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aA la apertura asistieron, entre muchos otros, el arquitecto Martín Fabbri García, docente de

Arquitectura; María José Barbosa, curadora de la muestra; el arquitecto Enrique Bonilla Di Tolla,
director de la Carrera de Arquitectura; y Óscar Quezada, rector de la Universidad de Lima.

Comentó Enrique Bonilla:

“Lo echamos mucho de menos, lo extrañamos. Y lo extrañamos tanto que hemos hecho esta
muestra, porque creemos que las obras siempre trascienden más allá de la vida, que es corta. Y
las obras que van dejando los arquitectos tienen una vida mucho mayor”.

Por su parte, el rector señaló:

“Don Emilio por algo se identificó con la Universidad de Lima, porque vio una juventud
entusiasta, porque vio un proyecto nuevo, un proyecto lleno de vida y sobre todo un proyecto
orientado a darle mayor calidad de existencia al ser humano. Esa fue su consigna, ese fue su
lema de batalla, la calidad de vida”.

La muestra de quien en vida fuera parte del Consejo Consultivo de la Carrera de Arquitectura es
el resultado de la investigación realizada por Martín Fabbri, Octavio Montestruque y María José
Barbosa, y exhibe sus obras más importantes, así como artículos periodísticos y diplomas de
reconocimiento a sus trabajos y trayectoria.

¿Cómo percibe el rumbo que ha tomado la arquitectura peruana en los últimos años?

"Como todo, existen cosas buenas y no tan buenas. Entre lo bueno veo que hay una generación
joven de arquitectos que ha mejorado notablemente su nivel de profesionalismo. Ahora son
oficinas las que trabajan comercialmente, claramente incentivadas por la construcción o el
negocio inmobiliario. Sin embargo, la ciudad no se encuentra mejor que antes. La Lima que yo
conocí en los años cincuenta era pequeña pero ordenada, con 600 mil habitantes que ahora son
9 millones. Hay partes de la ciudad que han perdido mucho y está también la periferia, donde
se encuentran distintos problemas de tránsito y accesibilidad."

Guarda esta imagen en tus favoritos Casa de Playa Soyer-Palacios. Image Cortesía de Archivo
Emilio Soyer Nash Casa de Playa Soyer-Palacios. Image Cortesía de Archivo Emilio Soyer Nash

¿Cuál considera que es el aporte de su obra al devenir proyectual local?


"Siempre digo que las obras hablan por sí mismas. Mi interés se encuentra en la vida del ser
humano, es lo que más me motiva. Es satisfactorio diseñar casas para gente que está contenta
de vivir en donde está. En el sector público he logrado realizar proyectos como el Museo de Arte
de Lima y el Ministerio de Pesquería (hoy Ministerio de Cultura). Este último lo realicé en
conjunto con otros arquitectos como Miguel Cruchaga y Rodrigo Mazuré."

Guarda esta imagen en tus favoritos Casa Closa. Image Cortesía de Archivo Emilio Soyer Nash
Casa Closa. Image Cortesía de Archivo Emilio Soyer Nash

¿Cuáles son los retos que representa el diseño arquitectónico en nuestros días?

"Ahora nos enfrentamos a una excesiva comercialización: el arquitecto quiere proyectar


edificios altos que generan una buena rentabilidad. No es que esté en contra de estos proyectos,
pero éstos en conjunto generan un bloque que no deja pasar la luz. No estamos construyendo
una ciudad amable, estos edificios de altura agreden las viviendas de pequeña escala. El cambio
de escala que se está dando en Lima no genera espacios humanos, y la ausencia de áreas libres
en los edificios hace que se pierdan muchas áreas verdes. Los techos son los únicos espacios
disponibles para sembrar árboles, y estos no pueden ser de gran tamaño. Este es el problema
de la densidad, y no se resuelve haciendo vivienda unifamiliar."

Guarda esta imagen en tus favoritos Edificio Saénz Peña. Image Cortesía de Archivo Emilio Soyer
Nash Edificio Saénz Peña. Image Cortesía de Archivo Emilio Soyer Nash

"Por eso, el edificio Ajax Hispania fue parte de mi preocupación por hacer un edificio que tenga
una escala que armonizara con las viviendas de baja altura en aquel entonces. Se hizo para
buscar una escala mayor a la vivienda unifamiliar, haciendo seis departamentos en el lote de una
sola casa. Sin embargo, hoy en día no se hacen seis, sino 30 o 40 departamentos. Considero que
no estamos manejando bien estos cambios; por el contrario, se está desestabilizando la ciudad."

Guarda esta imagen en tus favoritos Edificio Ajax-Hispania. Image Cortesía de Archivo Emilio
Soyer Nash Edificio Ajax-Hispania. Image Cortesía de Archivo Emilio Soyer Nash

"Desgraciadamente, si las ciudades las construyéramos sólo los arquitectos no serían lo que son.
Pero las ciudades la construyen sus habitantes, porque todos con nuestra presencia hacemos
ciudad. Espero que en el futuro las nuevas generaciones tengan ideas más positivas que
someterse al negocio inmobiliario."

¿Qué factores influyen en su proceso de diseño?

"Lo primero es comunicarse con la persona que realiza el encargo. El intercambio entre cliente
y arquitecto debe ser enorme, se requiere conocer sus necesidades y posibilidades. Esta es una
relación difícil porque a veces no nos entendemos bien, se habla mucho y se entiende poco.
Luego se debe ver el sitio y estudiar sus implicancias. También se debe evaluar económicamente
el proyecto y organizar las colaboraciones con las especialidades. Generalmente los clientes
vienen por referencias o han visto mi obra, por lo que tienen una idea de lo que quieren
inicialmente."

¿Cuál sería su mensaje para la nueva generación de arquitectos?

"El problema de la ciudad es un problema del ser humano, este reto no es solamente campo de
los arquitectos. En la actualidad, los que viven en la ciudad en lugar de disfrutarla la sufren,
cuando tenemos la posibilidad de hacer algo como profesionales hay que tratar de hacerlo.
Debemos mejorar nuestra vocación de servicio. Hay situaciones que no se tocan en la
universidad, la vida es mucho más compleja que el programa que propone un profesor. Lo básico
es saber diseñar para construir, y no sólo eso, sino diseñar para poder hacerlo realidad."

La arquitectura tiene un poder sobre la psique del hombre que es inportantísimo e innegable,
cuando ingresas a un espacio inmediatamente sientes algo, y ese algo puede ser una sensación
de agrado o desagrado. Creo que es una responsabilidad del arquitecto diseñar bien las cosas.

Cuando me preguntan por la inspiración artística del arquitecto, yo siempre respondo que en
arquitectura la inspiración es el trabajo, hay una motivación, un motor, la pasión que uno siente
por la arquitectura y ésa es la mejor inspiración que tengo.

La única forma de poner a prueba un proyecto es construirlo, es mi consejo para los arquitectos
jóvenes, si te quedas con las cosas solamente en el papel y en la mente nunca las experimentas,
en arquitectura es la única forma de sentirse mal por los propios errores. Para mí las cosas que
salen bien, salen bien porque han sido pensadas, has examinado recorridos, cortes, elevaciones,
proporciones, escalas; todo lo necesario para saber que lo que estás planeando está bien, nada
en arquitectura es gratuito, llegar a un buen proyecto requiere de mucho trabajo. La
concentración que necesitas durante un proyecto es importante, el arquitecto necesita
visualizar muchas cosas, desde las partes más mínimas al todo; las ideas en arquitectura toman
tiempo. Se necesita una gran pasión por el trabajo, porque te puedes rendir con facilidad,
cansarte; para entrar en profundidad y lograr el proyecto que uno quiere, no hay forma de llegar
sin pasión.
El arquitecto Emilio Soyer es de los pocos que ha logrado una arquitectura con un
lenguaje propio y además, adecuado al contexto en el que se desarrollan sus proyectos.
Lo mismo construye en hormigón o ladrillo que en adobe y madera, logrando siempre
un proyecto diferente a sus proyectos anteriores, pero donde es posible reconocer sus
conceptos de diseño y sus ideales estéticos.

Nació en 1936 en la ciudad de Lima; en los años cincuenta, Emilio Soyer Nash ingresó a
la Universidad Nacional de Ingeniería para estudiar la carrera de arquitectura, en
tiempos en los que el expresidente Fernando Belaunde Terry era rector de su facultad.
Al cabo de unos años, Soyer Nash ganó el primer Hexágono de Oro en la Bienal de
Arquitectura del Perú de 1970, y el Premio Chavín del Instituto Nacional de Cultura del
Perú en 1972. De este modo, su nombre empezaba a sonar en lo más alto del mundo de
la arquitectura.
 Ya como arquitecto, y en conjunto con los arquitectos Rodrigo Mazuré y Miguel
Cruchaga Belaunde, realizaron el proyecto del Conjunto de Viviendas del Callao, con el
que ganaron el Premio Nacional de Arquitectura de 1972 y el actual Museo de la Nación.
También diseñaron importantes edificios como: Ministerio de Pesquería (actual
Ministerio de Cultura) y el Hotel de Turistas de Puno (actual Hotel Libertador). En los
ochentas diseñ´0 el Edificio Multifamiliar Ajax Hispania, proyecto icono de la
arquitectura de la época y estudiado hasta a la fecha. Recientemente diseño la
remodelación de unos ambientes del Museo de Arte Lima - MALI. También se hizo
acreedor al Premio en la bienal de Santiago de Chile de 1987.Sumándole a esto el premio
a la trayectoria otorgado por la IV Bienal Iberoamericana de Arquitectura.
 Durante los últimos años, Emilio Soyer Nash pasaba la mayor parte de su tiempo
trabajando en su oficina o sumergido entre los libros de su biblioteca. Se sabe que nunca
se autoimpuso horarios establecidos, pues necesitaba sentirse libre al momento de
crear. Las personas que lo conocieron dicen que siempre pensaba en proyectos que sean
beneficiosos para Lima. Y que su sueño, de cara al futuro, es que vivamos en una ciudad
sostenible y que mejore nuestra calidad de vida. También publicó un libro que abarcaba
todos los proyectos que realizó hasta el 2010 en distintas ediciones, titulado: “Casas
Internacionales”.
 El 20 de febrero del año 2017 fallece y para conocer mejor y apreciar su legado, la
Carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima, de la cual fue uno de sus precursores,
montó la exposición Modernidad y contemporaneidad en la obra de Emilio Soyer Nash.
 “Mi interés se encuentra en la vida del ser humano, es lo que más me motiva”, decía
Emilio Soyer Nash en una entrevista publicada en Archi Daily hace dos años.
Con una sensibilidad excepcional propia de los artistas de élite, el arquitecto peruano
no solo concebía edificaciones complejas, sino también reflexionaba sobre la
transformación estructural por la que atravesaba nuestra ciudad. “El cambio de escala
que se está dando en Lima no genera espacios humanos”, comentaba en la misma
publicación.

"Por eso, el edificio Ajax Hispania fue parte de mi preocupación por hacer un edificio que tenga
una escala que armonizara con las viviendas de baja altura en aquel entonces. Se hizo para
buscar una escala mayor a la vivienda unifamiliar, haciendo seis departamentos en el lote de una
sola casa. Sin embargo, hoy en día no se hacen seis, sino 30 o 40 departamentos. Considero que
no estamos manejando bien estos cambios; por el contrario, se está desestabilizando la ciudad."

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