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Definición de ética

 Ética proviene del griego Éthos que quiere decir


hábito o costumbre y Êthos que significa forma
de ser o carácter Para poder observar las
diferencias de escritura del vocablo Griego
pongan atención en la acentuación de cada uno (´
y ^)

 La ética es también definida como la disciplina


filosófica que se orienta a la reflexión acerca de las
costumbres y los principios y las normas en cuyos
términos se pretende responder a la pregunta
acerca de cómo en principio debe vivirse la vida”
(Orellana Benado en Pasmanik, 2009).
 La palabra Moral proviene del latín “mos, moris”,
que significa “modales” modos populares de hacer las
cosas”.

 Tiene relación con las conductas que se espera de


hombres y mujeres que pertenecen a un grupo,
asociación o sociedad.
Ética Moral

• Endógena:está referida a la • Exógena: La moral está determinada


posibilidad que tiene el propio por el grupo es decir mandatos
individuo de construir el carácter, los externos al sujeto que regulan sus
hábitos y las actitudes de vida que conductas.
quiere asumir conscientemente por
considerarlos adecuadamente buenos. • La moral, en cambio, el conjunto de
los usos, las costumbres o las prácticas
• Es la disciplina que se ocupa de la que identifican a una forma de vida y
moral, que compete únicamente a los generan la tradición a la cual
actos humanos, clasificándolos de pertenece. Es una serie de costumbres
buenos o malos a condición que sean o prácticas, cada una de las cuales
libres, voluntarios y conscientes. consiste en actos espacial, temporal y
culturalmente situados que carecen de
las aspiraciones teóricas o filosóficas.
(Orellana, 1994)
 Tejedor (1992) define estos tres aspectos como los
fundamentales para observar la ética y la moral en el
cotidiano vivir describiendo el modo circular en que
se relacionan. Señala: “en el carácter arraigan las
actitudes y estas predisponen a los actos; los actos por
tanto se explican por las actitudes y el carácter. Pero, a
su vez, las actitudes se crean a base de repetición de
actos (es decir, se aprenden) y todas ellas constituyen
el carácter (las actitudes viene a ser los “rasgos” del
carácter” (pag. 207)


 La comprensión de un acto moral, una actitud moral
y un carácter moral, como características individuales
de cada persona, como el producto de la socialización
que han recibido y el modo particular de cada uno
de hacer propias estas pautas morales, engarzarlas en
su personalidad y matizarlas según su carácter,
permite aplicar la ética desde una rama de la filosofía
a la cotidianeidad del ser humano.
 Se refiere al elemento visible de la moral. Es la
conducta específica realizada en función de
determinado valor moral y, resulta observable y
medible.
 Su descripción se puede ejemplificar: “He hecho X
cosa y considero mi acción como buena o mala”.
 Una adecuada evaluación de un acto moral, implica
considerar la generalidad de la conducta y no
observar cada caso por separado.

 Se refiere a la predisposición estable y selectiva hacia
un modo determinado de percibir, reaccionar y/o
actuar. Incluyen además sentimientos y creencias
asociados.

 Su descripción habitualmente se ejemplifica con los


sondeos de actitud hacia las elecciones políticas, ya
que en la mayoría de las ocasiones las personas no
votan por ideales políticos sino por su predisposición
a determinado candidato o porque “siempre han
votado por el mismo partido” es decir, tienen una
actitud positiva hacia ese partido.
 Se refiere al “modo de ser moral”. Como se explicó
previamente el carácter es el matiz estable que tiñe
los modos de actuar de las personas.
 En el carácter moral se arraigan las actitudes y él es el
origen de sus actos
 Tanto los principios éticos, como los valores
personales y grupales que agrupan a diversos
colectivos humanos, resultan propios para ese grupo y
si bien, son posibles de ser argumentados, la ética ni
sus principios entregan respuestas irrevocables a las
necesidades de solución o evaluación de alguna
situación.
 Es fundamental reconocer el pluralismo de la
sociedad y valorar de la misma manera las diversas
creencias, conocimientos, tradiciones y “formas de
hacer” que en ella convergen.
 Ayllón (2003) señala al respecto que en una sociedad
pluralista como la nuestra, con divergencias en
cuestiones fundamentales, se requiere un esfuerzo
común de reflexión racional: por el diálogo al
consenso y a la convivencia pacífica. Siempre el
diálogo es mejor que el monólogo. La sabiduría
popular reconoce que “hablando se entiende la
gente”, y que “cuatro ojos ven más que dos”.

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