Вы находитесь на странице: 1из 17

Capítulo 11 y Envido2 (1970-1973) fueron, junto con las Cátedra

Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional- Nacionales,3 expresiones de este fenómeno y aquí nos pro-
ponemos reconstruir sus experiencias.
SRSXOLVPRXQLYHUVLWDULRHQORVDÌRVVHWHQWD
Para realizar esta tarea tendremos en cuenta una serie
de consideraciones de Beatriz Sarlo acerca de las revistas
Miguel Faigón animadas por colectivos intelectuales latinoamericanos.
Sarlo distingue a las publicaciones periódicas respecto de
otras modalidades de intervención cultural por colocar el
acento en la esfera pública, aduciendo que, a diferencia de
lo que ocurre con los libros, su destino se juega en el pre-
sente. Si los intelectuales latinoamericanos hacen revistas
Introducción se debe, para la autora, a un impulso vinculado a necesi-
dades y vacíos propios de la coyuntura. No obstante, la co-
En la década siguiente a la caída del gobierno peronista a yuntura a ser considerada no debe reducirse únicamente a
manos de la Revolución libertadora, el nacional-populismo
alcanzó una significativa presencia en la vida intelectual ar-  6REUHEnvido, cfr)DLJÎQ  %DUOHWWD \ 3R]]RQL  %UDFKHWWD \ 
gentina que se manifestó, sobre todo, a través de la impor- *RQ]¼OH]  \$UPDGD  
tante difusión que alcanzó la labor ensayística de autores  /DV&¼WHGUDV1DFLRQDOHVIXHURQXQFRQMXQWRGHF¼WHGUDVXQLYHUVLWDULDVGHRULHQWDFLÎQQDFLRQDO
SRSXODU\WHUFHUPXQGLVWDSROÈWLFDPHQWHLGHQWLƬFDGDVFRQHOSHURQLVPRTXHVHFRQIRUPDURQHQ
como José Hernández Arregui, Arturo Jauretche y Rodolfo
ODFDUUHUDGH6RFLRORJÈDGHOD8QLYHUVLGDGGH%XHQRV$LUHVHQOD)DFXOWDGGH)LORVRIÈD\/HWUDV
Puiggrós (Altamirano, 2011: 61-127). Pero, más allá de las ))\/ OXHJRGHTXHODLQWHUYHQFLÎQGHOJRELHUQRGH2QJDQÈDGHODVXQLYHUVLGDGHVQDFLRQDOHVHQ
repercusiones que estos escritos hayan podido tener entre WXYLHUDFRPRXQDGHVXVFRQVHFXHQFLDVODGHƬQLWLYDƬQDOL]DFLÎQGHOSUR\HFWRPRGHUQL]D-
la población estudiantil universitaria, lo cierto es que es- GRULQLFLDGRGLH]DÌRVDQWHVSRU*LQR*HUPDQL\EDMRHOFXDOVHKDEÈDLQVWLWXFLRQDOL]DGRODFDUUH-
tas expresiones que revisitaban las lecturas del peronismo, UD6LQH[WHQGHUQRVGHPDVLDGRHQHVWHSXQWRGLUHPRVTXHODVƮDPDQWHVDXWRULGDGHVEXVFDURQ
UHFOXWDUDORVGRFHQWHVTXHUHHPSOD]DUÈDQDDTXHOORVTXHKDEÈDQUHQXQFLDGRRVLGRFHVDQWHDGRV
atribuyéndole un rol progresivo en la historia argentina, WUDVODLQWHUYHQFLÎQHQWUHLQWHOHFWXDOHVYLQFXODGRVDODLJOHVLDFDWÎOLFDDTXLHQHVVXSXVLHURQVLP-
se desarrollaron extramuros, es decir, por fuera de la ins- S¼WLFRVDOQXHYRUÄJLPHQ6LQHPEDUJRHQWUHORVSURIHVRUHVHQWUDQWHVXQDPLQRUÈDTXHPLOLWDED
titucionalidad académica e incluso por afuera de la cultu- HQODVIUDFFLRQHVSRVWFRQFLOLDUHV\WHUFHUPXQGLVWDVGHODLJOHVLDDOHMDGDGHODVSRVWXUDVLQWHJULV-
ra universitaria. Sería recién luego de 1966, tras producirse tas tradicionales, imprimió a las materias a su cargo una visión politizada, nacionalista, tercermun-
GLVWD\DQWLLPSHULDOLVWD/DQRYHGRVDSURSXHVWDHQFRQWUÎHFRHQDOJXQRVMÎYHQHVGHOPRYLPLHQWR
la autodenominada Revolución argentina y la intervención
HVWXGLDQWLO TXHSURQWRVHWHUPLQDUÈDQFRQYLUWLHQGRHQDX[LOLDUHV TXHWHQÈDQXQDPLUDGDFUÈWLFDGH
universitaria, que provocaría masivas renuncias docentes VXIRUPDFLÎQDFDGÄPLFDHQHOSHUÈRGRDQWHULRU\TXH\DDOHMDGRVGHODL]TXLHUGDWUDGLFLRQDOHVWD-
y promovería otras tantas cesantías, que el nacionalismo EDQHQSURFHVRGHSHURQL]DFLÎQ'HHVWDXQLÎQQDFLHURQHQWH\ODV&¼WHGUDV1DFLRQD-
cultural volvería a alcanzar expresión al interior del ámbi- OHV(QWUHORVGRFHQWHVTXHLQWHJUDURQODV&¼WHGUDV1DFLRQDOHVFDEHGHVWDFDUHQSULPHUOXJDUDO
SDGUH-XVWLQR2o)DUUHOO\D*RQ]DOR&¼UGHQDVHQWRUQRDTXLHQHVVHRUJDQL]DURQODVPLVPDV\HQ
to universitario. Las revistas Antropología 3er Mundo (ATM)1
VHJXQGROXJDUD5REHUWR&DUULVHJXUDPHQWHVXƬJXUDP¼VHPEOHP¼WLFDTXLHQVHGHVWDFDUÈDSRU
VHUHODXWRUGHXQSHTXHÌROLEURFÄOHEUHHQVXÄSRFDIsidro Velázquez. Formas prerrevolucionarias
 6REUHATM, cfr)DLJÎQ  %DUOHWWD\/HQFL  \*XWLÄUUH]   de la violencia. Cfr. Faigón (2007, 2010 y 2011).

$QWURSRORJÈDHU0XQGR\(QYLGRODVUHYLVWDVGHOQDFLRQDOSRSXOLVPRXQLYHUVLWDULRHQORVDÌRVVHWHQWD 321 322 Miguel Faigón


1/17
la política sino que también puede ser, por ejemplo, teórica, ideo- el antropólogo Guillermo Gutiérrez. 5 El primer número es-
lógica o estética (Sarlo, 1990: 9-16). Otra propuesta interesante de tuvo compuesto por cinco artículos, una nota de presenta-
Sarlo para pensar este tipo de publicaciones es la de considerar- ción y una reseña bibliográfica. Dos de estos artículos cons-
las como órganos partidarios, no, claro está, en el sentido de que tituían aportes originales, “El formalismo en las ciencias
sean necesariamente la expresión orgánica de un partido polí- sociales” de Carri,6 y “El Noroeste argentino: Tucumán” del
tico, sino desde el punto de vista de que el esfuerzo de hacerlas joven antropólogo argentino Marcelino Fontán. Los otros
se encuentra siempre regido por ciertas “líneas partidarias” que tres habían sido extraídos de publicaciones extranjeras:
bien pueden ser estéticas, ideológicas, políticas o teóricas (1993: “Idea y diagnóstico del Perú” del antropólogo peruano José
11-15). Es decir, que siempre por detrás de las mismas se encontra- Matos Maar; “¿Para qué sociólogos?” de Dany Cohn Bendit
ría funcionando algún tipo de programa que rige la relación de y otros;7 y “Problemas de las Ciencias Sociales. Entrevista
la publicación con la esfera pública en la que busca intervenir, al con Umberto Cerroni”, realizada por Víctor Flores Olea.8
cual deberíamos tratar de acceder cuando nos acercamos a ellas La nota mediante la cual ATM se presentaba públicamen-
en tanto objetos de estudio. te, “Antropología, antropologías”,9 definía sintéticamen-
En segundo lugar, un modelo de análisis de revistas que nos te sus aspiraciones. Si por un lado manifestaba su fuerte
guiará implícitamente a lo largo del trabajo será el implementa- vocación de intervención política, tampoco dejaba dudas
do en Nuestros años sesenta para el abordaje de Pasado y Presente y acerca de que esa intervención pensaba materializarse en
Cuestiones de filosofía (publicaciones representativas de las nueva la revista específicamente a través una práctica intelectual
izquierda intelectual de los años sesenta). Fundamentalmente, y científica. Por eso, afirmaba la nota, el temario de sus ar-
tendremos en cuenta algunas de las preguntas que Terán se plan- tículos resultaría casi tangencial al de otras publicaciones de
tea sobre dichas revistas para aplicarlas aquí al análisis de Envido
y ATM: ¿cómo definieron estas publicaciones el estatus del intelec- MDPHQWHpDFDGÄPLFDVq4XL]¼VKDEÈDHQODHOHFFLÎQGHOVXEWÈWXORSRUSDUWHGHTXLHQHVVDFDURQ
tual? ¿Cómo construyeron en su interior la relación entre política ATMFLHUWDLQWHQFLÎQGHHQWUDUHQXQDGLVSXWDDFHUFDGHFÎPRGHEÈDVHUXQDOHJÈWLPDUHYLVWDGH
y cultura? ¿Su afán politizador fue tal que clausuró todo posibili- ciencias sociales.
 *XLOOHUPR*XWLÄUUH]HVWXGLÎ$QWURSRORJÈDHQOD)DFXOWDGGH)LORVRIÈD\/HWUDVGHOD8QLYHUVLGDG
dad para el desarrollo de una tarea específicamente intelectual
GH%XHQRV$LUHVHQODGÄFDGDGHGRQGHWDPELÄQPLOLWDUÈDHQOD$VRFLDFLÎQ1DFLRQDOGH(VWX-
en el espacio de las mismas? (Terán, 1993: 151-172). GLDQWHV $1'( XQDGHODVSRFDV\GÄELOHVDJUXSDFLRQHVSHURQLVWDVTXHH[LVWÈDQHQDTXHOODIDFXO-
WDGSRUDTXHOHQWRQFHV6XVSULPHUDVWDUHDVFRPRGRFHQWHDX[LOLDUQRODVUHDOL]ÎHQVXFDUUHUDGH
JUDGRVLQRHQODGH6RFLRORJÈDHQHOPDUFRGHODH[SHULHQFLDGHODV&¼WHGUDV1DFLRQDOHV
 5REHUWR&DUULVHUÈDMXQWRFRQ*XLOOHUPR*XWLÄUUH]HOFRODERUDGRUP¼VDVLGXRGHODUHYLVWD\SDU-
Los orígenes de ATM: una revista de ciencias sociales distinta WLFLSDUÈDHQODPLVPDGHVGHVXSULPHUKDVWDVXÕOWLPRQÕPHUR
 /RVRWURVƬUPDQWHVHUDQ-HDQ3LHUUH'XWHXLO%HUWUDQG*HUDUG%HUQDUG\*UDQRXUWLU(VWDHVSHFLH
ATM apareció por primera vez en noviembre de 1968 auto- GHPDQLƬHVWRƬUPDGRSRUYDULRVSURWDJRQLVWDVGHOp0D\R)UDQFÄVq\DSDUHFLGRMXVWRXQPHVDQ-
definida como “revista de ciencias sociales”4 y dirigida por tes de dicho acontecimiento en la revista EspritGHQXQFLDEDDODVRFLRORJÈDFRPRXQLQVWUXPHQWR
DOVHUYLFLRƬQHVEXUJXHVHV
 (OWUDEDMRGH0DDUKDEÈDVLGRWRPDGRGHCivilización Brasileira, la entrevista a Cerroni de la Revista
 &XULRVDPHQWHHVWHHUDWDPELÄQHOVXEWÈWXORFRQHOTXHHO,QVWLWXWRGH'HVDUUROOR(FRQÎPLFR ,'(6  Mexicana de Sociología\HOGH&RKQ%HQGLWGHEsprit (Francia).
lanzaba desde 1961 la revista Desarrollo económicoFRQXQDEÕVTXHGD\XQDDSXHVWDP¼VSUROL-  p$QWURSRORJÈDDQWURSRORJÈDVqAntropología 3er Mundo, n° 1, 1968, pp. 1-2.
Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 323 324 Miguel Faigón
2/17
antropología y ciencias sociales. También se establecía con (herramientas de la dominación imperial) y a otorgar un
nitidez (aunque aún sin partidismos explícitos) el espacio conocimiento de lo social que ayudase a determinar mejor
político-ideológico en el que se inscribiría la publicación, el la situación y las estrategias de lucha a seguir.
de los nacionalismos de liberación del tercer mundo. Mirando los artículos incluidos en el nº 2 podemos afir-
El título y el subtítulo de la revista y la nota de presenta- mar que se mantenía la coherencia entre los contenidos y
ción sintonizaban perfectamente con los artículos publica- lo proyectado en los textos programáticos.13 La diferencia
dos en el primer número, tanto en lo referente a sus plumas respecto del primer número es que desaparecen los artícu-
(todos intelectuales vinculados a las ciencias sociales enro- los extraídos de otras revistas: ahora todos están elaborados
lados en corrientes críticas y con algún tipo de compromiso por intelectuales académicos (sociólogos, filósofos y antro-
político) como al contenido de los mismos.10 pólogos) vinculados a la Facultad de Filosofía y Letras de la
En la nota editorial del segundo número (mayo de 1969), Universidad de Buenos Aires y son inéditos.14
“La idea de la revista Antropología 3er Mundo”,11 Gutiérrez se Al mirar los primeros números de ATM a través de la
extendería sobre los objetivos y fines de la revista: “Su obje- lente de las consideraciones de Sarlo, se puede convenir en
tivo más importante es lograr algún tipo de conocimiento sobre que la decisión de publicar la revista estuvo marcada por
la sociedad en que vivimos, cuyo método haya surgido de esa la necesidad de un colectivo de intelectuales académicos
realidad y su único fin producir o mejor dicho ayudar a producir argentinos de promover y dar visibilidad a una ciencia so-
cambios en ella”.12 Si el fin (aquello que la trascendía, le otor- cial alternativa a la que solía tener espacio en el resto de las
gaba sentido y justificaba el esfuerzo de hacerla) era políti- revistas de ciencias sociales o de antropología, viendo en
co, el objetivo, en cambio, se instalaba específicamente en el ello, también, un modo de intervención política. En cierta
terreno de la producción de conocimientos. forma, ATM permitía a quienes participaban en ella la po-
De acuerdo con los primeros textos programáticos de sibilidad de intervenir en el terreno de la producción de co-
ATM, si bien las prácticas intelectuales y científicas no go- nocimientos y dar una disputa al interior del campo de las
zaban de autonomía respecto de la política, dado que ésta ciencias sociales en la Argentina y militar por la liberación
lo abarcaba todo, conservaban, empero, una función es- nacional. O sea, no era sólo sobre la coyuntura política que
pecífica. Esta especificidad estaba vinculada al combate ATM busca intervenir, sino también, y quizás de un modo
ideológico contra la ciencia y la cultura de la dependencia
13 p,GHRORJÈDFLHQFLD\HVWUDWHJLDq&RQUDGR(JJHUV/DQp/DFXOWXUDSRSXODUODWLQRDPHULFDQDq-XVWL-
QR2o)DUUHOOp/DDQWURSRORJÈDHVWUXFWXUDOGH/ÄYL6WUDXVV\HO7HUFHU0XQGRq$PHOLD3RGHWWLp$O-
10 /RVDUWÈFXORVVHGLYLGÈDQHQDTXHOORVGHVWLQDGRVDODQ¼OLVLVGHSUREOHP¼WLFDVVRFLDOHVODWLQRDPH- gunos problemas del método en ciencias sociales”, Raúl Pannunzio; “El formalismo en las ciencias
ULFDQDV GH GLIHUHQWHV UHJLRQHV OLJDGDV D OD FXHVWLÎQ GH OD GHSHQGHQFLD UHVSHFWR GH ORV SDÈVHV VRFLDOHV ‹SDUWH q5REHUWR&DUUL/DSUREOHP¼WLFDP¼VUHFXUUHQWHHQORVPLVPRVHUDODFXHVWLÎQ
FHQWUDOHV HOGH0DWRV0DDU\HOGH0DUFHOLQR)RQW¼Q \DTXHOORVTXHUHƮH[LRQDEDQVREUHHOURO GHFÎPRHODERUDUXQFRQRFLPLHQWRVRFLDOGHODVUHDOLGDGHVQDFLRQDOHVGHOpWHUFHUPXQGRqTXH
GHODVFLHQFLDVVRFLDOHV\VXYLQFXODFLÎQFRQODSROÈWLFD HOGH&DUULHOGH%HQGLW\ODHQWUHYLVWDD reconociera su particularidad, diera cuenta de su situación de dependencia y nutriera y se nutriera
Umberto Cerroni). de las luchas de liberación nacional.
11 Guillermo Gutiérrez, “La idea de la revista Antropología 3er Mundo”, Antropología 3er Mundo, n° 2, 14 8QDH[FHSFLÎQDHVWRODFRQVWLWX\HODSXEOLFDFLÎQHQXQDVHFFLÎQTXHDSDUHFHHQODVÕOWLPDVS¼JL-
1968, pp. 1-7. QDVGHQRPLQDGDp'RFXPHQWRVGHQXHVWUDÄSRFDqGHXQWH[WRH[WUDÈGRGHO&RORTXLRGH-XULVWDV
12 Ibíd., p. 1. œUDEHVFHOHEUDGRHQ$UJHOLDHQWUDGXFLGRSRU5RGROIR$U¼R]$OIDUR

Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 325 326 Miguel Faigón
3/17
más inmediato, sobre la coyuntura teórica y académica de Los cuatro número siguientes (aparecidos entre noviembre
las ciencias sociales en Argentina, acompañando, en cierta de 1969 y fines de 1970) de ATM, amén de redefinir y profun-
forma, la tarea de las Cátedras Nacionales desarrollaban en dizar ciertas posiciones político-ideológicas, se mantendrían
la facultad de humanidades porteña. dentro de los lineamientos programáticos planteados en los
Es necesario destacar que el surgimiento de ATM es ante- primeros dos. En la nota editorial del nº 4 (septiembre de
rior a que se produjera el Cordobazo el 29 de mayo de 1969, 1970), “Pensamiento nacional y política”, a cargo de Guillermo
lo que implica que el proyecto original de publicar la revista Gutiérrez, se haría por primera vez explicita la identificación
no fue pensado y elaborado bajo el clima de convulsión y de la revista con el peronismo que hasta entonces sólo se ha-
crisis política que dicho episodio desataría en la Argentina, bía manifestado en artículos firmados.17 El nº 5 y el 6 (fines
sino en la etapa inmediatamente previa de la Revolución de 1970) compondrían una antología dedicada exclusiva-
argentina, cuando reinaba todavía la “paz social” del “on- mente a la publicación de ensayos de docentes de las Cátedras
ganiato”, los partidos políticos permanecían prohibidos y Nacionales titulada “Cátedras Nacionales: aportes para una
el movimiento sindical diezmado desde que en marzo de ciencia popular en Argentina”.
1967 el gobierno militar hubiera reprimido el “plan de lu- Hay que decir que la coyuntura política nacional en la que
cha” lanzado por la CGT. Corrían tiempos de relativa apatía aparecen estos cuatro números de ATM es diferente del con-
incluso para el movimiento estudiantil universitario, luego texto de aparición de los dos primeros. El clima ideológico y
de que hubieran fracasado en 1966 las luchas contra la in- político abierto tras el Cordobazo probablemente constituyó
tervención. Por otro lado, la gestión económica, a cargo de un marco propicio para que experiencias como las de ATM
Krieger Vasena desde fines de 1966, aparecía como exitosa, o las Cátedras Nacionales pudieran (al menos en un princi-
al menos según las metas que se había planteado el propio pio) consolidarse a partir de la obtención de un mayor nivel
gobierno.15 En este sentido, ATM apareció rompiendo, al de legitimidad frente a los más movilizados y politizados
igual que las Cátedras Nacionales, y en el terreno específico estudiantes universitarios, que constituían, claro, su público
de las ciencias y de la cultura universitaria, el férreo cerco principal.18
represivo y autoritario hacia las expresiones políticas y cul-
turales disidentes impuesto por el gobierno de Juan Carlos
Onganía.16 La transición
La aparición del n° 7 (mayo de 1971), autodefinido como de
15 Para las referencias al marco sociohistórico cfr $OWDPLUDQR   'H 5L]   \ 2o'RQHOO
(2009). transición, marcó un punto de inflexión en el proyecto de la
16 $OJRVLPLODURFXUULÎHQHOSODQRVLQGLFDOFRQODFUHDFLÎQGHOD&*7GHORV$UJHQWLQRVHQPDU]RGH
FX\RSULPHULPSDFWRVHIXHH[WLQJXLHQGRU¼SLGDPHQWHHQODPHGLGDTXHPXFKRVGHVXV FLHUWRHVTXHHUDQJULHWDVHQXQDVXSHUƬFLHTXHVHPRVWUDEDFDOPDVLQTXHWDPSRFRVHSXGLHUDQ
VLQGLFDWRVYROYÈDQDODVƬODVGHOYDQGRULVPR cfr2o'RQQHOOop. cit, pp. 211-212), y en el universo DGYHUWLUJUDQGHVQXEDUURQHVHQHOKRUL]RQWHGHOD5HYROXFLÎQ$UJHQWLQD
cristiano con la publicación de una revista como Cristianismo y Revolución (1967-1971) o la apari- 17 *XLOOHUPR*XWLÄUUH]p3HQVDPLHQWRQDFLRQDO\SROÈWLFDqAntropología 3er Mundo, n° 4, pp. 1-11.
FLÎQGHO0RYLPLHQWRGH6DFHUGRWHVSDUDHO7HUFHU0XQGRHQ9LVWDVWHOHROÎJLFDPHQWHHVWDV 18 (VWDVLWXDFLÎQSUREDEOHPHQWHKD\DIDYRUHFLGRODDELHUWDSDUWLGL]DFLÎQDODTXHVHDQLPDUÈDODUH-
H[SUHVLRQHVSRGUÈDQVHUOHÈGDVFRPRSUHDQXQFLRVGHORTXHYHQGUÈDWUDVPD\RGHSHUROR vista a partir de septiembre de 1970.
Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 327 328 Miguel Faigón
4/17
revista. Bajo el título “Perón. Pensamiento social y político”, movimiento peronista. A diferencia de las editoriales y
esta “edición especial” estaba íntegramente destinada a la artículos de números anteriores, en los que se apostaba a
recopilación de discursos de Perón entre 1945 y 1955, agru- la unidad del peronismo, se hacía referencia a las fracturas
pados en ocho categorías distintas.19 No tenía nota edito- existentes dentro del movimiento, e incluso al interior del
rial, pero sí una breve presentación en la que se anunciaban peronismo de izquierda, expresando sus discrepancias con
futuros cambios en los contenidos de la revista: la inclusión las posturas movimientistas y corrientistas. Esta era tam-
de análisis de actualidad y de documentos e informes na- bién la primera nota editorial de la revista en la que la cues-
cionales e internacionales que se sumarían a los artículos tión del vínculo entre las tareas culturales y la políticas no
“tipo ensayo”. Era la primera vez que ATM no aparecía aparecía ni siquiera mencionada como problema, muestra
como Revista de ciencias sociales, lo que implicaba la asun- inequívoca de que ATM y quienes la hacían comenzaban
ción de un cambio de identidad (y de programa), aunque a ser absorbidos por otro tipo de preocupaciones y nuevas
ésta no pudiera redefinirse aún desde un nuevo subtítulo. tareas.
Los cambios prometidos se verificarían en el n° 8 (octu- El siguiente editorial, “El cuarto año de Antropología 3er
bre de 1971). Por primera vez aparecería en ATM un breve Mundo”,22 aparecido en el noveno número (marzo de 1972),
artículo de “tipo periodístico” escrito por Carri dedicado al se referiría expresamente a los cambios experimentados
análisis de una problemática de actualidad, “Argentina y la por la publicación, afirmando que la misma:
crisis del dólar”, y se harían presentes documentos de or-
ganizaciones políticas universitarias (todas expresiones del [había surgido] como una experiencia crítica aunque
peronismo de izquierda) e informes internacionales. Pero de inmediato modificó su proyecto y comenzó a cu-
todavía continuaba habiendo espacio para los aportes más brir ciertas necesidades de la militancia en torno a
sociológicos como los trabajos de Fernando Álvarez, “Crítica una cuestión central: aportar a la construcción desde
al eficientismo” y de Carri, “Imperialismo violencia y poder la base del movimiento peronista [...] haciendo rápido
político”. abandono de cierto exceso doctrinarista aparecido en
La nota que abría dicho número y que hacía las veces alguna ocasión.23
de editorial, “El peronismo, desde la base”,20 escrita por
Guillermo Gutiérrez, consistía en una explícita adhesión al Aunque ese abandono no fue, en realidad, tan inmediato
programa político del Peronismo de Base (PB)21 de cons- como se sugería, estas expresiones servían para reconocer
truir organizaciones independientes de la clase trabajado- abiertamente el nuevo proyecto en el que se había montado
ra para alcanzar desde allí la hegemonía del heterogéneo la revista (vinculando al PB) y marcar distancia respecto de
aquel bajo el cual había surgido menos de cuatro años an-
19 Este número de ATM con citas de discursos de Perón adoptaba una estructura similar al libro de tes. En efecto, casi a modo de despedida de lo que la revista
Citas del Presidente Mao P¼VFRQRFLGRFRPRHOpOLEURURMRq PX\HQERJDHQDTXHOORVDÌRV
20 Guillermo Gutiérrez, “El peronismo desde la base”, Antropología 3er Mundo, n° 8, 1971, pp. 1-4.
21 2UJDQL]DFLÎQYLQFXODGDDODV)XHU]DV$UPDGDV3HURQLVWDV(QHVWDRUJDQL]DFLÎQPLOLWDUÈDQWDQWR* 22 “El cuarto año de Antropología 3er Mundo”, Antropología 3er Mundo, n° 9, 1972, p. 1.
*XWLÄUUH]FRPR&DUULDOLJXDOTXHRWURVFRODERUDGRUHVGHODUHYLVWD 23 Ibíd.

Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 329 330 Miguel Faigón
5/17
había sabido ser en sus primeras entregas, este número, que inconsciente por sus impulsores, sino más bien lo contrario.
tendría una estructura similar a la del octavo, daría lugar a Así, la identidad de la revista, definida en términos de una
la aparición del último artículo “tipo ensayo” que se publi- práctica específica (la científica social), comienza a ser pau-
caría en las páginas de ATM.24 latinamente deglutida por un proyecto partidario situado
La redefinición del programa de ATM a partir 1971 se- en el campo de poder.
guramente respondió a la intensificación y agravamiento
del conflicto social y político a nivel nacional, que a la larga
terminaría desprestigiando la dedicación específica a prác- Una revista del Peronismo de Base
ticas intelectuales o culturales, pero también al obligado
alejamiento como docentes de varios de quienes participa- Lo más significativo del nº 10 ( junio de 1972), junto con
ban de ella de Filosofía y Letras de la UBA.25 Estos proce- la hasta entonces inédita ausencia de los artículos “ensa-
sos seguramente contribuyeron a disolver la identidad del yísticos”, fue la publicación de un documento colectivo
grupo que participaba en ATM en tanto colectivo docente firmado por muchos de quienes habían formado parte del
e intelectual, impulsándolos a contraer y/o fortalecer otro cuerpo docente de las Cátedras Nacionales de la carrera de
tipo de compromisos políticos y a buscar formas de inter- Sociología (varios de los cuales también habían colabora-
vención política de eficacia aparentemente más inmediata. do en ATM) titulado “De base y con Perón. Un documento
Atendiendo a las reflexiones de Sarlo (1990: 9-16) sobre el autocrítico de las ex Cátedras Nacionales”.27 En dicho do-
nacimiento de una revista intelectual, quisiéramos pensar cumento se esgrimían fuertes argumentos antiintelectua-
el momento en que se decide darle un giro a la propues- listas contra lo que había sido la experiencia de las Cátedras
ta, aquel en el que alguien dentro del colectivo intelectual Nacionales, que no podía dejar de afectar también la de
propone al resto cambiar el rumbo de la publicación26 en ATM. Los firmantes manifestaban:
función de cubrir nuevos vacíos que marcan la necesidad
de intervenir en la esfera pública desde un discurso dife- ... sólo incorporándonos a la lucha que se gesta en los
rente. Esto es lo que parece ocurrir con ATM hacia 1971, ya sectores más avanzados del pueblo peronista estamos
que los cambios de la revista no son atravesados de manera en condiciones de resolver nuestro contradictorio
proceso y al asumir su línea política y una práctica
24 6HWUDWDEDGHXQH[WHQVRWUDEDMRVREUHODKLVWRULDGHOSHURQLVPRHODERUDGRHQFRQMXQWRSRUORV consecuente, vamos superando la escisión entre teoría
sociólogos Fernando Álvarez y Juan Pablo Franco. Álvarez, Fernando y Franco, Juan Pablo, “Pero-
y práctica de las “Cátedras Nacionales”.28
nismo. 1era parte. Desde el 45 hasta el 55”, Antropología 3er Mundo, n° 9, 1972, pp. 15-88.
25 (QWUHƬQHVGH\FRPLHQ]RVGHHOHQWRQFHV'HFDQRGHOD)DFXOWDGGH)LORVRIÈD\/HWUDV
GHOD8%$œQJHO&DVWHOO¼QLPSXOVÎXQSURFHVRGHpQRUPDOL]DFLÎQqGHODIDFXOWDGPHGLDQWHOODPD-
GRDFRQFXUVRVGRFHQWHV'LFKRSURFHVRDOTXHORVGRFHQWHVGHODV&¼WHGUDV1DFLRDQOHVMX]JDUDQ 27 p'H%DVH\FRQ3HUÎQ8QGRFXPHQWRDXWRFUÈWLFRGHODVH[&¼WHGUDV1DFLRQDOHVqAntropología 3er
RUTXHVWDGRHVSHFLDOPHQWHSDUDVXH[SXOVLÎQGHULYDU¼HIHFWLYDPHQWHHQHODOHMDPLHQWRGHODPD- MundoQ‹SS(OGRFXPHQWRHVWDEDƬUPDGRSRU-XVWLQR2o)DUUHOO*XLOOHUPR*X-
\RUÈDGHHOORVGH)LORVRIÈD\/HWUDV WLÄUUH]$OEHUWR2OVVRQ-RUJH&DUSLR1ÄVWRU0RPHÌR1RUEHUWR:LOQHU5REHUWR&DUUL(QULTXH
26 $XQTXHWDPELÄQSDUHFHSUREDEOHTXHODVXJHUHQFLDGHVXERUGLQDUODUHYLVWDDO3%KD\DYHQLGR 3HFRUDUR6DV¼$OWDUD]6XVDQD&KHFD\0DUWD1HXPDQ
desde la propia organización. 28 Ibíd., p. 28.
Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 331 332 Miguel Faigón
6/17
Al mismo tiempo establecían que “el primer error a ni- que corresponde a G. Gutiérrez), “El pueblo es la trinchera
vel teórico es que hablamos y esbozamos teorías y caminos de Perón”,33 proclamaba la necesidad de no aceptar los pla-
que el pueblo “debía” recorrer [...]. Nuestra teorización era zos impuestos por Lanusse a Perón para que regresara al
producto del voluntarismo individualista universitario y país, si es que éste deseaba presentarse en las elecciones a
no de una relación práctica y real con los trabajadores”.29 presidente, y continuaba promoviendo la línea alternativis-
De este modo, el principal error político que reconocían ta del PB: “Hoy más que nunca, para muchos compañeros
era haber partido de su “especificidad (profesores peronis- aparece clara la necesidad de la organización independien-
tas) y de la repercusión de nuestros escritos”30 para concluir, te, de la alternativa revolucionaria hegemonizada por la
finalmente, que se consideraban definitivamente retirados clase obrera peronista”.34 El “Análisis de coyuntura”,35 que
de la universidad, por lo que llamaban a rechazar todo van- aunque tampoco estaba firmado poco tiempo después pudo
guardismo pequeño burgués o intelectual y a sumarse “a la saberse que había sido escrito por Carri,36 hacía un rele-
construcción de la organización desde las bases”.31 vamiento de los acontecimientos políticos de los meses de
Así, tras los cambios producidos en ATM en 1971, a me- junio y julio de 1972 y repasaba diferentes posiciones exis-
diados de 1972 los firmantes parecen haber arribado a la tente dentro del movimiento peronista, la de la burocracia
conclusión del carácter fútil de la dedicación específica a sindical (la cual era anatemizada) y la del llamado “pero-
prácticas científicas y culturales y, habiendo ajustado cuen- nismo combativo” (identificado con la Juventud Peronista)
tas con su pasado reciente, se disponen a redimirse inte- respecto de la que se tomaba cierta distancia. Finalmente,
grándose (e integrando su publicación) al proyecto político postulaba la necesidad de organizar desde las bases (en torno
del Peronismo de Base.32 a la clase obrera peronista) un ejército, con miras a la guerra
El nº 11 (agosto-septiembre de 1972) aparecería con un popular.
nuevo subtítulo que marcaba una distancia definitiva del El décimo segundo y último número (febrero-marzo de
proyecto original: Revista peronista de información y análisis. 1973) se mantendría en la misma tesitura.37 Abría con dos
La entrega abría con una nota de opinión y continuaba con notas de opinión, “Con o sin elecciones” y “Resumen de tres
un análisis de la coyuntura. El resto de los artículos, si bien meses difíciles” y un análisis de coyuntura, “Imperialismo
podía cumplir con una función de propaganda ideológica, continuista y elecciones sin Perón”. Estas notas nuevamente
no tenía ya vinculación con la idea de hacer aportes para el no estaban firmadas y se abocaban a analizar la actualidad
desarrollo de una “ciencia popular”. La primera nota de opi- política. En ellas se reflejaba el acercamiento en los meses
nión (cuya autoría, pese a la ausencia de rúbrica, suponemos anteriores de las FAP y el PB a la denominada “tendencia

29 Ibíd., pp. 30-31. 33 “El pueblo es la trinchera de Perón”, Antropología 3er Mundo, n° 11, 1972, p. 2.
30 Ibíd., p. 31. 34 Ibíd.
31 Ibíd., p. 34. 35 p$Q¼OLVLVGHFR\XQWXUDqAntropología 3er Mundo, n° 11, 1972. pp. 3-13.
32 %DUOHWWD\/HQFLKDQGHVFULSWRHOYLUDMHGHODUHYLVWDFRPRHOpGHXQDSXEOLFDFLÎQTXHVHLQLFLDFRPR 36 (Q&DUULORLQFOXLUÈDHQVXOLEURPoder imperialista y liberación nacional.
HPLQHQWHPHQWHYLQFXODGDDODXQLYHUVLGDG\TXHWHUPLQDVXERUGLQDQGRORVLQWHUHVHVXQLYHUVLWD- 37 (OVXEWÈWXORDSDUHFHUÈDOLJHUDPHQWHPRGLƬFDGRFRPRRevista peronista de información y análisis
ULRVGHOFRPLHQ]RDODVH[LJHQFLDVGHODSULPDFÈDGHODSROÈWLFDq%DUOHWWD\/HQFLop. cit. político.

Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 333 334 Miguel Faigón
7/17
revolucionaria del peronismo”. Si bien mostraban menos se omitía toda referencia explícita a la flamante revista y
reticencias frente a las inmediatas elecciones que en el nú- al colectivo que la producía, aunque por detrás del mismo
mero anterior, estaba muy lejos de invadirlos un optimis- subyacía una propuesta programática. Se titulaba “La con-
mo desmedido, dado que lamentaban la inexistencia de una tradicción principal en la estructuración dependiente”41 y
organización independiente de la clase obrera peronista y estaba destinado a argumentar que la oposición existente
no tenían casi ninguna expectativa depositada en el Frente entre el imperialismo y los pueblos del tercer mundo cons-
Justicialista de Liberación (FREJULI). Estaba más que cla- tituía la contradicción principal del capitalismo a nivel
ro a esta altura que ATM se había transformado en una pu- mundial, no sólo en su etapa contemporánea (la del capital
blicación apegada a la coyuntura política inmediata y a los monopólico) sino a lo largo de todo su desarrollo histórico.
análisis de situación según la línea orgánica del PB, habien- En este sentido, el ensayo buscaba resaltar cómo desde sus
do dejado muy atrás la revista “de ciencias sociales” de los inicios (etapa del capital comercial) el capitalismo se había
orígenes, vinculada a las Cátedras Nacionales.38 estructurado internacionalmente a partir del proceso co-
lonialista que había permitido, a través de la denominada
acumulación originaria, el despegue de la segunda etapa
Los orígenes de Envido: ciencias sociales, periodismo (la del capital industrial) en la cual si bien desde el punto
y militancia de vista de los países centrales la contradicción principal
podía haber pasado a ser la existente entre la burguesía y
Envido apareció por primera vez en julio de 1970 con el el proletariado metropolitanos, esto no había sido así para
subtítulo de Revista de política y ciencias sociales, dirigida por los pueblos de los países dependientes. Al mismo tiempo
el filósofo Arturo Armada39 y con un Consejo de Redacción que reconocía que el tema de la dependencia estaba sien-
integrado por Domingo Bresci, José Pablo Feinmann, do múltiplemente abordado en libros y revistas, festejaba
Manuel Fernández López, Carlos A. Gil, Santiago González que grupos políticos, sindicales y estudiantiles, institutos
y Bruno Roura.40 La primera entrega comenzaba con un de investigación y centros de estudios denunciaran la de-
trabajo elaborado por el Consejo de Redacción en la que pendencia, hicieran su historia y exhortasen a combatirla.
De este modo, el programa intelectual esbozado, vinculado
38 /DPHQWDEOHPHQWHODUHYLVWDQRGDEDFXHQWDHQVXVS¼JLQDVGHODGHFLVLÎQGHGHMDUGHSXEOLFDUVH al conocimiento social, se entrecruzaba (y de allí parecía
'HWRGRVPRGRVHOƬQGHATMSDUHFHHVWDUXQLGRDOƬQGHOFLFORPDUFDGRSRUODOODPDGD5HYROX- cobrar su valor fundamental) con una apuesta política. Por
FLÎQ$UJHQWLQD
último, se manifestaba que aunque la etapa actual no era la
39 $UWXUR$UPDGDKDEÈDHVWXGLDGR RDXQHVWXGLDED )LORVRIÈDHQOD8%$7DPELÄQSDUWLFLSDEDGHO
&HQWUR$UJHQWLQRGH(FRQRPÈD+XPDQD\PLOLWDEDHQHO0RYLPLHQWR+XPDQLVWD5HQRYDGRUGHOD del inicio de la tarea liberacionista (ésta hundía sus raíces
)DFXOWDGGH)LORVRIÈD\/HWUDVGHOD8%$ en el siglo XIX y continuaba librándose en la actualidad a
40 'RPLQJR%UVHFLHUDFXUD\SDUWLFLSDEDGHO0RYLPLHQWRGHORV6DFHUGRWHVSDUDHO7HUFHU0XQGR través del peronismo en el que dicha tarea se había integrado
6DQWLDJR*RQ]¼OH]\%UXQR5RXUDSURYHQÈDQGH/HWUDVGHOD8%$0DQXHO)HUQ¼QGH]/ÎSH]HUD
con la lucha por el socialismo nacional), en los años sesenta
HFRQRPLVWD&DUORV*LOHUDHVWXGLDQWHGH)LORVRIÈD\/HWUDVSHURQRKHPRVSRGLGRDYHULJXDUGH
TXÄFDUUHUD)HLQPDQQHUDXQHVWXGLDQWHDYDQ]DGRGHODFDUUHUDGH)LORVRIÈDGHOD8%$\GRFHQWH
auxiliar de la misma, especializado en la historia del pensamiento argentino. 41 “La contradicción principal en la estructuración dependiente”, Envido, n° 1, pp. 3-9.
Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 335 336 Miguel Faigón
8/17
había comenzado un proceso de revolución conceptual que confesado dados sus intereses de clase. Feinmann también
llevaba a que un conjunto de teóricos e investigadores so- aprovechaba para polemizar con aquellos que negaban la
ciales, dejando atrás su formación eurocéntrica, hubieran posibilidad histórica de que el país se hubiera podido es-
comenzado a pensar nuestra historia, nuestro presente y tructurar de manera autónoma, entre quienes ubicaba a los
sus problemas con categorías adecuadas a nuestra realidad. liberales pero también a los que denominaba como “mar-
Los artículos y documentos publicados en este primer xistas dogmáticos”. Este marxismo, según Feinmann, par-
número estaban en sintonía con la idea de sumarse a la re- tiendo de un esquema de desarrollo universal que todas las
volución conceptual en curso, para así poder dar cuenta de sociedades debían necesariamente seguir, celebraba como
la situación de dependencia, denunciarla y exhortar a com- progresistas los contactos con la Europa capitalista, califica-
batirla. En este sentido, el ensayo de José Pablo Feinmann, ba como precapitalistas las artesanías y las montoneras del
“Complementación y libre cambio: el extraño nacionalismo interior y consideraba a la Argentina un país todavía sumi-
de José Hernández”,42 se abocaba a una interpretación de la do en el feudalismo. La respuesta a esta postura la extraía
actividad intelectual de José Hernández, especialmente del principalmente del acervo teórico de la teoría de la depen-
poema Martín Fierro (MF), en una clave política. El autor dencia: no era válido considerar que si el capitalismo había
buscaba polemizar con las lecturas del texto de Hernández jugado un rol progresista en las viejas sociedades europeas
surgidas desde diferentes frentes del campo intelectual ar- también debiera hacerlo necesariamente al penetrar en las
gentino, principalmente, con la valoración positiva que los sociedades periféricas, ni tampoco lo eran las consideracio-
revisionistas y la denominada izquierda nacional habían nes dualistas de estas sociedades que suponían que el capita-
hecho del mismo en términos de su combatividad frente lismo no había penetrado aún en sus viejas estructuras y sólo
a la política liberal porteña. Sin adentrarnos demasiado en lo había hecho en sus sectores más modernos.
sus argumentaciones, digamos que lo que buscaba demos- En “Notas sobre la sociología del poder en el centro y en
trar era que en el MF (y en la obra de Hernández en gene- la periferia”,43 la socióloga Margot Romano Yalour criticaba
ral) lejos de expresarse el proyecto de un país autónomo, a las obras (escasas, según su propio diagnóstico) que se ha-
se cristalizaba la propuesta del sector ganadero del litoral bían ocupado de la temática de las estructuras de poder en
que apostaba a un proyecto de país complementado con las Argentina por partir de la hipótesis, sin cuestionarla ni de-
economías europeas que exportara materias primas e im- mostrarla, de que Argentina era un país en situación de tran-
portara manufacturas. Feinmann reprochaba a Hernández sición hacia su modernización, desconociendo, de esta ma-
no haber alcanzado a sospechar que el comienzo de las re- nera, las relaciones entre las distintas sociedades nacionales;
laciones con los países europeos constituiría para los paí- es decir, no contemplando el imperialismo como factor de-
ses nuevos como la Argentina el inicio de su proceso de terminante. Romano afirmaba que en los países periféricos
subdesarrollo o, en caso de haberlo advertido, no haberlo el análisis de los grupos de poder debía realizarse teniendo en

42 -RVÄ3DEOR)HLQPDQQp&RPSOHPHQWDFLÎQ\OLEUHFDPELRHOH[WUDÌRQDFLRQDOLVPRGH-RVÄ+HU- 43 0DUJRW5RPDQR<DORXUp1RWDVVREUHODVRFLRORJÈDGHOSRGHUHQHOFHQWUR\HQODSHULIHULDqEnvido,


Q¼QGH]qEnvido, n°1, 1970, pp. 10-27. n°1, 1970, pp. 28- 42.

Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 337 338 Miguel Faigón
9/17
cuenta la existencia de una estratificación internacional que ideológica liberal. En un apartado denominado “Léxico
dividía las naciones entre “centrales” y “periféricas”, existien- económico elemental”, Gustavo Morel entregaba sintéti-
do un dominio de las primeras por sobre las segundas, que al cas definiciones de conceptos económicos con el fin de
incorporarlas al mercado internacional también definían las facilitarle al lector no especializado “la comprensión y
relaciones entre los grupos internos a ellas. asimilación de los textos que tratan cuestiones vincu-
El periodista Claudio Ramírez44 en “Síntesis política del 1° ladas con dicha materias”. 47 Con la excusa de reseñar
de enero al 30 de abril de 1970”45 daba cuenta del importan- Ciencia, política y cientificismo de Oscar Varsasvsky, Ariel
te grado de crisis, movilización y conflicto que había sacudi- Sibleau se ocupaba de la cuestión de las relaciones en-
do a la Argentina durante aquellos meses (crisis económica, tre ciencia, cientificismo y dependencia. El n° 1 cerraba
huelgas, movilizaciones callejeras, ocupaciones de fábricas con una breve bibliografía sobre el movimiento obrero
y algunas acciones armadas formaban parte del repaso). El a cargo de Héctor Cordone, y la sección Documentos,
periodista no se abstenía de dejar en claro sus puntos de vis- que incluía un comunicado del Movimiento Sacerdotes
ta, calificando a la Revolución argentina como dictadura para el Tercer Mundo y un sintético informe repleto de
monopólica. cifras que comparaba las inversiones norteamericanas
El nº 1 de Envido también contenía un artículo del en América Latina en 1957 y en 1966.
economista Manuel Fernández López, que analizaba El nº 2 de Envido (noviembre de 1970) repetiría práctica-
las denominadas estructuras nacionales, dentro de las mente la estructura del primero: un ensayo de Feinmann
cuales la estructura económica funcionaba como eje. El destinado a revalorizar la práctica política e intelectual de
trabajo de Carlos Mastrorilli, 46 “Las fuerzas armadas y Felipe Varela; una nueva nota en torno a la relación entre
la legitimidad liberal”, constituía una reflexión sobre el sociología y política, esta vez a cargo del sociólogo Ernesto
ciclo de la “Revolución argentina” a la cual consideraba Villanueva; Claudio Ramírez ensayaba nuevamente una
ya “trasnochada”. En “Las huelgas rebeldes: el Chocón”, síntesis política de lo ocurrido en cuatro meses; Héctor
el periodista Norberto Habegger ofrecía un breve relato Abrales48 abordaba la cuestión de la situación del investi-
del “Choconazo”. Abel Posadas enfocaba críticamente la gador científico en un país dependiente como la Argentina;
obra cinematográfica de Leopoldo Torre Nilsson, ubi- Abel Posadas y Manuel Fernández López presentaban las
cándola en su contexto histórico, político, social y cultu- segundas partes de sus respectivas notas, mientras Santiago
ral, buscando detectar como en ella se expresaba la visión González escribía sobre Marechal y Héctor Cordone tra-
zaba una bibliografía sobre el peronismo. La sección
44 &ODXGLR5DPÈUH]HUDHOVHXGÎQLPRGH-RUJH%HUQHWWLSHULRGLVWDGHOVHPDQDULRPanorama$SDUWLU
GHOQ•%HUQHWWLSDVDU¼DLQWHJUDUHO&RQVHMRGH5HGDFFLÎQEDMRVXYHUGDGHURQRPEUHSHURVHJXL- 47 (VWHPLQLGLFFLRQDULRFRQEUHYHVGHƬQLFLRQHVGHWÄUPLQRVFRPRpSOXVYDOÈDqRpELHQHVGHFRQVX-
U¼ƬUPDQGRORVDUWÈFXORVFRQVXVHXGÎQLPR PRqHVLQWHUHVDQWHGDGRTXHRSHUDFRPRXQDPDUFDGHODVGLVWDQFLDVHQWUHSURGXFWRUHVVLPEÎOL-
45 &ODXGLR5DPÈUH]p6ÈQWHVLVSROÈWLFDGHO‹GHHQHURDOGHDEULOGHqEnvido, 1970, pp. 58-64. FRVHVSHFLDOL]DGRV\XQVXSXHVWRSÕEOLFRP¼VDPSOLRDOFXDOWHQÈDQLQWHUÄVHQOOHJDU
46 &DUORV0DVWURULOOLHUDDERJDGRSHURWUDEDMDEDFRPRSURIHVRUGHODFDUUHUDGH6RFLRORJÈDGHOD 48 +ÄFWRU$EUDOHVHUDLQJHQLHUR\SXEOLFDUÈDHQEnvidoQXPHURVRVDUWÈFXORVTXHUHƮH[LRQDUÈDQHQ
8%$3DUWLFLSDUÈDGHODH[SHULHQFLDGHODV&¼WHGUDV1DFLRQDOHV\WDPELÄQFRODERUDUÈDFLUFXQVWDQ- WRUQRODVUHODFLRQHVHQWUHODLQYHVWLJDFLÎQFLHQWÈƬFD\HOFRQWH[WRSROÈWLFRGHVXGHVDUUROOR$SDU-
cialmente en ATM. WLUGHOVH[WRQÕPHUR MXOLR LQWHJUDUÈDHO&RQVHMRGH5HGDFFLÎQ
Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 339 340 Miguel Faigón
10/17
“Documentos” incluía la presentación de la Ley General nos remiten a transformaciones en el campo de las ciencias
de Industrias peruana sancionada recientemente bajo la sociales y de las humanidades, a la renovación y radicaliza-
presidencia del militar nacionalista Velasco Alvarado, ción del universo cristiano y a la crisis política abierta en la
una carta del Padre Carbone (integrante del MSTM) en la Argentina tras el Cordobazo. Si tenemos en cuenta el subtí-
que se desligaba de toda responsabilidad en el secuestro tulo de la revista, los textos programáticos y el resto de los
de Aramburu, y cartas de Perón a Ongaro y a las 62 or- artículos y documentos que se publicaron en los primeros
ganizaciones. En la última página, la revista, como modo dos números, podríamos concluir que la apuesta original
de remarcar su identificación con el peronismo, a modo de Armada y su grupo fue fundamentalmente la de conju-
de homenaje recordaba cumplimiento del 25° aniversario gar y entrelazar la producción de conocimientos y el perio-
del 17 de octubre de 1945. Finalmente, en la contratapa de dismo político con la militancia. 50 De esta forma, la revista
este segundo número, la publicación volvería a reflexio- buscaba cubrir variadas áreas, pero siempre pivoteando en
nar expresamente sobre sí misma, algo que evitaría hacer torno a la región política, de la cual se nutría su potencia
nuevamente por tres años: crítica. De todas maneras, es notorio que todos los artículos
estaban elaborados por especialistas“en“las“áreas“en“las“que“
Envido es una revista trimestral de información, crí- interven”an “No“bastaba“para“publicar“en“Envido“con“una“
tica y documentación acerca de los temas claves de la voluntad“ideolí gica“a“tono“con“la“l”nea“editorialó“sino“que“
problemática política del Tercer Mundo [...]. además“era“necesario“legitimarse“a“partir“de“la“posesií n“de“
cierto“capital“cultural , ( “Mientras“pol”ticamente“part”an“de“
La publicación de artículos sobre temas dispares tiene como un“alineamiento“gen) rico“en“el“peronismo“6interpretado“
meta la crítica y revalorización de los aportes teóricos de como“un“movimiento“de“liberacií n“nacional2ó“en“el“plano“
origen europeo-norteamericana que se presentan como de de“la“produccií n“de“conocimientos“en“ciencias“sociales“bus-
validez universal en materia ideológica, científica, técnica y caban“sumarse“a“lo“que“consideraban“un“proceso“de“revolu-
artística [...]. cií n“conceptual“en“curso

Y con la finalidad de aportar a la construcción de categorías


de análisis emergentes de ese mismo proceso y fundamenta-
das por el concepto básico de que la dependencia estructural
es el condicionamiento radical, pasado y presente de nuestra
50 6LELHQEnvido WDPELÄQSUHVWDUÈDVXVS¼JLQDVDORVGRFHQWHVGHODV&¼WHGUDV1DFLRQDOHVSDUDTXH
realidad concreta.49 SXEOLFDU¼QDUWÈFXORV DVÈORKDUÈDQ$OFLUD$UJXPHGR)HUQDQGRœOYDUH]3DEOR)UDQFR5REHUWR&D-
UUL(UQHVWR9LOODQXHYD+RUDFLR*R]¼OH]\-XVWLQR2o)DUUHOO HOYÈQFXORFRQDTXHOODH[SHULHQFLDGH
Se puede ver que en estos primeros números de Envido ODFDUUHUDGH6RFLRORJÈDGHOD8%$VHUÈDPHQRVGLUHFWRTXHHOTXHVRVWXYRATM.
51 3RURWUDSDUWHWDOFRPRPXHVWUDHODUWÈFXORGH)HLQPDQQTXHFRPHQWDPRVQRVHEXVFDEDTXH
confluyen coyunturas, políticas, teóricas e ideológicas, que
Envido IXHUDXQHVSDFLRSDUDODUDWLƬFDFLÎQGHORVVHQWLGRVFRPXQHVSURSLRVGHOQDFLRQDOLVPR
FXOWXUDOVLQRSRUHOFRQWUDULRXQ¼PELWRGRQGHORVDXWRUHVSXGLHUDQYROYHUFUÈWLFDPHQWHVREUH
49 Cfr. Envido, n° 2, 1970, p. 98. los mismos e incluso cuestionarlos.

Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 341 342 Miguel Faigón
11/17
La transición Cámpora, 55 el noveno (mayo 1973) lo haría con un “compro-
miso por el pueblo” firmado por el Consejo Superior de la
Si en el n° 3 y el 4 (mayo y septiembre de 1971) la revista se Juventud Peronista y sus candidatos electos en los recientes
mantuvo bajo la misma fórmula de articulación entre cul- comicios. 56 En el octavo (marzo 1973) y en el noveno (mayo
tura y política, a partir del quinto (marzo de 1972) la cues- 1973) también aparecerían una serie de documentos entre-
tión crudamente política empezó a cobrar más peso. Esto gados a Cámpora por la Juventud Peronista en los que se da-
se nota, por ejemplo, en que en dicho número se amplía ban instrucciones sobre las políticas a seguir en diferentes
notoriamente el espacio dedicado a la publicación de docu- áreas de gobierno (vivienda, universidad, inversiones ex-
mentos políticos así como en el hecho de que de ahí en ade- tranjeras). Otra clara marca de los cambios en la revista fue
lante aparecería sucesivamente en cada tapa una consigna que tras del nº 7 (octubre de 1972) los artículos destinados a
vinculada al proyecto nacional del peronismo de izquier- la problematización de las profesiones y a la crítica cultural,
da. “El socialismo nacional como objetivo”; “Peronismo que había caracterizado la publicación, desaparecieron. 57
- Frente de liberación”; “Perón vuelve”, “Peronismo: poder
y liberación”, “Gobernar es movilizar”, “Perón al poder”. 52
También en el quinto número aparece una nueva sección La vinculación con Montoneros
(que en general abriría cada número) titulada “Situación”,
en la que se resume la coyuntura política nacional y se sien- Más allá de los cambios operados entre el nº 1 ( julio de
tan las posiciones de la revista. No es un dato menor, para 1970) y el 9 (mayo de 1973) que mencionamos en el aparta-
comprender estos cambios, tener en cuenta que para marzo do precedente, ciertas cosas, como el subtítulo (Revista de
de 1972 ya estaba en marcha el proceso de unificación de política y ciencias sociales) o la forma en la que se presentaba
la Juventud Peronista que finalmente tendrá lugar en ju- institucionalmente el staff, se habían mantenido inaltera-
nio de ese año en un acto en la Federación de Box. Dicha das, al igual que su director (Arturo Armada) y tres de los
unificación será saludada en el número siguiente, el sexto miembros originales del Consejo de Redacción, Domingo
( julio 1972), a través de una consigna recuadrada que reza-
ba “Juventud Peronista. Unidad para Perón. Unidad desde 55 +ÄFWRU-&¼PSRUDp/HDOWDG\OLEHUDFLÎQqEnvido, n° 8, 1973, p. 5.
las bases. Unidad para la movilización popular”. 53 Mientras 56 &RQVHMR6XSHULRUGHOD-XYHQWXG3HURQLVWDp&RPSURPLVRFRQHOSXHEORqEnvido, n° 9, 1973, pp. 6-7.
el séptimo número (octubre 1972) se abriría (tras la nota de 57 3RUGDURWURHMHPSOR6DQWLDJR*RQ]¼OH]TXHKDVWDHQWRQFHVVHKDEÈDRFXSDGRGHKDFHUXQDFUÈWL-
FDSROÈWLFDGHODFXOWXUDHVFULELHQGRQRWDVVREUH0DUHFKDO$WDKXDOSD<XSDQTXL0DQ]L'LVFÄSROR
“Situación”) con un breve texto de Perón54 y el octavo con
\6¼EDWRHQORVQ•\UHDOL]DU¼FUÎQLFDVSROÈWLFDV0DUÈD7HUHVD%UDFKHWWDGHVFULEHDVÈHOWU¼QVLWR
unas palabras del entonces candidato a presidente, Héctor experimentado por la revista: “La aceleración de la coyuntura invierte en parte esta tendencia, y
ODUHYLVWDDGTXLHUHXQWRQRP¼VXUJHQWH\SUHRFXSDGRSRUSRQHUHQGHEDWHODVRSFLRQHVSROÈWLFDV
LQPHGLDWDVTXHVHDEUÈDQIUHQWHDOFUHFLHQWHGHWHULRURGHOJRELHUQRPLOLWDUODHVWUDWHJLDGHIRU-
52 (VWDVXFHVLÎQGHVXEWÈWXORVDSDUWLUGHOTXLQWRQÕPHURFRPRXQDPXHVWUDGHODFUHFLHQWHLQFLGHQ- WDOHFLPLHQWRGHODRUJDQL]DFLÎQSRSXODUHOFRQWHQLGR\ODYLUWXDOLGDGHV\ULHVJRVTXHLPSOLFDEDOD
FLDGHODSROÈWLFDHQODUHYLVWDKDVLGRGHVWDFDGDSRU%DUOHWWD   convocatoria a elecciones, la conformación del frente electoral, el inminente retorno de Perón,
53 Envido, n ° 6, 1972, p. 34. HQWUHRWURVWHPDV\ƬQDOPHQWHODVWDUHDV\UHVSRQVDELOLGDGHVTXHLQYROXFUDODOOHJDGDDOJRELHUQR
54 Juan Domingo Perón, “La normalización institucional”, Envido, n° 7, 1972, pp. 6-8. GH&¼PSRUDq %UDFKHWWD 
Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 343 344 Miguel Faigón
12/17
Bresci, José Pablo Feinmann y Santiago González. En el reflexivas, interpretativas, doctrinarias y teóricas, se pro-
décimo número (noviembre de 1973) desaparece el subtí- ponían recolocarlas en un nuevo marco en el que cobra-
tulo, Armada es consignado como “Responsable Editorial” sen verdadera eficacia política.
y el Consejo de Redacción es reemplazado por la figura de Al momento de dar cuenta de los motivos de estos cam-
“compañeros que participaron en la elaboración de este nú- bios, se aducía que tras los acontecimientos políticos ocu-
mero”, entre los que no aparecen ni Feinmann ni Santiago rridos desde la aparición del número anterior (mayo de
González. Otra diferencia del nº 10, respecto de los nueve 1973), se habían modificado las condiciones que podrían
anteriores, es la total ausencia de artículos firmados. 58 Todos haber permitido la continuidad cómoda de la “revista de
estos cambios indudablemente estuvieron vinculados con política y ciencias sociales”, ya que “la irrupción con con-
la decisión de la Dirección y del Consejo de Redacción de tornos insospechados de las más crudas manifestaciones
filiar la revista con la organización Montoneros. 59 de la lucha interna de primer plano obliga a formular
Sería recién tras dicha decisión, en el nº 10, que la revis- más vívidamente, fielmente, la estrategia de la revolución
ta volvería a reflexionar sobre sí misma luego de tres años, peronista”.61
asumiendo expresamente un cambio de proyecto en una El resto del número cobraba la forma de un exten-
nota editorial de título inequívoco, “Envido, nueva etapa”.60 so documento dividido en tres partes, que a su vez se
En dicha nota se hacía un balance de la experiencia de la organizaban en “capítulos” o subpartes. El primero,
revista, al tiempo que se planteaba un nuevo proyecto a “Conducción estratégica, guerra integral y movilización
llevar adelante. En lo referente al balance, se afirmaba que popular, artífices del triunfo del 11 de marzo”,62 comenza-
Envido había acompañado la incorporación a la conciencia ba afirmando que desde hacía dieciocho años coexistían
nacional de amplios sectores medios, profesionales y estu- dos poderes diferentes en la Argentina: por un lado el del
diantiles, siempre desde su inscripción en el Movimiento Estado-administrador, representante del imperialismo y
Peronista. El nuevo proyecto, por otro lado, consistiría en de la gran burguesía, que contaba con las fuerzas arma-
otorgarle un encuadramiento más concreto a su actividad. das como fuerza de ocupación, y, por otro lado, el poder
Para ello, afirmaba la editorial, el ámbito de la reflexión popular, clandestino y proscripto, expresado en el pero-
debía ser al mismo tiempo el de la organización política nismo. Esos dieciocho años eran vistos como escenario
del pueblo sin lo cual perderían su eficacia los esfuerzos de una larga y cruenta guerra en la cual el régimen había
interpretativos, los aportes doctrinarios y las construccio- intentado eliminar al peronismo a través de diferentes
nes teóricas. Este punto es interesante porque da cuenta de formas. A estos intentos del régimen, el peronismo, bajo
que la publicación y los intelectuales que estaban detrás la conducción estratégica (político-militar) de Perón, había
de ella, lejos de proponerse un abandono de las prácticas respondido a través de diversas tácticas y una única estrate-
gia que condujo a la situación actual.

58 (OQÕPHURFRQPHQRVDUWÈFXORVƬUPDGRVKDEÈDVLGRHO PD\RGH FRQWDQVÎORWUHV 61 Ibíd., p. 2.


59 (QHVWRFRLQFLGHQORVWHVWLPRQLRVGH)HLQPDQQ  \$UPDGD   62 p&RQGXFFLÎQHVWUDWÄJLFDJXHUUDLQWHJUDO\PRYLOL]DFLÎQSRSXODUDUWÈƬFHVGHOWULXQIRGHOGH
60 “Envido, nueva etapa”, Envido, n° 10, 1973, pp. 1-2. marzo”, Envido, n° 10, 1974, pp. 3-22.

Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 345 346 Miguel Faigón
13/17
Uno de los puntos destacados de este “capítulo” era su con la tercera presidencia de Perón) y la construcción del
planteo sobre cómo el enemigo había ido infiltrándose al socialismo nacional por el otro. En primer término, se di-
interior del propio Movimiento Peronista, sobre todo a tra- ferenciaba la conquista del gobierno (que se acababa de lo-
vés de la rama sindical, buscando acabar con el liderazgo de grar) respecto de la obtención del poder (lo que aún debía
Perón. Aunque la defección de la rama sindical a comien- alcanzarse). Pero la posesión del gobierno, además de ser
zos de la década de 1960 había debilitado y desorganizado clave para la reconstrucción nacional, era concebida como
al movimiento, sumiendo a las bases obreras en la desazón y instrumentalmente importante para la consecución del
la apatía, Perón había sabido mantenerlo unido dejando que poder popular y el socialismo nacional. De todas formas,
las diferencias internas se procesaran al calor del enfrenta- se afirmaba que lo fundamental iba a continuar siendo la
miento con el enemigo principal pero sin dejar de poner en organización y movilización del pueblo en el marco del
evidencia a los traidores. Movimiento Peronista bajo la conducción de Perón y con el
Otro tema que aparecía como significativo era el del “tras- impulso de los sectores leales y combativos, garantizando
vasamiento generacional”. Según se afirmaba, hacia fines de así el trasvasamiento generacional y la destrucción de las
los años sesenta los nucleamientos juveniles del peronismo rémoras reformistas y burocráticas.
habían comenzado a ganar protagonismo y Perón les había Por cuestiones de espacio no seguiremos avanzando
otorgado una mayor importancia dentro de su estrategia, sobre el resto del documento; baste decir que continua-
alcanzando su más alto nivel en la participación en la cam- ba funcionando sobre la lógica diagnóstico-prescripción
paña presidencial de Cámpora. Otro tanto había ocurrido y orientado a las discusiones y confrontaciones internas
con el desarrollo de las organizaciones político-militares a del peronismo, embanderándose detrás de la Juventud
comienzos de los años setenta, las cuales eran, se decía, una Peronista y de las organizaciones político-militares. Su pro-
manifestación de la ascendente combatividad popular y pia orientación, autodefinida cono “ortodoxia activa” (leal-
una parte importante de la estrategia de Perón. En su gue- tad a la conducción de Perón, pero recreando, experimen-
rra contra el régimen, Perón, en tanto líder del movimiento, tando y confrontando sus directivas y no solo acatándolas)
movilizaba distintas fuerzas y dispositivos, pero mientras era diferenciada tanto de la “ortodoxia pasiva y mecanicis-
algunos se articulaban con la estrategia de la toma del po- ta” (Guardia de Hierro) como de la “heterodoxia alternati-
der para la construcción del socialismo nacional (como la vista” (Peronismo de Base - Fuerzas Armadas Peronistas).
juventud y las formaciones especiales) otros (como el sector Una última cosa que quisiéramos rescatar es que a lo largo
sindical) cumplían tareas que se agotaban en la táctica. del número, sobre el final de algunos capítulos, había recua-
Mientras los primeros doce apartados de este “capítu- dros con consignas tales como “Cámpora leal”63 o “trasva-
lo” estaban dedicados a una reconstrucción histórica de lo samiento sindical para el socialismo nacional”,64 entre las
ocurrido en los dieciocho años anteriores, en el último se cuales se destacaba: “Montoneros, soldados de Perón”.65
proyectaba a futuro, reflexionando sobre las relaciones en-
63 Envido, n°10, 1973, p. 32.
tre gobierno y poder por un lado, y entre las tareas de re-
64 Ibíd., p. 22.
construcción nacional (que marcaban la etapa que se abría 65 Ibíd., p. 57.
Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 347 348 Miguel Faigón
14/17
Si comparamos la décima entrega de Envido con sus orientar su política a través de diagnósticos y prescripcio-
primeros números, no es difícil notar que “las líneas parti- nes.66 O sea, antes que seguir una lógica de subordinación a
darias” que animaban la revista habían cambiado radical- una línea programática ya definida, a lo que parecían aspi-
mente. De una publicación político-cultural y periodística rar quienes continuaban haciendo Envido, era a convertirse
que buscaba intervenir críticamente en diferentes áreas a en consejeros del Príncipe.67
través de una mirada politizada pero especializada, se ha-
bía convertido tres años después en una revista plenamente
política, teórico-programática, orientada a las disputas in- Conclusiones
ternas dentro del peronismo.
Para poder comprender mejor el significado de la ads- No puede perderse de vista que el clima social y políti-
cripción a Montoneros por parte de Envido es necesario co, a nivel nacional, bajo el cual surgió ATM fue muy di-
referir el espectacular crecimiento que había experimen- ferente a aquel en que lo hizo Envido y esto quizás expli-
tado dicha organización en pocos años. Montoneros había que algunas diferencias en sus apuestas originales. Si las
pasado de ser un relativamente reducido grupo armado Cátedras Nacionales y ATM habían venido a manifestar
en 1970 a ser una gran organización de masas articulada a entre 1967 y 1968, en el plano de las ciencias sociales y de
través de su estructura de superficie (fundamentalmente la la cultura universitaria, grietas en la calma del onganiato,
Juventud Peronista) que gozaba de una enorme capacidad Envido, en cambio, surgió a mediados de 1970 preparada
de movilización (Gillespie, 1987). No nos interesa aquí en- para acompañar la intensa convulsión social y política que
trar en detalles, sino simplemente remarcar que para 1973 sacudía la Argentina tras el Cordobazo. Esto explica pro-
Montoneros y la Juventud Peronista unificada bajo su órbita bablemente los diferentes subtítulos escogidos por ATM y
constituían organizaciones con un peso significativo en el
Movimiento Peronista y en la política nacional, y hegemo- 66 6XPDUFDGDLQVLVWHQFLDHQVHJXLUUHFRQRFLHQGRHQ3HUÎQXQFRQGXFWRULQGLVFXWLGRSRUHMHPSOR
nizaban al otrora atomizado “peronismo de izquierda”. Esta QR FRLQFLGÈD FRQ HO DOHMDPLHQWR TXH \D HVWDEDQ WRPDQGR ORV 0RQWRQHURV UHVSHFWR GHO YLHMR
General.
nueva coyuntura pareció clausurar hacia 1973, para quie-
67 6HJÕQ0DUÈD7HUHVD%UDFKHWWD  pEnvido estaba intentando seducir a Montoneros en una
nes se quedaron en Envido, otras formas de intervención en HVWUDWHJLD TXH VLQ URPSHU FRQ HO OÈGHU SXGLHUD VREUHSRQHUVH D OD DSURSLDFLÎQ H[FOX\HQWH GHO
la esfera pública que no se conectaran de modo directo y PRYLPLHQWR\GH3HUÎQTXHSURSLFLDEDODEXURFUDFLDVLQGLFDOq0DULDQD3R]]RQL  GHVWDFD
concreto con dicho proyecto político, en el cual deposita- correctamente ciertas disidencias veladas (y en algunos caso no tanto) expresadas en el docu-
PHQWRUHVSHFWRGHODOÈQHDVHJXLGDSRU0RQWRQHURV6LQHPEDUJRFUHHPRVTXHQRGHMDGHVHU
ban sus expectativas revolucionarias. Es importante desta-
VLQWRP¼WLFRHOKHFKRGHTXHTXLHQHVODQ]DEDQHVWDVFUÈWLFDV\DOHQWDEDQFLHUWRFDPELRGHUXPER
car, de todas maneras, que si bien la publicación seguía la tuvieran ahora la necesidad de hacerlo desde adentro, seguramente, alimentando la esperanza
línea movimientista propiciada por el discurso montonero GHVHUHVFXFKDGRV'HWRGDVPDQHUDVHVWRQRRFXUULUÈD0RQWRQHURVFRQWLQXDUÈDXQFDPLQRGHle-
en sus confrontaciones con la “burocracia sindical” y en sus ninización\GHHQIUHQWDPLHQWRFRQ3HUÎQ\GHMDUÈDGHDSR\DUODSXEOLFDFLÎQGHODUHYLVWD$OJXQRV
PHVHVGHVSXÄVGHODDSDULFLÎQGHOÕOWLPRQÕPHURHQPDU]RGHVHSURGXFLUÈDXQDHVFLVLÎQ
discusiones con las posturas “alternativistas”, es también
LQWHUQDHQ0RQWRQHURVTXHGDUÈDRULJHQDOD-3/HDOWDG P¼VDSHJDGDDOPRYLPLHQWLVPR\DOOLGH-
notoria su búsqueda de influir sobre dicha organización, de UD]JRGH3HUÎQ HQODTXHWHUPLQDUÈDQPLOLWDQGRFRQODH[FHSFLÎQGH%HUQHWWLORVPLHPEURVGHO
staƪ de Envido.

Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 349 350 Miguel Faigón
15/17
Envido; mientras la primera eligió denominarse sencilla- creativa y autonomía de movimiento. Esta nos parece que
mente como “revista de ciencias sociales” (aunque nunca era la situación en la que operan los colectivos que hacían
ocultó sus intenciones de ir de lo científico-social hacia la Envido y ATM en sus primeras etapas. Es que efectiva-
política) la segunda prefirió hacerlo como “revista de polí- mente, “el pueblo”, “la nación”, “la liberación nacional”, el
tica y ciencias sociales”, invocando, desde el comienzo, un tercer mundo” y “el socialismo nacional”, pero también
vínculo menos mediato con lo político. Otra diferencia, que Perón y el peronismo, más que como efectivos controles
también podría explicarse a partir de la diferente coyuntu- de sus prácticas simbólicas, funcionaban como dioses que
ra en la que surgieron, es que mientras ATM estuvo domi- servían de refuerzo a las mismas. La instancia que arti-
nada por artículos “tipo ensayo” hasta 1971, careciendo en culaba dichos colectivos como partidos eran las propias
general de referencias a los acontecimientos políticos más revistas,68 es decir, que estos podían todavía gestionarse
inmediatos, Envido incluiría notas y crónicas periodísticas sus propias “líneas partidarias”.69 Para los colectivos in-
referidas a la candente actualidad política desde su primer telectuales, sumergirse plenamente en una organización
número. Es decir, mientras una buscará constituirse como política que juega su suerte en el campo de poder pue-
una revista de temario tangencial al del resto de las publica- de implicar someterse a un Príncipe fuerte que les pro-
ciones de ciencias sociales, la otra seguirá esa estela pero le vee una línea orgánica y condiciona su libertad creativa al
agregará periodismo político. igual que su capacidad para autogestionar los criterios de
Pese a estas diferencias de origen, ATM y Envido pare- acción e intervención.
cen trazar un recorrido bastante similar. Ambas surgen Esto último les ocurrió a ambas publicaciones aunque
animadas por colectivos intelectuales universitarios pero- por diferentes recorridos. ATM comenzaría un proceso de
nizados vinculados a la Facultad de Filosofía y Letras de la vinculación en 1971 con el PB justo cuando se agudiza el
UBA. Ambas nacen con fuertes apuestas teóricas vincula- conflicto social en la Argentina y cuando, por otro lado, las
das a las ciencias sociales en la Argentina y en ambas esa Cátedras Nacionales quedaron momentáneamente margi-
apuesta busca articularse de modo más o menos inmediato nadas de la universidad. A medida que dicho vínculo se fue
con las luchas políticas por la liberación nacional y, final- afianzando, fueron desapareciendo los rastros del proyecto
mente, ambas terminan dejando de lado la misma al inte- original de la revista que se convirtió en una publicación
grase a organizaciones y proyectos políticos del peronismo periodística del PB. Envido, en cambio, terminaría inte-
revolucionario. grándose a Montoneros en la medida en que esta organi-
Cuando Terán caracteriza como “efecto Prigogyne” la zación fue logrando hegemonizar y unificar, a través de la
situación de la nueva izquierda intelectual argentina entre Juventud Peronista, la antes atomizada izquierda peronista.
1956 y 1966, quiere indicar que si bien por un lado ésta ha-
llaba en el dios de la revolución un reforzamiento para sus 68 En el caso de ATM WDPELÄQSXHGHSHQVDUVHHQODV&¼WHGUDV1DFLRQDOHVGHODVFXDOHVWDPSRFR
SRGUÈDGHFLUVHTXHFRQVWLWX\HUDQXQ3UÈQFLSHIXHUWH
proyectos culturales, por otro lado dichos proyectos care-
69 (VWRQRVLJQLƬFDEDTXHTXLHQHVKDFÈDQODVUHYLVWDVHQVXVSULPHUDVHWDSDVQRWXYLHUDQWDPELÄQ
cían de una inserción fuerte en el Estado o en organiza- LQVFULSFLRQHV PLOLWDQWHV H[WUDLQWHOHFWXDOHV SHUR ODV PLVPDV QR WHQÈDQ WDQWR SHVR VREUH HOORV
ciones sociales o políticas que le pusiera coto a su libertad FRPRSDUDGHWHUPLQDURFRQWURODUGHPRGRHVWULFWRVXVSU¼FWLFDVFXOWXUDOHV
Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 351 352 Miguel Faigón
16/17
   p/DV n&¼WHGUDV 1DFLRQDOHVo GHO nRQJDQLDWRo DO nVRFLDOLVPR QD-
Pero en este caso, los miembros de Envido aspiraron a parti- FLRQDOoqII Encuentro Internacional. Teoría y práctica política en América Latina.
cipar en la elaboración teórico-programática y ser escucha- Nuevas derechas e izquierdas en el escenario regional. Mar del Plata, Universidad
dos por el Príncipe antes que adaptarse incuestionadamen- Nacional de Mar del Plata.
te a sus mandatos.    p/DV &¼WHGUDV 1DFLRQDOHV XQD H[SHULHQFLD QDFLRQDOSRSXOLVWD
DO LQWHULRU GH OD )DFXOWDG GH )LORVRIÈD \ /HWUDV GH OD 8%$q %ULWRV &DVWUR $
*UDPDJOLD3\/DULR6 HGV Intersticios de la política y de la cultura latinoa-
mericana: los movimientos sociales. Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba.
Bibliografía
. (2013). “Antropología 3er Mundo y el abortado proyecto de una ciencia
$OWDPLUDQR&  Peronismo y cultura de izquierda%XHQRV$LUHV6LJOR;;, social “nacional y popular”, XV Congreso Nacional de Filosofía. AFRA. Selección
de trabajos8QLYHUVLGDG1DFLRQDOGH7UHVGH)HEUHUR
$UPDGD$  (QWUHYLVWD(Q%HOWUDPLQL55DƪRXO1Orígenes y evolución
de la Revista Envido en palabras de su director(QOÈQHDKWWSZZZFURTXH-    p/D PRQWRQHUL]DFLÎQ GH OD L]TXLHUGD MXYHQLO SHURQLVWD 
WDGLJLWDOFRPDULQGH[SKS"RSWLRQ FRPBFRQWHQW WDVN YLHZ LG  ,WHPL 1973): el caso de la revista Envido”, Polhis, n° 13, pp. 134-151.
G !
Feinamnn, J. P. (2000). “La historia con pasión”, Página 12, 11 de marzo, contratapa.
%DUOHWWD$0  p3HURQL]DFLÎQGHORVXQLYHUVLWDULRV  (OHPHQWRV
SDUD UDVWUHDU OD FRQVWLWXFLÎQ GH XQD SROÈWLFD XQLYHUVLWDULD SHURQLVWDq Gillespie, R. (1987). Soldados de Perón. Los monotoneros%XHQRV$LUHV*ULMDOER
Pensamiento universitario, n° 9, pp. 82-88.
*RQ]¼OH]+  pEnvidoXQIUHQWHLQWHOHFWXDOHQHOORGRGHOOHQJXDMHSROÈWLFRq
  p8QDL]TXLHUGDXQLYHUVLWDULDSHURQLVWD(QWUHODGHPDQGDDFDGÄ- Envido. Revista de política y ciencias sociales. Tomo I (1970-1972). Edición facsimi-
PLFD\ODGHPDQGDSROÈWLFD  qPrismas. Revista de Historia Intelectual, lar%XHQRV$LUHV%LEOLRWHFD1DFLRQDO
n° 6, pp. 275-286.
Gutiérrez, G. (2009). “Antropología 3er Mundo&XDWURGÄFDGDVDOJXQDVUHƮH[LRQHV
%DUOHWWD$0/HQFL/  p3ROLWL]DFLÎQGHODVFLHQFLDVVRFLDOHVHQOD$UJHQWLQD sobre el contexto de origen”, Antropología 3er Mundo. Selección de artículos.
Incidencia de la revista Antropología 3er Mundo 1968-1973”, Sociohistórica. %XHQRV$LUHV)DFXOWDGGH)LORVRIÈD\/HWUDVGHOD8QLYHUVLGDGGH%XHQRV$LUHV
Cuadernos del CISH, n° 8, pp. 177-199.
2o'RQHOO*  El estado burocrático autoritario%XHQRV$LUHV3URPHWHR
%UDFKHWWD07  p(OSHURQLVPRFRPRnVRFLDOLVPRQDFLRQDOo(OSURJUDPDGH
la revista Envido HQODFR\XQWXUDGHOUHWRUQRGHOSHURQLVPRDOSRGHUq(QOÈQHD 3R]]RQL0  p8QDPLUDGDVREUHODPLOLWDQFLDHQORVSULPHURVDÌRV{nDWUD-
KWWSUHGHVSHURQLVPRFRPDUDUFKLYRV&'%UDFKHWWDSGI! YÄVGHODUHYLVWD{Envido{  qNuevo Mundo Mundos Nuevos(QOÈQHD
KWWSQXHYRPXQGRUHYXHVRUJ"ODQJ HQERG\IWQ!
   p,QWHOHFWXDOHV GHPRFUDFLD \ GHEDWH SÕEOLFR KRMHDGD
D XQD WUD\HFWRULD TXH FUX]D WUHV GÄFDGDVq XIV Jornadas Interescuelas 6DUOR%  p,QWHOHFWXDOHV\UHYLVWDVUD]RQHVGHXQDSU¼FWLFDqLe discours cul-
de historia (Q OÈQHD KWWSVZZZDFDGHPLDHGX,QWHOHFWXDOHVB turel dans les revue latinoaméricaines 1940-1970Q‹SS
GHPRFUDFLDB\BGHEDWHBSXEOLFR!
. (1993). “El rol de las revistas culturales”, Debate, n° 12, pp. 11-15.
De Riz, L. (2000). La política en suspenso%XHQRV$LUHV3DLGÎV
7HU¼Q2  Nuestros años sesenta. %XHQRV$LUHV(OFLHORSRUDVDOWR
)DLJÎQ0  p5HSUHVHQWDFLRQHVGHOD6RFLRORJÈD8QLYHUVLWDULDHQORVnGH
ODnVRFLRORJÈDFLHQWÈƬFDoDOnSHQVDPLHQWRQDFLRQDO\SRSXODUoq5XELQLFK/et al.,
50 Aniversario de la Carrera de Sociología. VII Jornadas de Sociología. Pasado,
presente y futuro. 1957-2007%XHQRV$LUHV8QLYHUVLGDGGH%XHQRV$LUHV

Antropología 3er Mundo y Envido: las revistas del nacional-populismo universitario en los años setenta 353 354 Miguel Faigón
17/17

Вам также может понравиться