Вы находитесь на странице: 1из 2

Americanos I

Thomas Bender
El acontecimiento de 1492 tuvo gran impacto en el espacio oceánico. Se produjo una redefinición
del espacio y desplazamiento a través de este, que ofreció la extensión de redes de comercio y
comunicación. Colón murió pensando que había llegado a las costas asiáticas de un mundo
conocido. Otro quien tuvo esa mirada fue el humanista Américo Vespucio quien desde Florencia
a Lisboa se trasladó en calidad de agente de los Médici y utilizo la palabra mundus novus en un
relato de un viaje que lo llevo al hemisferio occidental. Vespucio advirtió de como cambiaria todo
para la cosmología europea, pero ambos pasaron por alto la revolución oceánica, que dejaría de
ser una barrera entre los continentes, y sería un conector para el movimiento de personas, dinero,
mercancías e ideas. 1519-22 Fernando de Magallanes, en realidad su tripulación, una de sus cinco
naves circunnavegó el globo, la humanidad experimentaba que el mundo era global y sus océanos
lo convertían en una unidad. Los pueblos de afroeurasia hasta el momento se creían los únicos en
el universo.
Las andanzas de Vasco da Gama en el sudeste asiático (Calicut) no sorprendieron a nadie, tanto
los comerciantes de la zona como los europeos tenían conocimientos los unos de los otros. A
diferencia de Colón, da Gama halló varias ciudades y una activa vida comercial y política. Poco a
poco la incorporación del océano sería dominio de poder. La revolución oceánica justo coincidió
en un momento vital y creativo del pensamiento y la cultura europea: el Renacimiento, la “nueva
ciencia”, la Reforma protestante y la Contrarreforma católica, todo esto afecto la expansión de
Europa.
Volviendo a Afroeurasia, en los tiempos de Jesús ya había un comercio y una comunicación que
conectaban en su totalidad a los tres continentes.
Hacia 1453 el sultán Mehmet II conquistó Constantinopla y asentó un vasto imperio otomano que
llego a rodear gran parte del Mediterráneo extendiendo sus territorios por Europa, Asia y África.
Mehmet tenía la idea de hacer a Constantinopla la sucesora islámica de Roma “centro del mundo”.
Con el correr del tiempo, el océano llego a tener tanto protagonismo que los imperios
mediterráneos se fueron debilitando, en este caso el islámico. La expansión europea en el océano
no se debe a sus riquezas, tecnología o civilizaciones superiores, sino a la invención y audacia en

alta mar.
mapa genovés publicado en 1457 muestra un barco europeo en el
océano Índico, lo que sugiere la ambición de encontrar otro camino que conduzca hacia Oriente.
Los genoveses junto con los portugueses colaboraran en este procedimiento. Lisboa era una
importante comunidad mercantil y marítima genovesa -de la cual Colón formó parte-, además los
genoveses proveían a la Corona portuguesa de navegantes hábiles, y después cuando los
portugueses iniciaron las plantaciones de azúcar también obtuvieron su ayuda. Muy pronto, el
futuro pertenecería a las naciones cuyos navegantes y mercaderes dominaran los océanos y su
comercio, quienes más prosperaron en este nuevo mundo fueron casi siempre, las pequeñas
naciones comerciantes que poseían pequeños territorios propios.

En el siglo XIV, el imperio de Mali estaba en pleno


esplendor y era reconocido por su riqueza y poderío en todo el mundo mediterráneo. Del otro lado
del Atlántico se encontraba el imperio azteca, consolidado su poder, con su capital en Tenochtitlán,
cuando Cortés llegó en el siglo XVI, era la ciudad más grande del mundo.
El siglo XIV no fue agradable ni para con Europa ni con China debido a que fueron azotadas por
el hambre y la peste, ambas sufrieron pérdidas devastadoras de vidas, perdiendo un tercio de su
población.

Вам также может понравиться