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 BIOGRAFÍA Y CONTEXTO HISTÓRICO

 ……………………………………………………………………………… Pág. 1 – 2

 LIBRO I

 ……………………………………………………………………………… Pág. 3 – 4

 LIBRO II

 ……………………………………………………………………………… Pág. 4

 CRÍTICAS Y RELFEXIONES

 ……………………………………………………………………………… Pág. 5

 ACTUALIDAD DE LA UTOPÍA DE TOMÁS MORO

 ……………………………………………………………………………… Pág. 6

Los hombres, cuando reciben un mal lo escriben sobre un mármol; más si se trata de un bien,
lo hacen en el polvo. Tomás Moro Página 1
 Biografía y contexto histórico.
Tomás Moro nació en Londres en 1478, de familia acomodada y noble, ciudad de la que
sería alguacil, posteriormente. Tras la realización de sus primeros estudios pasa a formar
parte del séquito del cardenal arzobispo de Canterbury Juan Morton, donde continuó su
formación, profundizando en los estudios teóricos. Será, sin embargo, en Oxford en
donde completará su formación intelectual, orientada hacia el estudio de los clásicos,
entablando posteriormente amistad con otros humanistas de la época, como Erasmos,
pese a que los deseos de su padre le llevaron a ejercer como jurista y magistrado en
Londres.

Antes de proseguir con la vida de nuestro estudiado autor, cabe explicar qué es el
humanismo. Se trata de un movimiento literario de estudios y erudición del cultivo y
conocimiento de las letras humanas, que culminó en el siglo XV. José Ferrater Mora,
dice en su diccionario de Filosofía que el término humanismo, fue usado por primera
vez en 1808, por F.J. Niethammer, quién entendía que significaba: “la tendencia a
destacar la importancia del estudio de las lenguas y de los autores clásicos”. El
Humanismo, comienza siendo en el Renacimiento una aproximación al hombre y una
postura de rechazo al teocentrismo medieval. En el Renacimiento vemos como se
descubre al hombre en todas sus dimensiones: su anatomía desde el punto de vista
científico, y al cuerpo humano como interés estético. El Humanismo del Renacimiento
debe ser visto como un interés primordial por el hombre y por todo su quehacer. Es una
Doctrina, que antepone, frente a cualquier otra instancia, la felicidad y el bienestar del
hombre en el transcurso de su vida.

El interés por las reflexiones políticas y morales que se ve reflejado en sus obras fue
acompañado por una participación activa en la vida política de su tiempo. En 1504 es
elegido miembro del Parlamento, oponiéndose al absolutismo de Enrique VII, siendo
multado y encarcelado a raíz de dicha oposición, viéndose obligado a abandonar la
participación activa en la vida política. Con la llegada al trono de Enrique VIII se ve
rehabilitado, siendo nombrado alguacil de Londres, y participando también en algunas
misiones diplomáticas en los Países Bajos; En 1518, llegó a ser miembro del Consejo
Privado; en 1521 le fue concedido el título de Lord Canciller, siendo designado dos
años después como presidente de la Cámara de los Comunes. Durante este periodo
Enrique VIII convirtió a Moro en uno de sus favoritos y con frecuencia requirió su
compañía para mantener con él conversaciones filosóficas. En 1529 pasó a ser
presidente de la Cámara de los Lores, siendo el primer seglar que ostentaba ese cargo.
Sin embargo, su suerte cambió cuando se negó a apoyar la petición de Enrique VIII para
divorciarse de Catalina de Aragón para contraer matrimonio con Ana Bolena. Los
escrúpulos religiosos de Moro hicieron que se negara a sancionar cualquier tipo de
desafío a la autoridad papal. Renunció a su cargo en 1532 y se retiró a la vida pública.
El rey se ofendió por la actitud de su antiguo amigo y le mandó encarcelar en 1534.
Finalmente, Moro fue juzgado el 1 de junio de 1535 acusado de traidor y al negarse a
atribuir al rey su título de jefe supremo de la iglesia de Inglaterra. Tomás Moro fue
condenado a muerte y decapitado, finalmente, en julio de 1535
Su cabeza se colocó a la entrada del puente de Londres y tras ser recuperada por su hija
Margarita, fue sepultada en San Dunstand, hoy día iglesia protestante. Su cuerpo
primero fue enterrado en el recinto de la Torre donde luego fue arrojado a una fosa
común de donde fue imposible rescatarlo.

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La obra de Tomás Moro está impregnada de los ideales del humanismo, recibiendo
directamente el influjo de los pensadores clásicos, pero teniendo en cuenta las
condiciones históricas de su tiempo, lo que se puede observar perfectamente en su
conocida obra “De optimo reipublicae statu deque nova insula Utopia”, es decir, “Sobre
la mejor condición del Estado y sobre la nueva isla Utopía”, escrita en 1516, bajo la
clara influencia de la “República” de Platón. Especialmente interesantes pueden resultar
todavía para nosotros sus ideas sobre la tolerancia, política y religiosa, y sus
consideraciones sobre la violencia, que le conducen al rechazo y condena de la guerra.
La “Utopía” que nos presenta Tomás Moro, se encuentra recogida en forma de diálogo,
dividiéndose claramente en dos libros. En el primero de ellos, Moro, que actúa como
narrador, plantea las circunstancias que le llevaron a Amberes donde, a través de su
amigo Pedro Egidio, conoció a Rafael Hytlodeo, aventurero portugués, con quien
ambos mantendrán una concurrida conversación que desembocará en la explicación y
análisis de los males de la sociedad de su época. En el segundo libro, Rafael Hytlodeo
describirá la forma en que se organiza la sociedad de los utopianos, pueblo que conoció
en uno de sus viajes y con quienes convivió varios años. Hytlodeo presenta al pueblo de
Utopía como pueblo modelo, en el que pueda mirarse la sociedad europea de la época,
para así poder superar los males que contiene.

En cuanto al contexto histórico que rodea a Tomás Moro y a su obra Utopía, cabe
destacar que se trata del máximo representante del pensamiento político del siglo XVI
(1480 – 1535). Moro fue jurista, diplomático, diputado de los Comunes, humanista
comprometido en la acción política, consejero de Enrique VIII, canciller de Inglaterra
en 1529, como hemos podido mencionar anteriormente en parte de su biografía. Sus
ideas políticas quedan plasmadas en Utopía, que fue publicada en Lovaina en 1516. La
descripción de la isla de Utopía y del régimen ideal que la gobierna está precedida de un
diálogo que contiene una contundente crítica social y política de la realidad inglesa y
europea de su tiempo. Moro se rebela contra la servidumbre y la proletarización de los
campesinos, privados de trabajo, expulsados de los campos y obligados por las
circunstancias a dedicarse al robo para cubrir la mera supervivencia. Una de las
denuncias más importantes que hace es a la represión judicial que se lleva a cabo por los
robos cometidos. Culpa directamente al clero y a la aristocracia por esa situación,
además de descubrir su avaricia, pereza y arrogancia. Como solución al sistema
mediocre que le gobierna, presenta la alternativa de Utopía. El hombre jamás ha
renunciado a la idea de vivir en un paraíso, nos remontamos por ejemplo, al paraíso de
principios de la historia, el Edén. En diferentes culturas y épocas, siempre se ha
idealizado ese hogar de felicidad y bajo un gobierno justo y una sociedad equilibrada
donde poder desarrollarse la humanidad. Ya en la antigua Grecia encontramos el paraíso
creado por Platón, una isla llamada Atlántida, como reflejan sus diálogos “Timeo y
Critias”. Ni la “edad de oro” se salva de la creación de un paraje como los citados
anteriormente, en esta época destacan las descripciones echas por Virgilio. Resumiendo,
llegamos al Renacimiento, donde empezaron a surgir textos que rescribían la leyenda de
Platón. Es en este contexto histórico, donde Tomás Moro inicia sus descripciones, le
avalaba su eficiencia como hombre de Estado y como profundo conocedor de los males
sociales, que afectaban a su país, Inglaterra. Cabe hacer una pequeña mención al
significado de Utopía, puesto que fue Moro quien lo creó. Utopía significa “lo que no
existe en ningún lugar”, en la actualidad a evolucionado, según la RAE a “plan,
proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de
su formulación”. Moro creó este neologismo a partir del prefijo negativo griego “u” (no)
y del término igualmente griego “topos” (lugar).
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 Libro I.
Después de haber presentado a Rafael Hytlodeo y de haber narrado éste sus viajes y
reflexiones sobre las sociedades conocidas en ellos, Pedro Egidio le pregunta por qué no
se ha puesto al servicio de algún príncipe, sirviéndole de consejero, dada la sabiduría de
Rafael en temas de sociedad y gobierno. Rafael Hytlodeo responde negativamente a
ello, lo que da lugar al comienzo del diálogo sobre los consejeros de los príncipes.
Según Hytlodeo, el poder no le interesa puesto que los príncipes no se ocupan de la paz,
estos prefieren ocuparse más de los asuntos militares, con lo que Rafael no está de
acuerdo. La mayoría de los príncipes están dominados por la ambición y sólo se
preocupan por adquirir nuevos territorios, sin preocuparse lo más mínimo por el buen
gobierno de los que ya tienen; además, éstos prefieren rodearse de aduladores, los
cuales también están dominados por la ambición. A continuación, es cuando Hytlodeo
hace referencia a Inglaterra, lo que da pie para que cuente el relato de la conversación
que mantuvo con el cardenal Juan Morton. En dicha conversación se enumeraran los
males de la sociedad inglesa y de su forma de gobierno, por ejemplo, la miserable
pobreza en la que se ve sumergida la mayoría de la población, debido a los propietarios
de ovejas, que destrozan la agricultura tradicional, o la política de mantener ejércitos
mercenarios que son las principales causas del robo y de otras corrupciones morales.
Debido a la aplicación de leyes dispares, la población no tiene más alternativa que morir
de hambre. No obstante, en lugar de acabar con las causas que provocaban la pobreza,
para así eliminar a los ladrones, los gobernantes se dedicaban a ignorarlas y a aplicar la
pena de muerte para los ladrones. Según Rafael Hytlodeo actúan mal por partida doble,
pues por un lado no respetan el derecho a la vida, y por otro, aumentan la magnitud del
crimen puesto que incitan que al robar maten a sus víctimas para que así no existan
testigos del delito y poder salvarse de la pena de muerte. La idea que se refleja con el
ejemplo de los Polileritas recalca que es posible un tratamiento racional del crimen y de
la miseria, orientado para solucionar los problemas que provienen de la existencia de
ladrones, vagabundos, etc. Una vez acaba de exponer la conversación con el cardenal
Morton, Hytlodeo continúa el coloquio sobre los consejeros de los príncipes,
considerando el tema platónico del filósofo rey. Moro insiste en la utilidad de la
sabiduría para el buen gobierno y el bienestar del pueblo, pero Hytlodeo se niega a
prestar sus servicios a príncipes que no le harían caso, y para explicar sus razones se
imagina siendo consejero del rey de Francia y oponiéndose al avance de la guerra en
Italia, es decir, si Rafael le ofreciera a la Corte renunciar a la conquista de nuevos
territorios y a la acumulación de riquezas, estos no le harían caso. Por el contrario, él
serían quien acabaría corrompido y cediendo a sus pretensiones, acabando finalmente
contaminado por su ambición. Según Hytlodeo, allá donde haya propiedad privada y
donde todo se mida por el dinero, difícilmente se conseguirá que lo público administre
la justicia y que se viva con prosperidad. Con todo esto, llegamos a la conclusión del
Libro I, donde Moro afirma que cuando todas las cosas se comparten no existen motivos
para desear ganancias personales, y además cree que el individuo se convertiría en una
persona perezosa si no tuviera una manera de conservar sus logros con esfuerzo
personal. Hytlodeo refuta todo lo dicho por Moro citando el ejemplo de Utopía y,
afirmando estar muy familiarizado con sus costumbres y sus maneras, afirma que no
existe ninguna sociedad tan bien organizada como la utopiana. Es aquí, cuando
interviene Pedro Egidio, expresando un escepticismo extremo en referencia al pueblo
utopiano, además alega que es difícil superar en organización al pueblo del que forma
parte. A continuación, Hytlodeo explica un poco de la historia de Utopía, contando que
fue con el naufragio de un barco romano cuando los utopianos aprendieron todo lo que
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les podía brindar el pueblo romano, además declara que si no pasara lo mismo con los
utopianos nosotros no tendríamos oportunidad de aprender de ellos. La pasión de los
utopianos por aprender explica su superioridad sobre nosotros, y es entonces cuando
interviene Moro de manera diplomática, para pedirle a Hytlodeo que le de una
explicación detallada de Utopía, de sus tierras, ríos, ciudades, etc. Pero antes de abarcar
por completo la historia de Utopía, Moro propone ir a cenar y luego de dicha cena
volver al mismo lugar del jardín y comenzar la narración sobre Utopía.

 Libro II.
El Libro II está dedicado fundamentalmente a la exposición de las distintas
características de Utopía: situación, formas de organización social y de gobierno:
trabajo, familia, educación, la filosofía, la moral, etc. En el transcurso de la exposición
surgen diversas cuestiones, como el divorcio, la eutanasia, etc. Y otras un poco más
ideológicas, como el rechazo de la propiedad privada, de la guerra, de la pena de
muerte, etc. Aunque algunas de estas cuestiones que se presentan en el Libro II, ya
había sido expuestas en el Libro I, otras son introducidas en el contexto de la sociedad
de Utopía como solución para los problemas que plantea el Libro I. El libro finaliza con
una doble conclusión, por una parte la de Hytlodeo, y por otra la de Moro, ésta última
abre un espacio para la crítica y la reflexión. Una vez acabado el relato sobre Utopía,
Hytlodeo vuelve a lo que planteó al final del Libro I: la sociedad utópica es superior
porque sus miembros lo comparten todo, los graneros están repletos de comida por lo
que no hay miedo de pasar hambre, a pesar de no poseer nada todo el mundo es rico. En
contraposición, fuera de Utopía la gente está continuamente preocupada, ya sea por su
supervivencia o por la de su familia. Llega incluso a alegar que fuera de Utopía no
existe la justicia, puesto que tanto los nobles, como los prestamistas y banqueros viven
rodeados de lujos aun siendo auténticos vagos, ya que hacen un trabajo que no es
esencial. En contraposición a los nobles, prestamistas y banqueros, las personas cuyos
trabajos son absolutamente esenciales, llevan vidas más duras y desdichadas para que
como resultado sean descartados una vez lleguen a la vejez o al caer enfermos. Cabe
destacar, que los ricos incluso llegan a sacar ganancias de los pobres por ley. Según
Hytlodeo, las leyes están corrompidas y nos lo han querido vender con el nombre de
“justicia”, el Estado de todas las sociedades actuales está minado de ricos que conspiran
para conseguir sus propios intereses. En cierto sentido, la sociedad de Utopía es
incomparable con la situación actual que vivimos, donde miles de personas pobres son
víctimas del hambre. Si abrieras los “graneros” de los ricos, encontrarías alimento más
que suficiente para alimentar a todos aquellos que mueren de hambre y de enfermedad a
diario. Los hombres, ya sea por su propio interés o siguiendo las enseñanzas de su Dios,
habrían adoptado las prácticas de los utopianos si el monstruo del orgullo no les hubiera
detenido, sentimiento que está muy arraigado al corazón de los hombres, por lo que no
es fácil arrancarlo. Finalmente, cuando Hytlodeo termina su narración, Moro le
responde indicándole algunas cosas que le parecen irracionales sobre la sociedad
utópica, hace especial hincapié en la vida y en el abastecimiento alimentario común, así
como a su falta de dinero. Según Moro, estas características tan significativas de Utopía
acabarían con la nobleza, con el esplendor y con la majestuosidad, lo que para la gente
son las verdaderas glorias de la sociedad. Por último, la voz final propone retirarse a
cenar y continuar con la conversación algún otro día. La voz termina de una forma
bastante confusa, ya que por una parte se muestra en desacuerdo con algunos aspectos
de lo narrado por Hytlodeo, pero por otra parte también alaba muchos de los rasgos de
esa sociedad.
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 Críticas y reflexiones
Utopía es una muy interesante obra, sobre todo poniéndose en el contexto histórico en
que fue escrita. Es una crítica, ni mucho menos despiadada, de la sociedad europea de la
época. La Utopía de Tomás Moro constituye, probablemente, una de las obras
renacentistas más defendidas por el pensamiento político contemporáneo. La tradición
socialista y comunista han reivindicado la figura de Moro como precursor, el
catolicismo lo convirtió en mártir de la Iglesia en 1935, y el liberalismo lo ha alzado
como defensor de la monarquía moderada y de un parlamentarismo precoz. En mi
opinión, Utopía es un libro polémico, ambiguo e inspirador, está hecho de un material
explosivo que no dejó indiferente a nadie, desde su misma publicación. Utopía esconde
grandes debates de la modernidad, por eso se dice que está hecho de un material
explosivo. Bajo mi punto de vista, Tomás Moro es un pensador difícil de clasificar,
puesto que, por un lado da razones de peso para pensar que su pensamiento está más
cerca de la Edad Media, pero, por otro lado parece tener pensamientos del humanismo
del siglo XVI. Estos pensamientos contrarios, derivan del hecho de que Moro se
enfrentó a la reforma protestante y particularmente a Martín Lutero, posicionándose de
un modo estricto al lado de la Iglesia Católica. No obstante, la modernidad de Moro
parece indiscutible, y así se deduce de los mismos temas que sugiere Utopía: la
decadencia de Europa, los nuevos descubrimientos de ultramar, la recuperación de la
ciudad-estado y de la virtud política, la voluntad de reformar la política, etc.

Otro de los temas que abarca Moro en su libro Utopía, es el de la sociedad organizada
en torno a la familia. Tal y como es descrito por Moro puede dar la impresión de una
sociedad machista, pero teniendo en cuenta el estatus de la mujer en la Edad Moderna
europea, no parece que Utopía despliegue una actitud machista. Las mujeres están
sometidas al cabeza de familia a efectos políticos, pero tienen reconocido el derecho al
divorcio en igualdad con el hombre, trabajan bajo el mismo régimen que sus
compañeros y tienen derecho al libre desarrollo de sus capacidades. A mi parecer, esta
idea que se refleja en el libro tiene que ver con el pensamiento de Tomás Moro en
cuento a la cuestión femenina, ya que para él, las mujeres son iguales a los hombres, por
lo que el cuidado educativo debe ser el mismo. A continuación, Tomás Moro también
abarca el tema de la esclavitud, para él la esclavitud es la consecuencia de la
transgresión de la ley justa, es un castigo severo que, no obstante, es reversible en casos
de delitos leves. Así pues, la esclavitud en el pensamiento de Moro, es considerada
como una pena ejemplar y humillante, diferente para los utópicos que lo consideran
como ideal de justicia.

Concluyendo, Utopía, por desgracia, es un horizonte inalcanzable a través del que Moro
mide y confronta la realidad “corrupta” de su tiempo. La Utopía de Moro también
puede ser considerada como un experimento político, un juego de valores y principios.

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 Actualidad de la Utopía de Tomás Moro

Observando la obra, podemos apreciar, no sólo la exposición de problemas reales, sino


también la expresión ideológica de exigencias reales. Por ejemplo, la de la libertad e
igualdad de los ciudadanos ante la ley. La misma división de la obra, en dos libros, uno
en el que se describen los males de la sociedad, y otro en el que se propone otra forma
de organización social, es un reflejo ideológico de su época. Se dice lo que debe
desaparecer, no porque lo quiera Moro, sino porque así lo exige el desarrollo productivo
de su época. Como resultado, lo que debe surgir es una sociedad igualitaria, justa, en la
que el reparte de la riqueza sea equitativo, con el rechazo de las formas de organización
políticas y económicas. Todos los elementos ideológicos del segundo libro de Utopía
responden a una ambición de cambio que se verá realizada en la modernidad. Libertad,
igualdad, solidaridad, son palabras que encontramos en Utopía y que encontramos en
otros autores de la época y que serán realizadas en un futuro no demasiado lejano,
abriendo paso a la modernidad. Aunque todavía en la actualidad no se hayan llenado del
contenido que Moro les reservaba.

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