasiadopronto. El conflic-
to es prematuro, porqueningunode los dos gruposha desarrollado aúnuna 'teoría'.La
práctica,que es la condición de producción de esa teoría,no ha hechomásque empezar".
Mitchellevitabausarel término "feminismo burgués", y prefería, en lugarde ello,califi-
carde "liberales"a las feministas que creíanque se podíaconquistar la igualdadsinuna
revolución socialista.42
SheilaRowbotham, una "trabajadora-estudiosa" de la historia, cuyolibropionero
aparecidoen 1972,Women, Resistance, andRevolution, vinculabaa las mujeresa la causa
de la revolución socialista,sóloempleóel término "feminista burguesa" enla oraciónfinal
de su capítulointroductorio. Perono le adscribía ninguna connotación peyorativa, sinoque
lo usabacomounatributo de las mujeresque,en fechamuytemprana, habíanimpugnado
el statusquo en lo relativo a los rolesdesempeñados porlas mujeres.Tambiénofrecíauna
lecturarevisionista de la políticasocialistasobreel tema,al plantear que "los cambios[fe-
ministas] no se producirán automáticamente trasel triunfo de una revolución socialista,
sinoque tendrán que hacerseexplícitosahorapormediode un movimiento específico,
comoprecondición de la revolución y no comosu secuela".43
Al escribirsobreel pasado,Rowbotham señalabaque los movimientos de izquierda
de finesdel sigloxixy principios delxx habíancaricaturizado a las feministas y converti-

ComparativePolitics,14/3(1982),pp. 253-279,la citaes de la p. 256. Paraunpanorama que menciona la in-


fluencia
socialista
enla segundaola de feminismoenotrospaíseseuropeos, incluidos
Grecia,los PaísesBajos y
España, véase Gisela Kanlan. ContemnorarvWp.stp.rn
KumnpnnFeminismTMn^vn
VnrV 1QQ9
41 TheFeminine
BettyFriedan, Mystique (NuevaYork,1963).Paralos orígenes políticosde Friedanen la
"viejaizquierda", véase DanielHorowitz, BettyFriedanand theMakingof "TheFeminine Mystique ": The
American Left,theCold War,andModernFeminism. Amherst (MassA 1998.
42Una
huelgade obrerasfabriles organizada en 1968contribuyó a estimularla organizaciónde las muje-
resde izquierda; véaseRowbotham, Threadsthough Time,pp. 80-81.Mitchell también señaló:"La liberación
de la mujersiguesiendounidealnormativo, unelemento adjuntoa la teoríasocialista,
no integradoestructural-
mentea ella [...] La familiatalcomoexisteen el presente es, de hecho,incompatible conla igualdadde los se-
xos";Juliet Mitchell, "Women:TheLongestRevolution", NewLeftReview,40 (1966),pp. 11-37,las citasson
de las pp. 15,36. Parala necesidadde unanuevateoría,véaseMitchell,Woman 's Estate,NuevaYork,1971,
pp.90-91;paralas "feministas véaseibid.,p. 66. Parala influencia
liberales", de Mitchell y Rowbotham, véase,
p.e.,AnneCootey BeatrixCampbell,SweetFreedom:TheStruggle for Women's Liberation,Oxford,1982'
pp.8-9. ■
43Sheila and Revolution: A Historyof Women
Rowbotham, Women, Resistance, and Revolution in the
ModernWorld, 1972,reed.NuevaYork,1974,las citassonde las pp.35,247. Rowbotham comienzaconalgu-
nasprotestas de aristócratasy burguesas del sigloxvii,enuncapítuloque titula"Impudent Lasses"[Chicasin-
decorosas]. I 39

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do el feminismo en un "temibleespantajo".Esas "caricaturas demasiadosimplistas del
'feminismo burgués'que fundían variostiposde feminismo en una criaturagrotesca[...]
hansidotomadasdemasiado al piede la letraporlas socialistasquehanescrito la historia".
Ella mismano habíalogrado, decía,problematizar suficientemente la relaciónentresocia-
lismoy feminismo, ni cuestionar a fondola "aceptación acriticade unapolaridadsimple
entresocialismoy feminismo". "No se trataba", escribióen un libroposterior, "de una
simplecuestiónde feministas reaccionarias de clase mediaversussocialistasde clase
obreraposeedoras de la verdad".44
La nuevahistoria de las mujeresestabafuertemente influidaporlos recientes hallaz-
gos en el campo de la historia del trabajo.TantoMitchellcomoRowbotham habíanestu-
diadoconE. P.Thompson, el famosoactivista y académicobritánico que contribuyó a in-
corporar nuevas perspectivas a la historiadel socialismoy de la clase obrera.45 Peroal no
incluir a las mujeresen su obraclásica,TheMakingoftheEnglishWorking Class (1963),
Thompson sensibilizó a las activistas-estudiosas acercade la existencia de un "cultoa la
masculinidad" muyarraigado en el senode la izquierda.En un agudorecuento de la in-
fluencia de Thompson y de las dificultadesa las que dio pie,tituladoWhat's Left?,Julia
Swindells y Lisa Jardine plantearon el problema: "Lo que resultaadmisible en la empresa
emprendida porThompson de rescatarla conciencia de la claseobreracomountema'ade-
cuado' paralos historiadores se convertirá en unproblema parala historia radicalposte-
rior,particularmente cuando la historia socialrecuerde tardíamente a las mujeres.El 'va-
lor'de la experiencia de los varonesde la claseobreraestálegitimado porla cultura, y las
mujeres proveen la 'virtud' porintermedio de la familia.Perosi es así,las mujeressiempre
aparecerán enel recuento histórico comoburguesas".46
Problemas similares surgieron en los movimientos radicalesde la AméricadelNorte,
Francia,Alemania, Italiay otraspartesdel mundo.A medidaque las mujeresconvertían
los temas"personales" en temas"políticos"en el senode la políticade los movimientos
radicalesde la décadade 1960,a menudoeranechadasa un lado o menospreciadas. "Se
noscondenaconel calificativo de feministas burguesas conindependencia de la posición
políticaque adoptemos", comentaba Dorothy E. Smith,una activista-estudiosa feminista
marxista de Canadá."Si eresde la clase obrera, te humillan contuignorancia, hijade tu
sexoy tuclase; si perteneces a la clase media,te llamandesviacionista pequeñoburgue-
sa", se quejabaRowbotham.47 Ese rechazoa las perspectivas de las mujeresde izquierda

44Parael véaseSheilaRowbotham, en TheDaughters


"espantajo", "Introduction", ofKarlMarx:Family
Correspondence, 1866-1898, comentario y notasde OlgaMeier,NuevaYork,1979,pp.xvii-xl, la citaes de la
p. xxxv;paralas "caricaturas" y la "polaridad",
véaseRowbotham, "TheWomen'sMovement andOrganizing
forSocialism", enRowbotham, LynneSegaly HilaryWainwright (eds.),BeyondtheFragments; Feminism and
theMakingofSocialism,Londres,1979,pp. 63-64y 151,n. 19; paralos estereotipos convencionales, véase
Rowbotham, Hidden fromHistory: RediscoveringWomen inHistory fromthe17th Century tothePresent, 1973,
reed.NuevaYork,1974,p. 79.
45Rowbotham reflexiona sobrelos vínculosentrela historiaradicalen GranBretañay los EstadosUni-
dos,así comosobrela inspiración que encontróenteóricosmarxistas cuyaobra"iluminó
occidentales, algunos
aspectosde la opresión de las mujeres quenoformaban partede las maneras de versocialistasconvencionales".
Véase SheilaRowbotham, "NewEntry PointsfromUSA Women'sLabourHistory", en Margaret Walsh(ed.),
WorkingOut Gender:Persmertivps frnmT.nhnurHivtnrvAirWdint1QQQr'r' Q_?8 1a nit*^c A*la « 11
46JuliaSwindells Lisa What'sLeft?Women and Culturein theLabourMovement,
y Jardine, Londres,
1990,pp. 12 y 68; las cursivassondel original. Señalantambién que Mitchell "fuerápidamente excomulgada
de la fraternidadde NewLeftReview"porincorporar el feminismo al análisismarxista";ibid.,p. 70. La expre-
I sión"cultoa la masculinidad" es de BeatrixCampbell,WiganPierRevisited: Poverty andPoliticsintheEigh-
I ties,Londres,1984,pp. 98-99.JoanWallachScotttambién planteala dificultadde insertara las mujeresen el
I lenguajede las clases;véase"OnLanguage, Gender,andWorking-Class en Scott,Gender
History", andthePoli-
I ticsofHistory, NuevaYork,1988,pp.53-67,esp.pp.64-65.
40 | 47 E. Smith,Feminism andMarxism: A Place toBegin,a Wayto Go, Vancouver,
Dorothy 1977,p. 33;

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contribuyó sustancialmente a la conformación del nuevomovimiento de mujeres,en el
cuallas de izquierdadesempeñaron unpapelformativo.
Dos procesosocurridos en la décadade 1970contribuyeron a aumentar el relievede
la ideade que existíaunaprofunda divisiónde claseentrelas activistas, conlo que conti-
nuóel empleode la palabra"burgués" paracondenar a las feministas no socialistas. El pri-
merofueel surgimiento de un autodenominado movimiento feminista de orientación so-
cialista,cuyasadhérentes comenzaron la búsquedade unanuevateoríaque subsanara los
defectos de la obraheredadade las socialistasdel sigloxix.48El segundomovimiento que
surgió,tambiénfuertemente influido porel pensamiento socialistadecimonónico, fueel
campode los estudiossobrela mujeren la academia.La terminología y el legadode me-
nosprecio porel "feminismo burgués"aparecencon frecuencia en la literatura de ambos
movimientos.
Las feministas de orientación socialistaapelarona Engelsparalegitimar los reclamos
de las mujeres;algunascitabana Mitchell;la mayoría dabaporsentadoque eraesencial
unarevolución socialistaparalograrla liberación de la mujer.Mientras que la políticapar-
tidariadividíalos movimientos de mujeres, numerosos teóricosintentaban integrar el so-
cialismoy el feminismo desarrollando explicaciones materialistas que, a diferencia del
marxismo, incluyeran la reproducción humanay vincularan los sistemas "patriarcales" que
gobernaban la vidafamiliar con las relaciones de producción. Otroscriticaban duramente
el "feminismo burgués"."Hoypolemizamos con las feministas 'burguesas'y 'pequeño
burguesas'", dijoMary- AliceWatersen 1972."Muchasde nosotras nos sentimos insatis-
fechasconun feminismo estrictamente burgués", escribióCharnieGuettelen 1974."Las
mujeres burguesas y las mujeres proletarias se enfrentan enel mercadolaboral,y las muje-
resburguesas sonunode los instrumentos que se empleanparareducir los salariosde las
mujeres proletarias [...] hoyen día [igualque] en tiemposde ClaraZetkin", escribióMar-
leneDixonen 1977.Comosuspredecesoras de la SegundaInternacional, estasmujeresles
reafirmaban a suscolegasmasculinos su compromiso conla revolución socialistay su re-
chazoa los feminismos no socialistas.49

SheilaRowbotham, Woman'sConsciousness, Man's World, Londres,1973,p. 38. Algunosplanteamientos que


contribuyeron a impulsar el nuevofeminismo, al tiempoque lo conectaban conel marxismo, surgierona partir
de las protestasrealizadaspormujeres en reuniones de Students fora Democratic Society(SDS); entreellasse
encontraban los ampliamente distribuidosartículos de RoxanneDunbar,"FemaleLiberation as theBasis for
SocialistRevolution" (1968),y Margaret Benston, "The PoliticalEconomyof Women'sLiberation" (1969).
Véasetambién LydiaSargent (ed.), Women andRevolution: A DiscussionoftheUnhappy MarriageofMarxism
andFeminism, Boston,1981;Rowbotham, "Appreciating OurBeginnings", en Rowbotham, Threadsthrough
Time,pp. 73-83;y Rowbotham, Promiseofa Dream.JamesWeinstein, historiador de la izquierdanorteameri-
cana,ha señaladoque "Inicialmente, el movimiento de las mujeresse veíaa sí mismocomocompletamente ex-
terno,o inclusoopuesto, al movimiento socialistaorganizado, sobretodoporquelos partidos y grupossocialis-
tashabíanentendido tradicionalmente que 'la cuestión de la mujer'erasecundaria en relaciónconla actividad
sindicalo electoral,perotambién debidoal conservadurismo socialde buenapartedelmovimiento socialista.
El
feminismo radicalse desarrolló enoposiciónal movimiento de manerasimilar
socialista, al nacionalismocultu-
ralnegro,que surgiócomoreaccióna la políticay las relaciones socialesde la izquierdablanca".Weinstein,
Ambiguous Legacy:TheLeftinAmerican Politics, NuevaYork,1975,p. 165.
48Paraunresumen del activismo socialista-feministaen los EstadosUnidos,véaseRedAppleCollective,
"Socialist-FeministWomen'sUnions:PastandPresent", SocialistReview, 38 (1978) dd.37-57.
49La literaturaes enorme. Véase,p.e.,Annete Kuhny AnnMarie Wolpe(eds.),Feminism andMaterialism:
Women andModesofProduction, Londres,1978;BatyaWeinbaum, TheCuriousCourtship of Women's Libe-

I.
rationandSocialism, Boston,1978;ZillahR. Eisenstein (ed.),CapitalistPatriarchy andtheCaseforSocialist
Feminism, NuevaYork,1979;MichèleBarrett, Women'sOppressionToday:Problemsin MarxistFeminist
Analysis,Londres,1980;Cambridge Women'sStudyGroup,Women inSociety:Interdisciplinary Essays,Lon-
dres,1981;Sargent, Women andRevolution. Parala "polémica", véaseMary- AliceWaters, Feminism and the
Marxist Movement, NuevaYork,1972,p. 35. Parala "insatisfacción", véaseCharnieGuettel, Marxism andFe-
minism, Toronto, 1974,p. 1. Paralos "instrumentos", véaseMarleneDixon,"Left- WingAnti-Feminism: A Re-

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Intentandopaliar el conflicto,la teóricaLise Vogel señaló que, en un discursopro-
nunciadoen 1896,Zetkinno había propuestouna dicotomíasimple,sino que había dividi-
do a las mujeresen grupos,separandoa "las mujeresde la clase dominantepertenecientes
al grupode los Diez Mil ubicados en la cima" de las de la pequeña y la medianaburgue-
sía, que constituíanel núcleo del movimiento burguésde mujeres,y cuyas demandascon-
sideraba entonces"enteramente justificadas".En opinión de Vogel, la posteriorintran-
sigencia de Zetkin con las mujeresno socialistasera un reflejode su oposición al refor-
mismoen el seno del movimiento socialista,así como de su políticapragmática.("La mayo-
ríade los revisionistas
y al menos algunosreformistas del SPD fueron,en realidad,estrechos
aliados del feminismoburgués",ya que, de modo más general,favorecíanla colaboración
con los liberales,señala RichardJ.Evans.)50
Durantelas décadas de 1970 y 1980, a medida que el feminismodesaparecíade la
vistadel público,resurgíaen un númerocada vez mayorde programasde estudiossobrela
mujer,en los que, desde el inicio,la influenciadel pensamientosocialistaera fuerte.51 El

visionist
Disorder",Synthesis:A JournalofMarxist-Leninist Debate,1/4(1977),pp. 31-34,la citaes de la p.
33. BeatrixCampbellcomentó posteriormenteque las feministasde orientación
socialistase habían"desconec-
tadodelfeminismo"; MichèleBarrett, BeatrixCampbell, AnnePhillips,AngelaWeiry Elizabeth Wilson,"Fe-
minism andClassPolitics:A Round-Table Discussion",Feminist Review,23 (1986),p. 16.
JVLise
Vogel,Marxism andtheOppression oj Women: lowarda Unitary Iheory,JNew Brunswick (JN.J.j,
I 1983,pp. 108-109;Evans,Proletarians andPolitics,p. 96.

.1
31Cuandose decidióiniciarel integralde estudiossobrela mujeren 1970en San Diego
primerprograma
StateUniversity,
la personaa quiense le ofreciópresidirlofuela marxistaMarleneDixon,quiendeclinóla in-
perole solicitópersonalmente
vitación, a RobertaSalper,otrafeminista de orientaciónsocialista,
que aceptara,
cosa que éstahizo.El currículoinicialincluíaun cursotitulado "Statusof WomenunderVariousEconomic

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feminismo académicose apoyómuchoen la literatura que nutriera a los movimientos radi-
calesde la décadade 1960e iniciosde la de 1970.Fueracualfuesela disciplina delcurso,
muchasrelaciones de lecturas incluíanobrasen las que los estudiantes encontraban análi-
sis sobrela relaciónentresocialismoy feminismo. El origende la familia,la propiedad
privaday el Estado,de Engels,aparecíaenmuchosde los planesde estudio, juntoa El se-
gundosexo(1952),de Simonede Beauvoiry SexualPolitics(1970),de KateMillet,am-
bosbasadosen Engels.Los ensayosde las socialistas Margaret Benston, MarleneDixony
RoxanneDunbar,que vinculaban la liberación de la mujercon la revolución socialista,
aparecían repetidamente.52 Los primeros librosde textode los estudiossobrela mujer, que
porlo generalincluíanalgúnintento de explicarlos orígenes de la "opresión" de las muje-
resy de las propuestas de soluciónconcomitantes, tendíana definir los movimientos de
mujeresen términos demasiadosimplistas. Comoseñalaran MichèleBarrett y AnnePhil-
lips,"el feminismo de la décadade 1970dioporsentadoque se podíaespecificar la causa
de la opresiónde las mujeres [...] [yque ella]radicabaenel nivelde la estructura social[...]
En las taxonomías tancarasal período-comoenlas de muchoscomentaristas posteriores-
los feminismos se dividíanen las variedades liberal,socialistay radical".El conceptode
"feminismo burgués" (algunasvecesllamado"feminismo liberal")encontró unlugarjunto
al de feminismo radicaly al de feminismo socialistacomouno de los "TresGrandes"
mencionados confrecuencia porhistoriadores y teóricos delfeminismo.53
Esa prácticano sólo confundía el origende clase con la visiónde clase,sinoque no
teníaen cuentala realidadde que la composición de los movimientos feministas no respe-
tabalas supuestas fronteras de clase.Velabael hechode que el feminismo trascendía tam-
biénlas fronteras raciales.Aunque,comoseñalaZillahEisenstein, "La mujer'burguesa'
aúnno ha sidorealmente identificada en términos de unanálisisde claseespecíficosobre
las mujeres",se la condenaba prestamente a la exclusión. Las fundadoras delprograma de
estudiossobrela mujerde San Diego StateUniversity se censuraban a sí mismasy censu-
rabana otrasmujeresasociadascon la universidad porsus prejuicios"pequeñoburgue-
ses".En 1974,cuandoel CombaheeRiverCollective, uncolectivo afronorteamericano que

Systems" [Estatusde las mujeresen diversossistemas económicos], que hacíaénfasisen las sociedadescomu-
nistas.Perodespuésde "tresañosde lucha"trabajando "enlas entrañas delmonstruo" (términoque empleaban
paracaracterizar a la universidad),
esas primeras profesorasde estudiossobrela mujerde San Diego Statese
preguntaron si no sería"unapérdidade tiempo[...] impartir clasesa estudiantes pequeñoburguesas y trabajar
conellas".Al añosiguiente decidieronque sí lo eray enmediode unapugnaconla administración sobretemas
de gobierno universitario,dimitieronmasivamente. ParaDixony Salper,véaseRobertaSalper,"Introduction",
en Salper(ed.),FemaleLiberation: History and Current Politics,NuevaYork,1972,p. 22. Parala épocatem-
pranade los estudiossobrela mujeren San Diego State,véase Women 's StudiesProgram:ThreeYearsof
Struggle, San Diego(Calif.),1973;y Women'sStudiesBoard,San Diego StateCollege,Women 's Studiesand
SocialistFeminism, SanDiego(Calif.),1974;también Marilyn Jacoby Boxer,WhenWomen AsktheQuestions:
Creating Women's StudiesinAmerica, Baltimore (Md.), 1998,pp. 164-166.Paralos conflictos en el campode
los estudiossobrela mujer, véasetambién EllenMesser-Davidow, Disciplining Feminism: FromSocialAction
toAcademic Discourse,Durham(N.C.),2002.
52Parael
esquemade los cursos,véaseTobias,FemaleStudiesI; y Howe,FemaleStudiesII. "FemaleLi-
beration as theBases forSocialRevolution", escritoporRoxanneDunbara iniciosde 1969comorespuesta a
unaresolución de SDS, fuereproducido en Morgan(ed.),Sisterhood is Powerful, pp.477-492,que eraunase-
lecciónde textosque gozabade popularidad entrelas feministas universitarias."ThePoliticalEconomyofWo-
men'sLiberation" (folleto,Boston,s.f.;reproducido de Monthly Review,septiembre de 1969) de Margaret
Benston, incluíaescritos de Lenincomoapéndice.

I.
53MichèleBarrettAnne en Barrett
y "Introduction",
Phillips, y Phillip(eds.),Destabilizing
Theory: Con-
temporary Feminist Debates,Stanford (Calif.),1992,pp.2-3,las cursivassondeloriginal. Paralos "TresGran-
des",véaseMaryMaynard, "Beyondthe'Big Three':The Development of Feminist Theoryin the1990's",
Women 's History Review, 4/3(1995),pp.259-281.Comoseñalala teóricafeminista DonnaJ.Haraway:"Cual-
quier[...] taxonomía es unareescriturade la historia";Haraway, Simians,Cyborgs, and Women: TheReinven-
tionofNature, NuevaYork,1991,pp. 159-160.

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identificaba supolíticacomosocialista, publicóel primer librode "estudiossobrela mujer
negra", rechazó a la vez apoyara un importante grupofeminista negro,la NationalBlack
Feminist Organization, porsu "posiciónfeminista burguesa". En la introducción a unaree-
diciónde la obrade ClaraZetkinpublicadaen 1984,la activista AngelaDavisopinabaque
"las feministas burguesas de nuestros días [...] tienenmuchoque aprender de los análisis
de Zetkin".54
Mientras tanto,los historiadores se dierona la tareade recuperar el legadode las so-
cialistasy de las socialistasfeministas. La relaciónentreel feminismo y el socialismore-
sultabaatractiva comotemade investigación pordiversasrazones.Era una entrada para
losjóveneshistoriadores en unpopularsubcampoque entonces se conocíaconel nombre
de "nuevahistoria social".Ofrecíaun terreno interesante, aúnno explorado, que incluía
materiales de archivoprácticamente inexplorados. Tambiénbrindabala oportunidad de
contribuir al movimiento másamplioenprode uncambiosocial.La historia, al menosen
la izquierda, parecíapermitir "la adopciónpúblicade unaposición".También ofrecía,qui-
zás,lo queVirginia Woolfdescribiera como"el encantode la claseobreray el alivioemo-
cionalque proporciona abrazarsu causa".55 Nadiese burlabade la ideade unahistoria de
la clase obrera,y,porsupuesto, nadiequeríaser"burgués".56 Como algunasfeministas
previas, que aplaudíana los socialistas porsu posiciónsobrelos derechos de la mujer, los
nuevoshistoriadores de las mujeres también agradecían el reconocimiento que lospartidos
políticoshabíanhechode la causade las mujeres... "la primera entodoslos países",como
declarara en 1907Mme.Avrilde Sainte-Croix, secretaria generaldelConsejoNacionalde
MujeresFrancesas.57
No obstante, en esa épocaeraposibleleertextosbásicossobreel socialismosinen-
contrarunasolareferencia a las mujeres.58El énfasisestabaen la ideologíay las organiza-
los
ciones, partidos políticosy las asociacionessindicales, las huelgasy las marchasde
protesta; el discurso estabadominado porel lenguajede las clases,y la claseobrerase en-

54Zillah
Eisenstein,"Developinga Theoryof Capitalist Patriarchy and SocialistFeminism", en Eisen-
stein,CapitalistPatriarchy and theCaseforSocialistFeminism, pp. 5-40,la citaes de la p. 38, n. 27; The
CombaheeRiverCollective, "A BlackFeminist Statement", en GloriaT. Hull,PatriciaBell Scotty Barbara
Smith(eds.),ButSomeofUsAreBrave,Old Westbury (N.Y.), 1982),pp. 13-22,la citaes de la p. 20; Angela
Y. Davis,"Foreword", enFoner,ClaraZetkin, p. 11.
55Paraun
ejemplode "adopciónpúblicade unaposición", véaseel siguiente:"La historia
-y sobretodola
historiadeltrabajo-no es unaempresa intelectualabstracta. Es también unaposiciónpolítica,unaopciónper-
sonalacercadelpasado[...]Hablaenfavorde la Historiadel Trabajoque sigasiendounforopara'activistas' y
nosóloparaacadémicos, paralosjóvenese innovadores y no sóloparala eliteprofesional privilegiada";"Intro-
duction",número especial,Women, Work and theLabourMovement inAustraliaandAotearoa/New Zealand,
ed. RaeleneFrancesy BruceScates,LabourHistory, 61 (1991),p. x. ParaWoolf,véaseVirginia Woolf,Three
Guineas,SanDiego(Calif), 1938,p. 177,n. 13.
Paralas memorias de una activista notableacercade estapreocupación, véase la entrevistade Robin
Morgana JaneFondaenMs.,16/1(2006),p. 36.
57Mme.GhéniaAvrilde Sainte-Croix conel seudónimo de "Savioz"),"L'Indépendance
(firmado écono-
miquede la femme", L'Humanité, 17 de enerode 1907;Sainte-Croix fuefundadora del ConsejoNacionalde
MujeresFrancesas, autorade Le Féminisme, París,1907,y activista internacionaldelfeminismo. Le agradezco
a KarenOffenestareferencia; paraSainte-Croix, véaseOffen, '"La plusgrandeféministe de France':Maisqui
estdoncMadameAvrilde Sainte-Croix?", Archives duféminisme, 9 (2005),pp.46-54.
58Entrelas se encuentran G. D. H. Cole,quienincluyeun capítulode seispáginastitulado
excepciones
"SocialismandtheRights ofWomen"[El socialismo y los derechos de la mujer]enCole,A History ofSocialist
Thought, vol.4, pt.2: Communism andSocialDemocracy, 1914-1931,Londres,1958,pp. 839-845,y uncapí-
tulosobreFloraTristan envol. 1: SocialistThought: TheForerunners, 1789-1850,Londres,1953,pp. 183-188;
y GeorgeLichtheim, quienofreceunbreveanálisisde Tristan, a quiencalificacomo"la primera socialistaque
encarnóla relaciónentrela emancipación de su sexoy el finde la esclavitud del salario",en Lichtheim, The
44 I Origins ofSocialism,NuevaYork,1969,p. 69.

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carnabaen el artesano, el obrerofabrilo el minero, que eran"la quintaesencia del obrero"
y obviamente masculinos.59 Las fuentes incluíanlos documentos de las organizaciones, las
actasde los congresos de los partidos, las plataformas de los partidos, los papelespersonas
de los dirigentesde los partidos y publicaciones periódicasfinanciadas con fondosde los
partidos. La historiadel trabajohablabade hombres de
y organizaciones. Comoseñalara
BeatrixCampbell(parael caso de GranBretaña), "El movimiento socialista[estaba]fasci-
nadoconla magiade la masculinidad, los músculosy la maquinaria", y sus historiadores
no lograron en
poner jaque esa percepción.60
A pesarde las influencias de la NuevaIzquierda,la impugnación iniciala esa histo-
riaconsensual no llegóhastalos intereses de las mujeres.La historiadora francesa deltra-
bajo MichellePerrot, quiense convertiría en una de las fundadoras de la historia de las
mujeresen Francia,cuentaunaanécdotareveladora acercade la resistencia al temade los
estudiantes maoístasy radicalesen general.En 1973,cuandola sociólogaAn-
trotskistas,
dréeMichelintrodujo el análisisde la familiaen el primer cursosobrehistoria de las mu-
jeresimpartido en Francia,"se le censuró[...] Los estudiantes dijeronque no queríansa-
ber nada de modelosde familia;la familiaera burguesa".61 La historiografía también
la
refleja largapreeminencia del estructuralismo en la academia. Duranteese auge de la
longueduréeen la profesión histórica casi desaparecieron las biografías, que erantam-
biénsospechosas de elitismo.El término "mujeres ilustres" adoptóunmatizpeyorativo, al
tiempoque las trabajadoras y las mujeresde izquierdaatraíanun interés desproporciona-
do de la academia.62
Rowbotham puso al alcancede sus lectoresa AnnaDoyleWheeler, FloraTristan,
EleanorMarx,Alexandra Kollontai, AngelicaBalabanoff, Emma Goldman y muchasotras
mujeressocialistas.63 El estudiopublicadoporWerner Thönessenen 1969(que apareció
en inglésen 1973)acercade la posicióndel SDS sobrela mujerle diorelievea ClaraZet-
kiny supartido alemán.Thönessen acusabaal "movimiento de mujeres[burgués... consu]
problemático objetivode lograrla igualdadantela ley"de habersidoresponsable de la ca-
pacidaddemostrada porla sociedadpara"liquidarel movimiento de mujeresproletario".
Responsabilizaba el "feminismo burgués", sumado al "antifeminismo proletario" y el giro
del SPD hacia el reformismo ("revisionismo"), de haber "expulsado la liberación de la
mujerde unavezportodasal reinode la utopía".64 Otrapionerade la historia de las muje-
resenAlemania, AmyHackett, despuésde citarla ideade Zetkinde que la hermandad en-
trelas mujereserauna"afectadamuequita sentimental acercade la armonía", escribióen

59He tomadola de SonyaRose,"Class Formation".


expresión SegúnRose,"el 'problema obrerocomo
quintaesencia' [...] les ha impedido a los historiadoresreconocer que tantoel génerocomola razahansidoele-
mentos constitutivos de las identidades de clase",p. 139,las cursivassondel original. Aunqueel centrode su
análisisno son las mujeres, "Class and SocialistPoliticsin France",ReviewofRadicalPoliticalEconomics,
19/2(1987),pp.61-76,de CaroleBiewener, resultaútilparaentender cómociertosconceptos clasistasbásicos
sirvieronparavelarlosrolesdesempeñados porlas mujeres entantotrabajadoras.
bU
Campbell, WiganPierRevisited,?. 97.
MichellePerrot,Twenty YearsofWomen'sHistory inFrance:PrefacetotheEnglishEdition", en Pe-
rrot(ed.), Writing Women 's History, 1984,reed.Oxford, 1992,pp.viii-ix.Véasetambién la entrevistarealizada
porPerrot acercade la resistencia de losgauchistas a la historia
de las mujeres, enRadicalHistory Review37
(1987),pp.27-38.
Cf.el comentario realizadoen 1984porLindaHarriet Edmonson de que la mayor partede las investiga-
cionessobrelas mujeres de la Rusiazaristase habíancentrado hastaese momento en las revolucionarias,y que
se habíaprestado muypocaatención a las "feministasburguesas", enEdmondson, Feminism inRussia,d. x. I
63Rowbotham,

i.
Women, Resistance, andRevolution. I
64Thönnessen, TheEmancipation ofWomen, p. 10.Thönnessen considera que el giroreformista dadopor
el socialismo,que opinaque favoreció el "antifeminismo fuela causadel desplomedel socialismo
proletario",
alemán;ibid.,pp. 164-165.

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1972que "el mayor cismaocurrido en el feminismo alemánfueel que se produjoentrelas
mujeres socialdemócratas y las burguesas".65
AunqueFranciaocupabaunlugarmuchomenorenesosanales,dadoque es la nación
cuyahistoria ha sidotratada pormáshistoriadores anglófonos que ningún otropaísde ha-
bla no inglesa,también atrajounaconsiderable atención en la décadade 1970.La historia
revolucionaria de Rusiay la notoriedad de sus mujeresradicalestambién despertaron el
interés en los vínculosentresocialismoy feminismo. Entre1975y 1979,aparecieron en
inglésvariastesisno publicadasy al menossietemonografías y coleccionesde artículos
cuyotemacentral eralas mujeressocialistas,y todas hacían énfasis en la diferenciaentre
"feminismo burgués" y "feminismo socialista".66Prontose abrieron paso haciala historia
de las mujeresy los cursosde estudiossobrelas mujereslas generalizaciones realizadas
sobrela base de treshistorias nacionales,protagonizadas por Zetkin, Saumoneau y Ko-
llontai;esas generalizaciones afectaronprofundamente las interpretaciones y evaluaciones
de los movimientos de mujeres.
Entrelas obrasimportantes de esteperíodose destacala antología publicadaporBe-
reniceCarrollen 1976,que incluíados capítulossobresocialismo y feminismo, unosobre
Engels(y Marx)y otrosobreel movimiento de mujeres"burgués" de Alemaniay susrela-
cionesconel liberalismo.67 Ese mismoaño,TheSocialistRegister publicóunartículo ade-
cuadamente titulado"MarxistWomenversusBourgeoisFeminism" [Mujeresmarxistas
contra el feminismo burgués], que contenía traducciones de importantes fuentes primarias:
escritosde Bebel (incluidasu referencia a las "hermanas enemigas"), Zetkiny Rosa Lu-
xemburgo, y que además,integraba a EleanorMarxa la "batalla"libradaporlas marxistas
alemanas"paracontrarrestar la influenciadel feminismo burgués".68 Tambiénese añoRi-
chardJ.Evanspublicóel primero de unaseriede trabajosmediante los cualesayudóa es-
tablecer a Alemaniacomoel caso paradigmático de las relacionesentreel socialismoy el
feminismo. Tomandocomofechainicial1894,añode la fundación de unaFederación Na-
cionalde Organizaciones Femeninas de Alemaniay de su (discutido) votoa favorde ex-
cluirde la mismaa los gruposde mujeressocialistas(aunqueno de trabajadoras), Evans
llamóla atención haciael antagonismo de claseque "imposibilitaba" la alianza,a pesarde
lo que consideraba su "amplioacuerdoacercade los objetivos".69

65
Amy Hackett,"The GermanWomen's Movementand Suffrage,1890-1914: A Studyof NationalFemi-
nism",en RobertJ.Bezucha (ed.), ModernEuropean Social History,Lexington(Mass.), 1972, las citas son de
las pp. 355-356.
66 Para las tesis de
doctorado,véase Karen Honeycutt,"Clara Zetkin:A Left-WingSocialist and Feminist
in WilhelmianGermany",ColumbiaUniversity, 1975; AmyK. Hackett,"The Politicsof Feminismin Wilhelmine
Germany,1890-1918", Columbia University,1976; y Boxer, "Socialism Faces Feminismin France, 1879-
1913". Linda Edmondsonrelacionaocho tesis sobre las mujeresen Rusia escritasentre1968 y 1981, todas las
cuales, con una sola excepción,versabansobre mujeresque militabanen movimientosradicales; Edmondson,
Feminism
inRussia,v. ìli.
67 Ann J.
Lane, "Women in Society:A Critiqueof FrederickEngels", en BereniceA. Carroll(ed.), Libe-
ratingWomen's History:Theoreticaland CriticalEssays, Urbana(111.),1976, pp. 4-25; y AmyHackett,"Femi-
nismand Liberalismin WilhermineGermany,1890-1918", ibid.,pp. 127-136. Vale la pena señalarque Lane,
en su artículode 1972, criticala ausencia de las trabajadorasen la obra revisionistade E. P. Thompson.Para
críticasde la posición de Drapery Lipow respectoal feminismo,véase Rowbotham,Segal y Wainwright, Be-
yondtheFragments,p. 152,n. 27.
68
Drapery Lipow, "MarxistWomenversusBourgeoisFeminism",pp. 180 y 189. Drapery Lipow opinan
que la divisiónse produjoantes,a raíz de la lucha por la primacíaen el movimientoobreroalemán entreparti-
dariosde Lasalle y de Marx; ibid.,pp. 182-183.

J
69 RichardJ.
Evans, "Bourgeois Feministsand Women Socialists in Germany,1894-1914: Lost Opportu-
nityor InevitableConflict?",Women'sStudiesInternationalQuarterly,3 (1980), pp. 355-376, la cita es de la
p. 359. Evans le dio el títulode "The ImpossibleAlliance" [La alianza imposible]al capítulo2 de su Comrades
and Sisters.Entrelas razones de ese voto estabanlos fundadostemoresde ser objeto de la represiónpolicíaca:
en 1984, un "club educativo"femeninode Nurembergfue disueltopor enviaruna representante a una reunión
de los socialistas;véase Quataert,"FeministTactics",p. 5 1.

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Al estudiarlas conexionessocialistas-feministas en Francia,Sowerwinetambién
apuntóen 1978a acontecimientos que marcaron hitosen los primeros añosde ambosmo-
vimientos. Duranteunaluchaporla primacíaentrevariasfaccionessocialistasque se dio
en unareunión fundacional del PartidoObreroFrancés(POF) celebradaen 1880,la líder
feminista Hubertine Auclerty su grupodecidieronapoyara un grupode orientación
proudhoniana que sóloles reservaba rolestradicionales a las mujeres, y no a susrivalesde
orientación marxista y teóricamente másfeministas. Sowerwine le atribuye esa decisióna
la prioridad de la propiedad privadasobrelas demandasfeministas en su escalade valores
(y a partirde ello generaliza hastallamarlas"feministas burguesas"). Otraposiblelectura
de ese hecho(incluidala mía)apuntaa explicaciones alternativas,entreellasrivalidades y
lealtadespersonales, así comolas diferentes definiciones de socialismoy feminismo que
dividían a los líderesde las facciones y a sus seguidores. Un biógrafo de Auclertseñalael
importante hechode que ya antesde la polémicareunión, el grupocolectivista habíare-
chazadounaalianzaconlas promotoras de los derechos de la mujer.70
Un segundoacontecimiento que afectóa las relaciones entrelas socialistas y las femi-
nistasse produjodurante el CongresoInternacional de la Condicióny del Derechode la
Mujer,celebrado en Parísen 1900.En undebatesobrela amplitud de la legislación laboral
propuesta, se produjounadisputaacercade si se debíaincluir a las empleadasdomésticas,
comoplanteaban las participantes socialistas.La polémica,aunquebreve,dio pie a una
discusiónprolongada, furibunda y sumamente personalizada entredos de las fundadoras
del reciéncreadogrupo"socialistafeminista", de un lado,y una líderno socialistade la
conferencia, delotro,y supuestamente agrióde manerapermanente las relaciones entrelos
de
grupos mujeres.Traslos pasos de Sowerwine, RobertStuart, un historiador del POF,
considera que el "notorio" conflictoera"emblemático del irreconciliable conflicto clasista
que dividía a las militantes francesas".71 Perounarelectura de las actasde la conferencia
noshaceplantearnos la pregunta de si esa confrontación tuvomáspesoque unaimportan-
te propuesta, calificadade "menor"porSowerwine, realizadaporla periodista y convo-
cante"burguesa" de la conferencia Marguerite Durand.Su planincluíael establecimiento
de pagosmínimos portrabajoa destajo,el nombramiento de inspectores deltrabajofeme-
ninoy la extensión de la legislación laborala las trabajadoras domésticas y las empleadas
de los comercios (categorías en las que estabaincluidala vastamayoría de las trabajado-
ras).Sinnegarque algunasfeministas se oponíanal socialismo, estahistoria también po-
dríaescribirse subrayando los esfuerzos de las mujeres"burguesas" pormejorar las condi-
cionesde las trabajadoras.72

70Véase Sistersor Citizens?,


Sowerwine, pp. 26-28; Sowerwine, "The SocialistWomen'sMovement
from1850to 1940",en RenateBridenthal, ClaudiaKoonzy SusanStuard(eds.),BecomingVisible:Women in
EuropeanHistory, 2a ed.,Boston,1987,pp. 399-426,esp.pp. 405-406;Boxer,"SocialismFaces Feminism in
France,1879-1913", pp. 103-113.ClaireMosesconcuerda enestoconSowerwine, enMoses,FrenchFeminism
intheNineteenthCentury, Albany(N.Y.), 1984,pp.223-224.Sobrela existencia de facciones
entrelas feminis-
tas francesas,
véaseWynonaH. Wilkins, "The ParisInternational Feminist Congressof 1896and itsFrench
Antecedents",NorthDakotaQuarterly, 43/4(1975),pp. 5-28.Parael "biógrafo de Auclert",véase StevenC.
Hause,Hubertine Auclert:TheFrenchSufrasette, NewHavenÍConn.i.1987.n 67
71RobertStuart,
"'Calm,witha GraveandSeriousTemperament, RatherMale': FrenchMarxism, Gender
andFeminism, 1882-1905", International
ReviewofSocialHistory, 41/1(1996),pp. 57-82 las citassonde las
pp.76,77.

I.
72Sowerwine, Sistersor Citizens?,pp. 75-77.Parael compte-rendu, verCongrèsinternational de la con-
dition& desdroitsdesfemmes tenules 5, 6, 7 et8 septembre 1900,Paris,1901,pp. 73-79.La líder"feminista
burguesa" MariaPognonmanifestó que,despuésdel altercado, las trabajadorasque erandelegadasa la confe-
renciale expresaronsu agradecimiento porla ayudaque les habíabrindado el año anterior
y le ofrecieron su
apoyo.VéasePognon, "Expliquons-nous", La PetiteRépublique, 18 de septiembre de 1900,p. 1. Durandy Po-
gnonse sumaron a las socialistas
ensu reclamode que el estadoapoyaraa las madres, tantosolterascomocasa-

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Las mujeres"burguesas", porejemplo,no siempre menospreciaron a las trabajadoras
domésticas. Sólo dos añosantes,durante la exposición sobreel trabajode las mujeresor-
ganizadaen La Hayapormujeres"burguesas" de Holanda,que se mantuvo abiertatodoel
verano, a las sirvientasse les ofrecióla entrada gratisy se incluyóa algunasde ellascomo
oradoras enunaconferencia amplia,en la que participaron las interesadas, sobreel trabajo
doméstico. LilyBraun,expulsadade la socialdemocracia alemanaporserdemasiado"bur-
guesa",planteóla posibilidad de organizar un sindicato de trabajadoras domésticas, y lla-
móa las sirvientas a "declararse enhuelgacontrala relaciónsemifeudal bajo la cualtraba-
jan". En 1899,cuandopropusoformalmente la inclusión de las trabajadoras domésticas en
la legislaciónlaboralque se estudiaba enel Reichstag, "suscamaradas de partido la disua-
dieron,argumentando que las sirvientas no erangenuinasproletarias". Los esfuerzos de
Braunen prode las trabajadoras domésticas provocaron que se le acusarade "desviara la
claseobrerade su luchaporel poder".En Rusia,despuésde la Revolución de 1905,las fe-
ministasorganizaron un sindicatode trabajadoras domésticas; tambiénalentaron a las
campesinas a reclamar el accesoa la tierra y el derechoal voto,y sumaron a muchasmu-
jeresa suscampañassufragistas.73
A pesarde esas complejidades, cuandoJeanQuataert y yo publicamos en 1978una
selecciónde trabajossobrelas socialistas de cincopaíseseuropeos, contribuimos, sinque-
rer,a revivir el pensamiento categórico de base clasistasobreel feminismo. En nuestra in-
troducción, definíamos fundamentalmente los términos "feminismo socialista" y "feminis-
moburgués" comolegadosideológicos. Aunquedescribíamos a muchasde las socialistas
comoartesanas o empleadas depequeñoscomercios, o inclusocomointelectuales, ynocomo
trabajadoras fabrilesprototípicamente "proletarias",y señalábamos que las feministas cali-
ficadasde "burguesas" incluíana maestras y a trabajadoras intelectuales ademásde a mu-
jeresde las clasesacomodadas, no profundizamos másen la identidad de clase.Tampoco
criticamos los orígenes sólidamente "burgueses" (cuando no de clasesaltas)de la mayoría
de las dirigentes socialistas.
Tendimos a categorizar a nuestros sujetoscomolo habíanhe-
cholas socialistas de aquellaépoca.74
La definición acriticadel "feminismo burgués" y la ideadel supuesto abismoque se-
parabaa sus promotoras de las socialistastambiénse abriópaso haciala historia de las
mujeresconayudade los librosde texto.El primer texto,y el único durante una década,
diseñadoespecíficamente paralos cursosintroductorios sobrela historia de las mujeres
europeas, BecomingVisible(1977), conteníacapítulossobrela Francia,la Inglaterra, la
Rusia,la Alemaniay la Españamodernas, todoscon un enfoquede izquierda;y en su
segunday terceraediciones(1987, 1998) incluíauna selecciónde textosrealizadapor

das; Anne Cova, "FrenchFeminismand Maternity:Theoriesand Politics,1890-1918", en Pat Thane y Gisela


Bock (eds.), Maternity and GenderPolicies: Womenand theRise oftheEuropean WelfareStates,1880s-1950s,
Londres,1991, pp. 119-137,esp. pp. 123-125. Para un movimientode mujeresque considerabaal socialismo
un "veneno social", véase Nancy R. Reagin,A German Women's Movement:Class and Gender in Hanover,
1880-1933,Chapel Hill (N.C.), 1995, la cita es de la p. 73.
73 Para
Holanda,véase Grevery Waaldjik,Transforming thePublic Sphere,pp. 195-200.Para Braun,véase
Meyer,TheFeminismand SocialismofLilyBraun,las citas son de las pp. 63, 64 y 142. Evans tambiénconcuer-
da con Sowerwinesobreeste punto;Evans, Comradesand Sisters,40. Stitesplanteaque las sirvientaseranun
"puntociego" de las feministas;Stites,The Women'sLiberationMovement,p. 223. Para Rusia, véase Rose
Glickman,RussianFactory Women:Workplaceand Society,1880-1914,Berkelev(Calif.). 1984. dd. 243-244.

.1
74 Boxer
y Quataert,Socialist Women,pp. 5-8. Entreotrasobrasexcepcionalesque sí examinaronel estatus
de clase de las mujeresestánGerdaLerner,"The Lady and theMill Girl:Changesin theStatusof Womenin the
Age of Jackson",Midcontinent AmericanStudiesJournal,10/1(1969), pp. 5-15; y dos de los trabajosque apare-
cen en Carroll,LiberatingWomen'sHistory:Hilda Smith,"Feminismand the Methodologyof Women's His-
tory",pp. 368-384, y Sheila Ryan Johansson,"'Herstory'as History:A New Field or AnotherFad?", pp. 400-
430.

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Sowerwine sobreel socialismoy el feminismo que reproducía el empleoacriticode la
expresión "feminismo burgués". Si bien resumía de modo admirable los orígenes y la sig-
nificación de la respuesta socialistaa los cambiossocioeconómicos ocurridos en las vidas
de las mujeres de la claseobrera, ese capítulo también exageraba la profundidad delabismo
que separaba a los gruposfemeninos, así como el éxito el
logradopor partido socialistaen
atraer a las trabajadoras.75
¿Qué habríasucedidosi los historiadores hubieran descrito a las activistas no socia-
listascomofeministas "liberales"o "sufragistas" y no como "burguesas"; o, siguiendola
costumbre rusay alemana,como"feministas enprode la igualdadde derechos"; o, parael
caso francés, comohicieraKarenOffenhacealgunosañosy repitieran Carolyn Eichner y
FlorenceRochefort más recientemente, como "feministas republicanas"? Gisela Bock
menciona a algunasfeministas que evitaron la ambivalente expresión de "burgués", que en
alemánse refiere a la ciudadanía ademásde al estatusclasista,refiriéndose al "movimien-
to de mujerescívicas".JeanQuataert prefiere ahorala formulación de "feminista en pro
de la reforma" a las que empleabaanteriormente. Sinembargo, para los socialistasy algu-
noshistoriadores de las décadasde 1960y 1970,enpalabrasde Rochefort, "el movimien-
to [feminista] eratanpeyorativamente 'burgués'comolo fueraparasuspredecesores de fi-
nesdelsigloxix".76
Parala generación de activistas-historiadores que comenzaron a desempeñarse profe-
sionalmente a iniciosde la décadade 1970,el énfasisen las dirigentes socialistasy en su
oposiciónal "feminismo burgués"teníaun propósito político.CiaireMoses observaque
esas "construcciones" de la historia de las mujeresles permitieron a las nuevasfeministas
una
"plantear posición más radical que la de [sus] abuelas [y sus] madres". "Portanto,re-
cluíamosa las socialistas para la causa del feminismo, negando los calificativos que ellas
mismasse dieran", añade.77"Las dicotomías -Mujeresy Trabajo, Sexo y Clase, Feminis-
moy Socialismo-hansidohabitantes íntimas de mipsiquey mitrabajointelectual (si es
que ambas cosas puedensepararse)", recuerda Sally Alexander.78
Ahoraparececuriosoque,dada la influencia de que gozabaE. P. Thompson, no ha-
yan sido más los estudios del socialismo y el feminismo realizados en la década de 1970

75Sowerwine sostieneque "Aunen los paísesdondeel movimiento de mujeresde orientación socialista


eramásdébil,alcanzóa másmujeresque las quejamás soñaronlas feministas burguesas"; Sowerwine, "The
SocialistWomen'sMovement", p. 421. Si en otroscasos esa afirmación también resultadudosa,lo ciertoes
que dejatotalmente a unladolos grandes movimientos femeninos de carácterreligiosoy patriótico que atraje-
rona numerosas mujeres en diversospaíses;paralos segundos en Alemania, véaseFrevert, Women in German
History, p. 137.Picqopinaque "las socialistas abandonaron a las trabajadoras";Picq,'"BourgeoisFeminism' in
France",p. 341. Picq mencionael tristemente célebreaffaireCouriau:los impresores franceses expulsaron a
unode susmiembros porpermitirle a su esposa(que poseíala calificación correspondiente, otorgada porel sin-
dicato)trabajar enel oficio,y sólolas "feministas burguesas"apoyaron suprotesta.
76KarenOffen, "Exploring theSexualPoliticsofRepublican Nationalism", en RobertTombs(ed.),Na-
tionhood andNationalism inFrance:FromBoulangism totheGreatWar,1889-1918, Londres,1991,pp. 195-
205; CarolynJ.Eichner, Surmounting theBarricades:Womenin theParis Commune, Bloomington (Ind.),
2004,pp. 5, 9-10,26 y 61; FlorenceRochefort, "The FrenchFeminist Movement andRepublicanism, 1868-
1914",enPaletschek y Pietrow-Ennker, Women 's Emancipation Movements, la citaes de la p. 78; GiselaBock,
Women inEuropeanHistory, Oxford, 2002,p. 119;JeanH. Quataert, StagingPhilanthropy: PatrioticWomen
andtheNationalImagination inDynasticGermany, 1813-1916, AnnArbor(Mich.),2001,p. 82.
77ClaireMoses,"DebatingthePresent, Writing thePast: 'Feminism'in FrenchHistoryand Historio-
graphy", RadicalHistory Review,52 (1979),pp. 79-94,la citaes de la p. 84. En opinionde Moses,las abuelas
evocaban"el NationalWoman'sParty(sospechosoporsusrelaciones conel PartidoRepublicano)", y las ma- I
dres,a las miembros de la "NationalOrganization forWomen(sospechosa porsusrelaciones conel Partido De- I
mócrata)". I
78 "Women,Class and SexualDifferences", Journal,17 (1984),pp.
SallyAlexander, HistoryWorkshop
125-149, la citaes de la p. 127. I 49

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que enfatizaran el impactode la cultura en la formación de la concienciade activistas so-
cialistasy feministas en el períodoprevio.No obstante, haciamediadosde la décadade
1980,y a partir deleficazdesafíolanzadoporJoanScottde aplicarel análisisde géneroa
los estudioshistóricos y del florecimiento de los estudiosculturales, nuevasperspectivas
sobrela identidad individual y la conciencia de clasecomenzaron a disolverlas viejasdi-
cotomías.Mientras que la edicióninglesa,publicadaen 1982,del librode Sowerwine se
titulaSistersor Citizens?[¿Hermanas o ciudadanas?], el estudiode Evanssobreel femi-
nismo,el socialismoy el pacifismo en Europa,aparecidoen 1987,le concedea la inclu-
siónunlugardestacadoen su título, Comrades andSisters[Camaradas y hermanas]. En su
obra, Evans apuntaque la doctrina de una claraseparación entretrabajadoras y "feministas
burguesas", propugnada porZetkin,Saumoneauy Kollontai, no era "de ninguna manera
unaextrapolación inevitable de los fundamentos delmarxismo".79
El argumento de Evansreaparece de maneraenfática en unabiografía de Bebelapa-
recidaen el año2000.En su examende la preeminencia de Zetkina expensasde Bebelen
la conformación del pensamiento marxista acercade la colaboración con las mujeresno
socialistas, AnneLopes y GaryRothseñalan:"HastaZetkin,nadiehabíaafirmado [que
'trasponer las fronteras de las clases'] fuerapoco marxista. El legadomarxiano, talcomo
apareceen la historiografía subsiguiente, es, en buenamedida,una ficcióninventada por
la propiaZetkin[...] La visiónsocialdemócrata ya incluíatodoel espectro de los intereses
feministas burgueses y lo hacía,en lo fundamental, conmayor coherencia y fervor". Ajui-
cio de esos autores, los historiadores que le restaron importancia al feminismo de Bebel
"fundieron la historiay la historiografía".80
La realidades que hayunalargahistoria de intentos de vincular el socialismo y el fe-
minismo. En la erapremarxista en Francia,la definición de "lo femenino" que alimentó
las concepciones socialistasrománticas abarcabaa todaslas mujeres.Desde las saintsi-
monianas de la décadade 1839hastalas comuneras de 1871,pasandoporlas revoluciona-
riasde 1848,las mujeres"proletarias" colaboraron con las "burguesas". Muchasde las
mujeresidentificadas como"feministas burguesas" se consideraban socialistasy partici-
pabanen las organizaciones socialistas.81
Algunassocialistas, inclusomiembros delparti-
do de Zetkin, rechazaban su políticade absolutafaltade cooperación. Algunasmujeres de
la claseobrerase incorporaron a grupos"burgueses", y muchas de las integrantes de esos
gruposse empeñaron enelevarla calificación de las mujeres de la claseobreraparael em-
pleoy en aumentar susoportunidades educativas. De hecho,en muchoscasos,el feminis-
mono socialistase desarrolló a partir deltrabajorealizadoporgruposde mujeres paraau-
xiliara otrasmujerespobresy maltratadas.82 Objetivoscomunes, talescomola conquista
del voto,la oposiciónal militarismo o la solucióndel "dilemade la maternidad", en oca-

79Evans,Comrades andSisters,p. 59. Paralas mujeresdel partidosocialistafrancés de entreguerras


no
consideradas "nicamaradas nihermanas", véaseGruber, "French WomenintheCrossfire", d. 280.
80
Lopesy Roth,Men's Feminism, pp.45 y 222.
81Véase, e., Jeanne-Victoire
p. [Jeanne Deroin],"Call to Women", La Femmelibre,1 (1832),en Bell y
Offen,Women, theFamily,andFreedom(I). 1750-1880, pp. 146-147;y también Moses,FrenchFeminism in
theNineteenth Century, pp. 136-142;Eichner, Surmounting theBarricades, pp. 2, 24 y 69-95.NaomiJ.An-
drewsdemuestra que "el génerocontribuyó a la definición
socialistade unabuenasociedad"durante la Monar-
quía de Julio[1830-1848];Andrews, Socialism'sMuse: Genderin theIntellectual LandscapeofFrenchRo-
mantic Socialism, Lanham(Md.),2006,p. xvii.
82Para de la claseobreraqueveíanconsimpatía el "feminismo
mujeres burgués", comoJeanne Bouviery
Henriette Coulmy, véaseBard,Les Fillesde Marianne, esp.pp. 184-186.Paraesfuerzos interclasistas,
véase,
p.e.,Frevert, Women in GermanHistory, pp. 100-103.Parala oposicióna Zetkinen el senodel SPD, véase
Strain, "Feminism andPoliticalRadicalism", pp. 140-142y 208.Paralosvínculosentreel trabajode beneficen-
50 I cia y el surgimientodelfeminismo, véaseBock,Women inEuropeanHistory, pp. 111-116.

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sionesdieronpie a la colaboración, en otrasa "combates Inclusola supuesta
paralelos".83
"pruebade fuego"de la lealtadde clase,la legislación sobrela protección al trabajofeme-
nino,al serexaminada atentamente porhistoriadores de nuevepaíseseuropeos, ademásde
Australia y los EstadosUnidos,resultóno serlo.Las sindicalistas, temerosas de perder
puestosde trabajo,a menudose opusieron a ella,y las divisionesacercade la cuestión
aparecieron en gruposde mujeressocialistasy no socialistas. En vez de unaluchaclara-
mentedefinidaentrelas "feministas burguesas" y las defensoras de las trabajadoras, las
distintasposicionessobrela restricción del trabajofemenino agrupaban a afiliadasde to-
das las corrientespolíticas.84
A partir de la décadade 1990,en Europadel Nortey del Este,y en otraspartesdel
mundo,se hanllevadoa cabo nuevosestudioshistóricos que demuestran la asimilación
globaldelconcepto de "feminismo burgués" y que,a la vez,contribuyen a difuminar la di-
cotomíaque supone.85 En Dinamarcay Suécia,dondelos socialistascolaboraron con los
liberalesparalograrinstituciones parlamentarias democráticas, las barreras entrelos gru-
pos de mujeres"burguesas" y socialistasa menudose franquearon.86 En Ucrania,la líder
NataliaOzarkevych Kobrynska, segúncuentaMarthaBohachevsky-Chomiak, se opuso
explícitamente a Zetkin,abogóporla creaciónde vínculosentrelos dos movimientos so-
cialesy rechazóel uso peyorativo deladjetivo"burgués" empleadoporlas socialistas para
calificaral feminismo.87 Judith Szaporseñalaque en Hungría, dondea iniciosdelsigloxx
los socialistas"protegían celosamente a sus discípulosde toda'influencia burguesa'", al-
gunassocialistas, aunasí, se aliarona feministas "burguesas" parahacercampañaporel
voto,e inclusotrataron de llevara la prácticalas propuestas de LilyBraunpararesolver
los problemas de las empleadasdomésticas mediante la creaciónde hogarescomunales.
Aunqueel feminismo húngarose convirtió más tardeen lo que AndreaPetodenomina
"una pequeñacorriente aislada",los ecos del legadoantifeminista sobrevivieron en la
83Parala maternidad comotemaqueatraviesa las fronteras
de "clase",véaseAnnTaylorAllen,Feminism
andMotherhood in Western Europe,1890-1970:TheMaternal Dilemma, NuevaYork,2005;paralos "comba-
tesparalelos", véaseIda Blom,"Modernity andtheNorwegian Women'sMovement fromthe1880sto 1914:
ChangesandContinuities", en Paletschek y Pietrow-Ennker, Women 's Emancipation Movements, pp. 125-151,
la citaes de la p. 138.
84La
expresión "pruebade fuego"["litmus test"enel originalinglés,N. de la T.] es empleadaporMoses,
"Debating thePresent", p. 84,y porSheilaRowbotham en Women inMovement: Feminism andSocialAction,
NuevaYork,1992,p. 14.La afirmación errónea apareceenIngrun Lafleur,"FiveSocialistWomen:Traditiona-
listConflicts andSocialistVisionsinAustria, 1893-1934", enBoxery Quataert, SocialistWomen, pp.215-248,
esp.237.Parael estudiocomparativo, véaseUllaWikander, AliceKessler-Harrisy JaneLewis(eds.),Protecting
Women: LaborLegislation inEurope,theUnited States,andAustralia, 1880-1920, Urbana(111.),1995.En Es-
candinávia, la oposiciónde las sindicalistas,que temíanque se produjera unapérdidade puestosde trabajo, en
ocasionesbastóparaimpedir que se adoptaranlas propuestasde restricciones;
ibid.,pp.215,236-237,247-248
y 273-274.Paraunminucioso análisiscomparativo sobrela polémicay su relaciónconla ciudadanía y el ma-
ternalismo, véaseBock,Women inEuropeanHistory, pp. 158-173.
85Las cuestiones de clasesurgieron también en AméricaLatina,porejemplo,en el senodel movimiento
sufragistauruguayo. Christine Ehrick sinembargo,
plantea, queel conocidomodeloeuropeo-norteamericano no
resultaaplicableal contexto latinoamericano. VéaseEhrick, "MadrinasandMissionaries: UruguayandthePan-
American Women's Mnvpmftit" Gpnder ntiri Ri vtnrv 1O A i 1QQ8^ r'r' Af'£-A1A
86VéaseIda Blom,"Prelude toWelfare States:Introduction",
enGruber y Graves,Women andSocialism,
pp.415-420;Frangeur, "SocialistDemocrats andtheWomanQuestion inSweden",e HildaRomerChristensen,
"SocialistFeministsandFeminist SocialistsinDenmark, 1920-1940",ibid.,pp.478-503.Esos estudiosconfir-
manla interpretación de Eleysobrela influencia de las relaciones
entrelos partidos
liberales
y socialistas
res-
pectoa los gradosde colaboración entre
los distintosgruposde mujeres.

„I
MarthaBohachevsky-Chomiak, Feminists DespiteThemselves: Women in UkrainianCommunity Life,
1884-1939,Edmonton, 1988,p. 80, y "Feminism in Ukrainian History",Journalof Ukrainian Studies,7/1
(1982),pp. 16-30,esp.20. Véasetambién Bohachevsky-Chomiak, "SocialismandFeminism: TheFirstStages
ofWomen'sOrganizations intheEasternPartoftheAustrian Empire",enToraYedlin(ed.),Women inEastern
EuropeandtheSovietUnion, NuevaYork,1980,pp.44-64.

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Hungría posteriora 1989."Los cristianos conservadores consideraban improcedentes a las
feministas,y el movimiento de los trabajadoreslas teníaporburguesas".88 Según Krassi-
miraDaskalova,en Bulgarialas diferencias ideológicasacercade la colaboración de cla-
ses dividieron a los socialistasen 1903 y dejaronal "feminismo" estigmatizado como
"burgués"y estereotipado por su oposicióna "los 'valoresbúlgarostradicionales' del
amor,el matrimonio y la familia".89
En Polonia,señalaJillBystydzienski, "La propaganda
estatallogrórelegarla causafeminista y sembrar entrela poblaciónundesdéncasi unáni-
me porel feminismo occidental,al presentarlocomouna preocupación burguesade in-
constantes mujeresacomodadas, fundamentalmente norteamericanas". Cualquierfeminis-
moque surjahoytendrá que definirsecomono "occidental" y no comunista.90
El menosprecio porel feminismo llegótambién a Asia. En China,Bebelfuetraduci-
do a iniciosde la décadade 1920,y el PartidoComunista Chinoadoptóel progreso de la
mujercomoun principio fundamental. Peroa pesarde la laborpartidista para elevar la
condiciónde la mujer,a los dirigentes chinosles parecióútildenigrar el "feminismo";
comomuestra WangZheng,la propiapalabrase convirtió en un término negativo,que
usualmente estabaacompañadoporel adjetivo"burgués"y el calificativo de "occiden-
tal".91KumariJayawardena señalaque cuandosurgióel feminismo en el Surde Asia du-
rantela décadade 1970,"La izquierdaechómanoa las viejascitassobrela Cuestiónde la
Mujer,al tiempoque rechazabael feminismo calificándolo de peligrosadoctrina importa-
da de Occidente".92
Esos ejemplosdemuestran que,comoplantean las editorasde unaselecciónde traba-
de
jos diversas partesdelmundosobrelas mujeres y el socialismo,
Se debesubrayar la persistenteinfluenciade esos primeros
debates.Sus ecos se handejadooíren
todoslos movimientos socialistasdel sigloxx sinexcepción...
Desde ChinahastaNicaragua,ese
modelodecimonónico ha sidoconscientemente auncuandosu procedencia
adoptado, era,al menos,
cuestionable. Mientras que otrosaspectosdelprograma marxista-leninista
[...] hansidoadaptadosa
las condiciones nacionales, ese elemento ha permanecidonotablementeconstante, conindependen-
cia de si el país dondese desplegabala teoríaestabaubicadoen Asia,el Sudestede Asia,África,
Europao AméricaLatina.93

88Judith
Szapor,"SistersorFoes:TheShifting FrontLinesoftheHungarian Women'sMovements, 1896-
1918",en Paletschek y Pietrow-Ennker, Women's Emancipation Movements, pp. 189-205,las citassonde la
p. 199;Andrea Peto,"Hungarian WomeninPolitics", enJoanW. Scott, CoraKaplanyDebraKeates(eds.),Transi-
tions,Environments, Translations:Feminism inInternationalPolitics,NuevaYork,1997,pp. 153-161,la cita
es de lap. 159.
89Parala divisiónentresocialismo
"amplio"y socialismo "estrecho", véaseKrassimira Daskalova,"Bul-
garianWomenin Movements, Laws,Discourses(1840s-1940s)",BulgarianHistorical Review,27/1-2(1999),
pp. 180-196, esp. 186-188;paraestigmas véaseDaskalova,"TheWomen'sMovement
y estereotipos, inBulgaria
alterCommunism", en Scott,Kaplany Keates,Transitions, Environments, Translations,pp. 162-175,las citas
sonde las pp. 163y 170
90JillM. "TheFeminist Movement in Poland:Whyso Slow?",Women
Bystydzienski, 's StudiesInterna-
tionalForum,24/5 (2001),pp.501-511,la citaes de la p. 503.
91
WangZheng,Women intheChineseEnlightenment: OralandTextual Histories,Berkeley (Calif.),1999.
El librotienecomobase las entrevistas realizadasa cincomiembros de la primera generación de activistasdel
feminismo chino.Paratransliteraciones y definiciones de "feminismo", véase ibid.,esp. pp. 7-9. 133-134y
339-342;también SashaSu-LingWeiland,"WhatWomenWillHaveBeen:Reassessing Feminist Cultural Pro-
ductionin China- A ReviewEssay",Signs:Journalof Women in Cultureand Society,31/4(2006),p. 949.
Wangse refiere actualmente al trabajopartidariorealizadoentrelas mujeresde Shanghai conla denominación
de "feminismo de estado";Wang,'"StateFeminism'? GenderandSocialistStateFormation inMaoistChina", I
Feminist Studies,31/3(2005),pp.519-551. I
92Kumari "Some Thoughts on theLeftand the 'WomanQuestion'in SouthAsia", en I
Jayawardena,
Krups,Rappy Young,Promissory Notes,pp.359-366,la citaes de la d. 363. I
93
Krups,Rappy Young,"Introduction", ibid.,pp.7-12,la citaes de la p. 9. I 53

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Frasescomo"capitulación anteel feminismo burgués" y "sometimiento al feminismo
burgués"se empleaban comúnmente, y el término "feminismo burgués"se utilizabapara
calificaruncomportamiento que supuestamente favorecíaal "individualismo" o impugna-
ba creencias tradicionales sobrela conducta femenina.94
El conceptode "feminismo burgués" teníacomobase construcciones reduccionistas
acercadelestatus de clasey los intereses políticosquepocotienenque verconlas realida-
desde la vidade las mujeres. En unaeraen que el nivelde cualificación y el controlsobre
la producción definían la identidad de los trabajadores masculinos y,a su vez,afectaban
profundamente a la ideologíay el discurso sobrelas clases,se asumíaque las mujeres care-
cíande unaidentidad derivada deltrabajo.En vez de ello,la mayoría de las mujeres se tor-
naban"proletarias" o "burguesas" porla influencia de los hombres.95 Perocomoconcluye
"Las
Rochefort, mujeres calificadas de 'bourgeoises' porlos socialistas, se ubicabanen su
mayoría bastante a la izquierdaenel espectro político".En su opinión, la arremetida socia-
listacontrael feminismo en la SegundaInternacional "noprodujouncismade importan-
cia enel movimiento feminista [francés];a las feministasles siguióresultando posiblesos-
tenersu compromiso en ambosterrenos".96 Los estudiosrealizadosen la EuropaOriental
poscomunista muestran también que "muchasmujeres[...] parecíanidentificarse comofe-
ministas y socialistas sin demasiado esfuerzo".97
La adscripción a la clasetambién reflejabala existencia de un dobleraserosobrela
basedelgénero.Mientras los
que socialistas adoptaban identidades de claseobrerapasan-
do poraltoel origende clase"burgués" de los hombres cuyoscriterios aprobaban, califi-
cabana las mujeresde orígenessemejantes con el término del oprobio.Esa prácticano
pasó inadvertida. MariaGrever y BertekeWaaldijkmencionan a unaperiodista holandesa
que planteóen 1898que "el proletariado juzga a las ricasconmásdurezaque a los ricos,
mientras que los capitalistas oprimen mása las pobresque a los pobres".98 En 1907,la fe-
ministafrancesa NellyRousseldijo que "Dos mujeresde clases opuestaspuedentener
másintereses comunes, másfuentes similares de rebeldía,y,en consecuencia, másterreno
paraestablecer unaalianza,que unhombre y unamujerdelmismomedio[...] Entrenoso-
trasno hay"clasesdirigentes'."99 En sus memorias, publicadasen 1936,JeanneBouvier,
una francesa de la clase obrera, también se quejabaal recordar que "todaslas feministas

94 Para la
"capitulación",véase ElizabethWaters,"In the Shadow of theComintern:The CommunistWo-
men's Movement,1920-43",ibid.,pp. 29-56, la cita es de la p. 51; para el "sometimiento", véase ChristinaGil-
martin,"Gender,Politics,and Patriarchyin China: The Experiencesof Early Women Communists,1920-27",
ibid.,pp. 82-105, la cita es de la p. 101; para el individualismoy los roles tradicionales,véase ChristinePelzer
White,"Vietnam:War,Socialism,and thePoliticsof GenderRelations",ibid.,pp. 172-192,y Delia D. Aguilar,
"ThirdWorldRevolutionand FirstWorldFeminism:Towarda Dialogue", ibid.,pp. 338-344.
95 Kathleen
Canninghace una útil distinciónentrela clase como conceptoanalíticoy como "identidado
ideología postulada"; Canning,"Gender and the Politics of Class Formation:RethinkingGermanLabor His-
tory",AHR, 91/3(1992), pp. 736-768, la cita es de la p. 767. Diane P. Koenkerplanteaque las mujeresse opo-
nían a "la exclusióndel mundomasculinode la clase"; véase su "Men againstWomen on the Shop Floor in
Early Soviet Russia: Genderand Class in the Socialist Workplace",AHR, 100/5(1995), pp. 1438-1464,la cita
es de la p. 1463. Para la identidadmasculinay la formaciónde la clase, véase tambiénAva Baron,"On Looking
at Men: Masculinityand theMakingof a GenderedWorking-ClassHistory",en Ann-LouiseShapiro(ed.), Fe-
ministsRevisionHistory,New Brunswick(N.J.), 1994,pp. 146-171.
96 Florence "The FrenchFeministMovementand Republicanism,1868-1914",en Paletscheky
Rochefort,
Pietrow-Ennker. Women's EmancinationMovements, nn 77-101 la ritam Hpla n 86
97 Esto era
especialmenteciertoen el caso de las mujeresbúlgarasy polacas; Franciscade Haan, Krassi-
I mira Daskalova y Anna Loufti,"Introduction", en de Haan, Daskalova y Loufti,Biographical Dictionaryof
I Women's Movementsand Feminisms,p. 9.
La periodistaIda Heijermansera hermanade un famoso socialista; Grevery Waaldijk, Transforming
thePublic Sphere,p. 202.
54 I 99
Nelly Roussel, Quelques Lances rompuespour nos libertés,París, 1910,p. 48.

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sontratadas de 'burguesas', perolos maridosde esas feministas, si son miembros de un
partido políticoo filosófico de izquierda, no son 'burgueses'". Porel contrario, comose-
ñala Christine Bard,"Desde un puntode vistaeconómico, las maestras, especialmente si
eransolteras, eranmiembros de la clase obrera[...] [Pero]su niveleducativo les permitía
formar partede círculosintelectuales, voire'bourgeois'",calificaciónque rechazaban.
Aunquelos historiadores y los sociólogoshabíanreconocido desdehacíalargotiempola
naturaleza la
y significación de la "nueva clase" que absorbió a tantastrabajadoras, la ma-
yoríade los dirigentes socialistas y de los primeros historiadores de las relaciones entreel
socialismo y el feminismo pasaronporaltoesoshallazgos.100
Los datossobreel origende clasede las socialistas y de las feministas no socialistas,
extraídos de la historiabritánica, búlgara, holandesa, alemana,españolay suecade inicios
delsigloxx,apuntan a unaconfusión aúnmayor. Muypocasde las socialistas desempeña-
banun trabajoremunerado; eransocialistasporsimpatíacon la causa,perono "proleta-
rias".Eranaúnmenoslas que realizaban unalaborqueprodujera "plusvalía".En Bulgaria,
Francia, Alemania, los PaísesBajos,Españay Suécia,la mayoría eranamasde casa casa-
das con socialistas.Muchasfeministas británicas teníanun origende clase obrero,pero
porlo generalrealizabanlaboresen el sectorde los servicios, especialmente comomaes-
tras.En el movimiento sufragista británico, se tendíaa ofrecer un númeromenorque el
realde las que militaban a la vez en el movimiento obreroy en las filasdel feminismo. En
los PaísesBajos,muypocasde las feministas eranmujeresacomodadas.101 No hayeviden-
cias de que el origende clase de las socialistasy las feministas fuera"muydiferente",

100Jeanne
Bouvier,Mes mémoires; or 59 Yearsof theIndustrial, Social and IntellectualActivity of a
Work-ingwoman, Paris,1983,pp. 243-244,también citadaen Bard,Les Fillesde Marianne,p. 185;paralas
maestras, ibid.Parael papelde los intelectuales en la SegundaInternacional, véasePatriciavanderEsch,La
Deuxième Internationale,1889-1923,París,1957,pp.35-36.Paralas debilidades de la crítica
marxistaa la bur-
guesía,véase RobertStuart, Marxismat Work:Ideology,Class and FrenchSocialismduringthe Third
Republic, Cambridge, 1992.Porotrolado,Stuart le concedeal POF el créditode reconocer que las mujeresque
realizabantrabajosde oficinaeran"proletarias"; Stuart,"GenderedLabourin theIdeologicalDiscourseof
French Marxism: ThePartiOuvrier Francais.1882-1905" Gpndpr nndHi?tn™Q/1(' Qcm r» 11^
101Evanscitauna encuestarealizadaen antesde Ia guerraque reveloque sólo 1.601de Ias
Hamburgo
11.684mujeres miembros desempeñaba unempleoremunerado; Richard J.Evans,"PoliticsandtheFamily:So-
cial Democracy andtheWorking-Class Familyin TheoryandPracticebefore1914",en RichardJ.Evansy
W. R. Lee (eds.),TheGerman Family:Essayson theSocialHistory oftheFamilyintheNineteenth-and-Twen-
tieth-Century Germany, Londres,1981,p. 266. MaryNashcitauna encuestaocupacionalrealizadaen 1926-
1927a ungrupode mujeressocialistas españolasque señalóque sólo 1 de las 527 miembros teníaunempleo
Nash,"'Ideals of Redemption':
industrial; SocialismandWomenon theLeftin Spain",en Grubery Graves,
Women and Socialism,pp. 350-351.De las aproximadamente 1.000miembros de la organización de mujeres
socialdemócratas búlgaras en 1922,457 eranamasde casa,212 eran"trabajadoras", 56 eran"artesanas" y unas
75 teníanempleosde oficinay otrasocupaciones Krassimira
profesionales; Daskalova,"Bulgarian Women's
Movements (1850s-1940s)",en EdithSaurer, Margareth Lanzinger y ElizabethFrysak(eds.),Women's Move-
ments, Networks andDebatesinPost-Communist Countries in theNineteenth amdTwentieth Centuries,Wei-
mar,2006,pp.413-437.Paralas esposas,enel caso de Francia, véaseClaudeWillard, Les Guesdistes:Le mou-
vement socialisteenFrance,1893-1905,Paris,1965,p. 362,n. 1; paraAlemania, véaseEvans,Comradesand
Sisters,
p. 61,y Quataert, Reluctant Feminists,p. 19;paralos PaísesBajos,véaseUlla Jansz,"GenderandDe-
mocratic Socialismin theNetherlands", en Gruber y Graves,Women and Socialism,p. 217; paraEspaña,ver
Nash,"IdealsofRedemption", p. 350; paraSuecia,véaseFrangeur, "SocialDemocrats andtheWomanQues-
tion",p. 428. Parael movimiento sufragistabritánico, véase OliveBanks,Becominga Feminist:TheSocial
Originsof 'FirstWave"Feminism, Brighton, 1986,pp. 11 y 16;y JiangPark,"TheBritish SuffrageActivists
of 1913:An Analysis", Past andPresent,120 (1988),pp. 147-162,esp. pp. 157,161.Paralos PaísesBajos,
véase MyriamEverard,"Het burgerlijk féminisme van de eerstegolf:Annette Versluys-Poelman en haar
kring",en MarjanSchwegman, Ulla Janszet al. (eds.),Op hetStrijdtoneel vande Politiek:Twaalfdejaarboek
voorvrouwengeschiedinis, Nimega,1991,pp. 106-137. I 55

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comoha planteadoSowerwine.102 Dada la escasezde datos,la información ambigua,los
cambiosgeneracionales y las diferencias nacionales, así comolas múltiples variedades de
socialismoy feminismo, las afirmaciones categóricas acerca del origen "de clase" de las
feministas y las socialistas parecen, en el mejorde los casos,prematuras. Sea comofuere,
las definiciones y categorías marxistas sobrelas clasesnoresultan de muchaayuda.
La retórica enmascaraba la realidadde que la pertenencia partidaria no seguíalas lí-
neasde las diferencias de clase entrelas mujeres.En tantomovimiento político,el femi-
nismonuncaha sido"burgués" en el sentidoque le dierona esa palabralos marxistas. El
"feminismo burgués" fueuninvento de algunassocialistas y no existió como movimiento
de mujeres específico, identificable, conunabaseclasista.Y tampocoexistióunalíneadi-
visoriade clasetandefinida entrelos distintos gruposde mujerescomoafirmaran las diri-
gentessocialistas y algunosde sushistoriadores. Ese argumento permitió se
que produjera
un cambioestratégico en las perspectivas socialistassobrela cuestiónde la mujer:de la
posiciónde AugustBebeiy otros,que favorecía másla colaboración, se pasó a adoptarla
de ClaraZetkiny sus seguidores, que se referían al feminismo comoun conjunto de de-
mandasde ungrupode interés específico. Los socialistas,diceQuataert, "promovieron su
propiaforma de políticade identidad conuncontenido de género".Comoestrategia políti-
ca pararechazar el feminismo, ayudóa los socialistasa reivindicar parasí los mismosva-
lores"proletarios", al tiempoque enmascaraba las motivaciones de sus formuladores y su
incapacidad de crearun socialismocentrado en la mujerque atrajera de modoefectivo a
las trabajadoras.103
Si el propósito consciente o inconsciente de los enemigosdel "feminismo burgués"
eraaplastar la potencial unidadde los movimientos de mujeres, susesfuerzos se vieronco-
ronadosporel éxito,probablemente muchomásallá de lo que imaginaron. El conceptose
expandióportodoel planetay siguiósiendo,durante todoun siglo,unmedioparadesa-
creditar a las activistasno socialistas. El feminismo se vio atrapadoentredos fuegos.Re-
sultabasospechosoporsu carácter "burgués", perotambién fuerechazado, especialmente
despuésde 1989en los paísesanteriormente comunistas, porsu asociaciónconel socialis-
mo.104 En la décadade 1980,a medidaque la políticade identidad y el discursode las ra-
zas y las etniasreemplazaba al de las clasescomocentrodel análisis,el calificativo de
"burgués" perdiósu sitialde epíteto preferido, perodejóunasecuelade divisionismo. Ese
concepto dicotomizador también le debepartede su largavidaa los estudiosos, yo inclui-
da,que hemos empleadoel término sinimpugnar su validez.No obstante, hoyen día,las
ideasdelpasadoy las dicotomías heredadas provocan críticas.Al comparar los movimien-
tosde emancipación de la mujerdel sigloxix,los editores de unvolumenaparecidoen el
año2004 llegana la siguiente conclusión: "Las fronteras entreel feminismo y el socialis-

102Sowerwine afirma que "las socialistas,aunqueno erantande las clasestrabajadoras comosostenían,


teníanorígenes de clasemuydiferentes a los de las feministas";Sistersor Citizens?,
p. 186.Picqtambién reba-
tea Sowerwine sobreese particular;Picq,'"BourgeoisFeminism' inFrance", p. 330.GeoffEleyy KeithNield
apuntan que "lospartidos socialistassiempre teníanunasociologíamuchomásricade lo que suponeunsimple
argumento políticoclasista";Eleyy Nield,"Farewellto theWorking Class?",International Laborand Work-
ing-ClassHistory, 57 (2000),pp. 1-30,la citaes de la p. 20.
rara ia politicaae identidad, véase guataert, "Socialisms,feminisms, andAgency:A LongView",
Journal ofModern History, 73 (2001),pp.603-616,la citaes de la p. 614.
104Parael rechazodel feminismo en EuropaCentral, Oriental
y Sudoriental trasla caídadel comunismo,
véaseTanyaRenne(ed.),Ana's Land: Sisterhood in EasternEurope,Boulder(Colo.), 1997,y BarbaraEin-
horn,"AnAllergy toFeminism: Women'sMovements BeforeandAfter1989",cap.6, en Einhorn, Cinderella
Goes toMarket:Citizenship, Genderand Women's Movements in East CentralEurope,Londres,1993."La
poca simpatía porel feminismo es casilo únicoenque hayunagrancontinuidad entreel comunismo y el capi-
talismo",señalaLynnTurgeon; Turgeon, "Afterword", en ValentineM. Moghadam (ed.),Democratic Reform
56 I andthePositionofWomen inTransitional Economies, Oxford, 1993,p. 357.

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moeranmásporosasde lo que la acendrada imagende las 'hermanas rivales'nosllevaría
a suponer. La historiografíatambién ha exageradola ruptura entrelas dos alas del movi-
miento de mujeres pormotivos políticos".105
El feminismo es unode los movimientos peorentendidos de los tiempos modernos, y
los historiadores
hancontribuido a esa faltade comprensión. El "legadomásduradero" del
rechazosocialistaal feminismo por"burgués" no fue,comoafirmara Sowerwine, "el de-
sarrollode unaorganización apartede las mujeresde la claseobreray unaconsecuente ex-
presiónde suspreocupaciones específicas".106 Resultamuydebatible que eso último haya
sucedido.Lo que es cierto,en miopinión, es que el legadode másalcanceparalas muje-
resfueel éxitosocialistaen difundir el desdénporel feminismo, sobrela base ideológica
de que serunafeminista practicante equivalíaa ser"burguesa". La asociaciónentresocia-
lismoy feminismo fue,comoafirmaKarenOffen, "unarelaciónletal[...] Desdeunapers-
pectivafeminista,el socialismoeuropeoorganizado -y en términos másgenerales, la iz-
quierdasocialdemócrata- tienemuchascosasde las que responder".107 GeoffEleyplantea
que "La pretensiónde los partidos socialistasde constituir
la vanguardia de la democracia
y de agruparbajo susbanderas todaslas causasprogresistas no se hizorealidaden lo rela-
tivoal género,que descuidaron".108 La posiciónsocialistaen lo relativo al feminismo les
obstaculizóa ambosmovimientos el logrode objetivos que los dosdeseaban.109
La historia
de las relaciones de la izquierdaeuropeacon las mujeresy el feminismo
es unaparteimportante de la historia política,
y requiereunareevaluación. Los historiado-
resde nuestros díaspodríancomenzarabriendocategorías previamente cerradasy reem-
plazandolos enfoquesorganizativos con marcosde análisistemáticos, centrados en las
Unapregunta
mujeres.110 reconceptualizada que empleeel génerocomocategoría de análi-

105
SylviaPaletschek y BiankaPietrow-Ennker, "Women'sEmancipation Movements in Europein the
LongNineteenth Century: Conclusions", en Paletschek y Pietrow-Ennker, Women 's Emancipation Movements,
pp. 301-333,la citaes de la p. 326. Véase también VirginiaSapiro,"A Woman'sStruggle fora Languageof
Enlightenment andVirtue:MaryWollstonecraft andEnlightenment 'Feminism'", en TjitskeAkkerman y Siep
Stuurman (eds.),Perspectives onFeminist PoliticalThought inEuropeanHistory fromtheMiddleAgesto the
Present, Londres,1998,pp. 122-123;y Ulla Jansz,"WomenorWorkers? The 1889LaborLaw andtheDebate
onProtective Legislation intheNetherlands", enWikander, Kessler-Harrisv Lewis,Protecting Women, d. 189
106Charles "SocialistWomen'sMovement", enBridenthal,
Sowerwine, Stuardy Wiesner, BecomingVisi-
ble.3aed..dd.383-384.
107Offen,
EuropeanFeminism, p. 11. OliveBankstambién considera que los efectosdel socialismosobre
el feminismo son"muyprofundos", y estimaque "el ocaso de la 'primera ola' feminista" en GranBretañase
debió,"enparteal menos,a su alianzaconel socialismo"; Banks,Becoming a Feminist, pp. 105y 160.Richard
Evansculpaa las divisiones enel senodelmovimiento de las mujeres alemanasde su incapacidad paraalcanzar
unconjunto de objetivosplanteados porlas feministas a iniciosdel sigloxx,y de perder "la mayorde todaslas
batallas-contralos nazis... casi sin disparar un tiro";Evans,"BourgeoisFeminists and WomenSocialists"
p. 356.
108
Eley,ForgingDemocracy, p. 113.Eleyapuntaque el feminismo "poneel principio de la democracia
en el mismocentrode la esferaprivada";véaseGeoffEley,"Nations, Publics,andPoliticalCultures: Placing
Habermas intheNineteenth Century", enNicholasB. Dirks,GeoffEleyy Sherry B. Ortner (eds.),Culture/
Po-
wer/History: A ReaderinContemporary Social Theory, Princeton(N.J.),1994,o. 3 18.
109Cf.la
opinionde RobertStuart de que "la polémicarelaciónentregéneroy clase,entrefeministas y so-
le dio formaal augey el desplomedel retoque le planteóel socialismoal capital:se tratadel mayor
cialistas,
dramaideológico de nuestraépoca";Stuart, "WhoresandAngels",p. 339.
110El desarrollo de unmarcode análisisdiferente, orientado hacialas mujeres, es unode los objetivosde

I.
unexcelente estudiorealizadoen fechareciente sobreel socialismoy el feminismo en Inglaterra;véaseJune
Hannamy KarenHunt,SocialistWomen: Britain,1880sto 1920s,Londres, 2002,esp.pp. 202-206.Paraotro
estudioreciente que muestra cuancomplejasy cambiantes segúnla situación eranlas relaciones, véaseAnnma-
rieHughes,"Fragmented Feminists? The Influence of Class and PoliticalIdentity in Relationsbetweenthe
GlasgowandWestof ScotlandSuffrage SocietyandtheIndependent LabourPartyin theWestof Scotland,
c. 1919-1932", Women's History Review,14/1(2005),pp.7-31.

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sis y redefinala políticade modoque incluyala políticasexual,identifique las muchasy
positivascontribuciones de las feministas
no socialistas
a la vidade las trabajadorasy exa-
minetemasrelegadoscomoel impactosobrela políticasocialistade las concepciones so-
brela maternidad y la cuestión aclararíay enriquecería
poblacional, la comprensión de la
relaciónhistórica entrelos movimientos socialistay feminista y su consecuencia paralos
movimientos democráticos y parala sociedad.Esa revisión tendría que reconocer la im-
portanciade la historiadelfeminismo parala historia
de la izquierda y parala historia
mo-
dernacomountodo,y aportaría nuevaslucesacercade cómoel pensamiento categórico
en términosde clasey los compromisos políticosafectaron tantoa su historiacomoa sus
historiadores.

Traducción
de EstherPérezPérez

58 I

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