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Jacques Derrida
T O R A L T R O T T A
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11111
POLITICAS DE LA AMISTAD
sofía aristotélica de la amistad? Pues otros axiomas aristotélicos, a AR DE AMISTAD: QUIZÁ - EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
los que volveremos, parece que prohíben o contradicen ese requisi
to de disimetría y esa ley del contratiempo. Por ejemplo aquel según
111 el cual el amigo es otro nosotros mismos que debe tener el senti
1I1 miento de su propia existencia, axioma inseparable que hace proce
der la amistad del amor de sí, de la philautía, que no es siempre el
egoísmo o el amor propio.
111 A no ser que se reencuentre al otro en sí, ya, la misma disimetría
., y la misma tensión del sobrevivir en sí, en el «sí mismo» así disyunto
1"11 de su propia existencia. Poder o deber ser el amigo de sí: he aquí Tu amistad a menudo me ha herido el corazón
11
algo que no cambiaría nada la estructura testamentaria de la que Sé mi enemigo por amor de la amistad'.
'1 1
1 I
1. Thy Friendship oft has rnade rny heart to ake I Do be rny Enemy for Frienships sake.
2. Seine Feinde lieben? Ieh glaube, das ist gut gelernt worden: esgesehieht heute tausend
, (lltig (M4s allá del bien y del ma1216, Alianza, Madrid, \61995; trad. de A. Sánchez Pascual).
3. Das Leben des Feindes. Werdavon lebt, einen Feind zu bekiimpfen, hat ein Interesse
diJran, dass erarn Leben bleibt (Humano, demasiado humano 1, 531, Akal, Madrid, 1996;
trad. de A. Brotons).
4. El seminario cuya primera sesión sigo aquí propuso de hecho doce variaciones o
. 11.1 doce modalidades de escucha de la -misma frase •. Quizás prepare algún día su publicación.
•'11 1
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pOLfTICAS DE LA AMISTAD AMAR DE AMISTAD: QUlzA . EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
lI'¡I
I Como si imitase al menos el suspiro elocuente, aparenta la gravedad
¡ sentenciosa y melancólica de un testamento. Alguien suspira, quizá
• Intentemos entender la sabiduría ancestral de esta frase a partir
este lugar de inversión. ¿Qué es 10 que en él invierte y qué es 10
! un sabio suspira. Quizá. Quizá les habla a sus hijos o a sus hermanos en él gU~.d.ªjllYer.tido? Heaquí, por primera vez, algUien, otro
'1'
1
\ reunidos por un instante alrededor del lecho de muerte: «Oh, ami
I gos míos, no hay ningún amigo».
go,que se adelanta para contestar. Y recusa incluso el decoro
11
,nvenido de su paradoja, como si se tratase entonces de hacerle
El testamento llega desde entonces hasta nosotros, que lo here fesar su otra verdad. En la historia de esta cita de citas en el
damos también por encima de los herederos naturales o legítimos. 'ntinuo rodar de su desarrollo, el levantamiento deil~i~;~~,C?E
a marcar una interrupción. Imprimiría así en eiit~~ión
1
Por una vía que no se nos dice, y aun cuando el sentido del legado
1 está todavía por descifrar. Nos ordena en primer lugar entenderlo unacüiiiééirnle'ñtü·sir1·precedente. Pero, y de ahí la estructura
como hay que hacerlo. Nada puede justificar completamente que
conce.,r,tant"e de,,,1 a,c,ont,eci,m,i"e,n"t,o" ~~, _,t,a"n"to interrumpiría ~nto}.
parta, como de hecho lo hago, del lugar de lengua y de tradición en . bi~J¡,",ap.e.Ja..Óíl ..a.1J!lª rup!1jra Y:i. insfr.i,ta "~111a. ,pa.labra _q1Je inte
el que yo lo he recibido, a saber, el francés de Montaigne. Nos ocu mpe.
rre que nos inquietamos por ese amor a la lengua, cuando, en el .; -Es a partir de al menos la indicación de ese acontecimiento, en
otro, se convierte en impulso nacional o popular. Sin negar este otro extremo de la cadena, desde donde querríamos relanzar la
límite que es también una ocasión (hay realmente que recibir la frase stión de la amistad como cuestión de lo político. Cuestión de lo
del otro enviada a una cierta dirección y en una lengua singular, no ,{rico, puesto que esta cuestión no es necesariamente y por anti
podríamos recibirla de otro modo), querría reconocer ahí un lugar o política. No es quizá todavía, o no es ya, política de parte a
\ del problema, del problema político de la amistad.
e, si es que 10 político se define de acuerdo con los rasgos de una
El apóstrofe «Oh, amigos míos, no hay ningún amigo» dice la ición dominante.
muerte de los amigos. La dice. En su «col1t~a.dicc~?n reali~!!ya» (no
... Quizá entonces llegará también la hora feliz, un día en que exclame:
bién de Montaigne a Nietzsche, quien, al parecer por primera vez, la «jOh, amigos! No hay amigos», exclamó el sabio moribundo.
" parodia invirtiéndola. Para trastornar la confianza en ella, justamen «iOh, enemigos! No hay enemigos», exclamo yo, el loco viviente»5.
\ te mediante un levantamiento.
1
Se produce ahí, efectivamente, algo así como un levantamiento " ¿Por qué la~? ¿y por qué tendría que destinarse ese pensa-\
del suelo, y querríamos percibir sus ondas sísmicas, de alguna mane cnto de la amistad por venir a la locura? Habrá que volverla a
ra, ~a figur~.2eo~~~~,c~.,~e_u.~E~~'5)J~~i,~,~..p.<?Jítica.,pás9~~~~,e.!~J~~ro
no menos trastornadora que las, revoluciones ide.r:t,tificad<t§pajo ese 1 s. '" "M vielleicht kommt ;edem auch einmal die freudigere Stunde, wo er sagt:
~~~:~~;c~~~':iZl'~~~~f~oqd~if~':~~~dlít~j-h~~~:h~!~~~:~mi-
___.~,~__J~,.,.._J2... ,'''"''"",,,,.,,.,,.,,,, ~__ '.--,._,..9!:!.... _'~.'~"_._.,," ..~~_
" _Fre"rrde. es gibt keine Freunde!», so rief der sterbende Weise;
-F,/rrde, es gibt keirren Feind!», ruf ich, der lebende Tor. (F. Nietzsche, .De los amigos»,
H..,,",rro. demasiado humano. Un libro para esplritus libres 1 376, cit.).
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...................,.-4;•.• ""..•._.
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Ilj POLlTICAS DE LA AMISTAD AMAR DE AMISTAD: QUiZÁ. EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
citar, esa larga frase, y en su lengua primitiva. Pero notémoslo de oír lo que viene, para abrir, justamente, desuniendo necesariamen
antemano: tal acontecimiento se presenta, ciertamente, es, pues, en 'una cierta necesidad del orden, una concatenación de las causas y
¡ el presente, el acontecimiento de una palabra que habla en el presen los efectos? anterrumpiéndola, marcando muy simplemente la
1
te. En el presente vivo. Es el loco viviente que yo soy el que os habla errupción posible? Este suspenso, la inminencia de una interrup
en presente. Exclamando, llamando (ruf ich... ). Un yo os habla. Yo n, se lo puede llamar lo otro, la revolución o el caos, el riesgo, en
1'1
os digo. A vosotros, aquí, ahora, yo: para recordar o para anunciar, Iqurer caso, de una rnestabllrdad. Lo inestable o lo no-fia6Ie, es
ciertamente, y, así, para deciros lo que todavía no existe, o lo que ya erroqué~-aecrañPfaiOñ"y'ArlStóteles, no es bébaios (no firme,
1,
1,1
no existe (la sabiduría del sabio moribundo), pero que os habla com stante, seguro y cierto, fiable, creíble, fiel). Aunque sea en su for
1,1
pletamente en presente. última o mínima, lf inestabUiditd.d,e.lQnQ.iiabkc.ºJl~i~t,~"§.i~rnpre
111 Aunque nos llegue con un cierto retraso, el de una cita ya, esa ~o~nsis_t.iEte.rl,~l}straersea la consistencia Y, a la constanci~~a
palabra del loco vivo habla en el presente. Os habló, fue en el pre ,encia, a la permanenci~..9.ilJª,&Ustancia,a la esencia o.a Ta exis
1111 sente como os habló para prometer. No es, no fue cualquier prome la, comoa todocoñcept'o de la verdad que les esté aSOCiadO.:'~'S!~'.
sa. La promesa promete en ese modo fundamental del «quizá», e oñSi.Sten'Cia'üinconst:loCla no es una indeterminación, supone u
lil incluso del «peligroso quizá» que inaugurará, profetiza Más allá del o"t'lpode 'resóflí'CiÓi1.Y üi1.a exposición singular al cruce de la
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bien y del mal, la palabra de los filósofos por venir. ony dela necesidad. Aquí se requiere lo inestable, al igual que
L, oqu~ va", ,~ v",en,ir ,,'1.~~·,~~I''.~~.,,~>s.~~I'?',e,,~~.?5?a.9~1~[!1?,..~_§?a,lme~t; .oñirario, lcíestaole o lo fiable de la constancia (bébaios), era in-,
el pensamIento dl';1qulZá, e qZU.zalUlsmo. Lo Que~a llegaraf1U!~a, ensable a la filosofía platónica o aristotélica de la amistad. Para
puesno'se 'd,~~_~e~tªr seguro jal11:ás, Y<l.quejetrata, c!.~.I,l!J.jle.gar•.pero
1I1
ven!g~Al?.lo que viene, es decir, nec¡:sa!:iarp._eI)Je bajo eJ~p"(fe .~.) Más allá de los tímidos prolegómenos que reuniremos aquí en torno a Nietzsche,
1;1 1'1
1
Üñ"posible'cüya·fosi1illifa~@rd~T;é·i:ríu~fªr.sobr.e,I(),imp2§!ble.Pues ..que estudiar sistemáticamente la «categoría», si lo es, o la «modalidad» del «quizá» en
uu'p·ó·slbTe queseríá' soEimente posibie (no imposible), un posible las lenguas y en todas las culturas del mundo. En un bellísimo ensayo sobre Heidegger,
I¡'I ,Iphe Gasché empieza recordando el menosprecio con que considera el filósofo clásico
1
seguramente y ciertamente posible, de antemano accesible, sería un ,rso al «quizá», Aquél ve, como Hegel en sus terribles sarcasmos contra el pobre Krug,
mal posible, un posible sin porvenir, un posible ya dejado de lado, 'a1lecimiento prefilosófico, una recaída empirista en el poco-más-o-menos del lengua
ario. Quizá pertenecería a un vocabulario que debería permanecer extraño a la filo-
1
11/
cabe decir, afianzado en la vida. Sería un programa o una causali
o El decir, a la ceneza, a la verdad, o a la veracidad, En lo cual el filósofo se hace eco él
dad, un desarrollo, un desplegarse sin acontecimiento. O del sentido común del proverbio alemán según el cual «Quizá es una media mentira»
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La posibilitación de ese posible imposible debe permanecer a la 'lI;ht ist eine ha/be Lüge). Tras recordar la etimología alemana de vielleicht [vi/Uthe en
11
tan en .-: alto-alemán reúne las significaciones de sehr /eicht (muy fácil), vermut/ich (probable
I
11
1
1 1
vez lndécidible y consecuencia tan de'CisiVo·coili;;"éfp'Q.r.yenir 1 verosímilmente), y mog/icherweise (posiblemente), lo cual sugería entonces, más que
rñisiñü:'7Q'iíé'ser'ía üñp'órv~nir sí ra"éfeélsíóI¡-fuésep¡:og~mabley si una espera, no una simple posibilidad y, como señala Grimm, la posibilidad presunta
II!:II
III! eTaza~, si la incertidumbre, si la certidumbre inestable, si la inseguri un enunciado corresponda a una realidad o que algo ocurrirá, will hllppen, traduce
.: perhaps, pues1, y antes de tratar del uso frecuente que hace Heidegger del vielleicht
dad del «quizá» no quedase suspendida a la apertura de lo que viene, .. O de los textos de Unterwegs zur Sprache, Gasché plantea una cuestión que nos importa
en el mismo acontecimiento, en él y con el corazón en la mano? ¿Qué ·remadamente: «¿y si el quizá modalizase un discurso que no procede ya mediante
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quedaría por venir si la inseguridad, si la seguridad limitada del quizá ,.ldones (statements: declaraciones, afirmaciones, aserciones) sin dejar de ser por eso
rolO como el discurso de la filosofía?» ¡«Perhaps - a Modality? On the Way with
no retuviese su aliento en una «época», para dejar aparecer o dejar .er to Language.: Graduate Facu/ty Philosophy ]ouma/16/2 (1993), p. 4691.
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POLITICAS DE LA AMISTAD ',AMAR DE AMISTAD: QUiZÁ - EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
levantamiento de una catástrofe de inversión: no para apaciguar la 'imer lugar hacia los «primogénitos del siglo xx». Nos invita, a
contradicción o para suspender las oposiciones, sino al término de os, «los últimos europeos», a desembarazarnos de la coleta o
un proceso abierto a «los metafísicos de todos los tiempos", precisa :peluca de la «buena conciencia», la «creencia en su propia vir
mente allí donde éstos se detienen en su «prejuicio típico» y en su n seine eigne Tugend glauben)>>. Y de nuevo ahí, vibración del
«creencia básica» (Grundglaube), la «creencia en las oposiciones de ¡ciado, vibración del único rasgo de escritura que promete y
los valores« (Glaube an die Gegensiitze der Werthef, allí donde no a una lectura, una preponderancia por venir de la decisión'
pueden pensar su inversión o su trastocamiento, es decir, el paso no retativa. No sabemos con exactitud qué vibra aquí, pero cap
dialéctico del uno al otro de los valores contrarios. No pueden pen 'S, al vuelo, al menos una figura de la vibración. La previsión:
sar esto, le tienen miedo, no pueden resistir su contaminación a par va a cambiar», <<iy pronto!» se discierne mal de la prescripción:
tir de lo que se mantiene más allá del uno y el otro de los valores esto cambie y pronto!». El quizá se aloja siempre, quizá para
contrarios. A pesar del valor que hay que reconocer a lo «verdadero» , arIas, entre las dos modalidades: «-iAy! ¡Si supieseis qué pron
ya lo «veraz», es muy «posible», «muy bien podría ser» (es wiire) que ~ué pronto ya, -las cosas serán distintas!»: (-Ach! Wenn ihr
aquello mismo que constituye «el valor de las cosas buenas y venera 'et, wie es bald, so bald schon - anders kommt!)9.
das», y la verdad (areti) es una de ellas, esté emparentada, vinculada, IQué frase! ¿Es eso una frase? ¿Sabemos eso, que la cosa va a
entreverada (verwandt, verknüpft, verhiikelt) quizá (vielleicht) idén 'iar, y cómo va a cambiar, pronto, y tan pronto? ¿Lo sabemos
tica en su esencia (wesensgleich) a su contraria, a las cosas malas. ~Se puede medir eso con un saber? Si lo supiésemos, la cosa no)
<<iQuizá!» (Vielleicht!). :biaría ya.. Hace f,~,l,t",a, ,q, u,,~!1,_.~~t~()~,_~.?!()~_eE<lm.<>.s ~~l',.t,.()_?<:lp,",~ra
Ya antes de llegar a esa exclamación, a esa frase de una palabra 'un cambIO pueda sobrevemr de nuevo. En cO~~EP~l~.u?~ra
(Vielleicht!), los quizá habían aparecido. Se habían multiplicado por .e!tM!'er,sea,veidadéro y sepa lo que.,(i.ª"'Ii:.J~.J}~a.sd,ªItª-.~1.no
sí mismos en la escritura de Nietzsche antes de convertirse en un tema, . Pero el no-saber de aquel que dice saber lo que no sabemos
casi un nombre, quizá una categoría. En primer lugar para definir la Jy, si vosotros supierais!», finta o figura que no es ni una pregun
«perspectiva de rana» a la que Nietzsche asimila la metafísica: , . una afirmación, ni siquiera una hipótesis, puesto que vais a
r muy pronto, desde el fin de la frase, lo que sabríais si supieseis,
«Pues, en efecto, es lícito poner en duda, en primer término, que e, en consecuencia, sabéis ya: «iAy, si vosotros supieseis... !»), a
existan en absoluto antítesis y, en segundo término, que esas popu r, lo que el firmante de dicha frase (que no es una frase comple
lares valoraciones y antítesis de valores sobre las cuales los metafísi 'sólo una subordinada incompleta) sólo puede enunciar atribu
cos han impreso su sello sean quizá (vielleicht) algo más que esti dose un saber a propósito de lo que el otro no sabe todavía pero
maciones superficiales, sean algo más que perspectivas provisionales
y, además, quizá (vielleicht), perspectivas tomadas desde un ángu
,e ya, enterándose en el instante, es decir, muy pronto, y tan pron
lo, desde abajo hacia arriba, perspectivas de rana, por así decirlo ;'(so bald) que sólo esperará al final de la frase.
(Frosch-Perspektiven gleichsam), para tomar prestada una expresión : La aceleración del cambio o de la alteración de la que habla di-l
corriente entre los pintores (ibid.) ,a frase en suspenso (wie es bald, so bald schon - anders kommt!)
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POLiTICAS DE LA AMISTAD
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~ oír. Avanza al revés, se adelanta a ella misma invirtiéndose, se toma e nos acecha. A cada paso, a cada acontecimiento teleiopoético. i
sta de sentido. Lo demasiado-lleno y lo vacío se ~recen, efecto dq'
la delantera a el/a misma. He aquí una flecha cuyo recorrido consis
Ir tiría en regresar a su arco, lo suficientemente deprisa como para no ,_~"_""O'"
el desIertoe~tal5,iF¿¡ª¡ra:er~~oi1téCíiñl'eñto~""-
pejismo en o_'_'''''''"__ ' ' ' ,.._._ 0-' -. . - - __ . __._
1,' haberlo abandonado jamás: retira así lo que dice, la flecha de esta
frase. Sin embargo, nos habrá alcanzado, habrá tomado tiempo, ha (Desde luego, hay que prevenir sobre esto sin tardanza, no va
\
brá quizá cambiado el orden del mundo antes incluso de que poda
mos despertarnos para constatar que en definitiva no se ha dicho nada
os a seguir a Nietzsche. No simplemente. En cualquier casoñO lo
~Ulremos por-segurr1e. Cosa que por otro lado él no ha pedido
~
que sin embargo no hayamos firmado de antemano a ciegas. Y siem nca, sin eximirnos, en el mismo gesto, de su petición misma, se
pre como un testamento, pues el milagro natural es que tales frases n las paradojas bien conocidas de toda fidelidad. Lo seguimos
1
sobreviven a cada autor y a cada lector determinado, a él, a vosotros, uí de la mejor manera que podemos para dejar, quizá, de seguirle
a mí, a todos nosotros, todos los vivos, todos los vivos presentes. un determinado momento. Y de seguir a los que lo siguen, a los
11
Por economía, y para formalizar con una palabra esa economía lijas de Nietzsche. O que lo siguen acompañando, volveremos a
absoluta de la finta, ~a~e.n~ración por inj~r!o conjunto Lsi!TIultá ",to mucho más tarde, como sus hermanos o los hermanos de sus
1
111:
,11~~~.:-:..- __ r.l:> pr?l'lg, siel realizativo y del constatativC!, U<l.memos rmanos. Pero para continuar, todavía a su manera, quizá, retor
~
,1
}4leio oétic 'al acontecimiento de tales frases, la «lógica» de este
so revenir, su «genética», su «retórica», su «história», su «política»,
etc. Teleiopoiós significa en muchos contextos y órdenes semánticos
-'landa contra ella misma la virtud de la virtud. Para escudriñar de)
. mevo esa «buena conciencia» de los «últimos europeos» que sigue
~impulsando hacia adelante los enunciados de Nietzsche. Esa buena
aquello que vuelve absoluto, perfecto, acabado, terminado, consu _ ¡nciencia deja ahí quizá la señal de la tradición más impensada, y la
j :~dición de más de una tradición, hasta en un trastornador pensa
mado, cumplido, lo que hace llegar algo a su término. Pero permíta
,
senos jugar también con el otro télé, e~e~cli~~Ja di~!?E:~i_<l.y'lo le
i.a.:!!9.d?!:!~s _~.~. r,e~l~~~!¡: de~!!<l'p'<:>~~i<::ª .Qe.lao dist:m<::!a a distancia oe
lo que se trata aquí, y de una aceleración absoluta en el franqueo del
;lñiento de la amistad. Seguir sin seguir: haremos eso en varios tiem
!\~ijs, con ritmos diversos, pero permitiéndonoslo también a partir de
r:'Una confesión, por irónica que ésta sea.
espacio mediante la estructura misma de la frase (que comienza por i ~ -, En «Nuestras virtudes» Nietzsche sigue diciendo «nosotros» para
1 Heclarar la pertenencia del heredero que sigue creyendo en sus pro
1
el fin, se inicia con la firma del otro). Volver, hacer, trasformar, pro
1,1 ducir, crear, es esto lo que cuenta; pero como esto no adviene más pias virtudes:
~
que en la auto-tele-afección de dicha frase, en cuanto implica o se
¡III
traga a su lector, para ser exactos habría que hablar, justamente, de ¿y hay algo más hermoso que buscar nuestras propias virtudes? ¿No
significa esto ya casi creer en nuestra propia virtud? Pero este «creer
auto-teleiopoética. Diremos brevemente teleiopoética, pero no sin en nuestra virtud» ¿no es en el fondo lo mismo que en otro tiempo
sug~;iraesaea:horaque la amistad se implica en ella de antemano, la
.111
1'1
1
se llamaba nuestra «buena conciencia», aquella venerable trenza de
amistad para sí, para el amigo y para el enemigo. Nos permitimos larga cola que nuestros abuelos se colgaban detrás de su cabeza y,
¡'l. tanto más facilmente dejar el sí mismo del autos en la sombra en la con bastante frecuencia, también detrás de su entendimiento? Pare
\ medida en que aparece aquí como el efecto dividido más bien que ce, pues, que aunque nosotros nos consideramos muy poco pasados
' como el origen simple de la te1eiopoiesis. La inversión de la repulsión de moda y muy poco respetables a la manera de nuestros abuelos,
11 1,1
en atracción está de alguna manera involucrada, comprendida analí hay una cosa en la que, sin embargo, somos los dignos nietos de
tales abuelos, nosotros los últimos europeos, con buena conciencia
1 ticamente, en el movimiento delphi/efn. He aquí una lógica que ten (wir letzten Europiier mit gutem Gewissen): también nosotros segui
1 dremos que interrogar: si no hay amigo más que allí donde puede mos llevando la trenza de ellos (ihren Zopf)lO.
~'
,1.
1
haber enemigo, el «hace falta el enemigo» o el «hay que amar a los
enemigos» (seine Feinde lieben) trasforma sin esperar la enemistad Esta buena conciencia de los últimos europeos podría muy bienl
rlJ en amistad, etc. Los enemigos que amo son mis amigos. Como los sobrevivir en la cabeza de Nietzsche, más allá de lo que él cree, de lo
IIIII!I enemigos de mis amigos. Desde el momento en que uno tiene nece
sidad o deseo de sus enemigos, no se puede contar más que con
10. [bid., 214 (pp. 161-162).
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1I
POLITICAS DE LA AMISTAD AMAR DE AMISTAD: QUiZÁ. EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
que cree que cree, como en la cabeza de sus «filósofos de un tipo Nietzsche vuelve a hacer la llamada, vuelve a hacer en otro lugar
nuevo», aquellos que, en nuestro siglo y más allá, no han roto tam esta llamada teleiopoética o telefónica a los filósofos de un género
{ nuevo. A aquellos que nosotros somos ya, pues al decir que los ve
;, poco con el canon griego o cristiano de la amistad, es decir, también
&de una cierta política, de un cierto tipo de democracia.) venir, al decir que vienen, al fingir constatar [más adelante: Eine neue
Gattung von Philosophen kommt herauf (ibid., §42)], los llama, pide
Estos filósofos de un tipo nuevo aceptarán la contradicción, la en suma «ique vengan!» en el porvenir. Pero para poder decirlo, le
j antítesis o la coexistencia de valores incompatibles. No pretende hace falta al presunto firmante que aquéllos, los filósofos nuevos"
rán ni disimularla ni olvidarla ni superarla. Y es ahí donde la locura hayan venido ya, a este lado desde donde se escribe esto, donde
:~g~~_~~a~~~r~~~'~~;;~~:~~1~~~~t~~"~;.~:'~j~;6~l~r~~!~~~~~
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AMAR DE AMISTAD: QUiZÁ, EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
POLITICAS DE LA AMISTAD
do pura y simplemente? ms eso posible? cuándo vendrá13 • Estos filósofos del porvenir no lo somos todavía
Quizá eso es imposible, precisamente. Quizá lo imposible es la nosotros que los llamamos, y que los llamamos así, pero somos y
única ocasión posible para alguna novedad, para alguna filosofía de antemano sus amigos y nos instituimos mediante este gesto d
i I nueva de la novedad. Quizá, quizá en verdad el quizá sigue designan llamada, en sus heraldos y precursores (ihre Herolde und Vorliiu(er)
do esa ocasión. Quizá la amistad, si es que la hay, debe dar legitimi Esta precursividad no se detiene en el signo pre-cursor. Implica
dad a lo que parece aquí imposible. Subrayemos, pues, de nuevo, el ya una responsabilidad sin fondo, una deuda (Schuldigkwreuya
«quizá» (vielleicht) de una frase, la que concluye la segunda parte de partiCión es lo ¡;astañie'Qíter-éñ-Cíad~~comó'l''-ara mei'eéeCüi1analisis
Más allá del bien y del mal sobre «El espíritu libre» (§44). rllaeñte:'Níetzséñ'edice'taii prórito'''y'ó »tañ~pr·oñfo-;;ñosOtros». El
Después de la «perspectiva de rana», después del ojo del sapo, Pr---'--' del discurso precursor que se dirige a vosotros es tan pron
fIrmante
por el mismo lado pero también por el otro lado, he aquí el ojo de la to yo como nosotros, es decir, una comunidad de amigos solitarios,
lechuza o del búho, un ojo abierto noche y día, como un aparecido de amigos «celosos de la soledad», de su «propia y profunda soledad
en el inmenso bestiario nietzscheano, pero he aquí sobre todo el de medio.día-med.i.a noche», que apelan a otros amigos por v~~
espantapájaros, el simulacro inquietante, lo contrario del señuelo, el l?~'luizá, l~-,~comunidad de los que no tienen comunidaot.:;
artefacto de harapos, el autómata para asustar los pájaros -los
Vogelscheuchen que somos y que debemos ser en el mundo de hoy, 13, En uno de los pasajes más fulgurantes de La escritura del desastre, Blanchot evoca
para salvar, con la locura, con la singularidad misma, la amistac:l de (con la audacia y la prudencia requeridas en esto) .ciertos comentaristas» del .mesianismo
los solitarios y la ocasión por venir de la filosofía nueva-o Aislare judío», aUI donde éste .deja presentir la relación del acontecimiento y del no-acontecimien
to»: .Si el Meslas está en las puertas de Roma entre los mendigos y los leprosos, se puede
mos un momento de este clamor, tan sólo la conclusión de este men creer que su incognito lo protege o impide su venida, pero precisamente es reconocido;
saje de gran aliento. Habría que dejar que resuene todo él en alta alguien, apresurado por la obsesión de la interrogación, le pregunta: "¿Cuándo vendrás?".
voz, y en su lengua original. En la luz de la noche, pues esta soledad AsI, pues. el hecho de estar ahí no es la venida. Ante el Meslas que está ahl, debe seguir
resonando la llamada: "Ven, ven". Su presencia no es una garantla. Futura o pasada (se dice,
de la que estamos «celosos» es la «de mediodía y medianoche». An al menos una vez, que el Mesías ha venido ya), su venida no corresponde a una presencia
tes de citar estas pocas líneas, recordemos sin embargo que este pa [...J. y si ocurre que a la pregunta "¿Para cuándo tu venida?" el Mesías responde .Para hoy»,
saje empieza tratando de un cierto concepto del espíritu libre, del la respuesta es ciertamente impresionante: es, pues, hoy. Es ahora y siempre ahora, No hay
que esperar, aunque haya como una obligación de esperar. ['{ cuándo es ahora? Un ahora
libre-pensamiento. Nietzsche denuncia a los libre-pensadores que lo que no p'ertenece al tiempo ordinario [...] no mantiene éste, lo desestabíliza..,» (M. Blan'
nivelan todo sometiendo su pluma. No al servicio de la democracia, chot, L'Écriture du désasrre, Gallimard, Paris, 1980, pp. 214-215),
como pretenden a veces, sino del «gusto democrático» y, entre co 14. Éstas son palabras, como se sabe, de Bataille. ¿Por qué las citamos aquí? Para
atestiguar demasiado brevemente, pobremente, la atención y el reconocimiento que me lIe
millas, de las «ideas modernas». No se trata de oponer a la libertad "an aquí a pensadores y textos a los que me liga una amistad de pensamiento con la que seré
de estos espíritus libres una no-libertad cualquiera (puesto que estos siempre desigual. Sin esperanza, pues, de hacerles justicia aquí. Estas palabras de Bataille las
espíritus libres son en verdad esclavos), sólo un añadido de libertad. sitúa Blanchot como exergo de La Cammunauté jnavouable (Minuit, Paris, 1983), obra que,
desde sus primeras líneas, como se sabe, dialoga con el artículo de Jean-Luc Nancy, que se
~
stos filósofos del porvenir (diese Philosophen der Zukun(t) de los con"ertirá en libro, La Communauté désouevrée (Bourgois, Paris, 1986, 21990), Es de nue
que Nietzsche dice que vienen, serán también espíritus libres, «muy "O, como La amjtjé (1971), al que nos referimos más adelante, un libro sobre la amistad
ibres» ((reie, sehr (reie Geister). Pero a través de este superlativo y según Bauille (cL por ejemplo pp. 40 y ss.). Como aquellas hacia las que o a partir de las que
55
54
AMAR DE AMISTAD: QUlzA - EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
POLITICAS DE LA AMISTAD
Pero la responsabilidad declarada, la Schuldigkeit así designada, !SSllQ!!.~.~!...de mí o ante mí_~pondiendo de nosotr?~"'y_.ªQte..n.9,§.()
1 es la mía, la del que dice yo. Ella dice, yo digo que debo responder a
tras, d~!!!~~tr?s".p.E.~..s':E.!~.P..~E~J~~E~._~L1l9.-~<?_t!os.~tpl?rvt:,n
i.~¡...e~t()
la vez ante los filósofos del porvenir por venir (ante ellos), ante el
i~~_~~igl_é~ª?~.e. e.ll. ~r.~~e.nt~ a v?s~t.ros, e in~itá!1doos_ a uni~os
espectro de aquellos que no están todavía ahí y ante los filósofos del
a ese ~(l1~s0t.ros» del.91je.lormáis ya part,epc. ro t()da,víano,.ª!1nqu_~~.~l
\I porvenir que somos nosotros (nosotros) ya, nosotros que somos ya
ffiiáIª.e lafra.se, tt:leiopoétic~l ~ab~~is llegado a ser, l~(,:tores, 1()s<;9
~ capaces de pensar el porvenir o la venida de los filósofos del porve §~~!es.~~la fras~que os está dirigida: por poco que laen~end~is,
nir. Doble responsabilidad que se desdobla de nuevo sin fin: debo
~:íis invitados a.actuar del me,ior modop()si~le, lo cual resulta así
,:~estra responsabiFd.ad.~!,s()l.u.ta..e irFeemplazablemente. singu,lar..
Responsabilidad do~le P..~~.2.itlJ~nita, infinitamente desdoblada,
irradian de manera tan singular, estas obras están sin duda entre las que más cuentan para
mí hoy. Sin poder referirme a ellas tan abundante y tan directamente como haría falta, común y compartra-a;responsabilidad infinitamente dividida, dise
quisiera situar al menos mi planteamiento en relación con ellas: dar nombre, singularmente minada, si se puede decir así, para uno solo, completamente solo
en torno a textos de Nietzsche que intento leer aquí, a un seísmo cuya «nueva lógica. deja su (ésta es la condición de la responsabilidad) y doble responsabilidad
éxtasis temporales, una amistad por venir del tiempo con él mismo
l
esa -comunidad de los que no tienen comunidad., el «trabajo ocioso de la obra., como
todos los -X sin X. que abren el sentido en e! coraZÓn de estos pensamientos. Éstos se donde reencontramos el entrelazamiento de lo mismo y de lo com
pertenecer al tiempo intempestivo de Nietzsche. Yo habría podido situar como exergo de berinto. El porvenir preced~_al_pr~se.~_t.e..L~~~~nta~i2.!1.de_~!. del
todo este ensayo, en cualquier ocasión en que me refiero a Nietzsche, estas frases de .La
presente,es~pues;m{ls<;antiguo» que elpresente, más «viejo» que el
ardiente de ser entendido, pero también la certeza a veces orgullosa de llevar en él una --Ue ésta resp~nsabilidad que inspira (a Nietzsche) un discurso de
verdad demasiado peligrosa y demasiado superior para poder ser acogida. Para Bataille la hostilidad frente al «gusto democrático» y las «ideas modernas», ¿di
amistad forma parte de «la operación soberana"; no es por ligereza por lo que El culpable
lleva en primer lugar este subtItulo: La amistad; la amistad, es verdad, se define mal: amis remos que se ejerce contra la democracia en general, contra la mo
tad por sí misma hasta en la disolución, amistad de! uno al otro, como paso y como afirma dernidad en general? ¿o bien responde, por el contrario, en nombre
ción de una continuidad a partir de la necesaria discontinuidad. Pero la lectura -e! trabajo de una hipérbole de democracia o de modernidad por venir, ante
ocioso de la obra- no está ausente de ella...• (pp. 41-42). Más allá, Blanchot insiste en el
hecho de que .estos movimientos sólo aparentemente son contradictorios•.•¿Qué es en ella, delante de ella, de una hipérbole cuyo «gusto» y cuyas «ideas»
tonces de la amistad? Amistad: amistad para el desconocido sin amigos. (p. 44, énfasis de s610 serían, en esta Europa y esta América a las que se refería enton t
Blanchot). ces Nietzsche, las mediocres caricaturas, la buena conciencia charla
Suscribiendo por mi parte, refrendando, tomando en serio, como he hecho siempre, la
necesidad de esos enunciados .aparentemente contradictorios., quisiera volver (por ejem tana, la perversión o el prejuicio -el «abuso del término» democra
plo aquí con Nietzsche) no a algún suelo o zócalo arqueológico que vendría a sostenerlos (a cia-? Estas caricaturas parecidas, y precisamente por su parecido,
lo que aquél se sustrae por definición), sino al acontecimiento que abre un mundo en e! que ¿no constituyen el peor enemigo de aquello a lo que se parecen, de
debemos hoy, ahora, escribir esto, y volvernos a esta necesidad. Como aquí hacemos.
Entonces, sí, lo que diré a partir y a propósito de Nietzsche, en su favor también, será aquello cuyo nombre usurpan? ¿No son la peor represión, aquello
un saludo a los amigos que acabo de citar o de nombrar. Lo que diré contra Nietzsche mismo que hace falta, dicho con la más próxima analogía, abrir y
también, quizás, por ejemplo, cuando, más adelante, proteste contra las prendas que sigue
apostando por tal fraternización. Sigue habiendo quizás alguna fraternidad en Bataille, Blan propiamente desbloquear?
r chot y Nancy, sobre la que me pregunto, desde el fondo de mi amistad admirativa, si no
merece algun desapego, y si debe seguir orientando el pensamiento de la comunidad, aun (Dejemos en suspenso esta pregunta, Yque respira el quizd; yel
que sea de una comunidad sin comunidad, o de una fraternidad sin fraternidad. -El corazón
de la fraternidad., por ejemplo, que en las últimas palabras de .La comunidad negativa. quizá que viene ha prevenido siempre la pregunta. La pregunta
sigue siendo la ley -[...] no por azar, sino como el corazón de la fraternidad: el coraZÓn o la segunda es siempre tardía y secundaria. En el momento en que se
ley». Pienso también, sin saber demasiado qué pensar al respecto, en todos los .hermanos. forma, un quizá la ha abierto. Aquél le impedirá siempre cerrarse,
reunidos, en todos los .hombres reunidos. en .fraternidades. en LA Communauté dés
oeuvrée, cuando se aborda -El mito interrumpido. (pp. 109,111, 112). La interrupción de quizá, allí mismo donde se forma. Ninguna respuesta, ninguna res
esta escena mítica ¿no debería también, mediante alguna pregunta suplementaria a propósi ponsabilidad ~~~~r!J~~á~__e,~_i~~: g:~e,.~E_._'l.Z4!.Z~"3:~i!"y~rece~a
to de lo que pasa -ante la ley», en el momento mítico del asesinato del padre (de Freud a
Kafka), alcanzar también la figura de los hermanos?
_._ __a el preguntar, que ue)e etl.suspe~so ue antemano, n?
56 57
~' ~~~'! "
""""""·11
III¡
1\11'
;I~
1,11111
POLITICAS DE LA AMISTAD
'!IIII!I érderécho, la política y la ética, el lenguaje mismo y en general), he a saber, su responsabilidad, la obligación de responder, la responsa
'III!I'I aquí una necesidad a la que intentamos hacer justicia de diversas bilidad que consiste en llamar tanto como en responder a la llama
!,¡I!I!\!I maneras.
1 da, y siempre en nombre de la singular soledad, de la soledad propi
II!III\! ppr ejemplo:
y propiamente dicha. Del amigo celoso de su soledad. De su secretO
11111I111
(y. Recordando esa aquiescencia (Zusage) más originaria que la sin secreto. Señalemos tambiéñ;pues;'raS1fexw~:;e~-;;~fi~~i;)-ñes'de
II11111111
¡ pregunta y que, sin decir sí a nada positivo, ~?l? ~uede.1!fum~r la IOsproñombres personales, entre yo, ellos, nosotros y vosotros: me
1 1
I111II
1
¡ p_~ibili~-,!.~~!pp~ye!!!E.~~~jéndose a la de~.!E~.~~1:>iliºaº, e~s:~se siento responsable en relación con ellos (1os nuevos pensadores que
,1
1I11 1
'1
~S.!'1..a.<::9g!~,,:~g)oque sf&~~:~1~.'lª2j!l~l~j~r:.m!.nª.qp e inqetermi vienen), en consecuencia responsable ante nosotros que los anuncia
111 nable. Es realmente un quizá que no puede ser determinado todavía mos, en consecuencia en relación con nosotros que somos ya lo que
I11I1 como dubitativo o escéptico 1S , ~L9.l,li~á de lo que queda.par..pensar, anunciamos y que debemos velar por eso mismo, en consecuencia
1 p's>!_~s~s,por vivir (hasta. la I1).1.!~r.te). Pero ese quizá no viene sola en relación con vosotros a quienes llamo para que os unáis a noso
~ mente «antes» de la pregunta (la encuesta, la investigación, el saber,
'1
l
\J. Precisando «si es que la hay» de forma recurrente, suspen lidad, la deuda o el deber (fühle ieh [oo.] die Schuldigkeit), para con
dienao siempre la tesis de existencia allí donde, entre un concepto y ellos, casi con igual fuerza con que lo siento para con nosotros,
un acontecimiento, viene a interponerse, debe en verdad imponerse ¡nosotros que somos sus heraldos y precursores, nosotros los espíri
tus libres!- a disipar y alejar conjuntamente de nosotros un viejo y
1 para resistir ahí, la 1~.YA~_!:ln,!-ªp.QrJª.. <ie,una.íU.d.icidibilidad~.df: una estúpido prejuicio y malentendido que, cual una niebla, se ha vuelto
doble obhgación (aoubl~ bi,nd),; E~~LIl1om,ent?_e~queladisyu~ión
11
1
impenetrable durante demasiado tiempo, el concepto de «espíritu
éñffé el pensar 'y él conocer r.esult~ qe rigor. Es el momento en que
i~ f ñó'se~ pueo¿'"peñsar el' señtido o el sinsentido si no es dejando de
I estar seguro de que la cosa sobrevenga alguna vez o, incluso si es que
libre». En todos los países de Europa, y asimismo en América, hay
ahora gente que abusa de ese nombre, una especie de espíritus muy
estrecha, muy prisionera, muy encadenada, que quiere aproximada
~
la hay, de manera que no sea nunca accesible a un saber teórico o a mente lo contrario de lo que está en nuestras intenciones e instintos
II un juicio determinante, a alguna certeza del discurso y de la nomina -para no hablar de que, por 10 que respecta a esos filósofos nuevos
ción en general. Es así como decimos regularmente, pero podríamos que vienen (heraufkommende neue Philosophen), ellos tienen que
ser ventanas cerradas y puertas con el cerrojo corrido-o Para decir
multiplicar los ejemplos: el don, si es que lo hay, la invención, si es lo pronto y mal, niveladores (Nivellirer) es lo que son esos falsamen
1
I 1
que la hay 16. Esto no significa conceder una dimensión hipotética o te llamados «espíritus libres» --como esclavos elocuentes y plumífe
1
1I
condicional (<<si, suponiendo que, etc.»), sino señalar una diferencia ros que son del gusto democrático y de sus «ideas modernas»: todos
I
entre «hay» y «es» o «existe», es decir, las palabras de la presencia. ellos hombres carentes de soledad, de soledad propia (allesamt
Ii
II
Lo que hay, si esque l(), hay, no es necesariamente. Eso quizá no Mensehen ohne Einsamkeit, ohne eigne Einsamkeit), torpes Y bravos
éXísteñ¡-se" presell'ünámás;'y sin'emb~~go Íohay, puede que haya. mozos a los que no se les debe negar ni valor ni costumbres respeta
bles, sólo que son, cabalmente, gente no libre (unfrei) y ridícula
I Quizá, aunque el peut-etre francés esté aquí demasiado determina mente superficial, sobre todo en su tendencia básica a considerar
1I1 do por sus dos verbos (el poder y el ser). ¿No se borra mejor la que las formas de la vieja sociedad existente hasta hoy son más o
1 I
11I
menos la cuna de toda miseria y fracaso humanos: icon lo cual la
111 1 verdad viene a quedar felizmente cabeza abajo! (wobei die Wahrheit
1
1 15. Cf. Del espíritu. Heidegger y la pregunta, trad. esp. de M. Arranz, Pre-textos, Va glüeklieh auf den Kopf zu stehn kommt!)-. A lo que ellos querían
:1 11'1111 lencia, 1989, p. 151, Yespecialmente «Nombre de oui», en Psyché, Galilée, Paris, 1987, pp. aspirar con todas sus fuerzas es a la universal y verde felicidad-pra
I~
1 '
11 ¡II',III'1
1
III¡IIIII\IIIII DE AMISTAD: QUIZÁ· EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
POLITICAS DE LA AMISTAD
'111.:,:I,lilllll
todo el mundo: sus dos canciones y doctrinas más repetidamente e aquí, para acabar, los búhos a plena luz, de nuevo nosotros \
1111'1'111",11
canturreadas se llaman «igualdad de derechos» y «compasión con s,los espantapájaros que debemos ser hoy, la amistad sin.
II'!"I '11i'11,1111
l todo lo que sufre», y el sufrimiento mismo es considerado por ellos de los amigos de la soledad, el añadido de libre arbitrio, y \
11
'I,il ! como algo que hay que eliminar. Nosotros, los opuestos a ellos [...]
1
1l '-va el quizá en el que os veo venir, a vosotros, los arribantes
111 1 11,::1 11\1 (pensamos) que todo lo malvado, terrible, tiránico, todo lo que de ¡nir, vosotros los pensadores que llegan, los que venís, los que
Illi'l
1
"1'1111111'1'
'11"
animal rapaz y de serpiente hay en el hombre sirve a la elevación de la
Lespecie «hombre» (der species «Mensch») tanto como su contrario!? enís (ihr Kommenden), los filósofos nuevos, pero vosotros a I
.c yo veo venir, yo que soy ya quizá un poco parecido a voso- \
1
I
111 "111111
lll
.,i 1:'lillllll'''11 y he aquí de nuevo que un «quizá» viene a inquietar la oposición ue sois quizá un poco como nosotros, un poco de los nuestros, .
os los filósofos nuevos, mis lectores por venir, que no seréis
m.isma,'. J\g..lle. .'.l. c.o.n.llt:",a.J.. a. . ._. . ~. .x._.!.~~~~_ ~!.t~.n.·.da_.~.,_1. .~. _P.os.H)iI.i4.
. . .~. d de ese
II "1\11
1
VI '111'111111" 'ctores a no ser que os hagáis filósofos nuevos, es decir, a no ser '.
?!~? ~~!E~mo, de ese ot!:!? .. !~E!!ÜE2._9..~.~.5.s,.~rt.I.<:.!u_ra .§in.. ~ITlbar~o la
(~páis leerme, o, dicho de otro modo, pensar lo que yo escribo I
I
1I
1I111 1"1'111"1"
1IIIi.II'111111
[ provocación antidemocrática, lo que hace que nunca sea bastante
nuestrü";;Tia'6fár>; o nuestro ;<callar,,: llugar, yana ser que sepáis refrendar de antemano o prepara- JI
11,111111111111'1'1'1 .refrendar, de forma siempre inminente, lo que me inspirais
111'1"'1111'1111'11, y cuando decimos tan sólo eso no decimos siquiera bastante, y, en mismo, teleiopoéticamente: I
11,1 1,,11 todo caso, con nuestro hablar y nuestro callar en este lugar nos
1 1 11 .1.1 ;1
1
1
encontramos en el polo opuesto (Nietzsche subraya: am andern ... curiosos hasta el vicio, investigadores hasta la crueldad, dotados
1
1 1"1,11 Ende) de toda ideología moderna y de todos los deseos gregarios: de dedos sin escrúpulos para asir lo inasible, de dientes y estómagos
¿siendo sus antípodas quizá (als deren Antipoden vielleicht)? ¡ para digerir lo indigerible, dispuestos a todo oficio que exija perspi
I
cacia y sentidos agudos, prontos a toda osad,~a, gracias a una sobre
::II!"IIIIII'I
¡
1IIIIilllllllllll En cada instante el discurso se eleva hasta el límite, al borde del
Willen»), dotados de pre-almas y post-almas, en cuyas intenciones
1IIIIIjl{'1 silencio: se traslada más allá de él mismo. Se ve arrastrado por la . últimas no le es fácil penetrar a nadie con su mirada, cargados de pre
extrema oposición, la alteridad, por la hipérbole que lo involucra en razones y post-razones que a ningún pie le es lícito recorrer hasta el
I!IIIII'IIIIIII una sobrepuja infinita (más libre que la libertad del espíritu libre, final, ocultos bajo los mantos de la luz, conquistadores, aunque pa
1111111111,111'
111
l\ mejor demócrata que la masa de los demócratas modernos, aristó
crata entre todos los demócratas, más futuro y futurista que el mo
rezcamos herederos y derrochadores, clasificadores y coleccionado
res desde la mañana a la tarde, avaros de nuestra riqueza y de nues
11 ,
1.11 1
'1'1 1,1 , derno), arrastrado por el quizá que viene a indecidir el sentido en tros cajones completamente llenos, parcos en el aprender y olvidar,
I111
'1 11
1 cada momento decisivo. hábiles en inventar esquemas, orgullosos de tablas de categoría, a
I
1
veces pedantes, a veces búhos del trabajo, incluso en pleno día (mit
1
'111111,1
I1I11 1
Todo esto (este suplemento de democracia, este exceso de liber unter Nachteulen der Arbeit auch am hellen Tage); más aún, si es
1ll,l,llilllj . tad, esta reafirmación de porvenir) no es muy propicio, cabe dudar, necesario, incluso espantapájaros -y hoyes necesario, a saber, en la
1
X a la comunidad, a la comunicación, a las reglas y máximas de una
'11 11'1 1
11 '1: 1.,11,111
1
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1:'I'I"'li'
60 61
111111111:111!111 ..
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POLITICAS DE LA AMISTAD AMAR DE AMISTAD: QUiZÁ - EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
cal, todavía más radical. Quizá aquellos a los que llamo serán enemi y los políticos, a veces también los ciudadanos de la democracia \
gos irreconocibles. En todo caso no pido que sean semejantes a mí, moderna, la política de la opinión.
a nosotros, como dice la traducción francesa. Amigos de la soledad Pues no habría que creer que nuestro quizá pertenece al régimen
debe entenderse de múltiples maneras: aman la soledad, pertenecen de la opinión. Eso sería simple credulidad, sólo una opinión, una mala
conjuntamente, y ésa es su semejanza, al mundo de la soledad, del opinión" Nuestro increíble quizá no significa lo vago y la movilidad,
aislamiento, de la singularidad, de la no-pertenencia. Pero en este la confusión que precede al saber o que renuncia a toda verdad. Si es
mundo singular de las singularidades, estos «amigos jurados de la indecidible y sin verdad en su momento propio (pero precisamente
soledad» están conjurados; han sido llamados incluso por un heral es difícil asignarle un momento propio), es por ser la condición de la
do a conjurarse, por aquel que dice yo pero que no es necesariamen decisión, de la interrupción, de la revolución, de la responsabilidad
te el primero, si bien es uno de los primeros, para nuestro siglo xx, y de la verdad. Los amigos delquizá son amigos de la verdad. Pero los
en decir, esta comunidad sin comunidad. amigos de la verdad no están, por definición, en la verdad, no están
En decirla y, en consecuencia, no dudemos en precisarlo, en for instalados en ella como en la seguridad bloqueada de un dogma y en
marla o en forjarla. Y en hacerlo en el lenguaje de la locura que la fiabilidad estable de una opinión. Si hay una verdad del quizá, ésta
debemos hablar, obligados todos por la más profunda y rigurosa no puede ser más que aquella de la que los amigos son amigos. Sola
necesidad, es decir, cosas tan contradictorias, insensatas, absurdas, mente los amigos. Los amigos de la verdad están sinla verdad misma,
imposibles, indecidibles como «X sin X», «comunidad de los que no si bien no van sin verdad. La verdad, la de los pensadores que vienen
\ tienen comunidad», «comunidad ociosa», «comunidad inconfesa no se la puede ser, ni estar en ella, ni tenerla, sólo se debe ser su ami
ble», estos sintagmas y estos argumentos insostenibles, ilegibles, des go, lo cual quiere decir también un solitario celoso de su retirada
de luego, y risibles incluso, estos conceptos inconcebibles expuestos Verdad anacorétic!l º-~."~~!ªYerdad. Pero lejos de abstenerse lejos d
a la burla de la buena conciencia filosófica, aquella que cree poder l~oJiÜC3, . ~.i!lª.!!.~Q~i. ºªCt;.. 9.~"~~a.I1~ªpáj a~"~~t ~~~fl~.~ºS~.!.ª_~_ººre
mantenerse a la sombra de las Luces. Allí donde la luz de las Luces politiza el es acio de la ciudad.
no ha sido pensada, allí donde una herencia ha sido abandonada. e ahí ese notable red~bIamiento del quizá (esta vez en la forma
P~~~~~~!~_?s~!t~y.ogas~1,J.~es diteI~.nt.~s d.!': aquéllas. del «bastante verosímil», wahrscheinlich genug) que responde a la
Esta conjuración sin secreto se trama entre el día y la noche, pregunta para saber si, en trance de venir y en la inminencia de su
entre el medio día y la media noche, en el riesgo del quizá, es decir, llegada, los pensadores que vienen son «amigos de la verdad». Estos
ya mediante la anticipación incalculable de ese riesgo, de ese pensa que seguirán siendo amigos de la verdad quizá empiecen denuncian
miento del riesgo que caracterizará la filosofía nueva. g.~~.X~el do una contradicción fundamental, una de la que ninguna política
i\~¡~i;ii~W.~:~~;¡:~~~~if~~Ji;~;~~;'~~
quizá actúa. Lo hemos experimentado, lo recordamos, ¿no es así?
Actlia"eñ" él mismo: de forma inmanente, se diría, aunque esa inma
nencia consiste también en salir de sí. En salir de sí mismo como de
sí mismo, cosa que no puede hacerse si no es dejando venir al otro,
\
TOsraros; ~;;~o'p~~s~b~'tamhrén:"nolejo!;'a:e"áUí,'érh"ombréae'las ¡
cosa que no es posible más que si el otro me precede y me previene: multitudes de Baudelaire. ¿Cuántos son? ¿Cuántos somos? .!E<::'ll~~- j
sólo posible si el otro es la condición de mi inmanencia. Muy fuerte l!2Lejg!:t~Jd.ªd._ºe. <::.~!QsaIll.igg~cj,~ 1~~.9.Je(tªº ... p~ .~§!ºs. sl1j~tPs incon-I
y muy débil, el ya del quizá tiene la fuerza paradójica de una propul ~~~~_r~*l~~,.º~~§j9,§¿~ie_t()s~~Ils.~ie.t_(),rsi~ ~I1~.e"r~~~j~~,:i~ad.
sión teleiopoética. La teleiopoiesis hace venir o más bien deja adve ~ Que puede hacer un democrata con esta amlstad, con esta ver~
nir a los que llegan retirándose; produce un acontecimiento, se hun dad, con esta contradicción? ¿y con esta desmesura? Quiero decir el
de en la penumbra de una amistad que todavía no es. demócrata que conocemos y que verdaderamente no tiene costum
Por autobiográfica que siga siendo en el movimiento circular de bre de éstas. Que sobre todo no tiene costumbre de poner entr
su flecha, bumerán que no deja sin embargo de avanzar cambiando comillas «verdad»,
el lugar del sujeto, la teleiopoiesis define también la estructura gene- Escuchemos, pues. y ante todo pongamos en presente un tiem
\
r~_~~J~.~lgE!:1Ci<?!:!.i21~a, de su señuelo como-de'"suv'e~aa:Real po que la traducción corriente había creído que debía poner en fu
mente hemos entrado en una cierta polítlca -ae-T:iariiÍstad. En la turo. Estos que son el porvenir están viniendo ahora, incluso si estos
«gran política», y no en aquella de la que nos hablan los politólogos que llegan no han llegado todavía: su presente no es presente, no
62 63
,,",~~-., ..
POLITICAS DE LA AMISTAD AMAR DE AMISTAD: QUiZÁ - EL NOMBRE Y EL ADVERBIO
está de actualidad, pero están viniendo, son venideros puesto que sí misma: lo que puede ser común tiene siempre poco valor. En,
¡
van a venir. «Serán» quiere decir: son lo que va a venir, y lo que va a
venir es una frase en presente, dice (en español) la presentación del
futuro, a veces previsto, a veces prescrito. Es el parágrafo 43 deMás
última instancia las cosas tienen que ser tal como son y tal como han
sido siempre: las grandes cosas están reservadas para los grandes,
los abismos, para los profundos, las delicadezas (Zartheiten, las fra
gilidades, las debilidades también, etc.) y estremecimientos (Schau-I
allá del bien y del mal, la «verdad» de estos amigos aparece en sus der, temblores, resquebrajamientos) para los sutiles (los Feinen, los
penso y entre comillas: refinados, delicados, también débiles, los vulnerables, pues la aris- ¡
tocracia de esta verdad de elección es a la vez la de la fuerza y de la )
¿Son, esos filósofos venideros (diese kommenden Philosophen), nue debilidad, una cierta manera de poder ser herido), y en general, y I
vos amigos de la «verdad»? (y no ¿serán amigos de la «verdad», dicho brevemente (im ganzen und kurzen), .~?_~l?J9__ ~anJ._.p.¡lI.aJQS '
Sind es neue Freunde der «Wahrheit»?). Es bastante verosímil (o raros.
probable, wahrscheinlich genug, «probablemente,), dicen las traduc
ciones francesas perdiendo esa alusión a lo verdadero; pues esta He aquí, pues, lo que dirá quizá este filósofo del porvenir. He)
respuesta a la cuestión de la verdad, de la amistad por la verdad, no quí lo que quizá diría, el amigo de la verdad -pero de una verdad
puede ser verdadera o cierta, ciertamente, puede tener tan sólo una
pea, el amigo loco de una verdad que ignora tanto lo común como
vera-similitud, pero esa verosimilitud está ya imantada por la amis
tad por la verdad): pues todos los filósofos han amado hasta ahora .,1 sentido común «<Yo, el loco vivo»), el amigo de una «verdad»
sus verdades. ntre comillas que invierte de un golpe todos los signos.
oo. Pues todos los filósofos han amado hasta ahora sus verdades (ihre
Wahrheiten). Mas con toda seguridad (sicherlich aber) no serán dog
máticos. A su orgullo, también a su gusto, tiene que repugnarIes el
que su verdad deba seguir siendo una verdad para cualquiera: cosa
que ha constituido hasta ahora (subrayado mío) el oculto deseo y el
sentido recóndito (Hintersinn) de todas las aspiraciones dogmáti
cas. «Mi juicio es mi juicio: no es fácil que otro tenga derecho a él»
-dice quizá (vielieicht, de nuevo) ese filósofo del porvenir-o Hay
que apartar de nosotros el mal gusto de querer coincidir con mu
chos (mit Vielen übereinstimmen zu wollen). «Bueno» no es ya bue
no cuando el vecino toma esa palabra en su boca. iY cómo podría
existir un «bien común» (Gemeingut)! La expresión se contradice a
64 6S
............