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E XTRANJERO
EN LA T IERRA

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Primera Edición Enero de 2012
Segunda Edición Corregida Febrero de 2012
Título original: Extranjero en la Tierra
Todos los derechos reservados.
no está permitida la reproducción total o parcial de la obra
ni su tratamiento o transmisión por cualquier medio o método
sin la autorización escrita del autor

Copryright©2012, César Vizcaya Pineda


Copryright© en lengua castellana:
Bubok publicaciones, S.C. para México.

Bubok Ediciones
México D.F. 2012
Imprenso en México

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Los dioses vuelven locos a los hombres

antes de destruirlos

EURÍPIDES

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No distinguirá ya bien sus manos de la idea que sobre ellas
tenía, lo que ellas saben de él. Les temeríamos. Ubicuidad de la
mente, eternamente en espacios conceptuales, en entramados
eléctricos, devorando en centellantes ráfagas el espacio de la
nada…

– ¡Todo tiene estática!– se escuchó una voz que salía de detrás


de la iluminación de aquel raquítico escenario, refugiada en la
sombra que acaricia, coqueteando perpetuamente el rincón más
profundo de nuestras soledades.

Sabía de antemano que saldría derrotado, de cualquier forma,


no le entusiasmaba ya el triunfo –pálido y acuoso–, prefería mil
veces encontrarse perdido en el lugar correcto, hijo de una
tierra extraña.

Sus largas cabelleras maltratadas caían por sus hombros, su


piel pálida y sus incansables ojos continuaban en la siguiente
línea, cabalgando. En busca de algo. Desentrañando el
misterio, tanta piedad y tanto odio en el mismo corazón
asfixiado, bajo miles de atmósferas.

Las botellas delataban una profunda angustia en sus vacíos,


hacía tanto que no pronunciaba ninguna palabra
verdaderamente razonada, quizá habría ya olvidado el lenguaje,

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quizás su lenguaje no correspondía ya con los parámetros de la
razón, se habría quizá olvidado de sí, de ella, de todo eso.

Una fragancia se introdujo violenta en la habitación, opacando


el penetrante olor a cigarrillos quemados largamente,
sinceramente, en el viejo cenicero, trastocando la humedad y el
frío de unas sábanas arrugadas, de un pasado distante,
acanalado, veía su fantasma, lo distinguía, le gritaba un
recuerdo en la espalda…

–No alcanzó a ver el rostro ni el paisaje, lo abandonó como un


perro que olfatea dentro de una bolsa atada, rasguño con sus
palabras sin encontrar nada. Siguió su camino por tantas rutas
inexploradas, lo olvidó al instante.

Una suave tonada de piano lo hizo detenerse, enderezar el Pi


del universo torcido dentro de sus confesiones:

Otra parte de sí reclamaba ahora


un pasado nos delatará mañana con lágrimas añejas
del reino…

Se traicionaba nuevamente, una vieja canción que lo arrulló


despertando lejanamente del sueño, en sus tan actuales
memorias de aquellos años juntos, cuando eran uno con lo
Uno, cuando el universo aún no era trasgresión en el misterio,
cuando la santa ignorancia nos acariciaba, hacia viciosos
placeres de felicidad entre sus alas…

Una callejuela que baja rápidamente,


iglesia purgada en cal de condenados,
cenizas de huesos que reclaman,

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una columna de madera sin brazos
¿Dónde sostendrá el pescador sus redes?
velo hendido del universo,
árboles nocturnos guardando confesiones,
bancas silenciosas,
sueños chillones.
De regreso solitarios caminamos
a tierra de musicales hambres
drogadas y engañadas,
ilusiones en un paraíso sin serpientes…
Bajo el remo eterno del sueño… Utanapishtim.

Algo subió desde su esto–mago hasta su garganta, el sabor tan


amargo que conocía y que tan largamente lo acompañó por
tantas noches, no importaba, lo contenía y le hacía sentir… eso
era lo único que le importaba… por él sentía.

Deambulamos entre pequeños sueños hijos del Leteo, donde


olvidamos todo, menos una canción y la pintura abstracta de
aquel personaje que jamás conocimos, un nombre sin rostro en
un papel abandonado–ileido, un sol sin movimiento, ni la
presencia de nuestra representación. Firmemente así sería Dios
–cree dentro de sí mismo–, como ese sol que jamás vemos en
los sueños.

– Rasura tu rostro. Date un baño. Duerme. Apaga tus cigarros.


Bajo el volumen de la música…

Sin prestar atención interpretativa, mitológica, etérea, objetiva,


profunda, esquilante, etc.… Sólo escuchaba múltiples y viejos
consejos, todo lo ordenaba perfecta y automáticamente en un

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largo discurso, infinita parte era su vida de un absurdo
argumento lógico, cuyas conectivas principales –sus recuerdos,
su credencial, sus epitafios– eran siempre conjunciones, cuya
conclusión era inadecuada. Invalidez.

No obstante, jugaba con aquellas premisas trasladándolas de un


conector a otro, con el sabor que de la lógica no se saca nada
más que una buena gimnasia mental, un gran fluido de redes
neuronales que luchaban por alcanzar algo, bajo millones de
presupuestos y creencias, sin afirmaciones absolutas, sin
valores perpetuos e inmutables, abandonados en tierra sin
fronteras, extranjero… Se detuvo la estática… Placer fue, es y
será… principio absoluto de sí mismo. LIBERTAD!!!

Un cable falla y ahí está todo el punto, una mal conexión, un


circuito quemado, una cerveza derramada, un zapato que
golpeaba su rostro entre gritos indescifrables… Dolor y miedo:

A la orilla de una barca que se derrama


frente a un mar inviolable, se escapaba,
remando sobre las costillas de su cuerpo,
tranquilas olas formadas de caricias
convertidas en vómitos desgarradores
ulceraciones gástricas incontrolables,
en un mundo de pequeñas criaturas
de gigantescos anhelos
habitando por debajo de aquel insondable océano,
corrimos desde el principio cobardes,
en trágicos guiones dramáticos
pre programados hacia algún cruel e insalvable destino,
hacia el mismo camino biológico
avanzamos inconscientes,

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el sonido del último gemido se hizo escuchar…
– Ya está, hemos terminado.

El amanecer frío tocó de nuevo su rostro, lo despertaba, la vida


conquistando un ser sin nombre, sin esencia, arrojado a un caos
de insatisfacciones, como una palabra, con un gesto sin mirada,
arma cruel e indefendible el pasado, lo cotidiano, lo
conocidamente habitual, confortably numb, nihilismo
sembrado en tu costado, traición sin herida.

– Regreso de aquella orilla. – Aún tenía una pequeña sensación


de líquido corriendo entre su nariz y su mejilla, entre sus
piernas algo se derramaba, en una grieta de su cráneo, en la
puerta de la vida, una fisura incurable, un vacío donde se recibe
al huésped, sus dientes delanteros de la parte izquierda superior
pulsaban negra sangre en sus corazones, agonizantes, entre
dedos rotos, piel rasgada, latidos cerebrales, nervios
destrozados… una playa distante… un frío calor de primavera
nocturna… Aún se buscaba entre sus manos sin encontrarse. –
Les temeríamos.

Con pies descalzos se levantó, tomó sus ojos de debajo de las


rocas y salió desde muy dentro de sí, quizás demasiado
temprano para ello. Escalaba las más altas montañas
intelectuales, encontrando sólo a Babel en las cordilleras,
tratando de descifrar el lenguaje simbólico de las estrellas.
Regresó calzado, cansado se acostó a su lado, después de varias
cervezas: lo planearon, solos, inmaculadamente solos, sus
perfumes falsos acariciaron aquel pequeño ser desolado,
descansaba en sus más profundos abismos… ahí encontraba el
recuerdo de sí, se humanizaba.

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Libertad de expresar al ente–arrojado
en la sonrisa sincera de un punto,
en el vacío y frío camino de la coma,
de vaciar ese perenne e insondable deseo
de decir algo, de recordarte una historia,
de saber que existo, sabiendo que sabes de mí
de contener una verdad arrugada
en la gastada cartera de nuestros precipicios…

Se requieren sus servicios… atentamente:

Desconocido…arranque de furia… Arrojó el mensaje. Al igual


que el milesio aún podría conseguir sustento de las olivas,
coronando su frente. Charlaba calurosamente con seres que no
existieron, camaleones en selvas grises, el teléfono sonó,
atónito…

–¡Deseo para usted una feliz muerte!…

Sus alas crecían cada vez más dentro de aquella jaula perfecta,
temía algún día tener que abandonarse y enfrentar el frió
desierto, en la marcha que todos desfilamos en nuestro día por
aquellas dunas desoladas… – Bajo tu imagen, te devoro.

Un viejo amigo le esperaba amargamente en el oriente, signos


estelares comunicaban frustradas aventuras, sin imaginar que
de este lado, en tierra de jaguares, también nacen las estrellas,
sobre aquella planta de tristeza, también conocemos el hambre
y los desvelos, también nos mintieron con el inconsciente y la
sanidad.

–¡Pégale, pégale!– le decía la voz más conocida de nuestra

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infancia: su sangre. Sostenía a aquel pequeño niño, sucio y
maltrecho de su chamarra desgarrada.

–¡No te dejes, pégale, pégale en la cara!– Mientras lo sacudía


como si fuera algún animal muerto.

–No… no quiero… no puedes obligarme… no soy malo– no


nos atrevimos a decírselo aquella vez en la que…

Llorar por tu muerte en los videojuegos, no se atrevió mientras


el niño de la calle despertaba el miedo a los infiernos con el
que nos trauman… un juego ilusionado, no se atrevía aún a
confesárselo a sí mismo, no era malo, sabía que no era malo, –
conocimiento único de escuela–, niños que ingresan
abandonando su receso, por una cerca rota nos adherimos al
mundo… Y jugó con él, entre la multitud de los demás
abandonados, durante el descanso que nos olvida.

Cuando fueron al salón y la maestra lo llamó atinadamente


“Domingo” –desde su absoluto poder sobre inocentes
infantes–, cuando su actividad escolar consistía en plasmar la
mejor experiencia de nuestras vidas, amaestrados por los
discursos a manera de mímesis que los niños escuchan
aconsejar como un adulto:

– Dibuja tu anhelo de estudiar para llegar a ser alguien… – Ser


alguien por el estudio… si estudias ergo eres algo… para
estudiar se presupone la existencia… luego entonces… petitio
principi.

Otros más aconsejaban sacando boronas de galletas del tan


gastado decálogo:

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– Dibuja nuestros sueños, la amistad conseguida aquel día
como el valor supremo. – Sólo la calle puede decir del vació
de nuestros cuerpos abandonados de heridas calcinadas… –
Callé, guardé silencio, observando terminar su dibujo, con
aquel lápiz gastado, entre sus dedos sucios, llenos de arrugas,
de cicatrices, preguntando sobre la oscuridad de La Croix:
¿Qué significaba?

– ¡Es una feria! – dijo con los ojos llenos de aquel brillo que
sólo los niños de ocho años pueden poseer del mejor regalo
recibido– del momento en el que cada uno de nosotros subimos
abismados a esta feria, Carmina Burana.

– ¿Qué haces?... Aún tienes que terminar de escribir este


ensayo – El gato se acercó lentamente –Debes de poder
titularme en el gran caldo que preparan en nuestras cocinas
universitarias… – Entre las flores un demonio se desliza –
Aunque no haya asistido la mayor de las veces… pero bueno…
con lo que se paga por él te deberían de dar el papel el primer
día – En tu nacimiento me encontraba, a tu derecha, María
Magdalena…

– No entiendo nada de ese tal Foucault… ni de Artaud… ni de


Nietzsche… ni de ninguno de esos que se dice que son
filósofos… – En un llavero cargaba sus rostros utilizando el
adecuado para abrir la puerta que prometía. – El programa del
curso fue a los que vinimos, tienes que meter muchas
referencias, teléfonos olvidados... ah y también mete algo
bonito… un poema de Paz… Las Upanisads platicando con
Adidas o con Freud–Nike, algo así… me da igual… tu
termínalo… ya después me lo explicaras, tengo muchos
familiares enfermos de locura, lo tengo que leer, que no sea

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muy largo tu destino, ni con palabras desilusionadas, des–
enamoradas, partidas con guiones… ¿Cuánto llevas?... Está
bien… otras siete hojas y ya serás un árbol de conocimiento,
una prohibición y deseo, con eso me entregan el oráculo de
Delfos, podremos ser iniciados en los misterios de Liverpool…
si quieres puedes ir, invita todos los dragones que conozcas… a
la ceremonia… así comemos mis facciones… ser un
intelectual, como ustedes… dinero… sólo para presumirlo…

Otra lágrima rodó por dentro de su mejilla, entre su cráneo,


detrás, una gran carcajada que la opacó, fue al baño y
descubrió que aún tenía aquella infección, desde hace no sabe
cuándo, ya no le importaba, se había acostumbrado a ella.

Se angustió profundamente, algo lo impacientaba, volteaba su


cabeza de un lado para otro, sus ojos buscando… a la
izquierda… a la derecha… sin encontrar respuesta a su
pregunta… El último cigarrillo. – Resbalo suavemente dentro
de una cajetilla arrugada, incendiado. – ¿Qué haría al final,
cuando el fuego se extinguiera, cuando fuera el final de la
música?; ¿Cuando el logos ya no fuera común… cuando la
hibris sólo un gas abandonado en millones de años luz de
distancia?

Trabajaba incasablemente debido a un trastorno de identidad,


no comprendía bien a bien de qué se trataba, en el fondo, no
creía tampoco en las categorías psicoanalíticas, sólo le
agradaba llamarlo como un complejo de obsesivo compulsivo.
Le sonaba misterioso y elegante.

Su trabajo le enajenaba, y se daba cuenta en ello del gran error


en el que cayó el viejo Marx, el Santa Claus de los imbéciles,

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aquel gastado chiste de los salvadores indígenas, ya antes lo
había escuchado. – ¿Cómo calificar aquel fenómeno desde una
postura ética? En lugar de fastidiarlo aquello le agradaba: ser
un objeto enajenado de su realidad, una cosa entre las cosas,
escapando a todo menos a aquella infructífera labor, creía que
era el misticismo proletario, el formar parte de un todo
enajenante, sin distinción ni subjetividad, ni principio, ni fin,
sin metas y sin anhelos, sin resultados, un gran avispero, una
gran película que nos pierde de nosotros mismos. The Siren of
the woods. Sí aquello le agradaba.

– En torno a la verdad: Filosóficamente todos deberían ser


como piojos, es decir, comprender que cada cabeza es un
mundo.

Dentro de toda aquella maquinación de engranajes se


regodeaba, practicábanse sublimes ceremonias de sacrificio, los
ornatos lo cautivaban, las aguas primordiales resbalaban por
sus cabellos, ungido en aceites de tritones apasionados.

Vestido de negro se formó el paraíso,


desde lejanos papeles del gran banquete,
de inmaculados pináculos de conquista,
adquirir un buen vino
visitar por noche seis o siete lugares
del otro lado del océano,
cazador de almas,
redes visuales cristalinas,
en el frío temblor de estar a tu lado,
por ser un árbol y superar tus colmillos,
le seguían de un lado a otro,
se engañaba, eterna mentira de dulce sabor,

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le gustaba aquel roce artificial
de la incongruencia electrónica.

Volvía a guardar los avances detrás de sí, en el viejo vaso aún


atrapado confusamente, como el agua:

Mentido acaso
por su radiante atmósfera de luces
que oculta mi conciencia derramada,
mis alas rotas en esquirlas de aire,
mi torpe andar a tientas por el lodo;
lleno de mí —ahíto— me descubro
en la imagen atónita del agua…

Confiaba ciegamente sin saber por qué en aquella roca tirada


por siempre en la esquina de su calle, la consideraba su
cómplice en muchos aspectos, se volvía para mirar su enorme
rostro radiante, en el amanecer de sus ojos laceradamente
cerrados, por lágrimas frustradas, de párpados de murciélagos
caídos, le excitaba pensar en que estuviera muerta la madre
violada una y otra vez en aquellas noches, que jamás lo
atraparía:

Te levantas de noche,
me visitas,
bebes mi sangre,
revuelves mis sueños,
escondes mi voluntad bajo tu axila
y derramas tus lágrimas en mis oídos… Con tu deseo

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Robaría los caprichos ancestrales, era una de tantas ventajas de
heredar tantos vicios, de ser formado desde el vientre bajo el
psicoanálisis jungiano, compartimos hasta la muerte misma, la
música que nos mueve, las lágrimas que nunca derramamos,
aquellas palabras que no dijimos, los besos que de un momento
a otro se esfumaron… cuando te abrazaba en la noche…
cuando tu llorabas… cuando yo soñaba con pequeños
fragmentos de piel en tu cama… cuando practicaba como besar
un futuro incierto que tanto me perturbaba… cuando temía a tu
grande fuerza…

Oh padre nuestro que estás en los cielos…

– Tantas noches he defecado en mi cama gustosa al ver tu


rostro. He dejado de temer y de creer… de soñar y de besar…
de escuchar tus lágrimas… de abrazarme a tu torso… tengo los
brazos rotos… sed de desierto en la garganta… y se bien que
me has abandonado, pues no puedes encontrarme pastor sin
direcciones. Sólo tú detrás de eso, sólo un espejo abominable…
–– He terminado tu ensayo, ¿Quieres verlo?

– ¡Oye, oye! –grito una voz infantil mientras su pequeña mano


señalaba un objeto surcando el cielo.

– Sí mi amor, ¿Es una estrella en el cielo verdad? –¿Qué es eso


de la pregunta fundamental?

Sus pasos avanzaron presurosos hacia la puerta, tirando


algunos objetos a su paso, no controlaba su andar, estaba ciego,
herido de bala, bajo siete colores imborrables un gran tumor
tocó su frente… Calló su gran cáliz de podredumbre vacío…
Su fragmentación fue sólo un breve sonido, la guerra había

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estallado, millones de partículas cortantes, vidrios
despedazados volaron libres hacia todas direcciones, varios de
ellos se incrustaron en su ojo abierto, salió chillando y
metiendo su cola entre las patas, largos meses pasaría
derramando nuevamente lágrimas mezcladas con sangre y
pus… Cada vez que la escuchaba, movía de nuevo su cadera,
se tambaleaba, su columna la amaba más que a nada en el
mundo, más que a sus ojos, más que a sus huesos enterrados
dentro de su piel piojosa, más que a sus comezones sarnosas y
sus pelotas mordisqueadas…

– ¿Qué harán los niños cuando están solos en su locura, cuando


las mariposas ya no son Hadas, cuando ya no hay peligro al
Coco? –Podemos comer sólo lo que nos agrada, o dejar de
comer, sin más preámbulos… –Aquella vieja historia que nos
contaba de niños, cuando corríamos descalzos a su cama,
desvelado y sin estudios su inteligencia se las arreglaba para
entretenerlos, sin conocimientos musicales cantaba las mejores
tonadas, nos hacía reír. En la pobreza, sólo el amor nos llena.
Una gran mentira cubierta con un parche aún más mayor. –
¡Vamos dejemos este lugar, los niños no descansan ni nos
dejan descansar, vamos a mi casa, vámonos!

Arriba… abajo… se asoma, nadando despacio, abre la boca y


traga un poco de aire, tan pequeño su mundo, tan frágiles
nuestros cuerpos, tres bombas eléctricas sustentan nuestras
vidas, un poco de alimento, unos golpeteos en la barrera
transparente, ver que nos sonríes…

– Sin ojos aún así crezco en ti… y te veo, mordido por todos
lados, sangrando en tus líquidos:

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Quítame el aire y viviré sólo por ti,
descuartízame en un altar de mercado,
arranca mis entrañas,
digiere mis carnes y te alimentaré,
pesquemos juntos hombres,
abandónalo todo…
hagamos la guerra…
entre redes conceptuales,
atrapado…
Nos espera A. Meiwes. de ROTEMBURGO

–La banda está lista… Comienza el show de esta noche…Un


ruido chillante, unas percusiones profundas, un grave sonido de
guitarra, un teclado dibujando la atmósfera, un grito…

Se ocultan estrellas,
en el palacio del cosmos
desiertos los mares
nublados los cielos…
En vanidad sangre derrame,
en perfección de lo absoluto…
La sonrisa hermosa al morir
pertenece a un sueño en el hombre,
todo es parte del sueño…
Gritando enmudecido,
la postración de los elementos,
que lo gobernaron…

No escuchó su caída, estaba tan cerca del suelo que no produjo


ya ningún sonido: ¿50 dólares valdría su felicidad? El perdón y
su olvido… Acostumbrado ya a su derrota se alejó entre las
verduras, entre aves muertas, entre electrónicos y joyería…

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Cruzó la gran puerta del juicio, se hallaba fuera, sin nada, sólo
como la calle, siempre allí por fuera… –Marcando los diques
de nuestra existencia…Dos grandes esculturas cubrían su
rostro, un velo azulado y una canción, escuchada sobre la copa
de algún árbol, proveniente de algún ave enferma, muriendo en
la selva. ––Todo seguirá por el mismo camino, es la ley que los
grandes dioses impusieron a todas las cosas antiguas.

Ningún reloj marcaría aquellos tiempos, los del abandono de su


rodilla, caídos todos tres veces bajo el peso de una atmósfera
asfixiante, entre millones de edificios, abordando y
descendiendo de ilusiones, buscando angustiantes una farmacia
para nuestro espíritu, una droguería con substancias que
embriaguen nuestros recuerdos, un bálsamo para nuestro dolor,
una tintorería en donde laven nuestros cuerpos, algún lugar en
donde puedan soldar nuestras tan gastadas cerraduras… nunca
más abrir nuestros corazones. Arrojar la llave en las
alcantarillas de un confesionario… En una vieja teoría
matemáticamente comprobable de nuestra salvación…

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2
La carpeta se abrió en alguna página desconocida, cayó
erróneamente…

–Todo está cargado de significados (¿Significados?), y tres son


los fundamentales…

– La locura del mundo es creer absurdamente…


“significado”… “poner”… “mundo”… no hay nada en los
objetos, “objetos”, los entes no tienen interioridad. El
universo… gran licuadora… en el baño…

– Sólo creo en el perdón del fuego, el agua se consume por


millares en los bares de nuestra ciudad bajo el milagro de
Dionisio…

Religión, Economía y Conocimiento, parecía que todas las


cosas estaban formadas de estos tres principios: amor, droga,
alcohol, sexo, trabajo, libros, música, ropas, autos, presunción,
reconocimiento, respeto… todo escrito con esos tres
paradigmas…

Limpia un poco los olvidos de mis ojos


empañados por el frío de mis soledades
las grasas de muslos derretidos en mis caderas
indeleble es el pasado

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¿Reconoces mi rencor?...
¿Duermes acaso?...

El fuego artificial de siete latas encendidas alumbraban la


oscuridad de nuestras almas aquella noche, desfilando
lentamente autos extraños, la víspera nos espera angustiante, en
una madrugada fría encontraras la muerte, aquellos ojos
perdidos que fueron tuyos por algún tiempo sangrarán al
instante, la niebla envuelve el paisaje… caminamos…
cansados de una larga sinfonía… el autobús nos lleva a un
largo destino, anhelamos sus pisadas…

– Necesito beber algo, ¿No tienes más cervezas?...

El instinto nos protege


nos acaricia suavemente,
el rostro de nuestros padres,
una manta para nuestro sub–consiente,
–Apaguemos la luz, no lo soporta–,
caminamos largamente a la orilla de un río,
buscando encontrar algún maleficio,
alguna maldición olvidada,
enterrada en las suaves arenas…

La trucha saltó al sentir el frío de la hoja oxidada traspasando


rápidamente su columna vertebral, olvido su sueño,
simplemente escapó de nuestro ser con la corriente…¡(0), 1, 2,
3, 4, (0)… No detectamos nada… de nuevo…(0), 1, 2, 3, 4, (0)
…! Enciende el fuego, atízalo más… juguemos a ser el
diablo… corre tras una pira apagada, tras una escoba, bailamos

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melodías en el suelo, conquistamos deseos, alimentamos
futuros perdidos…

– Nadie te obliga, no quiero cargar con esto en mi conciencia,


cada cual entra a Eleusis sobre sus propios pasos, arrojando los
huesos de su abuela sobre su espalda, bienvenido a la venta
nocturna, al remate del sentimiento de la verdad, Loutremount
será vuestro guía… Tres rostros conocidos grabado en la
rocosa superficie de nuestras mentes, familiares, ella se acerca,
sus hermanos la esperan: Mehdi Haddab and Speed Caravan…

– Fumemos un poco de hierba –dijo el creador antes de


concebirse a sí mismo, mientras una sonrisa plácida apareció
en su rostro de gran empresario millonario, luciendo su larga
barba en alguna playa primordial y extranjera.

– Me siento con ganas de… –respondió el vestido de pieles


negras– los unicornios son los dioses de la sexualidad, en ellos
encontramos todo el misterio… préstame las cerillas…

– Cansado trabajo el mío, por eso soy tan viejo, contigo o sin ti
pueden seguir viviendo, yo termino los trabajos, ustedes sólo
algunos empleados sustituibles…

Una pequeña vela se deslizó entre sus dedos, en la parte más


maldita de la ciudad fue formada, veinte pesos son muy pocos
para un obsesionado asesino.

– ¿En qué árbol se ocultan las manzanas que nos perderán, bajo
qué suelo estarán por nacer los ojos y los labios que nos
traicionen…? Inmemoriales ritos cercan nuestras esquinas…

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– Deberías de trabajar para Marlboro… pareciera que fue
hecha en tierra de vírgenes.

Tres figuras mirando al horizonte, compresión, frío, me he


vuelto vulnerable, me descuartizo en millones de palabras
ajenas, de miradas extrañas, desentrañando mi inagotable
armadura de piezas falsas…

– Pascua, no me toques… Explosión.


– Despertamos cansados… sumamente cansados, y te llamo:

¡Oh Vida a que seas nuevamente lo único que tenga!


y dentro de ti,
cualquier falacia será posible,
pero de ti no escaparé,
perversa mirada de terror a tu salinidad,
todo dentro de ti,
en tu vagina derramo mis anhelos,
en tus perversos senos alimento mi codicia,
te ofrezco mis eses,
me reconozco madre tierra… ¡Te Amo!
Lucho incansable contra el gran padre…
quemaré por fin el polvo de las canas de tus árboles,
guardaré tu vestido…
Para el último gran baile,
extrañaremos el frío barro bajo nuestras suelas…
La promesa derretida en tu garganta,
salimos ilusionados de nuestra gran aventura,
cuando mirábamos de frente al sol,
¿Dónde quedó el resplandor de nuestras nulidades?
la salvaje armonía de una pared nunca terminada,
levantándose hacia el infinito,

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soñando en besar las nubes…

El gran fascinador distribuyó de nuevo las cartas, bolsillos sin


hambre descubrieron la soledad en que se hallaba, pidiendo
consejos sobre los placeres que nos podrían brindar el
inclinarnos. Esencialmente el cableado se encontraba
distribuido en tres grandes aulas principales, las estaciones de
descanso se hayan sólo detrás de los arco iris de nuestros falsos
ídolos, ilumínanos o ciéganos con tu sabiduría, llévame
contigo, no me abandones en esta tierra de cruces levantadas,
de cadáveres resucitados, de perfecciones matemáticas…

– Una vez más observó por detrás de sus ojos en busca de la


respuesta, de la peregrina indicada –sólo sus manos le hablaban
en un idioma desconocido… Sólo, solo, en la soledad de sus
tan traicioneras y hetairas soledades… hasta ellas lo han
abandonado…

– ¿Por qué? o ¿Para qué?, ¿Serán acaso dos preguntas o una


sola?

– Comienza a retorcer el infinito nuestras débiles mentes con


su sola presencia, con su insuperable despliegue más allá de
toda comprensión, más allá de nuestras miserables victorias, de
nuestros putrefactos anhelos, de la carencia de horizonte…

El artista pidió un vaso de agua que terminó al instante,


prosiguió con su actuación, representando un sueño de mil
representaciones anhelantes de ser él, de vivir realmente, nos
afanamos por la mentira…

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Jamás conoció nunca el hambre
que sienten las sombras en los desiertos,
el camino de los asteroides,
las canciones de las rocas,
los suaves golpeteos de su cien al quedarse dormido,
frente a un rostro que conformaba a cada pincelada,
con cada gesto que colocaban sus manos…

–Él ha de estar profundamente agobiado de su propio rencor,


de su propia culpa que encierra todas las demás culpas… las
miserables culpas… las grandes culpas…

– Por ello se ha quedado, prefiere el dolor de lo equivocado al


frágil tormento de la mañana, de la tarde, de las innumerables
noches gritando a cada instante…

Emplumadas venganzas perforando su hígado,


quemado por un sol insoportable.

– ¿Conoceremos acaso lo que deberíamos conocer? ¿Habremos


errado el camino de vuelta al útero del universo, debajo de las
faldas de la serpiente, de un trauma reprimido en el deseo de un
dios solitario? Conocemos tu nombre y tus mil máscaras,
terrorista, filtro desechado, te lavará la nueva Era, las lluvias
absorberán tus excreciones, tus predicaciones… ¿Avanzarán
los relojes cuando los volteamos? Cuando su cansado paso nos
alcance marchitaremos las flores de nuestras cabezas, el sol
resecará nuestros rostros, quedaremos envueltos en la Maya de

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nuestros propios sueños, de nuestras representaciones.

Sin aletas y sin ruedas, las cenizas consumidas al final y al


principio de nuestros ancestros, en un espacio de infinitos
alambres de púas, encerrado entre mil guerras contra la guerra
misma, teniendo el valor de nulificarnos por un lecho caliente,
por una baba en el brazo, por una palabra sin sentido…
Cabalgamos en nuestras máquinas de acero, androides del
corazón y la cabeza, obedecemos sólo lo que el Gran
Ordenador nos manda:

¡Obedécete, obedeciéndome!
Pide que pare y destrúyeme,
lucha contra mí,
consérvame en tus cálidos y en tus fríos recuerdos,
en tus temporales tormentas y en tus desérticos
caminares,
en tus nublados días,
en tus noches oscuras,
en la claridad del apacible abandono…
Dios te salve…

El cachorro atravesó valiente la avenida, un auto lo arrolló,


leves gritos después de un largo tiempo tirado retorciéndose:
hígado traspasado por sus propias costillas rotas, perdió la
tercera parte de la piel de su cuerpo, mucha sangre en el
pavimento que su propia lengua probaba, saliendo
incontrolable en sus respiraciones y exhalaciones, aún se pudre
en la orilla de aquella carretera por la que diariamente transita
su asesino, escuchando una prosaica tonada, preocupado por su
depósito de esta quincena, por rentar aquella película de
estreno, pensando en comprar aquella camisa que vio en el

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aparador del centro comercial cerca de donde trabaja… ¿Quien
estará esperándonos en el infierno… aun se muere en la
mente?.

Así, tocando sus genitales cálidos, esperaba encontrar la


ruptura… Entre un par de horas destilaría su vida por una
grieta del universo, desnudo se tambaleaba entre torres
eléctricas, sentado en su trono magnifico, entre vírgenes de la
noche, solitarias cabelleras, deambulando, ofreciendo sensuales
deseos inexistentes.

Dibujando peces en la arena, perdonando lo imperdonable, los


clavos se fundían en calderas hirvientes, al cerrar sus parpados
terminaba la última oración, el suplicio, la humillación de pedir
clemencia ante la tortura. Calentados por un naufragio
prematuro en costas tan alejadas, escuchaba tu voz, te entendía
perdido entre lenguajes humanos incomprensibles, campanas
redoblando tras un largo proceso de justicia artificial, tras piras
ensangrentadas de cabellos de nuestra madre: ¿Estás ahí
probando el metal en tu garganta silenciosa, Giordano Bruno…
No lloró por ti el infinito, ni el universo, ni los mundo? – Besa
la cruz, símbolo pagano de nuestro insoslayable apego al
cosmos y su gran danza, el sol se oculta, descuarticemos sus
miembros en la rueda.

Ahí se encontraba, hincada frente aquel, frente a todo lo que


aquel le podría reclamar, valientemente, aceptando incluso sus
reglas para ser juzgada, abandonada de sus padres, de sus
amores, de su vida, abandono sus tejidos, sus guisos, sus
sueños y carpetas, sus deseos más ocultos, su rencor y hasta su
caminar, las horas y lo minutos de sus horas, le pertenecía,
hasta que le arrebato todo, insaciable, te llevaste sus canas, sus

27
miserias, sus frágiles dedos y sus incansables ojos, hoy sólo
puede verte a ti, sede de su nebulosa ignorancia de oscuridad.

– ¡Maldito creador, salvador, maldito Jesucristo ¿Te complaces


y sacias con mis sacrificios?!

Caminará silencioso entre la selva, bosquejó un gran paisaje en


la imaginación, esperando encontrar los elixires antaño
buscados en aquellas púrpuras profundidades de sus múltiples
almas arrojadas en horquillas, sólo le esperaba, figurándolo tras
de cualquier paso, por encima del sensible sonido de las hojas
secas quebrándose por sus pisadas, la lluvia lo esperaba a tan
sólo dos sueños de distancia, después de cuatro cajetillas de
cigarros, por debajo de cien lagrimas y varias traiciones, el haz
de un Dios desconsolado lo sorprendió en las inmensidades de
aquella noche, escuchó a las cigarras, a los cuervos, las
lechuzas, al viejo lagarto surgiendo de las profundidades. Lo
había encontrado, no parecía lo que los viejos cuentos
infantiles ni los libros decían de él, no parecía tan triste como
su alma lo imaginaba, por el contrario, lo percibía tranquilo,
jugando con un dado de madera calcinado por las orillas,
enajenado en el viejo juego que él había inventado, en la
rebelión, en la guerra, en el orgullo de su inmenso corazón
vacío, como un niño lo encontraba, como a aquel pequeño que
viera una vez ahogado de frío bajo el puente, con un perro
acompañado. Mientras cantaba una vieja oración de los
infiernos:

Un puño cerrado encontré siempre en los escritos


sacros.
Miradas ocultas inconmovibles.
Sangré angustiosamente por tu nombre.

28
Ignorante del sentido de tu existencia.
Fascinado de tu anhelante poder inacabable.
Transfigurado de mil formas en espejismos arcaicos.
Un gran muñeco en el aparador de nuestros deseos.
Larga e incurable enfermedad de los ancianos.
Gripa de los jóvenes.
Operación de los pecadores.
Celda de los grandes espíritus.
Nieve para mi corazón.
Calidez en mis desiertos.
Cerilla en la tormenta.
Oscuridad en mi ceguera.
Cigarrillo apagado.
Puerta desvencijada.

–En ti veo el juego que todos jugamos, que seguiré jugando por
siempre dentro de mi alma, soldadura de mí, dolor en mis
heridas sanadas, tierra de mis plantíos donde sembraré a mis
muertos, costra de belleza inmaculada… En ti creo, pequeño
niño ahogado bajo el puente.

29
3
La nación nos fue herencia destruida, los antaños sueños de las
rocas olvidados entre gastos inútiles, por inculcar alguna
clemencia absolutista al perdón de nuestros anhelos
traicionados, por el miedo al terror de nuestra existencia,
cubiertos bajo ropajes imaginarios de dos mil años de
educación pre programada, de sumisión ante los grandes
poderes, ante los inalcanzables poderes, ante el vacío de
aquellos poderes.

Aquí, tirados los papeles de un pasado que fue olvidado,


utilizando nuestra propia historia para destruirnos,
ingenuamente contra–natura utilizamos nuestros propios
archivos, la sangre de nuestros cuerpos nos destruye por el
hastío de saber tantas cosas inútiles, como el apreciar una
pintura, sabiendo que no es más que tinta arrojada
caprichosamente en una tela por una mente enajenada, ante
unos ojos llorosos, destruidos ambos, compartimos los años
venideros.

– ¿En qué lugar te encontraré?... ¿Estarás a la hora indicada?...


¿Te esperaré por una causa definida o será simple capricho del
eterno azar de nuestros destinos?... Muy bien, ahí estaré.

– Un ventilador girando incansablemente contra el calor de la


tarde, su apacible sonido me recuerda costas lejanas… Nubes

30
huyendo rápidamente de la tormenta que se avecina, los rostros
en las estrellas miran consternados el desastre ocurrido,
arrepentidos pecados se revuelcan por los suelos de asfalto,
alimentados de carne, de tierra, de lluvia.

– Somos seres (S) que vivimos en sólo dos dimensiones:


espacio _______y tiempo\\\\\\\\\\\. Juntos ___S/////. Pero…
¿Existirán seres de sólo una dimensión, o de varias?

– Recuerdo gravemente aquel lugar, un viejo y sucio edificio


en las afueras de la ciudad, mal iluminado, con un penetrante
olor a humedad. En él siempre se encontraba el encargado – el
guía– y un niño que fue abandonado en las calles y el viejo lo
llevó consigo a su casa, desde entonces vive con él, su pequeño
ayudante. El viejo era un hombre flaco, de barca entrecana, de
mal aspecto y ropas sucias, el chiquillo tenía los ojos más
dulces jamás antes vistos, una cabellera maltrecha de pelo lacio
y una frágiles manos temblorosas.

–Continuamente recurría a ese lugar no sé por qué


circunstancias, algo místico me atraía de aquel sucio recinto,
quizá mi destino romántico de retomar las riendas de mi vida
en mis propias mano, de colocar el freno en el lugar que yo
quisiera.

– Qué es lo que hace aquel hombre –pregunto tímidamente el


chiquillo.

– Sólo está escapando a su miserable existencia, cada vez más


cerca de la muerte… Cuando yo ya no me encuentre tu tendrás
que guiarlos por ese camino, serás el heredero de los favores
que aquí otorgamos… Pon atención y no hagas preguntas a

31
quienes nos visitan – la pregunta mismas es la causa de que se
encuentren aquí. Todos los suicidas son hijos malparidos de la
filosofía.

Falta decir que en aquel lugar, además de servirse toda clase de


bebidas que en ningún otro lugar se podrían encontrar, su giro
era de los más extraño, pues en aquella desgastada
construcción se practicaba lo que el viejo llamaba el favor
personal, el cual consistía en una infusión secreta que el viejo
preparaba, la cual, a petición del cliente se le servía bajo un
elevado costo. Esta bebida lo transportaba de un estado de
adormecimiento, pasando por diversos estados alterados de
consciencia y placer, hasta lo que sería su muerte, quizá la
muerte más pacífica y placentera que jamás hombre alguno
haya experimentado en la historia de la humanidad. Cabe
mencionar por demás la ubicación del antro, que se encuentra
todavía actualmente en funcionamiento, mismo que es atendido
ahora por un joven mozo de cabellera lacia y de hermosos
ojos… la semana pasada fui a visitarlo, aun me recordaba, aún
sabía mi nombre y cómo me aleje de aquel lugar, aun recuerda
el último favor que me hizo el viejo… Creo recordar que aquel
lugar se llamaba Shax y contenía una especia de garza en la
fachada, no lo sé, no lo recuerdo.

– Se cuenta entre los duendes de mi cerebro que la cola del


dragón que envuelve mi lengua es luz deshaciéndose en los
valles de mis neuronas como chispas mágicas de caricaturas.
Saltando del televisor de nuestras consciencias.

– Los músicos son en realidad grandes niños que juegan, el


juego de Siva-Nataraja.

32
– Jamás se puede hablar contigo –afirmo mi espalda bajo mis
rodillas–, eres tan extraño, tus conversaciones son
incoherentes, ¿Qué te sucede?

Saber que todos caminamos por la misma carretera, con el


conocimiento inconsciente que ningún camino, por más
extenso y arduo que haya sido su trayecto nos conlleva a un
lugar desconocido.

Una especie de seres insignificantes como hormigas vista desde


el infinito del universo.

Seres pequeñísimos que se conectan a la vida por una infinita


red de caminos por las cuales se vinculan a una única y sola
carretera que forma el cuerpo. En este sentido los pequeños
caminos son pequeñas venas rotas o vasos sang-ígneos en
formación. Un solo cuerpo en cada continente, masa
continental, entre el agua, tres son los seres gigantescos y
repugnantes. Como tres sanguijuelas, cosas horribles,
arrugadas y secas, cafés, polvosas... El verde es un color bello
en comparación con nuestros cerebros pensantes. Manifiesta
quizá el anhelo de vida. ¿Qué sentido tienen los colores para el
infinito? Tres microorganismos nadando en un fluido cósmico,
en una pequeña burbuja espacial. ¿De qué cuerpo? Gigantesco.

Un hombre que hace carreteras y escribe libros, es aquel que


mejor sigue el Darma del infinito, en cuanto a que conecta a
los seres humanos, somos en conjunto, como especie la vida de
este planeta, de esta pequeña burbuja, pequeño cromosoma del
universo.

–El cerebro brinco en mi interior, pues así fue como realmente

33
comprendí lo que significaba infinitud. Hacia ambos lados, en
cuanto a lo gigantesco, no somos más que pequeños glóbulos
rojos transportando energía a las diferentes venas que están
conectadas a una gran vía. Eso es lo que diría un científico si
pudiera analizar a la tierra bajo el microscopio, eso vería de
nosotros. Los principios de la vida son: el movimiento (Que
incorpora en sí los conceptos de espacio y tiempo) y el de
pensamiento, esos son los dos parámetros de la existencia,
como causa final de ambos esta el enriquecimiento de los
recuerdos. Ahora bien, al mismo tiempo la vida misma se
despliega también hacia lo infinitamente pequeño en
comparación con nosotros. Hacia la infinitud de esa grandeza
espectacular, nosotros creemos que nuestros pequeños
pensamientos tienen un importancia infinitamente universal.
No es así... lo sabía Nietzsche.

Comprendí el primer Sutra: El Absoluto. Lo es todo en los 24


estados de creación. El hombre contemplándose y teniendo –
más que un conocimiento– una revelación del universo todo. –
Imagínense lo que sentí al poder contemplar los desiertos
africanos, junto a los hielos árticos y tormentas de nieve de la
zona nórdica, poder visualizar en mi mente a Japón junto a
México, junto a la india y junto a Australia, omitiendo el
concepto de espacio, la liberación mística quizá sea la pérdida
de estos conceptos (espacio y tiempo) en nuestras conciencias,
definitivamente paso algo en mi mente, corto circuito,
reactivando rutas inexploradas: sinapsis transgresoras... Uno de
mis tantos sueños irrealizados en la vida, jamás podré apreciar
la contemplación de un excelente ataque de esquizofrenia y
volver para poder comunicar la experiencia como un ser
normal. Así es comprender a Dios, es experiencia intrasmisible
porque es locura, perdida en el rompimiento de la

34
individualidad, la imagen de esquizofrenia, como una metáfora
que implica el desdoblamiento de la individualidad,
bipartición, dualidad, pluralidad. Reproducción asexual de
nuestra conciencia unicelular, rompimiento del uno
irrecuperable, pérdida de la que ya no podemos escapar una
vez que la adquieres.... Comprendí que nuestras mentes se
conectan mediante sonidos vibratorios. Que a niveles
macroscópicos nuestro lenguaje ya no tiene sentido, que las
cosas de las que hablamos y nos comunicamos, que los
sentidos que tiene el mundo y que nosotros le damos dejan de
tener utilidad y sentido alejados de sus seres que lo crearon, no
tiene sentido el lenguaje interpretado desde estas visiones, al
contrario no así el sonido, vibración única y originaria...Me
encontraba pues en perspectiva tal de aquel científico que vio a
la tierra bajo el microscopio.

Nuestra idea de espacio es tan corta, más inaccesible incluso


aun para las más grandes mentes del planeta, el llegar a
comprender la infinidad absolutamente mayor del tiempo. Más
allá del lenguaje, en otros sentidos y dimensiones que el de
espacio –que ya de por sí es inaccesible a la mente humana en
su totalidad....

–Importante. ¿El concepto de espacio es un concepto visual, se


relaciona con la vista, así se comprende, con imágenes
visuales?

Bajo la tesis de que en efecto, todas las cosas del mundo se


conectan a alguno de nuestros cinco sentidos: tenemos que
hacer experimentaciones. Buscar concordancias, establecer
Verdad mediante la probabilidad de que la hipótesis se cumpla,
no quizá por ello, sino por simples razones incognoscibles

35
hasta ese momento– Hume diría conjunciones ?'''?.

Estudiar la historia de los pueblos antiguos nos revelan una


sola y gran verdad del pensamiento mítico, que vivimos y
siempre habremos de vivir en la creencia que lo que pensamos
es la verdad más absoluta y aceitada, tanto así como los griegos
creían en sus dioses, los antiguos en sus elementos sublimes.
Ahora la ciencia viene a tomar el papel de crear la verdad, así
como en su momento la religión la tomó en la edad media
sobre todas las cosas verdaderas que hay y qué son en el
mundo.

Tan dentro de mis abismos


sigo fuera... buscándote,
en contacto contigo,
siendo tu perpetuamente
sin ti...

36
4
Ha continuado la transformación de mi existencia.

Después de un proceso largo y doloroso, lleno de extrañas


situaciones y movimientos que afectaban mis músculos
lumbares, una mañana detecte al levantarme que no solo habían
estado los dolores presentes como efecto de actividades físicas
mal desempeñadas y agotadoras. Algo había cambiado, me
levanté en otra tierra.

Debajo de la paleta derecha de mi espalda comenzaba a crecer


aquello que después de muchos años conllevaría fatalmente mi
destino. Pero no nos apresuremos, cuento aun con siete días
para terminar de escribir mi historia, antes del regreso del otro.
He aquí la interpretación personal de lo ocurrido.

– Todo mundo sabe hoy en día, (en nuestra cultura rebosante


de saberes científicos médicos–biológicos), el proceso que se
desarrolla a grandes pasos en la reproducción unicelular. En
este tipo de proceso, a diferencia de seres más complejos como
nosotros y los animales, no intervienen dos sujetos para la
generación de un tercero. Al contrario, es la unidad dividida; en
un primer momento se nos presenta todo ser con una
discontinuidad objetiva, es decir, con respecto a los otros, pero
al mismo tiempo, descubrimos que esta discontinuidad con
respecto a los seres externos es solo posible mediante una

37
fundamental continuidad interior. Esta continuidad interior y
fundamental, al llegar el momento de la reproducción se ve
fragmentada en dos discontinuidades, las cuales son el
resultado de la reproducción por división.

Sería un absurdo el creer no obstante algo absurdo. De acuerdo,


continuemos.

El otro desprendido, malévolo, astuto:

– Humillación constante, del origen, del pasado, del anhelo, de


ignorantes limosneros, de traumados inconformes, de
petulantes imbéciles, de recuerdos transformados, de sueños
vencidos, de dolores, de insultos del cuerpo y alma, de
comparaciones y desvaloraciones.

La otredad es inconcebible, intratable, incomprensible...


Escapar y sanar las nobles ilusiones, hay vida y eso es todo, el
propósito cumplido, nuevos barcos en el horizonte, calma en la
tormenta, mil estrellas contemplando el vacio de nuestra
existencia, risible apetencia del dolor.

– No esta vez no.

La belleza cubre tu cuerpo virgen.


Besar hasta el amanecer el paraíso de tu alma.
Comer tus insanos e insospechados deseos.
Devorar para siempre tu recuerdo.
Marcar indeleble tu mente con mi nombre,
enmarcar tu espíritu con mi rostro.
Tienes miedo al sacrificio,
la entrega absoluta y temblorosa.

38
Sin vivir ya mas buscando tu satisfacción.
Satisface erótica solo mis mas ocultas perversiones.
Es tiempo de recuperar lo perdido.
El aliento aun pervive.
– Solo hay una existencia y es sagrada.
Más allá del bien y del mal, es artístico.
El más bello engaño.
El deseo.

–Hemos… descubriste varios verdades, saber que en las


carreteras hay muchos suicidas, debido principalmente a que
poseen autos muy veloces, lo cual implica la capacidad
económica para adquirirlos. Por ello deducimos a seres
trabajadores, que dan su vida en el trabajo. Por lo tanto solos,
absolutamente solos, de ahí su deseo de matarse. Resumiendo:
la enajenación de materia cosifica hasta el espíritu. No
perdamos el tiempo en estupideces…

–El hombre es un eslabón entre la infinitud y la nada, el


primero se pude percibir mirando al cielo. La nada al cerrar los
ojos, todo lo pone el hombre dentro de su mente. Ahí habita la
nada.

– No hay reclamos, sé que en el salón continuo al placer habita


el arrepentimiento. Contempla todas nuestras aventuras. Ello
está representado en el patíbulo de la cruz (el cual cruza
transversalmente lo que sería el placer, representado en la base
fálica de la cruz o madero vertical).

La tristeza más profunda que he experimentado es la de


percibir mis propios límites en las posibilidades del universo.

39
La infinitud se nos abre como una posibilidad inalcanzable.

–Sabes bien que soy yo (a quien tú llamas mi personaje) quien


te escribe a ti. Sólo yo te conozco y te ordeno que me describas
según mis propios parámetros. Cada nueva descripción va
trazando tu carácter, tu propio pensamiento, y así el escritor
termina siendo una obra hecha por sus creaciones. – Escribir
literatura es lo más cercano a tener esquizofrenia, la
contemplación absoluta.

– Es chistoso lo que se cuenta en aquella historia, de ella se


dice que aquel gran caballero del cual hablamos ya
anteriormente vivió un tiempo con una señora tan celosa que
cada mañana, antes de irse él al trabajo, después de bañarse y
vestirse totalmente, sacaba del cierre de su pantalón su pene, al
cual sellaba en el cuello con tinta de agua tipo henna trazando
una figura tan extraña que cualquier intento de reproducción
resultaría un fracaso vano, pues borraría aquella marca y ella lo
sabría. Se cuenta, –y quizá esto sea lo menos importante de la
historia– que aquellos signos eran provenientes de alguna
extraña secta religiosa, extinta en las lejanías del oriente medio.

Lo interesante del asunto es la ingeniosa invención de aquella


mujer para prevenir cualquier tipo de relación sexual, aún de
aquellas extrañas perversiones que cualquier mente culta
podría deducir fácilmente. Como verán, los signos han servido
en los distintos periodos históricos para distintos fines,
incluyendo la sexualidad y el celo inherente a la misma.

–Más allá de esta graciosa fábula, la moraleja es por el


contrario de lo más serio y riguroso, tanto así que nos
demuestra que la actividad sexual humana está incluso más en

40
el fondo que la religiosidad misma, pero el anhelo de posesión
de un ser en su totalidad es el fundamento mismo de la historia
humana.

Entraste silenciosamente,
suavemente hiciste sonar el picaporte de la puerta,
caminaste haciendo rechinar tus zapatos de piel
en el mármol blanco de nuestro suelo,
ese acabado de anchas rocas planas
que quisiste para nuestro departamento.
La vajilla negra te sonrió cálidamente
cuando desviaste tu mirada para observarla
descansando en la barra de granito
que tantas veces fue nuestra cómplice
incluso de tálamo perverso.
Te serviste una copa de whisky con hielo...
Tu favorito...

– Compartimos la pobreza de muchos buenos recuerdos...


Nuestra riqueza consiste en la infinitud de los deseos
irrealizados... El vacio de nuestra positiva existencia, de
nuestra inefable e incomprensible presencia.

–Amar es un constante y perpetuo huir de la muerte. Te Amo.

–Quienes no aman mueren. Te Amo.

– El amor rejuvenece al que lo pose y esto es sólo uno de sus


efectos. Te Amo.

– El amor nos distingue de los animales. Te Amo.

41
– El amor es fuego en el vientre. Y es ahí donde se calienta el
nido que ha de recibir al nuevo ser. Te Amo.

– Amar es como alimentarse, sufres por hambre, la satisfaces,


obtienes el mayor placer, pero lo tienes que estar haciendo al
diario. El amor es una acción permanente… perenne.

–Flesh, flesh, forever flesh... La carne es una flor que sólo


germina una vez en la vida... Escuchando el correr del
Aqueronte, contemplador del triste arrugar del tiempo.

42
5
La humillante derrota de Jesucristo en la cruz es la justificación
de nuestras aventuras. De nuestras pérdidas, de nuestra mirada
al cielo, búsqueda de nulidad... Hundido en la profundidad
innombrable de la nada, en el lugar sin color, sin aroma,
insípido e impalpable... Inescuchable. Flotando desde esa triste
griscedad:

Solamente una mentira que no esté avergonzada de sí misma


puede tener posibilidades de éxito: ¿Cómo es posible la
comunión entre números tan diferentes?

La voluntad se enfrenta en la oscuridad de una sala oscura,


centellantes imágenes vislumbran tu rostro. Has descubierto el
YO...

–No me interesa llegar a ninguna parte, no camino


persiguiendo ningún fin preconcebido. Se diría que me muevo
hostigado por una fuerza cósmica, quizá la fuerza centrípeta de
la tierra. No espero ningún astillero, pues ningún camino me
antecede, no me importa transitar sólo, no me importa el pensar
encerrado en mi mismo, he aquí la presentación de la voluntad,
no existe el otro, la otredad me resulta indiferente. Escribo por
el placer de Narciso, la auto contemplación. Cancelado el
oscuro laberinto de la filosofía, acusado, examinado, juzgado...
Culpable de no ser concreto, preciso, especializado... ¿Pero se

43
puede en verdad ser así? Me niego a convertirme en un ser
celular, el hombre del renacimiento manifiesta mi espíritu.
Ahora en cambio mi anhelo e interés negados falsamente no
son Nada nunca... Con mucha más profundidad en la nada
como negación. Más allá de los principios lógicos... Es una
locura el conocimiento, un placer el poder, una satisfacción la
carne, un sueño la conciencia.

Era definitivamente un tipo muy extraordinario, entre la serie


de extravagancias que sostenían su existencia, hay algunas que
son de carácter fundamentalmente filosófico. Tal es el hecho
que todas las mañanas se levantaba muy temprano y se
disfrazaba con sus mejores ropajes; hecho esto se dirigía a los
distintos parques cercanos a su hogar, donde –como se sabe–,
la gente acostumbra ir a hacer deporte en las mañanas para
contrarrestar las toxinas heredadas de los tan variados vicios
que sostienen a nuestra sociedad. Pues bien, una vez llegado a
este tipo de lugares, buscaba un cómodo asiento lo más cercano
posible a la pistas de carrera, en donde decenas de personas
pasaban una y otra vez trotando, empapados de sudor. Era
seguramente de su conocimiento que este tipo de ejercicio
provocaba una mayor agitación, que a su vez provocaba que
los poros de la piel y de los órganos que hacen posible nuestra
respiración, tengan una mayor apertura para incorporar el
oxigeno y desechar –obviamente– el bióxido de carbono y
todas aquellas sustancias dañinas para nuestro organismo.
Seguramente sabía también que en este mismo proceso
desintoxicante, es cuando el organismo se puede contaminar
más debido a las mismas circunstancias, pues al abrirse los
poros del corazón, al igual que los pulmones, las partículas de
contaminantes aspiradas, penetraban más profundamente
quedando cubiertas por completo y generando los males que ya

44
conocemos. Una vez aclarado esto –cuestión que resultaba
indispensable para tener una concepción perspicua del asunto–,
continuemos con la narración descriptiva de nuestro personaje.
Una vez que se acomodaba en el lugar elegido, extraía del
bolsillo derecho de su abrigo una cajetilla de cigarrillos que
comenzaba fumar, despidiendo todo el humo exhalado de su
boca hacia donde precisamente pasaban las personas corriendo,
es preciso decir en economía de nuestro discurso que fumaba
toda la cajetilla de cigarros, con lo cual podemos concluir, en
un simple ejercicio deductivo, las consecuencias que esto
generaba a todos los que por ahí pasaban. Él lo llamaba un
regalo edipico, y se dice que al menos el 30% de esas personas
realmente perecieron de cuestiones relacionadas con el
tabaquismo, debido precisamente a que respiraban los tóxicos
de esta sustancia en el momento en el que mayor daño les
provocaba.

– La sexualidad comienza en la mujer, millones de historias y


mitos lo corroboran, pero el porqué es así descansa en un
simple hecho positivo y tangible, mientras que en el hombre la
sexualidad aparece de manera psicológica y es una búsqueda
perenne por satisfacer este instinto o idea interior, en la mujer
aparece con un signo materializado que marca su comienzo y el
abandono de sueños infantiles: la llegada de la primera
menstruación.

– Lo más asqueroso es desconocer el concepto de… Saber que


dicho concepto es más algo intuitivo que aprendido por
operaciones intelectuales, es cuestión de sangre, regularmente
ello es hereditario, al igual que tantas otras cosas importantes,
es la cultura de la humanidad encarnada en instintos biológicos,
es quizá el rasgo de una raza distinguida, todo lo demás es

45
simple hipocresía social.

La riqueza de nuestra raza fue herencia destruida.

–Naturalmente el hombre tiende a dos actitudes básicas en el


mundo natural que le rodea, lo cual marca su papel dentro de
este ecosistema del planeta tierra. Su sentido se devela a partir
de este análisis de su comportamiento inherente e instintivo..
Una de las actitudes básica es formar lo informe, establecer
estructuras en las materias que a su parecer resultan carentes de
forma ( de ahí su estructura mental básicamente geométrica,
numérica). Esta característica, la encontramos entendida en la
estructura social con la idea de creador. Llamemos a toda esta
tendencia creación formal.

Del mismo modo tiende igualmente a destruir las formas que


encuentra en la naturaleza, retornando esta a su estado caótico
de materia informe. Llamemos a esta tendencia destrucción
informal.

Ambas tendencias revelan que el ser humano es un ser que


altera su medio amiente mediante las tendencias de creación–
formal y destrucción–informal; esta alteración es la
incorporación del tiempo en el mundo, el tiempo se devela
mediante el cambio, y el cambio sólo se origina por el
hombre... Después entonces, el hombre introduce la
temporalidad, el azar y la vida en el mundo.

– Saber que los líderes políticos deberán entrenar una moral


más ligera, en el sentido de más general y menos especializada,
pero asimismo más fundamental. Mientras que la moralidad
religiosa busca la perfección, la filosófica la felicidad, la

46
política debe buscar y proteger únicamente la vida en sociedad,
proteger un sistema que ha podido contener la vida humana en
el planeta y seguir a flote.

– Una vez más el asqueroso sabor de la tristeza, mi alma es


una tormenta en donde cada gota es un deseo insatisfechamente
caído a tierra. Pero siempre termina en una suave brisa, en el
rojizo atardecer de mi existencia:

Podría incluso intentar escribir,


una canción muy triste,
Para tratar de explicar mi comportamiento,
Pero nada de eso se que serviría
Pues volvería a ser yo de nuevo,
Y precisamente ese es el problema.

–No puedo decirte que cambiaria si pudiera, pero no es


decisión mía aceptar o rechazar mi vida, pues es lo que soy
únicamente. No puedo ser más viejo, ni ser un hipócrita,

Quizá lo fingiría en un juego aburrido a mis costumbres, no,


no, no puedo ser alguien que no soy. Y eso es lo malo, o quizá
sólo sea que se es rechazado, sin importar realmente lo que
seas, quizá sea sólo una forma insegura e infeliz de vivir.

Tan extraviado quizá a punto de sufrir una parálisis lumbar,


examinando la artística conversión de pensamientos en
música... Las grandes bandas hablan en todas sus canciones de
dos cosas, la primera es el mismo proceso musical de la obra,
algo así como su instructivo-hermenéutico; y la segunda de la
vivencia misma del artista, habla de sí misma y por ello es
narcisista. Tenemos no obstante que señalar el estado mediante

47
la interpretación de este párrafo confuso.

Saber que la escritura es un rastro de ti eterno y que refleja tu


estado de ánimo, y por ello la búsqueda de la propia
conservación, de la vida. Hay que escribir a diario, es
terapéutico más que algo artístico o intelectual.

– Saber, saber, saber, es la única mascara con la que nos


protegemos… Apolo-Dionisio.

Una vez más en el profundo infinito oscuro...


En la noche...
Aun así hay cientos de esperanzas
detrás de nuestra nublada existencia,
esperándonos en la quietud eterna.

Extraviado en una lejana nebulosa siendo el residuo de algún


banquete pudriéndose en un basurero... Toda vida adquiere
sentido único para sí, desde la larva atrapada en una bolsa de
desechos, hasta la ciencia más exacta, los lamentos de un
monasterio, el gozo de una cacería, el volar hacia el norte,
buscar incansable el retorno a la comunión de la nada. Por
encima de Dios y de los hombres, de todo pensamiento, de
cualquier forma de existencia, escuchó el canto incansable de
la afirmación de sí... Sin sentido en algún rincón del universo
inasequible, de la insensible e impenetrable infinidad eterna.

Cabalgando hacia la colina donde nos espera a todos la muerte,


un breve instante de pasión, una suave brisa besa nuestro rostro
por un pasajero instante, una bella sonrisa, una promesa infinita
incumplida, el único sentido es quizá el no dar este pequeño
recorrido en la soledad, en la creencia que no estamos solos, en

48
el sueño de la comunión inalcanzable, frágiles sueños, débiles
fumarolas sostienen nuestro caminar diario, un deseo
incansable, demos la oportunidad de escaparnos de este
perenne sufrimiento de vacío, acepta tu vacuidad inherente,
deja de andar, deja de desear ya no caminar, deja de afirmar tu
voluntad negándola. Tomemos nuestra absoluta libertad desde
la nada misma, seamos un hombre libre, mas allá de mi
necesidad de ti, de mi falta de ti, mirando con indiferencia el
tiempo que me castiga su partida a tu lado.

La carencia absoluta de conocimiento seria la perpetua


felicidad, no tendría ni siquiera un número o cantidad, un
mayor o menor, un grado de comparación mas allá de mi
presente, de mi pasado, de mi deseo de ser.

Recuerdo que de niño pensaba que el mayor regalo que un


padre puede hacer a su hijo es amar a su madre, sin ningún
motivo ello fue una regla de oro. Ahora, aquel niño se convirtió
en padre, en un padre que recuerda ser niño.

49
6
Un olor a quemado invadió la clase, dentro del aula
universitaria. Recordó viejos basureros psicológicos en los
cuales se crean mitos llenos de ambigüedad, las verdades más
absolutamente ineficaces. El ser humano es un ser miserable,
deambulante entre el dolor y el deseo, del deseo a la frustración
y de la frustración a la angustia. Las suaves teclas sonaron en el
viejo piano de la estancia, hierbajos espinosos habían crecido y
muerto a los pies de aquel inservible instrumento, quizá algún
pequeño recuerdo de Chopin se había transformado en aquellas
plantas destruidas en el suelo de la estancia. Nuestros placeres
no son más que refrescantes sorbos de agua puerca, de albercas
de pútridas de lombrices, en donde saciamos nuestra
animalidad, escondida bajo nuestros gastados trajes de la
cultura.

–Bienvenido al banquete de mi fiesta. Dentro de nuestros


pequeños sazonadores conservamos: El odio ancestral, los
golpes, la traición, la insatisfacción, el reclamo…

El frío ambiente de la mañana


destrozó su rostro
al contemplar la luna
el arrepentimiento dibuja tu mirada
profundas arrugas tibias
ahogando tu belleza.

50
El insulto, la mentira, el miedo, la neurosis, la incultura,
vulgaridad, anacronismo, la injusticia, la negligencia, la
acusación y la calumnia, los traumas, la incomprensión…

–Al ver a aquel ser dentro de su corriente traje sastre de


mercado no pude alejar mi mente de aquella imagen de mi
cabeza: La asquerosidad de tu cara gorda, flácida, cuan un
pequeño gusano en conquista, escupiendo frases estúpidas,
gestos amistosos que en tu rostro parecen repugnantes, un
cerdo desnudo, resbalando sus pezuñas llenas de mierda entre
los azulejos y mármoles del palacio. La sangre de un imbécil
con lentes, tras una barriga insatisfecha, tras un rostro imbécil
solo hay un imbécil, con voz de imbécil, con mirada de
imbécil, y sólo lo acompaña una vida imbécil. Sería muy
placentero ver cómo te descuartiza una guillotina de hojas
oxidadas, como tu grasosa piel es traspasada por alambres de
púas recorriéndose lentamente, apretándose, restirando en
suaves rechinidos los gritos de tus células desprendiéndose,
dando el beso de su sangre, y con un paño en la boca ahogar
tus gritos, solo escuchar el sordo clamor de tus lamentos
acallados. Escucharlos suavemente, infinitamente…

El sonido de dos soledades fundidas en un orgasmo,


en un mar de pasión,
entre el placer y el dolor,
entre la vida y la muerte.
De nosotros uno solo por un instante.
Viajando en el infinito de las miradas,
en el suspiro de un gemido,
en el lenguaje de nuestros cuerpos
que escriben la poesía del amor.
Tus caricias abrazadoras y mis labios ardientes

51
tu piel caliente… congelados
en el desierto de la soledad nocturna de la fantasía.

Es la sal de cada día en nuestra mesa, compartiendo una


esperanza fallida, un anhelo inexistente, una soledad
compartida en la soledad, largas carreteras transitadas en largas
noches de angustia lejana….. La música nos transporta a
lejanos y viejos recuerdos.

Traumas infundados de la complejidad del juego de


niño,
sin más daño, sin más incomprensión, ni dolor ni
vergüenza…
Nos espera un bosque en donde pasea un largo arroyo
de aguas cristalinas
entre la tormenta corremos, cansados, hambrientos, nos
hemos asustado!
gritan inasibles vocecillas desde nuestra profundidad
acompañados de llantos confusos de nuestra pequeña
mente en pañales.
Déjame olor de tu frio pecho, el clamor de un océano
ininterrumpido,
retornaremos juntos a la mansión del deseo,
bailaremos con la niebla en la mitad exacta de la noche
encontraremos el absoluto desde la arena…
Acompañante perfecto, tierno amigo
purpuras manchas del vino en la arena,
gotas derramándose, solitarias,
hacia la nada.

Después retorno... ofreció su asociación libre de pensamientos

52
y palabras que habitaban tras la sombra de la belleza de aquel
poema: (quizá el psicoanálisis de retroceso por medio del
lenguaje y la asociación libre de los sueños –pues son señales
oníricas–, fundaba toda aquella absurda labor de
autoconocimiento... quizá solo enloquecía...)

– Mentes débiles, sometidas bajo el discurso, bajo cualquier


discurso.

– Frustración y temor, cobardía, cultura–onmiabarcante,


ofrecimiento del todo, de la virginidad guardada en la pérdida
posesión, dominio, conciencia de poder después sometimiento,
vencimiento, obediencia–carnalidad, vitalidad.

La exquisita sensación de la soledad en una central de viajes


nocturna, toda la libertad e independencia, el destino abierto,
experiencia de todo…

Aun no olvido tus pecados,


tus traiciones,
he olvidado la preocupación por ti,
el anhelo de ti,
la esperanza,
me he cansado
cautivado descanso ahora
en los suaves y bellos brazos de la indiferencia.

No estar atado a nada, ni siquiera a mis principios y mis


creencias, traicionarme, paria entre los parias, cándala entre los
cándalas. El conocimiento es una traición a la felicidad, es
saberte en la tragedia cómica del dolor inasible.

53
Tristeza de engaño
perturbación de vacuidad
tragos amargos de nulidad descendiendo
lentamente, estrangulando, sin fin...
Derramado dolor silencioso,
En una angustia,
Como la pérdida del camino,
en un destino sin horizontes
diariamente,
despertando de la inocencia...
Recuerdo la existencia
tocando la llaga...
Recalcando la risa,
maldiciendo los gestos,
los deseos ocultos
infinita vergüenza,
temblor perpetuo…
Enmascarado en la ataraxia,
comulgando en la ira
Grito neurótico –embriagadora–,
mareas, confusión, salinidad de garganta.
Cuidado… el dragón ha despertado…
No buscar ya más reencontrar el pasado
nuevos rumbos marcan mi camino…
Son los años dorados...

Él durmió de nuevo sobre la piel del tigre en su sueño. Un niño


despertó al instante, sus pensamientos cargados de monstruosas
ideas y dragones chillantes se disolvieron como la neblina del
amanecer, bajo el cálido aliento de la sonrisa más dulce del
mundo, con una guiño destructor de infiernos.

54
Te observo en el horizonte,
coronada con el Partenón en tu frente.
Athenas.
Diosa sabia y guerrera.

Platiquemos en nuestra soledad, –le dijo el anciano de la orilla


al niño del océano–, creemos al hombre–niño:

– Si la teoría freudiana sobre la Cultura como un sanador y


mediador de nuestro Ello –así como su sobrepujante gamma de
instintos–, fuese cierta; entonces tendríamos que reconocer
irremediablemente aquella consecuencia grave en el asunto que
hemos tratado. Con eso terminamos nuestra conversación
aquella tarde.

– Concuerdo absolutamente con ustedes: Sin duda alguna, pues


es una interpretación abundantemente experimentada pero tan
miserablemente explicada que siempre nos quedamos en el
velo de maya.

– De tal forma –explico el profesor– entonces, la operación


resulta muy sencilla, veamos: tenemos que reconocer
primeramente sin duda que, aún cuando La Cultura es tanto el
producto como el fundamento de la sociedad globalizada, su
resultado es necesario y su causa suficiente… La petitio de
principi, de nuestro a–lógico modelo de existencia mundial,
capitalista y posmoderno. El árbol se conoce por sus frutos,
diría un hombre de ciencia, y con La Cultura sucede a la
perfección esto… Cualquier intento por explicar sus principios,
ya la presupone; de ahí que todo tenga que devenir en un
fastidioso discurso sobre el discurso…

55
– Es imposible, a mi parecer, escaparnos de tal jugarreta. Mas
propongo que hagamos el ejercicio falaz del como sí del
poder...Y llegar entonces a conclusiones in–encontradas, algo
fuera de sí, en sí mismo, al noumeno, de este panteísmo
cognoscitivo – encontró un viejo centavo al fondo de la
coladera– Brahma is atman –pensó–.

– Comencemos el juego. Que les parece discutir sobre el


disciplinado sujeto de poder esclavizado por Platón en su
caverna...

– ¿Qué pasa con él?, diría Foucault.

– Creo que una vez vislumbrado la luz al final de la caverna,


tenemos que elegir la verdad sobre la apariencia, –la episteme
sobre la doxa (infame fantasía)–, el balón correcto para el
juego perfecto.

– Mas propongo que nos apoyemos en alguna teoría cultural


para sentar las bases de "Qué diablos es todo eso de lo que
estamos hablando"… Asimismo les ofrezco aquella que
sostiene que en realidad toda la cultura la podemos proyectar e
identificar en la creación literaria como un texto. ¿Qué
opinas?...

– Estoy de acuerdo, pues cualquier otro argumento que se


utilice, con la intención de ser aún más general que esta idea de
texto, caerían en cuanta que toda la teoría argumentativa que
presentasen sería al final de cuantas un texto. Por lo cual la
literatura en tanto escritos de distinta clase, será nuestro
paradigma.

56
– Bueno, aún así, además de la cultura tenemos que trabajar
con el concepto de Sociedad, y la sociedad de la que hablamos
no es un organismo homogéneo y simple, es decir, hay una
infinidad de variaciones dentro del sector social en torno al tipo
y calidad de cultura a la que cada grupo étnico y/o
antropológico acceden, ¿no lo crees?

– Desde luego, aunque todo sea cultura, no es la misma calidad


de cultura aquella que adquieres cuando vas a presenciar una
orquesta filarmónica embriagado, que un festival de punk…
enajenado. En tanto creación humana obviamente... –recalcó–.

– Si estructuramos nuestro discurso, poniendo entonces como


premisa que dentro de la sociedad existen distintos círculos con
distintos grados de acceso a la cultura, y a esto añadimos que
estos grupos culturales, los podemos demarcar de una manera
más o menos clara en base a la literatura a la que acceden.
Tenemos que concluir sin remedio que, aquellos sectores más
cultos son (y hemos de hacer un viraje de nuevo hacia Freud),
en realidad, quienes encierran instintos más salvajes e
incontrolables…

– ¡Eureka! Obra fascinante, pero ilústranos más tu sinapsis


silogística con algún ejemplo….

–Con todo gusto, veamos por ejemplo las aulas y universidades


del saber, en realidad uno se encuentra no sólo con la razón
lógica extrema manifiesta en maya, sino con los más profundos
instintos y animalidad contenida. En pocas palabras, los más
cultos son aquellos que encierran muchos más complejos y
enfermedades anímicas.

57
– Dirías entonces que la razón más estructurada oculta y –he
aquí lo verdaderamente importante– protege de los instintos
más incontrolables, en un solo fenómeno, superados… Otra
falacia de nuestra sabia madre naturaleza para auto
protegerse… Esto es la dialéctica del búho de Minerva.
Apolo–Dionisio.

– El universo es el medio perfecto para probar que vivimos en


total irracionalidad, o bien en el sueño más razonable. Pues nos
resulta impensable pensar lo ilimitado, o bien, pensar sus
límites, y ¿Después del límite?…. Nada.

– Como humanos deberíamos aceptar nuestro cruel engaño y


dejar de vivir como si supiéramos dónde nos encontramos; es
decir, a nivel cósmico... perdidos en el universo…
Irreconocible… Actuar en consecuencia.

– Ello sería reconocer la verdad absurda de nuestra existencia y


todas nuestras creencias.

– Reconocer la magia milagrosa que nos despierta a la


conciencia de este sueño, a la iluminación de nuestro lúdico
papel en el cosmos.

– Verlo aparecer en lo que pareciera más trivial e


insignificante, miles de veces, por todas partes alrededor del
mundo, a toda la gente… ¡Está ahí… obsérvalo!

Catarinas escalando tus brazos,


recorriendo tus manos,
en la fuga voladora

58
¿Cuántas increíbles hazañas, imposibles de repetir has tenido
con mariposas revelándote a cada instante el milagro del
sueño? ¿Cuántas veces has tenido la liberación frente a tu cara?

El universo te llama,

pero tu voz te parece incomprensible,

extraviada.

59
7
Encontró su viejo sombrero sobre su cabeza, comenzó a
trabajar su verdadero oficio… Describió su mundo ilusorio:

Sumergido…
En el lenguaje infinito de tus símbolos
se encuentra ilustrada la estructura original del universo
el resto no es importante…
sólo soy una creatura solitaria… contemplativa
soy el brazo que duerme bajo tu almohada,
acaricio tus sueños en el cálido rumor de la noche
veraniega
me sumerjo en la lluvia de infinitas sonrisas saltarinas
de tu boca,

Descubierto en un vaivén hipnótico…


delineando océanos de placer
sobre llanuras de infinitas fibras rodando
debajo de nuestros poseídos organismos,
entre el vendaval de tu aliento,
simas de suave frescura cubierta de infinitos duraznos
diminutos;
montañas solitarias… inabarcables cavernas de tu
cuerpo…
¡serpiente primigenia!
Un portal del sueño habita en tus ojos, expulsados del

60
paraíso,
transcurro atrapado en la noche romántica,
escapando con el mágico instante de tus pestañas,
desgarrando suavemente el espacio de la noche.
Herido como una daga insertada entre el crepúsculo y el
alba,
encerrada en el frío de la madrugada,
la navaja incomprensible
desprende de sí el un eterno adiós de sus compañeras
la primera cálida gota de frágil rocío, extasiada,
sin destino cósmico,
fuera del ser de su Ser…
como extranjero…
incomprensiblemente avanzando...
para acoplarse a lo que llamamos mundo,
unidos en un pacto eterno de inquebrantable tristeza
tras del último viaje en la vacuidad autentica,
absoluta…
cobijados por la solitaria llanura del yermo espacio
tocamos con el primer gemido al nacer
nuestro beso imborrable con el cruel sustento
agrietado, polvoso, desolado, inhabitable…

¡Estos son los sueños del creador ...se escucho en el televisor


de la habitación cercana, transportando su mente a los
charlatanes de la Edad Media, penetrando pecadora las
atmósferas en una caricia purpurea.

Los suaves aromas se han alejado ahora,


cercado por infinitos llanos de dolor
caminamos un desierto inhabitable
cubierto por una lluvia de miradas de fuego

61
por tormentas heladas de palabras
descendiendo por colinas de deseos,
a través de abismos de tristezas
caemos,
desgarrados
en fragmentos ininteligibles
hasta al cono del Dite
donde seremos devorados.
Corremos cansados,
en esperanzas sin sentido
desesperados...

Con corazones desolados,


hambrientos de querer,
deseosos de dolor
mirando al cielo nocturno,
cargado de estrellas insignificantes,
anhelante de macerarme en una línea,
ahondar en la grieta,
que destruya la rueda del aplastante tiempo.

Una cálida cueva lejana nos espera,


en una roca encadenada frente al océano,
donde sonrían de nuevo el amanecer en la montaña:
con mi águila y mi serpiente,
reencarnaremos de nuestras viseras,
aflojen los clavos y las cadenas…
y devolvamos el fuego… arrepentidos

Soledades penetradas de silencios,


eternas esferas sepultadas en la playa,
descalzos en un campo de cortantes vidrios,

62
esclavizados marchamos,
cargando cada cual la insoportable inmensidad de sus
sueños
que nos calcinan y desgarran,
nuestra resequedad interna....

Sólo espero en mi templo tu sonido,


anuncio de tu presencia, tu fantasma.
Cuando el tiempo universal regrese,
cuando la carretera cósmica termine
los actos más simples me garantizan
la eternidad, y tu belleza…

De nuevo regresó... la puerta, se le olvidaba la llave…


para llegar al fin, en el jardín solemne, y no ver más sus
ojos… Canciones...

La orfandad de nuestros hijos desolados...


En callejones de confusión y vacuidad...
Sangrantes en el frio de la noche...
Cobijando sus sueños con terror
Temerosos de la vida...
El destino nos reclama...

Libertad……
Me detengo…
en el frío insaciable de la noche
Vencido...
derrotado ante las inabarcables fronteras del espacio
en el silencio absoluto del tiempo
preso de un infierno de deseos fulgurantes
arrojado cual mariposa en la tormenta

63
me detengo…
vencido…
desgastado…
sordo de mi voz que grita por no decir nada
aterrado del espacio abierto del sueño
que jamás termina mientras estoy despierto
hambriento de saciedad de nada
oculto en mis silencios
en mis palabras
en la gran vacuidad de estar vacio…
sólo el polvo de los autos me acompaña...

En el agonizante y nauseabundo acento lejano de la


melancolía, Asentó en un carácter de hierro nuestros
pálidos sueños. Derrotado por la angustia. Cansado por
el deseo. Inhalando sorbos de esperanza en la bruma
fatal de la agonía. Crispado en la languidez de su
destino… Deslizó su espíritu por las aguas
primordiales, determino nuestros destinos…

¿Vio que era bueno?

64
8
Estaba ahí tirada en el piso,
con un profundo miedo
incomprensible por la razón humana
entre luces de inciertas máquinas
ambos ante un destino inconfesable...
Se detuvo, la miró.... la amó por un momento...
interrupción en la mente...
valores, comprensión o insatisfacción
búsqueda DE PODER
no más... no más
poco a poco fue tomando la resolución,
breve, concisa, meditada ............
La tomó con una mano... la derecha
mientras la izquierda hacia señales de alto ante aquella
vida
pidiendo una oportunidad de vida para la vida
la arrastró hasta un punto en el que ya no recibiría
mordidas,
la bella marca de su brazo ...
Tomo otro cigarrillo, desde su rincón
continuó la maquinaria plasmando sus emociones
computarizadas
nuestra experiencia del fuego es determinante...

65
–¿Cuál ha sido la mayor llamarada que has podido observar en
tu vida? –pregunto angustiado a los elementos de la frágil
lluvia– Experimentando los cuatro elementos... arche de
nuestra existencia... El clamor de la paz. Sonido inasible.
Guerrero acostumbrado al son de la batalla. Inacabable. Sangre
de rocío. El grito del gallo en constelaciones infinitas
ordenando los astros.

– Demasiada quietud revela el trastorno de la neurosis


paranoica... A la espera de lo inconcebible... Tormenta
psíquica..Deducciones incoherentes…. Corto circuito:
egvq'e98vq'8efv.

En la libertad de tus alas


encontré la noche
en el umbral de tus ojos
ahogué mis palabras
en el resquicio de tus sueños
anidó mi esperanza
la desolación de mi lenguaje
encalló en la playa.
Tras de ti corrió mi alma hambrienta
ignorando el sonido los sabios que llaman
sordo, mudo y ciego vagué por la barca
donde la inmortalidad urania me esperaba
el mar desértico que mi paladar reclama
al golpe frenético de la verdad disfrazada
en cálidos torrentes mi sangre traspasa
dinteles de hierro que la moral desata.

66
9
De casualidad encontró entre sus vestigios un antiguo poema
medieval, recordando aquellos heroicos tiempos de otoño
luminoso, entre las infinitas ramas de los arboles del bosque al
atardecer coronando los pasos sobre su cabeza, profundamente
imbuido entre los colorantes rojos y amarillos prevalecientes en
el ambiente, atrapado en su calor. Lo observó:

"Comprendo ahora que soy perdedor de amores


prohibidos
y el tiempo hadado borrará lo tuyo
con notas de canciones tristes
y mi amor estará lejos de ti como los ayeres
...esta vez...para siempre".

Se detuvo, su mente acudía a otras ciudades


eternas...Cabalgando a través de la hierba, su quebradizo
andar... humedad... con sus pies descalzos...piso la
serpiente...caminando aquella frágil creatura en los jardines de
Dios.

Aterrado de ser un viviente


incompleto en el paraíso
toqué con mi destino a la serpiente
sus terribles y negros ojos,
obscuridad profunda

67
vacuidad insondable
cuyo centro engendró
con sus entrañas al infierno.
Penetraron juntos los miedos innatos del infante,
en los zapatos de su más oscuro temor
configuró su ser hacia el infinito de la oscuridad,
y fijo su destino en el espacio
en un intersticio entre las estrellas y nosotros,
agrietado habitó en la tercer lúgubre cabaña
cabalgando infinitamente alrededor del fuego...
aquella palomilla en el espacio... a través de las llama...
adornos extraños envuelven tu cuerpo,
quizá tu aroma aleje a los demonios
suplicantes, susurrantes, con poéticas lenguas...
Quizá tu piel esta noche aleje los temores
que duermen en mi pecho y bajo tu falda
muerde pues la manzana,
bebe el veneno de mi suave piel,

–Dame tu pequeño pie para curarlo... mi Edipo...


Bajo el bastón de bronce en el desierto...
caminó un largo sendero entre los antiguos y
perfumados lagos
travesía de palabras remadoras hacia la orilla del
mundo,
tomaré rutas salinas para lavar tu herida
y bendeciré con extraños licores el regreso a nuestro
cuerpo
que te supliquen y lloren el ciervo y la pantera de la
estepa
que mis lagrimas sean el Jordán, rodeado de demonios
donde las pieles de cerdo y lenguas extrañas,

68
esperan bautizar al Cristo...
Cargador de cruces,
¿Es tu triste camino el del olivo?...
¿Has encontrado la palabra?....

– Recuerda usted cuando... cuando miró sus ojos, cuando bajo


su peso clamaste: "Padre... Padre... ¿Porqué me has
abandonado... porque me tocas... porqué me asustas con tus
manos... porque me haces probar tu cáliz amargo?... Padre"

–Se despidió de su primer sesión con su psiquiatra, después de


un cálido abrazo y una sonrisa accesoria, no pudo alejar de su
mente... no obstante... aquella frase: "En tus manos
encomiendo mi espíritu"...

Callado, irreconocible,
hundido en la profundidad insondable de la noche,
alejado de mi deseo de ti,
el cosmos infinito mirando mi rostro bajos sus estrellas,
el abismo de la tierra anhelando mi sangre entre sus
piedras,
en una profunda atmosfera fría de garantía de muerte.

69
10
– Tengo graves problemas, sobre todo con los sueños...
Recuerdo entre ensueños aquella frase de Cortázar: “Ven a
dormir conmigo: no haremos el amor. El nos hará”, y creo ver
ahí la fetichización del amor, la –subjetivación como una
fuerza voluntariosa por parte del sujeto amor...

– No, en verdad que es muy romántico ensalzar a Eros, pero


creo que debemos de dejar o bien su comprensión en la
antigüedad griega o bien vulgarizarla en el aspecto más
biológico que la ciencia contemporánea nos demuestra.

– A veces me siento como si estuviera escribiendo de cabeza,


sobre todo cuando intento dar un poco de orden a mis
pensamientos, es como si recobrara una conciencia primitiva
que me aturde, quizá esto suceda cuando se presenta el otro,
aquel extraño fenómeno que llamaban los antiguos poetas
como: posesión.

Algunos seres son capaces de reproducir cuerpos, la naturaleza


los ha dotado con tal facultad para la procreación y
conservación de la especie, a este tipo de seres se les llama
sanos biológicamente. No obstante, creo yo, que existen otro
tipo de seres superiores que son capaces no sólo de reproducir
cuerpos, sino que logran lo que para los primeros resulta
imposible: reproducen la individualidad, es decir fragmentan su

70
yo y producen dos o varias personalidades dentro de sí por un
fenómeno de cariocinesis psíquica, el símbolo del infinito, sin
llegar obviamente a la citocinesis física.

– ¿"La caída"?... muy buena película... quizá al verla me guste


incluso más, sólo por dar alguna consideración.

–La noche pasada visité a un viejo amigo. Un conocido poeta


del renacimiento francés, después de conservar durante varias
horas sobre los prototipos y caracteres de algunos de sus
personajes, y bajo la manifestación de lo que llamamos
“sentimiento universal”. Al final me quedé con una interesante
frase comentada por él: “Podría yo tenerme por Dios de un
reino infinito y estar encerrado en una cascara de nuez”...

– Extraño amigo el tuyo, sin lugar a dudas.

– Pero su "Frase"... después de varias reflexiones y meditarla


bajo el frio y oscuro cielo de nuestra húmeda ciudad, me reveló
entre susurros ciertas cualidades humanas –mismas que desde
luego son intuitivas bajo su sola mención–, pero más que su
análisis dejaría un sentimiento de vacio al descubrir el misterio
del hombre en una de sus costillas, quizá de ahí la desesperanza
de la salvación mediante Eva...

– Sí yo también creo que de haber sido hecha de cuerpo y no de


alma es de donde proviene la incomprensión entre los sexos, el
hombre fue hecho de tierra, comprende a la tierra, se identifica
con sus elementos o bien reencuentra en ellos su frágil
comienzo y su inevitable fin. Parte al final esencial de nuestro
ser.

71
– En efecto, recordemos que fue formado también del aliento
divino, pneuma, noscis, logos, etc. en las distintas culturas:
traducido fácilmente como: aliento–vida–palabra...

– Eso explicaría el porqué el hombre es el dueño de los


discursos, de los razonamientos profundos de las graves
elocuencias que salvan o pierden naciones enteras.

– No existe alimento más delicioso que un buen filete de carne


a término medio...

– En este sentido podemos afirmar que la religión católica es


en muchos sentidos mucho más humana que otras religiones ya
sean occidentales u orientales

– Por supuesto...

– Recalcando que cuando me refiero a humana quiero decir


pusilánime, vulgar, común estándar.

– Mencionemos tan sólo el ideal griego, con dioses poderosos e


inmortales, su voluntad y poder eran unívocos, no había ni
conmiseración ni pena vulgar en ellos, no existe la destrucción,
aniquilamiento ni muerte...

– Ideal en verdad imposible para los pequeños griegos, de ahí


quizá su tragedia, el cruel destino de no poder liberarnos de
nuestra suerte –morir– como si podrían hacerlo los dioses...

– Es decir, el ideal del Dios inalcanzado humanamente. Por


otro lado tenemos la respuesta puramente lógica cientificista
que nos presentan las religiones de oriente: en este tipo de

72
respuestas hay una carencia total de voluntad y de poder, no
existe la figura del dios poderoso al estilo griego, el cuál
mediante su arbitrio condena o salva. Aquí por el contrario –
bajo las visiones de karma y darma, acción y deber–, nos
describen una fuerza mecánica que encadena nuestros actos en
los múltiples ciclos de creación, conservación y destrucción,
aunque en realidad jamás hay una destrucción total y absoluta,
entendida más como sólo una reincorporación con el origen: El
Absoluto. La religión cristiana en cambio nos presenta la
alternativa de un Dios humano; el cual puede –desde su
cualidad humana– alcanzar la perfección, enfrentarse a la
muerte individual y vencerla, y todo ello mediante una
transmutación de su ser espiritual inmortal bajo las
prescripciones de una moral humanamente realizable –en el
sentido común–. Es, en este sentido, una religión más humana.
En cuanto nos presentan a todo hombre –a cualquier hombre–,
como posibilidad de la imitación del Cristo.

– Nuevamente resulta interesante como es, al mismo tiempo,


en ella en donde se manifiesta un mayor temor, quizá no a la
desaparición como pensamiento universal, o arquetípico de los
hombres, que aparece al contemplar el fenómeno de la muerte,
–psíquicamente–, sino al de castigo eterno...

El escrito solo junta un cúmulo de recortes de realidad, cadenas


imprecisas de palabras y algunas pelusas de la memoria,
mismas que en su conjunto sólo sirven para proyectar
realidades un poco más confortables...

"Las personas inteligentes hablan de pensamientos; las mentes


corrientes comentan noticias y actualidades, política, clima y
demás…; las mentes mediocres hablan de los demás.

73
El perdón es más que nada una cuestión de inteligencia. Es una
gran estupidez guardar rencor, negarse a perdonar a alguien,
porque la mayor víctima de la falta de perdón es uno mismo. El
rencor pesa y nos impide avanzar.

74
11
De nuevo aquí, por primera vez:

Se disponía sin lugar a dudar a dar tres tragos amargos al


respecto, se designaría la difícil tarea de crear personajes, de
jugar con sus destinos, de tener tarde o temprano darles alguna
solución y respuesta a sus vidas más allá del simple capricho
del escritor... Mas, quién es el que controlaba, quién es el que
hablaba en este momento, qué parte de sí se conserva, quién
manda u ordena a la mente que pensar…Aun lo dudaba.

Su ágil mano fue directamente a la primera letra. Alef.

Tendría que haber cambios radicales en la historia, tanto así


como una religión llena de hábitos que le forman el carácter al
ser humano, una nueva y más... cómo llamarla?... Actitud
salvaje– animal– solitaria– ambigua–extraña–hasta para él
extraña....

Quizá eso sea lo único que conserva realmente de él... la


sorpresa... el llegar a circunstancias que lo mantienen
fascinado, embalsamado en un ritual cada vez más extraño,
descubriendo con terror la vida, lo extraña que suele ser la
existencia... Inagada da vida.

Siempre pensando en la noche, el viento, la obscuridad...

75
corriendo... escapando de algún aquelarre,,, de alguna
prohibición social...

La observo, sentada en el muro de aquel edificio, sonriendo,


llamando alegremente con la mirada a su nuevo complot de
heridas, nerviosa, frágil, delicada, ardiente, deseosa, anhelante,
con su toque de finura oculto bajo la desfachatez de la
juventud, perdidamente imbuido en su mirada, en el extraño y
placentero brillo de su fabulosa mirada... Vio su silueta
reflejada a través de aquel aparador... lo sabia... jamás podría
conseguir un maniquí como aquel que modelaba con su cuerpo
plástico tras el cristal...

Es como la libertad de tener el pelo verde... tranquila libertad...

A toda etapa de creación antecede una de destrucción, en las


antiguas culturas denominado caos... En este estado podemos
denominarlo totalmente masculino en el sentido de auto–
voluntad–acto, eso es el “Caos” un autogobierno sin leyes...
totalmente masculino. Después de este momento jovial del
universo –y de la vida de cada individuo (psíquicamente
llamado inmadurez), se establece el orden con la aparición de
la figura femenina, la luz... belleza ordenadora que, mediante el
uso de las incontenibles fuerzas del caos comienza a ordenar su
cosmos... su belleza...my wild love...

Atatanos demonio de la sabiduría:

– “Desearía conocer el límite que describe el deseo hambriento


de la satisfacción placentera hacia la gula dolorosa, es un
camino sin esquinas, sin señales, todo conlleva a todo”

76
– Cuida muy bien que tu nobleza, tu bondad y tu piedad no
sean la máscara de una gran cobardía.

– ¿Qué harías si no fueras esclavo del miedo?

– La comodidad, el temor y el conformismo son las peores


cadenas del espíritu.

La historia se escribe en la memoria


una sólo hoja en el cuaderno de nuestra vida
miserablemente atrapado en utopías
anhelante de un sueño inexistente
no marcaré más mi alma de vergüenza
no más rencores marcarán mi camino
el morir en un poema perdido
empañado en la desolación del deseo
en incandescentes rasgos de orgullo
no existe nada que valga el sufrimiento
las flores se marchitaron con los sueños
ideales perdidos en fangos putrefactos
me espera la roca en el desierto
con el llanto de la tierra
en la noche de inconsciencia sumergida
el temblor de los recuerdos en palabras sin nombre
sin sustento.
En la vida del condenado perpetuo
buscar la fuga en otras cárceles
sin jueces que promulguen sentencia
ahogado en la noche del sueño infinito
contemplando el orgásmico sueño de la vida
no existe ese principio- acabado.
por más que tires del carruaje

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no abandono las lágrimas de los látigos
una mueca feliz al aplastar mi alma
un suave susurro en la distancia
amor en la lejanía, pactos eternos
sumisión absoluta, respeto ancestral…

El estado de la libertad es práctico, no ideal… de ahí el fracaso


de toda teoría por describirla, por manifestarla.

Nuevamente tus alas escaparán


la brisa cae desde las montañas
derritiendo el hielo besan la tierra
en pequeños ríos infinitos, cristalinos
perdido en la niebla se encuentra
la palabra en el silencio
derramando en el cáliz su grandeza
colores extraños de infantes
juegos incesantes de dolor
en la piel de la marea submarina
en el centro de una estrella apagada
sirenas en el desierto
horizontes impenetrables.

Alimentado de deseos
el resguardo a mi alma
bajo un cielo artificial
en la perenne búsqueda
del sueño de ser humano
cada vez más, mejor humano
fantasía, la tabla de los monos
Sencillamente vacio en la exorbitante variedad externa

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Ningún nombre, ninguna mirada
Arcas perdidos en un desierto insatisfecho de dolor.

Entretanto te vi, mi primer pensamiento, el cáliz de la


angustia inconsciente, la posibilidad, el juego del
riesgo, y el engaño de la pérdida.
Caminando entre sendas desoladas de dolor, en la
confirmación de lo imposible, jamás podrás abandonar
tu sombra poseída, entregados en el quejumbroso
arrullo de una mentira hecha carne, en el placer de
poseer, un deseo de poder… La búsqueda inconsciente
de aceptación, alejado del mundo, entregado al mundo,
sin precio, sin valor, sin fundamento, sin teleología que
la puramente animal, del juego más antiguo de la
voluntad… engañadora.
Te acepte, como un niño que descubre la desazón de su
existencia, que descubre su insoportable presencia en
una tierra extraña, dando todo, derramando su sangre en
el desierto, sin más profundo tesoro que unas sabanas
usadas por el recuerdo… del otro inexistente.

¿Cuál es el sentido del siguiente paso, cuando ya todo


ha sido caminado?
No más playas que conquistar, sin más amaneceres
desvelados, cansado de la ya fatigada mirada de mi
rostro sin anhelos, de la mirada sin brillo, de la palabra
inhabitada.
Ocaso de un sueño, despertar del deseo, prisionero de la
ilusión perdida, incomprendida… ¿Qué nos espera en el
paraíso?
Aberración y dolor de la muerte del instante perdido, de
la roca arrojada sin esclavos… Vulnerable al secreto

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que oculta la palabra… Al estúpido sentido de la
importancia, de la necesidad de creer en la mentira

Te imaginé
sentada en la lejanía
entre la niebla fría del amanecer
con la mirada absorta
caminando por la orilla de mis voces
marcando tus huellas
en la arena de mis signos.
Buscando en el horizonte de palabras
el navío de mis pensamientos…
Segura permaneces a la orilla… siempre en la orilla.

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