Вы находитесь на странице: 1из 1

PADRE APLA’S STANLEY ROTHER

Nació el 27 de marzo de 1935 en Okarche, Ocklahoma, Estados Unidos.

Creció para ser un hombre fuerte. De joven su mayor deseo es ser sacerdote y que se volvió una
realidad. Fue ordenado sacerdote en 1963 por Mons. Víctor Reed, Diócesis de Tulsa, Ocklahoma.

El 25 de mayo de 1963, Francisco Stanley sirvió como sacerdote asociado en diversas parroquias
de Ocklahoma. En 1968 a petición propia, buscó y recibió el permiso para unirse al personal de la
misión de Ocklahoma, trabajando en la parroquia de Santiago Atitlán.

Para que pudiera estar en estrecho contacto con su pueblo, el Padre Francisco se puso a trabajar
para aprender el español y el tzutuhil, se apiadó de personas enfermas y los ayudó enviándolos
para recibir su tratamiento médico. Apoyó a la estación de radio «la Voz de Atitlán».

Además de sus deberes pastorales, tradujo el Nuevo Testamento en tzutuhil y comenzó la


celebración regular de la Misa en esa misma lengua. También fundó la clínica «Santiaguito»,
ubicado en Panabaj, para servir a la comunidad.

En el tiempo del conflicto armado interno en Guatemala y propiamente en Santiago Atitlán, a


principios de 1981, al Padre Apla’s, le advirtieron que su nombre estaba en una lista negra, siendo
amenazado de muerte si permanecía entre los suyos.

Volvió a Ocklahoma en enero de 1981, pero pidió permiso para regresar a su parroquia en
Santiago Atitlán. Volvió en abril del mismo año.

El 28 de julio en las primeras horas de la mañana, hombres armados irrumpieron en la rectoría de


su iglesia. Los asesinos obligaron al jardinero para conducirlos hacia la habitación del Padre
Apla’as. Violentaron la puerta y entraron… le dispararon dos veces en la cabeza.

Ese día martes del 28 de julio de 1981, todo el pueblo católico quedó de luto por el asesinato del
Padre Apla’s.

El cuerpo del Padre Apla’s fue trasladado de nuevo a Ocklahoma y fue enterrado en su ciudad
natal de Okarche. A petición de sus feligreses tzutuhiles, su corazón permaneció entre ellos y fue
enterrado en la iglesia donde había servido.

¡¡¡EL PASTOR NO DEBE HUIR!!!

Francisc Stanley Rother, Padre Apla’s

Вам также может понравиться