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Creemos que es necesario perseguir un equilibrio entre la utilización
de las tecnologías y la habilidad natural del hombre de expresarse a
través de su cuerpo, en su totalidad y en su potencial motor. El pre-
sente trabajo es en testimonio de nuestra convicción, profundamente
radicada, de que en el curso de la edad evolutiva, la actividad lúdico-
psico-cognitiva-motriz debería concebirse como un complejo instru-
mento para el pleno desarrollo cognitivo del niño.
A nuestro entender, la connotación multidisciplinaria implícita en la episte-
mología del sistema PSI.CO.M. favorece la superación de la contraposición
maniquea entre conocimiento y experiencia, entre saber y saber hacer,
amalgamando así los diversos dominios del aprendizaje.
La posición en la actualidad ampliamente compartida por las neurociencias,
según la cual el “experimentar” y el “explicar” (Guidano V.F., 1990), son ambas
categorías del conocimiento ligadas por dinámicas circulares y reciprocas, se
concreta plenamente en la aplicación del sistema PSI.CO.M.
Por lo tanto, de acuerdo con dicha posición, el sistema educativo PSI.CO.M.
Toma en cuenta tanto los aspectos digitales del funcionamiento del cerebro,
como las instancias referidas a la dimensión analógica y tácita del conocimiento.
En este sistema los componentes del conocimiento se funden, funcio-
nal y armónicamente, confluyendo en un enfoque didáctico que le per-
mite al niño experimentar con su cuerpo en contexto y así adquirir el
conocimiento del mismo.
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Utilizar instrumentos para alcanzar los alimentos (por ej. los frutos fuera de su
alcance), viajar sobre el dorso de animales para desplazarse hacia tierras más
fértiles, son ejemplos muy diferentes de cómo el hombre supo ampliar su radio
de acción; cada vez que el hombre afrontó una experiencia que requería un
comportamiento motor nuevo, tuvo que exponerse a adaptaciones posturales
y motoras que generaron (entre otros efectos), aferencias neuromusculares
inéditas hasta ese momento, produciendo así una gradual ampliación del re-
pertorio motor y progresivas modificaciones de la corteza cerebral.
En consecuencia, si el estudio de la filogénesis del movimiento puede brin-
darnos informaciones sobre la historia del hombre moderno, el estudio del
desarrollo motor de cada individuo puede orientarnos en la elaboración de
las metodologías educativas.
Las teorías sobre el desarrollo motor que se han sucedido durante el
siglo XX son muchas. Entre las principales, es posible enumerar:
El modelo Neuromaduracionista o Madurativo, desarrollado
por A. L. Gesell a mediados de los años ’20, consideraba el de-
sarrollo motor como un proceso determinado genéticamente.
El modelo de Piaget, surgido en los años ’50, consideraba que
las actividades sensoriales y motrices del niño condicionaban su
desarrollo mental.
El modelo Filogenetico, según el cual el desarrollo motor del in-
dividuo atravesaría las etapas de la filogénesis.
Los modelos Sistémicos, en boga durante los años ’60, según los
cuales el desarrollo motor sería el producto de dinámicas entre los
diferentes sistemas funcionales (incluso externos al individuo).
Los modelos de la Elaboración de la Información, desarrollados du-
rante los años ’70 luego de la afirmación de la cibernética. Según estos
modelos, el desarrollo motor está relacionado a la capacidad de concebir
y aplicar progresivamente “programas motores” de complejidad creciente.
El modelo de los Sistemas dinámicos, surgido en los años ’80, el cual
coloca las condiciones del desarrollo motor en una variedad de factores,
en su mayoría ambientales, y limita el rol de los factores genéticos.
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Las tres motricidades
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Los enfoques educativos y el movimiento
Si bien algunos enfoques educativos deben considerarse obsoletos en
la actualidad, podemos sintetizar diciendo que en los últimos cien
años, la relación entre la práctica motriz y el desarrollo del individuo,
se ha concebido e interpretado por lo menos de tres formas distintas:
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la elaboración de este libro, nos hace converger en la idea de que un
crecimiento armónico y funcional debe apuntar a sistemas educativos
que sepan percibir las relaciones entre movimiento y cognición, en el
trayecto del desarrollo del individuo.
Dado que los únicos movimientos que no implican una participación
encefálica son los reflejos espinales, la idea de que la variabilidad del
ejercicio puede garantizar una ampliación del repertorio motor, cuando
en realidad las implicancias corticales y tronco-encefálicas no han sido
tenidas en cuenta, nos parece restrictivo y en cierta forma, ingenuo.
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Nosotros consideramos a la motricidad como mediador del aprendizaje y
Catalizador del desarrollo cognitivo. Por esta razón, preferimos hablar de
sistema educativo psico-cognitivo-motor según el input cognitivo.
¿A cuántas habilidades diferentes llamamos inteligencia?
Si bien es posible que la inteligencia haya sido la función psíquica más
estudiada en todos los tiempos, en el último medio siglo, gracias a los
profusos esfuerzos de la comunidad científica, es que se produjeron
muchas de las investigaciones más interesantes sobre el tema.
Genéricamente, con el término inteligencia, indicamos la facultad de
elaborar información de manera aguda, adaptativa, lista para su uso.
En la realidad el término refiere a un conjunto muy variado de habili-
dades muy diversas entre sí. En 1938, Louis Leon Thurstone ya ha-
blaba de 7 “habilidades primarias”. A fines de los años sesenta del siglo
pasado, el estadounidense Joy Paul Guilford elaboraba un modelo que
distinguía entre operaciones, productos y contenidos expresados por
el intelecto.
Aun con sus diferencias, muchos de los modelos y teorías sobre la inteli-
gencia que se elaboraron en los últimos cien años, tienen en común la vi-
sión sistémica y multicomponencial de la función intelectual.
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REPRESENTACIÓN ESQUEMÁTICA DE LA UBICACIÓN DE LAS
REGIONES DEL CEREBRO IMPLICADAS EN DIFERENTES TIPOS DE
INTELIGENCIA DE ACUERDO CON EL MODELO DE GARDNER
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A principio de los años ’80 del siglo XX, el psicólogo estadounidense
Howard Gardner elabora el modelo de las Inteligencias Múltiples, que
distingue 8 tipos de inteligencias.
Este modelo expresa eficazmente la naturaleza compleja del intelecto
y nos permite anticipar cómo el sistema educativo PSI.CO.M. inter-
viene en las diferentes inteligencias descriptas por Gardner.
Para que cada una de las inteligencias pueda emerger, sin embargo,
no es suficiente que las áreas y circuitos nerviosos implicados en su
expresión funcionen normalmente, es necesario que vengan planifica-
das actividades idóneas para promocionarlas.
Un sistema educativo debe promover la dimensión experiencial y la explica-
tiva con intervenciones coherentes con los diferentes módulos del intelecto.
En el curso de la primera infancia el cerebro es protagonista de un cre-
cimiento volumétrico superior al de cualquier otro órgano. Es con el
inicio de la segunda infancia y en concomitancia con el inicio de la es-
colarización que ocurren los cambios anátomo-funcionales con una
aceleración impresionante hasta la maduración completa de las Fun-
ciones Ejecutivas (durante la adolescencia y posteriormente).
El rol que los sistemas educativos juegan en esta fase es importantísimo.
Las Funciones Ejecutivas (FE) comprenden un conjunto articulado
de habilidades.
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Las FE pueden definirse como el conjunto de los procesos corticales
de orden superior, encargados de: la anticipación, la planificación, la
coordinación, la inhibición, el control y la regulación del comporta-
miento tendientes a alcanzar un objetivo. Las FE entran en juego:
• en los procesos de aprendizaje
• en el control y monitoreo del propio comportamiento
• en las acciones que requieren planificación y toma de decisiones
• en la corrección de errores
• en la ejecución de acciones nuevas y comportamientos inéditos
• en las acciones difíciles y peligrosas
• en la inhibición de respuestas automatizadas o habituales
• Codificación
La calidad de la codificación está subordinada a la motivación y a las
prestaciones de los sistemas de atención. [Regiones temporales es-
pecíficas, lóbulo temporal medial] (*).
• Registro
Implica la consolidación de las huellas que quedan impresas estable-
mente. [Lóbulo temporal] (*).
(*) [Las áreas corticales que figuran entre paréntesis se refieren a los procesos de memori-
zación a largo plazo].
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• Conservación
La estabilidad de los recuerdos está subordinada a la precisión de los
procesos de conservación. [Regiones temporales específicas, lóbulo
temporal medial] (*).
• Recuperación
Es la búsqueda y re ensamblaje de los elementos que constituyen el
recuerdo. Los diversos elementos pueden estar custodiados en diver-
sas áreas de la neo corteza. [Lóbulo temporal medial, corteza frontal,
corteza parietal] (*).
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• el circuito fonológico articulatorio
• la agenda visoespacial
Subsistema Subsistema
VERBAL VISOESPACIAL
Circuito fonológico-articulatorio Agenda visoespacial
(opera sobre las palabras) (opera sobre las imágenes)
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Si la información es visual, tratamos de inmortalizar una copia en la
Agenda Visoespacial y de nombrarla en forma repetida (mentalmente o
en voz alta), reclutando los módulos del Circuito fonológico-articulatorio
para almacenar los indicios del sonido y del esquema verbal.
Si en cambio la información es directamente verbal, reclutaremos el Sub-
sistema Verbal como en el ejemplo anterior, y trataremos de represen-
tarnos una imagen que nos permita archivar ese dato, incluso en otra
área de la corteza. La posibilidad de unir los datos a memorizar, con
construcciones que ya conocemos (asociación) facilitaría la conserva-
ción. Naturalmente estos procesos son automáticos.
Una de las diferencias entre la WM y la MLP se encuentra en la diversa
naturaleza de los procesos neurobiológicos que las caracterizan. La
WM se caracteriza por la activación de procesos nerviosos propiamente di-
chos: es una memoria “eléctrica” y está indisolublemente ligada a la eficiencia
de las funciones de atención; este dato nos ha guiado en el plano de la pro-
puesta metodológica de la estructuración de las actividades.
La MLP, en cambio, es el producto de modificaciones plásticas, estructu-
rales de la corteza cerebral (no es casual que sea la parte más evolucio-
nada del sistema nervioso humano), que dependen de una serie de
factores (entre los cuales se encuentra, justamente, la eficiencia de la WM).
Entonces, la plasticidad cerebral, es decir la habilidad del cerebro de
modificarse estructuralmente, dependerá de las experiencias. Por lo
cual, si en general los ambientes estimulantes influyen positivamente
en el crecimiento del niño, los contextos y sistemas educativos conce-
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bidos específicamente para promover su desarrollo, conducirán a una
maduración cerebral fructífera y a una optimización del potencial cog-
nitivo del niño.
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El primer aspecto se refiere a la “construcción” y
uso de algunas herramientas en el Sistema
PSI.CO.M. realizados con materiales simples, fá-
cilmente obtenibles. Por ejemplo, “tubos” constitui-
dos por hojas de periódicos enrollados como
cilindros (véase el Cuaderno Motor).
Entendemos que soluciones como la apenas de-
scripta, además de facilitar la aplicación del Si-
stema y ampliar la propuesta didáctica gracias a
la utilización de materiales no convencionales, son
fuente de estímulos para el desarrollo del pensa-
miento divergente.
El hecho de que esta flexibilidad del sistema edu-
cativo requiera que la única condición necesaria
para su aplicación sea el know-how de un instruc-
tor PSI.CO.M. calificado, no significa que el Si-
stema PSI.CO.M. no pueda aprovechar el uso de
otros instrumentos. Es este el segundo aspecto al
que nos referíamos: un sistema flexible no puede
excluir anticipadamente el uso de aparatos. A partir
de esta convicción, es que algunos de nuestros in-
vestigadores están dedicándose a la realización
de equipos didácticos pensados especialmente
para el Sistema Educativo PSI.CO.M.
- es versátil. Aunque este Sistema fue concebido para una
franja de edad que va entre los 5 y los 12 años
de edad, nos gusta afirmar que se pueda aplicar
a los “niños” entre 4 y 90 años. Por razones di-
versas y por procesos diferentes, la práctica si-
stemática de actividades psico-cognitivo-motoras
a cualquier edad, mejora o mantiene eficientes
las funciones ejecutivas. En efecto, ha sido am-
pliamente documentado, que en la tercera edad
(y en las fases que la preceden) el ejercicio de la
cognición y del movimiento intervienen significa-
tivamente para decelerar el deterioro cognitivo li-
gado a diversas patologías (por ejemplo las
patologías de vasculopatías cerebrales).
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- es transcultural, porque utiliza categorías universales, que hemos
empleado satisfactoriamente con niños que per-
tenecían a culturas distintas.
El rol del instructor en el Sistema Educativo
PSI.CO.M. es diferente a lo que se utiliza tradi-
cionalmente en el ámbito de las actividades mo-
toras. Él tiene que reducir progresivamente su
presencia activa porque el objetivo es que los
niños adquieran los conocimientos necesarios
para cumplir las varias actividades autónoma-
mente y autodisciplinandose. Además, la estruc-
tura del Sistema PSI.CO.M. y el carácter
universal de su lenguaje permiten potencial-
mente el desarrollo de las actividades a niños
que hablan lenguas diferentes.
El Sistema Educativo PSICOM está compuesto
por 8 metodologías, para la aplicación de las
cuales es necesario valerse del PICTURES
BOOK, auxilio didáctico especialmente conce-
bido.
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SISTEMA EDUCATIVO PSICOM
METODOLOGÍAS TÓPICOS EDUCATIVOS PREVALENTES
PICTURES BOOK
Instrumento didáctico indispensable para la aplicación del
Sistema Educativo PSI.CO.M.
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Il Pictures Book®
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El Pictures Book® constituye la componente iconográfica del texto y
es en consecuencia un instrumento necesario, aunque no suficiente,
para el alcance de los objetivos de educación cognitivo-motora que
nuestro sistema educativo didáctico se propone.
El potencial didáctico del Pictures Book®, de hecho, puede ser des-
arrollado sólo gracias al conocimiento de los supuestos metodológicos
descritos en el texto presente.
El instructor, durante la exhibición y la explicación de las figuras en el
contenidas, debe focalizarse en la modalidad de suministrar las ins-
trucciones que deben ser:
• simples y esenciales en sus contenidos
• psico-pedagógicamente orientadas en su método, según las indicacio-
nes que siguen:
• utilizar un lenguaje simple, apropiado para la edad, y pronunciar
las palabras con claridad
• respetar los tiempos y la emotividad de cada niño
• distribuir refuerzos positivos (verbales y no)
• abstenerse de actitudes correctivas y/o censores (verbales y no)
• sugerir siempre las correcciones con términos positivos.
El Engrama Motor
A principios del siglo XX, el biólogo alemán Richard Semon [1904] in-
trodujo la noción de engrama para indicar la representación neural de
una o más memorias, es decir una pista mnésica permanente que con-
serva los efectos de la experiencia en el sistema nervioso.
Sucesivamente el concepto de engrama fue recogido por el neurocien-
tífico Karl Lashey [1950] que lo identificaba como una modificación
neural, que puede ser transitoria o permanente y que proviene de la
codificación de una experiencia.
Los programadores PSI.CO.M., utilizaron el concepto de Engrama
Motor para indicar la huella neural de experiencias biomecánicas pos-
turales y motoras presentes en los varios tipos de memoria, significa-
tivas para el proceso educativo. Siguiendo este camino, las huellas
mnésicas ligadas a la didáctica PSI.CO.M. permiten localizar aspectos
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que consideramos fundamentales para el desarrollo del niño, porque
son atribuibles a elementos fundamentales para el progreso de la mo-
tricidad y de la cognición.
En cada experiencia motora presentada en la didáctica PSI.CO.M. es
posible localizar aspectos que consideramos fundamentales para el
desarrollo del niño, que son atribuibles a elementos fundamentales
para el progreso de la motricidad y de la cognición.
La idea de que las actividades y los movimientos propuestos deben
producir modificaciones corticales, expresa el valor educativo y meto-
dológico del sistema PSI.CO.M.
Los movimientos y las secuencias motoras propuestas (que producirán
las huellas en el tejido nervioso) pueden ser indicadas a través de un
código numérico, cromático, o con otros códigos que puedan estimular
las funciones cognitivas.
Código “Numérico”
Veamos un ejemplo de sucesión de cuatro tareas motoras:
• desde posición erecta, golpear el suelo con la punta del pie derecho;
• como antes, pero golpear el suelo con la punta del pie izquierdo;
• como antes, flexionar el torso por delante manteniendo las pier-
nas extendidas y con las yemas de los dedos de las manos to-
carse las puntas de los pies;
• como antes, levantarse sobre la punta de los pies y contemporá-
neamente levantar los brazos y aplaudir.
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en sucesión, sin ligarlas a la estructura lógico-temporal de apoyo que la
numeración progresiva constituye. Imponiendo así al niño la utilización
espontánea de sus recursos cognitivos para conservar eficazmente la
huella de la experiencia.
En un momento posterior, se acopla cada movimiento a un número:
1. desde posición erecta, golpear el suelo con la punta del pie derecho;
2. como antes, pero golpear el suelo con la punta del pie izquierdo;
3. como antes, flexionar el torso por delante manteniendo las pier-
nas extendidas y con las puntas de los dedos de las manos to-
carse las puntas de los pies;
4. dalla stazione eretta, sollevarsi sugli avampiedi e contempora-
neamente sollevare le braccia in alto e battere le mani.
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Indicaciones metodológicas.
Las consignas de ejecución de las tareas pueden ser impartidas si-
guiendo diversas tipologías de orden:
- orden secuencial creciente, ej. “1, 2, 3, 4”;
- orden secuencial decreciente, ej. “4, 3, 2, 1”
- orden casual, ej. “4, 1, 3, 2”.
En función del nivel de escolarización de los niños, la consigna puede
ser impartida combinando 1, 2, 3, 4 números con dos, tres o más cifras.
Por ejemplo, la consigna “21”, prevé la ejecución de la tarea 2 seguida
de la tarea 1. La consigna “414” requiere la ejecución de la tarea 4,
luego de la tarea 1 y por último de la tarea 4.
La consigna de la ejecución de una tarea única (1, o 2, o 3, o 4) si seguida
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por la verbalización “ATRÀS”, indica que debe ser realizada una secuencia
decreciente de las cuatro tareas de base a partir de la llamada. Si la con-
signa es seguida por la verbalización “DESPUÉS”, indica que debe ser se-
guida por una secuencia creciente de las cuatro tareas de base.
Por último, la consigna puede ser caracterizada por operaciones ma-
temáticas simples con los números 1, 2, 3, 4; por ej. “4-1” indica que
se debe realizar la tarea 3.
Ejemplos de consignas.
TIPOLOGÍA DE CONSIGNA VERBAL TAREA QUE SE DEBE
DEL INSTRUCTOR REALIZAR
Creciente 1→4
Decreciente 4→1
Casual 2, 4, 1, 3
“¡3, DEPUÉS! 4, 1, 2, 3
“¡2, ANTES!” 1, 4, 3, 2
Se sugiere que en un momento sucesivo se realice la ejecu-
ción de las tareas con los ojos cerrados, así se llegará a una mayor
eficiencia funcional de los circuitos neurales implicados en los proce-
sos mnésicos y en los de la auto representación de las cuatro tareas.
Código “Cromático”
Los cuatro movimientos descritos a título de ejemplo, pueden ser aco-
plados también a una secuencia cromática.
Por ejemplo:
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Le indicazioni metodologiche descritte per il codice numerico, sono da ri-
tenersi applicabili (con i dovuti adattamenti) anche al codice cromatico.
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Con el sistema educativo PSI.CO.M., de hecho, el engrama motor re-
lativo a cada secuencia cinética propuesta puede enriquecerse de co-
nexiones con áreas diferentes de la corteza asociativa, volviéndose
así en ramificaciones de los territorios de la cognición.
fig. 1- Ejemplo de proyección en el suelo de las plantas de los pies con extra-rotación de la
extremidad izquierda inferior.
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En los tres casos men-
cionados, señalizamos
que el defecto se acen-
túa durante los cambios
de velocidad (acelera-
ción y deceleración) de
la locomoción.
Esta extra rotación pro-
duce el desalinea-
miento de la bisectriz
del pié con respecto al carrerahacia adelante carrera con pasos laterales
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Por lo tanto, para corregir el defecto postural analizado, hemos apli-
cado dibujos adhesivos que representan los ojos, en la remera (véase
el dibujo), en la punta de los zapatos, y en algunos casos también en
las rodilleras.
Dunque, per ovviare al vizio posturale sopra descritto, abbiamo appli-
cato disegni adesivi raffiguranti degli occhi, sulla maglietta (vedi di-
segno), sulla punta delle scarpe e in alcuni casi anche sulle
ginocchiere.
La consigna de orientar “todos los ojos” hacia la misma dirección du-
rante la ejecución de las actividades propuestas, nos ha permitido ob-
tener no sólo las mejoras esperadas, sino también comportamientos
auto correctivos después de la adquisición de la consciencia postural.
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