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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUERRERO

Facultad de Ciencias Químico Biológicas


Químico Biólogo Parasitólogo

“Trabajo Integrador Final III”

Correlación clínica entre la evolución de la diabetes


mellitus y la química sanguínea en población de
Chilpancingo, Gro

Presentan:

Larumbe Vargas Carlos Uriel


López Puebla Giovanna Lizet
Muñoz Bustos Juana
Olea Benítez Ángel de Jesús
Quiroz Evangelista Adriana Marisol

Asesor:
Q.F.B. Benjamín D. Maldonado Del Moral

Coordinador:
M.C. Noelio Zamudio López

Chilpancingo Gro., junio de 2018


ÍNDICE

Introducción ................................................................................................................. 2

Metodología............................................................................................................... 11

Resultados ................................................................................................................ 13

Discusión ................................................................................................................... 17

Conclusión................................................................................................................. 19

Anexos ...................................................................................................................... 20

Anexo I............................................................................................................ 20

Anexo II........................................................................................................... 25

Anexo III.......................................................................................................... 26

Anexo IV ......................................................................................................... 28

Anexo V .......................................................................................................... 30

Anexo VI ......................................................................................................... 32

Anexo VII ........................................................................................................ 34

Anexo VIII ....................................................................................................... 36

Referencias ............................................................................................................... 38

1
INTRODUCCIÓN
La Diabetes Mellitus (DM) es un síndrome relacionado con el trastorno metabólico
producido por una deficiencia parcial o total en la secreción de insulina por los islotes
pancreáticos o por la inefectividad de su función en el caso de la resistencia a la
insulina, dando como resultado una hiperglucemia como consecuencia de los
trastornos en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas
(Rivera, 2018).
La hiperglucemia crónica de la DM se asocia con daño permanente, por efecto de la
glucosilacion de proteínas de manera no enzimática (Anexo I), que con lleva a la
disfunción de órganos, iniciando con la retina, el riñón, el sistema nervioso, el
corazón y en general de todos los tejidos incluyendo los vasos sanguíneos (Alam et
al., 2014). Es considerada como una enfermedad metabólica producto de la
disfunción de las células beta-pancreáticas al regular los niveles de glucosa en la
sangre, posee una prevalencia de 8.5% a nivel mundial (Rivera Avila, 2018). En
2012, la diabetes provocó 1.5 millones de muertes. Un nivel de glucosa en la sangre
superior al deseable provocó otros 2.2 millones de muertes, al incrementar los
riesgos de enfermedades cardiovasculares y de otro tipo. Un 43% de estos 3.7
millones de muertes ocurren en personas con menos de 70 años (OMS, 2017).
El aumento en la prevalencia de diabetes puede deberse al incremento en la
prevalencia de la obesidad relacionada con cambios en los estilos de vida (aumento
en la densidad calórica de la dieta, reducción en la actividad física), así como a
cambios en otros factores relacionados con la diabetes (Rojas-Martínez et al., 2018).
La DM tipo II es el tipo de diabetes de mayor prevalencia y representa más del 90%
de los pacientes en todo el mundo que la padecen (Chatterjee et al., 2017).
En el metabolismo del cuerpo, el exceso de ácidos grasos libres, liberados por el
tejido adiposo, es responsable de la lipotoxicidad, es decir un exceso de oxidación de
las grasas que en el músculo inhibe la glucólisis, mientras que en el hígado favorece
la gluconeogénesis. Para contrarrestar ambos procesos se requiere un aumento
compensador de la secreción de insulina que puede provocar finalmente el
agotamiento gradual de las células β, y dar lugar a la elevación de la glucemia. Una
vez presente la hiperglucemia, esta provoca la glucotoxicidad, la que, sumada a la

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lipotoxicidad deteriora aún más la capacidad secretora de la insulina y la sensibilidad
a la misma.
El metabolismo de los carbohidratos está dominado por la glucosa, si las reservas de
energía celular son bajas, la glucosa se degrada por la ruta glucolítica. Las moléculas
de glucosa que no son necesarias para la producción de energía inmediata se
almacenan como glucógeno (en animales) o almidón (en plantas). Durante la
glucólisis, la glucosa se fosforila y se escinde para formar dos moléculas de
gliceraldehído-3-fosfato. Cada gliceraldehído-3-fosfato se convierte luego en una
molécula de piruvato. Se captura una pequeña cantidad de energía en dos
moléculas, cada una de ATP y NADH. En organismos anaeróbicos, el piruvato se
convierte en productos de desecho. Durante este proceso, NADH se regenera para
que la glucólisis pueda continuar. En presencia de O2, los organismos aeróbicos
convierten el piruvato en acetil-CoA y luego en CO2 y H2O. La glucólisis está
controlada principalmente por la regulación alostérica de tres enzimas: hexoquinasa,
fosfofructocinasa-1 (PFK-1) y piruvato quinasa, y por las hormonas glucagón e
insulina (McKee, 2011). Durante la gluconeogénesis, las moléculas de glucosa se
sintetizan a partir de precursores que no son carbohidratos (lactato, piruvato, glicerol
y ciertos aminoácidos). Las tres reacciones glicolíticas irreversibles (la síntesis de
piruvato, la conversión de fructosa-1,6-bisfosfato en fructosa-6-fosfato y la formación
de glucosa a partir de glucosa-6-fosfato) son eludidas por reacciones energéticas
alternas. La vía de la pentosa fosfato, en la que se oxida la glucosa-6-fosfato, se
produce en dos fases: En la fase oxidativa, se producen dos moléculas de NADPH a
medida que la glucosa-6-fosfato se convierte en ribulosa-5-fosfato. En la fase no
oxidativa, se sintetizan ribosa-5 fosfato y otros azúcares. Si las células necesitan más
NADPH que la ribosa-5-fosfato, un componente de los nucleótidos y los ácidos
nucleicos, los metabolitos de la fase no oxidativa se convierten en intermediarios
glucolíticos. Varios azúcares distintos de la glucosa son importantes en el
metabolismo de los carbohidratos de los vertebrados. Estos incluyen fructosa,
galactosa y manosa. El sustrato para la síntesis de glucógeno es UDP-glucosa, una
forma activada del azúcar. La UDP-glucosa pirofosforilasa cataliza la formación de
glucosa UDP a partir de glucosa-1-fosfato y UTP. La glucosa-6-fosfato se convierte

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en glucosa-1-fosfato por fosfoglucomutasa. La síntesis de glucógeno requiere dos
enzimas: glucógeno sintasa y enzima ramificadora. La degradación de glucógeno
requiere glucógeno fosforilasa y enzima desramificante. El equilibrio entre la
glucogénesis (síntesis de glucógeno) y la glucogenólisis (degradación del glucógeno)
está cuidadosamente regulado por varias hormonas (insulina, glucagón y epinefrina)
y reguladores alostéricos (McKee, 2011).

La DM tipo II se asocia a un aumento de la concentración plasmática de insulina


(hiperinsulinemia), que es la respuesta compensadora de las células β del páncreas
a la resistencia a la insulina, una disminución de la sensibilidad de los tejidos
efectores a los efectos metabólicos de la insulina. La reducción de la sensibilidad a la
insulina altera la utilización y el almacenamiento de los hidratos de carbono, eleva la
glucemia e induce un incremento compensador de la secreción de insulina (Hall,
2016).

El desarrollo de resistencia a la insulina y la alteración del metabolismo de la glucosa


suelen ser procesos graduales, que comienzan con una ganancia de peso que
conduce a la obesidad, aunque aún no se conoce el mecanismo que vincula ambos
trastornos. Algunos estudios indican que el número de receptores de insulina es
menor en las personas obesas que en las delgadas, sobre todo en el músculo
esquelético, el hígado y el tejido adiposo. Sin embargo, parece que la mayor parte de
la resistencia a la insulina se debe a anomalías de las vías de señalización que
relacionan la activación del receptor con múltiples efectos celulares. Se cree que
existe una estrecha relación entre la alteración de la señalización insulínica y los
efectos tóxicos de la acumulación de lípidos en tejidos tales como el músculo
esquelético y el hígado, que se debería a la excesiva ganancia de peso (Hall, 2016).

La resistencia a la insulina forma parte de una serie consecutiva de trastornos que se


conoce como «síndrome metabólico» y que, entre otras cosas, se caracteriza por: 1)
obesidad, sobre todo con acumulación de grasa abdominal; 2) resistencia a la
insulina; 3) hiperglucemia en ayunas; 4) anomalías de los lípidos, con aumento de los
triglicéridos en la sangre y disminución del colesterol unido a la lipoproteína de alta
densidad, 5) hipertensión. Todas las manifestaciones del síndrome metabólico están

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estrechamente relacionadas con la acumulación de un exceso de tejido adiposo en la
cavidad abdominal, alrededor de las vísceras (Hall, 2016).

Cuando la DM tipo II progresa, las células β del páncreas se «agotan» o están


dañadas y son incapaces de producir insulina suficiente para evitar una
hiperglucemia más grave, sobre todo cuando el paciente consume comidas ricas en
hidratos de carbono. Algunas personas obesas, a pesar de tener una notable
resistencia a la insulina y presentar cifras de glucemias superiores a las normales
tras las comidas, nunca llegan a desarrollar DM clínicamente significativo. Parece
que, en ellas, el páncreas produce insulina suficiente para evitar las alteraciones
graves del metabolismo de la glucosa. Sin embargo, en otras personas obesas, el
páncreas deja de secretar gradualmente las grandes cantidades de insulina
necesarias o resulta dañado por factores asociados con la acumulación de lípidos en
el páncreas, y así aparece la diabetes plenamente desarrollada. Algunos estudios
indican que los factores genéticos son importantes para determinar si el páncreas de
un paciente podrá mantener durante muchos años la elevada producción de insulina
necesaria para evitar los trastornos graves del metabolismo de la glucosa en la
diabetes de tipo II (Hall, 2016).

En muchos casos, la DM tipo II puede tratarse de manera eficaz, al menos en sus


primeras fases, con ejercicio, restricción calórica y adelgazamiento, sin necesidad de
recurrir a la administración exógena de insulina. También pueden usarse fármacos
que aumentan la sensibilidad a la insulina, tales como las tiazolidinedionas, unos
fármacos que suprimen la producción de glucosa en el hígado, como la metformina,
o los fármacos que estimulan la liberación adicional de insulina por el páncreas,
como las sulfonilureas. Sin embargo, en las fases avanzadas de la DM tipo II, suele
ser necesario administrar insulina para poder controlar la glucemia plasmática (Hall,
2016).

La DM tipo II es diagnosticada por hiperglucemia y es resultado del metabolismo de


los carbohidratos alterados debido a la secreción anormal de insulina y también
asociado con varias complicaciones microvasculares y macrovasculares asociados a
la oxidación que produce la glucosilación de manera no enzimática producida por los

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productos de glicación avanzada (AGEs). La desviación de la secreción de insulina
normal da como resultado un nivel elevado de glucosa, urea, creatinina, ácido úrico,
colesterol y triglicéridos (Hall, 2016).

Los estudios e investigaciones por medio de la detección temprana en el manejo de


la química sanguínea, han demostrado que el control de la glucosa en sangre, la
presión arterial y los niveles de lípidos en sangre ayudan a prevenir complicaciones
en personas con DM tipo I o tipo II. Mantener los niveles de glucosa en sangre lo
más cerca posible de lo normal ralentiza el inicio y la progresión del daño a los ojos,
riñones y nervios causado por la diabetes. Hoy se asocia a la producción de cuerpos
de maduración de AGEs (Suárez et al., 2000).

El propósito principal de las pruebas de glucosa en sangre es para informar el nivel


en el que se encuentra de su valor de referencia. Si las células de los islotes de
Langerhans del páncreas pierden su función por la enfermedad, el páncreas secreta
menos insulina y el nivel de glucosa en la sangre aumenta (Suárez et al., 2000).

Según la Asociación Americana de Diabetes (ADA) la prediabetes es un trastorno en


que el nivel de la glucosa en la sangre es mayor de lo normal pero no lo
suficientemente alto como para que sea diabetes. Este trastorno significa que está en
peligro de tener DM tipo II.
Los siguientes parámetros son resultados que indican prediabetes: un A1C
(Hemoglobina glicosilada) de 5.7% – 6.4 %; glucosa en la sangre en ayunas de 100 –
125 mg/dl; glucosa en la sangre a las 2 horas de 140 mg/dl –199 mg/dl (Association,
2016).
Los pacientes que padecen DM tipo II tienen concentraciones plasmáticas elevadas
de ácido úrico y esta asociación podría estar mediada por el alto estrés oxidativo que
presentan estos sujetos.
Por lo tanto un aumento de insulina, ácidos grasos y glucosa puede incrementar la
producción de especies reactivas de oxígeno y el estrés oxidativo puede producir un
empeoramiento de la acción y la secreción de la insulina, que conduce a la
progresión de la DM tipo II. Este incremento de glucosa y/o ácidos grasos induce el
aumento del estrés oxidativo a través de un incremento del gradiente de protones y

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transferencia de electrones al oxígeno, que conduce a la formación de radicales
libres. El estrés oxidativo en el tejido adiposo parece ser uno de los elementos clave
en el desarrollo de insulinorresistencia. El ácido úrico (AU) es captado por los
adipocitos en los que provoca un desbalance redox dependiente de la NADPH
oxidasa. Durante la diferenciación de estas células, la expresión de dicha enzima se
relaciona con la acumulación de lípidos y con la desregulación de la expresión
genética de las adipoquinas por el factor de necrosis tumoral alfa (TNFα) y
adiponectina. Es conocido que el TNFα estimula la lipólisis y favorece la resistencia a
la insulina, mientras que la adiponectina se asocia a lo opuesto. La nefropatía
diabética es una de las principales causas de insuficiencia renal crónica. Después de
muchos años de DM, el delicado sistema de filtración en el riñón se destruye
gradualmente, y al principio se pierde en proteínas sanguíneas más grandes, como
la albúmina, que luego se pierden en la orina (Prasad et al., 2017).
Así, en la nefropatía diabética, biomarcadores como la urea y la creatinina aumentan
con hiperglucemia en diabéticos no controlados y generalmente se correlaciona con
la gravedad del daño renal. La medición de la urea en suero y la creatinina son
pruebas de fácil acceso para este propósito que pueden ayudar en la detección y
prevención de la enfermedad renal diabética en una etapa temprana y puede limitar
la progresión hasta el final de la enfermedad renal (Bamanikar et al., 2016).

La creatinina es el producto de degradación del fosfato de creatinina liberado del


músculo esquelético a una velocidad constante. Se filtra por el glomérulo, y una
pequeña cantidad también se secreta en la filtración glomerular por el túbulo proximal
(por lo tanto, a una tasa de función glomerular bajo, se rompe la relación recíproca
habitual y la creatinina tiende a subestimar qué tan bajo ha llegado la tasa de función
glomerular). La urea es el producto resultante de la degradación de las proteínas
llevada a cabo por el hígado. Filtrada por los riñones, la urea se elimina a través de la
orina, como un residuo del organismo. Los pacientes con inicio temprano la DM
tienen niveles más altos de tasa de función glomerular, lo que los convierte en una
población adecuada para el estudio de la pérdida de la función renal. Los niveles
séricos de urea y creatinina se pueden usar como diagnóstico y predictores de daño
renal en pacientes diabéticos (Bamanikar et al., 2016).

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La dislepidemia es una alteración genética o adquirida de la síntesis o degradación
de las lipoproteínas que conducen a un aumento del colesterol plasmático,
triglicéridos o de ambos (Garber et al., 2016). Los pacientes con DM tipo II suelen
tener obesidad de predominio central concentrando el exceso de grasa a nivel
abdominal y visceral. El aumento de la grasa abdominal se asocia con
insulinorresistencia, hiperinsulinemia y dislipidemia aterogénica. El patrón lipídico
característico de la DM tipo II consiste en un aumento de la concentración de
triglicéridos, disminución en los niveles de colesterol de las lipoproteínas de alta
densidad (c-HDL) y aumento en el número de lipoproteínas de baja densidad (LDL)
pequeñas y densas. Las concentraciones de colesterol total y del colesterol
transportado por las lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) no suelen estar
aumentados. Los niveles de triglicéridos suelen tener una buena correlación con el
control glicémico; es decir, suelen disminuir con un adecuado control de la DM. Por
otra parte, el predominio de partículas LDL pequeñas y densas, se asocia con los
niveles de triglicéridos, especialmente cuando estos están sobre los 150 mg/dl. Estas
alteraciones lipídicas también conocidas como dislipidemia aterogénica, suelen
preceder al diagnóstico de la diabetes en aquellos sujetos con factores de riesgo
como la obesidad central y la resistencia a la insulina. El mecanismo de la resistencia
a la insulina inducida por la grasa visceral está mediado en parte por la liberación por
parte del tejido adiposo de adipocinas proinflamatorias como TNFα y la interleukina
6 (IL-6). Producto de la resistencia a la insulina, se produce un aumento de la
liberación de ácidos grasos libres desde los adipocitos, los que inducen la síntesis
hepática de triglicéridos y estimulan la producción de apolipoproteína B (Apo B). De
este modo, la resistencia a la insulina promueve una sobreproducción de partículas
VLDL ricas en triglicéridos, hecho que explica la hipertrigliceridemia en la DM tipo II.
Tanto c-LDL como c-HDL son las variables que muestran una mayor asociación
independiente con la enfermedad cardiaca coronaria en la DM tipo 2. Aun cuando los
pacientes diabéticos frecuentemente presentan elevación de los niveles séricos de
triglicéridos y bajos niveles de c-HDL, el objetivo primerio es la reducción del c-LDL.
Por otra parte y considerando que los diabéticos con gran frecuencia presentan
elevación de triglicéridos y bajos niveles de c-HDL, se recomienda como objetivo

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terapéutico secundario el colesterol no-HDL (colesterol total menos c-HDL), que se
ha visto tiene un muy buen poder predictivo de desarrollo de enfermedad
cardiovascular. Se han revisado las complejidades de las disfunciones de las
lipoproteínas en la DM tipo II. La enfermedad cardiovascular coronaria especialmente
coronaria es la principal causa de muerte en los pacientes con DM. Este mayor
riesgo se explica en parte por el mal control metabólico de la diabetes y por la
presencia de una dislipidemia caracterizada por niveles de triglicéridos aumentados,
presencia de lipoproteínas de baja densidad pequeñas y densas que son muy
aterogénicas, y concentraciones bajas de c-HDL.

Esto se debe, probablemente, a que en el diabético aumentan los niveles tanto


basales como postprandiales de triglicéridos, los que causan múltiples efectos: en el
endotelio, estimulan la síntesis de PAI-1 y llevan a disfunción endotelial, estimulando
el factor de coagulación VII y una gran parte de la cascada del síndrome de
insulinorresistencia.

Cuando se evalúan los triglicéridos plasmáticos después de la comida, se puede ver


que los pacientes que sufren de cardiopatía coronaria tienen triglicéridos
significativamente más altos, y que sus triglicéridos en ayunas no difieren tanto de las
personas que no sufren de cardiopatía coronaria. En cambio, si se evalúa a las
cuatro horas a los pacientes de cardiopatía coronaria, para ver con qué rapidez filtran
y metabolizan las partículas ricas en triglicéridos (remanentes de quilomicrones), se
observa una elevación muy significativa de los triglicéridos postprandiales.

La DM, se asocia con complicaciones micro y macrovasculares irreversibles que


incluyen retinopatía, neuropatía, nefropatía aterosclerosis y enfermedad
cerebrovascular. Entre varios mecanismos propuestos, hay evidencias que indican
que la glicación conduce a modificaciones químicas de las proteínas que contribuyen
a la patogénesis de las complicaciones diabéticas, aún más se ha reportado una
relación inversa entre el control estricto de la hiperglucemia y la severidad de las
complicaciones de la diabetes (Méndez, 2003).

Los AGEs son un espectro de compuestos heterogéneos que derivan de proteínas,


lípidos y ácidos nucleicos que son glicados y oxidados en forma no enzimática en un

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proceso llamado reacción de Maillard (Frye et al., 1998, Hegab et al., 2012). La
glicación es el término más general para la unión no enzimática de un azúcar a otra
biomolécula, es un proceso no enzimático (Zhang et al., 2008). La glucosa tiene un
papel primordial en el proceso debido a su alta concentración en el plasma, aunque
otros azúcares reductores son implicados también (fructosa, galactosa, manosa y
xilulosa) que da origen a los depósitos de AGEs (Piarulli et al., 2013). La reacción de
Maillard se inicia como una reacción entre el grupo carbonilo de un azúcar reductor y
el grupo amino libre de una proteína, de un lípido o de un ácido nucleico y lleva a la
formación de una base de Schiff inestable. Esta reacción es reversible y requiere de
pocas horas para ocurrir (Watkins et al., 1985). A través de varias semanas estos
compuestos lábiles originan un producto amadori más estable. Posteriormente y en
plazo de meses a años una pequeña parte de los compuestos amadori sufre otras
reacciones irreversibles (oxidación, deshidratación y degradación) originando AGEs
(Schalkwijk and Miyata, 2012, Taguchi et al., 2000). En diversos estudios el nivel
sérico de los AGEs es mayor en los diabéticos (Hegab et al., 2012). En la diabetes la
formación y acumulación de los AGEs se acelera debido a los altos niveles de
glucosa sanguínea. Diversos estudios han asociado los AGEs séricos y tisulares con
las complicaciones micro y macrovasculares de la diabetes (aterosclerosis,
retinopatía, nefropatía y neuropatía) y con otras patologías (Anexo I) (Schalkwijk and
Miyata, 2012, Zhang et al., 2008).

De acuerdo a lo descrito anteriormente queremos saber si existe correlación clínica


entre la evolución de la DM tipo II y la química sanguínea en población de
Chilpancingo Gro. Con el objetivo de determinar la relación clínica entre la evolución
de la DM tipo II y la química sanguínea. Y de esta manera relacionar la DM tipo II con
los factores de riesgo de la enfermedad. Por ultimo describir la complicación de la
DM tipo II de los pacientes de acuerdo a sus años de evolución.

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METODOLOGÍA
Se realizó un estudio descriptivo de casos clínicos sobre la relación de la Diabetes
Mellitus y la química sanguínea de 6 elementos: glucosa, ácido úrico, urea,
creatinina, colesterol y triglicéridos. Con la finalidad de integrar y establecer la
interpretación clínica de la evolución y complicaciones de la DM.

Tipo y tamaño de las muestras: El estudio se realizó en suero sanguíneo de 20


pacientes de cualquier edad diagnosticados con DM tipo 2, para comprender el
trastorno metabólico.

Criterios de inclusión: Las personas seleccionadas fueron pacientes con DM tipo 2


que acudieron al servicio de urgencias de la clínica hospital ISSSTE de Chilpancingo,
Guerrero.

Criterios de exclusión: Las personas excluidas en este experimento son aquellas


que no presentaron DM tipo 2 y pacientes aparentemente sanos.

Recolección de la muestra: Para la obtención de la muestra sanguínea de


pacientes diabéticos de los cuales se obtuvo previamente su consentimiento
informado donde se les indicó el procedimiento a seguir. En tubos para suero con
activador de coagulación (BD Vacutainer®) se recolectaron 5 ml de sangre periférica
del paciente. Los tubos obtenidos se etiquetaron con los datos del paciente: nombre,
edad, sexo, fecha de recolección, y posteriormente se colocaron en una gradilla a
temperatura ambiente para luego ser trasladadas al laboratorio de análisis clínicos de
la Facultad de Ciencias Químicas Biológicas (FCQB) de la Universidad Autónoma de
Guerrero (UAGro).

Procesamiento de las muestras: Las muestras obtenidas se dejaron coagular para


posteriormente centrifugar a 1500 rpm durante 5 minutos (PowerSpin MX
CENTRIFUGUE) y obtener el suero del paciente para las determinaciones de los
analitos de la química sanguínea de 6 elementos, utilizando las herramientas de
trabajo necesarias (Anexo II).

Cada muestra fue analizada de acuerdo a las instrucciones establecidas en el kit del
manufacturador (SPINREACT) para la determinación de glucosa (anexo III), ácido

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úrico (anexo IV), urea (anexo V), creatinina (anexo VI), colesterol (anexo VII) y
triglicéridos (anexo VIII).

Consideraciones éticas y de bioseguridad: Los resultados obtenidos fueron


manejados de manera confidencial brindando así confianza y seguridad al paciente.

Las muestras se manejaron con apego a la Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-


007-SSA3-2017, para la organización y funcionamiento de los laboratorios clínicos. Y
el tratado de Helsinki referente a la confidenciación de los resultados.

Así como todo el desecho del material se realizó en base a lo establecido por la
NORMA Oficial Mexicana NOM-087-ECOL-SSA1-2002, Protección ambiental - Salud
ambiental - Residuos peligrosos biológico-infecciosos - Clasificación y
especificaciones de manejo.

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RESULTADOS
Se analizaron 20 muestras de pacientes diferentes; a los cuales se les realizó la
química sanguínea de 6 elementos para interpretar su evolución en la DM tipo II.

Los resultados obtenidos fueron plasmados en la tabla 1, donde se describen los


datos y resultados de la química sanguínea de cada paciente.

A continuación se realizó una comparación entre los años de evolución de DM tipo II


de cada paciente y los diferentes analitos de la química sanguínea, se clasificaron
por rangos de acuerdo a los años de evolución como se muestra en la tabla 2;
Grupo A es de 1-10 años de evolución, grupo B de 11-20 años de evolución, el grupo
C de 20-30 años de evolución y el grupo D de 30 años en adelante.

Como se puede observar en el grupo A; tabla 2, el paciente número 5 es el más


afectado puesto que cursa con 10 años de evolución de la enfermedad y su glucosa
es de 180 mg/dL, sobrepasa el umbral normal, además la relación entre la urea y la
creatinina en todos los pacientes esta en desequilibrio por lo tanto sabemos que
cursan con insuficiencia renal, pero con la ligera excepción que el paciente numero
10 cursa con el mismo tiempo de evolución de la patología y sus valores reflejan un
mayor control metabólico debido a un mejor cuidado aunque de igual forma cursa
con insuficiencia renal.

En el grupo número B; tabla 2, se compararon los valores más sobresalientes con el


primer grupo y se encontraron valores más elevados en comparación al grupo A,
pero el paciente número 10 que cursa con 16 años de evolución mantiene un mejor
equilibrio en su glucosa ya que esta es de 140 mg/dL también debido a una mejor
dieta y mayor cuidado alimenticio, sabemos que los años de evolución en cada
paciente conforme pasa el tiempo la patología se va haciendo más severa, pero si
se mantiene un régimen estricto de cuidado en dieta y ejercicio influiría en gran
medida a mantener los valores más estables.

De igual forma tenemos al grupo número C; tabla 2. Lo comparamos de la misma


manera que el grupo B al grupo A, y la relación que llevan estos tres grupos es la
esperada, pues como se puede apreciar en la tabla 2, el grupo C sobrepasa los

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valores del grupo A y el grupo B, el paciente número 15 de la tabla 2 tiene una
relación de 25 años de evolución con la diabetes mellitus, muestra una completa
alteración en cada uno de los analitos puesto que maneja una glucosa de 280 mg/dL
superando por mucho los valores normales, por lo que se puede decir que este
paciente lleva un completo desequilibrio en su dieta y su tratamiento, al contrario del
paciente número 17 que cursa con el mismo número de años de la enfermedad,
maneja una glucosa de 100 mg/dL, por lo que nos refiere un excelente cuidado y un
estricto régimen de seguimiento de su tratamiento.

En el grupo D; tabla 2, está conformado por el paciente número 20, cursa con 35
años de evolución de la patología, al compararlo con los tres grupos anteriores, nos
percatamos que este paciente cursa con una glucosa de 290 mg/dL y los analitos
correspondientes se encuentran fuera de los rangos normales, por lo tanto se puede
decir que este paciente no lleva una dieta, ni un debido control de tratamiento para
tratar su enfermedad.

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Tabla 1. Resultados de la química sanguínea en pacientes del ISSSTE de Chilpancingo Gro.

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Tabla 2. Clasificación de acuerdo a rangos por años de evolución.

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DISCUSIÓN
En este estudio se agrupa un total de 20 pacientes de ambos sexos diagnosticados
como pacientes que cursan clínicamente con DM tipo II, en el cual podemos observar
en la tabla 1 que el 50% son del sexo masculino y el otro 50% son del sexo
femenino.

Al observar los resultados que se muestran en la tabla se clasificaron a los pacientes


entendiendo el proceso de oxidación que se da a nivel de tejido, en donde la
formación de cuerpos de maduración conocidos como AGEs nos permiten
comprender el daño de los tejidos y con ello la manifestación de dicha enfermedad,
dicho proceso disminuye la irrigación sanguínea de los tejidos a nivel molecular
generando hipoxia y posteriormente refleja una serie de complicaciones de manera
directamente proporcional a la evolución del padecimiento.

En la tabla 1 Se observa como el fenómeno de la glicación siempre depende de los


valores que se obtengan en la glucosa basal; siempre que se rebasa el umbral
máximo para la glucosa, se entiende que favorece el desarrollo de las
complicaciones de la DM tipo II. En esta tabla podemos observar como 13 pacientes
arrojan valores superiores de glucosa, lo que representa el 65% del total del grupo de
estudio permiten comprender la importancia de la glicación de manera no enzimática.

En la misma tabla se puede observar como el 45% de los pacientes arrojan valores
de riesgo de colesterol, el cual sabemos que específicamente facilita que el
colesterol LDL se incremente al proceso de glicación.

En cuanto a los nieles de ácido úrico y sus sales, es el producto del metabolismo de
las purinas en una IR progresiva hay una relación en sangre de urea, creatinina,
ácido úrico, colesterol y triglicéridos, por tanto, niveles altos son indicativo de
patología renal, por la deficiente reabsorción tubular y en ocasiones se puede
relacionar con gota.

Por ultimo las cifras de urea y creatinina se observa que él 90% ha perdido la
relación fisiológica de 20:1 y se observa que él 100% representa ya un daño renal
definido.

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De acuerdo a Melpomeni Peppa y Helen Vlassara en su artículo; productos finales de
glicación avanzada y complicaciones diabéticas: una visión general, describen que
los AGEs se han considerado como un importante mediador en las complicaciones
relacionadas con la DM tipo II, y respecto a los años de evolución en cada paciente
la patología se va haciendo más severa, pero si se mantiene un régimen estricto de
cuidado en dieta y ejercicio influiría en gran medida a mantener los valores más
estables.

Establecen la relación de los AGEs con las complicaciones diabéticas; en la


patogénesis de la retinopatía diabética encontraron que se origina mediante la
alteración de la integridad y estructura de la pared de los vasos sanguíneos y esto
induce a citoquinas, factores de crecimiento y aumenta el estrés oxidativo.

Descubrieron que la retinopatía diabética ocurre en las personas que cursan con
diabetes después de más de 15 años, pero si no llevan un control metabólico
adecuado se encuentra una mayor acumulación de AGEs después de 8 meses de
diabetes, en la membrana basal pero también en los pericitos retinianos.

En la investigación de Nayak BS y Sobrian A. Concluyen, en su investigación


publicada en el 2014 “The association of age, gender, ethnicity, family history, obesity
and hypertension with type 2 diabetes mellitus in Trinidad”, que la edad es el mas
significante factor de riego de la DM tipo II sobre otros factores que pudiéramos
considerar también importantes, aunque la dieta y el sedentarismo son factores de
riesgo casi determinantes de esta enfermedad, la edad sin duda alguna es el más
relevante.

18
CONCLUSIÓN

1. La hiperglucemia produce un incremento en el nivel de glicación no


enzimática de proteínas estructurales y circulantes del organismo
generando simultáneamente un estrés oxidativo, y a su vez producen en
ellas modificaciones fisicoquímicas y alteraciones en su metabolismo.
2. Los cambios generados por la glicación de la hemoglobina, asociado a
residuos de proteínas, colesterol LDL y sorbitol son en parte implicadas en
el proceso de envejecimiento celular y son responsables del desarrollo de
la micro y macrovasculopatía diabética. Este tipo de complicaciones, es de
difícil control y su progresión es inevitable por mostrar características de
irreversibilidad de los procesos de glicoxidacion.
3. Tomamos en cuenta que la glicación o glicoxidacion depende de los
niveles promedios de glucosa circulante que sea superior del umbral
máximo de la glucosa a nivel renal. En este trabajo se puede observar
como 13 pacientes que representan el 65% realizan glicación de manera
permanente.
4. El 45% de los pacientes representa concentraciones elevadas de colesterol
dando condiciones para que la glicación se efectué de manera más
marcada.
5. El presente trabajo trata sobre la importancia que tiene la DM tipo II debido
a la relación y a los años de evolución sobre el deterioro de los pacientes
que sufren esta enfermedad, se encontró una estrecha correlación entre la
química sanguínea y la DM tipo II, así mismo se establecen diversos
factores que alteran la química sanguínea como son: la edad, años de
evolución, la dieta, la medicación y el sedentarismo; algunos de esos
factores pueden ser controlados por el paciente y así llevar un mejor
control de la enfermedad y evitar mayores complicaciones severas como
son retinopatía, aterosclerosis, nefropatía y neuropatía tanto motora como
sensitiva.

19
ANEXOS
Anexo I
Resumen: Actualización de la reseña de la evolución de los AGEs en el
desarrollo de la Diabetes Mellitus

La glicación de proteínas interfiere alterando la actividad enzimática e interfiriendo


con el funcionamiento del receptor. Los AGEs forman enlaces cruzados intra y
extracelulares no solo con proteínas, sino con algunas otras moléculas clave
endógenas, incluidos los lípidos y los ácidos nucleicos, contribuyendo al desarrollo
de complicaciones diabéticas (Steiner et al., 2018).

La diabetes y los AGEs están relacionados con el desarrollo del deterioro cognitivo y
la demencia, en los que un control glucémico más bajo imparte una mayor
probabilidad de lesión cerebral (Dhananjayan et al., 2018).

El colágeno es un componente principal de la matriz extracelular. Estas fibras


representan la gran parte de la masa orgánica de la piel, el tendón, los vasos
sanguíneos, los huesos, los dientes, la córnea y el humor vítreo. La glicación daña el
colágeno y la elastina en todo el cuerpo. Los AGEs cambian las propiedades del
colágeno, tales como la pérdida de la solubilidad en triple hélice y la flexibilidad para
aumentar su rigidez. La glicación no enzimática del colágeno puede ejercer un efecto
negativo sobre la remodelación ósea e interferir con la diferenciación de los
osteoblastos. La acumulación de AGEs en el hueso disminuye la tenacidad y
aumenta la rigidez, por lo tanto, lo que contribuye a la fragilidad del esqueleto(Singh
et al., 2014).

Las proteínas extracelulares cruzadas y glicosilada (colágeno) contribuyen al


envejecimiento y la diabetes. Algunos estudios concluyeron que la glucosilación del
colágeno aumenta la formación y la migración de los miofibroblastos y participa en el
desarrollo de la fibrosis en la diabetes. Demostraron que el colágeno glicosilado
altera la función de las células endoteliales y podría ser un factor importante en el
desarrollo de la placa aterosclerótica (Singh et al., 2014).

20
La retinopatía es una complicación microvascular grave de la diabetes y se
caracteriza por una mayor proliferación de vasos sanguíneos, oclusión vascular,
angiogénesis, pérdida de pericitos de la retina capilares, microaneurismas,
hemorragias, aumento de la permeabilidad capilar de la retina, engrosamiento de la
membrana basal capilar e infarto que afecta la retina del ojo. Algunos estudios
revelaron que la disfunción glial de Müller durante la retinopatía diabética en ratas
está relacionada con la acumulación de AGEs. La interacción AGEs-Receptores para
productos finales de glicación avanzada (RAGE) parece jugar un papel central en la
inflamación sostenida, la neurodegeneración y la disfunción microvascular retinal que
ocurre durante la retinopatía diabética. Los estudios han proporcionado la fuerte
evidencia de que las proteínas del ojo humano son altamente susceptibles a la
formación de AGEs a partir de la reacción de azúcares y compuestos de carbonilo
(Singh et al., 2014).

La reticulación de las proteínas por AGEs en la pared del vaso aumenta la rigidez
vascular y la modificación de las proteínas de la MEC disminuye la adherencia
pericito. Las proteínas extracelulares modificadas por AGEs también causan daño a
la retina al unirse a RAGE. La unión a RAGE activa una variedad de vías de
señalización que conducen a un aumento del estrés oxidativo y la síntesis de
factores de crecimiento local, citoquinas y moléculas de adhesión (Singh et al.,
2014).

Los AGEs desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de cataratas. La


progresión de la catarata aumenta en pacientes con DM. La glicación de la proteína
de la lente ocular ha sido considerada como uno de los mecanismos responsables de
la catarata diabética, que es la principal causa de ceguera. En el cristalino, los AGEs
inducen cambios irreversibles en las proteínas estructurales, que conducen a la
agregación de proteínas del cristalino y a la formación de agregados de alto peso
molecular que dispersan la luz e impiden la visión. La tasa de acumulación de AGEs
está relacionada con la gravedad de la catarata diabética. El aumento de los niveles
de glucosa en el humor acuoso puede inducir la glicación de las proteínas de la lente,
un proceso que resulta en la generación de radicales superóxido y en la formación de

21
AGEs. Interacción de AGE con RAGE en el epitelio de la lente aumenta
adicionalmente la generación de O 2- y H 2 O 2. Además del aumento de los niveles
de radicales libres, las lentes diabéticas muestran una capacidad antioxidante
deteriorada, lo que aumenta su susceptibilidad al estrés oxidativo (Singh et al., 2014).

Los AGEs se acumulan en la mayoría de los sitios de complicaciones de la diabetes,


incluido el riñón, la retina y las placas ateroscleróticas. La glicación de proteínas
interfiere con sus funciones normales al alterar la conformación molecular, alterando
la actividad enzimática, reduciendo la capacidad de degradación e interfiriendo con el
reconocimiento del receptor. El mecanismo por el cual la glicación altera las
funciones celulares incluye desnaturalización y disminución funcional de la proteína y
lípidos diana, organopatía debida a la acumulación de AGEs en el tejido, activación
de la vía señal mediada por receptor en las células, generación de estrés oxidativo y
estrés carbonílico (Singh et al., 2014).

El 65% de las personas diabéticas muere a causa de las complicaciones


macrovasculares como la enfermedad arterial coronaria, enfermedad arterial
periférica, y la enfermedad vascular coronaria, en donde su causa principal se debe a
la isquemia de vasos dada por la obstrucción de la aterosclerosis. Estas
complicaciones se presentan bajo la influencia de ciertos factores de riesgo como;
formas de vida inadecuadas, sedentarismo, tabaquismo, mal control de su
tratamiento (Rivera Avila, 2018).

Una complicación diabética es la ateroesclerosis acelerada que afecta a la aorta y a


las arterias grandes y de tamaño medio. El infarto de miocardio, provocado por
ateroesclerosis de las arterias coronarias, es la causa más frecuente de muerte en
los diabéticos (Robbins et al., 2013).

Microangiopatía diabética. Una de las características morfológicas más compatible


con la diabetes es el engrosamiento difuso de las membranas basales. Sin embargo,
también se observa en estructuras no vasculares, como los túbulos renales, la
cápsula de Bowman, los nervios periféricos y la placenta. Debe destacarse que, a
pesar del incremento en el grosor de las membranas basales, los capilares
diabéticos son más permeables de lo normal a las proteínas plasmáticas. La

22
microangiopatía subyace al desarrollo de la nefropatía, de la retinopatía y de algunas
formas de neuropatía diabética (Robbins et al., 2013).

Nefropatía diabética. Los riñones son dianas principales de la diabetes. La


insuficiencia renal es la segunda causa de muerte después del infarto de miocardio
en esta enfermedad. Se encuentran tres lesiones:

I) lesiones glomerulares; 2) lesiones vasculares renales, principalmente


arterioesclerosis, y 3) pielonefritis, incluida papilitis necrosante.

Las lesiones glomerulares más importantes son el engrosamiento de la membrana


basal capilar, la esclerosis mesangial difusa y la glomeruloesclerosis nodular
(Robbins et al., 2013).

La esclerosis mesangial difusa consiste en un incremento difuso de la matriz


mesangial junto con proliferación de células mesangiales, y siempre se asocia a un
engrosamiento de la membrana basal (Robbins et al., 2013).

La glomeruloesclerosis nodular se refiere a una lesión glomerular caracterizada por


depósitos en forma de bola constituidos por una matriz laminada situada en la
periferia del glomérulo. La glomeruloesclerosis nodular se encuentra en
aproximadamente el 15-30% de los diabéticos de larga duración y es la principal
causa de morbilidad y mortalidad. La esclerosis mesangial difusa también se observa
asociada a la ancianidad y a hipertensión; por el contrario, la forma nodular de
glomeruloesclerosis, una vez descartadas otras formas poco habituales de
nefropatía, es esencialmente patognomónica de la diabetes. Tanto la forma difusa
como la nodular de glomeruloesclerosis inducen suficiente isquemia como para
producir la cicatrización de los riñones, manifestada por una superficie cortical
finamente granular (Robbins et al., 2013).

La ateroesclerosis y arterioloesclerosis renal forman parte de la enfermedad


macrovascular en la diabetes. El riñón es uno de los órganos más frecuente y
gravemente afectados; sin embargo, los cambios en las arterias y arteriolas son
similares a los encontrados a lo largo de todo el cuerpo. La arterioloesclerosis hialina
afecta no solo a las arteriolas aferentes, sino también a las eferentes. La

23
arterioloesclerosis eferente es muy rara en pacientes no diabéticos (Robbins et al.,
2013).

La pielonefritis es una inflamación aguda o crónica de los riñones que, generalmente,


comienza en el tejido intersticial y se disemina hasta afectar a los túbulos. Tanto las
formas agudas como las crónicas de esta enfermedad se presentan en individuos no
diabéticos, pero son más frecuentes en diabéticos que en la población general y, una
vez afectados, los diabéticos suelen tener una afectación más grave (Robbins et al.,
2013).

La afectación ocular puede producirse en forma de retinopatía, formación de


cataratas o glaucoma. La lesión en la retina tiene dos formas: retinopatía no
proliferativa (de fondo) y retinopatía proliferativa (Robbins et al., 2013).

Los exudados retinianos pueden ser «blandos» (microinfartos) o «duros» (depósitos


de proteínas plasmáticas y de lípidos). Los microaneurismas son dilataciones
saculares de los capilares coroideos retinianos delimitadas que, en el oftalmoscopio,
aparecen como pequeños puntos rojos. El edema retiniano probablemente se deba a
un exceso de permeabilidad capilar Subyacente a todos estos cambios se encuentra
la microangiopatía, que produce una pérdida de los pericitos capilares y, por tanto,
un adelgazamiento focal de la estructura capilar La denominada retinopatía
proliferativa es un proceso de neovascularización y fibrosis (Robbins et al., 2013).

Neuropatía diabética. La diabetes también afecta a los sistemas nerviosos central y


periférico. El patrón más frecuente de afectación es una neuropatía periférica
simétrica de las extremidades inferiores, que altera la función motora y, sobre todo, la
sensitiva. Otras formas son una neuropatía autónoma, que produce alteraciones en
la función del intestino y de la vejiga urinaria y, a veces, impotencia sexual y
mononeuropatía diabética, que se manifiestan por una caída brusca del pie o de la
cintura o por parálisis de pares craneales aislados. Los cambios neurológicos pueden
estar causados por microangiopatía y por un incremento de la permeabilidad de los
capilares que irrigan los nervios, así como por un daño axónico directo (Robbins et
al., 2013).

24
Anexo II
Material:

- Material biológico: Suero - 6 micropipetas de 2-20 µl


- 20 agujas de seguridad (BD (Eppendorf)
Vacutainer® - Puntas para micropipeta azules
- Porta-tubos desechable(BD y amarillas
Vacutainer®) - Cubetas para espectrofotómetro
- 20 Tubos para suero con - Espectrofotómetro (Thermo
Activador de Coagulación(BD Spectronic)
Vacutainer®) - Centrifuga (PowerSpin MX
- Algodón CENTRIFUGUE)
- Alcohol - 3 baño maría (RIOSSA)
- Torniquete - Kit de glucosa, ácido úrico, urea,
- 132 tubos de ensaye de 13x100 creatinina, colesterol y
- 6 gradillas triglicéridos (SPINREACT).
- 6 micropipetas de 1000 µl - Aplicadores
(Eppendorf) - Servitoallas

25
Anexo III
Determinación cuantitativa de glucosa IVD

Conservar a 2-8ºC

Principio del método:


La glucosa oxidasa (GOD) cataliza la oxidación de glucosa a ácido glucónico. El
peróxido de hidrógeno (H2O2), producido se detecta mediante un aceptor
cromogénico de oxigeno, fenol-ampirona en presencia de peroxidasa (POD):

-D-Glucosa+O2+H2O GOD Ácidoglucónico+H2O2


H2O2+Fenol+Ampirona POD Quinona + H2O

Reactivos:
R1 TRIS pH 7,4 92 mmol/L
Tampón Fenol 0,3 mmol/L
R2 Glucosa oxidasa (GOD) 15000 U/L
Enzimas Peroxidasa (POD) 1000 U/L
4 - Aminofenazona (4-AF) 2,6 mmol/L
GLUCOSE Patrón primario acuoso de Glucosa 100
CAL mg/dL

Procedimiento:
1. Condiciones del ensayo:
Longitud de onda: . . . . . . . . . . . . . . . 505 nm (490-550)

Cubeta:. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .1 cm paso de luz

Temperatura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37ºC / 15-25ºC

2. Ajustar el espectrofotómetro a cero frente a agua destilada.


3. Pipetear en una cubeta:

26
Blanco Patrón Muestra
RT (mL) 1,0 1,0 1,0
Patrón (µL) -- 10 --
Muestra (µL) -- -- 10

4. Mezclar e incubar 10 minutos a 37ºC ó 30 min a temperatura ambiente (15-


25ºC).
5. Leer la absorbancia (A) del Patrón y la muestra, frente al Blanco de reactivo.

Valores de referencia:

- Suero o plasma: 60 – 110 mg/Dl = 3,33 – 6.10 mmol/L


- LCR: 60 – 80 % del valor en sangre

27
Anexo IV
Determinación cuantitativa de ácido úrico IVD

Conservar a 2-8ºC

Principio del método:


El ácido úrico es oxidado por la uricasa a alantoína y peróxido de hidrógeno (2H2O2)
que en presencia de peroxidasa (POD), 4-aminofenazona (4-AF) y 2-4 Diclorofenol
Sulfonato (DCPS) forma un compuesto rosáceo:

Ácido úrico + 2H2 O + O2 Uricasa Alantoína + CO2 + 2H2 O2

2H2 O2 + 4-AF + DCPS POD Quinonaimina + 4H2 O

Reactivos:
R1 Fosfatos pH 7,4 50
Tampón mmol/L
2-4 Diclorofenol Sulfonato (DCPS) 4
mmol/L
R2 Uricasa 60 U/L
Enzimas Peroxidasa (POD) 660 U/L
Ascorbato oxidasa 200 U/L
4 - Aminofenazona (4-AF) 1 mmol/L
ACIDO URICO Patrón primario acuoso de Ácido úrico 6 mg/dL
CAL

Procedimiento
1. Condiciones del ensayo:

 Longitud de onda: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 520 nm (490-550)


 Cubeta:. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1 cm paso de luz
 Temperatura: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37ºC / 15-25ºC

28
2. Ajustar el espectrofotómetro a cero frente a agua destilada.

3. Pipetear en una cubeta.

Blanco Patrón Muestra


4. Mezclar e RT (mL) 1,0 1,0 1,0 incubar 5 minutos a 37ºC
ó 10 min. 15- Patrón (µL) -- 25 -- 25ºC.

Muestra (µL) -- -- 25

5. Leer la absorbancia (A) del Patrón y la muestra, frente al blanco de reactivo. El


color es estable como mínimo 30 minutos.

Valores de referencia
Suero o plasma:

Mujeres 2,5 - 6,8 mg/dL  149 – 405 mol/L

Hombres 3,6 - 7,7 mg/dL  214 – 458 mol/L

Orina: 250 - 750 mg/24 h  1,49 - 4,5 mmol/24 h

Estos valores son orientativos. Es recomendable que cada laboratorio establezca sus
propios valores de referencia.

29
Anexo V
Determinación cuantitativa de urea IVD

Conservar a 2-8ºC

Principio del método:


La urea presente en la muestra reacciona con el o-ftalaldehído en medio ácido
originando un complejo coloreado que puede cuantificarse
espectrofotométricamente:
Urea + o-ftalaldehído H+ Isoindolina

Reactivos:
R1 o-Ftalaldehído 4,8 mmol/L
Solución 87 mmol/L
R2
borato 3 mol/L
Ácido
sulfúrico
UREA Patrón primario acuoso de Urea 50 mg/dL
CAL

Procedimiento y cálculos:
1. Condiciones del ensayo:
Longitud de onda: . . . . . . . . . . . . . . . . 510 nm (500-550)
Cubeta: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 cm paso de luz
Temperatura : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37ºC
2. Ajustar el espectrofotómetro a cero frente a agua destilada.
A) Cinética
3. Pipetear en tubos de ensayo:
Blanco Patrón Muestra
R 1 (mL) 1,0 1,0 1,0
Patrón (µL) -- 50 --
Muestra (µL) -- -- 50

30
4. Mezclar e incubar 1 minuto y añadir:
R 2 (mL) 1,0 1,0 1,0
5. Mezclar, incubar a 37ºC y leer las absorbancias a 1 minuto (A1) y los 2
minutos (A2).
6. Calcular el incremento de la absorbancia ∆A= A2 – A1.

Cálculos:

(A2-A1)Muestra-(A2-A1)Blanco
x 50 (Conc. Patrón)= mg/dL de urea en la muestra
(A2-A1)Patrón - (A2-A1)Blanco

B) Punto final

7. Pipetear en una cubeta:

Blanco Patrón Muestra


R 1 (mL) 1,0 1,0 1,0
Patrón (µL) -- 25 --
Muestra (µL) -- -- 25

8. Mezclar y añadir:
R 2 (mL) 1,0 1,0 1,0
9. Mezclar e incubar 15 minutos a 37ºC y leer la absorbancia (A) frente al
blanco.

Valores de referencia:
Suero y plasma: de 15 a 45 mg/dL (2,5-7,5 mmol/L)

Orina: de 20 a 35 gr/24 h

31
Anexo VI
Determinación cuantitativa de creatinina IVD

Conservar a 2-8ºC

Principio del método:

El ensayo de la creatinina esta basado en la reacción de la creatinina con el picrato


alcalino descrito por Jaffé. La creatinina reacciona con el picrato alcalino formando
un complejo rojizo. El intervalo de tiempo escogido para las lecturas permite eliminar
gran parte de las interferencias conocidas del método.

Reactivos:
R1 Ácido pícrico 17,5 mmol/L
Reactivo Pícrico
R2 Hidróxido sódico 0,29 mol/L
Reactivo Alcalinizante
CREATININA CAL Patrón primario acuoso de Creatinina 2 mg/dL

Procedimiento:

1. Condiciones del ensayo:

Longitud de onda: . . . . . . . . . . . . . . . 492 nm (490-510)

Cubeta:. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .1 cm paso de luz

Temperatura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37ºC / 15-25ºC

2. Ajustar el espectrofotómetro a cero frente al blanco de reactivo.


3. Pipetear en una cubeta:

32
Blanco Patrón Muestra
R 1 (mL) 1,0 1,0 1,0
Patrón (µL) -- 100 --
Muestra (µL) -- -- 100

4. Mezclar y poner en marcha el cronómetro.


5. Leer la absorbancia (A1) al cabo de 30 segundos y al cabo de 90 segundos
(A2) de la adición de la muestra.
6. Calcular: ∆A= A2 – A1.

Valores de referencia:

Suero o plasma:
Hombres 0,7 - 1,4 mg/dL 61,8 - 123,7 µmol/L
Mujeres 0,6 - 1,1 mg/dL 53,0 - 97,2 µmol/L Orina: 15-25 mg/Kg/24 h
Hombres 10 - 20 mg/Kg/24 h 88 - 177 µmol/Kg/24 h
Mujeres 8 -18 mg/Kg/24 h 71 - 177 µmol/Kg/24 h

33
Anexo VII
Determinación cuantitativa de colesterol IVD
Conservar a 2-8ºc

Principio del método:

El colesterol presente en la muestra origina un compuesto coloreado según la


reacción siguiente:

Ésteres colesterol +H2O CHE Colesterol + Ácidos grasos

Colesterol + O2 CHOD 4-Colestenona +H2O2

2 H2O2+Fenol + 4-Aminofenazona POD Quinonimina + 4H2O

Reactivos:
Pipes pH 6.9 90 mmol/l
Fenol 26 mmol/l
R Colesterol esterasa (CHE) 1000 u/l
Colesterol oxidasa (CHOD) 300 u/l
Peroxidasa (POD) 650 u/l
4 - aminofenazona (4-AF) 0,4 mmol/l

Colesterol cal Patrón primario acuoso de colesterol

Procedimiento:

1. Condiciones del ensayo:


Longitud de onda: . . . . . . . . . . . . . . . 505 nm (500-550).
Cubeta:. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .1 cm paso de luz
Temperatura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .37ºc /15-25ºc

2. Ajustar el espectrofotómetro a cero frente a agua destilada.

3. Pipetear en una cubeta:

34
Blanco Patrón Muestra

R (ml) 1,0 1,0 1,0


Patrón --- 1,0 ---

Muestra (µl) --- --- 1,0

4. Mezclar e incubar 5 min a 37ºc ó 10 min a 15-25ºc.

5. Leer la absorbancia (a) del patrón y la muestra, frente al blanco de reactivo. El


color es estable como mínimo 60 minutos.

Cálculos:

(A)Muestra
x 100 (Conc. Patrón) = mg/dL de colesterol en la muestra
(A)Patron

Valores de referencia:
Evaluación del riesgo:
Menos de 200 mg/dl normal
200-239 mg/dl moderado
240 o más alto

35
Anexo VIII
Determinación cuantitativa de triglicéridos IVD
Conservar a 2-8ºC

Principio del método:

Los triglicéridos incubados con lipoproteinlipasa (LPL) liberan glicerol y ácidos grasos
libres. El glicerol es fosforilado por glicerolfosfato deshidrogenasa (GPO) y ATP en
presencia de glicerol quinasa (GK) para producir glicerol-3-fosfato (G3P) y
adenosina-5-difosfato (ADP). El G3P es entonces convertido a dihidroxiacetona
fosfato (DAP) y peróxido de hidrogeno (H2O2) por GPO. Al final, el peróxido de
hidrogeno (H2O2) reacciona con 4-aminofenazona (4-AF) y p-clorofenol, reacción
catalizada por la peroxidasa (POD) dando una coloración roja:

LPL
Triglicéridos + H2O -----------Gicerol + Ácidos grasos libres
Glicerol quinasa
Glicerol + ATP ------------------G3P+ ADP

GPO

G3P + O2-----------DAP + H2O2

POD

H2O2 + 4-AF + p-Clorofenol-----------Quinona + H2O

Reactivos:
GOOD pH 6.3 50 mmol/L p-Clorofenol
2 mmol/L
R Lipoproteína lipasa (LPL) 150000U/L
Glicerol quinasa (GK) 500 U/L
Glicerol-3-oxidasa (GPO) 3500 U/L

36
Peroxidasa (POD) 440 U/L
4 - Aminofenazona (4-AF) 0,1 mmol/L
ATP 0,1 mmol/L

TRIGLICERIDOS Patrón primario acuoso 200mg/dL


CAL

Procedimiento:
1. Condiciones del ensayo:
Longitud de onda: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 505 (490-550) nm
Cubeta:. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1 cm paso de luz
Temperatura: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37ºC / 15-25ºC
2. Ajustar el espectrofotómetro a cero frente a agua destilada.
3. Pipetear en una cubeta:

Blanco Patrón Muestra


R (mL) 1,0 1,0 1,0
Patrón (µL) -- 10 --
Muestra (µL) -- -- 10
4. Mezclar e incubar 5 minutos a 37ºC o 10 min. a 15-25ºC.
5. Leer la absorbancia (A) del patrón y la muestra, frente al Blanco de reactivo. El
color es estable como mínimo 30 minutos.

Valores de referencia:
Hombres: 40 – 160 mg/dL

Mujeres: 35 – 135 mg/dL

37
REFERENCIAS
Alam, U., Asghar, O., Azmi, S. & Malik, R. A. (2014). General aspects of diabetes
mellitus. Handb clin neurol, 126, 211-22.

Association, A. D. (2016). Diabetes classification and diagnosis. Valencia, Estados


Unidos: Sn.

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