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Tutoría sociología Seminario Central III

Daniela Buitrago Rojas


Reseña 11/09/15

Ideología y aparatos ideológicos de Estado


Louis Althusser
La obra de Louis Althusser es quizás una de las aplicaciones más claras del método estructuralista al
estudio de los fenómenos sociales. Asentando una posición netamente marxista, Althusser focaliza la
atención en el análisis de la producción dentro del sistema capitalista. Esto conllevo a un posterior
análisis de elementos claves para comprender la dinámica que dicho concepto acarrea.
Pues bien, como se ha dicho, el estudio expuesto por el autor evidencia una ideología que toma como
base de la configuración de la sociedad el modelo económico de acuerdo al cual se presentan las
ideologías, la operación del Estado y de sus organismos. Para la pervivencia de tal modelo económico,
efectivamente tiene que haber una reproducción de las condiciones de producción.
El autor hace una importante distinción entre la práctica productiva como una abstracción mental, y el
proceso de producción como algo real, teniendo en cuenta que en toda sociedad hay un modo de
producción dominante que comprende a las fuerzas productivas, las cuales, asimismo, sustentan las
relaciones establecidas dentro de la sociedad. Ciertamente, esto es entendido desde un enfoque
estructuralista, puesto comenzando por la comprensión del simple proceso de producción y las
condiciones que le dan continuidad, se parte hablando de un sistema en el que son palpables las
relaciones de oposición e interdependencia: patrón y trabajador; asalariado y capitalista; demandante
y oferente. En últimas, lo que resulta de este conjunto de relaciones es el entendimiento del rol o
función desempeñado dentro de la estructura social de corte marxista, porque por más enajenado que
parezco estar un sujeto, su actuación está dada por el sistema mismo.
Althusser utiliza el ejemplo del productor de tejidos de lana que, teniendo en cuenta lo anterior, puede
ser interpretado de una forma sencilla. Detrás de tal empresario hay otro tanto de productores, quienes
le brindan estabilidad al oferente principal de tejidos de lana, como son el criador de sujetos y el
productor de máquinas y herramientas, y así sucesivamente hasta dar con toda la cadena.
Pero la continuidad de tales condiciones debe estar dada por otras condiciones o factores. La
reproducción de las fuerzas de trabajo cumple con dicha exigencia, ya que se presentan como un
vehículo asegurador de la actividad. Sin embargo, sigue existiendo algo completamente material que
garantiza la reproducción de las fuerzas: el salario. Al mencionar este concepto, Althusser se remite a
lo que Marx llama el mínimo vital, el cual se entiende como el conjunto de necesidades históricas de
la clase obrera, necesidades que resultan de la lucha de clases pertenecientes al proletariado. Esto
es, en conclusión, la principal coartada del modelo económico demandante de mano de obra, de fuerza
de trabajo, y por medio de lo cual asegura sus objetivos. No obstante, aun cuando en el mínimo vital
se representen un sin número de obreros, la fuerza de trabajo debe ser apta y calificada por los oficios
de la producción, y de la misma manera debe reproducirse.
Pero ¿cómo se da tal preparación para la competencia y adquisición de aptitudes? Ante a demanda
mano de obra competente y capaz de responder al ritmo de la producción capitalista, la educación y
otras instituciones sociales se convierten en medios para la legitimación de tal propósito. Allí tiene
lugar el aprendizaje y la aprehensión de habilidades, con el fin de garantizar tanto la reproducción de
la calificación como las reglas de sumisión y sometimiento a esta dinámica del sistema. Lo anterior es
algo que pone a contraluz la existencia de una ideología que sin duda está estrechamente relacionada
con la reproducción de las reglas o parámetros, puesto que de nuevo se estaría asegurando algo, y
esto es el dominio del conjunto de ideas imperantes sobre las cuales descansan las razones y los
modos de ser de la economía capitalista: “es en las formas y bajo las formas del sometimiento
ideológico como se asegura la reproducción de la calificación de la fuerza de trabajo” (Althusser, 2010,
pág. 17).
La ideología es entonces para el autor un elemento dentro de la estructura que entroniza el modelo
económico capitalista; perpetua por medio del ejercicio del poder en el Aparato de Estado (para
Althusser aparato represivo de estado) y en los aparatos ideológicos del mismo, la relaciones de
reproducción, o explotación, las cuales a su vez están mediadas por otro tipo de relaciones asociadas
al poder, la dominación y la clase social.
La lectura que Althusser hace sobre la estructura social pone de manifiesto su carácter estructural,
puesto que éste la ejemplifica con la metáfora del edificio para hacer especial énfasis en los niveles
con los que dicha estructura cuenta. Asociada a tal ejemplificación, la estructura social logra dar cuenta
de dos niveles determinantes que asimismo sustentan la interdependencia de cada uno de los
elementos de la totalidad. Por un lado se encuentra la infraestructura, dada por las fuerzas y las
relaciones de producción; por otro encontramos la superestructura, constituida por lo jurídico – político,
es decir el Estado y el derecho, y por la ideología. Pero si bien parecen presentarse como dos niveles
independientemente caracterizados, los subniveles de la superestructura no pueden mantenerse por
sí solos. Existe una base económica, representada en la infraestructura, la cual determina,
“determinación en última instancia de lo que ocurre en los <<pisos>> (de la superestructura) por lo
que ocurre en la base económica” (Althusser, 2010, pág. 19).
De esta manera es posible hablar del Estado como un aparato de represión de la clase dominante
sobre la clase obrera, y descubrir los mecanismos del estado, específicamente en su funcionamiento,
que garantizan la relación de dominación y hegemonía. Es importante hacer claridad de la diferencia
existente entre el Aparato de Estado, que para la autor es de naturaleza represiva por la violencia
física de la que hace uso, y los Aparatos Ideológicos de Estado. Los AIE son instituciones que hacen
parte del Estado en el que detenta el poder la clase dominante, en los cuales se hace uso de la
ideología y su dominio es de tipo privado: escuelas e iglesias, por ejemplo. Los AIE vienen a
constituirse como instrumentos apoderados por el Estado, a través de los cuales es segura la
reproducción de las relaciones de producción. La correspondencia entre el uno opera haciendo uso
de la violencia y el otro funciona bajo la ideología dominante, es evidente y clara, pues el Estado por
medio de la represión determina las condiciones políticas de los AIE. Ciertamente, los AIE reproducen,
a su vez, relaciones de explotación capitalista. Son, sin más, relaciones de oposición que se presentan
bajo la dinámica del sistema capitalista: domínate – dominado, explotador – explotado.
Finalmente, teniendo en cuenta que el estudio y el análisis realizado por el autor estuvieron en gran
medida atravesados por la discusión ideológica, la caracterización de la naturaleza de la misma se
hace pertinente. Si bien la ideología puede estar relacionada con la historia, en este caso, de la lucha
de clases, ésta en sí misma no tiene historia propia. Aunque da cuenta de una estructura y de un
modus operandi, la ideología se presenta como una realidad no histórica, básicamente debido a que
es una abstracción mental, y al definirse como tal, la historia pasa a estar fuera de ella. Pero la
ideología, efectivamente, sí es una representación mental de la relación de los individuos con las
condiciones de su existencia en la realidad, porque aun cuando no haga parte de ella, la ideología se
refiere necesariamente las circunstancias en que ésta (la realidad) se presenta. No está de más
mencionar que la ideología es directamente proporcional a la existencia de los individuos, “toda
ideología se realiza por el sujeto y para sujetos” (Althusser, 2010, pág. 55). Sin embargo, la
correspondencia entre el individuo y la ideología es igualmente de gran importancia y determinación,
puesto que la ideología hace de los individuos sujetos, adeptos a unos u otros principios que
configuran la vida en sociedad.
Esta obra de Louis Althusser no solo suscita una gran reflexión en torno al enfoque estructuralista.
Inevitablemente la lectura transciende hasta el análisis crítico del sistema que hoy media nuestras
relaciones económicas, sociales y políticas. En consideración del trabajo de autor, se puede destacar,
además de la importancia para la comprensión de fenómenos dentro de la investigación en las ciencias
sociales, la fácil conexión con lectura del libro. Sin embargo, cabe señalar que la redundancia y
repetición de algunos conceptos (que parecieran seguir un orden según sus relaciones de
determinación), ínsita a fragmentar al análisis y el estudio propuestos en la obra, cayendo en el peligro
de no relacionar y asociar muchas de la categorías que allí aparecen.
Bibliografía:
Althusser, L. (2010). Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Editorial Skla. Bogotá.

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