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14 PRINCIPIOS DE LA ADMINISTRACIÓN

Según Fayol (1916) dice que los principios de la administración son:


1) UNIDAD DE MANDO: Cada empleado debe recibir órdenes de un sólo superior. De esta forma,
se evitan cruces de indicaciones a modo de fuego cruzado.
2) AUTORIDAD: A pesar de que el cargo otorga la autoridad formal, no siempre se tendrá
obediencia si no existe la capacidad de liderazgo. Por ello, es necesario tener la capacidad de dar
órdenes y que ellas se cumplan. La autoridad conlleva responsabilidad por las decisiones
tomadas.
3) UNIDAD DE DIRECCIÓN: Se debe generar un programa para cada actividad. Todo objetivo de
tener una secuencia de procesos y plan determinado para ser logrado. Además, de contar con un
administrador para cada caso.
4) CENTRALIZACIÓN: Toda actividad debe ser manejada por una sola persona. Aunque gerentes
conservan la responsabilidad final, se necesita delegar a subalternos la capacidad de supervisión
de cada actividad.
5) SUBORDINACIÓN DEL INTERÉS PARTICULAR AL GENERAL: Deben prevalecer los
intereses de la empresa por sobre las individualidades. Siempre se debe buscar el beneficio sobre
la mayoría.
6) DISCIPLINA: Cada miembro de la organización debe respetar las reglas de la empresa, como
también los acuerdo de convivencia de ella. Un buen liderazgo es fundamental para lograr
acuerdos justos en disputas y la correcta aplicación de sanciones.
7) DIVISIÓN DEL TRABAJO: La correcta delimitación y división de funciones es primordial para
el buen funcionamiento de la empresa. Se debe explicar claramente el trabajo que cada
colaborador debe desempañar. Además, se debe aprovechar la especialización del personal para
aumentar la eficiencia.
8) ORDEN: Cada empleado debe ocupar el cargo más adecuado para él. Todo material debe estar
en el lugar adecuado en el momento que corresponde.
9) JERARQUÍA: El organigrama y jerarquía de cargos debe estar claramente definidos y
expuestos. Desde gerentes a jefes de sección, todos deben conocer a su superior directo y se
debe respetar la autoridad de cada nivel.
10) JUSTA REMUNERACIÓN: Todo empleado debe tener clara noción de su remuneración y
debe ser asignada de acuerdo al trabajo realizado. Los beneficios de la empresa deben ser
compartidos por todos los trabajadores.
11) EQUIDAD: Todo líder debe contar con la capacidad de aplicar decisiones justas en el
momento adecuado. A su vez, deben tener un trato amistoso con sus subalternos.
12) ESTABILIDAD: Una alta tasa de rotación de personal no es conveniente para un
funcionamiento eficiente de la empresa. Debe existir una razonable permanencia de una persona
en su cargo, así los empleados sentirán seguridad en su puesto.
13) INICIATIVA: Se debe permitir la iniciativa para crear y llevar a cabo planes, dando libertad a
los subalternos para que determinen cómo realizar ciertos procedimientos. Junto con esto, se debe
tener en cuenta que en ocasiones se cometerán errores.
14) ESPIRITU DE CUERPO: El trabajo en equipo siempre es indispensable. Se debe promover
el trabajo colaborativo, que también ayuda a generar un mejor ambiente laboral.

Fayol, Henry, (1916), Paris Francia, "Administration industrielle et genérale, Editore PRENTICE,
(pág. 21-25)

Según TAYLOR, F. W. (1969) dice que:

PRINCIPIOS DE LA ADMINISTRACIÓN científica

1. Organización Científica del Trabajo: Este criterio se refiere a las actividades que deben
utilizar los administradores para remplazar los métodos de trabajo ineficientes y evitar la
simulación del trabajo, teniendo en cuenta. cuenta (tiempos, demoras, movimientos,
operaciones responsables y herramientas.
2. Selección y entrenamiento del trabajador: La idea es ubicar al personal adecuado a su
trabajo correspondiente según sus capacidades, propiciando una mejora del bienestar del
trabajador.

Cuando el trabajo se analiza metódicamente, la administración debe precisar los requisitos


mínimos de trabajo para un desempeño eficiente del cargo, escogiendo siempre al personal
más capacitado.

3. Cooperación entre directivos y operarios: La idea es que los intereses del obrero sean
los mismos del empleador, para lograr esto se propone una remuneración por eficiencia o por
unidad de producto, de tal manera que el trabajador que produzca más, gane más y evite la
simulación del trabajo.

Taylor propone varios mecanismos para lograr dicha cooperación:

 Remuneración por unidad de trabajo.


 Una estructura de jefes o (capataces) que debido a su mayor conocimiento puedan
coordinar la labor de la empresa y puedan colaborar e instruir a sus subordinados. Para Taylor
debían existir varias tareas para los diferentes jefes funcionales: Jefe de programación, de
tiempos y costos, de mantenimiento de asignación de material, de instrucciones de producción
de control de calidad, de desarrollo de trabajo y de relaciones de personal.
 División del trabajo entre directivos y operarios:

4. Responsabilidad y especialización de los directivos en la planeación del trabajo: Los


gerentes se responsabilizan de la planeación, del trabajo mental, y los operarios del trabajo
manual, generando una división del trabajo más acentuada y mayor eficiencia.

TAYLOR, F. W. (1969). Principios de la Administración Científica (11° edición). México: Herrero


Hnos. S. A. P.34-36

Según Emerson (1924) plantea los principios de la administración

1. Definición clara de los objetivos (ideales)


La fijación de objetivos es uno de los principios fundamentales de la administración, en esto
Emerson también fue pionero, algunos lo mencionan como un adelantado a la administración por
objetivos propuesta hacia mediados del siglo XX. Si un directivo (empresa) no ha planteado
objetivos (ideales) claros y concretos le será imposible avanzar o avanzará en cualquier dirección.
La vaguedad, la incertidumbre y la falta de rumbo que caracteriza a los empleados no es sino una
consecuencia de la vaguedad, la incertidumbre y la falta de rumbo que caracteriza a los
empleadores. Si cada gerente formula sus propios objetivos (ideales), los promulga y publica en
todas partes y los inocula en todos los empleados, la organización podrá alcanzar la excelencia.
2. Emplear el sentido común
Emerson creía que cuando a una empresa le faltan ideales, organización y sentido común, tiende
a resultar sobrecapitalizada. Se compran máquinas innecesarias y se instalan y se emplean menos
del tiempo total. Esto añade una carga general excesiva y resulta destructor del éxito de la
organización.
Un sentido común supremo que lo capacita a uno para distinguir entre los árboles y el bosque. Es
un sentido común que lleva al conocimiento y pide consejo de todos los departamentos, no está
confinado a una sola posición y, sin embargo, mantiene la dignidad del equilibrio.
3. Buscar activamente el consejo de personas competentes
La complejidad creciente de la empresa requiere el uso frecuente de expertos técnicos. Ningún
directivo por sí solo puede ser competente en todas las áreas necesarias para llevar adelante con
éxito una empresa. Por lo tanto, para asegurar que en todas las áreas se utilizan las mejores
prácticas, debería utilizarse un consejo competente y el directivo debería ser receptivo al consejo
ofrecido por tales asesores.
4. Disciplina
Decía Emerson que “La cooperación no es un principio, pero su ausencia es un crimen”.
El principio de la disciplina hace referencia específica a que trabajar con ideales comunes en una
organización disciplinada proporciona cooperación, para explicar los fundamentos del principio se
hace un símil con el gobierno de una colmena: ninguna abeja parece obedecer a ninguna otra
abeja, y sin embargo el espíritu de la colmena es tan fuerte que cada abeja trabaja duramente en
su tarea específica asumiendo que cualquier otra abeja está trabajando conscientemente también
tan duro como sea posible en interés de la comuna.
Adherencia a las reglas; obediencia estricta. La función de este principio es asegurar la lealtad y
la observancia de los once principios restantes.
5. Trato justo
Los directivos necesitan tres cualidades importantes: simpatía, imaginación y, sobre todo, sentido
de justicia. El mayor problema para asegurar un trato justo es el fracaso en el establecimiento de
equivalencia entre el salario y el resultado. Deberían desarrollarse sistemas de salario de modo
tal que se asegure que el día de hoy se hace soportable sin descartar la esperanza de un mañana
mejor. Semejantes sistemas de retribuciones proporcionan estímulos e incentivos.
6. Mantener registros fiables, inmediatos, adecuados y permanentes
El objeto de los registros de información consiste en aumentar el alcance y el número de las
advertencias, proporcionarnos más información que la que usualmente recibimos mediante
nuestros sentidos. Con contabilidades atrasadas, sin información presupuestal, sin flujos de caja
día a día, es imposible la toma de decisiones racional. Los registros proporcionan las bases para
la toma de decisiones.
7. Despacho (Expedición)
Planificación científica a través de la cual cada pequeña función es efectuada de manera tal que
sirve para unir el todo y capacita a la organización para llegar a su objetivo, para lo cual se deben
formular técnicas eficaces de plazos y control de la producción. Para que una organización sea
eficiente es necesario que “despache”, que tenga garantizado lo que podríamos llamar la
infraestructura mínima.
8. Normas y programas (estándares y guías)
Se debe hacer explícito un método y un tiempo para que las tareas se ejecuten, lo cual se logra a
través de estudios de tiempos y movimientos, del establecimiento de estándares de trabajo y de
la planificación de la producción, de tal manera que se establezca un ritmo “crítico” constante que
permita la máxima eficiencia.
9. Condiciones estandarizadas
Se debe procurar una uniformidad del medio ambiente organizacional, de tal manera que se
reduzca el desperdicio de tiempo, de esfuerzo y de dinero.
10. Operaciones estandarizadas
La estandarización de operaciones, en todo tiempo y lugar posibles, elevará grandemente la
eficiencia. La estandarización de las operaciones constituye el plan operativo detallado, que si no
es supervisado día a día no logrará la obtención de los objetivos estratégicos. Se trata de uniformar
los métodos, las formas en que se ejecutan las tareas.
11. Instrucciones escritas, prácticas y estandarizadas
La documentación de las labores es esencial, si existiera la costumbre obligatoria de dejar por
escrito lo que se hizo, cómo se hizo, por qué se hizo y qué resultados produjo, no se repetirían los
errores y se aceleraría el progreso.
12. Recompensa a la eficiencia
El trabajo bien hecho, eficiente, merece ser recompensado, para lo cual es recomendable el
establecimiento de programas de incentivos que motiven a los trabajadores en la búsqueda de la
eficiencia individual y de esta manera, colaboren en la construcción de la eficiencia organizacional.
Emerson, Harrington. The twelve principles of efficiency. The Engineering Magazine Co., 1924.
P. 34-39.

Principios y Pasos de Reyes Ponce Para La planeación

Factibilidad: debe ser realizable, adaptarse a la realidad y a las condiciones objetivas.


Objetividad y cuantificación: basarse en datos reales, razonamientos precisos y exactos,
nunca en opiniones subjetivas, especulaciones o cálculos arbitrarios (precisión) expresada en
tiempo y dinero.

Flexibilidad: es conveniente establecer márgenes de holgura que permitan afrontar situaciones


imprevistas y que puedan proporcionar otros cursos de acción a seguir.

Unidad: todos los planes deben integrarse a un plan general y al logro de los propósitos y
objetivos generales.

Del cambio de estrategias: cuando un plan se extiende, será necesario rehacerlo


completamente. La empresa tendrá que modificar los cursos de acción (estrategias) y
consecuentemente las políticas, programas, procedimientos y presupuestos para lograrlos.

Reyes Ponce, Agustín. Administración Moderna. Edit. Limusa. México 1994 (Págs. 30 – 34)

Referencias Bibliográficas

 Emerson, Harrington. The twelve principles of efficiency. The Engineering Magazine Co.,
1924. P. 34-39.
 Fayol, Henry, (1916), Paris Francia, "Administration industrielle et genérale, Editore
PRENTICE, (pág. 21-25).
 Fernández-Ríos, Manuel y Sánchez, José C. Eficacia organizacional: concepto,
desarrollo y evaluación. Ediciones Díaz de Santos, 1997.
 TAYLOR, F. W. (1969). Principios de la Administración Científica (11° edición). México:
Herrero Hnos. S. A.
 Rodriguez Valencia Joaquin. INTRODUCCIÓN A LA ADMINISTRACIÓN CON
ENFOQUE DE SISTEMAS; Editorial Ecasa. México 1990.

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