Вы находитесь на странице: 1из 5

Javier Gálvez López.

Filosofía de la ciencia II, mtro. Miguel Ángel Amador Ávila.


Ensayo final.

Dilucidando el concepto de racionalidad científica desde algunas observaciones


hechas por Larry Laudan y Jesús Monsterín.

El siguiente trabajo se inscribe en el contexto de la comprensión de la filosofía de la


ciencia como una disciplina no sólo abocada al “tercer mundo” de Popper, no sólo
abocada al estudio puro de teorías, enunciados y conceptos científicos, esto es, de los
contenidos objetivos del pensamiento; por el contrario, se presupone que la filosofía de
la ciencia deba atender también a cuestiones acerca de la práctica concreta de la
ciencia y los sujetos que en ella se ven involucrados. Desde esta perspectiva se
vislumbran varios enfoques: existen algunos interesados en proponer las implicaciones
sociales de la práctica científica como desarrollo e invocación tecnológicas, otros en
proponer el estudio de la construcción social de los sujetos científicos, algunos más se
enfocan en el estudio de la metodología científica. Este trabajo se inscribe en este
último rubro.
Larry Laudan en su ensayo Algunas situaciones donde el sujeto tiene un papel
indispensable en la investigación racional, sigue la línea heterodoxa, por decirlo de
alguna manera, de la filosofía de la ciencia. Sobre lo que reflexiona es entorno al papel
que juega la subjetividad en las prácticas científicas, en específico en su metodología.
Tal como lo afirma en su texto: “... en lo que sigue, voy a investigar dos puntos de
entrada donde, según mi entender, las preferencias del sujeto influyen ineluctablemente
en a estructura de la racionalidad científica.” 1 e, inmediatamente, nos describe estos
dos puntos de entrada: 1) se tiene en cuenta la injerencia del sujeto en la racionalidad
científica, es equivalente a racionalidad instrumental y consta del ajuste óptimo de los
medios de una persona a sus fines. Esta situación da como resultad el que, en la
práctica científica exista disparidad en el método, da pie, al pluralismo metodológico. La
racionalidad aquí se predica de las acciones para lograr determinado fin. 2) el segundo
punto también parte también deviene en un pluralismo metodológico, pero la disparidad
1 Larry Laudan, “Algunas situaciones donde el sujeto tiene un papel indispensable en la investigación racional”, en
F. Broncano y A.R. Pérez Ransanz, La ciencia y sus sujetos: ¿Quiénes hacen la ciencia en el siglo XXI?,
México, Editorial UNAM y Siglo XXI, 2009, P. 28.
se encuentra ahora en la elección de proposiciones para rechazar o aceptar una
creencia como hipótesis provisional.
Desde la perspectiva de este autor, la discrepancia de los científicos al momento
de preferir o decantarse por la aceptación de cierta hipótesis depende del estándar de
prueba que decidan utilizar. Sin embargo, este estándar de prueba no se puede deducir
del fin de la investigación que se haya propuesto el científico, por otro lado, la
aceptación racional de un estándar requiere que se evalúen los costos de dos tipos de
error que sus medios puedan cometer. Estos dos tipos de errores son: los positivos
falsos y los negativos falsos.
Se tiene que la elección de qué tan exigente o laxo tenga que ser un estándar de
prueba depende enteramente del sujeto, de su cálculo y actitud particular en mayor
medida. Esto determinará qué medios utilizar y cuáles desechar para llevar a cabo su
práctica. La discrepancia metodológica de los científicos se vuelve más complicada si
no sólo atendemos a los fines y los medios, sino a la particularidad de sus elecciones
referentes a los estándares de prueba y a la aceptación y rechazo de hipótesis.
Pero una consecuencia bastante sorprendente de este análisis es a necesidad de
abandonar la tesis muy tradicional de la teoría de la acción racional, según la cual
podemos predecir que los agentes compartiendo lo mismo fines, y por ello los
mismos medios, siempre van a llegar fácil e inevitablemente aun consenso con
respecto a sus decisiones sobre la evaluación de hipótesis bien probadas. Mi
sugerencia, por el contrario, es que ellos no estarán de acuerdo si, a pesar de
sus fines y medios compartidos, otorgan diferentes costos o pesos a los errores
posibles.2

Sin embargo, parece quedar un poco oscuro en lo que consiste la racionalidad


científica. Por un lado de habló de la elección de medios y fines y, por otro, de los
cálculos de errores que determinados medios y en función de los cuales se da la
elección de determinadas creencias como hipótesis. Se tienen dos tipos de elecciones
dentro de la práctica científica que atañen directamente al sujeto, pero propiamente no
se propuso otra comprensión de racionalidad científica que como racionalidad
instrumental.
Jesus Monsterín, a propósito de la racionalidad científica la distingue del
racionalismo. El racionalismo es la confianza en la infalibilidad de la razón, en las

2 Larry Laudan, “Algunas situaciones donde el sujeto tiene un papel indispensable en la investigación racional”, en
F. Broncano y A.R. Pérez Ransanz, La ciencia y sus sujetos: ¿Quiénes hacen la ciencia en el siglo XXI?,
México, Editorial UNAM y Siglo XXI, 2009, P. 31.
intuiciones e ideas claras y distintas, cabe destacar que razón en el contexto moderno
es la identificación y reducción de nous, dianoia y logos bajo el único concepto de ratio.
Mientas que la racionalidad científica es descrita como una actitud de desconfianza
hacia las ideas, teorías e hipótesis, es la actitud y el compromiso de contrastar
elaboradas teorías científicas con la realidad.” Esta gran empresa de racionalidad
teórica colectiva que es la ciencia tiene ciertas características propias que la distinguen
claramente de las ideologías e idearios tradicionales, tales como la consistencia, la
objetividad, la provisionalidad, el progreso y la universalidad.” 3 Describiremos
brevemente estos elementos que distinguen a la racionalidad científica.
• Consistencia: Dentro de la ciencia, el hecho de que hayan dos teorías
distintas frente a un determinado fenómeno parece ser problemático. Y,
aún, dentro de las mismas teorías se cuida en suma que no haya
contradicciones internas, incoherencias e inconsistencias. La ciencia
avanza tratando de llevar a la convergencia diversas teorías, en palabras
del autor: “La convergencia o consiliencia es un requisito de coherencia y
un síntoma de acierto. La divergencia o incompatibilidad de los resultados
es inaceptable. Esa in aceptabilidad y ese rechazo de la contradicción son
típicos y peculiares de la racionalidad científica.” 4
• Objetividad: Si bien, muchas de las teorías científicas se comportan en
un primer momento como representaciones subjetivas acerca del mundo,
es el requisito de que puedan contrastarse con los hechos lo que las dota
de cientificidad. En la valoración de hipótesis y teorías no cabe un
parámetro subjetivo referente a las emociones que suscitan, el parámetro
debe ser empírico totalmente.
• Provisionalidad: La racionalidad de la ciencia no podría ser si avanzara a
partir de dogmas o prejuicios. El carácter de sus teorías es falible. Lo que
caracteriza a la ciencia es su capacidad de actualizarse y hasta
traicionarse en función de nuevos datos y nuevos hechos.
• Progreso: En especial Jesús Monsterín es partidario del progreso
acumulativo en las ciencias empíricas. Lo que dota de racionalidad a la
ciencia es el carácter comunicativo y abierto que tienen determinadas

3 Jesús Monsterín, Lo mejor posible: racionalidad y acción humana, Madrid, editorial Alianza, 2008, P. 141.
4 Ibíd. P. 142.
teorías para complementarse entre sí. Describiendo el trabajo de la física
afirma que su situación teórica actual es caracterizada por la interacción
entre un modelo estándar y una nube de hipótesis especulativo que lo
rodea. El modelo estándar está bien fundamentado en la observación y en
los datos empíricos, mientras que las distintas hipótesis se intentan
comprobar y comparar con el modelo estándar para saber en qué medida
lo alimentan o contradicen.
• Universalidad: Junto con el carácter abierto de las teorías científicas, se
encuentra la pluralidad de metodologías en las distintas ciencias y su
capacidad de internacionalizarse. Lo anterior con el fin de no entender la
universalidad como universalidad del método. “ «El» método científico
universal no existe. La racionalidad científica es algo más general, que nos
guía en la búsqueda de métodos científicos adecuados a cada área del
5
conocimiento” La universalidad debe entender como aquella capacidad
de la ciencia de salir, de ir en contra, de los prejuicios regionales o
culturales. Lo cual atentaría también con la idea de que la ciencia es un
producto meramente occidental y cristiano, evidencia hay en contra, según
Monsterín, por la amplia variedad de sujetos que intervienen directamente
en el trabajo científico.
Finalmente, tenemos dos perspectivas acerca de la racionalidad científica. Una
más específica que la otra pero que no deja de inscribirse en el modelo de racionalidad
que plantea Jesús Monsterín y, según él, dirige las prácticas y producciones teóricas de
todos los países. Avanzamos tal vez poco en la comprensión de racionalidad científica,
pues ha faltado un análisis más puntual mediante el cual podamos dilucidar la mejor
forma, la más racional, de tomar decisiones, de optar por una hipótesis más que por
otra. Sin duda la racionalidad científica expuesta según Jesús Monsterín muestra la
perspectiva ideal de la práctica científica, mientras que la caracterización de
racionalidad científica como racionalidad instrumental parece más realista sin que, por
ello, se contradigan los presupuestos de Monsterín.

5 Ibíd. P. 151.
Bibliografía

• Broncano Fernando y Pérez Ransanz Ana Rosa, La ciencia


y sus sujetos: ¿Quiénes hacen la ciencia en el siglo XXI?,
México, Editorial UNAM y Siglo XXI, 2009.

• Monsterín Jesús, Epistemología y racionalidad, Lima,


Universidad inca Garcilaso de la Vega, 1999.

• Monsterín Jesús, Lo mejor posible: racionalidad y acción


humana, Madrid, Alianza editorial, 2008.

Вам также может понравиться