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Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales.

Es una convención adoptada por la Organización Internacional del Trabajo en el año 1989, en Guatemala
fue ratificado el 24 de mayo de 1996, desde entonces se encuentra vigente en el ordenamiento jurídico
del país. Principalmente el Convenio se refiere a las condiciones de los pueblos indígenas y tribales, en el
mismo se establece un mecanismo de consulta a estos pueblos, en relación a la política donde estos se
encuentren para lo cual los gobiernos deben de tomar en cuenta sus costumbres, valores y su derecho
consuetudinario. Considerado como el instrumento jurídico internacional más conocido, citado y de
mayor importancia para los pueblos indígenas

El convenio hace hincapié y se fundamenta desde el punto de vista del trabajo, que es el área que
pretende reforzar con sus estatutos, puesto que en diversos países los pueblos indígenas han sufrido
discriminación laboral, por lo cual por la existencia de otros tratados, convenios y declaraciones
internacionales referente a los derechos de los pueblos indígenas, la OIT como la organización
internacional más importante del trabajo debe de velar por todos sus medios la concertación de tales
derechos en el ámbito laboral.

Con la aceptación y ratificación del Convenio 169 de la OIT, el Estado de Guatemala formaliza un
compromiso destinado a garantizar los derechos de las poblaciones indígenas del país.

Este Convenio es de carácter vinculante para los Estados que lo hayan ratificado, de tal manera que están
obligados a respetar los valores tradicionales de los pueblos indígenas y tribales, y a consultar con ellos
todas aquellas decisiones que afectan a su desarrollo económico o social. En tal sentido también se
comprometen los gobiernos ratificantes de este Convenio a respetar los derechos de los pueblos
indígenas y tribales sobre las tierras que ocupen. Su naturaleza vinculante deviene del hecho de que se
trata de una convención, convenio o tratado, entendiéndose por tal, como un acuerdo internacional
celebrado por escrito entre estados y regido por el derecho internacional. Desde que los Estados ratifican
un Tratado o Convenio Internacional, tal como el Convenio 169, se imponen el deber de cumplir las
obligaciones jurídicas que asumen en el instrumento ratificado.

Para la consolidación de la democracia y de los derechos humanos internacionalmente reconocidos en


Guatemala, es un gran logro, cabe resaltar que cuando se refiere a los derechos humanos, se está
hablando y se incluyen también los derechos de los pueblos indígenas de forma individual o colectiva,
pues han sido diversos los instrumentos jurídicos de carácter internacional y nacional que reconocen la
igualdad de derechos que cualquier ser humano tiene, sin exclusión alguna.

En la aplicación de las disposiciones que el Convenio incorpora, los Estados se pueden obligar a aplicarlas
sin ningún cambio a su ordenamiento jurídico interno, o de realizar un acto intermedio para su aplicación
tales como reglamentar, ordenar, medidas administrativas, llevar a cabo consultas hacia los pueblos
indígenas. En cierto sentido se considera necesaria la emisión de leyes, atendiendo a algunas disposiciones
que el Convenio establece, por lo cual se deben de adoptar medias políticas que lleven a mejorar las
condiciones de vida de los pueblos indígenas

La ratificación del Convenio por parte de los Estados los vincula jurídicamente a nivel nacional e
internacional. A partir de ahí toda institución del Estado, así como todo juez, legislador y cualquier
funcionario público están obligados respetar, acatar y cumplir las normas establecidas en el Convenio 169
de la OIT. Los jueces deben aplicar el contenido del Convenio en sus decisiones tomando en cuenta la
primacía del Convenio sobre otras normas y el principio pro indígena establecido en el artículo 35 del
mismo Convenio; el Ejecutivo está obligado a establecer políticas públicas, institucionales y medidas, con
la participación efectiva de los pueblos indígenas y los legisladores están obligados a adecuar las normas
nacionales al espíritu del Convenio 169, mediante consulta previa a los pueblos indígenas.

En el caso específico de Guatemala el Convenio lo ratifico el Congreso de la Republican en marzo de 1996,


entro en vigor en marzo de 1997. Lleva 20 años en vigor, siendo ley en Guatemala, pero con un
incumplimiento por parte del Gobierno de la Republica de regular mediante leyes y reglamentos dicho
Convenio.

El Convenio 169 está integrado por diez apartados:

Parte I Política General:

Parte II Tierras,

Parte III Contratación y condiciones de empleo,

Parte IV Formación profesional, artesanía e industrias rurales,

Parte V Seguridad social y salud,

Parte VI Educación medios de comunicación,

Parte VII Contactos y cooperación a través de fronteras

Parte VIII Administración,

Parte IX Disposiciones Generales,

Parte X Disposiciones Finales.

El artículo primero se refiere al objeto y a los sujetos a quienes está dirigido este convenio, es decir que
personas o que grupo de personas se ven beneficiadas con las normas que se estipulan

En el artículo 2, 3, 4, 5 y 6 confirman el compromiso que adquieren los Estados participes en el Convenio,


pues deben de implementar las medidas idóneas para lograr concretizar los fines del mismo, los gobiernos
asumen la responsabilidad de desarrollar, con la anuencia de los pueblos las medidas necesaria para hacer
efectivos sus estatutos y lograr así el respeto, tolerancia, la equidad e igualdad de derechos con los demás
ciudadanos. Deben de realizar los Estados consultas con los pueblos indígenas en especial con las
instituciones representativas de dichos pueblos, de las medidas que deban de implementarse.

El presente Convenio revitaliza el reconocimiento de las garantías y derechos fundamentales de los


pueblos indígenas y tribales, porque es necesario que estas personas sean tratadas de la misma forma de
como se trata a los demás, no invocando ningún tipo de discriminación que vulnere algún derecho de
estas personas integrantes de poblaciones menores. La igualdad y libertad son derechos fundamentales
del cual goza todo ser humano y por lo tanto no se les debe negar ninguna clase de derecho a los
integrantes de estos pueblos.
Está claro que con la aceptación de este Convenio, los gobiernos deben de adoptar medidas necesarias
para lograr los fines del mismo, pero también asumen la responsabilidad de realizar consultas con los
pueblos al aplicar las medidas o decisiones que en algún momento puedan afectar a dichos pueblos. Es
decir que cualquier clase de medidas deben de realizarse respetando los derechos, costumbres,
ideologías, tradiciones que posean los pueblos indígenas.

En los artículos 8, 9, 10, 11 y 12 se hace énfasis en los que respecta la legislación nacional y el derecho
consuetudinario, pues en la sanción de delitos debe también de respetarse las practicas ancestrales y los
procedimientos para reprimir los mismos por parte de los pueblos indígenas.

Estos artículos reflejan la necesidad que existe en los países que son parte de este convenio de ajustar sus
legislaciones, a la realidad social de sus habitantes, teniendo siempre en cuenta las propuestas que hagan
las comunidades indígenas o pueblos tribales en relación a la normativa a implementar para dar una
protección en igualdad de condiciones y oportunidades a la colectividad, basándose en los principios de
equidad, solidaridad sin ningún tipo de discriminación.

Debe de realizarse un análisis de las razones por las cuales los pueblos indígenas han sido sometidos a
condiciones de discriminación, para lo cual se necesita tomar en cuenta características de orden
económico, social y cultural de estas poblaciones, ya que cada pueblo tiene su forma particular de solución
de conflictos. Los Estados que reconozcan el Derecho Indígena dentro de sus legislaciones, deben también
de garantizárseles a las personas que no se les vulnere su integridad física.

En el segundo capítulo del Convenio se refiere a las tierras, pues los gobiernos al tomar cualquier decisión
o medida deben de respetar las tierras de los pueblos indígenas, pues estas poseen un valor vital para
estas comunidades, para ellos representa una relación de espiritualidad. En la misma medida será
respetado el derecho de propiedad sobre alguna tierra que estos posean en forma particular o
colectivamente. En este sentido se les puede despojar de las tierras que tradicionalmente han ocupado.

Cuando se refiere a tierras no solo se ocupa la acepción de propiedad, es decir un inmueble sino que este
concepto tiene un campo de aplicación más amplio, pues también en las tierras de los pueblos indígenas
existen recursos naturales o minerales que al momento de realizar cualquier programa de extracción o
explotación de esos recursos debe de dárseles participación o consultárseles a los pueblos indígenas que
puedan verse afectados.

En la tercera parte del Convenio, que es la parte que se considera de mayor importancia del mismo se
refiere a la Contratación y Condiciones de Empleo, pues en esta parte del Convenio expresa
específicamente las condiciones en que debe de realizarse la contratación laboral en el caso de los pueblos
indígenas o triales, así como el reconocimiento de las garantías mínimas que el Estado otorga a todas las
personas que realizar cualquier tipi de trabajo, pero por el hecho que ls poblaciones indígenas son más
susceptibles a ser explotadas y discriminadas, se establece o se obliga a que se regulen de manera especial
y enfocada a su protección las normas específicas que deben regir la contratación laboral. De manera
específica se establece lo referente al trabajo en utilización de la tierra y las condiciones en que las
personas trabajan la tierra cuando se trata de personas que pertenecen a grupos indígenas.

La cuarta parte del Convenio regula lo referente a la Formacion profesional, Artesania e industrias Rurales,
en esta parte del convenio se regula la importancia de la capacitación en el tema de las artesanías y los
trabajs que se desarrollen al nivel ural y por los pueblos indigenas, las obligaciones del Estado, las
condiciones en que debe regularse y la implementación de programas de capacitación para toda persona
que se desempeñe en un campo económico que lo requiera.

En la quinta parte del Convenio se regula la Seguridad Social y Salud, se establece como obligación de
Estado a que los trabajadores rurales o pertenecientes a los pueblos indígenas puedan tener acceso a
estas áreas, es decir que se les debe brindar un servicio al igual que a los demás ciudadanos, y no por ser
integrantes de un pueblo indígenas se les vaya a vedar tales derechos.

En la parte sexta del Convenio regula la Educación y los medios de promoción, pues como es un Convenio
vinculante quiere decir que los Estados deben de adoptar las medidas o medios necesarios para hacer
cumplir sus estatutos entonces, con la educación deben de hacerlo para que cualquier niño, joven o adulto
tenga acceso a cualquier grado de educación que requiera, tomando en cuenta siempre las condiciones
geográficas, culturales, tradicionales o las costumbres de dichos pueblos.

En realidad son los partes más importantes con las que cuenta el Convenio, esto no quiere decir que las
demás no lo sean, pero por supuesto que lo son pero tomando en consideración que lo relevantes es
conocer los derechos que se estipulan en este instrumento jurídico internacional de protección y
reconocimiento del derecho de los pueblos indígenas o tribales.

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