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EN
FEMENINO
“ACCIONANDO A TRAVES DE LAS ARTES PARA LA PAZ Y LA SEGURIDAD
DE LAS MUJERES VICTIMAS DE LA GUERRA, EN EL DISTRITO DE
BARRANQUILLA, DEPARTAMENTO DEL ATLANTICO”
ELABORADO POR:
MAYBEL BROOKS
DIANA BOLAÑOS
ANA MARIA LINARES
ZORAYA VARELA
BARRANQUILLA
AÑO 2011
INTRODUCCION
Hablar de paz, no, “No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar
para conseguirla” (Eleanor Roosevelt ) y más aún en un contexto como el colombiano
donde hasta hace unos 8 años “no existía conflicto armado” aunque desde hace mas de
50 o 60 años se han venido naturalizando las violencias, donde la muerte, las
violaciones, los robos, las desapariciones y el secuestro se han constituido en el pan de
cada día y en las costumbres de hombres, mujeres, niños y niñas de todo estrato, color,
ideología o raza. Niños y niñas, y mujeres las victimas más silenciosas y perturbadas,
acalladas por el ensordecedor ruido del miedo, de las amenazas, las inseguridades, la
ignorancia y la negligencia de un sistema que perpetúa las violencias.
Hablar de paz y luchar por la misma en un país donde, incluso, las relaciones
personales se han teñido de sangre, no solo no es fácil, sino que es riesgoso porque la
exigencia y la vivencia plena de los derechos humanos tanto para hombres, como para
mujeres de cualquier edad y condición social, política, religiosa o cultural, se torna cada
vez más compleja y desgastante.
El hecho mismo de invisibilizar las aberraciones y faltas contra la población civil,
específicamente, contra infantes y mujeres es, en sí, un incumplimiento al DIH y a todas
las leyes, documentos y resoluciones en torno a los derechos y a la prevalencia de los
mismos incluso durante el conflicto armado. Frente al tema es fundamental lo que
menciona el IV convenio de Ginebra celebrado el 12 de agosto de 1949 al considerar
“que el desarrollo de armamentos, la extensión del radio de acción de los ejércitos
demuestra que las personas civiles están dentro de la guerra y expuestas a los mismos
peligros – a veces mayores- que los militares”.
Lo anterior representa en sí misma una razón suficiente para exigir la protección de la
población civil, especialmente mujeres, niños y niñas en conflicto armado, y para buscar
que las voces de estas “victimas” y de la población general sean escuchadas, bien
representadas y tenidas en cuenta para hablar de paz, aunque sean “tiempos de guerra”.
Tristemente estos “tiempos” enlutan a todo el territorio nacional, al campo pero también
a la ciudad en donde poco se habla del tema, por ejemplo en el contexto local el
panorama muestra que en muchas zonas se sigue “desconociendo” la existencia del
conflicto armado y sus consecuencias en la población civil, con especial afectación en
las mujeres, sobre todo en zonas rurales donde el imaginario social lleva a pensar el
conflicto como un algo lejano o solo del campo.
Inclusive en Barranquilla, Atlántico, que aun viviendo el fenómeno del desplazamiento
producto de la violencia y considerándose una de las ciudades con los índices más altos
de todo tipo de violencias en la Costa especialmente contra mujeres (feminicidios,
desapariciones forzadas, violencia intrafamiliar entre otras) no se cuenta con ningún
plan de incidencia hacia la exigibilidad de la Resolución 1325 y conexas, ni con el
respaldo adecuado de los sistemas judicial, político, administrativo, cultural y social que
garanticen el pleno disfrute de los derechos.
De hecho en el ámbito artístico tampoco es muy evidente el manejo de una perspectiva
de género y de equidad y solo se conocen algunos cuantos grupos como Uter-Rap,
Femenino Sagrado, la REDHADA, Alas De Libertad de la CCT entre otros que han
desarrollado trabajos artísticos para dar a conocer lo relacionado con los derechos de la
mujer y la equidad de género.
Sabiendo esto y teniendo en cuenta que existen en las mujeres unos impactos
diferenciado en términos cuantitativos y cualitativos, del conflicto armado interno y del
desplazamiento forzado, como lo menciona el Auto 092 de 2008 y que estos son un
fenómeno cuyas dimensiones no se han valorado en su plena extensión hasta el
momento; se hace necesario el uso del género para leer el conflicto armado en la ciudad
porque esta categoría analítica amplia el marco de comprensión de las dinámicas y
lógicas del mismo, aportando el reconocimiento de las desigualdades de género, previas
al conflicto y en los impactos que este tiene sobre las relaciones de género y las
identidades de hombre y mujeres (como se afirma en el documento de Lecturas de
género a los conflictos armados, del modulo No 2 del diplomado Mujeres, paz y
seguridad).
De hecho el desplazamiento forzado producto del conflicto armado interno evidencia
según el Auto 092 este impacto diferencial ya que por causa de su condición de género
las mujeres están expuestas a riesgos particulares y vulnerabilidades especificas dentro
del conflicto, que a su vez causan el desplazamiento en el cual por supuesto existe una
afectación en niveles y proporciones distintas al resto de la población no obstante “este
reconocimiento de las mujeres como víctimas no implica que se desconozca su rol como
participantes en la construcción de paz y como sujetas de resistencia frente a la guerra”
(op.cit)
Precisamente esa es la idea central de este proyecto que pretende difundir la
problemática de género, conflicto armado y paz realizando actividades Socio-
Culturales, a través del teatro y otras expresiones artísticas como herramientas para la
exigibilidad de la Resolución 1325 y conexas en el Distrito de Barranquilla. Al mismo
tiempo que promueve la reflexión y concienciación frente al tema, desarrollando
procesos de formación especialmente para mujeres y niñas, creación artística con
perspectiva de género, denuncia simbólica, enrutamiento y restitución a través de la
exploración creativa-artística y de la investigación documental, de las memorias
históricas de victimas. Impulsando de esta manera las potencialidades de las
poblaciones a las que se dirige el proyecto, para aportar a la construcción de la paz con
perspectiva de género y equidad.
Se trata entonces del universo simbólico, utilizando los lenguajes del arte y la cultura,
de implementar en Colombia una amplia difusión y apropiación de la Resolución, y de
apoyar a las organizaciones de mujeres que trabajan en este mismo sentido con obras de
arte hechas en lenguajes incluyentes, desde la perspectiva de las mujeres, para difundir,
promover y apropiarse de la Resolución 1325 y conexas.
Solo en el año 2001 cuando se dio la Conferencia Mujeres y Paz en Estocolmo para las
organizaciones de mujeres, fue muy grato para las organizaciones de mujeres
colombianas porque a partir de esta, se da la iniciativa de Mujeres por la paz y se inicia
un proceso para la exigibilidad de la Resolución 1325. Pero fue muy desventurado para
esta porque se da la ruptura con el proceso de paz con las FARC y luego coincide con
la primera elección de Álvaro Uribe a la presidencia de Colombia, quien desconociera
durante sus dos periodos la existencia de un conflicto armado interno.
No hay que desconocer la labor tanto de la Red Nacional de Mujeres como IMP ante el
Congreso de la República para la inclusión de una perspectiva de género y para
garantizar los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación de las mujeres víctimas
en la ley 975 de 2005 y la inclusión de dos mujeres en la comisión de Reparación y
Reconciliación (CNRR) haciéndose efectiva esta última propuesta en el 2005, cuando el
presidente Uribe designa a Ana Teresa Bernal, de REDEPAZ y a Patricia Buritacá,
Coordinadoras Nacional IMP, como comisionadas de la CNRR creada por la ley de
justicia y paz. Desafortunadamente estas acciones fueron interpretadas de manera
diferente, por IMP, como por el gobierno nacional, tomándose como implementación de
la 1325 en nuestro país, propinando el rompimiento entre los movimientos de mujeres,
tanto, como para que estas utilicen muy poco esta resolución.
Sin embargo una de las posibilidades por las que la resolución 1325 no se ha
implementado y aun sea desconocida entre las organizaciones de mujeres y
organizaciones sociales e instituciones gubernamentales, como instrumento
internacional para aplicarla ante todo en el contexto del conflicto armado es el que no
haya coincidido en nuestro país con ningún proceso de paz.
Cerca del 80 % de las personas desplazadas internamente en Colombia son mujeres,
niñas y niños. Según el séptimo informe de la Comisión de Seguimiento a la política
pública sobre el desplazamiento forzado el 43% de las familias desplazadas tienen
jefatura femenina y el 68% de las mujeres desplazadas cabeza de familia están solas.
Hoja informativa: Violencia de género y mujeres desplazadas [PDF]
http://www.acnur.org/t3/operaciones/situacion-colombia/desplazamiento-interno-en-
colombia/
El departamento del Atlántico está ubicado al norte de nuestro país, limita al norte con
el mar Caribe, por el este con el rio Magdalena, por el sur con el departamento de
Bolívar y por el oeste con el departamento de Bolívar. Su superficie es de 3.388 km2
que representa el 0.29% del territorio nacional. Tiene alojado el 4.7% del total de la
población desplazada del país a causa del conflicto armado. Representado en 12.000
hogares de desplazados que se han registrado en el Sistema, RSS. Aproximado en
84.000 mil persona asentados principalmente en Barranquilla, Soledad y Malambo.
A pesar de los intentos condicionados del estado nacional por agilizar acciones para
construir paz, fomentando las supuestas desmovilizaciones de grupos alzados en armas,
llevando a cabo procesos de esclarecimiento de la verdad, de hacer justicia y de aplicar
la reconciliación y la reparación, a través de la aprobación y la aplicación de la Ley de
justicia y paz, esta, ha sido una ley más que perpetua la impunidad y no garantiza los
derechos de las víctimas del conflicto armado.
Pueblos enteros, a falta de garantías para su seguridad de vida por parte del estado, han
tenido que huir de su lugar de origen buscando albergue habita en las ciudades, creando
refugios improvisados por la necesidad de un lugar donde vivir, viviendas que ellos
mismos construyen en terrenos de alto riesgos con materiales de deshechos o de muy
baja calidad como tablas, zinc, plástico etc.y otras, como es el caso de Barranquilla.
Ante todo, se debe tener en cuenta que las víctimas sobrevivientes del conflicto armado
son, en su mayoría, mujeres que han enterrado a sus familiares y que son también
víctimas directas con afectaciones psíquico-emocionales y, en algunos casos, de
maltratos físicos o de hecho. Mujeres abusadas en lo sexual, mujeres estereotipadas por
su condición de desplazada y/u otras afectaciones dadas dentro del contexto del
conflicto armado. Siendo también víctimas de violencia de género en el espacio privado
a causa de la falta de garantías por parte del estado para hacer cumplir las normas. Son
todas estas mujeres que necesitan ser facultadas para que se accionen en la exigibilidad
de sus derechos.
En análisis a todas las situaciones mencionadas, en especial a las afectaciones hacia las
mujeres y niñas, surge entonces la imperiosa necesidad para “Mujeres de Paz”
integrantes de la Corporación Colombiana de Teatro, en Barranquilla, el iniciar un
proceso de incidencia por la paz, en nuestra ciudad, a manera de la exigibilidad de los
derechos de estas poblaciones más afectadas por el conflicto armado, principalmente los
de las mujeres y niñas. es apremiante el accionar por la exigibilidad de la Resolución
1325 y conexas y de todas aquellas normas nacionales e internacionales que, de alguna
forma, ejercen vínculo con estas. Sin dejar de lado el espacio privado donde se propicia
también la violencia de género (la violencia intrafamiliar y los feminicidios), todo esto
basado bajo los parámetros que ha venido trabajando la Corporación a nivel nacional y
de acuerdo a las necesidades del contexto sociopolítico de Barranquilla.
Así mismo el arte, trabajando articuladamente con las ciencias sociales y humanas como
la psicología, la sociología, la antropología, en proyectos socio-culturales que realicen
intervenciones culturales como elemento aglutinador, con exposiciones, presentaciones,
recitales y conciertos musicales con perspectiva de genero que contribuyan a la
promoción y difusión de las resoluciones mencionadas, asimismo fomentar procesos
formativos socio-culturales orientados a niños, niñas, jóvenes y adultos integrados con
las ciencias y las artes que contribuyan a erradicar de raíz este flagelo que afecta en su
mayoría a mujeres.
La revisión del contexto político es relevante para la formulación de este proyecto que
propende por la exigibilidad de la Resolución 1325 y conexas, en tanto que tal como se
menciona en el documento de Lecturas de género a los conflictos armados, del modulo
No 2 del diplomado Mujeres, paz y seguridad “si la estructura social y de género es
desigual, el conflicto entrara a profundizar esas desigualdades y aumentara las
expresiones discriminatorias contra aquellos o aquellas que personifican identidades
subordinadas. Por ello es importante hacer una lectura de la dinámica social previa al
conflicto en clave de género” identificando así como se dan las relaciones de género en
el contexto en el que se desarrollara este plan de incidencia que corresponde en este
caso al Distrito de Barranquilla. Porque muchos de estos imaginarios que se expondrán
pueden ser reproducidos en la organización concreta y simbólica de la vida en
conflicto armado, por ejemplo en el fenómeno del desplazamiento en la ciudad sobre el
cual se ha hecho especial énfasis.
Varias han sido las ciudades y departamentos en el país que se han comprometido en la
Construcción de Políticas Públicas como son: Bogotá, Medellín, Cartagena, Tolima,
Barranquilla priorizando derechos que se identifican con el Plan de igualdad de
Oportunidades como son: Derecho a: a) la participación y representación b) a una vida
libre de violencia c) A un trabajo en condiciones de igualdad y dignidad d) Salud
integral y efectiva e) educación con calidad y equidad f) Vivienda digna. g) una cultura
libre de sexismo.
Sin embargo, Colombia “ocupa el primer lugar en las estadísticas de violencia de género
en el área andina, debido al alto porcentaje de mujeres desplazadas que en su gran
mayoría son viudas o huérfanas.” El bochornoso primer lugar se debe también a que
todas las tipologías y manifestaciones se han detectado en nuestro país, identificándose
nuevas “rostros” cuando se profundizan en investigaciones sociales y culturales que
develan estereotipos costumbres y tradiciones arraigadas en las culturas. Los
feminicidios, la trata de personas, desaparición, prostitución forzada, abortos y las
violaciones que ejercen los grupos organizados al margen de la ley contra las mujeres,
son cifras alarmantes en el contexto del conflicto armado en Colombia.
Por otro lado, las estadísticas de violencia para el 2011, no parecen mostrar una mejora
en relación al porcentaje de casos denunciados para el año 2010. La tendencia para el
2011 en relación al 2010 sigue siendo la misma.
No obstante la existencia de estadísticas, aun es muy difícil discriminar dentro de las
mismas el porcentaje de mujeres que además de sufrir estos tipos de violencias, han sido
afectadas por el conflicto armado y se encuentran en situación de desplazamiento lo
cual las hace aun más vulnerables, ya que desafortunadamente aun son muy
invisibilizados los efectos del conflicto armado en el fenómeno del desplazamiento y
por tanto aun menos se conocen las afectaciones del mismo en mujeres y niñas que
constituyen más del 50% de esta población.
En cuanto a las políticas públicas, los avances jurídicos y el apoyo del gobierno local a
los asuntos relacionados con las mujeres y sus derechos humanos, el contexto se
muestra más bien pobre porque las acciones gubernamentales están dirigidas
fundamentalmente a la inversión en infraestructura, desconociendo las políticas
nacionales que apuntan a disminuir la pobreza de las mujeres como meta de los
objetivos del milenio y de esta manera invisibilizando y brindando poco apoyo a las
iniciativas sociales y artísticas por los derechos humanos de las mujeres.
1
PROCURADURIA GENER
AL DE LA NACION (2006), Informe de seguimiento y vigilancia de los derechos humanos de las mujeres
en 23 departamentos, el Distrito Capital y tres municipios pilotos. Bogotá, Disponible en
http:wwwindex.f.com.
negligente acción del sistema judicial y policial Distrital, que muchas veces es confuso
y confunde a quienes acuden en busca de ayuda, desinteresado en la perspectiva de
mujeres y desconocedores de las diferentes tipologías de violencia que se presentan en
la ciudad – en especial contra mujeres-, dando “más relevancia” a unas que a otras que
como en el caso de la violencia psicológica, violencia sexual, asesinatos a mujeres,
dificultad para acceder a un trabajo digno, a la salud o a la justicia que ni siquiera están
bien definidas y por tanto son ignoradas muchas veces en su totalidad, ya que obedecen
en parte al ámbito privado familiar en el cual están siendo víctimas también muchas
mujeres desplazadas por el conflicto armado interno, situación que las re victimiza al no
ser ni siquiera atendidas según sus necesidades y al no brindarle información adecuada
de sus derechos.
Nació como la organización del Movimiento del Nuevo Teatro Colombiano, uno de los
más importantes de América Latina. El Movimiento del Nuevo Teatro ha estado basado
en los grupos estables, varios de ellos con reconocimiento nacional e internacional.
La Corporación Colombiana de Teatro CCT es una entidad cultural sin ánimo de lucro
con 40 años ininterrumpidos de vida y de trabajo, integrada por artistas de dedicación
sistemática al teatro. Desarrolla además, una serie de proyectos sociales. Es una
fundación dedicada a la creación artística, a la difusión, la formación y al trabajo
cultural.
Entre las propuestas de cambio social, para las mujeres que tiene la Corporación
Colombiana de teatro esta El festival de mujeres en escena por la paz es un evento
artístico que se realiza para visibilizar el trabajo que desarrollan varios grupos de
mujeres en el arte, el teatro, la danza y performancia, y para posibilitar una reflexión
entre las mujeres artistas y las del Movimiento Social de Mujeres por la Paz. Este
Festival es de carácter internacional. El Festival tiene 21 años ininterrumpidos de vida
y cuenta con el reconocimiento del Movimiento Social de Mujeres de Colombia y de
algunas redes internacionales de mujeres del teatro como Magdalena Project y
Magdalena Norway de Noruega, con quienes hemos desarrollado y desarrollamos
proyectos puntuales. Cuenta también con el apoyo de las organizaciones distritales que
se ocupan de las políticas públicas de mujer y género y de los medios de comunicación.
En la actualidad Alas de libertad está conformado por nueve mujeres, han realizado tres
obras de teatro como lo son “María en el País de las Maravillas”-“Sagrado Delito” y el
nuevo trabajo “Rompiendo el Silencio”, todas de creación colectiva sobre vivencias
propias y ficticias del entorno familiar comunitario y social con perspectiva de género.
Realizando un trabajo de teatro de actrices comprometidas con la paz de Colombia.
Sin embargo antes de que pueda cumplir su objetivo, aparece la Chica Mágica un
personaje que dice tener poderes supranaturales y trata de convencerla para que
renuncie a su objetivo de suicidarse mostrándole un camino que antes María no había
explorado. Esta es una pieza que nos invita a reflexionar sobre la situación especial que
vive el personaje central de esta historia creada por estas trece mujeres bajo la dirección
de Ana María Linares. En la actualidad el colectivo continúa su proceso formativo con
talleres de teatro y el montaje de una nueva obra teatral.
Sagrado delito Ejercicio de teatro para espacio alternativo es el nuevo trabajo basado en
la obra clásica griega “Antigona” de Sófocles que refleja el sentir de las mujeres del
colectivo con respecto al conflicto armado que vive nuestro país. Ejercicio de teatro
para espacio alternativo es el nuevo trabajo basado en la obra clásica griega “Antigona”
de Sófocles que refleja el sentir de las mujeres del colectivo con respecto al conflicto
armado que vive nuestro país.
Para las mujeres del Colectivo también es primordial el trabajo de incidencia socio-
cultural, artístico y político para la exigibilidad de la R 1325 y conexas, puesto que esto
representa para ellas un mayor respaldo y apoyo para el trabajo que desde el 2006
vienen realizando, se constituye está en una oportunidad para dar a conocer más su
trabajo a nivel local, formarse alrededor de los temas de mujeres, paz y seguridad de
manera más constante y articular con otras manifestaciones artísticas, sociales y
políticas, enriqueciendo así la incidencia que desde el teatro han realizado y el plan a
ejecutar. Involucrar y trabajar con este grupo de mujeres es clave para el desarrollo y
ejecución de este proyecto no solo por el hecho de estar ligadas a la CCT sino también
porque sus integrantes constituyen una fuerza más para hacer activismo por la paz en la
ciudad.
Con el fin de ahondar de manera más detallada en el contexto político de las violencias,
la situación de las mujeres en la ciudad de Barranquilla y el manejo a nivel político,
personal – de las mujeres- administrativo y judicial de este fenómeno, anexaremos un
documento donde se exponen a través de varios artículos escritos por mujeres desde la
perspectiva de género, una amplia exposición acerca de estos temas.
PROBLEMA SOBRE EL CUAL LA CORPORACIÓN COLOMBIANA DE
TEATRO HARA INCIDENCIA CON RELACION A LA IMPLEMNTACIÓN
DE LA RESOLUCIÓN 1325 Y CONEXAS
Los conflictos armados obligan a menudo a las mujeres a abandonar sus hogares y
pertenencias, ya sea porque una de las partes en conflicto ha adoptado deliberadamente
la estrategia de desplazar a los civiles a la fuerza, ya sea porque han quedado atrapadas
en los combates y temen los ataques.
Las mujeres temen poder quedarse en sus casas y comunidades. En muchos países
afectados por conflictos armados, la población civil depende en gran medida de la tierra
como medio de subsistencia, de manera que el desplazamiento puede suponer una
amenaza para la vida. Si están obligadas a huir, las mujeres necesitan protección y
asistencia para llegar a una zona de seguridad. También, es posible que precisen ayuda
material adecuada durante el período de desplazamiento e inmediatamente después de
regresar a sus hogares. Las mujeres desplazadas dependen a menudo del apoyo de las
comunidades que las acogen o de organizaciones internacionales para cubrir sus
necesidades de supervivencia. Aun así, dan prueba a diario de un valor y un ingenio
característicos para hacer frente a las responsabilidades familiares en ausencia de los
hombres. Al hacerlo se arriesgan a que las violen.
Las mujeres desplazadas pueden ser especialmente vulnerables cuando son cabeza de
familia, viudas, ancianas o madres con niños pequeños. Las jóvenes no acompañadas
corren especialmente peligro. Las mujeres desplazadas están frecuentemente obligadas a
compartir alojamiento o instalaciones sanitarias con hombres que no pertenecen a su
familia, lo que no sólo puede infringir las normas culturales y de privacidad, sino
aumentar el riesgo de que sean objeto de agresiones o abusos.
tomando en consideración que la falta de garantías por parte del estado, para darle pleno
cumplimiento a los derechos de las mujeres, afectadas por el desplazamiento forzado,
es quizás el factor más influyente para que muchas sigan aun asentadas, en la ciudades
y periferias, surgiendo consecuencias criticas para ellas.
ACNUR dice que Colombia es el tercer país con el mayor numero de población
desplazada en el mundo antecedido por Sudan y Congo.
La Red de solidaridad social y el ICBF y CODHES coinciden en mencionar que
aproximadamente el 50% de la población desplazada es femenina y el 30% de las
mismas son jefes de hogar. La cifra de desplazamiento según el estado supera el millón
de personas, mientras que la de CODHES menciona que es de mas de 3 millones de
personas.
Por su condición de desplazadas las mujeres asumen nuevos roles económicos, sociales,
familiares y emocionales, distintos a los acostumbrados, de ahí que surge una
sobrecarga material y psicológica, distinta que no afecta a los hombres en el mismo
nivel.
Incluso las instituciones como la Relatoría sobre los Derechos de las mujeres de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos caracteriza el desplazamiento forzado
en si mismo como una manifestación típica de la violencia contra las mujeres en el
marco del conflicto armado.
Recursos Humanos
- Sugerimos que este proyecto este coordinado por las cuatro integrantes que
recibimos la capacitación del Diplomado “mujer, paz y seguridad” y que
representamos la Corporación Colombiana De Teatro, gracias a que la
finalidad es hacer Incidencia a nivel local sobre la Resolución 1325 y conexas,
tema principal del diplomado. Por tanto nos sentimos plenamente facultadas y
capacitadas para proponer la presente propuesta en el Distrito de Barranquilla, y
en virtud a continuación damos a conocer nuestros perfiles profesionales.
RECURSOS FINANCIEROS
Sugerimos tener en consideración para desarrollar el presente proyecto las siguientes
necesidades:
- Alimentación, Refrigerios, Hidratación
Del equipo facilitador
De los artista participantes
- Artista y agrupaciones Artísticas
Bonificación por su participación
- Bonificación por su labor
Grupo coordinador
Equipo logística
- Difusión
Programa de mano, pendón, promoción del evento,
Chapolas. Afiches publicitario. Camisetas, botones etc.
- Formación
Talleristas, foros, cine foro, tertulias etc.
- Gastos de oficina
Internet, fotocopias etc.
- Materiales a emplear
Creación teatral (escenografia, vestuarios, objetos etc) Programación de
Eventos, talleres, difusión, fomento e investigación etc.
- Transporte
Del equipo facilitador
De los artista participantes en las actividades
- Útiles de oficina y papelería
- Otros gastos
Alquiler de equipo de Amplificador, micrófonos, pilas, permiso, Impuestos,
Otros gastos.
- Alquiler de sede
LIMITES
Delimitación Administrativa
Surge la necesidad de tener un espacio físico:
- a manera de organización administrativa y para fundar credibilidad a nivel local
con otras entidades publicas y privadas.
- a manera fomentar y difundir de manera permanente la resolución 1325 y
conexas. acondicionando el espacio de tal manera que pueda ser empleado para
desarrollar programas de formación (talleres, foros, tertulias, conversatorios,
etc.), funciones teatrales, exposiciones de artes plásticas, cine foro, y muchas
otras actividades socio-culturales y artísticas en pro de la exigibilidad de nuestra
Resolución 1325 y conexas y demás normas y leyes concordantes. De esta
manera ahorraríamos en alquiler de salas de eventos.
- A manera de crear un espacio para realizar en rutamiento hacia el acceso a la
justicia de la población afectada (desplazadas, mujeres victimas de violencia y
discriminaciones)
- A manera de realizar acciones de gestión y de financiación del mismo proyecto
a través de buscar el apoyo financiero de las actividades socio-culturales y
artísticas con otras entidades públicas y privadas, a fin de la exigibilidad de la
resolución 1325 y conexas y de la autofinanciación con artículos de fácil acceso
como: botones, camisetas, manillas, otros objetos.
Además surge la necesidad de tener autonomía para tomar decisiones a nivel local de
manera:
- Administrativos
- Organizativos
- Autofinanciación
- Presupuestal: financiación y autofinanciación
DELIMITACIÓN ESPACIAL
Esta propuesta se visiona ejecutar en el Distrito de Barranquilla con enfoque hacia las
mujeres afectadas, asentamientos de desplazados. Con proyección a futuro en el
Departamento del Atlántico.
DELIMITACIÓN TEMPORAL
Para ejecutar a mediano plazo, en dos semestres, un (1) año.
LIMITANTES
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Con posibilidad de participar con estas actividades en otros Eventos Culturales y en días
conmemorativos: Día de la no violencia, día derechos humanos, de la mujer, otros
Otras ideas:
- Escribir quincenalmente acerca de temas de mujeres, arte, seguridad y paz, para
el periódico el Heraldo en la sesión de cartas de los lectores.
- Participar en programas radiales y televisión Regional.
-
IDEA DE PAZ DE LA CORPORACION COLOMBIANA DE TEATRO
PARA BARRANQUILLA
La apuesta por una Paz verdadera y duradera para las mujeres de la Corporación
obligatoriamente necesita ser:
Construida a partir de la deconstrucción de imaginarios sociales y los
simbolismos de nuestro contexto cultural que legitiman la inequidad, la
injusticia, la impunidad y la violación de los derechos humanos. En este punto,
el aporte del arte es fundamental para nosotras en cuanto a su naturaleza social y
al lenguaje estético en que nos sumerge, para crear una denuncia que
aparentemente nos pueda divertir, pero que nos con lleve a una profunda
reflexión, no hay duda que es contundente y de hecho hay que manejar muy bien
las simbologías como recurso de deconstrucción y reconstrucción de
imaginarios.
El arte es incluyente, incide en todos los seres humanos que habitan el mundo,
de una u otra forma, capaz de transformar pensamiento. Toca fibras de los que
están implicados dentro de los conflictos, con mucha más razón el de las
victimas de cualquier tipo de violencias.
La paz debe ser construida desde lo popular y participativo: que las iniciativas
para su construcción no se den solamente desde los poderes estatales o de las
instituciones u organizaciones que manejen este tema. Que sea el resultado de un
verdadero proceso de construcción consensuado por todas las partes, la
población civil y el estado. Que cada una de estas personas participe activamente
y desde su condición en la construcción de la misma, porque como se menciona
desde el principio y en repetidas ocasiones durante la lectura de la resolución
1820, la paz se toma como un amplio enfoque y no solo como un proceso de
“cese del fuego” o “desarme”, de ahí la importancia de la participación
ciudadana y de las mujeres con perspectiva de género porque en el enfoque de
paz y del proceso de consolidación y mantenimiento de esta que maneja la
resolución 1820-por ejemplo- puede considerarse como un constructo en el que
intervienen no solo las partes del conflicto, los estados miembros y las tropas
sino también la población civil que se ve afectada y de una forma especial las
mujeres.
Debe ser Creativa: que desde la colectividad surjan ideas para la promoción y
sobre todo para el mantenimiento de la paz en todos los ámbitos culturales:
político, social, religioso, educativo, artístico.
Así el teatro es uno de de nuestros medios estético para apostar por la paz, nos
permite analizar las situaciones pasadas de los seres humanos, consigo mismo,
con la naturaleza y con el universo mismo, en el contexto de su presente para
poder inventar su futuro, sin esperar por él. Nos da la posibilidad de aprender a
convivir en la sociedad jugando al teatro, como sentir, sintiendo, come pensar,
pensando, como actuar, actuando. es un ensayo para la realidad.
Y es que para hablar de una paz real y sostenible se necesita un cambio radical en las
mentalidades, porque “existe todavía un problema en el terreno simbólico de las
mujeres en Colombia. Que se sensibilice a la sociedad en el tema de las mujeres como
agentes de cambio, como personas que participan en el desarrollo de los pueblos pasa
por el desarrollo de las mujeres”. Se necesita que el tema de las mujeres sea legítimo
en la agenda no una excepción, no una trasgresión, no una concesión. “La perspectiva
de género conduce a una política que contiene las semillas de su posterior
desintegración. Cuando se alcance la igualdad de oportunidad, cuando se elimine la
ceguera del género, cuando la educación no sexista sea una realidad, cuando las
pautas culturales sean más igualitarias, la perspectiva de género desaparecerá” (Marta
Lamas Citada Por Rafaela Vos Obeso En “El Movimiento Social De Mujeres Y Su
Contribución A Las Transformaciones Culturales Y Educativos En Colombia”) y es así
como obtendremos ese ideal de paz que proponemos desde el arte, que deconstruye,
reconstruye, incluye, transforma sociedades y promueve la participación y la creación
colectiva de un anhelo de todos y todas en un país con conflicto armado.
BIBLIOGRAFÍA
Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, Las Mujeres Colombianas
en Busca de la Paz: Una Aproximación a Sus Iniciativas y Propuestas, 2004, pág. 24.
Llegaban los grupos armados peleando territorio, se llevaban a los estudiantes de las
escuelas, a las mujeres, cuando llegaban hacían reuniones en la comunidad y colocaban
una normas de horario, restringían las salidas y llegadas de los habitantes, mataron
muchas personas inocentes y dejaron cantidades de víctimas, huérfanos (as), viudas y
familias desintegradas. Cuando se enteraron que yo tenía vínculos con la policía, porque
el papá de mis hijos era policía, me dijeron que yo era sapa, me insultaron y llegaban de
noche y golpeaban la puerta por noche varias ocasiones y me dijeron que ya lo sabían
todo, hasta donde estaba mi familia. …….Me tocó dejar todo porque tuve oportunidad
que la Cruz Roja me ayudara a salir del pueblo para llegar a Quibdó y allí se me habían
tomado la casa y me vi obligada a trasladarme a Barranquilla. A mi familia y a mí nos
afectó mucho y a mi hija le quedó mucha más secuela porque ella le tocó ver una
cantidad de hombres armados y nos tocó cada día y noche cambiarnos de casa donde
nos reuníamos hasta para pasar el día y en las noches nos rotábamos. Luego después
mataron al papá de mis hijos en Medellín y también se nos avivó el miedo porque no
sabemos por qué se produjo la muerte (de él recibíamos mucho apoyo económico).
Viene a suceder que a mis hijos yo les noto comportamientos diferentes desde que
falleció el papá. Nos han tocado unas etapas muy difíciles, sobre todo porque a mí me
ha tocado el papel de mamá y papá. Es un reto muy duro, yo no encuentro respuesta a
todo lo sucedido en algunos momentos, pero tengo muchas ganas de seguir adelante y
95
estar bien para proteger a los que tengo bajo mi responsabilidad.
Testimonio documentado por la Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz,
entregado a la Relatora de la CIDH durante su visita in loco a Colombia el 20 de junio
de 2005.