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Enero 2019
Benjamín a; comienzo de las sesiones lloraba durante la duración de las mismas, en la actualidad
toma de la mano a la terapeuta para ingresar.
Durante el juego, manipula los objetos emitiendo sonidos. No realiza vocalizaciones con intensión
comunicativa, el sonido acompaña su acción.
No tiene contacto visual, no responde al nombre. Mantiene una sonrisa, que no tiene relación con lo
social ni con la tarea que realiza.
Los juguetes le gustan, toma los cubos y hace torres, con los autitos los va sacando de la caja uno por
uno y los pone en fila, elige uno, lo mantiene en la otra mano, mientras vacía la caja. Luego guarda el
resto y desplaza el elegido por distintas superficies, juega en la silla como si fuera una rampa, y se
recuesta mientras lo desplaza.
Cuando se cansa, deambula, mira por la ventana, siempre con una sonrisa.
No convoca al adulto al juego, ni sigue el juego del adulto si este interfiere en el.
Imita la acción de la terapeuta en ocasiones, que no repite más de 2 o 3 veces, luego sigue solo la
acción.
No existe lenguaje oral, solo emite vocalizaciones. Su mirada está puesta en lo que hace, cuando se
cansa, deambula tocando lo que se le cruza, con una sonrisa, sin fijar la mirada en nada en
particular.
Mira las cajas de juguetes que están sobre un mueble cuando no quiere lo que se le ofrece. En
relaciona su edad cronológica, Benjamín posee un retraso del lenguaje expresivo y comprensivo. A
nivel conductual, cortos periodos de atención, no hace contacto visual cuando se le habla.
Por lo expuesto, Benjamín debe continuar con el tratamiento con una frecuencia de dos sesiones
semanales, con el objetivo de