Mi reflexión sobre hoy, 21 de agosto, paja mental pa muchos...

motivo de risas para los

mismos y para otros...me da igual...

Dentro de la pena y la sensación de luto por los que no nacerán me pregunto si en el reino
animal existirá otra especie que se empeñe tanto en su autodestrucción, hasta el punto de
negar hasta con vehemencia, la humanidad de un semejante ,llegando incluso a buscar
sustitutos y trasladar esa empatía que deberíamos sentir por nosotros mismos a otras
especies. En verdad creo que el desprecio que siente el ser humano por sí mismo va más allá
de lo discursivo (pq eso es un hecho), es algo real en la praxis y hoy se dio otra muestra.

Como tal don, venga de alguna voluntad divina o meramente de un azar naturaleza, la VIDA
siempre se ha caracterizado por abrirse camino pese a todas las barreras, sea naturales o
artificiales, por luchar con el vigor propio del espíritu de supervivenvia por ver la luz, por
existir. Esto es un rasgo común a toda la naturaleza........

Hoy tuvo lugar en Chile, mi país; una muestra (otra más en la vida "civilizada" occidental) de
la tristísima paradoja que encierra el hecho de que nuestra maravillosa y única capacidad de
especular filosóficamente sobre el sentido de nuestra existencia y actos, nos lleve a negar,
hasta con violencia, ese rasgo fundamental a todo el mundo natural: su deseo de existir, de
perpetuarse, de abrirse camino. En nombre de qué? De la "libertad".

Esto es un sólo un indicio más. En los países "adelantados" ya se están haciendo notar las
consecuencias de la negación de lo que nos eleva y nos perpetúa como humanos, tales como
la vida y la familia, pero estamos tan embobados celebrando el que somos cada día más
"libres" que sólo cuando seamos zombies deambulando de la casa al trabajo, funcionando
dentro del sistemita basado en la humanidad mecanizada, carente de valores y espiritualidad
(con la que sueña gente como los Rockefeller y otros)...sólo ahí quizás nos preguntemos de
nuevo en qué estamos y porqué y a lo mejor en ese punto crítico asome la antítesis de esta
síntesis histórica nefasta. Sólo en eso cifro mis esperanzas. En que el hombre, como otras
veces, reaccione antes de su extinción y alienación definitiva. En otras palabras, antes de
nuestro fin como propiamente humanos. Pero esta vez será más dificíl, porque ahora las
barreras son mucho más poderosas que las naturales, las hemos creado nosotros..y seguirán
oponiendo resistencia.

Pero por mientras, a acatar lo que se ha decidido con auténtico espíritu cívico. Mal que mal,
una ley es una batalla perdida pero la guerra es de nunca acabar y el arma a recurrir en ella
es el amor al prójimo basado en la caridad cristiana que tenemos como mandato. Una ley
está leeejos de amilanarnos y de silenciarnos, sobre todo. Muy por el contrario, es el mejor
aliciente para el día para seguir hoy y siempre en la senda de formar una cultura de la vida,
que rechace la cultura del descarte,que enseñe que la vida, por su directa vinculación al
amor, es siempre la respuesta. Espero, Dios mediante, pronto sacar el título de abogado para
cumplir mi parte en la tarea y para aprovechar de salir de este escondrijo desde el cual sólo
puedo limitarme a discurrir.
¡¡Los que seguimos creyendo en el valor de la vida humana a no bajar los brazos ni cagando!!