las drogas en México El consumo y el abuso de drogas en los últimos años genera desintegración social y violencia. Pero también se ha ubicado en el contexto nacional como uno de los problemas de salud pública de mayor relevancia, debido a las consecuencias sanitarias y sociales que experimentan quienes las consumen. 09 de Diciembre de 2017 Por Carolina Gómez Vinales
En este contexto, para lograr un exitoso establecimiento y desarrollo de políticas
públicas que atiendan de forma oportuna este problema, es indispensable conocer cada una de las aristas y dimensiones del fenómeno entre la población. Es por ello que desde los años ochenta se realizan estudios de manera periódica en México, para evaluar la dinámica, transición y dirección del problema. Este año, la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) presentó la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, ENCODAT 2016-2017. Según datos del gobierno federal, la realización de la Encuesta fue coordinada por la Conadic y la planeación, trabajo de campo y análisis de resultados fueron llevados a cabo por el Instituto Nacional de Psiquiatría y el Instituto Nacional de Salud Pública. Llama la atención que el apoyo financiero de la encuesta fue ofrecido por la embajada americana, en el marco de la Iniciativa Mérida. A través de los trabajos realizados, se visitaron 64 mil hogares y se entrevistó a 56 mil 877 personas, lo que permitió a la encuesta contar con representatividad nacional, regional y estatal. Los adolescentes constituyen un grupo sustantivo para el desarrollo social, político y económico de cualquier país, no sólo porque se encuentran en el umbral de su vida productiva, sino porque es justamente en esta etapa cuando se define su plan de vida y se moldea la personalidad que da origen a pautas de comportamiento en la vida adulta. Con demasiada frecuencia, las necesidades y los derechos de los adolescentes no figuran en las políticas públicas, excepto cuando se advierten severos riesgos a la salud o las necesidades no atendidas de este grupo se hacen evidentes a través de conductas de riesgo. Los mayores daños a la salud de los adolescentes no se manifiestan en términos de morbilidad o mortalidad. Generalmente, los problemas que ellos enfrentan tienen una repercusión más honda y duradera, que afecta no sólo el bienestar personal, sino también el de su familia y su comunidad. Tal es el caso del consumo de drogas, que casi se duplicó en los últimos cinco años. La población de 12 a 17 años que afirmó haber consumido cualquier tipo de estupefaciente ilegal pasó de 1.5 % en 2011 a 2.9 por ciento en 2016. La mayoría de ellos consume mariguana, seguida de cocaína e inhalables, y, en menor medida, tranquilizantes. De acuerdo con la ENCODAT 2016-2017, el consumo de drogas en general en México aumentó en todas las edades 80 por ciento. Y por género, las cifras son más preocupantes: en los varones se registró un aumento de 69%, mientras que en mujeres se disparó a 175 por ciento. Al observar los datos a nivel estatal, encontramos que el consumo de cualquier droga alguna vez en la vida aumentó de 5.7% en 2008 a 10.3 por ciento en 2016. Por estado, los que presentaron mayor crecimiento proporcional a 2008 son: Jalisco de 5.3% a 16; Colima de 2.8 a 12.4 % y Coahuila de 3.6 a 11.4 por ciento. En 2016 todos los estados mostraron porcentajes de consumo dentro del promedio nacional (2.9%) excepto Oaxaca (1.5) y Chiapas (1.1%), cuyos porcentajes de consumo son menores al nacional. De acuerdo con especialistas de la Secretaría de Salud y conforme a los resultados de esta encuesta, los jóvenes creen que la mariguana es inocua por ser natural y tener propiedades medicinales; a estos factores se suma lo fácil que es el acceso a esta sustancia. La alta disponibilidad, bajo costo, el que se permita su consumo en bajas cantidades y la difusión de que se la ha dado por los debates para su legalización con fines médicos y lúdicos también contribuyen al incremento en el consumo. El uso y abuso de sustancias adictivas constituye un complejo fenómeno que tiene consecuencias adversas en la salud individual, en la integración familiar y en el desarrollo y la estabilidad social. Aunque en la actualidad toda la sociedad está expuesta a las drogas, hay grupos más vulnerables que otros a sufrir consecuencias negativas de su uso, como los niños y los jóvenes, quienes pueden truncar su posibilidad de desarrollo personal y de realizar proyectos positivos de vida. Para el Sector Salud, la reducción de la demanda de drogas incluye las iniciativas que buscan prevenir su consumo, disminuir progresivamente el número de usuarios, mitigar los daños a la salud que puede causar el abuso y proveer de información y tratamiento a los consumidores problemáticos o adictos, con miras a su rehabilitación y reinserción social. Esta encuesta arroja información confiable y completa para contener este problema de salud pública que afecta a nuestros jóvenes y, como consecuencia, a su futuro.