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Historia de la experimentación con animales

Desarrollo histórico Prehistoria Ya en las etapas anteriores al Homo sapiens, los homínidos
procuraron mejorar sus dolencias bien por puro instinto, al igual que otras especies animales, o
bien imitando las prácticas de algunas de ellas. Los hombres primitivos, al despiezar los animales
que cazaran para nutrirse, observaron la disposición de sus órganos y así llegaron a comprender
que comparten con ellos las mismas estructuras internas. Edad Antigua La civilización griega, se ha
distinguido por su actitud racional ante la interpretación del cosmos. El primer experimentador
biológico del que tengamos noticia histórica: es Acmaeon de Crotona, el cual demostró la función
del nervio óptico al seccionarlo provocando la ceguera de un animal, en el año 450 a.C. En los
escritos Corpus Hipocraticus de la escuela de Hipócrates (alrededor del año 300 a.c.), se describe
una experiencia en la que para comprobar el proceso de la deglución, se seccionó la garganta a un
cerdo. De esa época, la gran figura que destacar es la de Aristóteles (384-322 a.C.) destacar es la
de Aristóteles (384-322 a.C.) quien elaboró la obra Historia animalium. En Alejandría Herófilo (330-
250 a.C.) demostró la diferencia funcional entre nervios y tendones con estudios anatómicos de
animales. Más adelante El Grande (131-63 a.C.) ordenó a su médico (124-64 a.C.), efectuar
ensayos en animales, de la acción tóxica de los venenos y su protección mediante antídotos. En el
Imperio Romano, Galeno (130-210 d.C) practicó técnicas de disección en abundancia realizándolas
en distintas especies diferentes. En sus estudios no sólo se describe la anatomía sino que se
interpreta gran cantidad de funciones como la de los pulmones y la del corazón. Las ideas de
Galeno se impusieron durante más de un milenio, aunque cometió algunos errores importantes.
También se consideró una gran autoridad, durante casi mil quinientos años, a Plinio el Viejo (23-79
d.C.) mediante su obra Historia Naturalis. La experimentación animal 7 Edad Media La Edad Media
aunque parezca extraño representó un paso hacia atrás de los conocimientos que habían sido ya
establecidos, en todo lo referente a la Naturaleza, al Cosmos y a la medicina. La llegada del Islam al
sur de Europa tampoco aportó nada a la experimentación biológica y sí a rescatar los escritos
clásicos en especial los aristotélicos; pero tampoco el islamismo era partidario de tomar a los
cadáveres como objeto de manipulación. Ya en el siglo XIV renace la práctica de las autopsias,
pero no tanto para estudios anatómicos sino más bien para dilucidar el origen de las causas de la
muerte. Renacimiento Los estudios anatómicos derivados de las autopsias impulsaron los
conocimientos del cuerpo humano, ello condujo a que se pasara a investigar las funciones de los
distintos órganos y miembros para lo cual se comenzó a practicar de nuevo la experimentación
animal. Una obra de referencia de esta época fue De homini corporis fabrica publicada en 1543.
Mateo Realdo Colombo (1516-1559) realizó nuevas experiencias, llegando a aportar conceptos
que contradicen a los de Aristóteles y Galeno, como la descripción de la circulación pulmonar en
su obra De re anatomica. En Inglaterra, Francis Bacon (1561-1626) pondera en sus escritos la
experimentación en animales ya que afirma que es recomendable para el avance de la ciencia “en
vista del gran uso que se hace de sus observaciones”. De esa época también se pueden destacar
los estudios y avances realizados por Gaspar Aselli (1581-1626), Jean Pecquet (1622-1674) en
Montpelier, Bartholinus (1616-1680) en Copenhague y Olof Rudbeck (1630-1702) en Uppsala y
William Harvey (1537-1657). También obras importantes como la del 1628 bajo el título de
Exercitatio Anatomica de Motu Cordis et Sanguis in Animalibus. En 1665 Richard Lower (1631-
1691) realizó la primera transfusión de sangre de perro a perro, con lo que se empieza a
vislumbrar la aplicación terapéutica de los descubrimientos fisiológicos y así se pasa a transfundir
sangre de perro a humanos, pero en este caso con fatales consecuencias. La experimentación
animal 8 Todo ello va cambiando drásticamente la mentalidad de médicos y experimentadores de
forma que Johan Jakob Hander (1656-1711), llega a escribir que “los resultados experimentales
son de mayor certeza que las oscuras y contradictorias afirmaciones de los autores clásicos de la
Antigüedad” (en Apiarium observationibus medicis centum, 1687). De hecho, la publicación de
resultados originales comienza a considerarse un gran orgullo para los experimentadores,
tradición que no ha cesado hasta el presente. Por otra parte, Robert Boyle (1627-1691) demostró
mediante el uso de animales que el aire es imprescindible para la vida.

Ilustración En el siglo XVIII se multiplican las experiencias por toda Europa y con ellas perdura la
discusión entre quienes han cobrado conciencia del sufrimiento de los animales y los que creen
prioritaria la necesidad de los estudios que en ellos se realizan. Un ejemplo de ello fue Henri
Duhamel Dumenceau (1700-1782) que elaboró un informe de coincidiendo con otros científicos,
en el cual decía: “cada día mueren más animales para satisfacer nuestro apetito que los que
pueden ser sacrificados por el escalpelo de los anatómicos, los cuales lo hace con la útil finalidad
de que redunde en la conservación de la salud y en la curación de las enfermedades”. Por otra
parte, James Ferguson en 1760 propuso la primera Técnica Alternativa. El químico francés Antoine
Laurent de Lavoisier (1743-1794), al estudiar el fenómeno de la combustión por combinación del
oxígeno con otros elementos, utilizó animales. En esa misma época Lazzaro Sapalanzani (1729-
1799) fue el iniciador de las pruebas de laboratorio in vitro. Siglo XIX Entre los siglos XVIII y XIX, la
novedosa práctica terapéutica de prevención de enfermedades mediante un tratamiento de
inmunización mediante las vacunas a partir del uso de animales (1798 frente la viruela) representó
uno de los mayores éxitos de la medicina. Los países más destacados en ese siglo fueron: Francia,
Italia y Rusia. Ilustración En el siglo XVIII se multiplican las experiencias por toda Europa y con ellas
perdura la discusión entre quienes han cobrado conciencia del sufrimiento de los animales y los
que creen prioritaria la necesidad de los estudios que en ellos se realizan. Un ejemplo de ello fue
Henri Duhamel Dumenceau (1700-1782) que elaboró un informe de coincidiendo con otros
científicos, en el cual decía: “cada día mueren más animales para satisfacer nuestro apetito que los
que pueden ser sacrificados por el escalpelo de los anatómicos, los cuales lo hace con la útil
finalidad de que redunde en la conservación de la salud y en la curación de las enfermedades”. Por
otra parte, James Ferguson en 1760 propuso la primera Técnica Alternativa. El químico francés
Antoine Laurent de Lavoisier (1743-1794), al estudiar el fenómeno de la combustión por
combinación del oxígeno con otros elementos, utilizó animales. En esa misma época Lazzaro
Sapalanzani (1729-1799) fue el iniciador de las pruebas de laboratorio in vitro. Siglo XIX Entre los
siglos XVIII y XIX, la novedosa práctica terapéutica de prevención de enfermedades mediante un
tratamiento de inmunización mediante las vacunas a partir del uso de animales (1798 frente la
viruela) representó uno de los mayores éxitos de la medicina. Los países más destacados en ese
siglo fueron: Francia, Italia y Rusia. La experimentación animal 9 En el siglo XIX, hace falta remarcar
también tres grandes figuras: - Louis Pasteur (1822-1895), químico, que experimentó las vacunas
del ántrax en las ovejas, del cólera en las gallinas y de la rabia en perros. - Robert Koch (1842-
1919) revoluciona completamente la bacteriología y describe el bacilo que llevó su nombre,
causante de la tuberculosis. - Paul Erlich (1854-1919) estudió la meningitis y la sífilis, hizo
progresar de forma notable la histología y formuló su célebre teoría de la “llave y la cerradura”
relativa a la inmunidad, que le acredita como verdadero impulsor de la inmunología. A finales del
mismo siglo, R. Magnus aporta una nueva técnica experimental de gran trascendencia: “ el baño
de órganos”. Siglo XX En el siglo XX ha tenido lugar una enorme expansión de todas las ciencias
biomédicas experimentales; el contar con anestésicos que permiten las experiencias indoloras in
vivo, ha permitido grandes avancesIlustración En el siglo XVIII se multiplican las experiencias por
toda Europa y con ellas perdura la discusión entre quienes han cobrado conciencia del sufrimiento
de los animales y los que creen prioritaria la necesidad de los estudios que en ellos se realizan. Un
ejemplo de ello fue Henri Duhamel Dumenceau (1700-1782) que elaboró un informe de
coincidiendo con otros científicos, en el cual decía: “cada día mueren más animales para satisfacer
nuestro apetito que los que pueden ser sacrificados por el escalpelo de los anatómicos, los cuales
lo hace con la útil finalidad de que redunde en la conservación de la salud y en la curación de las
enfermedades”. Por otra parte, James Ferguson en 1760 propuso la primera Técnica Alternativa. El
químico francés Antoine Laurent de Lavoisier (1743-1794), al estudiar el fenómeno de la
combustión por combinación del oxígeno con otros elementos, utilizó animales. En esa misma
época Lazzaro Sapalanzani (1729-1799) fue el iniciador de las pruebas de laboratorio in vitro. Siglo
XIX Entre los siglos XVIII y XIX, la novedosa práctica terapéutica de prevención de enfermedades
mediante un tratamiento de inmunización mediante las vacunas a partir del uso de animales (1798
frente la viruela) representó uno de los mayores éxitos de la medicina. Los países más destacados
en ese siglo fueron: Francia, Italia y Rusia. La experimentación animal 9 En el siglo XIX, hace falta
remarcar también tres grandes figuras: - Louis Pasteur (1822-1895), químico, que experimentó las
vacunas del ántrax en las ovejas, del cólera en las gallinas y de la rabia en perros. - Robert Koch
(1842-1919) revoluciona completamente la bacteriología y describe el bacilo que llevó su nombre,
causante de la tuberculosis. - Paul Erlich (1854-1919) estudió la meningitis y la sífilis, hizo
progresar de forma notable la histología y formuló su célebre teoría de la “llave y la cerradura”
relativa a la inmunidad, que le acredita como verdadero impulsor de la inmunología. A finales del
mismo siglo, R. Magnus aporta una nueva técnica experimental de gran trascendencia: “ el baño
de órganos”. Siglo XX En el siglo XX ha tenido lugar una enorme expansión de todas las ciencias
biomédicas experimentales; el contar con anestésicos que permiten las experiencias indoloras in
vivo, ha permitido grandes avances

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