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En el inicio de toda ciencia se tiende a pensar que las formulaciones teóricas que se van desarrollando

constituyen las mejores explicaciones que se pueden hacer en torno a la realidad como complejidad y a los
fenómenos que en ella se manifiestan, sin embargo; específicamente en el caso de la sociología con el
paso del tiempo se han encontrado algunas deficiencias o limitaciones en las distintas corrientes de
pensamiento demostrándose de esta manera que la recurrencia a los clásicos es pertinente en caso que los
planteamientos de éstos todavía puedan dar explicación del origen de algunos fenómenos sociales, es
decir, se pueden tomar como puntos de referencia, pero en caso contrario en el que ya no apliquen deben
buscarse otras teorías como parámetros de explicación y es en este aspecto en donde se reflejan los
límites de las aportaciones de los clásicos, como se explicó en la primera de ¿Qué es un clásico en ciencias
sociales?

Previo a enumerar los límites de las aportaciones de los clásicos en general, es importante conocer cuáles
fueron las deficiencias presentes en la obra de cada uno de ellos, cuestión que se aborda en el siguiente
apartado:

Augusto Comte

“Hay muchas cosas que criticar en la obra de Comte. Permitió que sus experiencias personales
distorsionaran su trabajo teórico. A la luz de sus criterios positivistas, su trabajo empírico y teórico no
existe”. (Ritzer, 1993, p. 121)… Se dice que sus propuestas fueron afectadas al manejar un organicismo
primitivo, que sienta las bases para el desarrollo ulterior del estructural-funcionalismo al considerar que la
sociedad es semejante a un organismo enfermo que es preciso curar. “Comte veía analogías entre el
desorden social y las enfermedades de los organismos. Del mismo modo que la medicina se ocupaba de
las enfermedades físicas era tarea del positivismo curar esta enfermedad de la anarquía social” (Ibid, p.
119).

En su idea de realizar una higiene cerebral o mental perdió contacto con el mundo social e intelectual.

A ello se agrega su concepción discriminatoria respecto a las mujeres a quienes solamente asignaba el
afloramiento de sentimientos, mientras que la capacidad intelectual, política y de poder económico se la
otorgaba exclusivamente a los hombres.

“Fracasó como positivista teórica y empíricamente. Por lo que se refiere a su obra empírica,
lamentablemente apenas se ocupó de hacer investigación y que la que llevó a cabo consistió simplemente
en una serie de vagas generalizaciones sobre el curso de la historia del mundo. En cuanto a su obra teórica,
es difícil aceptar como leyes sociológicas muchas de sus extravagantes generalizaciones sobre el mundo
social. Un ejemplo extravagante de su tendencia a aplicar la ley de los tres estadios a absolutamente todo
fue cuando la aplicó a su propia enfermedad mental”. (Ibid, Págs. 118, 120).
Por último no puede dejarse sin mención otra de sus ideas consideradas como extravagantes en su deseo
de fundar el positivismo como religión semejante al catolicismo en el sentido de su jerarquía compuesta
por sacerdotes, vicarios e incluso el pontífice en donde este último era el rol que él mismo se adjudicaba.

Emile Durkheim

“En su obra los microfenómenos suelen ser tratados como variables dependientes determinadas por los
macrocambios. Aunque Durkheim analizó los principales niveles de la realidad social se centró en las
macrofuerzas y en su influencia causal en el nivel individual”. (Ritzer, 1993, p. 243).

Otra de las limitaciones en la obra de Durkheim radica en llegar a la conclusión de que sociedad y religión
eran lo mismo, dos manifestaciones del mismo proceso general; debido a esta concepción en la cual
identificaba a la sociedad con Dios, deificándola, Durkheim se oponía a la revolución social. “Era un
reformador social preocupado por la introducción de mejoras en el funcionamiento de la sociedad”. (Ibid,
1993, p. 242); visión en la que se puede observar su ulterior aporte al estructural-funcionalismo.

Karl Marx

Una de las limitaciones señaladas al Marxismo es su oposición al individualismo metodológico ya que


tiende a centrarse en el holismo, es decir, a fijar su atención en cuestiones macro como la sociedad y la
estructura y no en los individuos y su elecciones. Por ello, se critica la idea de que se enfatice únicamente
en la lucha de clases sociales sin tomar en cuenta que éstas están integradas por individuos autónomos
que pueden decidir acerca de sus acciones; esta limitante se enmarca desde la perspectiva de teorías
contemporáneas como la elección racional, la teoría de juegos y por supuesto, el individualismo
metodológico.

“Por o ante las represiones sociales que sufre la modernidad orientarse a una ecología de la vida, que
combata la plasticidad o la materialidad social con iniciativas políticas diferentes a las concepciones
clásicas del socialismo. Atendiendo a ello, algunos planteamientos de Marx se han quedado atrás siendo
superados por la introducción de sistemas democráticos alrededor del mundo. En este punto fue donde
Marx mostró limitaciones teóricas para la superación del capitalismo por el socialismo, y por el contrario
muestra fortalezas en su análisis del orden industrial capitalista”. (Dirección General de docencia, USAC,
2008, p. 18).

Max Weber

Una de las limitaciones que se le han imputado a Max Weber en su obra es la claridad en la aplicación del
tipo ideal, lo que se refleja en la siguiente afirmación:

“Weber relaciona la explicación con la comprensión en el primer capítulo de Economía y Sociedad. En


general, nos invita a contrastar el nivel del significado con el nivel causal, para luego combinarlos de forma
que alcancen la cognición sociológica. Ése parece un modo de proceder muy razonable; pero es más fácil
decirlo que hacerlo. Aún no está claro cómo hemos de relacionar en el mundo real las nociones
interpretativas con las causales, entre otras razones por la importante razón que no estamos seguros de lo
lejos que pueda llevarse la sugerencia de que la vida social es lo que significa”. (Ibid, Págs. 61, 62).

Talcott Parsons

Siendo Parsons uno de los máximos representantes del estructural-funcionalismo, tiende a visualizar a la
sociedad como una estructura compuesta por diversas partes interdependientes cada una de las cuales
desempeña una función específica que permite el equilibrio y permanencia del sistema; es precisamente en
este aspecto en donde se presentan las limitantes de la obra de Parsons al reconocer el consenso y no el
conflicto; la crítica radica ante todo a que ambos estados surgen dentro de la sociedad y no hay por qué
privilegiar los aspectos estáticos de la realidad social respecto de los aspectos dinámicos, de cambio y de
conflicto.

Concluyendo con el tema de las limitaciones de los clásicos en particular, es necesario conocer de forma
general en qué consisten éstas.

Los límites de las aportaciones de los clásicos en general

Uno de estos límites es la noción predominante en la que se planteaba el ajuste de las ciencias sociales y la
sociología al modelo de las ciencias naturales que se enmarca, como anteriormente se comentó, en el
positivismo d

e Augusto Comte; en donde “los científicos sociales creían intentar reproducir los tipos de hallazgos que la
ciencia natural afirma lograr, pero su modelo de ciencia natural era filosóficamente defectuoso. El modelo
de ciencia natural desarrollado por el consenso ortodoxo era esencialmente empirista, según el cual la
aspiración suprema de la ciencia es la creación de sistemas deductivos de leyes”. (Giddens, 2000, p. 22).

También hay que destacar la idea de progreso lineal que se desarrollaba al afirmar que las sociedades
debían pasar por ciertas etapas para llegar a ser sociedades consideradas avanzadas. Noción que en la
actualidad se sigue manejando a pesar de que ya se comprobó que cada sociedad es responsable de su
propio devenir y que no hay necesidad de estandarizar o buscar modelos generales de aplicación porque
cada sociedad posee una realidad distinta.

A estas limitaciones se suma la explicación en función de la causación social, es decir, “lo que hacían eran
tratarnos como si nuestro comportamiento fuera resultado de la causación estructural o las constricciones
estructurales, como si se derivara directamente de fuerzas sociales” (Ibid, p. 23); cuestión que se aplica
específicamente a la categoría de sociedad utilizada por Emilio Durkheim en donde parecía que era la
sociedad la que determinaba la conducta del individuo y éste no tenía capacidad de elección y actuación;
aunque es cierto que la sociedad influye en el individuo también lo es que éste último influye en aquélla, es
decir, se influyen recíprocamente y debe existir un equilibrio respecto a la prioridad o prevalencia que se le
otorga a una o a la otra.

En relación a ello, otra de las limitaciones de los clásicos es su extremismo que oscila entre lo micro y lo
macro lo que no hace posible una integración; por un lado lo macro, en donde se le otorga mayor
importancia a la estructura, a la sociedad, a las instituciones sociales y su influencia coercitiva sobre los
actores, pensamientos y acciones y por otro lo micro, en donde el centro de atención son los actores, las
interacciones sociales y las diversas formas de construir la realidad. Por ejemplo, tanto en Durkheim como
en Comte y Parsons se observa la inclinación hacia el primer tipo de análisis que es coincidente con el
llamado holismo igualmente observado en el caso del marxismo ortodoxo; mientras que Weber enfatiza en
el individualismo metodológico.

Puede también hacerse mención en relación a la variedad en la terminología ya que algunos conceptos,
categorías y definiciones se han modificado:

“Es importante señalar que los últimos debates han enfatizado en la reinterpretación de la sociedad
contemporánea, su estilo de desarrollo y posibilidades de subsistencia, que ha requerido de un cambio
terminológico dentro de las diferentes tendencias intelectuales. La terminología que más se ha usado es la
que toma en cuenta conceptos como modernidad y postmodernidad. De la sociedad industrial o
capitalismo que son fenómenos universalmente conocidos, se ha pasado a términos como sociedad
postindustrial y cada vez menos el capitalismo”… (Dirección General de docencia, USAC, 2008, Págs. 17,
18).

Últimas teorías sociológicas

“Los problemas recién planteados sobre cómo se ha configurado el mundo siguen teniendo importancia,
pero hay teóricos más recientes que han intentado ir más allá de Marx y de Weber. Otros sociólogos, entre
ellos algunos que antes fueron marxistas, ahora descartan por completo a Marx. Creen que su intento de
hallar pautas históricas generales estaba inevitablemente condenado al fracaso”. (Giddens, 2006, p. 132).

La posmodernidad

“Los defensores de la posmodernidad sostienen que los pensadores sociales clásicos se inspiraban en la
idea de que la historia tiene forma, es decir, que va hacia algún sitio y que conduce al progreso y que ahora
esa concepción se ha venido abajo. No solo no existe una idea de progreso general que pueda defenderse,
sino que tampoco hay algo que pueda llamarse historia. El mundo postmoderno no está destinado a ser
socialista, tal como esperaba Marx, sino que está dominado por unos medios de comunicación que nos
sacan de nuestro pasado… Uno de los teóricos más importantes de la postmodernidad es el autor francés
Jean Baudrillard que en sus primeros años estaba muy influido por el marxismo. Sin embargo, señala que la
expansión de las comunicaciones electrónicas y de los medios de comunicación han dado la vuelta a ese
teorema marxista según el cual las fuerzas económicas conforman la sociedad. Por el contrario, la vida
social está influida, primordialmente, por signos e imágenes”. (Ibid, p. 133).

Sociólogos contemporáneos

“La mayoría de los teóricos contemporáneos acepta que las tecnologías de la información y los nuevos
sistemas de comunicación, junto a otros cambios tecnológicos, están ocasionando grandes
transformaciones que nos afectan a todos”. (Giddens, 2006, p. 135).

Es precisamente en este tema de las nuevas tecnologías de la información y comunicación así como la
globalización, la cultura denominada light, el consumismo, el tema del feminismo y la etnicidad, el
terrorismo entre otros, que los aportes de los clásicos parecen desvanecerse o entendido de otra forma,
sus planteamientos teóricos ya no aplican como tales para explicar esta nueva realidad tan divergente o
como diría Gina Zabludovsky (2012), doctora en sociología, “es importante, al usar conceptos y categorías
en una investigación determinar lo siguiente: ¿quién introdujo el concepto?, ¿sigue ese concepto operando
en el mundo actual?, ¿es vigente?, ¿se aplica a América Latina? (haciendo una acotación, al referirse a la
pregunta de quién introdujo el concepto hace referencia a los clásicos y continúa su explicación diciendo):
ir a los clásicos aunque sea para que digan que el concepto o categoría ya nos válida”.

Por último, cabe mencionar la afirmación que hace Manuel Castells sobre las limitaciones de la teoría
marxista:

“Hoy en día, la economía y la sociedad capitalistas son bastante diferentes de lo que eran antes. La
expansión del capitalismo ya no se basa fundamentalmente, como creía Marx, en la clase obrera o en la
manufactura de bienes materiales. Por el contrario, las bases de la producción son las telecomunicaciones
y los ordenadores”. (Giddens, 2006, p. 138).

Visita la primera parte de ¿Qué es un clásico en Ciencias sociales?

BIBLIOGRAFÍA

Dirección General de Docencia. (2008). Teoría de las Ciencias Sociales. Guatemala: USAC.
Giddens, A. (2000). En defensa de la Sociología. Madrid: Alianza Editorial.

Giddens, A. (2006). Sociología. Madrid: Alianza Editorial.

Ritzer, G. (1993). Teoría Sociológica Clásica. México: Mc Graw Hill.

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