Вы находитесь на странице: 1из 9

Para Fernando Vidal Ramírez, “El poder irrevocable es una suigeneridad”.

Este
autor considera además que aun cuando el poder tenga esta característica el
poderdante no ha renunciado de manera definitiva y terminante a su derecho de
revocación pues “el poder es siempre revocable a tenor del principio general
contenido en el artículo149, puesto que la base del poder no deja de estar el
interés del representado”

Guillermo Lohmann Luca de Tena interpreta que la irrevocabilidad del poder


se efectúa mediante una estipulación “Si bien normalmente el poder irrevocable
es fruto de un acuerdo, puede establecerlo unilateralmente el poderdante, en
ambos casos se trata de una estipulación, como apunta el artículo que
analizamos”

De acuerdo a lo expuesto, la irrevocabilidad de un poder debe siempre constar


mediante una estipulación expresa o de manera indubitable, por ser una
excepción a la regla general de revocabilidad, y por ser en esencia una renuncia
del derecho que le asiste al poderdante de revocar el poder otorgado, y es por
ello que el legislador ha limitado en el tiempo el carácter excepcional de la
irrevocabilidad (1 año). En tal sentido de no existir estipulación alguna, debe
entenderse que el poder es revocable.
VIDAL RAMÍREZ, Fernando. El acto Jurídico en el Código Civil Peruano. 2daEdi
ción. Cultural Cuzco Editores. Lima Perú 1989. Pag. 183.

LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. El Negocio Jurídico. 2da Edición.


Editora Jurídica “Grijley” E.I.R.L. Lima.
1994. Pag. 243

Esta investigación estuvo dirigida en busca de una satisfacción personal y la vez


dirigida a los responsables de la escuela profesional de Derecho de la Universidad Señor
de Sipán, porque al revisar y desarrollar el problema objeto de la tesis los profesionales de
esta casa de estudio, es decir los profesores de derecho tendrán un conocimiento más
amplio sobre la figura jurídica de la representación más exactamente sobre la figura de la
irrevocabilidad del poder llegando a tener un conocimiento novedoso y posiblemente para
muchos irreverente, posible de transmitir a sus alumnos así como estos puedan por medio
de estudios como el propio entender que el derecho no es la aplicación estricta de la ley;
sino, la interpretación, análisis y estudio de sus figuras jurídicas. Así mismo, es
conveniente para el derecho abrir las mentes a la investigación y la dogmática jurídica,
dando a conocer el origen, realidad y verdadero futuro que deberla tener el mal llamado
poder irrevocable.
La tercera parte del problema consistió en las discordancias normativas que podemos
encontrar en nuestro Código Civil en el Libro “Acto jurídico”, específicamente en el capítulo
sobre la representación, discordancias que se evidencian entre el articulo 149: “Revocación
del Poder. - El poder puede

ser revocado en cualquier momento.” y el artículo 153: 'Poder Irrevocable.- El poder es


irrevocable siempre que se estipule para un acto espacial o por tiempo limitado o cuando es otorgado
en interés común del representado y del representante o de un tercero. El plazo de poder irrevocable no
puede ser mayor de un año”. Discordancias nacidas como ya lo manifesté por una muy mala
importación jurídica en lo concerniente al “Poder Irrevocable”, por ser este originariamente
imposible e inexistente.
Antecedentes
1. ¿Desde cuándo existe o se tiene referencias sobre este problema?

1) en el mundo

El concepto de irrevocabilidad del poder que ha recogido nuestro ordenamiento


sustantivo, ha sido tomado del tratadista Messineo, que sostiene: “La
representación puede ser irrevocable en los casos en que haya sido conferida o en
interés predominante del mismo representante, o en interés común del representante
y del representado, o en interés de un tercero distinto del representado, o finalmente
en interés del representado y de un tercero”124.

Haciendo un análisis de esta figura en la doctrina y derecho internacional el Doctor


Fernando Vidal Ramírez comenta: (...)“La cuestión de la irrevocabilidad del poder
tiene sus orígenes históricos, como no podía ser de otra manera, en la
irrevocabilidad del mandato. La doctrina clásica francesa no admitió la
irrevocabilidad del mandato, pues conocía como una de sus notas esenciales la
revocabilidad permanente en base del aforismo finita volúntate finitum est
mandatum. receptado del Derecho Romano por el Code Napoleón y proyectado a
la codificación civil posterior. El movimiento pandectista que surgió en Alemania
a mediados del siglo XIX planteó, particularmente por obra de Laband, la escisión
de la representación del mandato, lo que quedo plasmado en el BGB. Pero fue el
Código Civil Argentino de 1871 el que primero legisló sobre la irrevocabllidad del
mandato’*126. En el mundo se tienen referencias de este problema.
En el país
a) ¿Cómo nació la norma?

Según Rómulo Morales Hervías: La realidad del artículo 153 del Código Civil “Poder
Irrevocable” es que no regula sustancialmente la irrevocabílidad del poder, lo que regula es
el mandato, este artículo nace de una muy mala importación legislativa, para nuestro
importado Código Civil Peruano. Para entender este articulo tenemos que realizar una
introspección al mismo, y como muchas instituciones, este articulo tiene su inicio como no
podía ser de otra forma en la legislación extranjera. En este caso es importante conocer que
el C.C. Francés de 1804, en su artículo 2004, regula la revocabilidad del contrato de mandato,
en el cual se entiende que el mandante puede revocar el contrato de mandato sin considerar
el interés del mandatario, en el articulo 2005 del mismo cuerpo normativo se establece que
la revocación del contrato de mandato deberá ser notificada a los terceros, para poder oponer
la revocación a ellos. El Código Civil Peruano de 1936 lo copio textualmente. Como ya se
expreso fue el Código Civil Argentino el que primero legisló sobre la irrevocabilidad del
mandato. El C.C. Italiano de 1942 disciplina los hechos y efectos de la revocación del
contrato de mandato en sus artículos 1723 y 1725, en donde se expresa que el mandante
puede revocar el contrato de mandato aunque exista pacto de irrevocabilidad, pero responderé
por los daños que pueda ocasionar. Sin embargo no responderé por los daños si existiera justa
causa para la revocación. Si el contrato de mandato fue concebido en interés del mandatario
o de terceras personas, no se podrá revocar por iniciativa del mandante salvo que exista pacto
de revocabilidad o haya justa causa. Ahora se puede revocar un contrato de mandato a título
oneroso si el mismo está sujeto a plazo determinado o a un negocio determinado. Si el
contrato esta sujeto a un plazo indeterminado, se tendrá que dar un oportuno preaviso, si se
desea revocar, de lo contrarío tendrá que resarcir los daños, los cuales no se resarcirán si
existiese justa causa. En adelante el mandato fue concebido nuevamente como en el Derecho
Antiguo (Roma) que solo se refería a la gestión del negocio y no necesariamente estaba unida
al apoderamiento. “El ponente asevera que el “Código alemán, escindida la representación
del mandato, acogió la irrevocabilidad del poder, explicándolo Enneccerus en la renuncia del
poderdante a la revocación cuando el poder ha sido otorgado en interés del apoderado o de
un tercero o en interés común de ambas partes. Como ya hemos señalado, el Código Civil de
1936 omitió legislar sobre la irrevocabilidad del mandato. Sin embargo Olaechea consideró
que no hacía falta un dispositivo sobre el particular, señalando que el mandato podía ser
irrevocable cuando era cláusula de un contrato sinalagmático, o si era constituido en interés
de un tercero. León Barandiarán fue de opinión similar, fundándola en que el mandato era
revocable por naturaleza, pero no por esencia, por lo que, por excepción, se podía dar el caso
del mandato irrevocable”. “Entonces queda claro que fueron Olaechea y León Barandiarán
quienes propugnaron la inutilidad de regular la “irrevocabilidad” del mandato pero de allí a
regular la autónoma “irrevocabilidad” del poder hay más que un abismo”. (...)“¿Cómo se
importó la norma? El legislador copió parcialmente una cita de Ludwig Enneccerus quien
reflexionaba que podía establecerse en el negocio jurídico de apoderamiento la auto
limitación de ejercer el derecho de revocación siempre y cuando existiera de por medio una
adicional protección del interés del representante o de un tercero o de ambas partes (se
entiende que entre el representante y el tercero). Tal auto limitación sólo la podía establecer
el representado. Pero la doctrina nacional no se percato que esta opinión fue contestada por
la doctrina y jurisprudencia alemanas en el sentido que el poder irrevocable sólo nace por un
negocio jurídico antecedente o subyacente al negocio de apoderamiento. Este negocio
subyacente formulará una estipulación de “irrevocabilidad del poder” que luego fue
entendido como estipulación del derecho de desistimiento”. “También el legislador copió los
artículos 1723 y 1725 del Código Civil Italiano de 1942 pero aquí hizo dos operaciones muy
curiosas para regular la mal denominada “irrevocabilidad del poder”. El legislador no sabía
que estas normas en realidad estaban regulando el desistimiento en el contrato de mandato.

Primero mezcló las normas en una sola y luego omitió regular el derecho de desistimiento
del mandante por justa causa y el derecho de resarcimiento del mandatario y del tercero.

Por el contrario, la norma creada, producto de la mezcla de dos normas del Código Italiano,
fue colocada en el Título III del Libro II (Acto jurídico) que corresponde a la representación.
Y para que no quede duda que “la irrevocabilidad del poder” solamente se aplicaba a la
representación, no reguló la mal denominada “irrevocabilidad” del mandato como causal
“expresa” de extinción en el Capítulo Cuarto del Título IX de la Sección Segunda del Libro
Vil (Fuentes de las Obligaciones) correspondiente al mandato. No sabremos si el legislador
conocía que casi todos los códigos civiles que regulaban el derecho de desistimiento en el
contrato de mandato lo regulan como causal “expresa” de extinción. Entonces, el legislador
peruano estaba creando una norma producto de su imaginación sin tomar en cuenta los graves
problemas trascendentes jurídicamente que causarla años más tarde. Habiendo analizado el
origen de este artículo (punto 3.1), nos damos cuenta que el mismo es producto de un
desconocimiento o indiferencia de la actualidad doctrinaria de países que sin afán de
vanagloriarnos (porque no hay forma de afanarse de lo que se realiza) son prácticamente la
base de nuestra normativa civil. Y es el producto de este desconocimiento o indiferencia lo
que hace que tengamos un artículo prácticamente insertado en un lugar que no le corresponde
como es el Libro II...como alguna vez escuche: “Si se va a usar la importación como técnica
legislativa, importen correctamente”, esta norma es producto de una muy mala importación
legislativa. La doctrina inicialmente confundió el poder del mandato. Luego se estableció
su distinción, el poder es unilateral y revocable, el mandato es bilateral e indesistible,
además, el poder es abstracto y el mandato es causal (...) El artículo 153 del Código Civil
debe ser modificado luego de un amplio debate y estudio, teniendo en cuenta las corrientes
y las exigencias de nuevas figuras. En el país se tiene referencias de este problema.

El doctor Vidal Ramírez nos explica que el poder irrevocable es una suigeneridad. El acto del
otorgamiento de la representación y el apoderamiento se orientan a la cautela del interés del
representado y por eso éste tiene la facultad de revocar el poder en cualquier momento. Sin embargo,
cuando no se trata de un apoderamiento irrevocable, el interés puede no ser sólo del dominus y
compartirlo con el representante y, aun, con un tercero, lo que implica la renuncia del representado a
ejercer su derecho a la revocación del poder.
CABANELLAS DE TORRES, Guillermo.”Diccionario Jurídico Elemental”; Editorial Heliasta; Décimo Sexta
Edición 2003.

FERRI, Luigi. Voz “Revoca in generale”, a)Diritto privato, en Enciclopedia del Diritto, Tomo XL, Giuffré Editore, Várese, 1989.

LEON BARANDIARAN, José. "El Acto Jurídico". Editorial Gaceta Jurídica. Lima. 1997.

LEÓN HILARIO, Leysser. "La reforma del Código Civil vista en serio", en El sentido de la codificación civil, Estudios sobre
la circulación de los modelos jurídicos y su influencia en el Código Civil peruano, Palestra, Lima, 2004.

MORALES HERVIAS, Rómulo. "La Irrevocabilidad del Poder. Apropósito de una confusión entre el contrato de mandato y
la representación” en "Estudios Sobre Teoría General del Contrato”. Editora Jurídica Grijley E.I.R.L. Lima — Perú. 2006.

MORALES HERVIAS, Rómulo. "La irrevocabilidad del poder y del mandato vs. La inextinguibilidad del mandato por
desistimiento”. Actualidad Jurídica. Tomo 184. Gaceta Jurídica S.A. Editorial el Búho E.I.R.L. Marzo 2009

OSPINA FERNÁNDEZ, Guillermo y OSPINA ACOSTA, Eduardo. uTeorta General de los Actos Jurídicos o Negocios
Jurídicos”. Editorial Temis. Bogotá 1980.

PETIT, Eugene. “Tratado de Derecho Romano”. Editora Nacional, México 1961.

ROMERO MONTES, Francisco Javier. “Curso del Acto Jurídico”. Editorial Librería Portocarrero S.R.L. Diciembre 2003. Lima-
Perú.

TORRES VASQUEZ, Aníbal. “ACTO JURÍDICO"; Segundo Edición; Editorial Moreno S.A. Lima - Perú.
2001

VÁSQUEZ TORRES, Elena Rosa. “LA PROBLEMATICA DE LA INSCRIPCIÓN DEL PODER IRREVOCABLE Y
DE SU CANCELACIÓN”. Actualidad Jurídica. Tomo 146. Gaceta Jurídica S.A. Editorial el Búho E.I.R.L.
Enero 2006.
FERRI, Luigi, La autonomía privada, traducción y notas de Derecho español por Luis Sancho
Mendizabal. Editorial Revista de Derecho privado, Madrid, 1969

Вам также может понравиться