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7 65
MEDARD KEHL
K34

CONTE,MPLÓ DIOS TODA SU OBRA


Y ESTABA MUY BIEN
UNA T'EOLOGÍA
DE LA CRL,ACIÓN

Con la colaboración dc
HeNs-Drsrrn Mur,scrlr.r¿n
y Mrcllenr Sruvsnxlcn

taducción de
MancreNo VrrlaNuBve Seles

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Herder
INTRODUCCIÓN

I. Le ruNcróN DE LA rporocÍe cRrsrrANA DE LA cRpecróN

La doctrina sobre la creación se sitúa de ordinario (en conexión


con los llamados "prolegómenos" de la dogmática) en el inicio de
los diferentes tratados dogmáticos. Esta circunstancia está obvia-
mente vinculada al credo cristiano, ya que la teología de la crea-
ción tiene encomendadalatarea de exponer de una manera meto-
dológicamente ordenada el primer artículo del credo, en el que
la Iglesia, y auna con ella todos y cadauno de los creyentes, con-
fiesa:
"Creo en Dios, padre todopoderoso, creador del cielo y de
la tierrarr.

1) En este primer enunciado del credo apostólico (y también del


niceno-constantinopolitano, véase infra),no sólo se expone la con-
cepción abierta del Dios de la fe con Israel y de fun-
-compartida
damental importanciapara el diálogo con las religiones y las filo-
sofías de los pueblos-, sino también su concep ción global d.e la
realidad: nuestro universo debe ser entendido, en su conjunto y
en cada uno de sus detalles, desde la relación con Dios, que actúa
creadoramente y que le presta existencia y sentido.l Éste es el fun-

1. Se menciona a continuación una selección de estos nuevos enfoques gene-


Ahn y otros, "Schópfer /
rales o visiones globales de la teología de la crcación: G.
Schópfung", enTbeologische Realenzyblopádie 30, Berlín y otros, 1999, págs.

-27 -
Introdwcción I. La función de la teología cristiana de la creación

damento sobre el que se elevan todas las restantes afirmacioncs de lación".2 Y esto significa que hablar del creador y de la creación
la fe acerca de Dios y del mundo. no es sólo objeto de la interpretación mítica del mundo en casi
2) Teniendo en cuenta que la Iglesia considera esta «concep- todas las tradiciones religiosas de los pueblos; ni es tampoco úni-
ción básica" de Dios y del mundo como una confesión de sr fe y camente objeto de la reflexión cósmico-filosófica antelapregun-
la sitúa en el inicio de su credo, es evidente que la teología de la ta acerca del fundamento último oculto y el origen del mundo
creación debe ser tratadacomo <<una parte de la tcología de la reve- ("¿Por qué hay algo y no más bien nada?"); es también, y sobre
todo, un objeto importante delafe cristiana en el Dios que se reve-
250-355; L. M. Armen dáriz, Hombre y mundo a la lwz del Creador, Maclrid, la y se comunica a sí mismo.s Y esto significa que la creación es
'V/elt Gotte s Scbópfwng. Kleine Katholiscbe Dogtnatik, vol.
2001; J. Aucr, D¿lc -
III/I,dir.porJ.AueryJ.Ratzingcr),Ratisbona, 1975;K.Barth,Diekirchlicbe
D o gmat ik, III / l, Zúrich, 197 0; O. B ay cr, S cb ópf un g als A nr e d e. Z u in er H er-
e
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meneutib dar SchApfung,'Iubinga, 1986; M. Bielcr, Freibeit als Gabe . Ein schóp- l¡tstoria de la salvación, Madrid, Cristiandad, 1969 y ss.). §7. Pannenberg,
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Schopfer der'WeLt. Dogmatik des christlicben Glaubens, vol. 1, Tubinga,31.987; - und die Zukwnft der Scbópfung. Bei-
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(dirs.), Gorr, der Kosmos und die Freibeit, tWurzburgo, 1996; A. Ganoczy, Der lrurgo de Br. y otros, 1998; J. Ratzinger, Im Anfang schwf Gott. Vier Pred.igten
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ma im Umbru6[», cn Tbcologische Rertue 97 (2001), págs. 177-lc)6; H.-J. Hóhn, Ittng und das Seufzen der Kreatwr, \Weilheim-Bierbronnen, 1992; id., Schópfwng
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't
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520A2;G. L. Müller, Katboliscbe Dogmatik, Friburgo de Br. y otros,3199B, págs. 2. K. Rahner, "[,[¡lsi¡ung,,, en D er M enscb in der Scb ópfwng, op. cit., pág. 41.
156-223 (trad. cspañola; Dogmática, Barcelona, Herder, 1998, págs. 157-223); 3. Así, por ejemplo, G. L. Müller califica a la creación de "autorrevelación
Mysterium salutis (dir. porJ. Feiner y M. Lohrcr), vol. II, Einsiedeln y otr()s, ,
'rigirr:rria", en id., Dogmátictt, op. cit.,pág. 118.

lo
-28-
Introducción II. Retos específicos de la teología de la creación hoy

parre constitutiva dela bistoria de la sahtación y no un presuPuesto sigue siendo siempre, por consiguiente, elpunto de conexión pre-
,i-pl"*".rte «natural» accesible al conocimiento racional de esta ferido parala contraposición (a menudo controvertida) con las
historia. Es parte esencial de aquella historia que Dios inició en concepciones de Dios y del mundo extracristianas, por ejemplo,
Abrahán con su pueblo para bendición del mundo entero, que hoy en día con las ecológicas o las científico-naturales, o tam-
en Jesucristo llegó definitivamenre al bien y que algún día alcan- bién con las interpretaciones religioso-"místico-naturales,, corno
zará su consumación plena en el reino de Dios' De ahí que, en las de la "New Age,,, las esotéricas, etcétera.

general, en la teolog ía actual se considere a la creación , con razón, El segundo polo del arco de tensión en ei que se mueve la fe
aoao <<apertura de la salvaci[¡¡,,4 como'origen permanente de la cristiana en la creación habla de la experiencia de fe específica de
salvaciónr,s como <<pre-supuesto dela alianza",u justamente como la acción salvífica de Dios en la historia de su pueblo. Es aquí don-
1¿ ,.primicia del don" del amor de Dios.
de se manifiesta la singularidad del discurso cristiano sobre la crea-
3) En esta asignación del lugar teológico se perfila wa tensión ción frente a todas las restantes modalidades de interpretación del
caracrerísrica que impregna toda la doctrina de la creación: debe mundo. Con su lenguaje sobre la creación como el don funda-
analizarse, en efecto, la relación entre la interpretación religiosa mental del Dios trino que se comunica a sí mismo en la historia,
wnioersal de la realidad, en determinadas condiciones accesible a ]a fe establece el criterio decisivo de lo que es, en definitiva, con-

todos (eluniverso como obra de un poder creador trascendente), ciliable, o no, corl esta concepción de la creación. Es aquí, pues,
por un lado, ¡ por otro lado, la experiencia especial de la salvación donde, respetando todas las posibles perspectivas análogas o con-
áel pueblo particular de Dios (el universo como obra de Yahve¡, vergentes, debe acentuarse tarnbién esta divergencia máxima en
Dios de Israel y Padre de Jesucristo), de tal modo que ambos aspec- la concepción de Dios y del mundo, si no se quiere que la fe en la
tos sean adecuadamente valorados y mediados entre sí' creacíón pierda su perfil cristiano.
En 1o concernienre alprimer polo de esta relación,la fe cris-
tiana en la creación ha intentado desde el primer momento recu-
rrir, como punto de arranque, al amplio campo de las interpreta- II. Rrros ESpECÍFrcos DE LA TEoLocíA DE LA cnpecróN rroy
ciones .eligiosas y filosóficas del universo e integrar en la fe cristina,
en la mayor rnedida posible, la herencia enrera de la historia de las 1,. La imagen evolutiva del cosmos
religiones y de la filosofía clásica.7 La fe en la creación ha sido y
Desde el siglo xrx, la fe cristiana en la creación está enfrentada
pesar y por encima de las numerosas aclaraciones llevadas a
-a
4. L. Scheffczyk, Schópfung als Heilseróffnwng, op. cit'
5. Así en Mysterium salutis, vol.11; "Die Heilsgeschichte vor christus", o/.
cabo- al reto lanzado por el pensamiento evolutivo de las cien-
cit., pág. 440. cias naturales. Pero conviene dejar absolutamente claro, ya desde
6. Ibid.,píg.441. el prirner Íromento, que para una teología cristiana seria, este
7. Cuanáo en este libro hablamos de .fe en la creación", la expresión sirve
desafío no se sitúa ¿llí donde propone plantearlo el llamado
para designar, con fórmula resumida, la fe cristiana en Dios como creador dcl
ucreacionismorr. Se entiende por ..creacionismo" una concepción
Lrrrldo. Esta fe llerra implícita la interpretación creycnte del mundo como crca-
ción/criatura de Dios. propugnada (a menudo con acentos agresivos) por numerosas

-30- -31 -
d&t

Introducción II. Retos específicos de la teología de la creación hoy

comunidades protestantes fundamentalistas, sobre todo de Esta- perspectivas tienen su razón de ser y ambas pueden completarse
dos Unidos, según la cual Dios habría creado al hombre (hace y cnriquecerse mutuamente.e
aproximadamente 1O OOO años) mediante una intervención direc- Si, con todo, ya en la Introducción aludimos al tema del "evo-
ta y prácticamente con su forma actual. Los "creacionistas,' re- lucionismo)> como especial desafío alafe en la creación, aquí hay
chazan como no suficientemente comprobada o simplemente un solo punto en debatc, a sabcr, cl del encumbramiento, hoy en
ignoran y silencian la teoría científico-natural de la evolución, día muy frecuente, de la teoría dc la evolución a visión o interpre-
iniciada por Darwin y desde entonces sólidamente fundamenta- tación global total del universo. Y se incurre en esta extralimita-
da por la paleontología, la cosmología física y la antropología ción siempre que (de manera explícita o implícita) se pretende que
biológica.8 Esta teoría sería, en efecto, inconciliable, según los la teoría de la cvolución es la única interpretación válida de nucs-
<<creacionistas>> con la exposición bíblica del origen del mundo y tra realidad total, porque está fundamentada cn las ciencias natu-
del hombre. rales y es, por consiguientc, plcnamente suficiente, hasta el punto
Es cierto que si una manera típicamente fundamentalis- de hacer superfluas todas las rcstantcs explicaciones filosóficas o
-de
ta- se sitúan ambos modelos de explicación en el mismo nivel rcligiosas. En cste proceso pueden distinguirse hoy día dos ten-
empírico, es decir, si se leen los relatos bíblicos y los salmos de dencias: primero la explicación espiritual, basada en una religiosi-
la creación como descripciones de hechos históricos, entonces la dad natural, dc la evolución, y segundo su interpretación reduc-
doctrina evolucionista de las ciencias naturales ylafe bíblica pa- cionista materialista.
recen excluirse mutuamente. Pero la teología católica ha supera-
do, desde hace más de cincuenta años, este estadio de la discu-
sión. Acepta común acuerdo con la teología de las grandes a) La eoolución con1.o "dogma, de wna nurua mística
-de
Iglesias ortodoxas y reformadas- la diferencia radical de los de la naturaleza
planteamientos de ambas perspectivas. De donde se sigue que
ambas son perfectamente compatibles: las ciencias empíricas in- Desde la perspectiva de las cier-rcias naturales se recurrc cn la actua-
tentan explicar con exactitud la interconexión y la relación inma- lidad de buen grado (sobre todo en el contcxto de la "New Age"
nente de los fenómenos que investigan. La fe religiosa, por su o de movimientos neo-gnósticos parecidos) a ideas del panteísmo
parte, se esfuerza por comPrender estos mismos fenómenos de moderno (por ejemplo de Giordano Bruno, Jakob Bóhme, Baruch
nuestro universo en conexión con el origen y con el fin trascen- de Spinoza), para armonizarlas con los últimos descubrimientos de
dente y generador del sentido de todas las cosas, iustamente con las pcrtincntes rarnas científicas. Debería así serlcs posible
cierto modo como contrapeso humano frente al nivcl dc reflcxión
-en
Dios como creador y consumador del mundo. En el marco de
una interpretación humana del cosmos, en la que se incluye el altamente formalizado dentro de las ciencias naturales- a los hom-
hombre total con sus posibilidades de conocimiento, ambas bres dc nuestro tiempo (y sobre todo a los científicos mismos)

8. Véasc H. Küng, Der Anfang aller Dinge. Naturzaissenschaft und Re li- 9. Véase también la Quinta parte A: ol-a fe en la crcación y las ciencras natu-
gioz, Múnich, 2005, págs. 1A2-11.2. ralesr,. ,
'
-32- -33 -
Introd,wcción
II. Retos específicos de la teología de la creación hoy

mente que Dios es cl creador del mundo, pero sí el Espíritu del


llegar a una visión del mundo unitaria y espiritual abarcadora de LJniverso.ll
todo.
traerán aquí, a título de ejemplo, dos citas de científicos
Se
Scgún esta interpretación del cosmos, Dios y el mundo evoluti-
conocidos. La primera de Fritjof Capra;
vo son, en el fondo último de su ser, de una sola y misma natura-
lcza. Dios, o respectiyamente 1o divino, actúa en el cosmos como
Si se amplía este pensamiento [es decir, el teórico sistemático]
al universo como un todo, no parece yairrazonable la hipóte-
.cnergía vital" que todo lo anima y vivifica, como «espíriru» del
sis de que todas sus estructuras las partículas subató- trniverso, como ..alma del mundo", como fuerza de la «autoorga-
-desde rizaciín, evolutiva inmanente al cosmos total, que se manifiesta
micas hasta las galaxias, y desde las bacterias hasta los hombres-
son manifestaciones de la dinámica de autoorgantzación del uni- y se despliega en su evolución. Se espiritualiza así y se mistifica
verso que antes hemos identificado con el espíritu cósmico. Pero cl acontecer natural de la evolución. Lo divino adorado en las reli-
se trata de una visión que rozala mística. La única diferencia con- giones quedaría, por el contrario, totalmente <<cosmotizadorr, es
siste en que los místicos conceden una gran importancia a la expe- decir, plenamente entretejido, como dinámica vital universal, en
riencia inmediata dc la conciencia cósmica, quc dcsborda el plan- clproceso evolutivo del cosmos, más aún, identificado con é1.
teamiento puramente científico. Con todo, ambos caminos Iln virtud de su plena inmanencia en el mundo, 1o divino queda-
parecen perfectamente conciliables. La visión de la naturalcza
ría privado de su trascendencia eficaz frente al mundo y, por tan-
fundamentada en la doctrina sistemática parece ceder definiti-
to, de su dignidad personal como su creador. Dios, en cuanto ele-
vamente ante un marco científico lógico dentro del cual es posi-
rrrento constitutivo de este mundo, justamente como su ..esPíritu"
ble dedicarse a las preguntas primigenias acerca de la naturale-
za dela vida, del espíritu, de la conciencia y de la materia.l0 propio, ya no se distingue del cosmos de tal manera que pueda ser
al mismo tiempo su creador y salvador en el sentido bíblico de la
palabra.l2
Y, en términos enteramente parecidos, Erich Jantsch:
Estas ideas presentan básicamente una variante
-enriquecida
En la autotrascendencia, en la apertura de nuevos niveles de au- con la teoría científica natural de la evolución- del panteísmo
tóorganización nuevos niveles espirituales- la conciencia genuinamente moderno de Spinoza (1632-1,677). Según é1, sólo
-de
adquiere una orquestación cada vez rlr'ás rica. Coincide, en la puede haber una sustancia, a saber, la divina, que se identifica con
infinitud, con Io divino. Pero 1o divino no se manifiesta de for-
ma corporal ni de alguna otra manera acuñada, sino en la diná- 21984, págs.
1 1. E. Jantsch, Die Selbstorganisation des Unioersums, Múnich,
mica evolutiva global de una realidad de múltiples capas. [...] Y 411s; véase tambiénJ. Hübner, en Theologiscbe Realenzy-
"Evolutionismus>>,
como quiera que a la dinámica de autoorganización de cada sis- klopádie 10, págs. 690-694.
tema la hemos llamado su espíritu, podemos decir no cierta- 12. H. Jonas, Der Gottesbegriff nacb Auscbzaitz, Frankfurt, 1984. En estc
círculo de ideas puede insertarse también la tcología del proceso. Véase R. Fabcr,
Gott alls Poet der Web. Anliegen und Perspektiven der Prozesstbeologie, Darm-
stadt, 2003; id., Prozesstbeologie. Zw ibrer'Wiirdigung und leritischen Ernewe-
10. F. Capra, Wendezeit. Bausteine fiir ein neues Webbild, Berna y Múnich,
71,984, pág.331,. rung,Maguncia, 2000.

-34- -35-
Introd,ucción IL Retos específicos de la teología de la creación hoy

\a naturalcza (Deus sive natura), en el sentido de una naturd ndtu- rnundo con voluntad de explicación universal, es decir, de religión
rrtrns, úna naturalcza que produce ncccsariamente, de sí y por sí sustitutiva.
misma, el universo. Spinoza concede a esre universo así surgido
de ella, abarcador de todas y cada una de las cosas cognoscibles En cl juego nuevamente establecido de los símbolos dcl mundo
(natwra natwrata), una cicrta autonomía frente al fundamento divi- dominantes, la teoría de la evolución desempeña una función
no de todas las cosas inmanente al mundo. Pero desde el punto de central. Se ha convertido cn cl metasímbolo por antonomasia.
vista ontológico, ambos tienen la misma naturaleza divina. Por Aúna los más diversos nuevos enfoques y rcpresenta, por consi-
consiguiente, en estc sistema no puede haber lugar para un crea- guiente, una ruptura radical frentc a la llamada imagen del mun-
dor personal que ha creado dc la nada el universo en libertad.ls do estática pre-moderna. No actúa simplemcnte como teoría
complementaria sino que establece una conexión global total en-
tre la física, la cosmología, la biología y la bioquímica, la anrro-
pología y la epistemología. Reprcsenta, por tanto, en las discu-
b) La eoolwción como pd.rd.digma de una visión del mwndo
siones actuales, un papel poco menos que mítico. En tiempos
m a t erial ista rcd u ccion is t a
pretéritos era el espíritu el que configuraba el gran marco de refe-
rencia de la realidad. Ahora es esre curso evolutivo de cosmos y
Junto a esta variante mística de la doctrina de la evolución existe vida el que mantiene cohesionado el cosmos desde sus orígenes
otra, materialista, mucho más difundida. Tampoco aquí nos inre- hasta su punto final. [...] Se trata de una vida marerial terrenal que
rcsamos por teorías científicamente indiscutidas, y cada vez más expande, al parecer, sus límites desdc sí misma. La trascendencia
consistcntes también desde el punto de vista empírico, sobrc el alcanzauna nueva significación inmanente al mundo. Se rrata de
desarrollo evolutivo del cosmos, de la vida y del hombre.ra Lo úni- autoorganizaciones que se desarrollan y se sostienen a partir de sí
co que discutirnos es el cstatus de interpretación global del uni- mismas y al ez de acuer do con un plan desconocido- se des-
y

pliegan
-t
incesantemente. La "vida, (ahora en singular) pasa a ser
verso, es dccir, de ideología, quc ha conseguido esta teoría en nues-
tro espacio cultural. Este nuevo estatus se caracteriza, entre otras la dinámica fundamental determinante de nuestra realidad, poco
mcnos que maravillosa y, por tanto, religiosamente ambivalente.
cosas, por su tende ncia a reducir la realidad total a ..nada ¡1is» que
Esta teoría dc la evolución, entcndida en el más amplio sentido de
simple autodespliegue de la materia, que debe ser entendida como
la palabra, tiene rasgos cuasi míticos, incluso religiosos; cumple la
magnitud física, biológica, bioquímica o biogenética.La mera no
función no sólo de una explicación científica del mundo sino
se sitúa aquí, obviamentc, cn una espiritu e,lización religioso-natu-
también la de un metasímbolo global [...].rs
ral de la matcria, sino en ia materialización atea de todo lo espiri-
tual. Este programa ha conseguido claramente en la etapa moder-
na dc la civilización occidental el rango de una concepción del Su plausibilidad y su elevada aceptación social se basan, según Her-
mann Háring, entre otras cosas, en que por un lado puede, al pare-
13. E. Ticfensee, "Pantl.reismus>>, en Lexikon für Tbeologie und Kirchet 7,
pígs.1318s. 15. H. Háring, "Schópfungstheologie - ein Thcma im Umbruch", enTheo-
14. R. Koltcrmann (dir.), Unioersum Mcnscb - Gott,Graz., 1997. logiscbe Reoue 97 (2001), págs.177-196; la cita enpág.192.

-36- -37 -
Introducción
II. Retos específicos de la teología de la creación boy

cer, integrar sin violencia las incesantemente renovadas teorías


nrcnéutica de la naturaleza, típicamente huhana, volcada en la ex-
científicas (por ejempl o) acerca del origen, la evolución y el fin del
¡rlicación del sentido. Ahora bien, esta hermenéutica desborda la
cosmos y también acerca de la vida o, recientemente, de la rela-
,rrctodología estrictamente científico-natural, únicamente intere-
ción entre espíritu y cerebro); y en que prerende, por otro lado,
s,rda por una explicación funcional de las interconexiones de la na-
ser capaz de explicar totalmente otros fenómenos tradicionalmente
Írraleza,y no puede, por consiguiente, deducirse de ninguna ma-
reservados, como puramente humanos, a las llamadas ciencias del
ncra de forma convincente a partir del conocimiento de estas
espíritu, que desbordan el ámbito esrricro de las ciencias narura-
interconexiones. Entran aquí en juego opciones de tipo más bien
les (en el marco, por ejemplo, de una teoríadel conocimiento evo-
lilosófico e ideológico ¡ más en particular, el naturalismo.l6
lutiva, de una ética evolutiva, de un darwinismo sociológico, de
una teoría fisiocerebral sobre el origen de lo religioso, etcétera).
Se presenta así como la única concepción del mundo para nuestro
c) Desafío y oportunidad
tiempo, que vincula natúraleza, hombre y sociedad y los aúna en
una unidad comprensible. Su fascinación se refuerzanotablemente
Esta explicación naturalista del universo sitúa hoy día ala fe cris-
por el hecho de que, en cuanto historia de la naturaleza,la cultu-
tiana en la creación frente a un extraordinario desafío. La inevita-
ray la sociedad, suscita un palpitante interés y puede aportar
ble controversia se desarrolla en tres niveles diferentes, aunque
muchos ejemplos esclarecedores.
estrechamente vinculados entre sí.
Las dos versiones aquí presentadas de una doctrina de la evo-
Primero, allí donde frente a una explicación del cosmos redwc-
lución con pretensiones ideológicas no carecen, por supuesto, de
cionista se señala 7a apertwra básica de los fenómenos comproba-
mutuas vinculaciones. A pesar de sus contradicciones, parecen
dos por las ciencias naturales a una perspectiva religiosa del mun-
condicionarse mutuamente. Por un lado, en efecto, las ciencias na-
do y de la na¡sraleza; segundo, allí donde el interés que guía el
turales parecen haber puesto a contribución todos los recursos de
conocimiento tiende hacia una rnedi.ación metodológicamente lim-
su capacidad intelectiva para destruir la dignidad singular del
pia mediación que debe ser aportada por una buena filoso-
hombre como persona, como ser capacitado para el conocimiento -una
fía natural- entre la visión del mundo científica y la religiosa; y
de la verdad y para las decisiones libres y ,rnaturalizarlo, total y
tercero, en fin, en la tentatiya por aceptar en la fe en la creación los
plenamente, es decir, para introducirlo en el proceso evolutivo, de
elementos compatibles de la concepción evolutiva del mundo, de
creciente complejidad, de la materia. Por otro lado,
"e¡¡iquecen>> tal modo que esta fe reciba nuevos acentos, los cuales no amena-
con creciente contenido metafísico a la naturaleza,lamateria y su
zan su identidad y la hacen más comprensible para los hombres
poder evolutivo. Es decir, se hace retroceder cadayez más todo el
de nuestro tiempo y su concepción del cosmos dominada por el
"potencial de sentido" de que el hombre dispone en sus acciones, pensamiento científico -natural.17 Teilhard de Chardin (Christus
todas las metas y todos los ob;'etivos lógicos que pueden observar-
se en él para situarlos en la potencia de la naturaleza inorgánica y
orgánica. Pero para ..comprender» esta nat:uraleza tan impregna- 16. H.-D. Mutschler, "Fchlschlüsse des Naturalismus>>, en Herder Korres-
pondenz 58 (2004), págs.529-532.
da de sentido y su evolución se recurre abiertamente a una ..her-
17. Yéase Quinta parte A: "La fe en la creación y las ciencias naturales>>.

-38- -39 -
Introducción II. Retos específicos de la teología de la creación boy

eaolutor), Karl Rahner (aurorrascendencia de lo creado) y algunos cxiste la razónhumana y la libertad y, aunacon ello, la posibilidad
teólogos vinculados a la teología del proceso (en conexión con la conocer el senddo de la totalidad, su de dónde yhaciadónde, y de
,.lc
filosofía del proceso de Alfred North \Thitehead) han asumido de ,rceptar conscientemente la responsabilidad por nuestra tierra.
forma consciente y deliberada esre rercer planteamiento. El Con- No mantendremos, por supuesto, en las páginas que siguen,
cilio Vaticano II lo ha confirmado implíciramenre: ..La humani- tun diálogo permanenre con la concepción evolutiva del mundo de
dad pasa así de una concepción más bien estática de Ia realidad a nuestro tiempo, pero esta concepción estará siempre presente como
otra más dinámica y evolutiva; de donde surge un nueyo conjunto tlesafiante telón de fondo. Cuanro mejor consigan la filosofía y la
de problemas que exigen nueyos análisis y nuevas síntesisr, (Gaw- tcología esclarecer, con ayuda dela intuición cotidiana de libertad
dium et Spes [GS] 5).18 clue ningunateoría científica puede ignorar en la discusión, el sen-
En esta línea conciliar, la mejor manera que se le ofrece a la teo- tido humano de la fe en la creación, ranto mejor Tograráesta fe pre-
logía cristiana de la creación para abordar el mencionado desafío sentarsc de nuevo ante nuestros contemporáneos como alterna-
es situar en el centro de su argumenración el factor dela libertad y tiva creíble al naturalisrno. En ,"riido, la inquebrantable
de la liberación en la acción creadora de Dios, puestas por Dios "rr"
rpuesta de la fe en la creaci ón a favor de la libertad como el más
mismo en la realidad creada. La razón es clara: sólo porque en el íntimo y más profundo
"principio de consrrucción" de la realidad
origen del mundo, en su permanente conservación y en su evolu- puede contribuir hoy a que la concepción evolutiva del universo
ción, cada vez más compleja, entra en acción, en lo más íntimo y no degenere alargo plazo enuna nueva ideología ..totalitaria» que
profundo, una dinámica desbordanre, con libertad creadora se proponga abarcarlo y dominarlo rodo, lo que la convertiría en
el sentido genuino de la palabra; esro es, una libertad que no se
-tn
inhumana.
disuelve en leyes estructurales inmanentes a la naturalezanien pro-
cesos de attoorganización, sino que los posibilita y los libera-,
sólo por eso existe este universo; existe la..energía, capazde orga- 2. La imagen deísta de Dios
nizarse a sí misma y desarrollarsc en el ámbito de la materi a, dela
vida y dcl espíritu; existe la evolución hacia 1o nuerro indeducible; En el siglo xvr surgió una segwnda concepción del mundo, amplia-
mente aceptada también en nuestros días en círculos culturales
como religión racional ilustrada: e7 deísmo.1e Aquí (y contraria-
18. Ofrcce una buena visión general sobre la relación entre las ciencias
mente a la concepción de una religiosidad natural del mundo antes
naturales y la teología de la crcación I. G. Barbour, Wissenschaft und Glaube , Go-
mencionada) Dios no se
tinga,2003; véase también sobrc csra mareria G. Fuchs y H. Kcssler (dirs.), Golr, "diluye» en el proceso cósmico, sino que,
der Kosmos und die Freibeit. Biologie, Philosopbie und Tbeologie im Gesprách, a causa de una trascendencia absolutamente intocable, es su inma-
op. cit.; A. Ganocz¡ P. Sittc y M. Vogt,
"Evolution, Evolutionism.¡1s,,, sn Lexi- nencia la que se diluye en el mundo. Como «arquitecro universal,,
kon filr Tbeologie und Kircbe3 3, págs. 1069-1072; K. Schmitz-Moormann (dir.),
primordial, Dios pone en movimiento el mecanismo de relo;'ería
Neue Ansátze zum Dialog zzaischen Naturwissenschaft und Theologie, Dussel-
d,orf ,1992; id., Materie * Leben - Geist. Evolution ats Scbópfung Gottes,Magun-
cia, 1997; H. Küng, Der Anfang aller Dinge. Naturwissenscbaft und Religion, 19. M. Kessler, .Dcismus', cn Lexikon Tbeologie und Kircbe3 3, págs.
op. cit.
für
60-62.

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{

Introducción II. Retos específicos de la teología de la creación boy

del mundo y dejaque a continuación siga funcionando por sí mis- estrella de otra, etcétera, no se le puede llamar Dios en el pleno
mo. Dios es necesario, a 1o sumo, en el senddo de Immanuel Kant, sentido filosófico de la palabra. Este poder ya no es tampoco la
como postulado dela ética, es decir, como garante último de la plenitud infinita de ser, de bien, de verdad y de belleza sino, en
coincidencia entre moralidad y felicidad al final de la historia (indi- principio, un ser o una esencia que se distingue, más aún, que se
vidual y universal). Esta imagen filosófica de Dios lleva a una radi- deslinda, se delimita frente a todo lo resrante al modo como las
cal separación entre Dios y el mundo; la acción creadora divina se cosas creadas del cosmos. Y en nada modifica esta situación el
limita al principio y al fin del mundo. Pero queda categóricamen- hecho de que se conciba este poder como la culminación suprema
te excluida una intervención intramundana permanente, una pre- de todo lo humanamente imaginable: en el fondo último se mue-
sencia creadora y salvadora de Dios en la creación. Dios es empu- ve en el mismo nivel que todo lo finito, que sólo encuenrra su iden-
jado hacia un puro Más Allá, de modo que queda alavez resuelto tidad a través de la diferenciay la delimitación frente a los orros.
por anticipado el problema de la teodicea. Con mirada retrospectiva sobre los dos grandes desafíos an-
Pero por este camino en contra de la intención origina- tes expuestos, podemos constatar que tanto en el modelo de la re-
-y aquella verdadera trascendencia
ria- queda también destruida ligiosidad natural como en el deísta el concepto de Dios de la
propid sólo deDios. Pues, en efecto, un Dios que crea un mundo que gran tradición filosófica y teológica pierde su senrido preciso, a
(al modo como ocurre con la obra de un artesano o de un artista saber, que de Dios sólo se puede hablar de manera adecuada
humano) es exterior a é1, como algo absolutamente diferente, es cuando se tienen en cuenta y se mantienen, por un lado, la sin-
decir, como simple resultado de su acción y a 1o que él mismo per- gular diferencia entre Dios y el mundo y también, por orro lado,
manece absolutamente ajeno, queda limitado por ese mismo ..en- la singular referencia entre ambos. A lo largo de nuesrro estudio
frente» del mundo. ¿Por qué? Porque este Dios encuentra un lí- se irá mostrando con creciente claridad que sólo la concepción
mite en ese objeto ..mundo, creado por é1, pero separado de é1: trinitaria de Dios hace esta paradoja de tal modo comprensible
Dios y cosmos se enfrentan (en este modelo conceptual) como que no es necesario eliminar o diluir ninguno de sus dos elemen-
causa y efecto, como el artista y su obra, como sujeto y objeto. tos constitutivos.20
Aquí Dios - allá elcosmos. Son, el uno para el otro, "realidades" o En la pregunta decisiva de la teología dela creación: ¿qué acti-
..situaciones, claramente des-lindadas entre sí ¡ por consiguien- tud tienes frente ala oración?, se muestra de manera muy concre-
te, también claramente de-limitadas, es decir que se relacionan ta la profunda repercusión de una concepción de Dios que niega
entre sí al modo como se relacionan las distintas cosas del universo. o bien la absoluta trascendencia de Dios frente al mundo o su per-
Aquí radica el error conceptual del deísmo: no cabe imaginar manente presencia en el mundo. De hecho, una oración verdade-
de una manera coherente la singular trascendencia de r¿,n creador ra dirigida a un Dios a quien el orante se lo debe todo y de quien
sobre el universo sin incluir en ella su singular relación con este espera Ia salvación para el cosmos en su conjunto y para su uni-
universo y su consiguiente presencia en é1. Pues en efecto, a un verso personal no tiene ningún sentido en ninguna de las dos con-
poder creador que queda limitado por el mundo que él mismo
crea, que existe frente a él y separado de él de un modo análogo
20. Véase la Cuarta parte A: "El "punto esencial" de la fe cristiana en la crea-
a como un hombre está separado de otro, una cosa de otra, una ción: Dios sobre y ala vez en su creación,,.

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Introducción III. Conceptos básicos importantes y enunciatlos doctrinales...

cepciones. Ért, probablemente una de las razones fundamen- 1. La creación como creatio: la acción sólo posible para Dios
"r
tales del distanciamiento que se registra en nuestros días respec-
to de la concepción cristiana de un Dios creador trascendente y a) Crear
alavez inmanente: la creciente incapacidad para orar. En la ora-
ción el hombre debería reconocerse como criatura totalmente dis- El término <<crcar>>, mencionado ya en el primer relato de la crea-
tinta de Dios pero en personal relación con é1, en cuanro ser libre ción del Géncsis (Gn 1,1-2,4a) con el término baráy aplicado
y al mismo tiempo dependiente de é1. Pero la conciencia con- exclusivamente a Dios, significa que Dios llama a la existencia a
temporánea percibe casi siempre esra siruación como inconcilia- todo cuanto hay (en el cielo y en la tierra), que da acadacosa for-
ble con la reclamación de plena autonomía. Como tantas otras ma y figura y le asigna su lugar adecuado en la totalidad. El funda-
yeces, la oración se revela como el eyento crítico y la prueba prác- mento único de la realidad es la voluntad y la palabra de Dios. A
tica de una fe auténticamente cristiana, también, y precisamente, la célebre pregunta introducida por Friedrich Scheiling y Marrin
en el ámbito de la fe en la creación. Heidegger en el diálogo filosófico:
"¿Por qué hay algo y no, más
bien, nada?", la fe en la creación responde: oPorque Dios lo ha lla-
mado a la existencia". Sin esta acción de Dios no habría nada dc
III. CoNcTPToS BÁSICoS IMPoRTANTES Y ENUNCIADoS cuanto constituye nuestro universo. La creación (como creatio,
DOCTRINALES DE LA TEOLOGÍE NS LA CREACIóN como acción creadora) significa, pues: el principio (griego: á.py,í1,
latín: principiwm) fundamenrador de todo cuanro exisre se encuen-
El objetivo de esre tercer apartado de la Introducción es mencio- tra sólo en Dios y en su voluntad libre, expresada en su palabra
nar y explicar brevemente los más importantes conceptos y enun- creadora, a favor del mundo.
ciados docrinales sobre la teología de la creación. En ellos ha como En la terminología actual, emparentada con la teología de la
cristalizadolalargareflexión eclesial acercade la fe en la creación. trascendencia de Rahner, se explica la singwlaridad de esra acción
Aunque estos conceptos y estos enunciados doctrinales irán adqui- creadora de Dios y de su relación con la realidad creada median-
riendo más ricos conrenidos y algunas marizaciones a medida que te su definición como «trascendentalrr.22 Hay cuatro aspectos en
avance nuestra exposición, una sobria aclaración ya al principio esta palabra polisémica que proporcionan aytda en el ámbito de
ayudará a delimitar el rerreno teológicamente posible y razonable la aclaración de conceptos de la teología de la crcación.
de una reflexión eclesialmente responsable sobre la fe en la crea- 1) Se acentúala diferencia radical entre la acción creadora rras-
ción. Estableceremos como principio de articulación la ya men- cendental de Dios inaccesible a nuestros concepros y todas las res-
cionada diferencia fundamental entre creatio y creatura.2l tantes formas de causalidad intramundana categorial conocidas,
es decir, expresables en categorías mentales generalcs, ya sea en
el ámbito de la naturaleza o en el de la libertad humana. La crea-
21. Sobre esta mareria espccialmcnte H. Kessler,
"Schópfung" IV y V, en
Lexikon für Theologie wnd Kircbel 9, págs. 226-236; G. L. Müller, Dogmática,
op. cit., págs. 157-225; \W. Pannenberg, Systematische Theologie,vol.2, op. cit., 22. H. Kesslcr, "Gott, der kosmische Prozcss und die Freiheit", op. c.it., pág.
págs.15-201. 205; id.,Gott und das Leid seiner SchópJ'ung, op. cit., págs. 65-69; 111ss.

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*l

Introdwcción
III. Conceptos básicos importdntes y enwnciad,os doctrinales...

En el curso de nuestras siguientes reflexiones iremos viendo que


ción del mundo por Dios no debe pensarse nunca a modo de un
la experiencia del amor ofrece un lugar de experimentación aún
especial <<caso concreto de una relación causal general entre dos
más adecuado para el concepto cristiano de la creación.
realidades".2r Se trata de una causalidad sui generis.
2) Su singularidad se muestra, en el aspecto formal, en que es
la condición de posibilidad de todo cuanto exisre, sin la que nada
ni nadie puede ser, actuar o causar algo. b) Crear "de la nada" (creatio ex nihilo)
3) En cuanto al contenido, la singularidadconsisre en que sólo a
La fórmula creatio ex nibilo, generalmente admitida desde Ireneo
través de ella puede comprenderselaparadoja de la existencia crea-
de Lyon, precisa aún más el concepto de creación: Dios pone en
da, a saber, que el universo que surge de la acción creadora de Dios,
la existencia a la realidad del mundo en su conjunto, en todas y
por un lado, depende siempre, total y permanentemente, de esta
cada una de sus partes, sin presupuestos previos y bajo todos los
acción y, por otro lado, es precisamenre esta condición de
"reali- dspectos imaginables. No se limita simplemente a modelar, a pal-
dad creada" el fundamento de su auronomíay de su diferencia
frente a Dios. Al contrario de lo que ocurre en la relación de fun- tir de un material previamente dado (la "protomateria>> o <<mate-
damentación y dependencia intramundana, de la relación del mun-
ria primordial"), ni tampoco a partir de su ..sustrrr.i, divi¡a», la
do con Dios puede afirmarse:
forma actual del cosmos, sino que hace surgir la realidad total,
"La dependencia radical y la reali- en su ser y en todas y cadauna de sus formas, en virtud de su pala-
dad auténtica del ser procedente de Dios son magnitudes que
bra, literalmente de ..nadar.
aumentan en proporción directa y no en proporción inversarr.24
En Pablo resuena ya, en el contexto de la esperanza de la resu-
4) El lwgar de la experiencia originaria de esta comprensión se
rrección, esta radicalidad de la acción creadora de Dios: creer sig-
sitúa en lo que Rahner denomina
"experiencia trascendental" del nifica abandonarse plenamente, como Abrahán, padre de los cre-
hombre: a través de la referencia incluida en la
-arreflejamente yentes, ..en Dios, que da vida a los muertos y llama a la existencia
conciencia de todo conocimiento y de toda acción- del espíritu
a lo que no exister, (Rom 4,17). Así como Dios crea sin ningún
humano finito a lo infinito, se le revela este infinito como el ..mis-
terio sacror, el ..fundamento incomprensible" por el que se sabe precedente punto de partida, así también la fe es a menudo un
<<esperar contra toda espera¡2¿" (Rom 4,18), sin ningún punto de
sustentado; y ello de tal forma que precisamente este ser-susten-
tado fundamentador le concede libertad parala aceptación res- apoyo en la realidad experimentada.26
ponsable de su existe ncia.2s [s¡¿ «protoexperiencia" antropológi-
ca puede servir, en general, de modelo de la acción creadora de
Dios o, respectivamente, de la condición de criatura del cosmos.
26. En la Segunda parte A IV "Dios, que transforma el caos en morada de
la vida (Gn 1,7-2,4a),,, analizaremos la posibilidad de conciliar la concepción
23. K. Rahner, Curso fundamental de la fe, Barcelona, Herder, 1979 1620A3),
de trna creatio ex nibilo, surgida en el curso del enfrentamiento con la filosofía
pág.101.
griega c impregnada de metafísica, con los relatos bíblicos del Génesis (la crea-
24. Ibid.,pág.103.
ción como superación del caos primordial).
2s. Ibid.,pág.105.

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Introducción III. Crnceptos básicos importantes y enunciados doctrinales..

c) Crear bajo el dspecto del tiempo 2) La creación ..continua, y la conservación del cosmos
(creatio continwa)
1) La creación "alprincipio" (in principio)
Dios, en cuanto origen del mundo y de cuanto hay en él o en él
Desde Agustín, esta afirmación quiere decir: Dios, al llamar al surge, no pone fin a su acción creadora Ltnayez que el cosmos ha
mundo a la existencia, crea también, alavez, el tiempo, crea las entrado en la existencia. Se daríaaq:uíuna interpretación del con-
cosas con su estructura temporal finita, es decir, con una duración cepto de creación excesiyamente antropológico-mitológica. Cuan-
delimitada por un principio y un punro final. El mundo no surgió do Dios, desde la eternidad, se decide libremente a favor de la crea-
<<en» un tiempo existente antes de la creación (algo así como el ción, se mantiene fiel a ella también en aquella eternidad; siguc
"día
X" del calendario), sino ..con,, el tiempo. También el ticmpo es, al siendo, en virtud de su voluntad y de su acción, el fundamento
igual que el espacio, una criatura de Dios y no un marco previa- permanente sobre el que se apoya todo cuanto en ella sucede y
mente dado para la creación, aunque nosotros inevitablemente lo evoluciona. Sin é1, sin aquella aprobación constantemente repe-
concibamos asi pues nos resulta inimaginable una ..nada, sin tiem- tida de Dios: ..Es bueno que tú, creación, existas>>, el universo y
po y sin espacio. Es, pues, necesario rechazar las erróneas con- todas y cada una de sus criaturas estarían literalmente "sin-fun-
cepciones populares de la noción de creación que surgen una y damento», no podrían subsistir (como no puede subsistir ningu-
otravezi la "creación" no significa simplemente una especie de na vida sin agua y sin luz, ninguna persona sin amor). A lo largo
divino ..cncendido inicial" al principio, algo así como la chispa que de cste tratado se irá percibiendo con creciente claridad que esta
salta del espíritu al mundo mediante la cual se habría producido situación de dependencia..ontológica, permanente del mundo res-
la primera explosión que pone en marcha los procesos restantes. pecto a la voluntad de Dios constantemente otorgada (creatio con-
En virtud de la palabra creadora dc Dios surge ciertamente un cos- tinwa o respectivamente conseroatio mundi) no ponc trabas a la
mos que se inicia y evoluciona en el tiempo; pero esre
"inicio" (que existencia autónoma y a su propia autoevolución, sino que es jus-
debe, sin duda, calcularse con mayor precisión con la ayuda de las tamente la que hace posibles ambas cosas.
ciencias naturales) no se identifica simplemente con la acción creado- A esto viene a sumarse un nuevo aspecto: el permanente sí
ra de Dios como «origen, del mundo. Aquel hacer-surgir creador de Dios al mundo no queda eliminado por el pecado, por el no de
del univcrso por la voluntad y por la palabra de Dios es un acon- la criatura al creador. En la perspectiva bíblica de Ia acción salví-
tecimiento supraempírico que no puede ser, por tanto, reducido al fica de Dios, la creatio continwa es la consecuencia delafidelidad
inicio temporal de la existcncia de nuestro universo. Abarca incondicional de Dios también frente ala creación pecadora, tal
dándola y sustentándola- la existencia total espacio-temporal de
-fun- como la ha prometido en su alianza con Noé (Gn 9,8-17). A par-
nuestro universo desde su punto inicial hasta su instante final.27 El tir de aquí Dios se mantiene como el fundamento perpetua y amo-
concepto de creación incluye, pues, nccesariamente, otros aspectos. rosamente inclinado hacia su creación y, por tanto, como su sopor-
te permanente.
27. M. Scckler, "rü/as hei8t eigentlich "Schópfung" ? ", en Theologiscbe Quar-
talsthriJ't 177 (1997), págs.1tí1 188.

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Introducción
III. Conceptos básicos importantes y enwnciados doctrinales...
3) La providencia del creador (providentia)
de la nada a la existencia y puede también transformarla en <<nue-
va creación,r.28 Pero tiene aquí aplicación aquella sentencia de Agus-
Al poner Dios, al principio, al mundo en la existe ncia y conser-
yarlo en ella, 1o guía alavez ala meta que ha ..previsto,, siempre tín: que te ha creado sin ti, no te justifica sin ti'r.2e
"El
y desde siempre parala creaciónentera y para cadatnade sus cria-
turas: a la comunión plena entre el creador y la creación en el
reino de Dios. Esta acción creadora de Dios orientada a un obje- d) El motivo de la creación (creatio ex amore)
tivo mantiene desde su inicio ala creación en movimiento, con-
cretamente en marcha hacia un futuro que no es una mera extra-
Dios no ha creado el cosmos porque no pudiera dejar de hacer-
polación de sus propias posibilidades de despliegue, sino que lo, es decir, porque se viera forzosamente obligado, en razón de
su esencia, a actuar creadoramente, de acuerdo con el axioma neo-
implica y significa un nueyo don de Dios a esta creación: una autén-
platónico: "El bien se difunde por sí mismo,, (bonwm est dffisi-
tica <.nueva creaciónrr. En ella, y en todas sus dimensiones, alcan-
zará su cumplimiento aquel sí sin reserv as
ztwm sui).30Y se propone como ejemplo el sol. Pero esta compa-
pro-
nunciado por Jesucristo- de la creación-yapreviamente ración, de por sí tan ilustrativa, tropie za con sus límites cuando se
como respuesta a la
palabra creadorade Dios. Sólo entonces ..dominará Dios en rodo trata de poner a salvo \a libertad de la acción creadora de Dios.
y sobre todo" (1 Cor 15,28) y qtedaránsuperados todos los daños Y menos aún crea Dios el mundo porque Ie faltara algo que
necesitaba, por ejemplo, porque le empujara su "soledad>>, o para
provocados por el pecado, el sufrimiento y la muerre.
Por otra parte,la providencia de Dios (su pro-videntia) guía tener un ..enfrente, a quien ama\ o para acrecentar su dominio
al mundo y a todos y cadauno de sus acontecimientos a esta meta
y su gozo y alcanzar por este camino su plenitud . La creación, y
más en concreto la creación personal, tiene, por supuesto, una alta
de tal modo que no sufre menoscabo la autonomía del mundo, y
más en concreto y sobre todo la libertad humana, sino que, por el
significaciónpara Dios: le es querida y valiosa. Pero no porque
pueda llenar una laguna existente en Dios, sino en el sentido de la
contrario, la capacita para el asenrimienro libre. Sólo puede alcan-
zar esta meta en la medida en que coopera libremente con la volun- conocida sentencia de Ireneo: "El hombre viviente es la gloria de
tad divina (concwrsus divinws). Pero no poseemos ninguna certe- Dios,.rr Es decir: Dios llama a todas las cosas a la existencia úni-
ca y puramente por amor al hombre, por su felicidad y su salva-
za acerca de si y cómo se conseguirá, a nivel universal (en el sentido
ción, en la que se gozadesinteresadamente. Por eso, apartir de la fe
de una "reconciliación total de la creaciónr, de rna apokatastasis),
esta conexión de libertad divina y libertad humana. Ért"
bíblica en la creación, toda la tradición está impregnada de la lumi-
uno de
los contenidos de aquella firme ..espe ranza contra toda"resperan-
7¿" (Rom 4,18): en medio de los 2 8. J. Moltma rrn, T h e olo gie r H offn wn g, Múnich, 19 64 19971, págs. 1 1 -3 0.
"padecimienros de la realidad,
d, e 113

(es decir, en la contradicción entre la situación real del mundo y 29. Agustín, Sermo 1,69,1.1.,1.3.
30. K. Kremer, "Dionysius Pseudo-Areopagita oder Gregor von Nazianz?
la meta que Dios le tiene asignada), esta esperan za está también, Zur Herkunft der Formel "Bonum est diffusiyum sui",,, en Theologie und Pbilo-
alavez, henchida de la "pasión por lo posible, (Kierkegaard), es sophie 63 (1 988), págs. 579-585.
decir, por las posibilidades de Dios, que puede llamar a la creación J 1 . "La gloria de Dios es el hombre viviente, pcro la vida del hombre con-
siste en la contemplación de Dios" (Ireneo, Adoersus haereses IY,20,7).

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Introducción IIL Conceptcts básicos imPortantes y enunciados doctrinales'..

nosa convicción de la creatio ex amore: Dios crea el mundo c,n


a) La condición de criatwra como la marcd. de todo lo finito
absoluta libertad, por pura y superabundante bond ad, parahaccr_
le partícipe de la plenitud de su vida, en el amor inagotable entre
Con la palabra ..¡1s¡ds,,, el lenguaje teológico designa la totali-
el Padre y el Hijo en el Espíritu Santo.
dad de la realidad no divina: no sólo el cielo y la tierra,las plantas,
No forma, pues, parte de la esencia o del concepto de Dios ser los animales, los hombres, los ángeles, sino también el mundo con-
creador. Más bien, Dios ha determinado o se ha decidido desde la figurado por el hombre, esto es, la cultura, el arte, la historia, la
eternidad a ser creador con absoluta libertad. ,.Dios ss ¿rx6¡, (1
Jn política, las ciencias, la técnica, etcétera. Todo ello lleva en sí, al
4,16). Pero no al modo de una incondicional .efusión amorosa>)
igual que lo que nos viene previamente dado en la naturaleza,la
divina que deba forzosamente derramarse al exterior, sino al modo marca de lo creado, de lo que es llamado a la existencia por Dios
de una libertad que se decide por sí misma y quiere entablar rela- y es mantenido y conservado en ella, pues ni el hombre ni su mun-
ción con el o lo otro de sí mismo. sólo así y sólo por eso crea Dios
do tienen su fundamento último cn sí mismos. Su de dónde y a
el mundo y lo lleva a la salvación. La creación, por su parte, res_ dónde fundamentales, su origen y su sentido se sitúan fuera de
ponde a la intención de su creador en Ia medid, qr. asume su ellos mismos, justamente en Dios.
condición de criatura con la respuesra de un amor "n
agradecido. y, Por consiguiente, el concepto teológico de la creación se oPo-
por supuesto, de acuerdo con la medida de sus muy escalonadas ne a la usual y difundida rcducción del concepto, en el contexto
posibilidades: mediante su simple ser y <<ser como tal,, o «ser-así»; científico y ecológico hoy habitual (aunque también en el lengua-
mediante su belleza y su orden; mediante su asentimiento expre- je cotidiano), ala naturaleza que le ha sido previamente dada al
so en los ángeles y los hombres. Esre asentimiento puede ,.or,_ hombre, de la que disfruta y está a su servicio, o al wniverso exis-
tecer según la forma de oración o de aceptación de sí mismo como
tencial natwral del hombre, de cuya ..conservación, 5s le ha hecho
criatura finita, o también mediante la aceptación de ra responsa- responsable.
bilidad por las resrantes criaruras, ercérera. cuando la cieación
canta así, de multiformes mancras, la alabanza de su bondad'so
creador (Sal tO+ y orros), también ella es ..§¡s¡¿,,, porque devuel_ b) La awtonomía orelatioa, de la creación
ve al creador el reflejo de su bondad.

Aunque el mundo depende ontológicamente de Dios, ha sido libre-


mente puesto por Dios para una existencia y una actuación autó-
2. La creación como credtura: el mundo como fruto nomas. No son afirmaciones excluyentes o contradictorias. El
de la acción creadora divina mundo, en efecto, no sólo ha sido creado Por amor, sino que
encuentra su espacio existencial permanente en el "espacio" del
El segundo significado del concepto de ..creación, contempla la amor creador que se entrega libre e infinitamente y permite ser.32
acción creadora divina desde la perspectiva del resultado: el
"frr- Precisamente por ello, el mundo no es un elemento constitutivo
to» de esta actividad creadora de Dios es el mundo.
32. Véase la Cuarta parte A III 2:
"Crcación en el espacio
del amor trino".

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Introdwcción III. Conceptos básicos importantes y enuncirtdos doctrinales...

del autodespliegue divino, sino el <<enfrenre» de su amor, distin- los entes en cuanto que y en la medida en que participan del Ser.
to de é1. En la creación, Dios no se ama a sí mismo, sino a ro otro Pues el ser o, por mejor decir, el ser-real (a diferencia del no-ser
de sí mismo. Sólo así alcanzala palabra <<amor>> su sentido pleno. y del simple poder-ser) es ya en sí (ya con anterioridad a cómo son
Y desde aquí se comprende que el hecho de que el mundo surja las cosas) algo bueno, de alguna manera deseable. Y es también,
de_l amor de Dios que se da libremente es la condición
de posibi- alavez, en virtud de su participación en el ser, de su comunión
lidad de su diferencia ¡ con ello, de su auronom ía frente, oior. fundamental con todos los seres existentes, una imagen o una hue-
Precisamenre porque el mundo se debe ala relación (relatio) con lla de aquella plenitud infinita del ser-realidad o del ser-bondad a
el creador amante, justamente por eso se trata de una autonomía la que la filosofía cristiana llama "Dios,,.33
..¡sl¿¡iy¿r,. ..Relativa,, no significa aquí autonomía ..limitada,r,
sino En la teolo gía actual, que acentúa con más vigor la relación
autonomía ..relacionalmente condicionadarr. En cuanto tal,la crea- personal entre el creador y la creación, la bondad del mundo se
ción no puede suprimirse a sí misma; pero en el nivel de la acción fundamenta, entre otras cosas, en que este mundo ha sido (en su
consciente intencionada, esta autonomía puede llegar hasta una conjunto y en sus detalles) incondicional y permanentemente acep-
oposición extrema frente a Dios y frente a la voluntad creadora tado por Dios, incluso en sus desviaciones autodestructoras. Esta
divina, y ello en tal grado que los hombres pueden provocar inclu- aceptación por parte del creador se refleja de forma indeleble en
so la aniquilación de sí mismos y la del espacio dela creación que lafaz de su creación. Le confiere una bondad que se sitúa en nive-
les ha sido confiado, incluso hasta la destrucción, en nuesrro, dirr, les mucho más profundos que todas las experiencias dolientes del
de toda la vida sobre la tierra. no que las criaturas pronuncian entre sí y contra Dios.
Llegados a este punto, se plantea de forma inevitable el pro-
blema de la teodicea, que convierte en cuestionable el discurso
c) La creación es buena en su totalidad acerca de una creación buena y de un creador bueno. Analizare-
mos más de cerca esta cuestión en diferentes contextos. Aquí
En el relato de la creación de Génesis 1, el creador emire en varias bastará con una observación: sin la promesa de una "creación
ocasiones una valoración positiva de sus obras: ..Vio que estaba nueva» hecha por Dios y ya <<en principio" personalmente cum-
bien". I al final, «contempló Dios toda su obra y estaba muy bien, plida en Jesucristo, en su vida, muerte y resurrección y en virtud
(Gn 1,31). En un primer momenro) esto significa solamenre que de la presencia actual de su Santo Espíritu, una creación en la que
había consegwidollevar a cabo su obra, que el resultado de su acción el mal y el sufrimiento serán superados <<en su totalidad", resulta
creadora decir, las criaturas concretas y el orden del cielo y muy difícilmente comprensible, frente al espectáculo de las múl-
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de la tierra, favorable en su conjunto a la vida- concordaba con tiples y masivas experiencias que lo contradicen, el discurso que
sus propósitos o con la afirma que la creación realmente existente es indeleblemente
"idea" que Dios se había formado de su
obra. Por eso puede decir que era buena, que estaba bien, y podía ..buenar.
alegrarse por ello.
En la reflexiónmetafísica de la Escolástica,labondad de la 33. Sobre esta materia, véase la Tercera parte C: "Fe en la creación y mcta-
creación es una propiedad fundamenral (trascendental) de todos física en Ia Alta Edad Media: Tomás de Aquino".

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