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FUNCIÓN NOTARIAL
I.1 CONCEPTO
I.2 NATURALEZA JURIDICA
I.3 AGENTES DE LA FUNCION NOTARIAL
I.4 ÁMBITO DE LA FUNCIÓN NOTARIAL
Para Castán tobeñas, no es tarea fácil precisar bien el ámbito y los linderos de la
función notarial, la mas antigua y clásica doctrina sobre función notarial, afirma que es la
que centra en el concepto de fe pública, la función del notario es la de dar fe de ciertos
actos; y el valor del instrumento el de hacer fe de sus existencia y de todo o parte de su
contenido. Esta doctrina clásica caracteriza al notario como funcionario publico o sea uno
solo de los aspectos que reviste el escribano, olvidando el no menos importante
profesional de Derecho, cuyo desempeño requiere tanta diligencia como aquel otro.
Por ser el notariado la institución legitimadora por antonomasia, no es tarea difícil precisar
bien el ámbito y los linderos de la función notarial. Por otra parte, en el sistema español, la
concepción de esta función es amplísima.
Una opinión tradicional y todavía muy generalizada viene de la facultad de autenticar o dar
fe a la esencia de la función y de la institución notarial. Uno de nuestros antiguos
tratadistas de derecho notarial, se decía del escribano tenia la principal cualidad o acto
que constituye a este empleo, es la autoridad que interpone la persona que le ejerce a
favor de cualquier instrumento o documento que pasa ante él, para que haga y conste en
todo tiempo de su certeza. En primer lugar, la función notarial no tiene por contenido o
finalidad única la autenticación. Por otra parte a los contratos y demás actos
extrajudiciales, apenas hace otra cosa que señalar los límites más amplios de la institución
notarial, marcando que las funciones notariales no tienen otra cerca vedada que aquellas
que pertenecen a los tribunales1. Así tenemos que la competencia notarial en asuntos no
contenciosos, y no significa la sustitución de la función judicial por la notarial, meidante ley
Nº 26662 establece que, Los interesados pueden recurrir indistintamente ante el Poder
Judicial o ante Notario para tramitar según corresponda los siguientes asuntos: 1.
Rectificación de partidas 2. Adopción de personas capaces; 3. Patrimonio familiar; 4.
Inventarios; 5. Comprobación de Testamentos; 6. Sucesión intestada. 7. Separación
convencional y divorcio ulterior conforme a la ley de la materia. Haciendo dicha ley una
salvedad sobre la responsabilidad del notario: “El notario en el ejercicio de la función debe
abstenerse de autorizar instrumentos públicos contrarios a normas de orden público” y su
debida sanción sino cumple dicho requisito: “En caso de incumplimiento, asume las
responsabilidades que determinan los Artículos 144 y 145 de la Ley del Notariado”.
Las siguientes funciones son las que delimitan la función notarial, las siguientes: la función
autenticadora y legitimadora notarial recae sobre los actos o negocios y los hechos
jurídicos. Fundamentalmente, la autenticación y legitimación notarial se refiere o aplica a
los actos que se realizan en la esfera de las relaciones de derecho privado o sea aquellas
en las que prepondera el interés particular y se dan entre los particulares entre si o entre
ellos y las entidades publicas cuando estas actúan, no como entes de soberanía, sino como
cualquier otra persona jurídica, es decir, con carácter particular; no así a los actos que se
desenvuelven en la esfera de las relaciones del Derecho publico, o sea, dentro del circulo
administrativo, los cuales han de ser autenticados y legalizados por los propios
funcionarios de la administración del Estado2. Pero esto no supone una verdadera
1 EMÉRITO GONZALES, Carlos. Derecho Notarial. FEDYE, sociedad anónima. Buenos Aires. 1971. Pág. 201
2 CASTAN TOBEÑAS, José. Función notarial – elaboración notarial del Derecho. Instituto editorial REUS-
Centro de enseñanza y publicaciones. Madrid.1946.Pág 32
exclusión, y hay casos excepcionales en los que el notario, órgano depositario inicial de la
fe pública, haya de actuar, a falta de personas más especializadas, en ciertas relaciones o
actos de Derecho público y la actuación notarial se desenvuelve en la fase del Derecho.
Quedan fuera de su ámbito o de perturbaciones que se manifiestan en fase contenciosa o
de perturbación.
Cuando el notario ejerza la docencia deberá observar las obligaciones prescritas en los
incisos a) y b) del artículo 16 del Decreto Legislativo, para no interferir ni perjudicar el
normal desempeño de las labores inherentes a su función. Precísese que no constituye
otra oficina notarial, para los efectos de lo previsto en el inciso f) del artículo 17 del
Decreto Legislativo 1049, que el notario cuente con locales distintos al oficio notarial, que
sean utilizados para guardar en todo o en parte su archivo o documentación
complementaria, siempre y cuando no se utilicen para captar clientela ni se presten
servicios notariales al público.
Y en caso de licencia por acceder a los cargos a que se refiere el inciso d) del
artículo 17 del Decreto Legislativo, el notario podrá solicitar el cierre temporal de su oficio
notarial. Bajo ningún concepto se extenderán nuevos instrumentos notariales, mientras
dure la licencia con cierre temporal del oficio.
Los actuales doctrinarios del Derecho notarial señalan con fino análisis los aspectos
en que se diversifica la actuación notarial. Destacando funciones como la arbitral, función
justicia, función de juicio, función de asistencia, función de cooperación, función
integrativa, función documental, función de autenticidad y función certificante. Analizando
el contenido de la función notarial, se puede señala las facultades y subfacultades,
jerárquicamente graduadas, que la integran. En principio, la facultad general del Notariado
es legitimar, esto es, adornar de legalidad el acto jurídico, encajarlo dentro de él y
prestarle el carácter de tal prerrogativa en toda su extensión. Ahora bien; tal finalidad
tiene cuatro aspectos: uno formativo, otro conformativo o formulista; otro constatar, otro
sancionador es decir que autoriza. A cada una de estas le corresponde las cuatros
facultades notariales, a saber: facultad de aconsejamiento, facultad de redacción, facultad
de constatación o extensión material del documento y la facultad de autorización o
sanción. La primera facultad que capta el acto jurídico, lo prepara y acepta, tiene como
necesaria subfacultad la de rechazar el acto propuesto por contrario a los moldes
generales de la justicia. La segunda facultad, según la cual se moldea el acto notariado,
entraña la potestad de presentar el acto con las características apropiadas y la extensión
necesaria para que no sea deficiente, ficticio o simulado, anulable o litigiosos, suponiendo
a los otorgantes la redacción apropiada a los fines propuestos, único molde ineludible. La
tercera facultad de fijación entraña las subfacultades de conservar y reproducir el acto
notariado, logrando así respectivamente la constante vigilancia a la integridad del acto,
mediante la protocolización y su archivo y la posibilidad de que sea utilizado por el
particular como titulo escrito de su derecho, recogiendo un traslado bastante del mismo,
donde con toda su exactitud se refleje el acto notariado, traslado para el que debe
reservarse la denominación técnica de instrumento publico. La cuarta facultad de
fehaciencia o veracidad y publicidad, tiene como subfacultades las de legalizar actos
notariales y extranotariales, documentos, firmas, certificados de existencia de personas,
cosas, depósitos y cuanto signifique expresión de la verdad de un modo acomodado a las
leyes, que es lo que se expresa con las palabras dar fe, a manera de síntesis o formula
concreta de la jurisdicción notarial como magistratura del Estado.
Para el autor Pou, las funciones notariales solo son dos: una asesorada, mediante la
cual informa a las partes de cual es la forma adecuada a sus propósitos, así como de la
posibilidad legal de realizarla, y se encarga de redactar el contrato o documento; y otra
autenticadora, por la que crea la prueba plena y preconstituida del acto mediante dación
de la fe de que se halla revestido.
Para Núñez moreno, hay una función relativa a las relaciones jurídicas
intrínsecamente consideradas, al consideras, al contenido del acto jurídico, función que
consiste en ordenar la voluntad privada para constituir relaciones jurídicas con validez
interna y eficacia constitutiva, y otra función relativa al documento, la función certificante
o autenticadora. Esta ultima facultad, no es exclusiva del notario y es siempre un
complemento de la función genuinamente notarial relativa a la constitución de la relación
jurídica.
El notario, en nuestro Derecho, tiene como uno de sus oficios, el de ser consejero,
asesor jurídico y avenidor de quienes requieren sus asistencia. Es, en efecto, misión suya la
de instruir, con su autoridad de jurisconsulto, a los interesados, sobre las posibilidades
legales, requisitos y consecuencias de la relación que quieren establecer, no menos que la
de conciliar y coordinar, con la autoridad moral que le es propia, las pretensiones de las
artes, en el ritmo del Derecho y de la ética. Cierto es que esta función la comparte el
notario con el abogado libre, pero reúne aquel garantías de capacitación y de
especialización que dan a su ministerio un matiz muy especial. En la clasificación que de
los juristas profesionales. La labor de asistencia técnica y cooperación amigable, aunque se
refiera al periodo preparatorio de la actuación notarial, no por ello tiene importancia
secundaria. Muy por el contrario, matiza de tal modo la institución notarial, que imprime a
esta una curiosísima y típica fisonomía, apartándola del cuadro de los organismo y
funcionarios administrativos. Haciendo una comparación con el Derecho notarial español,
que consagra una especie de notariado mixto, intermedio entre el tipo profesional y el
funcionalista, son igualmente esenciales y destacados la labor de asesoramiento y la
facultad autenticadora.
Ciertamente, esta función final del notariado, que supone todas las demás y, en
cierto modo, las comprende en sí, es la que ha dado nombre a la institución notarial .Por
otra parte, es dicha función la que más propiamente responde al origen histórico y al
concepto clásico del instrumento publico, ligado a la teoría de la prueba preconsituida, y la
que con mayor grado de generalidad se manifiesta en todas las actuaciones notariales.
3 MÁXIMO PAZ, José. Derecho notarial Argentino. Compañía argentina 1ra edición. Buenos Aires.1939. Pág.
97
La ordenación jurídica de los actos y contratos encaminados a la previsión,
creación, modificación, transmisión y extinción de toda clase de derechos y acciones que
se produzcan mediante voluntario consentimiento de los interesados. Este grupo abarca
toda la gama de actos y negocios jurídicos inter vivos y mortis causa.
Según la ley del notariado – Decreto Legislativo 1049, las funciones del notario son
las siguientes: La función fedante y formalizadora de instrumentos protocolares y extra
protocolares que realiza el notario implica la labor de orientación imparcial a los usuarios a
que se refieren los artículos 27º y 99º del Decreto Legislativo, de calificación de la
legalidad, del otorgamiento del acto o contrato que se solicita; correspondiéndole, la
facultad de solicitar la presentación de requisitos, instrumentos previos o comprobantes
que acrediten el cumplimiento de obligaciones tributarias, que sean necesarios para la
formalización del acto o contrato. En ningún caso, en su condición de notario está
facultado a emitir resoluciones y la función cautelar y preventiva que cumple el notario
implica que en la facción de los instrumentos públicos notariales cumpla con las
regulaciones que rigen para cada uno de los casos.
Las obligaciones del notario público impuestas por las leyes no se circunscriben al
cumplimiento de preceptos jurídicos y morales aplicables a los aspectos comunes que
abarca su ministerio, sino que, adicionalmente, debe también llenar, bajo severas
sanciones, una misión fiscal de tan enorme como positivos beneficios para el erario
publico. Su intervención autenticadora en el otorgamiento de las escrituras, no solamente
asegura su veracidad, delimitando claramente los derechos de las partes, simplificando o
evitando posibles cuestiones litigiosas y asegurando de este modo a la sociedad los
consiguientes beneficios que surgen de la estabilidad contractual de los derechos, sino
que, tiene correlativamente con dicha función, la de fiscalizador y recaudador en el
cumplimiento de las más variadas disposiciones de carácter impositivo: tasas, impuestos y
toda clase de tributos.
Se procura aprovechar la intervención del escribano, en cualquier acto relacionado
con la transmisión del notario, en cualquier acto relacionado con la transmisión o
desmembración del dominio de un bien, para convertirlo en un agente del fisco,
encargado no solamente de averiguar el monto de la deuda, sino también de gestionar del
deudor, percibir, retener y pagar por su cuenta las cantidades necesarias para saldarla. Es,
sin duda, una carga pública que se confiere al notario, en su carácter de oficial publico y
que le ocasiona una serie de molestias y responsabilidades, debido a que la tramitación de
esos pedidos de informes, que la administración es la primera interesas en despachar, y
que invariablemente sigue un curso lento y engorroso, obliga al notario a distraer tiempo y
personal para seguirlo. Una vez obtenidos, tiene que hacerlos conocer a las partes, recibir
el dinero y concurrir, oficina por oficina, para aclarar, o a pagar lo que indica el certificado.
Todo esto con los consiguientes riesgos de pérdidas, robos y equivocaciones además de los
adelantos que se ve obligado continuamente a efectuar, debido a que ninguna de las
relacionadas oficinas informa gratuitamente que es lo que se le debe.
Los Jueces de Paz o Paz Letrado en la mayoría de las comunidades realizan labor fedataria,
es decir dan facilidades a las personas que tienen que viajar horas y en algunos casos días
para realizar trámites. Según cálculos del propio Poder Judicial, se estima que alrededor
del 40% de la carga judicial jurisdiccional es recibida por la Justicia de Paz o Jueces de Paz
Letrado, siendo el usuario promedio de este sector el poblador rural o el comerciante de
campo. Es por ello, que en razón a la importante labor fedataria que realiza un Juez de Paz
Letrado ante la ausencia de un notario público, es que en esta oportunidad tocaremos el
tema, enfocándonos específicamente en el protesto de los títulos valores.
2.1.1 LA COMPETENCIA NOTARIAL DE LOS JUECES DE PAZ LETRADOS EN LOS PROCESOS
NO CONTENCIOSOS
La función notarial que realizarán los Jueces de Paz Letrados son las mismas que
regirán para los Jueces de Paz y están estipuladas en el Artículo 58 de la Ley Orgánica del
poder Judicial, de ahora en adelante LOPJ.
Los Juzgados de Paz Letrados, cuya sede se encuentra a más de diez kilómetros de
distancia del lugar de residencia de un Notario Público, o donde por vacancia no lo
hubiera, o en ausencia del Notario por más de quince días continuos, tienen además
respecto de las personas, bienes y asuntos de su competencia, las siguientes funciones
notariales:
A. Escrituras Imperfectas.-
C. Legalizaciones.-
Centrémonos ahora en el protesto, la norma prescribe que los jueces de paz están
autorizados para efectuar el protesto de letras de cambio y demás documentos
susceptibles de esta diligencia, con las formalidades establecidas en la ley de la materia –
en este caso se refiere a la Ley Nº 27287 - Ley de Títulos Valores Ley publicada el 19-06-
2000. Para ello es necesario dar a conocer los siguientes puntos: qué es el protesto, qué
títulos valor están sujetos a protesto, plazos para el trámite del protesto, trámite del
protesto, día del protesto, requisitos formales de la notificación del protesto
A. El protesto:
El protesto es un acto solemne y excepcional que sirve para acreditar la falta de
aceptación o de pago de un título valor, siendo considerado como una constancia del
incumplimiento de las obligaciones contenidas en el título valor[6]. Es una diligencia
esencialmente notarial, de carácter netamente formal, solemne y pública, en virtud de la
cual se requiere a una o más personas intervinientes o nominadas en el título valor para
que acepten la obligación que este contiene o la pague posteriormente en la fecha de su
vencimiento[7].
El protesto, como institución cambiaria, “es el acto auténtico y constancia que deja
el Notario Público, Secretario Notarial o Juez de Paz (…) sobre el incumplimiento del girado
o aceptante de alguna obligación contenida en un título valor. Puede protestarse por falta
de aceptación o por falta de pago[8].
1. Títulos Valores sujetos a Protesto Notarial o Judicial obligatorio, para poder ejercer la
acción cambiaria.
2. Títulos Valores sujetos a Formalidades Sustitutorias al Protesto.
3. Títulos Valores no sujetos a Protesto; esto es, no requieren de Protesto para ejercer la
acción cambiaria.
Aquí nos vamos a ocupar del primer grupo, esto es, de aquellos títulos valores sujetos
a Protesto Notarial o Judicial obligatorio, para poder ejercer la acción cambiaria. De
conformidad con el artículo 70 de la nueva ley, salvo disposición distinta de dicha ley, en
caso de incumplimiento de las obligaciones que representa el título valor, debe dejarse
constancia de ello, mediante el protesto o, en su caso, debe observarse la formalidad
sustitutoria que se establece, la que surtirá los mismos efectos del protesto.
La notificación del protesto que el Fedatario curse al domicilio designado para su pago o,
en su defecto, al lugar señalado en esta Ley, contendrá la siguiente información:
Esta notificación cursada dentro del plazo previsto en el artículo 72° deberá ser entregada
personalmente o enviada por el fedatario utilizando medios fehacientes que aseguren tal
notificación, en el domicilio señalado en el título valor como lugar de pago o, de ser el
caso, en el lugar correspondiente.
c. Plazos para el trámite del protesto:
De acuerdo con el artículo 72, de la Nueva Ley, el protesto debe realizarse dentro de
los siguientes plazos:
En los casos previstos en los incisos b) y e), el tenedor debe hacer entrega del título valor
al FEDATARIO, dentro de los primeros 8 días de los 15 previstos en ello. En los casos
previstos en los incisos a), c), d), tal entrega del título al fedatario deberá hacerse dentro
de los plazos allí establecidos para su aceptación o pago, respectivamente.
Una vez que el FEDATARIO ha recibido el título valor, objeto de protesto, realizará la
notificación señalada en el artículo 77 de los plazos arriba señalados.
El artículo 74, señala que el protesto se efectúa mediante una notificación que está
dirigida al obligado principal. El trámite del protesto, según la nueva ley, lo realiza el
fedatario, que puede ser:
- El Notario
- El secretario Notarial
- El Juez de Paz Letrado
Ante ello considero que también se debe tener en cuenta lo que la Ley de Títulos
Valores establece: Se establece que dentro de los ochos días posteriores al vencimiento se
debe entregar el título valor para que este disponga de siete adicionales (total de 15) para
la diligencia del protesto, la que llevará a cabo en su propio oficio notarial y sin limitación
alguna de hora, previa notificación dirigida al obligado a su domicilio. Se cambia el acta
correspondiente a la diligencia de acudir al domicilio del deudor y levantar el protesto, por
una vulgar y silvestres notificación de advertencia de que, en caso de falta de pago, el
título valor quedará protestado, y punto. La notificación deberá reunir determinados
requisitos de exigencia obligatoria.
Si el último día del plazo dentro del cual debe efectuarse la entrega del título al
fedatario o verificarse la notificación del protesto fuere día feriado, sábado o domingo; o,
en el caso de título valor pagadero con cargo en cuenta mantenida en una empresa
designada, el término queda prorrogado hasta el primer día hábil o, en su caso, día
laborable siguiente, siempre que se trate de los días señalados en el párrafo anterior. Los
días intermedios feriados, sábado o domingo y, en su caso no laborables, se consideran
para el cómputo del plazo.
Considerando que Las Oficinas Consulares que el Perú mantiene en diversos países, son la
ventanilla del Estado Peruano ante la cual los ciudadanos nacionales y extranjeros pueden
dirigirse a fin de realizar diversos trámites, tal y como lo harían ante las entidades públicas
en nuestro país.
El Artículo I del Titulo Preliminar del Reglamento Consular del Perú aprobado por Decreto
Supremo Nº 076-2005-RE menciona que la función consular constituye un servicio de
naturaleza pública que presta el Estado peruano a sus nacionales y a los extranjeros en el
exterior, particularmente en lo referido a las competencias de la administración pública
que deben realizarse fuera del territorio nacional.
Los funcionarios consulares ejercen estas competencias bajo los principios de legalidad, no
discriminación, inmediatez, celeridad, simplicidad, presunción de veracidad, eficacia, así
como aquellos establecidos en la legislación nacional vigente.
Las Oficinas Consulares brindan su atención, apoyo y asistencia a todo ciudadano peruano,
cualquiera que sea su situación migratoria en el Estado receptor.
El Artículo III del Titulo Preliminar del Reglamento Consular del Perú aprobado por Decreto
Supremo Nº 076-2005-RE, señala que se entiende por funcionarios consulares a los
miembros del Servicio Diplomático de la República acreditados como tales ante el Estado
receptor en sus respectivas circunscripciones.
Son responsables del ejercicio de las funciones consulares, atendiendo los intereses del
Estado peruano y de sus nacionales, dentro de los límites señalados por las leyes
peruanas, las leyes del Estado receptor y los tratados internacionales aplicables. Son
también funcionarios consulares, conforme al Derecho Internacional y en particular a las
disposiciones de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963 (en
adelante Convención de Viena), los Funcionarios Consulares Honorarios y Agentes
Consulares, los mismos que pueden ser personas nacionales o extranjeras.
Como tales pueden dar fe pública de hechos, actos y de contratos que se celebren ante
ellos, y que estén destinados a producir efectos jurídicos en territorio nacional o fuera de
él, conforme a la legislación nacional, ciñéndose estrictamente a las normas legales sobre
la materia, especialmente a la Ley del Notariado.
En todo lo referente a actos notariales los funcionarios consulares deberán sujetarse, a las
disposiciones aplicables del Código Civil, del Código Procesal Civil y de la Ley del Notariado.
c) Retirar o permitir que se retire, sin motivo justificado, de la Oficina Consular los
registros, minutarios, expedientes, y otros documentos de carácter notarial.
2.2.3 INSTRUMENTOS:
A. ESCRITURAS PÚBLICAS:
En general puede decirse que puede elevarse a escritura pública cualquier manifestación
de voluntad destinada a causar efectos jurídicos que usualmente esta contenida en un
documento llamado minuta.
El costo de las escrituras públicas como en cualquier Notaria depende del acto que
contenga. Junto con la escritura pública generalmente se otorga un Testimonio cuyo costo
depende del número de páginas.
En el caso de que el recurrente no sepa o no pueda firmar, sea ciego o tenga otro defecto
que haga dudosa su capacidad, sin perjuicio que imprima su huella digital, se le exigirá la
intervención de testigos, quienes deben tener plena capacidad de ejercicio de sus
derechos civiles.
La Escritura Pública es asentada en el libro que para tal efecto se lleva en cada Oficina
Consular. Esta deberá elaborarse con caracteres legibles, en forma manuscrita o por
cualquier otro medio de impresión que asegure su permanencia. En este último caso las
fojas se pega o empasta en el libro de Instrumentos Públicos y deben ser firmadas en el
margen izquierdo de cada página por los interesados y por la autoridad consular.
Las palabras o frases testadas, se cubrirán con una línea de modo que queden legibles y se
repetirán antes de la suscripción indicándose que no tienen valor. De igual manera los
interlineados deberán ser transcritos literalmente antes de la suscripción, indicándose su
validez; caso contrario se darán por no puestos.
Si hay espacios libres en el instrumento, se llenan antes de firmarlo con una línea doble
que no permita agregar ninguna palabra o cláusula.
Por separado se archivan las minutas de instrumentos públicos, así como todo otro
documento que se refiera a las actas notariales, debidamente firmadas por los
interesados. En las minutas se anota la foja del registro y la fecha en que se extendió el
instrumento.
El funcionario consular debe adherise al acta original del libro matriz los timbres
consulares correspondientes al monto de los derechos percibidos por la Escritura Pública,
procediendo a sellarlos.
Para extender una Escritura Pública el funcionario consular identifica a los otorgantes y
cerciorarse de la capacidad de éstos; de la libertad con que proceden y del conocimiento
con que se obligan. Cuando el interesado fuere menor de edad o persona que sea
representada por otra, se examinan previamente los instrumentos que los capaciten.
Los funcionarios consulares no extienden ninguna escritura de acto o contrato entre vivos,
sin minuta suscrita por los otorgantes.
Sin embargo, no será exigible la minuta, entre otros, en los siguientes actos: renuncia de
nacionalidad; otorgamiento, aceptación, sustitución, revocación y renuncia del mandato;
nombramiento de tutor y curador en los casos que puede hacerse por escritura pública;
reconocimiento de hijos; autorización para el matrimonio de menores de edad otorgada
por quienes ejercen la patria potestad; declaración jurada de bienes; y otros que señale la
legislación nacional.
Las escrituras de actos o contratos sujetos a inscripción, expresan todas las circunstancias
que exige la ley de la materia para la inscripción. Si en la minuta no aparecen todas ellas, el
funcionario consular procurará que se subsanen las omisiones y, si los interesados no
pueden o no quieren hacerlo, salvará su responsabilidad, consignando en el instrumento
las observaciones que hubiese hecho.
Son nulos los Instrumentos Públicos que infrinjan las disposiciones de orden público sobre
la materia, contenidas en la Ley del Notariado. La nulidad sólo puede ser declarada
mediante sentencia firme emitida por el Poder Judicial.
B. EL TESTAMENTO
Los Funcionarios Consulares pueden extender testamentos por Escritura Pública, recibir en
custodia testamentos cerrados, protocolizar testamentos militares y recibir testamento
marítimos para su remisión a las autoridades nacionales, de conformidad con el Código
Civil.
Antes de proceder a extender un testamento en Escritura Pública o autorizar el cerrado, el
funcionario consular examina la capacidad legal del otorgante de conformidad con el
Código Civil, la libertad con que procede y si está instruido del objeto del instrumento. Las
disposiciones testamentarias deben ser la expresión directa de la voluntad del testador,
quien no puede otorgar poder a otro para testar, ni dejar sus disposiciones al arbitrio de
un tercero.
1. Por Escritura Pública. Es la más formal, y toma en cuenta la declaración de voluntad del
testador.
Los poderes deben contener como requisitos generales y sin perjuicio de aquellas
formalidades que la ley disponga para cada uno de ellos, la siguiente información:
El poder por carta con firma legalizada se otorga en documento privado, conforme a las
disposiciones sobre la materia. Respecto a asuntos inherentes al cobro de beneficios de
derechos laborales, seguridad social en salud y pensiones, el poder antes referido tiene
una validez de tres meses para cantidades menores a media Unidad Impositiva Tributaria.
Cuando en los poderes por Escritura Pública y Fuera de Registro se citen normas legales sin
indicación de su contenido y estén referidas a actos de disposición u otorgamiento de
facultades, el funcionario consular transcribirá las mismas literalmente.
El funcionario consular se remite al Código Civil, Código Procesal Civil, Ley del Notariado y
en general a la legislación nacional, para resolver cualquier situación o circunstancia que
no se encuentre prevista en el presente capítulo.
- Autorización Notarial
La autorización de viaje de menor notarial es un acta que contiene la declaración de
voluntad de él o los padres, los cuales al mantener la patria potestad sobre sus
menores hijos, declaran su voluntad de autorizar el viaje de este.
Esta autorización notarial debe ser realizada por ambos padres, si estos han
reconocido al menor y se encuentran de acuerdo con el viaje ha realizar.
- Autorización Judicial
La autorización Judicial es necesaria, cuando uno de los padres se encuentra ausente o
cuando no exista voluntad de parte de uno de ellos para autorizar el viaje del menor. En
este caso, el encargado de otorgar la autorización es el Juez de Familia que corresponda,
previa justificación de la petición.
E. CERTIFICADO DE SUPERVIVENCIA
Como su nombre lo indica, este documento es expedido a solicitud del interesado para
acreditar que aún vive y que en consecuencia está en ejercicio de sus derechos. El caso
más frecuente de solicitud es el de los jubilados y pensionistas que son requeridos
periódicamente de presentar este certificado para el cobro de sus pensiones y para
ejercitar otros derechos.
F. LEGALIZACIÓN DE FIRMAS
Los documentos públicos y privados extendidos en el exterior, para surtir efectos legales
en el Perú, deben estar legalizados por los funcionarios consulares peruanos competentes
para hacerlo, y cuyas firmas deben ser autenticadas posteriormente por el área
correspondiente de legalizaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.
Los funcionarios consulares sólo legalizan firmas que hayan sido debidamente
registradas y verificadas. En caso contrario, deben exigir al interesado que obtenga todas
las firmas intermedias que sean necesarias hasta llegar a la de un funcionario reconocido.
En toda legalización de firma, debe figurar el nombre, cargo oficial y nombre de la persona
jurídica que representa, y el lugar donde se desempeña el funcionario cuya firma se
legaliza.
La legalización de firmas tiene como único efecto autenticar la firma y el carácter oficial de
la autoridad otorgante, sin entrar a pronunciarse sobre el contenido del documento.
Cuando se legaliza la firma de un particular, ésta debe firmar en presencia del funcionario
consular. Como es natural, esta condición no es exigible tratándose de firmas de
autoridades peruanas o de autoridades del país donde se encuentra el consulado. No
obstante ello, por norma general la legalización por parte del consulado requiere como
paso previo la legalización por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú o del
país de donde procede el documento. Esto se explica por el hecho que nuestros
consulados no tienen el registro de todas las firmas de autoridades nacionales o
extranjeras, por lo que si les compete a las oficinas de legalizaciones de los ministerios de
relaciones exteriores.
Legalización de Firmas de Autoridades:
La notificación del protesto que curse el funcionario consular debe contener la siguiente
información:
El parte se entregará a los interesados, quienes antes de hacerlo llegar a los Registros
Públicos, deberán legalizar la firma del funcionario consular en el área de legalizaciones
del Ministerio de Relaciones Exteriores.
I. CERTIFICADOS
Los gastos que demande el requerimiento prescrito en el presente artículo correrán por
cuenta de los interesados. En caso de inexistencia de la autoridad competente para
informar, el funcionario consular legalizará la firma del personero de la Cámara de
Comercio local, la del Abogado o Notario, que emita el informe.
El funcionario consular puede cursar las cartas por correo certificado a una dirección,
agregando al acta correspondiente la constancia expedida por la oficina de correos de su
circunscripción.
K. COPIAS CERTIFICADAS
III.1 ESPAÑA:
Por lo tanto, en la Edad Media se distinguen seis periodos que van desde la independencia
española de Roma, hasta la época contemporánea.
Primer Período.- Se atribuye a Casiodro, senador del Rey Godo Teodorico, distinguir la
función del Juez (solo fallan contiendas), de la del Notario (tienen por misión el
prevenirlas). En el año 600, se establecen las 46 formulas visigóticas según las cuales, los
órganos necesarios para la formación de los instrumentos públicos son:
Esto último implica un principio de fe pública, ya que el juramento se otorga, para que la
afirmación sea creída por quienes no la presenciaron.
SEGUNDO PERÍODO.- Comprende del siglo XIII al XV, en él se determina la función del
Notario como pública; se promulgan las Leyes de Alfonso X “el Sabio”; el Fuero Real y las
Siete Partidas. Siendo así que el Fuero Real (Año de 1255) habla de escribanos públicos
jurados, “para que no haya duda y para evitar las contiendas”, obligatoriamente, los
testamentos se otorgaban ante escribano. Éstos, acostumbraban tomar nota de los
documentos que redactaban o en que intervenian, los cuales conservaban en su archivo,
sirviendo para aclarar dudas sobre el documento original.
Por otra parte, el Código de las Siete Partidas establece como obligatorio que “las notas”
de los escribanos se inscriban en un libro llamado “registro”, las cartas debían ser “fechado
por manos de escribanos públicos”. Asi tenemos como características de este periodo:
4.- Los escribanos debían llevar un registro o minutario anual, conservarlo y poner su “seña
o signo” al final.
5.- El documento debía redactarse manuscrito por el Notario o por otro escribano, sin
abreviaturas.
7.- A la muerte del escribano, sus archivos eran recogidos por el Alcalde y entregados al
sucesor.
8.- Se determinan los requisitos generales que debían observar todas las escrituras, los
modelos o las fórmulas, sobre los actos y contratos mas usuales.
9.1.- En juicio, el interesado tenía que probar, que quien había autorizado el
documento, era realmente escribano en esa fecha.
TERCER PERÍODO.- Denominado “Reforma de los Reyes Católicos”, comprende dos épocas:
la primera, del siglo XIV al siglo XV. En este período se prohibe heredar, renunciar y
traspasar los oficios; se dictan disposiciones que obligan a aprobar un examen y llenar
otros requisitos para poder despachar las escribanias públicas. La disposición mas
importante consistió en la determinación de la competencia jurisdiccional del escribano,
estableciéndose que las escrituras de contratos, obligaciones y testamentos, debian pasar
ante escribanos del número de los pueblos reales y públicas y para que “puedan dar fe de
todos los asuntos extrajudiciales sin pena alguna”.
Tenemos así que, el cargo de Magistrado y Juez es incompatible con el ejercicio privado de
la abogacía y del notariado. Sin embargo lo puede hacer en el protocolo del Juzgados, en
los casos que se amerite para mejor proveer en alguna litis que estuviere conociendo. En
el juzgado de Distrito de lo Civil se lleva un Protocolo del Juzgado que lo usa la persona
que actúa corno Juez y que es distinto al que es usado por los notarios.
En la comunidad internacional cada país, para que representen sus intereses en el exterior,
designan dos clases de representantes:
Todos los países tienen representantes económicos, de carácter permanente cuya función
es ayudar en la importación de bienes, etc. Esa representación consular, en el mundo
moderno, muchas veces actúa junto al representante diplomático-, algunas veces se le
encargan funciones de tipo consular.
De acuerdo con nuestra legislación, el representante consular actúa o cumple varios fines:
a) Registrador del estado civil de las personas,
Por otro lado en el notario consular su actuación se puede calificar como Notarios
Administrativos, porque su función depende de un nombramiento temporal y está
vinculado al cargo consular que desempeña; no tiene una investidura permanente como el
Notario de nuestro país- no se exige la preparación jurídica universitaria, pero sí alguna
preparación y conocimiento jurídico.
III.2 MEXICO
Ley Orgánica De Notarios Y Actuarios Del Distrito Federal fue promulgada por Benito
Juárez el 29 de Noviembre de 1867, se destacó en los siguientes avances: terminó con la
venta de notarias; separó la actuación del Notario, de la del Secretario de Juzgado; y
sustituyó el signo (otorgado antiguamente por el Rey) por el sello notarial.
Distinguió dos tipos de escribanos, cuyos cargos eran incompatibles: Actuarios y Notarios,
a quienes definió como “el funcionario establecido para reducir a instrumento público los
actos, los contratos y últimas voluntades en los casos que las Leyes lo prevengan o lo
permitan”; el Actuario, en cambio, era un funcionario que intervenia en materia judicial;
ambos oficios debían ser practicados personalmente.
Señaló como atribución exclusiva de los Notarios, autorizar en sus Protocolos toda clase de
instrumentos públicos. El sistema de Protocolo era Abierto y era el único instrumento en
donde se podía dar fe.
En la Ley de 1902, siendo Gobernador del Estado Miguel Ahumada, entra en vigor el
primero de Febrero de 1903. La función notarial era incompatible con las profesiones de
comerciante, corredor o agente de cambio, con el ministerio de cualquier culto y con los
cargos de funcionario o empleado del poder judicial. En las municipalidades que no
hubiera Notario, el Juez Menor desempeñaba la función, siempre que alguno de los
otorgantes fuera vecino del lugar.
III.3 ARGENTINA:
III.4 CUBA
Pero, distintas disposiciones legales, han recurrido a la función de los notarios, para
dar certeza a diversas declaraciones o manifestaciones a que están obligados los
propietarios (acta de renta anual) acta de intimación previa a la iniciación de toda
ejecución hipotecaria; acta declarativa de títulos y antecedentes referidos al dominio
sobre campos, para presentar ante el Instituto de la Reforma Agraria, etc.).
El Estado Libre Asociado de Puerto Rico es una isla del Caribe que cuenta con un
notariado desarrollado. Su régimen legal está constituido por la ley Nº 99 de 1956
"Orgánica del Notariado".
La admisión al ejercicio profesional exige como condición sine qua non el título de
abogado; y la autorización al interesado por el Tribunal Supremo; es decir que no existen
temas de concurso, ya que todo abogado puede ejercer notariado.
En materia de competencia territorial no hay límites; el notario puede ejercer en
todo el Estado. Tiene el carácter de funcionario público, el monopolio en titularidad de la
fe pública y la autenticidad en actuaciones extrajudiciales.
La redacción, que puede ser por medios mecánicos, el uso del idioma castellano y
el inglés indistintamente El organismo que representa al notariado del país es el Colegio de
Abogados, y para ejercer la profesión es necesario ser miembro del mismo.
III.6 URUGUAY
IV. CONCLUSIÓN
La esfera legal de la función del notario es la facultad de autenticar, mediante acta, hechos
de orden público o administrativo. Así la sustancia jurídica a la cual sirve el Derecho
notarial son los derechos concretos subjetivos, sea cualquiera la fuente de donde emanan,
en cuanto para su determinación o actuación se requiere la iniciativa de los interesados. El
derecho notarial por imperativo de la función autenticadora, solo garantiza aquella parte
del ordenamiento jurídico que confiere Derechos.
V. BIBLIOGRAFÍA
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