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27 marzo, 2018Comunicados, Gremial

“La educación pública no da para más“; “Yo he hablado, muchas veces, de una privatización de la
educación pública”. Éstas son algunas de las nefastas frases que nos ha dejado la actual
gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, en estos últimos dos años. Y
aunque estén cargadas de violencia en sí mismas creemos que para poder entender cuales son los
intereses que defiende este gobierno no debemos prestar atención sólo a sus palabras sino
también a sus acciones. Para eso intentaremos hacer una breve reseña del contexto en que se
encuentra la educación pública Argentina:

En primer lugar tenemos, por ejemplo, el eterno problema de las paritarias docentes, donde
podemos visualizar gobiernos que año a año se han negado ha satisfacer las necesidades
económicas básicas de los trabajadores/as de la educación. Esto ha desembocado en lo que vemos
todos los años: clases que no inician, paros constantes, gremios burócratas que tranzan con los
gobiernos de turno; y una enorme expresión de bronca, que en muchas oportunidades rebalsa las
calles, pasando por encima de las burocracias.

Por otro lado podemos señalar el histórico problema de infraestructura de las instituciones
educativas, que al igual que con los sueldos docentes, ningún representante del Estado, cualquiera
fuese su partido político (FPV, PRO), se ha hecho cargo de solucionarlo. Mientras los gobiernos se
jactan de querer discutir el salario docente “con los chicos en las aulas” nos encontramos con
cientos de escuelas que no pueden arrancar sus clases por las deficientes condiciones edilicias.
Escuelas a las que se le caen los techos, aulas que se turnan para ser usadas por más de un curso,
baños inundados, calles intransitables, comedores vaciados y una enorme lista de etcéteras que
afectan directamente a la regularidad de la cursada de los chicos.

Cierres de escuelas, de cursos enteros, falta de personal, equipo de orientación vaciados, falta de
mobiliario, o mobiliario en precarias condiciones y así podríamos enumerar infinitos saqueos que
viene sufriendo históricamente la educación pública Argentina y que en estos últimos años se ha
ido profundizando.

Pero todos estos ataques a la educación que acabamos de señalar no son por falta de capacidad
política para solucionar los problemas, ni por falta de presupuesto, sino que son recetas impuestas
por un orden económico mundial que para su supervivencia y profundización requiere de una
educación cada vez más mercantilista.

Para ejemplificar podemos referirnos a algunos planes como fue la firma en el año 2010, por parte
de todos los presidentes/as de América Latina- a excepción de Cuba- del plan Metas Educativas
2021. La fundamentación para la firma de este proyecto fue darle una solución a los problemas de
inversión económica en la educación de los países denominados “subdesarrollados”, pero lo que
realmente se busca es el ataque a la autonomía; desligando al Estado del financiamiento de la
educación y dejando camino libre a las inversiones extranjeras provenientes en su mayoría de
bancos y empresarios europeos y norteamericanos que muy lejos están de querer una educación
libre e inclusiva para los jóvenes de esta región.

Para poder profundizar la injerencia tanto económica como ideológica de los grandes empresarios
internacionales en la educación argentina se lanza un proyecto de ley, que va en paralelo con la
reforma laboral, denominado Plan Maestro. Esta ley es un intento de reforma educativa
direccionada desde los organismos multilaterales de crédito como el Banco Mundial. En concreto lo
que se busca es facilitar el avance en la precarización y flexibilización laboral de los docentes,
eliminar la educación pública (es decir dejar de entender a la educación como un derecho) y
destruir las negociaciones salariales colectivas.

Con la intención de continuar con estas políticas de ajuste hacia la educación pública, se ha
ordenado en diferentes distritos del país- Mar del Plata no está exenta- el cambio de la modalidad
de bachilleratos para adultos por una modalidad denominada “Escuelas por aceleración”. Con este
cambio se lograría que los alumnos menores de 18 años puedan cursar el ciclo básico (1,2,3 año) en
un solo año, para luego ser insertados nuevamente en la escuela secundaria. Es decir, chicos que
por diferentes motivos no pudieron permanecer en la secundaria, a pesar de su gran desfase de
edad, se los intenta reinsertar sin hacer el mínimo esfuerzo por resolver la problemática de fondo
que lleva a la deserción en un primera instancia.

Como si esto fuera poco el ataque también lo sufren los mayores de 18 años, donde solo podrán
cursar sus estudios en los denominados CENS (Centro de Estudio de Nivel Secundario) que en
nuestra ciudad solo existen cinco totalmente colapsados. En definitiva, estos cambios ponen en
riesgo la continuidad de 16 bachilleratos para adultos en la ciudad, lo que quiere decir, la pérdida
de fuentes laborales y la profundización de los problemas que llevan a la deserción de los
estudiantes.

Lo que logra el Estado Burgués, en definitiva, con todas estas políticas son los recortes en salarios,
ahorros en mantención de edificios y reducción de personal, demostrando sus claras intenciones
de privatizar la educación.

Pero todos estos ataques a la educación pùblica tienen sus respuestas. El pueblo no se queda
inmóvil ante el saqueo; y como tenemos historia de lucha a través de la protesta llevada adelante
por trabajadores/as de la educación y estudiantes en diferentes distritos del país, se ha logrado
frenar esta modalidad.

Nuevamente queda demostrado que las conquistas las alcanzamos en las calles, alzando las
banderas de la lucha popular, superando a las burocracias, y haciendo temblar al enemigo.

Por eso hacemos un llamado a todos los/las docentes, estudiantes y trabajadores/as de la ciudad y
el país a doblegar los esfuerzos y la lucha para detener estos ataques a la educación pública que es
en definitiva a detener la privatización de nuestra educación. 14 abril, 2017Comunicados, Gremial

Durante el 2016 y lo que va del 2017 se dieron intensas y masivas luchas frente a los ataques del
gobierno sobre la educación pública. Estos atropellos (operativo aprender, reducción del
presupuesto para educación, techo a las paritarias, menosprecio a la educación pública) fueron
contestado con muchas luchas a lo largo y ancho del país, lo que nos colocan en un piso diferente
para reflexionar y llevar a la acción, propuestas que logren la participación y movilización de la
comunidad educativa en su conjunto (docentes, auxiliares, familias, estudiantes), apropiándose en
este sentido del derecho que tenemos como pueblo a la educación digna y de calidad.

La lucha de los trabajadores de la educación en particular y de la comunidad educativa en general,


se cristalizó con decenas de miles en las calles, con paros activos, con clases públicas y tomas de
colegios y facultades, como así también las múltiples denuncias por infraestructura, precarización y
el vaciamiento presupuestario en ciencia, técnica y todo el sistema educativo, son los ejemplos más
contundentes desde los cuales reflexionar.
Este nuevo año lectivo nos trae una lucha que tendrá seguramente nuevas particularidades, pero
en la que encontramos situaciones estructurales devenidas en demandas que nos movilizarán:

1: los problemas edilicios y de infraestructura.

2: las políticas que garanticen no solo ingreso irrestricto, sino la permanencia.

3: las demandas de los trabajadores de todos los niveles, frente a la pérdida de su calidad de vida,
la lucha contra la precarización laboral y los despidos.

4: la resistencia a la privatización de la educación.

En este sentido no nos podemos olvidar, de lo ocurrido hace tiempo atrás, cuando un 4 de abril del
2007, era asesinado en la ruta Carlos Fuentealba, docente neuquino que junto a sus compañeros,
se lanzaron a la ruta en la búsqueda de salario digno. Hoy en día el ajuste y la represión sigue
siendo lo único que ofrece el Estado capitalista. Pero gracias, a la participación, la organización y la
lucha conseguimos nuestras victorias, como es el ejemplo de Neuquén, donde los docentes
consiguieron un aumento del 31%, el no descuento a los días de paro, y 6 mil pesos por cargo en
compensación a los 3 meses de demora en la paritaria, claro está la importancia de conducciones
sindicales combativas, en donde se prioriza sobre los intereses de la clase trabajadora, y no se duda
en avanzar en nuevas conquistas para el sector, haciéndole frente a los empresarios, al gobierno y
a la burocracia sindical.

Todas nuestras propuestas deben estar orientadas a crecer de forma colectiva en la toma
conciencia, en que desarrollemos, la conciencia de clase. No solo desde una identidad común
frente a los responsables de las situaciones adversas que vivimos, sino desde la práctica donde se
motive a buscar la audacia, la creatividad para confrontar los planes de los gobiernos de turno que
representan a los monopolios y a las grandes empresas.

Existen condiciones objetivas, las


problemáticas10993475_608510795959844_2364753996741908369_n concretas, la experiencia,
el protagonismo juvenil está presente, y nos encontramos en un proceso de lucha social más que
interesante para canalizar las inquietudes de la juventud trabajadora y estudiantil. No luchamos
por un futuro mejor, luchamos por un presente mejor. Ya no hay nada que esperar, y nuestro rol es
dotar de perspectiva revolucionaria cada lucha. De acercar en cada cosa concreta, las medidasde
lucha más radicales y la forma más clara posible, a la hora de no mendigar conquistas sino
arrancarlas con lucha. Alentando una salida posible que no tiene que ver con alternativas de los
ricos, ni tampoco con los sectores conciliadores de la mano de uno o dos diputados en el
parlamento, tiene que ver con la necesidad de la revolución y el socialismo como posibilidad
histórica de una vida digna para las amplias mayorías. La lucha de los estudiantes está siempre
latente y estalla cada vez que se pretende avanzar en reformas que van en detrimento de la
educación pública. A pocos días de cumplirse un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices,
éstos siguen escribiendo que los y las jóvenes no están dispuestos a doblegarse en la lucha por una
educación pública y gratuita de calidad y con real acceso para toda la juventud.

Con más de 20 colegios tomados en Capital Federal y una marcha de miles de estudiantes al
Ministerio de Educación, la nueva “ley de educación media” que se proponen implementar desde
el gobierno no fue debatida con el conjunto de la comunidad educativa. Claro que esto se iba a dar
de esta manera si el gobierno de turno, como lo viene demostrando, está en constante alianza con
los sectores empresariales que pretenden que los pibes y pibas sean la mano de obra barata de sus
planes de precarización laboral. Esta situación agrava lo ya conocido que es la vulnerabilidad de
derechos de toda la juventud frente a un Estado responsable que mete cada vez más balas en los
barrios y frente a una realidad de miseria donde cada vez más jóvenes buscan un trabajo, siempre
precarizado, que muchas veces los expulsa de las aulas tempranamente.

Santiago, vocero del Centro de Estudiantes del Colegio Nicolás Avellaneda, informó a ANRed que
“el colegio se tomó el martes después de asambleas masivas que decidieron sumarse a la medida
en contra de la reforma llamada Secundaria del Futuro. Es una profundización inconsulta de la ya
inconsulta NES de hace unos años en la Ciudad de Buenos Aires. No fue consultado ni con docentes
ni con estudiantes, o sea con los que hacemos el día a día de la escuela pública, los que
conformamos las comunidades educativas. La reforma viene con mucha improvisación y mucha
desinformación a cambiar el método de enseñanza y aprendizaje en los colegios”.

Según Francisco, también del Pellegrini, “todas las materias se dividirán en grandes áreas.
Educación Física estaría en el mismo que Lengua en un área que se llama Expresión, donde también
se recortan contenidos. Además, los métodos de enseñanza y estudio pasan a ser con contenidos
tecnológicos. Considerando que gran parte de los chicos de zona sur de la Ciudad van al colegio
para comer, si no tienen para comer en su casa, mucho menos van a tener wi-fi en la casa. Apuntan
a una escuela menos inclusiva”.

Mientras docentes y estudiantes son perseguidos y hostigados cuando hablan de derechos


humanos y exigen que Santiago aparezca, mientras la policía y otras fuerzas represivas, ingresan
en instituciones de educación pública, mientras se criminaliza al estudiantado que hace “política”,
los pibes y pibas lejos de paralizarse ante el miedo que intentan imponer desde los medios de
desinformación y el aparato represivo, no dejan ni dejarán de dar pelea porque es también su
lucha, su ánimo de rebelarse frente a todo, los que nos mantendrá con la firmeza de construir otra
sociedad posible.
La Escuela del Futuro es a dónde nos lleva este Estado que facilita cada vez más los intereses de
unos pocos frente a toda una población que se planta en la defensa de lo que se pretende
arrebatarnos día a día.

Se hace necesario fomentar los espacios de base, la organización y la lucha del estudiantado con el
ejemplo siempre vigente de las y los compañeros caídos en la Noche de los Lápices con el grito de
Aparición con vida de Santiago Maldonado YA!!!

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