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RACIONALISMO.

DESCARTES

RACIONALISMO:

En la Historia de la Filosofía se denomina Racionalismo a un movimiento filosófico que se desarrolló durante el siglo
XVII y principios del XVIII en Europa continental, cuyos principales son Descartes, Malebranche, Spinoza y Leibniz, y
que se ha contrapuesto a otro movimiento, denominado Empirismo, que se desarrolló aproximadamente en la misma
época en Gran Bretaña. Ambos movimientos llevan a cabo un replanteamiento de los problemas tradicionales de la
filosofía desde los supuestos de la cultura moderna. Están en conexión con la revolución científica; el tema al que
dedican mayor atención es el problema del conocimiento; están también vinculados al desarrollo de la sociedad
burguesa. Las diferencias fundamentales entre filósofos empiristas y racionalistas residen en la forma de enfocar e
intentar resolver el problema de la fundamentación del conocimiento. Toman como modelo de conocimiento el de la
ciencia moderna, caracterizada por su método matemático y experimental, pero los racionalistas intentarán
fundamentar la ciencia en la metafísica, mientras que los empiristas se orientarán al análisis del conocimiento y su
génesis en la experiencia.

Características generales:
• Afirma que la razón es la única fuente de conocimiento válido, es decir, que sólo son verdaderos y ciertos los
conocimientos adquiridos por la razón.
• Afirma que las ideas que producen conocimiento objetivo son innatas, “a priori”, surgen en la mente humana
con independencia de la experiencia sensible.
• Afirma que la totalidad del ser puede ser reducida a un sistema racional de conceptos. Desde esta
perspectiva se afirma que no existe el azar ni la contingencia: todo ser y todo suceso tienen una explicación
racional y lógica.

• Considera la ciencia matemática como modelo de saber racional. (De hecho los grandes metafísicos del
racionalismo son también matemáticos).
• En todos los autores racionalistas hay un concepto fundamental: el de sustancia, y un tema omnipresente: el
de Dios. Las diferencias entre los sistemas de Descartes, Spinoza y Leibniz se pueden entender como
variaciones en torno a los conceptos de sustancia y de Dios.

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DESCARTES (1596-1650)

Considerado el “padre” de la filosofía moderna, el filósofo por antonomasia del siglo XVII. Su filosofía es un conjunto
muy complejo de diversos elementos: método, metafísica, antropología filosófica, desarrollos científicos,
preocupaciones religiosas y teológicas, etc.
Amigo de teólogos, filósofos y científicos de toda Europa, suscitó en su época adhesiones y críticas por doquier.
En 1619 tuvo, según él mismo cuenta, la gran inspiración que guiará su actividad intelectual: la intuición de un método
riguroso para construir la ciencia y la metafísica.

Obras:
Reglas para la dirección del espíritu, Discurso del método, Meditaciones metafísicas, Principia philosophiae, Las
pasiones del alma…

Marco histórico, sociocultural y filosófico

Líneas principales de su pensamiento:

El método en descartes

El descubrimiento y justificación de un método, fundado en la unidad y simplicidad de la razón


humana y, que sea aplicable a todos los dominios del saber y a todas las artes, constituye el
primer objetivo de la actividad especulativa de Descartes.
La necesidad de un método en filosofía ya se había sentido en el renacimiento. Bacon lo puso
de relieve, pero en Descartes es ya una verdadera obsesión: quiere emplear en filosofía un
método que conduzca a la misma seguridad que caracteriza a las matemáticas. Un método que
nos haga llegar a la verdad absoluta sin posibilidad de error. Descartes está convencido de que
el saber es claro, fácil y asequible con sólo se dirija bien la razón según el método apropiado.
El método, según Descartes, debe ser un camino para la invención y el descubrimiento. Y lo
pueden utilizar todos los que participan igualmente de la razón y el “buen sentido”. Nos ha de
permitir llegar, por medio de la deducción, de una verdad cierta- captada por intuición-, a las
demás verdades. Permitirá construir un edificio filosófico sólido, como un verdadero árbol de la
ciencia, asentado sobre un fundamento seguro.

Reglas del método


“Por método entiendo- dice Descartes- las reglas fáciles que hacen imposible tomar por
verdadero lo que es falso…y sin malgastar inútilmente las fuerzas de la razón, hacen avanzar
progresivamente la ciencia para llegar al conocimiento verdadero”.
El método debe conducir de una manera fácil y segura no sólo al conocimiento verdadero, sino
también al dominio del mundo y ala prudencia de la vida.
En El Discurso del Método reduce a cuatro las reglas del método:

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1. La primera es la de la evidencia, que prescribe: “no aceptar ninguna cosa por
verdadera si no se la reconoce verdaderamente como tal: o sea, …no comprender en
mis juicios nada más que lo que se presenta tan clara y distintamente a mi espíritu que
yo no tenga ninguna ocasión de ponerlo en duda”
El acto por el cual el alma llega a la evidencia, es la intuición. Y por intuición
Descartes entiende: “un concepto de la mente pura y atenta, tan fácil y distinto que no
quepa duda ninguna sobre lo que pensamos; o sea, lo que es lo mismo, un concepto
no dudoso de la mente pura y atenta que nace de la sola luz de la razón”. La intuición
es el acto con el cual la mente percibe su propio concepto y se hace transparente a si
misma.
Las características fundamentales de las ideas evidentes son: la claridad y la
distinción. Por claridad se entiende: la presencia y manifestación de la idea a la
mente que la considera. Y por distinción: la separación de todas las otras ideas, de
modo que no contenga nada que pertenezca a las demás.
2. La segunda regla es la del análisis, que prescribe: “dividir cada una de las dificultades
que se han de examinar en el mayor número de partes posibles y necesarias para
resolverlas mejor”.
3. La tercera regla es la de la síntesis, que ordena: conducir mis pensamientos por
orden, empezando por los más simples y fáciles de conocer, para ascender poco a
poco hasta los conocimientos más complejos.
Esta regla supone que todo dominio del saber está ordenado o es ordenable. Este
orden es el de la deducción, que junto a la intuición es el otro acto fundamental del
espíritu humano.
4. La cuarta regla es la de la enumeración. “Hacer en todo enumeraciones tan completas
y revisiones tan generales, que estemos seguros de no omitir nadad”. La enumeración
comprueba el análisis y la revisión comprueba la síntesis.

Según Descartes, esta forma de proceder, mediante análisis y síntesis, no es arbitraria, sino
que es el único método que responde a la dinámica interna de la razón. Hasta ahora, según él,
la razón ha sido utilizada de este modo en el ámbito de las matemáticas, pero nada impide que
su utilización se extienda a todos los ámbitos del saber.

Ontología

Descartes Ha dejado, en sus obras, tres exposiciones de su ontología. En los tres casos ha
seguido el mismo orden de presentación de las cuestiones de que trata:
1. Planteamiento de la duda metódica sobre la existencia de cosas materiales y sobre la
certeza de las matemáticas.

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2. La certeza inquebrantable del “pienso, luego existo”, como primera evidencia en su
búsqueda de la verdad.
3. Demostración de la existencia de Dios.
4. Garantía que aporta esta existencia para aquellos juicios fundados en ideas claras y
distintas.
5. La certeza de que la esencia del alma, del yo, es el pensamiento.
6. La certeza de que la esencia del cuerpo es la extensión.
7. La certeza de la existencia de las cosas materiales.

La duda metódica
Con el objeto de encontrar un punto de partida, una verdad absolutamente cierta, sobre la cual
no sea posible dudar en absoluto y que sirva de fundamento al edificio entero de nuestros
conocimientos, Descartes plantea la necesidad de eliminar todos aquellos conocimientos, ideas
y creencias que no aparezcan dotados de una certeza absoluta; hay que eliminar todo aquello
de lo que sea posible dudar. De ahí que descartes comience con la duda.
La duda que plantea Descartes es:
• Universal: hay que dudar de todo, hay que someter a la duda todas las certezas
tenidas hasta ahora.
• Teorética: no debe extenderse al plano de las creencias o comportamientos éticos, sólo
al plano de la teoría o la reflexión filosófica.

• Metódica: es un instrumento para alcanzar la verdad, para elaborar la filosofía. No es


escéptica, no es un fin en si misma, sino un método para edificar la filosofía.

Descartes duda de:


• Los sentidos: algunas veces nos engañan, nos inducen a error, por lo tanto, no
podemos fiarnos de ellos.
• Del mundo exterior: a veces, es imposible distinguir la realidad exterior del sueño. Si
esto es así, ¿cómo podemos estar ciertos de que exista ese mundo exterior?

• De los propios razonamientos: nuestro entendimiento, dice, se puede equivocar cuando


razona, “quizás Dios haya querido que yo me engañe cuando sumo dos y tres”.
• De sí mismo: es posible, afirma, que yo tenga una especie de duendecillo en mi
interior, algún espíritu maligno que me induce a error.

La primera verdad
En el ejercicio de la duda Descartes encontró una verdad absoluta, inmune a toda duda por
muy radical que sea ésta: la existencia del propio sujeto que piensa y dudad. Puedo dudar de
todo menos de que dudo. Mi existencia como sujeto que piensa (que duda, que se equivoca)
está exenta de todo error y duda posible. Descartes lo expresa con su célebre “pienso, luego
existo” (cogito, ergo sum). Esta afirmación es producto de una intuición mental, no de un
razonamiento deductivo.

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Criterio de certeza
Mi existencia como sujeto pensante no es solamente la primera verdad y la primera certeza, es
también el prototipo de toda verdad y certeza. Mi existencia como sujeto pensante es
absolutamente indubitable porque la percibo con toda claridad y distinción. A partir de aquí
deduce Descartes su criterio de certeza: todo cuanto perciba con igual claridad y distinción
será verdadero y podré afirmarlo con inquebrantable certeza.

Las ideas
El pensamiento siempre piensa ideas. Para Descartes, a diferencia de lo que afirmaban los
filósofos anteriores a él, el pensamiento no recae directamente sobre las cosas (cuya existencia
desconocemos), sino sobre las ideas (teoría representacionista del conocimiento).
Esta afirmación lleva a Descartes a distinguir dos aspectos en las ideas: a) las ideas en cuanto
que son actos mentales (modos del pensamiento), y b) las ideas en cuanto que poseen un
contenido objetivo. En cuanto a su contenido se distinguen tres tipos de ideas. (Al realizar este
análisis pretende descubrir si alguna de ellas nos sirve para romper el cerco del pensamiento y
salir a la realidad extramental).

• Ideas adventicias, son aquellas que parecen provenir de nuestra experiencia externa.

• Ideas facticias, aquellas que construye la mente a partir de otras ideas.

• Ideas innatas, aquellas que el pensamiento posee en sí mismo. Son ideas innatas, por
ejemplo, las ideas de “pensamiento” y la de “existencia”, que ni son construidas por mí,
ni proceden de experiencia externa alguna, sino que me las encuentro en la percepción
misma del “pienso, luego existo”. Estas ideas, según Descartes, son las que pueden
servirnos como punto de partida para la demostración de la realidad extramental.

La existencia de Dios
Descartes demuestra la existencia de Dios a partir de la idea innata de infinito. Propone tres
argumentos. Los dos primeros se apoyan en el principio de causalidad. De ellos, el primero
establece la existencia de Dios como única causa posible de nuestra idea. El segundo la
establece como única causa posible de nuestro ser (pues si fuéramos nuestra propia causa nos
habríamos dado toda perfección de que tenemos idea). El tercer argumento establece la
existencia de dios como incluida necesariamente en la idea de perfección (argumento que Kant
llamará argumento ontológico y que ya había sido formulado por San Anselmo).
La originalidad de estos argumentos- los dos primeros a posteriori- frente a los de Santo Tomás
consiste en partir del pensamiento en lugar de hacerlo de las osas sensibles, es decir, n partir
de una idea “clara y distinta” en lugar de una existencia confusamente conocida.
Importancia de la existencia de Dios en el sistema de Descartes: La existencia de Dios es una
pieza clave en el sistema cartesiano ya que en sus atributos de veracidad e inmutabilidad se
apoyan la certeza de nuestro conocimiento y la constancia del mundo físico.

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Dios, dice, no puede engañar, porque el engaño viene siempre de algún defecto, por lo tanto la
“luz natural” de nuestro espíritu es recta, no viciada o perversa, puesto que es creada por Dios.
Por otra parte, si Dios es bueno y veraz, no puede permitir que me engañe al creer que el
mundo existe, por lo tanto el mundo existe.
Hay que precisar que según Descartes, Dios no garantiza que a todas mis ideas corresponda
una realidad extramental. Dios solo garantiza la existencia de un mundo construido
exclusivamente por la extensión y el movimiento. A partir de estas ideas de extensión y
movimiento puede, según Descartes, deducirse la Física.

Sustancia
El concepto de sustancia es un concepto fundamental en Descartes y en todos los filósofos
racionalistas. Él define la sustancia como “una cosa que existe de tal modo que no necesita de
ninguna otra cosa para existir”.
Descartes afirma la existencia de tres realidades o sustancias:
• Dios o sustancia infinita (res infinita)
• Yo o sustancia pensante (res cogitans)
• Cuerpo o sustancia extensa (res extensa)
-La sustancia pensante. Se identifica con el alma, con el yo. Tiene como atributo el
pensamiento, que tiene los siguientes modos: el querer, el sentir, el imaginar, el juzgar…El
pensamiento es distinto del cuerpo. Existe aunque no exista el cuerpo. El alma está en una
esfera autónoma e independiente de la materia. Al afirmar esto defiende la libertad del hombre
ya que libera al alma de la concepción mecanicista del mundo. (A la hora de dar una
explicación del ser del hombre se le planteará la cuestión de cómo se relacionan alma-cuerpo.
Problema de la comunicación de las sustancias).
-La sustancia infinita se identifica con Dios, que tiene como atributo la perfección.
-La sustancia extensa es la sustancia corpórea. La extensión es su atributo y sus modos son la
figura, la posición y el movimiento. La sustancia corpórea e suna, infinitamente divisible, inerte,
moralmente determinada por los movimientos mecánicos que afectan a los cuerpos
individuales cambiantes. Estos cuerpos son únicamente modos de la res extensa. La totalidad
del ser material, de la sustancia extensa, constituye la naturaleza, regida por leyes propias
aprehensibles por la razón.
La naturaleza, para el racionalismo cartesiano, se concreta en simple materia sometida al
dominio teorético del hombre. La Física se reduce a pura mecánica y esta, a su vez, terminará
por convertirse en matemática. Espacio y materia se identifican.

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Texto comentado:

http://www.educa.madrid.org/cms_tools/files/0a24636f-764c-4e03-9c1d-6722e2ee60d7/Texto
%20Descartes.pdf

Tema:

http://www.webdianoia.com/moderna/descartes/descartes.htm

http://www.cibernous.com/autores/descartes/index.html

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