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MATERIALES CONTAMINANTES
Existen diversos materiales que con cierta frecuencia acompañan a los agregados, cuya
presencia es inconveniente por los efectos adversos que producen en el concreto. Entre
dichos materiales contaminantes, los más comunes son los finos indeseables (limo y
arcilla), la materia orgánica, el carbón y el lignito, las partículas ligeras y los terrones de
arcilla y otras partículas desmenuzables.
a) Limo y Arcilla
El limo es el material granular fino, sin propiedades plásticas, cuyas partículas tienen
amaños normalmente comprendidos entre 2 y 60 micras aproximadamente, en tanto que la
arcilla corresponde al material más fino, integrado por partículas que son menores de 2
micras y que si poseen propiedades plásticas.
Por lo reducido del tamaño de sus partículas, ambos materiales son indeseables en los
agregados, pues incrementan el requerimiento de agua de mezclado y los cambios
volumétricos del concreto; pero en igualdad de proporciones se considera más perjudicial la
arcilla por su carácter plástico.
Las especificaciones usuales de agregados para concreto (NOM C-111/ ASTM C33)
limitan los finos totales que pasan la malla de 75 micras , de la manera que se indica en la
tabla 1.16, con las tolerancias adicionales que se permiten cuando los finos son
esencialmente polvo de roca libre de material arcilloso.
Como se observa en la tabla anterior, los requisitos de la norma nacional NOM C-111 son
menos estrictos en este aspecto que los de la especificación ASTM C 33, lo cual puede
atribuirse a las experiencias obtenidas con las arenas piro-clásticas del valle de México, que
a pesar de su elevado contenido de finos se han utilizado en la producción de grandes
volúmenes de concreto para numerosas estructuras de diversa importancia, actualmente en
servicio. Tales experiencias han mostrado que, cuando los finos son esencialmente
fragmentos de roca, es posible llegar a contenidos d 15 % en la arena, pero cuando hay
presencia de finos plásticos, es necesario actuar con cautela limitándolos de acuerdo con
sus efectos potenciales sobre los cambios volumétricos del concreto, evaluados mediante
pruebas como la de contracción lineal en dichos finos.
b) Materia Orgánica
La materia orgánica que contamina los agregados suele hallarse principalmente en forma de
humus, fragmentos de raíces y plantas, y trozos de madera. La contaminación excesiva con
estos materiales, básicamente en la arena, ocasiona interferencia en el proceso normal de
hidratación del concreto, afectando la resistencia y durabilidad del concreto.
Sin embargo, debe considerarse que este resultado no es concluyente, pues algunas
substancias no dañinas al concreto también pueden producir color en esta prueba. De
acuerdo con ello, cuando la prueba colorimétrica revela una coloración excesiva por
aparente contaminación de materia orgánica en la arena, debe investigarse su efecto en la
resistencia de morteros comparativos ensayados conforme al método de prueba NOM C-76
(ASTM C 87). Si en esta prueba, el mortero con arena inalterada produce 7 a días una
resistencia igual o mayor del 95% de la resistencia del mortero con arena tratada con
hidróxido de sodio, se considera que la arena es aceptable en su estado natural actual. De lo
contrario, se confirma la contaminación con materia orgánica y la arena no debe emplearse
para fabricar concreto, a menos que se le someta a tratamiento para reducir dicha
contaminación a nivel aceptable, juzgado por la misma prueba colorimétrica.
c) Partículas Inconvenientes
Además de los contaminantes ya mencionados, hay fragmentos de materiales de calidad
inadecuada que con cierta frecuencia se encuentran en los agregados, principalmente en los
de origen natural. Entre dichos materiales inconvenientes cabe mencionar las partículas
suaves y desmenuzables, como los terrones de arcilla y los fragmentos de rocas alteradas,
las partículas ligeras como las de carbón y lignito y las rocas, muy porosas y débiles.
En los agregados contaminados con arcilla, suele haber fragmentos en que esta funge como
aglutinante de partículas pequeñas. En términos prácticos, estos fragmentos aglutinados con
arcilla presentan tres grados de firmeza: los más suaves, que se deshacen por el simple
contacto con el agua, los intermedios que para desbaratarse requieren, además del
humedecimiento, cierta presión ligera como la que se aplica con los dedos de la mano, y los
más duros que resisten esta presión. Los dos primeros se identifican como terrones de
arcilla, en tanto que los últimos constituyen más bien fragmentos aglomerados cuyo
cementante puede no ser exclusivamente arcilloso.
Las partículas inconvenientes de peso ligero, suelen estar representadas por fragmentos de
carbón y lignito y de rocas muy porosas débiles y/o alteradas. La determinación del
contenido de partículas ligeras en los agregados se realiza con el método de prueba NOM
C-72 (ASTM C 123) por medio de flotación en un líquido pesado. Para cuantificar el
carbón, el lignito y las rocas muy ligeras, se acostumbra emplear un líquido con densidad
igual a 2.0 a base de cloruro de zinc que no es excesivamente toxico. Cuando hay sospecha
de partículas inconvenientes algo más pesadas, es necesario emplear líquidos más densos
constituidos por sustancias que requieren un manejo especial por su alta toxicidad. Por
ejemplo, hay una cierta variedad de calcedonia (*Chert*) de baja densidad, que por su
inconveniencia se limita en las especificaciones (NOM C-111/ASTM C 33), y que para
cuantificarla se requiere emplear un líquido con densidad de 2.40.
d) Sales Inorgánicas
Las sales inorgánicas que ocasionalmente pueden hallarse como contaminación en los
agregados de origen natural son los sulfatos y los cloruros, principalmente estos últimos,
como ocurre en los agregados de procedencia marina. La presencia excesiva de estas sales
en el seno del concreto es indeseable por los daños que pueden ocasionar, si bien difieren
en su forma de actuar y en la manifestación e intensidad de sus efectos.
Los sulfatos, tienen la facultad de reaccionar con el aluminato tricálcico del cemento
Portland, para producir expansiones capaces de destruir paulatinamente al concreto. Sin
embargo, para que esto ocurra, se requieren altas concentraciones de sulfatos que
normalmente pueden provenir del exterior de la estructura, ya que las cantidades que
eventualmente contienen los agregados no producen concentraciones riesgosas, a menos
que coincidan con altos contenidos de estas sales en el agua de mezclado, y que al sumarse
produzcan una concentración de sulfatos mayor de 3000 ppm, SO4 en el agua total del
concreto (NOM C 122).
En tal situación, lo pertinente es cambiar la fuente de suministro del agua por otra más
favorable en este aspecto, o bien efectuar el lavado de los agregados con agua libre de estas
sales, a un grado tal que le permita reducir su contenido de sulfatos a un valor tolerable.
Para tomar esto en cuenta, en el informe del comité ACI 201 se sugieren diferentes
contenidos máximos permisibles de ion cloruro en el concreto antes de ser expuestos a
servicio, expresados como porcentaje del cemento en peso, según se trata de concreto
presforzado, concreto reforzado expuesto a la humedad en presencia de cloruros, o concreto
reforzado en contacto con un medio húmedo, pero sin cloruros.
Se puede verificar que la velocidad aumenta no uniformemente con el tiempo pero alcanza
un valor límite, que ocurre cuando la fuerza resultante fuese nula. Las tres fuerzas que
actúan sobre la esfera están representadas en la figura y son además la fuerza viscosa, el
peso de la esfera, P y el empuje, e Igualando la resultante de esas tres fuerzas a cero
obtenemos la velocidad límite VL.
Donde ρ y ρ’ son las densidades de la esfera y del medio respectivamente y g es la
aceleración de la gravedad (9,81 cm s-2).
BIBLIOGRAFIA