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DOI: http://dx.doi.org/10.22518/16578953.910
Resumen
Con su teoría de los Sistemas complejos, Rolando García establece un enfoque teórico-
metodológico para la investigación interdisciplinaria de sistemas complejos, fundamentado
en la epistemología constructivista de Jean Piaget. El objetivo de este artículo es analizar
tres conceptos que subyacen en esta teoría: complejidad, interdisciplina y política. La
estrategia argumental está organizada en dos etapas: en la primera se examina la relación
entre complejidad e interdisciplina, y las tres concepciones de complejidad que este
vínculo arroja (como concepto metodológico, como concepto organizacional y como
concepto evolutivo). En la segunda etapa argumental se explora, particularmente, la
dimensión política; también, las finalidades prácticas del enfoque planteado por García y
las implicaciones del concepto de marco epistémico. 1
Trabajo realizado en el marco del
plan de investigación del Consejo Na-
Palabras clave cional de Investigaciones Científicas
Sistemas complejos, metodología interdisciplinaria, epistemología constructivista, marco y Técnicas (CONICET) y del proyec-
to “Investigación interdisciplinaria,
epistémico. problemas complejos del desarrollo
y construcción de conocimiento inno-
Abstract vador”, Código PICT-2015-2891, fi-
With his theory of Complex Systems, Rolando García establishes a theoretical- nanciado por la Agencia Nacional de
methodological approach for the interdisciplinary investigation of complex systems, Promoción Científica y Tecnológica,
Fondo para la Investigación Científi-
based on the constructivist epistemology of Jean Piaget. The objective of this article is to ca y Tecnológica, Argentina.
analyze three concepts that underlie this theory: complexity, interdiscipline and politics. 2
Doctor en Sociología de la Universi-
The plot strategy is organized in two stages: the first examines the relationship between dad de Toulouse 1 Capitole, Francia,
complexity and interdisciplinarity, and the three conceptions of complexity that this link y en Ciencias Sociales de la Univer-
sidad de Buenos Aires, Argentina;
throws (as a methodological concept, as an organizational concept and as an evolutionary Investigador del Consejo Nacional
concept). In the second story stage, the political dimension is particularly explored; also, de Investigaciones Científicas y Téc-
the practical purposes of the approach proposed by García and the implications of the nicas (CONICET) de Argentina y
concept of epistemic framework. del Instituto de Investigaciones Gino
Germani de la Universidad de Buenos
Aires (IIGG-UBA). Profesor en la
Keywords Universidad de Buenos Aires y en la
Complex systems, interdisciplinary methodology, constructivist epistemology, epistemic Universidad Nacional de Tres de Fe-
framework. brero. Correo electrónico: leonardo.
rzoya@gmail.com
Para citar este artículo use: Rodrí-
guez, L. (2017). Complejidad, inter-
disciplina y política en la teoría de
los sistemas complejos, de Rolando
García. Civilizar Ciencias Sociales
y Humanas, 17(33), 221-242. doi:
10.22518/16578953.910
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al hecho que los elementos componentes de di- multidisciplinario compartan un marco episté-
cho sistema pertenecen al dominio material de mico, esto es, según García (2006), “una con-
distintas disciplinas. Este concepto metodológi- cepción compartida de la investigación científi-
co de complejidad es lo que le permite a García ca y de sus relaciones con la sociedad” (p. 33).
(2006) afirmar que “la interdisciplina implica el
estudio de problemáticas concebidas como sis- Estas cuatro proposiciones permiten sis-
temas complejos”, e inversamente, “el estudio tematizar un conjunto de implicancias metodo-
de sistemas complejos exige la investigación lógicas de la concepción de interdisciplina sos-
interdisciplinaria” (p. 33). tenida por la TSC.
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sistemas complejos, y que han sido denominadas consecuencias metodológicas para la TSC. La
así: la hipótesis continuista, la hipótesis ruptu- investigación y diagnóstico de un sistema com-
rista y la hipótesis no lineal. La primera afirma plejo requiere elaborar una memoria de los
que el desarrollo de un sistema se despliega por procesos de estructuración de dicho sistema, es
un proceso acumulativo de carácter lineal y uni- decir una “historia de los procesos que condu-
direccional; en tal sentido, el continuismo apoya jeron al tipo de organización (estructura) que
la hipótesis del progreso o direccionalidad en la presenta [un sistema] en un momento dado”
evolución de un sistema determinado (social, (García, 2006, p. 81). Este principio metodoló-
político, económico, cognoscitivo). En el pla- gico se encuentra condensado en el dictum de
no epistemológico, esta hipótesis fue defendida la epistemología constructivista formulado por
por el positivismo lógico. En segunda instancia, Piaget: “no hay estructura sin historia, ni his-
la hipótesis rupturista se distancia críticamente toria sin estructura”. Más aún, puede afirmar-
del enfoque anterior y afirma que el cambio se se que “una estructura es historia organizada”
produce por procesos discontinuos. La discon- (Rodríguez-Zoya, 2013, p. 84). Por esta razón,
tinuidad implica que la historia de un sistema se puede proclamar que los sistemas comple-
evoluciona a través de rupturas o saltos. En el jos (físicos, biológicos, sociales, cognoscitivos)
ámbito del debate epistemológico, esta posición son sistemas históricos, por cuanto la organiza-
se expresa claramente en el rupturismo histori- ción de un sistema es el resultado de un proceso
cista suscitado por el trabajo de Kuhn sobre las evolutivo. Con todo, el principio de reorgani-
revoluciones científicas10. zaciones sucesivas apunta a problematizar el
carácter histórico y no lineal de la estructura de
Sin embargo, en la perspectiva de la TSC, los sistemas complejos.
ni el continuismo ni el rupturismo pueden dar
cuenta de la complejidad de la relación en- La dimensión política de la TSC
tre la continuidad y el cambio, es decir, cómo
una nueva estructura (una molécula, una es- La TSC se afirma como un enfoque axio-
pecie, un sistema social, una teoría científica lógicamente no neutral que asigna un rol explí-
o una estructura cognitiva) emerge a partir de cito a los valores éticos y políticos en el proceso
la transformación de una estructura precedente. de construcción del conocimiento (Becerra &
En contraste con estas dos perspectivas, la TSC Castorina, 2016b; Castañares-Maddox, 2009;
sostiene un principio de evolución no lineal de Rodríguez-Zoya, 2014). Esta dimensión políti-
los sistemas complejos según el cual, el cambio ca de la TSC se manifiesta en dos planos: en
es esencialmente en un proceso dialéctico11. La la arquitectura interna de la TSC y en la finali-
dialéctica del cambio señala que los sistemas dad práctica de la teoría. En cuanto a la primera
complejos se desarrollan por “reorganizaciones cuestión, el concepto de marco epistémico per-
sucesivas, lo cual implica una alternancia de pe- mite especificar y fundamentar el rol teórico y
ríodos más o menos estables, con períodos de metodológico que juegan la cosmovisión y los
desequilibrios del sistema, producidos por per- sistemas de valores en la orientación y concep-
turbaciones” (García, 2000, p. 80). El principio ción del diseño de una investigación científica.
de reorganizaciones sucesivas especifica que un En segundo lugar, la TSC reclama una finalidad
sistema complejo está sometido a procesos de epistémica y política. Por un lado, la TSC tiene
desestructuración y reestructuración, de des- como pretensión epistémica ‘construir mejor
equilibración y reequilibración, de desorgani- conocimiento’ a través de un proceso de investi-
zación y reorganización. gación interdisciplinaria. Por otro lado, la TSC
afirma que el conocimiento construido por una
El principio de no linealidad y de reor- práctica metodológica interdisciplinaria tiene
ganizaciones sucesivas plantea, igualmente, una finalidad social y política, por cuanto lo que
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ción aristotélica concibe un mundo de sustan- ca en una cultura dada y condiciona el tipo de
cias y esencias estáticas. teorizaciones que van surgiendo en diversos
campos del conocimiento. […] un marco epis-
A todo lo anterior se suma que el con- témico condiciona las teorizaciones en diver-
sas disciplinas, pero no determina su conteni-
cepto de paradigma epistémico expresa una
do. Orienta y modula los marcos conceptuales,
concepción acerca de lo que formaliza un co- pero no los especifica (García, 2000, p. 157).
nocimiento válido. Este paradigma no se im-
pone a los individuos de un grupo, sino que es
Ahora, y en contraste, al concepto de
la manera ‘natural’ de considerar la ciencia y
marco epistémico2, García lo sitúa, en su obra
el conocimiento en un momento dado. Así, por
Sistemas complejos, en un nivel propiamente
ejemplo, la mecánica newtoniana tardó más
metodológico. Uno de los requisitos más exi-
de treinta años en ser aceptada en Francia por
gentes de la TSC consiste en afirmar que “los
no ser considerada como una teoría científica
miembros de un equipo multidisciplinario de
que brindara una explicación física de los fe-
nómenos. Décadas más tarde, el mecanicismo investigación interdisciplinaria deben compar-
y el reduccionismo se convirtieron en el modo tir un marco epistémico” (García, 2006, p. 107).
paradigmático de explicación, y ninguna teoría En términos más específicos, lo que congrega a
sería considerada científica si no brindaba una los miembros de un equipo para el estudio in-
explicación a la de Newton (Piaget & García, terdisciplinario de un sistema complejo, es “una
2008, p. 231). Aquí encontramos una problemá- concepción compartida de la relación ciencia-
tica epistemológica clave, relativa al hecho de sociedad (es decir, un marco epistémico) que
la aceptación o rechazo de conceptos o teorías permitirá definir la problemática a estudiar bajo
a las que, en cierto momento histórico, se les un mismo enfoque” (p. 35). Más aún, un marco
niega el carácter científico. epistémico “fija normas, basadas en sistemas de
valores que orientan el tipo de preguntas” y los
Como se mencionaba un poco más arri- objetivos que orientan una investigación cientí-
ba, una vez que un marco epistémico se cons- fica concreta (p. 106); y expresa, asimismo, una
tituye, conforma una unidad en la cual “resulta concepción del mundo y la jerarquía de valores
indiscernible la contribución que proviene de la del investigador (p. 35). Sintetizando, los dos
componente social o de la componente intrínse- conceptos de marco epistémico presentados se
ca al sistema cognoscitivo” (Piaget & García, diferencian por su nivel de análisis y contexto
2008, p. 234); es decir, los aspectos relativos de uso: la historia de la ciencia (marco episté-
al paradigma social y al epistémico. Un marco mico1) y la práctica científica concreta (marco
epistémico expresa, entonces, una “concepción epistémico2), aunque no difieren en su núcleo
del mundo de una sociedad que condiciona el significante.
tipo de ciencia que en ella se desarrolla” (García,
1999, p. 5). Es necesario enfatizar que las con- En el plano de la práctica científica, el
cepciones del mundo, de la naturaleza y de la concepto de marco epistémico adquiere una par-
sociedad inciden en el desarrollo del conoci- ticular relevancia por cuanto permite destacar la
miento científico sólo en la medida en que cons- importancia metodológica de hacer explícita la
tituyen un marco epistémico que condiciona cosmovisión, el sistema de valores y el marco
“las características de las conceptualizaciones y normativo que guía una investigación cientí-
las actividades de carácter científico” (García, fica de carácter empírico. Específicamente, el
2000, p. 159). En síntesis, el marco epistémico1 marco epistémico asigna un rol metodológico
se caracteriza por ser a los valores ético-políticos en la concepción y
diseño de una investigación. Cabe preguntarse,
Un sistema de pensamiento, rara vez explici- pues, de qué modo el marco epistémico incide
tado, que permea las concepciones de la épo- en la metodología de la investigación. Como
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se señaló anteriormente, el marco epistémico como las estrategias formuladas. Por último y
no determina el contenido de una teoría pero sí como cuarto nivel, el marco epistémico con-
condiciona la arquitectura metodológica de la diciona, sin duda, el modelo de futuro o situa-
investigación en cuatro niveles. En el primero, ción objetivo, es decir, el nuevo estado hacia
el marco epistémico condiciona el tipo de pre- el cual se desea orientar la transformación del
guntas que se formula un investigador frente a sistema complejo para revertir la problemática
un dominio de la experiencia problematizado estudiada. Por esta razón, puede sostenerse que
(por ejemplo la degradación ambiental, la mal- dada una misma situación problemática, dos
nutrición, etc.) y, por lo tanto, influye también observadores con dos marcos epistémicos dis-
en la selección de los objetivos de la investi- tintos, probablemente, delimitarán y construi-
gación. En el segundo nivel, al condicionar rán sistemas complejos diferentes.
la pregunta conductora, el marco epistémico
incide en la delimitación del dominio empíri- En estos dos últimos casos se llevará ade-
co de la investigación y en la construcción de lante una ‘investigación científica de carácter
la observación científica, esto es, en el tipo de empírico’ con diseños metodológicos que pue-
evidencia empírica requerida para dar respues- den ser igual de rigurosos pero, los modelos de
ta a los interrogantes planteados. En el tercero, futuro, las conclusiones teóricas fundadas em-
el marco epistémico respalda las deducciones píricamente y las implicancias ético-políticas
construidas sobre el material empírico; por lo serán netamente distintos, como se representa
tanto, condiciona tanto el diagnóstico obtenido en la Figura 1.
Fuente: Elaboración propia.
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El Club de Roma fue fundado en 1968 de Roma con el propósito de analizar y discu-
como una organización no gubernamental cuyo tir el World III, la Fundación Bariloche de
propósito era estudiar la dinámica mundial, los Argentina brindó el financiamiento y el espacio
problemas de la sociedad global y las implican- institucional en donde un grupo interdisciplina-
cias de las tendencias actuales en el largo pla- rio de científicos desarrolló el Modelo Mundial
zo. En este marco, el Club de Roma encargó al Latinoamericano. Se trata del primer y “único
Massachusetts Institute of Technology (MIT) la modelo global elaborado en el Sur” (Gallopín,
construcción de un modelo de la dinámica glo- 2004, p. 13), como respuesta estratégica al mo-
bal. El equipo del MIT responsable de ese tra- delo del Club de Roma.
bajo fue dirigido por Meadows y, desarrolló el
World III, “el primer modelo mundial auspicia- El objetivo era “la construcción de un
do por el Club de Roma, como una nueva pro- «modelo mundial alternativo»” (Oteiza, 2004,
puesta para el sistema global” (Gallopín, 2004, p. 8), de carácter formal, empleando la misma
p. 13). Básicamente, la pregunta conductora del técnica utilizada por el grupo del MIT (la
informe fue cómo evitar una catástrofe mundial, Dinámica de Sistemas), y haciendo uso de las
y ésta se derivaba del marcado proceso de cre- mismas variables que el World III, pero orientado
cimiento demográfico y agotamiento de los re- por un marco epistémico diferente. El “modelo
cursos renovables. Con el fin de responder a tal Bariloche” es producto de una concepción del
inquietud, se construyó un modelo formal, de mundo y un posicionamiento ético-político cuya
base matemática, y se empleó la técnica de mo- principal motivación era hallar respuestas a la
delado y simulación, tomado de la Dinámica de inquietud de cómo construir un mundo mejor
Sistemas, creada por Jay Forrester a comienzos El marco epistémico del modelo Bariloche no
de la década de 1960. El objetivo era establecer pretendía ser axiológicamente neutral sino que
un modelo de la dinámica mundial y simular la asumía un marco normativo explícito, cuya
evolución del crecimiento poblacional y de los finalidad estratégica era señalar “una manera de
recursos del planeta. alcanzar la meta final de un mundo liberado del
atraso y la miseria” (Herrera et al., 2004, p. 45).
El diagnóstico elaborado por este informe
advertía que el mundo se dirigía hacia una ca- Desde este marco epistémico, el mode-
tástrofe y concluía que el sistema mundial era lo Bariloche reemplazó la pregunta conducto-
inviable debido a la tendencia de crecimiento ra del Club de Roma por “¿cómo los recursos
poblacional y consumo de recursos, y que ha- del mundo podrían ser usados de modo más
bría, por lo tanto, que poner límites físicos al efectivo para mejorar la vida de la población?”
crecimiento. A partir de este dictamen, la estrate- (Castro & Jacovkis, 2015, p. 4). La construc-
gia de acción sugerida por Meadows fue “que en ción del modelo formal incorporó el concepto
los países centrales se mantuviera un crecimien- de ‘satisfacción de necesidades básicas’ y pro-
to económico cero y en la periferia un control y puso que habría de incrementarse la ‘esperanza
reducción de la población” (Oteiza, 2004, p. 9). de vida al nacer’ por ser la variable más sen-
En este contexto, cabe destacar que el World III sible a la inequidad. El Modelo Mundial Lati-
se afirmaba como “un modelo objetivo y libre noamericano, implementado como un modelo
de valores basado en nuestro mejor y más actual de simulación matemática, se utilizó a manera
conocimiento” (Gallopín, 2004, p. 14) y, asimis- de herramienta para analizar la viabilidad de
mo, pretendía constituirse como una herramienta construir un futuro alternativo con los recursos
política para la toma de decisiones. disponibles en el mundo en ese momento. Una
de las principales conclusiones del grupo de
A partir de una conferencia celebrada en especialistas de la Fundación Bariloche fue la
Río de Janeiro en 1970, auspiciada por el Club demostración de la posibilidad de satisfacer las
necesidades básicas. En desacuerdo crítico con delo explicativo era que para desarrollarse eco-
los postulados del modelo del MIT, el Modelo nómicamente se debía restringir la expansión
Mundial Latinoamericano determinó que los poblacional. El modelo Bariloche “adoptó la
principales límites no eran sólo físicos sino ade- explicación opuesta, que la pobreza y la inequi-
más, y fundamentalmente, políticos. Planteado dad son los mayores propulsores del crecimiento
de otra manera, se dedujo que con los recursos poblacional” (Gallopín, 2004, p. 15). Su hipóte-
disponibles se podía lograr la construcción de sis de que “la única manera realmente adecuada
un futuro alternativo en el que se hallase sus- de controlar el crecimiento de la población es a
tancialmente fortalecida la calidad de vida de la través de la mejora de las condiciones básicas de
población; por lo tanto, los límites no estaban vida” (Herrera et al., 2004, p. 47), fue verifica-
estrictamente ligados al agotamiento de recur- da empleando una simulación desarrollada con
sos sino a la transformación de las relaciones de un programa informático. Las implicancias po-
poder existentes (Herrera et al., 2004, p. 159). líticas del modelo Bariloche pueden sintetizarse
en el lema “el mejor contraceptivo es el desarro-
Otro hallazgo decisivo fue revelar el im- llo económico” (Pérez-Díaz, 1994, p. 9), que se
pacto del “aumento del bienestar de la población constituyó en una crítica certera a las formula-
en la disminución de las tasas de crecimiento de- ciones neomalthusianas de control poblacional
mográfico” (Oteiza, 2004, p. 11). Este resultado promovidas por el Club de Roma. En suma, la
permite destacar la gravitación del marco episté- redefinición operada en el modelo Bariloche per-
mico tanto en la organización de la arquitectura mite ilustrar el modo en que el marco epistémico
metodológica de una investigación como en el condiciona las inferencias y las relaciones cau-
tipo de inferencias causales que se construyen sales de una teoría o modelo científico; asimis-
con modelos científicos. En efecto, el marco mo, destacar que la redefinición de un modelo
epistémico definido por el grupo Bariloche per- explicativo —en este caso particular a través
mitió invertir la relación entre demografía e in- de la inversión de la relación entre las variables
equidad, tal como la sostenía el informe del Club independientes y dependientes— tiene conse-
de Roma. Para este último, el crecimiento demo- cuencias políticas que no son, en ningún caso,
gráfico jugaba el rol de variable independiente axiológicamente neutrales. La figura 2 represen-
que permitía explicar la distribución desigual de ta la inversión epistémica del modelo explicativo
recursos. La consecuencia política de este mo- operado por el modelo Bariloche.
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Para concluir, en los modelos expuestos seria” (Gallopín, 2004, p. 16). Por lo tanto, la es-
(World III - Límites del crecimiento y Modelo trategia política sustentada en el modelo del Club
Mundial Latinoamericano) subyacen dos mar- de Roma se dirigía a mantener el orden mundial
cos epistémicos distintos que condicionan tanto de ese entonces garantizando, por un lado, que se
la arquitectura teórica y metodológica de cada conservaran los niveles de vida avanzados de las
patrón científico, como sus implicancias éticas sociedades capitalistas e industrializadas y, por
y políticas. La disertación de la Fundación Ba- el otro, continuar la marginación y pobreza de
riloche supuso una crítica ético-política al mar- vastos sectores de la población mundial. En con-
co normativo implícito del modelo del Club de traste, el marco epistémico del modelo Bariloche
Roma. No se trataba de ‘evitar una catástrofe’ fu- planteaba la construcción de un sistema-mundo
tura por un posible agotamiento de recursos, más alternativo basado en la equidad, la solidaridad,
bien “la catástrofe ya estaba instalada” (Oteiza, el no consumismo y la participación plena (He-
2004, p. 11) puesto que “la mayor parte de la rrera et al., 2004). En la tabla 1 se esquematizan
humanidad vivía en un estado de pobreza y mi- las diferencias entre ambos modelos.
propuesta y esclarecer las condiciones epistémi- servación hecha por uno de los revisores anóni-
cas, políticas e institucionales necesarias para su mos de este trabajo, al sugerir que las relaciones
desarrollo. entre observables atribuidas por el sujeto cog-
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noscente en la construcción del sistema com- término empírico es ‘una proposición cuya ob-
plejo, tienen siempre una dimensión contextual servación es evidencia de su verdad’. Los más
y política, implícita en la noción de marco epis- grandes lógicos del siglo XX -como Rudolf
témico, cuyo tratamiento se desarrolla en la ter- Carnap, W. O. Quine y Bertrand Russell- reco-
cera sección de este artículo. nocieron hacia mediados del siglo XX que el
proyecto empirista había fracasado. Como ob-
5
Es interesante señalar que García se serva García, el propio Russell afirmó que “el
formó primero como físico y meteorólogo en empirismo como teoría del conocimiento ha
la Universidad de Buenos Aires y, más tarde, mostrado ser inadecuado”. Quine, por su parte
se especializó en filosofía de la ciencia en los concluyó “hemos dejado de soñar con dedu-
Estados Unidos con Rudolf Carnap y Hans cir la ciencia a partir de los datos sensoriales”
Reichenbach, dos de los más conspicuos repre- (García, 2000, p. 23).
sentantes del positivismo lógico. Entre 1957
y 1966 se desempeñó, entre otras actividades, García, siguiendo a Piaget, sostiene que
7
como Decano de la Facultad de Ciencias Exac- las investigaciones de la escuela ginebrina per-
tas y Naturales de la Universidad de Buenos mitieron poner en evidencia que “el empirismo
Aires, en el período conocido como la ‘edad de lógico viola sus propios principios al no haber
oro’ de la ciencia argentina. El Golpe de Esta- podido ofrecer nunca una validación empírica
do dirigido por el General Juan Carlos Onganía de sus tesis empiristas, con lo cual, paradójica-
condujo el 29 de julio de 1966 al acontecimien- mente, termina cayendo en el campo de la filo-
to conocido como ‘la noche de los bastones lar- sofía especulativa” (García, 1997, p. 36).
gos’. La Policía ingresó por la fuerza a cinco
Facultades de la Universidad de Buenos Aires. Para una introducción al pensamiento de
8
Rolando García, junto con centenares de docen- Prigogine, véase Spire (1990). Un análisis de las
tes, fueron encarcelados. Se produjeron renun- implicaciones filosóficas y epistemológicas de
cias masivas y cesantías de profesores. Varios la termodinámica del no equilibro se encuentra
laboratorios y bibliotecas fueron destruidos. en Prigogine & Stengers (1983).
Rolando García se exilió en Suiza y comenzó
una estrecha y fecunda colaboración con Jean Una explicación clara y rigurosa a
9
Piaget que se prolongaría hasta la muerte del la no linealidad y a la teoría del caos puede
epistemólogo ginebrino en 1980. Cabe destacar encontrarse en Briggs & Peat (1989).
que las últimas obras más influyentes de Piaget
fueron en co-autoría con Rolando García, entre 10 No resulta factible brindar aquí una
las que se destacan Las explicaciones causales disertación en profundidad del pensamiento de
(Piaget & García, 1971); Hacia una lógica de Kuhn, el cual tiene varios matices y ha ido evo-
las significaciones (Piaget & García, 1987) y lucionando a lo largo del tiempo. En cualquier
Psicogénesis e Historia de la Ciencia (Piaget caso, en este artículo se abona la lectura suge-
& García, 2008). rida por Oscar Nudler (2009), quien caracteriza
el modelo rupturista implicado en la obra de
6
En la concepción empirista del cono- Kuhn. Esto puede apreciarse, particularmente,
cimiento, la ‘observación sensorial’ es, como en las formulaciones kuhnianas en torno a la in-
afirma Reichenbach “la fuente primera y el juez conmensurabilidad de los paradigmas que sig-
último de todo conocimiento”. En esta matriz, nan las revoluciones científicas. Otro aspecto
el positivismo lógico pretendió fundamentar el que ameritaría una exposición más detallada, es
conocimiento científico en términos empíricos la relación entre el corpus de la epistemología
que fueran directamente observables. Parafra- constructivista de Piaget y García, y el corpus
seando el pensamiento de Bertrand Russell un kuhniano centrado en el análisis de los paradig-
mas. Para una discusión pormenorizada de este Becerra, G., & Castorina, J. A. (2015). El con-
problema véase Becerra y Castorina (2016a). dicionamiento del “marco epistémico” en
distintos tipos de análisis constructivista.
En el campo del análisis epistemológico
11 En J. V. Ahumada, et al. (Eds.), Filosofía
y siguiendo una tradición distinta al constructi- e Historia de la Ciencia en el Cono Sur
vismo de Piaget –aunque con interesantes coin- (pp. 101-107). Córdoba: Universidad
cidencias–, el modelo de espacios controversia- Nacional de Córdoba.
les propuesto por Oscar Nudler (2009) plantea
una perspectiva dialéctica del conocimiento y Becerra, G., & Castorina, J. A. (2016a). Acerca
dirige una crítica precisa tanto al enfoque conti- de la noción de “marco epistémico” del
nuista como al historicismo rupturista. Para una constructivismo. Una comparación con la
introducción abreviada, véase Nudler (2004). noción de “paradigma” de Kuhn. Revista
Una aplicación de este modelo al análisis de la Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y
complejidad como espacio controversial, puede Sociedad, 11(31), 9-28.
encontrarse en Rodríguez Zoya L. y Rodríguez
Zoya P. (2013). Becerra, G., & Castorina, J. A. (2016b). Una
mirada social y política de la ciencia en la
12
Para una discusión crítica sobre los epistemología constructivista de Rolando
usos y sentidos del concepto marco epistémico García. Ciencia, Docencia y Tecnología,
en la obra de Piaget y García, véase Becerra & 27(52), 459-480.
Castorina (2015) y Rodríguez-Zoya (2011a).
Bertalanffy, L. V. (1976). Teoría general de sis-
Los resultados de la investigación sobre
13
temas. Fundamentos, desarrollos, aplica-
la sequía y el hombre fueron publicados en tres ciones. Buenos Aires: Fondo de Cultura
volúmenes: Nautre Pleads Not Guilty, Vol. 1 Económica.
(García, 1981); The Constant Catastrophe, Vol.
2 (García & Escudero, 1982); y The Roots of Briggs, J., & Peat, D. (1989). Espejo y reflejo:
Catastrophe, Vol. 3 (García & Spitz, 1986). del caos al orden. Barcelona: Gedisa.
Becerra, G. (2014). Interdisciplina y Sistemas Castro, R., & Jacovkis, P. (2015). Computer
Complejos. Un enfoque para abordar -Based Global Models: From Early Expe-
problemáticas sociales complejas. PSOCIAL riences to Complex Systems. Journal of
Revista de Investigación en Psicología Artificial Societies and Social Simulation,
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Becerra, G. (2016). Sociocibernética: tensiones Duval, G. (1999). Teoría de sistemas. Una pers-
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