Вы находитесь на странице: 1из 330

Como el resplandor

 

Festschrift a los
Dres. D. Gullón y H. Treiyer
Como el resplandor
 

Festschrift a los
Dres. D. Gullón y H. Treiyer

Víctor Armenteros
Raúl Quiroga
(editores)
Título original:
H. Treiyer
Editores: Víctor Armenteros y Raúl Quiroga
Dirección editorial: Edith Soriano de Castro, Secretaría de Ciencia y Técnica,
Universidad Adventista del Plata
Corrección editorial: Silvia Scholtus de Roscher
Diseño de tapa e interior: Sonia Ridino
Imagen de tapa: Víctor Armenteros
Es propiedad © Editorial Universidad Adventista del Plata (2012)

Como el resplandor del firmamento : Festschrift a los Dres. D. Gullón y H.


Treyer . - 1a ed. - Libertador San Martín : Universidad Adventista del Plata,
2014.
E-Book.
ISBN 978-987-1378-50-0
1. Biblia. 2. Escatología. 3. Apocalipsis.
CDD 230

Fecha de catalogación: 09/12/2014


ISBN 978-987-1378-50-0

EDITORIAL UNIVERSIDAD ADVENTISTA DEL PLATA


25 de Mayo 99, Libertador San Martín,
E3103XAC Entre Ríos, ARGENTINA
Teléfono: 54 343 4918000, Int. 1230
Fax: 54 343 4918001
E-mail: secinves@uap.edu.ar
Web site: www.uap.edu.ar

La Editorial Universidad Adventista del Plata es miembro


de la Red de Editoriales de Universidades Privadas.

La Editorial Universidad Adventista del Plata es miembro


de la Editorial Universitaria Iberoamericana.

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño), su manipulación
informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica, por fotocopia u otros medios, sin permiso previo
del editor.
Índice

Prólogo ......................................................................................................................ix
Semblanzas ................................................................................................................ xi
Propedéutica
1. Surgimiento y desarrollo de la escuela futurista de interpretación

  
  
    



evangélica del siglo XIX y XX ................................................................................ 3
2. A Brief Introduction to the Eschatology of the Reformation ..............................19
3. Miniature symbolization and the year-day principle of
prophetic interpretation ..........................................................................................61
 

 




 
   
 

 

 
............................................................79
 ! 
 ""  

#  "$
    
 

 ..............91
% !

 
............................................................................................105
Antiguo Testamento
& '
" *+ "      

/"
0"

..............................................................................................139
8. Daniel 10: Una interpretación teológica desde una perspectiva



..........................................................................................................147
9. El monte Sión en la perspectiva escatológica según los profetas
veterotestamentarios ..............................................................................................163
56 !

# 



"

  
a Daniel 12 .........................................................................................................171
Nuevo Testamento
11. La última seña de adviento: interpretación en Mateo 24:30 ...........................189
12. El nuevo hombre, Imagen de Dios-Col 3: 10 .................................................207
13. La sangre de Cristo y su proyección escatológica ..............................................217
14. El Apocalipsis de Juan: Una estructura de estudio basada
en el contenido ......................................................................................................227
vi ;   
  <


15. The “Recapitulative” Method in the Book of Revelation ...............................243


5% >  >

 ?  
  5@  5K ......................................247
17. Roman Catholicism in Prophecy ....................................................................261
Miscelánea
5O '   ! "  
<
 Q
   

perspectiva haggádica ............................................................................................287
19. Apocalipticismo: la actitud que no comprende el Apocalipsis ..........................301
En homenaje


Q
 > V# ;

y a Humberto Raúl Treiyer
por su labor académica y
su interés misiológico.
Prólogo

 
  

E ste libro homenaje resulta de dos conceptos: tiempo y talante. También de






  



 


 <
enseñaron (docere) con denuedo, marcaron vidas y generaron respeto entrando
en la memoria de nuestros mayores (magister). ¡Qué menos que dedicarles algo
de investigación (del vestigium que no sólo sigue pistas sino, además, huellas)
encarnada en tinta!
  
"#  # 
 
$ 
% &   

nunca, las cosas están sujetas a mudanzas; porque, como nunca, las coyunturas
    
% & #
 #
#
donde el movimiento importa más que la dirección o el sentido. Tiempos líqui-
 
'
* "+

Vivimos talantes múltiples y dispersos. La estética tiraniza las esencias hasta
someterlas a sus moldes pasajeros. Las ideologías se han atomizado en subjeti-
$ 

 
<  =

arco iris, terminan, al acoso de los nubarrones la globalidad, en gris marengo
(elegante pero gris). Pareciera como si el color de los exteriores hubiera descro-
matizado lo más íntimo.
>
 ? 
 
  
 @+  ?     >+ J#
Canedo y en Humberto Raúl Treiyer. Ellos supieron leer los tiempos y
descubrir en ellos la macrohistoria. Y, por ello, indagaron en los recovecos de
Daniel y del Apocalipsis de Juan. De tanto en tanto, surgían del interior de tales
laberintos con la victoria sobre alguna bestia (obviamente, simbólica) y el hilo
de Elena en la mano. Era cuando nos contaban sus periplos intelectuales y,


 *&  
?&


el mapamundi de Cronos y pudieron localizarse. También supieron leer los
talantes y descubrir en ellos la misión. Es ardua la tarea de bajar de la cátedra
 


$

O

con notable generosidad, en vaciarse para completar a otros. No hay duda, es la
semilla de Cristo en terreno bien abonado.
Hemos dejado que los cercanos nos ayuden a visualizar, en Semblanzas, su
 

O
+
??




$# 
 



 
  W-

  X
 @=
@Z+
se han abrazado para hablar de tiempo y talante; para acompañar y continuar
x ;   
  <


'&
X
  
 -
 
"W


[>
 =  +  
 
  $
  
  
  
obra?
Porque es de Daniel, origen de todo ejercicio apocalíptico.
>


  $ 
  + 
Porque es de una estética y hermenéutica anheladas, claridad en su máxima
expresión.
Porque todos podemos acceder a la condición de “entendidos que resplan-

*O
+
 
 

para estimularos.
Nosotros ponemos la letra, tú la disposición.

Dr. Víctor M. Armenteros


Semblanzas

David Pío Gullón Canedo


Cristina Kalbermatter de Gullón

C onocí a David Pío Gullón en el año 2002, cuando los avatares de la vida
me trajeron a Libertador San Martín. En ese entonces, ya era un pastor
jubilado, aunque continuaba activo desarrollando seminarios, charlas, sermo-
nes, tutorías de tesis y aportando sus conocimientos en distintos seminarios
teológicos de Sudamérica desde la docencia a nivel de grado y postgrado. Sus

&
 >&

una memoria prodigiosa de textos bíblicos y de la pluma inspirada de E.White.
El contexto de los pasajes seleccionados era siempre explicitado claramente y
de él extraía los principios guiadores y las aplicaciones prácticas a la vida del
creyente, pues estaba convencido que las Sagradas Escrituras debían ser el mo-

&" 
X +
 W 
En la primavera del año 2007, se acercó a mí y me expresó con ternura
“estar contigo es como pasar una mañana luminosa, la sensación clara de que
 +_#
+
 `

vidas. Hoy, a tres años de ese día, y a solicitud del Dr. Víctor Armenteros, tra-

=&

+ 
  _
  &


vida dedicada al servicio de Dios y de su iglesia.
El 3 de diciembre del año 1931, La Coruña, conocida por los gallegos
w
 
 &



*
&_


*$ >+


? 


{@
|<
tradiciones de la época, condicionaban al sacerdocio a uno de los hijos varo-
  # ?&
 
Dios, en su providencia, no hubiera intervenido en la historia de ese hogar tan
católico y practicante, que conoció el mensaje adventista, un mes antes de que

W 
{
 &+ 

que con el correr de los años sumaron diez hijos, con una tienda de comestibles
o ultramarinos.
W


#J

|X-
pañola (1936-39), tiempos de escasez y de temor, pues ser protestante era “ana-
X 
   &+

?
  
hogares, sin poder cantar, para no ser descubiertos. Escaseaba el acceso a libros
y guías de estudio de la Biblia, que eran copiados a mano por David, en muchas
 
 

 


$}&

=
xii ;   
  <


 +  
{&
<Z
_& 
 


?
+ #~|=

 -
ba David en sus cuadernos de tapa de hule negro, todo tema doctrinal que le
interesaba! ¡Con qué avidez y emoción escuchaban las historias del libro Patriar-
cas y Profetas (único ejemplar que generosamente dejó en su hogar el pastor),
leídas por su amante madre en los cultos matutinos! ¡Cómo memorizaban los
&+&=


&€& 
que ella inculcó en sus hijos la urgente necesidad de que se prepararan para ser
misioneros y dedicaran sus vidas a servir a Dios.
>
 ?
+
 
&@_


año del secundario, el director del colegio expulsó a David y a su hermano
Roberto acusándolos injustamente de realizar proselitismo religioso entre los
compañeros y gestionó una resolución del Ministerio Nacional de Educa-
ción que les coartaría la entrada a cualquier establecimiento de enseñanza del
país. Con el secundario incompleto y deseosos de continuar estudiando, sólo
pudieron inscribirse y rendir libre un curso de auxiliar de Medicina y Cirugía,
dependiente de la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela. Su avidez
intelectual los llevó a solicitar ser matriculados en el Instituto Adventista del
W |€
W 
 &
una institución protestante.
Proscriptos en España, decidieron buscar nuevos horizontes y se contacta-
ron en Argentina con su media hermana Antonia quien les gestionó un con-

  
&   *&
    J
*  & #  -
portes. Partieron así hacia Buenos Aires, Argentina, el 11 de septiembre de
1951. Cuando el Highland Monarch zarpaba de Vigo, sus corazones juveniles se
oprimían de dolor y nostalgia. Estaban dejando su cálido hogar paterno, para
&

 [= 

+ 

Después de casi un año de trabajo en Gránix, decidió colportar para obte-
ner su beca y concretar el sueño de estudiar en el Colegio Adventista del Plata,
lugar donde terminó la licenciatura en Teología. En marzo de 1956 contrajo
matrimonio con María Isabel Campos, con quien compartió cincuenta años de
su vida.
Corría el año 1960 cuando nace su única hija, Maribel, en Asunción del
Paraguay, donde se encontraba trabajando como obrero evangélico. Una mala
praxis en esa primera semana de vida, trajo como consecuencia una paráli-
sis cerebral que la sumió en la inmovilidad y la incomunicación durante sus
cortos diez años de vida. El dolor de esos años, maduró su comprensión de
la debilidad e impotencia humanas ante el pecado y le ayudó a comprender

 
 $# 
 |?ƒ
expresar- somos como espásticos, erramos continuamente al blanco con nues-
tras acciones diarias y necesitamos imperiosamente del perdón y amor de Dios




 $#
La iglesia de Morón lo recibió con los brazos abiertos a comienzos de
„…†‡+  
&

 ` 

Semblanzas xiii

la adversidad de compartir la atención de la grey con el cuidado de la niña



 =>
 

  
 
&


congregaciones: San Justo y Libertad. También trabajó en Lobos bautizando
varios creyentes que habían sido Testigos de Jehová. En noviembre de 1962
tuvo el gozo de ser ordenado como pastor, en el XIX congreso de la Asociación
Bonaerense, siendo posteriormente en 1965 trasladado a la iglesia de Mar del
Plata.
W  
 # 
‰&
-
#
+
 
 


 

`„…††


Teología sistemática, bíblica y pastoral del departamento de Teología del Cole-
gio Adventista del Plata, donde se desempeñó durante dieciséis años. Sus alum-




  &  -
mente a la investigación y el estudio responsable. Muchas veces solía decirles:
[%  

+   = 
  ? &  # $
mínimas en su carrera? Con las mentes y el área espiritual de las personas hay
mayor responsabilidad aún, se trata de transmitirles la verdad divina, que in-
"
*  
['

 &= ‚
Y es por ello que, preocupado por la práctica de los estudiantes de Teología,

_
`„…Š‡‹#X  >  ‹X>
asumiendo el compromiso personal de acompañar semanalmente a los estu-
  
&& 
&

#
 
  




 


X`„…†…& 
|@> 


‹ 
 
Andrews University, siendo llamado luego a desempeñarse como Director del
 
 %+  # „…Š‡ŽŠ…<
*
 
#*

   
-
 ?
   



$_ 

&



&
_
X

 &=
 `#

 
 X `>


<%|Z>@
‘
  „…’‡Ž’†“

%+
Lengua y Culturas Hispánicas en el colegio de Sagunto, España (1987-90).
X „…’”„„• 
  &
 
@-
#J
 J
W 
{|  |

EEUU), donde se estudió la posición del Dr. Desmond Ford con respecto a
 
  W 
 >
     
_
   
 
@
‘
 &  +  
€+
{#`„……‡@ 

`
? 

-
lizados por David Gullón, en distintas universidades adventistas de Sudamérica
 +?&?   


 

Teología, viajando a Ecuador, Perú, Brasil y España, entre otros, escribiendo


+ #&+&
 
 -
cionales, presentando investigaciones y ponencias en varios simposios, y en la
>

|
‰+&–
= „……’€*&
tarea como traductor del inglés al español.
xiv ;   
  <


—$ 
 
|
 #˜? 
„……’Ž‡”””
&#?+ 
= 
 
 
_##
  
@  
&
@
X 
 @ 
W
Z
 #W
ZOJ$
<&

W‹
+`
‡””•
 





-

&


#?? =
en los valores espirituales.
Si tuviera que sintetizar brevemente tres de sus grandes preocupaciones
 
+=  

*

#'
? 
$
 #
‹?


cosa sino charlas con ideas personales que no tienen en cuenta ni el texto ni el
contexto: son la opinión particular del que habla, sin exposición ni aplicación
>&
@    }$

lo que la Palabra no enseña. Hay sequía de la verdadera predicación, necesita-
mos revitalizarla. Los miembros no reciben la proteína espiritual y tal vez esta

_#

# 
    +
en las iglesias. Falta alimento sólido para la maduración y el crecimiento de
 

Z    
 
los bautismos no deben ser antropocéntricos. Cuando les escuchamos decir
‘porque elegiste a Jesús como tu Salvador personal’, o ‘porque decidiste seguir
a Jesús’, priorizamos al hombre y dejamos de lado lo más importante, ‘que
ninguno puede venir a Él si el Padre no le trajere por medio del Espíritu Santo’
–†›••Z & 
?

&
 





 ?
-
&
*[Z 
 
 
&
  -
_‚[W
&
$
*
‚&
aprender a vivir a la sombra y a la luz de la Segunda Venida, y ser conscientes

 


#&

 
del amor a Dios, conscientes que sin la intervención de su Espíritu ningún alma
sería añadida al reino de la gracia, con la seguridad que cuando llegue el tiempo
œ
*?
 
Actualmente, mi esposo y yo, estamos abocados a la compilación y trans-
cripción de muchos de sus escritos que, por la inmensa tarea desarrollada an-
teriormente, no pudieron ser ordenados para su publicación. Espero, desde
mi humilde lugar, poder contribuir a que éstos puedan llegar prontamente a
vuestras manos.
Semblanzas xv

  
Carlos A. Steger

Entre los recuerdos de mi niñez está la imagen del tío Tito, como lo llama-

` 
  ?*-
dose suavemente en su mecedora. No porque estuviera doblegado por el peso
de los años sino porque, aunque no tenía más que unos 30 años, esa mecedora



  
 

&
  
-
&
|` & 
# +
$

tan velozmente en la máquina de escribir portátil que apoyaba sobre una tabla
recostada en los apoyabrazos de dicha mecedora. Allí podía estar diez o más
horas por día, preparando esos apuntes que, años más tarde, llegué a admirar
por su claridad, minuciosidad y exhaustividad.
Z
  
&
`



 + + 
  
 


-
  

 #  
+  
@  —?+ = &
piano y tocaba, de oído, algún himno para niños con sus grandes manos y con
la misma soltura con que usaba su máquina de escribir.
Humberto Raúl Treiyer nació el 7 de diciembre de 1930 en lo que enton-
ces se llamaba Puiggari, hoy Libertador San Martín. Su padre, don Eduardo
Urbano Treiyer, tenía el único taxi que existía en aquel tiempo para llevar a los
pasajeros del coche motor desde el apeadero hasta el Sanatorio o el Colegio. Su
madre, doña María Bertha Blank solía tener prendida la cocina a leña en la que
preparaba ricas comidas típicas alemanas.
X& 




#  


desde la escuela primaria hasta sus estudios superiores de Teología en el Cole-
@  > > 

    W 

>
-

>
*  #


>

J
+>


| 
|>

' 

X„…„
#?
|
@‰@ 


del cual nacieron tres hijas: Graciela, Silvia y Nancy. Durante una década ejerció
la docencia en el Colegio Adventista del Plata y, simultáneamente, en el Insti-
 W 

>

>
* 
$$&
viajar semanalmente a aquella población en aquel entonces.
Z
  
@  W= +„…††
 #  
 
  
   X 
Unidos. Primeramente lo hizo en Andrews University, Berrien Springs,
‹?  
&#  ‹ 
     „…†…“    %?
Southern Baptist Theological Seminary, Louisville, Kentucky, donde obtuvo el
+  
 %? „…Š•
xvi ;   
  <



  `#

  -
cación superior. Los que tuvimos el privilegio de ser sus alumnos admiramos su
memoria privilegiada y la seguridad con que impartía sus amenas clases. Contri-
&#

  
|@  > ‘
-
sidad Adventista del Plata, la Universidad Adventista de Centroamérica (Costa
Rica), la Universidad Adventista de Colombia, y el Adventist International
    @W  € |

  `#
-
sos intensivos en instituciones de educación superior de Japón, Corea del Sur,
Hong Kong, Taiwán, Indonesia, Sri Lanka, Bangladesh, Tailandia, Brasil, Chile,
España y Zimbabwe. De esos viajes siempre escribía largas cartas (primero
  
&# 



#
 
detalles e historias sumamente interesantes e inspiradores. El Departamento de
X#@#J
$
# &
‡””‡Award of
Excellence en reconocimiento por sus 50 años de destacada trayectoria docente
en varios continentes.
Su erudición y elocuencia le granjearon numerosas invitaciones para dictar


  &  * 
Aun después de su jubilación continúa realizando extensas giras presentando
seminarios en diversas iglesias tanto en el país como en el extranjero. Sus dos


 ‹**&
` |
_  

“
  W
   -
tentes las tres en algo más de 50 presentaciones cada una, llegaron a ser bien
conocidas. Varios de sus libros se han utilizado como textos en distintas insti-
tuciones educativas, especialmente ! 
 W Y 
 (2 vols.) y Reli-
giones comparadas (3 vols.). Su obra más reciente es Enigmas descifrados: Descubra los
fascinantes misterios de Daniel 11 y 12, de la que se han realizado seis impresiones.
Al margen de la docencia, desempeñó tareas administrativas de variada du-

#  &
  
Teología (en la Universidad Adventista del Plata y la Universidad Adventista de
Centroamérica), Vicerrector Académico (en la Universidad Adventista del Pla-
ta), y Director del Centro de Investigación White (también en la Universidad
Adventista del Plata). En la Unión Austral, en Buenos Aires, tuvo a su cargo las
*
?
X +
 >
+
+
La dolorosísima pérdida de su hija Silvia, ocurrida en diciembre de 2010,

 

&#*

 
<?
 



W`
 



razones de lo que ocurría. Sus largos mensajes electrónicos lo atestiguaron
   >
  =   
 
$
#  $_  
promesas divinas.
Hace poco, consciente de que ya tiene 80 años, me dijo que se siente muy
 $ &
 # >&› >
?
caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera
con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del

 '?‡”›‡•
Propedéutica
1
Surgimiento y desarrollo de la escuela futurista

 
   

 

el premilenarismo y en la escatología
evangélica del siglo XIX y XX

Dr. David P. Gullón Canedo

E n general, la mayoría de los evangélicos conocen el sistema futurista dis-


pensacionalista que es el predominante entre las denominaciones evangé-
licas, no sólo en los Estados Unidos sino en otros países, pero no establecen la
importancia que tuvo el surgimiento del futurismo en las doctrinas escatológi-
cas dispensacionalistas acerca de Israel, del milenio y de la segunda venida. En
este artículo se estudia el surgimiento de esta escatología rival del historicismo,
que gradualmente llegó a ser predominante desde la segunda mitad del siglo
XIX.
El enfoque historicista a la profecía apocalíptica que fue aceptado por los
premilenaristas hasta la segunda mitad del siglo XIX,1 fue puesto en tela de jui-
$ 
?_
 
 

 # 
 
del Apocalipsis.2 Se puede decir que la interpretación futurista de las profecías
apocalípticas ha disfrutado de un reavivamiento de grandes proporciones en
el siglo XIX es aceptada ampliamente entre los evangélicos contemporáneos.3

1
 >
 ? 
 &
@  _#–€

(c. 1132-1202). = @ –? {   €
Ÿ J& Expositor’s Bible
Commentary„‡  J
{ ‹› 
„…’„„‡›•”…
2
Es difícil decir exactamente por qué se apagó la popularidad del historicismo, cuyas carac-

+ 
 › „ $# 
   “ ‡
 
 

 #+Ž`
 # 
+  
= “ ¢
aplicación continuo-histórica de varios símbolos apocalípticos y el ajuste de la profecía con
? 
 •? 
 
+ 
&|
 
Puede ser que el abuso en que cayó el premilenarismo histórico al establecer fechas de even-
tos contemporáneos y la diversidad de sus interpretaciones de las profecías fueron la causa
por la que el enfoque historicista se desacreditó. =<{ 
 ' 

€ 
  ' 
 >
 „’Š’Ž„…Š ‹@ %? %
    W?
„…Š¢”
3
= 
 @€–? { €
ŸXJ&The Expositor’s
Bible Commentary,„‡ J
{ ‹› 
„…’„„‡›•”…
• ;   
  <


Entonces, surge la pregunta, ¿por qué un método que consigna casi todo el
@   
+* `$_  
prestigio en los círculos evangélicos? La respuesta puede estar en el acerca-
 
   {+

= -
&@&
>
Ÿ <>

 


££
  

 
 
_
la mayor parte del futurismo contemporáneo como se verá en el transcurso de
esta investigación.
|
   


"#&-
cuela historicista de interpretación a la futurista y, desde la segunda mitad del
siglo XIX, básicamente ha desaparecido el sistema histórico de interpretación1
en el campo evangélico de la interpretación profética apocalíptica,2 y es el sis-
tema que predomina hoy.
¤@

&# &
$? 
W}=
-
 }&   J
‹
 
 

=-
todo histórico de interpretación, dando paso al futurismo dispensacional y al
preterismo. Sin embargo, declara que hay que reconocer que el historicismo

#‹
3@$
= ? 
 ?&+-
 
    
 *
 
#
O
=
 =
?4
No hay duda que el historicismo fue el método de interpretación profética
#=&
 *

$£
hasta mediados del siglo XIX.5 Sin embargo, como el futurismo desempeña un
papel preponderante en los estudios escatológicos actuales, se va a considerar
su surgimiento y su impacto sobre el premilenarismo.

1
 X 
   
   *  
      › „   
# 
  
  
  $    
“ ‡  

&#“ ¢     
@  •Ž„… 
+ ` |
 “ •
#
 
  
       |
  
 

   
    &

su reino milenario sobre la tierra. Por supuesto, hay variaciones de este punto de vista,
pero básicamente todos los futuristas concuerdan con esto. Véase, por ejemplo, George E.
< ' 
>
The Meaning of the Millennium: Four Views, {&

J|„ŠŽ•” 
J
<› 

 >
„…ŠŠ„Š
2
G. E. Ladd, un futurista, admite que el punto de vista historicista fue ampliamente sostenido
durante mucho tiempo en Commentary on the Revelation of John J
 { › X

„…Š‡„„
3
¤@
 %?X ' 
‹
 '
  %>
 ? ?
Z%   %?
 ‘ ‘
 W„……”„‡„Š„
•
Ibíd.,„…>
 
= ? #
 

 # &= 
-

 # Ž? #
>
? +‹
=
 * ‡¢Ž•’ @
   ' #   { –+  €
 ‹ 
O  %? O   
     
  @ |
Ÿ
„’„”Ž„’‡

@
 %?X ' 
‡’
Propedéutica 

El desarrollo del futurismo


Se ha sostenido que el futurismo fue la posición original de la iglesia pri-
mitiva y que, por lo tanto, es una vuelta al enfoque sostenido en los primeros
siglos del cristianismo.1 Sin embargo, la investigación demuestra que los Padres
de la iglesia no fueron futuristas en el sentido moderno de este término. Los



  &?&+
$
? 

?&+ 
  $

inminente.2
<
  &_ #& 
-
ción y los cristianos miraban hacia el futuro, a la segunda venida gloriosa de
|
 &

W $



sentido, los Padres de la iglesia primitiva tenían puntos de vista futuristas por-
que para ellos todo estaba en el futuro.3
Cuatro coyunturas principales dominan la perspectiva escatológica de la

 › „ 
+“ ‡


#“ ¢ •$-



#$
 
4 La iglesia primitiva era premilenaria y

& 
 &  &
 

 _ 
= $ &
-
& 5%+

+
+ 

X
 >

 _ 
#
anticristo por un breve período, como algo que estaba en el futuro, y al mismo
tiempo creían que estaban en el período de la tribulación. Para ellos, todo era
futuro y, por lo tanto, no pueden ser citados por el sistema futurista moderno
 
+
+} * 
$


 ‹

  
  
 
sus creencias escatológicas, el futurismo actual no es sinónimo con las formas

1
= {&
 W?Ÿ Until: The Coming of the Messiah and His Kingdom W
$ <›
˜ >&?
„…’‡¢’†Ž¢’Š“J
X<The Blessed Hope J
{ ‹›
X
„…†¢Š“J{‰Ž‹

 %?{ The New Bible Commentary


Revised <
›  
Ž
  >
 „…Š” „‡Š…“ {&
 ' J
 The Church and the
Tribulation J
{ ‹› 
„…Š†„’•Ž„’
2
= 
   %? O €
 Christian Theology: An Eschatological Approach, 2 to-
 O?%O›%?O>&?
„…’Ž’…„›„”„„”‡@
 
hermenéutica de Daniel en los primeros siglos del cristianismo puede considerarse como la
precursora del historicismo posterior (The End of Historicism¢”Ž•‡
3
 –‹>
@  # &=
+

&  -


=
&# 
& 
 
 
&# %?| 

?>
& > The Rapture: Pre-, Mid-, or Posttribulational? ed. {?
{
{ 
  J
{ ‹›@‰Ÿ 
„…’•‡„”
•
– O  ¤ Early Christian Doctrines •¥  <
› @  |?
 ‰Ÿ „…†’
•†‡= 
 La Didaché XVI, en Los Padres Apostólicos,{_‰
‹
›‰& @ 
|
 „…”…‡Ž…•&+., Carta de Bernab鏣£ ŠŠ†
’”… |
 *+  

*|
 *W`

# ’”…

˜{¤&The Rapture: A Question of Timing J
{ ‹›‰Ÿ
‰Ÿ'
„…’‡…
† ;   
  <



  
1>
 
 ' # { „†”Ž‡¢¢
quien produjo el tratado más extenso de escatología bíblica que se encuentre

>
 +$
+ 
`””

era.2 Siguieron el enfoque historicista como el método correcto de interpre-
tación de las profecías de Daniel y Apocalipsis.3 Para ellos todo era futuro, y,
en consecuencia, no pueden citarse con imparcialidad por el sistema futurista
moderno que sostiene que la mayoría de las profecías aun están en el futuro, al
$

 4

La contrarreforma católica y el futurismo


La escuela futurista moderna de interpretación profética surgió en el tiempo
{

  #
  
?

 

 #
    
 ‰&5 relegándola al pasado o
proyectándola al futuro.6

1
Ver Kimball, The Rapture‡…W 
&|
 &
 
+
de tiempo, era natural que el reino del anticristo estuviera restringido sólo a unos pocos años.
= 
  '  ¦%
 The Ante-Nicene Fathers@
{&

–„” J
{ ‹›˜‰X
„…›‡”•Ž‡„…“

@
'
‡Ž¢ The Ante-Nicene Fathers„›¢Ž†Š
2
 ' #  #     |
    ` ”¢   
#  &
 
+  
  ”” ` 
 

     Véase, David G.
&
 '     {  ? X?  X   ? X
 |?
?
en Westminster Theological Journal • „…’¢› ¢‡¢Ž¢‡…“ {
 % ‰Ÿ ?   ?
   ?‹?¦|X' >?
  X
|?
 
|   Revue of Qumrán„„” „…Š…Ž’„›¢…Ž•„
3
Su futurismo fue debido simplemente al hecho de que en sus días se había cumplido poco del
@  X
 

? #
 
' # {
ambos usaron el método histórico en su interpretación del anticristo venidero. – ‰

Payne, The Imminent Appearing of Christ J
{ ‹X
„…†‡¢”>

perspectiva futurista de la iglesia primitiva no puede ser igualada con el futurismo moderno.
Por supuesto, los elementos esenciales del historicismo no se encuentran en la exposición

 
  + O?&+
_#
+

pequeño papal, ni el fuerte énfasis en la cronología, algo típico de la exegesis del método
continuo-histórico y que se desarrolló más tarde. Véase Arasola, The End of Historicism, 32.
•
E. Grattan Guinness, The Approaching End of the Age, Viewed in the Light of History, Prophecy,
and Science‡”§ <›'
W ? „’Š……Ž…’J? 
 
concuerda con los futuristas cuando dicen que su enfoque es el original de los cristianos

 
 
_ 

 <{



@  
 #
= 
&


 
 #


‰&
el papado era el anticristo, la bestia de Apocalipsis 13. Esa era la interpretación corriente en
ese tiempo.
†
 X #  `<@*_
 „•Ž„†„¢

#+
 
 
+
 
 X # €
{&
 „¢ŠŽ„…„
 -

W
_ 

 #
   
`&  
 
 =@–? { •”’Ž•”…
Propedéutica Š

X
 
€
{&
1 aun cuando la semilla

@ +'  ¢•Ž•¢”@ +
&#
-

  
 _*
 =

  

2W}@ +
anticristo perseguiría a la iglesia durante tres años y medio en la persecución
$$  3
{&
 #  
&
 
 
&

@  
# #  
  
   }     
#
  ? 
 
4 

 # $#
protestante del papado con el anticristo,5 proyectando el anticristo al futuro y

* 

 

+$
 
W & 
 
   $‰&

{&&
  {

futura.6< #{&
    
 
 

del futurismo católico romano con respecto al anticristo.7 Con respecto al
futurismo debo hacer notar que todos los eruditos conocidos por el autor
`{&

  

 #
= 8
{&

# 
   
 >
?-
toricismo. De acuerdo con su punto de vista, los primeros capítulos de Apoca-
 ?&
Š
$
{ 

1
 {&
 #
W _#W
X
 

 +&+&„Š†? 
„…„

W
X
-

WX
&#
 
&
&
@ O%-
tamento, mostrando una amplia erudición patrística. =%%%? {&
€

New Catholic Encyclopedia–‹„ O—
Ÿ›‹J
Ž'‰Ÿ
| „…†Š„‡›•†Š
2
 = 
 @ +' La Ciudad de Dios„†‡•“„’‡¢“‡”„¢„…‡¢¢”“
‡„›‡†
3
Véase La ciudad de Dios‡”„¢O @ +?&
} 
persecución a las manos del anticristo y tres veces dice que dura tres años y medio.
•
'
 ‰
 W  The Apocalyse of St. John. The Greek Text with Introduction, Notes and
 <
›‹„…”†

Véase Ladd, The Blessed Hope¢ŠW 
  {
& 
-
  

 
#&
@  `{&

 _

 
   $W = 
 

 #     


#



 W 
The Apocalypse, ccxxiii, ccxxxiv).
†
 {&

 

 # 
+  @         ?    
no se había cumplido aun ninguna profecía sobre el anticristo. = X ‰ X  Horae
Apocalipticae; or a Commentary on the Apocalypse, Critical and Historical•”{
<
›W–Ÿ'„’†‡•›•’„Ž•’¢“@–? { •”’
Š
= + 
 X @ 
 ‹  @      ?      {
| ?€ 
 {   ?< '
 ‹@%?W ?Ž@  
%?W
˜? |„…’„’Ž‡‡
’
= ˜ | ˜
? %? @ ?
   ? X
 |?
? Concordia Theological
Quarterly•… „…’›„¢Ž„•Š“&%‰Ÿ ?The Apocalypse of St. John Studies in Introduction
with a Critical and Exegetical Commentary

# J
{ ‹›‰Ÿ
„…†Š¨„…„…ª
331.
’ ;   
  <



 +–

 
&

$

3 años y medio del reino del anticristo futuro que aparecería justo antes de la
segunda venida.1
X =   
   {&
    
  + 


  #  #Ž
    
 {&

‰
 „•‡Ž„†‡„|
@<  „¢ŠŽ„†¢Š%?‹
„††Ž„†‡’‰ „••Ž„……2
El futurismo, con su idea de un anticristo personal individual y futuro, se
opuso a la escuela de interpretación de los reformadores y llegó a ser la posi-
ción católica predominante.3

Antecedentes históricos a la incursión del futurismo


Como el futurismo echó raíces en el protestantismo hace casi dos siglos,
se necesita primero tener un panorama de este desarrollo antes del siglo XIX,
&
<_#
  X
 <-
tinoamérica.4
X_ 

 

-
nante de interpretación de las profecías apocalípticas de Daniel y Apocalipsis
desempeña un papel importante en las posturas escatológicas actuales.5 Sin em-
&
?? 
  

 #
}  
al premilenarismo como al amilenarismo, ya que el futurismo católico romano

1
=X
‰X Horae Apocalipticae or, A Commentary on the Apocalypse, Critical and
Historical¢ <›W‰
W„’•Š•›•’„Ž•’¢
2
 {&
‰
$
#
+&
 
 >&–
 &  =–€
Ÿ {&
‰
New Catholic Encyclopedia‡›‡”Ž
‡‡‹ # `
 De Anti Christo libri XI,
&{„†”•$ 
# 
 
 +`

W`
=<€'
 ‹%*New Catholic
Encyclopedia…›„‡‡  
=<  ?= -

‰&
3
=@
˜Ÿ?
Die Offenbarung des Johannes {&
›
€

?>  
„……’’Ž’…< 
 
  
* 
&
 

#  #     =  ? #
   

 #   {


(Kimball, The Rapture, 30).
•
 >
 <_&
='
 Defensores latinoamerica-
nos de una gran esperanza €
‰@
›@|XW„…•’Ž…“„”’Ž„„•>
-
# &
<_
 @
?

Une célébrité oubliée. Le P. Manuel de Lacunza y Díaz (1731-1801) ede la Société de Jésus auteur de “La
Venue du Messie en gloire et majesté”,O#
 |ŽW«›


€„…†’

El dispensacionalismo, una doctrina que ha llegado a estar profundamente arraigada en
muchas iglesias evangélicas, sigue la interpretación futurista extrema de Daniel y Apocalipsis.
Ver George E. Ladd, A Theology of the New Testament J
{ ‹›X
„…Š•
†‡‡Ž†‡•“ ‹
 – X
Ÿ Christian Theology J
 {  ‹› ‰Ÿ
 ‰Ÿ '
 ?
 „……”„„•„„†‡Ž„„†
Propedéutica …

en cuanto a la aparición de un futuro anticristo aun no había causado su im-


pacto sobre la interpretación profética protestante, y casi todos los expositores
protestantes de las profecías de los libros de Daniel y Apocalipsis en la era de
{
>

 
+? #
 

 -
ción, conocida como la escuela protestante de interpretación.1 Además, ya se
ha demostrado que el futurismo no fue la interpretación original que sostuvo la

 X‹{


El futurismo y los albores del siglo XIX


X  
 £_££
por el posmilenarismo de Daniel Whitby, lo que contribuyó a aminorar el sen-
tido de expectación de la venida del Señor.2>
_££
{#€
_#„Š’… # 
=

el estudio de las profecías.
Las expectativas proféticas de los primeros años del siglo XIX en Europa
_
  
 #`
{-
#€
   "  

que estudiaban las profecías.3 >&    "
  * 



_

  
-

 ‹?
 &+&


&$ _

 &
cerca.4

El futurismo en el siglo XIX


El reavivamiento profético de la primera mitad del siglo XIX en Inglaterra
  
# 
 #
$
 -
tantismo. Es verdad que la mayoría de sus defensores fueron historicistas, pero
 $
 
 
-
cipantes en el despertar profético que adoptó la posición futurista defendida

{&
X
?_
? 
  

 #

1

{&
'J
The Church and the Tribulation J
{ ‹› 
„…Š†
„’•„’“¤&The Rapture, 30-32.
2
 X  
 #} 

£˜? &
„†¢’Ž„Š‡† &
#  #     ? 
 
      
    
"
#  
Ver Daniel Whitby, A Treatise on the True Millennium, in Paraphrase and Commentary on the New
Testament,‡  X&
›<Ÿ „’”Š‡›†Š…ŽŠ”“X
 XW |?›
%?‘
  |?>
„…Š”
3
< { X €
 The Prophetic Faith of Our Fathers ˜?  |› { 
'
„…•†Ž„…•¢›…Ž„‡“WThe Roots of Fundamentalism„Š
•
&+„Ž•„“{J| %?O|?
 {? @
 ?¤ J
Christian Scholar Review„‡ „…’¢›’
10 ;   
  <


favor del premilenarismo futurista fue uno de los rasgos más sobresalientes que

 
_
  
+|
 
#=&

<_
 
#+   &   
  

 
 
       ?&+ &
 
_ 
 
+@  1

Manuel de Lacunza y Díaz


En el siglo XIX, el futurismo se introdujo en el premilenarismo mediante

 ‹<_
 
   W{
‹ ˜‰
?–'%

2
%
 
 `
 
 
 

#
 

   › 
{&
&
@  “
 &
  <_
  =   ‹   #Ž
 
Z
 „’¢¢Ž„’• &= Tractarian Movement.3
< &
  
  &+& ?    ‹  <_  +_
„Š¢„Ž„’”„4&#
&‰ŽX_

#
"-
cia sobre el incipiente futurismo del protestantismo de los albores del siglo
XIX.5< 

 #<__ 
? 
-
mo.6X*
+
#+<_

1
€
 The Prophetic Faith of Our Fathers ¢›¢”  > J# @     
  >
›@@X   ?X?  –?
€˜
 >?
 @
‘
 „……‡’•Ž’†
2
=|?
''˜
? Daniel and His Prophecies <
›˜¬O
 „…”†
xiv, xv. Ernest E. Sandeen, The Origin of Fundamentalism: Towards a Historical Interpretation
>? ?›€

>
„…†’¢’W  
%
 |


_
 




*?*&
 
&+
3
 X
 
  
‹ ‹ Z




@@_#? 

?_?-
#
 

 #*
   +

_



# #Ž
=€
The Prophetic Faith of Our Fathers,
¢›††¢Ž††
•
 <_#W |?
# X
&#&
&#-
mo publicándose después de su muerte, La venida del Mesías en gloria y magestad. Observaciones de
|

 /!$
} "  
 


 ; #<¢ <
›{@Ÿ

W
„’‡†<

# &

X `„’„‡€

 =
=<
#
 
X

The Coming of
Messiah in Glory and Majesty. By Juan Josaphat Ben-Ezra, a Converted Jew‡ <
›<‰
WW„’‡Š

=W¢ŠŽ¢’–?'O'
X‹ 
 

 #
 
    
  @& 

   $     #  
  


=‰'Z
Prophets and Millennialists: The Uses of Biblical Prophecy in England
from the 1790s to the 1840s O “@Ÿ‘
 >
„…Š’„••Ž„•…
†
Véase Sandeen, The Origins of Fundamentalism¢ŠŽ¢’<" 
 #
&
  
    
  <_


#  
= @  $
 ¤&
Propedéutica 11

 #
_#  +
con la exegesis de la escuela historicista.1
Adoptó una postura futurista con respecto al Apocalipsis y sostuvo que el
@    •
+ &-
plirse y declaró que el anticristo es un cuerpo moral compuesto de una cantidad

& 
}?&
2
>

 
$
# 
# 
   
 * }    
         |
  < 

-
&#
  
  

*

*„‡†”+
literales.3 €  
   

  |
    
forma contribuyó al reavivamiento del milenarismo británico4 y al desarrollo
del futurismo en el protestantismo.5<&
<_ 


= &@&
>
Ÿ<
6

Samuel Roffey Maitland


W{‹  „Š…‡Ž„’††&& 

_& | 
-
&



     
„’‡†

futurismo en el protestantismo y, por lo tanto, repudió el historicismo.7 Atacó
  #
         
 `  ‰& 
# + * 
 {&
8

The Rapture, 32). Esta nueva posición entre los protestantes descartó la idea de un anticristo
? #
 

  

 ? |
 =– ?%-
ner, Daniel and Revelation: The Chart of Prophecy and Our Place in It. A Study of the Historical and
Futurist Interpretation <
›'
W ? „’…’„Š
1
>
 *? &
"<_ &
 
=
>J# %'
—

<_›%?   'X? 
%?? >
 ? W ‹
€ 
Journal of the Adventist Theological
Society …§„Ž‡ „……’
2
 <_La venida del Mesías„›„…†Ž„…Š
3
Ibíd., ‡›‡…•Ž‡…¢•¢•”‡ <„‡†”+•‡¢`  
 
 

*

&# 
  ‡›¢•¢
•
 =<_La venida del Mesías,„›„”’Ž„‡•“W„ŠŽ‡¢

 
    &  
    
  <_  _   #
ayudó a establecer el fundamento del futurismo protestante por medio de su traducción de
<_Véase Sandeen, The Origins of Fundamentalism„ŠŽ‡‡
†
= –   Dispensationalism: A Reformed inquiry into Its Leading Figures and Features
>? ?›>
& 
{
>&?| „…Š’¢
Š
 < #
 `
 

‹ 
 -
sables de la introducción del futurismo en el protestantismo. =–‰>The Imminent
Appearing of Christ¢”„¢“WThe Origins of Fundamentalism¢Š
’
Elliott, Horae Apocalipticae•›•
12 ;   
  <


En su obra, An Enquiry,1 desafía el punto de vista generalmente aceptado


„‡†”+@  `X " 
ataque para desacreditar a los historicistas y al principio día-año. Como el
primer protestante que aceptó la postura futurista católico romana,2 se opuso a
 $#   
 3 aseverando que la profecía de
Š›‡
$

&# 

` 

aun están en el futuro.4‹ ?&++&
<_5 y cuyo
enfoque futurista del Apocalipsis tuvo un gran impacto en el premilenarismo,
&#

*

#
    

?
  ?# 
? 
 6

William Burgh
X 
_‹ 
 
˜
‰
? „’””Ž„’††  

=
&#


  -
*   
} 

 # 
 7

James Henthorn Todd


– ' ?
 % „’”Ž„’†…   
  
=

 
hebreo en la universidad de Dublín que había llegado a ser un futurista. Atacó
  
{

? #

 ‹ 8 %  #   ? 
 
?_# 
  

1
W{‹ An Enquiry into the Grounds of Which the Prophetic Period of Daniel and St.
John Has Been Supposed to Consist of 1260 years <›' ?
¬W„’‡†|
+
 $#   
 
#+ {

X
&#”&

 
An Attempt to Elucidate the Prophecies Concerning
Antichrist: With Remarks on Some Works of J. H. Frere. Esq.,‡”§ <
›€
¬–?
{ „’¢
2
Sandeen, The Origins of Fundamentalism ¢Š“ J ‡’ J 
&  &
 
‹ 
 
3
‹ An Enquiry„“–‰>¢”¢Š‹  &#
 &

para combatir la idea de que el papado es el anticristo.
•
 ‹ An EnquiryŠ‡@$ 
  

el papa como tal no es el anticristo (Ibid.,„

 =‹ An Attempt•Ž’‹ +&
<_ 

=
 
‡Š
 

X
 

‹ 
 
  ibíd.,…‹  _


   
?
&
<_  
‰
?%
†
Sandeen, %?Z
 € ¢Š“X '
@  •›
Š
˜‰
?Lectures on the Second Advent of Our Lord Jesus Christ and Connected Events: With

     '   '< > ‡„§  &›˜|

–

| „’¢
’
X&

 ?>
 ?{  @ ?
  ?˜
  
W >“>
?&
 ?‘
  &  ?< 
„’¢’ &›
‘
 >
“<
›–J{{ „’•” %•”
Propedéutica 13

interpretación día-año,1       


   

+   $  
historia y perseguiría a los santos por 3 años y medio.2

Las conferencias de Albury Park


Aunque el enfoque general de las profecías de Daniel y Apocalipsis en estas
conferencias proféticas que provocaron el reavivamiento milenarista británico
fue historicista,3 
 
  
<_
 ‹ 4 '
 
 
 #      ‰ŽX_

W‹ 

&
 
@  
 * 
 
 
+ 
„‡†”+$
debían ser pasadas por alto. Declara que esas ideas no se oponían al principio
+Ž` + 



 {_#+›
>
 
+@ %   


cumplimiento incipiente, y un cumplimiento más perfecto después, así también
   &    

+  O %    ?&

tenido una aplicación parcial durante todo el tiempo de la dispensación de los
gentiles, y tendrá un cumplimiento más pleno y literal en los días que acompa-
ñan la venida de nuestro Señor.5
De esa manera, Drummond piensa que ha reconciliado los dos enfoques
por una especie de cumplimiento histórico dual de los períodos de tiempo

= @„‡†”+ 
# 
 
 -
 &› #
= 
    #
cristiana,6 y un cumplimiento más pleno y literal en los días anteriores a la

$
#=
 
  + 
 
}?
 „¢„„„†Š‡¢”Ž‡¢¢>

 #&
%
=‹

Z¦WOf the Apostacy Predicted by St. Paul &›˜|

–
¬
| “<
›‰
¬|„’•‡% &= 
_&

<_ %Discourses†‡†’ŽŠ”Š†¢’„
1
 &+„”„•¢„†’‡„„
2
 % Discourses‡„„‡¢„Ž‡¢¢‡¢’X  
 
+ 


     #  #Ž
 < #  # ? 
* 
 
 
* 
 J–
‹
{
+_ @ ?
 The New Catholic Encyclopedia|=‰>„¨O
—
Ÿ›‹J
Ž'„…†Šª„›„†’
3
'

Dialogues on Prophecy,¢ <
“O& „’‡’Ž„’‡…„›„ŠŠ“¢›Ž
•‡„@

_
„’‡†? „’¢” 
 
 -
resentación de evangélicos. Véase Sandeen, The Origins of Fundamentalism„’Ž‡”%&=
 #

 
<_
•
 <$
„’‡Š &
<_ #


 
  
@&
>
Ÿ Ladd, The Blessed Hope,
¢†

Drummond, Dialogues on Prophecy„›¢ŠŠ
†
&+„›„ŠŠ¢‡‡¢‡•¢¢†“‡›„Š“¢›
„• ;   
  <


venida del Señor.1X


 
?&

  
 ›  “2 el
protestantismo que repudió la verdad de Dios,3 y el anticristo futuro, propuesto

{&
<_‹ 4
X  #& 
 
 $
#
— 
-
 

_##
 
   &„‡†”+
| 
 
|
 

„‡†”+
en los cuales cumplió en su propia persona todas las cosas que llevó a cabo la

  
 
 
*

en su propia persona, en el momento de su segundo advenimiento, todas las
?&  _5
X„’‡…
 &#  ?&

X  
› „ 
# #
 
  
“ ‡
 
#+
 


 +“ ¢
+
  
&

 “ •
+ =“ 
 ‹+ 


+  _   †

+„‡†”`_#
–  
#
{#€
 _&
6

Las conferencias Powerscourt


El renovado interés en la investigación de las profecías, también dio origen

 
#<%?>



de Dublín.7 En estas conferencias anuales para el estudio de la profecía que

@&
>
Ÿ
„’¢„„’¢¢+Powerscourt
Conferences, el futurismo recibió un impulso adicional. Irving asistió a esas reu-
+–?O
&
 #
   8 Los temas es-
taban relacionados con la eclesiología y la escatología, y uno de sus rasgos más
salientes fue el ataque de los futuristas sobre el principio día-año.9

1
Drummond, Dialogues on Prophecy,„›¢Š†Ž¢ŠŠ
2
 &+„›‡††¢‡‡Ž¢‡“¢›•‡„ X
 
 `-
  
3
 &+‡›¢…Ž¢†” —+    

#
&
-
monias y tradiciones, así también el protestantismo como sistema repudió la verdad de Dios


_ 
&




•
&+„›¢ŠŠ

Ibíd.
†
Drummond, Dialogues on Prophecy¢
 &=„›”„ŠŠ“‡›„…“¢›•‡„
Š
Kimball, The Rapture¢•
’
 W} W ¢  
 „   ‡”   
   
  „’¢„
(Sandeen, The Origins of Fundamentalism¢•Ž¢’
…
Sandeen, The Origins of Fundamentalism,¢Š
Propedéutica „

–?O
& 

  
 
X
futurismo había triunfado y gradualmente llegó a ser más predominante duran-
= €  #?#
 -

 &
 *  X ‘1
—£ # #Ž
?&+??
 
     

    
{&

‹* 
££ 
"<_‹ 
 

#
   _
 

-

? #

&'
> ? 

futurismo.2
Darby al principio adoptó el premilenarismo histórico y apoyó el principio
día-año para interpretar los períodos de tiempo en la profecía apocalíptica.3 Sin
embargo, más tarde en su cambio al futurismo, declaró que las profecías de
@  
&+ } +  

alto la dispensación cristiana, y sus ideas futuristas saturaron el premilenarismo
inglés y norteamericano del siglo XIX.4

El impacto del futurismo sobre el premilenarismo


A mediados del siglo XIX llegó a ser evidente que estaba ocurriendo un
cambio apreciable en el premilenarismo. La popularidad del futurismo que
 #_" ? 
?_
-

 


   
 }
personal, su enfoque del Apocalipsis, y el arrebatamiento de la iglesia. Como
resultado, los premilenaristas se dividieron en pretribulacionistas, postribula-
cionistas, e historicistas.

Conclusiones
„X
*  
 
#?
_  #
+|



 #&
€
{&

como se ha mencionado, el futurismo no fue la posición original de los Padres

1
Véase Sandeen, The Origins of Fundamentalism†”W` =„’•• 
#? 
 _# 

 #  ?&+ 
 



#
 

2
 &+¢Š¢’
3
 ' „’‡ 


? 
 X„’¢”
&
&#
+
para la revista The Christian Herald Z­¦W­—
¦>
 ? <
(The Collected Writings of J. N. Darby¢•¨<
›J‹

?„’†ŠŽ„…”„ª‡Prophetic
No. 1•’Ž†•$
      „‡†”
+`&
  
   &+ŠŽ…>
* 
&#
esa opinión.
•
Para un estudio más detallado del futurismo y de la obra de Darby, véase Kimball, The
Rapture¢’Ž”
„† ;   
  <


de la iglesia primitiva que creían que estaban en el período de la tribulación y


usaron el historicismo para exponer las profecías de Daniel y Apocalipsis.
‡X? 
 }  +
   ? 
££
 _
  
 
 
#
estado latente por más de dos siglos y medio y que preparó el camino para el
&$  

 #
= 
   ££
W 
&
 {&

+& 

 #
profética protestante en el siglo XIX.
3. Un nexo fundamental en la introducción del futurismo fue la obra in-

<_
‹+"# 



= _££  &




{&
 
#

 

•X
 & 


 

   „’‡†
‹ 
&#
 " &
&

+&-
liendo el distintivo histórico de los días proféticos computados como años,

_
 

 = _# 

los protestantes, el futurismo fue la fuente de la cual surgieron las opiniones
premilenarias que estuvieron en boga desde el siglo XX.
<

= @&
>
Ÿ
&
>

 `
 &=  
 
  &

" 
&`
 &=
?
 & 
‹
 
|
 
#


del futurismo que unos 20 años después del gran chasco (de los adventistas
„’••
#  

 #
= * 
entre los evangélicos.
†@   

 &= -
cionalismo es el que casi domina la interpretación escatológica de los aconte-
 $  
  

# + 


Z
 ‹
Š< 

 # 
 @  „¢ } +-
„‡W *

$  



&-
lación. Ve, en la primera bestia de Apocalipsis 13, a un anticristo individual, un
líder político mundial que será muerto a los tres años y medio. Dicho anticristo

 
*?
* 
 
  
&#$ 
-
guirá al estado de Israel, mientras que la segunda bestia es su líder religioso que
incitará a los hombres a adorarle.
Esta interpretación pasa totalmente por alto la era cristiana, la comprensión
|
 
+ ‹ ‡•“‹„¢“<‡„
 
 
 
 
X  _`_ -
rista que más arraigo tiene en la escatología evangélica contemporánea que ve
en el Estado de Israel y en Palestina el centro de la contienda de Armagedón.
>
  } 

locus teológico de los
}   #
Propedéutica „Š

€_  #$


= 

  
-
terpretar las profecías escatológicas no es el futurismo, sino el historicismo, o
el método continuo-histórico, el método usado por Cristo, por la iglesia pri-
  
{
 

   
? 
siglo XIX. Es el que hace justicia a las profecías escatológicas de Daniel y
@  $

+ 
   



 ?  #$›

|
 %_
#
XJ˜? 
&#›
X
#¨@  ª 

 # 
iglesia durante la dispensación cristiana... En el Apocalipsis están reveladas las
cosas profundas de Dios... Sus verdades se dirigen tanto a los que viven en los
} +? 
  

++
– @    
   
+ 
  

 * ?
“ 
$
-
" 
 
 &>
+ 


triunfos y alegrías de los redimidos en la tierra nueva.1

1
Elena G. de White, Los hechos de los apóstoles ‹ |@›>& 

-
„…Š•††Ž•†Š
2
A Brief Introduction to the Eschatology
of the Reformation

'&
{%


Introduction

% ? 
 ? 
  ? ?&
 
? 
 
 ?„Š”
1 but its object of study really began many
 
&
 ? ? 
  ?&&
 
@ ? 
 
?  ?
     
 

 ? $  ?@
  ?
   
 ?

  ?  $ ?  ?


 
 
the end of the age, the second advent of Christ, judgment and the future
  2
% ??  › ?



it means the doctrine of the end of history and the beginning of the time
   
    ? &

   

    
 ? ?

  ? 
&  ?? ?  ?
 
 

     ? ? 

?

Ÿ ? 
3
%?  
 ?
   ? › „%?W
| |?
  ‡ ?


   ? ¢ ?$ 



 
& ?


 ?&
&
 ? ??{
 ¦ 

 ?   ?
&
? 

  & ?{
 &  ?   ?
 ?
 
 
    ?

?¦   @ ?
 $  

 &
›%  ??  

    ?

1
@
  ?&
  ? 
„’¢’&'
?¤

 ? 
  
?&ŸLehrbuch der Dogmengeschichte.
@ 

 &J‰?Anastasia „’•• ?&–?'
?
Z?
 ?Eschatology „’†’
2
Webster’s New International Dictionary of the English Language W
$ ‹@› J  |
‹

|>&„…•’ ? 


3
J
@‰
ŸThe Interpreter’s Bible Dictionary of the Bible O—
Ÿ›@&>

„…†‡‡„‡†
20 ;   
  <



 
  ?


  
“
? ?
 ?? 


"  ?{

 ?&   

surmounted in the present study.
 
   ? ?  
 ?
  ?{

& 
 
 ?
 
 ?
  ?  ? 
%?
 ?
  ?  
  & ?      “ 
 ? 
?& &? ?{
  ? ˜? ? 
&‚O
? ?  ??


 ?  ?? ?  &Ÿ

Z ?  ?
 ?   ? $    ? {
 
?    
       ?    %?
 
   
   ?    ? |?
  ?
? 
 ?
  Ÿ    
 ?       & ? Ÿ   |?
  
?
&   ?     
  “
??

? 

|?
  
 ?
@ ?
 ‰  ?  ? 

 

   ? 
‹@&
?  ?       
 ?
Ÿ J? ?Ÿ |?
  ?|?
?“

  
  J? 


 
%? {

 

    ? 
 
 ? ?   
Parusia nearly imminent. So they felt themselves pressed by a quite serious
 
  ? › ?
   ?
    
?  ? $ $    ? && ?  
  
  ?
?      ? |?
?  ? ? 
   &
  ?  

   ? &?  |?
 ¦ŸW ?  ?
{
 ?  1
@  ?     
 ? &? 

  
–>‹

 ? ›

%?{
 ? 

 ? ? 

&  ?

   ?J ??
   
 
< ?
¦theologia crucis became of decisive eschatological importance because of
its emphasis, in contradistinction to the gloriae { ?? 

  ?|?
? ?
 
 |?
 ¦
 ? 
 ?
 
 W 
?˜?
  ?
?&
? 
 
&  ? ??  
2

1
–X€The Christian Hope <<J
|„…•ŠŠ†
2
–>‹
The Last Judgment: from Orthodoxy to Ritschl J
{ ‹›X

„…†¢„„
Propedéutica 21

%? ?   ? {



  ?  
  &  
demanded faith in the hidden
 |?
 '¤ ?
living hope in its future revelation.1
%?  

 ? ?  
    ? {


 ? ?
    
  $     ?
 

 

   

€
  ‹

< ?
¦? 
  ? ?

W ?   ? ?  ?{

 
|  X
 %?     ?
? 

 ?
  ??     ?
 
  ?{

 %? &   ?   
? J
 ‰
  ?     ?  ? 
  ?{{
    €

this paper.
%?
 

? ?   & ?     
›
€
  ? &   & 
     ? ?
 
 


  ?? Ÿ     $     ? ? “ 
second, the painful scarcity of material in relation to others. Nevertheless, the
  

 ? ? 


  
the expectations of that epoch.2

Eschatology in the Lutheran Reformation


%? ?    
   ?    ‹

< ?
 „•’¢Ž„•†“?  
 ?  ?  ? 
?
 ?< 

˜??
  ?‰& 
J
 ?
    ?  
Ÿ $  ?
   ?  
  &
 ?  ?<
 
 ? ?Ÿ

?
?

‹?W ? 
&
  ?  

 ?  ?
3 but he also expressed himself in the sense that the
Parusia could happen at any moment.
 
 ? 
 ? ?
 {


   ?
   
?  ?<  ?
 ? “?
 & ”„””‡””¢””
•””


1
‹
The Last Judgment: from Orthodoxy to Ritschl, 12.
2
@ ?

  
 
 ?
   ?{

& 
some tangential references are made to their doctrinal formulations regarding subjects such
 ?|?
? ?¤ |?
  ?@ ?
  ?O 
 ‹ 
3
W 
 –‡•„¢¢ ‹?W  %?
%  Luther, Letters of Spiritual
Counsel,%?<&

 |?
 |£¨<›W|‹>
< „…ª
301-302).
22 ;   
  <


as the lapse before the return of Christ.1'


?
 
 ?
 
 ???? 
{
  ??  ??
 ?
    Ÿ
? 
< ?

  ?‰ „‡”
 › Z
<
– ? 
  ?
 ??$

 ?

 ? ?
 
  ' ?
 ? ?&
?  ' ? ‹
 W'
    ?  ??


%?  ?› J
& ?
? $ 


< '  
?
 ?'  %?

the Table Talk› %?Ÿ  ?

  ? ??  ? 


  ?  ?
  ?



@›  
 
 ?  ?   && 
 ?
?


J  
 ?Ÿ

?
2
%?

  ?< 
?
 '

  ?
 ?   

     ?

› {  ?    
?
¦ 
 
 &
Ÿ ?@ ?
  
€

  ? 
  ?  $    ? 
 
  ?
   
 ?%
Ÿ?X 
 ?> & ?
?
 
 
& & W  –? O
? &
 „¢” ?
? ?
 ?   ? >  ?

?   ?  $  @ ?
 
?
 &
  
  
› ? 
 ?
Ž{

 ?
> &   ?
@ ?
 
< ?
 
  
?
›
  ?Ÿ‹? ?@ ?
 ' ? &“ ? 
&Ÿ
_ ?  ?
 ?

&
'Ÿ ? 
  ??
?
   ?{
 ?
 ?‰  ?   
  ?
@ ?
 '


 & 
?  ??
?3
 ?  

      ? 
 ‡ < ?
  ? 
 ?{

‰
 ?  ?
 ?
 

1
?  ?   


„””
&J¦˜
& Ÿ

 
Ÿ
 ?
   
  ?˜
 –?
George Walch, ed., Dr. Martin Luthers Sammtliche Schriften¨W <›|
>&'
„’’„Ž„…„”‡‡„†“ <{X€
The Prophetic Faith of Our Fathers, •
¨˜? |›{'
„…•’ª‡›‡Š’
 %?
  
 J  ? ?
?

 W?
 
‡‡„¢¢• €
The Prophetic Faith of Our Fathers,‡›‡Š’
2
%€
JHis Appearing and His Kingdom <›%?X 
?>
„…¢„•†
3
€
 D. Martin Luther’s Werke „‡„  ˜
› '
 ‰ O? „Š”Ž„…‡”
¢›¢…•   & > @ ? The Theology of Martin Luther,
 {&
 | W?_
>? ?>@›€

>
„…††•‡„
Propedéutica 23

 
 ?
 
 
 ?{X 
1 ?  
 

?  ? &
2@?
›
%? $
  Ÿ  ? @
 
 ‰& Ÿ“ ?  ?
‹Ž>
“ ? ?
 ?
 Ÿ @
 ?J
Ÿ“
? 
? ? { X 
  ? ? ? 
 
  ? 

supports it fully in detail.
‰  ?
 ? ? ?  &  ?{X 
 ? ?
  ? %?{X 
&W €
X
 ?


   ?Ÿ ?

 ??
 & ?
 &
 ?&_& ?

 %? 
?   ?“
 & –'
?'Ÿ3
˜?  ? 
   ?  
   ? <  ‚ %?

¦ 
  ?

  J?

  ? ?
 
  ?
? O ?  ?  ?


? ?  

 ?

& J
& ?J¦˜
 ?? ?Ÿ ?  J¦˜

 ?
 ?4< ?
 ?

   ?
  ? ?
 
  ? ???
   ?
 ‡%¢›„Ž5
manifested in the corruption of the clergy and the multiplication of criminals,
?    ?6
%? ? ? <   &
Ÿ          ?

 &  ? &  $
 X
 ?  ?   
?  &

 
?X
 ? &?&$
  ? 

?
 ?  ?   ?€7
%?  
     |?
 ¦  ?   & 
 


 & ?<
 ?  ?Ÿ 8'
has a different perception of the time than men.
O  &
 J ?
  
Ÿ    &
 ' 
? 
 &%?

@ ?$
  
 ' ??&&
 &
 ?< €
J
   “' 

 
Ÿ

1
>
  ? >
 ?   „¢” Works of Martin Luther †  >? ?›
‹?&
>
„…¢‡†›•‡„
2
Z˜
@  ?%
Ÿ„‡… &›„„’
3
W W?
 Works of Martin Luther†›’…’’……
•
>
  ?>
 ? –
?„¢‡Works of Martin Luther,†›•„”

&†›•Š‡
†
Z>„”„Luther’s Works,• W <‹Z›|
>&'„…’Ž
„…†Š„¢›„’’
Š
W
W> 
Luther’s Works¢”›„…
’
Works of Martin Luther,†›•¢‡
ॠ;   
  <




  
&
%?& ?  ?
 %?  Ÿ   1
< ?
  
     ? 
 ?


    ? 


%
&?? ?

 ?  
 ?& >
 

'?
? ?‰&
 
 ?  ? 
say about those subjects, and in doing so he arrived at the conclusion that
there is no scriptural foundation for the belief in an unconditional immortality
  ? ?
 ˜‹‰Ÿ&
› < ?
 
the doctrine of the sleep of the soul, upon a scripture foundation, and then he
      
 
 
?  
 ? &   ?   ?2
< ?
 ?
 
 ? ?


 


 
 
 ? 
 
   ?
     €
     ?    

? 
    ? ? Ÿ  ?  Ÿ ?  ?
?  ??
 ?  ? Ÿ
?  ?     ?  ?
?  ? ˜ ?     '
ŸŸ ? 
 
‹
  %?
?
 &?  ?'

3
%?
 ?   < ?
&  ?


   ?›
$
  ?  ?  &  
  ?   ??     ?  
& ?


  ? ?Ÿ ?


 

?   “  

 
 ?< &



  @ Ÿ??&4 Second, our
?  
  & 
   ?


  &   ? 


"? ?  
 ?  

5%?

?


 & 
  ?&  


 
   ?  ›      ?    
Ÿ 
& ?
  ?
   
 ?Ÿ6€
? ?
&
?   ?&&
 
 ? ?   ?  ?
 
 
&  
 ?&
  ?  ??
 ? 
& 

 &

J7
@  ?
  ? 
 ? 
 ?

?
  ?
?  ??    < ?
 €
  ?    
 &  ?
 
 ?  ?|?
? J ? ? |?
  ?

1
Luther’s Work¢”›„…†
2
˜‹‰Ÿ&
A Short Historical View, „• €
The Conditionalist Faith of Our
Fathers,‡›Š•
3
%@¤ The Christian Hope >? ?>@›‹?&
>
„…•¢Š
•
< 
JLuther’s Works,’›¢„’

< 
J „¢Luther’s Works,‡Š›…Š
†
W
 ?€
 X   > 
Luther’s Works,¢”›„„„„„‡
Š
W >Z>„„”Luther’s Works,„¢›‡…„
Propedéutica ‡

destruction of the Antichrist. Second, his strong belief in the resurrection of the
 ?
$


 ?  ?&O
?
?  
?  ? ?  ??  ? 
many began and built before him against the popular interpretations of his
time.
X? & ® 
 < ?
  
=  "= 
   =
 


 ˜®@ 

 &
 ‰?¯ 
 
&
 
  –?  €
    
 “ ®
 

dans sa formation, il fut tellement marqué par la philosophie et la théologie
scolastiques, concevant l´éternité comme un totum simul      
&  ® ®=
     
 
 >

   – ®  

¯ $ 
durée ou à un temps dans le royaume de
Dieu. Par conséquent, l´apocalyptique pour Luther ne mettait pas tellement
® 
® 
®? 

$
abrupte.1
‹?  ?  < ?
?
?


? &  ?
 ? 

  › ? 
†”””
 

 ?? ?? 
?
›
%?
  ?
 ? X?&
Ÿ&
†”””

? ?
  
 ? &
“‡”””
 ?  ?“
‡”””

 ? ‹“‡”””

 ?‹?“ 
  ?

 $ ?&?
 ?
  
by Christ also) on account of our sins.2
%?  
   ?
 ?   

     
  & 

 ?
< ?
 ?%?@
Z

' 
„‡  ?  ?
 
 ?  ?  ?
 
“O@
  „†
   ? 
?
?  <Ÿ‡„‹ ?‡•“–?€Ÿ 
„††‹ ?€ „Š‹?W  „†Š@
‹
„’„OWŸ
 „…‡J
O
 „†”‡
|?
 ?   ? € ?
  ?< ?
?
? „†””  ?

   ?  

 ? 
 ? 
  

 
|?
 ? &
& ?W| |?
 
  ?  ?
3
 ?   
 
 
   

 
 &
? < ?
 {
 “  ?    
 ? 


› ?Augsburg Confession and the Smaller Catechism of Luther??

  ?

 
 & ?< ?
?
?%?
$
  ?
Ÿ ‹? 
&
 ? 

|?

a select group of princes, counsellors and representatives of the cities, in the

1
%€%

Les Réformateurs et la Fin des Temps, trans. {



  O? ›?
¬O =W@„…„
2
See Glason, His Appearing and His Kingdom㥠
3
W€
The Prophetic Faith‡›‡…Ž¢”†¢”’Ž¢„’¢‡”Ž¢‡‡
‡† ;   
  <


small chapel of the Episcopal palace of the city of Augsburg, in relation to


?  ? ? 
 
 | ?>
   
  ? ?%
Ÿ –‡„¢”
%  ?
  ?"| ? ?? 
?  @
¢„Š ?    ?&  ?
 
 |?
 
 ?  ?


   ? ? 






 ?   ? ?  1@
„Š

   
› ?$
   ?Ÿ ?
 ?
?Ÿ  ? 2
%?  ?Smaller Catechism
 &‹
< ?

„‡… ? ? 
 

  

  ?   
ignorance and corruption that he found in his inspection of the churches of
W“ ?
 ?

 
 
&? ?
 
 
of the Enchiridion, as Luther called it, the religious instruction of children. In
>
›%?|
¢

 ?   › 

  ?  ? 
 
  
?&|?
 %? 

3
@ 
 ?&
 
  ?? 

 ?
 

  ?< ?
{
 
 &    
?  › ?< ?
?› @
$  
  
? ?
 
_& ??     ?


  
?   ? $   


 @       & 


 
   ?
   
 ? 
 &@
 ? 

? 
? ?
 ? ?
   ?
  
?
Ž{

“



   ?

?    ? 
  @  ?     $› ?
   ? 
$   ??
?&$
&  ?
 $
  ?& 
?Ÿ
@&
 ›
 ?  
  
 ?
? 
  < ?
  ?   
   &
  &  ?



 
  %? ?   &   ?Formula of

1
In Philip Schaff, The Creeds of Christendom, ¢ O—
Ÿ›'

‰
 ?
>&
„’ŠŠ¢›…„”„Š„’
2
@
¢›Z  ?W J%?|?
 ?   ?Ÿ
and the dead, according as the Apostles´ Creed declareth these and other things.
 @
„Š›Z  ?|?
 ¦{ 
– @ ? ? ?  ?   ?

¨  ? ª|?
 ? 
 ?
  ??
  ?  

 “&  ?
shall be condemned unto endless torments.
%? ?@&  ? ?Ÿ ?  ? ??
&  
 %? ?
? 
–?  ? 
&
 ?


    ?  ?  ?   ? Ÿ   ? 

?Ÿ&
?

¨ ?  ? ??

Ÿ? 
  ?ª
3
Schaff, The Creeds of Christendom¢›’”
Propedéutica ‡Š

Concord „ŠŠ ?  


   ?< ?

$ ?
 @ ?›
|?
    ?    ? {
  
 
   ?
   
Ÿ?
 ?  ?  ? 
  ?



the coming of the day of Christ.
 ?  ? 
?
 ? ?
  ?&Ÿ

%
    &
  
|?
 

 ?
their personal and individual salvation.1

Eschatology of the Reformed Tradition


in Continental Europe

Part one: Major Reformers


%?
  ?{
|?
?
 ?
Ÿ 
  

? ?  Z ‰
‰

| ‰_ ¤   ?
  &   X?   ? 

&   ?$  
  ? 

 
  
? “
?  |
  
particular importance because their decisive contribution to the theology and
the ecclesiastical discipline of their respective traditions.
‘
?   „•’•Ž„¢„

  ? $
      ? {

|?
?W _
'&? | ?
  2 After
?
& 
 

? ??$? 
 ?

  ?  
? ?& $ | € ?&
?

?
 The Exposition of the Christian Faith to King Francis I, ?
   ?
 ?
‰
?? ?
&    ?  
 ? 
 |?
 ? ?



 
 
  3 One of the statements of
? 
Ÿ 

"  ? ?  › ? &   
? 
& ?|?
  ?
 

“ ? ?

&      
 ?


  ? $   


Ÿ 4?
›
 ?  |?
    
 ?    ?  Ÿ     ?

? ?  ?€ ?
&?  '
 ? 
??  ? ?
?
 & ?

 ?&@'  ? ?
 '?
 ?

   ??

 ?  ?&
 ?

1
Althaus, The Theology of Martin Luther•‡‡•‡¢
2
Schaff, The Creeds of Christendom„›¢†”
3
&„›¢†…
•
       ?  ?   ? ?    ?     ?
recovering of their bodies.
‡’ ;   
  <


' ? &  ?


   ?& ??
?   ?
   ?& ? ?
 ?  
 ?
  ?
 

 
&


  ?
everlasting torments of the enemy, the devil.1
%?

    ?
   
 ?   ?{

 
 
? ?  
 ? ? 

 ? >
  ? $  
both in his treatise On the Lord’s Supper „‡† &  ?

 ?  ?
 

 ? 

 › ?‰&
 ? |?
 
  ?
? ? J ?€ ?
? ?   ? 
 &
??
 
 “
 ?
 '

 ?&
 ?
   ? ?
 ?{

 ?
 
   ?
about this pretended coming of Christ.2
It is quite evident that eschatology did not have an important place in
? 
  
Ÿ      ?  &   &    

›$
 ??

  
&
&& ? Ÿ  ?

_  ??
? ?
 &  ?<
¦
W 
“?
   ? •Š   ? 
????
 
  

 
? ?? O
? ??
Ÿ  
 ?   
eschatological understanding led him to a conviction that the establishment of
?Ÿ |?
   ? 
  ? ?
>
 ?


   ? ?$ 


@ 
  ¦  ? ?

   ?    ? {
  
 
 ?Ÿ  J
 W _
 &    
   
   ? €
?W _
 ?Ÿ  ?



Ÿ
 €

 €
 ? ?
$  Ÿ 
_ 
  –?| „”…Ž„†•
?
 ?  J
?@
   >
   ? 3 had the opportunity
 
     ? "        ?
?
? 
Ÿ   
 ?  ?    
  
  ? 
confessions that bear the stamp of his theological formulations. In the opinion
  >?  W? –? |  & 
  ? 
   ?

1
˜–?'ŸThe Latin Works of Huldreich Zwingli‡ >? ?>@›%?
'&
>
„…‡‡‡›‡•†
2
W    ?   ? |?
  &?
&   ?
? ?
 J ?€ ?
@ ?  ?&  ? ?

 ?|
›­€
 ?
??  ?Ÿ ?¦%?


 ? ?? 

 ? ?  J˜‰
Zwingli and Bullinger, Library of
|?
 |££¨<›W|‹>
< „…¢ª‡„†
‰  ?
  ?&

  ?&
 ?& |?
  ? ? ?

?

 ?
  ?  ?
‰   ?
 ?  ? 
  ?"?›
?? ?"?
?   &
3
Schaff, The Creeds of Christendom,„›••†
Propedéutica ‡…

  


   ?  
   ? {

  
 
   ?
 

Ž
?"  ?
 

 ?? 
 |?
  1@ ?
 ? $ 
 ?

    ? &  ? 

 ?
˜?   ? ?  ?    ?        ?
  ? 
‚%?
   
 ? ?
 ?


Ÿ& ?
 ? ?
? ?? &  ? 




›Psychopannychia „¢•Institute of Christian Religion $
 
 „¢†  &|„… ?Cathechism of the
Church of Geneva $
„•Ÿ 
  ?Institutes for
popular use.
%??  |
"&?  ?
 
 @?
  
?
|$ ?
 ? ??  ? ?
  › %? 
 

 &   
 ?&%? 
 ? ?
  ?& 
 ?  @  Ÿ
  ? ?
$
 ? ? ?
   ?
2%?   
&Ÿ?
 „¢•?$
  ?

Ÿ  ?@&  &  ?   ?%?  
   ? 
Ÿ › 
 >? ?›Z

  
  ?


 
&Ÿ 
?
 
?  ? 
&  ? ?  ?   ?

 ?       ?       ?   
 ?
 
W  
?
 
& &?  
 
?   ?  
 ?
    ? ?

confessions of faith.
˜ 
 
 
& ?     ?
   {

  &
 ??
? &
 ?{

 
 ?  ?  ?
{

 3
|?
   
 ' ? Ÿ  
 ?      
 
?
>
??? ?
 ?€ ?
 
 ?  ? ˜?
 ?
?? ¨ ?|?
 
?ª‚‰ ?& ? 
J &
    ?
?
 



 
  ??   ?&
{

 4
@
  ?  &Ÿ ¨{ ª –? ? 
&  
{

        ?“     ?  &

  ?
? ?&&
 ? ?
&
  
5

1
Schaff, The Creeds of Christendom,„›•‡¢
2
–?|Tracts and Treatises¢ J
{ ‹›X
„…’¢›•‡Š
3
 &¢›•Š‡
•
&¢›•††

&¢›•‡Š
30 ;   
  <


'
?
 ? ?Ÿ‰ ?
Ÿ
 
? &  @ &  
??   ?
 ?  ? 
 
and to the reprobate for confusion.1
% 
  
 | &? ? $
      ? 



?
Ÿ ?Institutes of Christian Religion. Scattered through its four
&Ÿ ?
 
 

  ?


  ?    


 ? ?<  ?$ %?   
? ?
 

  ?? 
   ?
 
? J%?? ?
 
 ?
 |?
 ›
|?
  ?  
   ?

  
— 
? ¤  ?  ? 
?    Ÿ 
 ?    ?
"? 
?  ?

 ?  ?&  
 ? &
 
|?
 ???  ?< 2
   
   ?
 
 Ÿ Ÿ  
    |?
    
? 
 ? ?<
  ?
 ?¤
?? 
 ??@
 ?
 ? 

  ?W
 
 ? ?
 ?  ? 
 ? ??  ?    
doctrine or revelation.3
€
 ?    
 ?  ?  & 
  ?? ?
 @? 
  ? ?&  ?
¤  ? ?    
   ? ?  
  
 ?
{
 ? ?? 
  ?&

the goats, the elect from the reprobate. No one - living or dead - shall escape
? %?  ?
  &?

 ?  ?

?& &&
?  & ? ? 
  ?  ?? ??
 Ÿ
 ? 
of the living.4
€
 ??  

 ?
 ?  ? ¤   J  & $  ?
 
  ?   
   ? ? ? 
  Ÿ 
?
 

 

 
  

 
&
   ? ??
?
 ? 
behold it face to face.5
|   ?     ?  &  
    ?
 “
nevertheless, this fact must not affect the hope of the Christians.

1
Calvin, Tracts and Treatises¢›•†
2
–?|, Institutes of Christian Religion–?%‹O
€
<‰ %?
<&

 |?
 |‡ >? ?›˜  
>
„…†”„†
3
&„’
•
&„†

&‡
Propedéutica 31

O   ?

   
 



¦ 
   |
 ?  ?  

Ÿ ?  ? ? ? ?
&‹?W
 

?
&    

|?
 ¦
  ? ?
 
 &   ?
?  
› ?  ?  ? ?
?   ?


 
 &
 ?
    ?
  ?  

 ?
? 
  |?
  ? {
  
 %?     ?

&   &  ?
 ? ??–  ?› &??  ?

dragged to the punishment appointed to them.1

 ?
     ?&Ÿ|
_
?  ??  ?


   ?

   ?

& ? 

  ?
? ?
 2 but he





  ?  ??
 &
? ? ?  ???? ?

?3 One thing is clear

?› ?  ? 
&


  ?
  ?
<
“  ?    ?
&€
 ?
?

  
   › ?  ?   ?>


that they receive different bodies in heaven.4 Calvin goes on stating that the
$

 ? 
 &
 
  ? 


?  ?&5 In all his expectations the Christian has a

 › ?$ & & ?Z?

???
 ?
  ? 


him.6 %
› &
¦
 
  ? 
  ?



  ?
?
 ?
 |?
   
 ?

"?Ÿ7
Some years after publication of the Institutes’ second edition, Calvin

? 

 ? 
“ ?Catechism of
the Church of Geneva“       
  
   ? 


  ?


Ÿ ?
 &  
?
Ÿ  ?
%?

 ? 
 
in this Catechism, but the expression of the former ones in a simpler language.8
@  & ?" |
 ?

 
     ? {
 |?
? '    

1
Calvin, Institutes of Christian Religion‡
2
&‡
3
 &‡
•
 &‡

&„
†
&„†
Š
Ibid., III, 10, vi.
’
%? 

 
›
‹? 

 ?


  Ÿ ‚


32 ;   
  <


 1 ?  






  ??  < ?
   ? 
 ?

“|
? ?   ?  
   $   ?
     ?
? Ÿ     
 
?  2 @  ? 
   >?  W? ?
'  €
 ?>
    '‰ ?>
 
   XOX ?>
& 
 W 
 ?
?  ?
 ??@ŽW
&
 ?
 
?? ? 
   ?

  

 3
˜ ?

 
? &
?
& ?

W 
 
   ?  < – 
 –  „•‡ ? 
    
  ?  ?  @ ?
 
?? ? ? 
|?
  ?$ –?Z  „¢„ ?
{

‰   ?  ?
  ?@ ?
 

?  %?
‰&
 „†• ? € ?
 ‰&
XW _
 ?
   ?
 
??
?    ? †””” 
 
 
 ? ? 
   ? 
?   ?

 W%??




 ?
& ?&&
& 
  ?     ?    
 &   ? 
 

  „ |
„›¢
%??
J

 &?
 ‹‰  ?&  ?
?  ?Ÿ‚
 W%?
&


  &  ? &


 ›
 
 & ?
  ?

|Tracts and Treatises,
‡‡¢
W ±€
 ? ?     ? Ÿ  ? ® %?    ?

 ? ? 
?  ?
 ?
 ? @ „›„„
‹@ ?    &&
 ?  ?
? ? 
 ?&     ‚ '&…›‡Š
W>
 ? ?? ?  ?? ?


? ?  ?

   ?"?&&? ?  

 
„|
„›„“„%?•›„Š
 ‹—
  ? ?  ??&Ÿ ? ?  ?
&&  
?$
  
 ?&  

W%? 
‹ ?  
 ? |?
 & ?  ?

‚
 W
? €
Ÿ
 ? ?

 
‹˜?  ?
&  ?    $ ?‚
 W O “   ?      ?
&   ?  ?   

 ?? Ÿ
? ?
   |Tracts and Treatises,
‡›•…”
1
Schaff, The Creeds of Christendom„›•††
2
Ibid.
3
&„›•••••
Propedéutica 33

     &   & $ '


? ‰
  „Š  ¦

 ?J
 ‹ 
 
?¦  
 
   
 ?&Ÿ {  ?
 
  ?{


?  $    ? @ ?
   
    ? ? 
|?
 ¦
 
 ?


   ?<&
 
„…
  ?  
 J
 

    ‹? ?@ ?
 “?
  ?  ?  ?

{?
  
 ?

„†††? ?>
? ?  ?
 
&
%&W 
 „’• ?
 ?
‰ 
  ? ?
 

 
? ?$" ?–?
| ? ?  ‘
? 1  ?   
&
? ??     ? {



 _
  ? 
 
 ?
sixteenth and seventeenth centuries in Continental Europe.)
@     

 
 ‹
 ‰
  „„ ? {


  W
&
 
 
  ?   „„’ &   Ÿ  
'&
?  ?" ‹
< ?

 ? ??
  ?J
{

 ?'& ?"
| 
   ? " O
? ?  & 

     ?Ÿ
     ?  
  

  & ?
 
?'  ?{

‚
' ?
  < ?

  {
& Ÿ& 
? 
   ?{
 '" ?
  ?
{
 X 
 ? ?
 
 ?
{
|?
?
&&& ?
?  ?|&  ?
 Ÿ
 ???

%?
   

 ?
ŸThe Kingdom of Christ „”   ?
X?
?X
???
 ?Ÿ& ?
 &?|?
  ?republica Christiana.2'
 ?

through his lengthy disquisitions, there are some statements of eschatological
content, namely regarding the destruction of the Antichrist, 3 the coming of
?<
 ??  ?


 
 ?O
??

 ?
?|?
 Ÿ ?  ?>
 &
  
  &  
  $4

1
€
The Prophetic Faith of Our Fathers,‡›¢¢¢Ž¢•…
2
?
‹ ? &? 

 ?
 
  
?Ÿ |?
 ?&  ˜?>ŸMelanchthon and Bucer,%?
<&

 |?
 |££¨<›W|‹>
< „…†…ª„Š†
3
'  ? 
 @ ?
   
  ? &?   

 ?
? ?
{@ ?
  &„Š•‡”…
•
‰ ?
  & 

 &‰
 ?
 
 
? 
&   ?? ??   ?{

“ ?&
partial and premature.
¢• ;   
  <


%?      


 
    ? &   ?



  ?? ? ? ? ? ?     < ?
 &  ?
complete spiritual nature of the resurrected bodies, against the insistence of
| ?
  
 ? ?
  1
%?   ?   ?
?  ?  ?   ? W 
    
blessed, heavenly life, and certain of our hoped-for resurrection and translation
 ?? ? J2
'¨>„|
„›”ª ? ?
 &
 ? ?"?
&  

 ? 

 
 
&??J ? “
 ?
 $
 &

by corporal death and a blessed resurrection and become completely spiritual.3
Closing this chapter, some conclusions are necessary, both as a summary of
? 

   ? ? 
›
 ?
? 
?  ?W{

?& & 
the identity of the Antichrist, and his destruction at the second coming of
Christ, but the sense of urgency and imminence related to the Parusia, so often

 ?
   ?J
 &  ?

Ÿ
   ? ? J
 ? &? ? $    ?
anticipated joy, and as a source of consolation, comfort and encouragement
for the Christians.
@?
  ??< ?
|
 ?›?
?< ?
?   ??&Ÿ  ?
$
 < € ?
?|
 ??   ?{

 
is essentially one of resurrection, and it has its roots in the formulations of the
$
 J
Ÿ€ ?
4
˜?|¦?  
 ?  < ?
  ?
its historical and apocalyptical aspects.
%?‹{| ? ??   ?
&   
 ? ?$

   ??
 ?  
 ?

 |?
  ?&
“|?
 ? & 
  ?  ?
 ? ?

  Ÿ 
‰     
 
& ? ?J
 ?W
have in common the simultaneity of the three events, the second coming of
|?
  ?


   ? ?$ 

1
%?
  &  ?{

& < ?
 ?_ ? 
 
nature of the resurrected bodies, to the point of denying every physical function in them,
|¦      
  ?        ?


    ? ?



former bodies.
2
>ŸMelanchthon and Bucer,„Š…
3
&‡‡•
•
%

Les Réformateurs et le Fin des Tempes, 10, 11.


Propedéutica ¢

Part two: Confessions and Catechisms1


%? 
     ? {

  
 ? 


 ? ?   ? < ?
 & ? "   ?
{
 |?
?    
 
  ? 
 ? 
national peculiarities impressed their stamp upon some aspects of the faith,
?

 
  
  %? 
    ? ?
 &   
all have the same authority and recognition, and none of them has the same
commanding position as the Augusburg Confession ?< ?
|?
?%?
 " 
 ? Heidelberg or Palatinate Catechism, the Thirty-nine Articles
and the Westminster Confession“ ?
$ ?? 

popular use, are the Second Helvetic Confession and the Canons of Dort. All this
  ?  ? 
  
 &
  
   ? {
 |?
?
extended up to the middle of the Seventeenth Century, and some of its more
 
 

  
 ?< ?
|?
??
reached its climax through the Formula of Concord.
%?
 
 ?
Ÿ   ? 
?


&
& ?     2
W
  ?
"  ?   "  ? ?{| ?|?
?“
 ?
  
 
    
 $  ˜?  
 ?
eschatological expectations in that time of political convulsions and theological
   ‚%?? 

 

  ?  
the same time to complement the previous chapter, by exploring the concepts
  ?W{


 ? ?
In the First Helvetic Confession „¢†
   ? {
 
?
   ?$  ? 
› ˜Ÿ

'  ?  ?

? –
'
  "????$
 ?&
 
 ? 
  ? '

 ? & ?Ÿ ?


 & 
 
 3
% Ž$
 
J J
˜‰
 

„†Š
 ? ?  
     ?
 ? 
    
   
„†„ ??     & 
      

  ?
 W 
 „†„… Ÿ ?Belgic
Confession, and it contains one of the most elaborate and detailed statements
& ?  ?   ?{
 
%?  
  @
£££ Z  ?< 
–  
 ?  ›  @  ?     Ÿ 
 ?<

 
  ?
?

& ?– 

1
@ ?     ? ? 
    ?    ? |   {

%???

  ?   X?>
   &

in chapter IV.
2
Schaff, The Creeds of Christendom„›‡”…
3
–?%

?The Resurrection of the Flesh <›W>|¤„…‡„‡„


¢† ;   
  <


 ? & & %?   &


› ?   &    ?
?  &  ?? ? 

 ?& “  ?   
&   

  %?  ? &Ÿ  &  


?   ? “ ? 



? & 
 %?
?& 
$&$
 %? 
joyfully expected by the Christians, but feared by the ungodly.1
Z   ?  
?  › ? 
 &Ÿ
   ?   $ ? 

 ?
  ?
Ÿ ? ?
Ÿ  ?{
 
?? ?  

%?  
    ?  ?{

  ?
Catechism of Heidelberg „†¢ ??

  ? 
Ÿ     

'&
‘
 & ?J
{

  ?
 
 ?
‘

‰²
 „’¢| 
|
Z „’
W ?| ? ?



 
 ?&
Ÿ ?

   ?%??
  ??
  & ?W

1
€&
  ?˜
 J? ?   & ?<

??Ÿ 
 
 ?&
  ?    ? 

<
–|?
 
?

&? ?
 

  
? –  ?Ÿ ?&
 ?

 ?$
"  @ ? 
 
&
 ?
 
–& ??
 ? ?&
 ?&  ?

to the end, thereof, being summoned by the voice of the archangel, and by the sound of the

   J€
 ??&
   ?
? ?

  ? ?

 
&?? ?

@
 ??? ?&
 ??  ? ?
& &? ? Ÿ 

corruptible become incorruptible.
%?&Ÿ ?   ??&  ?

?  ??? ?
? ?
 &
O?
&  

 ?? Ÿ?? ?
 
  “ ? ?
 ? 
 ?&
open before all.
And, therefore, the consideration of this judgment is justly terrible and dreadful to the
Ÿ   &    
&  
&  ?
?   ?  “
because then their full deliverance shall be perfected, and there they shall receive the fruits
  ?
&

&?? ??&
%?
?&Ÿ 
 ?? ? 

&??J?  ?Ÿ? 



 
 
 
  ? ?
“??& 
& ?    ?
&
?& 
  ?
?
 $
??
 

 ??‰  ?

 ?
 ? ?&
 ?
?
“ ?W J
?
&
J?€ ?
? “ 
?& 
 ?

“ ?
??&
 ?
 
  ?&Ÿ & ?  ?W J@




 ?<
 ?  ?

 
  ??
 
man to conceive.
%?

   ? 
  ? 
 
  ? ? 
 ?
 J|?
 –
<
@ W?The Creeds of Christendom,
¢›•¢¢Ž•¢†
Propedéutica ¢Š

{


 ? Ÿ 
 ? 
 
 1% ?
 ?< ?
¦Smaller Catechism and the Shorter
Catechism of Westminster ?
 ?    
 ? ? 
>
   ?
2
Six of its articles have eschatological references, namely in relation to the



  ?  ?


  
 ?

? 

 ?› %?


  |?
  ?
 
  ?


    ? &


 & ˜? ' 
Ÿ    
 
&?    '
 
– %?


 '

  
3
˜ ? ? 
 ?

 ?
   ?First Helvetic Confession,
'
‰

  ?

Ÿ&Second Helvetic
Confession „†† 
  & ? Heidelberg Catechism  ? {


 |  X
    ?
??
 $

  ?@ ?
  
Ÿ  


 & › ?   ?? ?


 
 ?   ????    @?? 
 
 ? &
   ?  ?  ??  
  

 ?
    

 ??   ?


  ?_4

1
Schaff, The Creeds of Christendom„›•”
2
&„›•¢
3
 ‡¢›˜? 
 ?@
‚­
 ???  ?Ÿ
?¦
  •›˜? &$ 

 ?


  |?
 ‚%?
 ?



  |?
  
  
&


 
 •†›'  ?
  ?
' '‚%? |?
 
?  ?  Ÿ 
 ?
? ?
&?  ?

  ??  ? ?
  ‡›˜? 
   ? ? |?
 ?  ?Ÿ
 ?‚%? 

 
  ?  ?Ÿ
 ?
ŽZ??
? 
  ?  J



 –
?“?? ?
 
  & ? Ÿ ??? ? 
?

  Š›˜? 
 ?


   ?&
 ?‚%?  
 
 ?? & Ÿ  |?
  '&  ?  ?
&
& ? 
 |?
 ?&  ?ŸŸ 
?
& |?
 
  „‡¢›˜?  ?   ‚%?Ÿ%? ›
&
?˜
 ?W 
  ? & 
  ?

“
  ?  ?Ÿ?
 ?? & &¢›¢‡„¢‡‡¢‡•Ž
¢‡†¢‡¢¢
•
|? 
£›Z –|?
 
J ?W
  ?˜

 „¢@  ? ?|?
 
 
  ??Ÿ
??"
 ?
?@ ?
 ?

 

?$
 ? ? 
    ? 
  ?|?
? ?$

¢’ ;   
  <


%?  
   &  ?? 
Ÿ
the Canons of Dort „†„…  ? $ ? 
 %
  ?›$
  ? 

 
?        ?
 |  
?  
 ? & 

  ?
 
  “  & “
?& $ ?‰Confession ? 

 ? @
 £££ W & O
?  |? 
  Z  ?
|

  ‹?|
 J ?‹
 ?
 

11 and 12, the hope in the resurrection in stated.1
&
 
 ?{
|
 |  
X
  ?? ?$
 ?&   
"  ? 
  ? ??   ? 
     ?W{
 
mainly of Calvin. Personal eschatology is the aspect of hope more often

  “ ?
 ?
 ?  
 ? 
 ?     & 
 ?  
$  & $
     %? ? 
  &
  & ?& ?{
 J
 ‰
 
 ?
  
  ?{

 

Eschatology of the English Reformation


%??
 ?$  ? 



 ?
?
 
  ?@|?
? 
 ?  ? ??

  ?{
   ?  ? 
˜?  ?
 

   ?{
  ?
 %?
 
of opinion is perceived even among the Anglican theologians, to the point that
  ?
  ??
  ?{
 

 ? 
 Ÿ

&?O|?
 ?
 
 
? &?@ ?
 &?
  ?Ÿ ? @ „Š›¢„€
 ??
 ? ? 
?& ?  ??Ÿ 
 
­?&? ?
Ÿ ¦ „|
„›„‡@ ? ??& Ÿ   |?
 
 ?
 „%?•›„Š“ ?  ?
? ? 
 ??? ?
 


 ‡%‡›„„“&  ?&

? ? ? ?
?
 &



 &
   
  ‹ ‡›•„
 „•˜ ?

 ?? ?



   ?"? ?


? ?Ÿ  ?
$&‹

 ?–?
 ? 
before the day of judgment there shall be a golden age in the earth, and that the godly shall
 ?Ÿ  ?
 ?
Ÿ&

 
 |? 
££›Z  ?&
  ? ?  ?
?? &?
?

“  
 
 ? 
  ? 
 „%?W
 

  ?  ?&  ? ?&    ?'W 
 
?? 
 & ?
    ?   ? & ?
&  ? 
 
     ?
? &
1
See William A. Curtis, A History of Creeds and Confessions of Faith X&
›%¬%|
Ÿ
„…„„‡•‡Ž‡•’
Propedéutica ¢…


 ?  
   
 ?       %?
|
 
  
 „¢”    %? |

  @
?&? 
  | 
&
 „¢¢ & ? & '
   ?
   ‹
  „†’’Ž
„†…•?
?&˜ „†’’Ž„Š”‡X 
&  
  ?  ??  
    
 
 ?
‹?
 
  
 
 ?  

half, and several documents of religious content expressed their respective
   ? 
  ?  
  
  ?? 
 & 
     ?&


 
  ?
purpose and objectives of those men and their statements.
X
 


   ? 
  
 
heroism as Luther and Calvin, but a large number of learned and able prelates
  &
 


?&|

< 

{' 
{
   ? ?
 
? J
  W _
 ?
 ?  
    ?
{
 
&
?  & 
  
 
 
_ 1
@ ? ?& 
   ?
&    ?  
› ˜ %  „¢† {&
 ‰
  „•”
J
–%¦ ? 
 „¢O?{&? 
 < „'?< 
  ?  ?
 
  ?|?
? X „–?>?   „–?‰

 
„–?' 
 „–?‰ „†¢%?‰ „†Š
‹ |
  „†… –? – &?    W&
     ?

     ?X?{
  „Š„–?€ „’Š
X W @
?&?    —
Ÿ  >
    X  „’’ 
 ?
  ?
 ?   ? {%?
 ?>  ?
   ?@ ?
 ? 
activities
?  ?  ?<
%? 

  ?
  ? 
 ? ?
 ?? 
%? 
XW
?&
 &?  ?› OŸ  ?
 &
 ?  ?  ?<

2
@  ?  ?&?
 ?  ?

  
 & 
 
 ?


   
   ?   ?
  & 
 ?
 €
 
˜%?The Expositions of the Fyrste Epistle of Seynt John „¢„

? 

 ?  ?
› %?‰&  $
&  ? |?
  ?  
?&“
&˜? ?  ? ?  ? 
  ?


  
  ?W
 
  ? ? ?< ?
 “ 
%?


 &?  
 ?
 
  ? ? 
?
  ?
›

1
Schaff, The Creeds of Christendom„›…•
2
XWThe Sermons of Edwin Sandys¢’’ €
The Prophetic Faith of Our
Fathers‡›•„…
•” ;   
  <


@ ?
 ? ?› ?W
 
Ÿ ?   ?


 
coming again of Christ, and that all men, both they that go before, and they
?  
? ?
 ?


  ?
“

 Ÿ 
 ?
 
 ?   @ ?     ? ?  
 ?
 
 ?
 &   ?    ? ? 
 
 Ÿ   
save only that they rest in the Lord and in their faith.1
‰ 
 ?
  ?

 
 ? 
J¦
@Ÿ
 ?? ?
 ? ?& 
  


 ? ?&Ÿ??? 
 ?@
Ÿ? ?
  ?  ? ?

 ?? 

 ? 
?? 
 ??
??? ? ?? ?&?  ?
 
?Ÿ?@ ?? ?
Ÿ& ??
unto their shame and confusion.2
%? |

 ? $
  >
    @
?&?    | 
&
 
 
& ?? 

 ? 
  ?


 

Ÿ  An Answer unto the Crafty and Sophistical Cavillation Devised by Stephen
Gardiner „„› %?



  |?
 
  





 “ & %?




  &  & 


 



 
&  
   ? ?
 

< ?
“ |?
 
&
? ? 
€
 ? 

 ? |?
 


?
in heaven carnally.3

&?&



 
&Ÿ ?
? & ?  
 ¦&4
...Christ (as concerning his body and his manhood) is in heaven, and shall there
  ?  ?  5
–? >     ?  X? {

 ??    ?

Ÿ ? ?
 A Short Catechism „‡%?
Ÿ
 ?
 
?
 
 ?  

 ?
 X
?
?
&
 ?
 ‹
   
 
%??>
   

 ? ? X_& ?
 „’     ? 



 > ¦ Catechism,



 
&  
?
   

&  ?$  ?&  ?
 & ? 


1
 %'<>
Ÿ
English Reformers, <&

 |?
 |££ <›W
|‹>
< „…††„‡‡„‡¢
2
&„‡•
3
–?X|The Works of Thomas Cranmer‡ |&
›%?‘
 >

„’••„›„•„
•
Cox, The Works of Thomas Cranmer, „ŠŠ

&…¢
Propedéutica •„

? › ? 


$   ?
 

 ?
?&$

 ?

   ?

1
%?&Ÿ –?‰The Image of both Churches being an Exposition of the most
Wonderful Book of Revelation of St. John the Evangelist, abounds in eschatological


  ?   ??    
    ?  
  
?>
%?
  
  ??  ??   ?


 
 
?
 
  ?X?
{
 ›
€
 ? 
  
  ?  ?   
   @ ?
 


 ?
 ??&
 ?
  
&



@ ? 
  ? ?  ?
 ? J?&


 ?       ? 
 ?  ?? ?
 ?
 
?     ?     ?  
 ?
  
traditions.2
W??? 
 
 ? ? ?  


  ? ?$ ?  

–3
@ ??Ÿ& ??&??
 &
? 

&  “


 

& 4
€ ?&
 
 X? ? ?
Ÿ –?
–An Apology of the Church of England „†•
  %?
 
  ?&Ÿ
 ?  ? & „†•„†’
   ? •”  
 
      % ?
  ? ? Defence
of the Apology of the Church of England „†Š ?
 ?$
  ?
statement of the position of the Church of England against the Church of

1 Master @  ?


 ? 

   ??


  ?
?
& ?  ??O&? ? ?

  ? ??  ?
 ? 
Scholar 
  ?
   ?  
%??? Ÿ 
 ? ?& ?$
“ ?


?? ??Ÿ&



 
?@
 ?
 

 ??
?Ÿ$
 
 ? 
 ?&
& ? ?
??
  & 
Master. What then remaineth?
Scholar %?    
  €
 |?
  ? “   ?   ? 
?
 
 & ?&%??
?&?
?   ?
 ?
   ?  “  
 ?     
 ¦
 ?  ?&
%? ??
 J?&

     ?  Ÿ   
 
  ?    
   @
??
 ?|?
 

‰  ? ? & ? ?& ?


? 
 $
  
 ?? >
Ÿ
English Reformers,
„†’„†…
2
'
|?
 Select Works of John Bale |&
›%?‘
 >
„’•…‡†
3
&‡†Š
•
Ibid.
•‡ ;   
  <


{  ? 



Ÿ    &  

1 %? Apology
 
? 

& ?  ?
 
Ÿ  ?
@ ?
   ? |?
 @ ›
€
 ?  & ? |?
 ?   ? 

   ???? ?$ ?&
of them that be already dead.2
€
@ ?
  
?
&  ? ?&
?   ?|?
 ¦3
%›˜& ?  ?
"??
 ?? 
die and come to dust, yet at the last day it shall return again to life, by means of
|?
 ¦W 
 ?? ?“ ?  ?
? 


?
 ??
?Ÿ|?
  
 
 

  “ ?  ?
???
 ?


& ??
4
J
  ‰
  ? &
  
    ?
%? |?
?   X
 “  ?
  
  W  

“ ?


 & & ?X
'%?? ? 
  ?  ?@
exception is found in the Articles &'
 „”…Ž„•Š&  ?

   
  
  
‘
?
X
 „•ŠŽ„¢ 
the Forty-two Articles,
  „¢%?
  ?Articles contain explicit
references to the Parusia, the resurrection, the immortality of the soul and the
 
&
 ?  ?   ?  
%?  
 ?    X_& ?  „’Ž„†”¢     
approved by the Parliament, the Thirty-nine Articles, a revision and adaptation
of the Forty-two „†¢%?
 ? 
  ? 


 ? ?
 ?? 

%?& ?

? ?@|?
??  
 ? ?   ?
&
    ? Z @
• Z  ?


   |?
 
?

  ? |?
 › ?
 ?? 
? ?
  ? ?
 
   ? 5
‹?W $   
 Ÿ 
 ? &?  
?{
 &  
  ?X[˜?‚‰
?  X   

  W 
 

 “  ? %? |

      
 
–?¤&

 „†” 
 ?
 ?   ‹
   J ? ? {
 
 ?  ?  


1
‹ |
?     –? – An Apology of the Church of England (Ithaca, N.
—
Ÿ›|
‘
 >
–X‰ „…†¢
2
Ibid., 23.
3
&’„
•
–An Apology of the Church of England,¢…

Schaff, The Creeds of Christendom,¢›•’…
Propedéutica •¢

And during that same year that the Scottish Parliament adopted, as a basis for
?
>
& 
?
? ?
 
&–?¤ 
„Š‡%  ?
  ? Scottish Confession of FaithŽŽ
£ Z  ?
@
£ Z  ?J €
J  ?|?
? 

?     ?X?  ?   ?‡th article

›
W  ? 
 –  ?
 ? &   
  



   ?"?›€
 ?W?
“ ?X
? ?
?  ?
&“_ ?X 

J
 ? ??
on the dust, and the dead sall arise uncorruptible, and that in the substance of
?  "? ?  
   &
 

  ?


Ÿ

 ? ›€
Ÿ  
 $ ?
 
  

&  ?$
?&›?Ÿ
?& 
 

 ?
& ?

?Ÿ ? 
 ?&? ‰ Ÿ 
    ?  &
 ? <
 –    
believe, that they sall receive glorie, honor, and immortality, to reigne for ever

  ?|?
 – ?
$&?X 
&Ÿ?? 
 

  ?
Ÿ J€ ?
? ?&

 ?
God blessed for ever...1
 
    – ‘?
  „†† ? & @
?&?   
@
?  >
     
 ? 
  ? Irish Articles „†„  
Ÿ  
   ? | ?  
  ? Thirty-nine Articles of
?@|?
?%?    ?    Z  ?
W    ?W ‹ 
 ? 
   ?<  ?
 ?
?J
{

  ?< – %?|?


 ? 

 ?
  
›
„”„Ž@ 
 ? ? J¦?
&
 

 ? ?
  Ÿ&
“ ?  ?Ÿ

cast into hell, there to endure endless torments.
„”¢Ž@  ?  ?
 ?<
–? ? ? ?

 ?€ ?
“ ?? & ??  
 J ?
?&? ??&
“? 
& ?&
&
? Ž  

  ? ?? ??
 ?
&? ?


„”•Ž˜? ?  $?|?
 ?
  ?Ÿ 
?€ ?
J?&2
%?Confession of Westminster „†•Š  ?  
  

& ?{

   
   ??   
 

%?

  |? 
  Z  |?
  ? ‹ 
 ? 
  
?–  ?
 &J ?€ ?
? 


1
Schaff, The Creeds of Christendom,¢›•ŠŠ•Š’
2
&¢›•¢••
•• ;   
  <


  “  ? ? 


??
 
 
(IV).1 ‰      |? 
 £££ Z  ? W     ‹  
  ? 
?{

   ?£££ Z  ?< – ?



?? ? 
   %?
  

 ?_›%?

   ?& 
 ? ?

 
  ? ?
?
?“&@  ?  ?


 
Ÿ “ ?  ?& ?  ??&
&  ?

      ?  && ? & ?
< ?
|&  ? 
  ?


 &“%?

  ?< –  
 
 

 
and consolation.2
%?       ? ? 
   ? ?     
&   ?|?
? X%?$
  & 
?

  &X?& & €?@&  '
Ÿ
%

  – > 
 ?  ?   ?
 
   ' 

? &
 ‰ ?  ?
 „Š
 ?
  
  ?
   ?
%?&

their martyrdom they expressed their religious convictions in a short confession
 „¢
%?„‡th
  ? 
  
›

1
Schaff, The Creeds of Christendom,¢›†„…Ž†‡„
2
|? 
£££›Z  ?W   ‹ 
 ?  ?{

   ?
Ž%?&  
 ?
 
  

 “&  ?
 ??
 ?

 ?
&  
 
 J?
? %?    ?
?  &  
   ? 

   ?
?? ??
 ?&? ? J? 
 
 ?

   ?
&› ?  ?Ÿ
  ??
 ?

 
  

Ÿ

  ?   ?
 ‰ ? 

 
 
 ?
& ?W
 
Ÿ ?
Ž@  ? ?
? & &?“ ?
?&
  ? ?& ?
 ?? ?
  
???&   ?



Ž%?&  ? ?& ? 
 |?
 &
 ?
“ ?&
  ? & ?W 
  ?
&
& ?
&
(Schaff, The Creeds of Christendom,¢›†Š”†Š„
|? 
£££›Z  ?< – 
ŽJ ? ?      ?
 ?   ? 
 
?  & –
Christ... .
Ž%? J¦   ?
 ?    ?
 ?

 ? 
   ? “ ?  ?   ?

& 
?
Ÿ& 
Ž@|?
 ? &
 
 ?  ?
?&  
& ?  


 ?
 
   ? ?

 ›
?? ? Ÿ  ?  ??Ÿ 

 &
 ?& ?Ÿ  ? ?
 ?<
“&


 
 |<
–Ÿ@ W?The Creeds of Christendom,
¢›†Š„Ž†Š¢
Propedéutica •

˜& ?


   ? 


 ?‡†›„…–?
„„›‡  „‡›‡ –? ›‡  ? $
      ? |
 ? „›‡‡ „
%?•›„†%? ?

 ?
&–&
„…›‡?‡†›„…„|
 ?„? ?<
? ?
 ?' ???&
  ?
Ÿ1
@&   
 ?$
 |
  &?
 ' &  W 
   
  
_  
 &
 & '

‰

  –? J


   

_  < & €

–? „…‡“$? " '?

 ?
? 
  '
 @
?    
         •
articles called A True Confession „…† @ 

 ? Confession   
& ?>

‰  |?
?< „†•• ?

? 

&  ?
@
„†?
 ?
W| |?
  ?  ?  


  “ ?
 $

  ?


 &   


alluded. One of its peculiar elements is the mentioning of the ministration and
? 

    ?W
 
&   
?
  ? 


  
 
 ?2
@  
 

 
& ?W 
  –?W ?
&?
  ? ?‹ |?
?˜ 

'     ? ?       ? >
 
  %? $
 
  ? Short Confession of Faith In XX Articles „†”… 
  & –?
W ?&  

  ?Articles ?"  ?Waterland
Confession „’”
 3  $?
@
„…‡” 
   
 ?


 ??
 
  ? ? 
later appeared in the Confession of Westminster „†•Š› ?

 ? ?  &“   ? &  &  ?   & ?
@
„…4
@ ?
  ¢’
A Short Confession of Faith&
 
& ?
 „†„”%? 
Ÿ

  ?


 
  ??  
  
 
?    ›  
   $    ?



  ??&   ?&


 

›
%?@? 

J


 ? ?  
the ungodly, and grant us grace and gifts helpful to a holy life, saving death, and



  ?
? @5
A Declaration of Faith of English People Remaining at Amsterdam in Holland
„†„„  ? 
Ÿ   %? '  

 W ?¦  & 
   ?      ? ? ˜ 
 |?
? Z
 

1
 <{X€
The Conditionalist Faith of Our Fathers‡ ˜? |›
{'
>&?@ „…•†Ž„…•‡›„¢„
2
˜<< ŸBaptist Confessions of Faith |?›–>
„……’Š…‡…¢
3
See next section.
•
< ŸBaptist Confessions of Faith, 101.

Ibid., 112, 113.
•† ;   
  <


‡Š
   
   
&  ?? &
contained in the Short Confession of Faith in XX Articles @ '¦ 
 

 
 X ? 
?

 ?



?J
‰  |?
??& ?$
 & ?  ?
@ 
–?W ?¦ ? „†„‡ ? 

 '¦
 &Ÿ
X ?

 'Ÿ   
  ? ˜ 
 |?
? ‹? ?
    
    
  '¦› Propositions and Conclusions Concerning True
Christian Religion, Containing a Confession of Faith of Certain English People, Living at
Amsterdam. Not less than 10 of his 100 articles are devoted to the expression of
?? ?    
› %?


  

 ?
   ?ŽŽ? &   ?& “
& %?

    ?    
     ? 



 “  %?


  &  
     “  %? 
 |?
 
&&&@
…ŠŽ……“ @ 
 ?
  $  ?
 ?   ?
|?
 

 ?Ÿ ?? ?€ ?
%  ?
›
…„%? &  ? 
?& ? 
 |?
 &

   ?
 

   ?
  ?
?
„|
„
…‡ ??&
 

 &?&? 
& &  “
 ?&?
?
 

incorruption, and spiritual...
…¢ %?  ? & &
   ? &   ?  ?
 


 ?
 “??  ?  


 ?? 
?<
 {†›…–&„…›‡Ž‡Š
…• ?  ??  ? ? 
?  ? ?& 

 ?  ? „|
„›‡“„%?•›„Ž„Š
…%?  ?
?&

  
…†%?  ??
Ÿ ?
„””%?  
 ?  ? ?  ? 
is death being put under the feet of Christ, then the Son himself shall deliver
  ?Ÿ  ??  ?€ ?
&&  ' ? 
& ? ' ? J&1
%?

   ?&   &ŽŽ>






 $ ŽŽ& The London Confession of the Particular


Baptists „†••@  
 ? 
    ?

"  ?"  ?True Confession „…† ?? ?
 
?? ?  
   
%?

 ? 

 ? ?& ›
@
%? ?

 
 Ÿ ?
J??
? ? –|?
 @ ?

 ?<




1
< ŸBaptist Confessions of Faith,„•„„•‡
Propedéutica •Š

"$
  ? ? Ÿ J&  ?J  
<

–|?
 
@
££%?Ÿ?& ? 
 ???  

 ?
 
?  ?  ?
  ?€ ?
&

  ?W ?
  ?€ ?
 ?W
his members.1
@ $ ? Standard Confession „††”
 
 &  ” J

‰   
? ?

 ? ?? 
   ?&   ?
 
›@
‡”
 ?&  ?


   
 ?

  ?X
?“@
‡„ ?  ?
?& 
 ?{

 ³
 
–   ? 
 |?
 ?Ÿ“@
‡‡
??  ?
   ?W| |?
  ?

?
 ?
? 
2
@ 
 
_  &
  
   ? J
 ‰  ¦
?  ?  ?•…th”th Articles of their Orthodox
Creed „†Š’3 but this document is beyond the scope of the present paper.
@  ?
? ?    ?? 
 ?{
 
X Ÿ
 ?
 & ?
 ?
X_& ?{
  ?
  
‰
 ?%?
Church of England gave expression to its doctrinal tenets in the Thirty-nine
Articles“>
& 
 ?Scottish Confession of Faith, and in the Confession
of Westminster“  ? ‰   & ? >

  J
  ? London
Confession and the Standard Confession  & ? Orthodox Creed). At
?   ? |
    ?
 $
       A True
Confession. So, at about the middle of the seventeenth century each one of
?>
   &? 
$
 

them their eschatological hope.
@ ? ?  ?
  &
  ?
 
     “ 
? ? 
  ? 

X&
_ ?  › %?"
 |
 
 ? ?  < ?
??&& ?
 ?

 ? › ? ?& 
predestination and individual salvation, i.e., personal eschatology. (b) While it

 ?  ?X?{

?
 $  

  
  ? 
  ?     
  ? 
Ÿ   ? @ ?
 

? ?
?
 ?   

" 
in the confessional documents (there is one possible exception, but not too

 ?W ?| € ? %?
   
 
regarding the state of man in death, nor about the nature of the resurrected
&“ 
? ? 
    ?     
  

1
< ŸBaptist Confessions of Faith,„’„†‡
2
Ibid., 231, 232.
3
&¢¢¢¢¢•
•’ ;   
  <



&  ?


   ?  &  ??  ? 


 
  € ? |  X
  ?X?

 ?$ 
  &


Eschatology in the Radical Reformation


%?{{
      ?
 
 ? 

  ? 
   ?$

  ?
  




 1?? 
 ?W  ?| 
  ?

 ? ? ‹ 
 {
  ? | 
 {
  {
'  O 2 ‰    
   
 ?  ?


?
›                
  
places, historical circumstances and trends, to the point that every attempt at
$  
   _    
    
   

 ?
3
   &    ? ?
because under this name are grouped tendencies extremely different and
  ? ?
“&  ?


 ?  

 
 
  ? 
 & 
 ? ? 
  &
&


 ?   ?&& ?{ ?{

4 On the
other hand, the limitations of the present paper forbid the inclusion of many
? 
  ?
  


    ?
   {
  ' 
  &   Ÿ ? ? 
 
that surrounded the actuations of the characters chosen as examples of the
main tendencies.
@ 
   
 

  ?
  ? ?   &  ? 
  
  ?    


 
  ? ?  ?  
  
  
 $ 
"€
 ?? & $ 

 „‡”Ž„¢
?
&
 ? 
$
  

‹   ' 
  ?Ÿ  ? 


 
Ÿ   

     
_        J ‹
W „†„> 
{
{ „†
@  ?   
  ? %?
‹µ _
  ? 
 ' '  @  ‰
  @&

W  
? ? ‹?
'–‹ ?
–?‰Ÿ?
‰Ÿ ? ?

   

1
J
'˜The Radical Reformation >? ?>@›˜  
>
„…†‡’Š
2
{ {
 › @&  W 
   X {  ‹ 

{
 ›< ?
{
X_& ?
3
@
    
 ? J
'˜The Radical Reformation.
•
Ernest S. Crosby, Reformation and the Reformers @ 
›
ŸŸ'O„…†¢
‡’…
Propedéutica •…

%?‹µ _
 
   
?    ?
?

 ?< ?
?
?  Ÿ  ?&


 ‰?%?
?
 Ÿ ?

 ?
 &?   ?Ÿ |?
   ?
? „‡”% ?
 ?
?
  ?
 ?   Ÿ? ˜ &

?
 ?
‹? ?|
  ‘Ÿ&
< ?
 ?
 
 ? %? 
 
&  ?
?

   ‹µ _
 

  ‹µ?
 ? ? 
&  ?   ?
 ?
?&
 
˜ ?
 _   ?
     
?  ?
 ?
?
 
  
 ?
 ‹µ _
 Ÿ ?
?   ? ?  ?& 
 €
Ÿ? „‡?   

‹µ _
 ? ?  
    
 ? ?    


?&
 ?
 W@  –„¢„‡•
 ?  
    ?    
    ? {
  &  


  ?    ?  


    ? { 
 

>
 ?  W 
 _
   < ?
 ‹µ _

    ?_ ?
  ?  ?
 ?  ?? ?€ ?‹
?
? 
 

 


 &
? 
 
 ?   ‡? & ?

& 
 Z   ? 
   ?
   ?     ?

 
   ?
 ?‹µ _
 ? ?
 
  

 ?  @    ?   

  ?   ?

‹?
  Ÿ ?  ?
 
? € ?X 
%?


  Ÿ ?

  ?“  ?
  J? ?
 Ÿ ?

 ?
?@O&?__
 
 
 ?


  ? ??1
'' 
'  „‡Š ‹µ _
¦  ?
?  ? &    €
Ÿ?  „‡† –? Ÿ  ?  ?
  ?@&   ??
 &
? ?' 
?   
        ‰
 €
 W&
 @
 '   ?    ??   

?$ ?  ?
 ?
„‡’%?
  ?%
Ÿ
 

 
   ?
   ?
   '  $
   
 ?


   
?
? ?  Ÿ 
@&
?
  ?
?  ?$
 ? ??  
?
prison cell.

1
%? ‹µ _
 @ X     ? W |? 
     Spiritual and
Anabaptist Writers,J
'˜ <›<&

 |?
 |W|O
>
< „…Š££›•ŠŽŠ”
” ;   
  <


@  ‰


    „¢”   ' ¦  
?
?W ?
J
 ?
 ?
  X? 

?
 
_ ?
   ?  ' 1
‰

' ¦
 ?
 ? 
 
   &
Ÿ    ? 
   X 
 „¢” ' ? ?  ?
%
Ÿ  & ? 
    ?
  ? Ÿ  ?
the godless. At the same time, he hoped that the crushing of pretentious and


 |?
 & ? &
&  ?$

 %
Ÿ–'?  ?  

  –‹ ?   ?

of the sleep of the souls of the godly prior to the general resurrection and the
< – 2
@&
W  
 ?
 ' ¦
Ÿ&? W

  W
 
 %? 
? 

 ?   ?


&$

?Ÿ?  ?
  ?  ?
 ? ?  ??    ?
 

 ?
   ?¤
?3
    O
?
 J
 ?
 ? ?        
   
     ? 

?      
 
   %?
  
    ? ?  ??    &
 ›
‹?
'–‹ ?–?‰Ÿ?
‰Ÿ'
$   { 
 
 ‹& @&   & ˜  
 
& ?  W
&
 ??"
?&  ?
 &?    ? O –
 ?
 „‡… @ 
  
 
 
 ?  
?
?&  
 
'
& ?
–‹ ?&Ÿ

'
 '
@

 
?
?
? X?
 ??
 ‹µ 
 ?     ?
?
   Ÿ O    
 

 ? 



   
?  &   ?  ‹ ?Ÿ& 
  ?  „¢
%? –? ‰Ÿ?   < ' Ÿ ? 
?    ?
  & ?
  ¤
‹ 
 ' 

? 
?
& ?
   ? 
&? 

  ?  ?
?
???
Ÿ „¢@ &  ? 
 
 ?
  ?@&  ??  ?&  ?W  ?| 

had almost extinguished the movement.
Z   
 ?
 

 ??  Ÿ
‰ ?
'µ&

?>? W& €
Ÿ ?
{
 

1
Williams, The Radical Reformation„Š‡
2
&„’…
3
&„Š•
Propedéutica „


   ? ? { {
  ?   ?

hopes about the Second Coming of Christ and the resurrection of the dead.
'µ&
@&   „‡’
&

in the coming Parusia.
— ?
? ? "? ? ¨|?
 ª ? 
 
 
 "? ?   
   ?

  ?    &


   ?


  
  „ |

„›¢1
%?? & 
@
Š„„„‡ ?Twelve
Articles of Christian Belief,„‡Š2
@ 
 &  ?
 
_ ? ??    
? >?   „†’›
%?

 J 

 ?     ? <
 – |?
 

$
 ? ??&Ÿ?
 ??? 
 ?


   ? ?


 ??
 
  
 
 3

1
On Free Will. in Williams, Spiritual and Anabaptist Writers, 131.
2
& ?  ? ?   ?Ÿ ? ?
  ?  ??&  Ž

%?? 
JW
?
 
 
 ? ?%??
 ?

 ?
Ÿ“ ???
 
  
&  ???  
$
Z
<
–|?
 ?
 ? — 

 ?

 
 ?  ? &
? ?
 ? ? ?

 ? ? ­|& € ?
?
  ?Ÿ

 


 ?   ?
‰  ?
& ?
 ?  


Ÿ
& ?




&&
& ?
 


 
?

 ?
 
& ? ? 
&
 ? ?$
&
 €
 ? 
  ZJ

<
–|?
  @
Š
&


   ?"? ?& ???




 ?? & &




_
&
—
??  
?
&& Ÿ
   ? 
?


  "?$
 

 ?
?
??&

J ?   & & 



 
Z‹ 
<
–|?
 
 ?? ? ? @

11.)
 &      
   ? ?  <
  J     ?
 ?   
 ?
 “ ?  ?  ? ?


&?  ?   ? ?

 ? 


  
  
 ??? &


?

?€
? ?
? ? 
 ¦?
? 
J? ?
 

 ??? @
„‡
O › %Ÿ 
 ? 
Ÿ   
 Balthasar Hübmaier „¢”Ž„¢† %? 
Ÿ   
&  ? ?
  ?
   
& ??Ÿ ?    ?


$
?&&
 ? 
The Writings of Balthasar Hübmaier,
  ? 
 ?&˜<
J <&
‹Z›˜
–|„…¢…‡„Š‡‡‡Ž‡‡•
3
Dietrich Philips, The Church of God. in Williams, Spiritual and Anabaptist Writers‡†
‡ ;   
  <


W& €
Ÿ „•‡
„•¢
$  
 
$
&˜{ W  X
| 
W 
 _

& ?   &  ? >
 ?       ?
?  &    ?  ?› ?  ?
   ?  
  
 J ?
 
   ?|?
?   

  '

 &  ? 
 
  |?
    ?
 ?
 ? ?   ? & ? ?
 ? ?
< ?
 ?  ?@&   ?


?
& 
 |?
???&
& ? 
&
˜
   J  ?    
  ?  
 
 

1 €
 ??
?
 
 ?? ? 
?  ?
 ?@  |?
   

 Ÿ   ? @ ?
   ? ?
? '   ?
  ?
 ?
 

 

 ?
   ?
2
%?
   ?? 
   ??  ??  ‹
W  > 
 { 
 { ?  X @&  
? ?
? ?


Ÿ&
Ÿ 
  ? $
 
  ?{{
 
–  ?$
  ? ‹   ? ?Foundation
Book   „•”  ? $
  ?   ' 
       ? 
 
&  
  ? ?
  ' 
¦

in the Account of Faith {?? „•” 
&
 ' 
> 
{3
‹W „†„  ?@&  
„¢†



  
?
 
X >

_
the scattered and persecuted Anabaptists in congregations. During his ministry,
?& &‹ ?  ? 
 &

&$& ?

 ?
?
%?

?   ‹¦? 
 › %?  ?

 ? › ? 
 

  ?
?
  ?
“ &|?
 ? 
 
 ? 

   & &
?    
 ? & %? |?
  ?
    ? 
 ?
  & ?

 
? %


 & 
& ?&
› ?

 ?

   
 

 “  ?


??   
%?    ?   

  
  ? 

   ?

 

 ?›

1
W ‹ –Ÿ  The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge, 13
 J
{ ‹›‰Ÿ
‰Ÿ'„…†¢•›¢†
2
W& €
ŸA Letter to John Campanus. In Williams, Spiritual and Anabaptist Writers„”
3
Williams, The Radical Reformation,•„Š
Propedéutica ¢

  ? '?  ?˜


 ' 
 ˜ 

' 

' ?  ??  ??
?
    '  ? ? &

&'1
%?    
 ?  &   ? Ÿ  ?    
  
 ?

&    
 & <
 – |?
  ? ?  
? & 
 
 &?    ? '
 & 
 
? 

 ?
 ? ?
 

array us in the garment of innocence, and give us the gift of eternal life.2
—
&
 ?
 ?
& 

 ?“ ???
?  ?
    ???" 
? Ÿ
 
 
&
%?
? ?? 
&?
 ? 
  ?
? Ÿ    ?   

 Ÿ Ÿ
 
  

  
 
 ?& 
? Ÿ3
˜ ?
“ ? ? ?  
&
 ? 
   
J? ? 
   





 ?
Ÿ&? 



Ÿ 




?
 

4
˜?'  
 
?
?
?

 ?   ?
& &"? ˜?
'? & ?
 
& 


 &&  ? ?Ÿ
 ??? ?

 &   ? ?? 
 ?  ?
?“ ?
 ??&? ? &
found.5
%?

 ?
& 


 &  
 
 ?
heat of the sun, tribulation, fear, oppression, temptation, plunder, persecution,

 ?
?
 %?

  ?
?
    |  &  
   ? 
   ? <
 %? 
our brief mourning be changed to laughter, our momentary pain into endless
 %?
 
   ? ?
 &    ?     


 
  
  


   ˜   ? <&

? 
  ? 
?
 
?
O ?

 
  ?
& 

 

 ?Ÿ
&
 
 ?<&?  
? ?
 ‰?  ?
  ?
 &  ?



1
‹WExhortation to a Church in Prussia „•…–?|?
 ˜
The
Complete Writings of Menno Simons (c. 1496-1561),
 <
 
 W  >@›
'
>
„…†„”¢
2
‹WA Kind Admonition on Church Discipline „•„˜
The Complete Writings
of Menno Simons•„Š•„’
3
‹ W Foundation of Christian Doctrine „•” ˜
 The Complete Writings of
Menno Simons†„¢
•
‹WThe Incarnation of Our Lord „•˜
The Complete Writings of Menno
Simons’¢¢

‹ W The Cross of the Saints „•  ˜
 The Complete Writings of Menno
Simons†„¢
• ;   
  <


?  ? ? 
? ? ˜ ?   ?  ?
  
  Ÿ  ?  ?


  
   ?  ?   ?
other hand the ungodly shall have their portion in the eternal, unquenchable
$

 ? 
&
  J ? ? ?1-2
˜?‹ 
?


 





 
_
 ? 
  ? O ?
  ?  


&  
 
 

 
 ›
€€
J
˜ 

Z  ?  
  ? 
 ?
  
 –?{ ?<&&
J

 ¦? 

 
   ?$
 ‹   ? ? The Waterland
Confession•”
  &? & „’”„’„“
? „†„”
      
& ? 
  –?W ?%  
?? 
   ›@
£??    ?  ?
  ?&|?
 
 ?
  ?


   ?&
“@
£<?? ?
elements of the expectation found their expression.
@
£›Z  ?‰
{

  |?
  ?
  
%??
 ?  ?  
 ? ?<

  ? &? ??? &
?&
 

  ?  ?
 &&
 $


the dead.3
@
£<›Z |?
 ¦{ 
  ?{

   ?  ?


< – 
<   &  ? ?  – |?
  
 
 ¤  <

& ?
 

? ? 

 

  ? ?  ? ?  ?  ?  & 
$  ?   
&
&&
 ?  ?–  ?
@  ?    ??  ?

??

 ? ?

 
?
&
  ? ?
&?? ??

‰  ??
 ? ? &?

1
‹WEncouragement to Christian Believers „†˜
The Complete Writings of
Menno Simons„”•Š„”•’
2
%      
 ‹¦ › %? W
 
 ? 


  
&


 
 ?  ? 
 ? 
? ?
 The Spiritual Resurrection ¨„¢†ª˜
The Complete Writings of Menno
Simons¢
‹ ?J 
? ? 


  ?
 ?  ' 

Ÿ
 ??
   ?  ?
?
 ?
 

 ? ? 
 ?$
 


 
 ??? Ÿ??


   Ÿ  ?&




 

 ?& ? ? ?



   ? &  ?




 
consists solely in dying unto, mortifying, and burying the sinful body through putting off and

 ?&

  
 
@ &†„
3
< ŸBaptist Confessions of Faith‡
Propedéutica 

     ? Ÿ         

   ?


?    ??
 &
 ?
& |?
  

 
? ?? ?&
  ? ????
? ?

%? ???
??

 ?
Ÿ ?
 
 ??&  ? |?
   
? Ÿ ?%? 
 ??  
 

‰  ?
? ?? ŸJ


 ?
  
<
–|?
 &  
$
??

 

 ?? ?
 ?



 
 
 ³1
@ ?

$   ?  
 "  
 ?‹  ? Dordrecht Confession??
 

& @
 |
    & „  
  & ? 
  ?€€
& „†¢‡@ 

  
J
 ?‘ W   „’
 ? 

$

? & ? ? ?
  ? 
?
 
_  ?
& ?{
 ›>




   ?$ 
{
 ?


    ?     ? ?  ? 


& ? ??
 ? 
  ?W
 
??

 2 ?
? ?
?& 
 J  ?
  &
 “ ?  ?  ?
 ?
?? ?
??& ?  ?
Ÿ   ? 
 ? 
&
 ?  
of Christ... 3
@ ?  ? ?
   ?   
³??
­? ? 

?
 ? ? 
  ??
 ¦—
?
 ??

 ? ?|?
 


{

?› 
 J&  ­ 

Ÿ“¦  

?? 
 “­?
 ?

 ?  ?$
 ?¦“
?
 ?  


  ?
?  
 4

1
< ŸBaptist Confessions of Faith†††
2
%    
 ˜  & ? 

 ? & X 
­ ? ?¦ &

 ?
  ­Ÿ¦  ?


&   ?   |?{_
?  ?Ÿ   ?

Ÿ  | ›
­ ?Ÿ ? ? ?  ?
 ­ ¦@ &

  ?
­ ¦?  &

 & ?
¦ ˜The
Radical Reformation’‡
 ? 
   &  ­ ? ? ?     & ? ? 

of the death of the soul (thnetopsychism, mortalism) and the unconscious sleep of the
 ?  ?


  %??  ?


& 
   
   
?

  ?
   & ?

­ ? ? ¦       ?  
 
 
 & ?   ?  

Christian variants opposed to natural
  &’‡’¢  
3
&Š’
•
&Š’
† ;   
  <


%? &   ? ' 


 |?
?     ? ? 
Ÿ  
J
|&
‰
Ÿ  „‡… ?@  %

'&–Ÿ&' 
  „¢†?
Ÿ
‹

_ ?@&  
  

|?
 &'
& &Ÿ ?‰
 ?

?' 
‰
 ?

 ?



 ?‰
 ?
Ÿ
?' 
 @ 
 ? ?   ' 
 ?  
 

 &  ?    <?
<_  „†> 

{Ž
 
  {
  ? ?‰
 ?
„‡… ?
 
??  


“&  ??
doctrinal foundation to this movement.
˜? ? 
 ?
 ?
ŸAccount of Our
Religion, Doctrine and Faith „•” ?&Ÿ?
?& ?
  ?‰
 ?

 ? 
 ?    &
 ? {  ??   ?{
 

?
 
 |?
 
 ?


  ?$ %?




? 
?  ›?$
& ? JŸ 


 ¦ '
   ?  ? ?
{


 ?
 ? & {  ?
?

 &  &Ÿ?
˜ ?  ?€ ?
? ?    ?W?
 ? 
?  

& ?"$
  Ÿ
   ?      ? 
 
?  &   



?

  
  ?? ?  Ÿ
doing the eternal, immortal life.1
€
 ?
 ? ? ? 
  ? ?W ‹
 ?

? ??? ??

 ?


  ? ?  ?
 2
%?  
    & 
 ? ?  ?   
  
 › ?   ?  ? 
 ? 
|?
  Ÿ ? ??? 3
@ ? %?   ?&Ÿ
  

?–?  $ ? ?  ?
   ? ???


  ?&Ÿ

  ?

Ÿ& ?




&
J?W ?? ?

 
&Ÿ“ ? ? ?  ?J ?
 Ÿ 
? ??4

1
> 
 { Account of Our Religion, Doctrine and Faith {  O —
Ÿ› >?
>&?'„…Š”¢‡
2
Ibid., 33.
3
Ibid., 33.
•
&¢¢¢•
Propedéutica Š

˜Ÿ ?   ?   ? 


   ?<
? ?

? ??  ? ?  ?
?%? ?
? 
 ?
?

?“ ? ? ?  ?
resurrection of life, but the evil and sinners to the resurrection of judgment,
  ?  

 & & ?  


 &
 ?     ?


&–??   ??  ? ?



?

  ?
???? ??1
| ? 

 › %?   
? { {
  Ÿ 
 $          _ 
  ?
   ?  &
 ? &%? 

?
 
   ?$
 $ 
  ? 

&
 ? ??  < ?
 ? ?    %? 
manifested by some of its leaders brought discredit and derision upon the
?    %?
 
  
   
  ? 
Ÿ  
‹W> 
{&
? &Ÿ? 

?
 ?&& ?

Conclusion
       ? 
  ?  ?   
   
 
$ ??
  ?{
 
 ?  &?
 &
 
$   X?   ?  
? ?  ?{

&  
  
 ?


  ?
 

    ?    ‹ |?
     

 ?  ? &        
 ?
 
› ? 
 “    
 ?     ?
   ?  


 ?  ˜  „¢’•&
‰ &? ? 


& ? ??
 ?


the sought-after solutions.
%?
    
 

 
  ¶  
 


&

 › 
|?
? ?  &
?     ?Ÿ >
 

'
 Ÿ $  ?
?
 ?   ? ?
W
?
$

 ? ? & 
??
? 
&?   
 

Ÿ

? ?
@ ? 
 

 

 ?
 
  ?|?
?›   
?  $   ?? ? 
 
_

  



 ? ? 
  
  Ÿ  
? ?   
?ŽŽ ?
 
   ?


the Second Coming of Christ.
@  ? ? 

   
 & 
 
   ?W$   ?  ? ?


1
{Account of Our Religion, Doctrine and Faith•
’ ;   
  <


    ?? ? >





   ?$
 
 {

¶

 ?
constituted the heart of their expectations concerning the future.
@$  ›& ? 
    ??  ?
?
   ?

 ?  ?     ?
 
    ?
&&   
 ?  ? 
› 
 ? 
 ? ? 
 
  
 Ÿ 
?|?
  ?
?   ? 

 
 
 ?&  

 
 

Ÿ@ 



 ?  
› %?



  
 ? ?   ? |?
 %?
   ? ?  
  ? ? 
 
?  ? 
?    1 Differing from the
terror that any allusion to the Parusia and the judgment produced during the
‹@
 ?{

 ?

 ? 
&?
  ?    %?  ?|?
 
 ?
 ?  |?
 
 
   ? 
 
 ? ?

 ?  ?|?
  ?W
?

2
%?&  ? %& ? 

such as the Church, the Kingdom of God, the Kingdom of Christ, the nature
  ?$   ?
& ''
%?  ?
   ?       ? &  
  & 







  
   ?
?      ?   
  
 ? {

 
?




Ÿ

Selected Bibliography
Primary Works
‰
J˜Zwingli and Bullinger%?<&

 |?
 |
XXIV. <›W|‹>
< „…¢
| –? Institutes of the Christian Religion. X –? % ‹O %

€
<‰ %?<&

 |?
 |. ‡>? ?›
Westminster Press, „…†”
|–?Tracts and Treatises¢J
{ ‹›X
„…’
|?
  '
  Selected Works of John Bale |&
› %? ‘
 
>
„’•…
|–?The Works of Thomas Cranmer. 2 vols. |&
›%?‘
 
>
„’••„’•†

1
–€Z 
Compendium Theologia „Š¢…–>‹
The Last Judgment…
2
‹
The Last Judgment’
Propedéutica …

'Ÿ ˜ –?  The Latin Works and the Correspondence of Huldreich
Zwingli‡>? ?>@›%?'&
>
„…‡‡
––?An Apology of the Church of England. ?O—›|
‘
 
>
–X‰ „…†¢
<˜ZThe Writings of Balthasar Hübmaier†%
J
<&
‹Z›˜–|„…¢…¨‹
$
ª
< Ÿ ˜ <  Baptist Confessions of Faith |? <› –
>
„……
< ?
‹
Luther’s Works•W <‹Z›|
>&?
'„…’Ž„…†Š
>
Ÿ
%'<English Reformers. Library of Christian Classics, vol. XXVI.
<›W|‹>
< „…††
>Ÿ˜?Melanchthon and Bucer. Library of Christian Classics, vol. XIX.
<›W|‹>
< „…†…
{ > 
 An Account of Our Religion, Doctrine and Faith. {  O—›
>?>&?'„…Š”
Schaff, Philip, ed. The Creeds of Christendom ¢  O —
Ÿ› '

 
‰
 ?
>&„’ŠŠ
% 
%?
Luther: Letters of Spiritual Counsel. Library of Christian
Classics. Vol. XVIII. <›W|‹>
< „…
˜
 –? |  The Complete Works of Menno Simons. %
 <


W >@›'
>
„…†
˜ J
 '    Spiritual and Anabaptist Writers. Library of
|?
 |££<›W|‹>
< „…Š
Works of Martin Luther†>? ?›‹?&
>
„…¢‡

Secondary Works
Althaus, Paul. The Theology of Martin Luther. %
{&
|W?_>? ?
>@›€

>
„…††
Crosby, Ernest S. Reformation and the Reformers@ 
›
ŸŸ'
O„…†¢
Curtis, William. A History of Creeds and Confessions of Faith.X&
?›%¬%
|
Ÿ„…„„
€
<{XThe Conditionalist Faith of Our Fathers. 2 vol. Washington,
|›{'
>&?@ „…†„…††
________. The Prophetic Faith of Our Fathers.•˜? |›{
'
>&?@ „…•†Ž„…•
‹
–The Last Judgment in Protestant Theology from Orthodoxy to Ritschl.
J
{ ‹›X
„…†¢
†” ;   
  <


%

 % € Les Réformateurs et le Fin des Temps. O?  W _
›
?O W@„…
˜J
'The Radical Reformation.>? ?>@›%?˜  

>
„…†‡

Other
‰
Ÿ J
 @ The Interpreter’s Bible Dictionary of the Bible. O —
Ÿ›
@&>
„…†‡


?–?%The Resurrection of the Flesh<›W>|¤„…‡„


€€XThe Christian Hope<›<J
|„…•
J % €
 His Appearing and His Kingdom <› %? X 
?
>
„…¢
‹ –Ÿ W  The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious
Knowledge„¢J
{ ‹›‰Ÿ
‰Ÿ'„…†¢
3
Miniature symbolization and the year-day
principle of prophetic interpretation1

@&
{%

Introduction

A basic hermeneutical component of the historicist school of prophetic


 

   ?Ž 
Ž
 %?? 
this hermeneutical principle argue that the prophetic time periods connected
 ? ?   
 ?   W
 
 ?  & 
    
literal days, but rather as symbolic days that represent the same number of literal
yearsW ?Š”Ÿ …›‡•Ž‡Š
 

 •…”
“
?„‡†” {„„›¢„‡›† Š›‡“{„„›‡“„‡›„•“„¢›
„‡†”
“ ?„‡…” „‡›„„„‡…”
“ ?„¢¢ 
„‡›„‡„¢¢
“ ?‡¢””
 ’›„• 
O@W‰O2 as 2,300 years.3
‰  
 
  ? & ? ? 
  ? 
  
   ? 
Ž ?
 
     $ ‰&

 ?   ?
„’•‡‹W 


 @

%?W
‹? 

?? 
 
  ?

Ž
   

  ?„‡”
 J†›¢
•¢…‡”
“ ? 

?  JŠ›• 

“

1
O ›%?
 
? 
  
  ‹ 
W&_ 
 ?—
Ž>
  >
 ?  

  Andrews University Seminary Studies
•‡¸„ W
‡””•›„•…Ž„†Š
2
‘ ?
 ‰&



 ?{W
3
%?   
?
     ? ? 
      ? 
 
  <{ X €
¦ The Prophetic Faith of Our Fathers: The Historical Development of
Prophetic Interpretation• ˜? |›{'
„…•†Ž„…•? 
scholarly expositions supporting the historicist year-day principle are provided in William
' W? Selected Studies on Prophetic Interpretation   {  |  W

W
W
‹›‰&{
?     ?J
|
 W ?Ž
@  „…’‡„›†Ž…¢“Daniel 7-12: Prophecies of the End Time ‰›>$
>
„……†•”Ž•Ž†”‡„•Ž‡‡¢
†‡ ;   
  <


?•””
 J„›„¢ „••”””
“ ?
   
  J•„›‡Ž¢† ‡‡…
 ?1
' 
  ? 

  ?  ? 
   ?
 &


 ? & ?
     &  classical prophecies

 
apocalyptic prophecies (portrayed in symbolic
‘
?W ?
 ?   ?  &
 ? ?
  
& &??  

 O
„•›¢•“X_Ÿ•›†2˜'W??
  ? $
  ?   
?  
 ?
?& ? ? 
  
  ?
 ?  
     ? ?  Ÿ 
J&  “ ?  ?   ? 
?  ?
 ?

 ?
Ž
   
?
 ?  ? ?  
& ?
 ? 3
—   ?   

? 
Ÿ

 ? ›˜??O„•›¢•X_Ÿ•›†&
as a hermeneutical principle to interpret the time elements of the apocalyptic

 ?     ? { ‚4 Would not such a use be simply
 ?
     ? Ž  Ž
  
?‚ ˜?  ? 
Ž

    ?
    ?  
 Š›‡?? ?
  Ÿ  
 
•›„†‡¢‡¢‡“„„›„¢¨    ?  
ª5? ? 

     ?   ?
 {
‡”›„Ž„”‚6

1
‹¨ª W 
 Hints on the Interpretation of Prophecy @
 ‹@› @ ‹

 
˜
„’•‡’„Ž’‡
2
Uriah Smith, Thoughts, Critical and Practical, on the Books of Daniel and the Revelation ‰ 
|
Ÿ‹›{'
„’’„••‡”‡
3
Shea, Selected Studies…Ž†„
•
˜¨ª‹
  › %?
 



Ÿ

&
O&
 „•›¢•  X_Ÿ ¨sicª •›†   ? $¨ª    ¦   Ÿ
(Evidences from Scripture and History of the Second Coming of Christ about the Year A.D. 1843, and
the Personal Reign of 1000 Years¨‰
%›
 %
 ?Z$„’¢¢ª„„

˜'W?  ›• ­ ¦

 
W­ ¦
  

O&?__
 ?
?  •›„†‡¢‡¢‡%?­  ? 
¦ Š›‡ ? ?
? 
 ? 
X?
  
¢†”Ÿ   „‡†”%?
Ž
ŽŽ
 „‡†” 

 X_Ÿ•›†“O&
„•›¢• Daniel 1-7: Prophecy as History„Š†
†


  ?  

     ? ? 
   { ‡”›„Ž„” ? Seventh-day
Adventist Bible Commentary › W  
 Ÿ ?¨­ ?
¦ª &

 ?   ? ¢†”””” 

& ?
 

   ?  ?  ?
verses are symbolic, and that therefore the time period must be symbolically interpreted.
Others point out that this prophecy contains a mixture of literal elements, and that therefore
  
 
  ?
&%? 
 Ÿ ?
  ?  ? ?

 

¨˜? |›{'

„…’”ªŠ›’’”
Propedéutica †¢

%?
 
 
&
" ?    
&_ 
  ?Ž 
>
    
 
%? 
? 
hermeneutical insights for the process of responding to these questions from
a historicist perspective. Only the actual lengths of the various prophetic time



 ?      ? 

points of each period.

Miniature Symbolization in Nineteenth-century


Protestant Literature
Some nineteenth-century historicist scholars argued that the year-day
principle of prophetic interpretation should be applied only to the time
    ?  $ &
 ? ? &

 
broader entities than the symbols themselves.

Frederic Thruston
„’„‡€

%?
   ?
   &

 

  ?
 ?   
  
{„„›¢Ž•
'  ? &
 ?  
“ ?& &
& 
 
 
The times must, therefore, be also
in miniature, as days for years. A beast, the miniature picture of an Empire,
    ?  

  

  &    „‡†” 
 %?

 ?  
 ?

 
“ ?
X 
??

„‡†”


 && ?„‡†”  ?

  ? &
??

 ? every
word, in a symbolical representation, be symbolically understood.1

George Bush
„’•¢J
‰?

 '&
Z
 < 
 
 O
—
Ÿ| ‘
 &
  ?    
&_ 2
'$ ?   ? 
›
%?W
 

  ?    
 ¶ ? 

and the symbolical. Where an event, or series of events, of a historical character,
? 
 
Ÿ
 ?  &
in the plainest, simplest, and most literal terms. No reason can then be assigned

  
   
$
  ‰  ?
 




  ?&
 ?%?
 ? 

1
€

%?
 XW%
 ? “
{
?  ?@  < 
‰Ÿ>
 ?| W?
 <›|
„’„‡„›„• -
phasis original).
2
J
 ‰? >
 ?      % The Hierophant; or Monthly Expositor of
Sacred Symbols and Prophecy„„ @
„’•¢›‡•„Ž‡¢
†• ;   
  <


have frequently, under divine prompting, adopted the system of hieroglyphic




  ??

  & 
an extended empire. Consequently, since the mystic exhibition requires that the
associated chronological periods should be exhibited in miniature also.1
‰? 
 
?
 ?  ? 

    ?? ?   
employing a day for a year is to be resolved, is that of miniature symbolization.
As the events are thus economically reduced, the periods are to be reduced in
? 
 
 
 ˜?  ? 
 
      
 
 ?   
  ? ?rate or scale of

 ‰  ?
&&  ? ?&  ?
  

minor revolution of the earth round its axis, for a year or greater revolution of
the earth round the sun.2
@

  ‰?¦
 >
 ?   %

?? ? 

 &–?' ?‹
 
periodical The Advent Herald and Signs of the Times Reporter ‹
? † „’••
' 
& ? 
  
 ?  
  
  ?  ?

 ? 
& 
3

T. R. Birks
One of the most comprehensive nineteenth-century expositions of the

Ž
 %{‰
ŸFirst Elements of Sacred Prophecy „’•¢4‰
Ÿ
 %
 ||&
  ? J ?&

Ž
  Ÿ  ?|?
? ?    
    ?
<
¦
 
   ?  ?  ?  ? 
  
 ?   &      ? 

 ?  
 ??  &
   
&

5
 ?Ž systematic employment of‹O@%‘{X in hieroglyphical
symbolization6
  O„•›¢•‰
Ÿ ?&  


1
‰? >
 ?   %‡••Ž‡•  ?

2
&‡•†  ?

3
J
‰? >
 ?   %The Advent Herald, and Signs of the Times
Reporter ‹
? † „’•• ¢¢Ž¢ @ ?
 
    ? 
  
   > J


Damsteegt, Foundations of the Seventh-day Adventist Message and Mission J
 {  ‹›
X
„…ŠŠŠ‡„„•
•
%{‰
Ÿ€
 X  W
>
 ?›X  W
{ 
X    ?—
Ž%?
 <›˜X
> 
„’•¢¢”’Ž
•„…

&¢„„¢Š•„†
†
&¢Š‰
Ÿ &¢¢’  ? J
W€&

Ÿ >

< 
  Ÿ &  ? &      ‹O@%‘{X  ?
 ?
&_ ??
&   ?
Ž ?
‘
 
&  
   ? 
Ÿ
Propedéutica †

in type and a miniature in symbol  ?


'
 ?   
real, and a symbol an unreal or ideal, representative of a real object. In the type,
? ?

 


  ?? 
¨O„¢›„Ž„†ª“
and the forty days of their search, a real period, represented the real time of
?  ?
¨O„¢›‡“„•›¢¢¢•ª ? 

W –? ? Ž?
& ¨Š›Š„…‡”‡¢‡•“{„¢›„Ž’ª
 ?Ž
 ?¨{„‡›„‡ª
$


  

 ?|?
?
 |?
 “ ?
 ¨Š›‡“{„„›¢“„‡›†ª


Ž  ?¨{„„›‡“„¢›ª
 

  


  ?
 
 
%? ?


   ? W
 
 ? 
 ¨O „•›¢•ª 
      
 
 ?   ?@ŽJ? ?  &
??  

 

 ?  
??&
 ? 

Ÿ 
suggestive character, as a miniature representation of some larger period.1

E. B. Elliott
„’•ŠX‰X 
 ? ? &  ? 
   
 &_  X    
   %
     
%
 ||&
   ?  symbolic Beast’s time of prospering,
  
&&  $
    ? 
   ?    ?
Empire symbolized2 ' 
  ?    day ¨ª year in one miniature
symbolic¨X_Ÿ•›†ª 
& 
 3
While other historicists applied the year-day principle only to those
&?? ? 
& 


X & ?&   ?
?? ?
?

 
   &  ? 

&    &_  &
 ?    •›• †“ –
 ‡›‡“
•’›„„“X_Ÿ‡¢›¢“'‡›„4?
 
&_


?   &_ ?     
¦   ? 
 X    

?
 ?   ?
 ? 
 &     person or animal, it
 ?   

   ?  $
 

&      ?  
   ›      ?  &
 
 “
  
$ 
 ?$
 ‚ or long-
lived tree ?
   
 ?X&_ &?
inanimate objects ?&
  ?$   & “
'
¦&_   ?{ 
 



1
‰? >
 ?   %¢¢…
2
X‰X Horæ Apocalypticæ; or, A Commentary on the Apocalypse, Critical and Historical, 3rd ed.
<›W‰
W„’•Š¢›‡‡•  ?

3
&‡‡Š•  ?

•
&‡‡•„
†† ;   
  <


?$
  
Ž ? 
 
  
?
 ?briefer storm
represents the longer civil commotions.1
%?&Ž $   ?   
&_ 

&
  ?  W
 
 ??
? 
   ?
Ž
 %? 
&
"
? ? & $ ? 

The Concept of Miniature Symbolization



!  "
' 
  ? 

 ? 
 
 
   

O„•›¢• 
?
 X_٥ݠ ??
 Ÿ
 ?    ?? 
  
      ?
{  %?  ?  
  ? ? ?
  
 
&_ O„•X_Ÿ•?
  
 ?  ?{  ? ?


& ? 

 &  ? 


 ?
 ?

Numbers and Ezekiel


%? 
 
 
   
  
  ? &Ÿ   O&

„•›¢•  ? historical     ?    ? 
 ? 

& 
    ? |

    „¢›„Ž
‡@ 
 
 
? ? 
 
  ?
  „¢›‡
%?  
 
      ? „¢›‡†Ž¢¢“  „•›†Ž…  ? ?

    
 
&   ‹  @
    ?
<
  ?      ?  –?|&
? 
 ? ? 
 
 „•›„Ž„”%? ?
  ?<

 
      ? 
  „•›„”Ž„‡ @ 
 ‹   ?
J  
 ?
&  
&  
 „•›„¢Ž
„…J ? ›
@
?
?&? ?
 ?


?
suffer for your faithlessness, until the last of your dead bodies lies in the

@
  ?&
  ???   ?
land, forty days, for every day a year, you shall bear your iniquity, forty years,
?Ÿ 
 O„•›¢¢¢•
%? 

 
  
  
 ? 
&    
&  &    
 |
  ? ?
narrative are microcosmic    


 


macrocosmic
  
&  
 
 @
  ‰
Ÿ 
have, thus, from the lips of God himself, the clear relation established in this

1
Elliott, Horæ Apocalypticæ; or, A Commentary on the Apocalypse, Critical and Historical (emphasis
original).
Propedéutica †Š

 &  ?



 ? ? ? ? 

  ?
 ?

 
1
˜?O„•›¢• ?
 



historical
 X_٥ݠ ?
 
?
 
symbolic

 ?@O„¢Ž„•
typology 
X_Ÿ• 


a symbolic representation in miniature. Several small symbols are mentioned in
X_Ÿ• 
  ?
  –
@
•›„Ž
¢ ?
 ? X_ŸŸ  Ÿ &
Ÿ 

   ? 
 –


&%?  
  ? 


&


  
 ‰ •Ž’ ?
 ? 
? & 
&$
   ?? 
 ? 
?? –? ?

 ?›
%? 
  ? ?   ?? 

 “
 ?&
  ? ?   ?&

?
 ?  €
      &
    ?
 ?
 
   ?&
  ?
  ?
 ? “?
&
 ? ?   ?? 
@??  
?? & 

? &
 ?
?   ?? –?“

?

@? 
 
 ? –
 ?

&
“
?
 ?  ? @&?  
 
so that you cannot turn from one side to the other, till you have completed the
days of your siege.
Z
microcosm (the prophet himself) representing
a broader macrocosm $
 
 ?–?%?  X_Ÿ?
 
¢…”
 &‰?miniature hieroglyphic 
“
  ' ?

  ?  

?¢…”

  ? 
 ¢…”
 
Ÿ

?
?
? &_ ?
  –?
through the period of forty years.2
%?
 
  $
 ?   ?  ?  

   O „¢Ž„•  X_Ÿ • 
  ? ?       $
 
 &_  ˜?  O&
 ?         

   X_Ÿ       
 &_  ‰   & ?  ?
hermeneutical principal, provided by the text itself to interpret the time
 ?

%?
  ?Ž 

historicists to believe that the year-day principle should be used only in regard
 ? 
 ???

 
&_ 
%?   
? ?
 & 
    ?   
 ?  ?{ 

1
‰
ŸFirst Elements of Sacred Prophecy,¢¢’Ž¢¢…
2
‰?Hierophant‡•†  ?

†’ ;   
  <


Daniel
Crucial to understanding the validity of the concept of miniature
&_ ?
    

   
 ? ?
Ÿ  
 ?  W
 
?? ?  

  ?
 ?   


  ?&Ÿ 
 ?
    
 ? ?     &
 ?  
 

 &? 
 

Ž
 
  › „    ?   Š›‡“ ‡‡¢””

 ’›„•¨O@W‰Oª“ ¢  Ÿ
 ? ?
 & …›‡•Ž‡Š“ •    ? 
 „‡›Š“ „‡…”„¢¢ „‡›„„„‡1
 ?  
 ? Š  
 



 
&_ @
  ?>
   ? 
 
 
?  ? ¦ •

  ?‰&X 
“ ?
&
  

  ? ‹Ž>
 X 
“ ?  
  ? 

? †
& ?J
ŸX 
“ ? 
?&  ? ?

Š  ?{X 
“ ?  ?
 ’&
   {@ ?   &  ?
  ?

 


   
  
 ?& Ž 


   &


 %?
       ? 
 
?     ?  
?? ? ?&

& ?  ?
 ‡ 
„‡†” 

2
<Ÿ’ 
 
 
& 


 
%?
 ? ?
 ¢• $& ?  
  & ‹Ž>
 ‡”“ ? ?Ž  ?  
?
 &  ?   Ž’  

     ? J
Ÿ X 

(v. 21). Once again, the counterfeit activities of the little horn are mentioned
 …Ž„‡ ??  &

    ?    ? & 

  ‡¢””   
  „¢ „• ¨ O@W‰ Oª3 As the
     ?

& &


Ž
 
 ?   ‡¢”” 
 
represent 2,300 years.4
1
|‰
ŸFirst Elements of Sacred Prophecy, ¢„…Ž¢‡•
2
W€
The Prophetic Faith of Our Fathers„Ž• 

 ?  
each volume).
3
%?
'&
 ’›„• 
‡¢”” 
€

?

   ?
W–W?  ‘Ereb Boqer ’›„•{ŽAndrews
University Seminary Studies„† „…Š’›¢ŠŽ¢’
•
W€
The Prophetic Faith of Our Fathers„Ž• 

 ? 
 ?“WO`_The Vision of Daniel 8: Interpretations from 1700 to [1900],
@
 ‘
  W
  
 
  W
  „• ‰

 W
›
@
‘
 >
„…’Š“@&
{%The Sanctuary and the Three Angels’ Messages:
Integrating Factors in the Development of Seventh-day Adventist Doctrines @   %?
W  
  W
   ‰

 W
› @   %? W  „……
„…Ž¢††•ŽŠ…„„Ž„Š•
Propedéutica †…

…›‡•Ž‡Š  ?


 ?  
   Ÿ&
  Ÿ  Ž Ÿ Ÿ%?    ?
  
 ?&Ÿ
   ’

 
 
  ? 
 
&_ 
‰ &
_ ? …›‡•Ž‡Š 
   ? 
?‡¢””
 ’›„• ’›‡†‡Š“…›‡”Ž‡¢? 

?  ?    Ÿ    ?

 Ž 
 &
? &
  ? ? 
Ž&_    
’<   ?  ? Ÿ
  cut of ”
'&nehak) of the larger period of 2,300 days-years and, therefore, must be
 

 •…”
1  
 •…”
 ? Ÿ
becomes senseless as a messianic prophecy. So evident is the year-day principle
…›‡•Ž‡Š ?  ? O„•›¢•X_Ÿ•›†


&? 
  ??
 Ÿ  

  ?  
  ?

symbolic prophecies.2
%?
$ 
 ?   

  ?
   „‡›•Ž„¢› „    ?   Š“ ‡
 ? ?
  „„“ ¢ ? ?

?
 ?
Ž$ „‡Z? &      ?
year-day principle to those time periods because of the fact that no explicit
 
&_  ?  $   ?&Ÿ‰  ?

  & ?Ÿ& ?

   
?


 ?    ?&Ÿ@     ? 
   Š   &    ?   ?   
  

Š›‡  ? 
&_ Š


?  
Š›‡ &
 „‡†”
 ? &  
? 
„‡›Š & 

 „‡†”


1
€
  
       ?    

     ?   Ÿ  
…›‡•Ž‡ŠJ
?
€' %?W ˜Ÿ …›‡•Ž‡Š   
Ministry‹„…Š†“˜'W? %?{ ? &  ?>
 ? ’
…The Sanctuary and the Atonement: Biblical, Historical, and Theological Studies, ed.
@
˜Ÿ  ˜{?
<?
 ˜? |›‰&{
?   
  ?J
|
 W ?Ž@  „…’„‡‡’Ž‡”“–‰Ÿ?
%? W  ˜Ÿ    …› X  W   & ‡„Ž‡Š†“ ˜ ' W?
%?>
 ? …›‡•Ž‡ŠThe Seventy Weeks, Leviticus, and the Nature of Prophecy,
  {  |  W
  ¢  €
Ÿ ‰ '&
Ÿ ˜? 
|› ‰& {
?       ? J
 |
   W ?Ž @  
„…’†„”Ž„”’“|
J 1844 Made Simple ‰›>$>
„…’’•¢Ž
“–‰Ÿ?Daniel: The Vision of the End
 ‰

W
@

‘
 >
„…’…¢„Ž••„Š‡†“‰
 ZŽ@ The Chronology of Dan
9:24-27@  %?W 
 W
‡ ‰

W
›@  
%?W „……“–‰Ÿ?Secrets of Daniel: Wisdom and Dreams of a
Jewish Prince in Exile '
  ‹› {  '
 ‡””” „¢Ž„†“ –
_ { 
Oliveira, Chronological Studies Related to Daniel 8:14 and 9:24-27 X?
|?W>‰
_›

‘
 *
@  ‡””•
2
W†&
Š” ;   
  <


%?„‡›„„ O  ?  ? &  ? 


   ?„‡…”„¢¢  ? ?  
  ?     „„   ¢„ &    ? ? ‡¢””  

    ’›„•  ’›„¢“ …›‡Š %? 
      
 ? 
  &? ? &  ?     
   
? 
&Š’ ?  ?
„„
? Ÿ  ?
?%?


$
 ?  ?„‡…”
?„¢¢ „‡›„„„‡?
 ?
 ? Ž   

    ?   Š›‡  ? ‡¢””

 ’›„•
%?     ?   „‡›•Ž„¢
 ?
 ? ?
 „„ 
& ? 


 
  ?&Ÿ W?
  ?  ?
 ?    ?&Ÿ ?
 ? 

 Š”Ÿ“„‡†”„‡…”„¢¢‡¢”” 
&
 
   ?&&  ?
  
 ? ?? 
 
€
   ?    ? 
 Š  
&   „Ž„• &  ? 

    
‡? 
’ ?&  ?
 
„Ž„‡&  ?  
„•
 ?
 ? 
time periods related to the vision of chapter 11 are mentioned only in chapter
12.1W   ?
Ž
   ?
 ?  
 Š
’?    ?  
 „‡
 ? 


 

  ?


  ?  
 $   ?
 ?   

   
%? &Ž  &  
 
  

  & 
of the day-year hermeneutical principle because of their direct or indirect

 ?  ? $ 
&_  ‰  ?&Ÿ 
 ?

 ?

 ?   
 ?? ? 
 
  

   & &  ?
? 
 
??
 ?  
Ž&_    

@  &
  ?   •›„†‡¢‡¢‡“ ?  
 
…›‡“ ? ?
Ÿ „”›‡
%?     O&?__
¦ ?  
 ?
 
•›„† ‡¢ ‡ ¢‡ 
 

 
  &    ?Ž 

? 
 ‡‡”
 Š¢†”¹‡‡”Ž
2%?
& 
?  ?   
    ? O&?__
¦ &

 ? 
 ?
 
 ? 
  

   ’Ž„’¦ 

    ?
 „…Ž‡Š
     $   ‡’Ž¢Š 

&
  ?   ?    

1
Shea, Daniel 7-12‡„ŠŽ‡„’W %>
 ? „‡{ 
„‡Ž„¢  Symposium on Revelation: Introductory and Exegetical Studies¶Book 1, Daniel and
{ | W
†€
Ÿ‰'&
Ÿ W
W
‹›‰&
{
?     ?J
|
 W ?Ž@  „……‡¢‡ŠŽ¢†”“
Ÿ?Secrets of Daniel„’†Ž„’…
2
W  X  ‡‡ŠŽ‡‡’  • %?  

       ?  & ? –??¦
Witnesses.
Propedéutica Š„

&_   ?  ?


 ? 
 ?



   
 O&?__
 ?? $
‡”Ž‡‡‡’%?
 ?    „†
 

 &
   ‡¢‡ $    ¢‡
Understood as seven literal years,1 this period can be easily accommodated
 ? ?  ¤O&?__
O
  ?  


Ž 

    ?
 ?  
 ? 
 ? &
?  
 Z  

 

     ? 
¦ &
  

 O&?__

 ?

$$ 
not contemplated by the text itself.
%?
 ? 
 ?  –
  &
 
  
  

 ‰&   …›‡ Ÿ
–
‡…›„”{

 ?  

–
‡›„„„‡‡|?
¢†›‡„‰
reading the respective literary setting of each of those passages, one can easily

 ?  …›„Ž„…–
‡…›„Ž¢‡& –
‡›„Ž„•
‡|?
¢†›„ŠŽ‡„ ?

 

 

 ?  
&_ 
 ?
Ÿ &%? ?
 
 …›‡? &
  
 
  
W
 ? ?
 Ÿ    „”›‡Ž¢ 
   
   


  
 ?  Ÿ … ?  ?
 ? 


 ?  
   
   
 
 ?
 Ÿ & 

  %?
 ?& ?

?  ??

 ? ? ?



 |
 „”›„
there is no basis for interpreting this time period as anything other than three


 
Ÿ
%?

  ?

  
&_ 
 ?&Ÿ    ?  ?
Ž
 
 &  ?  &Ÿ  ?   Ÿ  ? ?
  &
…›‡•Ž‡Š“      ?    Š›‡“ „‡›Š“ ? „‡…” 
„‡›„„“ ?„¢¢ „‡›„‡“ ?‡¢”” 
 ’›„•
‰
  ?& ?&_ 

  ?  
•›„†‡¢‡¢‡ ?  
 …›‡ ? ?
Ÿ „”›‡Ž¢
  ?  ? $  
? & Ÿ 


 
 ?
Ÿ „”›‡¢
  
%? 
  ?&Ÿ {  ?   
 ?
  
 ?   
  ?   
Ž&_ 
setting.

1
Cf. Seventh-day Adventist Bible Commentary •›Š…”› %? 
       

interpreters explain the Aramaic ‘iddan­ ¦?
 ‡¢‡¢‡“?Š›‡“„‡›Š¨ ?
    @
& '&
ª ­
¦%?
<££
­

¦@ ?

  
 
 ?
– ? Antiquities„”†
–
{?&X_
– ? ‹ 
  

 ? ?
Š‡ ;   
  <


The Revelation
%?&  ?   
&_  ?&Ÿ
 {  

 ?
 ?   
›
  { ‡›„”“ $  ? { …› „”“ ? ?
 ?  ?
 ? ?
 {…›„“•‡  ?„‡†”  {„„›‡¢“
?
?  {„„›…„„“„‡†”  {„‡›†“  
?   {„‡›„•“•‡  ? {„¢›1
%? 
   {‡›„”
 ? 


    
 &   ’Ž„„ ‰  
  ?  
  
&_     ?
 & ? 
 $ ?  ?
Ž
 %?
    Ÿ? ?
 ?
   ??
?W
&
& 
X_Ÿ•
   O„¢Ž„• &



 
 %?
 ?   ? ?
?W

 

  ?
$
 Ž 
|?
    ?  $ 2 ? ? 
? & Ÿ  
 ‰   ? ?
?
 
 
&  ?|?
 ?
?&  &  ?  ?
1st century (c. A.D „””  &  A.D ¢„¢ ? |    
?    ? ?
?3 ? ?   ?  & 
 
miniature symbol of a larger period, most probably ten literal years.4
% {…›„” 
 

  $ ?
 ??
?   Ÿ ? ?   ?    J   ?
 
?
? & 
   • %?  
 

    ? $ ?
   
„Ž„‡?? ?

 

 ?&  ?
  
 &    
  %? 

 
?


 ?
 &  $    ?  ?

Ž
  ?   
 ? $ ?„”
 

‰ &Ÿ& ?
 ?& 

  
&_ &
  
&

? 
$   ?
     ?    ?
year-day principle. If the trumpet is seen as a miniature representation of an

   ? |?
  ?
?¶
   
 ?
   ? Z 
Empire in A.D„‡……  ?   ?‰_ X 
A.D„••…5¶
? ? $ ?& Ÿ„”


1
|‰
ŸFirst Elements of Sacred Prophecy, ¢‡„Ž¢‡•
2
@? 
  W

€ ?|ŸA Guide to the Seven Churches
 &%
Ÿ›@%
_—
„……’•Ž†„W˜‹{The Letters to the
Seven Churches of Asia and Their Place in the Plan of the Apocalypse J
{ ›‰Ÿ
„…†¢
‡„Ž‡’”
3
Seventh-day Adventist Bible CommentaryŠ›Š•†
•
W&Š•ŠŽŠ•’

–¨?ª< ?The Probability of the Second Coming of Christ about A.D. 1843 ‰ ›'
X„’¢’„¢Ž„Š|  Foundations of the Seventh-say‡†Ž‡…
Propedéutica Š¢

{…›„
 ?
 ??
 ? ? ? ?

 ??  ? 

 Ÿ ?
 Ÿ1
%?  
 
 ? ?
   ? ?
   „¢Ž
‡„??
?&
 ?
 

X ?
 
?
 ??Ÿ ?   ? ?  $
Ÿ
 ?


? &
   ?
 $
 ?

  ?
@ ?  ? $ ? „” ??

? ? ? ?
&¢…„
„
if this trumpet is considered a miniature portrait of the Christian church, for
 
 ?   ?‰_ X 
A.D„••…  ?
of the Ottoman Empire in A.D„’•”2
%?•‡  ? ?„‡†”  {„„›‡¢ 
„¢›“„‡›†

_  ? ?
&   
  ?  

Š›‡ „‡›Š“{
„‡›„•3%?  &  ?  ? 
&_ &??
? Š
 

 ?
Ž
   

 
     ?  Š›‡&   ?
 ?


   


—    ? 
Ž&_ 

 ? &Ÿ
 Š ?    {„„›¢Ž„‡??
?•‡ ? ?„‡†”
  ?? 

 
   ?   ? 
 ?
   •   ?
  
 ? 

1
W ?
 

 ?  ?  ?
 ??
 ? ?
 ? ?
?&
  $  
 ?
 ? 

 W  { ' |?
 A Critical and Exegetical Commentary on the Revelation of St.
John X&
?›%¬%|
Ÿ„…’„›‡‡“–‹&
€
Revelation@‰¢’ O
—
Ÿ›&„…Š„¢Ž„•“J¤‰The Book of Revelation: A Commentary on the
Greek TextOJ%| J
{ ›X
„………”’— ? 
    ? 
expression as alluding to an actual time period.
2
< ?„ŠŽ„’|  Foundations of the Seventh-say³‡†Ž‡…
3
|X@?  › %? 
 
Ž  ?  {
„¢› ?
    ? 
 
 ?? ? &  
  ?
     &
apocalyptic number for a divinely restricted period of time (often a limited period of
? 
&     
 
  Š›‡“ „‡›Š €
Ž   ? 
equivalent to three and one-half years, a period of time that the author expresses differently
?
„‡†” „„›¢“„‡›†­  ?  ¦ „‡›„•' ?
&
 ?
Ž? 
 ?&
 &  ? ? ? 
?   „„›…„„ Revelation 6-16˜‰|‡‰¨O?›%?O„……’ª
†”…
€
‹
 ¸W ?Ž@      ? 

 ?   


 ?
˜‹
Evidence from Scripture and History of the Second Coming of Christ, about
the Year 1843: Exhibited in a Course of Lectures ‰ ›–?'„’•‡Š’…†„„‡
‡„Ž‡„†“–?< ?Prophetic Expositions; or A Connected View of the Testimony of the Prophets
Concerning the Kingdom of God and the Time of Its Establishment ‰ ›–?'„’•‡
„›…‡Ž…¢“ Seventh-day Adventist Bible Commentary •›’¢¢Ž’¢•“ | ‹
 ‹ God Cares:
The Message of Revelation ‰›>$>
„…’‡›¢‡†“W? %>
 ? 
„‡{ „‡Ž„¢¢‡ŠŽ¢†”
Š• ;   
  <


     

 ?  ?  ‹  X?1 some authors


 &



 
   ?  2
¤ ?@W
XŸŸ?
 ‹µ

 ?  ? 

  ?



 ?  
& ?
 J ?Z%
 ? 
 ?   –|?
  ?O%   3%?
$
 ?
Ž &?  ?  ?•‡ ? ?„‡†”
  { „„›‡ ¢ ?  & 
  
  
Ž 
    „‡†”
years.
˜ ? ?  
    { „„›¢Ž„‡ ?
 
  


  
   ?
    ?   … „„ ‰ 
 ? 
  


    ?&


 ?   
  ?Z%O% ?  ? ?
? 
stand for three years and a half.4
{„‡ ?  
  ?„‡†” †   
?   „•
 $ ?
?? ?
   $
 ?
 †„•

?  
 ?? ?
 ¢%?
 
&  


   J¦ ??
?5
$
 ?
Ž 
Ž 

   ?  ? 

„‡†”

%?
 ?  
   •‡  ?

  { „¢›  ? 

?? ? &  ? ?
? „“„‡›¢

 ? 
   ?
  
   ? & ? 
  ‡ '
 
{„¢›„Ž’ ?  ?
 Š’
 

 ?& 
 &     


       { %?  
   ?
&

&
  ?„‡†”
 
 
 

1
@ 
  
 ??&
 ?  

‹&
€
Revelation, „ŠŠŽ„Š’
2
See, e.g., Seventh-day Adventist Bible Commentary Š›’”„“ ¤ ? @ W
 %? %
˜  {„„›¢Ž„‡AUSS„… „…’„›„‡ŠŽ„¢“‰The Book of Revelation, Š‡ŽŠ…“
XŸŸ?
 ‹µ
 %?%˜  { „„Journal of the Adventist Theological
Society„¢§‡ @ ‡””‡›¢”Ž•
3
W
 %? % ˜    { „„›¢Ž„‡ „‡ŠŽ„¢“ ‹µ
 %? % ˜   
{  ¢”Ž• | X J ˜?  ?   › |
 ?    ?

 ? 

?
­%?
 ? Ž
 ?  Ÿ 
&
 ? J   
?¦ ­%? 
¦  ?   ­          
?    ?¦%?  

  ?W
 
  ?Z ?O
%  ‰ ?
 
     ?
 
    ? J
‰ ?
   ?   %?  
$
 ? 
?Z%    

 W
 %?J X    ?
O%    W
?? ? 

 &  

 ? The Great Controversy between Christ and Satan ¨˜?  |› { 
'
„…„„ª‡†Š
•
W ?Ž@  ‰&| 
Š›’”¢

&’”Š
Propedéutica Š

 ? &Ÿ   {  ?  


   ?
    ? 
„„›…„„“  ‡›„”“ $ ? …›„”“ ??
 ? ?
 ?  ? 
 …›„“      ?    „‡›„•“
•‡  ? „„›‡“ „¢›“  „‡†”  „„›¢“ „‡›†  
  ? 
 
&_  % ?  
 ?
Ž
 
 
 ?  

   &‰ ? & ?
 
&  ?„”””
 {‡”‚  ?
Ž
  
 ? 
  &        ?
1,000 years?
If the only criterion to use the year-day principle is the presence of a given

  ?     

  ? ?
  &  

   

  ?„”””
 {‡”¢†””””
%?  
 
 ? 
 
  ‡ŽŠ &      &  
 ? 
Ž

  ?
& ?
  ? 

    ?
@
 ?
    
?   Š›‡“„‡›Š“{„‡›„• ?
  Ÿ 

    & ¢†” ? &
      
  &&  %?

 && 
 
    ?    Ž 
 ?

? ?  ?
 ?
_ ?
?

 &  
%?  ?_
 ? 

 ¢†”
 ? $
& ?  ? 
 ?

 Ž?  
 „‡†”   •‡  ?    

 ? 
 {„„›‡¢“„‡›†„•“„¢›“Š›‡“„‡›ŠO

 ?
  ?  
& 

 

Ž

  ? & ?& 
   ?

? ?

&&
 

  ?  

 ??
 ? ? ? ?
 {…›„??
?
  

 ?& 

 ?? ?
Ž
 && ?
 
 
?  && ? 
 

 ‚
‰   ?   
&_ ?
 
 
 
 ?  

   ? ? 
  ?„”””
&$

&
 ?

&  
&_ 
in that context.
‰
 { ‡”›„Ž„” ?
 ? „””” 
 
    
one might notice that several apocalyptic symbols are mentioned, such as
? &    
 ? ?
 ? &   
J  ‹  ? 
 ?  ‰         ? 
the overall tone of this apocalyptic narrative cannot be considered a true
 
 &_  €
  ? &      ?? 
 ?
  

    { „¢ 
    { ‡”   
  •„”%?
 $
 ??

  ?

 
  ‡˜? ? &  ?
 {„¢ 
Ž&_   ?
  ? 

{‡” ? ? %?  ?  ?  ?&Ÿ
Š† ;   
  <


 {  ? 


  
&_  

  

   &     
   
  &   
W  ‡”›‡“„‡›…€
 ?
 
   
 
?„”””
 {‡” 
„”””

W

  ?{ ? 
&  ? ? ?

  ?? ?<& |?
   ? ? {
’›„  ? 
 
 &Ÿ¤–{1?   
 †›„Ž„Š“ ’›„Ž 
 
  
 &_    &


? 

  ? ?  ? ?
? &
&


 & Ÿ  
 2'
 
{
„”›† ?
?& ¨J
Ÿkrónosª
¤–  ? 
& 
 ?
?& ?$   ?‡¢””

 ’›„• A.D„’••3 ?  ? ? 
?
 {’›„&  ?„”””
 {‡”›„Ž„”? &

  
  
 ?? ?
Ž
 ? 
& ‰  ? ? & ? 
  ?
 
study.

Conclusion
In many apocalyptic prophecies, both the major entity and the time element
?&_ &
 ? 
&& 

 &_ ?   ?

$ 
%?  
Ž&_    
  & ?  

 
&  O „•›¢•  X_Ÿ •›†   ?  ? & 
      ? {   ?  ?
 %?
   ?
   $ ?

  ? ?ŽŽ


ŽŽ

 
O
„•›¢•  X_Ÿ •› † 
  ?      ?? ? 

 
 ?
 
Ž&_   %?
 
Ž& 

? ?
Ž
  ?
that goes far beyond a mere proof-text approach.

1
%?    ?  &Ÿ    {Ÿ W  The Background and
Meaning of the Sealed Book of Revelation 5@
‘
 W

 W

‡‡ ‰

W
›@
‘
 >
„……†“{ŸW Revelation of
Jesus Christ: Commentary on the Book of Revelation ‰

 W
 ‹› @
 ‘
 
>
‡””‡„…Ž‡„‡
2
W– ?‰ Second Advent Way Marks and High Heaps, or a Connected View, of the
…<  > , by God’s Peculiar People, from the Year 1840 to 1847 O‰
‹@›
‰<„’•Š•¢“X¨ªX
 %?W ?WAdvent Review and Sabbath
Herald,–
„„’Š’“‘
?W ?Thoughts, Critical and Practical on the Book of Revelation
‰ |
Ÿ›W >
  ?W ?Ž@  >&?@ „’†„¢…“
Seventh-day Adventist Bible Commentary Š›Š’Š | X J ˜?  A Sketch of the Christian
Experience and Views W
 W
O—›–˜? „’„„„Ž„‡
3
See Seventh-day Adventist Bible CommentaryŠ›Š…’…Š„
Propedéutica ŠŠ

%?
    
 &_   ? &Ÿ    
? 
Ž
   &    ?   Ÿ  ? ?
 
& …›‡•Ž‡Š›      ?    Š›‡“ „‡›Š“
? „‡…”  „‡›„„“ ? „¢¢  „‡›„‡“  ? ‡¢”” 
 
 ’›„• ‰  ? &   ? &_  

 
?   •›„†‡¢‡¢‡ ?  
 …›‡ ? ?

Ÿ „”›‡  ?  ?  
? &
  

 ? &Ÿ   {  ?  
   ?
    ? 
„„›…„„“  ‡›„”“ $ ? …›„”“ ??
 ? ?
 ? ?
 …›„“   ?   „‡›„•“•‡
 ? „„›‡“ „¢›“ „‡†”  „„›¢“ „‡›†“  
?   ?  
?
 ’›„
 ? 
Ž&_    
that the year-day principle is applicable to these periods, but not to the 1,000

 {‡”?
 
&_ 

@ 
    ?   
 $
€
 
 ?  
&_   ?
& X_Ÿ•   O„¢Ž„•W ?

  
&_ 

 ?  ?  
  


 



  
  ?  ?
Š ? Ž
?
 & {„¢%?
    
&
 
  ?Ÿ  
?
 
  ?  
   
 ? ? 
{‡”€
?
 ?   
 &
 
  ?  &  

  
  
Ž 
   ?
  
 
 ?   
&  ? ?„‡†”  ?•‡
 ?{„¢›„Ž’
&    ?&
 ? ?‡¢”” 
’›„• ?Š” Ÿ
  …›‡•Ž‡Š € ? 
 ?   

 $    
& 
  & 
?


  



 
Ž&       ?  

Š›‡??
 
„‡›Š{„‡›„•
%?
   ? 
Ž
   
 ?   

   
    ?   
&_ { ?

scholarly studies of the Scriptures have demonstrated the internal (exegetical)
and external (historical) need for a year-day interpretation of some apocalyptic
time periods.1 ‰    
  ?  ?      

&_   
 ? ? 
     ? 
   

 ?  

  ‰ ? 

 

   

  ?
   &   $ ? ?
year-day principle should or should not be used.
%?

  

 ? ? 
  
&_ &     ?&
 
     {   ?  ?

  

1
See Shea, Selected Studies‡Ž…¢
Š’ ;   
  <



 ?
  &
$    &  
      ?

   
? 
 
  ‰&
 ?
4
La hermenéutica socio-política aplicada al
#  

 
 "

pensadores adventistas

|
<‹


Introducción

L a Iglesia Adventista del Séptimo Día tradicionalmente ha usado como prin-


cipio hermenéutico la interpretación histórica del libro de Apocalipsis. Au-
tores recientes como Loron Wade,1 Kenneth A. Strand,2 – Ÿ?3
'¤<{4‹
5 –>6 y {ŸW 7 han
seguido usando ese principio en sus obras sobre el Apocalipsis.8
W&
 
|?
˜%{‰
|?
W

entre otros, han preferido una hermenéutica socio-política para interpretar el
Apocalipsis. Antes de considerar a cada uno en particular, es necesario conocer
los antecedentes teológicos que subyacen en sus propuestas.

1
<
%˜El futuro del mundo revelado en el Apocalipsis €
‰@
›@#
|X 
W
„……”
2
¤ ?@W
 € >
   

  Symposium on Revelation,
€
Ÿ‰'&
ŸW
{ | W
† W
W

‹›‰&{
?   J
|
 W ?Ž@  „……‡„›
¢Ž¢•
3
–Ÿ?Le cri du Ciel„” 
Ž«Ž<|€
›œ  
W =„……Š
# ›Secretos del Apocalipsis €
‰@
›@-
#|X 
W
‡””’
•
'¤<{How to Understand The End-Time Prophecies of the Bible W
 €
›
€
 
„……Š'# ›
 
 < €
‰@
›
@#|X 
W
„………

‹
  
    <   O  ?› >&  


>$>
>&?@ „……’
†
–> %?'
  ‰&@  
+ & <
<|@›‰&{
?   | &

‡””„
Š
{ŸW Revelation of Jesus Christ ‰

W
‹›@
‘
 >

2002.
’
Cabe aclarar que puede haber algunos matices entre una obra y otra, diferencias de opinión
en aspectos no fundamentales.
’” ;   
  <


La hermenéutica socio-política aplicada al Apocalipsis


 #   
*    ? "  
-
puesta de una hermenéutica socio-política en la interpretación del libro de
@  ›@—
&
|X& ?W?µ
€
_
<

    # @ —
&
 | 
  
Apocalipsis tiene una perspectiva política. El Apocalipsis debe ser interpretado
en términos del contexto histórico en el cual fue compuesto, así el capítulo 13 y
„Š

 
+ 

@  
+ 
  

&
{1 El Apocalipsis está preocupado con el enfrentamiento


–} 

 –
se aplica al presente y no a un futuro distante.2 El Apocalipsis es el producto
 
#
 
 #
– #Ž
histórica en la cual el apóstol vivía. El propósito de la retórica del Apocalipsis
parece ser la resolución de las tensiones a causa de una crisis social.3 Las
 
 
@  › „ 
 # 


como un todo y (2) entender su ubicación histórica. El libro de Apocalipsis
no fue escrito para predecir el futuro, sino para interpretar una situación de
marginalidad y alienación.4
<  # X& ? W?µ
 €
_  *  
 
 
retórica o el mensaje del Apocalipsis, esta retórica responde a una particular
situación religiosa y socio-política.5
< 
  #
_@   }?
_ 
de los estudios bíblicos académicos y los discursos liberacionista y teológico-
feminista.6 Critica la estrategia interpretativa literalista del dispensacionalismo7
 &== ? #
Ž
+  } ?}  

delinear el contexto histórico y religioso, tiende a caer en una lectura idealista
 
 _ @  8 No pretende descartar el método histórico-
crítico sino integrarlo junto con una crítica retórica del Apocalipsis. Dicha

+ 
 #
&
 
  µ+ 
_

1
@—
&
| %?> >
    ?{  –?Journal of Biblical
Literature…†§‡ „…ŠŠ›‡•„Ž‡†
2
—
&
|The Apocalypse ˜ 
›‹?J_
„…Š…„‡Ž
„¢
3
—
&
|Crisis and Catharsis: The Power of the Apocalypse >? ?>›
%?˜  
>
„…’•„”†Ž„”Š„Š”
•
—
&
 | ­˜?  ? X 
    ? |?
?¦› >
? ? @  
Quarterly Review•§¢ „…’•›Š„Š•Š†

X& ?W?µ
€
_ %?€
  ?<&›
{? 
WŽ
> W  Semeia¢† „…’†›„‡¢Ž„•†  ›„¢•
†
W?µ
 €
_ Apocalipsis: Visión de un mundo Justo X  O

› X 
 
&
„……Š‡”
Š
€
_Apocalipsis: Visión de un mundo Justo, 22-23.
’
&+¢•Ž¢
Propedéutica ’„

 
 
 

  
_ 
   
 #1
Opina, entonces, que el lenguaje apocalíptico no funciona como lenguaje
predictivo-descriptivo, sino más bien como lenguaje mitológico-imaginativo,
que construye el futuro a partir de las experiencias y de los temores de la gente
en el presente.2 De esta manera el Apocalipsis sigue siendo atractivo para toda
clase de gente en situaciones socio-políticas y estilos de vida muy distintos.3
{& # *
= ? #
Ž
crítico es el primer paso para la interpretación del Apocalipsis, pero hay que
trascender dicho método y no olvidar la retórica o el mensaje del libro, que
presenta de la realidad socio-política de su época y como tal es una crítica a los
poderes despóticos, dominantes y alienantes. De esta manera los dos métodos
conjugados se proponen como la hermenéutica-socio-política para entender
al Apocalipsis. Ahora bien ¿qué valor tiene el Apocalipsis para el lector con-
 
*‚>
@—
&
|@  
 
 

  
_ 



-
# 
?_#4 Por eso el Apocalipsis no se limita
a la salvación de los individuos, sino que transforma nuestras vidas como seres
sociales y políticos, con una clara indicación a participar en los cambios socio-
políticos que traigan un nuevo cielo y una nueva tierra.5 En el caso de Elisabeth
W?µ
 €
_  @          
 
tienen hambre y sed de justicia, de esa manera el Apocalipsis sirve como mo-
delo teo-ético para los lectores que viven en situaciones socio-políticas que pi-
den a gritos justicia.6 En síntesis, el Apocalipsis serviría como modelo para los
lectores contemporáneos y de esta manera tendría un valor idealista aplicable
a cualquier época en situaciones socio-políticas similares al mismo contexto
histórico del Apocalipsis.
<€
„

 ? +›

Fig. 1. La hermenéutica socio-política aplicada al Apocalipsis.

1
€
_Apocalipsis: Visión de un mundo Justo,¢…Ž•„
2
&+•Ž•†
3
&+„…’
•
—
&
|Crisis and Catharsis: The Power of the Apocalypse„Š”Ž„Š„

—
&
| ­˜?  ?X 
 W  ?|?
?¦›>
? ?@  ’•
†
W?µ
€
_Apocalipsis: Visión de un mundo justo, „’‡„’¢„…’
’‡ ;   
  <


$ 

  %
    & '  #  
en algunos pensadores adventistas
La hermenéutica socio-política aplicada al Apocalipsis tiene en Charles W.
%{‰
|?
W

   
 W_
*  
X

|?
˜%$ 
 # 


de la iglesia institucional que puede evolucionar a un simple aparato institucio-
nal.1
W}%
  
› 
 $# 
-
tanciamiento del mundo y la demanda del compromiso con el orden social. En
  

 
"& 
 
 
disenso.2
X   #„…’” #
#

+ 
 

{&
'>
-
 # 
 @ ¦ 

$ 
  
?
?3% >
?&+ $ 
_ 
?_ 
@ >
   
-
puesta a Pierson, presentó un análisis de la evolución religiosa del Adventismo
como tal.4
A su juicio la acomodación en algunos de los niveles de la dinámica religiosa,

 _ 
#
puede requerirse para permitir la continuidad de la existencia del movimiento.5
%
+&@  @W?
  
›  
   $ 
     

#
 
_ 

#& ‰& -
nera el remanente es más que un sistema de creencias, es una comunidad de
interacción social.6 Por eso para que el remanente pueda actuar debe conservar
las características sectarias como las eclesiales. Lo que es importante recordar,

 %}O%&

_# 
vida, ministerio o interpretación de la doctrina, sino sobre un Señor, una fe, un

1
|?
% '%‰‹ O ‹?SpectrumŠ§„ 
„…Š›¢”
2
Ibíd., 32-33.
3
% Withdrawing Sect, Accommodating Church, Prophesying Remnant: Dilemmas in the Institution-
alization of Adventism„…’”%?|  
W ?Ž@  @-

 
  { W?
 < < |@› '
  { < < ‘
 
<&

„>

+>
 @
  
 ?
 

   ?
J
|
Adventist Review‡† &
„…Š’„”Ž„„
•
%Withdrawing Sect, Accommodating Church, Prophesying Remnant: Dilemmas in the Institutional-
ization of Adventism, 2-3.

&+¢Ž„•
†
&+¢Ž•
Propedéutica ’¢

& ?? 
%  ?
&
?  ?" 
  ?
1
X
  #%  
millerita con su clara percepción escatológica y de sentirse separados de varias
iglesias protestantes, no fue impedimento para que varios de sus líderes se in-
volucraran en actividades sociales de movimientos de reforma tales como los
abolicionistas y los de temperancia.2
<  ?  „’•• ` 
  
+ 
   @W 
entre sus miembros, algunos también se involucraron en ciertos movimientos


  
#W&
%
sostiene que la visión escatológica y el hecho de sentirse separados, privó a los
adventistas de continuar con reformas sociales.3
@  

%  &
 
›Remnant
& Republic.4
 ‘ 
   
 ‹
 X ‹
   
#    &

deja en claro que los distintos autores de la misma representan el pensamiento
Adventista de frontera. En este caso, estos autores están involucrados en
una tarea de criticismo e interpretación. Aquí el análisis y el criticismo es
   &­   
  

  ¦
  X 
&‹
@ 
 
=?
  #  
   Ž
estado.5
%
 
 
_ # +


W  &+
_#


 
   #

un remanente exclusivo, separado de las iglesias, del mundo y de las institucio-
nes sociales.6
<%&
 ££ } 
política social como la esclavitud, temperancia, libertad religiosa. Pero también
percibe que este papel fue más verbal que activo, o sea retórico, debido al

1
 %eel, Withdrawing Sect, Accommodating Church,
2
% ‰


‰&‚Dragon or Lamb?Adventist Heritage‡§„ 
„…’†›„¢Ž
‡„
+

 

›|?

€ ?– ?‰ –?'
3
&+‡„Ž‡
•
%Remnant & Republic <<›|@›<<‘
 | 

|?
 
‰ ?„……X &
_  &

 &?



 
 }&   ?
  

=  
    
 ? %>
Remnant & Republic, ix, x).

‹
 X ‹
 
#  Remnat & Republic, xiii-xix, especialmente xvii, donde
‹
 &
       
  &  
  social, un
evangelio social y una interpretación social de la fe. Los énfasis están en el original.
†
%{ Remnant & Republic‡Ž†
’• ;   
  <


 

=   
_& 
 
_ +  <
perspectiva apocalíptica separó a los adventistas de los reformadores sociales y
entonces la IASD como remanente quedó aislada.1
%
 
Ž$# 
 X

&&

# }
&&

@  % +&
  ‰&&
ser entendidos, primariamente, en el contexto de la iglesia cristiana en Asia
‹

# 
{—
 -
" ? #

 
 

las edades.2
% 

 ‰&&  
Ž + ?-
do contra el remanente. Ahora, previo al programa de adoración, se incluyen
historias de remanentes contemporáneos luchando contra los poderes bestia-
›
?‰?
@€
Ÿ‹¤&


 
# %
 @W
}
 3<
Ž$# 
remanente, a partir de una interpretación socio-política de ciertos símbolos del
Apocalipsis.
X
+  

% 
    #Ž?
-
= $
+&@  4 Sostiene que la herme-
néutica literalista del millerismo permaneció en el adventismo en lo referente
al Apocalipsis. De esta manera, en primer lugar, se pierde la posibilidad de
 $
&   
*
@Wconstituye en

 ? $  5
Ahora bien, un re-pensar el Apocalipsis, fuera de la hermenéutica habitual
@  
 %
Ž$
&  + 
  
   
  “+ 
& -
les son re-nombrados bajo la presión de cada nueva generación. Por otro lado,
 
 
Ž$
@   
 
@W   
 J¦
 }%
hay otras comunidades remanentes que luchan contra las estructuras de opre-
#
 
_ 
+&‰&6
X
 
% &
# -

@*
_#&?
=  

-

1
%{ Remnant & Republic†Ž„•
2
% %?@  @< 
Spectrum„•§¢ &
„…’¢›¢¢
&
 
›{ Remnant & Republic„Š“&=
%-
_ 

 #
 
 @  ?
 
3
% %?@  @< 
¢•
•
% J
‘ ˜ ?–?®‰ ›@{  >Spectrum‡„§¢ „……„›
‡Ž¢•

&+‡Ž‡’
†
&+‡’Ž¢•
Propedéutica ’

#
=  
 
Ž$
+&@   


una interpretación preterista y socio-político de los mismos. En consecuencia,
la misión de la iglesia debe ser
Ž$ 


X 
{‰
 
 $ 
 #

# 
 
‰
   #
del Adventismo y su obra diligente en la tierra, presenta una diferencia con la
escatología de la iglesia primitiva y el movimiento millerita.1
X


‰


 &#
expectativa por el retorno de Cristo, pero en el entretiempo no fue indiferente



_  2
En segundo lugar, la escatología del movimiento millerita estimó como su-

"  3
En tercer lugar, el Adventismo, que en un principio dependió de la escato-
logía millerita, cambió su actitud al no revelar indiferencia por el carácter y la
 
_
 
 4
Claro que esto tuvo claras implicaciones para la acción del Adventismo.
‰

}  
durante el entretiempo sea la iglesia, pero destaca que su principal función es la
acción social en el presente.5
Continuando con su preocupación por la acción social por parte de la igle-
‰

  
 

&
@  œ
considera que muchos han erróneamente pensado que este libro meramente
señala el futuro, la segunda venida de Cristo, o sea una historia detallada del
futuro. Lo importante es traer las realidades apocalípticas a la experiencia cris-
tiana presente.6

1
{‰
 @  ‰  ?%›%?W?  ?|?
?¦X? Spectrum
’§„  &
„…Š†›„†“‰

  
+Ž 

Spectrum. X}
?
  

&
&

&
?
= @  – ?‰ 
 ˜?>
 ?€›
%?  @  Spectrum’§„  &
„…Š†›„•`

#&Ž _

Ž _
 +  

*  
*{?
˜| –?¦@  ›WW%?? 
Z 

  Spectrum’§„  &
„…Š†›‡’¢” 
#

  #
 @  # 
_ 
que el Adventismo debe re-evaluar y re-formular las presuposiciones del Apocalipsis.
2
‰
 @  ‰  ?%³„†Ž„…
3
&+„…
•
&+‡”Ž‡•

&+‡Ž‡†
†
‰
 %
  ‰ '›@Z€ 
@ Spectrum„’§¢
&

„…’’›‡…Ž¢”.
’† ;   
  <


X #–
 
@  #

 
 
 
 
* {<££-
tistas aplicaron el mensaje a los Estados Unidos.1
Sin embargo opina, que muchos adventistas no asumen que la Escritura
enseña que el destino de la humanidad está determinado por la acción de esta
# ‹? &
  
      

*


 
_
 
W`
2
–   
  =

  
 
reavivamiento de la visión apocalíptica como un don a la cultura contemporá-
nea. El adventismo debe estar en las fronteras del cambio social y político. El
cambio no es meramente en la iglesia sino en la sociedad. Aclara que la reforma
para muchos adventistas ha sido vista a menudo hacia adentro.3>


-
 ??
?  
 ? %?
 
 
  ?

?
?4—

    
@—
&
|J J =

_5
‹* 


+#
 

 
 
Declaró que si los adventistas toman seriamente la ética social señalada en la
Escritura y en su propia herencia, cambiarían el statu quo en sus sociedades.6
‰
 $
#    ›= 
que la segunda venida de Cristo no está divorciada de la moralidad y que la
apocalíptica bíblica no es inherentemente escapista y desarrolla una conciencia
apocalíptica que no ignora los cambios y reformas sociales.7
‰
   
 =
     
  &+-
blicos creen que el Apocalipsis tuvo relevancia para el pasado en relación con
@‹
 
# 

romano. A partir de ese punto se hace una interpretación socio-política del
Apocalipsis.8
Admitiendo esta interpretación, la conciencia apocalíptica se siente cómoda
con los cambios radicales en la sociedad, instituciones y gobiernos.9
1
‰
 %
  ‰ '›@Z€ 
@ ¢„? -

‰

       
@  
aplicación futura del mismo.
2
‰
 %
  ‰ '›@Z€ 
@ ¢‡
3
&+¢¢Ž¢•
•
&+¢•

&+•Š“—
&
| &
›Crisis and Catharsis: The Power of the Apocalypse y
J J =

_&
* W›XW+„…Š¢
†
‰
 W {
  W
    ? W @  Spectrum 21, nº 3 (mayo
„……„›†“
 
 
+ 
 &
#› W@ 
en Remnant & Republic„•Ž„†”
Š
‰
 W{
W
   ?W@ •…Ž„
’
&+¢Ž•  
+

 = ? #

+ 
…
&+ “    
  # J  J =

_      @    


llamado a las armas, no a una guerra física, pero no obstante a una revolución fundamental
Propedéutica ’Š

%   


_
 ‰

la segunda venida no es el clímax de la historia o un pasaje de una era a la
siguiente. La segunda venida sería la culminación de la historia no su aniquila-
ción. De esta manera la ética social no es una ruptura sino una expansión, no
mera una denuncia sino anunciación.1
X  ‰
 `     
    
 
$  # 
  @   
# 
   
segunda venida, es parte de un todo. Pero la obra del remanente no es ser
la causa y la segunda venida el efecto. El remanente no produce la segunda
   ‰

  

   #
del remanente, que no coacciona el arribo de la Ciudad de Dios, más bien la



# 
_#2
>
 ‰
  #   @W 
    # Ž
+ 
 <
_# #  

  
interpretación preterista del Apocalipsis, la interacción de la comunidad cristia-
na con la sociedad del imperio romano. Desde esta perspectiva hermenéutica
se hace una lectura socio-política del Apocalipsis.
X 

}  
  _|?
W
„…Š†
propuso que el Adventismo debía respaldar un criticismo teológico como ne-
cesario para el cambio y avance de la teología.3> 

 „…’’W
-
ven entiende que la IASD está en una encrucijada, en un punto crítico y en una
serie de sugerencias para el futuro de la iglesia. Indica a los líderes de la misma


&

 & 
  
W
 ?


 
  ?4
En un aporte sobre el remanente y la iglesia,5 Scriven considera que en
 @      
 
   $ Ž + 
X &


 " 
&
{  

 #@   


‰
 W{
W
   ?W@ Š
1
&+ŠŽ’
2
‰
 W{
W
   ?W@ ’
3
|?
W
 %?|
{@  %?Spectrum’§„ „…Š†›‡Ž† 

 
  W
 
&
 



+ › „
&

dentro y no fuera de la tradición y (2) la comunidad de la fe como un todo tiene la responsabilidad

 + &+•Ž†X 
+W

 
co-editor de la revista Spectrum.
•
W
 ˜OOX
Spectrum„…§‡ &
„…’’›„„Ž„‡X  * -
 
@#J
„……”

X

  
  W
   
+  › The “Remnant” and the Church: A
Reconsideration ‰

 W
 ‹› @   '
  | 
 – ˜?  <&


@
‘
 „…’•“` 
 #
&
*$
˜ | {%?
@‹ <<‘
 „‡Ž„•&
„…’
 
# * 
"## X@ “
 

  &#
#&

&› %?{%
 ?
@&  ?{ Spectrum„Š§„  &
„…’†›†Ž„¢
’’ ;   
  <


 + „¢„•„’  +  




 
a las condiciones socio-políticas imperantes, por eso el Apocalipsis es pro-
fundamente político.1 Para estos conceptos dependió exclusivamente de Adela
—
&
|
Su conclusión, basada en los datos precedentes, es que la clara comprensión
de la iglesia remanente implicaría una renovación socio-política del mundo
y que gran parte de la misión es la transformación de las instituciones de la
sociedad.2
De esta manera, la interpretación preterista que Scriven aplica al Apocalip-
sis está en abierta oposición con la interpretación histórico-profética tradicio-
nal en el Adventismo.3
Scriven está convencido de que la iglesia debe estar involucrada en un com-
promiso socio-político.4 Desde la óptica de Scriven, la dominante escatología
adventista ve la vida espiritual como un escape de su responsabilidad socio-
política y la misión de la iglesia como mera charla retórica.5

Conclusión
La presente investigación ha presentado que los autores adventistas como
|?
˜%{‰
|?
W
?
  _

la Iglesia Adventista del Séptimo Día de tener una mayor participación en los
  Ž + | 
 # ?
_
Ž 

Ž-


 #@   + 
"
 

 #Ž + @    _= ? #
Ž
crítico y al método retórico-crítico.6 Si la intención de estos autores puede con-

1
Ver especialmente The “Remnant” and the Church: A Reconsideration ˜ | {
%?
@‹ <<‘
 „‡Ž„•&
„…’„¢Ž„
2
Scriven, The “Remnant” and the Church: A Reconsideration„…Ž‡”
3

  
+  

  W
 %? @     –? ? { 
  ?
@   |?
 ‡’§„ ‡”””›‡’Ž¢¢#? 

 #
 
 
Apocalipsis, sino una re-lectura socio-política del mismo, basada en una re-interpretación
del concepto de expiación como una demostración de la justicia de Dios sobre la injusticia

#Ž + >

?_ #   

› J¦– —“
>W&   OSpectrum‡¢§¢  &
„……¢›¢„Ž¢’#–W&

J J =

_?&
 $# +&
#
•
W
 %?< ?<
Adventist Review‡” „…’Š„¢Ž„

W
 %? >Ÿ { › 
  J

 
 Spectrum ‡Š § ¢

 „………› †Š †’Ž†…“ W
 
     +        
  _
O
J&
Christ is Coming '
 ‹›
{'
>&?@ „……’
†
‹
‰
 = 

 #@  
?& 

 
# + 
_“


   @   W  
 { W   &
  „……… €
 O ›
@  O‹W ?

 Spectrum‡’§„ 
‡”””›‡Ž
‡Š
Propedéutica ’…

siderarse buena, es objetable su metodología, que resulta ajena a la corriente


principal del Adventismo, que es consciente de su responsabilidad social desde
   = 
 
 
 $ 
Ž 

 


leer el Apocalipsis desde una hermenéutica cuestionable.1

1
–> %?%?< Adventist Review  „¢‡””‡ŠŽ’
5
El plan bíblico de salvación esbozado
en el espacio-tiempo del santuario
Dnda. Silvia Cristina Scholtus

Introducción

L 
#        $   £  -
_££

#
? 
+
bíblica. La Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) recibió históricamente
 ?
 
  +&$ &
en contraste con otras tradiciones cristianas que no tienen la misma percep-
ción respecto a las señales de los tiempos.1 Por tanto, el estudio de los libros

= 
 @  
_

IASD como una tarea delicada y empeñosa por conocer el cuándo y el cómo
Dios obra el plan de salvación. Prueba de esto son los innumerables artículos,
tanto académicos como de divulgación general que pueden apreciarse en sus
periódicos. Esta producción no se restringe a los primeros años de su historia,
 }=
} =2 y esto
1
<{X€
The Prophetic Faith of Our Fathers„Ž• ˜? |›{
'
„…•“€
Ÿ‰'&ŸSymposium on Revelation: Introductory and Exegetical
StudiesŠ{ | W
 W
W
‹
›‰&
{
?   „……‡“X  >
 
»¼½X @  
Parousia„§‡ ‡”””›¢“J
?
X' %?|
  ?@ ?
   ?‰&
? ˜
   J Journal of the Adventist Theological Society (JATS) „ § „ „……”› „†Ž¢’“
%?%    ?W
 

‹
 <  JATS ‡§„ „……„›¢”Ž
‡“–Ÿ–‰ ' 
  

  › >
 {JATS‡§‡ „……„›
†ŠŽ’”“ O
 { J    ‰&  

  ›   >   >
 
'
 W JATS•§„ „……¢›†Ž…¢“–?%‰ ' 
_ 
|?
 %?‹ ?JATS•§‡ „……¢›„†„Ž„Š„“X < ' 
Ž
|
 X%?JATS §‡ „……•›„…Ž¢†“>J# <_¦
  >
 ? W ‹
€ 
JATS …§„Ž‡ „……’›Š„Ž…“{

  @$ W?
' 
 ' 
‹ ?
 

 
 {  JATS „• § ‡ ‡””¢› „Ž„•“ – > %? X   ' 
‚›
{"  ?@  @
? ‰&@  ƒ>
ZJATS„•§‡
‡””¢›„Ž•¢
2
La producción académica de la IASD en sus colegios y universidades alrededor del mundo
? 
 $=„…’”X 
#* 
„…†¢Andrews University Seminary Studies }‘
>
‘#
…‡ ;   
  <


se traslada también a la producción de libros y folletos en general.1 El tema del


estudio de los libros proféticos también ha contribuido a enriquecer otras áreas
$  
 ›?
= &+&
# 
#

#
@%O%X
 

 + 
+
por mencionar algunas.2 Una prueba más de este interés por el estudio de las
profecías, es este libro con una serie de artículos exclusivos sobre el tema.
El mismo apóstol Pedro declara que conocer todo lo que tiene que ver con
 +$
?&
 # -
ción y despertó el interés de investigación de parte de los profetas.3 Al profeta
Amós se le dijo que todo lo que Dios desea hacer a favor de la salvación del

(Theologika„…’¢W ?
| Adventist Perspective, „…’Š? 
en 2002), The Journal of the Adventist Theological Society „……”Perspective Digest „……†, Revista
Teológica Do SALT IAENE del Nordeste „……Š ‡””„
Adventist International Institute of Advance Studies (Asia Adventist Seminary Studies„……’
ParousiaW
@  < 
%+‰
 ‡”””
Kerygma‹= ‡””„ ‡””¢
  #W
< -

%+@XOX‰
 ‡””„
 DavarLogos€ 
%+‘
@  > @
  ‡””‡‘

Chile (Advenimiento‡””•W
‰

W
‹? Journal of Adventist
Mission Studies‡””Cathedra ‡””Š
1
Una producción académica destacada en esas décadas fue la serie de estudios de la comisión
&
@      #‰+&@#J

@  W= +  

Ÿ‰'&Ÿ 
#
Š„……”„……‡ „Selected Studies on Prophetic Interpretation“‡Symposium
on Daniel“  ¢ The Seventy Weeks, Leviticus, and the Nature of Prophecy“  • Issues in the
Book of Revelation“   Doctrine of the Sanctuary: A Historical Survey (1845-1863)“  † 
ŠSymposium on Revelation: Introductory and Exegetical Studies). Otros eruditos han producido
&= 
&
 
   ‹Adventists and Armageddon
¨‰ ?› >$ >
 >&? @  „………ª“ – ‰ Ÿ? Secrets
of Revelation, The Apocalypse Through Hebrew Eyes ¨'
  ‹› {  '

>&?@ ‡””‡ª“˜W?Daniel¨O ›>$>
>&?
@ ‡””“ª“–‰Ÿ?Secrets of Daniel, Wisdom and Dreams of a Jewish
Prince in Exile ¨'
 ‹›{'
>&?@ ‡””ŠªX 
faltaría para mencionar la producción en tesis de los diferentes seminarios teológicos e
 XW&*  
 ‰&
2
Se pueden apreciar los artículos de un autor en relación con el tema hermenéutica y revelación-
 
# 
 €
<| {  
 Andrews
University Seminary Studies (AUSS)¢„§¢ „……¢›„Š„Ž„…•“ {  
 ›%?
|‹AUSS¢‡§„Ž‡ „……•›ŠŽ‡’“ X%?Z %?›
%
‰&‘
   ?‹
'
 >
  %?‚
JATS„‡§‡ ‡””„›„†Ž¢•“ %? 
 ?‰&Z J
 |?
 
%?JATS„†§„Ž‡ ‡””›„Ž‡”“ €
 W ›€? ?%Ÿ 
@   ‰&  W   %? >
  JATS „† § „Ž‡ ‡””› „„•Ž„•‡“
€
 W ›€? ?%Ÿ @  %?>
W 

'
 JATS„Š‡ ‡””†›¢†Ž’”“ 
 X%?‚AUSS
••„ ‡””†›…Ž„¢”“ %?{  
  W
 
@  %?
>
„AUSS•‡ ‡””Š›„…Ž‡„…X 
+

'&
ŸSelected Studies on Prophetic Interpretation.
3
 „>„›„”Ž„‡
Propedéutica …¢

hombre se lo da a conocer.1–} 



  
+ } + X}
# #_&
‹=

de él se decía en el resto de las Escrituras.2
X 
+ } 
=
 @W
 

_
 &
 #
W X
 

&_

* <
 
* 
trasfondo hermenéutico las actividades del santuario terrenal-celestial.3 Esta
forma esquemática de presentación permitirá encontrar algunas relaciones
importantes, pues no se pretende en este breve artículo agotar toda la rica
imaginería del motivo del santuario. La forma de presentación elegida podría
resultar de ayuda para comprender el qué, el cómo, el cuándo,4 el dónde, el
por qué y el para qué está haciendo Dios lo que hace a favor del hombre. Las

     


   
   ‰&  


  
largo del tiempo.5 Dios las comunicó mientras revelaba el plan de salvación
a la humanidad mediante sus profetas6 ya desde la primera creación del
hombre y su caída, hasta la nueva creación en el Apocalipsis. Esta progresión
en la revelación del plan de salvación muestra un diseño detallado que se va
$

  
 



la explicación anterior y ampliándola con mayores detalles a medida que se
va acercando el momento del cumplimiento de las promesas de salvación de

1
 @#¢›Š
2
 <‡•›‡Š
3
 _@W?   

creencia clave para comprender varias doctrinas de la revelación bíblica. Algunos autores de
} =?
 &
  =@&
%

El día de la expiación
 
<
# 

 €
‰@
›@#|X 
W

„…’’“{?
‹ |$
   ?W 
‹JATS 2, nº 1
„……„›…¢Ž„„•“@&
{%The Sanctuary and the Three Angels’ Messages: Integrating Factors
in the Development of Seventh-day Adventist Doctrines ‰

 W
 ‹?› @  
%?W >& „……‡””‡“–> %?{  ?'&
| 
W 
%  ?> W
 
  ?‰Ÿ { AUSS 33, nº 2
„……›‡•Ž‡†•“€
| >? ?€  ?‰&W 

AUSS¢†§ ‡ „……’›„’¢Ž„”†“XX{ %?€  %&
 ?
‰Ÿ { AUSS ¢’§‡ ‡”””›‡•Ž‡†’“Ÿ?Secrets of Revelation.
•
El libro de Daniel contiene mayormente fechas en relación con el cumplimiento de las
promesas de Dios e inicio de las actividades en el Santuario Celestial (véanse los capítulos
’  … X @        #    ?   
  
&
>
 *  

  
›
Shea, Daniel“ @&
 { % W&_»¾   
  
  ­Ž¦ 
 

 »¾
=  Parousia ¢ § „ ‡””•› ¢¢Ž•†“   @ $   W?

' 
 ' 
‹ ?
 

 { „Ž„•“

  
'&
Ÿ#&
@  

 —  &
  –? ‰ „†’ŠŽ„Š‡ ?&&  
#

 Véase
*› > J

    W ?Ž @   
  >


{ JATS‡§„ „……„›ŠŠŽ…‡
†
@#¢›Š
…• ;   
  <


Dios.1<$


#|
 #
 
de rescate del hombre es vital.2 Los esquemas permiten notar sus actividades
dentro del espacio-tiempo3 del santuario.

Las actividades en el santuario


Aunque Dios reveló a los patriarcas en los primeros tiempos su plan de

 
##+

 #
 |



$
&
 
 

 
#
el espacio abierto. Pero cuando Dios reunió un pueblo como su representante
en la tierra en la descendencia de Abraham, el pueblo de Israel, les reveló, me-
 ‹=*  
  &
*Ž 

modelo del celestial.4 Este santuario que debía construir el pueblo de Israel en
el desierto, bajo la conducción de Dios, era una demostración constante del es-
quema del espacio-tiempo dentro de la eternidad que Dios dedicaría para lidiar
" 5W›
„X  
   #
_
 

 
 

&_&
_ 

antitipo en el celestial.

1
–
¢„›¢“¢‡›•”“{›’“X ‡›•Ž“'&„¢›‡”“„–•›’Ž„”
2
@$ |?
  ?¤ %?JATS„§‡ „……”›’„Ž’Š“<€˜

The moral purpose of prophecy  
@
›@‰˜
„…•…

#„…Š‡
3
 {
+_|
_#* + $#  › 
#? 
   $ 
*

  X  #  

  
       ? #
 
no se consideran fruto de la casualidad sino de la voluntad divina que así lo ha ordenado y
  &<#? 
‘
  $ 

& 
 *& #   

X  &   #   
Ž
espacial), aludiendo tanto a los aspectos temporales (presente-futuro) como a los espaciales


Ž ‘
›& ‘#   #-

 < * * @ {
+_|
La religión judía: Historia
y teología ¨‹
›‰& @ 
|
 ‡””„‡§‡””‡ª„†Ž„†”
•
 œ‡›•”“‡†›¢”“'?Š›••“'&’›

 <
 W
X
 


 › 
&#
›@ „‡›ŠX_‡’›„¢Ž„Š“ &
#   

›J„›„“'?„Š›‡•Ž‡’“
|„›„†“ 
›JŠ›‡¢Ž‡‹ ‡•›¢’Ž¢…‡>¢›“ 
#
-
  



##–
 ›Š›„•“…›†ŽŠ“¢–„›„•“<‡“„…›„ŠŽ„’“
‡”›„Ž„”“–„•›„Ž¢'?„›… |
 ›–„•›„Ž¢“'?„›„„“@ „›Š“ 
$" #›J¢›„“–&•„“„‡›„Ž‡“‹ ‡›¢„Ž•†“@ ‡”›„Ž„“ 

 
#›†›„ŠŽ‡@ ‡„Ž‡‡›†= &= &
  Š›‡Ž‡Š“
’›„¢Ž„•“„‡“@ „‡›„¢Ž„Š“@ „’Ž‡”“'&
ŸThe Seventh Weeks, Leviticus, and the Nature
of Prophecy“{?
 |$
   ?W 
‹JATS 2, nº
„ „……„›…¢Ž„„•“J %?||

’‡Ž„‡•“{ ‰
 ?  ?
›@@ 
 @
?  ?||" „¢†Ž„•‡“W?|?
  %?
|? W
 
 { „‡›„Ž„›•›%?J
 |

‡†…Ž‡…‡
Propedéutica …

2. A esta actividad del santuario cabe agregar la respuesta del pueblo al acto
+$ &
#$ 
¢X     
_?
  
  

$<
W <
W-
+“   
 

 

Esquema espacial del santuario


<€
„
& 
  &
-
náculo construido en el desierto por el pueblo de Israel, y cuyos lineamientos
generales fueron adoptados posteriormente para el templo de Salomón, en
relación con espacio-actividad.

Fig. 1. Disposición de los lugares en el Santuario.

< 
 
¸  
&
$
un animal en el atrio y el ingreso intercesor del sacerdote al Lugar Santo. Sólo
_`
 

 & #  
+ #W}

<+ „†+ &
?&
+



&


$<

#& 
 
$
<
W 
ese día, el sumo sacerdote ingresaba al Lugar Santísimo, ante la misma presen-
cia de Dios para representar su labor de juicio y eliminación completa (expia-
ción) del pecado. Al salir, colocaba sus manos sobre el macho cabrío vivo y éste
era enviado al desierto, donde era abandonado.
En resumen, se puede decir que el santuario tenía varios compartimentos.
X
_&  +$X
?+
 
$“<
W   
#“
<
W ++#_`#
$ + #  
$# #<
actividades en cada uno de los compartimentos representaban etapas de la obra
de Cristo a favor de la humanidad y la forma en que Dios trata el problema del
…† ;   
  <


 

#< W 
“

obra de Dios a favor de su pueblo, requerían una respuesta de parte de éste. Las
$ 

 &
  

(
     

X&
<+  + ‡¢
&$  &
forma solemne y que hacían alusión a los actos de creación y salvación de Dios.
X
 <

*&&_& 


-
$&
# “ 

 
+ &


 = +`X
 $ 
distribuían entre el primero, el tercero y el séptimo mes del año.1
„ X 

    &  $    2 los panes sin
levadura3
_?&4 La pascua
&_& 

&
#
  
egipcia y anticipaba la muerte de Cristo que había de morir para liberar al hom-
bre de la muerte eterna.5<$  
 &+  
relacionada con la pascua y, en la práctica, se considera a ambas como una, aun-

 # 

 <
&_&6 y


 &#   
<$ 
las primicias señalaba a Cristo como la primicia de la resurrección.7
‡X 


_&$ 

la cosecha del trigo.8X $ O%$ > -
 =X $ 

&
 *€
#&
#$ >  =

#
Espíritu sobre sus discípulos.9
¢X= ?&+
$ ›$ 
  10 la del día
de la expiación11$  &
*
12 El sonido de las

1
 

O?Comentario bíblico adventista (CBA)Š ‰›>&
 

„…Š’Ž„……”„›’„†Ž’‡”“%

! 
 
*
#  
<
# 

-
rio, ‡’Ž‡…
2
œ„‡›„Ž„•‡„Ž‡’•‡Ž„“<‡¢›“O…›„Ž„•“‡’›„†“ „†›„ŽŠ
3
œ„‡›„Ž‡”¢•¢…“„¢›Ž„”“‡¢›„“¢•›„’“<‡¢›†Ž’“O‡’›„ŠŽ‡“ „†›¢Ž•’„†Ž„Š
•
 <‡¢›„”Ž„•“ „†›…

 „|
›Š“–„…›„•
†
 XO%  –}>&?

$
›„|
›’“
‹ „†›†„‡“‡‡›‡¢‡…“‡¢›„•Ž¢†“‹
¢›†“’›„
Š
„|
„›‡¢
’
 œ‡¢›„†“¢•›‡‡Ž&“<‡¢›„Ž‡‡“O‡’›‡†Ž¢„“ „†›…Ž„‡„†Ž„Š
…
'?‡
10
O„”›„”“‡’›„„Ž„“<‡¢›‡•Ž‡“O‡…›„Ž†
11
œ¢”›„”“<„†“‡¢›‡ŠŽ‡‡“‡›…“O‡…›ŠŽ„„
12
 œ‡¢›„†&“¢•›‡‡“<‡¢›¢•Ž•¢“O‡…›„‡›¢’“ „†›„¢Ž„Š
Propedéutica …Š

trompetas anunciaba que se avecinaba el día de la expiación y el pueblo debía



 

 
#<&+ #œ 

día solemne y de ayuno obligatorio, y también un día de juicio, porque cualquie-

"+
 
1<$ 
&_&
la felicidad después de haber pasado por el día del juicio y saber que todos sus
pecados habían sido perdonados y eliminados.2 Cuando se suman el ritual del
 
 ` 
  $ & 
€
‡

… @ ! ‡
 


   ˆ

  
< 
 

W  
 
$ 
 
y acompañamiento del ritual del santuario, se podrían encontrar ciertas vislum-
bres del orden de los tiempos de cumplimiento de las promesas de Dios. Al pa-

O%$
 &

* 
siguiente sección. Al menos se puede decir que los panes sin levadura vendrían
 
$|

 
 
 =
  
 
#$  


pero antes del ingreso del sacerdote al Lugar Santísimo, el día de expiación, y

  
$ 

<  
$   &

secuencia de los eventos, pero y ¿sus fechas exactas en el tiempo histórico?

El esquema temporal del santuario


>



  ?_
  
#
progresiva hasta los tiempos del profeta Daniel y posteriormente la revelación
 
+@   # –
#

1
 œ„‡›„“<„†
2
 œ‡¢›„†“¢•›‡‡“<‡¢›¢•Ž•¢“O‡…›„‡Ž¢’“ „†›„¢Ž„Š
…’ ;   
  <


?
+  
 
$

las actividades del santuario terrenal.1 En el libro de Daniel aparecen profecías
de tiempo que han captado la atención de los estudiosos bíblicos a lo largo de
X &
 
+  * ‰&
 
_
 
+  

&
“

+‡¢””+Ž` 
’›„•
 #_? 
+  …›‡”Ž‡Š2 En
…›‡†

#–
= 
Ž   


 =  
*
+ 
œ 
* 
 
 
&
 


*>
  

+Ž`&
 
un santuario terrenal, sino celestial.
Este artículo sólo mencionará las fechas, no es el propósito explicar o fun-
damentar cada una de ellas. Estas fechas aparecen reveladas a Daniel entre los
 + Š„‡“&

+
  3 la mencio-

+‡¢””+Ž`  „‡…”„¢¢+Ž
` =€
¢

Fig. 3. Esquema temporal de las actividades en el Santuario Celestial.4

1
J
˜{ W  ?W 
JATS ¢§„ „……‡›…ŠŽ„”•
2
 <?
+’›„• + …›‡”Ž‡ŠPara más detalles
=›˜W? ˜? ?W ˜Ÿ …›‡•‰‚JATS 2, nº 1
„……„› „„Ž„¢’“ W? Daniel“ % W&_»¾   
  
  ­Ž¦
 

 »¾
= “'&
ŸSymposium on Daniel“The Seventy Weeks, Leviticus, and
the Nature of Prophecy“Symposium on RevelationŠ›¢‡ŠŽ¢†‡“J
?
' %?'&

‹>

­˜Ÿ¦ ?X
­W ˜ŸŸ¦…›‡•AUSS 31,
§‡ „……¢›„”Ž„„’“€
Ÿ‰'
 %?'&
W

­˜Ÿ¦ ?X

­Z ˜Ÿ¦   …›‡Š AUSS ¢‡ § ¢ „……•› „…ŠŽ‡”‡“ ‰
  ZŽ@ 
@    ?|?
 …›‡•Ž‡ % 
%+
@
‘
 ‰

W
‹?„……•
3
 Š›‡„‡›Š@ „‡›„• &=
 @ „„›‡
„¢› 
` 

•
Se reitera que las fechas presentadas en el esquema corresponden con una interpretación


+‡¢””+Ž`_ 
Propedéutica ……

X €
¢

›
  
|
  |


     “ &         
+  $


  

<
W    “ 
 
+  #$<

W +&_+ # <†1 La incorporación del
*
#

 
  
&
 $# 
de los pasos a dar por Dios para lidiar con el problema del mal que afectó a
todo el universo.2 Agregan además un esquema de secuencia en la interpreta-
#
#›
$Ž 
#Ž
Las fechas muestran el momento, el cuándo, en que se pasará de la sombra

$
#

 
#
W 
-
€
„¢&  
de Cristo en el transcurso del tiempo. Asimismo lo que aclaran estos paralelis-
mos sobre el posicionamiento en el tiempo respecto del plan de salvación en la
? 
 
€
•

Fig. 4. Superposición de esquemas espacio-temporal de actividad en el Santuario Celestial.


   &
 
 
@ “&

„‡†”„‡…”„¢¢+Ž`X $

 + Š„‡&

 
Daniel.
1
O
J ¦>
Ž –  ‰&|  JATS‡§‡ „……„›
¢Ž††“
2
X †›„‡“@ „‡“XJ˜? !       €
‰@
›@#
|X 
W
À„…•„……¢“O
{J %?||


JATS Š§‡ „……†›’‡Ž„‡•“O 
|{ ‰
 ?  ?›@@ 
 
@
?  ?||" JATS„¢§‡ ‡””‡›„¢†Ž„•‡“˜'W?X
|?
  %?|? W
 
 { „‡›„Ž„›•›%?J
 |


Andrews University Seminary Studies¢’§‡ ‡”””›‡†…Ž‡…‡
100 ;   
  <


O#  

 #$ &  
 W 
| ?

  › 
$  
 
|
  

&




 _
 



?-
 

 #
#“ & 
$
|
  |

“1 
|
 


#“2
(d) las semanas o Pentecostés, al derramamiento de los dones de Dios por me-
X +
 W “ 
  
+  
}

 

#@  “3 (f) el día de
 #

 


#@  “4$ 

 
} #@  5

Algunas relaciones
Lo interesante de la integración de estos esquemas es que se puede apreciar
la relación existente entre el qué, el cómo y el cuándo del plan de salvación.
<?
=   
„¢¢„‡…”„‡†”+Ž
años indican el tiempo que Dios permitiría obrar el mal antes de que Cristo
  $ 
 
6 en el compartimento del Lugar
W +W 
| % @  
&
=
 $
* 
+ 

$7? |
 = 
 
 

#$
} ?&   

8 La lucha se torna cósmica en una

1
'¤<{ W  ?@  JATS¢§„ „……‡›‡‡Ž„“O

{J @<Ÿ  ?<

 |
JATS¢§„ „……‡›††Ž…†“@‹
{
+_ W &W
$W&   JATS¢§‡ „……‡›•…ŽŠŠ
2
 ‹ ‡Š›‡Ž¢#


#|
  &=

 
 ? 
3
 < 

 # 

   @  ’›„Ž„„›„’ * ¤ ? @ W


 ‹ 

@  › 

  ?‰Ÿ { Andrews University Seminary Studies¢•§
‡ „……†›¢•ŠŽ¢•’“W?|?
  %?|? W
 
 { „‡›„Ž„›•›%?
J
 |

‡†…Ž‡…‡“Ÿ?Secrets of Revelation.
•
 < # 
  
 _  @  „„›„’    „•›‡” Véase Strand,
‹ 
@  › 

  ?‰Ÿ { ¢•ŠŽ¢•’“W?|?
 
%?|? W
 
 { „‡›„Ž„›•›%?J
 |

‡†…Ž‡…‡“
Ÿ?Secrets of Revelation“> 
‹‰ %?‹ ?– 
JATS’§„Ž‡ „……Š›„”Ž„†”

Esta visión correspondería al capítulo 21 y parte del 22. =Ÿ?Secrets of Revelation“
{ %? €    %&
  ? ‰Ÿ   { “ W
 ‹ 

@  › 

  ?‰Ÿ { ¢•ŠŽ¢•’“%

El día de la expiación y la
<
# 

.
†
…›‡•“@ ‡”
Š
Š›‡Ž‡Š“’›„¢Ž„•“„‡“@ „‡›„¢Ž„Š“@ „’Ž‡”
’
 @ „•›†Ž„‡
Propedéutica 101

intensidad que es descrita en forma resumida en la visión central de Ap, pues

 
+$1
En los esquemas presentados no se incluyeron las revelaciones posteriores
&
@  +?_

X &

muchas más referencias de tiempo, ya que las visiones sólo amplían y detallan
más sobre el ministerio de Cristo en las siguientes fases como sacerdote y lue-
_
 –}_#
_
 =


 |

2 Es por eso que el Apocalipsis per-
manentemente hace mención de la actividad que se desarrolla en el Santuario
Celestial, remarcando que ya se está en la realidad y no más en la sombra.3 Esto
evidencia que las visiones no hacen referencia al santuario-templo terrenal em-
_–
= $


4 sino al Santuario Celestial donde
|
 
_&
 =


##5
W 
+
@   +}* 
&
 -
vidad de la Divinidad durante la etapa judicial en el Lugar Santísimo del San-

| |
 $–_{
* 




%

{
W`
`
6%
@    

 +$
} 
 + ‰&X
 &



+* 
sobre lo que acontece más allá de la segunda venida. Por ejemplo, en Ap 20 se
  
+<„†
&+?&
+

1
 <#
 &
_@ „„›„’„•›‡”Véase Kenneth
@ W
 ‹ 
@  ›  

  ?‰Ÿ   {  AUSSs ¢•§
‡ „……†›¢•ŠŽ¢•’“˜'W?X|?
  %?|? W
 
 { 
„‡›„Ž„›•›%?J
 |

AUSS¢’§‡ ‡”””›‡†…Ž‡…‡
2
 @

W 
| @ › |
  
 
&
 
#@ „›„‡Ž‡”“ & |
  
@ •Ž“
  
#W 
| @ ’›‡Ž†“  
?

<
W +@ „„›„…“ # 
 

@ 
„›Ž’
3
'& ’› = ˜ ' W? %? |  |
 
 ? 
 
 W 

W { JATS„„§„Ž‡ ‡”””›„‡”Ž„•Š
•
 '&’›

La interpretación historicista, no preterista o futurista, permite ubicar los eventos en el
tiempo sin destruir las relaciones de las visiones de Daniel y Apcalipsis. =  @
$   W?
 ' 
   ' 
   ‹ ? 
  

   
{ “¤ ?@W
 € >
   

  '&
Ÿ
Symposium on RevelationŠ›¢Ž¢•“' %?|
  ?@ ?
   ?‰& ?˜

  J „†Ž¢’“ %? %     ? W
 
 
 ‹
  <   ¢”Ž‡“
‰ ' 
  

  › >
 {†ŠŽ’”“J   
‰&  

  ›   >   >
  '
  W  †Ž…¢“ ‰
' 
_ |?
 %?‹ ?„†„Ž„Š„= &=#

–}  
+‹ ‡•›„“‹
„¢›„•“@ •“‹
@+ W‰
'
 >
 X &?‰|?
 JATS„”§„Ž‡ „………›•ŠŽ•’
†
@ „…›„†
102 ;   
  <


a la soledad del desierto.1X


 
|
 O–
=
tercera venida completa el cuadro de la creación-recreación del ser humano.2
<€
„•
  -
|
  

 

_W
 
#
 

#
#X
_  
las promesas de salvación y de allí parten todas las evidencias de que Dios está
&
}
?&
 
? 
X 
=
de esto sólo se puede encontrar en las promesas hechas por Dios al hombre

 ? 

#
–¢›„†› >
 

#?&
X
 
?
-
& *** 
"##
  
 
El para qué se puede entender también con muchas relaciones o promesas,

 
+


+@ ‡„›¢ +
_
+›­X &
* *?
?&
œ

*

* & 
*¦
esta manera la Escritura, expresa la forma en que Dios quiere continuar unido
a la humanidad por la eternidad.

Conclusión
Este estudio sobre el plan de salvación revelado en forma progresiva en las
W X
 
&_*  $
 

 

qué, al cómo, al cuándo, al dónde, al por qué y al para qué de lo que Dios está
?
?&
 
+

›
„X=# *?
_  &


 
_ 
  

  

|
 W 
|

WW
  

–_{
Esto es acompañado por la actitud de fe del pueblo de Dios, expresada en las
$ +
‡X*
_? 
  

#
 
  &
$  -
lla en las fechas proféticas de los libros de Daniel y Apocalipsis.
¢X  #+$ 

“
es decir, el dónde.
•[>
=

?‚>
 
-
prensible.
<
$? 
  


para qué de todo el diseño del plan de salvación.

1
–‰ %?‹'&
ŸSymposium on Revelation: Book 1†›‡‡Ž‡•‡“
‰ %?‹ ?– „”Ž„†”
2
Ap 20-22.
Propedéutica 103

X 
#
 

  _ -
cio-temporal del santuario y,
1. Se basa en una interpretación historicista ya que cualquier otro método
de interpretación anularía la comprensión completa de la obra de Dios a favor
de la humanidad y del universo. El esquema espacial y temporal descrito apunta
_$? 
   #
2. Permitiría relacionar los aspectos y las etapas del plan de salvación en
Cristo. El carácter de Dios se revela así en forma más plena, mostrando su
gracia, su amor, su bondad, su misericordia y su justicia.
3. La comprensión de la etapa de cumplimiento actual en que se encuentra
 #
‰&

 
 #
a los continuos mensajes que se hacen en Apocalipsis, particularmente enfoca-
} 
#
_}  &

‰&&# |
 1

1
 <
‰&  $

? 
› @&
?
para escoger en él a un pueblo como depositario de la revelación de Dios a la humanidad
{¢›‡&“ & = 
#‰&
  
+ 

  
+Š”`–
+ X
“O?+“„|
¢†›‡‡Ž
‡¢“ } ?&
  @ „•›†Ž„‡
6
Escatología y ética
'@|


E l Apocalipsis es un libro para hoy. La publicación del presente comenta-


rio fue demorada de varias maneras por la guerra. Pero esas postergacio-
nes sólo lograron que apareciera en el momento más apropiado, precisamente
cuando fue derrotada la mayor suma de poder opuesto a lo justo que jamás
haya visto la historia humana... Pero aunque las potestades de las tinieblas han
sido derrotadas en el campo de batalla, sigue en pie una contienda más grave
}

  




X * `_ 
@  – #
que el seguidor individual de Cristo debería ajustar sus principios y su conducta
`_|
  &= &
&
+
modelar sus políticas de acuerdo con la misma norma cristiana. El proclama
que no debería existir divergencia alguna entre las leyes morales que rigen para
el individuo y las que incumben al estado o cualquier sociedad o grupo huma-
no que esté dentro de él. Nadie puede estar exento de estas obligaciones... No
 
* 

_ 
&


tales imperativos, la guerra contra el pecado y las tinieblas debe seguir adelante
inexorablemente hasta que el reino de este mundo llegue a ser el reino de Dios
y de su Cristo.1
|{'|?

&+
&
 „…‡”&
que sus palabras habrían de adquirir una vigencia tanto más patética apenas dos
= =



  


 -
 
+ 

 
 ? #

>

J

‹=

+ *



1
{'|?
A Critical and Exegetical Commentary on the Revelation of St. John X&
›%
¬%|
Ÿ„…’
££%
 
 
 
+
„”† ;   
  <


La escatología y su reserva de sentido ético


Esa permanente reserva de sentido ético de la escatología bíblica, esa vigen-
cia tutorial, que Charles percibió tan claramente,1 fue perdida de vista o desoída

 
?
= 
 *
#
"#


}  
  ? #
 

social y económica peculiar, propia y profundamente condicionante.
X +*&

 #
ƒ &ƒ
 
   
#  
  ?
_   

   
desde una asepsia hermenéutica impensable ni desde una hermenéutica ajena,
#
# 

  #
 
_





  #   = 
+
&+& 

 
  
 
 
escritos escatológicos, y por una circunscripción del mensaje escatológico a un
 ? #
}$&

  

 
>

 &
 #
›
El lugar desde donde se hace teología proporciona perspectivas y hace hablar
 [=
  _ 

   +

 ‚[X=
 } #‚X 
  + 


&?
= ›
#>&


 _#
 < 
 #
¨ ª› _

 ? #
-
cretas de la comunidad cristiana, para dar respuesta adecuada a las inquietudes
y necesidades de la comunidad. La teología europea ha descuidado el lugar
teológico desde el cual el pensador hace teología... Apenas ha habido conciencia

 
#  #
"# #X #
 
ha creído hacer teología con pretensión de universalidad. La universalidad ge-



<

?_ 
cualquier lugar teológico concreto como perspectiva hermenéutica para hacer
+%  +  
+ 

  #
hermenéutica del lector. Sucede así consciente o inconscientemente. Por eso la
teología europea tiene un cierto sabor a exégesis -interpretación de la Palabra en
  
< 
#
  _

de la Palabra.2
X     $   ££  _  ££  
  
   O
=
  _&  
+   

1
 = &=   + Š
#
+ ˆ  <  
 

en el pensamiento religioso actual  + 
 ‹? ‰ @
› X‘X‰@ „…†¢ 

`  $#? 
– > 
  …”…„›
<
+ # 
X *
  
presente histórico. Pueden percibirse los rasgos de la profecía en los hechos históricos ac-
 
?   $
? #

 
@  
"
  W 


2
 €+‹
+_+_‰+J
+€La teología latinoamericana |
›X
>„…’…†”†„“= &=|&{¿Cómo es Dios? ‰@
›@-
#|X 
W
„……†ŠŽ„¢
Propedéutica „”Š

neocolonial en detrimento y con absoluta prescindencia protagónica del resto


del mundo, la teología europea de vanguardia estuviera ocupada, por ejemplo,
  
_#   
  
   

estratos composicionales del Pentateuco.
 
  
#$ ?
=  #-
ropea clásica ancló la irrupción divina en un futuro tan distante que todo mo-
vimiento de renovación social pasado o presente fue sospechado de pueril, en
el mejor de los casos, o aun de irreligioso.
—&
 

#&+&#

} 
 
+$
?
 
aquella insistencia teológica en lo futuro con prescindencia de lo presente, y en

? 
_#
Ž? #

de la comunidad cristiana, confundió reserva escatológica con indiferencia his-
tórica y se volvió pretexto para la evasión dejando sin articulación práctica a la
 
_1
 
  ›
La teología europea se ha vuelto acrítica frente a opciones y compromisos
? #

 ›
+ 
 
  +

_


&



 X??

& $ $&




 '


 
#
'
 
dirección del reino de Dios.2
{$
=    Ž _# Ž 
   _  



 +
 #
  #
 
#|
 &+&

= 

  =
›
'  #= 
J 
 -

 +'


#

–}?
  
 
  
  
# –}? #

tendría hoy que dejar bien sentado que él mismo no es cristiano... Cuando un
 
 
 $


= ? 
 

la oposición directa, el mundo siempre ha encontrado otros medios de hacerlo
W
+&

  + #“

“ 
 
 

*
&“ 
* 
+&
 
 –}? 
  
 
A estos se los toma primero en serio y luego se los condena. Después de pasado

  

_ *
3

1
 {¿Cómo es Dios?Š”Š„
2
 &+Š„
3
 –
>'
Rivales del cristianismo‡ ‰@
›<@

„…•”„”…Ž„„„“
{¿Cómo es Dios?, „Ž‡‡“= &=*–?'—
Jesús y la realidad
política ‰@
›X|
_„…’%_   
 _#
„”’ ;   
  <


La protohistoria de esa aproximación des-comprometida, desactivadora y


acrítica al profetismo bíblico en general y, por ende, a la escatología ha de
&
` #{
{ ?

  _#
 
  
{
Z  ›
La paradoja del cristianismo es que constituye una fe revolucionaria que fue
&
&+ 
 
 
$ 

{
 

   = 
respecto del cristianismo se convirtieron en su vehículo, y el cristianismo mis-
 _ 
 $
 
 

*
-
sión de la cultura clásica... El constantinismo que actuó como vehículo histórico


   &=?$&-
tamiento decisivo del mesianismo y el universalismo de la fe cristiana.1
Aquella fue la ocasión inaugural en la que la iglesia pactó, por así decirlo,
  _ # 
 
› =

consciencia profética, de su rol social como referente agudamente ético, y su
credibilidad ante un mundo futuro agudamente crítico que habría de exigirle
implacablemente consecuencia entre su discurso y su praxis.
Z # 
 
 


#"-
tes privilegios estatutarios. Se convirtió en legitimadora moral del poder secu-

 
 
#
  
_

profunda e indómitamente transformador.

Ética escatológica y compromiso


de Dios con la realidad
<
#&+& "  &
&
no es ahistórico, parahistórico o suprahistórico sino intrahistórico, temporal,
espacial. No se dirime en una dimensión ajena a la humana, sino en el mundo
–„Š“@ „‡
En consonancia con ello, el Dios de la tradición bíblica judeocristiana -a

    + $#$ 
Ž    
& 
comprometido con la realidad y con la historia, un Dios que deviene ser


 
–}
+
 
#-
& 
_ 
 

  
  
&


# ? &
 +
  ?&
 
‹ ›¢†
 ?"    ? &
 
de ustedes es el reino de Dios. Dichosos los... que ahora tienen hambre, pues quedarán sa-
tisfechos. Dichosos los que ahora lloran, pues después reirán... Pero ¡ay de ustedes los ricos,
? 
+~@ ?
 * ?  
*
?&
~@ ?

+ 


 _~@ -
 & <†›‡”Ž‡†
1
{
 {
 { ?
 The Radical Kingdom; the Western Experience of Messianic Hope
O—
Ÿ›'

¬{„…Š”“ # El reino de los extremistas
‰@
›<@

„…Š„…„”
Propedéutica „”…

histórico, que acepta los riesgos de la espacio-temporalidad, que se revela e


irrumpe en la realidad humana dentro de las coordenadas del tiempo y del
espacio. La realidad humana está hecha de tiempo y él se sujeta a esa realidad.
>
 #tiempo#'#


* #
&>& J•›• 
 —
estaré con ustedes   
} 

 <
#Kúrios (Señor
divino) y Jristós ‹+Ž?
$+ 
 -
dos por el cuándo
 
 ‹ ‡’›‡” Dios habla ? Después apare-

* 
_
#  


lo esperan '&
…›‡’
El Dios del judeocristianismo no le teme al tiempo, no es a-temporal ni
Ž  
  

?}
-
 ? #


#“

 
#

  _
 
? 

 
cambio por antonomasia.1
O# 

?}
 


Lógos que se hace carne y habita en medio de los hombres como uno más de
 –„›„•„’“€‡›ŽŠ“'&‡›„•
En resumen, el Dios del judeocristianismo no es ahistórico, extrahistórico
o parahistórico, sino que se autovulnera circunscribiéndose a la espacio tem-

? 
 `
 ? #
  
“

  # 
?› 
  J•›•“ *
  X¢›„•“@ „›•’“„†›

* 
* 
 ‹ ‡’›‡” 
  
 
" 
&
"  ¢
 
Ž  
?
&$ 
_ {’›‡’“
Biblia de Jerusalén) sobre el mal.

Ética escatológica y compromiso


del hombre con la realidad
A aquella adecuación acrítica y coyuntural de la iglesia a su nuevo estatus
junto al poder, de la que se habló en su momento, vino a sumarse un elemento
que se insinuó desde temprano (mediados del s. II) dentro del cristianismo, y
que, al igual que la doctrina imperial romana acerca del poder, era ajeno al pa-


 ›2 la dicotomía indoeuropea en general y griega

1
Acerca de la intrínseca potencialidad crítica y transformadora del mensaje cristiano respecto
? 

 
=› W


   ?
{‰
Spectrum‡„§¢ „……„›•…Ž…
2
 = 
 ›‡›‡”‡„“–„…›„”„„“'?›‡…“ 
110 ;   
  <


en particular que diferenciaba entre la realidad sensible y un presunto correlato


ontológicamente irreconciliable que se intuía como ideal y supramundano.1
X
 # 
_
?&+_ 
$+
 
# *

"# #
-
› 
 +2  # ¸
“  “  _# 
“ #& “+ 
#


“
 +  ›–
 #“?

 
“#
? 

? 

“
 
+

“

  
 #“ 3
De esa manera, toda una epistemología ajena al acervo judeocristiano se
abrió paso dentro de éste y remodeló la manera como los cristianos articularon
+*
› @?
 

#
 
+

en teología, debe tenerse en cuenta la existencia de dos concepciones de la ver-
›?=&+&<

 *
  #
teórica de las cosas, implica una visión estática, ahistórica e impersonal de la
realidad. La verdad bíblica está más cercana a una transformación práxica de
las cosas, implica una visión más dinámica de las cosas, más histórica, más per-
sonal. La verdad helénica está en el mundo ideal del conocimiento. La verdad
&+&
? #
#@=  “
= 
$ 
%
+
 
&@
 +–}  & 

<
 
_

  4
< # 
            _#
que habría de traducirse en lo que se ha dado en llamar la fuga mundi›  
de evasión respecto de las tensiones sociales que agitaban el devenir histórico
humano, una toma de distancia respecto de lo concretamente sociohistórico.5
< 
   *         
 + 
  – 6* 

 _
 
imperial perseguidor la inocuidad del dogma cristiano para los intereses de los
césares.

1
Véase Enrique Dussel, Ética comunitaria ‰@
›X>„…’† -
  *Š‡Š¢
2
 =  ›X
El humanismo semita ‰@
›X‘X‰@„…†…“
El dualismo en la antropología de la cristiandad ‰@
›J „…Š•“'˜ 

Wolf, Antropología do Antigo Testamento W>&›X<„…’¢
3
Véase Víctor Codina, Ser cristiano en América Latina ‰ @
› < =
 <&

W{<„…’†••Ž•†
•
 ‹
+_+_J
+€La Teología latinoamericanaŠ¢Š•Š†

Véase Dussel, Ética comunitaria‡„Ž‡•
†
 | '= 
| El ocaso de la esclavitud en el mundo antiguo ‰@
› 

„…•†‡†
Propedéutica 111

Precisamente a esa desactivación del potencial ético-social de la escatología



+ _#


1 y del compromiso con el



+
?‰?
+ &
 #-
–W @›
Lo que Dios ha hecho por el hombre no ha sido cosa fácil para él. Por eso
?&
  

_
 @+ 

??–
 
?&
? 
-
ble, de la misma manera la vida cristiana que desarrollen los hombres debe ser
$
"?­
 ¦@+|
 ?

encarnación, del mismo modo no cabe una vida cristiana separada del mundo,
=X
$&
< 

 
$-
nitivamente con el convento, dejar todo ámbito propicio para la existencia de
la fe, porque en realidad la vivencia de ésta no puede existir sino en medio del
mundo, que le es hostil. Cuando la fe cristiana insiste en querer preservarse libre
de toda mancha, y para ello se abstiene de participar en las luchas y problemas
?
$
  W`
<­
 ¦ 

–}›&

  & -

 #

–
 
&
y vicisitudes humanos. Esto tiene que dar como resultado una acción cristiana
$ *

W&

-
sencia cristiana en el mundo actual está demasiado lejos de llegar a ello. Es el

 ­&
  
¦?&
 
??

   –
  W   
   =    

  
  *   
" -
den a separar netamente la esfera de lo cristiano de la esfera de lo temporal. De
  


$
#“
historia dejan de ser el escenario donde se despliega la acción de Dios, al mismo
tiempo que los llamados cristianos se abrogan el derecho de limitar dicha acción
} 
  #* >

ocurra, la fe debe vivir recurriendo a una disciplina constante por medio de la
cual el creyente, abandonando toda posible seguridad y superioridad espiritual,
_

?&
 |
 ?_|


­
 ¦#
# –}
sino la misma vida de la comunidad cristiana y de quienes la integran. Cuando la

 
 ­
 ¦


 ?&
}   
#—





­ŽŽ¦?

la iglesia reunida se transforma en iglesia dispersa, el Evangelio no va dirigido
principalmente a los que ya creen en él, sino al mundo.2

1
 X_*  
+   

  

  
-
&

?
  _#
 

 
  -
 +  
#=  
+ 
 
 
 =  
+%W 
› ' 

 Vida
Feliz „……„ŠŽ„„
2
 –W @Protestantismo, cultura y sociedad ‰@
›<@

„…Š”…’Ž„””
112 ;   
  <


Los propósitos de la profecía bíblica escatológica


Entre los propósitos evidentes de la escatología bíblica podrían señalarse
 ›
„ 

&
  
} -
tancia, tiene Dios de la historia, y la manera como la encamina -en virtud de
sus atributos distintivos (amor, justicia, omnisciencia, omnipotencia, etc.) y de
la co-operación de los seres humanos que se comprometen con el bien- hacia
 
#$   =••›‡••†“›„”
„„“ 
2. Disipar las dudas de quienes aman y buscan sinceramente la verdad, y

_

  =–„¢›„…“„•›‡…
¢{
  
 |
 › 
_ Ž?
* 

(amoroso y justo), y su misión (redentora y judicial) dentro del plan de salva-
#" 
& =–›¢…“@ „…›„”“<‡•›‡Š
La profecía bíblica en general y la escatológica en particular son cristocéntricas
por excelencia.
No obstante, el propósito general de la profecía bíblica escatológica es ex-




" 
& 
&
 

 
$$ 
del bien.
‘
 #  + =
 
 =ƒ?
+  # = Ž  `
  $
  = $
   
ideologías y poderes históricos, concretos, visibles, se han encarnado a lo largo
? 
? $&  

_

 # ›
1) Demostrar el carácter objetivo, concreto, espacio-temporal del gran con-
" 
&

&=
 =


? 
  
? #
 @
 

   $
 
distintas objetivaciones históricas del bien y del mal en el pasado, el presente y
 
?&
?
_  
  
 „”›„‡
„¢‡”‡„“„„›„“<‡‡›¢“X ‡›‡“†›„‡“ 
‡‹ 
 &
= ?&
› #
ineludible por el bien o por el mal, la imposibilidad de la neutralidad en el
  
" 
X
 # 

+   
›
 
?&
 
 

 
 
 = 
 ‡›¢•¢•••
 
#‹ ‡„›•¢•• 
= ›`
&


 #
" 
La lucha entre el bien y el mal es un fenómeno concreto, tangible, histórico,

  Ž  
  
      * — 
Propedéutica 113

mismo puede decirse del modus operandi usual y ordinario de la irrupción divina
en la historia y en la realidad del hombre.
‘$ +


?&
 -


 = 
  +
 ?&
>&„|„‡›„”“–‡›‡¢Ž‡& 
 
$-
nes diferentes, pasadas, presentes y futuras, la actuación del bien y del mal a lo

? 
? $
Así, cada institución humana, cada política humana, cada pronunciamiento
humano, pasa a ser, se revela como, una forma o manifestación encarnada,
histórica, del reino de Dios o del reino del mal. Esto hace que, por carácter
transitivo, y como señalaba Charles en el prefacio de su libro, tampoco en el
plano individual, personal, exista la opción de la mera expectación, de la pasi-
vidad, de la neutralidad.

La dimensión ética de la escatología bíblica


Si la lucha entre el bien y el mal es concreta y tangible, histórica, encarnada,
espacio-temporal, ello lleva a tomar consciencia del ineludible compromiso que
cada ser humano adquiere (de manera activa o pasiva, expresa o tácita, por co-
# 
#
"  
#??
 
 

" < #

?
 
& „”›„¢‡”‡„“„„›„“X †›„‡X 

&
X &
–}› X  

-
 ‹ „‡›„‡›¢”“–¢›„†Ž‡„
—
 #&

="  *
*
manifestación, discurso o ideología humana. El compromiso se expande e
incluye velar para que cada una de las propias manifestaciones humanas, para

 
 _ # 

# 
 
‹ ›„¢Ž„†“–„Š›„‡”Ž‡¢

 
consciente y consecuente del bien en oposición al mal, en un dique de
 #  

= $$& 

&
 › <
? 

 
&

*   &#  “ ~&

* 
 
   

 „‡›¢ >
  

 >& 
      
 

€=  #›@?
 “ 
 
 
 
= '?‡•›‡
<  +   =   *  
_    ‰&  
 & 

|  ‘
_#


‰ 
+
   += 
es escatología en absoluto pues la conducta correcta con miras al ingreso en el
reino de Dios en ocasión de su manifestación plena y como evidencia de que ya
se es ciudadano de ese reino inaugurado por Cristo en ocasión de su ministerio
„„• ;   
  <


terrenal1  


_#   
    +  
  
}   * 
 * 

los umbrales mismos del cielo nuevo y de la tierra nueva.2

La escatología bíblica: un discurso acerca del poder


La escatología bíblica no es sólo un discurso ético general, sino uno acerca
 
 

' +  + 

-
domía del poder y una ética respecto del poder.
O 
+


 " 
&
 
 
›


 

 @ „‡›ŠŽ„‡“J
¢

? #
 ¢“„”“<•›ŽŠ3+$ 
 @ „¢
%
    

 *??
historia, y ésta la materia prima de que está hecha la profecía, el poder es la
 

 *??" 
&
 = [=
" 
&
?  
‚ ‘ 
 +  $  
 
 
“  
lucha entre el primero por recuperar lo perdido y el usurpador por preservarlo,
consolidarlo y expandirlo.
—*$ 
 
 

-
 
? @ ‡‡›„”„†‡”X
su revelación escatológica tenga que ver preponderantemente con el poder.
Es él quien llama la atención de la humanidad hacia ese tema focal, hacia ese
epicentro.
+
  +&+&  #_
 
$$ &&
&
 
 
 
 '&„›„¢“@ ›„¢
El más descollante exponente de este género bíblico, el Apocalipsis, no es
otra cosa que una abierta y frontal declaración de guerra de parte de Dios contra

1
 < 
   #
 *W
#‹ 
2
 ‘
 

 + –_-
# #
 
  ‡›„’? $

 ›‡„  

 consecuencia y evidencia$#
divina del cristiano y como requisito para el ingreso en el reino escatológico es una constante.
=  ‡›„’‡…¢›‡•“•›Š›¢„†Ž„’‡„“‹ ‡•›•’Ž„“<„‡›•Ž•’
3
Las Escrituras se presentan como una crónica ininterrumpida de la lucha entre el bien y el
mal, encarnados sucesivamente por duetos de opuestos que se enfrentan en cada época,
&  #? #
›¸<
“
¸
 “@&¸
|+“   
*   _

 
 # &›‰&“WJ

“X “@
“‰&“{“
etc. Es interesante que estas encarnaciones históricas del mal son evocadas tipológicamente
 + + 
$
&# 

?&
+

  $"  =@ „„›WX “@ 
„†„Š„’›@
‰&{“@ ‡›„’Ž‡‡“„†›@&–_&“ 
Propedéutica „„

_  _

*
 

de poder al servicio del reino de las tinieblas.

La radicalidad ética del profetismo escatológico bíblico


La radicalidad ética de la escatología bíblica (especialmente de la apocalípti-

 }* 
 &
 #
culto imperial romano de los primeros siglos de nuestra era.
En semejante contexto, nada podría resultar tan contestatario como el pro-
fetismo escatológico del Apocalipsis.
> 
   + {
  & 
& 
&}&     
&
&
  
?&
* $

 ›
–
 >
+ 
 

 „›
@=
 
 
 „›†
& 
*“? 
 
 „›Š
—>

}  „›„Š
%
 
 „›„’
X&1 
 *
 ‡›„”
@ 

= 
&
›

*

?

&
  _
—¨–
 ª &=?

&>
 ¢›‡†Ž‡’
W=¨|
 ª&
 


“=

 &

 ¢›Š
¨{$
=|
 ªX>
 
 
 ¢›„•“ *

|–„
@

= 

 •›‡„
W   W`
  
 •›’
<
¨ ª
?
#
 * -
do en el trono y vive por los siglos de los siglos... Se postran ante el que está
sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan

 
›­X
W`



&

?
 
 
 }?

“ 
 
 
 + •›…Ž„„
'
<#
&–* ›

1
 ' +  &  $# 
     
 _# + ›
{|[|# 
+ &?
 


 $
= ?  ‚X $#=  
 -

   
?›
+? 
ƒ
 +  
#


  Ž} 
 &  
+›&#
„„† ;   
  <


 
|

“ + 
-
¨ 
¹  ª ¨ 
 #
¹ª ›†
W 

¨
 ª |

— ›???
¨
  
ª

 
&

 

 ›„”
—+_  +
_›­|



&
 

_&
+
_?


&_— 
 
 

& 



 ?¦
 +›­@ * 

|

&_?

   
¦


 


 ›„„Ž„•
<
 

 
&
 

todos, esclavos o libres, se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes.
—  `›­|&

  
del que está sentado en el trono y de la cólera del Cordero. Porque ha llegado el

+#
[= 
* 
‚¦ †›„„†
<#
 * 
|


Š›„”
— * & 


 

-
 


 



›­@&_

#
?
 

_
 

¦ Š›„‡
¨<
 

_ 
 |
 ª * 

* +? Š›„
'
#¨|
 ª?

 
?


„‡›
—## 


 

‹+ „‡›„”
>
*
|

“ 
|


* 
|


W`
`
{
 „Š›„•
@
= 
?_&

W`

 -

 „…›†
@ 
#&& &&€


<+=
 J&

*¨ª
?-

X &
   + ›{
W`
`

„…›„„Ž„†
[= 
+
 
 *  +      
 *  
=  * $         
 +   _

=‚[=+
=
 
omnímodas de la doctrina imperial romana? En vista de que el principal sujeto
  
 

&

   –
    # 
ajusticiado por el ejército de ocupación romana en Palestina, el efecto que ellas
debieron producir en las autoridades de la metrópolis podría compararse con

#& 
 
=Š”
Propedéutica „„Š

   
  >

 ‹    + 


  
<

 
   › X |?  
   ~‘

$



La escatología como demanda imperativa de justicia
Pese a lo que la hermenéutica cristiana tradicional ha hecho del mensaje bí-
&= 
 
_ 

=  

con la pasiva resignación al triunfo del mal sobre el bien, a la injusticia humana



‹
Las Escrituras contienen numerosos ejemplos de tal actitud imperativa, de-
  
›
Dios promete vengar la sangre de Abel, derramada por el fratricida Caín
J•›„”› <
 ?
?

 

 

 ? | *
@ †›„”
 
+?–* 


–*
# +  + 

 
 *
›
 
 

&  ‡|
‡•›‡‡› ~W`
   


Dios se compromete a vengar la sangre de los mártires cristianos castigan-
 


 @ †›„”› [|*_
*?&-
  


*

‚=@ „†›¢ŽŠ“„…›„’Ž‡”‡•“
„…›‡“‡”›•
Dios promete hacer justicia a los trabajadores explotados por sus amos


 W ›•› X ¨
  
ª
?-
&

&
? *
 “W`

todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores... Ustedes han con-
   

 | *-

@ „’›„¢

 


 ' [=

 ?
*¨&

ª``¨ª‚
>
* 
*&


*`
 <‡”›…Ž„…“
 *
<„¢›¢•@ „•›„ŠŽ‡”

Las escuelas interpretativas y la ética escatológica


Existen básicamente tres aproximaciones hermenéuticas, con sus respec-
tivas variantes más o menos extremas, al material profético escatológico de
 ‰& &*    @  ›  ? 
  
 
   
futurista.
La primera de ellas tiene una tradición fácilmente rastreable hasta los al-
&

 }   &+& 
que los escritores inspirados o canónicos se acercaban a los textos proféticos


 
     *
 
…›‡†‡Š
‹ ‡•›„“<‡„›‡”
„„’ ;   
  <


¿Cuáles son los presupuestos del historicismo? El tiempo es la materia pri-


ma de que está hecha la historia. Puesto que la profecía escatológica es prepon-
derantemente predictiva, su contenido no es otra cosa que el futuro visto antes




 +•„›‡„Ž‡¢“••›Š“•†›…
„”“@#¢›Š< 

   
+& +  =

literario se encuentra básicamente dentro del patrimonio escriturístico mismo.
Las realidades históricas futuras anunciadas en la profecía de este tipo resultan

 
&?
 _+

 #
+?_
  –„•›‡…1
De acuerdo con esa tradición hermenéutica, numerosos estudiosos cristia-
nos, desde mucho antes del s. XVI, vieron en la condición de bancarrota moral
  
+Š 

`“’ 

 `“‡%‡„–‡  -
+ 
 “@ „¢ 
 &__
“@ „Š

“„’ &#‰&“ 
Esta interpretación se volvió normativa en el protestantismo a partir del
s. XVI y ello tuvo que ver, sin duda, con el surgimiento, en el mismo siglo y





+ 
 

  ›
preterismo y futurismo.
<


# <@*_
 „•Ž„†„¢
-
 &*
&

 

 =
 › 
es que los cuadros proféticos apocalípticos referidos a coaliciones de poderes
hostiles al pueblo de Dios aludían a las persecuciones que la iglesia cristiana
# 
{
 



En consonancia con ello, el anticristo que habría de intentar el exterminio de
$|
  

 
 

crueldad, Nerón entre ellos.
O ? 
      
   
  –  

$
# 
  
 
 
primer siglo.
X      ? #
    €
 {
 „¢ŠŽ„…„
desarrolló la escuela hermenéutica conocida como futurismo, cuyo axioma bá-
sico, como su nombre lo indica, era que el contenido del Apocalipsis referido
  $

+   
+
-
  

 
` $? 
?
 
 +¨   *  +  
ª 

+`
 

1
 X #? 
 

€
Ÿ'&
Ÿ$+› X 
 

 #} ­? #
 

 #
= -
¦&
+ 
*&   > 
encuentra enmarcada y expresada en una situación histórica dada, también encontrará su
  
? 
X$   
-

+
 ? $
 
? #

‘
 { These Times, 1$„…’”¢‡
Propedéutica „„…

Ambas interpretaciones, irreconciliables en apariencia, tenían no obstante


}›&


historicismo protestante.
Curiosamente, una y otra escuela fueron adoptadas como normativas por
el protestantismo histórico europeo a partir del s. XIX. El ala erudita, crítica y
&
?_ ? ? 

 #
 
 -

 


 #
$  

futurista.
Ambas hermenéuticas incidieron profunda y negativamente sobre la per-
cepción de la dimensión ética del profetismo bíblico escatológico.
X    
 
  
_

preteristas, futuristas e historicistas, perdieron de vista el carácter multidimen-
sional y pluritemporal de la profecía bíblica escatológica y la circunscribieron
  ? #
} 
$&
+_  &?&
 

tuviera un énfasis distintivo, especialmente relevante, para un período histórico
en particular.1
Los preteristas, con una intención claramente apologética y en el contexto
condicionado y condicionante de la política eclesiástica medieval, desvirtuaron
el sentido mismo de la escatología bíblica al anclarla en un pasado remoto que
 +
   $leitmotiv de la profecía escatológica
bíblica, la esencia misma de las porciones proféticas de Daniel y Apocalipsis.
En consecuencia, si los poderes denunciados y condenados en la profecía eran
parte del remoto pasado, el presente quedaba ipso facto exonerado de toda crítica
divina, trascendente. La profecía dejó de ser relevante para el aquí y ahora, y
mucho menos para el mañana. Se convirtió apenas en una antigualla curiosa, en
 _&  
Los futuristas, en la misma arena que los anteriores, y por las mismas mo-
tivaciones y condicionamientos, se conformaron con quitar de su iglesia una
afrenta que era por demás evidente y denunciada aun por quienes militaban en
ella.2 Desde la perspectiva interpretativa de estos, si los poderes denunciados y
 

+ +} &&-
loso y remoto futuro, el silencio de los oráculos divinos para con el pasado y
el presente medieval de la iglesia la absolvían de por sí de culpa y cargo. El que
calla otorga.
Pero la interpretación historicista protestante que insistió durante siglos en
 $

 
 `

1
=|?
% J
  ?–?¦& ›
   Spectrum, mayo de
„……„‡Ž¢•
2
 {=
   
*  
  
 

   
  { -

+

  
  
>&–= 

ejemplo, El misterio del futuro revelado‹
‹ „‡
120 ;   
  <


& &&#@   &=?_


 -
&

 $   


Aunque percibió la actuación y la manifestación histórica, concreta, espacial
  
&  
" 
&
reconoció la pertinencia histórica puntual, especial, de las denuncias proféticas
escatológicas, perdió de vista la dimensión general, vasta, panorámica, conti-
"  
 


 

detectar nuevos disfraces, matices y tonalidades asumidos por el multiforme
mal.
Nadie confundirá al historicista acerca de cuál es el árbol (características,
dimensiones, ubicación, origen, historia, desarrollo, etc.) al que la profecía bí-
blica escatológica apunta su hacha certera. Pero es posible, simultáneamente,
perder de vista el bosque circundante, las otras especies emparentadas morfo-
lógicamente con aquella, las otras manifestaciones o encarnaciones (ideologías,
instituciones, movimientos, etc.) en las que el bien y el mal se hicieron visibles
y se combatieron mutuamente en cada época y lugar.
%_  &&
+ ? 
 _#
 
_#>

‹#
+
  -
tes para con instituciones e ideologías tan contrarias al patrimonio ético cris-
tiano apostólico como la esclavitud (Europa y Norteamérica), el imperialismo

  $  X
 O
=

racismo (apartheid sudafricano, segregación racial norteamericana), la doctrina
nacionalsocialista alemana de la superioridad racial y la elección divina a partir
de ese presupuesto, etc.
¿No estarán también allí, en el s. XVI, en la unilateralidad temporal de estas
hermenéuticas parciales, parte de las raíces de la aquiescencia de la teología
europea clásica respecto de la pertinencia perenne de la escatología bíblica?
<    
?&*& ? 
 
reaplicable, con distintos niveles de énfasis, las advertencias, denuncias y amo-
nestaciones de la profecía bíblica escatológica a las multiformes manifestacio-
nes históricas del mal dondequiera y cuandoquiera se hacen patentes, reclama

_?
=   

+  

  

¿Cómo dudar de que Dios está denunciando y condenando en el Apocalipsis
a la manifestación política *&? µ›
el imperio romano? ¿No dedicó acaso mediante el profeta Daniel la mayor
 # + ‡Š’

 
 
‚[= 

?

 &    

&{ 
‚
'&
Ÿ

+
  
? #
 
-

+  ? #

  

+@   
$#  


 
+

 
 1
Z
  
J
X<›

1
El misterio del futuro revelado‹
‹ „‡
Propedéutica 121

<
 #?&&??  
*“  
-
&??? #
  
*} 
??$
? 
›+W`
 
* & 



y establecer su reino.
X 
 
+ 
+@% &=-
racterística del Apocalipsis y que resuelve este problema de la distancia (futuris-
mo) y la importancia o pertinencia de la escatología bíblica para el destinatario
de la profecía que es contemporáneo del profeta. Como acabamos de señalar,

   
  
= ›??
-
 
 ?? #$ X -
tenidos en dinámica tensión, con frecuencia sin distinción cronológica, porque
el propósito principal de la profecía no es proporcionar un diagrama o mapa
 



_&
# #
  ‡>
„›„…@+
+@#  ? #
&


@

­+W`
¦ ›„’‡Š# #-

 &=


*+ …›„„+
_#
+
‰&
 + 
$ „¢›„Ž‡‡
Sofonías describió alguna visitación histórica desconocida para nosotros como
­+W`

*  

?&   „›‡Ž„’ 



 „›„’“¢›’–# 
 &  ? #

las langostas y la sequía a los juicios escatológicos del día del Señor.
En otras palabras, el juicio histórico inminente es visto como un tipo o
preludio del juicio escatológico. Los dos son a menudo integrados en aparente

+ 
 }? #

  &= 
* #$ 

&
propósito redentor. De ese modo... el discurso de nuestro Señor en el monte
Z
#  ? #
–
=
  =
 
 < ‡„›‡”     
#  #
@ 
  ‹ ‡•›„ {



? #

Anticristo.
De ese modo, el Apocalipsis tiene un interés especial en dar seguridad a las igle-
@ # #$   
 
“  + 
 
en el siglo I. Porque los poderes demoníacos que se manifestarían en la gran tri-
&#&+

ª { 
 &
 
#&
+

{
Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que el método correcto de interpretar
 @       
# < &     {  
Anticristo escatológico y, debemos agregar, cualquier poder demoníaco que la
iglesia deba enfrentar en toda su historia. La gran tribulación es primordial-
mente un hecho escatológico, pero incluye toda tribulación que la iglesia puede
 
 
{ 

mal posteriores.
X  

 #

??& >

› 
_
los escritos apocalípticos consiste en relacionarse primariamente con la con-
#
 # 
 
$ #  
X  @  › '+& 

* „›ŠW› 
_& + #
122 ;   
  <


no, es la de referirse a hechos de la historia que conducen hacia la consumación


 # *
%

›? 
&



+—?  
_
+



_ 
?
 1
>
 [= 
 
  ? #
‚ [%   + &+& 
mensaje, una reserva de sentido ético relevante, pertinente para el hoy, para
 +   ?
‚ [@  
  "  
 ? #
 
" 
&›  |“
d.C. en el caso del Apocalipsis) y consumación futura (el ésjaton) prescindiendo
del presente, que fue futuro para Daniel y será pasado desde la perspectiva del
ésjaton$‚
[%
+  
X ‰&{ 
-

# }
  
  +    
  
%
+ 
„…„„…‡¢ 
# *  

 * 
_   #    
‚ [X  
 
&+& #_
@_
 
 &_
?‚[Z
  _
= * ‚[Z
   
#= 
+  
   =  ’”‚ [Z 
   +   
apartheid sudafricano? ¿O durante la supresión de las etnias aborígenes del
continente americano en aras del expansionismo interno colonial? ¿No estaban
también esos poderes atentando contra la Esposa del Cordero? ¿No eran esas
víctimas tan hijos del Altísimo como los cristianos perseguidos en el siglo pri-

+_ 
‰&|‚[O?&+


  & ={‡›„•Ž„†‚
Esa disociación de la realidad espacio-temporal en categorías irreconcilia-
&
   Ž
 Ž 
$# #
a un futuro distante, sin rostro, y el consiguiente vaciamiento ético del profetis-
mo bíblico para el aquí y el ahora dan cuenta de la falta de protagonismo que
?
 
_
   _
 & 

historia.
De ordinario, nuestros catecismos o proyectos catequéticos presentan el
 
›

  =pasado), Dios crea el mun-
?&
&
“  =presente), el hombre libre ejecuta
&“ 

  =futuro_?&
&
W
&
#&›“&
#›$

Este esquema en el fondo no es cristiano. El verdadero enfoque cristiano
$

#? 
 }-
mento del esquema. La creación es histórica.
@* ?&
} %-
&= }?? 
— 

  


1
George Eldon Ladd, El Apocalipsis de Juan: un comentario ‹›|
&„…Š’„Ž„Š
Propedéutica 123

El juicio de Dios tampoco es un tercer momento. La escatología ya ha dado


_— *_?&
? #

En la escuela tradicional, la creación y el juicio serían ahistóricos, solamente
sería histórico el segundo momento. En cambio... las tres etapas son históricas.
>
 

? 
1

" ) *   "   


 
y patentización del remanente
W  #

J
X< ??
 # 
$
  ?? ? #
2 cada crisis histórica
$  
  ? 
   # }      
  " 
& } _


 &

 $

 
 #
 
 +  
  _
Así, la terrible crisis persecutoria de los primeros tres siglos de la era cris-
 &

+=

 
 @ +›
  W *
+ +
“   
 
 &_


  ?&+&
_X
& 
 |

 
 
    
 
&
+
 ¢“W‡¢ ??
  @ ¢›• &

 ‰ „{„…›„’
tres jóvenes hebreos de Dn 3 en medio de la mayoría silenciosa de sus transi-
  
    
&
 

salvar sus vidas o para preservar privilegios.
Estos, al igual que Cristo, se distinguen por oponer una resistencia ética
+$+
  
 -
_   ='?›‡…
<#=  
_

 
 
_@   
desde hace mucho.3 Esa experiencia histórica relativamente reciente sirve
1
 |
‰_

¿Qué es la teología...? ‰@


›X>„…’‡Š
2
 ‰_

¿Qué es la teología...?„¢’
3
 =  ›The Churches and the Third Reich¤W?
“La Iglesia Católica y
la Alemania naziJ 
< ‹=›X 
J
&„…†“El vicario{ '-
?? ? ‹=›X 
J
&„…†•   =? #
Ž “

+   ' 

%W 
 Vida Feliz, agosto de
„……„ŠŽ„„X 
 
   
  
_
-
neral a los poderes omnímodos autolegitimados de cualquier signo, una respuesta tanto más

& 

  _#
_
hace, por vía del temor o del interés autopreservador, proporcionalmente más susceptibles

 
 
X + * &
#&{
_
     

&_ =  
la Europa oriental durante la guerra fría y en las dictaduras de derecha de América Latina.
„‡• ;   
  <


  +$


$
#      

  


 

 #$? 
}@ „¢„’
un remanente marginado y librado a su suerte por sus respectivos grupos
*   _ 

*
& 

 
+ _+ 
*
 

de la humanidad.

Escatología y opción de Dios por los débiles


En la escatología bíblica, Dios se revela como el Dios de los débiles, de los


$  # 



 _  
 
 
 =‡Š’“@ „¢“
„Š›‡„¢„•„Š“„’›¢…„„„‡¢“„…›„…“ 
X +&+&   
+ $-
ción del poder humano de raíces diabólicas. Es el antidiscurso, la deslegitima-
ción por excelencia del poder del reino de las tinieblas. La versión subvertida

  _ _

*= 
X


  &_
 

tinieblas, discurso inaugurado por Cristo1, se inscribe esta teología y esta ma-

+ # 
›|


# @ 
›†Ž„•“ &
 


 

@  ‡›’ …“  
    
 
 
 

„‡›¢“
? 
# 



 |

 
 @ „‡“„…“‡„“
   #
 

_&_ 
_

 

 
 
?
   @ „’“„…›„Ž¢“
  #
 
      
  $  |
 
$ 
 

 

$ @ „†“ 

|


 @ “

X
&  # &
    

?›
| 
®{Z
›˜?
˜ ?|?
?‚ 
W{
Spectrum„’
§„  &
„…’Š›‡†Ž¢„“X
W?
 W ?Ž@  >&  ?
O_%  Spectrum ’ 
_„…ŠŠ›„‡
1
 ‹
  

 –„’›¢†“ 



?&

`



?
+ ‹ ‡”›‡Ž‡’“ X -
  

* ‹ ‡†›‡“ ‹*& 


&
 '?
‡”›¢“ O=`

 *
+ ‹ ‡¢›’Ž
„„“ X?
*__
*? ‹ ‡¢›„‡“ X





?*
* ‹ ‡¢›„„“ O
?



 ‹ ‡”›‡’“ <?
  
-
 
* }& ‹ †›•†„’“ O * 
 
¨psijéª  
 ‹ „”›‡’“ O 
_ ‹ †›„…“ 
=*{?
‰Ÿ?The Bible in politics <›–?¤>
„…’…
   +  %?  |?
 „•‡Ž„”“–?'—
Jesús y la realidad
política ‰@
›X|
_„…’
Propedéutica „‡

‡„“ 
 
 

tierra que sirvieron como vehículo e instrumento del mal (Ap 20).
Al mejor estilo de los salmos imprecatorios antibabilónicos, Dios pone en
sus propios labios el clamor vindicativo de los mártires cristianos, que ya no

 
_ 
? 
$

 
 + _}   ? #


" 
&
El género bíblico escatológico es, pues, un exponente preferencial de la
inequívoca opción de Dios por los pocos y débiles en contraste con las opcio-


›  

+ 

activa o pasivamente, por temor o por conveniencia, para el encumbramiento y
 
 #  _ @ „¢

Un caso de hermenéutica escatológica actualizadora


Un caso interesante de percepción de la reserva ética de la escatología bí-
& _#



#££
Estados Unidos en el contexto del debate acerca de la esclavitud.
La economía del país entero, y particularmente la del sur algodonero, des-
&&&
" &



costo ni riesgo al continente africano.
<
   ?

   {

   
 
torno al tema, particularmente los metodistas.1
< 
  
#   =€#
-
 #$=    -
 
| =J…›„’Ž‡’
 
 
`
$ & *  
@
&= 

‹ ‡‡›‡„} 
secular con su leyes y su política pertenecían al César y nada tenían que ver con
 
  
* 
# 2
@ &
_&&

central se mostraba más indeciso de tomar una determinación que a todas luces
habría de desembocar en una fragmentación de la unidad territorial y política o
en una sangrienta guerra civil de resultado incierto. El norte, y Lincoln, estaban
empeñados en salvar la unidad sin abolir la esclavitud. Pero eso parecía cada
_&
En semejante contexto nacía un movimiento religioso derivado del fenó-

 
&
_#

  #
‰&›@  W= +

1
 = 
  ›  @ { Momentos decisivos del metodismo W ‰

 
| ¨‰
ª›
 ‹  „……„  ' 
› 
 El Estandarte Evangélico„”’§† Ž›… ‡
2
Ibíd.
„‡† ;   
  <


Sus pioneros se contaron entre los más activos antiesclavistas de aquella


hora y fustigaron en los términos más duros tanto al esclavismo como a la
política vacilante del presidente Lincoln al respecto.
Como los evangélicos en general, el adventismo conoció una etapa tempra-
na de activismo social durante el cual los abolicionistas adventistas se pronun-
ciaron en favor de los derechos civiles de los norteamericanos negros... No es
necesario optar entre la doctrina adventista y las preocupaciones humanitarias.
Nuestra herencia adventista demuestra que ambas cosas son una y la misma,
? 

  – ?‰ 
1
X=„’†”   

_
que el norte esgrimía colocando toda la culpa de la esclavitud en el sur, los
  O 

‹Z &   #



 &
 
   
  
      
 
denunciaron al presidente Lincoln por su lentitud en emancipar a los esclavos.
X
  
 # 

-
mistas más agudamente éticos y progresistas en materia social.2
–? '  ?_   J
 ‹
 ?&+ 

     | |?
  ‰   ?#  & 
William Lloyd Garrison y a otros famosos reformadores sociales de aquella
hora.
|?
 € ?  ?&
+  

   ?
   
 *  @  „• 
    
&#  „’¢Š   
titulado Slaveholding Weighed in the Balance of Truth and its Comparative Guilt ¨< -
# &_

 &ª
aproximadamente en la época cuando conoció el millerismo.
X„’•”J
W 


&


&+&
-
talidad futura y condicional del hombre, frecuentaba la compañía de Orange
W 
‹  ˜

protesta contra la tolerancia de los metodistas para con la esclavitud.
– ?‰ 

 = +

_#  „’¢”@'

%?
  ? 
 
` 
#   

 
 

O
=

‹= „’•†Ž„’•’

_   -
diente a extender el territorio esclavista.
~X 

?&
 #&
  

?

&
“&
 #+|

?
           +  „’•Š  

1
{
  ?¨  ª?
?Insight¢”
„…Š…Š’
2
 = 
 – ?‰ 
 W Ÿ Insight„‡„…Š…„Š„’“
|?
%–
 %?

   ? 
 Spectrum 21, nº 1 (diciembre
„……”›Ž„’“ { 

>
}›€
@W ?Spectrum„’§
¢ &

„…’’›”Ž‡
Propedéutica „‡Š

escrito titulado Second Advent Way Marks and High Heaps¨


`
 ª1
€=„’”  = +

-

 

 #}& 
 
cordero pero que actuaba como un dragón (véase Ap 13), representaba a Nor-
teamérica.
–?O@

 +
&
 
dijo que Norteamérica había profesado que todos los hombres nacen libres,
iguales e investidos de ciertos derechos inalienables como la vida, la libertad y
 

—&

#

-
+_
 
W


mentira.2
En la década previa a la Guerra Civil, cada acontecimiento fue para los
  = +$
#
* 

#O
-
=
<<
X€ #*}
norteños moderados, y los adventistas, al igual que otros, apelaron a lo que

 < 

¨€
ª 

 


devolver a los esclavos fugitivos a las autoridades. En algunos casos, los adven-
tistas operaron ferrocarriles subterráneos con los que ayudaron a los esclavos
a escapar a Canadá.
–?>
 ¤ 
=–?'
¤˜¤
Kellog (inventor de los famosos copos de cereal), construyó uno de esos ferro-


& 

*

‹?
–? ‰   
+  
 


   @#
General, ayudó a algunos esclavos fugitivos que llegaron a su puerta, en el
   O —
Ÿ      
    ‹  
Wesleyana (antiesclavista). El permaneció nueve años como miembro de esa
 
  _&+& 
de sus hijos los nombres de dos famosos abolicionistas.
La Review and Herald  #
$@  
expresó su pesar por la legislación que favorecía la expansión del territorio
esclavista.
Los adventistas de entonces increparon al Congreso por su política amor-
_
 && 
 

-
sistas sureños de violar la libertad de expresión.
X_
  ‹X|

$
#Review and Herald al
+ X ‘ •&
#
  

 &
3

1
‰ 
 W Ÿ 
2
Ibíd.
3
Ibíd.
„‡’ ;   
  <


<#& –?‰
1
#$# #-
 
?
`}–O<?&
?XJ˜? 

##‰
  
 &


“# 

 &
soplo de libertad.2
En esa época, la señora White era muy franca y frontal acerca del tema y lle-
gó a decirle a un adventista esclavista que debería ser desglosado si se aferraba
a sus opiniones favorables a la esclavitud.
X„’’ &#
Spiritual Gifts, que poste-
riormente habría de ampliarse hasta convertirse en The Great Controversy between
Christ and Satan.
Como parte de ese material, en lo que hoy es el libro Primeros escritos, Elena
J  ˜?   $#    

      
iglesias norteamericanas con la esclavitud, como uno de los principales indica-

#
  

&$@+
leemos pronunciamientos éticos teñidos de relevancia escatológica como los
 ›
%  #
?&
-

 
 
&_
-
dación y puestos al nivel de las bestias de carga. Personas que profesan seguir
al amado Salvador, cuya compasión se despertó siempre que vio la desgracia
? 
   

 ›
$
esclavos y con las almas de los hombres.3 La agonía humana es trasladada de lugar
en lugar para ser comprada y vendida. Los ángeles han tomado nota de todo
esto... Las lágrimas de los piadosos esclavos y esclavas, de padres, madres, hijos,
hermanos y hermanas, todo está registrado en el cielo. Dios refrenará su ira
tan sólo un poco más. Esa ira arde contra esta nación y especialmente contra

_
?  

&
*$? 
-
 =%  
# 
 
considerados con cruel indiferencia por muchos de los que profesan seguir
?–}‹? "

 #  
 &+“&




X&

 “W *
 
?
-
&&
–}*  


›­~X |
 ¦
Estos profesos cristianos leen lo referente a los sufrimientos de los mártires y
les corren las lágrimas por las mejillas. Se admiran de que los hombres pudiesen
endurecerse al punto de practicar tales crueldades contra sus semejantes. Sin

1
 –?‰
 „’””Ž„’…& 


 

defendió la emancipación de los esclavos. Proyectó un levantamiento de los esclavos de
Virginia y la constitución de un estado libre al sur de los Apalaches. Para lograrlo, asaltó con
 `


„’… 
}
#+



€_ 

#?

2
 ‰ 
 W Ÿ 
3
 Z&#@  „’›„¢
Propedéutica „‡…

embargo, los que piensan y hablan así siguen al mismo tiempo manteniendo

 ?     > "
  

 * ?
con la misma implacable crueldad que manifestaron los papistas y los paganos
?+|
 *›­X+ 
de Dios, la suerte de los paganos y de los papistas será más tolerable que la de
 ?&
¦Los clamores de los oprimidos han llegado hasta el cielo,1 y los ángeles
&

 &_ 
 
?&

'
" 
*›­<&


 *
 

_ 

_  

 *
+?


dolientes. La ira de Dios no cesará antes de haber hecho beber  

_
las heces de la copa de su ira, antes de que haya recompensado a Babilonia con el doble¨
?_ªDadle a ella como os ha dado, y pagadle el doble según sus obras; en el cáliz
en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble.2
Vi que el que es dueño de un esclavo tendrá que responder por el alma de ese
esclavo... los pecados del esclavo serán castigados en el amo... El amo debe so-
portar las siete plagas postreras y luego levantarse en la segunda resurrección para sufrir la
muerte segunda,3 la más espantosa. Entonces la justicia de Dios estará satisfecha.4
%




 

 #

_



 


 XJ˜? 
las consideró juicios divinos contra la esclavitud.
X„’†‡›
Dios está castigando a esta nación por el grave crimen de la esclavitud. El casti-
gará al Sur por el pecado de la esclavitud y al Norte por permitir durante tanto
 

 
 "5
Otro pionero adventista y editor de la Review and Herald, Uriah Smith, se

$
#= + <
 # -


 


X     
  #
 $    $
#  <
 &  =  ­  
  &
¦ 
    

_O
&



oprimidos y sufrientes esclavos. Si sigue resistiéndose a todo esto, negándose a
dar los pasos que una política sabia, los principios humanitarios y la salvación
 +
*& # µ

#$
*6

1
 | *
W ›•“J=•›„”“@  †›…„”
2
 X #@  „•›’…“„’›†
3
 @#@  „„†‡”
•
Elena G. de White, Spiritual Gifts,• ‰ |
Ÿ‹›W >
„’’„›„…„“Prime-
ros escritos €
‰@
›@|XW„…†‡‡Š¢Ž‡Š†%
#= 


Elena G. de White, Testimonies for the Church„›‡†• ‰ 
 W Ÿ %
-
ción del autor.
†
 |  
‰ 
 W Ÿ . %
# 

130 ;   
  <


En aquella etapa inicial de la Iglesia Adventista, sus miembros y autoridades


opinaban abiertamente acerca de los grandes problemas sociales y políticos de
+ #
 &
+ ~ #?-

 
  
 
 #
crisis. Las preocupaciones socio-históricas, políticas, eran para ellos una cues-
tión moral.
{$
=
  
  –?O
@

&+ ›
X  ¨ ª#   
 -
­ + ¦¨<
 ª 
el derecho de condenar cualquiera de los pecados favoritos que han colocado

    
“      
     + ?
  
* 


+$
— 

–_  


 
 #
en esta gran iniquidad, suponen que la siguiente respuesta será enteramente
  
 
X›­~W`
 } 
 
?
???
  
 }& 

 + [W
* 

 
} 
 
+‚¦1
< _# #=  
  ?

la escatología a la realidad histórica que vivían puede resumirse con las palabras
– ?‰ 
› <
XJ˜? 

esclavitud estaban cimentadas en la escatología. La esclavitud en Norteamérica

¨ 
ª­`$¦2
En tal sentido, incluyó, como ya vimos, la esclavitud norteamericana en
*@  „•X
 

histórico de sus días había caído, a los ojos de Dios, por su complicidad con la
explotación humana propiciada por el estado.
Aquí y allá dentro de la literatura adventista siguen encontrándose ejemplos
  ?
=   #  _
  
 &
 

 ›
[>  ‰&+ @ „’
   

de instituciones mundiales que se encuentran en bancarrota moral -gobiernos
que mienten y que tratan cruelmente a sus ciudadanos, industrias que estafan,

& & 
?
  &“
-
+ 


? “
_-

* 

_


_
 #
?_€
Ž# 

 
?   #  {‚3

1
 | ‰ 
 W Ÿ .
2
– ? ‰ 
 { {   ? |?
?› @ W
  @  Insight † 
&

„…Š…’%
# 

3
 ‹
%‰ —+Lecciones para la escuela sabática 
Ž
_„……•›#
„¢„•…Ž„†”
Propedéutica 131

@?  ‰&+& 


 

incluyendo las denominaciones cristianas, con excepción de la Iglesia Adven-
tista del Séptimo Día. Debemos ser cuidadosos para no aislarnos ni adoptar la
   
 

X  
  

# 
ver a la verdadera iglesia de Dios exclusivamente como un grupo diferenciable
 
& 
 

 $-

 

X #
 O%  1

+   " *   



el bien y secularismo
Es precisamente en esa domesticación de la ética radical escatológica, pro-
fética, por vía de una hermenéutica primero complaciente, acomodaticia, luego
&
 &&
=*$_
 
respecto de la religión cristiana instituida.

 
 
 
 
_“

&+
A lo largo de su dos veces milenaria historia, en cada encrucijada donde es-
tuvo en juego su credibilidad ética, la religión estatuida optó sistemáticamente
por la autopreservación institucional, claudicó ante el mal y dejó a los indefen-
_ 
 =>
¢„›’…

 
_
 


 _
 

 


  
credibilidad, la religión cristiana recibió notables llamados de atención de parte
de la intelectualidad europea escéptica aunque comprometida con el bien. En
  +  @&
|?
&„…•’
>
+ =


 =  
›
Comparto con vosotros el horror del mal... nunca he de cesar de luchar contra
este mundo, en el que sufren y mueren niños... El mundo aguarda de los cristia-
nos que se despojen de la abstracción y se enfrenten con el semblante inundado
 
  ?   ? 
  
 + _*  
 
 
#`

_
>
 
}
`

_—

nos ayudáis a ello, ¿quién, pues, nos ha de ayudar?... Sé, y lo sé a veces con el

_#

 & 
+
 
-
nes de voces en el mundo entero vinieran a unirse al clamor de un puñado de
solitarios que sin fe ni ley2 abogan en favor de los hombres y de los niños en
todas partes e infatigablemente.3

1
XŸ
 ?{€
‰J ‰
–– Ÿ
! 

 <

 
&* # 

 &
Ž&
„……•’“
cita allí !      X˜?  ••”••„
2
 [@#{‡›„•Ž„†‚
3
Albert Camus, Les incroyants et les chrétiens¨<
 
 ª >
+›>=
 –€
<?
 Nuevo libro de la fe cristiana ‰
›'

„…ŠŠ„”‡„”¢
132 ;   
  <


‘=  


 
  -
 
#
   _ 

_
&*

 +-

 @
›
X
 ¨

+
ª

cristianos y desilusiona con la más extrema amargura a los no cristianos, quie-
?&



 
+?


_
 
 
? $_
 

= 
 "
 1
‹ =  
‹
< ?
¤ & 
permisiva de una Norteamérica blanca, anglosajona y protestante con aquello
› '   
  &       

&}
 +X *
 

 
?&



_
<?-
toria registrará que la mayor tragedia de este período de transición no fueron
las palabras cáusticas y las acciones violentas de los malos, sino el silencio y la
indiferencia de los buenos. Nuestra generación deberá arrepentirse no sólo por
el accionar de los hijos de las tinieblas, sino también por los temores y apatías
?_2
¿Cómo, pues, no ha de verse en ese vaciamiento ético de la escatología una

_# 

    ?
# =<„[
 -
+# ?

 
 ? #
‚
O + ?  
<
# 
& 

?_

 

* 
religión cristiana contra el telón de fondo de la connivencia total de la Iglesia
Z
{ 
_
 3
Ni condenar el protoateísmo ilustrado de los revolucionarios franceses sin



$ 
_
  
€
-
nárquica ejerció sobre cuerpos, bienes y mentes durante siglos interminables.4

1
Waldemar Gurian, escritor católico alemán, en Hitler and the Christians„†‡ J 

<The Catholic Church and Nazi Germany ‰
|Z›| >
‡”””„Š¢Ž„Š•
%
# 

2
 | 'J
Luther King ‰@
›|
X 
@=
< W@
„…Š„„…†%
# 

3
= J
 % @
 The Past is Always Present ˜? › {  '

„…ŠŠ„‡„¢%
# 

•
 X&  
+ 

??&+
_ 


-
+* 
 $
"  
 
<£

Memorias: %
 #
X 

 
_ 
¨
ª< -

?}& &_ >
  


+ 
&#}& 

X
&
poder era por disposición divina. Por lo tanto, el soberano sólo era responsable de sus actos
 =@<_Revoluciones del mundo moderno ‰
›W „…’•†Š
Propedéutica 133

%  ?


=  +   _
O _?
por su prescindencia de Dios sin ver en ello una repulsa, una reacción, contra
una religiosidad europea decadente que no sólo no condenaba ideologías como
el antisemitismo, el belicismo imperialista, la desigualdad entre los hombres y
el endiosamiento del poder humano, sino que se había consubstanciado con
ellas y había llegado a ser su principal apologista, a veces incluso con su silencio
concesivo.1
Esas rupturas ideológicas con la religiosidad cristiana histórica no tenían
como blanco al cristianismo en sí, sino las desviaciones y excrecencias que se
desarrollaron a lo largo de su historia hasta ocupar el lugar de la normalidad.
No han de interpretarse, pues, como un ataque dirigido contra la religión

  ?
?&+
›
Un conjunto de prácticas doctrinarias que enmascaran contenidos extrarreligio-
­+¦  
  

 
-
giado, una clase, o una institución que quiere prolongar el statu quo social... En
ƒ
*‹?Ž
?_
#  
$

&
 
#¨%
?_ª  
&-
do a un imperativo religioso mucho más que ateo, puede ser la respuesta a un
acto de fe honda mucho más que una negación de lo sagrado... La religión va
cobrando a lo largo de su ejercicio una serie de contenidos espurios e inauténti-
cos. En tales casos, los rasgos exteriores se convierten en contenidos esenciales,
 
_    ?   &
   

  
diluye en un decorativismo desmesurado y teatral, la emoción sobrecogedora
se pierde en la mecánica de comportamientos rituales, en un ceremonial hueco
? 
_&#“
&+    
de entrega a lo sagrado truécase en la sumisión a los poderes del mundo. Cuan-
do la religión se ha transformado en esta serie de formas... la crítica... niega legí-
timamente todo aquello que debe ser negado, destruye y anula esto que traba el


 = 
¨X
+ ª
 


# 
 
*
  
*
_$ 
 


  = ›+ 
?_
sea en la forma de una objeción teórica o de una persecución, la religión renace
con mayor vitalidad...2
En ciertos momentos de la historia de una religión, las formas de la relación
?&
 &¨ª
& * 

#
misma. Estas formas son doctrinas, ritos, prácticas, símbolos, que con el tiempo

 
 

_  
&‹?‰&
3›

1
 =
   
 
+|
J  @ Ž  ? 
 JLiberty
Ž&

„…’‡•‡“‹@ &
Historia de las cruzadas, ‰-
@
›X 
€ 
„…†”  „„Ž¢„“€

?O _?Así habló
Zarathustra ‰
›> Ž@ „……‡“'¤µ¿Existe Dios? ‹
›|
 -
„…Š…‡•Ž…“
#–|
J
+Ž‰

#Así habló Zarathustra


‰
›' =
„…Š•‡¢Ž‡“'
<Fe cristiana y realidad social: estudios sobre
el cristianismo antiguo ‰@
›|
WX „……‡„‡
2
 + 
‹?La libertad y la violencia ‰@
›W
„…†’„„…„‡”„‡‡
3
+ 
‹?Nihilismo y experiencia extrema ‰@
›W
„…Š’Š
㢥 ;   
  <


<

  “ _

tal grado de distorsión y degradación que acaso se vuelvan contra lo divino y
  
+&
  

+ 
=_
 # ??-
‹
<

#& 
alienadas y sus deformaciones históricas. Confundieron las formas que Kant
#    

#  
W# 

 


 
 
  ƒ-
tieron y existen- en que las iglesias aparecen pactando con los poderosos y en
que los teólogos aparecen legitimando el statu quo social.1
—
 
&+
 
 
  *-
neo del cristianismo en virtud de su mensaje agudamente ético, crítico y trans-
formador, fueron logrados a pesar de la religión cristiana o, en el mejor de los
casos, prescindiendo de ella.
X$
#$ 
 ?&
&
-
ración del cuerpo, de la historia y del tiempo... esas conquistas se hicieron bajo
las banderas del ateísmo porque la religión había, por lo general, permanecido
hostil o indiferente a aquellas potencias, y porque se distrajo en una divinidad
? 
$  

X  


tan legítimo que obligó a la religión a revisar su propia imagen, a incorporar
 
_

  X
#
#›& #

 
? 
# 
hacia el mundo... acentuó su necesidad de insertarse creativamente en la histo-
ria y ocuparse de los problemas sociales.2
X
 
 
 ? -

  = 
 &+&?&
-

 


  $#$
moderno y contemporáneo.
+ #¤
‰
??+

 
#
En tal sentido, y comentando el pensamiento de un eticista-escatólogo de nues-


?‰?
W @›
<
# ?#? 
_
     

} & 
 
-
no para el individuo que dice creer en algo o alguien. En cambio, la fe cristiana
es una actitud responsable (es una respuesta servicial a los llamados que Dios
presenta al hombre a través de las necesidades de sus prójimos) no escapando a
este mundo ni a esta historia, sino asumiéndolos en todas sus dimensiones, por-
que es el mundo de Dios, y la historia es el proceso a través del cual los hombres
{|WX

# 
&
+$


 
    &
Nadie duda de que en determinadas circunstancias históricas la fe cristiana ha
+

>
 ›–}


1
 ‹?La libertad y la violencia, 121, 122.
2
‹?Nihilismo y experiencia extrema’’
Propedéutica „¢




&?&
    -
fermos, da de comer a los hambrientos, brinda su compañía a los parias de la
sociedad, no cae en actitudes demagógicas buscando la adhesión de las multitu-
des, no coacciona al prójimo, sino que respeta su libertad de decisión, etc.). Un
cristianismo no religioso no intenta la distinción entre la esfera de lo sagrado

X $ 
#



  
 
  +
     }    
 
#
 —  

    
 

 
 “=
$< 

{
›`

 
 
 _&   ŽŽŽ1

Conclusión
[%   + &+&
   
  +  
ahora o es un discurso extemporáneo, anacrónico, agotado en una instancia

 =
 ‚ [%   
     # &    

remoto y elusivo?
Desde la perspectiva bíblica, parece más bien que el profetismo escatológi-

 ‹   +  

#
pasado (preterismo) ni sólo futuro (futurismo), sino un equilibrio entre ambos
momentos históricos que pretende iluminar y acompañar al hombre a lo largo
  *$ 
? 
#
todas las cosas.
X
 
 _
 ? 
el presente del hombre desde el siglo I de nuestra era en adelante. Como ocu-

_?*
_?
ella, a medida que recorremos el camino, que nos acercamos más y más, poco a
poco, a su distante fuente. Era presente y futuro para los profetas, para Daniel
 
–“ 
  
 

?
? 
$`??

La gran pregunta, pues, que debe hacerse el creyente respecto de la esca-
tología bíblica en el contexto de su dimensión ética no es tanto qué tuvo que
decirle al pasado remoto (ciertamente tuvo algo que decirle) o qué le dirá al
futuro lejano o cercano (ciertamente le hablará), sino cuál es su mensaje para
aquí y ahora, para el presente, para nosotros individual y colectivamente, para
   
*
" 
&= 
que somos protagonistas.
De la respuesta que se dé a este interrogante depende en buena medida que
la escatología profética bíblica sea tan pertinente para nosotros como lo fue

 
–
  
 ? #


* 
&
   $
  


1
De Santa Ana, Protestantismo, cultura y sociedad„”†„”Š
Antiguo Testamento
7
, )./   
 

%

'  

Dr. Elias Brasil de Souza

‰ ‡  ?" }  }  


 +     <
Š   ‡

 $ ‹ Œ ‘
} 
 
}   
 ’Q
 5@ K“

0
 8/

É uma satisfação contribuir para o presente volume em homenagem ao


Drs. David Gullón e Humberto Treiyer. A estes homens aplica-se mui
apropriadamente a designação de “sábios”, pois através de um profícuo e
dedicado ministério acadêmico estes eruditos difundiram o conhecimento
da verdade, conduzindo muitos “à justiça.” Aos homenageados dedico estas

"¼&
  ? ‰+&'&

Embora a noção de conhecimento possa ser considerada por uns como
&
 $#$
&

   +$
&?
acadêmico, para outros, a idéia de conhecimento é tão óbvia, que dispensa

»¼ =   # @  
 
 
 
a noção de conhecimento é ampla demais para ser delimitada como objeto

"¾
 

&»¾
 O 

abordar a noção de conhecimento na Bíblia Hebraica e ao assim fazer, espero
demonstrar que a noção de conhecimento não apenas percorre as páginas das
Escrituras Hebraicas, mas apresenta-se como um tema especialmente caro
aos escritores sagrados. De Gênesis a Malaquias, percorrendo os variados
gêneros literários e perspectivas teológicas presentes nas Escrituras Hebraicas,
o conceito de conhecimento emerge como de fundamental importância.
Ademais, espero, também, demonstrar a importância deste tema bíblico e
sua relevância para a os seguidores de Cristo ao proclamarem o evangelho nos
tempos escatológicos em que vivemos.
140 ;   
  <


#9
  
%

Z
     Ž ½
_ ?&
  &* 
 

 
noção de conhecer/conhecimento, «œ¢ (“conhecer”) que ocorre em formas
verbais e nominais 944 vezes na Bíblia Hebraica.1 Se incluirmos outras palavras
importantes com parentesco semântico, tais como compreender, entender,
aprender, ensinar, discernir, incluindo-se o substantivo “sabedoria,” este número
pode triplicar. Portanto, já em nível de pura estatística de vocábulos nota-se
que a noção de conhecimento emerge como um tema bastante proeminente.
O Ž    X
 
 '&
  ¯   corpus literário,
classificado pelos estudiosos como literatura sapiencial (especialmente Jó,
Provérbios, Eclesiastes), no qual a noção de conhecer/conhecimento se articula
em uma constelação de vocábulos, tais como compreender, saber, entender,
obter sabedoria, etc. O presente estudo limita-se à noção de conhecimento

 
+_.
O verbo =
 
 
?  
tem dos seres humanos (Dt 34:10), e de seus caminhos (Sl 1:6; 37:18; 50:11).
Também é usado para as faculdades cognitivas dos seres humanos, bem como
para a capacidade de reconhecimento que os animais possuem (Isa 1:3). Pode

 


?& J‡›‡Š
_ ‡…›„„ƒ
„¢ »¾ @›„†»¾ ‡|
’›„’»¾
 
„W„†›„†X    




‡W„…›¢† 
 + 
 


a mão direita e a mão esquerda (Jn 4:11) e a imaturidade de uma criança
para estabelecer as diferenças entre o bem e o mal (Deut 1:39; Isa 7:15; 8:4).
@=&
Ž 

 &+&? =

  
¯ &=  
 »¾   *&
>
„›•“‡›†“›‡“X„›„’Z 
 também é usado para a “cognição

 &
 »¾  »¾

»¾
¾2
Por outro lado, derivativos de &=¾
 




   ¯?<&¾‚ƒJ‡…›“X„›’“
‡W¢›‡&
+ ?‹=
 X¢¢›„Š“ ¢•›„”X? 
 
  >
„¢…›‡‘ 
 

 


¾

um homem e uma mulher como no conhecido eufemismo “Adão conheceu
X?
 J•›„“„…›’“O¢„›„Š¢“–_„„›¢…“‡„›„„“„{„›•“
1Sm 1:19).3

1
 {&
<
'

J<
@
?
‰
¤˜ ŸY
 ”"•  
‰ Y 
 (Chicago: Moody Press, 1980), s.v. “” [Edição eletrônica Logos].
‡
 X–|˜ 
Y
 *    ‰ Y 
 >&‹@›'
Ÿ
1997), s.v. “” [Ed. eletrônica Logos].
3
 '

@
?
˜ ŸY
 ”"•   ‰ Y 
, s.v. “”.
 Y 
 141

#  "  
%

De especial importância para este estudo é o uso de  e seus derivativos,

»¾  „¢›¢Š„•—?? „W‡›„‡“¢›Š
 
¼  

  ?    X  
a Bíblia se refere ao conhecimento de Deus de forma subjetiva, ao declarar
 ?             
¯› >
WXO'Z{=
?         &» „W ‡›¢“ “Z WXO'Z{
conhece os pensamentos do homem, que são pensamentos vãos” (Sl 94:11 );
>WXO'Z{?? ?+ 
perecerá” (Sl 1:6 ); “Z WXO'Z{ ?    + 
“  ?
»
 

* 

 W¢Š›„’“ ‹ #WXO'Z{& 
  ? 
  
  
Ž –
 „’‡¢ Z ?  
Deus, ainda entendido subjetivamente, tem propriedades criadoras: “Pelo seu
? &
  
? >¢›‡”
A noção de “conhecimento de Deus” é também refletida no uso de , e

 
»¾  „¢›¢Š„•—?? „W‡›„‡“¢›Š
 
¼  

  ?      ?
&   
¼    =  &   ?  X
alguns casos, o conhecimento de Deus refere-se ao fato de os indivíduos o
reconhecerem, como nas pragas que foram enviadas aos egípcios para que
&—??= X „”›‡ Z
    

 X_
¾ &
W?


*  X_†›Š„”„¢„•“Š›•…‡Š“†”›„†
>

  
  
 
»¼=»¾?&

 
(“conhecimento de Deus”), usada especialmente em Oséias e Ezequiel.
Tem havido uma tendência de reduzir o conceito Bíblico de “conhecimento de
Deus” a uma noção relacional, em detrimento de sua dimensão cognitiva. Em
  
+_ no Antigo Testamento, Eberhard Baumann
argumentou que a noção primária de “conhecimento” () consistia em
relacionamento e comunhão.1 Assim, a tese de Baumann sustentava que o
? @ %  


= 
¯

  X=

*¯
 &µ  ? &
{ 
Bultman, que escreveu sobre ginosko 
%O%2 ‘ 
 
em literatura menos técnica é esta citação do Discipleship Journal:
Z|ZO|X%ZJ{XJZ? 
 

informação proposicional alcançada pela mente e armazenada na mente. Mas

1
Eberhard Baumann, “ und seine Derivate,” –  — 
 
  ”  
‡’
„…”’›‡‡Ž•„“„„”Ž„•„
‡
 { ‰    ”, Y
 Q 
   W‚ Y 
, eds.
J
?
 ¤  J
 ˜ ‰
  J
?
 €

? J
 {  ‹›
Eerdmans, 1964-c1976), 1:689-719 [electronic ed.]
„•‡ ;   
  <


os hebreus percebiam o conhecimento como tendo a ver com relacionamento e


 
¯Z@ %  _@¾ ?  J
4:1). “Conhecê-la” significou que ele teve com ela uma relação de intimidade

Ž Z # >
O%  

grego, mas ele possuía uma mentalidade hebraica e escreveu assim: “visto como
o seu divino poder nos tem dado tudo o que diz respeito à vida e à piedade, pelo
pleno conhecimento daquele que nos chamou por sua própria glória e virtude
‡> 
„›¢1
X      

 »¾
  * =   
 
A. Carson de “transferência ilegítima da totalidade.”2 Isto é, o significado de
 
     =

   
 
  
 

Ž      +@  
 
 


         ? 
na literatura profética e, sem rejeitar completamente a noção de Baumann,
contribuíram para uma percepção de que “conhecimento” deve ser entendido
 
   }  
 =   
¯3 @   
Oséias, onde ocorre o sintagma “conhecimento de Deus” ( 
), ajudam


   › Z 
WXO'Z{#?


  WXO'Z{       ?&    

 

nela não há verdade, nem amor, nem conhecimento de Deus (Os 4:1)”; “Pois
misericórdia quero, e não sacrifício, e o conhecimento de Deus, mais do que
?  Z†›†%
¯&
»¼
 X


=
interessante notar a que tipo de “conhecimento de Deus” Oséias se refere. Hans
˜ ˜  &
  
+_  
        + 
na noção de notar, estar informado, ou saber. Em ambas as passagens, o
? —'˜'  
#
 »=
como a necessária contraparte de sacrifícios e holocaustos nos ritos do culto.
X
Ž&


? —'˜'
O Ž*
  Ä?
= 
 Z
‡›„”“•›†“„¢›•Ž†“’›„•X 
= 
X
contraste, conhecimento é uma posse presente. Assim “conhecer” em Oséias
relaciona-se com a tarefa do sacerdote em preservar e transmitir um corpus de
? 
  ‘corpus de conhecimento que deveria ser
ensinado ao povo, mas que também poderia ser negligenciado ou esquecido.
Em terceiro lugar, nota-se que a substância deste conhecimento é a 
. “O
meu povo está sendo destruído, porque lhe falta o conhecimento. Porque tu,
sacerdote, rejeitaste o conhecimento, também eu te rejeitarei, para que não sejas
sacerdote diante de mim; visto que te esqueceste da lei do teu Deus, também

 ? Z•›†Z
  
‹

1
 WŸ  J
 W  Z %? >
 Z  J Q   |
 ’ ‹
¸@
 „…’‡
[Logos electronic ed.]. Ênfase no original.
‡
D. A. Carson, !*
 …

  J
{ ‹›‰Ÿ
„……†‡¢†”
3
 –?  ˜ ˜  ¤   J  ? Z %   ˜‚
 !*  55
(1958): 155-64.
 Y 
 143

declara: “Porque os lábios do sacerdote guardarão o conhecimento, e da sua


&&
¾ 
=WXO'Z{X=
  ‹‡›Š
Este conhecimento de Deus refere-se à vontade de Deus refletida nas leis
do decálogo. O ensino destas leis deveria ser acompanhado da recitação dos

 
  Z‡›„”@¯
conhecimento é que “o mesmo contém concerto e torah.”1 Ao discorrer sobre a
locução  
Z='˜˜&

?

= 
 *Ž
?¾»&¯2
reconhece contudo que, “para o pensamento Hebraico, estes componentes
   ¾  
   ½ »¼   
que todos eles, por sua vez, pertencem à estrutura de
].”3˜ 
argumenta que a frase  
 em Oséias “significa conhecimento de seus
[i.e. de Deus] ensinamentos como a fonte de vida comunitária harmoniosa em
Israel.”4

;<  !   


%

As Escrituras concebem o conhecimento como algo que deve ser
valorizado, buscado e adquirido. Os sábios apelam: “Inclina o ouvido, e ouve
 
*& 
»¾?  >‡‡›„Š“
“Aceitai o meu ensino, e não a prata, e o conhecimento, antes do que o ouro
escolhido” (Pv 8:10 ). O conhecimento é um atributo fundamental na pessoa e
&
‹ { 
*&
X +
 WXO'Z{X +
 
sabedoria e de entendimento, o Espírito de conselho e de fortaleza, o Espírito
?  
WXO'Z{ „„›‡O  = 
de conhecimento que ocasionou a destruição do povo de Deus: “O meu povo
está sendo destruído, porque lhe falta o conhecimento. Porque tu, sacerdote,
rejeitaste o conhecimento, também eu te rejeitarei, para que não sejas sacerdote
diante de mim; visto que te esqueceste da lei do teu Deus, também eu me

 $? Z•›†
Ao prometer ao seu povo uma nova liderança, Deus menciona o
conhecimento como um dos requisitos fundamentais da nova geração de
líderes: “Dar-vos-ei pastores segundo o meu coração, que vos apascentem
?  ¯ –
¢›„@  


liderança religiosa da nação, o Senhor falou: “Porque os lábios do sacerdote
devem guardar o conhecimento, e da sua boca devem os homens procurar a

»¾ 
=
WXO'Z{X=
  ‹‡›Š

1
 ˜  ¤ J ?Z%  „’
‡
 ' ˜ 
 ˜ 0 
 ;
   /•   > 0 
} Hermeneia
>? ?›€

>
„…Š•„‡”
3
 &„‡„
4
Ibíd., 67.
144 ;   
  <


O “conhecimento do Senhor” constitui-se no objetivo de Deus para o


mundo nos tempos escatológicos. “Haverá, ó Sião, estabilidade nos teus tempos,
&Å»¾&
? “ 
WXO'Z{
*
  
 ¢¢›† O¾
* 
   
 

?
*? WXO'Z{
as águas cobrem o mar” (Is 11:9). “Pois a terra se encherá do conhecimento da
#
WXO'Z{*&

 '‡›„•

0 8=    !   8/  ()


"%
1. O conhecimento de Deus declara o porquê da proclamação do evangelho.
Z= ¾ = 
¯œ>
{
fonte divina que faz o anúncio do evangelho ser convincente. Ao contrário
 »¼  ?  
  ? ¾  
  »¾
humana, procurando no escuro o valor da humanidade. O evangelho é a
mensagem enviada do céu, é a revelação de um Deus sempre buscando salvar
o perdido. Para pessoas que perecem sem senso de direção ou certeza, isto são
boas novas.1
‡Z? =& Å }
‘ 
 _
_
¾
 
|
  _
+  »¼ ‹ ‡’›„…
‡”@
¾= _

_
+ ¶ 
que aprenderão de Cristo. É uma convocação para seguir o mestre e buscar seu
reino acima de todas as coisas; é negar o eu e levar a cruz. Colocando a ênfase
em se tornar como Ele, Cristo nos assegura que sua igreja não só crescerá no
caráter, mas também se tornará participante ativa na missão.2
3. O conhecimento de Deus determina o rumo e o alvo da pregação do
evangelho. Em teologia, onde nós começamos, em grande parte, decide onde
nós terminamos. Se começamos com especulação humana, por mais brilhante
que ela seja, terminaremos em frustração e fracasso, pois a sabedoria humana
é pervertida e nunca poderá atingir à natureza incorruptível de verdade divina.
Até que Deus fale, os seres humanos permanecem à deriva, em um mar de
auto-engano e decepção.3 E o depósito escrito deste falar divino, isto é, deste
“ensino/conhecimento” divino, é a Bíblia. Como Palavra de Deus, a Bíblia

 »¼= 
? 
 

objetiva para toda a teologia cristã. Como declarou Calvino, “É impossível
para qualquer pessoa obter até mesmo a mínima porção de doutrina correta e
sã a menos que seja um discípulo da Escritura.”4O¾

 

1
 {&
X| %? X˜‚
 !*  77 (1980): 473-474.
‡
Ibid, 478.
3
Ibid, 473.
4
John Calvin,     ; 
 ˜ ‰?˜@›<{
?W 
„……Š‡
 Y 
 145

sistemas de pensamento, que evitam ou minimizam a Bíblia, não produzem


forte preocupação com a pregação do evangelho.


/
Como delineado acima, a noção bíblica de conhecimento inclui claramente,
em seu espectro semântico a noção de conteúdo proposicional. Seus aspectos
teológicos, contidos especialmente na idéia objetiva de “conhecimento de
Deus,” sugerem um conjunto de ensinamentos e verdades objetivas acerca
de Deus, que deve ser compreendido pelos seres humanos. As Escrituras
Hebraicas ainda apresentam o conhecimento como algo de supremo valor,
mais precioso do que ouro ou prata e que deve ser buscado por todos os que
querem seguir os caminhos da sabedoria.
‘  
?   W#
   ?  @
homem disse ao filósofo: “Ó grande Sócrates, eu venho a ti para obter
conhecimento.” Sócrates podia reconhecer um tolo presunçoso ao ver um. O
filósofo conduziu o jovem pelas ruas, entraram no mar. Já com a água na altura
do peito, o mestre perguntou: “O que você quer?” “Conhecimento, ó sábio
Sócrates,” disse o jovem com um sorriso. Sócrates pôs suas fortes mãos sobre
os ombros do jovem e o empurrou para o fundo da água. Trinta segundos
depois, Sócrates o ergueu: “O que você quer?”, ele perguntou novamente. A
que respondeu o jovem: “Sabedoria, ó grande e sábio Sócrates”, respondeu
    W#
      

 
 & 
água. Trinta segundos se passaram, trinta e cinco, quarenta. Sócrates o ergue.
O homem já estava engolindo água. “O que você quer, jovem?” Engasgado
e ofegante, o jovem respondeu: “Conhecimento, ó sábio e maravilhoso...
W#
   

 
&*
 
passaram. Cinqüenta. “O que você quer?” “Ar!” ele gritou. “Eu preciso de ar!”
¯
? ¯

 ¾¯ 
*
conhecimento.”1
Para concluir: “Se clamares por inteligência, e por entendimento alçares
a voz, se buscares a sabedoria como a prata e como a tesouros escondidos a



 ¾ 
* 
WXO'Z{?
*? 
 >‡›¢Ž

1
56}666 ˆ  
  ‰&W >
‡””‡¨J 
ª
8
?
@F,

 
  " 

 )    ' 


{}


D esde el punto de vista de la literatura apocalíptica, Daniel, como libro, ha




 * -
ponentes.1>
?$
#
autor de su propio libro y la datación del mismo en el s. VI a.C. En consecuen-
 

 #$# #
= ?
sido sensiblemente desviadas de su tradicional comprensión profético-históri-
ca.2 En su lugar, la consideración de asuntos literarios, políticos, sociológicos,
antropológicos y religiosos han orientado la agenda interpretativa de Daniel.3
En este artículo presentaré una interpretación teológica de Daniel 10 sobre la
base de un modelo profético-histórico del libro y breves consideraciones acer-
ca de la literatura apocalíptica.

H  %  &   


 

En primer lugar, presento el binomio profecía-historia como paradigma


 

    
+ &+& ‹
$
  
+    

1
Paul D. Hanson, “Apocalypses and Apocalypticism”, en   /" Q 
 (ABD), ed.
O€
† O—
Ÿ›&„……‡„›‡’”Ž‡’‡
‡
Edwin M. Yamauchi resume los principales argumentos de la posición historicista que
considera a Daniel como el autor del libro en el s. VI a.C. y de las posiciones preterista y
 
 
 |?
#$&
 

acepten al profeta Daniel como autor del libro que lleva su nombre (Edwin M. Yamauchi,
'
  ?‰Ÿ |
   !

 Y
 ˆ ‡¢
§ „¨„…’”ª›„¢Ž‡„X
    %? ˜Z
? 
profecías como tal no superan la intención de haber sido compuestas como piezas literarias

     
 &   
 %? ˜ Z
?  >
 ? 
' 
›%?W{   
 |
   ˆ   ‰ Y 
 48
¨„……”ª›¢Ž‡…
3
 ‘ 
   + 
+–?J %?
W 
›@O

 > |
   ˆ   ‰ Y 
 37 (1987):
……Ž„„†Z
# 
 #{&
{˜ €
>
 ? 
@  ›W?  
 {ˆ
‡„ „…’„›Š…Ž…
148 ;   
  <


presenta en las Escrituras, un adelanto que Dios hace del acontecimiento


histórico inmediato o mediato, y a la historia como el evento predicho en la
profecía. Por medio de este modelo intento destacar el hecho de que la profecía
siempre es anterior al acontecimiento histórico que la misma puntualiza. La
fórmula 
 

  

&
   $
# Esta fórmula tuteló
durante siglos la interpretación profético-histórica clásica en la que el
cumplimiento histórico siempre fue posterior al vaticinio mismo. Ésta fue, por
mucho tiempo, la comprensión clásica de la profecía tanto en la tradición judía
como en la cristiana.1 Por otra parte, la declaración 
 
*  la niega.2
Esta fórmula surge como un nuevo modelo de interpretación profética dentro
del paradigma del Método Histórico Crítico.
El libro de Daniel fue uno de los ejemplos tradicionales que ilustró la estre-
cha relación temporal, espacial y sustantiva entre profecía e historia. Temporal
porque la profecía se cumpliría en un tiempo o época determinado por el an-
 
= X  
 
+_
*$ 

W   


+ ¸ +$¸   
restringidos y determinados por el anuncio profético. En términos generales,
Daniel 1-6 representaría la parte histórica o cumplimiento parcial de la profecía
 ŠŽ„‡W
+  
+
profético-histórico que el Apocalipsis denominará “el espíritu de la profecía”,
es decir, “el testimonio de Jesucristo” (Ap 19:10). En breve, parece que no hay
diferencia en la cosmovisión bíblica entre profecía e historia, una es el anticipo

  >
 –=–„‡W 

naturaleza parecen ser libros históricos, en el canon hebreo son considerados
como proféticos,3 como cumplimiento de una profecía. De hecho. Josué insiste
= #
+‹= –‡„›•
En cuanto a la fecha de composición de Daniel, la tesis macabea obliga a
leerlo, especialmente los relatos introductorios, con el trasfondo histórico del
siglo II a.C.4 Indudablemente, permanece la discusión de si el libro debiera
interpretarse en el marco histórico del siglo VI a.C. propio de los relatos de la
corte presentados en los capítulos 1-6 lo que considero viable por diferentes
razones ya discutidas.5>
  =

 
 
 $

 + ŠŽ„‡   + 
 

1
{
  @$ W?
' 
 ' 
‹ ?
 

 
{ |
     Y
 ˆ „•§‡ ‡””¢›…Ž„•
‡
Gleason L. Archer presenta una serie de argumentos lingüísticos, históricos y arqueológicos
que sustentan la posición profético-histórica y refutan la postura crítica (Gleason L. Archer,
‹
 {   ? ‰Ÿ    /"
ˆ

 „¢† ¨„…Š…ª› „‡…Ž„•Š
= &=@
?
–€
? %?‰Ÿ  ?‹&%?‚
'  ˆ
 ˆ ‡„§‡ „…’¢›„‡…Ž„•„
3
James A. Sanders, “Canon. Hebrew Bible”, ABD, 1:840.
4
>? { X?  ?‰Ÿ |
   ˆ   ‰ Y 

17 (1980): 35.
5
John J. Collins, “Apocalyptic Genre and Mythic Allusions in Daniel”, |
   ˆ  
‰ Y 
 ‡„ „…’„›’Š
 Y 
 149


  „Ž†&

   " +
Antíoco Epífanes.1 Por mi parte, debido a argumentos lingüísticos, arqueológi-
? #

$


 
&

nombre y datar su obra en el siglo VI a.C. de acuerdo a la inclusión de sucesos,
descripciones y personas en su relato.2
Algunos lingüistas insisten en que el arameo de Daniel pertenece al siglo II
a.C.3>
 
$& #

  
$ 
+ 
 &=  

idioma registrado en papiros e inscripciones persas.4 Además hay numerosos

     
*  

  
 
 
mismo en la LXX. El arameo utilizado por el profeta tiene características lin-
µ+ 
$|  
-
centaje del vocabulario está atestiguado en esa época.5
Las profecías de Daniel con respecto a la caída de Babilonia en los capítulos
‡Š   + ’ 
‰&
y de los griegos posteriormente, son anuncios proféticos que anteceden en
` ‘ 

 #
=-
tico-histórica de la profecía permite mantener intacto el paradigma profecía-
historia y justamente en ese orden pues la profecía siempre antecede al evento
? #

?X&
?&

=  

para sustentar, sino derivar, la secuencia interpretativa profecía-historia pre-
sente en los esquemas proféticos contenidos en el mismo libro de Daniel, en
‹ ‡•‡%‡@  >
    

  
 

  $

 
&

mismo profeta Daniel descripto en su relato quien viviera en la corte babilónica
en el siglo VI a.C. A continuación describiré en forma breve la naturaleza de
la profecía apocalíptica y el contenido escatológico de lo que Daniel parece ser
parte.

1
 X?  ?‰Ÿ ¢†
‡
@
?
–€
? @ ?
? %?>
 ˆ   Q
} ed.
€
Ÿ‰'&
Ÿ ˜? |›‰&{
?   „…’†‡›‡”J
?
€
' X &? 
 ?‰Ÿ ›< {  €

O  ˜
  ˆ   Q
}  €
Ÿ ‰ '&
Ÿ ˜?  |›
‰&{
?   „…’†‡›’•Ž„••
3
X ‹ —? %? @
? ‰Ÿ
   › @
?
‰Ÿ
  ?X> X
>
„/"
ˆ

137 (1980): 10.
4
> 
˜| W   ?@
 ›@ W 0"‚ ' ;
Annual•’ „…ŠŠ›„‡”Ž„‡‡“' X &? 
 ?‰Ÿ ‡›„‡ŠŽ‡’
5
{&
?_ 
 ?  |
   !

 Y

ˆ ‡„§• „…Š’›¢„¢„†¢‡„
150 ;   
  <


?

   '         ' 
La opinión general de los estudiosos de la profecía apocalíptica concuerda
con que la misma está llena de imágenes del ámbito celestial, por ejemplo, os-

_ @›‡” –‡›„”¢„“¢›„
*  X_„›„¢„•“
también del ámbito terrestre, terremoto y fuego (Ez 38:10), lluvia (Os 6:3),
+  ‡’›‡‡“ Š’*& Ž +  
‡1%&=#
 ‡†›‡„“ …›Š&  ‡Š›•“ 
„”›

 Š›‡„“…›‡†? –‡›¢” 



+
apocalíptica. Incluso una confrontación bélica entre el bien y el mal, la pre-

  …›‡„ 
  ¢›„‡
misericordiosos, uso del lenguaje, el templo, el palacio, asuntos cotidianos, los
muertos, en resumen, un lenguaje simbólico-mítico. La profecía apocalíptica
suele hacer gala especialmente de símbolos con la consecuente revelación de
secretos o misterios especiales (Dn 8:17).2 Los autores apocalípticos no dejan
de lado una interpretación de la historia3 pero utilizan un tipo de lenguaje míti-
co, atrapante, para generar en sus lectores esperanza por un mundo de justicia
y armonía que Dios instaurará en el futuro. Todo en el marco de una serie de
temas recurrentes referidos a una tierra nueva, una nueva creación, una lucha
entre el bien y el mal, una guerra espiritual, el anticristo, etc.4 El Apocalipsis
–
 O%  
 &=
literatura apocalíptica.5 En general, este tipo de profecía presenta una visión

Ž?? 
 6
>
  
   $   &
  +  

comparte el espectro de imágenes propias de la literatura apocalíptica.7 En él
se mencionan números simbólicos, seres celestiales, bestias feroces, el triunfo
 &&
 
X$ ? 

1
=
  =

= {
Pietrantonio, Cuadernos de Teología
„•§„ „……›•ŠŽ†¢“{?
> 
 ˜
 ?' ?X
?›
Apocalyptic Imagery in the Old Testament”, |
   !

 Y
 ˆ  43, nº
¢ ‡”””›¢’’Ž¢’…
‡
{Y ™
  ™
  |‚  
 „”†„‡‡
3
G. I. Davies, “Apocalyptic and Historiography”, |
   ˆ   ‰ Y 
 5
„…Š’›„Ž‡’
4
Adela Yarbro Collins, “Apocalyptic Themes in Biblical Literature”, 
 ¢ § ‡
(1999): 117-118.
5
&+„‡”“–|?
 ‰Ÿ
 %?|? >¦@  J 
 ?|?
?
Today”, |
  ˜ Y 40, nº 1 (1983): 9-15. También hay estudios que detectan
  +    ‹Æ?   %    
  
* – @ ?
W
 %?‘ @   ?‹??% ;

 /"
 š

¢… § ¢ ¨„…ŠŠª› ¢…†Ž•”…“ >?  {    X?   ? 

˜
W
› Y 
‡’§„¨„…Š’ª›‡’Ž¢†>? { X?  

|
  /"
 
 104, nº 1 [1985]: 39-55).
6
˜ 
W? ?Y 
 ™ O—
Ÿ›@&„…Š‡…
7
Collins, “Apocalyptic Genre and Mythic Allusions in Daniel”, 88; Stephen H. Travis, “The
Value of Apocalyptic”, Y
 / 30 (1979): 54.
 Y 
 151

cosmovisión universal de la relación de Dios con su pueblo como guerrero y


redentor.1 Y todos estos fenómenos se dan con relación a la humanidad entera
y no sólo con su pueblo. Además, en el capítulo 7, se presenta una semblanza
visible de Dios, un concilio o corte divina, el Hijo del Hombre, un juicio celestial,
el mar, la tierra y una persecución feroz contra el pueblo de Dios; en el capítulo
8, un diálogo entre seres celestiales, imágenes del santuario. En especial, en los
 + ‡Š’…„„

+  ? #


}?? 

  
}
 ‘&
acontecimientos predichos en un orden cronológico prolongado en el tiempo,
sucesivos, consecutivos y que se hacen evidentes a medida que la historia se
desarrolla.2 En resumen, la profecía de Daniel es eminentemente apocalíptica
y, dada su antigüedad, pionera y única en su género profético-histórico.
Dentro del ámbito de la profecía apocalíptica hay actualmente en los intér-
pretes una tendencia de hacer una distinción formal entre profecía y literatura
apocalíptica. Parece que esta diferencia proviene de un trasfondo crítico-histó-
rico. Se argumenta que la profecía está relacionada con el poderío político pre-
+
 

+

 
 

 +  
 =
que se percibe una visión pesimista del mundo y se vislumbra la intervención
divina sobre todos los que atentan contra Israel.3
Otros hacen una diferencia desde el punto de vista del canon. Los profetas
canónicos reciben auténticos mensajes de Yhwh mientras que la literatura judía
apocalíptica apócrifa se la considera como una burda imitación de los profetas
canónicos.4 ‘ 
  *        
profecía mientras que en la apocalíptica, como en el caso de Daniel, el cumpli-
 $
=  } #
pueblo sino de Dios.5 En este caso, la autoridad divina es suprema.6

1
> 
 ˜
 ?' ?X
?¢…Š•””
‡
Jon Paulien enumera las características de la profecía apocalíptica e incluye fracciones
largas de tiempo como una de sus características (Jon Paulien, “The End of Historicism?
{"  ?@  @
? ‰&@  Ž>
Z‚ ' 
ˆ
 ˆ  „• § ‡ ¨‡””¢ª› ‡’“ %
    
  
 ?
a los acontecimientos históricos basándose en el libro de Daniel (Travis, “The Value of
Apocalyptic”, 74).
3
>' Z%  @  {
‡ „…Š„›•†…
W{Y ™
  ™
  |‚  
  ˜  
›>? ?„…†•
77.
4
Vavter argumenta que la apocalíptica es la heredera de la profecía bíblica (Bruce Vavter,
@  › {  >
 ?;
 /"
 š
‡‡§„¨„…†”ª›¢•••
5
John P. Milton, >   (Minneapolis: Augsburgh Publishing House, 1960), 68.
= &= ˜ J –? |    ‰& >
 ?  ? >


{
 @  Y ˆ ”• }   }
  W
  > } Daniel
 {  |  W
 ˜?  |› ‰& {
?     „…’†
¢›‡’†
6
John J. Collins, “Apocalypses and Apocalypticism: Early Jewish Apocalypticism”, ABC,
„›‡’¢
„‡ ;   
  <


También, aparte de la profecía canónica y de la literatura apocalíptica, puede


discutirse de “escatología” como el contenido de ambas.1 La etimología de esta
palabra es “lo relacionado a las últimas cosas”.2>
* +$ 
 =
 +&+&`*  $
del propósito de Dios para con su pueblo en la historia.3 Por ejemplo, la frase

  “en los postreros días” o “días venideros”, suele ser una clara
#     # {
      

del Antiguo Testamento, puede encontrarse vestigios de escatología no sólo
en los profetas sino también en el Pentateuco.4 Por ejemplo, se encuentra en
Génesis 49:1 cuando Jacob dice a sus hijos “Juntaos y os declararé lo que os ha
de acontecer en los días venideros”. En la Tabla 1, se presentan todas las veces
 
#@ %  

%  Sujeto Objeto


Gn 49:1 Jacob Sus hijos
O‡•›„•“ •›¢”“¢„›‡… Moisés Israel
‡›‡ Yhwh Pueblo de Dios
–
‡¢›‡” profeta - Yhwh Israel
–
¢”›‡• Yhwh Pueblo de Dios
Jer 48:47 Yhwh Moab
Jer 49:39 Yhwh Elam
Ez 38:16 Yhwh Gog
Dn 10:14 Yhwh Israel
Oseas 3:5 Yhwh Los hijos de Israel
Miqueas 4:1 Yhwh El monte de la casa de Yhwh
Y
"
5 ! 
 
     Y 


La escatología reúne los conceptos que muestran cómo Dios conduce la


? 

#?$ 
5 Por esto, considero que
? + &
# + ŠŽ„‡<
 + ŠŽ„‡  
 
+ &

sin los relatos de la corte de 1-6.6 Los capítulos 1-6 y las dos secciones se man-
&    

 + ‡<
escatología propia del libro termina siendo su motivación principal. El mensaje

1
Esta distinción fue analizada, descrita y reseñada desde un punto de vista hermenéutico y
teológico por Leslie C., “Some Prophetic Antecedents of Apocalyptic Eschatology and their
Hermeneutical Value”, !*  † „……”›„Ž‡’
‡
 %=
 _ 


_ 
>? '
?€
&&
Q?
para



} 
$ Véase Steven Paulson, “The
Place of Eschatology in Modern Theology”, 
 š
„‡§¢ „……’›¢‡Š
3
<> 
 X? ›Z%  @‰|‡›Š…
4
Collins, “Apocalyptic Themes in Biblical Literature”, 118, 119.
5
 X?  ?‰Ÿ ¢…
6
Ibíd., 34, 37.
 Y 
 153

apunta a dejar en claro que Dios dirigió a su pueblo en la antigüedad, que lo


dirige en ese tiempo en particular y que lo seguirá haciendo mientras dure la
? 
%
   $ 

la dirección divina. Es evidente que, a lo largo de los capítulos, se registran la
?" 

{



 O&
‰

+|
|&
J

Se sostiene que la escatología de Daniel no es profética porque se piensa
que el libro fue redactado en la época helénica y, en consecuencia, no puede ser
más que una revisión de la historia ya transcurrida.1 Sin duda, esta aseveración
genera la fórmula 
 
*  y niega que dicha profecía pueda ser escato-
lógica que anticipa eventos y anuncia de antemano los acontecimientos venide-

W$ 
   
 
 + |2 Esta
$
#    

 #     
 
+ 
profética 
 

 .
En otro orden, todavía no se ha demostrado que Daniel haya tomado pres-
tado su contenido apocalíptico de la literatura ugarítica de su tiempo.3 Se nota

  +  
+–?*
œ?X  

 

_*&
elección de un estilo determinado por causa del entorno no judío del profeta.
X  
 
_
+ 

+-
 +
$
# _
 

Ž&+&*

con su entorno cultural. La semejanza de estilo que se percibe con esa literatura
puede ser una evidencia adicional para datar a Daniel en el s. VI a.C.
En resumen, el libro de Daniel puede ser considerado como una profecía
por cuanto es revelación de Yhwh al igual que los mensajes de los profetas
*› 
?
 
 ‡›‡’
Es apocalíptico porque comparte cualidades relacionadas con asuntos locales.
Es escatológico porque su contenido trasciende su época y alcanza tiempos
futuros, muy distantes del momento histórico de Daniel (Dn 10:14). Pero por
ser apocalíptico en su género, no es tardío en su composición. Por el contrario,
Daniel apunta a ser más bien el génesis de la literatura apocalíptica.


 
."  ?
@F
‘

 +  
   
 
+ -
calíptica. Se puede observar la aparición de un ser celestial, “un varón vestido
de lino” cuyo cuerpo parecía de metal precioso, su rostro como un relámpago,
su mirada como antorcha de fuego y el sonido de su voz como el estruendo
de una multitud (vv. 5, 6). El profeta desfallece y cae en un profundo sueño,
#+
` ’… =  

1
 X?  ?‰Ÿ •‡
‡
Ibíd., 39.
3
> 
 ˜
 ?' ?X
?¢……•””
154 ;   
  <



&

_ „”‘_ $?& „„‘
+ 


 
 ‹?& $

por nombre (v. 13). Esta voz le dice a Daniel que ha venido para hacerle saber



*  & 

+ „•‘-
za de hombre toca a Daniel dos veces para que recupere sus fuerzas (vv. 16, 18).
En resumen, es una visión apocalíptica con evidentes elementos escatológicos.
Puede notarse que, a punto de cerrarse las revelaciones de Daniel, el tipo de
visión apocalíptica deriva en la aparición de seres celestiales y personajes hu-
manos. En los últimos tres capítulos que pertenecen a un todo, no se presentan
bestias de ninguna clase,1 por el contrario, hay una actividad intensa de parte de
los seres celestiales. Las circunstancias históricas que se vivían en ese momento
con relación al cautiverio babilónico del pueblo de Dios y su regreso a Judá
 $   + 

–
+‡›„„…›‡Š”` 
?&+
terminado si el tercer año de Ciro mencionado en 10:1 era el 535 a.C.2 Si se
fecha el comienzo del cautiverio babilonio en el 605 a.C. con la primera inva-
#O&
–
= „›„3 &" „”›‡¢
por todo lo que implicaba el cumplimiento de ese acontecimiento. De acuerdo
a Esdras 1:1-4, el decreto para el regreso se había emitido y para la fecha de
Daniel 10 los primeros contingentes habían llegado a Jerusalén y seguramente
?&+
$ 
 X¢›¢
X  +  
& *$ 
? -
do la “visión”,  , la parte de la “visión”, !, que lo perturbaba y que fue
   

  
J&
 ’›„‡Š“…›‡¢“„”›„ #
?
 
 
 &*  

&&& 

?   $ ’›„Ž‡Š
Daniel ha entendido que las revelaciones que ha recibido superan su época y
&
  ?* 
Pero “el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá” (Esd 4:4, 5) y los
lugareños sobornaron a los consejeros de Ciro para que detuvieran la obra. Es
probable que esta angustiosa situación para los que regresaron haya motivado

 „”›‡¢>
  #
 
" no es el príncipe de Persia, Cambises, sino un ser demoníaco, un espíritu

1
O
˜>
Q
}%?Z%  <&

 >? ?›˜  
„…†‡
149.
‡
˜ ' W? ˜
   ? ? >
   >
› @ W    „” ‚
'  ˆ
 ˆ ‡„§¢ „…’¢›‡‡Ž‡¢‡
3
< ˜  ;
  Q
 J
 {  ‹?›  
 „…Š‡’W&

„”›„?

 *
+„›„O


 + „
? `

 + „”? ` 

„›„

que su ministerio profético abarcó hasta la caída de Babilonia y la llegada predicha de Medo-
>
‡›¢ŠŽ¢…=–?€˜
Q
 Y œ  > ˜
 (Chicago:
‹>
„…Š¢‡¢’
 Y 
 155

nacional patrón de Persia lo que parece poco probable.1 Por otra parte,
se sostiene que " representa a Cambises, el rey de Babilonia y príncipe de
Persia candidato a la corona de Persia. Se aporta evidencia histórica de la
  

|&? 
*  

la preocupación de Daniel y el diálogo del ángel.2 Es probable que Cambises
haya apoyado a los adversarios de los judíos que regresaron del cautiverio y
contribuido a complicar su recuperación de la tierra.
X          
   ", “las
  + „”›‡ ¢  *  $  
    
de días simbólicas del capítulo 9. Es una aclaración oportuna a pesar de lo
obvio de la duración del ayuno por tres semanas literales. Hay una diferencia
sustancial entre las semanas de días y las semanas de años del capítulo 9.
La nueva angustia de Daniel descrita en este capítulo es central para
interpretar esta sección. Es evidente que el profeta no puede armonizar las
‡¢”” 
`¸`’›„• 
+     
  Š›‡„‡›ŠŠ”` 
 –
‡›„„< 
de comprensión de estos períodos largos le causa una innegable confusión. El

   $  

#  
+
    
Š”`& 

 ’›„Ž‡Š“
…›‡”Ž‡Š„‡›’W
#  „”›„#
, “comprendió la
palabra”, puede referirse a una orden emitida por Ciro de permitir el regreso
    X  …›‡  
 
 

  $
  –
=
es , “palabra” u “orden”3 y, aunque no haya un registro de este término
para referirse a la decisión de Ciro, bien pudo Daniel haberse referido a ese
decreto en 10:1. Como ejemplo, en Ester 1:13, 17, 18, 19,  
$
 

 
%   ? #
X 

corresponde al período de los persas. Por tanto, este término hebreo, bien
$
 
  

 &W
 #
y ayuna porque sabe de las intrigas de los samaritanos y de la mala disposición
 |& 
       

 >
    
 ? 
#



  



profeta y darle la seguridad de que Dios no lo abandona. La calma sobreviene
por haber entendido los tiempos de Dios aunque la angustia permanece por los
que regresan del cautiverio. En primer lugar aparece  " #" , “un
varón vestido de lino” (10:5-9). Este es un personaje lleno de características
apocalípticas que transforma esta sección en una perícopa de ese tipo.

1
 X W   „”  ? O    %

 
 W 
  /"
ˆ

157
‡”””›•„Ž•„’
‡
W? ˜
  ? ?>
 >
›@W „”‡¢†‡¢Š
3
€
‰
W{

|?
@‰
Y /‚Q/ 0"‚
 ! 
Lexicon (Z
›|
>
„…”Š„’‡
‡””‡
156 ;   
  <


Este varón vestido de lino puede ser una alusión a los sacerdotes del santua-
rio que ya comenzaban a ministrar en el altar restaurado.1_*  

esté presentándose como el sumo sacerdote que continuará sus acciones en
la iglesia cristiana, de acuerdo a sus características similares de Apocalipsis 1
una vez que se termine el tiempo de gracia para Israel, es decir, las 70 semanas

?…›‡•2 También este varón vestido de lino tiene una similitud en
  
#X_… ‡¢„„“„”›‡†Š>
-
tividad de uno y otro es totalmente diferente. Mientras el varón de Daniel es
+$X_

#&
%_
el contraste implica que las cualidades diferentes deben considerarse unidas en

# + „”' _ 



$

el templo y juicio para los que se oponen. El sonido del habla de este varón
suena como trueno y sus palabras no son registradas (v. 9) al igual que el de
Apocalipsis (Ap 1:15).
Después Daniel es animado y fortalecido por alguien que parece ser el ángel
que siempre lo acompaña en sus visiones (vv. 10-15). Ese mismo mensajero
 # *
 ? $ + 
 „…Ž‡„  =    
  
    „†Ž„’ 
semejanza humana:  $
%$, “pero, he aquí, uno con semejanza de
hijo de hombre” (v. 16) que no dialoga con Gabriel y que sólo se limita a

 „†Ž„’ 


<
#
 
declaración $, “pero he aquí”, implica que Daniel ve a alguien que no había
visto hasta ahora de esa manera, como “hijo de hombre”. Este capítulo parece
usar siempre $ para introducir a los nuevos personajes: al varón vestido
de lino (v. 5), a Miguel (v. 10), al príncipe de Grecia (v. 13) y ahora al que
_?&
>
 
 „”›„”Ž„“„…Ž‡„


J&

’›„Ž„’“…›‡„Ž‡¢  
mencionado por nombre y se lo muestra haciendo lo mismo que en el capítulo
„”›    ?&    # &
 ? 
  
profeta, utiliza la frase
#" , “muy amado”, lo consuela y lo fortalece.
El otro personaje no dialoga con Daniel, no se presenta por nombre y sus
palabras son de tal carácter que hacen desfallecer a Daniel.
El ser celestial diferente de Gabriel que se menciona apareciendo a Daniel
con forma divina (vv. 5-9), después con forma humana (vv. 16-18), no es otro
sino Miguel (“quién es como Dios” o “igual a Dios”), es Dios mismo, actuando

 & „”›„¢‡”‡„X 
Ž? 

1
 ‹
@W 

  
&
X $
#

 
+ 

&  
# 
$
sacerdotal. Véase Marvin A. Sweeney, “The End of Eschatology in Daniel? Theological
 WŽ>  {$    ? |? |      

   /"


…§‡ ‡””„›„¢…
‡
  ??  ? 
  "    #        
Apocalipsis 1. Véase |?
  ?
{ @‹| ?<›„”›† 
Jewish Angelology”, |
   ˆ   W‚ Y 
‡• „…’›……Ž„„”
 Y 
 157

la tarea logística de Gabriel en el trono de Persia a favor de los que regresan del
cautiverio, la angustiosa preocupación de Daniel.
Este Miguel es mencionado como $"  "   % $, “y he
aquí, Miguel, uno de los principales príncipes”. El término ", “príncipe”, es
el mismo usado en Josué 5:14,15 para referirse al # &#", “príncipe del
ejército de Yhwh”. Este Miguel de Daniel puede ser el mismo ser divino que
se le apareció a Josué antes de tomar posesión de la tierra de Canaán. De la
misma forma que en la conquista de Canaán, antes de que los cautivos regresen
a la tierra de Canaán, el príncipe del ejército de Yhwh interviene para ayudar a
su pueblo. En resumen, el varón vestido de lino, con evidentes características
celestiales pero también con semejanza humana, es Miguel. Los personajes que
J&
‹J&
" 
de intereses que enfrenta en la corte del rey de Persia con relación al regreso
de los cautivos.
W
 %&‡
 
„”&
la aparición de los dos seres celestiales mencionados en este capítulo. Se intenta
 

#$ marca la aparición de los personajes
celestiales.

Daniel 10 Caracterización Personaje Término


Ser divino-humano $
vv. 5-9 Énfasis en características divinas
Miguel (v. 5)
vv. 11-15; Actividades y características $
Gabriel
„…Ž‡„ semejantes a las de Gabriel „”„¢‡”
Énfasis en características Ser humano-divino $
vv. 16-18
humanas Miguel (v. 16)
Y
"
@ !*  

  
Π 
 

<%&¢$
  



 #*  


X
# Ser divino-humano (Miguel) Gabriel
Habla
Hablar O?&
’›„’“…›‡‡“„”›„„„„…
‘
#
“Muy amado” O
 
#
…›‡¢“„”›„„„…
X  
#
O  O 
#
„”›„‡„…
La menciona
Verbo “entender” O? 
’›„†„Š‡Š“…›‡‡‡‡¢“
„”›„„„„‡„•
'# % “semejanza Tiene “semejanza de hombre”
O 
de hombre” (8:15)
  % Tiene “semejanza de hombre”
O 
“semejanza de hombre” (10:18)
Y
"
K 
    
Π
158 ;   
  <


Se destacan en el primer personaje (vv. 5-9) características divinas. Éste es


‹}
+„¢‡„
„†Ž„’ }-
?

# '# (8:15). El otro personaje
 $  =  & 
 J&
   ` 
=  


 


En conclusión, a través del esquema apocalíptico se le asegura al anciano
profeta Daniel que la historia continúa bajo el control divino. Los años pa-
saron, los reinos se sucedieron pero Dios sigue siendo, como Daniel mismo
?&+?O&
  
 
 ‡›‡•<
historia sigue por el cauce que Yhwh dispone. La escatología funciona como
lo anuncia y determina la profecía. La apocalíptica hace su trabajo didáctico y
la profecía sigue siendo lo más certero en el derrotero humano. La profecía es
la historia anticipada y la historia es la profecía cumplida. La profecía se ade-
 ? 
? 
  $  
+X
“testimonio de Jesucristo”, “el espíritu de la profecía”, su espíritu, su vida, su
garantía de veracidad.
Daniel necesita tiempo para poder entender. Pero el profeta ya es anciano
        
 

   „‡›… <
historia dará testimonio de la veracidad de la profecía independientemente de

#
 $ 
 


-
cía apocalíptica y de la trascendencia de la escatología. El siervo de Eliseo no
pudo ver la escena invisible sobre los montes de Samaria sin la intervención del

  ‡{†›„†„Š@  

+


el velo del mundo invisible y se contempla a Dios y sus ángeles interviniendo

 &
*$  


civilización. Dios conduce la historia.






Se pudo notar que la interpretación histórica de la profecía permite salva-
guardar el modelo profecía-historia. Por eso, es necesario mantener ese orden
cronológico, profecía-historia puesto que la profecía anticipa la historia. Como
&
?&

=  
 
  

derivar, la secuencia interpretativa profecía-historia, es necesario sostener que
   
  
 

  —$


autor del libro fue el mismo profeta Daniel descrito en su relato y que vivió en
la corte babilónica en el siglo VI a.C.
El libro de Daniel debiera ser considerado como una profecía por cuanto es
revelación de Yhwh al igual que los mensajes de los profetas clásicos. Es parte
del género apocalíptico porque comparte cualidades literarias relacionadas con
asuntos de su época. La profecía de Daniel es además escatológica porque su
mensaje universal trasciende su época y señala los tiempos venideros, resalta
la conducción divina de la historia y mantiene intacta la promesa de liberación
$  &          
 >
 
 

apocalíptico en su género no es tardío en su composición. Por el contrario, al
 Y 
 159

fechar el libro en el siglo VI a.C., apunta a ser más bien el génesis de la literatura
apocalíptica y escatológica.
>
} *=  + „”   

Daniel necesita tiempo para poder comprender la visión. Por momentos pa-
rece entenderlo todo pero el profeta ya es anciano y Dios le pide que tenga
paciencia y deje la posibilidad de entendimiento para las generaciones futuras.
??&
 &= 
 

*  $
# 
+@$? 

* -
timonio de la veracidad de la profecía independientemente de la comprensión
del profeta. El conocimiento gradual de la profecía a lo largo del tiempo es una
de las características de la profecía que une en sí misma aspectos apocalípticos
y escatológicos.
Hoy, gracias a la profecía de Daniel, se descorre el velo del mundo invisible
y se puede percibir a Dios y sus ángeles interviniendo a favor de su pueblo y
=?
 $
 


  "J 
Allen, Leslie C. “Some Prophetic Antecedents of Apocalyptic Eschatology and
their Hermeneutical Value”. !*  † „……”›„Ž‡’
@
?
J< ‹
{  ?‰Ÿ /"

ˆ

„¢† „…Š…›„‡…Ž„•Š
‰Ÿ
 – |?
  %? |?   >¦ @   J  
 ?
Church Today”. |
  ˜ Y 40, nº 1 (1983): 9-15.
Collins, Adela Yarbro. “Apocalyptic Themes in Biblical Literature”. 

¢§‡ „………›„„ŠŽ„‡…
Collins, John J. “Apocalypses and Apocalypticism: Early Jewish Apocalypticism”.
En Y   /" Q 
XO€
„O—
Ÿ›
&„……‡
________. “Apocalyptic Genre and Mythic Allusions in Daniel”. |
  
ˆ   ‰ Y 
 ‡„ „…’„›’¢Ž„””
| > 
 ˜ W    ? @
   › @   W 
0"‚ ' ; 
•’ „…ŠŠ›„”ŠŽ„‡‡
Davies, G. I. “Apocalyptic and Historiography”. |
   ˆ   ‰
Y 
 „…Š’›„Ž‡’
>? { X?  ?‰Ÿ |
   ˆ 
 ‰ Y 
 17 (1980): 33-53.
ÇÇÇÇÇÇÇÇ X?    
 |
  /"
 
 104, nº 1
(1985): 39-55.
€
?@
?
– @ ?
? %?>
 Xˆ 
 Q
{ | W
X€
Ÿ‰'&
Ÿ
‡˜? |›‰&{
?   „…’†
160 ;   
  <


J–? %?W 
›@O

 > |
  
ˆ   ‰ Y 
 37 (1987): 99-116.
Hanson, Paul D. “Apocalypses and Apocalypticism”. En   /" Q 
.
XO€
„O—
Ÿ›&„……‡
ÇÇÇÇÇÇÇÇ Z %   @   { 
 ‡ § •
(1971): 454-479.
' J
?
 € X &?    
 ? ‰Ÿ    < 
 {   €
 O  ˜
 X ˆ   Q
.
X€
Ÿ‰'&
Ÿ{ | W
‡
˜? |›‰&{
?   „…’†
–? ˜ – |    ‰& >
 ?  ? >


{
 @  XY ˆ ”• }   }
  W
 
> X€
Ÿ‰'&
Ÿ{ | W

¢˜? |›‰&{
?   „…’†
Milton, John P. >  . Minneapolis: Augsburgh Pub. House, 1960.
Z
?  %? ˜ >
 ?  ' 
› %? W {   
Intermediation”. |
   ˆ   ‰ Y 
•’ „……”›¢Ž‡…
> 
{?
 ˜
 ?' ?X
?›@  
Imagery in the Old Testament”. |
   !

 Y
 ˆ  43,
§¢ ‡”””›¢’Ž•”¢
>– %?X ' 
‚{"  ?@  @
?
to Biblical Apocalyptic-Part One”. ‚ '  ˆ
 ˆ 14, nº
‡ ‡””¢›„Ž•¢
Paulson, Steven. “The Place of Eschatology in Modern Theology”, 

š
„‡§¢ „……’¢‡ŠŽ¢¢
Petersen, David L. “Eschatology: Old Testament”. En Y   /"
Q 
XO€
‡O—
Ÿ›&„……‡
>
 {
Cuadernos de Teología 14, nº 1 (1995): 47-63.
>
 O
 ˜ Q
. The Old Testament Library. Philadelphia:
˜  
„…†‡
{|?
  ?
 @‹| ?<›„”›† –?
Angelology”. |
   ˆ   W‚ Y 
‡• „…’›……Ž„„”
{  W Y ™
  ™
  |‚  
 . Philadelphia:
˜  
„…†•
W
–@ ? %?‘ @   ?‹??% 
;

 /"
 š
 39, nº 3 (1977): 396-409
Sanders, James A. “Canon. Hebrew Bible”. En   /" Q 
. Ed.
O€
„O—
Ÿ›&„……‡
W? ?˜ 
Y 
 ™O—
Ÿ›@&>
„…Š
W?˜' ˜
  ? ?>
 >
›@W „”
‚ '  ˆ
 ˆ ‡„§¢ „…’¢›‡‡Ž‡”
 Y 
 161

W X „” ?O  %

 
W 
 /"

ˆ

„Š ‡”””›•„”Ž•¢„
Sweeney, Marvin A. “The End of Eschatology in Daniel? Theological and
WŽ> {$   ?|?|    

  
/"
 
…§‡ ‡””„›„‡¢Ž„•”
Travis, Stephen H. “The Value of Apocalyptic”. Y
 / 30 (1979): 53-
76.
?_{&
 
 ?  |
   !


Y
 ˆ ‡„§• „…Š’›¢„Ž¢‡„
 
‰
 @  › {  >
 ?;
 /"
 š

‡‡§„ „…†”›¢¢Ž•†
 {
 @$ W?
' 
 ' 
‹ ?

  

    {  |
     Y

ˆ „•‡ ‡””¢›„Ž„•
˜
–?€Q
 Y œ  > ˜
. Chicago: Moody Press,
1973.
˜{&
{ €
>
 ? @  ›W?  
 {
ˆ
‡„ „…’„›Š…Ž…
˜< ;
  Q
J
{ › 
„…Š
—?X‹ '
  ?‰Ÿ |
 
 !

 Y
 ˆ ‡¢§„ „…’”›„¢Ž‡„
ÇÇÇÇÇÇÇÇÇÇ %? @
? ‰Ÿ
   › @
?
‰Ÿ
  ?X> X
>
„/"
ˆ

137
(1980): 3-16.
9
(


  )  " 
"
   )   
 

Dr. Carlos E. Mora

L $#&#     W#



escatológico es fundamental ya que su mención en la apocalíptica bíblica
?  $ „„›•“@ „•›„>

 

   


$?

la luz de su uso en el Antiguo Testamento. Por razones de espacio, este artículo

&
*

 
  ‡‡Ž•“–¢›„†„Š“ 
8:3), en busca de establecer conceptos básicos que posteriormente permitan
$
      + 

,
) O  Q

V
#
"  

Aunque conectado íntimamente con el monte Sinaí y con el monte Sión,

+#
&
 
X&J
_  ‡Š›•„‡“–’›¢”Ž¢¢%&
 –•›•“›|
 „{
„’›‡”Ž¢…“‡‡›‡“‡{•›‡Ž‡Š>
_
–
= ‡W›‡”“‡’“‡„
‹
 ‡|
¢›„>
 W# 
} #
 } 

  
   
 X  ‡›¢ •• • 

de Dios es descrito como un gran monte. Además, en su oración penitencial,

$
W#    …›„†‡”X 
$
su última profecía, el desenlace escatológico se resuelve alrededor del “monte

  „„›•W# &     ’›¢
Allí reinará Dios, porque Sión es el lugar donde Dios tomará venganza de sus
 X_¢’Ž¢…“ „•›¢•X W#
—??
pelea contra las naciones (Is 31:4), debido a que la guerra de los pueblos es

   ‡…›’
<


*W#+
*
  ‡{
„…›¢„XW#?# ¢Š›¢‡“–‡›¢‡X   *-
`# ‡•›‡¢@+

*—?? ‹•›Š
164 ;   
  <


Q(
   W% )JV
0 ' YHZ [
‘
 #
 
   
 
*

#
su contenido:1
YAcontecerá en lo postrero de los tiempos,
#@ X  

*$
   


 |? como cabeza de los montes,

* &

@ (Las naciones acuden al monte)
y correrán a él todas las naciones.
3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán:
@ (El monte como sitio de reunión)
Venid, y subamos al   |?,
a la casa del Dios de Jacob;
D X
 #  ##
y nos enseñará sus caminos,
y caminaremos por sus sendas.
Y (El monte como origen del mensaje divino)
Porque de ˆ# saldrá la ley,
y de |
 la palabra de Jehová.
Y (Las naciones son juzgadas en el monte)
[ Y juzgará entre las naciones,
y reprenderá a muchos pueblos;
#Y >_& # 
y volverán sus espadas en rejas de arado,
y sus lanzas en hoces;
no alzará espada nación contra nación,
ni se adiestrarán más para la guerra.
+‡›‡Ž•

+
 = 
 
+  
-
lelismo hebreo. Este oráculo se repite casi con las mismas palabras en Miqueas
4:1-3.2 A la luz de este quiasmo se destacan algunos conceptos claves. Gray

1
Gray señala que este poema contiene diez dísticos que se dividen en cinco grupos de dos pa-
res cada uno (incluye Miqueas 4:4a como el último dístico: “Y se sentará cada uno debajo de
su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente”) (George B. Gray,  ;


 !*
 ;
   /•  

}||¨X&
?›%¬%|
Ÿ„…’ª•„•‡
‡
 >

    &
  
  =–?
OZ Y /•  

 ;
 5KO|Z% J
{ ‹›X
„…’†
„„‡„„¢“–?˜˜ 

 5KK˜‰|‡• ˜%£›˜
‰Ÿ„…’‡ŠJ

presenta un análisis oportuno en cuanto al origen de esta perícopa citada por ambos profetas
(Gray, /•  

•‡•¢= &={ ?<W ?™
™

˜‰|¢‡ ˜
 Y 
 165

considera que este pasaje apunta a la era mesiánica.1˜& 




+ =2 Por su parte, Limburg considera el cumplimiento en
un futuro distante, sin ubicarlo en el tiempo, y añade que “el lenguaje no es
 
$
 3W ?_   #*4
X 
# #  

   ‡›‡X
;
 "" 
 
5 presenta un resumen del uso veterotestamentario de
la frase 
 (en los postreros tiempos). Concluye que “el uso bíblico
de la palabra ‘aμ¦rît 
  &
*
 

*   *­$¦ =
   

  

  ‡›‡
$
 #
   „”+#—?? 
*  „„„Š
 +–?* „‡   =  
 
 


„…| *
‡›„”Ž‡„@ †›„•Ž„ŠX    

Mi 4:1-4 habla del tiempo cuando “Jehová reinará sobre ellos en el monte de
W#?
 

 Š
$
  
 
#
del “señorío primero” a Sión (8), luego del cautiverio babilónico (10). Por
    

       ‡›‡
    
establecimiento del reino mesiánico. La edad mesiánica, según el plan que
  
  
 
&
+?&
  +
del período de restauración después del cautiverio babilónico. Pero Israel
  $_   
 
   
  
 
numerosas promesas de gloria nacional y dominio universal. Como resultado,

#+‡›„Ž• #
 

La utilización de distintos nombres paralelos para referirse al “monte san-
›  –?* ‡  –?* 
–& W# –
=$

#
   +$@%&&
*$ –
=
El monte de Yhwh será colocado como “cabeza de los montes”, lo que
sugiere la supremacía de Dios y su gobierno sobre todos los demás reinos,
dioses, y sistemas religiosos.6 O $  #  
  + 

%£›˜
‰Ÿ„…’¢Š“–?‹>W ? ;

 !*
 ;
   /•
 ™
} –


 W
|| X&
?›%¬%|
Ÿ„…’’•
1
Gray, /•  

, 44.
‡
{X˜Y /•  ™
  
 !*  ‰† O—
Ÿ›@&
>
„…†…‡‡
3
James Limburg, 0 
™
‰| @  ›–?¤>
„…’’„’„
4
Smith, /•  ™
ž, 86.
5
 < 

  ¨‡›‡ª;
 /"   
(CBA), €
O?
trad. Víctor Ampuero Matta, 7 vols. (Boise, ID: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990),
4:145, 146.
6
˜ Y /•  ™
³ …‡• X 
  —?=  
   
 
=
 
&
 ` W…”›‡“•”›„‡“O?„› 

 
‹$
‹ W#

 
–?* `
de Yahvé será un centro de atracción para todas las naciones es un mensaje de esperanza
 $
  
_¢›„‡ `
+
&
166 ;   
  <


 W# 

 X*&$



  #W# 

 
 

como foco de anhelo universal”.1 La religión de Israel será la religión y su Dios
será el Dios.2
Se profetiza que las naciones correrán a este sitio y allí adorarán a Yhwh y

*`˜    
+ 
tiene ningún rasgo nacionalista; la visión escatológica de Sión es universal. “El

 # $W# 
` 
Judá o Israel... El propósito del libro es negar ambos reclamos (cf. 65:1, 16) y
proponer una visión enteramente diferente del destino de Sión”.3
Esta promesa gloriosa para Israel no encontró su cumplimiento literal en la
nación judía debido a su fracaso como pueblo elegido y su rechazo como tal,
no como individuos.
Vez tras vez se repite en los escritos proféticos del AT, y sobre todo en Isaías,
el cuadro glorioso del ensalzamiento de la nación de Israel... Dice el profeta
que los gentiles correrían a Israel por el interés de YHWH su Dios (55:5); habla

+ •›„•“•…›†Ž’„‡„’‡‡ 


Israel (14:1) y con YHWH (56:6); declara que Dios mismo los conduciría a su
“santo monte”, el cual por esa razón llegaría a ser “casa de oración para todos
los pueblos” (56:7-8), y que los gentiles llevarían su riqueza a Jerusalén (60:311).
–
+  
+ 

la tierra” (Jer. 16:19) y se reunirían “en el nombre de YHWH en Jerusalén”
–
¢›„Š 
+
#   ?
+
–?* 

 &  ‡›„„ ? &

vendrían “a buscar a YHWH=
 –
=  ’›‡„Ž‡‡“
 „•›„†4
Por otro lado, resalta el hecho de que la presencia de Yhwh hace singular
esta montaña, y que debido a esta morada divina, allí se enseñan los caminos
de Dios: su ley y su Palabra.
El punto importante con respecto a Sión es su reputación como morada
de Yhwh. Es la

 Ÿ‚, el templo, que se destaca. Y es importante porque
él está presente y activo allí. La presencia de Yhwh en el templo eleva su impor-
tancia a la supremacía que no tiene nada que ver con Israel o Judá, sus reyes o
líderes. Simplemente porque Yhwh está allí, Sión atrae las naciones.5

(Smith, /•  ™
ž¢Š¢’ ??W#
 +   ??

de los dioses en el mito cananeo: aquí, no allí, estaba el verdadero asiento de la deidad”
(Leslie C. Allen, Y /•  |} ‰"

} |

 ™
 O|Z% ¨J
 {  ‹›
X
„……’ª¢‡•
1
Smith, /•  ™
, 86.
‡
Oswalt, Y /•  

, 117.
3
 ˜ 

 5KK‡’
4
 |


*= ¨•›‡ª;/, 4:146.
5
˜ 

 5KK, ‡’
 Y 
 167

Otro concepto que emerge es que los pueblos y naciones subirán a Sión y,

?# 
#+
_
*&

(4); y como consecuencia de la misma, se establecerá un reino de paz.

Q
VQ

V
W \@]*@^
X + ¢–&   #X
 


 


+‡›„’
libro,1 pasaje en el que el problema de la invasión de la plaga de langostas se
_ # 
›
X +
 W  ‡›‡’‡…
y señales escatológicas que se manifestarán “antes que venga el día grande y
  –?* ‡›¢”Ž¢‡<
+„„Š + ¢`
la reunión de las naciones en el valle de Josafat para enfrentar a Yhwh en la
batalla decisiva.2
Ahlström propone que el “valle de Josafat” es probablemente un símbolo
de juicio.3 Este motivo teológico lo apoya en la ubicación y uso del Valle de
Cedrón, que estaba ubicado entre Jerusalén y el monte de los Olivos. A causa
&# #
$ 



 
 „{„›…¢¢“


@ „{„›„¢“‡
|
„›„†–  ‡{‡¢›•†„‡X_+ ‡|
‡…›„†“¢”›„•“ 


$#–
= –
¢„›•”@+W#

+ 
#&
#? 
W# W‡•›Š“•Š›†>

  
?
#   W#
coronación del rey.
X+
 # –?*

*W#
*_
desde Jerusalén” (16) y su pueblo conocerá que “yo soy Jehová vuestro Dios,
que habito en Sión, mi santo monte” (17).
<   
    ?   
    
+ 
presagio no sólo de los acontecimientos culminantes relacionados con el gran
+  W`
  &=    &=   + $  
historia de la tierra. El retiro gradual del Espíritu de Dios en estos últimos días
abre el camino para un incremento de la actividad satánica con el propósito de

?&
 
#X 

*+

1
Douglas Stuart, 0 
|
 ˜‰| ˜› ˜
 ‰Ÿ „…’Š ¢„›‡Š“ <&
 0 

Micah, 56; Allen, Y /•  |ž, 85, 86.
‡
 
 "  
 #?&


 -
cimientos si la nación de Israel hubiese cumplido la misión que Dios le dio. Su aplicación
a los últimos días debe hacerse depender de la información proporcionada por escritores
inspirados posteriores, quienes han presentado cómo se cumplirán con el Israel espiritual
 
+?&
 
 
 O¨–¢›…ª;/,
4:973).
3
J˜@?
È – ?% |  –
› Y 
 ˆ
(Leiden: E. J. Brill), 77-80.
168 ;   
  <


precisamente poco antes de la venida del Hijo del Hombre en las nubes del
cielo.1
X*  
 @ –
=
valle de Josafat, se reúnen las naciones en el día escatológico (3:13-15).
El monte Sión se convierte en el lugar estratégico de la batalla entre el bien
    ¢›‡…Ž„‡X¢›Ž„Š


+ 
una progresión alternada: señales cósmicas- Yhwh en Sión- terremoto- Yhwh
la protección de Israel... Sión y sus contornos, incluyendo el Valle de la Con-
dena, son lugares de terror solamente para los enemigos de Judá y del Dios de
Judá; Judá misma no tiene nada que temer.2
En este sitio singular se realiza una obra de juicio en contra de las naciones
¢›‡ *&

 & ¢›¢Ž†
que emite el Señor y el castigo que recibirán esos pueblos (3:7, 8).
Al mismo tiempo que los pueblos se congregan en el valle de la decisión
¢›„•    
   W#  
* 
 
&`  W`

porque “Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de
Israel”. Limburg considera que 3:16b puede ayudar a comprender el mensaje
del libro de Joel como un todo. Este tema de  ˆ     tal como está

} 
#– &=‡›‡Š¢›„Š¨
temas] importantes en la Biblia.3
W#{ &
}
 X 
#
enriquece el concepto teológico veterotestamentario del “monte santo”.
X
+¢›„Š$

 —??
*W#
   #
  
‡›„’˜ `

$
 
›4
(1) La morada del Señor en Sión,5
‡?      ¢›„Š“6 y,

1
“Despertad”, [Joel 3:9], ;/, 4:973.
‡
Allen, Y /•  |, „‡”
3
Limburg, 0 
™
, 75, 77.
4
' ˜ 
˜ |
    ;
   /•   > |
  ,
'
 >? ?›€

>
„…ŠŠ’„’‡
5
“La santidad divina, que usualmente tiene algo de una cualidad física acerca de ella en el AT,
se proyecta desde el templo y envuelve la ciudad con su áurea sacra” (Allen, Y /• 
|„‡‡X
 
   
 @&„Š –
=
*??
 
una vez más” (Ibíd.).
6
 ˜|
  ’‡W 
 W#
}&
 
por Yhwh a su pueblo en el AT, especialmente en Deuteronomio. “Sión, es decir Jerusa-
=$

    
*
 
# 
&

 
#   
*
› „&#  „
-
ción de la presencia de Jehová, que involucra implícitamente a Jerusalén como su lugar de

“ ‡&  ‡¢
#  
 
#

las cuales suponen el pacto de Sinaí designando a Jerusalén como centro de adoración (Dt
„‡“ ¢&  Š’
 # 


$#& 
 Y 
 169

(3) por lo tanto, “Jerusalén será santa, apartada para Dios y su pueblo; ni


 
* 
_1


*Q
W% )JVQ

 V

_  ' `\
<  

 +‡›¢‹•›‡  
monte escatológico y a la invitación de ir a él: “subamos al monte de Jehová”.
X    + &  
  
+ ’›¢ 
 _  
monte de Jehová de los ejércitos” será llamado “monte de Santidad”. Este


  W‡•›¢
 › [=&
* 
–?*‚
  
 › [—= 
*
 ‚
El monte de Yhwh, el monte donde se encuentra el templo de Dios, es “el
monte santo”. Son dos nombres distintos para un mismo lugar. Salmos 15:1 lo

 &

‡•›¢ [=?& 
*  &
*‚
[=

*   ‚
X  
  
+$=  
   


+ 
 #@%
}




&
–
= 
+’
 
 
# 
que se había iniciado en días del profeta y que era tan sólo el comienzo de lo
que el Señor se proponía hacer por su ciudad amada. Aparecen cuatro alocu-
ciones paralelas a Jerusalén: “Sión”, que ya ha sido estudiada, además de “ciu-

 $­
¦

$
 ?

$?
el Señor”.2Z

   –?*
de los ejércitos” y “monte de santidad”. Con respecto a “monte de santidad”,
‹ ?

 $# ‹

veces se lo llama, sino a Jerusalén, como la ciudad montañosa o toda la región
montañosa de Judea... Su idea, entonces, es que, cuando el templo hubiera sido

—???&

= 

+ $
preservada inviolable por su presencia.3
Estas denominaciones particulares se deben a la decisión divina de morar
en medio de su ciudad.4

centralidad histórica de Jerusalén en la administración gubernamental” (Stuart, 0 


|
,
‡Š”
1
John A. Thompson, Y /•  ™
  
 !*  ‰† O—
Ÿ›@&
1956), 759.
‡
|€¤  ?
?/"
 ;
   ‰ Y 
} › ¡ ™ > ,
 | € ¤  €  _?
 – ‹
 ‡   „ J
 {  ‹?›
Eerdmans, 1986)¢„‡
3
'Ÿ J ‹ ?  ;

 !*
 ;
   /•  – 

, ICC
X&
?›%¬%|
Ÿ„…’‡”Š
4
“Sintácticamente, este versículo abarca una cláusula principal seguida de una cláusula de re-
sultado. La cláusula de resultado suena como una imitación de un discurso profético” (David
170 ;   
  <


‘
  #
–
= *-
nada a la obediencia de Judá al mandato del Señor (8:16, 17).
X  
—??

*W _
+_
verbal %" (morar, habitar), que es el mismo término usado para referirse al
tabernáculo.
Mientras la montaña del Señor es algunas veces indistinguible de la ciudad
–
= ‡›¢“††›‡”“…›„†“–‡›„=@ % -
 &

—??    „‡›„„“= &=X_
43:6, 7) y la teología de la divina presencia, la palabra %" 

“œ‡›’“„
{„’›„‡“–¢›„ŠŽ‡„
&& ? `W`

ejércitos represente al monte del templo.1
Se repite la verdad teológica de que la santidad del monte Sión se debe a la
presencia de Dios en su medio.2




X +‡›‡Ž•

 W#    
otros sinónimos que deben estar presentes en el momento de investigar el
$ #  @*   


del gobierno y religión divina sobre cualquier otro sistema político o religioso,
   

  
 

$+ &=$
W#`


W`
_  
 +$
Por su parte, en Joel 3:16, 17 no sólo su mención del Valle de Josafat recuer-

#
 &=$
>

  W#+   &#
$
será el lugar donde el Señor congregará a su remanente y morará con él durante
+ $
€  
+’›¢   
-
siones usadas en el AT para referirse al “monte santo”. La cita resalta que este

W`
 
$
 
-
ción que representa muy bien el pueblo del Señor y su testimonio en la crisis
$ &

 

L. Petersen, 0


 – 

 5O%?Z%  <&

¨>? ?›˜  

>
„…’•ª‡……
1
%?X‹|Ÿ  ?
?Y ™ > , ed. %X‹|Ÿ J

{ ‹›‰Ÿ
‰Ÿ„……’¢›„„¢’
‡
Ibíd.
@F
()  
'   "
   
  ?
@Y
Dr. Jorge Torreblanca

D esde sus mismos orígenes la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha ani-
mado a cada creyente a investigar las Escrituras por sí mismo. Esto ha
?
 "



y prácticas diferentes, y animándolos a que acepten esas ideas originales. Esto
crea confusión en la mente de quienes se les pide que escojan de entre ideas
que en ocasiones son incompatibles y que resultan en un paquete teológico
que mezcla verdad y error. Cuando los teólogos y administradores de la iglesia
han respondido en forma cuidadosa a esos ataques, sus respuestas han sido a
menudo interpretadas como un esfuerzo malicioso por suprimir la “nueva luz”.
En las últimas décadas hubo algunos adventistas del séptimo día que apli-


+  „‡›Ž„¢ 
 
+

= +ƒ„‡†”„‡…”„¢¢+ƒ&


como días literales que todavía están en el futuro.1 Entre los futuristas, se puede
citar a Marian G. Berry.‡

1
 >
 *
 
+
 
  „‡†”
„‡…”„¢¢+= 
‹?Q
 Yˆ 0  !*  >@ ›
Leaves-Of-Autumn, 1989), c  
 @&
 { % %? „‡…”  „¢¢   
„‡‰&{
?    “ &›? ›¸¸&&

?
  
¸ ? “ 
   ‡” &
‡”„‡
‡
Marian G. Berry, Warning! ‰
? O—
Ÿ›%X@|'W
„……”„Š
    
     „‡†”    „‡…” +   „‡ >

„‡†”+ 

 

„‡…”+ }
por otros 30 días más. Esos 30 días adicionales los divide en dos períodos de 15 días; los


 „ +   ?
  @   „Š›„‡ ¢†”  
 ‡•  „  
„+ ?

$
@  „’›„”< +
_&
   

= X  „‡…”+ 
 +  
  } 
  +   „‡…”   ?

=   
interpretan según el principio día por año. Esta mezcla del tiempo literal y profético es una
indicación de incoherencia en esta propuesta, a pesar de lo que declara metodológicamente:
| 
+
= 
  $
&# 
períodos deben tratarse como tiempo simbólico y descifrados por el principio de cómputo
+Ž`<
+„‡ *  &# 
  &
„Š‡ ;   
  <


También son interesantes los trabajos de Engel Yoder,1{&


OW ?
Jr. ¤ ?|3
‡

X 
 W O}`_   &
 
 



 Q
 ƒ
 &  ‡””† 
 =   ‹= €   
&
&= 
 
 ? _ 

 
#    +ƒ

  
*_+X  
O}`_

„…’Š 
%+ 
‘
@
4 y actualmente
 
Z
#X ‘???  ?
* 
    

 
 
+      „‡  +
literales.
Incluso antes de su publicación, envió al Instituto de Investigación Bíblica
@#J
 ‰{
#=?&
+

 +    <`$  *„¢Ž‡”‡
 
+  „‡< 
Ë‹
{
+_J
?
>5
 

 
‰{
  -
mente, analizaron el capítulo, criticaron negativamente su posición y se lo co-

 
  

 O}`_?_ `&
al capítulo, pero insistió en lo medular.
En el tomo II, página 191, se lee:
Intérpretes adventistas, actualmente, sostienen dos posiciones distintas sobre
$ =
días„‡›„„„‡&
  



   
³>
   +?&„‡
deben considerarse como días literales” (p. 154).
1
| {J
W ŸY >   Q
 55
 ˜
 (Grand Junction, MI:
>
 ?>
 ? OW
—

„¢¢+
„‡…”++ 
 
$  

  &+&*} 
 &
Œ
•
 

W`
   
$    
`
 

+
 
$  
+


#

‡
>
{&
OW ?–
ˆ
   ˜
 € ˜
?%£›{?Ÿ‰Ÿ‡””‡ &
observarse que algunos historicistas, incluyéndome, creen que la naturaleza de los períodos
 +  „‡†”+“„‡…”+“„¢¢+„‡
 
 $   
 „•
3
 W}    ¤ ? |  &
 } “día”, se utiliza en el libro de Daniel
solamente para referirse a tiempo literal. Por lo tanto, insiste en que para ser coherentes
&
„‡†”„‡…”„¢¢+„‡›„„Ž„‡&
+
literales (  
J
?
> %?%>
 ?„‡‰&{
?
     &
‡””¢“ &›? ›¸¸&&

?  

 ? “ 
   ‡” &
‡”„”
4
Su tesis doctoral, Y ›   Q
 O 
  5&66  566, fue dirigida por Ger-
?
€' W
    

'¤<{˜'W?¤ ?@W
J<@
?
 } 
no adventista. Por supuesto, en ese momento y ámbito no correspondió presentar ninguna

„‡* 


#?
 &#&

5
J
?
> X  ­%?W  ?X  ?˜
¦&WO}`_
‰&{
?    ‡””“ &›? ›¸¸&&

?
  
¸ ? “ 
   ‡” &
‡”„”
 Y 
 173

cumplimiento. La mayoría de ellos sostiene que el término días, de estos pasajes,


&#=  
 ³‘
+

que la palabra días, de estos versículos, es literal, y cuyo cumplimiento será en
el futuro.
 = #„‡›„„„‡?#
que el vocablo días de estos versículos es literal, y que se cumplirá en el futuro
(la cursiva es del original).
Cabe destacar, como para comenzar, que la primera parte de esta declaración
es errónea, en el sentido de sugerir que los adventistas actualmente estuvieran
     $  =
 días. Por un lado, reconoce
que la mayoría sostiene la posición que es simbólico. Y está en lo cierto. Si se
revisan las publicaciones adventistas de editoriales denominacionales, es una
mayoría absoluta.1 Por otro lado, la minoría de la que él se hace parte, son
únicamente unas pocas publicaciones independientes.2 Estos pocos intérpretes
$

    
    
+   „„  „‡ 

 _„‡& 

 
+
literales y no según el principio día por año.3
X&
O}`_
 +  

&   =

 
*   @
 -
sideraremos su propuesta de estructura literaria, algunos asuntos lingüísticos y
su posición hermenéutica.

1
 '&
{}%

‰Ÿ?}   &

 

„„„‡_
+
  „‡X

  &
  ‡””† !
 
 ;$
 

    Q
} ;

55  5@ 
 
@ |>
‹µ_>
{
"-
clusión: “… los intérpretes de las profecías tal vez hemos estado dando la impresión de no
&
=?

 
+
= 

„‡
 ?
sido el surgimiento, de tanto en tanto, de intentos de interpretación o reinterpretación de los
mismos que, en la mayoría de los casos, han dejado de lado el gran mensaje de Daniel 8:14.
[O 
+?&
 



_
_


#$
*
J&
‹‚
‡
 _*} #&
 & &

+

 

 #
 
|‹
‹!  
  
 €
‰@
›@|XW„……„X  
 =&
 
presentación de la interpretación del libro de Daniel en unas 300 páginas y en donde abona

 
 + „‡
+
sacar otro tipo de conclusión dado el objetivo del libro, y sólo añade un confuso párrafo

  › +  & X  „„  „‡  * ?&  „‡…” +   
bendición que aguarda a la persona que espera el cumplimiento de 1335 días. Puesto que él

 
 
}  `

„‡…”
+   
_$„¢¢+ &} &

con certeza cómo se cumplirán estas dos profecías referentes a tiempo” (303-304).
3
Para un amplio fundamento bíblico del principio de interpretación profética día por año,
= ˜ ' W? !    " 
# 
} Serie de la Comisión de
Daniel y Apocalipsis, tomo 1 (Buenos Aires, ACES, 1990), 57-94.
174 ;   
  <


       


<
 
 

„”Ž„‡ 

 
O}`_„‡…”„¢¢+„‡›„„Ž„‡ 
+ 

 
{  „”Ž„‡O}`_
+
+
eruditos de Daniel,1&  
 „†›
A „”›„Ž‡„  
&
 
J&


 „„›„Ž„‡›•X

= *J&


A’ „‡›Ž„¢  

&
 

Miguel
<
??O}`__

 
 &„”Ž„‡? _
*„‡›„
 
}  

J&

„‡›„Ž•#$ „‡›Ž„¢ 



 

   + „‡ _
O&
+




 + 
+-
 
  
<# +  
 
 & £|>  #O}`_ *

  $[ 
=_*„„›•  
_
    $‚<
_# 
 ›
lo hubiera comenzado en 11:40, el principal pilar de su argumento, la estructura

   
+
X  * „†„ O}`_
     
 
 * 
 
€
„›

… 5 V?<
  
 ‡? 
 W£ $

1
Sin discriminar por la escuela de interpretación que siguen, por ejemplo, John E. Goldingay,
Q
}˜
‰&| 
¢” %£›˜
‰Ÿ„…’…“X
 |<
Q
}@ Z%  | 
‡” 
J
<› 

 >

‡””‡
 Y 
 175

Esta estructura quiásmica parece impresionante y convincente. Ha utilizado


muchos marcadores estructurales, especialmente los de tiempo. Sin embargo,
no es tan evidente como se desearía si, por ejemplo, se considera que la sección
  $_„„›•”„‡›„>
*  
-
tura quiásmica desaparece.
X  
   
  O}`_  _  „„›•”Ž•   
„‡›„„

 +  

$
 
 

#  $
Sumémosle un detalle adicional. Hay marcadores estructurales que han sido
ignorados. Por ejemplo, la palabra hebrea ‘amad (levantará) aparece no solo,

„ @„¢ @¦ &=
  ‘amad)

$

 

Por otra parte, no se debe pasar por alto que las estructuras literarias
son provechosas al analizar pasajes bíblicos, pero el intérprete necesita ser
      &  
   $#  
estructura literaria.1
De modo que esta propuesta estructural tiene algunos problemas que hacen
que su interpretación sea inaceptable:
En primer lugar, las profecías de Daniel presentan una forma de repetición
y ampliación. Esto puede verse claramente en las cuatro profecías principales
del libro:
k?
Y‰&ƒW@ 
 

 

k?
^‰&ƒW@ 
 
k?
`w‹Ž>
ƒW@  
 `
quebrado).
k?
@F&@Y‹Ž>
ƒW@ 


#
Estas profecías cubren esencialmente el mismo período, a partir de los días
de Daniel hasta el segundo advenimiento, pero cada profecía acentúa un as-
  
   ‡
 
   ? #
Ž +  
“
Daniel 7 introduce el cuerno pequeño y acentúa sus actividades políticas en
la historia; y la construcción de Daniel 8 acentúa las actividades religiosas del
cuerno pequeño.
De manera que los elementos comunes en los diversos capítulos del
libro deben referirse a las mismas cosas o acontecimientos. Por ejemplo, el
cuerno pequeño en Daniel 7 y 8 debe referirse al mismo poder histórico, no
  
 
  W  
      ’›„„ 
$
 

1
Para ese mismo capítulo ha habido propuestas diferentes de estructuración, como la de
–‰Ÿ?ˆ   Q
 ˆ
"
       Œ   * (Miami
ƒ‹=@>@ƒJX‹@X 
‡””’„’¢Ž„’•“= &=Ÿ?Q
 Y
›    !}{  ‰

W
‹›@
‘
 >
„…’Š
50-54, 76-87, 153.
176 ;   
  <


    


  „‡›„„ &=“
¢Í  Š›‡
$
  &=¢Í  
„‡›Š
Si se los consideran como que uno indica hacia el pasado y el otro, hacia
el futuro, esta interpretación viola uno de los principios fundamentales de la
?
= &+&&
 &
XJ˜?  <‰&

  =

    
1 Si se desecha este princi-
pio, la profecía se convierte en una columna que se puede doblar en cualquier
dirección que el intérprete quiera darle.
X „‡›Ž„¢# 
profecías de tiempo para el futuro. Esta forma de ver ignora la estructura básica
de las visiones del libro de Daniel, donde las visiones siempre son seguidas por
 2
k?
Y# ¢„Ž¢ # ¢†Ž•†
k?
^# „Ž„• # „Ž‡Š
k?
`&w# ’›„Ž„‡ # ’›„¢Ž‡†“…›‡•Ž‡Š
k?
@F&@Y# „„›‡Ž„‡›• # „‡›Ž„¢
X
#„„›‡Ž„‡›•+ #
de la visión de Daniel 8, pero no debemos pasar por alto el hecho que en
Š’„”Ž„‡
+   


# #XŠ#


+„•
+  
+‡X
’#
+„‡
+  

+„•X
+„”Ž„‡# 
„‡›•

+  „‡›Ž„¢W
 
 
„‡›Ž„¢
interpreta como una quinta visión.3

? 
"x'  
Se consideran tres:
„O}`_ 
 #l e „‡›Š&


“después de” en vez de “por”. De modo que su traducción personal de la

1
 XJ˜? |
  Y  }¢ €
‰@
›@|XW„…Š„›Š‡
= &=XJ˜? Evangelism¨˜? ›{'
„…•†ª’„
…

  ; 
 !
 ¨O?%X›W ?
>&?@ „…‡¢ª
187).
‡
 |
X+‹
J& < &$
­ 


¦
­ 
 ¦&
 

 ’›…“„„›„†•„•
 # # % 
%+‘
@  
> X
{+@
 ‡””„¢…Ž„•
3
˜'W?Q
 &5@}%?@& <‰&@ $
 ‰›>$>

„……†‡„ŠŽ‡‡¢
 Y 
 177

  
 „‡›† [|*
*$ 
‚
es: “Ciertamente será    un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo”.1
O}`_ *

   
l e se puede traducir

  =$

*  <
 
›[„‡›Š‚<
#l e mo‘ed aparece trece veces en
el AT fuera del libro de Daniel y cinco veces en el mismo libro de Daniel (8:19;
„„›‡Š ‡… ¢“ „‡›Š X  @  %    
  &
  

 $ 
 
}   -
X’›„…„„›‡Š‡… $   

$
  „„›¢l e moed puede ser traducida como
“por un tiempo señalado” o “hasta el tiempo designado”. En resumen, en nin-
guna de estas oportunidades l e $  =
XŠ›‡$
  
    -
   +  
 

pequeño perseguirá a los santos por  }   

    en
el pasado. Puesto que el quebrantamiento del poder del pueblo de los santos
„‡›Š
 
¢Í   

 *  

# Š›‡ &=
¢Í  +

por qué la preposición l e „‡›Š&

  =
vez de “por”, como en “será por un tiempo y tiempos y la mitad de un tiempo;
y cuando se acabe de quebrantar el poder…”
‡O}`_  
„‡›† 


como “eventos maravillosos” o “sucesos sorprendentes”,2
$
&

+$&$ &“

#


„„›•&
# &„‡›„ 
palabras blasfemas del rey del norte en 11:36 o a la increíble destrucción del

 `’›‡•<
_#}   
el verbo pala’  „‡›†  pe
¤.3
Primero, es necesario advertir que la palabra “maravillas” no aparece ni en
„„›•   „‡›„ —    „‡› 
  }    
“maravillas” solo se pueden referir a los acontecimientos considerados en la
visión de Daniel 11. El verbo pala’, como se dijo, se utiliza en 11:36, donde

1
„‡›ŠO}`_
 



 Q
, 164; aunque en la p. 158-9, donde presenta
su traducción “casi literalmente”, y también en la p. 169, utiliza: “Ciertamente será 

un
 ³=€
Q
 O?%O›W ?
>&?@ 
„…Š’ ‡’‡        
 
      
  
 O}`_
dice: “The message concerning the opening of the judgment and the beginning of the
?  
Ÿ        Ÿ  &
 ?  
    

   ? ­  ?  ¦? 

their attention to the latter-day prophecies”.
‡
Lucas, Q
‡…†“<¤?
˜‰

Y 0"‚
 

 *    ‰
Y 
 <›X–‰
„……†…‡’
3
 O}`_
 



 Q
, 168.
178 ;   
  <



$
&?& 


 &= _’›‡•
donde el cuerno pequeño causa “grandes ruinas” (pala’ ) .1
X„‡›†Ž’ 


  ¸
%-

$
  # + „„X 

 „‡›Ž„¢ 
#„„›‡Ž„‡›•
una nueva visión.
W?`'   
O}`_?-

$
  
&X&
W

  &
$

 -

  ? #
 +$ ‡ En tanto que el sustantivo pele’

 
$
  &
< „›…

$

#&&–
=  ' 3 De
$
#O}`_pe
¤ 
 -
to de los actos o las palabras de Dios”,4 y que, por lo tanto no puede aplicarse a
’›‡•„„›¢†  
  
‰&5
A nuestro entender, todos los comentaristas de Daniel, sean liberales o con-
servadores, aplican pele’„‡›† 
 `
’›‡• 

„„›¢†
¢O}`_ „‡…”„¢¢+„‡+ 

porque la palabra  “día”, en el Antiguo Testamento cuando es acompañada


$
+ 
 ³„‡›„„„‡&
+
entenderse de manera literal. Sobre todo, porque la palabra 
 está acompa-
`}

&  „…‡>

&
  

$
X_•›@?

 
X_
números allí mencionados eran días literales (pues, se habría de acostar 390
días sobre su lado izquierdo y 40 días sobre el derecho), es precisamente este
pasaje el que muestra que los 390 y los 40 días literales simbolizaban 390 y 40
años, “día por año, día por año te lo he dado” (Ez 4:6). Daniel y Apocalipsis
son libros apocalípticos y en contraste con Génesis 1, por ejemplo, los días en
estas profecías apocalípticas son simbólicos y no literales, como lo demuestran
@  „‡›†„•

1
Gerald Pfandl, Y Y   !   /•  Q
} Adventist Theological Society
Dissertation Series, Vol. 1 (Berrien Springs, MI: Adventist Theological Society Publications,
„……‡‡‡Ž‡•“>' “pala’’ ” , Y
 ”"•   ‰ Y 
 %˜Z%
{<
'

 ‡ |?›‹>


„…’”‡›Š‡¢
‡
Hamilton, “pala’’ ” , TWOT,‡›Š‡¢
3
Ibíd.
4
 O}`_
 



 Q
, 169.
5
Pfandl, Y Y   !}‡•
 Y 
 179

! 
%
 
Según lo indicado arriba, un principio fundamental de la hermenéutica bí-
& ‰&
  =

    
1
X’„„„‡


  ›
Daniel 8:11
Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él  ‡
 

< } y el lugar de su santuario fue echado por tierra.
Daniel 11:31
Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza,
y ‡
?  
< } y pondrán la abominación desoladora.
„‡›„„
Y desde el tiempo que sea ‡
  
<  hasta (e instalada) la
abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días.
O}`_ ’›„„„„›¢„# 

$

 & &#

$
 



 ¢Í  Š›‡ * W
&
„‡›„„=# 
  -
blecimiento de la abominación desoladora como acontecimientos en el futuro.
<?&
 
„‡ &#_
 +  
? 
 
=
„‡
no es tan sólida como él quisiera que fuera.
O}`_  $  
}   
$      
“servicio continuo” o “la continuidad”, es decir, el ministerio de Cristo en el
santuario celestial, que ha sido la posición adventista durante mucho tiempo.
W&
   „‡›„„}O}`_-
bre todo el sábado.2 Él llega a esta conclusión así:
>
 [ = 
$
    #  
     „‡‚
[O 
 
$
    | £ 


  
‚[|# 
+ { # 

lado este ministerio que funciona en el santuario del cielo? Para que podamos
entender este asunto necesitamos recordar, en primer lugar, que el ministerio de
–} 
  *
 # 

#

X
 
 #
y adoración del santuario celestial opera en conformidad con los principios de
la ley de Dios. Si esta percepción es correcta, entonces el desplazamiento del
“servicio continuo” ocurrirá cuando el “rey del norte” ataque la ley de Dios,
o la autoridad de Jesús, al imponer de manera obligatoria y universal un día de
descanso religioso contrario a los diez mandamientos de Dios.3

1
 ˜? |
  Y  }„›Š‡
‡
 O}`_
 



 Q
, 181-185.
3
Ibíd., 187-188.
180 ;   
  <


>
    O`_  $  &# 
   -
mingo. Esto es una mezcla curiosa de conceptos diversos. El tema del sábado/
domingo es un elemento importante en la escatología adventista, pero hasta
donde llega nuestro conocimiento, nunca antes nadie había equiparado el sá-
bado con el 
.1
O}`_ XJ˜?  
# &#

‹ ‡•›„ 
*
=
 

a la imposición futura de un “falso día de reposo”. Esto no es completamente

<XJ˜? 

 _O}`_ ›
Así como el sitio de Jerusalén por los ejércitos romanos fue la señal para que
huyesen los cristianos de Judea, así la asunción de poder por parte de nuestra
#¨X ‘ª
  + -
pal, será para nosotros una amonestación. Entonces será tiempo de abandonar
las grandes ciudades, y prepararnos para abandonar las menores en busca de
hogares retraídos en lugares apartados entre las montañas.‡
Ella compara dos señales; así como el sitio de Jerusalén fue una señal para

  +
*` 
$-
  $& 
X 

  

$

# &#

Lo que sí hace en el libro ! 
   $
 &#-
dora” con los estandartes romanos.
Como se mostró arriba, la estructura básica de las visiones de Daniel in-
    
       „‡›Ž„¢

 
  
 #„„›‡Ž„‡›• 

} 
+ „‡›„Ž•X?? ?&
 
Daniel, “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del
$  O}`_&
*&

    $<
 $ 
-
  W`
+[*
*$ ‚ „‡›’ *

   =
*$  *
+
producto, el resultado de todas las cosas maravillosas que había oído (así se usa,

 >
‡›’•„›‡‡

$ 
 
 )

X  „‡›Ž„¢ 
  +  *  
 
+ %
 
 &  „”›• @?
 ?  
# 
  $
 
 $     X    
   ’›„¢Ž„•  


1
 &+ „’… | Ë ‹ {
+_ <
+    
  
[|# 

 
+&‚‰&{
?    “ &›
? ›¸¸&&

?  
¸ ? “ 
   ‡”
-
_‡””…
‡
 ˜? |
  Y  }‡›„††’Y  ›•¢…= &=˜? !  
£ 
 €
‰@
›@|XW„……‡„‡•Ž„‡
 Y 
 181

maneras. Ambos ocurren a la orilla de un río, ambos implican a dos seres


#& 
 [? *‚1 [|*
  [?  *‚ 
*  $    
‚ „‡›†‡ como se indicó
 
$


   # + „„J&
?&+
 
 # 

 
=
*
al pueblo de Dios (10:14). Ahora, otros dos seres divinos aparecen, y uno de
ellos, para información de Daniel, hace a Miguel, el hombre vestido de lino, una

 <
  
Š$  $
„‡†”`
+ 
#  
En esta respuesta realmente se le dio a Daniel la otra mitad de la respuesta a la
pregunta hecha por estos mismos asistentes celestiales en 8:13. Es la pregunta
referente al pisoteamiento que ejerció el poder papal 
 sobre el santuario
como sobre el ejército del cielo. En 8:14 la respuesta dada fue que el


sería pisoteado hasta 1844. Ahora, se da la respuesta que el Œ  será pisoteado
hasta 1798. Y en la pregunta siguiente que hará Daniel y la respuesta que le dé
Miguel se dará la relación entre estos dos períodos.3

5@6 

 —    
$? &-
#
?&
*  + „‡›„„<#
quitar el 
 (continuo) se menciona tres veces en el libro de Daniel:
’›„„O }  +$
„„›¢„Z
_?  +$
„‡›„„   ³
X 
 &

 

„„›¢„„‡›„„
Daniel 11:31
Y se levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza,
 ‡
?  
< }  ? 

"
#  

.
„‡›„„
Y desde el tiempo que sea ‡
  
< , 

(e instalada) la

"
#  

, habrá mil doscientos noventa días”.
<  
  

$
 -
 ? #
@?
„„›¢„
$
 &
?
„‡›„„ 
 ‰& 

 +W 
„„›¢„„‡›„„ 
 


 4

1
|{˜W
 „‡› 

 » 

  
>
 
1,
§‡ ‡”””›†„Ž††
‡
Cf. Pfandl, Y Y   !ž}‡‡Ž‡†
3
X
 ˜‹

Q
¤ >   0  ‰
ŸX›O&|„…†Š
„„“  
> %?%>
 ? „‡
4
 |Ë‹{
+_ <
+ 
 
„’‡ ;   
  <


X’›„„  


$
 
 

|
 
que fue usurpado por la obra de los sacerdotes en la misa y el confesionario.
@
$
|
   ?  -

|
   ?[>
*   ? 
sucediendo esto?
En mayo de 1998, el papa Juan Pablo II publicó su carta pastoral Q
Q    $#   
   

    #

  &
 $
X
?&&

la asistencia a la misa dominical. Muy temprano en la historia del cristianismo,
dijo, se tuvo que ayudar a la gente a recordar de asistir a la misa. A veces, la
 




 # +$›1
Este fue el caso en una cantidad de concilios locales a partir del siglo IV en
adelante (como en el Concilio de Elvira en el 300, que habla no de una obliga-
ción sino de castigos después de tres ausencias) y más especialmente a partir del
siglo VI en adelante (como en el Concilio de Agde en el 506). Estos decretos
de concilios locales llevaron a una práctica universal, el carácter obligatorio que
fue considerado como algo absolutamente normal.
Aquí el Papa dice que particularmente desde el principio del siglo VI en
adelante, hubo estatutos universales que hicieron obligatorio que la gente asis-
tiera a misa. Los Adventistas del Séptimo Día declaran que en el siglo VI “el
   &#
<„‡…”`
_”’[>
=‚W&
  

„‡…”
„Š…’ $„‡†”„‡…”`”’
[=#”’‚X•…†|

?_
católico. El resto de tribus germánicas que habían desmantelado el Imperio
{


 
      {|
derrotó a los visigodos y llegó a ser el primer poder civil que se unió al surgi-
 {€
 
 ?

| #{
Después de su gran victoria sobre los godos en 507… junto con sus aliados
burgundios, Clodoveo vino a Tours, probablemente a mitad del 508, a realizar
una celebración de victoria. Allí se encontró con enviados desde Bizancio que le

 

 &
&#?

¨{ª2
<$# 

 
  
en aquel momento, fue un paso importante en la instalación de la “abomina-
#

$
`_
Ž&+&  
aplicación forzada por medio de la unión de la iglesia y el estado. Es una de las

+? 
€
 
#  
 

1
Juan Pablo II, Q Q ¢„‹„……’X   

 &-
ticano: www.vatican.va entre las Cartas Apostólicas. La primera declaración es de la sección
67; la segunda, en la sección 47.
‡
Juan Pablo II, Q Q .
 Y 
 183

„‡…”`
 
#

 $
  O #„Š…’ #

  >+1

 5KK 

“Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco
días” „‡›„‡O}  +$ 

 
„¢¢+X  &
 
 
_#
 „‡…”+W 

 „¢¢+ 

„’•¢Ž
44, cuando el primer mensaje de los ángeles estaba siendo predicado; éste es
&=} `
+‡¢””`

 


otoño de 1843 hasta el otoño de 1844.
O
+„¢¢+ 
# -
vidad del poder del cuerno pequeño. Más bien se relaciona con una bendición
  
$ 
+
Z
&# 
 
+  $
@  
14:13: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el
Señor”. Bienaventurados fueron realmente quienes vivieron el tiempo de la
  # 

=

  

  O
=
 — & 
    
  
 

=  $ 
 
 
*
resurrección especial que precederá el segundo advenimiento y en la primera
resurrección.
€      

 #       „‡  *
&=


XJ˜? X„’’”?&+
escrito respecto de que, luego de 1844, Dios no probaría con fechas a su pueblo:
%?$  
 
+

profecía, están engañados y siendo engañados”.2
En realidad, ya en 1850 ella creía que los 1335 días habían pasado. En una
carta que recuerda un incidente con un hermano Hewit, ella escribe: “Le di-
jimos acerca de algunos de sus errores en el pasado, que los 1335 días habían





O   W

se sintió sobre la reunión y fue arrastrado”.3

1
'
˜
Y ˜
 !
  V
 >  ‰
Ÿ›‘
  |

>
„……Š‡‡‡“  
>Y Y >   Q
 5@.
‡
XJ˜?  ˆ•   ! ” ‹ |@›>$>
„…•¢‡‡„
X‰{
 
#„…’’ 
XJ˜? -
  #? 
  

 #
= = XJ˜? 
 ? 

 # { ‰&{
?    
mayo 1988; disponible en: http://biblicalresearch.gc.adventist.org/documents. htm; Inter-
   ‡”
_‡””…
3
XJ˜?  % ?|?
?‰
' ?Š&
„’” |
'Ž‡’
1850), publicada en ™
  ˜
 } ‡„ W
W
‹›XJ˜? X  
„……”›‡”¢“†›‡„„†›‡”’
184 ;   
  <


Algunos creen que, en esa declaración, ella pone los 1335 días en el futuro
(es decir, como que ella insistía en que uno de los errores del hermano en el
pasado había sido decir que los 1335 ya habían terminado). Sin embargo, se ha
 

$› < ‚  ) de algunos de sus
errores en el pasado, [le dijimos] que los 1335 días habían terminado y [le diji-
ª





[ 
=XJ˜? 
reprendió al hermano Hewit y no a su esposo y a todos los demás pioneros
`&„¢¢`?&+ 
‚–˜? 
&#
la ˜‚
 0
 en 1857: “Las evidencias son concluyentes en cuanto a que
„¢¢+ 

‡¢””|
‹?„’••
Entonces el ángel [Ap 10:1-6] juró que el tiempo no sería más”.1—‘
+W ?
en esa misma revista indicaba en 1863:
@?
$  ?
„‡…”+
 
del papado, cuando la profecía dice que se los debe fechar desde la caída del pa-
ganismo [que para él era el continuo], lo que ocurrió en los treinta años previos.
>
  ?„‡…”+ 

`”’“?&
„¢¢+#= 

_# 

  <„‡…”„‡†” 
 „Š…’2
X??XJ˜?  
?  

estas declaraciones, apoya la lectura de su frase como generalmente se la en-
tiende. A la vez, esto indica que ella misma ubicaba los 1335 días en el pasado.




<  

 #  
 W O}`_  
+    
„‡_
   

= >


=  
    
} 
X
 

 XJ˜? X 
*
 

  

 
 

„‡W&

 
 


=    „‡  
  *“   
 
 
$  
?
   
X  O}`_&
 
    
  
=
* Ž
? #
X  *=&  $##
quitar el continuo, 
} con la substitución del sábado por el domingo en el
   $ X   
  #  
 } 
 
 
interpretación de 
 como el ministerio de Cristo en el santuario celestial.
X 
&&  
 =
 O}`_   = 
el principio de día por año de interpretación profética. Su introducción del

1
–˜?  %?– ˜‚
 0
‡…–
„’Š„””%
# 

‡
‘
?W ? W?
 
 ?|

  ˜‚
 0
‡•€&

„’†¢
100. Traducción del autor.
 Y 
 185

 
 

 #„‡

*& &
quienes han abogado durante años por este modo de ver.1
<X
 
XJ˜?   

+  „‡ + * 
[>
= 
‚
‘
›
< 


*" $
&


* 
O}


 

 



mediante su repetición, o teniendo fe en él... Puedo actuar con perfecta since-
ridad al seguir un camino equivocado, pero eso no lo convertirá en un camino
correcto, ni me llevará al lugar donde quiero ir.2
La interpretación tradicional adventista que, en armonía con los principios
de interpretación historicista, ubica estas profecías en el pasado, sigue siendo la

#  +„‡›Ž„¢
En un tiempo cuando los vientos de falsas doctrinas soplarán con crecien-
te intensidad (Ef 4:14) “para engañar, si fuera posible, a los escogidos” (Mt
‡•›‡• 

#


&>-
labra de Dios. Toda “nueva luz”, para ser verdadera, necesita estar en perfecta
armonía con el consenso de las Escrituras y de los escritos inspirados de Elena
J˜? ..3 Los centinelas del pueblo de Dios nunca habrán de permitir que
conjeturas y especulaciones humanas los separen de dar a la trompeta el sonido
certero (cf. Ez 33:1-9; 1 Co 14:8).

1
 @&
{% %?„‡…”„¢¢ „‡ „ 
-
 *& 
 
 X +
 >
+“ ‡&

paralelismo profético del libro de Daniel; (3) descansa en una interpretación no bíblica del
término hebreo 
 
  “ •
" 

 #  
 
la contrarreforma católica; y (5) desprecia las advertencias del Espíritu de Profecía contra
 
  

+  **„’••
‡
 X J ˜?  |
 „‡ „’…”    ™
Œ    ‡  ‹   |@›
>&

„…’•‡›†
3
| X J ˜?  ;   ”
 ! O? %X›  ?
 >&?
Association, 1946), 33-51.
Nuevo Testamento
11
La última seña de adviento: interpretación
en Mateo 24:30
Dr. Roberto Badenas

E l sermón del monte de los olivos, contiene la mayor parte de las profecías
de Jesús acerca de las señales de su segunda venida. Este discurso apocalíp-
tico1 aparece transcrito en términos similares en los tres evangelios sinópticos,
pero la versión de Mateo contiene algunos detalles peculiares que merecen es-
pecial atención. Este estudio trata de uno de ellos, concretamente del anuncio
de la enigmática “señal del Hijo del Hombre en el cielo” (Mt 24:30a) justo antes
de su segunda venida.
X$
  
#?   
Algunos la interpretan en un sentido simbólico,2 

+ $-
?`
&

–
 

Como las interpretaciones de ese prodigio suelen plantear más problemas
de los que resuelven, el presente trabajo se propone examinarlas una vez más,

   +  


  $
práctico para el lector contemporáneo, desde una perspectiva adventista.

Observaciones exegéticas
La primera observación que se desprende del texto es que la mención de
este signo sólo se encuentra en el primer evangelio. Los demás sinópticos, aun-
que reproducen casi en términos idénticos la primera parte del sermón, no
 ?–} 

 
=&# 
 

los discípulos, ya que el discurso de Jesús parece responder a su pregunta espe-
$ *
* *
*`  ‹ ‡•›¢“
‹„¢›•“<‡„›Š|
 
# 

 &
` 
#‹ 

  –}?
pregunta.

1
Véase David C. Sim, Apocalyptic Eschatology, The Gospel of MatthewWO%W‹
 ?W

88 (Cambridge: University Press, 1996), 150-169.
2
Alistas J. Wilson, When Will These Things Happen? A Study of Jesus as Judge in Matthew 21-25
> 
 
‰&‹
‡””•„†Ž„Š
190 ;   
  <


La particularidad de esta frase no reside en su vocabulario, ya que los tér-


minos utilizados son bastante frecuentes en la Biblia. Tanto “señal” (semeion),
 ? huios ?&
 anthropos) o “cielo” (ouranos) son términos co-
munes en los evangelios.1
 '?&
 `
cielo” se dan con relativa frecuencia en los sinópticos. Pero la frase “la señal del
'?&


 
W

 '?&
 `  
importante en el evangelio de Mateo, observaremos primero el uso y sentido
?
&$ 
 
comprender mejor la profecía formulada en Mt 24:30.

El “Hijo del hombre”


La expresión griega ho huios tou anthropou traduce literalmente la aramea bar
enaša.2 Se trata de uno de los títulos que los evangelios usan más frecuente-
mente para referirse a Jesús, y es el que utiliza más a menudo para designarse a
sí mismo3?? 
##
&–} 
O%   –„‡›¢•'?Š›†
En el Antiguo Testamento, la expresión Hijo del hombre suele referirse sim-
 ?&

?4W#Š›„¢Ž„• 
-

‹+ + < $# ''&
=
con el Mesías está claramente establecida en la literatura apocalíptica judía.5
>
?  +  + 
  
*-
neos de Jesús, el sentido que Jesús le otorga,6 a pesar de que “parece evidente
–}
+?# 
 $
connotaciones que podía contener para sus oyentes”.7
X‹ ‡†›†•–} _ 

$
=
 +  '?&

?&Š›„¢Ž„•› 
=

1
Kim Ki Kou, The Signs Of The Parousia: A Diachronic And Comparative Study Of The Apocalyptic
Vocabulary of Matthew 24:27-31 >?
 @
‘
 ‰

W

‹?„……•
2
‰
Ž@
 ŽJ
?ŽŸ
A Greek-English Lexikon of the NT and Other Early Christian
Literature |?›‘
 >
„…Š…’¢“ ||  huios tou anthropou”, Theological
Dictionary of the New Testament %O%J
?
¤ J
‰
J
?

€

?„” J
{ ‹›X
„…†•Ž„…Š†’›•””Ž•ŠŠ
3
 X  +  
 †›‹ ’›‡”“„‡›’¢‡•”“„¢›¢Š•„“„†›„¢‡Š‡’“
„Š›…‡‡“„’›„„“„…›‡’“‡”›„’‡’“‡•›‡Š¢”¢Š••“‡›„¢¢„ 
4
 O‡¢›„…“W„••›¢“
 X_ ??&
…”&

&
›X_‡›„¢†’“¢›„¢• 
5
 <

*
 *X•†›„Ž’“•’›‡“†‡›Ž„•“†¢“„„“†…›‡†Ž‡…“Š”›„“Š„›„Ž
„ŠW    

–}=‹‰ŸThe Book of Enoch
or I EnochW‘%>Š <›‰
„…’
6

@–€
?The Apocalyptic Son of Man in Daniel 7 @
‘
 >?
 
@
‘
 ‰

W
‹?„…Š…
Š
G. E. Ladd, A Theology of the New Testament J
{ ‹›X
„…Š•„•Š
Nuevo Testamento 191

??&
 
?&
 ‡•›¢”“‡›¢„“„†›‡Š>



# '
?&

$

 –}?
#
 
$
 
 ‹ 
„Š›„‡“…‡‡“’›‡” X ?& 
1
>

W
–_–} 
?&




+ +  '?&
_ ‹+
 ? +  + 
 


 
   
 
$-
guras mesiánicas que parecían inconciliables:2 el Siervo Sufriente (de naturaleza
?   Hijo del hombre daniélico (de naturaleza celestial), asociando así

 
$#3 Así como los “Santos del Altísimo” íntimamente
  '  ?&
   Š›„’ ‡‡ ‡Ž‡Š  # 
{ =?&
  
#–} '?&

&=
+
$ =



X   
más sobresalientes del “misterio del Reino”4 según Mateo.

La señal
El termino semeion 
•ŠW$

 `$
#
 5 En la Septua-
 ? =
$
„‡ ’
?&
¦ôt,
 $ &=  
 
+  
&6 No obstante, y
según el contexto, semeion toma connotaciones más amplias en el NT, incluyen-
do los sentidos de “signo, marca distintiva, gage, indicador, enseña, maravilla,
milagro, portento o evento contrario al curso de la naturaleza o nunca visto
anteriormente”.7
El evangelio de Mateo recoge tres ocasiones en las que se le pide a Jesús una
señal. Están presentadas en una secuencia que parece progresiva:
1. La primera vez (Mt 12:38-39), los fariseos piden a Jesús una señal sin
 $
   
_ X   #  
 #    
› <
judíos piden señales” recuerda Pablo en 1Co 1:22. El Antiguo Testamento

1
 |–¢›„•“†›¢“„‡›‡¢Ž¢•“ 
2
La literatura sobre este tema es muy abundante. X* '‹
? %?
Son of Man in Contemporary Debate”, Evangelical Quarterly•‡§‡ „…Š”›†ŠŽ’Š
3
 %
 %?W ‹
   ?>
New Testament Essays,
<›X 
?>
„…Š”„„…Ž„‡†…›‡† 
‹+&


y morir.
4
François Martin, “<$¦?›? 
‡• ‡¦=
‹ ?”, Lumière et Vie¢„§„†” „…’‡›†„ŽŠŠ
5
K. H. Rengstorf, “semeion”Ÿ %O%Š›219, (cf. 209-221).
6
Bauer et al., A Greek English Lexikon of the NT |?›‘
 >
„…ŠŠŽŠ†
Š
H. G. Liddle y R. Scott, A Greek English Lexikon, vol. II (Oxford: Clarendon Press, 1940),
1593.
192 ;   
  <


 +  &+


`
  

$

su autoridad (Dt 13:1-2), antes de poder creer en ellos. Pedir una señal era
una práctica común en tiempos bíblicos,1 y siguió siéndolo durante el periodo
rabínico.2@+  
`
+ƒ?  Ž

?
# 3 La señal pedida a Jesús

  
 +     
 
$
 
 4 Pero las
señales dadas por Jesús no fueron aceptadas.
2. La segunda vez –según Mateo- son los saduceos y los fariseos juntos
 –}`  ?& 
< una
señal del cielo (Mt 16:1-4). Quieren una prueba irrefutable de que es el Mesías.
>
–}
   #
 

?› X 
#
  
 `“ 
  
* `–*
„†›• >
–* 
+
 _+?
?&
 
*
+
? 

 „‡›•”‹
’›„‡“<„„›‡… <`–* 
–} 
alusión a su propia muerte y resurrección, del mismo modo que la “destrucción
y reconstrucción” del templo (citada en Jn 2:19-22) constituía una referencia a
 #
$#X 
 
 `&&
los detractores de Jesús. Sus propios discípulos tampoco comprendieron su

  ? ?* 

¢< 

  #`

 
‹ ?

los discípulos inmediatamente antes del sermón apocalíptico (Mt 24:3, cf. Mc
„¢›•<‡„›ŠX
  
la señal precisa que anunciará el regreso del
Mesías en su reino glorioso. Y éste es el asunto que nos ocupa. Precisamente
en Mt 24:30 Jesús da la señal que responde explícitamente a la pregunta de los
discípulos al principio del pasaje.
?
   
+&
 `'
?&


# #

El contexto literario de la declaración sobre la señal


<
&
 `'?&


-
texto preciso del discurso del Monte de los Olivos. “La repetición de la expre-
sión clave – ‘la señal ¦ƒ  
 $W
#



1
|„{„’›¢’“‡{„›„” “Š›„”Ž„•“‡|¢‡›‡•“„W‡›¢”Ž¢•“„”›„Ž… 
2
Babylonian TalmudW?
…’“‰&‹_?…&= 
*

'<W
Ÿ
 > ‰
&Ÿ Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrash, vol.  ‹?›
ZŸ
‰Ÿ„…‡‡…†Ž……
3
Martin, “<   $  ¦?›   ? 
 ‡•   ‡  ¦= 
‹ ?”,†„ŽŠŠ
4
Z <  %?
W
' ‹Ÿ’›„„Ž„‡ 
Studia Theologica
XIX (1965): 112-129.
Nuevo Testamento 193

una especie de inclusión literaria la primera mitad del discurso de Jesús.”1 Los tres
sinópticos presentan este discurso como la respuesta de Jesús a la pregunta de
los discípulos, registrada por todos ellos en términos casi idénticos:2
‹ ‡•›¢ [|*
**
*`$
mundo?
Mt 13:4 ¿Cuándo sucederá eso y cuál será la señal de que todo está a punto de
 
‚ <‡„›Š
En Marcos y Lucas la pregunta parece referirse a la destrucción del templo
 
  $     X ‹  
  



 

 
 
? 

+›
1. El tiempo de la destrucción del templo (“¿Cuándo sucederá eso?”).
2. La señal precursora de la “parousia”.
¢X$ * $ parousia”).
La pregunta puede apuntar tanto a un acontecimiento único como a una
serie de eventos ya que la destrucción del templo, la parousia$
se esperaban juntos, pero la respuesta de Jesús deja suponer un periodo inde-
terminado entre la destrucción del templo y el regreso del Mesías.3
Jesús menciona en su respuesta la destrucción de Jerusalén y las calamida-
`
$# 
  -
dad, de modo que resulta difícil separar unas de otras. La compleja estructura

#? 
 
= midrás
sobre las profecías apocalípticas de Daniel.4 Como ocurre en el midrás, las refe-
rencias a los textos bíblicos son más bien alusiones, lo que resulta en una expo-
sición difícil de seguir para los no iniciados, en la que la secuencia expositiva no
coincide necesariamente con la secuencia temporal aparente.5
< 
 
# 
&? 
+

?
#

#
+¢”
-
to del discurso.
En primer lugar, el sermón se presenta como la respuesta de Jesús a la pre-
 + 

#    $

1
€

Ÿ‰

Matthew: A Commentary. Vol. 2: The Churchbook, Matthew 13-28 (Grand
Rapids: Eerdmans, 1990), 510, cf. J. Smit Sibinga, Studia Theologica‡… „…Š›Š’
2
– W The Horizontal Line Synopsis of the Gospels &
› ˜ 
 O
? |

>
„…Š„••
3
J. C. Fenton, Saint Matthew >? ?›˜  
„…†¢¢’‡
 &=%
Jesus and the Future: Understanding Jesus Today (Cambridge: University Press, 1990).
4
M. D. Goulder, Midrash and Lection in Matthew <›W>|¤„…Š••¢†
5
@'
 @  ‹  ?J  ‹ ?›|    
Horizon in Biblical TheologyŠ „…’›¢Ž’‡
194 ;   
  <


ambas asociadas a la venida del Mesías. La estructura del pasaje nos parece ser
la siguiente:1
1. Descripción de los acontecimientos escatológicos (24:1-31) y respuesta
a la triple pregunta del v. 3. Énfasis en las señales de la parousia: (a) respuesta al
 $ •Ž„•“ &
  
#–
= „Ž‡‡“ 
respuesta a la señal de la parousia (23-31).
2. Advertencias y consejos para el tiempo de espera (24:32-25:46). Énfa-
sis en el tiempo de la parousia› 
 
 ?


#“ &
 
*&&
   
 
$_
+
  “ ‘
+&
$  
#
corderos de los cabritos).
Esta estructura muestra que la perícopa 24:29-31 constituye el centro del
sermón. La parte del discurso que la precede presenta la refutación de Jesús a
los conceptos equivocados acerca de la parousia$ ‡•›¢Ž‡’“ 

 = 
 ?

a prevenir actitudes equivocadas durante la espera. La perícopa central contiene
la respuesta concreta a la pregunta de 24:3. 2
La secuencia de las ideas es la siguiente:
1. Los discípulos preguntan por la señal anunciadora de la inminencia de la
parousia (v. 3).
2. Jesús les advierte que no se dejen engañar por falsos profetas y falsas
señales (vs. 4-24).3
3. Jesús anuncia las señales verdaderas según el modelo de las profecías
apocalípticas (vs. 25-29).4
4. Finalmente describe la señal del Hijo del hombre en el cielo, precediendo su
venida.

1
>

 =Ÿ 
¤@& <
? ‹ ?
24-25”, Études Bibliques NT ‡ „…’¢›‡”“˜?, ed., Gospel Perspectives, vol. 4 The
Rediscovery of Jesus’ Eschatological Discourse XZ{›˜  ¬W Ÿ>&‡””¢“–
   <
     › ‹
 „¢“ ‹ ? ‡•Ž‡“ < ‡„ < 
Divina 121 (Paris: Les Editions du Cerf, 1985).
2
 W W&&
 = 

 
‹   ?&+ 
desapercibida. La sección entre los versículos 3 y 30 es una inclusión, y el versículo 30
  }W&+ 
 

+¢¢”?
exactamente 1000 sílabas. Pero es imposible saber a ciencia cierta si esto es una coincidencia
o fue obra deliberada del evangelista (– W W& %? W
 
  ?@  

 ‹ ? ‡•  ‡ Studia Theologica ‡… ¨„…Šª› Š„ŽŠ… | ˜   The
Setting of the Sermon of the Mount¨|&
›‘
 >
„…†•ª
3
Flavio Josefo, en Antiquities„ …ŠŽ…… ? 
+%
``#?
4
 = 
 

&+&X•’›¢“Š‡›„¢„…“Š›¢“’‡›„†„…“IV Esdras 5:51-
›„¢“†›„‡Ž‡•“’›†¢Ž…›„‡“Jubileos‡¢›„¢Ž‡“W&Z
¢’“†¢¢“Š…†“„‡“Asunción de
Moisés’›„“„”›“„„Bar.‡Ž‡Š“¢‡›„“•’›¢‡“Š”›‡“Apoc. de Abrahán 29f.
Nuevo Testamento 195

La expresión temporal “entonces” (kai tote) se repite dos veces en un solo



+ ‹  ‡•›¢”    


 

 
  ?  
+
  
$
&
 -
tracciones del parto se aceleran. El antiguo mundo se acaba: una nueva era está
a punto de nacer”.1
El resto del versículo “todas las tribus de la tierra se lamentarán” (Mt 24:30
&?


 › -
esperación o como un lamento de arrepentimiento. Así pues, para algunos la
señal representa “la última oportunidad de conversión”.2 Pero otros observan,
con razón, que “el peso del contexto sugiere que la última oportunidad de la
? ahora, antes de que llegue la catástrofe”3$
tiempos, ante la segunda venida de Cristo.
@?

 
  

 &
= `
'?&
#&
+ 


Interpretaciones
< `‹ ‡•›¢”?


autores.4>
 
  

 ?&

un número creciente de comentaristas contemporáneos evitan pronunciarse
por ninguna de las interpretaciones disponibles.5 La mayoría de intérpretes ven
en esta señal una referencia a la Parousia, es decir, a la segunda venida de Cristo.
Pero ni siquiera esta opinión es compartida por todos.

Interpretación simbólica
O 

‹ ‡•›¢”'?&
-
sión al misterioso personaje (bar enašŠ›„¢6 Sin embargo, algunos7 ven

# 
?

+‡…¢”   -
ces” del v. 30 con el inmediatamente después” de la caída de Jerusalén (v. 29).8
Su argumento es que el lenguaje apocalíptico del pasaje debe ser interpretado

1
Bruner, Matthew : A Commentary…, 510.
2
Véase por ejemplo Rengstorf, “semeion”, TDNTŠ›‡¢†Ž‡¢’%
# 

3
Bruner, Matthew : A Commentary…, 511.
4
@–‰' %?W  ?W ‹ ‹ ££¢”New Testament Studies 9
(1962-63): 380-382.
5
Donald A. Hagner, Matthew 14-28, Word Biblical Commentary, vol. 33b (Dallas: Word, 1995),
Š„¢Ž„•“  X J
 Reading Matthew: A Literary and Theological Commentary (Macon:
W ?¬'‡””„‡¢’Ž‡¢…
6
Douglas R. A. Hare, The Son of Man Tradition @&
€

„……„„Š”&=

_
  ‹ Š›„¢<££
Š
Véase especialmente A. I. Wilson, When Will These Things Happen?..., 156-158.
8
–˜˜?Christ and the Bible 
J
›>„…Š¢†’
196 ;   
  <


$
Š›„¢
&#'
?&
 
Parousia.1 En ese sentido, Caird comenta
que,
'?&
& @

&
_#W?$

_#
se trata de un paso del cielo a la tierra, sino de la tierra al cielo, de modo que no
se trata aquí de la Parousia%$
# *  
demasiado literal, no reconociendo que toda esta escena es simbólica”.2
@+  
  
  Š 
_-
&# 
#
* 
? #
 #
@
 
 @'?&
?
-

& 
‹ ‡•›¢”?
+Š 


Jesús recibe algún tipo de vindicación ante “las tribus de la tierra”, “aunque la
 
_
     

* 
$

de la alusión” de modo que resulta necesario interpretar esta sección del texto
$

 #$3

La “señal” referida a la cruz


< $#} ` 
#
_
tiene una larga tradición.4 Se basa en la relación existente en otras declaraciones
de Jesús entre “la señal del Hijo del Hombre” y la “señal de Jonás”,5 clara alusión a




#‹+X<„ŠŽ‡”`* 

–} '?&
?

“–„‡›¢‡Ž¢•`
'?&
 
* “`O–¢›„¢Ž„
es una referencia velada a la cruz.
<`‹ ‡•›¢”?
_  
argumentos: Mt 24:30 asocia dos referencias al Antiguo Testamento: una a
 
+ „‡›„”Ž„‡   
   Š›„¢ {    


 
@  „›Š 


<
 
lo traspasaron”, que viene de Zacarías 12:12, y que se repite en Apocalipsis
„›Š 
?&
&  ‹ ‡•›¢” 
 ` 
declaración una referencia a la pasión y otra a la exaltación apocalíptica del Hijo
?&
W}  

 #`
+




1
R. T. France, The Gospel of MatthewO 
 | 
 ?O%  
J
{ ›X
‡””Š¢••Ž¢•
2
G.B. Caird, New Testament Theology Z
›|
„……•¢ŠŠ
3
Wilson, When Will These Things Happen?„Š
4
Didache 16.6, en Ancient Christian Writers
–@¤ † ˜  
›O>

„…•’“ X '? Der Weg Jesu. Eine Erklärung des Markusevangeliums und der kanonischen
Parallelen ‰
›%È „…††••“˜|@A Critical and Exegetical
Commentary on the Gospel according to Saint Matthew 19-28, International Critical Commentary,
¢ O—
Ÿ¸<›|  
 >&?J
 ‡””•¢†”
5
{@X
 %?W –?Studies in Biblical Theology„„§„’ „…Š”›‡¢
Nuevo Testamento „…Š

|
 ?+
+   

 
 |‡%‡›¢’“„…Ž¢ŠW&
 &&+& 

de la iglesia interpretaron la señal de Mt 24:30 como la aparición de la cruz
precediendo la venida de Cristo,1 e incluso la aparición de Cristo con los brazos
extendidos sobre la cruz.2 Así, el Apocalipsis de Pedro„•?
–} 
sus discípulos: “Volveré en gloria con mi cruz precediéndome”. Y Jerónimo,
 
&
‹ ‡•›¢$
› ‘` 
#›

cruz de Cristo.3
La aparición de la cruz en la parousia ?    

 #


para esta profecía en las tradiciones católica y ortodoxa,4 que mantienen que
un evento similar intervino en la famosa visión de Constantino5 y en la que
convirtió a Agustín.6
A pesar de los interesantes argumentos invocados en favor de esta
 

 #  ?  &   
  $

  –}
se refería a la cruz como última señal precursora de su regreso. A pesar del

&*  
* 
     

 #   ? } *  
al intentar visualizar de qué modo una cruz podría materializarse en el
 
 
    –} 
    &=  ?
adoptado,7 aunque no todos le dan un carácter literal. Incluso R. Bultmann, que

1
 @
   +
_


 –} |‹ ‡”›¢”“
<Ÿ‡„›‡Š“{„›Š“„…›¢ŠVer L. Sabourin, Il Vangelo de Matteo {“   > 
„…Š† …•” En contra, A.W. Argyle, The Gospel according to Matthew %? |&
 ‰&
| 
 |&
›‘
 >
„…†¢„’› %?  ?


|?
  ?
 %?
&

 „„„‡›­%??

  ? ¦˜? 
 ?‹ & 
 
  ?
?‹? ? ? 
& ??&
2
Epistle of Barnabas, 12:2-5.
3
>
&  
|?
  –
In Mattheo, 24:30, en Patrología Latina,
–‹¨>
›‹X 
„’Šª



Epistula of Apostolorum
16 y Gospel of Peter, 39, en New Testament Apocrypha, X'Ÿ˜W??


{‹<˜ >? ?›˜  
>
„…†¢„‡¢„Š…Ž„’Š“Ascension
of Isaiah, iv, 14, en Ascension of Isaiah
{'|?
 <›‰Ÿ„…””
4
W. Bousset, Die Offenbarung Johannis JÈ › O?
Ÿ „…†† „…”“ A. J. B. Higgins,
%?W  ?W ‹ ‹ ¢”New Testament Studies 9 (1963): 380-382.
5
Eusebius, Hist. Eccl. ix, 9, 2 en Church History. From Nicene and Post Nicene Fathers>W? 
'˜
@|‹J
„ ‰O—›|?
 < 
 
>&?|
1890). (cf. Panegyr. ix, 4).
6
Confessions, viii, 12, en Logos Virtual Library Catalogue. Saint Augustine (354-430). Confessions,

 – J >Ÿ “  &  ? ›¸¸&


¸ ¸¸
”’„‡? “ 
   … &
‡”„‡
Š
˜ € @&
?   | W ‹ Matthew %? @?
 ‰& O —
Ÿ› & „…Š„
‡…Š“J|‰
Ÿ
The Return of Christ J
{ ‹›X
„…Š‡„†Š“'
N. Ridderbos, Matthew ‰& W  ¦ | 
 { {
 <&

 J

{ ‹› 
„…’Š„†’Ž„Š‡
198 ;   
  <


desmitologiza casi cada frase del Nuevo Testamento, explica Mt 24:30 como

#+ $+$
_1

La traducción de semeion como “estandarte”


@ 
 
?_?& 
#semeion por “se-
`
$


 
  
2 o un término sinónimo, en base
a los siguientes argumentos:
A. La referencia a la trompeta en el v. 31.
<


  ¢„? 

semeion
por “estandarte” o “insignia”, viendo en esas dos referencias paralelas un sim-
bolismo de guerra. Este argumento se apoya en los siguientes indicios:
1. La bandera y la trompeta son dos símbolos clásicos para referirse a una
alarma militar, tanto en el Antiguo Testamento3 como en la literatura rabínica.4
La oración Smoneh ´Esreh5 +› W
  
&
#“
levanta la bandera que reúne a los exiliados, y congréganos de los cuatro cabos
de la tierra”.
2. El estandarte y la trompeta, asociados a menudo con la reunión escato-
lógica del pueblo de Dios disperso por el mundo, parecen cuadrar bien con el
contexto de este pasaje. Mt 24:31 dice: “Y al sonido de la gran trompeta man-
dará a sus ángeles y reunirá de los cuatro vientos a los elegidos, de un extremo

 „„›„‡“•…›‡‡“‡Š›„¢
3. En la LXX, la palabra semeion$ &
  

u otros términos similares.6 La misma terminología aparece en 1Ts 4:16 y otros
textos apocalípticos de los primeros cristianos.7
Así pues, para los partidarios de esta interpretación “lo más probable es que
`'?&
` 
 
ƒ
­

1
{‰  O%  ‹ ?Kerygma and Myth{‰  O
—
Ÿ›'

¬{„…†„¢
2
%€J %?X  ?W ‹ ‹ ¢”Journal of Theological Studies 15
„…†•›‡……Ž¢””%? ? 

   WApocalyptic Eschatology in The
Gospel of Matthew,WO%W‹
 ?W
’’ |&
›‘
 >
„……†„”•Ž„”’
3
„’›¢“–
†›„“„›‡Š“•›‡„
4
Psalms of Sol„¢“„‹¢Ž•
5
 %
 
 W W
   
  
 @&
? Authorized Daily Prayer Book,
<›X
W  „…„••’
 &= 
# 


año nuevo”, ibíd., 253-254.
6
 X =
?&
nes. 
„„›„‡“„¢›‡“¢¢›‡¢“–
„›„‡“O‡„›’…“W†”›•“›‡†“
¢”›„Š“†‡›„”“†…›‡‡
Š
Didache…›•“„”›“Sybilline Oracles„Š• Tes. Napht. 6).
Nuevo Testamento 199

&
{¦1¶'?&

? =2
Pero esta interpretación plantea serios problemas:
a. En el Nuevo Testamento no existe ni un solo pasaje en que semeion sig-
$  
@
  
 ‹ ‡•›¢ =
semeion
$
  `?
_# 


 
  -
darte” en el versículo 30.
b. Aún en el caso en que Mateo diese a semeion el sentido de “estandarte” en
‡•›¢” $#
+ &  #
&#
X?&
+ 
= 
 ? 

Cambiar la palabra “señal” por “estandarte” no resuelve la cuestión de la iden-
tidad del fenómeno, sea cual fuere el nombre que se le dé. En este sentido me-

 
 
+
XW?_
›3 “Mateo no piensa
probablemente en términos de banderas visibles ni de trompetas audibles en
  
  
$
como un ejército liberador a una nación al borde del desastre”.
B. Un paralelo de la “señal” en el v. 15
Otros proponen una interpretación similar a la anterior basándose en una

 „

 W}?
 
versículo 15 debería ser reconstruido del modo siguiente: hotan de idete to semeion
tou bdelygmatos pheugete eis to oros [“Cuando veáis la señal (en el sentido de “insig-
&#? `ªX
 &
término semeion ?&
nes
?&  > 


 

 

$ 


lo que constituía un abominable signo de paganismo para los judíos creyentes.4
W   
<‡„›‡” $ &#
destrucción de Jerusalén, la “señal” de esta calamidad tendría que estar relacio-
=
 
_?–
=X `
+

  ?

@+  `'
?&

+_# 
 &
anunciador de destrucción para los impíos. En ese sentido, Beasley-Murray
comenta lo siguiente:5
Si nuestra interpretación de Mc 13:14 (Mt 24:15) es correcta, la mención
del semeion aquí sería sumamente apropiada en respuesta a la pregunta de los

1
D. A. Carson, Matthew %? X  
¦ ‰& | 
  ? ? O  
 
Version (Grand Rapids: Zondervan, 1995), 2:505.
2
Sim, Apocalyptic Eschatology..., 104-108.
3
XW?_
The Good News According to Matthew @  ›–?¤>
„…Š•Ž•†
4
Ver Flavio Josefo, Antigüedades de los judíos’¢„“„’¢5, en Loeb Classical Library, 6:156-
¢„¢ |&
‹@›'

‘
 >
„…¢Š| XJ˜? The Great Controversy
‹ |@›>$>
>&?@ „…”¢”“The Desires of Ages
‹ |@›>$>
>&?@ „…•”†¢”
5
G. R. Beasley-Murray, Jesus and the Future. An examination of Mk 13 (London: McMillan,
1954), 259-260.
200 ;   
  <


discípulos, “Cuando ocurrirán estas cosas, y cuál será la señal?” Jesús da dos se-
ñales: la semeion como insignia del ejército invasor, señalando la destrucción de
“semeion`'?&

#
de su pueblo. La semeion'?&
$
&& 

W?Ÿ?
 
 
  +shiquts
o semeion de los romanos.
Antes de aceptar plenamente esta interesante interpretación, se necesita, sin
&
 
$


  

La “señal” comprendida como un fenómeno luminoso


Algunas de las interpretaciones más antiguas asocian la última señal anun-
ciadora de la segunda venida de Cristo a una luz brillante, u otro fenómeno
luminoso de carácter cósmico. Una tradición citada por Lactancio, dice que:
“de pronto una espada (¿de luz?) caerá del cielo, para que los justos sepan que
? 
 *  &
1 En los Oráculos Sibilinos
?&`
 › ‘` 
 
  
al salir el sol”,2 y “una gran estrella caerá del cielo en el terrible mar salado y
&

*? 
=3 En el Libro de Clemente, la señal
 $
4
Parece innegable que estas interpretaciones que dan a la señal una natu-
raleza cósmica tienen raíces judías. En escritos rabínicos la venida del Mesías
también se describe precedida por una gran luz: “El Único Santo, bendito sea,
encenderá la luz del Mesías rey de Israel, cuando las naciones de la tierra estén

 & 
?
*_‹+5 Aunque
esta imagen tiene sus raíces en la apocalíptica judía, es difícil probar que esta
tradición sea anterior a Mateo6, y que tuviese que ser entendida en sentido lit-
eral y no alegórico.
Diversos comentaristas modernos también ven en la última señal una “gran
luz” del cielo que anuncia la venida inminente de Cristo. Así, Beare propone
una estrella o “cualquier otra manifestación especial en el cielo, como por ejem-
plo, un cometa”,7  '
Ÿ ?& 
  _   8
1
Lactantius, MP, vii, 19, (645, 8).
2
Sybilline Oracles„Š‡
3
ybilline Oracles, xiv, 158 (cf. v, 158).
4
Clement, 81, 21.
5
Pesikta Rabbati, 36, en Pisikta Rabbati: Discourses for feasts, fasts, and special Sabbaths, Yale Judaica
W
£‡ O'¸<›—‘
 >
„…†’‡›†’‡Ž†’¢
6

*


&+'
<W
Ÿ>‰
&ŸKommentar zur Neuen
Testament aus Talmud und Midrasch, vol. „ ‹?›‰Ÿ„…‡‡…•Ž…†
Š
€
˜
? ‰
The Gospel according to Matthew Z
›‰‰Ÿ¸W€
›
'

¬{„…’„•Š„
8
˜ '
Ÿ Exposition of the Gospel according to Matthew O %   | 

J
{ ›‰Ÿ
'„…Š¢’†•
Nuevo Testamento 201


<Ÿ
& _
  &

  
+*

?`'?&

vendrá”.1
Algunos, basándose en Jn 1:51 comprenden esta luz como: “una abertura
en el cielo” (“Y veréis el cielo abierto y los ángeles de Dios subiendo y bajando
'?&
œ  

*  

 -
ciones, ya mencionada en la Didajé. “Y entonces aparecerán las señales de la

›

`&

“ `


  “ 




#
³€ 
verá al Señor, bajando en las nubes del cielo”.2
E. Massaux explica la última señal en términos similares: “La señal del Hijo
?&
&

&
–_3
Y Filson se pregunta si la señal prometida en el cielo, de donde regresa el Hijo
?&

* &
 _
 4.
Así pues, se observa que la mayoría entiende esta señal como un evento
cósmico luminoso y terrible ya que provoca el lamento de todos los pueblos de
 

>
??* $





<
#  
§  
¨   
“Hijo del hombre”
La explicación de la señal como la propia venida de Cristo se basa en una
variante sintáctica permitida por la lengua griega. Esta permite, en efecto, la
posibilidad de que la frase tou huiou tou anthropou pueda entenderse como un ge-
 &  `'?&
 
aposicional, complemento epexegético de to semeion (“la señal que es el Hijo del
?&
X }  
 

 
?&& 
   
 $`
 |
 5
Entonces, cuando el caos y el terror parecen prevalecer, entonces aparecerá la
señal, que no es otra cosa que el propio Hijo del hombre ’›‡”“  „‡›¢’Ž•”
La señal–} 

?&<señal–}
$

1
{?
|'<ŸThe Interpretation of St. Matthew’s Gospel |&›˜
&
?>

1956), 948.
2
Didache 16:6-8.
3
E. Massaux}    ¤!
  ™
 (Gembloux: Duculot, 1950), 636.
4
F. V. Filson, The Gospel according to St. Matthew O—
Ÿ›'

„…†”‡•„Ž‡•‡
5
 X 
   # 
–<&
?  %?>

›
Composition and Content in Mt xxiv-xxv”, en L’évangile selon Matthieu: Rédaction et Théologie,
‹
‰X%<‡… J&› „…Š‡¢‡•–?@‰
Commentary on
Matthew (Grand Rapids: Kiegel, 1990), 490. Otros la llaman “Genitivus epexegeticus”, como
–?JŸDas Matthäusevangelium, HTKNT (Freiburg: Herder, 1992), 329-330. Cf. R.
H. Gundry, Matthew: A Commentary on His Literary and Theological Art (Grand Rapids, MI:
X
„…’‡•’’“‰<
Jesus Son of Man: A Fresh Examination of the Son of Man
Sayings in the Gospels (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1984), 128-129.
202 ;   
  <



 ?
 &X
Jesús, ignorado o atendido en los más pequeños (25:31-46). Ese es el Hijo del
hombre, que vuelve y nadie dejará de verlo así.1
W&
 
  
  #?
cuestionada en los siguientes puntos:
a. En primer lugar, la estructura del v. 30 no favorece esta interpretación.
Mateo parece tener en mente tres escenas presentadas en el orden siguiente:
„ X  

*`'?&

2. “Y entonces todas las naciones de la tierra se lamentarán”.
¢ —
*'?&

&
La mención de la partícula temporal tote (“entonces”) en cada frase parece

  

? 2
b. La segunda parte del v. 30 sitúa las lamentaciones de “todas las naciones
de la tierra” en relación directa con la aparición de la señal, pero la venida del
'?&
 
  

 
#`
lamentos.3?+` 
 $
 
 
'?&
4
@*
 + ¢? #

`'?&
@
    
 #› `
*'?&
5 La Nueva
‰&
› <`'?&

W  # $`
 
'?&
#  
    

La señal como “una nube” o “las nubes” con las


que desciende el Hijo del hombre
Esta interpretación coincide a grosso modo 

 $ 
`
 '?&
 
 
 
-
cias. Tiene un sólido apoyo bíblico, ya que casi todas las referencias que Jesús
? Š›„¢„• &
 ‹ ‡•›¢”“‡†›†•“‹„¢›‡†“„•›†‡“@ „›Š@  
-

 #?
 
 
+? 

1
{&
 ' W ? Matthew, @&
 | 
  ? O %   ‹ ›
Augsburg, 1989), 288.
2
See A. H. McNeile, “ToteW ‹ ?Journal of Theological Studies„‡ „…„”Ž„„›„‡ŠŽ„‡’
3
 <  „‡›„”Ž„‡<
_# @ †›„Ž„ŠX
la literatura rabínica Zac 12:10-12 se entiende también en sentido mesiánico (ver jSukka 5:2
¨›&•”ª“–„…›¢Š@ „›Š
4
K. H. Regenstorf, “semeîon%O%Š‡¢†
5
‰
Ž@
 ŽJ
?Greek English LexikonŠ= &=@'
 ‹ ?
14-28”, Word Biblical Commentary¢¢‰ ›˜
‰Ÿ„……Š„¢
Nuevo Testamento 203

&

$ &?

$ › 
* 
#& 
_
?& 
 * 
$  
*
salvos.1 ³ @   &  #  &  
  


liberación de Egipto” .2
En un sentido cercano a éste va la interpretación tradicional adventista: “La
señal que distinguirá el regreso de Cristo de los engaños de los falsos cristos es
la nube de gloria con la que él volverá a esta tierra”.3XJ˜? 
&
escena en los términos siguientes:4
>
 

?
 ?&+ 

& 
  `          ?&
5, que era,
según todos comprendían, la señal del Hijo del hombre. En solemne silencio, con-
templábamos cómo iba acercándose la nubecilla, volviéndose cada vez más es-

? 
#
&& 



parecía fuego. Sobre la nube lucía el arco iris y en torno a ella aleteaban diez
*³X &  
#`'?&

en el cielo.
La nube, según otros pasajes paralelos en los evangelios está formada por
*& ‹ ‡•›¢„“‹„¢›‡Š“‹ „†›‡Š“‡›¢„“<…›‡†
Esta interpretación, por consiguiente, armoniza los cuatros elementos biblicos
que más a menudo describen la parousia, a saber, los “angeles“, “la abertura en
el cielo”, la “luz” y “las nubes”, y en última instancia conecta la propia venida
|
 `
$    
bíblicos dan a conocer sobre el tema.
@$  #
 
_} ` -
+ *  ?
señal será universal, impresionante y reconocida por todos. Su claridad con-
trasta con la oscuridad engañosa de las señales dadas por los falsos profetas.
|??
 } `  -
ditivas del regreso del Señor serán demasiado evidentes como para necesitar
interpretación,6 puesto que serán seguidas inmediatamente por la venida de
Cristo, de la que son inseparables.

1
>?Praem., 29, en Harry A. Wolfson, Philo |&
›‘
 >
„…•Š
165,
2
Wolfson, Philo, •„“ <‹?_>?¦@
Ephemerides Theologicae
Lovanienses 12 (1933): 28-50.
3
 €
O?Seventh-day Adventist Bible Ccommentary
+ 
@ 
‹ Š
 ˜? ›{'
„…Š›”‡
4
 X˜? Primeros Escritos ‹ |@›>& 

„…†‡
„¢|X˜? ! ;     (Florida, Buenos Aires: ACES, 1960), 640,
donde la autora repite esta descripción casi verbatim.
5
La escena recuerda 1R 18:44.
6
‹?J
Matthew for Today: Expository Study of Matthew (Dallas: Word, 1988), 201.
204 ;   
  <


Detengamos nuestra atención antes de concluir en algo más importante que


 
_`

 # $

Implicaciones teológicas
[|* #
+
`'?&

‚Z?
[=
+`
‹ 
 
declaración de Jesús en su último sermón profético?
>
 
|J‹ $
    
 
= 

?}

1 Si eso fuera así,
cabría preguntarnos por qué Mateo y la primera comunidad cristiana consider-

 
#–}
$   
  

conservarla en las Escrituras del Nuevo Testamento.
Para otros, al contrario, esta profecía tiene un contenido doctrinal de su-
prema importancia, ya que según ellos el propósito de esta última señal es



   ? 
  $
$@+@€  

    =
 ›
“El lamento de las naciones (Mt 24:30 b) es un claro movimiento colectivo de


   
# ³%
 ³­ 
 
 

`'?&
¦2
Esta interpretación, que deduce de este pasaje apoyo teológico para la doc-

   # 
   ?  #   
  
`_
X
 

"
 
 #* 
 
# #>
?
que resalta en este discurso es la necesidad urgente de velar y estar preparados
para la parousia antes de que sea demasiado tarde.
En efecto, la idea de que las señales tienen la función de ayudarnos a ser
salvos in extremis es ajena a la Biblia en general y a las enseñanzas de Jesús, so-
bre todo en este sermón. En 24:40-41, Jesús dice que “Dos estarán entonces
trabajando en un campo, el uno será tomado y el otro será dejado. Dos mujeres
 
*“
* 

*— 
el sermón insiste en la importancia de velar para estar listos cuando el Señor
vuelva.
| 
`   ƒ`?-
era necesario el ejercicio constante de nuestra fe y que nos permitiera relegar

 
# 
} ?
–}  #


   
#    
 ‹  „‡›¢…“  < „„›‡… 
??  `
 ? 


1
|J‹ $
The Synoptic Gospels„ <›‹‹„…‡Š‡……
2
A. Feuillet, “<W ?«X? W ‹ ?”, Revue Biblique 56 (1949):
355.
Nuevo Testamento 205

Dios, pretendiendo emanciparse de sus juicios”.1 Esta es la clase de señal que


pedían saduceos y fariseos (Mt 16:1-4), y quizá también los propios discípulos
–} ?
} 
# ‹ ‡•›¢
A lo largo de este discurso el Maestro advierte a sus oyentes a no depender
de señales de este tipo si quieren estar listos cuando la parousia venga.
„>
?&
*`` ‹ ‡•›¢Ž‡•
2. Porque no existe ninguna señal irrefutable e inequívoca anunciando la
{?`

 ‹ 
‡•›ŠŽ„”„‡Ž„•‡„Ž‡…¢‡Ž¢†
3. Y porque cuando aparezca “la última señal”, la señal que querían conocer
los discípulos, será ya demasiado tarde para arrepentirse y poner su vida en

+  ‹ ‡•›¢’Ž„ >
“ 
'
?&

*?
 * ‹ ‡•›••
X?? `parousia vayan juntas es una advertencia de
parte de Jesús de que lo que cuenta, en última instancia, no es tanto conocer las
señales como vivir en comunión espiritual con Dios y ocupados en la misión
?$< 
_

|
 
motor que mantiene la tensión dinámica entre escatología y soteriología, entre
la preparación personal y la misión mundial.2
Todas las parábolas del sermón escatológico subrayan la idea que el Señor

*

`?+
 -
sencia del Maestro se debe estar preparados para su regreso en todo tiempo
(24:43-44), del mejor modo (25:4), usando los talentos a su servicio (25:14-30)
   # ‡›¢„Ž•†
?-
 @ 
    `   ' ?&
 
*  
momento inesperado, que él no considera útil revelar. El leitmotiv del sermón es
“velad”. Este es el propósito último de Mt 24:30 y de todo el discurso.

Conclusión
Resumiendo los resultados de este estudio, se puede decir que el objetivo

 
+
 `'?&




 
_?# -
da como una abertura en el cielo (con lo que eso puede querer decir), como
una luz cósmica, o como una nube cada vez más brillante: ese detalle es de
importancia secundaria. El objetivo de esa declaración es otro. Jesús quería
`
#?* 
 } 3 Del mismo modo que

1
¤ ' { 
 %O% Š›‡¢†“ | Z | %? { 
   |?
   The Early
Church >? ?›˜  
>
„…†„†‡
2
W. D. Davies y D. C. Allison, A Critical and Exegetical Commentary on the Gospel According to Saint
Matthew,|| X&
?›%¬%|
Ÿ„……„›‡•„
3
‘
?<_Das Evangelium nach Matthäus ‹ „’Ž‡X¤¤O%„¸¢  µ
?›‰_
„……Š
433-441.
206 ;   
  <


su primera venida no fue anunciada por las señales que la mayoría de los mor-
tales de aquella época esperaba, y del mismo modo que la “señal de Jonás” solo
podría ser entendida después de su gloriosa resurrección, así será en su segunda
venida. Cristo vuelve como juez, como el glorioso Hijo del Hombre anunciado

%
* 
*$

por otra señal alguna. Pero entonces será demasiado tarde para aceptarlo como
Salvador. Para ayudarnos a estar preparados para el último gran evento de la
? 
   ?    >&
 ‹  ‡•Ž‡  ?  $-
cientes indicaciones y orientaciones prácticas para estar listos, y una de las más
importantes es la contenida en la profecía sobre la última señal.
Jesús quiere que estemos informados y sobre todo listos para su regreso.
|`#}  
*& ‹ ‡›¢„Ž•†
$
-
munión con él y compartir su mensaje de gracia en torno nuestro. En ese senti-
?parousia y otros detalles complementarios resultan secundarios.
Lo importante es vivir unidos a Cristo, ocupados en la misión de mostrar a
otros su camino de salvación (Mt 24:14, 28:20) mientras todavía es tiempo. Si
 $ 
_
 

'?&

estaremos listos y nos alegraremos a la vista de la señal de su venida, porque
sabremos que nuestro juez es también nuestro salvador.
12
El nuevo hombre, Imagen de Dios-Col 3: 10
Dr. Enrique Treiyer

Introducción

L a iglesia de Colosas fue probablemente la comunidad cristiana más peque-


`?
&
>&1 Bastó que algunos de sus miem-
bros peligrasen en su fe debido a enseñanzas erróneas para que el apóstol les
enviara un mensaje. El carácter apologético de este escrito explica por qué sus
declaraciones soteriológicas, apoyadas en una poderosa cristología, se encuen-
tran entre las más ricas y las más fuertes del pensamiento paulino y del Nuevo
Testamento.
X
_#$

  =  ?-
&
ƒ?&
2 concentran los principales elementos de la sección dog-
mática de la carta para recalcar las consecuencias existenciales de la salvación
traída por Cristo. El presente trabajo ofrece una lectura de esas formulaciones
antitéticas en el contexto de Colosenses, tomando en cuenta para algunos de-
talles las otras cartas del apóstol de los gentiles. Primeramente se considerará
el contexto, sobre cuya base surgirán los pensamientos clave de esos dos con-
ceptos.

Contexto
Contexto amplio
La razón fundamental de la redacción de Colosenses fue la amenaza de una
corriente religiosa que socavaba tanto la naturaleza como la obra de Cristo,

1
Cf. Norbert Hugedé, L’épître aux Colossiens J&
<&
 €„…†’ŠŽ’
2
Empleadas juntas, esas formulaciones aparecen dos veces en los escritos de Pablo, y esto en
 +   |¢›…Ž„”“X •›‡‡Ž‡•X #  &= 
?&
 
 
 ?&
 {†›†|& 
* =
-
minos kainos y neos usados respectivamente en Efesios y en Colosenses son empleados como
sinónimos (‹
Ÿ ‰
?  '  ‰Ÿ Colossians, @‰ ¢•‰ ¨O —
Ÿ› &
„……•ª•„”Ž•„„
208 ;   
  <


poniendo en peligro la fe de los creyentes. Es por eso que el apóstol declara: “Y


  
` &
 
 ‡›•“ 

`³ ‡›’“ 
  _³ ‡›„†X‡›’
„†Ž‡¢ # 
 
+ ?
+1 Frente a esas
falsas enseñanzas, él establece un cuadro cristológico magistral para sostener

 |@+?
 # „›„Ž‡”

obra creadora de Cristo, su primacía sobre toda la creación y sobre la Iglesia:
|
 ?&     „›„…
X    +      #  $
  |
   
 
?&+   
?
?
  ³ „›‡†“‡›‡Ž¢Xmisterio encaja dentro de
$ 
#› |
 
 
_
 „›‡Š
X& $
 # ?
*


-
_ 
#O |
  ?& 

   -
tud de la divinidad” (2:9), sino que, además, en su vida presente, el creyente ya
participa de esa plenitud (2:10).2 ¿Cómo entender esto? Mediante su bautismo,
 
  ?     muerte y a la resurrección de Cristo (2:11-13).
Los colosenses podían regocijarse: su pagaré o reconocimiento de deuda?&+
clavado en la cruz: en adelante, estaban asociados a la victoria de Cristo sobre
   &
  
  ‡›„¢Ž„ X ?&+  &
  
potestad de las tinieblas” y trasladados “al reino de su amado Hijo” (1:12-14).
@

 &
$  $
  = ‡›Š 
 
 

|
 &_ „›„’“‡›„…3

1
 <
 + $  
 



enseñanzas. J ?
••? # 
 
   
  –?–
J ?
, St. Paul’s Opponents and their Background - A Study of Apocalyptic and Jewish Sectarian
Teachings. Supplements Novum Testamentum¢¨<›‰
„…Š¢ª¢Ž•X+ }
     |  +  ?
+  
 



teológicos y prácticos. Los desvíos teológicos socavaban la fe en Cristo y en su obra, apoyán-

#?&
&

  ‡›’
probablemente estaban ligados al “culto de los ángeles” (2:18). Esas extravagancias teológi-


&
*   
$
 #
y a los tiempos sagrados (2:16) observados, no en relación con Cristo o siguiendo las pre-
scripciones de la Ley (ese sustantivo ni siquiera aparece en la epístola), sino en relación con el
 * ‡›„’
?
?
  ‡›’‡„Ž‡¢
"   
`
#  @ 
O%   X
<?, Colossians and Philemon Hermeneia¨>? ?
€

>
„…Š’ª„‡’Ž„¢”“Joacim JŸ, Der Kolosserbrief, Herders Theologischer Kommentar
zum Neuen Testament¨€
&
'

„…’”ª„†ŠŽ„†… 
2
En ese sentido, el texto griego es elocuente. El sustantivo plêrôma ‡›… 
?&

la “plenitud” de Cristo, es de la misma raíz que el verbo plêroô (“vosotros estáis completos en
él”, 2:10).
3
El uso de las preposiciones para ilustrar la relación del cristiano con Cristo es muy elocuente.
En ese sentido, cf. (a) la preposición en› |
  „›‡’  „›„•“‡›„„Ž„‡ =
‡›†ŽŠ„”“ &
 #sun ‡›„‡Ž„¢‡”“¢›„Ž•
Nuevo Testamento 209

Contexto cercano
Col 3:1-4 es el pasaje de transición entre, por un lado, la sección dogmáti-
ca y apologética de la primera parte de la carta (1:12-2:23) y, por otro lado, la
parénesis cristiana (3:1-4:6).1 Efectivamente, a partir del capítulo 3 aparecen
nuevamente los conceptos soteriológicos fundamentales mencionados en los

+
  


 
 


?

que la iglesia necesitaba con urgencia. Estos dos conceptos provienen de la
perícopa bautismal (2:11-13) que explica la asociación del cristiano a la plenitud
de Cristo (2:9-10). El lado negativo de la “muerte” (3:3) ya fue repetido una
_‡›‡”<?
 
*    

falsos maestros, cosas que pertenecen a la satisfacción o al apetito de la carne
(2:23). Por el contrario, el lado positivo de la “resurrección” (3:1) explica las
implicaciones concretas de la nueva condición de los cristianos gracias a su
nueva relación con Cristo.
Cabe destacar que Col 3:1 comienza con un condicional. La lengua griega
posee varios tipos de condicionales. Precisamente, el empleado en 3:1 (así como
‡›‡”
 ?  = 2 Por el contrario, la frase quiere decir:
 ?&=
 |
 ³W
 
&

  & $ 
vida nueva y dinámica revelada al menos en parte en los versículos siguientes.
En el contexto de la descripción de esta nueva vida, la epístola contiene la
?
# buscar las cosas de arriba, donde Cristo se encuentra sentado a

 ¢›„[|* 
_ ?
#‚>&
$
& &&
|
 › * 
-

 &
$= ‡›Š

|
  ¢›¢‹*} & ?-
  |
 X
&&
$ 

formulación griega ta anô, un neutro plural traducido en general por “las cosas
de arriba”, y que se opone a otra expresión empleada en el versículo siguiente,
ta epi tês gês, “las cosas de la tierra”.
1
P 
Z¦‰
Colossians, Philemon,˜‰|•• ˜%£›˜
‰Ÿ„…’‡„Š•<=Ž
getas no están de acuerdo acerca de la parénesis en Colosenses. Bujard estima que esta
se encuentra en toda la carta (Walter Bujard, Stilanalytische Untersuchungen zum Kolosserbrief
als Beitrag zur Methodik von Sprachvergleichen, W  _
 ‘   O %  
¨JÈ ›?Ÿ¬{
? „…Š¢ª„„’Ž„‡„>


JŸ
 
 
=_‡›‡” JŸ, Der Kolosserbrief³ŠŽ’>
<?

# ¢›„
#? 
= <?, Colossians³„¢‡“
cf. también Hugede, L’épître³„…X <&
 |¢›„
no introduce necesariamente la parénesis: se podría pensar también en los “pues” de 2:16
y 3:5 (H. Lona, Die Eschatologie im Kolosser - und Epheserbrief€
?_
‰&¨˜µ
_&
›
X? 
 
 „…’•ª „Š  „” X +   

  +   |


 =  # `


?

>
 & 

 

 + › 
=
  ?
2
En griego, ei (“si”) seguido de un verbo en el modo indicativo es un condicional que expresa
una certeza (€‰@&

€{?Ÿ , Grammatik des Neutestamentlichen Griechisch
¨JÈ ›?Ÿ¬{
? „…’•ªÏ¢Š‡„
210 ;   
  <


¿Cómo entender estas expresiones antitéticas, “las cosas de arriba” y “las


cosas de la tierra”? ¿Qué designan? ¿Se trata acaso de una devaluación de las

 

 ?+ 


días? ¿Será que Pablo se inspira de un concepto dualista griego, como lo piensa
X
?J
²
‚1 [Z&
*&" 
 
 + -
tica del judaísmo tardío que oponía el mundo celestial, las cosas “de arriba”,
 


 &‚X
  #
"
+
  $+2 colosense que amenazaba a la iglesia local y a la
 # ?
 

 

3
En lugar de tratar de encontrar explicaciones a esas formulaciones antitéti-
cas en la literatura contemporánea del apóstol Pablo, tratemos de descubrir en
la epístola misma los indicios que permitan discernir lo que el apóstol quería
decir. Los versículos siguientes ofrecen la clave. En Col 3:2 Pablo evoca las “co-
sas de la tierra”. Y el v. 5 agrega: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros:

# 
_ 
³
#
“las cosas de la tierra” designa un modo de vida en conformidad con el me-
dio ambiente pagano, que comprende las prácticas promovidas por los falsos
maestros de Colosas. En base a esta constatación, se puede deducir que la fór-
   

&
$
 

en la nueva relación que los colosenses cultivan con Cristo. Es precisamente en
   

  =  ?&
 
?&
 ¢›…Ž„”

Contexto inmediato
< 
  ?&
   ?&
  
  -




¢›Ž„Š4 Mediante una serie de imperativos,5


 
+ $ &


&X 

a los dos conceptos evocados en 3:1-4 se articula todo un desarrollo acerca de
dos modos de vida:

1
X J
²
, “¤ ¢„Ž•  ‰  
  

    ?
  
Zeitschrift für Theologie und Kirche†• „…†Š›„•Ž„Š
2
Col 2:8.
3
En ese sentido, cf. “los rudimentos del mundo” (2:8,20), el “culto de los ángeles” y las “vi-
siones” (2:18).
4
 X
+ >&
 ?$|¢›„’Ž•›„-
tiene el Haustafeln, los consejos acerca del comportamiento en la casa: relación entre esposos,

#
 
?
#
` X ›‡Ž†›… =
en 4:2-6 siguen los últimos consejos generales, antes de terminar con un intercambio de
noticias, saludos y los últimos deseos.
5
 '

 “    ’“  * …“  + „‡ 
Z¦‰
Colossians³„Š
Nuevo Testamento 211

‹?&

  
  *
llamado también “parénesis negativa”1 (3:5-9).
‹?&


 #

 ¢›„”Ž„Š
Como lo muestran las correspondencias de la Tabla 1, esos dos modos de
vida constituyen un eco de lo que el apóstol ya mencionó en Col 1:21-22.

Col 1 : 21-22 |¢›Ž„Š


pote (“en otro tiempo”) pote 
  Š
extranjeros y enemigos catálogo de vicios (v. 5-9)
nuni de ?
 nuni de ?
’
?
³ 


 
 ?  *
 „”Ž„Š
irreprensibles delante de él”
Tabla 1. Los dos modos de vida.

X *
  *
"#-
senses antes de su conversión (cf. 2:13, el estado de “muertos en pecados y en
la incircuncisión de vuestra carne”), mientras que el catálogo de virtudes es el
resultado directo de la nueva vida “en Cristo”. Al centro de cada una de esas
descripciones, el apóstol evoca la intervención de Dios:
„
 
  ?

2 el “catálogo de vicios” se
divide en dos partes comprendiendo cada una sendas listas de cinco vicios:

# 
_ 

 “

& &
? 
& ’3 En-
tre las dos, el apóstol recuerda la reacción de Dios frente a tales desórdenes:
 
    
    &
  ?  &
¢›†[|*& ?

‚@ 
  
#  
   | ?&+  }  
negativo. Temiendo que sus interlocutores se dejen arrastrar nuevamente por

* ?
+>&?
› ?-


  

³ ¢›“ 
?
 &=
  
³ ¢›’
2. La descripción de las “virtudes” se divide también en dos secciones,
pero sin ofrecer una estructura tan precisa. Al interior de ese desarrollo surge

1
Cf. Fritz Zeilinger, Der Estgeborene der Shöpfung – Untersuchungen zur Formalstruktur und Theologie
des Kolosserbriefes ›'

„…Š•†¢
2
Se puede comprender este imperativo como recordando la entrada a la nueva vida “en Cris-

" =

+_{†›„„ 
muertos³
Z¦‰
Colossians³„Š†
3
Las dos listas contienen sustantivos. Por el contrario, en el v. 9, el texto sigue con un verbo
 
 


  ?&
X
_# 

del v. 9 no pertenece a la segunda lista. Sin embargo, ese verbo describe también una actitud
 
  



  
_ ?&

212 ;   
  <


 &
<
 |? 
por Dios”, son “santos y amados” (3:12), lo cual es la antípoda de la ira divina
mencionada en el catálogo de vicios. De modo que la vida del cristiano se

*
 &$


Dios. Esta nueva vida no se detiene en las diferencias de razas, de culturas
ni de clases sociales (3:11). Por el contrario, se inspira de un “catálogo” que
  
›  + ³  
`  

 
&?&
  ¢›„‡— =
el texto agrega una serie de verbos que muestran con mayor precisión aún la
naturaleza de las relaciones dentro de la Iglesia:
W 
*   
  
*   
³ — &

todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de
&


_³W
< &

|
 
&
³— ?=
&
??? &
W`
–}

>
 
= ¢›„¢Ž„Š

La antítesis “viejo hombre” – hombre nuevo”


'& 
     
  
  ?
 
comprender esas dos formulaciones opuestas. ¿Qué quiere decir el apóstol al
?&
 ?&
 ?&
‚> =


 |?&+ 


 
+[#-
tendía la transición entre las dos? En el desarrollo que sigue, se analizará prime-

   ?&
 
 
 = ?&

Sin embargo, antes de considerar esas dos nociones, vale precisar una idea
que se aplica a ambas expresiones. Mediante esos términos antitéticos, Pablo
 
   

 ?
-

? @*
* 
Cristo”. El texto griego declara: “Haced, pues, morir los miembros que están
 

 ¢›< &


?&
 
caso los paganos o los no cristianos en general, sino los “vicios” descritos en
¢›Ž…—# ?&&
?&

-
¢›„”Ž„Š

El viejo hombre
[|#$
 ?&
$palaios, “viejo”? En sus escritos,
Pablo emplea este adjetivo seis veces. Uno de esos usos no tiene ninguna rela-
ción con nuestro pasaje, puesto que se trata del antiguo pacto (2 Co 3:14). Pero

 
$ 
Palaios  
„|›ŠŽ’>&
 

“vieja levadura” que se opone a la nueva masa, sin levadura, concepto ínti-
    |
  
    
$ 
 

Nuevo Testamento 213

Las dos características negativas de la “vieja levadura”, la malicia y la maldad,


 *?&
|¢›Ž…
Los otros tres versículos paulinos que contienen ese término (Ro 6: 61“X 
4: 222 et Col 3: 9) se encuentran sobre un trasfondo común: se trata del viejo
?&
X &
 
 
 + # 

# ?&

&#?&
|
 
X 
 
  `#
 ?&
|¢›…
apekdusamenoi,3
   $    

 # W}  
* 
griega, los participios pueden tener un sentido imperativo,4 razón por la cual
dos traducciones son posibles: (a) un sentido imperativo que prolongaría los
imperativos de los versículos precedentes (“¡despojaos!”), (b) o simplemente el

&
# 
 
  ?& 
A primera vista, se podría pensar que el participio prolonga efectivamente
 
  

›>&?

+ 
-
jen llevar por las costumbres del medio ambiente.5 Sin embargo, dos aspectos
favorecen una lectura que respeta la función primordial de los participios.
En primer lugar, Jean Noel Aletti observa que en Colosenses, cuando
varios participios siguen un imperativo, su función es modal. De modo que
?
# 

 # „
 #
 ¨³ª ‡ ³6 Por
consiguiente, los participios de 3:9-10 deben comprenderse en un sentido

1
Ro 6 : 6. “Sabiendo que nuestro viejo hombre?
$  =X 

+

_# * &  {†›„Ž„•›
$#
?&
 †
  ‡“#& 
 
asociado a la muerte de Cristo (6:3-5,8,11).
2
 X •›‡‡ X  
 
 ?&
 *

`X # ?
 

_* 
  •›„Š  
&•›„’Ž„…
3
Normalmente, el verbo griego duo
$ 

 #›ek 
$

acto de desvestir, y en 

  
W>& _
$ 




# 
?&
 apo y ek), es sin duda para enfatizar con fuerza la
 
 X
$
$=    

 
–&‡…›„•“W„¢‡›…“'„‡›„“„>‡›„“¢›‡„ ‰
?‰ŸColossians, 408-
409).
4
‰&

{?Ÿ Grammatik³Ï•†’‡“–'‹ A Grammar of New
Testament Greek X&
›%¬%|
Ÿ„…’„›„’”Ž„’¢
5
| 
 ‰
?‰ŸColossians, 409-410.
6
 '+  
–O@ ›|‡›†ŽŠ 
 andad, partici-
pios:


 } "<
 } <
 . Col 3:9-10, imperativo no mintáis, participios habiendo
despojado, habiendo revestido. Col 3:12s, imperativo vestíos, participios soportándoos, perdonándoos.
Col 3:16, imperativo more, participios enseñándoos, exhortándoos, cantando. Col 4:2, imperati-
vo perseverad, participios velando, orando. Col 4:5, imperativo andad, participio redimiendo (J. N.
Aletti, Saint Paul, Epître aux Colossiens – Introduction, traduction et commentaire, Etudes Bibliques,
OW=
‡”¨>
+›J& „……¢ªŠ†ŽŠŠ>
 <? 
  
sentido imperativo, pero recuerdan el evento bautismal (<?, Colossians „•„“  >

>Ÿ
Colossians – A Commentary¨>&›'
Ÿ„……„ª„†’Ž„†…
214 ;   
  <


causal, como si Pablo dijera: “no os mintáis los unos a los otros, porque os
?&= ?&
porque?&=
 1
En segundo lugar, mediante esos participios, el apóstol recuerda a sus lec-
tores la experiencia bautismal (2:11-13) que implica una ruptura con relación al
pasado y una nueva experiencia “en Cristo”. En este sentido, el apekdusamenoi
?& ?&
¢›…apekdusis bautis-
mal de 2:11 (el “despojamiento del cuerpo de la carne”), lo que corresponde a la
“muerte” bautismal.
Colocando esos términos en su Sitz im leben, se puede observar que Pablo
sitúa las enseñanzas y las prácticas de los falsos maestros de Colosas al mismo
nivel que la condición anterior y precristiana de sus lectores. En el pasado, ellos
?&+ 

 „›‡„ 
 -

#

 ‡›„¢>
?

 |
#?
   &= 
+

|›  ?&=
|
 
-
  
=³‚ ‡›‡”Ž‡¢“’›
*  &
arraigadas “según Cristo”).

El nuevo hombre
X*
 
 # 
#
 ?&
›-
#& 
 ? ?&
?

 <
 #?&


 
fue a penas evocado en 3:1, donde el apóstol recuerda a sus lectores que ellos
?
 |
   &

#
-
 *+ ?
 &&

las “cosas de arriba” donde Cristo se encuentra sentado a la diestra de Dios.
X
?


$#
 ?&

contexto de Colosenses.
<
 

?&
  
del bautismo, tema presente en 2:11-13. Sin embargo, cabe destacar que esos


+


? 
& @
compararlos con los otros pasajes paulinos que tratan acerca del bautismo, se
&

| # ?*
 

aspectos de esta doctrina. Cabe pues preguntar por qué razón Pablo introdujo
la noción del bautismo. La lectura de los dos versículos precedentes (2:9-10)

€
 _?
+
 | ‡›’
 # ?


 ›|
  ?& 

-
    ‡›…?
plenitud (2:10).2X+  
?
#|
 

1
Murray J. Harris, Colossians & Philemon – Exegetical Guide to the Greek New Testament (Grand
Rapids, MI: Eerdmans, 1991), 150-151.
2
La declaración de 2 P 1:4, “para que por estas llegaseis a ser participantes de la naturaleza
 
# 
 
#|‡›…Ž„”'=
?_#
Nuevo Testamento 215

?&
¢›„” 
   |
  ?
 
|
  ‡›„‡“¢›„
 
' „›„¢
W
_#  
  * 

 &
$  
 ¸&
 |
 
‡›Š% 
 

 #

¢›„„Ž„Š
{$
= revestir?&
 # 

-
# 
 › 
 ¨³ª
 ¢›„”
El participio presente anakainoumenon (“renovando”), indica un proceso cons-
tante.1 Esta declaración contiene una restricción acerca de la noción del acto
de revestir?&
 
  +  &=#
  |
 O
 
    $ 
?&
?& 
_X
 

 ? *  

|
 2
Pablo explica el renuevo mediante dos conceptos que servirán para introducir
 
 #   
   ?&
›   
 3
(epignôsis) y la “imagen del que lo creó”. Esas dos nociones son “la razón de
ser y el objetivo” del renuevo.4 En general, los exegetas están de acuerdo en
considerar que, pese a que no sea una cita explícita, el concepto de la “imagen”
contiene una alusión a Gn 1:26s.5 Pero el otro elemento de la explicación
no es fortuito en el contexto de Col 3:10 y en relación con el contexto del
Génesis. Los tres primeros capítulos del Génesis presentan la creación del
?&
+ 
= & 
conocimiento
?&

  &J‡›„Š“¢›Ž†X&
se puede pues decir que en Col 3:10, el concepto del conocimiento persigue
&$>

?_  



?
+›6 esta poseía “una apariencia de
sabiduría”, pero no servía más que para el apetito de la carne (2:23). Por otro
lado, el apóstol emplea el término “conocimiento” precedido de la preposición

ese lazo entre Colosenses y 2 Pedro (Hugede, L’épître³„Š• _ 


 
&#

_? 
|‡›…Ž„¢
1
 X *‡|•›„†?&?&
 


 anakainoutai)
++“{„‡›‡
 anakainôsis) de la conciencia
Z¦‰
Colossians³„…”
2
Cf. Ef 4: 13.
3
El texto griego dice eis epignôsin, lo cual implica una dinámica que puede ser traducida por “se
va renovando hacia el conocimiento pleno”.
4
HugedeÉ L’épître³„Š
5
Cf. Z¦‰
Colossians³„…„“>PŸ
Colossians³„†…
6
 >
$

  &

|
# =

-
cionados con el conocimiento, sin duda en respuesta a la reivindicación de los falsos maes-

>&?&  
 „›‡†Ž‡Š“‡›‡ &
+ „›‡’“‡›¢  
 
(2:3: el apóstol usa aquí el mismo término epignôsis que en 3:10). Pero él no se contenta con

 &
›  
_› ³ 
_  -
miento, afín de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos
todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (2:2b-3).
216 ;   
  <


epi (“sobre”, “encima de”), para recalcar la superioridad de este conocimiento


 ?
   
  X   

 [
sería el indicio de una alusión ligeramente polémica de Pablo contra sus
opositores?1 El superconocimiento?&
&
&
 


&

&
$|
  
 

capacidad de discernir la voluntad de Dios,2 lo cual es imposible para el viejo
?&
3
Fruto del renuevo, este “superconocimiento” no permanece estéril.4 Por
el contrario, permite la restauración de la “imagen del que lo creó” (3:10)5. El
?
 # + ?&+ _|
 
imagen del Dios invisible (1:15). En él, Dios contempla el arquetipo perfecto
?#
#@*|
 
#

un nuevo comienzo.6 Pero, al mismo tiempo, Cristo es el modelo perfecto en

?&
7 Pablo enfatiza pues que el cristiano vive

 = ›
 & ?-

 
 X $&-
soluto por Cristo, es ofrecida al cristiano. Se trata de todo un programa de vida,
 # ?*&_
  
+
&  ¢›„„Ž„Š~W+ 

‘
+ 

cristiano, desafío para la Iglesia. Necesidad urgente también para este mundo
  
 
#? {’›„…

1
Cf. Hugedé, L’épître³„Š†
2
Hugedé establece una relación entre la imagen y el conocimiento: “la recuperación de la
imagen que tiene por resultado el retorno al conocimiento de Dios, le permitirá llegar a ser
­?&
¦ '=, L’épître³„Š•
3
 X    
 {’›ŠŽ’  

 
 *|
  |„›„‡“‡|¢›
4
 X +    ?* 
# -
tual. En Col 3:10, el conocimiento “pertenece tanto al corazón como al espíritu, está ligado
a la experiencia y su objetivo es la santa voluntad de Dios (Ro 12:2)” (˜'
Ÿ,
New Testament Commentary – Exposition of Colossians and Philemon¨J
{ ‰Ÿ
‰Ÿ
'„…’‡ª„”
5
En una forma análoga, 2 Co 3:18 evoca la transformación “en la misma imagen” gracias al
“descubrimiento” (anakaluptô) de Cristo.
6
 |‡|›„Š“J†›„
Š
André Gounelle expresa en términos elocuentes esta nueva realidad introducida por Cristo.
œ ?&
 
 
# #
la razón, la libertad y el destino, la posesión y la miseria se reúnen y se armonizan”. Después,
 

› ?&



 =


"
&
 
 
$#
una reconciliación de los términos opuestos. En esta perspectiva, no se comprende a Dios al


?&
 
+ 

 # &imago Dei), pero se ve claramente
?&

$
< 

 
 

?&
 @J <¦?Foi et vie’Š
§†¨„…’’ª›¢…
13
La sangre de Cristo y su proyección escatológica

Dr. Juan Carlos Pizarro Rosales

A  
&
     $   #
 
la sangre de Cristo, se observa que los servicios del día de la expiación
  &**|
W`&?
|
 

#$ X

 

la cruz no limpió el santuario celestial en el momento de la muerte del Salva-
dor, sino que proveyó la base sobre la que Cristo, como sumo sacerdote para
?&
 +
 
=
 


#  
universo, restaurando la pureza del santuario celestial y el gobierno de Dios.1
El objetivo de este artículo es examinar los pasajes de Hebreos 10:29 y 9:22
  $ &

#

|
 

|
 

#$ %&=


&$
|
  

 

La sangre de Cristo y el juicio en Heb 10:29


El día de la expiación era un día de juicio.2 La persona que se negaba a

&
 ?+ & 


 & <‡¢›‡…<$
#?

venida de Cristo que funciona como primera sesión,3 es válida en dos sentidos:
(1) En lo que concierne al pecador, no cabe duda de que sus pecados le son

 '&…›‡‡=& 
 
#$$ 
(2) En lo que concierne a Dios y a la vindicación de su carácter, el registro del

1
€
Ÿ ‰ '&
Ÿ   {  |  { 
  Issues in the Book of
Hebrews W
W
‹›‰&{
?   „…’…•›…
2
Véase Juan C. Pizarro, “Hacia una teología de la sangre en la epístola a los Hebreos” (Tesis
Doctoral en Teología, Universidad Adventista del Plata, Libertador San Martín, Entre Ríos,
@
 ‡””•‡•†Ž‡•Š.
3
El juicio previo a la segunda venida de Cristo debiera concebirse como la primera sesión de

 *
$ 

#
que es la ejecutiva y que tiene lugar después del milenio (Ap 20-22).
218 ;   
  <


pecado queda en el santuario celestial como prueba irrebatible de la justicia


 

& ? + & 
recaiga sobre el que lo originó, el diablo (Ap 20:9-15).
En Heb 10:291 se encuentra la expresión ()*  )+) - /:);<( (=:  
> ?@ = (“y tuviera por inmunda la sangre del pacto”), como parte del con-
tenido de una de las admoniciones más serias de las Escrituras en cuanto a
 

& 


?_ 
 =?&

aceptado una vez en las provisiones de su perdón misericordioso.2
La descripción del v. 29 de las razones de condenación, está contenida en


*
 › „   
'“ ‡
  
 

   ¢ ?

 
al Espíritu de gracia”. Aunque las tres cláusulas no son idénticas, se asume que
están inter-relacionadas.
En la segunda cláusula relativa, la frase )+) - /:);<( (“la sangre del
pacto”) es paralela a la que se encuentra en Mt 26:28 y en Mr 14:24 en conexión
con las palabras de Cristo y la institución de la Cena del Señor.3 Por esta razón,
 
&&  + 
$
     X   $#  *
fuertemente ligada al contexto inmediato. El argumento a fortiori usado por el
 
'&
‡’‡… 
 
?_
‹=
?_'4
<
# 
 

  $
 

la sangre del pacto derramada por Cristo, único medio por el cual su pueblo
 $ 
$




}
 
   
$
como todas las bendiciones aparejadas.5
X

  
 ? &} 
partir de la cruz, porque no se puede dar por establecida la responsabilidad del
?&
?   ?
 &>

|
 



_|
?  & 

porque se le ofrece la oportunidad de salvarse, y en caso de no aceptarla, re-
sulta convicto. En el juicio previo a la segunda venida de Cristo, se vindica a

1
=>_

 ' +


³‡‡’Ž‡¢„
2
J<@
?
The Epistle to the Hebrews: A Study Manual J
{ ›‰Ÿ
‰Ÿ
'„…†Š†Š= &=%?¤Z&
? _
 %?
 ˜W
'&
„”›‡†Ž¢…Bibliotheca Sacra 145, nº580 (1988): 410.
3
=>_

 ' +


³„¢•Ž„¢…
4
J
‰?To the Hebrews: Translation, Comment and Conclusions,%?@?
‰&
˜€@&
? O€
¢† J
| O—
Ÿ›&¬| 
„…Š’¢†›„Š‡
5
€

Ÿ€‰
La epístola a los Hebreos, traducido por Marta Márquez de Campanelli y
| ?
€
> J
{ ‹›X
>&?„…Š’‡…‡†”'
algunos eruditos que consideran este pecado de “tener por inmunda la sangre del pacto”

 
X +
 W  =W %  %?X? 
  ?˜
> ?‰Ÿ '&
Grace Theological Journal¢§„¨„…’‡ª›Š†
Nuevo Testamento 219

 ? = 


_|
 
acusaciones de Satanás serán refutadas. Todos comprenderán y estarán de acu-

 


 “ 
 &
alguna por el problema del pecado. Su carácter saldrá inmaculado de la prueba,
&


*$


$  

 )   
" 
En la epístola a los Hebreos se destaca un principio general, repetido fre-
  X
 
 

 
?
remisión” (Heb 9:22). Cuando Adán y Eva pecaron, Dios tomó la iniciativa
al ir en busca de ellos. Ambos, al oír la voz de Dios, se ocultaron. Pero Dios
no los abandonó. Con profunda pena, Dios les describió las consecuencias de
&
$ ?&
+


Sin embargo, aún frente a esta situación absolutamente desesperada, les reveló
 

 +

 
$&
 
muerte (Gn 3:15).
El carácter de Dios revela una combinación especialísima de gracia y justi-
cia, de la voluntad de perdonar y la indisposición a considerar inocente al mal-
vado. Sólo en la persona de Cristo se puede comprender cómo estas cualidades

* 
 


+@?&
 
‰&
anuncia perdón, perdón que se fundamenta en la sangre derramada.
X@ %   # ?+
=

$  # 
 &>
-

'&
 

$

 

de la víctima. Una vida entregada a la muerte es la condición indispensable para
la concesión del perdón. El Antiguo Testamento da expresión tipológica al po-


 
 
 
?
 
   
$ 
 
 

("
  
 en Heb 9:22
El autor de Hebreos introduce la explicación contenida en Heb 9:16-22
     
  |
     ?_

    „
Este párrafo se vincula con los versículos previos por el uso explicativo de A
(“porque”) en el v. 16 y por la partícula deductiva B;@ (“de donde”) en el 18.1
X"
 
 
&
-
  

 $#   '&…›„†„Š

este proceder fue ilustrado en el caso del pacto sinaítico mediado por Moisés
(Heb 9:18-22).

1
Roberto Pereyra, Un comentario exegético de la homilía a los Hebreos, Apuntes de clases (Liberta-

W‹
+X
{+›‘
@  > „……Š„Š
220 ;   
  <


Hay tres problemas que necesitan ser tratados en este pasaje: la fuerza de
()C  D=  la traducción de )E)@(FG) $HI@:.
En la frase ()*F@/ J )K):L? )();)@):()C  D= (“y casi todo
 
$}
, el adverbio F@/MN $ 
*'?„¢›••„…›‡†1???&+
 
representadas por algunas cosas que eran limpiadas con fuego o agua, y no

 œ„…›„”“<„›“O¢„›‡¢Ž‡•2X  #?&+
reportado pureza ceremonial, en cambio, el nuevo pacto les ofrecía limpieza
total por medio de la sangre de Cristo.
La expresión ()C  D= (“según la ley”) tiene una aplicación limitada
sólo a la primera parte de Heb 9:22,   
$}¨

 @ %  ª
œ 

 
 
 
 

 
 
$& 
 


inauguración, al pueblo durante el año (“sus conciencias”, Heb 9:14), y al san-

$` '&…›‡¢
El segundo ()O por consiguiente es adversativo: de acuerdo con la ley, casi
 
$
pero 

 
?
remisión”. Así la segunda parte de Heb 9:22 es un principio general que com-
prende tanto el antiguo como el nuevo culto.3
La declaración ()*F*)E)@(FG)=P  @):HI@: (“y sin derramamien-

?
#4 es la tercera de las tres declaraciones for-
muladas en forma similar para fortalecer la importancia crucial de la sangre

$›

 '&…›Š
& 

la inauguración del antiguo pacto (Heb 9:18) y la sangre es el medio de HI@:
(“remisión”).5 En cada ocasión el autor de Hebreos usa F* en un sentido

  +
#
  ?
remisión”.6
La palabra )E)@(FG) no se encuentra en ninguna otra parte del Nuevo
Testamento,7 y  ?&
  ` 
   
  '&
  

1
 @
?& %? {&
 Imágenes verbales en el Nuevo Testamento: El evangelio según San
Juan y La epístola a los Hebreos, 5 vols., adaptada al castellano por Santiago Escuain (Terrassa,
Barcelona: CLIE, 1990), 5:435.
2
W. Lane, Hebrews 9-13,˜‰|•Š& ›˜
‰Ÿ„……„•Š&›‡•†
3
˜–? $ >
  ?‰Ÿ '&
(Tesis Doctoral en Fie-
+
& ‘
 O?%O„…Š¢¢‡”
4
X
 +?&
 # 
 ?



(Lv 5:11-13). Pero como regla general el ritual levítico exigía derramamiento de sangre para
 # €
O?Comentario Bíblico Adventista (CBA), trad. Víctor Ampuero
‹ Š¨€
‰@
›@|XW„……‡ª
 W

 
¨'&
…›‡‡ªŠ›•Š”
5
–? $ >
  ?‰Ÿ '&
¢‡†
6
Lane, Hebrews 9-13˜‰|•Š&›‡•†
Š
–? $ >
  ?‰Ÿ '&
¢‡„
Nuevo Testamento 221

término completo o amplio para la aplicación de la sangre.1 La palabra está


compuesta por )E) (“sangre”) con J(FQRJ(FS =): (“derramar”, “verter”).2
Esta palabra )E)@(FG) 
   
$
"
sangre como el derramamiento de sangre.3
˜–?  =
 )E)@(FG) según el contexto
&$
 #
4 El carácter de la declaración ()*F*
)E)@(FG)=P  @):HI@: requiere que se dé particular atención al término
HI@: (“remisión”). Alberto Treiyer sostiene que la mejor traducción de HI@:
es “remisión”.5@
 &
 
#?
menudo para traducir HI@:, proviene del latín remittere&$
todavía se mantiene en pie en los idiomas modernos que la usan. Por un lado,
remitir $
 
 
 



o “perdonar”, “alzar la pena”, “eximir” o “liberar de una obligación”.6 Treiyer
expresa que bajo este contexto se entiende que HI@:, en relación con el pecaa-

$
+  
&-
sión de la expiación que, por un lado, quita el pecado del penitente y, por el otro

$
 
 
 
7
< 
'&…›‡‡
 * +$  

efectuado durante el año y no con la inauguración del santuario. Tiene que ver
con una obra de remisión o transferencia al santuario de pecados confesados
por el pueblo, lo que ocasionaba su contaminación. Esta contaminación por los

 `?+
 
$# &
* 

$
`+ # € 
$

  
$+'&…›‡¢X 
-
&
  
$#
+

$ 

$–} 
 

$
que estos”, Heb 9:23).
 =|
 ?&
 
 
 '&…›„‡
Calvario, ascendió al cielo para presentar a su Padre en el santuario celestial su



@?
|
  *
$ #
favor del pecador, cuyo resultado es la limpieza de la conciencia del pecador

1
Lane, Hebrews 9-13˜‰|•Š&›‡•†
2
˜@
 ˜J
?Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian
Literature,
# #˜ 
‰
 |?<›%?‘
  |?
>
„…Š‡•†
3
–?‰? )E)@(FG)”, en Theological Dictionary of the New Testament,J
?

¤ J
?
€

?„ J
{ ‹›X
„…†•„›„Š†
4
–? $ >
  ?‰Ÿ '&
¢‡•“%|J%?
 
%?‹ )E)@(FG) en Heb 9:22”, Journal Theological Studies, 15 (1964): 63-65.
5
Alberto Treiyer, Seminario II: Los cumplimientos gloriosos del santuario (Siloam Springs, AR:
|
 X 

 
 „……Š‡‡†
6
Diccionario de la Lengua Española (Madrid: Espasa-Calpe, 1984), ver “remitir”, 2:1169.
Š
Treiyer, Seminario II, 226. Véase también '<{ %? 

‹
 |?
 
Review and Herald „¢Š§„¢ ‹
?„…†”›…Ž„”
222 ;   
  <


(Heb 9:14). De modo que Jesús, ministro del verdadero tabernáculo, está lle-
vando a cabo una obra de limpieza que se aplica a los pecados de todos los que


   $


>
 |
  ? *  &
     _   
 -
lestial, que corresponde con el servicio realizado por el sumo sacerdote en el
&
* 

+ #X
 ?& 
obra especial de Cristo (Dn 8:14),1

#?&


$#    
 W
*      
 
 *&
W *

* $
Así en el servicio simbólico, el ciclo anual del ministerio se completaba con
 
$# 
# &
&_
?&
++&@__2

Los resultados de la sangre de Cristo


En el Antiguo Testamento la sangre no era sólo el agente limpiador, sino
que también contaminaba (Lv 6:24-30).3X
 
$ 



 +# 
$
&
 

u objetos contaminados por el pecado.4<

$ +

  
 <„†›†„Ž„Š 
$
 <„•›„Ž„” $
 œ
29:20).
< + '&

$

|
 # =

positivos. De esta manera, la evidencia de esta carta acerca de la importancia
$


–}5 indica que produce los siguientes


resultados:
1. Redención eterna (Heb 9:12).
Un redentor es alguien que vuelve a comprar algo que ya le pertenecía.
@+?&
 
+ 

?
# +


  X ?_–}





_|
'&
…›„‡
$

# 

El precio de la compra del esclavo es la sangre de Cristo que murió en lugar
 
 @ ›…|
 #
{ 
?&
 #
 
_? 

'&‡›„•&>


1
CBAŠ›•Š„
 < ¨'&…›‡¢ª
2
XJ˜? Patriarcas y profetas (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Su-

„……„¢Š‡
3
=>_

 ' +


³„”‡Ž„”¢
4
J
?
 € ' Redención divina hoy (Brasilia: Seminario Adventista Latinoamericano de
Teología, 1981), 8.
5
={?
O ­'Z
' ¦›W
$'&
InterpretationŠ§
3 (2003): 259-265.
Nuevo Testamento 223

ofreció a sí mismo en lugar del pecador condenado, derramando su propia


sangre como el precio de la redención (Mt 20:28).1
2. Reconciliación (Heb 10:19).
?&
 

 `
 X ‡›„†“
|„›‡”Ž‡‡X?&
 

  
 -
cado (Ef 2:14), pero el pecador puede ser reconciliado con Dios por la sangre
de Cristo (Heb 10:19). Cuando Cristo derramó su sangre en la cruz del Calva-

 #?&
 
+?&
 <X
 
-
clara, “el alma que pecare esa morirá” (Ez 18:4), así que el único “sin pecado”
'&•›„ ?_ ?#`& „>‡›‡‡
&#

+   ?&
>
  |
 




|
 $_  
?&+
\k! 
ƒw@[„k
X 
# $
 
 
X-
& 
$# $ 
 #
 &
la comunión con Dios. La sangre que restaura al creyente es la sangre que le
da libertad del dominio del pecado, de modo que pueda volver a Dios con una
conciencia limpia (Heb 9:14).
4. Perdón (Heb 9:22).
<X
 

 ?
 
 

-

&
 # X?&


 & 
de Dios y llamados a ser obedientes a sus mandatos. La Biblia declara: “por
cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro 3:23). El
 # W 
 


#$

 -



  

  ? &
todos” (Stg 2:10). Transgredir un solo mandamiento es transgresión de toda
la ley.
El énfasis central del Nuevo Testamento es sobre la maravilla del perdón.
X  
 
O%  ?=
sobre la culpa. Es el perdón y no el pecado lo que se encuentra en el centro de
su interés.
XX
 
&
# $*#

X 
?
_&


personas del poder del mal, para que puedan vivir vidas mejores. Es una parte
importante del evangelio, pero por maravillosa que sea, esta liberación no
&
# X?&

 &???
#|
 $&
# + 

mal.2X 
#*&#$ &= 
?  
 X 
 *  
 
 ?   

1
O ­'Z
' ¦›W
$'&
‡†”
2
¤ ? J
  W  >
› '&
 …›„„Ž„• The Expository Times 93
„…’‡›„†Š
224 ;   
  <


< 
  & 
     
   ?  
juntamente con Cristo (Col 2:13). El perdón es una dádiva conferida por Dios
en Cristo. La remisión de los pecados es una prerrogativa divina. Por lo tanto,
el perdón se concede sobre la base de la sangre derramada, porque ella es el
 ?

 &1
de acuerdo al principio bíblico, de que “sin derramamiento de sangre no se
?
# '&…›‡‡
X 
# 
 ? <

-


$ 
&  
X ?&
 ?&
 

cayó sobre una víctima inocente, para que no cayera sobre el culpable.
5. Acceso al Santuario Celestial (Heb 9:12 y 10:19).
Cristo por su sangre derramada en la cruz del Calvario no sólo entró al san-
tuario celestial (Heb 9.12),2 &=??&
 &
de entrar en él (Heb 10:19-22). Como representante, como precursor, Cristo

#?_ 
 





de Dios. En el sistema ceremonial del pacto sinaítico el acceso a Dios estaba
restringido sólo al sumo sacerdote, y una vez al año en el día de la expiación.
>
 ++&  &?&

en el evento de la cruz.3
<#
'&„”›„…› 
 &
 


$



&

$|
 X  -
#&
 
|
  
?&
 
  

  
>

‹+?&
 

creen, la entrada al santuario celestial.
]k
 
ƒ@\@Y„k
El autor de Hebreos usa T :? 

  $
     
T :)D 
#  $#      & 
 

# &X   $
de estos términos en el contexto ritual del Antiguo Testamento. Mediante su



|
  $#  

-
 &= 
 
 
?

 # 
  '&‡›„Š -
ciencias de obras muertas (Heb 9:14).
^k$ 
"   
)   ƒw@`&Y@„k
|
 –}
$
##


  #



 &=
 $#   <‡‡›‡”-

 œ‡•›’

$ 
&

pueblo y sobre el altar. Mediante este acto divino, el pueblo fue consagrado a

1
Horacio A. Alonso, La doctrina bíblica sobre la cruz, 2 vols. (Terrassa, Barcelona: CLIE, 1993),
2:90.
2
–?{˜W  The Cross of Christ 
J
<› 

 >
„…’††•
3
Nelson, “He Offered Himself ”, 260.
Nuevo Testamento 225

“


  œ ‹ ‡†›‡’“'&…›„…Ž‡”“„”›‡…“
„¢›‡”  +      
#  
   “
eran suyos (Is 43:1).
La principal y vital diferencia entre el pacto antiguo y el nuevo es que en el
? 
#
  <   `&-
   &
+&?
?&+ –}

En el nuevo pacto la Ley está internalizada y, por medio de la fe en Cristo, el

 &<?

 
_X
  
 “?
 $

la sangre de Jesucristo.
`k$ 
"        ƒwY\„k
X= ?&
  
&
-
 _ 

$
&


|
 <
› *

$|
  -



$<
&

?&
+
 & '&…›‡‡
 
 

 '&…›„“ 

sangre de Cristo está íntimamente relacionada con el servicio en el santuario
  '&’›‡“…›„„„X


& 
_
“
en el segundo, la moral (Heb 9:13, 14).
Después de su muerte y resurrección, Cristo presentó su sangre derramada
(símbolo de su muerte) a su Padre en el santuario celestial. La sangre “derramada”
llegó a ser la sangre “rociada” (símbolo de la mediación sacerdotal) cuando
la aplicó como sacerdote a las necesidades de los pecadores arrepentidos. El
resultado de esta mediación en el creyente es la limpieza de la conciencia del
pecado (Heb 9:14). De modo que Cristo, como ministro del santuario celestial,

   
?&
 
 
=  *
cabo una obra de limpieza, limpieza que se aplica a los pecados de todos los
que se arrepienten.
Además, Cristo realiza una obra especial de limpieza del santuario celestial,
que corresponde con el servicio que efectuaba el sumo sacerdote en el taber-
náculo terrenal en el día de la expiación (Lv 16).1@+ µ
los pecados del pueblo eran puestos por fe sobre la víctima ofrecida, y por la
 #
= 

+$
   

terrenal, de la misma manera los pecados de los que se arrepienten son puestos

&
|
 

?? 
 —+

1
€
Ÿ'&
Ÿ '&…›‡¢     

$_|
  #=
   $#
 
 # $ 

$


al auténtico creyente y vindicar la autoridad y la soberanía de Dios ante el Universo. El


 

_|
 
$# 
 -
mento de la muerte del Salvador, sino que proveyó la base sobre la cual Cristo, como sumo

 ?&
 

=
 

  
#
‘
+
 

 
 &
 =€
Ÿ'&
Ÿ
“Informe sobre el libro de Hebreos”, El Ministerio Adventista, septiembre - octubre de 1985,
‡Š
226 ;   
  <



$#&# 

 &  


?&+ + &= 
$# &
efectuarse quitando o borrando los pecados registrados en el cielo.1

Conclusión
 '&„”›‡… & 
?_
-

|
   
“  
_
 }&W`
X
$|
 
 

del mundo y le coloca ante una opción inevitable. Quien cree en Él y persevera,

*“

  
? 
#

y profana gravemente al Hijo de Dios. No le queda otra perspectiva que el jui-
 
 $
En el juicio previo a la segunda venida de Jesucristo todos tendrán que com-
parecer ante el tribunal divino, que privará a los desobedientes de la vida eterna.
X&
??

   




$  
|
 
&
* 
##$ 
Hebreos 9:22 tiene que ver con una obra de remisión o trasferencia de peca-
dos confesados por el pueblo al santuario, lo que ocasionaba su contaminación.
X  #?+
 
$# 
 


+ #
 
  
$ 


# $    >
     
$#   

  &
 #
"  
naturaleza del día de la expiación como un día de juicio. Cristo, ministro del
verdadero tabernáculo, está llevando a cabo una obra de limpieza que se aplica
a los pecados de todos los que se arrepienten. Y esta obra culminará quitando
el pecado del santuario celestial y colocándolo sobre Satanás, quien sufrirá el
 $@+
&#+ #  
 
$#$  
# &

&_?&
++&@__

1
XJ˜? !      (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora
W
„……¢•Š••Š=
      
$-
cación del verdadero santuario en los cielos. –‹< %?|  ?%

%&
¨'&’Ž…ªBibliotheca Sacra„‡§†”¨„……ª›†¢ŽŠ„
14
El Apocalipsis de Juan: Una estructura de
estudio basada en el contenido

Dr. Mario Veloso

N *$

 
El Apocalipsis del apóstol Juan. Más difícil
aún responder la pregunta básica por la estructura: ¿Tuvo Juan en vista
 
 
 &     
 ? #
Ž
#  
??
 


# &
‚O
poseemos ni siquiera una frase de Juan para orientarnos al respecto. Pero te-
nemos el libro entero. Su propio contenido nos orienta. Cierto: nada dice de la
estructura en sí misma, pero tiene una estructura. Y aunque Juan no diga nada

  &
?| 
 
-
#W–?&
$  
+


y la discusión estaría terminada. Pero como debemos extraer la estructura del
libro corremos el riesgo de imponer al texto nuestra propia concepción de su
contenido más bien creando una estructura para él que extrayéndola objetiva-
 @??& 
 
&
[=
puede estar libre de ese peligro?
En todo caso, conscientes de esa situación, distinguiremos entre sistemas de
interpretación y estructuras atribuidas al libro para su estudio. Los sistemas de
interpretación dependen de sus respectivos presupuestos teológicos, principios
?
= 

 &<
 
 -
quemas, bosquejos, o formas de ordenar el texto para su estudio. Los sistemas

 
" 
 
# 

revelados en el Apocalipsis. Pueden producir una comprensión más clara o
más oscura, más cercana o más distante de lo que Juan pretendió comunicar
como revelación divina. Esta variación depende de la proximidad que tenga la

 
 &
?+-
jor estructura sea la que se desprenda del contenido mismo de El Apocalipisis.

Sistemas de interpretación
Pertenecen a este tipo de estudio, las interpretaciones apocalípticas de las
llamadas escuelas preterista y futurista, cuyo elemento básico es el criterio
228 ;   
  <


 
   =      ? #
     
escatológicos.1
La escuela preterista sostiene la siguiente tesis: El contenido de los mensajes
del libro de El Apocalipsis *
 
 +$  
 +$    #       
&+   
  
iglesia primitiva sobre la sinagoga judía y sobre el paganismo romano existentes
durante los seis primeros siglos de la Era Cristiana.2 Entre sus más ardientes
defensores se encuentran en primer lugar,3 el jesuita español Luis de Alcázar
(1554-1613)4?
 ›
-
  ?='J
 J
  „’¢Ž„†•5, Henry Hammond
(1605-1660), conocido como el padre de la crítica bíblica inglesa, y el obispo
‹–Ž‰=‰  „†‡ŠŽ„Š”•6‹* 
?&
 -
taron el mismo criterio, sólo constan aquí los iniciadores que actuaron en torno
al tiempo de la Reforma Protestante.
Algunos sustentadores actuales de la escuela preterista niegan toda inspira-
ción divina en la escritura de El Apocalipsis y su contenido debe ser interpretado
por la experiencia presente del intérprete.7
La escuela futurista cambia el tiempo de referencia y, en lugar de concentrar
el contenido de El Apocalipsis  ?+
 
 
lo ubica en el futuro. Su teoría, al menos de la corriente principal de esta escuela,
›<
 
&
 + 
?  + „… 

lo menos, se cumplirán en el período de siete años justo antes de la segunda
venida de Cristo. Los iniciadores de esta teoría interpretativa, en los días de la
Reforma Protestante y poco después, todos católicos, fueron: Francisco Ribera
„›¢ŠŽ„›…„8 el cardenal italiano Roberto Belarmino (1542-1621),9 el jesuita

1
Mario Veloso, “Símbolos en el Apocalipsis de San Juan”, Revista Bíblica. Fundada en 1939
por Monseñor Dr. Juan Straubinger. (Buenos Aires: Sociedad Argentina de Profesores de
W
X
 
„…Š†¢’›„†‡¢‡„Ž¢¢’
2
¤ ?@W  The Open Gates of Heaven @@
&
‹›‰
‰
$„…Š”
11; <
X€
The Prophetic Faith of Our Fathers• ˜? ›{¬
'
„…•†Ž„…•‡›”†Ž”Š
3
J
 W ' ?Ÿ The Beast and the Little Horn < | ? %
 ? W 
>& „…„„Š›“%?>
 
 W?& ?– @_
„†„• 
?{ & ?€ –

& ?>{•„”@
4
Luis de Alcázar, Vestigatio Arcani Sensus in Apocalipsi (Antverpiae,: Apud Ioannem
Keerbergium, 1614).
5
Hugo Grotius, Commentatio ad Loca Quaedam Novi Testamenti Quae de Antichristo Agunt, aut Agere
Putantur @ ›@ ?¬|
‰„†•”
6
Jacques B. Bossuet, L’Apocalypse avec une explication (Paris: Sebastien Marbre-Cramoisy, 1690).
Š
Adela Yarbro Collins, Crisis and Catharsis. The Power of the Apocalypse >? ?›˜  

>
„…’•„†Ž„Š
8
Francisco Ribera, In Sacrum Beati Ioannis Apostoli Evangelistae Apocalypsin Commentarii (Lugduni:
XZ$ 
„…¢
9
Disputationes Roberti Bellarmini de Controversiis Christianae Fidei, Adversus Huius Temporis
Haereticum |›@ ¬@
'
 
„Š‡’ 4 volúmenes en dos tomos.
Nuevo Testamento 229

portugués Blasius Viegas (1554-1599),1 el jesuita belga Cornelio de Lápide


„†ŠŽ„†¢Š2 y el dominico español Tomás Malvenda (1566-1628).3

Escuela historicista
< 

 #? #
$
›<
  
= 
El Apocalipsis?  
? 

? 
 *  

  -
tos que se cumplirá en el futuro, incluyendo los tiempos escatológicos.4
Sus primeros representantes provienen de los tiempos iniciales de la iglesia
cristiana, después de la muerte de Juan. Algunos de ellos son: Justino Mártir
(c.100-c.165),5 Irineo (c.130-c.202),6 Tertuliano, (c.160-c.240),7 Victorino Obis-
po de Pettau (m. 303 o 304).8 En torno a la Reforma Protestante, poco antes y
poco después, cuando ocurrió un gran despertar en torno a los estudios de El
Apocalipsis?

  

 #? #


ellos: Girolamo Savonarola (1452-1498),9'
?‰
 „”•Ž„Š10 Sir
O  „†•‡Ž„Š‡Š11
‹*
     

 # ? #
  ?   
 -
dencias. Principales: lineal y recapitulacionista. La interpretación lineal aplica
el contenido de las siete iglesias a la época del apóstol Juan, pero todo el resto
&

&+ ? #
12 La in-
terpretación recapitulacionista ve repeticiones paralelas, especialmente en las

1
Blasius Viegas, Commentarii Exegeteci in Apocalypsim Ioaninis Apostoli (Eboral: Apud
Emmanuelem de Lyra, 1601).
2
Cornelius A. Lápide, Commentarius in Apocalysim S. Iohnnis (Antverpiae: Apud Hericum &
|

„Š„Š
3
Tomás Malvenda, De Antichristo <›@W &W  ‰& 
„†•Š
tomos.
4
 € O '
    >
 ? A Symposium on Biblical Hermeutics, ed.
J
‹' ˜? ›{¬'
>&?@ „…Š•„”…Ž„‡
la referencia es de 111.
5
Justino Martir, “First Apology”, en The Ante-Nicene Fathers (ANF), 10 vols. (Peabody, MA:
1999), 1:180.
6
Ireneo, “Against Heresis”, en ANF, 1:554-555.
Š
Tertuliano, “Apology”, en ANF¢›¢¢“ @ ‹
ANF, 2:342-343.
8
 
 | 
 ?@    ?‰–?ANFŠ›¢‡
9
Marie Herzfed, ed., Das Zeitalter der Renaissance; ausgewählte Quellen zur Geschichte der italienischen
Kultur, serie 2 tomo 10 conserva un escrito de Girolamo Savonarola que escribió en 1495 en
= 
 

 #? #
El Apocalipsis.
10
'
?‰
A Hundred Sermons upon the Apocalypse of Jesu Chirste <›?
„†„X

  + &#„Š
11
O Observations upon the Prophecies of Daniel, and the Apocalypse of St John (London:
–
&¬%‰
„Š¢¢
12
X


  ›@|
ŸThe Holy Bible with a Commentary and Critical Notes by
Adam Clarke,† O—
Ÿ›<¬W „’”Ž„’„“X
‰X Horae Apocalypticae
230 ;   
  <


series de siete (siete iglesias, siete sellos, siete trompetas) de acontecimientos





   
+? #

 
la consumación escatológica.1
Z

 

 #? #
?historicismo inductivo.2
Trata de realizar un estudio inductivo de El Apocalipsis, sobre la siguiente base:
Es posible que se necesite más de un método, cada uno de ellos utilizado cuan-
do el texto lo demande.3 Ofrece un pequeño gran problema: ¿Quién decide
cuál es el método apropiado para el texto en estudio, el estudiante o Juan?
X  

 #? #
 
  
inspiración divina del Apocalipsis en forma de profecía, pues si no fuera así,
¿cómo podría encontrar en su texto enseñanzas aplicables a todo el período
? #

 ? $? 
? =‚

Estructuras de estudio
@?
&
 
 #
 
<
 
-
turas aplicadas al estudio del libro El Apocalipsis del Apóstol Juan, se pueden
$

 
+›  
 *  



Estructuras temporales
@
 ? –

#&


 

  
#X
 
? 

Juan, en su libro, están ordenados de tal manera que uno sigue temporalmen-
te al otro en el mismo orden en que Juan los registró. La autoridad máxima
citada por los eruditos actuales, en relación con esta manera de estudiar el
&
–{&
'
|?
 „’Ž„…¢‡
 &+&&
 *
y la mayor autoridad de su tiempo en el área de estudios escatológicos judíos.
Escribió varios libros. Entre ellos, relevantes para el presente artículo: Religious
Development Between the Old and the New Testament [Desarrollo Religioso entre el

or A Commentary on the Apocalypse¥• <›W¬–Ÿ¬'„’†‡“


‰?'|

The Book of Revelation O—


Ÿ›€'{„…„¢
1
Entre sus representantes: Samuel L. Morris, The Drama of Christianity {?›>
& 

|  >& „…‡’“˜'
ŸMore than Conquerors (Grand Rapids,
‹›‰Ÿ
‰Ÿ'„…•”
2
– > %? X   ' 
‚ {"  ? @   @
?  ‰&
Aporcaliptic. Part One”, Journal of the Adventist Biblical Society 14, nº 2 (2003): 15-43.
3
– >  

  ? W %
   @  

 
 
 ?  
{    ?J
|
 W@
 ‰

W

‹
? Ž… „…’†  &  ? ›¸¸
¸Ñ ¸ 
Š ? ÒOdž¢Ç“
Internet (consultada el 20 de diciembre de 2009).
Nuevo Testamento 231

@ O%  ª „…„•1 y A Critical and Exegetical Commentary


on the Revelation of Saint John (1920).2
Su idea sobre la estructura de El Apocalipsis es simple y directa. Los acon-
tecimientos descritos en las visiones siguen un orden cronológico estricto y su
estructura es la siguiente: Prólogo, al cual siguen siete partes y luego el epílogo.
Su posición crítica lo lleva a acomodar la sección de Apocalipsis 20:4-22:21,
que no concuerda con su concepción teológica, atribuyéndola a un editor muy
poco inteligente quien también interpoló otras secciones del libro. Un criterio
  & ?
   
sistema.
>
 _# 
  
 $ 

la estructura utilizada por Juan al escribir su libro y como elemento clave para
interpretar su contenido, adolece de un subjetivismo muy intenso que puede

?  &  
 

sin desentrañar el verdadero mensaje inspirado del texto. Por esa razón y otras

?_ 

+
 
  
*@+

Robert H. Mounce, autor del comentario sobre El Apocalipsis%?O-

 | 
 ?O%  3

Estructuras temáticas
| W  ?WW  
 
–X=
 | 
|? 
 

 -
bras establecen el paso del factor tiempo al temático: “el contenido del Apo-
  *

#  ?& #
y temáticamente”.4 En 1994 escribió The Revelation of John: A Commentary on the
Greek Text of the Apocalypse [El Apocalipsis de Juan: Un Comentario sobre el
% J
@  ª5&
?
 +› ‘

interpretación del Apocalipsis de Juan como un drama grandioso”.6 Este dra-
#  
 
›
#“

 ›|
#
#   „›…Ž„„›„…“
 ›W# 

# „‡›„Ž‡‡›„Š
 “ +

1
{&
'|?
Religious Development between the Old and the New Testament O—
Ÿ›' 
1914).
2
{&
'|?
A Critical and Exegetical Commentary on the Revelation of Saint John X&
?›
|
Ÿ„…‡”
3
Robert H. Mounce, The Book of Revelation,O|O%J J
{ ‹›X
„…Š’,
31.
4
W  ?WWThunder and Love: John’s Resvelation and John’s Community (Milton Keynes:
Nelson Word Ltd., 1994), 103, citado en Mounce, Revelation, ¢„ „•Š
5
W  ?WWThe Revelation of John: A Commentary on the Greek Text of the Apocalypse

J
O› 

 >
‡””
6
Ibíd.
232 ;   
  <


Smalley no es el único en ofrecer una estructura temática para El Apocalipsis


en la forma del drama griego.1 En relación con todos se levanta la pregunta,
&
 


|?
‹W ?‰ ?‘
 
W |
›[W $#@   =

?
+ 
  
&

 
‚‰
 -
ta concluye: “es ciertamente cuestionable”.2
Otro ejemplo de estructura temática, siguiendo los temas internos de Juan,

@ ‹€



 $ 
@—
&
|
El profesor Farrer cree que en el libro de Juan existe una secuencia de
temas (inglés topics) internos que pueden dividirse en siete secciones, cada una
fundada en el número siete. La estructura del libro sería como sigue: Los siete
 „Ž¢     •ŽŠ   
   ’›‡Ž„„›„•   
visiones no enumeradas (11:15-14:20), las siete plagas (15-18), las siete visiones
no enumeradas (19-22).
La profesora Yarbro Collins, Directora del Departamento de Nuevo Tes-
 ‘
|?
  
 
 *-
›>
# „›„Ž’“  „›…Ž¢›‡‡“  •›„Ž’›“
 
   ’›‡Ž„„›„…“ 
 „‡›„Ž„›•“ 
 „„Ž„†›‡„ =&
‰& „Š›„Ž„…›„”“ 

 „…›„„Ž‡„›’ =&
–
= ‡„›…Ž‡‡›“ +
‡‡›†Ž‡„% ? 

 3< & 
?
sido criticadas sobre la base de que no pueden colocar todas las secciones en
?
    * 
 4 Para Farrer los temas internos
de El Apocalipsis,  
—
&
| + “  
  
'
Lyndsey en The Late Great Planet Earth5 o en la serie Left Behind de Tim LaHaye
–

‰—Ÿ6X„…Š…<'#–

€#
la Moral Mayority (Mayoría Moral), organización políticamente muy activa, de
cuyo primer directorio fue miembro. Los dos, Lyndsey y LaHaye, son dispen-
sacionalistas y creen en el rapto secreto seguido por el gobierno político de los
judíos. Su comprensión de El Apocalipsis está condicionada por estas creencias.

1

 &= X
 ˜ ‰ The Apocalypse O —
Ÿ› ‹ „…””“ €


Palmer, The Drama of the Apocalypse O—
Ÿ›‹„…•¢“–|‰The First
Christian Drama >? ?›˜  
„…“–<‰Revelation as Drama O?›
Broadman, 1984).
2
|?
‹W ?{#› WW  ?W%?{  –?›@| 

?J
Ÿ%   ?@  Review of Biblical Litterature 5 (2006).
3
Adela Yarbro Collins, The Combat Myth in the Book of Revelation ‹ ‹%› W?

„…Š„¢Ž‡…
4
David E. Aune, Revelation 1-5, ˜‰|‡ %£›˜
‰Ÿ>&?
„……Š
5
Hal Lindsey, The Late Great Planet Earth J
{ ‹› 
>&?'
„…Š”
6
La serie comenzó en 1995. El último tomo publicado, número 16, de Tim La Haye y Jerrey
‰—ŸKingdom Come: The Final Victory |?›%'>&?
‡””Š
Nuevo Testamento 233

Estructuras literarias
Hay por lo menos dos tendencias entre los que proponen una estructura
literaria. Unos siguen una estructura literaria general y otros una estructura
 

 +$&
› 
 
 

Como ejemplo de estructura literaria general se toma el comentario de
Mounce,1

# 
#„…ŠŠ#
 
1998, forma parte de The International Commentary on the New Testament. $-
niendo su estructura él mismo dice: “este comentario representa un intento
 
_
  &
 ¨ –ª &
  &   
 
  

 2
Entiende por estructura literaria sola la secuencia de El Apocalipsis, sin tomar en
 
? #
 
+
    #
 

 

 &@+$

 
 
›>
# „›„Ž‡”“
  ‡›„Ž¢›‡‡“

#
  •›„Ž›„•“  †›„Ž’›„“ 
-
  ’›‡Ž„„›„…“" 
 
 „‡›„Ž„•›“
 }   „›„Ž„†›‡„“+‰& „Š›„Ž„…›“ 

$ „…›†Ž‡”›„“ 

 ‡„›„Ž‡‡›“ + ‡‡›†Ž‡„


Parece una estructura bastante objetiva. ¿Es? Tal vez. Por mantener una ma-
yor cercanía con el texto, mayor que las estructuras anteriormente considera-
das, se aproxima más a su contenido. Y cuanto más cerca del contenido mayor
la posibilidad de comprender sus misterios expresados en símbolos y profecías.
@ #
  #
 
 

 +$X-
tre éstas, la que se basa en su parte formal, el quiasmo. Un texto escrito en
forma de quiasmo está divido en dos mitades, con un eje central. En torno a
él se agrupan las dos mitades espejándose entre sí de la manera que la segunda

  



W?
estructura general del libro.
W¤ ?@W
 &#&
  -
lado The Open Gates of Heaven ¨>
&
ª„…Š”3 Lo revisó
?_#„…Š† + ›Interpreting the Book of Revelation
¨ 

 <&
@  ª4 Vio, en El Apocalipsis, evidencias de

1
| 
#

#„…ŠŠ‹
€ @

'˜ 
¤ Ÿ‘
 X
`„…’„„…’Š{ 

˜ 
?|W Ÿ˜? | &##
„……’
 &&
  
|?
 ¦| |?
?˜ |
Ÿ
California.
2
Mounce, The Book of Revelation, 32.
3
¤ ?@W
The Open Gates of Heaven @@
&
‹›‰
Ž‰
$„…Š”
4
¤ ? @ W
 Interpreting the Book of Revelation ˜
?  Z?› @ '
&

>&?
„…Š†
234 ;   
  <


recapitulación en la primera y en la segunda parte del libro.1 Las expresó pro-


poniendo el siguiente quiasmo, plasmado en la Figura 1.2

Fig. 1. Estructura quiásmica según Strand.

|‹
‹ _3 semejante al de Strand, ligeramente
$<


   

€
‡
ve a continuación.

Fig.2. Estructura quiásmica según Maxwell.

1
Strand, Interpreting the Book of Revelation, 49.
2
Ibíd., 52.
3
|‹
‹God Cares, the Message of Revelation ‰›>$>
„…’†”Ž
61.
Nuevo Testamento 235

Ninguno de los dos parece un quiasmo perfecto. El eje central debiera con-
tener sólo una idea sin repetición, tiene dos y se repiten.
El quiasmo más extensamente citado en la literatura crítica neotestamenta-

  
* 
X_& ?W?µ
€
_1 El quiasmo de
Fiorenza se muestra en la Figura 3:

Fig. 3. Estructura quiásmica según Schüssler Fiorenza.

Esta forma de estructurar el texto de Juan presenta un quiasmo perfecto.


Pero no puede pensarse como originado por Juan. Al menos no así. La presen-
 & W?µ
€
_ 
 
 *
 “ &&  

  W
en la incorporación de textos separados en la misma sección del quiasmo for-
_+
#

 
 *"

W?µ
€
_2

Estructura basada en el contenido del libro


@?



 
&  › -
nido, pues esta es la manera de reducir al máximo el subjetivismo y la forma de
aproximarnos más a la intensión misma de Juan. Lo más cercano a la intención
de Juan, a falta de una expresión suya al respecto, no son ideas impuestas a su
 
 

=?“ <

 

 &
&
?  

*-
ridad, pero no puede ser el instrumento para descubrir sus intensiones estruc-
turales para el texto. Recordemos que iniciamos este estudio con la pregunta:
[ – 
 
&  
? #
Ž

#??
 


# 
&
‚X??


#  
  

1
X_& ?W?µ
€
_The Book of Revelation: Justice and Judgment >? ?›€


>
„…’„ŠŽ„Š†
2
|?
  ?
{W ? %?W
 
  ?‰Ÿ { <?  @  
Litterary Conventions”, Novum Testamentum¢†§• „……•›¢Š¢Ž¢…¢
236 ;   
  <


aboga a favor del contenido, pues la inexistencia de cualquier estructura, como


 '
?¤
 1 en un libro tan bien organizado, parece inaceptable.
Una rápida lectura general de El Apocalipsis ofrece al lector una sensación
doble: orden y caos. ¿No son contradictorios? Son. Desde luego el orden es
lo contrario del caos. Pero ¿están los dos juntos en el libro o en el espíritu del
lector? Para saberlo se necesita un estudio más apurado del libro. Al realizarlo el

 
W##
 

?&
y se percibe.

Tema
Lo primero que surge es una referencia a “las cosas que deben suceder
pronto (eggús)” (1:3). Está en la explicación sobre el modo como recibió la
revelación (1:1-3). Luego saluda a las iglesias (1:4-6) y anuncia el tema del
&
› '+& „›ŠX#
a repetirlo: “El que da testimonio de estas cosas dice: ‘Ciertamente vengo
en breve (tajú¦ ‡‡›‡” {
      |
 › 
 
en forma de promesa, e indirectas: por ejemplo Cristo en el Monte Sión y
 =??
= &
–  
 
 
 
>
 
$
una unidad de texto o sección.2
€
 „›Š’€ › 
 

Cristo ocurre después de la segunda venida de Cristo (3:21). Fin de los siete
 ’›„› 
?
=  

 
como producto de la segunda venida. Final de las siete trompetas: La apertura
del santísimo en el santuario celestial donde está el arca del pacto ocurre a la
segunda venida de Cristo (11:19). Fin de la visión sobre los agentes del dragón:
El Cordero en pie sobre el monte de Sión con los 144.000 ocurre después de
la segunda venida (14:1-5). Fin de la visión sobre los tres mensajes angélicos
o misión del remanente (14:14-20). Fin de la doble visión sobre el juicio de
‰&$#
  „…›„Ž‡„€ + ‡‡›‡”

Foco
En relación directa con el tema del libro, es decir, con la segunda venida de
Cristo culminación de toda su obra descrita en él,3 * &$|
 
En la segunda venida constituyen el resto o remanente. La referencia directa
al remanente está en un punto divisorio de las cosas descritas en el libro cuyo
inicio, como cumplimiento de las profecías de Juan, cuando las escribió, estaba

1
'
? ¤
  Die Offenbarung des Johannes %? ‹  O %   | 

%µ&›–|‰‹?
„…Š•„•Ž„
2
Mario Veloso, Apocalipsis y Fin del Mundo O ›>$>
„……’„Ž„…
3
Jean Comblin, Le Christ dans l’Apocalypse (Paris: Desclée, 1965).
Nuevo Testamento ‡¢Š


 „›¢X


  *$#&


" 
|
 W *–› X 
#
#


?




 -
dencia de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
 –
  „‡›„Š
El remanente aparece varias veces en el libro. No siempre con este nombre.
Z
&
›  ¢›„… 

 Š›¢ 
 Š›• „••””” „•›„   „•›„‡ &+ „’›•
?

   –} „…›„”
X &|
 
  


 
 $|
 
existente en el tiempo de su venida, se torna el foco de El ApocalipsisO?

 ›<#|
 
*? 
-


?&+ 
 <„…›„”< #
$=  $

&
?+

# 
 ? #
 #
descritos en la totalidad de El Apocalipsis.

Estructura según el contenido


—   
$

 
&

Juan: Segunda venida de Cristo e iglesia remanente.
<#
 
  „‡›„Š&
 
-
›‘_ ? › 
? #

&
Z
_
 ? 
› 
 #
Las secciones internas de cada parte están determinadas por la segunda venida
de Cristo. Cada vez que Juan la menciona termina una de ellas. Esto produce la
estructura basada en el contenido del libro que se observa en la Figura 4.

Fig. 4. Estructura del libro de Apocalipsis según Juan.


238 ;   
  <


Algunas consideraciones
Es necesario prestar atención a las siguientes consideraciones también ex-
traídas del contenido igual que la estructura.
1. Contenido del prefacio y de la conclusión.
X  
 
  ›<?? 


a la segunda venida de Cristo y la segunda venida. Al comienzo del prefacio
›– ?   &
  –-

  ?  „›‡ =

reveladas en la profecía de El Apocalipsis, deberán cumplirse en un tiempo que
“está cerca” (eggús, 1:3). No dice que la segunda venida de Cristo esté cerca.
O ? 

  
 
#   #  


*› & 
* „›ŠX
el epílogo menciona de nuevo las “cosas” y la “venida”, en el mismo orden del
prefacio. Sólo que la repetición de las cosas es para cerrar o terminar la profecía
sobre ellas (22:6) y la referencia a la segunda venida, para anunciar que, cuando
  ? 


*
 |
 ›
“¡Vengo pronto!” (en táxei‡‡›Š@$ +&

  › 
en breve” (taxú, 22:20). “Pronto” indica urgencia. La urgencia de la segunda
venida de Cristo aparece cuando las profecías de Juan, en El Apocalipsis?-
 O? +
_

Cristo.1>


   ? #
$  

para el cumplimiento de todas las profecías reveladas en el libro de Juan.
2. Los elementos generales de tiempo incluidos en El Apocalipsis.
Son sólo dos. Uno de movimiento, el otro de fecha.
El elemento temporal de movimiento surge de las referencias a las activi-
dades del sacerdote o sumo sacerdote en el templo.2 Esas actividades se rea-
lizaban en el atrio, en el lugar santo y en el lugar santísimo. En ese orden.
Juan incluyó en su libro varias referencias a actividades en el templo celestial.
>
 
?+
 
   +$>
 
Las referencias al santuario, si están relacionadas con el servicio sacerdotal en
el lugar santo, los acontecimientos vinculados ocurren en tiempos anteriores al
día de la expiación o del juicio y si la referencia al santuario está vinculada con
la actividad en el lugar santísimo los acontecimientos mencionados ocurren
después del día de la expiación.3
Esto nos coloca en la segunda información temporal presente en el conte-
&
X 
# ?X_ -
rio celestial, de los servicios correspondientes al día de la expiación. Aparece
 + „‡' 
 
" 
|
 W *

1
‹
 W|›%?
Ministry (december, 1996): 6-8.
2
Veloso, 
    <  , 19-24.
3
‹
 %?
  ?W 
 ?@  {"  ?‰Ÿ
of Revelation”, en The Sanctuary and the Atonement @
˜Ÿ  ˜{?

<?
˜? ›{'
„…’„¢…•Ž•„Š
Nuevo Testamento 239

relación con la iglesia. Comienza con la mujer vestida del sol, símbolo de la
iglesia, y el dragón escarlata que se llama diablo y Satanás. Frente a ella espera el
 ? 


 =
?
 

  + „‡›„Ž†@?+ 
 

"  '&
& ›‹*
?&

#“?&
#* „‡›Š<_
 

 #?
|
 ` 
-
?
>
?
 

|


X
 "  }?  ?&+ 

 
 

 ›?

 
     
   „‡›ŠŽ„†X  

 
 


# }

 „‡›„Š
X$
+&
  +`
comienzo del remanente y el comienzo de los tiempos escatológicos. ¿Cuándo
‚|
+_#¢’ 
#„Š…’
Bajo la protección del emperador Justiniano I (483-565), el poder del obis-
po de Roma llegó a la cumbre. En el año 533, el emperador le concedió, por
medio de un edicto, la supremacía sobre todas las iglesias cristianas del este
    X     ?_    ` ¢’   

último poder bárbaro que limitaba al obispo de Roma, pues eran cristianos
arrianos, tuvieron que abandonar el sitio de Roma, dejando a su obispo entera-
mente libre para ejercer el liderazgo supremo de las iglesias cristianas.
El año 538 d.C. marcó el comienzo de los 1260 años de supremacía del po-
der perseguidor, que, según la profecía de Daniel, debía ocurrir antes del juicio
 
“1 y, según El Apocalipsis, marcó el comienzo de la persecución a la
iglesia cristiana sin poder político. Dios le proveyó una protección especial en
el desierto que duró 1260 años (12:14).
[=

#$„‡†”`‚X
  && 

& 
{ ?&+ 
>
& 
{ 
 |  J
 ‡’”Ž¢¢Š_
supremacía por el emperador Justiniano I, y convertido en Papa, con poderes
espirituales y temporales desde León I (murió en 461 d.C.), todavía actuaba
como cabeza del Estado, en el Vaticano, dentro de la ciudad de Roma. Cuando
ocurrió la Revolución Francesa, Francia, antes defensora de la autoridad papal

*?

#|
•…†
#  
X„Š…’J&
€
=
#
 J
 <Ž@
 ‰
?
 „Š¢Ž„’„     
ejército francés acantonado en Italia, que tomara prisionero al Papa. Orden
‰
?
 #
  “ $ 
  

papado, al llevar el Papa a Francia, en calidad de prisionero.
El profeta Daniel, en el Antiguo Testamento, también recibió de Dios una

+&
 
= $
?„’••

1
Š›’…
240 ;   
  <



#„Š…’
_#
cielo que estaría intrínsecamente unida a la misión del remanente, cuya forma-
##_
 ?? 
Cristo.
X  ? 
    
 „Š…’Ž„’••     entonces de
@  „‡›„Š
_  $
| 


 
? #
&
 
+  
? „‡›„Š_
+   
 # „¢›„? 
$&
X $ 
? #
?


  #
??
de Cristo mencionada en todas partes de libro pertenece al tiempo escatológi-
%&= 
&
–
??

? #
   
  

 


  $
3. La ubicación del remanente en las tres cadenas proféticas de la
parte histórica.
También este es un elemento muy importante para ver la ocurrencia para-
lela de sus contenidos. Las siete iglesias, los siete sellos y las siete trompetas no
&_   &
+



=? 

forma lineal. Más bien en forma paralela. Esto queda muy claro en las referen-
cias a la iglesia remanente, ocurre en las tres cadenas proféticas, y la posición
que tiene en ellas.
El remanente está incluido en la séptima iglesia como el pueblo que Dios
ama (3:19), está ubicado entre el sexto y el séptimo sellos como el pueblo sella-
  Š &= *
 = 
   &
que vive la experiencia con el librito abierto (capítulos 10:1-11:14). Para que
todas estas referencias coincidan, según el contenido de El Apocalipsis debiera
ocurrir, sus acontecimientos tienen que ordenarse sólo de una determinada
manera. Aparece en la Figura 5.

Fig. 5. Orden de acontecimientos en Apocalipsis.


Nuevo Testamento 241

Resumiendo: Según las tres cadenas proféticas el remanente tiene que estar
en un determinado momento:
A. Al comienzo de la séptima iglesia y abarca todo su período.
<
+ 
$
? 
-
plimiento de su misión. A cada iglesia Cristo le dice: Yo conozco tus obras (2:2,
…„¢„…“¢›„’„@  
 
B. Antes del séptimo sello.
Los siete sellos parecen representar las relaciones entre la iglesia y el Estado.
Según el plan divino cada uno debía cumplir su misión independientemente del

 
?
#

 #
-
# 
 &?   



ocurre en el quinto sello: “¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas
y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?” (6:10).
D. Antes de la séptima trompeta.
<
+ 
   



? 
X 
en el cumplimiento de su misión. No cumplida correctamente pues, por medio
de las trompetas Dios le envía juicios que alteran la conformación del Estado
?
 
 
 &
= 
  
que Dios toma de nuevo el poder del gobierno que les dio y viene al mundo
para “destruir a los que destruyen la tierra” (11:18), en lugar de administrarla

&$ ?
4. La parte escatológica se ordena por las referencias a la segunda
venida de Cristo.
X   
#


 
? #
-
tológica1 indica que la iglesia remanente está bajo la guerra del Dragón, con-
#   

 
 |
   W * „‡›„Š  ?+    
"  }
 =? #


 ›
Uno corresponde a la acción de los agentes del dragón representados en forma
simbólica por dos animales (13:1-18). Otro corresponde a la misión de la iglesia

 ›>

 
_ $
previamente profetizados (12:6-20). La cumplen mientras el dragón, por medio
de sus agentes trata de destruirlos, sin lograrlo. Y el tercer episodio incluye el
juicio sobre los agentes del dragón integrados en Babilonia, al mismo tiempo
que la iglesia remanente termina la misión iluminando toda la tierra con gran
manifestación del poder divino.
€ |
 

 =$—
tierra, retornada a su prístina realidad por una nueva creación divina, se torna
la morada de los santos en unidad con su Dios presente con ellos, para siem-

‘%–› @=“+
Señor Jesús” (22:20).

1
Mario Veloso, “Importância da Escatologia para a Igreja Cristã Contemprânea”, en O Futuro,
@&
{%@@{


 X?
|?W¾>
Brasil: Unaspress, 2004), 239-250.
242 ;   
  <


Conclusión
'? 
+ 

  ?
 
  
de El Apocalipsis de Juan. ¿Cuál se aproxima más a su propio pensamiento?
O ?  O  
    = &   
  
quienes intenten estudiar el libro. Un poco más cercanas a Juan están las que
se basan en las formas literaria usada por él, como el quiasmo, la inclusión
y otras. Pero, faltando una explicación taxativa del propio Juan al respecto,
*
  &
?+&
desprenderse tanto la estructura del libro como los principios de su propia
interpretación corroborados por el resto de la Sagrada Escritura. Al manejar el
contenido mismo respetamos el pensamiento de Juan y el propio contenido de
la revelación divina, pues lo que revelaba Dios a sus profetas, no eran palabras,

 

 

“
 › -

  “

15
The “Recapitulative” Method in the
Book of Revelation


{?
><?

T ? 
  


 
 
 ?  ?W
|?
? ?WW ?W%
  ?
& 

W ?Ž@   

  ? 
?
Ÿ
   %?|?
?
  

?&  ?

 

 %? 

 ?? 
  ?|?
 
|?
?
    ?‰ 
  ? ?

  ?  ?  ?
 
   ?|?
? 
X ?
&& ?$
 ?

   &
?$
 
  % ?
 ? 


 

 ?$
 
| 
|?
 |?
?
?&ŸThe Seals and the Trumpets, Biblical and Historical Studies, Alberto
{%

 ?
?'    ?   ? Ÿ  ?
?     ? 

  |?
? ? 
 ? %
     & ?

   J¦   
 ?   $ 
 Z  
?

   ?  ? 
    
 
   ?  |?
?  ?
same pattern.
W
   
  ? &   ?
 


   ? &  ? ? ? ?
|?
? ?
   ? ? ?
|
  & ? ?  ?     ?
 
? 
‰&
 ?

??
 
 ?‰&
 ‚
‘
 & ? &Ÿ   {    &
 
 
 
  ? Z %   
    

     ¤  
 

   
 
    &      ?   
{  ? 
 

%?&Ÿ {  ?
O%   ?  
 & ?Z|
 ?
   

?
  ?Z%  
%?  ? '&
  
  

 
 
 %?     &
  
   ? 
? 
 %?  ? ? 

  ? – 
   ?
244 ;   
  <



 ?
 
 ?
 –?„›„”J 
?  ?
 < –
?¢„›¢“–   '

 ? @ 

 –?¢›¢“"& ?
'&
–? ?  ?$
  { „• _
a gospel” (UF= ) @P) QV:=  )W :=  @P) @V):). %?
    &
 ?
  ?  ?
&


%?  



Ÿ&  ? '&
 
 %?   
  
?? ?'&
Ÿ 
 ?


< ¦ >„…›ŠŽ… ›
%?  ?<
 
 
 ?“
?    ?<

Ÿ ? “
?
   ?<


? 
 ??
“
?   ?<
 
?  ?³ {W
Z
 
 ›>‡„›‡›
%?? ???
¦

?   ?? ?
  ?  {W
˜ $ ?    ? 
 ?    '&

 
 
%? 
  

    




& 
 ?  %???& 
   ?
   J„›‡†Ž¢„“‡›ŠŽ‡“ ?
 
? X‡”›„Ž„Š“ 
›„Ž‡‡%?  ?


 ?
? 
 
 
&  ?

 

& 
   
   ?
$  ?
  %?@  > 
 
  ? 


  ?   ?  ? 

 ?  
  

?
  @ „”›„†
˜ ? ?     
 ?  
 ?
   
 


 – ? ?
    
 
&  ?
? ? ?
& ?& J¢Š›†Ž„„‰ ?
?
 
›  ?
 – ?
?&
 ?

? 
  ?
 >?
?<Ÿ ?Ÿ X ?

›? 
 J•„›„ŠŽ¢‡– ?
  $ ? 

  ? 
& 


 ?
  
 

   & ?
 
   
  %?
 ?
 >?
? 
 ?  ?
 
 ? & $
  & J  J      J
•„›¢‡ &&
 ?  ? 


   

 
    ?  

   &    Ÿ ?     ?
 ?

&

$ 


?
 ?&    ?
 Ÿ ?

„„›„?
 ?  ?<
› „
  ?   ?X “ ‡
 '? 
 ?

“ ?  ¢
 & &

Nuevo Testamento 245

 < 
? ‹&Ÿ› „?
?  
 ?

??  ‡?
?
  ?? ?
?
 

¢   „†›„‡% J¦  ‹&?
&?
&     ?
  ? & 
 
%? ?
  ? 
  
&Ÿ? ?  
'
  &Ÿ 
  ? {    –? 
   

    
 ?$
 
 ?  O&?__
? ?
   
revealing a succession of empires: Babylon, Medo-Persia, Rome, and nations
?  ‡
? 
Š
&?    ?
 
 ? ?
%?

   
›‰&‹Ž
>
J
{ ?   
 ? ? 
’

&???


  ?‹>

 

  ?J
Ÿ&?
 {? 
  ??  ?
˜ ? 
 ?   ? Ÿ  ?
points:
%?? 
Š  &&   ?   ?
  
? ? ? 
’&&   ? 
? 
Š ?
_
   ? ?

%?  


 _Ž  ? $     
 ? 
 
? 
’ ?   ?$Ÿ& ?
 ŸŽ  ?

 
  ?? 

%??  ? &  ?&Ÿ { 
%?
  ?|?
?&  ?

 
  ?   
 ? $ ?  

“ $
     $
  ? 
 ?
 
 %?  &  ?$ ?
 ?
  & ? 

 
% 
 
 ?

Ÿ&  ?{ 
 ? 
    
?   ?
  |?
?1 < 
 Ÿ
  
 
?
 
_
 <ŽW
&


 

 ?
? 

   2

1
‰  ?
 
   |?
   
 
   {   ?    

?  ?|?
?$ ?  ?

 ? W   { 

&
?  
_ ? ¦
?   
   ? ? 


    ? |
 
 J  W
 >

 >
 , L’Apocalypse de Saint Jean
| 
O%  £¨J«›<&
 €‡”””ª”•W›
Apocalypse et liturgie,|?
 ?=‡¨O?Å ›? O =„…’•ª“
X
| ? , “Liturgie dans l’apocalypse”, X=«  
< „¢¢¨>
›
|
„…’’ª‡¢Ž¢‡¢
2
L’Homme nu, mythologiques, t. 4. (>
 „…Š„ …ŠŽ’„‡   & – | >
 Les trois
  

  &   = >


   ¦  & ½ 
 ¦  ”, Foi et VieŠ§• „…Š† ?
&&„›„¢
246 ;   
  <


%?
   
  ? 
 >„¢†?

?
 
  › '


˜?

    > „„… ?  
  ? <   J   Ž 



  ˜  $    ? <     –


? ? ?

 ? –
 ? ?& 

Ÿ 

 ? 
 ? ?
 ? 

& ? ?
 &
  
%? 
? 

 ? 
@–|>

 ›  $  &  ?  ?  

 


  ?     
  
       


 
 

?
  
    1

Conclusion
˜?  ?  ?‰&?&  

 
? Ÿ
   ? 

  
   ? ?

Ÿ
   $ 



_ ?   ?

 ?
 
of a collective mental process.
%?
    ??  ?
‰&
? 

 

 
 {   Ÿ 
 

1
Picard, “Les trois instances narratives, symboliques et idéologiques....», 13.
16
Possíveis Paralelos Literários de
Apocalipse 12 e 13
Dr. Rodrigo P. Silva

A  „¢=$
  ‰+&W
imagens envolvendo bestas-feras, blasfêmias e a perseguição ao povo de
Deus têm intrigado vários teólogos ao longo dos anos. Dentre as interpretações


@   }

 
½
_"  
*$_ 
da lei de Deus.
X˜?  
 
  $


&
?
& 
 

* 

#
$ $

 O 
‘
W ?› O¾ 
que a guarda do domingo constitua a marca da besta, a não ser quando o

 

&
 #

  »¾*&W?
1
Muitos comentaristas clássicos evidentemente negariam essa interpretação
adventista. Contudo, além da clara fundamentação bíblica para esta assertiva,
uma comparação literária entre o Apocalipse de João e a antiga literatura
do Oriente Médio também poderia apontar na direção deste entendimento
“adventista” da profecia. Noutras palavras, mesmo fora do círculo profético
das Escrituras é possível encontrar resquícios de uma antiga tradição acerca de
& ? ?
#Å


? ½
É obviamente claro que as imagens apresentadas no Apocalipse constituem
o resultado do que o profeta viu em “visão” e não do que produziu a partir
de uma inspiração “romântica” ou do empréstimo literário de autores pagãos.
|  &==
 
? 
 

comunicarem “didaticamente” uma mensagem ao povo em todas as épocas até
$  W #&+&


¾

_*  ? #
 +$ $

1
Review and Herald‡’?„’Š•
248 ;   
  <


muitas de suas expressões, conceitos e imagens. Noutras palavras, seus matizes


correspondem didaticamente ao contexto em que os primeiros leitores estavam
inseridos. Eles viam as imagens e faziam a associação imediata com aquilo
 ?   &   
 >
   &     
imediato” dos primeiros leitores do Apocalipse ajuda a compreender o sentido
das imagens sem que se caia numa interpretação preterista da profecia, pois
embora o arcabouço literário pertença ao I século d.C., a extensão espiritual

#   =
  $  
O Seventh-day Adventist Bible Commentary
& ¾$


que embora o AT ainda seja a fonte por excelência de João, “uma vez que
 +&
¾
 
? 
literatura apocalíptica judaica, essa mesma literatura é bastante proveitosa para
o esclarecimento desses símbolos”.1
Sendo assim, este artigo objetiva a apresentação comparativa entre João e a
literatura extra-joanina em redor do profeta. Esta comparação poderá revelar
alguns interessantes elementos literários bíblicos e extrabíblicos que ajudam na
$»¾
@  „‡„¢&

mensagem que estaria por detrás daquela visão semiótica do profeta.
Tais imagens provavelmente estariam presentes na memória daqueles


   *
  
     $_
  ¾ 

  ?   
¯
=  
& @ »¾ 
X +
 W  ¼ 


Ž?

breve começariam a acontecer.

Elementos da visão Joanina


@¾&
 + „‡„¢@  =
 $

  ?
#  ‹       ?
     
¯$ 
¯# 
_
cenário descritivo.
@&
?
+&  
 

dar a luz a um bebê especial que certamente seria o Messias.2 O Dragão de
 &»_?



¯#   ¾
devorar a criança que estava para nascer, mas esta é arrebatada para o céu.
Curiosamente o Dragão dispõe de acesso ao céu, pois voa até lá no intuito
 

  
»   
 ‹  ?
  
&   
»

1
€
O?Seventh-day Adventist Bible Commentary W@‰|Š ˜? ›
{'
>&?@ „…ŠŠ›Š‡
2
As dores de parto na Bíblia são uma metáfora tradicional do judaísmo para referir-se ao
“tempo do fim” que antecede os tempos messiânicos.  
 +„¢›’“††›Š“
Oseias 13:13 etc. (Pierre Prigent, L’Apocalypse de Saint Jean¨J«›<&
 €„…’’ª
‡„…“@
=€  < «
¦
=? 
£¦@  Revue
Biblique††¨„……ª›Ž’†
Nuevo Testamento 249

não é mais um infante. De um modo inesperado ela aparece crescida e armada


com um poderoso exército. A apresentação de seu nome, Miguel, revela não
   
* 
   &= 
     ½
    
pela serpente no Éden: “vocês serão iguais a Deus” (Gên. 3:5). Miguel, que
?&
 O==1 assinala o caráter inigualável
do Altíssimo que de modo invencível expulsa do céu o Dragão alado, então,
   
 ?&W * @ „‡›…
Expulso do céu com seus anjos e certamente sem mais acesso ali, o

¾    
  ?
    
Ž ‹  » Ä  =
ao deserto, “fora da vista da serpente”, isto é, fora do seu alcance por um
determinado tempo profético. Ele então fica parado na areia da praia como
 ½ 
 „‡›„Š2X*
? +&


&¸# 3 surge a segunda figura semiótica, uma besta de montaria

? 
      =  * 
 *
 
(urso, leão e leopardo). Esta besta traz elementos de vínculo descritivo com
 
¾ X &=    &»  _ ?
  &
  ?

coroas imperiais, e sobre as cabeças, nomes de blasfêmia (13:1).
X=
 
¾?* 
 


 

     ‘ 
?   
  *Ž 
imitação falsificada do Cordeiro Messiânico descrito no capítulo 5. Naquela
¾ –¾  
?  
   |

 &
 
 

 
 ? ?
 ?

 
 ?

 †Z
&
 _JI) Q =
  ?    *  
+  
     
&
anterior X(, (lit. “tendo tomado posição de pé”). O uso deste modo verbal
indica que foi levado a efeito o ato sacrifical daquele animal. Isto é, não se trata
de um quase morrer e, de algum modo escapar da morte, sobrevivendo. O que
–¾ 
_
 = |

   ?  
 
 
»¾X?imolado por um sacerdote num ritual de sacrifício, mas
de uma maneira extraordinária estava vivo, de pé. Era um vencedor da morte
e redentor, ao mesmo tempo. Aliás, esta expressão “cordeiro que foi imolado”
aparecerá novamente em Apocalipse 5:12 e 13:8.
De igual modo, no capítulo 13, a besta que surge do mar tem uma de suas
cabeças “ferida de morte” (YJI) Q  @W;? )= ¨¢ªZ
&=
o mesmo de Apocalipse 5:6 e esta é a única vez no Novo Testamento que o
verbo I?, imolar, aparece alusivo a outro que não a Cristo. Fica claramente

1
Ou na forma interrogativa “Quem é como Deus?”
2
Algumas versões sugerem que o profeta e não o dragão ficara em pé na areia do mar. Estas

_ ¨–¾ª =

| &W
o tempo verbal de estathê é claramente aoristo na terceira pessoa “ele parou”. Isto indica
?
 »¾  
*

¾½ 

  



W  ? W W The Revelation to John. A Commentary on the Greek Text of the Apocalypse
¨
J
<› 

 >
‡””ª¢¢
3
|@  „„›Š
250 ;   
  <


estabelecida a situação de paralelismo paródico entre a Besta do Mar e o


Cordeiro Redentor.
@
  
&?

& 

um segundo animal, não do mar caótico, mas da terra seca. Este também possui
uma descrição de vínculo com o Dragão, igualmente moldurado numa imitação

#  |

 @$   
¯ 
 de cordeiro, mas falava como
um dragão „¢›„„@&
¾ & 
 
½
primeira, fazendo inclusive que os povos da terra a idolatrem. Uma imagem

? ?


&Ä
 
 



 ½?»
@¾
&Ä 
 J¯‡›Š‘
 

=$   &
¾




(13:15). Mas o povo eleito certamente sairá vitorioso (14:1-5).

Background vétero-testamentário
A descrição desta tríade satânica (Dragão e duas bestas) ecoa muito de perto
 #‡¾ + Š›¢Ž’
do leão, urso, leopardo e animal terrível e espantoso representam o surgimento

 =
 Ľ
X@  
13:1-2 todas essas quatro imagens se encontram na descrição da primeira besta.
Isto reforça sua conexão com Roma, o quarto animal que Daniel descreve em
¼ 
 

+ @$
 

 »¾
  
»¾½ 

Š@

 =

 
fases de atuação1. Os Salmos apócrifos de Salomão 2:25, falam do governante
romano como sendo “o dragão”. E o anti-messias, previsto na literatura
escatológica judaica do último período, recebe propositalmente o apelido de
Armilus para fazer eco ao nome de Romulus, o lendário fundador da cidade
de Roma.2
O¾ 

 
 
Š@  „¢

»
 _?
&  
 »¾         ?=
 


    Š›‡Ž
alusão clara aos dez mandamentos da lei de Divina que também abrem o cenário
apocalíptico de João. No capítulo 11:19, imediatamente antes de descrever a
?
 
 
¾
Ž
»¾ * 
&

 *
 ½
vista a arca da aliança, que se encontra no santuário. Gregory K. Beale e Sean
‹‹? ¾½
W %
& ½

1
Veja por exemplo Midrash Rabbah de Gên.••›„Š“Š†›†“Midrash Rabbah de Êxo„›†“‡›’“
Assunção de Moisés„”›’“–Antiguidades „”‡”¢Ž‡„”‡Š‡Ž‡Š’
2
Louis Ginzberg, “Armilus”, en Jewish Encyclopedia, „„’Ž„‡”“  + › ? ›¸¸
? “ 
   „” &
‡”„‡
Nuevo Testamento 251

 + „‡  


 & ?–
#
a presença da arca foi marcante em conjunto com as trombetas de Josué. “Esta
arca, concluem eles, também simboliza a presença graciosa de Deus em sua
comunidade redimida”.1
Mas a imagem escatológica de animais representando demoníacos poderes
político-opressores pode vir de mais além. Em Jó 40:15- 41:10, aparece a
menção descritiva de dois monstros erroneamente traduzidos por hipopótamo e
crocodilo que representam duas bestas satânicas opositoras de Deus. O primeiro
é um monstro aquático, mas que também vive em terra firme, o segundo um

? ?


  ¾
Na LXX a descrição e ainda mais marcante, o monstro aquático é classificado
como ;= , isto é besta, a mesma classificação dos animais apocalípticos. Já o
=?
¾ /?(= )).
X–#
 & ?



¾ 
forças do mal), conforme as alusões feitas em 40:1: “Ele é a obra prima dos
feitos de Deus, quem o fez o proveu de espada” e 41:8: “Põe a mão sobre
&
Ž    „•›„‡Ž„ŠX_‡’›„•‹  
&=

Ž 
½& ? # •„›„” 

com Ap 20).

João e a Literatura Gentílica


X   
 ?
¯   
 
    
&

 
 &+&  ?
 +     ?*  ?

    – ˜?
  _Ž 
    =  ? #
Ž
+ 
_
  } &+&  
    
 _?   ¾ Z

     
   »¾ 
+ Ž? #
   
um “plagiador” da tradição gentílica matizada numa linguagem judaica –uma
 
 +
  
   
?
da Bíblia, negando a co-autoria divina e fazendo com que a inspiração que o

 $

&
 
+
  
 

o conteúdo de sua mensagem diante do povo.
O

  
?*
  
 

de Vladimir Propp, Claude Lévi Strauss e Paul Ricoeur2 que abandonam por
completo as noções de autoria, datação e contexto da obra em estudo para
&
»
Ž  }µ+ ¸# W 
 *

1
J

¤‰W‹‹? { Commentary on the New Testament
Use of the Old Testament,  J ¤ ‰   @ |
 J
 {  ‹› ‰Ÿ

@@ ‡””Š„„‡‡
2
Estes são apenas alguns dos proponentes do estruturalismo. Este método iniciou-se por
uma abordagem em obras literárias não bíblicas e foi posteriormente adotado por teólogos

   
&+& 
  = 
+ ? #

252 ;   
  <


no indivíduo que lê e na compreensão que terá independente da intenção


original do autor ou da compreensão coletiva de sua mensagem.1
W
 
 
 
?
¯ ¾
_ 
&+&


" 
 
  &=¾
contexto literário e cultural que o envolvia. Embora a Bíblia seja fruto de uma
inspiração e não de uma cultura, sua mensagem não foi inspirada de um modo

&'* 
»¾?


   
época (Sitz im Leben).
Embora evidentemente as Escrituras não sejam baseadas em mitologias ou
obras seculares, é notório que, nalgumas vezes, as mesmas imagens e símbolos
sejam coincidentemente encontradas tanto na literatura bíblica quanto na pagã.
‘
  

+‡Š›„› OW?

castigará com a sua dura espada, grande e forte, o dragão, serpente veloz, e o

 *
O
?&

=?
“Leviatan”, um personagem mitológico comumente referido na literatura fora

   ‘
  



 
?
 &»? < &_
»2
X{W?
W+
 Ž 
 

»¾

   
„Š””„•””| ?
½

 +O
¾
? $
serpente de sete cabeças, é expulso do céu por Anat que após a vitória canta
em triunfo:
“Eu destruí o Dragão do mar, o amado de El.
X
X?
X$_
%
Eu o calei,
Eu destruí a Serpente Veloz,
W?   &»
Eu destruí o Dragão do submundo, o amado de El.”3
Esta mesma imagem é usada pelo profeta para descrever a vitória de Deus
sobre os inimigos de seu povo.
O ¾|?
€>
› +=


  + 
X  *
 = ? 

1
Ao falar de “intenção do autor” inclua-se Deus em primeiro lugar como autor legítimo das
Escrituras e, a seguir, o profeta, usado como instrumento para a transmissão da mensagem
 X  
 ? ¾ =      ¾   X 


#

 
?
| ¯
da mensagem em si é protegida pelo Espírito Santo de modo que a individualidade do autor
?=

¾  
¯
 

2
?@X
 < ?<%O›%?_  ‘
 ˜



Vetus Testamentum ¢‡§¢ „…’‡›¢‡ŠŽ¢¢„
3
‰
»¾˜€@&
?  @ ? ?
Bulletin of American
Schools of Oriental Research’• „…•„›„•Ž„Š
Nuevo Testamento 253

  


 
  
Å  

½ 
como meio de ilustrar um ponto sem necessariamente expressar ou encorajar
algum tipo de fé na estória então utilizada.” 1
Um outro modo, talvez mais adequado, de entender essa similaridade
poderia ser o fato de que Isaías ou qualquer outro autor bíblico não estivessem
necessariamente “ecoando” a produção literária em redor, mas partindo de
uma mesma tradição comum a essa literatura que foi apropriada de maneira
particular por cada segmento.2 Isto é, os autores bíblicos remetiam-se a ela por
inspiração e preservação de conteúdo. Já os autores pagãos a ecoavam apenas


¯Ä 
   
»¼ 
»¼
conteúdo original. Apenas uma “sombra” do conteúdo primevo teria sido
preservada neste conjunto literário, ao passo que, na Bíblia, o seu conteúdo

  
 
» ½  
»¾
=  
  

senão na íntegra, pelo menos naquilo que seria essencial para a salvação dos

?
‘ »¾* 
 ?»
@  
de João e a cultura comum que o circundava. Essa cultura, embora pagã, trazia
resquícios da verdade que poderiam retroceder até ao Éden, ao tempo em que
@¾   ? #
J
|" 
?
?
 O¾ = 
  
?   &  
+   {
W?
Leviatan ?Lotan) também tragam uma

»¾  
  ?
 &» 
  € 

=?


+Ž%=
 ? ½
»¾

¾¸
   &»=» 

= @ „‡
Deus não estimulou João a fazer uma cópia da cosmogonia pagã, mas

  
   
»¾    ?»  
imagens do folclore popular, primeiro por causa da já mencionada “tradição
¯ 
?    

 

aos leitores, especialmente aqueles imersos na cultura greco-romana, uma
?

¾   }
@ 

 +& 
  ?   
 ?+    
compreensão do livro para aqueles cristãos oriundos do mundo greco-romano
e das regiões mais distantes como a Arábia, Panfídia e Mesopotâmia.
O +$@  „‡„¢?*¾ 
 
?»=
& ? 
Enuma Elish, aonde um Dragão alado por nome Tiamat tenta trazer o caos e a

1
|€>
 < < ?Evangelical Quarterly, 32, nº 4 (1960): 209.
2
X = 
  J
?
 € '   ?»
  
 

vétero-testamentária e a literatura pagã em redor. J
?
€'The Remnant – The
History and Theology of the Remnant Idea from Genesis to Isaiah,@
‘
 ‹
 ?
W { ‰

W
‹›@
‘
 >
„…Š•„¢Š
¨ Šª¢Š¢Ž¢Š
254 ;   
  <


desordem, mas é expulso do reino dos deuses por Marduk? 





& ?
@* 
  &&Ä?*
 
  
& ?
?
# 

¾¸
 
=

  
–  # ?*


¯  
? *&  tupsimati)
nas quais estariam escritas as divinas leis universais – o ataque ou usurpação das
*&= & ?
     ?
 *
&»
um leão (comp. com Ap 13: 2), roubou essas tábuas de Bel ou, segundo outra
versão, de Enlil, tornando-se assim o governante do mundo. Numa assembléia
X$?O
& ?

contra Zu e recuperar as tábuas.
Numa outra versão do épico, o dragão Anzu era o servo rebelde de Enlil,
e fora ele quem roubara as tábuas da lei (ou do destino) para com elas poder

X ¾<&
?
divino ao mesmo tempo, para guerrear contra o dragão e recuperar as tábuas
sagradas. Em outras versões os deuses Ea e Belet-lli concebem Ninurta com o
propósito lutar contra o inimigo.
–*  '  @
&  = ‹
Ÿ   ?    
?
#
 
 *&
 ?
& 
¾ _
?% X
 #
&

¾‹
Ÿ=
&
o título de o “guardião das tábuas da lei”1 – dever que depois é transferido para
$?2
 X = +

 
& ?O
 {*@ 
$
@   &=
?@ $@  {
Ÿ%
 Ž
¾¸W
 
do mar abismal que tenta derrotar Aton, mas é derrotado por este.
O número de exemplos é bastante vasto. Além da literatura normal,
encontra-se também uma variedade de imagens impressas em selos cilíndricos
  Å

¾½_½_

de serpente ou ainda com sete cabeças sendo subjugado ora por uma ora por
duas divindades.

1
@ #

% ‹
Ÿ
&  + 

 
a atributos divinos. Nele, portanto, toda a divindade estaria unida e representada. Dentre
os títulos está o de “guardião da justiça e da lei” (Robert Graves, Larousse Encyclopedia of
Mythology¨O
›>
 ?>
„…†”ª
2
–?JThe Messagem of Isaiah 40-55 . A Literary Theological Commentary (Londres: T &
%|
Ÿ 
 ‡””¢”“J˜
|–‰Ÿ
Historia Religionum:
Handbook for the History of Religions - Religions of the Past (Leiden: Brill, 1988), 1:168. Para uma
visão dos mitos veja: Donald A. MacKenzie, Myths of Babylonia and Assyria ˜? $?‹%›
¤
>&?‡””•Š•“@&
%|>%The Origin of Biblical Traditions:
Hebrew Legends in Babylonia and Israel X|@›‰Ÿ%
„……Š‡” &=

&?
W?‹> '%&  ?‰Ÿ <Journal of the
Ancient Near Eastern Society „…Š¢›¢•Ž¢¢
Nuevo Testamento 255

João e a Literatura Judaica


@

½ 
 
 ¾ 
»¾ &= 
 
 ? 
 
   
  @   &+&  
 
 
   
  *
     ? apocalíptica, tal
vez porque esta poderia servir de ponte para alcançar os leitores judeus.
Além disso, era fato que aqueles livros, embora não fossem inspirados,
também preservavam algo da tradição oral dos judeus que poderia evocar

??   
 }&= Z

–… 
 
$
»¾ 
 

um apócrifo ou da tradição oral) que Satanás disputou com Miguel pelo corpo
de Moisés. No verso 14, menciona que Enoque profetizou a vinda de Cristo,
dado esse que aparece apenas no livro apócrifo de Enoque um pseudoepígrafo
 +  ?    
 
 
» 
&? 

&+&–„•„?
 »¾   #

?   
X„›„†Ž„…¨•‡”•ª
Esse mesmo livro de Enoque parece estar por detrás do cenário de
Apocalipse 13 que se utiliza, senão dele, pelo menos da mesma fonte de
imagens, para divulgar sua mensagem de um modo mais compreensivo. Os
leitores imediatos certamente estavam familiarizados com aqueles símbolos e,

 
?
$
X X †”›ŠŽ… ?*  
»¾  
#  *
 
@  „‡„¢› O¨+_$ª


¾›
¯?<  
?& 

_&

    *   ? ? ‰?      
dorso as terras desérticas de Dendain no lado oriental do jardim aonde os
     ?&  @ ?»    &    
 

 

=&  

"  
_   #

Esdras 6:49-53 aonde é dito que Deus criou no 5º. dia dois grandes monstros,
< ‰? 

 
* 

na parte terrestre. A mesma informação aparece em Baruque 29:4 aonde é
acrescida a explicação de que no dia do juízo esses animais serão executados e
os justos comerão sua carne no banquete escatológico promovido pelo Messias
 
@ „…›„Š
‘
   #

&+X &=?

manuscritos do Mar Morto, localiza no Monte Sinai o local do juízo escatológico
&
?› W
*J
W ¨

 

*&
%


*‹ W 

*ª¨

=
 ª

*
 
¨ =%
 

¾
¾ 

 ª •‡”„¨•aª
Aqui percebe-se o papel central dos dez mandamentos no ato culminante
   
  ?   _ ½ ¾   
 
 
Å*
 
  $ 

de luta entre as forças do bem e do mal.
256 ;   
  <


Apocalipses de Enoque
Z
     X  
 _
 ¾  # ½
 <
  W ¾  ? Apocalipse das Semanas (1 Enoque
…„›„„Ž„Š“…¢›„Ž„”¨•‡„‡ª1 e Apocalipse Animal (1 Enoque 85-90). Em ambos,
    
   =    |
  ?* 
»¾

= ¸ #&


 


" $  
?
Ambos os textos são considerados por muitos autores uma visão essênica
da revolta dos macabeus.2 Contudo essa visão preterista – largamente usada
também para interpretar Daniel - não impede a sugestão, talvez mais apropriada,
de que os textos aludam a uma tradição escatológica reveladora do que os
 



 $    »
tradição para dias futuros bem posteriores ao período de João Hircano.
Z @    W _ 
  ? X +   X
ou I Enoque 91-105 que consiste de duas seções: o já mencionado apocalipse
 X + X$?
_=

exortações aos justos e advertências (“ais”) sobre os ímpios.3
Em I Enoque 91: 1-10, 18-19, o autor declara ter recebido uma mensagem


»¾› >_?X +
 ¨ª
veio sobre mim, de modo que posso agora mostrar a tudo o que acontecerá
¨ =ª½ 
 …„›„Z    
 
que envolve uma perversão da lei de Deus (98:14 e 99:2). A seguir, ele apresenta
em forma de períodos simbolicamente “semanais” dez divisões proféticas da
? #
?  X =
X? ›
1ª. Semana – Antediluvianos
2ª. Semana – Dilúvio e Noé
¢¥WƒO ?@&
¾
4ª. Semana – Promulgação da Lei
5ª. Semana – Construção do Templo em Jerusalém
†¥Wƒ  
»¾½<

1
    –%‹Ÿ The Books of Enoch: Aramaic Fragments of Qumran (Ox-

›|
>
„…Š†“‹ ?‰ŸThe Books of Enoch or 1 Enoch: A New Edition
<›‰
„…’“–'|?

?The Old Testament Pseudepigrapha, Vol. 1: Apoca-
lyptic Literature and Testaments (Garden City, NY: Doubleday, 1983).
2
‹–Angels at Qumran: A Comparative Study of I Enoch 1-36, 72-108 and Sectari-
an Writings from Qumran,–W>W W
„„ W?$‘¤›W?$@>
„……‡“
€
? %?W&<  ?@@   X? „X?’Ž
90)”, Revue Qumran 14 (1990): 629-636.
3
Porções de I Enoque 91-105 foram encontradas num original aramaico dentre os mss de
Qumran (4QEnc e 4QEng).
Nuevo Testamento ‡Š

Š¥ W ƒ W
   X  
 _
   ½ »¾
‹¨‚ª= ?  » 
eternidade” (93:10).
8ª. Semana – Aumento da apostasia. O Eleito executa o juízo sobre os
ímpios.
9ª. Semana – Em virtude da apostasia, os ímpios são determinantemente
removidos da terra e lançados no abismo.
10ª. Semana – O Juízo Final sobre os Vigilantes (possivelmente os anjos
caídos) e o erguimento de um Santuário no Céu, que consiste na verdade da

»¾?=½ =#

poderá ser vista. Por ocasião desta última semana, o texto prevê uma convulsão
no topo do monte Sinai, aonde Deus aparecerá em seu Santuário [certamente

  <ª  #
  
  ¯ %    
¾


  $
¾  
 % 
¾    
¾
julgados, até mesmo os justos. Mas estes últimos receberão a clemência. Se
tornarão propriedade de Deus e o esplendor da Divindade os iluminará então
?
*}
$ » 
 

*
 
@ ‡„›‡‡Ž‡Š
O @  @
 #
? #
 
=
 
  ?   @    W  @¾  =  –+_
$O + ’…›„Ž•”?* 
 &_

?&
_

 + Z

inspira-se no Êxodo, mas tem implicações escatológicas em relação ao futuro.
O&




»¾
?
reservaria um lugar de refúgio. Os lobos, por sua vez, são engolidos pelo mar
? ¼O 
&? 
  
 ?+
 ‹=& 
?=
    


 ? 


<‹=??




 

 
 $&

 

 

$  
$
 
 
@   „‡  „¢ 

     µ¯  X›
 ?
      

  
¾  
 

??
 
 
„‡†”
Mas o que deveria ser um refúgio se torna novo palco de perseguições, pois
a Besta parece ter poder para agir no deserto (Ap 13:5). O que aconteceu
com o refúgio prometido por Deus? Tudo parece indicar que a promessa de
proteção era condicional, mas a apostasia do povo fez com que a perseguição
se alastrasse para além do tempo inicialmente previsto, de modo que, se não
  
¯  
  $  
+

 
  @ „‡›„Š„•›„‡
W *X@  „¢?

 
»¾&?=? *


258 ;   
  <


graças aos tratados do Mekilta do Êxodo, do Sifrê   


Ä  
+$
&?<J_&
Legends of the Jews.1
Segundo essa tradição a adoração do Bezerro de ouro no deserto apontava


  
»¾½<@¯

‹=   
$
‹ 

_
que se erga um ou dois falsos profetas (Jannes e Jambres) que operam sinais
 X_?&
@
¾_

Bezerro de ouro.
Com seu poder diabólico fazem com que a imagem do bezerro crie vida
e emita sons (como se estivesse falando). Por isso as pessoas adoraram ao
bezerro, pois ele era uma imagem que tinha fôlego e falavaZ ?
contra a adoração do ídolo eram perseguidos e ameaçados de morte. Enquanto
isso, no monte, Moisés recebia a lei entre trovões, vozes e relâmpagos.
O@  &  &=? 
 
„†›„¢    
      
&Ž? Ä 
modo que ela passa a ter vida. Em virtude disso, o povo a adora a imagem “que
fala” e ameaça de morte os que se opuserem a essa adoração. Assim como na
tradição judaica, o cenário (que na verdade começa no capítulo 11:19) também
se abre com uma visão gloriosa da Lei entre trovões, relâmpagos e grande

|¯?* 
¯

 
& 
  
 
 
›
" 
que tem a Lei por sua temática.

Conclusão
Em todas essas múltiplas referências apócrifas, apocalípticas e pagãs foi
+ 
$
 

¯ #    & ?
 
 
»  &

  
  


¸?
#  
 

»

  

?+&

¾

 
X& ?
 


de supremacia nutrido pelo agente da rebelião. Tais imagens possuem fortes
?» &#
 @  „‡„¢
J
|" 
‹ |
 
¾ W *
Embora não seja possível afirmar uma dependência literária de João em

»¾   
  
*
  
  ?» ¾  
nítidas para serem ignoradas. Por isso, a comparação literária entre João e a
literatura geral – que teoricamente estaria disponível em seu tempo – demanda
a busca de uma causa dessa similitude e, ao mesmo tempo, de uma razão para
ela.
Como causa poderia ser apontado o fato de que duas obras literárias
não precisam ser necessariamente interdependentes apenas por possuírem

1
Lovis Ginzberg, Legends of the –• >? ?›–?W  @
„…”…Ž
„…‡’›‡††Ž‡Š”<
 +
 >?

Nuevo Testamento 259

?»  W¯ 




fonte única que estaria na base ambas as obras. Sendo assim, é possível supor que
tanto a literatura geral (judaica e pagã) quanto a literatura bíblica (especialmente
o Apocalipse de João) originam-se numa mesma fonte: a tradição adâmica que
fora deturpada pela primeira e restaurada pela segunda através de uma legítima
revelação divina. Afinal, faz parte da apocalíptica joanina denunciar o engano
satânico que “imita” a verdade ao mesmo tempo que a distorce.
Como razão, é possível supor que a Providência reveladora de Deus

  
 Ž     ?»  _
seriam fragmentos de verdade em meio ao paganismo) para divulgar uma
mensagem que certamente faria eco no inconsciente dos primeiros leitores
tanto judeus, quanto gentios. Tal possibilidade condiz com as palavras iniciais
do profeta que revelam o propósito do livro: “mostrar aos seus servos as coisas
que em breve devem acontecer” (1:1). Note que, a despeito da tradução
corrente, João não diz exatamente “mostrar” como poderia ser sugerido
caso se utilizasse de verbos como /@( G: (fazer ver), /VD _
?

L=QF@;): (mostrar para um público). Ele diz “fazer sinalizar”, “mostrar através
de símbolos”, conforme a correta noção de J<) @ . Ora, uma vez que muitos
desses símbolos são comuns tanto na literatura bíblica quanto na literatura
#
=    =¾ 

½
»¾  &+&
¾=
* ? * 

e menos “judaico” com fins de alcançar a todos os povos e não apenas a um
setor.
A prova maior que essa mensagem era adequada aos moldes intelectivos
daqueles cristãos que viveram no I século (tanto judeus quanto gentios) está no
 ?= +
*





 ½
#

‰+&    
 
#
 &  ? #
 
»¾ 
livro para esclarecer algumas passagens demasiadamente “criptografadas” para
a cultura atual. Como sugere o Seventh-day Adventist Bible Commentary: “Portanto,
uma certa atenção deveria ser dada aos modos de expressão e pensamento
  
Ũ–¾ª½_&Ÿ
 
  1
A descrição joanina de Apocalipse 12 e 13 lembrava muito de perto a antiga

»¾    +& ? 
supremacia de Deus e a soberania de suas leis. A associação era imediata e aí
estava uma boa oportunidade de evangelismo entre os povos.
‹ _   
    ?»   

 
*
   
  @   &+& 
»¾ ½  
 


| 
? &= ? 
 »¾&  
 & ?  Å
–¾  &=
 
 
   ? ?= 
Z     =
"   %

“  "     & ? 


*     
¾ &+&  "   ? ¾ ¾ 


1
SDABC,Š›Š‡
260 ;   
  <


marionetes nas mãos dos deuses, mas seres dotados de livre arbítrio diante da
legislação divina.
X = &&Ä
¾=
 

  & ?@  &
 
  
 
%


 
 

  $

&¾W * =*Ž½   ƒ=¾
na literatura pagã, mas amplamente divulgada nas obras judaicas. Neste caso,
a luta pela supremacia dos deuses e pelo domínio das tábuas da lei (ou “livro
  Ž 
?

de supremacia e de autoridade até mesmo sobre os mandamentos divinos. A
quebra voluntária deles, seguida da apostasia imposta ao povo é o que marca
»¾@ 
  =  
 $
¾
adventista de que o caráter de Deus, conforme expresso em sua Lei, está no

»¾"  #
  »¾@  
17
Roman Catholicism in Prophecy

XŸŸ?
 ‹

I  ?   ?{| ?|?


?  ?> ?&
   ? 
         W
 
  ?
 
?  

 W
 
?? ?&
  

     

  
 ?
?  ?  &&

O  ?  ?&& 

 ? ? 
&  ?


 &   ? 


? 

& 1
˜??|?
 ?&?     ?> 
 ? ? @ ?
   ?  ?
 ?  |?
  
 
 ?
| ? |?
?         
 &&
 X  
?

  &&
 ?


 ?


& ? ?

? ?
 ?
XJ˜?   ›
 
 ? 
  
 
    ?Ÿ

  ?‹   ?


 ?? –& ?

?’›„%? &“& ?  &
?&
   ?
 
 ??? 
??  ? ?˜?   
 Ÿ?
 ?
  
?| ?@ ?| ? ?

?
  
|?
 ?Ÿ ??  ? ?  ?J

Ÿ ?
&?2
 ?  

 &
  ?&&     
?  Ÿ  ?  ?
 |?
  ˜
_ 
  "
%?

  
    
 &        
  
˜  Ÿ  &
  Ÿ   ? >
    
      



1
W ? – 
  ?
 – $ & ?< ?
˜
€
 
 ?| ?|?
???$ 
&  ? ?
?
?
?‹
 ? 
  ‹
 ? 
W &O
J %?   – $ &€ ?  ?|

 
>
  | ?{ ? Ministry, January 2010, 19-21.
2
XJ˜? Testimonies for the Church… ‹ |@›>$>
>&?
@ „…•’…›‡•¢|{ŸW Revelation of Jesus Christ: Commentary on the
Book of Revelation ‰

W
‹›@
‘
 >
‡””‡•¢”Ž•¢„
262 ;   
  <



&   ?| ?|?
?˜?@  ?
 
?  Ÿ
Ÿ  ?& { 

Protestant Understanding of the Little Horn,


the Sea Beast, and Babylon
% >
   ? ?   ?@ ?
 %?  
? ?  ?    
 >  ?     ? 
?  ?     
   ? | ? |?
?
&
? &  ?
? | „…†‡Ž†?  ?  ?
continue to play a role and become even more pronounced.1
 { | ? € W 
 >    ?  {
| ?    
    ?  
    
   ?|?
  ?  ? 
?       & &&  2 '  ? 
?| ?|?
??

   &3 ?

_ ? 

? &? ?
­’”?
concluded:
%?
   Ž | ? 

  ?‰&
>
    $&  ?
&  ?  ??

 
   ?‰&&{| ??

Ÿ
„…†{| ?
 
   

 ? ?
? ?  


  
 
   
    
  ? |?
   ? ?
$ 4
 ?       ? 

  ? ? | ?


|?
? >
  
  
 
  ? <  5 –? > 


 ?  6%?W 
 ?&

1
W€W 
> {| ?Evangelical Dictionary of Theology, edited by
˜ 
@X J
{ ‹›‰Ÿ
‰Ÿ'„…’•…Ž……
2
Ibid., 955.
3
Piggin, Roman Catholicism, 955.
4
bid., 958.
5
W– 
¸ |  ˜? ?> & < ‹Time World–Š
‡””Š“ &  › ? ›¸¸ ¸ ¸
¸
¸”’……„†•„””’””? “
Internet (accessed January 10, 2010).
6
W%?> $@ WPapal Adresses  › | ‡””¢¢Š”Ž
¢Š•“ &  ›  ? ›¸¸ ¸
Ç
¸  $Ǹ¸
 ¸ ¸„”” “ 
  Z &
„”‡”„‡W> –?
>  ‹  ? > $ @   W› Z X  Z &
 ‡‡
„……†“ &  › ? ›¸¸ ¸&

¸>@>@<Z|¸–>…†„”‡‡'%‹“  
 
–
‡”‡”„”'


› ?Humani Generis (1950),


>£?
$
 ?  ?
" &  
 ? 
   ?  ?

   ?  
 ?     
?  
$  %Ÿ   ? $

?  ?

Nuevo Testamento 263


 ? 
&
  ?   ?&
 ?
W&& ?1Z ?
 ?&
 ?  ?
 

 &
 ?
?2   ? &
   ? 
   W
 
 ?
 ?
 WŽ| ?


  W  


 
  
  ?| ?|?
?? ?
?
?
 ?  ??
? ?W>
    ?
?   &  ?| ?|?
?
Z ?
?Ÿ
? ?

  ?> &W
 
?   ?
‹
–X
Ÿ  ›
%??
?¨ ?{| ?|?
?ªJ¦

  

?˜?  Ÿ  Ÿ ? ? ?
   ?<
? 

 Ÿ@
  ? ?
?  
 ? 

 $
 ?
 
?&   ?  
?
 
³ %? 
  ?  J ?   ?   
 ?
 
 
3
'

 |?
 ?˜J
 
  ?   ? ? ?
 '
 
  >
      ? ? 
 
  & ? | ?
|?
?? ??  ? 
 ?
  ?   ? ?
 ‰ 
 ? $ ?
 Ÿ ?  
­ 
¦
 ?
&
 



  &
&–??4
Z& ? ?  ?  ? @ ?
    &   
  
O
 ?  $ 
& ? $  ?

 

 ? ?
O
? Ÿ ? 
{
 
 
? $ ?

    ? ? ?


 5

 ?
 


   ? ?'J

  ?

 ­ ¦
?  ?
?   
 
 ?  ?  ?%
 ??Ž 
 
 ? 
 
? $ 
 ?
   
 ?
?  ?
1
W @   
  ?'€ ?
–?>   ?‰? |

€ ?  ?| ?|?
?¤  ?<
¦'Vatican-“&
 › ? ›¸¸ ¸?Ç ?
¸?Ç Ç¸  Ç 
¸ ¸?Ç Ç
 ǔ”Š„……’ÇŽÇ? “ 
  –
‡”‡”„”
2
W %? @  >
 > › Z ?
 |?
   
 |?
? USA Today, July
„” ‡””Š“ &  › ? ›¸¸ ¸¸
¸‡””ŠŽ”ŠŽ„”Ž  ÇO
? ‚ ¹¢•“
  –
‡”‡”„”
3
‹
–X
ŸChristian Theology, 2nd  J
{ ‹›‰Ÿ
‰Ÿ>&?
| „……’‡Š„
4
Wayne Grudem, Systematic Theology: An Introduction to Biblical Doctrine (Grand Rapids, MI:
 
>&?| „……•„„”¢
5
X%?|ZLife in the SpiritW  %?¢ >&‹@›>

Press, 1998), 418.
264 ;   
  <


˜?  

?
?
 ?  ?


‚
˜ ? ? 
Ž

 
 
 

 ??
   ?  ? 
   

     W
 
 W   
?
    ?

 
 
  
 ?
  
    
   ?@ ?
  ? 
 ?  
 ?
? 
   ? ?
? '
  ?  ?
 ?Ÿ &  ?   ?
 
Š ?& {„¢ ‰&›
Ö –?XJ
  ?  ?&  ? ?
 
 Ÿ ?  1‰ ?   ? 
?  ?? 
? 
 
 
 O
?
?
  ? ?
@ ?X  ?2%? 

&{&
'|?
?? ?  ? ?
 Š’

@ ?3
Ö J
?
‹
    
? 
 
?
&  ?  ? 
Š

 ‰&‹Ž>

J
 { &  
 ? @ ?
   ? Ÿ  
God.4 ‰  ‹
      ? @ ?
  W  ? ‹
 Ÿ 

 ?    
?5
˜ ?

  ?& ‰&{ ?
  ?
 ›
Ö %? Ÿ‰&{ 
 Ÿ ?{
X 
  ?  ?$
  
|X6 First century Rome is also
  ?  &  
 ‰& & '

 ¤ ‰7 ˜ '

1
–?XJDaniel,˜‰|¢” %£›˜
‰Ÿ>&?
„…’…„††
2
See Ibid., 191.
3
{&
 ' |?
 A Critical and Exegetical Commentary on the Book of Daniel (Oxford:
|
>
„…‡…„Š…
4
J
?
‹
Das Prophet Daniel˜ 

W && ˜ 
›‰
Ÿ?

„…’‡‡Š•
5
W  ? { ‹
 Daniel %? O @
 | 
  „’ O?%O›
‰
'>&?
„……• 
 & ‰&
„…Š ‹Ž>
‰& ? 
 
 
 „…’ €
‹Ž>
J
  ?
 „…… %?
?& 

  ?{
 
 ‡”„  ? ?
   ?
?& 

 
 
 Ÿ Ÿ
  ?  
 ?{X 
 ‡”‡%?


  ? & ?  
Ÿ ‡”‡ ?@ ?
 %?
&
$ 
 ‡”¢ %? ?
 

 Ÿ

  ? 
'W
 
 ?
 ?­ ¦ ‡%?‡›¢ ?
­@ ?
 ¦ „–?‡›„’ ?­& ¦ {„¢›„%?@ ?
  
 

$
 ‡„¢
6
Robert M. Royalty, Jr., The Streets of Heaven: The Ideology of Wealth in the Apocalypse (Macon:
Mercer University Press, 1998), 65.
Š
Gregory K. Beale, The Book of Revelation, %? O  
  J
Ÿ %  
Commentary (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1999), 682, 684-685. Babylon may also include
{ {„Š
Nuevo Testamento 265

‰
Ÿ  @ ? J ?
1     &
    ?
 ?
2
@
  W  ? W ?  &   ? { X 
 
‰&   ? { X 
3 '
 
 ? ‰& 
 
 
& 
 ?
Ÿ 
 ‰&–?¦
&_ ?
  
  ? ??

 ?
 
 ? ?
 ? 
?  
 ?

? ?|
 
 &?
  ?
 ?
 ? 
|?
 4
Ö @WŸ
   › %?   –?¦
&  ??
?¦

?  ? ?   
{
'¦‰&
 
 ?
 & ?
 
 

  ?
 { ?
? 

situation...”5 Z& ?  ?
 
Ÿ  ? 
 
  
 
 ?  
 
  ? 
 

?
? ?
? ? 

Ö –>{_ › %?& 
 ?? & Ÿ
   
 ? { J

   @ { „¢   
 –?¦
 ?       
  ? 

 {  

? &  6%? 
&X@%?
&  ?{

¸


?
X ?
&  ?%?& ? 

  ?{  7
Ö W – ¤ Ÿ
     ? 
   

   '
 › %?  

   ?  ? & 

  {  

1
˜'
Ž‰
Ÿ@ ?J ?
Unveiling Empire: Reading Revelation Then and Now
‹
Ÿ›Z
&‰Ÿ„……”’ŠŽ„„…‡„‡„†‡‡¢Ž‡‡…
2
W –? W  Revelation, O %   | 
 >? ?› %
  >

 
  „……” ‡”ŠŽ‡”…“ ‰
 ¤ ‰  Revelation, %? O %   <&


<¤—›˜  
–?¤>
‡””…‡•†› ­%?&  ? 
 

            
 ? 
 
  ¦ {?
 „„•“ {&
 ' ‹ The Book of Revelation, revised
edition, NICNT (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1998), 244.
3
W  ? W The Revelation of John: A Commentary on the Greek Text of the Apocalypse

J
<› 

 >
‡””¢¢†
4
Ibid., 364.
5
DeSilva, David A., Seeing Things John’s Way: The Rhetoric of the Book of Revelation (Louisville,
¤—›˜  
–?¤>
‡””…¢‡•W
W –€
 %?‰ 

?<›{ „¢›„„Ž„’WW Reading the Book of Revelation: A Resource
for Students, ed. David L. Barr, 49-64 (Atlanta, GA: Society of Biblical Literature, 2003), 49-
”› O
 ?


   ?  ?& 
 ?

 
&
? 
? ?    ?{| ?|?
?
6
–Ž>

{_ %ŸW  ?W  ?W?


›@> X 
 
of Revelation 13”, in Reading the Book of Revelation: A Resource for Students, ed. David L. Barr,
119-136 (Atlanta: Society of Biblical Literature, 2003), 131.
Š
David E. Aune, Revelation 6,16, ˜‰|‡‰ O?%O›%?O>&?
„……’
Š¢¢
266 ;   
  <




      ?      ? ?
 
?  ?1
%?  ?&   Š  



&  ?? ?

¶&
 

 •Ž†¶ ? 
?  
&  

  Š %? & 


  

 
›OŽ‰&‹Ž>
J

{‰ –?& ? &    ?


?  –|?
 2¤ Ÿ
 $ ? ?

?&  {„¢ ?@ ?
 3%?   „‡†” •‡
 ?¢Í
$ ? 
 

?? ? 


 ?  –­$
  ?

 
4
˜?  ?  ¦   ? 
 ‰& ?

 ›  ?

 ‰&{ ?   


   
 –?¦  

  ?
  {  %? &Ÿ 
 ? 
 ?
? 
 ? $
 
 
  ?  ?? 
 5
Ö {|'<Ÿ ŸŸ ? 
 
?
& ?
&  {„¢' › %?&  ?  
%?‡&   

  
 6 %?& ¨& ª
¹the whole antichristian power  &W  ?
  ?
7
%?  ?  ˜?‰&? › %?

 
 

‰&

  {“ ?? 

 

 
  

    {“ ?  
   

 
?    ? ?
 ?  ‰& ?

  ?is the entire antichristian 
 ?
?  ?
? O %   X
 ‰ ?      {  &
included”.8
Ö € 
  ?  % <'  ? @ ?
    
?   
  ?  
9 %? &  ? 
 
 
 ??
&& ?
&  |? 
„¢
& ?
Ÿ  ?

1
W–¤ Ÿ
 New Testament Commentary: Exposition of the Book of Revelation (Grand
{ ‹›‰Ÿ
‰Ÿ'‡””„¢ŠŠ
2
&¢Š’
3
W&¢’„¢Š…
4
Ibid., 382.
5
Ibid., 409.
6
{|'<ŸThe Interpretation of St. John’s Revelation ‹ ›@&
>&?
House, 1963), 389.
Š
Ibid., 394.
8
Ibid., 434.
9
Grant R. Osborne, Revelation,‰Ÿ
X | 
 ?O%   J

{  ‹› ‰Ÿ
 ‰Ÿ ' ‡””‡ 
  
  
 &     ? 
 { |?
“ ‹ —&
 | „…Š†“ W “ Z¦ „…’†› ’¢“ ‰“
‰Ÿ? „……¢&› •”Ž•‡“ {“ ‰ & ?  ? &      
 &  
empire...”
Nuevo Testamento ‡†Š

@ ?
 
 ?
 %
& 1–?€˜
 Ÿ
&  ? 
   
2 {&
 <%?   › %? $ 

 
  &     
  ? 
 
?  
 |?
 

  ?
?Ž
3

Adventist Understanding of the Little Horn,


the Sea Beast, and Babylon
˜?  Ž@   ?
  ? ? 
 
? 
{   
      ?
  
?  ?
@  |?
?O  ?? 
 
   
 ?

 
  ? @   |?
?     ? 
? ?
@  |?
?? 
%? ?
 Š
  ?> 4  ? 
 ? 


 ?
  { ?{ 
  


%? 
 
 ? ?
?  
ƒ 

Ÿ 
  ? 
Ž
 ƒ ? 
   ? „‡†” 

??   ?
  ?„’ ? 
 ? Ÿ 
?‹ '?? ? J 
  ?   J 
&$&
%? ? ?
 J¦
Ÿ5
@ ? ?
     { ?&  {„¢
%?? 
&Š 

 & ? 
  
? &  & ?  ?Š& 
   ?  ?

   ? &  
    
 


?   ?&  ?
Š
{„¢  ? 
 ?%?&   
&
   ? ?
   {„‡ W 6 Adventists agree
?  ? 

 
&

&    
Ž
   ? 
  
 

1
Tim LaHaye, Revelation J
{ ‹› 
>&?'„…Š„Š’
2
–?€˜
, The Revelation of Jesus Christ |?›‹>
„…††„…Š
3
{&
<%?Revelation 8-22: An Exegetical Commentary |?‹>
„……
154.
4
–‰Ÿ?Daniel: Die Vision vom Ende  µ
?›@ Ž
„…’…ŠŠ“˜
' W? Daniel 7-12, %? @&  ‰& @ $
 W
 ‰ › >$ >

>&?@ „……†„•‡“|‹
‹J|
s: The Message of Daniel For
You and Your Family ‰›>$>
>&?@ „…’„„›„‡ŠŽ„¢¢
5
W€
O?Seventh-day Adventist Bible Commentary, Š ˜? ›{
'
>&?@ „…•›’„…Ž’¢’
6
W–‰Ÿ?Secrets of Revelation: The Apocalypse Through Hebrew Eyes '
 ›
{  '
 >&? @  ‡””‡ „„•Ž„„†“ @ ‹ {
+_
Future Glory: The 8 Greatest End-Time Prophecies in the Bible '
 ›{'

>&?@ ‡””‡„”•Ž„”…
268 ;   
  <


?     
 ? 
  
 ? $   '
   

 ? ?
&  J?  
{  ?
‰&1
    ? 
  

    ? @  |?
? 
$ 

 
 ??
?&
  

?
€ 


 ? ?
 
 { ? ?

   ? ?{„‡Ž„•'

 
@  
?   ?
  ?&Ÿ€
 {


states:
%? 
 
  @     ?  @      
&
&  
  

   
 ? ? ?

 
  {| ? ?
|?
 ?
?%?

­

¦

   ?_ ?&
 ? ?
|?
   
& ?
   2
'  
  ?    ? 
  @  
  ?   
& ?&&  { ?
 

? &
   ?   ?  ? | ? |?
? ? ?

   ?Z& ? ?  ?> 
   
  ? ? 

  ?
 '
  ? The Gift of Scripture produced
& ?| ?|?
?˜J–?  ?› W? 
??””
‚ 
  ?
  ?{| ?|?
?
Ž½Ž ?‰& ? %?
{? ?
? 
?< ?
? ?
   ?
 


?3

Characteristics and Activities of the Sea


Beast in Revelation
˜ Ÿ
Ÿ W
 
 %?&    ?

& 
?{„¢‰  
 ?

  ?@  ˜ ? ?&  {„¢

?
 & {„Š%?
 &    ?&
? &    { „„›Š4       Ž     

1
€
 
 ?& O?Seventh-day Adventist Bible CommentaryŠ›’„ŠŽ
819.
2
Reinder Bruinsma, Seventh-day Adventist Attitudes Toward Roman Catholicism 1844-1965 (Berrien
W
‹›@
‘
 >
„……•¢”„
3
˜J–? %?| ?|?
? ?‰&›@{ The Gift of Scripture”,
in ˜   /˜ W‚  (july 2006): 5.
4
WXŸŸ?
 ‹
 %?‰  { „ŠŽ@W  >
„Journal of Asia
Adventist Seminary „” § „ ‡””Š› ‡ŠŽ”  %? ‰    {  „ŠŽ@ W 
(Part 2)”, Journal of Asia Adventist Seminary „”§‡ ‡””Š›„¢Ž„Š†
Nuevo Testamento 269

 ? ?  ?&  ?


Ÿ  ?& 1' ?& 
?
 
_? 
   ‚

5Y ˆ
/
 0
'
  
{„¢›„
 ?  ?& 
   ? ?Z% ?
  ?   ? 
 ‡Š›„“X_¢‡›‡ ?
&&
 ?
2–Ÿ?
_›
 
 ? 

?   ?
 
& ? ?‰&
   ‹ X 
  
 
 ? 
   ?  


  ?
  ?|
 
 ?goyim?  ?   J  

   ? & ¦       %? & 

  {
? 
 ?‹X 
  

 ?3
%?&
   ? 
@
 {„Š›„„ ??
 
‰&      
 %? 
 ?
 
 " %?
 
 
              
%?
?   ?   J‰  ??
  
&
 
 ? 
 ?&  
& ?  
 ? 
%?
"
& ? 
  ??

? &
4 
 ?&  {„¢›¢??  ?  ?
?

 
 &  ? &     5 %?   


?   ?& ??
 ?
 { „¢ •’
„‡ Z  
    
 ? 
 
?   ?
?

  ?&Ÿ   ?<& {„¢›’
%? 
 "   ? &   
?
 
 & { 
„¢›Š  ?
  
 

&         
 ?%?& ¦"   

?•‡ ?¦ 



 ? 
   


_ ? ? { „¢ 

   ?  ?& ¦ 
%?  



present perspective.

1
{„¢›„‡¢•••„‡„‡„•„•„„„„Š„’“„•›…„„“„›‡“„†›‡„”„¢“„…›„…‡”‡”“‡”›•„”
%? ?


 &  
to therion ?&   ?
? {†›’
?&Ÿ&    ?
? {„¢›„„ ?&    ?
& {„„›Š“„Š›¢Š’’„„„‡„¢„†„Š X
? & 
{„’›‡ 
  ?O{W 

%? ?
 
   

  ?& 
2
See Rodríguez, Future Glory „”•“  W  Revelation of Jesus Christ, 402. Cf. Aune,
Revelation 6-16Š¢‡“‰The Book of Revelation, 682.
3
Ÿ?Secrets of Revelation, 114.
4
See Beale, The Book of Revelation, 692
5
See Aune, Revelation 6-16Š¢†
‡Š” ;   
  <


2. The Sea Beast Is a Persecuting and War Making Power


%?& 
 ?
{ „‡›„Š
&
?
¦
  ?
 { „¢›Š
& ?& ¦

  ?   ?&   ?
    %?

W Ÿ
  ?
   J ?
? ?& 
%?
 
 ? ›
Ö „‡›„ŠŽ%?
  Ÿ
  ?
 
Ö „¢›ŠŽ%?&    ? ?
  Ÿ
 
? 
%?&  
 ?  ? 
› ˜?& 

 ??‚ {„¢›•%?  ?  ?&  
 &&
@?& 
 ?  {„¢›Š  ?& 
 
  ?   J&  ?&
 Ÿ ?
{
 ?? ?
– ?¤ ŸŸ
 
? „…›„…
W $?   ??
? {„‡   ?
 
„‡›„Š'$?  ? ?
? ?&    ? {„¢ ?
?
?&    ?
? {„¢&??
   ?$
 & 
X ?? ?&   ? ?
   ?& ?

 ?
 ?
Ÿ  ?& ? %?$
 

 ? 
? ›
?  J

?  
Ž  ?

 
?  W %?

  &  {  „¢  „• %? 
      ?
? 
 
Ÿ
 @  ? 
 ? ?
 
 ? ?
 ?

@ %?&    ? „¢›„Ž„”
 „ 
 ‡ 
   ?&    
 ¢ '
   ?
‰ %?&    ?
? „¢›„„Ž„’
 „ 
 ‡ 
   ?& ?  
 ¢ '

| %?„••””” ? ?
¦ „•›„Ž„‡
 „ 
 ‡ 
   ?„••”””
 ¢ 
 • %?
¦
  '
   ?
Nuevo Testamento ‡Š„

%? 
   ?     ? ? 

  ??
?  ? 
 

3. The Sea Beast Is a Political Power


%?&   &     ? 
Š



1%?



 & { „¢›‡ 
?  ?&  { „¢  ? ?
?&  
Š{ ?? 
   ? ?
& ‰ ?

  ?  ?   •‡ ? {„¢›ŽŠ

   ?  ?
 
   Š›‡”Ž‡„‡ ?? 
    
?
?&  {??&  {2
%?

& ? ? JŠ›‡???& ?
 ?
%?

& ? ?{ „‡Ž„•&
?
 
  ??Ÿ   {„‡›„Š“„•›„‡


?   ?
 ?&  ?  ?
& 
   ?$
   ‰ ? 
  ? ?
 %?W&& ? ?
  
?$
 ¦??& Ÿ %? ?

   ?  —? Ÿ%? 

Š ?   ?
?&  ? ?
¦?
 

      ? 
  ?  {| ?O ?


$  ? 
  ? ?

&Š%?&  
{ „¢

  ?
 

  ?
  ? { „¢›„         ?
   %?
¨diadémataª&_ ?& ¦
 

 ?
     ?
­¤ Ÿ
<
   
¦ ?  
 ­ ¦ { „…›„‡ „†3 Ángel M.
{
+_ Ÿ&  ?
 
 & ?? ?
  
?& ?
 4%? ?
{ „¢›‡„†›„” ?
Ÿ{ „†›„” 
  ?
  {„¢›‡
Š
 ?
   
  ?& 

4. The Sea Beast Is a Religious Power


‰  
 ?    
 ?  &   
 
 %?
  ?Ÿ ?& ‚ {„¢›•
  ?  ˜?
Ÿ<
‚ X„›„„“>¢›„”“Š„›„…“’…›’

1
Osborne, Revelation, 492.
2
Rodríguez, Future Glory, 104.
3
Beale, The Book of Revelation, 684.
4
Rodríguez, Future Glory, 104.
‡Š‡ ;   
  <


%?& ? {„¢›„   ?J


 ?

  J1%?& ?
  J
?? 
 ??

&& ?   J
{„¢›†W ?

 & ?



  ?
?  ?   ? &    
 ?  ? &    
  
 ƒ& 
  %?  ? ?
{ „¢›† 
?  ? &    Ÿ   $ 
 
2   Ÿ Ÿ Ž
$ %? Š›‡ ? ?
&
€
?

 ? & 
 
?  { „¢›• ’“ „•›„”“ ‡”›•   
 
  ?  ?    ? &  ?? 
  
 ? &  

?    ?      
?  Z& ? & 

? &
  {„¢›„•„“„…›‡”“‡”›•??

  
  ?& %?

Ÿ  ?& 
{„¢›„†Ž„Š“„•›„„“„†›‡“„…›‡”“‡”›•?? ?    ? 
J {Š›‡˜? ?„••””” { Š„•

 ? ? J ?
?

 ?
Ÿ  ?&  ?


?
 ?

? ?%? J   
? 
  
 
   X_ …›•  
&  
     ??
 
  
  &  %? 

   &     J¦
 ?

 ? 
Z& ??
  ?
 J
" ƒ     ƒ ??
 

  J %? 
Ÿ  {  „¢  ?      ? ?
 
 
  ?
  ? ? ?  ? ¸ – 

  Ÿ  ?
  ?W&& ? {„•›Š„‡
%?  &        ?
    

 
      { „†›„¢Ž„•    
   ? ?   {
„¢›„”“„•›„“‡”›• 
 ‰&€

  &@   
  ?&  ? ?
 
?|?
    ?
 
  ?& 

5. The Sea Beast Is an Imitation of Jesus, the Antichrist


 ?@     

 
  ?  

%?

   
   
  J€
  ?

?
? { „‡
  ? ??
  { „Š
%?&? $  

 ?
  ‰&%?

  {„›•Ž  & ? 
  { „‡
„¢   ?
 ?&  ?&   

1
Stefanovic, Revelation of Jesus Christ, 403.
2
Aune, Revelation 6-16Š••
Nuevo Testamento ‡Š¢

?
?%?&  { „¢??
 
 

    ?<&–1

Jesus Sea Beast


%?&Ÿ  ?& Z  ??  ?& Ÿ 
? 
 ›†„‡  ?&? 
 „¢›¢
–?  ‡›’“„›„’ %?& ?  „¢›„•
J ?€ ?

 – ?
  %?
? ?
  ?& 

  ? ?
 ‡›‡Š“¢›‡„ (13:2).
%?
 & J %?
 &  ?
?€ ?
– 
 ?& 
%?
? 
 ?
 
–? 
 ?
  „‡›„”  ?& %?
  ?& 

&   
   „¢›•
–
? &?& %?& 

? 
 ??
& ? 

  ›…Ž„• 
? „¢›•“„‡1
–?
 “„…›„‡ %?& ?
 “„¢›„
Table 1. Comparison between Jesus and the Sea Beast in Revelation.

%?
  ? 
2@ ? 
   – ?
&  ?@ ?
  ?? ? 
 { 3
 
 ?
  
&
?&  ?
   ? 


   
 
–? 
 ?

 ?
$“????& {
›†…%?& ? 
 {„¢›¢& ?? ?& 
&
 {„†›†–
  
?
 
&?

 ? 
 Ÿ
  ?   {„›„‡Ž„¢@?
 
 ?

  ?  {’›¢Ž' ?   ?O
–
 {‡„›‡‡‰  ?&  Ÿ ??   {„¢›†

 J¦ ?? {„¢›„†  
? 
J {„•›Š“„…›„”“‡‡›… ?&  
? %?  ŸJ
– ? 



1
%?
 ?  
 ?&  
{ „Š
 ?
&  ?
 &  
 J ?€ ?
%?
 & ??
    ?& 
  {„Š›’   &Ÿ
J ?€ ?
? ?
 %?& 
 ?
?
 
  ?'W 
 €
  ?$

? {„¢›„¢
  >   
??
   ?
>    &
?'W 
 Z ? ?
?{?
‰Ÿ?The Theology of the Book of Revelation
O%  %?|&
›|&
‘
 >
„……¢„„•? ? 
?& 
 ?
?

   ?   {„„


 ?
 ? ? 
spirits” directly.
2
See also Rodríguez, Future Glory, 105.
3
%?&  @ ?
 &&
 ?
W@Revelation
6-16Š„ŽŠ•“Z&
Revelation, 493-495. Beale, The Book of Revelation†…„ Ÿ&  ?
@ ?
 ?  Ž

‡Š• ;   
  <


%?  {  |?


   
   ? ?  ?
  '  
 Ÿ&  ?  
%? 
& ?&   %?  ? ?
 
 ?


  ? ? ?
 ? |?
 –
 ?
 ?€

 
  
    ?  ?& 
   |?
 %?  ?   & 
   
 
 &
 
Z ?
  & 
 –|?
 

6. The Sea Beast is Imperfect, Limited and Sinful


%?& ? ?&
††† {„¢›„ŠŽ„’“„›‡@?  

?     ? &
   
 %? &    
  
  ?
 
 

 ?&
 ? 
    ?‰&1‰    ?  
W
 
 ?  ?
&
†††›
%? „¤„”›„• †††    &W
&–?¦$ 

%?†††  
  
 
 W ?
? ? Ÿ   ? Ÿ?  @ 
    ?

 „¤  ?W&
Ÿ
 J¦

 Ÿ   „Š›„•ƒ„Š &     ?
 ?
   

&&
 „¤„”›„•ƒ„„›„¢| 
?†††
„¤?
  
&

&_ ? 

 Ÿ?  ?
?
2
Z   ? ?  ?
 ?&  ?
 ? 
?
 
 %?
 
   {„†›„¢Ž„•{ 
„Š›•  ? 
 
  ? 
 
also include deception.3 €
?

  
  
     

  ? ?& 

7. The Sea Beast Is Part of Babylon


‰& 
&
 ?$
   
 ?  ?

 {  ?¦ {„•›’  
 ˜ ?
 ? ‰&˜?
 ? 
?   ? ‰&‰ ? 
  
&
ƒ ?
 ?&  ?& ƒ ? 
‰&       ?  ?  
   ‰&
%?  ?  ?&  
 ‰&%?
&   
 ?
 {„¢›•   ?
 ? ?

1
For a discussion of 666 see Beale, The Book of RevelationŠ„’ŽŠ‡Š“@Revelation 6-16,
Š†…ŽŠŠ‡Š’”
2
Beale, The Book of RevelationŠ‡Š
3
Ibid., 831-832.
Nuevo Testamento ‡Š

 
 ?&  {„¢›„‡W ?&  
 



?
  ?  ?  J%?
&  Ÿ &&  
  ? 
   
 ? ?
W   ?J%??
 
  ‰&
?

   ?& 

8. The Sea Beast Will Form an Alliance with Political Powers


Z ? ?
? ?
‰&



 ?   
 { „Š  ?    ?    ? 
¦ ? 
 ?
 ?   J ?
 &
 &? 
Ž
 @
 { „…›„… ?&  ?
 
?Ÿ  ?
?
  ?{
 ?? ?
?
 
%? 
 ? &  ? ?¤ Ÿ
<
 
?? 
 ?

9. The Time Frame of the Sea Beast’s Activity


Z& ?&  
 
 ?
?& &
?

 ? ?$
 & 

 ??
&  {„‡›„’“„¢›„@ ?? ?& 
& ?


   ?
   $  
› ˜? ? ?   ? 
 


    ? ?
   ?  &  ?  
 
 %? 

  ?  ?&  ?
¸W ?
Z
? ?
? ?&  &
 ?&  
{ „¢?
&Ÿ&   
 ŸŸ

%?  ? ??  ?   ?&  {
„¢›¢„‡„•‰ ? ?   Ÿ ‚W
 
? 
 
 ?  

The Literary Genre of Apocalyptic Prophecy


¤ ? @ W
 ?    &
   ?
 
      
literature.1 €
 
 
 ?
   
       
 
 

     
 %? 
      ?   
  

 ? 
 
  
 ?%?    ?

  ? 
 
? {  ?

 Ÿ
& ?$
  
@? 

   
 ?
? ?&  { „¢

1
¤ ? @ W
 Interpreting the Book of Revelation: Hermeneutical Guidelines, with Brief
Introduction to Literary Analysis
 ˜
? Z'›@@
&
>&?

„…Š†„’Ž‡‡
‡Š† ;   
  <


Revelation’s Demand of a Historicist Interpretation


%? ‰Ÿ       {   

  ? 
 

?  

 
 Ÿ %? $
  
     
%? ?
?


€ ?J ?
 &?? 
 Ÿ
? Ž
Ÿ     
‡
&
  ? 

 ?   ?
 ?  ?
 ? 
‰|  ? &?   ?Ÿ J 
 ?|?
 ¦%?OŽ‰&X 
&
& ?‹Ž>
J
Ÿ{X 
%?

  
Š’’›‡”Ž‡„ ? Ÿ‰& 
‡›¢ŠŽ¢’ 
   € {   
 ?   %?  


  ?{X 
 ?  
  ? ? 
@%?
?   ? 
ƒ
  ? 



Šƒ ?   ? ?
& ?Ÿ 
J%? 
 ?Ÿ  ? ?
   ?
W‡
 

 ? 

    ?‰Ÿ 
" ? 

   { 1
@ 

 ? 

    ?‰Ÿ {  
{ „›ŽŠ?
 ?
 –& ?
 

 ??
?$ ?W|& { 
„‡Ž„•{ „‡

  ?
 
$ 
–    ? $
   
 @    ?   ?  
? ?
?  
 |?
 ¦    ? ?    ?
 ?
?
?
?  ? ? 
 %?  
    {  „‡›„Š 

?
  ?{ „¢„•€
 ?–¦
?  ?

& ? ?&Ÿ 
{ 

? 
 
? 

  ?
  
  
  ?$
  
@
Ÿ  ? 

  ?
? ? 
     ?      ?  
 

  ?&
  & ?&ŸŠ
 ?
Z% &Ÿ
 
 ?  &   {  „‡       
‰ ? 
$
  
   ?& 

The Coming of the Antichrist


%?  &     ? @ ?
  @ ?? 
  ?
–?    ?
 
 
  ?
   ? $
   
 ?

@ ?
 ? 
–?¦  „–?‡›„’“•›¢%? ?
 

 ? 
  the@ ?
 &  ?
@ ?
   
 ?
 
–?   ? 
  ? ?
 2%?



1
E.g., Revelation 1:1 is dependent on Daniel 2:28-29.
2
 '
 ‹
? The Epistles of John, NICNT (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1990),
„„|‰˜ ?
 Letters and Homilies for Hellenized Christians. A Socio-Rhetorical
Nuevo Testamento ‡ŠŠ

the@ ?
  {  & ? ?{X 



? 
 ? 
 ?? 
1

The Year-Day Principle


|? 
 „‡ 
& ? &    ? 
   ?  ?
  ? 
 ‹?  ?
   
?      ? ?
   ?    ? „‡†” 
|? 
„¢ ?
   ?  •‡
 ? {  „‡&Ž„• 
& ?   &  |?
 ¦ $
  
 ?  ?? 
  ??
? ?  ?
    %?    ? 
    ?  

? ?
?  
„‡†” ?
  ?
  ?


?   ? 
 @
 ?„‡†” 


 ?

‚ %? 
      W
 
    $
times in Revelation:
„¢„¸‡  Ø Š›‡Ž >
   ? 
‡¢„¸‡  Ø „‡›ŠŽ  
  ??  
¢•‡ ? Ø {„„›‡ Ž %
   ?? 
•„‡†” Ø {„„›¢ Ž %?  ?Ÿ ?
„‡†” Ø {„‡›† Ž %? ?

†¢„¸‡  Ø {„‡›„•Ž %? ?

Š•‡ ? Ø {„¢› Ž @   ?& 
  
God
%?
Ž
 
 ? 

   

 ?   

W
 
@ ??  ?O&
„•›¢•X_Ÿ
•›†
 
 

   
 @  
  


Commentary on Titus, 1-2 Timothy and 1-3 John 


J
<› 

 ‡””Š„›•’
1
 
Ÿ ? ‡%?‡›„Ž„‡
 ? ? ?
@ ?
  W€

Ÿ€‰
1 & 2 Thessalonians,˜‰|• ˜%£›˜
‰Ÿ
>&?
 „…’‡ „†Š %?  
   ? ? parousia   
  ?

 ?
  ? „ ?

&Ÿ „%?•›„¢Ž„’‰  

?
  
??
 ?parousia |?
 >
 ?

&& & ?&
 ?  ? –
  ?'& ?     ?  ?parousia ?
?  ?   ?? ? 

 |?
 ¦
 
%? 
  ? ?
?&
  & %?? Ÿ?
„%?

? 
%?@ ?
 
&
&   
  &J Ÿ?  ?   J 


 
Ÿ&? ?%?parousia 
? & 



 ?
  Ÿ ?anti-parousia  ? 
  … $  ? ? ?


  ?  ?
<
„‡%?&
     ?   
parousia
 ??&
 %?‡%?‡
 
  
  ? 

 ?$
  
 |?
 ¦  ?? 
 
?
‡Š’ ;   
  <


 ?  { ?


  ?? 
 ?   
  

 ? ? ?Ÿ 
 
 ? 

%?

’?
 ?  & ? ?‹Ž
>
X 
   ?   ?
%?Š’{ „„Ž„¢

&
%?

 ?  
?&&W ?

?
 
 
  
  ?
 



 
 ?   ?  ? 
>
 ?   



 
 ? 

  ˜? ? ??•‡ ?
‡¢””

‚%?  ?  ?  
? & Ÿ
 
%? Ÿ …›‡•Ž‡Š

•…”


$     ? ? 
      |?
  %? 

_ & ?
  ‰&
 
 ?  ?
     ?
year-day principle.1
%? 
Ž
   
 
  

  ?     
  
 ??Š’…„‡{ „„„‡
„¢@ ?Š”Ÿ …
 •…”

 ?? 

Ÿ
 ?‹Ž>
X 
  ? 
 
?‹? ?¢Í •‡ ?„‡†” { 

 „‡†”


& 

    ?
?? ?
¢Í 

?
 ? 

‰ „‡†”
 
@¢’ @„Š…’Ÿ
@„Š…’? ?   Ÿ

 ?
 
  ?
  

 ?
" 2%? 

 { „‡&  ?›
12:1-5ŽX
" &  ?
 ?
12:6Ž‹" &  ?
 ? „‡†”
years)
12:7-12Ž|" & ‹? ?
?
12:13-16Ž‹" &  ?
 ?
(1,260 years)
12:17ŽX " &  ?
 ?3

1
W J
?
 > %? —
Ž >
  ˜  ª  /˜ W‚  18 (April
‡””Š‡|˜'W?Selected Studies on Prophetic Interpretation, Daniel & Revelation
|  W
 ˜?  |› {  '
 >&? @  „…’‡
1:56-93, 116-123.
2
WŸ?Secrets of Revelation„„“{
+_Future Glory„”†Ž„”Š
3
| ˜ W? % >
 ?    „‡  {  „‡Ž„¢  Symposium
on Revelation - Book I,€
Ÿ‰'&
Ÿ¬{ | W

† W
 W
 ‹› ‰& {
?     J
 |
   W ?Ž
Adventists, 1992), 349.
Nuevo Testamento ‡Š…

{  „¢ Ÿ &Ÿ  ? "   ?    
  &   ?  ?
 
?

The Problem with the Fatal Wound


@    ?  ?& 

•‡
 ?  ? {
„¢›&


?? 

??
  
 
?    ? 
  ?  &  %?
& 
?  ? 
{ „¢›¢? ?& ¦•‡ ?
  
Z ?

 ?  ? 
Ÿ 

  ?•‡ ? @„Š…’
'
{ „¢›„Ž„”   ?
 

„
   ?&  ?
  ?  „¢›„Ž•
 
   ?&     „Ž¢
  „@ 
  ?&
  ‡@ ?
 
 ?

  ¢


 &{  ?Ÿ›˜
? 3b-4
‡@   ?& 
  ?   „¢›Ž’
 @   ?&      ŽŠ
(1) It was given to him ? Ÿ& ?
(2) It was given to him  ?
   
•‡ ?
  ¢' ? ?& ? J
  ? &
 ???
(4) It was given to him Ÿ
 ? ? 
(5) It was given to him  ?
 
 ? 
 &{  ? ›˜
? 8
¢%? ?
  
?    ? › '
    „¢›…Ž„”

%? „¢›„Ž•„¢›Ž’ & 


1& ? 
 ?
& ? 

? 
 2 ? ?
? ?
 
?  ?  „¢›„”? &

  ?
  ?

1
|W? %>
 ? „‡{ „‡Ž„¢¢•Ž¢…˜J
–? %?W ¦XŽ% 

 ?€
 XSymposium on Revelation
- Book II,€
Ÿ‰'&
Ÿ¬{ | W
Š W
W

‹›‰&{
?   J
|
 W ?Ž@  „……‡‡•
2
%?  &   „¢›„Ž„”     
  
     

contrast:
280 ;   
  <


&  ?  %



?  ?Ÿ 
‘
       
  
 J &   ? 
   ?
& %?   ?& 

  J  ?
saints.

 ?&  
„‡†”



?? 

 
 

 ? 
  &
 
|?
 ¦{
+_  › 
 „’”„
 &? ? { | ?
  €
1    Ÿ?
„„Ž„„†    ?$
  | „’Š”??

 
 

   
 ? %??
?

 
 ? 
   ? €
? {  

 ? 
 



       
 
  € 
„’Š” ?
? 
? 
 ? &    ?    
€
 ? ?
   ?> ?
%? ‹

 ?

?

 


 Time
_ 
 ?   ‹  ?—

„……•2

V.1 beast Heads names of


blasphemy
V.2 beast dragon mouth dragon gave

  ?
 
?¸
-
V.3 beast 
make 

V.4 beast dragon ? 

J ?
 
war 
?

mouth/ ¸
V.5 (it) blasphemy  ?
 
given
mouth/
blasphemy
V.6 (it) God
blaspheme
name
¸ make
Š (it) saints  ?
 
given war
&¸ 
?¸
V. 8 (it)
slain 
?

V.9

V.10 saints

1
Rodríguez, Future Glory„”Š
2
Ÿ?Secrets of Revelation, 115-116.
Nuevo Testamento 281

10. The Sea Beast Will Be Defeated and Judged


%?        
 ? ?  & 
  


%?&
 ? 

 ?&  {„›‡ ??
  ?
? ?
Ÿ? %?
   ?<& {
„›¢ 
  ??
 & ?&  {„¢›Š


? 

%?? ?
¦ ?
  ?have won a spiritual victory
&   ?
  ?   
  
  
 
Z
 ?
   ?    

 


 ?&
 ?  ?_ ?  ? ?

    ? ? &  ?    ?   ?
   ?


  %?  ?   
    ?     ? ? 
? ??& ?&   ?& ?
?  ?   ?&
1
€ ?& &@     ? 

   &    %? &   ?
   ? Ÿ   $
 
?
&
 {„…›‡”“‡”›„”

11. Summary
%?Z%&Ÿ
 ? 
  ? ?
 
? ?
 
_ ?&     ? ?  ?
& 

  ? 
    |?
  
 ?
 

%??
 
   ?  ?&  { 
„¢

  {Ÿ? › %?
 ?   
Ÿ  ?   ?
 ? 
2

Relations between Adventists and Catholics


1. Awareness of One’s Own Identity
J
  Ÿ? ?
? ?


  ?
  
 ?
 
_?
$ ?

%?
  Ÿ ?  ?
 ?
 O ?
 
?&?

  &  ?Ÿ J?? ?
%?
 &

 & @ 

 
 


 ?

 %?

   


 ?
& ?
@   & ?  ? 
 
   ?     
 ?
   ?  ?
 ?&
 
 ? ?


1
Beale, The Book of RevelationŠ…”
2
Ÿ?Secrets of Revelation, 116.
282 ;   
  <


 ?
  %?
 
 $ ?


%?
J¦   ‰&?
?   ?  ?<

 ? 
?@  
_ ?
  ?

 ?
    ?<
'
  & 
?


 &

 & ?

 ?

? J?
 ?
& ?  ?
  
 ?  ?
    ? 
 
time.

2. Separation
 ?  
?   ? ?  ?| ?|?
?
 
 ? ? ? { ¦  %?&
??

Ÿ 

 ?  ?| ?|?
? ?
 ?
  ? 
" ? W
 
 ?%?? 
 '

 ? ?  
  ? | ? ?      ?  
     ? &&    ?  & ? $   ?   ?
X?
  ?   ? 

 ‹
 ? 
? ‰& 
  ?
  ?
   ?
WŸ  ?
 ?
€
 ? 
   ?     J@
 
W
 
 ?  & ¦  Ž|?
  ?
 
  



 
??
&
&

‰  ? 
  ? J¦
 ?  
  
  
 ‰&   & Ÿ 
 |  @  
 &
  ? ?| ?|?
? 
  ?
%? 
 
 ?       Ž"  
 ? ?
 '
@  
    ?
 ?

€
?

 @    ? & 
   
 &
 %? 
         ? ?    
W
 
  ? ? %?
  
 &
 
  
  ?
@  ?  ?
 ?
 ?  ?J

 ?˜
 J¦  ?
 

3. Contact
€@  
_ ?  ?
  ?
?
 J

 ? J¦?
?%?
 
 |?
  
   ?

?
?   %?

  Ÿ&  
   ?
%?

 & @   ?
|?
 
‰ ? 
      
 ‰ ?  
    ‰ ?
 
  ‰ ?
 –¦ ?


 ‰ ?
Nuevo Testamento 283

 
  & && 
 %?   
    
agreement create a common bond.
@   $
?  ?
  ? 


  

 ?
$  Ÿ



&
%?

   ?
   ?
|?
 
@  ?
  ?
   &@ ??& 
‰&  ?
    & J¦    ‰&   &

? ??     


         ? 
  &        &  
  ?
     %?


  ? J¦
  ?
 




  ? 
  


?
   ?


Conclusion
{| ? ?‰Ÿ  ?‰Ÿ 
{  
& ?
  
??  ?
? 
   ?|?
  
& 
  
 ? 
? 
'

 Ÿ&   &

%?&&
  &
 
  
   ?
 @{
+_
 ›
Z     ?    ?
   ?
   ? &
?
? ? & ?     ?
  ??
?%?
 ?  ?     ?
   
$
    |?
  
?
      J 
 
    ? 

 ? ?
    ? ?  $|?
   
 
 ? ?

 ?
    ?|?
 
 ?
 
  ? & 
$
     
  
and reformation.1

1
 Ë ‹ {
+_ | X› J¦ XŽ% {   ? |?
 
|?
?  Toward a Theology of the Remnant  Ë ‹ {
+_ ‰& {
?
    W   @   Xƒ W
 W
› ‰& {
?    
2009), 221.
Miscelánea
18
,
($  " ?


 ) % ""J

Dr. Víctor M. Armenteros

E s preciso referirse al libro de Daniel para hablar de literatura apocalíptica


o de proyecciones escatológicas.1 En el judaísmo temprano es considerado

1
Sólo por hacer referencia a algunos de los artículos más relevantes: Paul J. Achtemeier,
“The Book of Daniel,” Interpretation¢…§‡ „…’›„„Ž„’†“‰@ {" 
Daniel and Apocalyptic,” Currents in Theology and Mission 15, nº 3 (1988): 263-266; Gregory K.
Beale, “The Danielic Background for Revelation 13:18 and 17:9,” Tyndale Bulletin 31 (1980):
„†¢Ž„Š”“J

¤‰ %?" ‘  ?W
 
%?
of John’s Apocalypse,” Journal of the Evangelical Theological Society 27, nº 4 (1984): 413-423;
Paul-Alain Beaulieu, “The Babylonian Background of the Motif of the Fiery Furnace in
Daniel 3,” Journal of Biblical Literature 128, nº 2 (2009): 273-290; Maurice Casey, “Corporate
Interpretation Of ‘One Like a Son of Man’ (Dan 7:13) at the Time of Jesus,” Novum
testamentum 18, nº 3 (1976): 167-180; John Joseph Collins, “Court-Tales in Daniel and the
Development of Apocalyptic,” Journal of Biblical Literature 94, nº 2 (1975): 218-234; John
Joseph Collins, “Mythology of Holy War in Daniel and the Qumran War Scroll: A Point of
Transition in Jewish Apocalyptic,” Vetus Testamentum 25, nº 3 (1975): 596-612; John Joseph
Collins, “Apocalyptic Genre and Mythic Allusions in Daniel,” Journal for the Study of the Old
Testament 21 (1981): 83-100; John Joseph Collins, “Inspiration or Illusion: Biblical Theology
and the Book of Daniel,” Ex auditu 6 (1990): 29-38; Philip R. Davies, “Eschatology in
the Book of Daniel,” Journal for the Study of the Old Testament 17 (1980): 33-53; John G.
J %? |$  W    J
 ?  |?     ? ‰Ÿ
of Daniel,” en Journal of Biblical Literature 95, nº 2 (1976): 191-204; John G. Gammie, “A
Journey through Danielic Spaces: The Book of Daniel in the Theology and Piety of the
Christian Community,” Interpretation 39, nº 2 (1985): 144-156; Edwin M. Good, “Apocalyptic
as Comedy: The Book of Daniel,” Semeia 32 (1984): 41-70; David W. Gooding, “The Literary
Structure of the Book of Daniel and Its Implications,” Tyndale Bulletin 32 (1981): 43-79; W.
Lee Humphreys, “Life-Style for Diaspora: A Study of the Tales of Esther and Daniel,”
Journal of Biblical Literature 92, nº 2 (1973): 211-223; Karl A. Kuhn, “The ‘One Like a Son
of Man’ Becomes The ‘Son of God’”, Catholic Biblical Quarterly 69, nº 1 (2007): 22-42; Léo
Laberge, “Sapienza e Storia in Dn 7-12,” Catholic Biblical Quarterly 71, nº 1 (2009):146-148;
Hans K. Larondelle, “The Middle Ages within the Scope of Apocalyptic Prophecy,” Journal of
the Evangelical Theological Society 32, nº 3 (1989): 345-354; Ernest C. Lucas, “Daniel: Resolving
the Enigma,” Vetus Testamentum”§„ ‡”””›††Ž’”“‰
{Ÿ Z$>  
Elements of Jewish Apocalypticism,” Journal of Biblical Literature 79, nº 2 (1960): 137-150;
–@{&? ‰
 ‰‚W$
@¢„ŠJournal of Biblical Literature
97, nº 4 (1978): 565-566; Ryan E. Stokes, “The Throne Visions of Daniel 7, 1 Enoch 14, and
the Qumran Book of Giants (4q530): An Analysis of Their Literary Relationship,” Dead Sea
288 ;   
  <


profeta por las tradiciones haggádicas (Mek PîsHä 1; GnR 98,2; ARNa 4,11)
y, sin embargo, es minimizado como tal por los textos haláquicos (Yom 77a).
Tanhuma Buber (TanjB)1 a Génesis sigue la tónica de la literatura haggádica y
le dedica notables secciones del midrás. En dichos textos subyace un marcado
interés por la vida piadosa de Daniel y sus amigos (lo que sumerge tales textos
en cierto aire folklórico que no naíf) e, inesperadamente, por las profecías que
  
 &+ ‡“ŠŽ’‘&

= -
mente, se considera “sellado” en la hermenéutica judía, es comentado explíci-
tamente en TanjB.

?
 " 
En TanjB wayy뺚eb „Š
 %
 $? 

los amigos de Daniel. El relato bíblico menciona la pérdida de los regalos que
Judá había hecho a Tamar en ocasión de su affaire. La vida de la viuda corre
peligro y Yhwh acude en su ayuda. El acto de Judá de reconocer su culpa salva
a Tamar y a sus hijos de ser quemados2 (al igual que, según el midrasista, había
salvado a José de morir en la cisterna) es recompensado con una promesa en
paralelo con su acción. Yhwh va a salvar del fuego a tres3 de sus descendientes
(los amigos de Daniel) y a uno del pozo (el mismo Daniel). El relato, enmarca-
do en la característica teología de la retribución tannaíta es sumamente coloris-
ta. Comenta el pasaje:
Otra interpretación. R. YEHUDAH BAR SALOM,4 el levita, decía:

Discoveries 15, nº 3 (2008): 340-358; Marvin A. Sweeney, “The End of Eschatology in Daniel?
%?WŽ> {$  %?|?|    

  
Biblical Interpretation 9, nº 2 (2001): 123-140; M. C. Thomas, “The Book of Daniel: The
Apocalypse with a Distinct Charter for Liberative Praxis and Theological Vision,” Asia
Journal of Theology 19, nº 2 (2005): 284-308; John C. Trever, “The Book of Daniel and the
Origin of the Qumran Community,” Biblical Archaeologist 48, nº 2 (1985): 89-102; Jan-Wim
Wesselius, “The Literary Nature of the Book of Daniel and the Linguistic Character of
Its Aramaic,” Aramaic Studies 3, nº 2 (2005): 241-283; Robert R. Wilson, “From Prophecy
to Apocalyptic: Shape of Israelite Religion,” Semeia 21 (1981): 79-95; Thorne Wittstruck,
" %
 |

 ?‰ 
 ŠJournal of Biblical
Literature 97, nº 1 (1978): 100-102.
1
Para una introducción al material, véase: Víctor M. Armenteros, Midráš Tanhuma Génesis
(Edición de S. Buber) (Estella, Navarra: Verbo Divino, 2009).
2
El relato de Gn 38: 24 se convertirá en normativo en la literatura nomológica judía. Aunque
}W …„„    
 $&+

estrangulación, la práctica más usual (basándose en Dt 22) era el apedreamiento. En el caso
de que dicha irregularidad fuera realizada por la hija de un sacerdote debía ser quemada (Lv
21:9).
3
También puede hacer referencia a los tres testigos que representaban las tres prendas que
trae Miguel cuando desciende. Si esa fuese la explicación no se comprendería con claridad la
referencia a los amigos de Daniel y a éste. Cf. TgN y TgPsJ 38,14.
4
Es seguramente un rabbí tannaíta (T3) cuya actividad se sitúa entre el 130-160 d.C. También
se menciona en TanjB Berë´šît 1; 3; 4; 5; 18; 19; 21; 25; nöªH 2; 4; 6; 8; 13; 14; 20; 21; wayyërä´
Miscelánea 289

—Cuando ella salía, iluminó el Santo, bendito sea, sus ojos y ella encontró lo
que había perdido. Que no se encuentra nada que antes no se haya perdido. Así
está escrito: “Se encuentra lo que se ha perdido” (Lv 6:3). De inmediato lo envió a
Judá. “Del varón cuyas son estas cosas” (Gn 38:25). Ella le dijo a Judá: “Reconoce aho-
ra” (Gn 38:25) a tu Creador. Inmediatamente “Judá las reconoció” (Gn 38:26). En
aquel instante se escuchó una voz divina y le dijo: “Ibas a decir: ‘Sea quemada.’
Y después confesó: ‘De mí proviene la situación’.” El Santo, bendito sea, le dijo:
“Judá, para mí has salvado tres vidas del fuego y una del pozo. ¡Por tu vida que
también yo te las salvaré de igual manera que tú me las salvaste!” ¿Quiénes son?
Ananías, Misael y Azarías del horno ardiente y Daniel del foso de los leones.
¿Qué hay escrito sobre ellos? “Entre ellos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías,
de los hijos de Judá” (Dn 1:6). Aquí no pone de “los hijos de Ezequías” 1 sino de “los
hijos de Judá”.
El midrasista ve en la expresión “de los hijos de Judá” ( $) una
 $# ?
=      
   %
 O
hallamos ante uno de los muchos ejemplos tannaíticos en el que se construye
un concepto por una expresión que es común a varios pasajes.

(    
 
Tradicionalmente, en la literatura rabínica, Nabucodonosor aparece como
un hombre malvado que se opone a Dios (Ber 57b; Sab 149b; LmR Proem 23),
cruel (Ned 65a, LmR 2,10) y que veja a los reyes que somete (Sab 149b). No
parece el caso en TanjB a Génesis y su imagen de conquistador se diluye por
la del monarca interesado en el futuro que, incluso, añora la belleza del templo
(TanjB miqqëc 4 - &  

$ Z "[
  \%).2
En TanjB wayy뺚eb 15 se relata, con cierto aire legendario, cómo Miguel
toma a Nabucodonosor y lo lleva hasta la presencia de Yhwh. Es una tradición
extraña que se separa, al contrario que el resto de referencias de TanjB a Gn,
del texto bíblico. En su primer párrafo dice:
Otra interpretación sobre “y llevado José a Egipto” (Gn 39:1). Este texto está
relacionado con “vi siervos en caballos” (Qoh 10:7). Éste es Nabucodonosor, el
que destruyó el Templo. No entró en él porque tenía miedo. ¿Qué hizo Miguel?
Bajó, asió su caballo y lo llevó hasta el Santo de los Santos. El santo espíritu
dijo: “Vi siervos en caballos” (Qoh 10,7). Éste es Nabucodonosor. “Y príncipes que
andaban como siervos sobre la tierra” (Qoh 10:7). Éste es Miguel, como está dicho:
“Sino Miguel vuestro príncipe” (Dn 10:21).

6; 8; 13; 21; 30; 45; Hayyê Särâ 6; Töldöt 10; 15; wayyišlaH 1; 5; 11; 21; 27; wayy뺚eb 6; 10; 13;
wayüHî 6; 11.
1
Cf. PRE 52, San 93b.
2
Es sumamente relevante esta imagen del monarca babilónico porque en muchos textos se
le asocia con los emperadores romanos del momento y, por ende, con el rechazo que les

‘
+  


 &
  
se puede apreciar en GnR 9,5 o ExR 8,2.
290 ;   
  <


Es difícil detectar el objetivo teológico de este comentario. Parece que res-


ponde a una leyenda que pretende situar a Nabucodonosor ante la misma pre-
sencia de Yhwh pero, ¿con que objeto? Parece indicar que desea resaltar la
grandeza de Miguel como príncipe frente a la realeza de Nabucodonosor.
Daniel 2 es objeto de comentario en diferentes referencias de TanjB. La más
extensa se halla en TanjB miqqëc 4 y, como género literario, está a medio ca-
mino entre Biblia reescrita y comentario pesat. El pasaje no tiene desperdicio e
indica, desde múltiples planos, el acercamiento que se realiza al libro de Daniel:
“Y acaeció que a la mañana estaba agitado su espíritu” (Gn 41:8). Le estaba preocu-
pando esta agitación. Otra interpretación sobre “estaba agitado su espíritu” (Gn
41:8). Está escrito de Nabucodonosor: “Y perturbóse su espíritu” (Dn 2:1). Y está
escrito de Faraón: “Estaba agitado su espíritu” (Gn 41:8). ¿Por qué? Faraón cono-
cía el sueño pero no su interpretación. En consecuencia, estaba desconcertado,
con una confusión. Sin embargo, Nabucodonosor no sabía ni el sueño ni la
interpretación, consecuentemente estaba desconcertado con dos confusiones,
como está dicho: “Soñó Nabucodonosor sueños” (Dn 2:1).
R. JIYYA1 precisaba:
—Soñó un sueño. Entonces, ¿por qué dice “sueños”? Porque se había olvidado
del sueño.
R. JANANYAH2 decía:
¶W`#`‘

*
&
“Soñó Nabucodonosor sueños y perturbóse su espíritu, y su sueño huyó de él”
(Dn 2:1). Y su sueño le desconcertó. ¿Por qué? Porque era el sueño en el que se
le mostraba su reino. Por consiguiente: “Y perturbóse..., y su sueño huyó de él”
(Dn 2:1). “Y mandó el rey llamar magos, astrólogos y encantadores” (Dn 2:2).
¿Quiénes eran los “magos”?
R. SIMÓN3 decía:
—Está escrito de los magos que son los que consultan los huesos de los muer-
tos. ¿Y los astrólogos? ¿Quiénes son los astrólogos? Éstos son los que empujan
la suerte. Esta palabra no es otra cosa que un término de opresión, como está
dicho: “Oíd esto los que oprimís a los menesterosos” (Am 8,4). Los encantado-
res son los encantadores.
“Para que mostrasen al rey sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante
del rey” (Dn 2:2). Fueron todos para que no se aventajase uno sobre los otros.
Comenzó a hablarles, como está dicho: “Y el rey les dijo: he soñado un sueño y

1
Puede hacer referencia o a R. Jiyya bar Abba o a R. Jiyya ben Nejemyah. Cf. TanjB Berë´šît
25; nöªH 13; 20; 25; wayyërä´ 22; 45; Hayyê Särâ 6; 7; Töldöt 18; wayyëcë´ 10; 17; wayyišlaH
18; wayy뺚eb 13; miqqëc 3; 14; wayüHî 6.
2
Tannaíta de la primera generación (10-90 d.C.) también asociado con rabbí Janina. Cf. TanjB
Berë´šît 1; 7; 12; 17; 18; 19; 23; 24; nöªH 4; 14; 20; lek-lükä 4; 26; wayyërä´ 18; Hayyê Särâ 2; 6;
Töldöt 4; 13; 22; wayyišlaH 2; wayy뺚eb 4; miqqëc 4; wayüHî 6. También podría hacer referen-
cia a R. Janina bar Yisjaq o a R. Janina ben Pazzi (amoraítas de cuarta generación, 335-360
d.C.).
3
Amoraíta de tercera generación (300-335 d.C.). Cf. TanjB Berë´šît 4; 25; 26; wayyërä´ 1; 9;
wayyëcë´ 24; miqqëc 4; wayüHî 6.
Miscelánea 291

mi espíritu se ha perturbado por saber del sueño. Entonces hablaron los caldeos
en lengua aramea: Rey para siempre vive: di el sueño a tus siervos y mostrare-
mos la declaración.” (Dn 2:3-4).
Les dijo Nabucodonosor:
—Yo conozco el sueño. Si yo os lo expongo a vosotros me diréis mentiras. Y
$

=›œ  

 #X&
`
sabré que me estáis mostrando la interpretación, como está dicho: “Por tanto,
mostradme el sueño y su declaración. Respondieron la segunda vez y dijeron: Diga el rey el
sueño a sus siervos y mostraremos su declaración” (Dn 2:6-7).
Nabucodonosor les dijo:
—Tal y como os digo que me digáis y cómo me decís que os diga, pensáis que
estaremos hablando hasta el mediodía y os marcharéis. “Si no me mostráis el sueño,
una sola sentencia será de vosotros” (Dn 2:9). Emitiré un edicto contra vosotros y
seréis ajusticiados. “Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa” (Dn 2:9).
Habéis venido a decirme palabras engañosas. “Entre tanto se muda el tiempo” (Dn
2:9).
Los caldeos respondieron delante del rey y dijeron:
—“No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el negocio del rey; ade-
más de esto, ningún rey, príncipe ni señor, preguntó cosa semejante a ningún
mago, ni astrólogo, ni caldeo. Finalmente, el negocio que el rey demanda, es
singular, no hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los dioses cuya
morada no es con la carne” (Dn 2:10-11).
Mientras el Santuario estaba en pie, cuando alguien deseaba un oráculo, pregun-
taba por medio de los urim y tumim. Mientras el Dios Eterno moraba con los
humanos, a quien deseaba oráculo, le respondía: “Id y preguntadle”.
Le dijeron:
—“Cuya morada no es con la carne” (Dn 2:11).
“El negocio que el rey demanda es singular” (Dn 2:11). La profecía es necesa-
ria, no hay nada tan singular como la profecía, que así dices: “Y la palabra de
YHWH era de estima” (1S 3:1). “No hay quien lo pueda declarar delante del
rey” (Dn 2:11). “No hay quien” es Aarón.1
Le contestaron:
—Si tuvieras a uno de los descendientes de los hijos de Aarón, se colocaría urim
y tumim y te lo diría.
“Por esto el rey con ira y con grande enojo” (Dn 2:12). Estaba muy enojado con ellos
y les dijo:
—El Santuario era hermoso y me aconsejasteis que lo destruyese.
De inmediato, “mandó que matasen a todos los sabios de Babilonia” (Dn 2:12).
A ese efecto se emitió un edicto, como está dicho: “Y publicóse el mandamien-
to y los sabios eran llevados a la muerte y buscaron a Daniel y a sus compañeros
para matarlos” (Dn 2:13).

1
La aclaración viene dada por la similitud entre los términos juego de palabras entre “no hay
quien” ( ) y “Aarón” ( ).
292 ;   
  <


R. YOSÉ BAR R. JANINA1 exponía:


—A Daniel y a sus amigos se les requirió para ser ejecutados. Daniel comenzó
diciendo a Arioc: “¿Cuál es la causa que este mandamiento se publica de parte
del rey tan apresuradamente? Entonces Arioc declaró el negocio de Daniel”
(Dn 2:15).
Daniel le propuso:
—Yo le revelaré el asunto.
“Entonces Arioc llevó prestamente a Daniel delante del rey” (Dn 2:25). Nabu-
codonosor le preguntó:
—“¿Podrás tu hacerme entender el sueño que vi, y su declaración?” (Dn 2:26).
Daniel contestó de inmediato y se lo explicó. Su hijo Belsasar, sin embargo,
dijo a Daniel:
—“Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá” (Dn 5:13).
En consecuencia, R. YOSÉ explicaba que también Nabucodonosor le había di-
cho esto:
— ¿Eres Daniel?
No lo reconoció cuando dijo: “¿Eres Daniel?”, sino que, simplemente, le dijo:
— ¿Me puedes explicar esto?
Él le contestó:
—Sí.
Le preguntó:
— ¿Cuándo?
Le respondió:
—Ni treinta, ni veinte días, tan sólo una noche.
“Fuese luego Daniel a su casa y declaró el negocio a Ananías, Misael y Azarías”
(Dn 2:17). Para que orasen con él, como está dicho: “Para demandar misericor-
dia del Dios” (Dn 2:18). “Entonces el arcano fue revelado a Daniel en visión
de noche; por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo” (Dn 2:19). En este
mundo la profecía pertenece a uno de mil, pero en el mundo venidero la tendrá
cualquier persona, como está dicho: “Y será que después de esto, derramaré mi
Espíritu sobre toda carne y profetizarán vuestros hijos” (Jl 2:28).
El relato se desarrolla en tres planos: folklórico (al estilo de una Biblia
reescrita),2 comentario (pesat) y un supuesto teológico.
En el plano más popular se comenta cuán hermoso era el Santuario y cómo,

O&
 

{"`-
ranza de glorias pasadas del pueblo judío. La conversación con Belsasar da

1
Amoraíta de segunda generación (250-300 d.C.). Cf. TanjB Berë´šît 24.
2
Al igual que en la actualidad emergen movimientos hermenéuticos que actualizan el texto
&+& 

$
 
 

‰&
&* 

 €–$
=
 

 ‰&
-
crita) consistente en aggiornar el relato veterotestamentario para una mejor comprensión. En
esta línea de pensamiento, véase M. Daniel Carroll Rodas, “Lecturas populares de la Biblia:
W$
  
# #Kairós, nº 14-15 (enero 1, 1994): 43-61.
Miscelánea 293

un salto atemporal al capítulo 5, haciendo a éste hijo del monarca babilonio.


X$
# `

 
 
tiempo de explicar la visión. No hemos de olvidar que TanjB pertenece a un
género híbrido que se desarrolla, por un lado, a nivel académico y, por otro, ho-
milético. Es en esta última faceta donde se pueden encontrar recursos retóricos
 $
# _
 % 
muchas leyendas el tiempo adopta una dimensión circular y se entremezcla lo
anterior con lo posterior.
En el plano del comentario se analizan las razones por las que Nabucodo-
nosor tenía “su espíritu agitado”. Tras una comparación imperfecta con el sue-
ño de Faraón se atreve a proponer dos soluciones basadas en la irregularidad
sintáctica de “soñó Nabucodonosor sueños” (
&$%$):
Nabucodonosor se ha olvidado del sueño. Esta opción no termina de
resolver el problema de la repetición del término “sueño” aunque sí la de la
perturbación de Nabucodonosor.
Sueña con la imagen y con el tocón de árbol. Incluye el relato posterior del
`*
& 
 

$




 3
Tras el inciso lingüístico propone una aclaración de la sección narrativa de
Daniel 2. En esta propuesta subyace el interés por la profecía. En este mismo

"
 

* 
#  
?&

&+&      
     $   
 
vocablos que hacen referencia a los magos (]), etc. Existe, en este nivel,
un interés lingüístico muy propio de la enseñanza y de la homilética. La expli-
cación del relato emplea la realidad del momento como proceso pedagógico.
Se presenta en el pasaje, además, un sustrato teológico que incide en los ins-
trumentos de la profecía. La importancia del santuario reside en que se podían
consultar oráculos (por el urim y el tumim), de igual manera Daniel, como pro-
feta, es uno entre muchos porque se le puede consultar la voluntad divina. El
texto supera el concepto de Daniel como intérprete de sueños y lo sitúa al nivel
de otros profetas veterotestamentarios.
< 

 #
$#&

_#

profecía. Aclara que el hecho profético es singular en este mundo pero que será
completamente común en el venidero. Emplea, para apoyar tal argumentación,
la profecía de Joel 2:28.



   ' 
La interpretación del sueño de Daniel 2 aparece, tangencialmente, en TanjB
Töldöt 10 cuando se explica el texto de Génesis 27:3 y comenta:

3
El plural “sueños” parece indicar que hay más de un tema en el mismo sueño o que el sueño
es recurrente. Tal reiteración, sin embargo, despierta el interés de la hermenéutica rabínica
que sostiene que no existe en el relato bíblico ningún vocablo sin razón de ser y que la más
mínima anomalía tiene un sentido oculto.
294 ;   
  <


“Toma pues, ahora tus armas” (Gn 27:3). R. YISJAQ,1 el herrero, decía:
—“Tus armas.” Éste es el reino de Babilonia, como está dicho: “Entregó el
Señor en sus manos a Joacim, rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa
de Dios” (Dn 1:2). “Tu aljaba” (Gn 27:3). Éste es el reino de Media, como está
dicho: “Y que los colgaran a él y a sus hijos en la horca” (Est 9:25). “Y tu arco.”
Éste es el reino de Grecia, como está dicho: “Porque entensado he para mí a
Judá como arco” (Zac 9:13). “Y sal al campo.” Éste es el reino de Edom, como
está dicho: “A la tierra de Seír, campo de Edom” (Gn 32:3).
El comentario se basa en la similitud de los términos que enlazan un tex-
to con otro. En el caso de Babilonia son similares en hebreo las expresiones
“tus armas” (\%) y “los utensilios de la casa de Dios” ( 
 %). Con
Media se asocia “tu aljaba” (\
) y “que los colgarán” (
 
). Acerca de
Grecia (leyendo el texto completo de Zac 9:13) el término común es “arco”.
Sobre Edom hallamos como elemento convergente el término “campo” (").
Edom, una vez más, hace referencia al imperio romano.
Podemos observar, aunque no lo indique explícitamente, que se sigue la in-
terpretación, o el orden de la interpretación, de la profecía de Dn 2. Es en este
contexto histórico, haciendo referencia a las señales que preceden a la llegada
del Mesías davídico, que comenta TanjB wayyišlaH 8:
Maestro nuestro, enséñanos:
— ¿Qué señal dio R. YOSÉ BEN QISMA2 a sus estudiantes cuando paseaban por
Tiberias?
Le preguntaron a R. YOSÉ:
— ¿Maestro, cuándo vendrá el hijo de David?3
R. YOSÉ les contestó:
—Si os lo digo, ¿buscaréis una señal de él?
—No –le contestaron.
—Mirad esta puerta, se construirá y se derrumbará, se reconstruirá y se volverá
a derrumbar. No acabarán de reconstruirla hasta que venga el hijo de David.
Nuestros maestros dijeron a R. YOSÉ:
—Queremos una señal tuya.
Les contestó:
—Mirad, (el agua de) la cueva de Paneas se convertirá en sangre.

1
Tannaíta de cuarta generación (160-200 d.C.). Cf. TanjB Berë´šît 4; 10; 11; 24; 40; lek-lükä 11;
13; wayyërä´ 4; Hayyê Särâ 7; Töldöt 10; 23; wayyišlaH 11; wayy뺚eb 13; wayyiGGaš 8.
2
También llamado R. Yosé ben Zimra (tannaíta de la segunda generación, 90-130 d.C.). Cf.
TanjB wayyëcë´ 21; wayyišlaH .
3
Tanto en el judaísmo del Segundo Templo como en la cristiandad de los primeros siglos, hay
una fuerte inclinación a la búsqueda de señales o de interpretaciones simbólicas. Sobre las
implicaciones exegéticas de estas tendencias, véase José Pablo Martín, “Hermenéutica en el
cristianismo y en el judaísmo según el ‘Diálogo’ de Justino Mártir”, Revista Bíblica 39 (1977):
327-344.
Miscelánea 295

Y se convirtió en sangre de acuerdo con sus palabras. ¡Ay del reino de Esaú,
cuando el Santo, bendito sea, vea sus obras y se alce para exigir castigo! Halla-
mos este caso en Egipto que, cuando el Santo, bendito sea, les exigió castigo,
lo hizo desde el principio de la mañana, como está dicho: “Y aconteció a la
vela de la mañana” (Éx 14:24). ¿Qué hay escrito sobre Asiria? “Salió el ángel de
YHWH e hirió en el campo de los asirios” (2R 19:35). El asunto de Media estu-
vo en manos de Mardoqueo y Esther. El de Grecia en manos de Matatías y sus
hijos. Pero sobre Edom dijo el Santo, bendito sea: “Nadie, salvo yo, le exigirá
retribución.” ¿Dónde se indica? Como está dicho en la visión de Abdías: “El
Señor YHWH ha dicho así cuanto a Edom: oído hemos el pregón de YHWH”
(Abd 1:1).
R. BEREKYAH1 dijo:
—¿Qué vio Abdías del castigo de Edom? Vio que si el Santo, bendito sea, da su
merecido a los que le aman, ¡cuánto más a los que le odian!2
Se relaciona, por tanto, el Mesías davídico con el castigo que recibirá en
 
X ?&
 
 *
$
 {3
¿Hace referencia al Mesías guerrero descendiente de José? Hallamos en TanjB
wayüHî 13 una comparación entre los hijos de Jacob con Dn 7 que precisa la
paridad Esaú-Roma y Mesías guerrero-José:
“Benjamín, lobo arrebatador” (Gn 49:27).4 Este texto está relacionado con “porque
no hará nada el Señor YHWH, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Am
3:7). Al principio, el consejo del Señor era para los que le respetaban, como está
dicho: “El secreto de YHWH es para todos los que le temen” (Sal 25:14). Después fue
para los rectos, como está dicho: “Mas su secreto es con los rectos” (Pr 3:32). Más
tarde fue con los profetas, como está dicho: “Porque no hará nada el Señor YHWH,
sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Am 3:7). Todo lo que hacen los

1
Amoraíta de la quinta generación (360-375 d.C.). Cf. TanjB Berë´šît 1; 7; 18; 40; nöªH 4; 10;
19; 24; lek-lükä 2; 4; wayyërä´ 19; 25; 37; Hayyê Särâ 6; Töldöt 2; 19; 24; wayyëcë´ 10; 15; 24;
wayyišlaH 7; 8; 10; miqqëc 3.
2
El texto continuará con una digresión sumamente interesante ya que mencionará el diálogo
de Job y Elifaz en Job 4:1-2. Elifaz, si se consideran los comentarios de Gn 36:4 y 1Cr 1:35-
¢†
?X}& 
  $
 `
–&
(Job 2:11; 4:1; 15:1; 22:1; 43:7.9).
3
Sobre esta tensión con la simbolización de Esaú-Edom y su proyección con Roma véase:
Wout Jac van Bekkum, “The Hidden Reference: The Role of Edom in Late Antique and
Early Medieval Jewish Hymnography”, Empsychoi Logo - Religious Innovations in Antiquity,
(Boston Leiden: Brill, 2008), 527-543; Bruce C. Cresson, “The Condemnation of Edom in
Post-Exilic Judaism”, Use of the Old Testament in the New and Other Essays (Durham, NC: Duke
‘>
„…Š‡„‡Ž„•’“‰
Edom, Israel’s Brother and Antagonist: The Role of Edom in
Biblical Prophecy and Story, Journal for the Study of the Old Testament Supplement (W?$›
JSOT Press, 1994); Mireille Hadas-Lebel, “Jacob et Esau ou Israel et Rome dans le Talmud
et le Midrash”, Revue de l’histoire des religions 201, nº 4 (1984): 369-392. Victor Maag, “Jakob
- Esau - Edom”, Theologische Zeitschrift 13, nº 6 (1957): 418-429; Solomon Zeitlin, “Origin of
the Term Edom for Rome and the Roman Church”, Jewish Quarterly Review 60, nº 3 (1970):
262-263.
4
Esta comparación entre Benjamín y el lobo arrebatador (^] !$) también se comenta
en CntR 4,17, Tanj wayüHî 14. Am 3,7 en MidS 14,1; MidPr 14,1; MidSal 25,13; 111,1; SER
18,9; 21,4.
296 ;   
  <


justos es hecho en el santo espíritu. Cuando Jacob bendijo a Judá, lo bendijo


como un león, como está dicho: “Cachorro de león, Judá” (Gn 49:9). Contra el
reino de Babilonia, que está escrito: “La primera era como león” (Dn 7:4).1 Ananías,
Misael y Azarías lo atacaron. En cuanto a José, lo emparejó contra el malvado
reino de Roma.
R. SEMUEL BAR NAJMÁN2 recordaba:
—Hay una tradición de la haggadah en la que tan sólo en las manos de los hijos
de Raquel caerá Esaú, como está dicho: “Ciertamente los más pequeños del hato los
arrastrarán” (Jer 49:20). Moisés se emparejó, por la tribu de Leví, contra el reino
de Grecia, ya que los descendientes de los asmoneos provienen de Leví. Leví
es la tercera tribu y Grecia es el tercer (reino). Es más, Leví tiene tres letras y
J
 

X


$&

} 
&&

cuerno de un buey. No tienen parte con el Dios de Israel. Estos son muchos y
aquellos son pocos. Moisés les vio y los bendijo, como está dicho: “Bendice, Oh
YHWH, lo que hicieren” (Dt 33:11). Jacob emparejó a Benjamín contra el reino
de Media, como está dicho sobre el reino de Media: “Y he aquí otra segunda bestia,
semejante a un oso” (Dn 7:5). Es una analogía de éste (Media) contra la tribu de
Benjamín a la que se asemeja, como está dicho: “Benjamín, lobo arrebatador” (Gn
49:27). De igual manera que el lobo ase su presa, la tribu de Benjamín asió,
como está dicho: “Y estad atentos, cuando viereis salir a las hijas de Silo... y arrebata-
réis...” (Jue 21:21).
Judá empareja con Babilonia dado que ambos son representados por el león
( ). Es la oposición de la nobleza y realeza (Mesías rey). José se opone a
Roma recordando que hay una tradición haggádica en que Esaú caerá a manos
de los hijos de Raquel. Es la oposición de la fuerza y el poder (Mesías guerrero).
Los asmoneos (descendientes de Leví) luchan contra Grecia. Ambos realizan

$ 
 #
  ‹+hierofante). Benjamín y
Media se asemejan fonéticamente como el oso y el lobo. El vocablo en hebreo,
sin vocalizar y en scriptura defectiva $
   & 
(¿Mesías profeta?).
Mucho más depurado, y sumamente relevante desde una perspectiva teoló-
gica, es TanjB Töldöt 20 que conjuga el “monte” de Zacarías 4 con la “piedra”
Daniel 2 y se lo asigna al Mesías (además de relacionarlo con Zorobabel y
“Anani” de Dn 7):
Está escrito:3 “Cántico gradual. Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá
mi socorro?” (Sal 121:1). También está escrito: “¿Quién eres tú, oh gran monte?
Delante de Zorobabel serás reducido a llanura” (Zac 4:7). ¿Qué significa “quién
eres tú, oh gran monte”? Éste es el rey Mesías. Entonces, ¿por qué se le dice
“Oh, gran monte”? Porque es mayor que sus antepasados, como está dicho:
“He aquí que mi siervo será derribado, será engrandecido y ensalzado, y será

1
Así se interpreta también en GnR 99,2.
2
Amoraíta de la tercera generación (300-335 d.C.). Cf. TanjB Berë´šît 18; 25; nöªH 24; wayyërä´
36; 45; wayyëcë´ 15; 20; wayyišlaH 26; 29; wayyiGGaš 12; wayüHî 18.
3
La expresión “está escrito” responde al vocablo 
% la forma aramea amoraíta del tradicional

%_‘  _
& 


 &+&
estudio. Cf. Wilhelm Bacher, Die exegetische Terminologie der jüdischen Traditionsliteratur: Die Bibel
und Traditionexegetische Terminologie der Amoräer (Leipzig: J. C. Hinrichs, 1905), 91-94.
Miscelánea 297

muy sublimado” (Is 52:13). “Será engrandecido”, más que Abrahán. “Ensal-
zado”, más que Moisés. “Y será muy sublimado”, mucho más que los ángeles
que ministran. Más que Abrahán de quien está escrito: “He alzado mi mano a
YHWH Dios” (Gn 14:22). “Ensalzado”, más que Moisés de quién está escrito:
“Para que me digas: llévalo en tu seno como lleva la cría al que mama” (Nm
11:12). “Y será muy sublimado” más que los ángeles que ministran, como está
dicho: “Sus cercos eran altos y espantosos” (Ez 1:18). ¿De quién proviene? De
Zorobabel, y Zorobabel de David, como está dicho:
—“Hijo de Salomón fue Roboam, cuyo hijo fue Abía, del cual fue hijo Asa,
cuyo hijo fue Josafat. De quien fue hijo Joram, cuyo hijo fue Ocozías, hijo del
cual fue Joás. Del cual fue hijo Amasías, cuyo hijo fue Azarías, e hijo de éste
Jotam. E hijo del cuál fue Ajaz, del que fue hijo Ezequías, cuyo hijo fue Mana-
sés. Del cual fue hijo Amón, cuyo hijo fue Josías. Y los hijos de Josías: Yojanan
su primogénito, el segundo Joacim, el tercero Sedecías, el cuarto Salom. Los
hijos de Joacim: Jeconías su hijo, hijo del cual fue Sedecías. Y los hijos de Jeco-
nías: Asir, Salatiel, Mequiram, Pedaía, Seneaser y Jecamía, Hosana y Nedabía.
Los hijos de Pedaía: Zorobabel, y Simi. Y los hijos de Zorobabel: Mesullam:
Hasuba, Ole y Berequías, Hasadía y Jusabhesed; cinco en todos. Los hijos de
Hananías: Pelatías y Jesaías, hijo de Refaías, hijo de Arnán, hijo de Abdías, hijo
de Secanías. Hijo de Secanías fue Semaías, y los hijos de Semaías: Hattus, Igeal,
Barias, Nearías y Safat: seis. Los hijos de Nearías fueron estos tres: Elioenai,
Ezequías y Azricam. Los hijos de Elioenai fueron estos siete: Odavías, Eliasib,
Pelaías, Accub, Yojanán, Dalaías y Anani” (1Cr 3:10-24). Hasta aquí detalla la
escritura. ¿Quién es “Anani”?1 Éste es el rey Mesías, como está dicho: “Miraba
yo en visión nocturna y vi que con las nubes2 (Anani) del cielo” (Dn 7:13). ¿Cuál
es el significado de “siete”? ¿Qué hay escrito sobre el Mesías? Como está dicho:
“Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán. Y verán
la plomada en la mano de Zorobabel. Aquellas siete son los ojos de YHWH
que recorren por toda la tierra” (Zac 4:10). Así se dice: “¿Quién eres tú, oh gran
monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura” (Zac 4:7). Esto es lo
que está escrito sobre él: “Sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá
con equidad” (Is 11:4). “Él sacará la primera piedra” (Zac 4:7). Ésta es la piedra
de Jacob, como está dicho: “Y levantóse Jacob de mañana, y tomó la piedra...”
(Gn 28:18). Así dice Daniel: “Estabas mirando hasta que una piedra se despren-
dió (sin que) la cortara mano alguna” (Dn 2:34). También está escrito: “Enton-
ces fueron desmenuzados todos a la vez... pero la piedra que hirió la imagen se
hizo un gran monte...” ¿Cuál es el significado de “monte”? “¿Quién eres tú, oh
gran monte?” (Zac 4:7). ¿De dónde viene? Del camino de las montañas, como
está escrito: “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae...!” (Is
52:7). En esa hora Israel razonará3 y exclamará: “Cántico gradual. Alzaré mis
ojos a los montes... mi socorro viene de YHWH” (Sal 121: 1-2).

1
En las tradiciones targúmicas “Anani” es el nombre del Mesías. Cf. Tg 1Cr 3,24. Tg Ex 12,42.
2
Sobre las implicaciones del término nube en la literatura bíblica y en el judaísmo, véase Jesús
Luzárraga, Las tradiciones de la nube en la Biblia y en el judaísmo primitivo (Roma: Biblical Institute
Press, 1973).
3
¿Por qué “razonará” (%
a) Israel? Se intuye la posibilidad de que, una vez cumplido el
momento histórico, se comprendan en su totalidad las conexiones proféticas.
298 ;   
  <


Nos encontramos ante un pasaje de extraordinario valor hermenéutico. El


texto anterior (TanjB Töldöt 19) había concluido con “y será el remanente de
Jacob” (Miq 5:7), una promesa mesiánica. Ahora, TanjB a Gn, dedica toda una
sección a las profecías relacionadas con dicho Mesías. Encabeza la perícopa el
Salmos 121:1-2 desde donde se establece un vínculo verbal con el término “el
gran monte” (') de Zacarías 4:7. El género hímnico conexiona con el
apocalíptico. Según comenta explícitamente el midrás “éste es el rey Mesías”
!"(\). El comentarista toma el concepto de “monte” con el sentido
de algo que sobrepasa lo demás.1 Bajo ese análisis establece un argumento de
precedencia muy cercano a la epístola de los Hebreos: el Mesías es superior
a Abrahán (Heb 7), a Moisés (Heb 3:3) y a los mismos ángeles que ministran
(Heb 1:4-5). Este Mesías ensalzado forma parte de la promesa de Isaías 52:13
(TanjB Töldöt 20).
La importancia del origen davídico es de tal relevancia que registra com-
pleta la genealogía de 1Crónicas 3:10-24 desde Salomón hasta Anani. A Anani
lo relaciona con Daniel 7:13 y una especie de Mesías celeste (el número siete
   
+•›„”
$
?
= 
&+  

 ?
# ‘#‹+_

Isaías 11:4 lleva, de nuevo, al concepto de “piedra” de Zacarías 4:7. Aquí re-
toma la leyenda, muy al uso en la literatura tannaítica, de la “piedra rodante”
de Génesis 28:18. PRE 35,4 enseña que Jacob tomó todas estas piedras y las
convirtió en una. Esta piedra fundacional surge tras el diluvio, tapa el acceso al
abismo (donde la encuentra Jonás bajo el mar) y se localiza delante del templo.2
¿Es la piedra de Hechos 4:1; Romanos 9:32-33; Efesios 2:20 o 1Pedro 2:4-8?
<

  $‡›ŠX 
   -
dra” de Daniel, que se convierte en un gran monte,3 la venida del Mesías. Lo

 $# 

+‡›Š
TanjB Berë´šît 23 propone, además, una interpretación de Daniel 8:
“¡Ahí tenéis al hombre!” (Gn 3:22). Este texto está relacionado con “lue-
go oí hablar a un santo y otro santo decía a aquel que hablaba” (Dn 8:13).4

1
Tal y como se tomaba en latín el término cellere y del que derivan en castellano los vocablos
“culmen” o “excelencia”.
2
Acerca de este tema véase Víctor M. Armenteros, “A Rock in the Path: Possible Jewish
Readings of Matthew 16:18”, DavarLogos 8, nº 1 (2009): 59-73. Cf. PRE 10,3; TgPsJ Ex
28:30; TanjB qüdôšîm 10. Cf. Edward F. Siegman, “Stone Hewn from the Mountain”,
Catholic Biblical Quarterly 18, nº 4 (1956): 364-379.
3
La referencia a un monte con relación a Dios es relativamente usual en los textos veterotes-
tamentarios (Ex 3:1; 19:3; Sal 35:7; 67:17; Is 14:3; Miq 4:1) pero no así con el Mesías.
4
Aparentemente, parece que ambos textos no están relacionados. Se debe recordar que TanjB
surge en un entorno de lecturas del ciclo sinagogal y que se dan por supuestas las lecturas de
la haftarah. En este caso el texto puente entre Gn 3:22 y Dn 8:13 responde a la lectura de Ez
28:14, 25. Este último pasaje y el de Daniel comparten el término santo ("[). El vínculo

 
${–?& 
    
(Ez 28:14). Cf. Víctor M. Armenteros, “La liturgia aludida: la haftarah de TanjB a Génesis”,
DavarLogos 5, nº 1 (2006): 17.
Miscelánea 299

¿Quién era “aquel”? R. YOJANÁN1 decía:


—Éste es Miguel, porque está de pie al frente.2
R. JANINA decía:
—Éste es Gabriel, que estaba hablando de Israel y que era el que decía: “¿Hasta
? 
? 
 # 
<  «¨ (Dn 8:13). ¿Hasta cuándo la profecía
le estará quitada a Israel? “La trasgresión devastadora,” (Dn 8:13) es el templo que
fue devastado por nuestros pecados. “Y el santuario” (Dn 8:13), el santuario no
puede ser otro que Israel, como está dicho: “Cosa santa era entonces Israel para
YHWH” (Jer 2:3). “Y el ejército hollados” (Dn 8:13). ¿Hasta cuándo serán hollados
bajo las naciones del mundo? “Y le contestó: hasta tardes y mañanas... (2300)” (Dn
8:14). ¿Hasta cuándo los malos decretos? Hasta que la tarde de Israel se torne
en mañana. En ese momento “será reivindicado el Santuario” (Dn 8:14).
Otra interpretación de “luego oí a un Santo que hablaba...” (Dn 8:13).
Le dijo:
—¿Para quién son todos los malos decretos?
Le contestó:
—Para el primer hombre.
[' *

*#›
$ 
 

#
-
ra?” (Dn 8:13), la cancelación de los decretos. Pues está escrito: “Eres polvo y
al polvo volverás” (Gn 3:19 - Dn 8:13). “Y el Santuario y el ejército hollados.”
Éstos son los hijos del primer Adán sobre los cuales fue decretada la muerte.
“Y le contestó: hasta tarde y mañana” (Dn 8:14). Hasta que llegue su mañana
en el mundo venidero. Y cuando se le ordenó la muerte y los malos decretos, el
Santo, bendito sea, comenzó a lamentarse: “¡Ahí tenéis al hombre!” (Gn 3:22).
La interpretación es doble. La primera hace referencia al pueblo judío
como objeto de la profecía, aunque carente de ella, y la segunda a la humanidad
(Adán) en su estado actual de pecado. En ambas explicaciones se tiende a inter-
pretar por separado “tardes y mañanas”, tomando como negativo el concepto
de “tarde” (un mundo en oscuridad) y positivo el de “mañana” (un mundo
venidero en luz).
Se observa una interpretación claramente historicista con aplicaciones esca-
tológicas. La realidad es que el santuario está destruido y, por tanto, la trasgre-
sión devastadora es la profecía que así lo advierte. La sumisión ante las nacio-
nes acabará en el momento escatológico en que la tarde se vuelva en mañana.
Ante estos materiales se podría concluir que:

1
Por el contexto puede hacer referencia a R. Yojanan ben Zakkay o a R. Yojanan ben Boroka,
tannaítas de primera y segunda generación. Cf. TanjB Berë´šît 1; 12; 13; 16; 24; 40; nöªH 3; 14;
18; 21; lek-lükä 10; 11; 26; wayyërä´ 8; Hayyê Särâ 6; Töldöt 4; 10; 15; 22; 23; wayyëcë´ 16; 20;
22; wayy뺚eb 5; 11; 13; 17; miqqëc 11; 15; 17; wayüHî 6; 16.
2
Se considera a Miguel como a una especie de custodio de los judíos (Jub 15:31; TanjB Berë´šît
1, 13,23; TanjB wayyërä´ 20; TanjB Töldöt 16; TanjB wayyišlaH 7; TanjB wayy뺚eb 15, 16). Se
coloca en pie ante Yhwh como un tipo de abogado defensor. Para una ampliación del con-
cepto véase George F. Moore, Judaism (Peabody: Hendrickson Publishers, 1960), 401-413.
300 ;   
  <


Ö El libro de Daniel en TanjB, por tanto, se comenta más allá de un in-


terés histórico o narrativo, se interpreta proféticamente aplicando sus
conclusiones al Mesías, al pueblo judío o a la humanidad por completo.
Ö La interpretación apocalíptica del libro no es espiritualizante o alegórica
sino historicista (TanjB wayyišlaH 8) y, en ocasiones, desarrolla proyec-
ciones escatológicas (TanjB Berë´šît 23).
Ö Los personajes no están estereotipados al estilo de la literatura haláquica
y así se constata con la imagen que el midrás tiene de Nabucodonosor.
Ö No se detectan alusiones o ecos de la literatura judía apocalíptica tradi-
cional (Libro etiópico de Henoc, Libro de los Jubileos, Libro de Noé,
Libro de los Vigilantes, Libro de Astronomía)1 y, sin embargo, relata
tradiciones haggádicas de origen previo (José como Mesías guerrero
que destruye a Edom). Se constata, una vez más, su vínculo con las
narraciones que vienen de la literatura targúmica.
Ö La interpretación de TanjB Töldöt 20 se asemeja a las comparaciones de
superioridad y precedencia de Jesús como Mesías en la Epístola a los
Hebreos.
Ö Los comentarios midrásicos de Daniel 2 nos ayudan a localizar nuevos
puentes hermenéuticos, como es el caso de Ezequiel 28 con Génesis
3:22 (la protología se conecta con la profecía a través de la haftarah).
Ö Se asume que el libro de Daniel es uno más del canon bíblico. No hay
referencia alguna a su generación o edición posterior al período que
marca el libro en sus narraciones.
Ö El anhelo del pueblo judío era llegar al día venidero en el que la totali-
dad de la humanidad tendría la oportunidad de vivir de forma diferente.
Aquel momento en que Daniel no sería más uno de mil porque todos

+      
+ ‘   ?
para aquellos que seguimos esperando el día venidero con el deseo de
que la profecía ya no sea necesaria porque lo único imprescindible será
el amor (1Co 13).

1
Cf. Gonzalo Aranda, “El libro sagrado en la literatura apocalíptica”, Scripta Theologica 35, nº
2 (2003): 319-353.
19
#        Z

 
#  

Dr. Carlos A. Chimpén López

W aco, Texas, 19 de febrero de 1993. Al escuchar el nombre de esa ciudad


de cerca de 90.000 habitantes en aquel entonces, inmediatamente viene
a la memoria de los interesados en el tema de las sectas o de los movimien-
tos religiosos en general, el desastre acaecido cuando el FBI asaltó un rancho
 &
}
$
¤
?X
asedio duró cincuenta y un días, durante los cuales, los periodistas pudieron
hacer una entrevista al líder de la secta, que fue retransmitida por la CNN, con
una duración aproximada de cuarenta y cinco minutos. Lejos de centrarse en lo
 &

¤
??&# @  @$
#
ser el Cordero, el elegido para develar el misterio de los siete sellos, los cuales al

&

+ $<&&

 
sello y cumplirían lo que allí estaba escrito:
Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían
muerto por causa de la palabra de Dios y del testimonio que tenían. Clamaban
a gran voz diciendo: ¿hasta cuándo Señor; santo y verdadero, vas a tardar en
juzgar y en vengar nuestra sangre de los que habitan sobre la tierra? Entonces
se les dio vestiduras blancas y se les dijo que descansaran todavía un poco de
tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos
que también habían de ser muertos como ellos (Ap 6:9-10).
El rancho era llamado por los davidianos (nombre que se pusieron los
miembros de la secta en honor al rey David, al igual que el seudónimo con el
que Vernon Wayne Howell, se denominó a sí mismo: David Koresh), Monte
Carmelo. Posterior a la masacre, en la que murieron entre 72 y 86 hombres,
mujeres y niños, incluido el propio Koresh, el rancho fue rebautizado como “el
rancho del Apocalipsis”.
Time publicó un reportaje especial con la foto de Koresh, el titular:
“Tragedia en Waco” y una cita del Apocalipsis: “Su nombre era muerte y el
< le seguía” (Ap 6:8; la cursiva es del autor). Por supuesto, al releer los
acontecimientos acaecidos en aquel entonces, se resaltan varios puntos en la
percepción del lector. El primero de ellos es el énfasis negativo que no sólo
David Koresh, sino también los medios de comunicación, daban al Apocalipsis.
302 ;   
  <


En un segundo término, además de juzgar a los que perecieron en el rancho


como fanáticos o incluso, dementes, el pensamiento que asalta, en términos
corporativos, es: mi iglesia no es así.
Pero ¿es posible que existan grupos dentro de nuestra iglesia que tengan
ciertas tendencias alarmistas? ¿Es posible que existan personas que se acerquen
a la Biblia, y en especial al Apocalipsis, en busca de algún secreto que sólo ellos
pueden develar? ¿Es posible que existan personas que buscan, casi a diario,
  $
  
 
# $   
vivan en un estado de hípervigilancia tal que parezca que su único objetivo en
esta vida es avisar del cumplimiento de catástrofes, persecuciones o políticas
$

‚
La realidad es que el grupo de los davidianos de Waco, según varios do-
cumentos (como Elio Masferrer Kan1 y Roger Bartra, Fanny Blanck y Pablo
Yankelevich2, por mencionar sólo un par de ellos), fue una secta surgida de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día, un grupo disidente con interpretaciones
muy sui generis de los textos apocalípticos de la Biblia, que se separaron defrau-
dados por la aparente falta de fe en la próxima venida de Jesucristo.
En el presente artículo se verán algunas explicaciones, desde la psicopatología
y la psicología social, al fenómeno del apocalipticismo. Se intentará realizar
un análisis de la problemática planteada por ciertos grupos de personas que
crean una neurosis patológica y miedo desmesurado, en lugar de la actitud
de curación3, esperanza, triunfo y bienaventuranza que transmite el libro del
Apocalipsis y la Biblia entera.
Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra an-
gustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Los
hombres quedarán sin aliento por el temor y la expectación de las cosas que
sobrevendrán en la tierra, porque las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en una nube con poder y gran
gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque
vuestra redención está cerca (Lc 21:25-28, cursiva del autor).
‹›  &
$

XW`
 +
 
de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que
deben suceder pronto. ¡Vengo pronto! Feliz el que guarda las palabras de la profecía
de este libro (Ap 22:6-7, cursiva del autor).

1
Elio Masferrer Kan, Sectas o iglesias: Viejas y nuevas religiones (Madrid: Plaza y Valdés, 2000), 43.
2
Roger Bartra, Fanny Blanck de Cereijido y Pablo Yankelevich, El otro, el extranjero (Buenos
Aires: Libros del Zorzal, 2003), 71.
3
Paul Fisher, “The Apocalypse: Pathological Neurosis or Healing Therapy?”, Ministry,
november, 2000, 26-28.
Miscelánea 303


  O 

< &

   $ &



W&

 =
   &

+_ $-
cado bien distinto aunque relacionado con el libro del Apocalipsis de San Juan.
Con “apocalipticismo” se hace referencia a movimientos religiosos cristia-
  
$ 
  +

  $
* 
 
 -

#$%&=? 
  
apocalípticos. De este modo, la palabra apocalíptico es utilizada para referirse me-
tafóricamente a algo irremediablemente desastroso o para referirse a un grupo


 *
#$? 




 $  >
  &

@     
$
  $
*
 



catástrofes para la raza humana. Entendido así, el mensaje central de esperanza
desaparece casi por completo y el carácter del Autor del libro queda desvirtua-
do por el temor de ser víctima de esa catástrofe inminente que pasaría a ser el
eje central sobre el cual gira el relato del Apocalipsis.
Consecuentemente, el apocalipticismo ha pasado a ser sinónimo de movi-
mientos que aterrorizan a sus seguidores con toda clase de calamidades indivi-
duales y colectivas, basadas en una interpretación, la mayor parte de las veces,
 
   @  ‘
*?

-
tismo a costa del chantaje emocional ante un próximo Día del Juicio.
Especialistas como John C. Collins1 y Paul D. Hanson2 han aclarado el
tema introduciendo varias distinciones importantes. Por “Apocalipsis” se debe
entender el género literario, mientras que “escatología apocalíptica” hace refe-
rencia a la perspectiva teológica, al conjunto de ideas que caracterizan los escri-
tos apocalípticos, pero sin necesariamente expresarse en el estilo de los escritos
 + =
 

€ $
+   
como un movimiento o una ideología en un sentido más amplio, un universo
simbólico generado en oposición a la cultura dominante, que establece la iden-
tidad, la razón de ser y la esperanza de la comunidad. El ejemplo que Hanson
pone de apocalipticismo es la comunidad de Qumrán.
Es importante, para el tema que nos ocupa, tener en cuenta una categoría
más que sugiere Hanson en su artículo para el Suplemento del Intepreter’s
Bible Dictionary (1962:33): el “pseudoapocalipticismo”. Este consistiría en el
acercamiento especulativo a lo apocalíptico como sistema de ideas, sin la me-
nor relación a la situación profética en la cual surge el escrito y realizando una
interpretación descontextualizada que busca fomentar miedo en vez de inspirar
esperanza.

1
John T. Collins, “Towards the Morphology of a Genre”, Semeia 14 (1979): 1-20.
2
Paul D. Hanson, Apocalypse, Genre y “Apocalypticism”, Interpreter´s Dictionary of the Bible:
Supplementary Volume (Nashville, TN: Abingdon, 1969), 27-34.
304 ;   
  <


De forma inmediata, resalta la no comprensión del mensaje de redención


que transmite el Apocalipsis por parte del apocalipticismo o del pseudoapoca-
  
 
#$
‹+

 
|

%$
J
?W?* 

  $
 +
y penetrante anticipación de catástrofes, miedos y angustia. El apocalipticismo
irrumpe como una forma creada por un profundo y extremado mesianismo.
W? &
*

  
#$
contenido en ese mesianismo apocalíptico, que convive simultáneamente con
un aspecto utópico, sin que uno excluya al otro1.
%$
 Ë
_>_‘
@ #
de Madrid:
Siempre, en las más diversas culturas ha existido una preocupación por la natu-
raleza y datación de los últimos días, y las circunstancias que los acompañarán,
de modo que, en ocasiones, se ha escrutado con temor el curso de aconteci-
mientos que parecían ser anuncio de aquellos momentos. Estas preocupaciones
se han mantenido, frecuentemente, dentro de márgenes ortodoxos, pero, en
otras ocasiones, han derivado hacia doctrinas antijerárquicos, movimientos de
subversión social, o, simplemente, proposiciones incompatibles con una co-
rrecta interpretación de las verdades reveladas.2
Al analizar las citas precedentes, puede observarse que el libro del
@  + $ 

 

o lo estudian. El problema surge cuando ciertos “estudiosos” del Apocalipsis
lo leen o lo interpretan imprimiendo una actitud de temor desmesurado que
transmiten a aquellos que les rodean. Eso es apocalipticismo.

# 
   "'      
A raíz del cambio de milenio se produjo una proliferación del fenómeno del
apocalipticismo y, asociado, del fenómeno de las sectas. Las causas o motivos
 ??


" 
los medios de comunicación (como la prensa diaria, las películas predictivas del
$  
 
 

religiones tradicionales.3
Existe la posibilidad de encontrar diversas explicaciones desde diversos
campos al fenómeno del apocalipticismo. En las siguientes líneas se tratará de
realizar un acercamiento desde el área de la Psicología. La pretensión es ofrecer

1
Gershom Scholem, The Messianic Idea in Judaism (New York: Schoken, 1972), 4.
2
  Ë
_>_ ‹

 X‹› 
  
general”, en Milenarismos y milenaristas en la Europa medieval: IX semana de estudios medievales,
Nájera, 3 al 7 de agosto de 1998, ed. José Ignacio de la Iglesia Duarte, 11-31 (Logroño: Instituto
de Estudios Riojanos, 1999), 11.
3
 –=<J_*_Ë
_–=&`_>@‹
+‹`_{
+_ 
-
ción al estudio de las sectas”, Papeles del Psicólogo, 76 (2000).
Miscelánea 305

algunas respuestas a cuestiones trascendentales, la primera de las cuales es saber


si existe o no algún tipo de patología detrás del fenómeno del apocalipticismo.
Desde la revisión de algunas teorías de la psicología social se encuentran
algunas respuestas más a ciertas cuestiones relevantes. Para ser más precisos, se
trata de explicar el porqué de la existencia de personas que inventan historias
 
$  
= 


? 
 #
incluso sabiendo que no contribuye a su tranquilidad ni a la tranquilidad y se-
renidad de los creyentes.
Finalmente, otra respuesta interesante la encontramos al analizar las teorías
de la atención humana para responder a la cuestión de por qué sólo se atiende
a cierta información despreciando otra contradictoria con mis creencias.

La actitud confusa hacia lo apocalíptico


Al igual que las sectas se aprovechan de personalidades frágiles y de mo-
mentos de debilidad emocional (muerte, desempleo, desengaño con el grupo
religioso al cual se pertenece, etc.), el apocalipticismo cala hondo en el mismo
tipo de personas.
La exaltación del conocimiento de información secreta que nadie conoce,
la expectativa de un cambio inmediato y la posibilidad de tener una misión es-
pecial, hace que la persona se sienta valiosa, fuerte y esperanzada. Sin embargo,
todo esto que, en principio, suena tan positivo, en muchas ocasiones, sólo sirve
para evitar enfrentarse a los problemas cotidianos y como frágil refugio del sí
mismo.
En este sentido, podríamos hablar de tres diferentes formas de analizar la
personalidad apocalipticista:
Ö Personalidad narcisista: puede observarse en que la persona se ve su-
perior y especial al resto. En palabras más técnicas, exhiben una visión
desmesurada del yo. Los narcisistas son muy activos y competitivos a la
hora de buscar estatus, ya que los signos exteriores de estatus son toda
+ 
W*$
 #
especial que creen merecer, los narcisistas se sienten intolerablemen-
te maltratados, se enfadan, se ponen a la defensiva o se deprimen.1
Este tipo de personalidad lo podemos ver en líderes de sectas, en crea-
dores de ciertas teorías “conspiracionistas” o en aquellos que buscan
discusiones en la iglesia por pensar que los demás no son capaces de
ver aquello tan evidente para ellos. Del mismo modo, se explicaría el
porqué de la separación de ciertos grupos que siguen a este tipo de
personalidades convencidas de que su iglesia no tiene la interpretación
correcta y, en muchas ocasiones, la provocación de tensiones, discusio-
nes y diferencias irreconciliables.

1
Aaron T. Beck, Arthur Freeman, Denise D. Davis y otros, Terapia Cognitiva de los trastornos de
personalidad (Barcelona: Paidós, 2005), 275.
306 ;   
  <


Ö Necesidad de ser diferente: en contraste con el anterior la persona no


necesariamente se cree superior al resto sino que lo que requiere es la
atención de los demás con un sentido de afán de protagonismo o lide-
razgo. Es la persona que utiliza el apocalipticismo como una llamada de
atención sobre sí mismo, instrumentalizando la información que posee

 $
Ö Personalidad dependiente: aquellos que necesitan del otro para sentirse
seguros. Debido a esta base de personalidad en momentos de afronta-
miento de situaciones delicadas como muerte, desempleo, separación,
etc., pueden acercarse a quienes les ofrecen una salida para su sufri-
 
 
+$


 
*&
‘_ 


*
en un nuevo transmisor y mantenedor de las teorías apocalipticistas,
incluso cuando el momento difícil ya haya pasado.
Al referirnos a ciertos patrones de personalidad como los anteriormente
citados, tenemos que tener en cuenta que la personalidad, según ciertos puntos
de vista teóricos, se entiende en un continuo que va desde la normalidad a la
patología. No todas las personas descriptas arriba serían susceptibles de un
diagnóstico de trastorno de personalidad, pero sí podemos decir que existiría la
tendencia a comportarse del modo referido.
Intentando resumir algo tan complejo como el arribar a un diagnóstico de

 
 
$ 
+
  

& 
  
$

las actividades diarias o sus relaciones interpersonales, se podría hablar de tras-
torno psicopatológico.
En otro orden de cosas, podemos observar a muchas personas que bus-
can información acerca de su futuro o del futuro en general, en lugares de lo
más diversos: horóscopos, análisis de sueños, videntes, astrología, adivinación,
consulta a los ángeles, etc. Otros vuelcan su preocupación acerca del futuro
en el estudio de la Biblia y en especial de los libros apocalípticos. El libro del
@  * _ 
 $ 

 
de símbolos que “los indoctos e inconstantes tuercen” con facilidad para sostener su
propia interpretación.
Sin embargo, el libro del Apocalipsis no es sólo un escrito escatológico
destinado a satisfacer la curiosidad de quienes desean conocer el futuro. Su eje
central es la “revelación de Jesucristo” y su propósito revelar algo que permita
a los lectores ver su situación actual desde una perspectiva totalmente distinta.
Intenta llamar al arrepentimiento y devolver al lector la tranquilidad, mostrán-
dole (por medio de una directa revelación de Dios) que hay una dimensión
celestial en la existencia, la cual no puede ser olvidada.1 El apocalipticismo, por

1
 |?
  ?
{ ­<?$  ¦< + 
y la interpretación del Nuevo Testamento”, en 

 
    <  } ed.
Malcom Bull, trad. María Antonia Neira Bigorria, 51-74 (México: Fondo de Cultura Econó-
mica, 1998), 60-62.
Miscelánea 307

el contrario, no da tranquilidad, sino más bien despierta emociones totalmente


opuestas.
La capacidad de anticipación del futuro (o de acontecimientos futuros) es
algo típicamente humano. Los animales pueden anticipar peligros o situaciones
concretas siempre y cuando tengan delante de sí ciertas señales que logren
$
 
 +& 

 X
? 
 -
cidad simbólica, tiene la posibilidad de abstraerse de los estímulos ambientales,
es decir, puede trascender el pensamiento concreto y utilizar un pensamiento
abstracto. Todo esto implica que el ser humano es capaz de anticipar hechos sin
estímulos presentes, pensando en conductas que no se han realizado y prever
circunstancias que pueden o no darse.
La ansiedad sería la respuesta del ser humano ante un estímulo que no está

 <$#?
 =
-
dad es el miedo o temor ante un hecho real o imaginado.1
Se produce temor por el solo hecho de imaginar o creer que un determina-
do evento tiene cierta probabilidad de llegar a producirse.
El apocalipticismo, en sí mismo, conlleva la generación de cierta dosis de
ansiedad, en algunas personas controlable pero, en otras, la ansiedad puede
alcanzar niveles elevados y llegar a enfermar a la persona.
Cuando se estudian los símbolos del Apocalipsis con una visión catastro-
$ 


"
#  
de preocupación tal, que aumenta la posibilidad de infundir un temor desme-
surado en aquellas personas más vulnerables que escuchan ese tipo de mensaje.
W   + _  
 
$
$ 


 #$ &

=?=-
roe que salva al mundo con alguna estrategia inteligente. El Apocalipsis no es
 +$#XW
?&


 
inteligente. El objetivo de Dios no es crear tensión, enfermedad, ansiedad,
sino ofrecer la salida frente a un mundo que se autodestruye y dar a conocer la
futura existencia de un mundo sin dolor, ni llanto, ni clamor. El propósito del
@  
 
 
_$_
?
conceptos todos ellos contrarios a la ansiedad.
Finalmente, el apocalipticismo genera una preocupación excesiva por bus-

`$   

  
ansiedad que se denomina obsesión.
Las obsesiones son pensamientos que se repiten de forma insistente a pesar
de la voluntad del individuo. Desde este punto de vista se explica el porqué hay
personas que buscan, de manera casi constante, información en Internet acer-
ca de la ley dominical, de diferentes guerras o de conjuras que están teniendo


X ‘O
=
 

1
Charles D. Spielberger, Anxiety: Current Trends in Theory and Research (New York: Academic
Press, 1972); Julián Ajuriaguerra, Manual de psicopatología del niño (Barcelona: Toray Masson,
1982); Carmelo Monedero, Psicopatología evolutiva (Barcelona: Labor, 1982).
308 ;   
  <


<# 
$ &#
 
 

 -
mer irracionalmente el desastre.
Las obsesiones conllevan elementos intelectuales, emotivos e impulsivos
que impregnan toda la vida mental. Así, por ejemplo, en los escrúpulos centra-
dos sobre el temor de una falta moral, existe un elemento intelectual consisten-


$

&
?&
 +
faltas en el pasado, hay un elemento fóbico o de temor culpable ante los mí-
nimos detalles, y un elemento impulsivo, de tentación real de la culpa temida.1
Si al mensaje apocalipticista le sumamos un sentido de culpabilidad por
ciertos hechos del pasado el resultado es el temor desmesurado ante lo que
 
 
 
#&# 
$
temor al castigo.
Como podemos observar, con un punto de vista apocalipticista, aunque
la interpretación del texto sea correcta, la actitud no lo es. De esta manera, se
desvirtúa el mensaje del Apocalipsis.

Autoconvencimiento apocalipticista
[>
= 
 

  
$ ‚[>

qué contribuir a una concepción de Dios como aniquilador arbitrario? ¿Por qué
 
   $ 
#$‚
Para encontrar respuestas a tales preguntas tenemos que acercarnos a ideas
propuestas desde la psicología social, sin, por supuesto, olvidarnos que esta
  
$ 
   "
que las personas tienen sobre las creencias o conductas de los otros.2 En los
*


   ?  &

   
   "
ejercida y aceptada por las ideas apocalipticistas, pero se necesitan comprender
 ?"
X  &$

    
**-
pacto en la persona cuando los contenidos y formas de dicho mensaje estén en
sintonía con los esquemas mentales, necesidades, intereses y valores existencia-
les del sujeto.
Desde este punto de vista, podemos aplicar las aseveraciones realizadas por
González, Ibáñez y Muñoz en su estudio sobre las sectas al tema del apocaliti-
cismo diciendo que:
Serán más “captables” los sujetos insatisfechos con las opciones religioso-
espirituales disponibles en su entorno que busquen solución a sus inquietudes
existenciales, los atraídos por experimentar nuevos estados de conciencia o de

1
R. Puyol y A. Savy, “Clínica de las obsesiones”, Confrontaciones psiquiátricas 20 (1983):37-60.
2
Elliot Aronson, El animal social ‹
›@_‘
„……”‡•
Miscelánea 309

trance, y los que tiendan a procesar mentalmente la información de una forma


más mágica que racional.1
De este modo, resulta revelador adentrarnos en el tema del procesamiento
de la información para ofrecer algunas explicaciones y, más concretamente,
resaltar el tema de la atención selectiva.
El concepto de atención selectiva fue creado por diversos autores, entre
los que destacan Donald ErickBroadbent2 y Daniel Kahneman.3 ‘  
$ 
  
 `
 
X
¤
&
 < J
  $
    #     ?& 
una persona para responder a los aspectos esenciales de una tarea o situación y
pasar por alto o abstenerse de hacer caso a aquellas que son irrelevantes.4
La selectividad atencional presenta una clara función adaptativa, ya que la
selección de estímulos que se presentan en el ambiente nos permite que no
haya una sobrecarga del sistema nervioso central. Sin embargo, cuando habla-
mos de la atención selectiva voluntaria podemos comprobar cómo las personas
son capaces de determinar la información que es coincidente con su forma de
interpretar el mundo y sentirse atraídos por ella (mediante una atención focali-
zada) y desestimar, o incluso rechazar, aquella información contraria a sus ideas
y concepciones (respuesta incompatible).
De este modo, los grupos apocalipticistas prestan atención a todo aquello
`? #$
#
contradiga sus interpretaciones pasará desapercibida o será deliberadamente

?_‘  

# 
 
el gran chasco como consecuencia. Interpretaba correctamente las profecías
sin embargo, desoyó la palabra de Dios que decía “pero el día y la hora no la
sabe nadie, ni aún los ángeles de los cielos”.
Se interpretan ciertos símbolos del Apocalipsis bajo la interpretación se-
lectiva de la mentalidad apocalipticista, sin tener en cuenta reglas básicas de la
exégesis como puede ser, por citar tan sólo un ejemplo, analizar el contexto
histórico en el cual se escribió el relato.
Por otro lado, surgen algunas preguntas más de las cuales extraer otro tipo
de explicaciones para el fenómeno del apocalipticismo. ¿Por qué las personas
pueden disfrutar con la búsqueda de información tremendista que indica la lle-
 $‚[>
= ??
  

1
 J_*_Ë
_&*`_>‹`_{
+_ 
# -
tas”, Papeles del Psicólogo 76 (junio 2000): 51-56.
2
Donald Erick Broadbent, “Stimulus Set and Response Set: Two Kinds of Selective
Attention”, en Attention: Contemporary Theories and Analisis, ed. David I. Mostofsky, 51-60
(New York: Appleton-Century-Crofts, 1970).
3
Daniel Kahneman, Attention and Effort (Englewoods Cliffs, N.J.: Prentice Hall, 1973). Traduc-
ción al castellano por Juan Botella, Atención y esfuerzo (Madrid: Biblioteca Nueva, 1997).
4
Edward Kirby y Liam Grimley, Y
  <  
 # (México: Limusa, 1982), 144.
310 ;   
  <


&

&
  $

 
+‚[>
=
transmitir información que infunde miedo?
‘ 
+ #* 
  # 
de lo social y que nos permite la contestación a esas preguntas es la clásica

+      &=   Ž $#
 -
esta por Leon Festinger.1< $ 
tensión que se produce cuando un individuo mantiene simultáneamente dos
cogniciones o certezas (ideas, actitudes, creencias, opiniones) psicológicamente
incompatibles. Este estado de tensión es desagradable y se tiende a reducir sus
efectos adversos mediante uno de estos dos mecanismos:2
Ö Cambiando una o ambas cogniciones para hacerlas más compatibles
entre sí, o añadiendo nuevas convicciones que ayuden a tender un
puente entre las originales.
Ö Distorsionando la información para que armonice con nuestras ideas
preconcebidas
Ö Aplicando este concepto, podemos entonces explicar que ciertas per-

   # 
$ | 
&
& 
=** $

ese miedo con algo y, ¿qué mejor que explicar mi tensión por el miedo
 $‚  
  
_&
sentirse atemorizado porque se tienen buenos motivos para estarlo.
De la misma manera, cuando escucho argumentos que van en contra de mis
teorías, esto produce disonancia porque sugiere la posibilidad de que se esté
profundamente equivocado y para solucionar el estado de tensión que se ge-
nera, se intentará no pensar en esos argumentos, desoírlos, olvidarlos, pasarlos
por alto o, incluso, ridiculizarlos.
Por ejemplo, la idea de un Dios perdonador en algunas ocasiones es diso-
nante con las ideas de juicio de una persona que vivió momentos traumáticos
por culpa de otra/s persona/s. Se puede observar, por tanto, que existe una
diferencia de percepción entre aquellos que no entienden el juicio de Dios y la
aplicación de la sentencia que aparece en Apocalipsis, cuando los comparamos
con aquellos que han pasado por momentos de injusticia y que ven en el juicio
$#&3
De este modo, al analizar y aplicar la teoría de la disonancia cognitiva resalta
el que cada uno puede interiorizar los mensajes dependiendo de sus experien-
cias vitales e, incluso, pueden existir puntos de vista totalmente opuestos acerca
del mismo relato. El apocalipticismo, al alejarse de reglas hermenéuticas básicas
y al acercarse al Apocalipsis con una actitud equivocada produce un sesgo cla-

1
Leon Festinger, A Theory of Cognitive Dissonance W 
›W 
‘
 >
„…Š
2
Elliot Aronson, El animal social ‹
›@_‘
‡””‡
3
Allan Boesak, ;
 >  ˜    
   |  >
 (Philadelphia:
Westminster, 1987), citado en Paul Fisher, “The Apocalypse: Pathological Neurosis or
Healing Therapy?”, Ministry, november, 2000, 26-28.
Miscelánea 311

ramente visible en su correcta interpretación y, al mismo tiempo, trasmite un


mensaje distorsionado de Dios y su carácter.



   "'   ) #  
Antonino Pérez escribe una idea que ofrece un punto de apoyo para ayudar
a contrarrestar los efectos del apocalipticismo en las vidas de las personas:
En los escritos de Pablo, primero, y en la obra de Lucas después, podemos apre-
ciar un cambio de mentalidad: ya no es el juicio universal el que preocupa, sino
el juicio particular, y la minuciosa preparación para ese momento posterior a la
muerte individual es a lo que ahora se orientan todos los avisos.1
Joachim Jeremias, por su parte, demostró que para resolver la tensión esca-
tológica (“ya, pero aún no del todo”) tendríamos que utilizar la escatología en
realización.2
 
$ 

 
apocalipticista a un concepto personal; de un Juicio de Dios universal, que lle-

*
 

$J

libre de todo temor, porque el perfecto amor echa fuera todo temor.
El Apocalipsis ofrece una psicología positiva al lector, no produce psico-
 +   | $
 @  >=
_ 
   
-
quilizador debido al mensaje que transmite acerca de que la Historia tiene una
lógica, está dirigida por un Dios justo que de ninguna manera consentirá que la
arbitrariedad se imponga al derecho.3
La narrativa bíblica ofrece todo lo contrario que el apocalipticismo, un co-
_ 
 
 _  
#$   $   
 X
@  
&$? 
 &
#
$
  

La historia de la liberación no puede dar temor, sólo puede infundir espe-

__$_  =

  +  -
va). “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de

$    
} 


  < ‡  ? ¨ (Jer 29:11). Ese también es el mensaje
del Apocalipsis.
X  
   $ *
que ver con quién viene que con qué viene. Es hora de que se proclame que no

*?

* $? 

sino aquellos que los persigan.4

1
M. Pérez Rodríguez, “En la otra vertiente del año mil; con santo Domingo de Silos, por
ejemplo”, en Milenarismos y milenaristas en la Europa Medieval: IX Semana de estudios medievales,
Nájera, 3 al 7 de agosto de 1998, 383-399 (Logroño: Instituto de Estudios Riojanos, 1999), 386.
2
Joachim Jeremias, Palabras de Jesús (Madrid: Fax, 1970, 2ª ed.).
3
Pérez Rodríguez, En la otra vertiente del año mil, 387.
4
 O
<J ‘* ?Ministry, may-june, 1997, 23.
312 ;   
  <


@ $     


 ?
  
 
   $  
tiempos, nuestro Señor acompaña. El tiempo de la liberación ha llegado,
“erguíos y levantad vuestras cabezas”.

Вам также может понравиться