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CASO
EL ENVENADO

DATOS GENERALES:

1. Víctima: Alberto Ruíz De las Casas (58 +)

2. Imputados:

a. Omar Ruíz Goitizolo (25): Hijo de Alberto

b. Elizabeth Benedetti de Ruíz (56): Cuñada de Alberto

3. Testigos
a. Alejandro Ruíz De las Casas (55): Hermano de Alberto
b. Alexia Esclavos Santander (36): Esposa de Alberto
c. Adelaida Arteaga Calderón (50): Ama de llaves

4. Otros personajes
a. Ana María Goitizolo Vargas (30 +): Difunta esposa de Alberto y madre de Omar

RELATO DE HECHOS:

1. Cuando joven, Alberto mantuvo una relación sentimental con Elizabeth por 07 años, llegando incluso a
hacer planes de matrimonio.

2. Sin embargo, Alberto hastiado de los celos enfermizos de Elizabeth decide dar por concluida la relación
sentimental.

3. Al cabo de 06 meses, Alberto contrae nupcias con Ana María, quien después de 02 años fallece de cáncer
terminal.

4. Producto de este matrimonio nació Omar, quien desde pequeño fue criado por su nana Adelaida, debido a
que Alberto, su padre, se dedicó de manera casi exclusiva a sus negocios hoteleros.

5. Al cabo de 10 años, Alberto contrae nupcias con Alexia, joven mujer estéril.

6. El matrimonio de Alberto con Alexia produjo en Omar, un adolescente de 11 años, un fuerte

resentimiento hacia su padre, y celos extremos hacia Alexia.

7. Por su parte Elizabeth, poco después del nacimiento de Omar, contrajo nupcias con Alejandro, hermano
de Alberto, por entonces empresario medianamente próspero, quien con el paso de los años vio entrar en
crisis a sus empresas, a pesar de ser desde siempre muy unido a su hermano Alberto.

8. Alberto, preocupado por sus seres queridos hizo un testamento en donde se incluía como herederos
forzosos a Omar y a Alexia, y a Alejandro y a Adelaida como herederos de su porcentaje de libre
disposición hereditaria (25% y 05%, respectivamente).

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9. En agosto de 2003, Alberto comenzó a sentir malestares respiratorios acompañados de nauseas y
constantes dolores de cabeza.

10. Con el paso del tiempo, su salud se fue deteriorando cada vez más, al punto de no poder alimentarse de
forma normal, sino con sondas.

11. Ya en noviembre de 2003, Alberto sufre un ataque cardiaco que lo lleva al estado de coma, muriendo en
enero de 2004.

12. Durante el tiempo que Alberto sufrió el extraño mal hasta su muerte, los médicos especializados fueron
incapaces de encontrara la causa de dicho mal. Además, Alberto no logró responder satisfactoriamente a
ninguno de los tratamientos médicos a los que fue sometido.

13. Realizada la necropsia se encontró arsénico en el organismo de Alberto.

14. Alberto fumaba a diario un habano. Su marca preferida era “Cohiba Corona”, una marca cubana de
habanos que Alejandro, su hermano, le traía periódicamente a su casa debido a que tenía un contacto que
los conseguía en un excelente precio.

15. Desde inicios de 2002 Alejandro le pidió a su esposa, Elizabeth, que se ocupara de la compra de los
habanos, debido a que sus ocupaciones laborales lo mantenían demasiado tiempo en la oficina y se le
dificultaba atravesar la ciudad para encontrarse con su contacto.

16. Elizabeth realizaba quincenalmente el encargo de su esposo y le entregaba a Alejandro una caja cerrada
de quince habanos Cohiba Corona.

17. Por otro lado, se determinó también que Adelaida, Omar y Alexia tenían acceso directo a la sala de
Alberto, donde se encontraban los habanos que fumaba a diario.

DATOS ADICIONALES VINCULADOS A LA INVESTIGACION PREPARATORIA:

1. Se encontraron rastros de Arsénico en los habanos que Alberto solía fumar.

2. Todas las personas vinculadas a los hechos conocían del testamento.

3. Alejandro y Elizabeth visitaban constantemente la casa de Alberto.

4. Los habanos de Alberto siempre estaban en la mesa central de la sala de la casa.

5. A mediados del 2003, Elizabeth y Alberto discutieron. Ella le increpó su desinterés por la situación
económica de Alejandro. Asimismo, le increpó sobre el 05% de la herencia que le estaba dejando a
Adelaida, cuando ese porcentaje debía de ser para Alejandro, por ser su hermano.

6. Finalmente, la discusión se extendió hasta aspectos de la relación sentimental que mantuvieron años
atrás, pues Elizabeth deseaba reiniciar, aunque subrepticiamente, la relación con Alberto, a lo que recibió
el rechazo de éste.

DATOS ADICIONALES SOBRE LOS PERSONAJES:

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1. Alexia Esclavos Santander (esposa)

a. Su padre, dueño de una cadena de hoteles, quebró cuando ella tenía 20 años, situación que la sumió
en una depresión, puesto que estaba acostumbrada a comodidades.

b. Estando ya casada con Alberto, elaboró una serie de proyectos con la finalidad de tener sus propios
negocios en la rama hotelera, a lo que siempre recibió la negativa de Alberto.

c. De profesión Administradora de empresas.

2. Omar Ruíz Goitizolo (25): Hijo de Alberto

a. Abogado de profesión. Graduado con honores. Es especialista en Derecho Empresarial

b. Se desempeñaba como Asesor Legal de la cadena hotelera de Alberto.

c. Resentido con su padre por su falta de atención y cariño.

d. Adelaida suplió la figura de su madre.

3. Adelaida Arteaga Calderón (ama de llaves)

a. Conoció a Alberto desde que estaba casado con Ana María, madre de Omar, trabajando en la casa de
ambos.

b. Omar suplió la figura del hijo de nunca pudo tener.

c. Tenía confianza absoluta de Alberto, llegando a conocer los aspectos más íntimos de él.

4. Alejandro Ruíz De las Casas (hermano de alberto)

a. Resentido con Alberto por haber sentido ser la sombra de él.

b. Pese a la crisis de sus empresas, nunca le pidió, por orgullo, ayuda a Alberto.

c. Su inseguridad lo llevó a ser fácilmente influenciable y manipulable.

5. Elizabeth Benedetti de Ruíz

a. Ambiciosa e inestable emocionalmente, presentaba patologías en su personalidad.

b. Nunca dejó de estar enamorada de Alberto, tanto que quería reiniciar, aunque subrepticiamente, la
relación con él.

6. Alberto Ruíz De las Casas

a. Le gustaba fumar habanos. Lo hacía diariamente.

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INFORME POLICIAL

En Lima, siendo el 9 de Enero del año 2004, a las 23.00 horas el Tco. Yañez PNP y el Tco. Peralta se
apersonaron a la Av. El Golf de las alamedas La Molina al haber recibido una llamada telefónica de la Sra.
Alexia Esclavos Santander, informando el fallecimiento de su esposo Alberto Ruíz de las Casas.

Al llegar encontramos a un hombre vestido con pijama de aproximadamente 50 años de edad, de raza blanca,
acostado boca arriba, de aproximadamente 1.85 de estatura, no mostrando ningún tipo de lesión en rostro y
manos.

El dormitorio lo encontramos perfecto orden, limpio, advirtiéndose la existencia de un tanque de oxígeno,

por lo que se deduce que era una persona con tratamiento.

En la habitación se encontraba la Sra. Alexia Esclavos, esposa del occiso y el médico de cabecera Dr. Carlos
Gamarra, quien refirió que nunca se pudo determinar la causa de la enfermedad del occiso que finalmente
desencadenó en su muerte.

Entrevistada la Sra. Alexia Esclavos, esta refirió que su hijo político Omar Ruíz no llevaba una buena
relación con su padre, desde muy niño, que éste vivía resentido con su padre y con ella. Además informó
que Alberto había dejado un testamento en el cual señalaba que adicionalmente a la parte que les
correspondía, como herederos forzosos, Omar tomaría el control y dirección absoluto, por acuerdo de
directorio de la Cadena Hotelera de propiedad del occiso.

De esta manera se procedió a elaborar un acta de registro del dormitorio de Omar Ruíz Goytizolo. Se adjunta
anexos.

INFORME AMPLIATORIO

Con fecha 11 de Enero del 2004, se ha recibido el informe del laboratorio que señalaba que la causa de la
muerte de Alberto Ruiz De las Casas, se produce por envenenamiento con arsénico.

Por otro lado, se ha efectuado un acta de registro del dormitorio de Omar Ruiz Goytizolo, donde se
encontraba la boleta de compra Nº 008812, de laboratorios químicos americanos, de fecha 15 de julio del
2004, donde entre otras sustancias, consta la compra de arsénico.

Teniéndose en cuenta las testimoniales, las pericias efectuadas, así como las instrumentales, consideramos
que Omar Ruíz Goytizolo resulta ser el presunto autor del homicidio de Alberto Ruíz De las Casas.

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POLICIA NACIONAL DEL PERU
DIRECCIÓN DE CRIMINALISTICA – DEPARTAMENTO DE QUÍMICA FORENSE
“CIENCIA Y VERDAD”
Complejo Policial Walter Rosales León -Av. Aramburú 550 6º piso Surquillo

DICTAMEN CLÍNICO FORENSE Nº 444 - 05

EXAMEN:
Nombre: Ruiz de las Casas, Alberto
Fecha: 10 de Enero 2004
Hora: 12m

APRECIACIÓN CLÍNICO FORENSE:

Descripción:
Persona de raza blanca, contextura delgada, de aproximadamente 60 años de edad, talla 1.78m, cabello negro
canoso, ojos negros, rigidez cadavérica. No presenta cicatrices ni tatuajes.

Examen Ectoscópico:
No se aprecian lesiones.

Cavidad craneana:
Estado normal de tejidos, edema en zona encefálica

Cavidad toráxica:
Corazón dilatado, engrosamiento de paredes del miocardio. Pulmones en estado normal.

Cavidad abdomino persiana:

Se tomaron muestras para exámenes interiores

CONCLUSIONES:

La persona de Alberto Ruiz Casas presenta un infarto en el miocardio, según descripción del corazón en el
protocolo de necropsia se han enviado muestras para el examen toxicológico en el contenido gástrico. Hora
aproximada del deceso: 10 horas antes de practicado el presente examen.

Dr. Juan Sánchez

Médico Forense

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POLICIA NACIONAL DEL PERU

DIRECCIÓN DE CRIMINALISTICA – DEPARTAMENTO DE QUÍMICA FORENSE

DICTAMEN DE EXAMEN QUÍMICO Nº 31021

A. Procedencia: División de Delitos contra la Vida

B. Caso: Envenenamiento por Arsénico de Alberto Ruiz de las Casas (50)

C. Examen: Pericia química

D. Lugar: Sala de exámenes PQ- DDCV

E. Fecha: 15 de enero de 2004

F. Hora: 10:30 a.m.

G. Antecedente:
Teniéndose indicios suficientes para considerar que Alberto Ruiz de las Casas murió de un infarto cardiaco y
debilitamiento corporal producto de un progresivo envenenamiento con arsénico, sustancia venenosa que se
habría encontrado en los habanos que la víctima solía fumar, es que se procede a realizar el respectivo
examen químico a los mencionados objetos.

H. Resultados:
1. Fueron sometidos a pruebas químicas un total de 13 habanos cubanos de doble filtro, de marca Regis.
2. Los habanos analizados se encontraban en una caja con capacidad para 33 habanos, identificada con el nº
35, número colocado por la Policía de Investigaciones
3. Los 13 habanos fueron expuestos a tres distintos reactivos químicos, para determinar la existencia del
arsénico, la ubicación del mismo, y la cantidad de veneno que contenía cada uno de ellos.
4. Los resultados en los 13 habanos fueron positivos.
5. Existencia de arsénico: los 13 habanos registran la presencia del veneno.
6. Ubicación: en los 13 habanos el arsénico fue encontrado en el filtro de los mismos, vale decir en la zona
que se coloca en los labios para que puedan ser fumados.
7. Cantidad: en promedio la cantidad de arsénico en cada habano era de 0.2 ml
8. Se establece además que al ser fumado cada habano, el fumador queda envenenado con aprox. 0.15 ml de
arsénico.

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I. Conclusiones:
1. Los habanos que solía fumar Alberto Ruiz de las Casas estaban envenenados con arsénico.
2. La cantidad de arsénico en los habanos es suficiente como para causar serios trastornos en la salud de
quien los fume de manera regular
3. En los casos de envenenamiento progresivo con mínimas cantidades como 0. 15 ml de dosis diaria de
arsénico, los primeros deterioros en el organismo son imperceptibles, siendo éstos cada vez mayores
transcurridos unos 6 meses, pese a consumirse la misma cantidad de veneno.
4. En la última fase de envenenamiento los órganos más afectados son los pulmones y el corazón.
5. Cuando los daños ocasionados por el arsénico son irreversibles, resulta irrelevante el que no se continúe
con el envenenamiento.

Mayor PNP Ignacio Pastor Portugal

El Perito

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ACTA DE REGISTRO DOMICILIARIO

En Lima, siendo las 11 y 30 pm del 09 de enero, presentes en la Avenida el Golf de las Alamedas – La
Molina, tanto el Sub Oficial PNP Técnico Yañez, como las señoras Alexia Esclavos Santander y Adelaida
Arteaga Calderón, proceden a ingresar al dormitorio de Omar Ruíz Goitizolo, el cual se encuentra ubicado en
el segundo piso del referido inmueble.
Ingresando al dormitorio, se advierte que éste es de treinta y cinco metros cuadrados aproximadamente,
existe una cama de dos plazas cubierta con un cubrecamas de estampados tribales, negro con blanco y
sábanas blancas, además encima de un mueble para televisión se encuentra un televisor de 29” así como un
DVD, en las esquinas superiores del cuarto están adheridos parlantes, asimismo se aprecia un closet de pino,
el cual contiene ropa de hombre; por otro lado existe un escritorio, en el que se encuentran diversos libros de
derecho, y en uno de esos libros “Delitos Contra la Administración Pública” de Fidel Rojas Vargas se
encuentra una factura Nº 0984940 emitida por el Laboratorio “Farmaindustria” en donde se da cuenta que la
persona de Omar Ruíz Goitizolo ha adquirido con fecha 24 de julio del 2003 los siguientes productos:
benzofenona (35 gramos), dioxido de titanium (15 gramos), y arsénico (40 gramos). Asimismo se encuentra
en esta habitación una cómoda encima de la cual hay relojes y esclavas de oro, así como una fotografía del
dueño del cuarto- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Siendo las 11 y 50 de la noche se concluye la presente diligencia, firmando los testigos en señal de
conformidad así como el Policía Instructor - - - - - - - - - - -

Técnico Yañez
Sub Oficial PNP

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DECLARACIONES

DECLARACIÓN DE OMAR RUIZ

En Lima, siendo el 10 de enero de 2004, a las 2:00 p.m., comparece Omar Ruíz Goitizolo, soltero, de 25 años
de edad, abogado, con documento de identidad N° 41874599, domiciliado en Av. El Golf de las Alamedas,
La Molina; ante la Policía de Investigaciones rinde la siguiente manifestación:

El día en que falleció mi padre yo me encontraba trabajando en la cadena hotelera, propiedad de mi padre.
Ahí me desempeño como asesor legal en temas comerciales y empresariales. Trabajo en esa empresa desde
hace dos años, fecha en que me gradué de la facultad de Derecho de la Universidad de Lima, obteniendo el
primer puesto de mi promoción.

De pequeño no pude compartir muchos momentos con mi padre, razón por la cual mi infancia transcurrió
entre los cuidados de Adelaida, que me dio mucha atención y cariño. Cuando mi padre volvió a casarse en
principio tuve una relación de lejanía con Alexia; imagino que mi edad me impedía ver que la felicidad de mi
padre era importante y que él tenía derecho a rehacer su vida. Cuando fui creciendo comprendí esto y asumí
que mi padre era un hombre de negocios muy ocupado. Eso me enseñó a entender que si trabajaba duro, era
para que a mi no me faltara nada.

Sé que todos piensan que mi relación con mi padre era distante, porque no compartíamos demasiados
momentos juntos, como una familia. Pero de allí a creer que yo hice algo para ponerlo en la situación que lo
llevó a la muerte… eso es algo absolutamente imposible. Yo amaba a mi padre.

Registraron mi cuarto y encontraron en uno de mis libros una boleta de arsénico. Eso es lo que los llevó a
acusarme. No tengo la más remota idea de cómo eso pudo llegar allí, jamás había visto esa boleta y de hecho
el libro en que la encontraron es un libro que usaba cuando estaba en la Universidad, pero que no he abierto
en mucho tiempo. Es un libro que compré cuando cursé Derecho Penal parte especial y que no he vuelto a
ver, ya que me especialicé en derecho empresarial, como ya he dicho.

Pero cualquiera que conozca nuestra casa y nuestra forma de vida sabe que siempre hemos sido abiertos y
que cualquiera de las personas allegadas que concurrían a la casa tenía posibilidad de entrar a cualquier
cuarto. Estoy seguro de que el verdadero autor de este horrendo delito quiso incriminarme y por eso apareció
allí la boleta. Sé que no fue Adelaida, porque ella estuvo al lado de mi padre hasta el último momento.
Tampoco creo que Alexia haya tenido esa intención; ella amaba a mi padre por sobre todas las cosas y estuvo
dispuesta a sacrificar su carrera para acompañarlo y cuidarlo con la mayor dedicación hasta su último
suspiro.

Elizabeth en cambio ha sido siempre una persona resentida. Nunca perdonó a mi padre que se casara con otra
y toda la vida hizo comparaciones entre él y mi tío; siempre buscó la desunión de la familia y rondó a mi
padre como si no estuviera casada con su hermano. Claro que yo hablaba con ella, pero esto se debía a
razones estrictas de educación; era la esposa de mi tío, el único hermano de mi padre, y no era yo la persona
que tenía que hacerle un desplante. Siempre que ella se acercó a mi yo traté de ser atento pero no me
atrevería a poner las manos en el fuego por una persona así.

Trabajo en la empresa de mi padre porque los dos teníamos una meta, que es posicionar la cadena de hoteles
“Melody” como la mejor del mercado peruano. Juré sobre la tumba de mi padre que voy a cumplir los sueños
que teníamos juntos.

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DECLARACIÓN DE ELIZABETH BENEDETTI DE RUIZ

En Lima, siendo el 10 de enero de 2004, a las 2:00 p.m., comparece Elizabeth Benedetti de Ruiz, casada, de
56 años de edad, con documento de identidad N° 24763926, domiciliada en Av. El Golf de las Alamedas, La
Molina; ante la Policía de Investigaciones rinde la siguiente manifestación:

El día en que falleció Alberto yo estaba en mi casa, coordinando algunas tareas que tenía atrasadas. Nos
avisaron prácticamente al segundo del suceso; yo le di la noticia a mi marido, el hermano de Alberto. Fue un
momento realmente horrible, nosotros le teníamos un gran aprecio a Alberto.

Es cierto que yo mantuve una relación sentimental de 7 años con Alberto; y fuimos muy felices durante ese
tiempo. Yo fui la responsable del rompimiento, era joven y todo me causaba celos, no lo dejaba en paz ni de
noche ni de día; asumo que durante mucho tiempo mi actitud hacia él fue prácticamente de acoso. Cuando
decidió terminar conmigo estaba muy dolida, pero encontré en Alejandro el consuelo y la quietud que
necesitaba para calmar mi vida y para templar mi carácter. Con él encontré una relación estable, equilibrada.
Y hemos sido inmensamente felices durante todo este tiempo.

En los últimos años a Alejandro no le ha ido muy bien en sus negocios, pero es demasiado orgulloso como
para recurrir a su familia. Siempre le tuvo mucho respeto a Alberto y no quería pedirle favores, siempre dijo
que quería mostrarle a su hermano que podía salir adelante solo. Sin embargo, en los últimos tiempos hemos
tenido muchas dificultades financieras y esa fue la principal razón por la que yo comencé a frecuentar más
que de costumbre la casa de Alberto: fui a hablar con él para ver si podía ayudar a Alejandro con sus
problemas económicos, ya que lo veía muy deprimido por nuestra situación y temía que se enfermara. Una de
las veces que fui a hablar con Alberto tuvimos una discusión muy fuerte, porque él me dijo que no podía
ayudar a Alejandro si no se lo pedía él directamente. A mi eso me enfureció, porque yo sabía que Alberto
conocía a su hermano y sabía que él nunca le iba a pedir ayuda en forma directa; por lo que cuando me dijo
eso yo lo interpreté directamente como una negativa a ayudar a mi marido. Y le dije en la cara que me parecía
una actitud absolutamente egoísta, que él tenía todo y que no podía entender por qué se negaba a ayudar a
quien era su sangre. Me salí de mis casillas.

Luego me di cuenta que no podía dejar las cosas así y le pedí disculpas. Intenté varias veces pedirle por
Alejandro, pero su respuesta fue siempre la misma. No puedo negar que esta actitud me parecía injusta, pero
jamás quise hacerle mal. Sé que en su casa todos pensaban que yo lo odiaba, que tenía resentimientos hacia
él, pero eso no es verdad. Si no fuera por él, yo no habría podido construir la relación que construí con
Alejandro, con quien soy muy feliz.

Seguramente Adelaida les dirá que yo fui a buscarlo varias veces. Ella no me quiere, siempre me consideró
una “caza fortunas” y cuando me casé con Alejandro, según ella, eso se comprobó. Nunca tuvimos una buena
relación porque yo siempre le puse límites, no me parece adecuado que la gente de servicio se crea con
autoridad para decidir en temas de la familia. Y ella supo que yo le reclamé a Alberto el considerarla para
legarle una porción de su herencia que, sigo sosteniendo, debió dejarle a su sangre. Siempre pensé eso y lo
sigo pensando hasta el día de hoy. Pero eso no me parece motivo suficiente como para que crean que yo lo
maté. Con relación a mi supuesto acuerdo con Omar, eso es un disparate total. Las veces que hablé con él fue
sólo para cruzar frases de cortesía.

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DECLARACIÓN DE ALEXIA ESCLAVOS SANTANDER (36)

El 10 de enero a las 11:00 a.m., Alexia Esclavos Santander de 36 años, de nacionalidad peruana, identificada
con Documento Nacional de Identidad Nº 10636078, domiciliada en Av. El Golf de las Alamedas, La Molina,
de estado civil casada (viuda); ante la Policía de Investigaciones rinde la siguiente manifestación:

Soy esposa de Alberto Ruíz De las Casas, y madre política de Omar Ruíz Goitizolo. Alberto y yo éramos una
pareja de esposos feliz. Vivíamos juntos, nos encantaba irnos de viaje, conocer lugares, etc. Lo conocí en una
reunión social. Él en esa época era viudo de la mamá de Omar. Cuando nos casamos, Omarcito tenía 11 años
de edad.

Sobre Omar, puedo decir que me parece que nunca superó la pérdida de su madre, y creí y creo, que eso es
natural, se trata de su madre. Creo que es por eso que nunca me aceptó. Siempre, desde niño, le increpaba a
Alberto el hecho que se haya casado conmigo. Incluso me lo decía a mí. Por eso, en varias oportunidades le
decía a Alberto que ayudara a Omar, que le diera tratamiento psicológico, pero él creía que se le iba a pasar.

Con los años fue acrecentándose la situación con Omar. Pero, a pesar de ello mi relación con Alberto era muy
estable, él siempre tuvo las cosas claras y me decía que la situación con Omarcito no alteraban nuestra
relación y que ya se le iba a pasar. Pero nunca se le pasó.

Al final, Omar decidió ser parte de la cadena hotelera de Alberto, y como es lógico Alberto accedió a su
pedido, además el chico está preparado para ello.

Siempre traté de ayudar a Alberto en la administración de sus negocios, incluso quise incursionar en el ramo,
pero Alberto pensaba que no estaba preparada. Bueno, sus razones debe haber tenido.

Cuando Alberto se enfermó busqué todos los medios posible para curarlo, incluso me contacté con médicos
en el extranjero, vinieron, lo vieron, pero nada. Ya no sabía qué hacer. Ningún médico me decía qué tenía
Alberto. Sola tuve que afrontar toda la enfermedad de Alberto, tuve que acondicionar nuestra habitación para
que tuviera todas las comodidades. Era una habitación grande, yo tenía una cama al lado de la suya para
verlo, para cuidarlo, siempre estuve allí, tanto que fui la primera en verlo muerto. Fue el amor de mi vida,
cómo dejarlo solo con toda la enfermedad, por algo era su esposa.

Sobre Elizabeth no tengo demasiado para decir. Nuestro trato siempre fue distante; creo que ella nunca
superó que Alberto la dejara y no tuvo una relación demasiado cercana ni con su primera esposa ni conmigo.
Sé que discutieron hace no mucho tiempo. Alberto estaba indignado porque Elizabeth le había increpado
sobre sus disposiciones testamentarias, sólo me dijo que era una desubicada, pero no supe nada más. Algunas
veces vino a la casa a hablar con Omar, pero me cuesta creer que hayan planeado todo esto juntos. Hasta el
día de hoy no puedo creer que a mi esposo lo hayan matado, no puedo creer que no hayamos podido saber de
antemano que le estaban haciendo mal.

Lucio Villalta La Declarante

Tnte. PNP

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DECLARACIÓN DE ALEJANDRO RUIZ DE LAS CASAS

En Lima, siendo el 10 de enero de 2004, a las 2:00 p.m., comparece Alejandro Ruíz De las Casas, casado, de
55 años de edad, con documento de identidad N° 24652815, domiciliado en Av. El Golf de las Alamedas, La
Molina; ante la Policía de Investigaciones rinde la siguiente manifestación:

La única razón por la que he venido a declarar es para dejar claro que mi esposa no ha tenido nada que ver en
la penosa muerte de mi hermano. No entiendo cómo puede ser posible que aparezca como acusada de este
hecho cuando existe infinidad de gente que tenía acceso libre a la casa y que, adicionalmente, tenía muchos
motivos para querer dañar a Alberto.

El único punto de disputa entre mi esposa y mi hermano fue a causa de la solicitud que ella le hizo alguna
vez de ayuda, y el reclamo por su testamento, del que todos estábamos al tanto. Yo nunca quise que Alberto
se entrometiera en mis cosas, no seguí sus consejos en los momentos en que quiso evitar que me fuera mal en
los negocios y, por tanto, no consideré ético pedirle ayuda una vez que mis empresas fracasaron. Sin
embargo, siempre le tuve una gran admiración y cariño. Y mi esposa jamás sobrepasó los límites de la
relación que tenía con él por ser familiares políticos. Es verdad que tuvieron una relación ¿Y qué con eso?
Fue hace muchísimo tiempo atrás, antes incluso de que nosotros nos conociéramos.

¿Qué hay que decir de Alexia, que tuvo que ver postergada su carrera profesional y no pudo contribuir a
evitar la ruina de su padre sólo porque Alberto no quería que su esposa trabajara? No es suficiente motivo
como para querer dañar a alguien. Si, es cierto que ella lo cuidó hasta el último minuto… por qué no pensar
que fue por culpa, si tan a la ligera pudieron pensar que mi esposa, por una simple disputa, podría dañar la
vida de mi hermano.

¿Y qué decir de Omar, que se crío acompañado de Adelaida y rara vez tuvo a su padre al lado? Si creo que ni
siquiera estuvo presente en el día de su graduación. ¿No tiene motivos para haber querido vengarse por tanto
abandono? Sobre todo ahora, que se convierte en el único heredero y queda a cargo del manejo de lo que
prácticamente podríamos llamar un imperio.

Yo no pretendo poner el dedo acusador sobre nadie, pero me parece injusto lo que le están haciendo pasar a
mi mujer, cuando, de todos, es la menos interesada porque no sólo no saca ningún beneficio de esto sino que
además tiene que cargar con su pesar y el mío.

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DECLARACIÓN DE ADELAIDA ARTEAGA CALDERÓN (50)

El 10 de enero a las 09:00 a.m., Adelaida Arteaga Calderón de 50 años, de nacionalidad peruana, identificada
con Documento Nacional de Identidad Nº 10031046, domiciliada en Av. El Parque, 353, Comas, estado civil
soltera; ante la Policía de Investigaciones rinde la siguiente manifestación:

He trabajado en casa de Don Alberto Ruiz de las Casas desde hace 30 años. Llegue allí, porque mi madrina
era la cocinera en casa de los padres de Don Alberto, y ella me recomendó para que me contrataran como
parte del personal de limpieza.

Cuando yo empecé a trabajar con la familia Ruiz, Don Alberto mantenía una relación sentimental con Doña
Elizabeth, la actual esposa del Señor Alejando. Ellos mantuvieron una relación sentimental de varios años,
incluso recuerdo que ambas familias, tanto la de Don Alberto como la de Doña Elizabeth hacían planes para
una futura boda. La más entusiasmada era Doña Elizabeth.

El tiempo pasó y Don Alberto se fue cansando de las escenas de celos de Doña Elizabeth, hasta que de
pronto, un buen día, todos supimos que ellos habían terminado la relación. La señora Elizabeth intentó
acercarse de nuevo, vigilaba a Don Alberto, siempre quería que le dijésemos a dónde se había ido, quién lo
llamaba, y ese tipo de cosas. Incluso hasta poco antes que Don Alberto empezara a sentirse mal, ella seguía
intentando acercársele, sin importar el matrimonio de él ni el de ella misma, con el hermano del señor.
Escuche en muchas ocasiones de las pretensiones de la señora Elizabeth, a las que siempre Don Alberto
contestó con negativas.

Algunos meses después de la ruptura sentimental, Don Alberto sorprendió a todos con la noticia de su boda
con doña Ana María, su difunta esposa. Ella había sido una vieja novia de la época del colegio y por aquellos
tiempos se reencontraron y decidieron casarse. Aunque a todos les pareció precipitada aquella decisión, ellos
continuaron adelante con sus planes.

Don Alberto y doña Ana María me pidieron que fuera a trabajar para ellos, y yo acepté. La señora Ana María
salió embarazada en poco tiempo y tuvo al joven Omar. Al inicio todo era felicidad para ellos, a don Alberto
se le veía feliz, y estaba realmente encantado con su esposa e hijo. Lamentablemente, esa dicha no duró
mucho, pues doña Ana María fue sintiendo malestares en el estómago y resultó que era cáncer. Después de
casi 7 meses de lucha, murió.

A finales del mismo año, y mediados del siguiente, mueren también los padres de Don Alberto, lo que acabó
por devastarlo. Estaba sumido en una profunda depresión, incluso sus negocios supe que no andaban bien. En
esas circunstancias, me encargó de manera muy especial el cuidado de su hijo. Desde entonces he cuidado
del joven Omar como si fuera mi propio hijo, yo renuncié a la posibilidad de tener mis propios hijos y formar
así una familia por cuidarlo a él, y no me arrepiento, porque estoy muy orgullosa del buen muchacho en el
que se ha convertido.

Durante sus primeros años el joven Omar resintió la ausencia de su padre, pero conforme fue creciendo
entendió lo difícil que fue la situación de don Alberto y todo el esfuerzo que las empresas demandaban de él,
lo que finalmente era en beneficio del mismo joven. Por supuesto, también intentaba hacerle entender a Don
Alberto, que no podía utilizar toda la vida el trabajo como escapatoria y que tenía un hijo que lo quería y que
lo necesitaba.

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Cuando hace unos catorce años Don Alberto se casó con la señora Alexia, poco a poco todo fue cambiando.
Al inicio el joven Omar tuvo rechazo hacía ella, como es normal, pues era un niño de 10 años falto de cariño;
pero después, todo se fue superando. Don Alberto fue acercando a su hijo al mundo de sus empresas, lo que
por cierto causó cierto malestar en doña Alexia, creo que lo superó, y por su parte el joven Omar respetó
cada vez más la relación de su padre y la vida personal de éste. Doña Alexia y el joven Omar tienen una
buena relación.

Doña Alexia se convirtió en una consejera del joven Omar, y como a ella le gustaba estar al tanto de las
empresas, se reunía con él, para saber de los movimientos y lo aconsejaba sobre aspectos empresariales; creo
que era el medio que ella encontraba para hacer el trabajo que Don Alberto no quería que ella realizara. Se
que ambos se apoyarán para superar la ausencia de don Alberto.

En los últimos tiempos vi también que la Sra. Elizabeth se acercaba al joven Omar en algunas ocasiones,
pero como mi relación con ella no es la mejor, nunca me atreví a preguntarle al joven qué era lo que
hablaban. Supongo que la Sra. Elizabeth se acercó al joven para pedirle por su esposo, que creo que no la está
pasando bien económicamente.

Lucio Villalta La Declarante

Tnte. PNP

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 Instituto de Ciencia Procesal Penal
INCIPP
INFORME PSICOLOGICO
Nombres y apellidos del examinado:
Omar Ruiz Goitizolo

Datos de Filiación:
Padre, Alberto Ruiz (+)
Madre, Ana María Goitizolo (+)

Edad:
25 años

Motivos del examen:

Análisis psicológico para determinar si el entrevistado padece de algún trastorno o alteración mental, y
cuáles son las características de su personalidad.

Examen:
El entrevistado ha sido sometido a 4 exámenes: test de qurol, examen del impulso inconsciente, de la
preparación del acto delictivo y de la obsesión impulsiva

Observación:
El entrevistado en todo momento se mostró atento y dispuesto a contribuir con las pruebas, aunque callado y
reservado.

Conclusiones:
Se ha determinado que el entrevistado es una persona normal, consciente de sus actos y de los efectos que
éstos puedan causar, por lo tanto quedan descartadas cualquier tipo de psicopatías o trastornos mentales que
sugieran desapego de la realidad.
Sin embargo, pese a tratarse de un hombre sin indicios de enfermedad mental alguna, las condiciones propias
de su crianza han provocado en él cierto resentimiento y a la vez admiración hacia la figura paterna, lo que se
traduce en ciertos conflictos internos y determinaría aspectos de su personalidad, como una marcada
competitividad, desconfianza, y un fuerte grado de introversión o reserva mental.

Psicóloga : Rita Pereyra Tantaleán

Fecha : 30/01/2004
Anexos : resultados de cada una pruebas tomadas al entrevistado.

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 Instituto de Ciencia Procesal Penal
INCIPP
CARTA DE ELIZABETH BENEDETTI DE RUÍZ A ALEJANDRO RUIZ DE LAS CASAS
(Secuestrada durante un allanamiento en su domicilio)

Lima, 10 Agosto de 2003

Querido Alejandro,

Espero que te encuentres bien y que vuelvas pronto de este viaje que te mantiene alejado de mi. No sabes
cómo deseo que las cosas mejoren para ti y que puedas recuperar el dinero que has perdido en estos años. Por
lo que me cuentas en tu última carta, el inversor al que fuiste a ver parece bastante interesado en expandir sus
negocios al Perú, y Dios quiera que así lo haga, para que puedas trabajar con él y de una vez abandonemos
toda esta penuria que tan mal nos tiene.

Tengo algo que confesarte, que sé que te enojará pero que debo compartir contigo porque no soporto la rabia
que tengo en mi interior: ayer fui a ver a tu hermano Alberto. Sucede que coincidí con Omar en el mismo
sitio donde almorzamos siempre y entre charla y charla me comentó que su padre había dispuesto un nuevo
testamento, en el que te deja el 25% de su porcentaje de libre disposición a ti y el 05% restante a Adelaida.
Omarcito estaba indignado (además de rabioso por pensar que si algo le sucediera a su padre tendrá que
compartir su herencia con Alexia, tú sabes lo interesado que es ese muchacho y la poca voluntad que le tiene
a su madrastra) y la verdad es que yo me dejé llenar la cabeza, me dio rabia que este hombre, después de los
sacrificios que tú has hecho en tu vida por la familia, con el respeto que tu siempre le has tenido, esté
considerando a su empleada casi a la par tuya. Así que salí de almorzar y me fui derecho para su casa, a
preguntarle por quién creía que te podía tomar a ti, que si no se le ha pasado ni un minuto por la cabeza
pensar en la ayuda que te tendría que dar como hermano, sabiendo la situación por la que tu estás pasando en
los negocios.

Le dije de todo, para qué te voy a mentir. Creo que hasta le grité que se merece morir como un puerco; y la
verdad es que sigo creyéndolo. Me parece una actitud tan descarada y egoísta la suya. ¿Qué es lo que cree?
¿Que todo se lo ha ganado solo? ¿Que nadie nunca le ha ayudado en nada? Él con esa actitud tal altiva, tan
soberbia, mirándonos a todos por encima del hombro como si fuéramos menos. Lo pienso y me vuelve a dar
rabia.

Discúlpame que te atormente con estas cosas. Pero prefiero que lo sepas por mi antes que Alberto te llame
para reclamarte por la loca de tu esposa (porque sé que él siempre ha creído que soy una loca). Como sé lo
mal que te ponen estos temas, iré hoy a hablar nuevamente con él para intentar disculparme (y que conste que
sólo lo hago por ti, porque sé el aprecio que le tienes a ese ingrato de tu hermano). Primero me reuniré con
Omar, que me dijo que quería verme para tomar un café hoy por la tarde, y luego pasaré a la casa a decirle
que estaba de mal ánimo y que no tendría que haberle dicho todo aquello.

En fin mi amor, tú sabes que las injusticias no me agradan. Pero procuraré mantener mi boca cerrada la
próxima vez. Espero que tus cosas estén bien y que vuelvas pronto a casa. Te extraño mucho,

Elizabeth

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