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UNIVERSIDAD SAN MARCOS

SOCIOLOGÍA Y EDUCACIÓN
LA INTERRELACIÓN DE LA SOCIOLOGÍA Y LA
EDUCACIÓN BAJO DIVERSOS ENFOQUES
BLANCA REGINA SÁNCHEZ FIGUEROA

25/NOVIEMBRE/2017
INTRODUCCIÓN

Este ensayo es realizado con la finalidad de proyectar mi muy particular punto de vista de la
interrelación que tiene los conceptos Sociología y Educación, cómo se ha dado esta evolución
del entorno social y de igual forma el ambiente educativo, sin desligarse uno del otro;
actualmente es complicado y confuso determinar si el primero es consecuencia del segundo o
viceversa, por lo que damos pie a definir los conceptos de los que trataremos.

La sociología (del latín socius, socio, y del griego «λóγος» logos) es la ciencia social encargada
de estudiar los fenómenos colectivos originados por la actividad social de los seres humanos
dentro del contexto histórico-cultural en el que se encuentran inmersos. La sociología es una
disciplina relativamente joven. Surgió en los siglos XVIII A XIX cuando una gran cantidad de
cambios sociales y agitación despertaron muchos interrogantes acerca de las funciones de la
sociedad.

Adam Smith fue fundador se la teoría de la elección racional, la cual sostiene que la gente, en
su toma de decisiones, escoge el curso de acción más ventajoso para ella. Jeremías Bentham
amplió este concepto que él mantenía que requiere de la intervención del gobierno para que la
sociedad funcione sin alteraciones y para permitirla mayor cantidad de gente posible se
beneficie de los recursos de la sociedad. Carlos Marx creía que el sistema económico de la
sociedad dividía todos los demás aspectos de la vida social y alimentaba los conflictos sociales
permanentes. Emilio Durkheim enfocó su punto de vista las fuerzas sociales que unen una
sociedad, denominó este fenómeno como solidaridad social, la solidaridad mecánica está
basada en una estrecha participación de valores, la solidaridad orgánica es una
interdependencia basada en la división completa del trabajo. Marx Weber introdujo a la
sociología la conciencia, de la naturaleza subjetiva de la vida social, y equilibró el énfasis igual
sobre la política y la cultura. Para Weber la tendencia fundamental en la era moderna estaba
dirigida hacia la creciente racionalización de la acción social y de las instituciones sociales.
George Mead y los interaccionistas, quienes subrayaban la lengua y la comunicación simbólica,
sostenía que la gente se dirige y responde a los demás dependiendo de cómo se interpreta la
situación social.

Todos estos científicos sociales estudian un aspecto particular de la dinámica social de los
seres humanos, y su trabajo conjunto nos proporciona una información que nos ayudará a
comprender más al hombre y a los grupos que pertenece.

Por otra parte la educación puede definirse como el proceso de socialización de los individuos.
Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica una
concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de
ser de generaciones anteriores.
El proceso educativo se materializa en una serie de habilidades y valores, que producen
cambios intelectuales, emocionales y sociales en el individuo. De acuerdo al grado de
concienciación alcanzado, estos valores pueden durar toda la vida o sólo un cierto periodo de
tiempo. En el caso de los niños, la educación busca fomentar el proceso de estructuración del
pensamiento y de las formas de expresión. Ayuda en el proceso madurativo sensorio-motor y
estimula la integración y la convivencia grupal.

La educación formal o escolar, por su lado, consiste en la presentación sistemática de ideas,


hechos y técnicas a los estudiantes. Una persona ejerce una influencia ordenada y voluntaria
sobre otra, con la intención de formarle. Así, el sistema escolar es la forma en que una
sociedad transmite y conserva su existencia colectiva entre las nuevas generaciones. Cabe
destacar que la sociedad moderna otorga particular importancia al concepto de educación
permanente o continua, que establece que el proceso educativo no se limita a la niñez y
juventud, sino que el ser humano debe adquirir conocimientos a lo largo de toda su vida.

Dentro del campo de la educación, otro aspecto clave es la evaluación, que presenta los
resultados del proceso de enseñanza y aprendizaje. La evaluación contribuye a mejorar la
educación y, en cierta forma, nunca se termina, ya que cada actividad que realiza un individuo
es sometida a análisis para determinar si consiguió lo buscado.

Bajo estas consideraciones surgen las preguntas: ¿Cómo varía el pensamiento humano en
tiempo y lugar? ¿Bajo qué condiciones sociales se producen cambios o variaciones en el
pensamiento? ¿Originan las bases sociales o formas de vida del grupo diferencias de
pensamiento?
LA INTERRELACIÓN DE LA SOCIOLOGÍA Y LA EDUCACIÓN BAJO DIVERSOS
ENFOQUES

Es necesario explicar y entender las diversas partituras de la sociología, para llegar a la


comprensión debida de la interacción que existe entre esta ciencia social y todo el proceso
educativo desarrollado en nuestros tiempos.

Sociología del conocimiento

En el reconocimiento de que la mente es en sí misma un objeto de estudio, se localiza el origen


de la sociología del conocimiento. Esta se interesa en el conocimiento desde un punto de vista
social, es decir, en el estudio de la certeza con que las clases sociales contribuyen su realidad
a partir de la experiencia condicionada por su status. Así, la sociología del conocimiento surge
en el cambio que se da en la consideración del proceso de pensamiento, de un factor estático
en la jerarquía biológica a un elemento analizable en la estructura social.

La sociología del conocimiento estudia la relación que existe entre la producción mental y el
cuadro existencial. Parte de la consideración de que el individuo refleja el pensamiento de su
grupo y de que para pensar el individuo utiliza elementos dados por la sociedad. Es a través de
la participación en los diversos grupos sociales que el individuo introyecta los elementos de la
superestructura y entra en contacto con la sociedad global; es decir, la persona se apropia de
rasgos, conductas u otros fragmentos del mundo que lo rodea, especialmente de la
personalidad de otros sujetos.

El punto de partida de la sociología del conocimiento es la toma de conciencia de la realidad,


cuando y donde las estructuras mentales llegan a expresarse en la estructura de los juicios y
en qué forma los determinan. Su tarea principal es la construcción de premisas acerca de los
valores, intereses y significados que dan coherencia a los patrones de conducta de los grupos
y categorías. Esto lo lleva a cabo a partir de la observación de la conducta verbal y social de
los conjuntos en la sociedad (Boskoff, 1969:310).

La determinación social o existencial del pensamiento se refiere a que el proceso de conocer


se desarrolla históricamente y no proviene de la naturaleza de las cosas o de puras
posibilidades lógicas. Conocer es una forma de aprehender la realidad, y supone un
ordenamiento dado por la cultura. El conocimiento es producto de internalizar los contenidos de
la cultura, que sirven de marco a la acción subjetiva de entender los símbolos y la intención de
la acción social.

Como teoría sociológica, la sociología del conocimiento desarrolla un cuerpo conceptual que
explica la importancia de los elementos extra-teóricos que condicionan al conocimiento, tales
como el estilo de vida, los patrones de interacción, las formas de organización de la comunidad
y el nivel de satisfacción de las necesidades. Entre sus preocupaciones está ver cómo las
condiciones de las posiciones (oportunidades, limitaciones, destrezas) dentro de una categoría
social (clase social), contribuyen a explicar su orientación hacia ciertos eventos.

Como investigación empírica, la sociología del conocimiento, se orienta hacia el descubrimiento


de las formas que la relación pensamiento-medio social ha adoptado en el desarrollo intelectual
del grupo o sociedad. También busca conocer cuál es el papel del conocimiento en la
sociedad, en la estructuración de las relaciones individuo-sociedad y personalidad y estructura
social, haciendo énfasis en el aspecto histórico del sistema social y de la naturaleza humana.

Entre los objetivos concretos de la sociología del conocimiento están: el descubrir los vínculos
sociales entre las teorías y las formas de pensamiento; el buscar criterios para determinar las
relaciones entre el pensamiento y la acción; desarrollar teorías referentes a la importancia de
los factores extra-teóricos que condicionan el conocimiento.

Una de las tareas de la sociología del conocimiento es construir, a partir de conductas verbales
y sociales, las premisas, valores, objetivos, intereses y significados subyacentes, que dan
coherencia a los patrones de conducta del grupo o categoría social. La sociología del
conocimiento se interesa en el análisis de la percepción y significado que los hechos tienen
para los individuos y grupos.

Sociología de la Educación

La Sociología de la Educación se basa en diversas razones para formar un conjunto


sociología–educación, entre las cuales se encuentran:

1. La vida del hombre, desde sus comienzos, es social y no se concibe fuera de la


sociedad, la existencia de dos personas ya marcan los requisitos mínimos para que
haya sociedad. Y la sociología se encarga precisamente del estudio de la estructura,
funcionamiento y desarrollo de la sociedad.

2. La segunda razón estriba en que la epistemología de la sociología de la educación es


enormemente rica en su marco teórico y metodológico.

3. La tercera razón está dada en la cantidad enorme de categorías y definiciones que


marcan los estudios sociales relacionados con la pedagogía, a saber: la socialización
(como contraparte de la individualización), el colectivo escolar, el colectivo
pedagógico, las relaciones sociales, la institución escolar, la familia, la comunidad, el
desempeño de roles, el código de género, entre muchos otros que son imprescindibles
en el momento de explicar, valorar o elaborar los fundamentos teóricos de tales
investigaciones.

4. En cuarto lugar se puede señalar que las circunstancias hacen a los hombres en la
misma medida que los hombres hacen a las circunstancias, por lo tanto se puede
entender de modo cabal lo cambiante y movible que resulta el complejo entramado de
las relaciones sociales, así como la toma de decisiones, las estructuras y relaciones de
poder, los roles muchas veces cambiantes de los alumnos en el aula, las de los
propios profesores, entre otros aspectos que mueven y singularizan tal naturaleza de
investigaciones.

5. Se hace alusión a la idea de que el proceso docente–educativo o de enseñanza–


aprendizaje debe contener la mayor cantidad de elementos de la vida cotidiana, es
decir reproducir y ensayar toda suerte de eventos sociales de la actividad cognitiva,
afectivo y práctica en que puedan estar inmiscuidos los alumnos, profesores,
directivos, familiares y vecinos para de esta manera cumplir con el principio
sociológico, de que la educación ha de preparar al hombre para la vida, entendida en
todas las esferas en este se mueve y vive.

Los progresos alcanzados en el campo de las ciencias sociales acerca de la integración del
individuo a su ambiente, han puesto de relieve el carácter gregario que cubre la mayor parte de
sus acciones. La Psicología ha conceptualizado la internalización de la realidad por parte del
sujeto con la noción del proceso de socialización. La socialización significa la manera en como
la persona se integra en un medio social específico; esta integración se produce a medida que
el individuo va aprendiendo el conjunto de normas, valores, roles, que le dan base al orden
social donde él se desenvuelve.

Se puede hablar de socialización primaria, que se relaciona con la niñez. Esta es una fase de
suma importancia porque en ella se construyen los cimientos del desarrollo de la personalidad
a través de la identificación e imitación de conductas y roles que el niño capta en su ambiente.

La socialización secundaria comienza cuando el individuo logra captar la universalidad de los


roles, normas y valores. Engloba el proceso mediante el cual la persona se abre a un mundo
trascendente al plano familiar y que le plantea nuevas exigencias, la familia pierde importancia
como agente socializador y otras instituciones empiezan a desempeñar ese papel; las
escuelas, las asociaciones civiles, el mundo de trabajo, las actividades deportivas, entre otras.

En este orden de ideas se puede decir que en el docente se resume un proceso de


socialización que ha tenido a la escuela como uno de sus agentes más importantes. Esto
significa que la escuela representa, para quienes escogen la enseñanza como un medio de
vida, una línea de continuidad porque de educandos devienen los educadores. Los diferentes
roles que debe cumplir el docente a lo largo de su existencia le permiten acrecentar el
conocimiento de su medio y de su sociedad; no sólo va a efectuar un trabajo que consiste en
impartir conocimientos a la población escolar, sino que puede participar en otras tareas dentro
de la escuela como serían por ejemplo, las del tipo administrativo y las vinculadas a la
producción de nuevos conocimientos. De igual manera, están sus relaciones fuera del aula de
clases (con la comunidad educativa, como participante de otros eventos no directamente
escolares).

Por otra parte los dos polos que forman la relación pedagógica, el educando y el educador, son
socializados por una institución como lo es la escuela. La escuela socializa al docente por ser
su medio de trabajo y por demandarles el aprendizaje de ciertas destrezas y la observación de
normas y valores determinados. Alumnos y maestros se encuentran inmersos en un proceso
de socialización secundaria. En consonancia con lo anteriormente expuesto, es imprescindible
destacar la importancia que reviste una buena formación profesional para todos los que, deben
ejercer funciones docentes. Las funciones que debe cumplir el educador son variadas y
complejas.

El aula de clases es el lugar donde aquel despliega sus conocimientos y habilidades para
contribuir a la formación y preparación. El sistema escolar es u régimen en donde los
estudiantes comienzan un período de aprendizajes formales y no formales y el educador debe
estar a la altura de esas circunstancias, y postularse como guía o dirigente de todo lo que
acontece en el aula.

Enfoques sociológicos para el estudio de la educación

Desde la sociología de la educación existen múltiples enfoques: funcionalistas, los marxistas,


los Weberianos, los interpretativos…

 Los funcionalistas sugieren que deberíamos empezar con un análisis lógico del
concepto de sociedad y preguntarnos qué ocurriría si una sociedad -grande o pequeña,
simple o compleja- ha de sobrevivir y desarrollarse. Obviamente, dicen, esta sociedad
debe reclutar nuevos miembros a medida que desaparecen las viejas generaciones.
Debe alimentarlos y vestirlos. Debe existir un lenguaje común y debe haber algún
grado de acuerdo con respecto a los valores básicos entre los miembros para evitar el
conflicto abierto. Por tanto, si una sociedad ha de desarrollarse tiene que resolver
determinados problemas.

En la teoría funcionalista a los mecanismos de resolución de problemas se les


denomina instituciones. Ejemplos de estas instituciones son la familia, la cual ayuda a
resolver el problema del suministro de nuevos miembros; las instituciones económicas,
que sirven para alimentar y vestir a la población; las instituciones políticas, las cuales
coordinan las actividades de los diferentes sectores de la sociedad; las instituciones
religiosas, las cuales contribuyen al mantenimiento de los valores básicos; y la
educación, la cual ayuda a resolver el problema de la formación de la juventud.
Durkheim y algunos funcionalistas establecen una analogía con el cuerpo humano. Del
mismo modo que en el cuerpo humano, en la sociedad cada parte o cada institución
tiene una función o funciones específicas y las distintas partes de la sociedad son inter-
dependientes. Por ejemplo, la educación está conectada en modos diversos con las
instituciones económicas, familiares, políticas y religiosas. Las instituciones sociales
son estructuras complejas. Sin embargo, los funcionalistas reconocen que la analogía
orgánica no puede llevarse demasiado lejos. En el organismo vivo las células están
programadas por naturaleza para desempeñar sus funciones. En la sociedad estos
roles están ocupados por personas que no están biológicamente programadas.

Si una institución ha de funcionar con eficacia, la gente ha de ser forzada o inducida a


cumplir sus roles. Es aquí donde los funcionalistas introducen los conceptos de cultura
y de socialización, y abandonan la analogía orgánica.

 El enfoque Marxista considera que el sistema educativo es una institución que favorece
a las clases sociales privilegiadas, de modo que la escuela se convierte en una
institución que justifica las desigualdades previamente existentes. Aquí vamos a
considerar las aportaciones de Marx, las teorías de la reproducción social y las teorías
de la resistencia.

Los modelos de descentralización escolar inglés y americano influyeron en Marx al


referirse al carácter estatal de la escuela. La enseñanza debe ser estatal en lo que se
refiere a la fijación de unas leyes generales y de la financiación. El resto de las
competencias debe correr a cargo de los municipios, los cuales establecerán unos
mecanismos de representación democrática.

Plantea la necesidad de que la escuela sea neutra en los temas conflictivos hasta el
punto de excluir su enseñanza del ámbito escolar. De este modo proponía que ni la
economía política ni la religión deberían enseñarse en las escuelas. Aquí se está
planteando una clara diferenciación entre dos procesos de aprendizaje: el espacio
institucional de la escuela tiene la función de instruir y el espacio no institucional más
difuso de la sociedad tiene la función de educar.
Marx era firme partidario de la enseñanza estatal:

 En primer lugar, es obvio que solamente el estado cuenta con y contaba con
los recursos necesarios para poner en pie un verdadero sistema escolar para
todos, como también lo es que solamente con un sistema estatal podía
plantearse seriamente el tema de la gratuidad.

 En segundo lugar, la creación de escuelas por los obreros significaba


precisamente la caída en el espectro de la dispersión de fuerzas que tanto
temía Marx.

 En tercer lugar, Marx era consciente de que dejar la enseñanza a la iniciativa


privada significaría dejarla en manos de quienes contasen con los recursos
necesarios para poner en pie las escuelas. Hay que recordar que la supresión
de la enseñanza privada, o al menos el establecimiento de la enseñanza
pública, era una vieja reivindicación fundamental y prioritaria en todo programa
democrático.

 Los enfoques inspirados en Weber no han dado lugar a una amplia literatura sobre el
tema de la educación y cuando lo ha hecho se trata de una reflexión muy vinculada al
ámbito de la producción, de la profesionalización. La idea de Weber sobre la burocracia
ha tenido alguna proyección en el estudio de la escuela como organización racional-
burocrática. Weber apenas se ocupa de modo explícito de la educación. Es, sobre
todo, en su sociología de la religión donde se ocupa de la educación, y ello sin apenas
mencionarla. Como advertía Lerena, únicamente el lector ingenuo puede pensar que
Weber solo se ha adentrado de modo ocasional en la educación. Aquí asistimos
fundamentalmente a una sociología del poder, a una teoría de los aparatos de coacción
psíquica. La escuela, la familia y la iglesia, constituyen asociaciones de dominación.
Por dominación entiende "un estado de cosas por el cual una voluntad manifiesta
(mandato) del dominador o de los dominadores, influye sobre los actos de otros (del
dominado o de los dominados) de tal suerte que en un grado socialmente relevante
estos actos tienen lugar como si los dominados hubieran adoptado por sí mismos, y
como máxima de su obrar, el contenido del mandato".

 Enfoques Interpretativos.

Hasta ahora, por lo que hemos visto, la actividad cotidiana de los profesores y de los
alumnos está dominada, cuando no dictada, por elementos tales como la sociedad, las
necesidades de la sociedad (funcionalismo), la economía, el sistema de clases o la
ideología (marxismo). Los enfoques macro contemplan a los seres humanos como
meros productos del proceso de socialización.
La creatividad de la gente queda ignorada y desaparece su libertad. Son precisamente
estos aspectos los que condujeron a un replanteamiento de la sociología que se tradujo
en la aparición de las corrientes de carácter interpretativo, en las cuales el nivel macro
es sustituido por el análisis microsociológico.

Los enfoques interpretativos pretenden estar más cerca de las realidades de la vida
social. Uno de los problemas a que tradicionalmente se ha enfrentado la sociología ha
sido el de su supuesta falta de cientificidad, supuesta ausencia que, especialmente en
la producción funcionalista posterior a la segunda guerra mundial, pretendió ser
compensada por medio de la introducción de procedimientos matemáticos, con lo que
se ignoró la capacidad activa de los sujetos sociales.

Podemos encontrar diferentes corrientes interpretativas de entre las que destacamos el


interaccionismo, la fenomenología y la etnometodología.

 El interaccionismo contempla la relación del alumno con el profesor como una


relación de conflicto donde ambos actores persiguen distintos objetivos. Se
centran en el análisis del proceso de negociación para que la vida en la escuela
sea posible. El interaccionismo simbólico proviene de la obra de Herbert
Blumer y sus colegas de la llamada Escuela de Chicago. Los interaccionistas
simbólicos consideran que el ser humano es básicamente distinto del resto de
los animales. Mientras que los animales actúan en respuesta a otros objetos y
acontecimientos a partir del instinto o del condicionamiento previo, los seres
humanos adoptan una actitud o comportamiento sobre los objetos a partir de
los significados que estos objetos tienen para ellos. Los significados surgen a
través de la interacción social con los demás. Los significados son
comprendidos como productos sociales. La conducta humana no es causada
de un modo determinado predefinido por fuerzas internas. La conducta es
causada por una interpretación reflexiva y derivada de la cultura de los
estímulos internos o externos presentes. Sin duda es G.H. Mead el sociólogo
más destacado de esta tendencia, entre otras cosas porque rompió con las
nociones mecánicas y pasivas del yo y de la conciencia. Para Mead tanto el yo
como la conciencia son creaciones sociales de la vida cotidiana. Mead estaba
preocupado por analizar las pautas de interacción, los actos sociales que
constituían la base de la sociedad humana. La realidad no es una dato fijo sino
que es cambiante a medida que los actores crean nuevos roles y nuevos
significados, definiendo su situación de diferentes maneras, todas las cuales
son reales para ellos.
 La etnometodología se preocupa por descubrir los procedimientos que utilizan
los actores para hacer el mundo inteligible. La etnometodología es el estudio
del cuerpo de conocimientos de sentido común y de la gama de procedimientos
y consideraciones por medio de los cuales los miembros corrientes de la
sociedad dan sentido a las circunstancias en las que se encuentran, hallan el
camino a seguir en esas circunstancias y actúan en consecuencia. Los
etnometodólogos se centran en la acción, acción a la que conciben en tanto
implica y entraña un actor reflexivo. Critican algunas teorías sociológicas, por
ejemplo, el funcionalismo estructural y el marxismo estructural, que consideran
al actor como un "imbécil desprovisto de juicio". Se puede comprender en qué
consiste la etnometodología a partir de la definición de Garfinkel.

Garfinkel considera que los hechos sociales constituyen el fenómeno


sociológico fundamental, sin embargo, estos hechos difieren
considerablemente de los de Durkheim. Para este último los hechos sociales
son externos y coercitivos para los individuos. Para Garfinkel los hechos
existen a nivel micro.

La etnometodología se ocupa de la organización de la vida cotidiana. Los


hechos sociales son el resultado del esfuerzo concertado de las personas en
su vida cotidiana. El orden social se deriva, al menos parcialmente, de la
reflexividad (término que debe entenderse como el proceso en el que estamos
todos implicados para crear la realidad social mediante nuestros pensamientos
y nuestras acciones) de las personas. Es decir, los etnometodólogos rechazan
la idea de que el orden se deriva meramente de la conformidad a las normas.
Es la conciencia del actor de sus opciones, así como su capacidad de anticipar
cómo van a reaccionar los otros a lo que ellos dicen y hacen, lo que dispone el
orden en el mundo cotidiano.

Como se puede apreciar la escuela deja de ser considerada como una caja negra. Los
sociólogos acuden a su interior para analizar qué procesos tienen lugar. El método de
investigación más utilizado es la observación participante. Al contrario que el cuantitativismo
funcionalista considera como no-real lo cuantificable. Rechaza, por considerarlos reificantes,
los análisis macrosociológicos.

En estas interpretaciones no se vincula la escuela con el resto de la sociedad. Los agentes


educativos interactúan, intercambian mensajes con independencia de lo que ocurra puertas
afuera de la escuela. Con ello lo que se hace es esquivar el problema de la confrontación con
el status quo.
Se habla de la "nueva" sociología de la educación. Ésta se desarrolló como reacción a la
tradición de política aritmética y al dominio del funcionalismo en lo que desde esta perspectiva
se denomina vieja sociología de la educación. La sociología británica del periodo posterior a la
segunda guerra mundial estuvo muy influida por la tradición de la aritmética política. En este
contexto se llevaron a cabo los trabajos de Glass sobre movilidad social y los de Halsey sobre
educación. La "nueva" sociología de la educación surge en Gran Bretaña en los años setenta
configurándose como una síntesis de una interpretación sociológica crecientemente interesada
por los procesos organizativos y las interacciones sociales y de la cada vez mayor
preocupación por el contenido y estructura del currículum.

La "nueva" sociología de la educación es una reacción frente a la omisión del estudio del
currículum por parte de la sociología. Los estudios previos partían de la idea del déficit del
alumno de clase obrera. De este modo el currículum aparecía como algo ajeno a la
preocupación de la sociología.

Durante el periodo de reorganización educativa en los 50 y en los 60 ya se empezó a


argumentar que el dilema básico de nuestro tiempo es de carácter cultural y afecta a la
naturaleza de los significados que se transmiten en las escuelas. El interés por el currículum
proviene de la inadecuación de la sociología para dar explicaciones eficaces al fracaso escolar
de la clase obrera. La obra básica de este enfoque es el libro compilatorio de Michael Young
Knowledge and Control.

La sociología de la educación es uno de los aspectos más conocidos de la obra de Pierre


Bourdieu. En lugar de concebir su trabajo en este campo con una contribución a un área
especializada de la sociología, resulta más adecuado considerarlo como una extensión de su
teoría de la práctica para construir una teoría de la violencia simbólica, por un lado, y una teoría
general de la reproducción social en las sociedades industriales avanzadas, por otro.

Antes de entrar en la que, sin duda, es su obra cumbre en sociología de la educación, “La
reproducción”, haremos mención a una obra previa, de los años sesenta, titulada “Los
estudiantes y la cultura” (estas dos obras fueron escritas en colaboración con Jean Claude
Passeron). Se trata de un trabajo sobre los estudiantes universitarios franceses en la década
de los sesenta. Aquí analizan en qué consiste el privilegio universitario y qué es lo que valora la
enseñanza superior.

Los estudiantes más favorecidos aportan hábitos, modos de comportamiento y actitudes de su


medio social de origen que les son enormemente útiles en sus tareas escolares. Heredan
saberes y un savoir faire, gustos y un buen gusto cuya rentabilidad escolar es eficacísima. El
privilegio cultural se hace patente cuando tratamos de averiguar el grado de familiaridad con
obras artísticas o literarias, que solo pueden adquirirse por medio de una asistencia regular al
teatro, a museos o a conciertos. Diferencias no menos notables separan a los estudiantes, en
función del medio social, en la orientación de sus aficiones artísticas. Sin duda alguna los
factores de diferenciación social pueden, en algunas ocasiones, anular sus efectos más
ostensibles y el pequeño burgués es capaz de compensar las ventajas que proporciona a los
estudiantes de clase alta la familiaridad con la cultura académica. Cualquier clase de
enseñanza presupone implícitamente un conjunto de saberes, una facilidad de expresión que
son patrimonio de las clases cultas.

CONCLUSIÓN

A modo de conclusión se puede expresar que la sociología nos permite entender el medio
donde se desenvuelve y educa el hombre, es decir la conducta social que éste manifieste. El
objetivo de estudio es la realidad social, cómo aparece ante los ojos de ciertas personas, en
otras palabras, se interesa por las interpretaciones de la realidad elaboradas por los diversos
grupos o categorías sociales. En toda investigación de la realidad social, hay que tener
presente que todo proceso de relaciones sociales se da en el tiempo y en el espacio. La
estructura social es vista tanto como un medio como un resultado de las prácticas sociales.

La educación entonces serán todos los conocimientos que adquiere el hombre partiendo de su
entorno social particular. El hombre aprende de su entorno social y con la ayuda de la escuela
este aprendizaje será formal y no formal convirtiéndose el educador en un guía para la
adquisición de los conocimientos.

Con esto queda claro que la escuela es uno de los principales agentes socializadores para el
hombre, ya que estas están inmersas y se rigen de acuerdo a su ambiente social (gobierno,
religión, cultura, economía) y pasa a ser entonces el integrador del individuo a su ambiente.
Como docente es imprescindible tomar en cuenta diversos factores, de diferentes índoles, y
características del entorno en el que habitamos para llevar a cabo nuestra labor con el único
objetivo de lograr las metas de satisfacción personal y social, tanto del educando como del
educador.

Es importante decir que el hombre hace a la sociedad y que la sociedad hace a su vez al
hombre, estableciéndose una relación mutua bilateral, ya que no puede existir una comunidad
social sin la intervención del hombre, y a medida que se va formando la sociedad, el hombre se
irá instruyendo para formar parte de ésta.

Hoy en día, especialmente en el caso de la reforma educativa, la sociología no parece estar


desempeñando un papel clave, a pesar de que junto con la pedagogía, la psicología y la
epistemología constituye uno de los soportes de la educación. Sin embargo, el profesorado
demanda un análisis sociológico del entorno. No obstante, la sociología de la educación no se
ha revelado especialmente útil en el trabajo cotidiano del profesor. En general, la sociología es
crítica con la labor del profesor: le considera un agente del sistema, un "extraño sociológico",
un semi-profesional y otra serie de términos que despiertan escasa simpatía.

Los paradigmas teóricos proporcionan distintos enfoques para explicar, pensar y observar la
sociedad, siendo característico de la sociología su pluralismo teórico y el continuo debate y
controversia entre los paradigmas existentes en cada coyuntura histórica. Cada uno de ellos
pone su énfasis en aspectos distintos y pueden perdurar a lo largo del tiempo o actualizarse
proporcionando nuevos desarrollos, o bien pueden perder su capacidad explicativa y agotarse
al ser superados por nuevos desarrollos teóricos.

De entre las corrientes sociológicas que pudieran existir hago hincapié en las más
trascendentales que corresponden a Durkhéim (1858-1917), Marx (1818-1883) y Weber (1864-
1920). Durkhéim es el padre fundador del paradigma o enfoque funcionalista. Marx del
paradigma marxista y del conflicto y Weber del paradigma comprensivo e interaccionista. Cada
uno de estos tres grandes paradigmas tradicionales se ha ido ramificando con el paso del
tiempo, actualizándose para dar cuenta de nuevas problemáticas y objetos de estudio.

En mi experiencia profesional como docente caigo en cuentas que cada una de las corrientes
no están ajenas entre sí, sino todo lo contrario, intercambian enfoques y nuestro sistema
educativo social retoma de cada una lo que convenga a sus beneficios, claro, dejando en duda
si es a beneficio de la sociedad en general, de la más vulnerable o de quienes forman parte de
la elite del poder.
FUENTES DE INFORMACIÓN

ROMERO, J. R. (2012). Sociología de la Educación. Tlanepantla. Estado de México: Red


Tercer Milenio.

García Arturo. (2011) “El analbafetismo tecnológico de las autoridades acabó con
Enciclomedia” México: http://www.jornada.unam.mx/2011/06/27/politica/002n1pol

http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/377557-mirada-sociologica-nuestra-educacion/

https://sociologiayeducacionunam.files.wordpress.com/2014/09/100762578-educacion-y-
sociologia-emile-durkheim.pdf

Karl Marx, Max Weber y Emile Durkheim. SOCIOLOGIA Y EDUCACION. MORATA. 2006.

https://dspace.ups.edu.ec/bitstream/123456789/6789/1/Sociologia,%20Educacion%20y%20Soc
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ALBERTO F. SENIOR SOCIOLOGÍA MENDEZ OTEO 8ª EDICIÓN, 1981.

JORGE SANCHEZ AZCONA INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA EDIT. PORRUA 1ª


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MADRID. 5ª EDICIÓN, 1964.

E. CHINOY INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA. EDIT. PAIDOS STUDIO. 1ª EDICIÓN, 1983.

GERMANI G. POLÍTICA Y SOCIEDAD EN UNA ÉPOCA DE TRANSICIÓN. PAIDOS-BUENOS


AIRES. 1ª EDICIÓN, 1963.
La teoría funcionalista, basada en la interdependencia y la complementariedad de todos los
elementos de una sociedad como condición necesaria del equilibrio social, se inspiró en
Durkheim (1858-1917). Para este paradigma la sociedad es un sistema complejo de
estructuras e instituciones que mantienen una fuerte interdependencia funcional: todos sus
subsistemas e instituciones encajan y se complementan entre sí. Desde este paradigma se
entiende la sociedad como un sistema que tiende al equilibrio, a la estabilidad y la continuidad
del orden social.
Durkheim intentó explicar los cambios que estaban transformando la sociedad en términos del
desarrollo de la división del trabajo, como parte del fenómeno de la industrialización, y cómo la
creciente división del trabajo estaba desplazando a la religión como núcleo central de la
cohesión social. Durkhéim explicaba el orden social en las sociedades industriales como
consecuencia de la función integradora de determinadas instituciones como la religión, la
educación o la división del trabajo. En el plano metodológico utilizaba la explicación funcional,
expresando que un hecho social no queda suficientemente explicado hasta que no se sabe qué
función cumple para la sociedad.
Durkheim describió el concepto de anomia como un contexto de desorden y ausencia de reglas
y normas compartidas que suele originarse en procesos bruscos de cambio estructural (paso
de la sociedad agraria a la sociedad industrial o de la sociedad industrial a la sociedad del
conocimiento, por ejemplo). Las escalas de valores y los imaginarios morales, proporcionados
en gran medida por la religión en las sociedades agrarias, son prácticamente destruidos por el
desarrollo social de la modernidad industrial. A su vez, los valores, reglas y pautas culturales y
demográficas de la modernidad industrial van siendo sustituidos por nuevos valores y pautas
de la modernidad “líquida” (Bauman, 2002) que caracteriza las actuales sociedades post-
industriales y de la información.
Todo cambio estructural comporta procesos de anomia, ausencia de reglas y normatividad,
hibridación entre viejos y nuevos valores y una acusada individualización de reglas y pautas
que dejan de ser colectivas. Durkhéim es considerado el referente intelectual de la escuela
funcionalista de sociología que se hizo hegemónica durante los años 50 y 60 del pasado siglo.
Los autores funcionalistas con Talcott Parsons (1902- 1979) a la cabeza, desarrollan y
amparan la tesis del industrialismo en su afán por descapitalizar a Marx y sus predicciones
sobre la sociedad capitalista. La industrialización supone un gran desarrollo de la división del
trabajo y de la estratificación ocupacional, separando radicalmente el trabajo productivo y la
familia. Induce una mayor dificultad para que las posiciones sociales se hereden y traspasen
entre padres e hijos y reafirma los valores universalistas antes que los particularistas. La
educación y el reclutamiento al empleo se rigen por la eficiencia y la adquisición y mucho
menos por la adscripción social.
Las instituciones educativas pasarán a centralizar una resocialización universalista que borra
las diferencias sociales debidas al origen social, gracias a dos grandes funciones que pasan a
desempeñar: “el aprendizaje cognitivo puramente cognitivo, consistente en la asimilación de
información, destrezas varias y sistemas de referencia”. En segundo lugar, inculcar “un
segundo aspecto básico que puede calificarse a grandes rasgos de “moral”: lo que la
educación escolar de antaño se conocía como “comportamiento” o “conducta”.
En su famoso artículo “El aula como sistema social” Parsons estudia la escuela en su doble
faceta de agencia de socialización y de selección de los futuros recursos humanos. En el aula
todos los alumnos empiezan desde el mismo punto de partida. Cuando acceden a la escuela
todos los alumnos son tratados y evaluados del mismo modo bajo un curriculum común que no
establece diferencias ni discrimina a nadie. Son los diferentes rendimientos y motivaciones
individuales los que van estableciendo el logro diferencial y la selección escolar por méritos,
que la escuela sanciona de una forma neutra, objetiva y científica.
Para Parsons todo el proceso educativo funciona según cuatro pautas regulares y universales:
1. Indiferenciación de los niños ante el maestro y ante la escuela, tratándolos por igual. La
escuela es neutra, objetiva y no discriminatoria, facilitando igualdad de oportunidades para
todos sin importar el origen social.
2. Facilita la emancipación emocional de los valores particularistas familiares, inculcando valores
y pautas universalistas.
3. Inculcación de la rutina laboral, la competencia inter-individual y el respeto a la autoridad
adulta.
4. La sujeción a ser evaluados y a interiorizar la jerarquía de rendimientos y conductas como
jerarquía legítima de diferenciación en las recompensas inter individaules.
En suma, el aprendizaje de las relaciones formales, impersonales y burocráticas se adquieren
en la escuela y no en la familia, adquiriendo así los valores universalistas imprescindibles para
el buen orden del funcionamiento social y la correcta inserción en la vida adulta.
1.1.5. El método sociológico: construir el hecho social a investigar
Ejercer e investigar en sociología supone construir, dimensionar y constatar un hecho social o
fenómeno. El objeto de estudio no viene dado sino que hay que construirlo. La construcción del
objeto de estudio consiste en recortar un sector de la realidad y analizarlo siguiendo métodos
de investigación propios de las ciencias sociales. De este modo, gracias al método sociológico,
los sociólogos pueden superar la contradicción que supone formar parte de la sociedad que
investigan.
Como integrante de la sociedad, la inscripción social del sociólogo también lo puede influir y
condicionar reproduciendo una mirada etnocéntrica sobre el objeto o tema investigado.
El etnocentrismo del investigador/a es la tendencia inconsciente a juzgar cualquier individuo o
grupo en función de los valores, reglas y comportamientos del grupo al que pertenece el
investigador/a. En sociología no se puede proyectar sobre el tema objeto de estudio nuestros
prejuicios individuales siendo necesaria la llamada “alternación” o predisposición a ponerse en
el lugar del otro, relativizando así la inclinación etnocéntrica. Al no dar nada por supuesto,
podemos activar la imaginación sociológica y hacernos cuestionar las apariencias. De ese
modo se empieza a construir un hecho social como objeto de investigación. Por ejemplo, existe
el supuesto que afirma que la escuela mixta no es sexista ni discrimina la feminidad. Sin
embargo, la investigación sociológica rebate esa apariencia. Para construir el hecho social
debemos ir a contracorriente, contra evidencias y lugares comunes y también a contra corriente
de las versiones e interpretaciones oficiales.
Por esta razón, la sociología resulta una disciplina incómoda para el poder o para aquellos
sectores sociales no interesados en que se desvelen determinadas realidades.
La crítica sociológica del poder político, puede resultar insolente y poco agradable para quien lo
detenta. La evaluación de muchas instituciones o actividades actuales (televisión, prensa,
sistemas educativos, poder de las multinacionales…) es más efectiva cuanto más se apoya en
la argumentación sociológica. Tal evaluación puede resultar muy incómoda para quienes se
benefician de las actividades que el sociólogo somete a escrutinio.
En todo caso, la sociología no monopoliza ni mucho menos la crítica de nuestro universo
social, que es también ejercida por filósofos, economistas, políticas o por cualquier ciudadano
consciente. No obstante, y precisamente a causa de la expansión de la sociología en el mundo
moderno, esa crítica es ya inconcebible sin la ayuda de la inteligencia sociológica de los
asuntos sociales.
La sociología siempre interrelaciona fenómenos que pertenecen a varios niveles de la vida
social. Intenta establecer las conexiones pertinentes entre los fenómenos económicos y la
desigualdad, los políticos y el poder, los fenómenos culturales y los valores e ideologías,
explicando las interrelaciones entre todos ellos. En todos estos casos el sociólogo hace uso de
un enfoque interrelacional que puede llamarse perspectiva sociológica: analiza la
interdependencia entre los hechos sociales, de cómo cada uno depende de los otros en la
estructura social. Más en concreto, analiza la interrelación entre los ejes estructurales y “macro”
que estructuran todo sistema social, demostrando cómo se comporta o cambia cada eje
estructural y cómo están mutuamente interrelacionados y determinados o bien, demostrando
cómo los cambios macro-estructurales acaban afectando a la dimensión micro y, por tanto,
directamente a nuestras vidas.
Cuando toma como unidad de análisis grandes poblaciones se recurre a métodos cuantitativos
basados en encuesta a fin de medir estadísticamente un determinado hecho o fenómeno
social. La explotación de los datos estadísticos permitirá poner a prueba las hipótesis
inicialmente planteadas a fin de refutarlas o confirmarlas. A través de las encuestas los sujetos
sociales declaran lo que opinan y lo que dicen que piensan y hacen. Pero no necesariamente
han de contestar en las encuestas sobre lo que realmente piensan y hacen. Para aprehender lo
que realmente piensan y hacen los sujetos sociales se recurre a la metodología cualitativa
basada en entrevistas, grupos de discusión, etnografía o relatos de vida. Estas técnicas de
investigación se basan en la subjetividad y en la interpretación, decodificando los discursos de
los sujetos y aproximándose de forma más realista a sus experiencias y a lo que realmente
piensan y hacen. Cada vez es más común en sociología combinar ambos enfoques
metodológicos a fin de completar un trabajo de campo desde las dos dimensiones de la
realidad.
En sociología existen dos maneras de entender y analizar la vinculación de las personas
(sujetos) con la sociedad (estructura social):
a) Una holística o estructural, que abarca el nivel macro-sociológico o aquél en que la persona
se pone en relación directa con la estructura social y el conjunto de pautas sociales
suficientemente estables que actúan sobre la actuación de los individuos. Se manifiesta cuando
hablamos de clases sociales o de grandes colectivos o grupos secundarios y en situaciones
tales como el sentimiento de nacionalidad, o la estructura y posición de clase.
b) Otra interaccionista que se centra en el nivel micro-sociológico de las relaciones o
interacciones sociales directas entre personas en diferentes situaciones y escenarios sociales.
Sus manifestaciones se hacen explícitas a nivel de las relaciones cotidianas y concretas entre
los agentes de la realidad social, dentro de los grupos primarios o instituciones sociales.
Ciertos procesos institucionales de la escuela como las entrevistas de orientación o las
reuniones entre maestros y padres han sido objeto de investigación desde una perspectiva
interaccionista.

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