Desempeño Organizacional

Jeimy Mejía, Alejandro Mantilla, Pedro Mavarez, Hivoo Maloo.

Universidad de la Costa,
Barranquilla - Colombia

I. RESUMEN

“Las organizaciones son grupos de individuos vinculados por la intención común de lograr metas”

(North, 1990).

Habiendo infinidad de posibles respuestas a la pregunta ¿Qué es una organización? nos es menester utilizar la definición del
economista Douglass North, en el cual la vinculación formal de estos grupos de individuos tiene un fin común, y es el de la
consecución de una meta. Pero en este camino amplio y extenso de lograr una meta, inciden distintos factores que nos influencian
en el final de la misma. Es por tanto que como empresa, se necesita del criterio administrativo para tener una mejor competitividad
y desarrollar la Planeación, Organización, Dirección y Control. Los cuales son procedimientos importantes que permiten enfocar
con exactitud los puntos a seguir en el manejo de la empresa.

En este proceso racional llamado administración, encontramos una herramienta fundamental para la praxis en búsqueda de generar
un mayor grado de competitividad, en el cual todos los sectores involucrados en el crecimiento y fortalecimiento de la empresa
armonicen siendo evaluados en términos de su eficacia y eficiencia, lo anterior conocido como desempeño organizacional
permite evaluar las rutas y los modos en el cual se está desarrollando la organización, brindando así un panorama claro para
implementar cualquier cambio que se requiera.

Lo más importante de una organización es dejar satisfecho tanto a clientes como a las mismas personas que rodean la empresa,
ya estas sean accionistas, o trabajadores, se necesita ser eficaz para establecer un nivel de cumplimiento que brinde alcanzar sus
objetivos. Así mismo, su eficiencia nos permitirá saber que tan recursivos son o cómo sacar provecho a los recursos globales de
la empresa, lo cual se resume en “que tanto minimiza sus costos y sus gastos para maximizar sus ingresos.”

Teniendo en mente la definición para eficiencia (“hacer las cosas bien”) y eficacia (“lograr las metas”), se debe prever que estos
indicadores de desempeños sean armonizados, porque un desbalance permitirá que existan tres casos desfavorables, los cuales
estancarían el proceso competitividad en la empresa.

Pensemos, una organización con baja eficiencia y alta eficacia, implicaría por una parte en que se están generando buenas
estrategias y se formulen los objetivos correctos pero se utilizan mal los recursos, dando como resultado un producto que la gente
desea pero que tiene un costo elevado; O puede ser también que se presente una alta eficiencia y baja eficacia lo cual relacionaría
una formulación de objetivos inapropiados aunque se utilicen de manera correcta los recurso, logrando así un producto barato que
los consumidores no demandan, pero el caso más desfavorable seria tener una baja eficiencia y baja eficacia, dando un producto
con un costo elevado el cual los consumidores no deseen. Todo esto nos hace entender que la administración juega un papel
importante ya que debe asegurar que una organización sea altamente eficaz y eficiente, buscando el desempeño óptimo de la
empresa, permitiendo ser sostenible y competitiva a lo largo del tiempo.

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Por último sin dejar a un lado la innovación, y la calidad que es lo que mantiene un sello de diferencia en el campo competitivo.
Hay otro factor importante que una empresa debe implementar el cual es la productividad, este estrechamente ligado con la
eficiencia fomenta aprovechar al máximo los recursos dados, derivando así una empresa que fabrique una solidad cantidad de
productos con un número bajo de trabajadores, y en el menor tiempo posible. Todo lo anterior es una síntesis global de lo que
significa e infiere el desempeño organizacional.