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P = Seq x L x ρ
Seq = (L x ρ) / P
Seq = área de la sección equivalente promedio de la fibra
L = largo de la fibra
ρ = peso específico de la fibra
P = peso de la fibra
Una vez conocida la Seq promedio se puede conocer el diámetro aparente Фap promedio, a partir de la
expresión:
Seq = (π. Фap2)/4
En las fibras naturales las dimensiones del diámetro aparente puede tener grandes
variaciones, tanto entre fibras de una misma clase como a lo largo de una misma fibra. Se
deben, por tanto, considerar valores medios y sus coeficientes de variación (CV%).
En las fibras químicas, hechas por el hombre, tanto el diámetro aparente como el largo
presentan variaciones menores. Sin embargo, la forma de la sección de las fibras químicas
puede ser muy variable, según el fabricante de que provengan (ver Secc. 2.7.0 de este capítulo).
Como ya se ha señalado, la hilabilidad de una fibra depende en gran medida de su rugosidad
superficial, es decir, de su índice de fricción fibra/fibra. La fricción interfibrilar impide que las
fibras se deslicen unas sobre otras, confiriéndole resistencia a la tracción al hilado. Por otra
parte, la fricción interfibrilar es función del área externa de las fibras y de la cantidad de fibras
que hay por sección transversal de hilado, es decir del total de área interfibrilar. El área
externa de las fibras está determinada por: 1) por el perímetro de la sección y 2) por el largo
de la fibra. A su vez, el perímetro de la sección depende de la forma de la sección y de su
diámetro aparente. Resumiendo entonces, diremos que el diámetro aparente, la forma de la
sección y el largo son parámetros de gran importancia para la hilatura de fibras discontinuas.
Para que el hilado sea viable, entonces, la cantidad de fibras por sección no pueden ser pocas.
Evidentemente, no pueden ser ni 1, ni 2, ni 3… ¿Cuántas entonces?
La cantidad de fibras por sección de hilado debe superar un valor mínimo, llamado “limite de
hilabilidad”. Este valor será distinto según la naturaleza de la fibra textil que se utilice: es por
ejemplo 100 para el algodón y 45 (promedio) para la lana. Por debajo de esa cantidad
mínima de fibras por sección, un hilado de fibras discontinuas no tendrá resistencia a la
tracción (aún con muchas torsiones insertadas) y por tanto no será viable. Como es
imprescindible respetar esa cantidad mínima de fibras por sección, en general, no se pueden
hacer hilados muy delgados con fibras gruesas (ver Figuras 2.20 y Tabla 2.11). Por otra
parte, la regularidad de los hilados delgados es en general mejor cuando las fibras son finas
que cuando son gruesas. Esto es debido a que en un hilado delgado, una variación en la
cantidad de fibras por sección se nota más cuando las fibras son gruesas que cuando son
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finas. Por tanto, en el momento de adquirir la materia prima, es decir las fibras que se utilizarán
en la producción de un hilado, es muy importante conocer el diámetro aparente (dato objetivo) o
la “finura” (dato subjetivo) de las fibras, sus valores medios y sus CV%.
La lana es una fibra relativamente larga si la comparamos con el algodón y presenta una gran
variación del diámetro aparente - o de su apreciación subjetiva: la “finura” - según sea la raza
del ovino y la parte del vellón de donde provenga la muestra. Por tanto, para la lana el diámetro
aparente será mucho más importante que el largo a la hora de comercializarla.
El algodón, en cambio, si lo comparamos con la lana, es una fibra mucho más corta y con
diámetros aparentes menores (en el entorno de 14-17 micras) y también con menores CV% de
ese diámetro aparente. Por tanto, a la hora de vender y comprar algodón, se valora más su
largo (además de otras propiedades como la madurez, el color, etc.) que su diámetro aparente.
La “finura” es una expresión más utilizada en la industria lanera para establecer una estimación
subjetiva del diámetro aparente de la fibra. Sin embargo, como ya se indicó más arriba, la
expresión “diámetro aparente” es más correcta, pues la fibra no tiene una sección circular
perfecta y por tanto no existe un diámetro real sino “aparente”. Tanto la “finura” como el
“diámetro aparente” se expresan comúnmente en micras o micrones, es decir en milésimas
de milímetro (ver Figuras 2.15, 2.16, 2.17, 2.18 y 2.19).
La “finura”, además de la importancia que ya señalamos en el proceso de hilatura, es también
muy importante porque determina una propiedad muy apreciada en el artículo final: la suavidad.
Un aumento al doble del diámetro aparente de la fibra se estima que reduce unas 16 veces la
flexibilidad de la misma. Las fibras gruesas serán por tanto más rígidas, tendrán más
tendencia a “pinchar” la piel humana y producir escozor. Los artículos hechos con fibras
delgadas y flexibles no “pinchan”, se doblan sobre sí mismas, son más suaves y se
comercializan, por tanto, a mejor precio (ver Figura 2.19).
Ya vimos que el diámetro aparente de las fibras influye en una propiedad fundamental de los
hilados como lo es la regularidad. El largo de la fibra también influye mucho en la regularidad
del hilado, como veremos más adelante. Estas propiedades morfológicas, sumadas a la forma
como se lleve a cabo el proceso de hilatura, determinarán que el hilado posea o no una buena
“regularidad de masa” (ver Capítulo IV, “Hilatura de Fibras Discontinuas”)).
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Figura 2.15
QUÉ ARTÍCULOS DE LANA SE PUEDEN ELABORAR SEGÚN LA FINURA DE LA FIBRA
Figura 2.16
CUADRO COMPARATIVO DE LA “FINURA” EN MICRONES DE ALGUNAS FIBRAS TEXTILES
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Figura 2.17
COMPARACIÓN DE “FINURAS” DE ALGUNAS FIBRAS TEXTILES
Figura 2.18
FINURA DE LA LANA: VALORES MEDIOS Y SU DISPERSIÓN
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Figura 2.19
LA FINURA Y LA SUAVIDAD AL TACTO
“Factor de escozor”: es el porcentaje de fibras de la muestra con finura mayor a 30 micrones.
“Micrones del borde grueso”: es el número de micrones por encima de la media correspondientes al
5 % de las fibras más gruesas. La lana del ovino A será más suave que la del ovino B
Figura 2.20
RELACIÓN ENTRE LA FINURA DE LA FIBRA Y LOS TÍTULOS DE HILADO POSIBLES
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TABLA 2.11
CANTIDAD DE FIBRAS POR SECCIÓN DE HILADO NECESARIAS PARA HILAR LANA
Los números en rojo, a la izquierda de la línea divisoria, corresponden a los hilados viables, es decir, aquellos que
tienen una cantidad de fibras por sección igual o mayor al “límite de hilabilidad (45 fibras por sección )
µ Nm 8 10 12 18 24 28 32 36 40 44 48 56
30,0 84 56 42 36 31
29,5 87 58 43 37 33
29,0 90 60 45 38 34 30
28,5 94 62 47 40 35 31
28,0 65 48 41 36 32
27,5 67 50 43 38 33 30
27,0 70 52 44 39 34 31
26,5 72 54 46 40 36 32
26,0 75 56 48 42 37 33 30
25,5 78 58 50 44 39 35 31
25,0 61 52 46 40 36 33 30
24,5 63 54 47 42 38 34 31
24,0 66 56 49 44 34 36 33
23,5 69 59 52 46 41 37 34
23,0 61 54 48 43 39 36 31
22,5 64 56 50 45 41 37 32
22,0 67 59 52 47 43 39 34
21,5 62 55 49 45 41 35
21,0 65 57 51 47 43 37
20,5 60 54 49 45 39
20,0 63 57 52 47 41
19,5 60 54 50 43
19,0 63 57 52 45
2.2.0- Equipos para la medición del diámetro aparente de las fibras textiles
1- MICROSCOPIO DE PROYECCIÓN. (ej. lanámetros)
Un microscopio proyecta la imagen sobre una pantalla donde se mide el diámetro de unas 100
fibras con una regla graduada. Se construye un histograma y se determina la finura media en
micras y su CV%. Es un método que insume mucho tiempo.
2- “AIR FLOW” (“WIRA Fibre Fineness Meter”) (Figura 2.21)
Este equipo es muy usado para lana aunque también se utiliza para algodón. Se hace pasar una
corriente de aire por una muestra de peso conocido de fibras lavadas y cardadas. Se pueden
medir el flujo de aire a presión constante o la caída de presión a flujo constante. El primer
método es el más usado. La fórmula básica del aparato relaciona la caída de presión con el
diámetro aparente de la fibra: Q = (k.d.e.A.∆P) / (1-e) L; donde d = diámetro de la fibra y k, A, L,
e son constantes del aparato. Se mide el caudal Q en el rotámetro a ∆P constante y se obtiene
d, en micrones, en una curva de calibración.
3- “CSIRO SONIC FIBRE FINENESS METER”
Mide la variación de frecuencia sónica a través de la muestra de fibras. El aparato registra, en
milivoltios, la atenuación producida por la muestra a la señal de ultrasonido. El diámetro medio,
en micras, se obtiene de una tabla de conversión.
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Histograma resultante de una medición con el Sirolan-Laserscan HIGH VOLUMEN INSTRUMENT (HVI)
La “densidad lineal” de las fibras continuas o filamentos, así como las fibras discontinuas que
resulten de su corte, se expresan generalmente en “decitex” o en “deniers”.
El “tex” expresaría el peso en gramos de una fibra de 1000 metros de longitud. Una fibra de
1 tex sería aquella que pesara un gramo por 1000 metros.
El “denier” expresa el peso en gramos de una fibra de 9000 metros de longitud. Una fibra
de un “denier” sería aquella que pesara un gramo por 9000 metros.
Un decitex es aproximadamente igual a un denier: 1 decitex = 0,9 denier; 1 denier = 1,1 decitex
Si la naturaleza química de las fibras que se comparan es distinta, y por tanto distinto su peso específico, ya no
hay una relación directa entre sus densidades lineales y sus secciones. P.ej. una fibra de 3 deniers y peso
específico 1,5 tendrá una “sección equivalente” o “denier equivalente” igual a otra de 2 deniers y peso específico 1.
P- Para fibras de diferentes pesos específicos pero igual tex o denier, ¿cuál tendrá mayor “sección
equivalente”? R- La más liviana, o de menor peso específico.
P- Considerando dos conjuntos de fibras de pesos totales iguales pero de pesos específicos diferentes, y
suponiendo largos promedio iguales para todas las fibras, ¿qué conjunto presentará una mayor área de contacto
interfibrilar? R- El conjunto de mayor peso específico, pues las secciones equivalentes de sus fibras serán
menores y, para un dado peso, habrá más fibras y por tanto, mayor área de contacto interfibrilar.
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Para elaborar un hilado con una mezcla íntima de fibras de distinta naturaleza, es importante que
sus diámetros aparentes y sus secciones equivalentes sean similares (no que sus
densidades lineales sean iguales). Los hilados elaborados con fibras de distintas secciones
equivalentes, tienden a tener una mayor “migración” o movimiento de fibras desde el núcleo a
la vaina del hilado y viceversa, con lo que pueden producirse problemas de pilosidad y/o
“pilling”.
TABLA 2.12
PESO ESPECÍFICO DE ALGUNAS FIBRAS
TEXTILES
FIBRA g/cm3
Algodón 1,54 - 1,56
Lino 1,50
Lana 1,30 – 1,32
Seda 1,25 – 1,34
Rayón Acetato 1,31 – 1,33
Rayón Viscosa 1,52
Poliamidas (“nylon”) 1,14
Poliésteres 1,23-1,38
Poliacrílicas 1,13
Poliolefinica 0,92 – 0,95
En algunos casos puede ser conveniente establecer (para una fibra natural, un filamento o una
fibra artificial y/o sintética cortada) una equivalencia entre la finura expresada en micrones y la
densidad lineal. En la Tabla 2.13 se dan algunos valores aproximados de estas equivalencias.
TABLA 2.13
ALGUNAS EQUIVALENCIAS APROXIMADAS ENTRE
DIÁMETRO APARENTE EN MICRONES Y DENSIDAD LINEAL EN DECITEX
Diámetro aparente DECITEX
MICRONES LANA VISCOSA NYLON 6.6 PES ACRÍLICO
19 4.0 3.3 3.1 3.9 2.1
20 4.4 3.7 3.6 4.3 2.3
21 4.9 4.1 3.9 4.8 2.6
22 5.3 4.4 4.3 5.2 2.8
23 5.9 4.8 4.7 5.7 2.9
24 6.3 5.1 5.1 6.2 3.1
25 6.9 5.6 5.6 6.8 3.3
26 7.3 6.0 6.1 7.3 3.7
27 7.9 6.4 6.6 7.9 3.9
28 8.4 6.9 7.0 8.4 4.2
29 9.0 7.3 7.4 9.1 4.6
30 9.6 7.7 8.0 9.8 5.0
32 10.8 8.6 9.1 11.1 5.8
34 12.0 9.6 10.4 - 6.9
36 13.3 10.6 11.6 - -
La densidad lineal en decitex (Ndtex) se calcula a partir del diámetro aparente en micrones (Фap) con la
siguiente fórmula: (π.Фap 2 /4) 1:000.000 x peso específico de la fibra (Фap en cm y el peso específico en g/cm3)
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Si bien se pueden producir microfilamentos entre 0,1 y 1,0 dtex (y ultra microfilamentos entre
0,0001 y 0,1 dtex) en general, para fines textiles, se utilizan microfilamentos de poliéster de 0,55
- 0,65 dtex y de poliamidas de 0,80–0,85 dtex. Como las poliamidas son más blandas que el
poliéster, se deben utilizar microfilamentos de poliamida algo más gruesos que los de poliester,
para obtener telas con texturas y resistencias finales similares.
Las “microfibras cortadas” se emplean menos que los “microfilamentos” pues presentan
diversos problemas: p.ej. deben hilarse a velocidades más bajas para evitar la formación de
“neps” y las telas tejidas con los hilados resultantes pueden presentan luego problemas de
“pilling”. Para hilados de poliéster puro se pueden emplear “microfibras cortadas” de 0,8 dtex
pero para mezclar con algodón y con lana se deben utilizar microfibras más gruesas de, p. ej.,
1,1 dtex para algodón y de 1,3 dtex para la lana.
Las telas tejidas con hilados de microfilamentos o microfibras cortadas tienen un tacto mucho
más suave, una superficie más tersa, una “caída” más pronunciada, una mayor estabilidad
dimensional. Tienen también una baja permeabilidad al “agua líquida” pero muy buena al “agua
vapor”, menor tiempo de secado, y un mayor poder cubriente de la luz.
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Figura 2.26
COMPARACIÓN DE LAS SECCIONES EQUIVALENTES
DE ALGUNAS FIBRAS E HILADOS MULTIFILAMENTOS
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Figura 2.27
TEJIDO PLANO HECHO CON MICROFILAMENTOS
A: superficie del tejido, B: sección del tejido, C: sección de los microfilamentos
Figura 2.28
MÉTODOS DE PRODUCCIÓN DE MICROFIBRAS
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Figura 2.29
CAMPOS DE APLICACIÓN DE LAS MICROFIBRAS Y MICROFILAMENTOS
Figura tomada del International Textile Bulletin (ITB)
BIBLIOGRAFÍA
2- “Fibre Science”, J.M.Preston, The Textile Institute, Manchester, 1955
3- “Physical Methods of Investigating Textiles”, R. Meredith, 1956
4- “The WIRA Textile Data Book”, WIRA Headingley Lane, Leeds, LS 6 1 BW, England, 1973
5- “Shingosen: Past, Present and Future”, M.Okamoto, K.Kajiwara, Textile Progress, Vol.27, Nº2,
1997
6- “Physical Testing of Textiles”, B.P.Saville, Woodhead Publishing Ltd.,<sales@woodhead-
publishing.com>