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net/publication/295010963

Características de las crisis y su impacto en la persona

Chapter · November 2013


DOI: 10.13140/RG.2.1.1804.5207

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Paulino Dzib
Universidad Autónoma de Yucatán
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PREVENCIÓN DEL RIESGO
FÍSICO Y EMOCIONAL
Medidas de protección personal y familiar ante los delitos

J. Paulino Dzib Aguilar


Compilador

Universidad Autónoma de Yucatán


Facultad de Psicología
© Universidad Autónoma de Yucatán

Prohibida la reproducción total o


parcial de la obra sin permiso del autor.

Dirección General de Desarrollo Académico.


Coordinación General de Extensión.

Facultad de Psicología
Calle 31-A No. 300 Fracc. San Esteban, C.P. 97149
Tel. +52 (999) 943-20-98, Fax (999) 943-38-88
Mérida, Yucatán, México.

Primera edición, 2013

Editado e impreso en Mérida, Yucatán, México


Made and printed in Merida, Yucatan, Mexico

ISBN: 978-607-8191-81-9

HV Prevención del riesgo físico y emocional: medidas de


7434 protección personal y familiar ante los delitos / José
.M6 Paulino Dzib Aguilar, compilador.- Mérida, Yuc. :
.P74 UADY, 2013.
2013
335p.

1. Prevención del delito--México 2. Daños y perjuicios


--México--Prevención. 3. Psicología forense--México.
4. Trauma psíquico. I. Dzib Aguilar, Paulino.
COMITÉ TÉCNICO REVISOR

Mtro. Der. Penal Carlos A. Macedonio Hernández


Facultad de Derecho
Universidad Autónoma de Yucatán.

Mtro. Jesús Vaca Cortés


Instituto de Investigaciones Sociales Aplicadas
Claustro Universitario de Chihuahua
M.V.Z. M. Phil. Alfredo F.J. Dájer Abimerhi
Rector de la Universidad Autónoma de Yucatán

Mtra. Marissa Lorena Gamboa Ancona


Directora de la Facultad de Psicología

Mtro. Psic. J. Paulino Dzib Aguilar


Academia de Clínica

Dr. Raúl Godoy Montañez


Secretario de Educación
Gobierno del Estado de Yucatán

Esta obra ha sido realizada gracias al financiamiento del Gobierno del


Estado, a través de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) por los fondos
de SUBSEMUN 2013.

Y a través de la investigación:
“Intervención en Crisis Primera Ayuda Psicológica a Víctimas de
Delitos “, con clave FPSI-2008-0023 en el sistema de proyectos institucional
de la Universidad Autónoma de Yucatán”.
PREVENCIÓN DEL RIESGO FÍSICO Y EMOCIONAL
Medidas de protección personal y familiar ante los delitos

ÍNDICE

CAPITULO 1. SUGERENCIAS PRÁCTICAS PARA LA SEGURIDAD


PERSONAL, FAMILIAR Y DE LOS BIENES ............................................ 21
J. Paulino Dzib Aguilar, Angélica Ramírez-Dávila, Vicente Vera López.

Introducción 21
Seguridad Personal 23
Un hogar seguro 25
Prevención de robos 33
Protección de riesgos comunes 34
Transportarse con seguridad en la vía pública 36
Realizar diversas actividades de forma segura 50
Medios de comunicación, tarjetas de crédito y tecnología 54
Situaciones de alto riesgo 60
Automóvil 65
Prevenir asaltos 72
Consejos de la Secretaría de Seguridad Pública 77
Conclusiones 82
Referencias 83

CAPITULO 2. CARACTERÍSTICAS DE LAS CRISIS Y SU IMPACTO
EN LA PERSONA ........................................................................................... 85
José Paulino Dzib Aguilar

Introducción 85
Origen de la intervención en crisis 86
Definición de crisis 89
Causas y tipos de crisis 95
Definición de intervención en crisis 98
Intervención en crisis primera ayuda psicológica 105
Consecuencias personales de la crisis 109
Organizador que ayuda al interventor para determinar las áreas afectadas en
un individuo (CASIC) 110
Emociones 113
Duelo 118
Referencias 119

CAPITULO 3. PRIMEROS AUXILIOS EN LA INTERVENCIÓN EN


CRISIS DESDE LA PERSPECTIVA DEL DUELO .................................... 123
María Rosado y Rosado.

Los Tipos de Crisis 129


Las crisis de Desarrollo, Evolutivas y Existenciales 130
Las crisis de la edad adulta 133
El duelo 135
Intervención en crisis 146
Propuesta de un modelo para la intervención en crisis desde la perspectiva del duelo 149
Últimas observaciones 160
Referencias 162

CAPITULO 4. LA IRA Y EL RIESGO EN EL COMPORTAMIENTO


PERSONAL...................................................................................................... 165
Ricardo Castillo Ayuso, Sally Vanega Romero, Manuel Sosa Correa.

Introducción 166
Definiciones 168
El Diagnóstico 171
Caracterización de la ira 173
Conceptualización de los casos individuales de ira 177
Sobre el Tratamiento 186
Conclusiones 195
Referencias 196
CAPITULO 5. TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN EN CRISIS EN
SITUACIONES DE RIESGO ........................................................................ 201
José Paulino Dzib Aguilar.

Introducción 201
Síntomas y signos 203
Estrés y salud 204
Afectaciones del estrés 206
Técnicas en la intervención en crisis 212
Referencias 230

CAPITULO 6. VÍCTIMAS Y LEY ................................................................ 231


José Paulino Dzib Águilar, Angélica Ramírez-Dávila.

Introducción 231
Concepciones de víctima desde diferentes ciencias o disciplinas 233
La Víctima 235
El Victimario 238
Relación víctima-victimario (La pareja penal) 239
Tipología de las víctimas 242
Formas de victimización 249
Formas de victimización más comunes 250
Formas de victimización: Primaria y secundaria según el INACIPE 258
Características de las víctimas 258
Elementos y factores victimógenos 259
Organizaciones en pro de las víctimas 262
Marco normativo 266
La Víctima y la Administración de Justicia 273
Legítima defensa 279
Responsabilidades y legalidad del uso de armas 283
Procedimiento penal 289
Referencias 297
CAPITULO 7. ¿Y A QUIÉN ACUDO CUANDO TENGO UN
PROBLEMA? LAS INSTITUCIONES Y LAS PERSONAS ...................... 299
Reyna Faride Peña Castillo, Carolina Quiñones Maldonado.

Introducción 299
Situaciones de riesgo o vulnerabilidad 300
¿Por qué todos podríamos estar en riesgo? 302
Tipos de apoyo que podemos encontrar en las instituciones 307
¿Por qué es importante denunciar? 308
Derechos de las personas 312
Redes y apoyo social 316
Expectativas de apoyo 316
Directorio 320
Instituciones y Organizaciones en Yucatán 322
Instituciones y tipo de atención brindada 326
Directorio institucional 327
Evaluación de indicadores: ¿cómo saber si estoy en riesgo? 331
Referencias 334
CAPÍTULO 2

CARACTERÍSTICAS DE LAS CRISIS Y SU IMPACTO EN LA PERSONA

José Paulino Dzib Aguilar

Introducción

Las crisis son circunstancias humanas que nadie está exento de


experimentarlas, habiendo personas que las enfrentan positivamente y otras
llegan a desorganizar su dinámica de vida, hasta la incapacidad de llevar una vida
biopsicosocialmente saludable.

La intervención en crisis en sus diversas modalidades es una herramienta


que busca facilitar la funcionalidad saludable de las personas que vivieron eventos
traumáticos. Una de las problemáticas que enfrenta esta estrategia de intervención
es la indeterminación de los paradigmas explicativos que la fundamentan, trayendo
como consecuencia la delimitación de las estrategias terapéuticas de intervención.
Creando confusión en su marco teórico explicativo, en su delimitación conceptual
e imprecisión en su proceso de aplicación como en las técnicas terapéuticas. Dando
respuestas a las anteriores problemáticas, se plantea como marco teórico referencial
el paradigma cognitivo conceptual, que dará el encuadre de sus definiciones,
procedimientos y técnicas de aplicación.

Es de vital importancia dar a conocer este proceso ya que las crisis se


encuentran presentes en nuestra vida cotidiana, y pueden surgir en cualquier
momento, por lo que se debe aprender a manejarlas.

También, es importante saber que en una crisis la persona que hace


intervención no necesariamente es un profesional, así que debemos estar consientes
que en cualquier momento podríamos encontrarnos en una situación en la que
tengamos que apoyar a una persona y ayudarla a recobrar el equilibrio en ese
momento.

85
De igual manera es relevante que se conozcan los tipos de crisis que existen
para así poder realizar una mejor intervención, en caso de ser necesaria.

Es por eso, que el presente capítulo pretende aclarar qué es una crisis, cómo
surge, a qué se denomina intervención en crisis, así como los niveles de intervención
que existen y un apartado acerca de las emociones y su relevancia en el tema de la
crisis.

El lector también podrá encontrar esquemas y cuadros a manera de


complementariedad del texto, para una mejor comprensión.

Origen de la intervención en crisis

Según Slaikeu (2003) el origen de la intervención en crisis moderna se


remonta en los trabajos de Eric Lindemann y colaboradores, siguiendo los hechos
del incendio del centro nocturno Coconut Grove en Boston, el 28 de noviembre de
1942. Su informe clínico sobre los síntomas psicológicos de los sobrevivientes fue la
piedra angular para teorizaciones subsecuentes sobre el proceso de duelo, una serie
de etapas mediante las que el progreso del doliente equivale a aceptar y resolver la
pérdida; también menciona que el símbolo chino de crisis indica peligro y oportunidad.
Webster la define como punto decisivo, sugiriendo que el cambio puede ser saludable
o enfermizo, mejor o peor. Este punto de vista se volvió especialmente manifiesto en
la literatura popular de los años de 1970 y creó gran interés público con respecto al
desarrollo de las crisis o etapas a través de sucesos de la vida esperados. En nuestro
país, el terremoto de 1985 en la ciudad de México que trajo como consecuencia la
muerte de casi 10,000 personas y los trastornos psicosomáticos propios de un desastre
natural de esta dimensión. En Yucatán en 2002, el huracán Isidoro dejó a su paso
destrucción de viviendas y de campos de cultivo e industrias, pero no se reportaron
muertes a causa del huracán. Para entonces se activaron equipos de intervención
en crisis de diferentes dependencias públicas y privadas; en cuanto las instancias
públicas educativas, la Facultad de Psicología de la UADY implementó brigadas
de intervención en crisis en situaciones de desastre para disminuir y/o erradicar la
sintomatología de estrés agudo como el postraumático. Como hechos recientes, en
el 2008 se presentaron en el estado de Yucatán hechos delictuosos relacionados con

86
el crimen organizado los cuales impactaron a la comunidad yucateca, apareciendo
sintomatología de estrés agudo y estrés postraumático entre sus habitantes, los cuales
con el paso del tiempo y con campañas de difusión masiva y otras estrategias fueron
desapareciendo la sintomatología. Los anteriores acontecimientos nos ejemplifican
la vulnerabilidad humana de ser víctimas de situaciones de crisis.

Small (1997) menciona que, al pasar de los años, algunos psicoanalistas


expertos se dedicaron, en forma relativamente aislada y accidental, a la búsqueda
de procedimientos psicoterapéuticos que, aunque derivados de los conceptos
psicoanalíticos de formación y desarrollo de la personalidad, produjesen cambios
terapéuticos en menor tiempo.

Esto fue un inicio de cómo era necesario optimizar el tiempo en algunos


casos, es decir, en ocasiones la “solución al problema” requiere que sea un poco más
ágil, menos tiempo y más directa a la solución del “problema”, aun cuando el trabajo
de los psicoanalistas fue únicamente el inicio como se explicará más adelante.

Por su parte, Bellak (1986) relata que en 1946 después de la guerra las
Veterans Admisnistration permitió a los pacientes ver únicamente tres veces en
forma privada, a los psiquiatras contratados por ésta. Después, el número de sesiones
aumentó a seis (y eventualmente a múltiplos de éste). Bellak quería ayudar a estos
veteranos con el periodo limitado de tres a seis sesiones y trató de idear algún método
de psicoterapia que fuera más una contribución que solo ofrecer tranquilidad, apoyo
o consejo; y en realidad, en muchos casos, parecía sólo capaz de eso. En el relato
anterior se puede comenzar a percibir los indicios de los que sería la intervención
en crisis.

Tanto Bellak como Small fueron los primeros en sentar las bases a lo que
hoy en día conocemos como intervención en crisis desde un enfoque psicodinámico.
La inquietud principal de ambos autores se basó en como intervenir a personas que
caían en estados de desorganización emocional por situaciones imprevistas de sus
vidas. Caracterizándose estas personas en crisis por no solicitar apoyo terapéutico
y/o no permanecer por un periodo considerable en un proceso terapéutico. Las
características anteriores de la desorganización personal de los sujetos en crisis
llevan a Bellak y Small en los años sesentas a proponer un modelo de terapia breve
(Dzib-Aguilar Comunicación personal, 01 de Septiembre, 2009).

87
De acuerdo a Moos (1976 en Slaikeu 1996) existen cuatro propuestas
o enfoques teóricos claramente definidos para explicar la forma en la que cada
individuo enfrenta o da el origen a la crisis en el ser humano. A continuación se
muestran dichas propuestas (Ver figura 2).

Figura 2. Postulados de la intervención en crisis.

La primera propuesta es la teoría de Darwin la cual habla sobre la teoría


de la evolución y adaptación de los animales a su ambiente en la que nos dice que
los seres más fuertes son los más aptos para sobrevivir; otra de las propuestas se
refiere a la realización y el desarrollo del ser humano, así como las características
de personalidad, esta se enfoca en la motivación y el impulso y está constantemente
dirigida hacia la persecución y reestructuración de metas. La tercera propuesta es
en esencia la visión de Erickson en cuanto a ocho etapas, cada una de las cuales
presenta un nuevo reto, transición o crisis, ésta proporcionó una alternativa para la
teoría psicoanalítica primitiva, que sugiere que la vida se ve basada esencialmente
en los sucesos de la infancia y la niñez muy temprana. La última propuesta se basa
en los datos empíricos sobre como los humanos lidian con el estrés vital extremo.
En estos estudios incluyen el luchar con traumas de los campos de concentración, la
muerte, repentina del cónyuge o parientes, cirugía mayor, etc.

88
Todos los datos, teorías anteriormente mencionadas dieron pauta para lo que
hoy se conoce como intervención en crisis, y el campo de aplicación que tiene hasta
hoy en día. De igual manera, indeterminada el marco conceptual explicativo en el
momento de evaluar la factibilidad de la eficacia de la técnica.

Definición de crisis
Anteriormente se describió brevemente el origen e inicio de la intervención
en crisis, seguidamente se mostraran las diversas definiciones de la palabra crisis
según diversos autores, esto con el fin de obtener una idea más clara acerca de todos
los elementos importantes a considerar en la intervención en crisis.

Existen diversas definiciones acerca de lo que es una crisis, para Gómez


(1992), una crisis es una combinación de situaciones de riesgo en la vida de una
persona que coincide con su desorganización psicológica y necesidad de ayuda. Esto
se muestra claramente en el diagrama que se presenta a continuación (Ver figura 3).

Figura 3. Definición de intervención en crisis.

Colas Gil et al (2003), menciona que crisis se define como la situación


de una persona en la que se produce un grave conflicto interno más o menos
prolongado, debido normalmente a la incapacidad de una persona para integrar las
distintas tendencias, impulsos, intereses ya sea entre ellos o con las exigencias del
entorno. Puede ser normal, como la crisis del crecimiento, en la que los conflictos
derivan del mismo proceso evolutivo, como en la adolescencia, o son provocadas por
circunstancias externas difíciles de resolver, como accidentes, desastres naturales o
acontecimientos delictivos, esto se explicará con más detalle posteriormente.

89
Como se menciona anteriormente, de acuerdo a Finkel (1974 en Moreno,
Peñacoba, Gonzalez, Ardoy, 2003) el rasgo más característico de la situación de
crisis es su doble carácter, una de daño y la otra oportunidad de crecimiento,
algo que parece encontrarse presente en la representación que hacen las distintas
culturas de este concepto. Así, el símbolo chino de la “crisis” muestra dos elementos
contrapuestos. Uno de ellos advierte “peligro de muerte” y el otro indica “oportunidad
única”. La desestabilización generada por una crisis provee una oportunidad para la
reestabilizar a un nuevo nivel de crecimiento o, por lo contrario, puede conducir
hasta un declive en el mismo.

A continuación se presenta un diagrama que resume los puntos esenciales de


la crisis (Ver figura 4).

Figura 4. Puntos esenciales de la crisis.

Así mismo Bellak (1993), define la palabra “Crisis” como un estado temporal
de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por la incapacidad del
individuo para abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados
para la solución de problemas y potencial para obtener un resultado positivo o
negativo.

Habiendo varias definiciones de la palabra crisis, la mayoría de ellas


coinciden en que es un estado en el cual la persona se encuentra inestable, puede
tener una conducta muy diferente a la que tiene en una situación cotidiana, las
herramientas que usa normalmente para resolver cierta situación no son suficientes

90
para sobrellevar el evento que causó la crisis, que podría ser un accidente, muerte de
un familiar, perdida de la pareja y muchas otras situaciones por las que las personas
atraviesan a lo largo de sus vidas.

L. Rapaport en Slaikeu (1996) identificó tres condiciones que asociadas


entre sí, son capaces de provocar un estado de crisis (Ver figura 5).

Figura 5. Condiciones asociadas con la crisis.

Una de las condiciones se refiere a un suceso imprevisto, esto quiere decir


que es algún acontecimiento que la persona no espera, situaciones que se encuentran
fuera de control, un huracán, un asalto, accidente automovilístico o extorsión
telefónica. Otra de las condiciones que conlleva a un estado de crisis es la situación
conflictiva en el sujeto, la cual habla de que la persona entra en conflicto, no sabe
exactamente qué hacer ni cómo reaccionar ante determinada situación; esto nos lleva
a la tercera condición puesto que a la persona ya no le alcanzan los mecanismos que
cotidianamente utiliza para solucionar conflictos, como se muestra anteriormente,
(figura 5) al tener respuestas no funcionales el individuo tiene la opción de cambio,
siendo este positivo o negativo.

Además Galimberti et al (1996) describe las características más importantes


del estado de crisis (Ver figura 6).

91
Figura 6. Características de la crisis.

La crisis es una experiencia que está siempre presente en la vida de los seres
humanos, sin importar edades específicas, los niños pueden pasar por crisis, así como
los adultos. Como se menciona en el cuadro anterior, al encontrarse en un estado
de crisis existe una disposición a cambiar, ya sea de forma positiva o negativa; de
una forma positiva sería restableciéndose y encontrando una nueva herramienta para
solucionar conflictos; un cambio negativo sería quedarse estancado en una crisis, en
una inestabilidad emocional que interfiera en las actividades de la vida cotidiana. Las
crisis tienen una duración limitada, se refiere como se menciona anteriormente a un
momento de conflicto en el que no se sabe exactamente cómo reaccionar debido al
impacto del evento. Al resolver el estado de crisis se provoca un cambio en el nivel
afectivo y cognoscitivo, teniendo su mayor efecto en sentimientos, emociones, ideas
y pensamientos ya que son unos de los elementos principales con los que se trabajan
en una crisis. Al mencionar un reestructurar o señalar opciones de carácter inducido,
se refiere a lograr un cambio en la persona, lograr que esta se encuentre más estable,
en el cual no corra ningún tipo de riesgo y en el que pueda ser posible la canalización
si así lo requiriese.

Según Slaikeu (2003), la resolución final de la crisis depende de numerosos


factores (Ver figura 7).

92
Figura 7. Factores que intervienen en la resolución de una crisis.

Estos factores son de gran importancia a considerar al momento de


encontrarse con una persona que está en crisis; tiene que tenerse en cuenta la gravedad
del suceso en general y también la gravedad que la persona le asigna a cierto evento,
por ejemplo no es lo mismo la pérdida de una pareja que el incendio de un hogar, las
personas pueden tener reacciones distintas dependiendo de la gravedad del sujeto.
Así mismo, son significativos los recursos con los que cuenta cierto individuo, por
ejemplo existen personas que suelen calmarse con más facilidad de otras, personas
más cooperativas o con una mayor capacidad de concentración, estos elementos
entre muchos otros es necesario que se tomen en cuenta al momento de actuar en
una situación de crisis. Otro punto importante son los recursos sociales con los que
la persona cuenta, es decir, si el individuo tiene familia, amigos, vecinos o alguna
persona que pudiese servir de ayuda o apoyo para la persona en crisis.

Una pregunta importante para describir a una persona que se encuentra en


estado de crisis es ¿Cuáles son los síntomas significativos que nos avisarían que una
persona se encuentra en crisis?

Según Halpern (1973 en Slaikeu 2003), podemos detectar que alguien se


encuentra en esa situación cuando en esa persona se producen algunas de estas
manifestaciones (Ver tabla 2).

93
Tabla 2. Manifestaciones de una persona en estado de crisis.

Persona en Crisis
Sentimientos de cansancio y/o impotencia.
Sentimientos de desamparo y/o insatisfacción.
Sentimientos de inadecuación y/o descontento.
Sentimientos de ofuscación y/o confusión.
Síntomas físicos de estrés.
Sensaciones y síntomas de ansiedad.
Desorganización del rendimiento y funcionamiento de las
relaciones laborales.
Desorganización de las relaciones familiares.
Desorganización del funcionamiento de las relaciones sociales.
Tendencia a la visión de túnel y la obsesión.
Dificultades de concentración con pensamiento inestable.

Existen diferencias importantes entre lo que podemos considerar una situación


de crisis y lo que se puede considerar como una situación de angustia, ansiedad o
estrés agudo. Viney y Westbrook (1973) señalan cuatro aspectos importantes que
diferencian estas situaciones.

1.- Los patrones de afrontamiento son diferentes, durante la crisis el abordaje


es más personal, utilizándose menos el apoyo familiar.

2.- Durante la crisis, el individuo tiene a ser menos defensivo y más abierto
a las sugerencias, influencias y apoyos: cosa que es inversa en situaciones de estrés.

3.- El resultado de la crisis puede ser bien de debilitación o crecimiento ante


los problemas de la vida cotidiana. Mientras que el estrés se relaciona comúnmente
con la patología y su resultado es la adaptación al deterioro y la aflicción que
ocasionan las circunstancias de la vida.

4.- Las crisis se relacionan con un incidente repentino e incide sobre el


sujeto durante un tiempo limitado y relativamente corto. El estrés proviene de un

94
proceso crónico, que se ha desarrollado en el tiempo y que tarda en tener un papel
autolimitante (Ver tabla 3).

Tabla 3. Diferencias entre situación de crisis y situación de angustia.

Situación de Crisis Situación de Estrés.


El afrontamiento es personal. Se utiliza más el apoyo familiar.

El individuo está abierto a sugerencias. El individuo se encuentra más defensivo.

El resultado es de debilitación o Se relaciona con la patología y la


crecimiento ante la vida ordinaria. adaptación al deterioro.
Se relaciona con un incidente Proviene de un proceso crónico que se ha
repentino. desarrollado en el tiempo.

Causas y tipos de crisis


Existen diversos tipos de crisis así como causas diversas, a continuación se
presenta una descripción acerca de las más importantes, puesto que es importante
identificar que sucesos cotidianos pueden provocarlas.

Sarason y Sarason (1990), proponen que la causa objetiva de la crisis puede


parecer catastrófica o sin importancia. Es decir, que puede ser ocasionada por un
acontecimiento, interno o externo a nuestro mundo personal, lo suficientemente
(poderoso) estresante, tenso y preocupante, o bien, por un incidente sin importancia
aparente; también argumentan que la causa depende en gran parte de los estados
psicológicos (expectativas, temores, etc.) de la gente, o sea, de cómo se reacciona
o se responde ante un evento, así como del apoyo social (amigos, familiares) con
que se cuenta. De la misma manera, Lazarus y Folkman (1984), indican que no es el
evento en sí lo que ocasiona la crisis, sino el significado que el individuo le otorga
en términos de una potencial amenaza o de un daño para su vida o la de algún ser
querido, así como con relación a las habilidades y los medios con que se cuenta
para hacerle frente. Es decir, no todas las personas reaccionan igual ante la muerte
de un familiar, ante un huracán o un asalto, tal vez algunas personas llorarían, otras
mantendrían la calma y algunas otras simplemente evitarían pensar en la situación
hasta donde les sea posible (Ver figura 8).

95
Figura 8. Causas de la crisis.

Por su parte, Caplan (1993) propuso que las crisis “psicológicas” son
originadas por “circunstancias de riesgo”, es decir, por aquellos eventos potenciales
o reales que le suceden al individuo y lo desequilibran física o psicológicamente.
Por ejemplo, si un adolescente que fue a una fiesta con sus amigos piensa que al
salir de ésta le pueden chocar su auto, tener un accidente y recibir el castigo de sus
papás (eventos potenciales), puede estar nervioso y despistado toda la noche; o un
adolescente a quien le colisionan su auto (evento real) le da ataques de pánico.

Si bien es cierto que la personalidad del individuo es un determinante


significativo de si experiencias o acontecimientos determinados conducirán o no a
crisis y, en su caso, de cuán severa será, existen además, con todo, circunstancias
predisponentes. Muchas de estas circunstancias comprenden, según Caplan (1964, en
Zax y Cowen, 1983) pérdida o amenaza de pérdida de suministros básicos (familia,
empleo, hogar, pareja), exigencias aumentadas a las que se enfrenta el individuo, y
el fracaso previsto de empresas (profesión, negocio, proyecto de vida) a las que se
atribuye gran valor. Cumming y Cumming (1966, en Zax y Cowen, 1983), por su
parte, observan que los desastres que implican brusquedad, arbitrariedad (injusticia,
ilegalidad) y con múltiples consecuencias sean los más radicalmente productores de
crisis en la vida. Sin embargo, las crisis pueden enfocarse también, provechosamente,
desde un punto de vista del desarrollo orgánico y/o psicosocial. Tal es el caso de
Erikson (1959, en Zax y Cowen, 1983) quien ve en la personalidad una serie de
etapas, que están separadas por periodos de trastorno, o crisis, más o menos grandes
de desarrollo. Estas crisis son llamadas de crecimiento y suelen ser graduales.

96
Se han clasificado las crisis de acuerdo a Pittman (1995) en: las crisis vitales
durante el desarrollo y las crisis circunstanciales o desgracias inesperadas. Así
mismo, Baum (1987) ha dividido las crisis circunstanciales en naturales e inducidas.

A continuación se presenta un esquema que muestra los tipos de crisis según


diversos autores (Ver figura 9).

Figura 9. Tipos de crisis según Baum y Pittman.

Las crisis del desarrollo pueden entenderse como una serie de cambios en el
organismo o en la vida del individuo, caracterizadas por ciertas tareas, preocupaciones
o eventos que deben resolverse para funcionar completamente. Cuando este cambio
es extremo, entonces, se convierte en una crisis.

Zax y Cowen (1983) propusieron que las crisis del desarrollo son
desorganizaciones que preceden al crecimiento y de hecho, lo hacen posible, es
decir, están relacionadas con el traslado de una etapa de la vida a otra. Muchas de
estas crisis son predecibles puesto que sabemos con anticipación que la gente tiene
etapas decisivas que enfrentar en diversas ocasiones de sus vidas. Razón por la cual,
son naturales y sobrevienen desde la niñez hasta la senectud. Entre estos tipos de
crisis se encuentran el nido vacío (cuando el hijo abandona el hogar paterno), la
llegada del primer hijo, empezar a ir a la escuela, la jubilación, la muerte de los
padres a edad avanzada, etc.

Por su parte, Erikson (1950, 1982) propuso que las crisis son un aspecto
primordial del desarrollo que son particularmente importantes en algún momento
específico de la vida y que permanecerán siéndolo, hasta cierto grado, durante el
resto de ella.

97
Por otro lado, Las crisis circunstanciales, al contrario de las del desarrollo,
son aquellas que se caracterizan por ser accidentales o inesperados, por lo regular
tienen poca o ninguna relación con la edad o la etapa de vida de la persona y su rasgo
más sobresaliente es que se apoya en algún factor ambiental (Pittman, 1995).

A su vez Pittman identifica cinco características principales (Ver figura 10).

Figura 10. Características de las crisis circunstanciales.

1. Es repentina: aparece de golpe.

2. Es inesperada/imprevista: no puede ser anticipada, las personas tienden a


pensar que “eso le sucederá a alguien más”.

3. Es urgente: requieren atención inmediata pues amenazan el bienestar físico


o psicológico.

4. Es masiva: muchas crisis circunstanciales afectan a muchas personas al


mismo tiempo.

5. Peligro y oportunidad: la crisis puede desembocar en un mejoramiento o


empeoramiento de la situación de la persona.

Definición de intervención en crisis

Bellak (1993), dice que el principal objetivo de la intervención en crisis es


proveer de apoyo y asistencia a las personas y sus familias para ayudarles a recuperar

98
su equilibrio psicológico lo antes posible. Permite a la gente identificar, comprender
y manejar las tareas psicológicas planteadas por la crisis y necesarias en caso de
duelo.

Seguidamente se presenta un cuadro que menciona los principales puntos de


una intervención en crisis (Ver figura 11).

Figura 11. Objetivo de la intervención en crisis.

La intervención en crisis es un sinónimo de prestación de ayuda a personas


que se encuentran en ese tipo de dificultad. Y, esa ayuda a la vista de lo ya dicho
en relación a lo que es una crisis, a cómo se siente una persona en esa situación y a
qué es lo que la ocasiona; debe ser no sólo respetuosa con las personas y útil para
ellas, sino y sobretodo, que no resulte perjudicial para ellas en el momento en que se
produce o en el futuro. Como menciona Kienhorst (1995), la intervención en crisis
se ha convertido en un enfoque de tratamiento importante para ayudar a individuos,
familias y grupos durante un evento psicológicamente devastador que lleva a una
situación de estrés.

Según Bellak (1993), algunos de los objetivos específicos de la intervención


en crisis son (Ver figura 12):

99
Figura 12. Objetivos específicos de la intervención en crisis según Bellak.

En referencia al diagrama anterior el primer objetivo que se debe construir


en una intervención en crisis es construir esperanzas, es decir que la persona vea la
posibilidad de salir del conflicto, que no crea que se va a quedar estancada en la crisis;
otro objetivo es el de consolar, con esto se refiere a tranquilizar a la persona, impedir
que siga en un estado de ansiedad extrema que la imposibilite de tener pensamientos
claros acerca del problema, o en todo caso minimizar la ansiedad, controlar el estado
de la crisis, estabilizar a la persona, lograr que se sienta más segura. El último
objetivo es el de generar alternativas, con esto se refiere a la posible canalización
como siguiente recurso si fuese necesario, si la persona lo requiriera como método
de cambio positivo. Podemos resumir las características de la intervención en crisis,
en función del tiempo, el lugar, las personas que lo prestan y los objetivos que se
plantean (Ver figura 13).

Figura 13. Características de la intervención en crisis.

100
Debemos recordar que la eficacia de un servicio de intervención en crisis se
incrementa o disminuye en función a su proximidad en el tiempo o en el espacio del
suceso desencadenante.

Desde un punto de vista práctico ¿Cómo se puede abordar una crisis?


Baldwin (1979), sistematiza en siete pasos o fases el abordaje genérico de cualquier
situación de estrés.

1. Definir los problemas concretos


2. Abordar los sentimientos presentes
3. Tomar decisiones o prever situaciones
4. determinar los aspectos del problema planteado, o de las conductas
de afrontamiento intentadas, que resultan novedosos para nosotros y no
podemos solucionar directamente.
5. Identificar y resolver, por lo menos parcialmente los conflictos
subyacentes, bien representados en la crisis.
6. Definir los recursos individuales disponibles internos y/o externos,
hacia la solución de la crisis
7. Reducir en lo posible los efectos desagradables o incómodos
relacionados con la crisis (Ver figura 14).

Figura 14. Fases para abordar una situación de crisis.

101
Según Myer y Conte (2006), la intervención en crisis eficaz depende de una
evaluación precisa que se traduce directamente en un tratamiento enfocado cuando
sea necesario. Esta evaluación debe dar a los médicos la información necesaria para
responder a preguntas como las siguientes (Ver tabla 4).

Tabla 4. Preguntas necesarias para intervenir en una crisis.

¿Qué recursos son necesarios para que la persona resuelva la crisis?

¿Qué técnica es la más eficaz para esta persona?

¿La persona requiere hospitalización?

¿Qué apoyo de la familia o amigos necesita?

¿Tiene contemplado hacerse daño a sí mismo o a alguien más?

La respuesta a estas preguntas se requiere que la evaluación de los clientes


de crisis en curso, y que las reacciones de un seguimiento con el fin de ajustar la
intervención como sea necesario.

Bellak (1993) dice que en crisis y urgencias, es importante considerar


que las personas a menudo sufren de una especie de visión de túnel, perciben con
frecuencia una visión muy estrecha y dos alternativas. Así pues una de las primeras
tareas de la intervención es convertir una situación de crisis o de urgencia a una más
manejable, es ayudar al paciente a tener una visión más amplia y capacitarlo para ver
sus alternativas y opciones.

Es necesario identificar las dos etapas que tiene la Intervención en crisis:


primeros auxilios psicológicos y Terapia de crisis, más adelante se diferenciarán más
profundamente.

Bellak, L. (1983) plantea que el objetivo de la intervención en crisis es


conseguir que el individuo regrese al estado en que se encontraba antes de la crisis,
sin ningún intento que tenga un nivel superior al que se encontraba. Sin embargo,
resulta evidente que en el proceso, las personas con frecuencia, alcanzan, por lo

102
general, un nivel superior de resolución de problemas y tienen la ventaja de adquirir
algo semejante a una vacunación. El objetivo de la Intervención en Crisis según
Bellak (Ver figura 15).

Figura 15. Objetivo de la intervención en crisis según Bellak.

Habiendo definido lo que es la intervención en crisis, es necesario diferenciar


las dos etapas con las que cuenta, para ello se presenta el siguiente diagrama (Ver
figura 16).

Figura 16. Etapas de la intervención en crisis.

103
El siguiente cuadro comparativo acentúa las principales características tanto
de la primera como de la segunda intervención en crisis (Ver tabla 5).

Tabla 5. Cuadro comparativo entre las etapas de la intervención en crisis.

2da. Intervención en
1ª. Intervención en crisis:
crisis:
Características Primeros Auxilios
Terapia Psicológica
Psicológicos
Breve
¿Cuándo? Inmediatamente. Años después del
suceso.
¿Por cuánto tiempo? De minutos a horas. De semanas a meses.
¿Por parte de quién? Padres de familia, policía, clero, Psicoterapeutas y
abogados, médicos, enfermeras, Orientadores.
etc.
¿Dónde? Ambiente informal: hospitales, Ambientes formal:
iglesias, hogares, etc. clínicas, centros de
salud mental, etc.
¿Cuáles son sus Reducir los efectos debilitantes Reparar el daño
objetivos? de la crisis vital. hecho por crisis
vitales no resueltas,
Facilitar el crecimiento por esto es, tratamiento
medio de la experiencia de de mentales/
crisis. emocionales.
¿Cuáles son las Restablecer el equilibrio, dar Resolver la crisis;
metas? apoyo de contención; y enlazar ordenar el incidente
con recursos profesionales de a la trauma de vida;
ayuda. establecer la apertura/
disposición para
afrontar el futuro.
¿Cuál es el Los cinco componentes de los Los cinco
procedimiento? primeros auxilios psicológicos. componentes de los
primeros auxilios
psicológicos.
P o b l a c i o n e s Víctimas y sus familias. Pacientes, casos
asediadas psiquiátricos.

104
A continuación se presenta una descripción sobre qué es la intervención en
crisis primera ayuda psicológica. Es muy importante dejar claro los objetivos ya que
en cualquier momento de nuestras vidas podemos enfrentarnos a una situación de
crisis o estar presentes al momento de que otra persona tenga una crisis.

Intervención en crisis primera ayuda psicológica

Hay que tomar en cuenta que la primera ayuda psicológica se da en el


momento de la situación en crisis, cuando la persona se encuentra en un desequilibrio
y sin estabilidad, probablemente la persona no sea capaz de enfrentar la situación
con las herramientas cotidianas que posee (Ver figura 17).

Figura 17. Primera ayuda psicológica.

Por su propia naturaleza, la primera ayuda psicológica debe ser flexible y


usar cualquiera de los métodos con que se cuentan. Frecuentemente tendremos que
utilizar diferentes técnicas y métodos como si disparáramos con los ojos cerrados,
esperando que algo dé “en el blanco”, no hay tiempo para llevar una investigación
detallada sobre los antecedentes y la dinámica de la persona. El interventor debe
actuar de manera intuitiva, sensitiva recopilando impresiones acerca de lo que pasa,
y entonces dependiendo de sus habilidades y experiencia hacer lo correcto (Journal
of Clinical Psychology, 1952).
Ruzek et al. (2007), dice que la primera ayuda psicológica es un conjunto
de acciones sistemáticas dirigidas a ayudar a reducir el impacto traumático de una
situación y dar soporte para una adaptación adecuada a corto y mediano plazo.

105
Valero (2001) menciona un objetivo general y ocho objetivos específicos de
la Primera Ayuda Psicológica:

Objetivo general de la primera ayuda psicológica.


Ayudar en forma inmediata a las personas afectadas a mitigar el impacto
emocional de un evento adverso.

Objetivos específicos.
1. Contribuir a satisfacer las necesidades básicas y de supervivencia.
2. Reducir la tensión y la aflicción.
3. Ayudar a los sobrevivientes a tomar los pasos prácticos para resolver los
problemas urgentes causados por el desastre.
4. Favorecer el desarrollo de actividades solidarias y de ayuda mutua.
5. Preservar una zona de seguridad interpersonal para las víctimas.
6. Facilitar el descanso de los supervivientes.
7. Proveer contacto social con familiares y amigos.
8. Asistir a las víctimas para localizar y verificar el estado de sus seres
queridos.

Otro punto importante sobre la primera ayuda psicológica es la canalización,


pues inmediato a la intervención, se debe canalizar a la persona para recibir un mejor
tratamiento. Resumiendo, el proceso de la Primera Ayuda Psicológica sería (Ver
figura 18).

Figura 18. Proceso de primera ayuda psicológica.

Donde vemos que el diagnóstico es paralelo a la intervención, seguido de


una canalización al medio adecuado para que la persona reciba un mejor tratamiento
en caso de ser necesario.

106
Terapia para crisis (intervención en segunda instancia).- De acuerdo a
Valero (2001), está encaminada a facilitar la resolución psicológica de la crisis. Ello
toma más tiempo (semanas o meses), y la proporcionan terapeutas y consejeros con
conocimiento específico en técnicas de evaluación y tratamiento. Esta fase puede
ir de 4 a 12 sesiones de 1 hora por sesión, a la semana, y como ya se mencionó se
requiere que un profesional sea quien intervenga.
No toda persona que pase por una crisis debe terminar en una terapia de
crisis, hay que tomar en cuenta que si el individuo logró adaptarse a su condición de
vida, después de la crisis, no sería necesaria la segunda fase. El objetivo de la terapia
de crisis es la reestructuración o adaptación a la nueva condición de vida del sujeto.
Según Villalobos (2009) otros de los objetivos de la intervención en crisis en
segunda instancia son:

a) Supervivencia física.
b) Expresar los sentimientos.
c) Dominio cognoscitivo.
d) Adaptaciones conductuales y personales.
De acuerdo a lo presentado anteriormente además de definir qué es la
intervención en crisis, es importante considerar ciertas características que deberán
tener las personas que lleven a cabo dicha intervención, por lo tanto:

¿Qué se requiere para realizar una primera ayuda psicológica?

De acuerdo a Lorente Gironella, Font Mayolas y Villar Hoz (2005) las


personas que intervienen deben contar con ciertas características como poseer
habilidades sociales, conocer estrategias adecuadas para intervenir, conocer e
identificar las situaciones, adquisición de técnicas, así como el control de estrés (Ver
figura 19).

Figura 19. Características de la persona que interviene en una crisis.

107
Debido a que las personas cotidianamente realizan una primera ayuda
psicológica es importante conocer cuáles son las estrategias más convenientes para
usar para proteger a la víctima y su persona. Camacho, Rodríguez y Arnez (2006)
proponen una serie de acciones pertinentes (Ver tabla 6).

Tabla 6. Recomendaciones durante la intervención en crisis.

Qué hacer Cómo hacerlo


Crear un clima de Estar disponible cuando lo necesiten.
confianza y Adoptar una actitud amable y cortés, evitando los extremos de
seguridad frialdad o formalismo versus paternalismo.
Aprender a escuchar sin interrumpir y demostrando interés.
E s t a b l e c e r
Respetar el silencio o las explosiones emocionales, esperar
una buena
el silencio o que pueda controlarse. Adoptar el ritmo de la
Comunicación
conversación a las características de las personas.
Entender, aceptar y respetar a la persona con sus conocimientos.
Fomentar el respeto
Tratar de razonar con lógica y utilizar el sentido común sin imponer
y la tolerancia
criterios. Nunca perder el control ni responder con agresividad.
Gestionar el apoyo, la solidaridad y la ayuda de la familia y
Brindar apoyo de las organizaciones comunitarias existentes. Asegurar el
emocional acompañamiento y el cuidado personal en el periodo inmediato
posterior al evento traumático.
No restar importancia a los síntomas actuales, sino ayudar a la
Entender y aliviar
persona a entenderlos y afrontarlos. Permitir (pero no forzar) la
los síntomas
expresión de sentimientos.
Analizar junto con la víctima, las ideas negativas y positivas,
Reforzar intentando un balance más equilibrado. Recordar y enfatizar que,
la autoestima a pesar del desastre. Sugerir y orientar hacia posibilidades de
solución.

Valero (2001), menciona 10 reglas de las cosas que no debe hacer el


interventor al momento de una crisis:

a) No aconsejar.
b) No ponerse de ejemplo (el auxiliador).
c) No enfatizar excesivamente los aspectos positivos. Frases como “Podría
haber sido peor” pueden ser contraproducentes.

108
d) No minimizar el hecho; la frase “No pasa nada” suele ser negativa.
e) No bromear, la ironía puede ser ofensiva o contraproducente.
f) No dramatizar; si la persona llora, el auxiliador no tiene por qué hacerlo.
g) No engañar a la víctima, ni fingir.
h) No favorecer la actitud de culparse.
i) No actuar defensivamente.
j) No favorecer dependencias directas del afectado con el auxiliador.

En situaciones de crisis es importante recordar que los interventores también


son personas y, por lo mismo, son propensos a sufrir crisis. Benveniste, (2000)
recomienda que:

1) Los consejeros necesitan cuidar de sí mismos física y emocionalmente.

2) Los consejeros necesitan pensar claramente.

3) Los consejeros necesitan establecer prioridades.

4) Los consejeros necesitan trabajar en colaboración y buscar supervisión


entre sí.
5) Trabajar con personas en crisis no es igual que ver a los personas en una
práctica privada o en una clínica.

6) Los consejeros que trabajan en una intervención de crisis deben ser flexibles.

Consecuencias personales de la crisis

La consecuencia del desequilibrio que surge en la persona, éstas suelen


reaccionar de diversas formas por lo cual es necesario realizar un análisis más
detallado de las posibles consecuencias del estado de crisis en un individuo.

Surge el cuestionamiento ¿Cómo reaccionan las personas en una situación


de crisis?, Según Laing, Kornfield y Assagioli (2001), las personas reaccionan:
1. Entran en un estado de choque (shock), como aislante de la experiencia que
puede confundirse con ecuanimidad o frialdad.

109
2. Una caída o baja en las emociones, desde una tristeza o melancolía lleva
hasta la depresión.
3. Ansiedad.
4. Ira, sensación de impotencia, irritabilidad.
5. Momentos de reflexión, cuestionamiento, replanteamiento del sentido de la
vida.
6. Abandono o sensación de autosuficiencia. Necesidad de dejar “las cosas en
paz”.
Existen varios modelos de diagnóstico en la psicología, uno de ellos es
la MATRIZ DAFO de ciencias sociales, que detecta Debilidades, Amenazas,
Fortalezas y Oportunidades. Este método se basa en ordenar la información extraída
en un cuadrante sencillo que ubique la misma en función de las limitaciones y
potencialidades que vislumbra respecto a la organización, grupo o situación
social estudiada. Se trata de ordenar la información en función de que la misma
se refiera más a las circunstancias internas del grupo o comunidad, tanto positivas
(fortalezas) como negativas (debilidades), o a las circunstancias externas, sean
positivas (oportunidades) o negativas (amenazas); y que esas mismas circunstancias
constituyan un riesgo o un peligro para la intervención (debilidades, amenazas) o
sean factores de éxito para la misma (fortalezas; oportunidades) (Casullo, 1996).

Para fines de intervención en crisis, el modelo más usado y en el que nos


basaremos es el CASIC (las siglas de Cognoscitiva, Afectiva, Somática, Interpersonal
y Conductual, que son las áreas activas de la persona que se ven afectadas), la
MATRIZ DAFO es un ejemplo de modelo diagnóstico similar al modelo CASIC
a pesar de que su procedencia o de que sus usos sean diversos. El modelo CASIC
señala las áreas más importantes donde la atención debe centrarse para hacer una
evaluación pertinente y certera. A continuación se presenta una descripción más
detallada de sus componentes y características principales.

Organizador que ayuda al interventor para determinar las áreas afectadas en


un individuo (CASIC)

Según Slaikeu (2003), el organizador CASIC (Conductual-Afectivo-


Somático-Interpersonal-Cognitivo) es un modo de diagnosticar el estado de la

110
persona en crisis. Hay que observar y preguntar lo necesario para poder saber cómo
está funcionando la persona. Se hacen dos diagnósticos, uno es el CASIC previo a la
crisis y el otro es el CASIC durante la crisis (Ver figura 20).

Figura 20. Diagnóstico CASIC.

Según Slaikeu (2003), la valoración de funcionamiento CASIC de la persona,


inmediatamente antes a la crisis incluye el énfasis en lo siguiente:

1. Los medios anteriores para enfrentar y resolver problemas, es decir cómo la


persona está acostumbrada a enfrentar y resolver sus problemas (se angustia
o tensiona, los evita, se enoja con facilidad, parecen no importarle, etc.).
2. Los recursos personales y sociales más patentes: cuáles son las habilidades
personales y sociales a las que recurre, es decir, inicia el diálogo, tiene
facilidad de establecer relaciones, chantajea o sombrecompensa.
3. Las fortalezas y debilidades más notables en el funcionamiento CASIC, éstas
afectan principalmente el área cognitiva, afectiva, somática, interpersonal o
conductual.
4. Conflictos irresueltos o asuntos inconclusos que pudieran reactivarse por el
incidente, tales como regresiones a eventos previos traumáticos, paranoias o
depresiones antiguas.
5. Relativa satisfacción o insatisfacción con la vida: qué tan conforme, contento
o estable se encuentra la persona con su propia vida y entorno.
6. La etapa del desarrollo previa a la crisis, niñez, adolescencia, adultez o
ancianidad.

111
7. Excedentes y carencias en cualquiera de las áreas de funcionamiento CASIC.
8. Metas y estructuras vitales para lograr objetivos , qué tan capaz es de ponerse
metas para superar la crisis.
9. Bondad del ajuste entre el estilo de vida y los suprasistemas familia, grupos
sociales, la comunidad, la sociedad, instituciones.
10. Otras tensiones anteriores al incidente.

El modelo CASIC engloba cinco sistemas o niveles de funcionamiento de


las personas (Ver tabla 7).

Tabla 7. Descripción del modelo CASIC.

Descripción Preguntas importantes

C Conductual Actividades y conductas ¿Cuáles actividades (acudir al


manifiestas, tales como trabajo, a la escuela, dormir,
patrones de trabajo, comer y así sucesivamente)
descanso, ejercicio, dieta han sido las más afectadas
(hábitos de comida y por el incidente de crisis?
bebida), comportamiento
sexual, hábitos de sueño, ¿Cuáles conductas se han
uso de drogas y tabaco. incrementado, fortalecido o
dañado por la crisis?

A Afectivo Emociones sentidas con ¿Cómo se siente la persona


más frecuencia, presencia con las secuelas del incidente
de ansiedad, ira, alegría, de crisis?
depresión, temor, culpa, etc.
¿Se expresan libremente los
sentimientos o se mantienen
ocultos?

112
S Somático Funcionamiento ¿Existen molestias físicas
físico general, salud, asociados con el incidente de
enfermedades relevantes crisis?
actuales y pasadas.
Influencia del consumo ¿Hay antecedentes de uso
de sustancias y alimentos de drogas o sustancias que
Presencia o ausencia de participan en el estado de
tics, dolores de cabeza, crisis?
malestares estomacales, el
¿Requiere medicación
estado general de relajación/
alguna?
tensión; sensibilidad de la
visión, el tacto, el gusto, la
percepción y el oído.

I Interpersonal Relaciones con otras ¿Cómo ha impactado la crisis


personas, familias, en las relaciones sociales de
compañeros de trabajo, la persona?
vecinos,  número de amigos,
frecuencia del contacto con ¿Es posible hacer uso de la
ellos y con los conocidos; familia o amigos para ayudar
Habilidades sociales. a la persona?

C Cognitivo Creencias, pensamientos, ¿Tiene algún pensamiento


expectativas, recuerdos, recurrente? ¿De qué tipo es
ideas e imágenes incomodas este pensamiento?
y recurrentes, metas.

Emociones

Para entender mejor las reacciones del ser humano ante ciertos eventos
generadores tanto de ansiedad como de diversas emociones, es importante dejar en
claro que es una emoción y sus principales componentes.

De acuerdo a Adam (2003), las emociones son reacciones rápidas,


impulsivas e intuitivas que experimentamos casi sin darnos cuenta.

Reeve (1994) menciona que las emociones son fenómenos

113
multidimensionales. En parte, las emociones son estados afectivos subjetivos. Son
también respuestas biológicas, reacciones fisiológicas que preparan al cuerpo para la
acción adaptativa. Las emociones son también funcionales igual que lo es el hambre.
Son fenómenos sociales. Producen expresiones faciales y corporales características
que comunican nuestras experiencias emocionales internas a los demás.

La emoción está comprendida por dos elementos, los cuales son la Cognición
y lo Fisiológico. Estos elementos son los dos pilares básicos de la emoción, la cual
puede estar dada sólo por la experiencia (cognición), solamente por alguna sensación
física (fisiológico) o por ambos (cognición y fisiológicos). El siguiente esquema
ejemplifica la relación anterior (Ver figura 21).

Figura 21. Elementos de la emoción

Elemento cognitivo de la emoción:

Las cogniciones nos indican como etiquetar nuestras sensaciones indefinidas


en una forma conveniente a los pensamientos e ideas actuales respecto al entorno
(Morris y Maisto, 2001).

En la cognición está incluido el pensamiento, que se define como la


consecución de una representación nueva mediante el ejercicio de operaciones
mentales (Poshner, 1973 en Kantowitz, et al, 2001).

Los elementos básicos del pensamiento son el lenguaje, las imágenes y los
conceptos. Cuando pensamos en una persona lo hacemos a partir de enunciados
verbales, de una imagen o de un concepto formado por ciertos atributos del objeto o
la persona (Morris y Maisto, 2001).

En términos generales, una creencia refiere a la certeza que un individuo


tiene acerca de una determinada cuestión. Pero también, una creencia será aquello
en lo cual se cree fervientemente.

114
La creencia es algo así como un modelo, generalmente basado en la fe,
creado por nuestra mente, el cual luego por la interpretación deviene en un contenido
cognoscitivo de un hecho concreto o abstracto, el cual no presentará una demostración
absoluta y ni siquiera tampoco se le exigirá un fundamento de tipo racional que lo
explique, pero que aun ante esta situación de carencia de comprobación, tiene serias
y ciertas chances de remitir a una verdad.

Elemento fisiológico de la emoción:

Desde el punto de vista fisiológico, la emoción es una reacción principalmente


biológica. En cuanto a la biología de la emoción, las emociones son agentes que
movilizan el cuerpo hacia una acción específica (Reeve, 1994).

El Sistema Nervioso Central (SNC) es la parte del sistema nervioso que se


localiza dentro del cráneo y la columna vertebral. Consta de dos partes: el encéfalo,
que se localiza dentro del cráneo, y la médula espinal, que se localiza en el interior
de la columna vertebral. El Sistema Nervioso Periférico (SNP) es la parte que se
sitúa fuera del cráneo y de la columna vertebral. A su vez consta de dos partes: el
sistema nervioso somático y el sistema nervioso neurovegetativo (Pinel, 2007) (Ver
figura 22).

Figura 22. Sistema nervioso y sus componentes.

115
El primero, el sistema nervioso somático (SNS), es la parte del SNP que
se relaciona con el medio ambiente externo. Lo forman los nervios aferentes que
transmiten señales sensitivas desde la piel, músculos, articulaciones, ojos, oídos, etc.
hacia el SNC; y los nervios eferentes que conducen señales motoras desde el SNC
hasta los músculos esqueléticos. El segundo, el sistema nervioso neurovegetativo o
autónomo (SNA), regula el medio ambiente interno del organismo. Contienen los
nervios aferentes que llevan señales sensitivas desde los órganos internos al SNC,
y los nervios eferentes conducen señales motoras desde el SNC hasta los órganos
internos (Pinel, 2007).

El mundo en que vivimos tiene periodos de luz y oscuridad de 24 horas, y


las especies se adaptan a este cambio del entorno, desarrollando con ello los Ciclos
Circadianos de vigilia y sueño, en los cuales se aprovecha la luz del día para atender
las necesidades biológicas y dormir la mayor parte de la noche (ver figura 23) (Pinel,
2007).

En relación con las emociones, los ciclos circadianos parecen jugar un papel
importante, ya que existen estudios que han reportado que ciertos tipos de depresión
u otros estados mentales suelen aparecer asociados a ciertas estaciones del año, e
incluso se asocian a ciertas horas del transcurso del día.

Figura 23. Ciclo circadiano.

116
Funciones adaptativas de las emociones: De acuerdo con Robert Plutchik
(1970, en Reeve, 1994). La conducta emocional tiene ocho propósitos distintos:
protección, destrucción, reproducción, reintegración, afiliación, rechazo, exploración
y orientación. En la Tabla 8 se enlistan las emociones básicas.

Tabla 8. Tabla de emociones básicas

Emociones
Descripción
básicas
Sorpresa Es la más breve de las emociones. La activa un aumento
repentino en la tasa de descarga neuronal. Prepara al individuo
para afrontar de forma efectiva acontecimientos repentinos e
inesperados y sus consecuencias.
Miedo Se activa por la percepción de daño o peligro, ya sea físico
o psicológico. Confiere a las personas una sensación de
tensión nerviosa que les permite protegerse o desarrollar una
tendencia a la acción evitativa.
Rabia Es la emoción más caliente y pasional; puede ser activada de
diversas maneras pero la principal es el control, sea físico o
psicológico. Es la emoción más peligrosa ya que su propósito
es el de destruir las barreras en el ambiente. Moviliza la
energía de autodefensa.
Asco Es una emoción compleja, implica una respuesta de huida o de
rechazo ante un objeto deteriorado o pasado. La anticipación
de asco también inhibe el deterioro físico y psicológico.
Angustia Es la emoción más negativa y aversiva; los dos activadores
son la separación y el fracaso. Motiva a la persona a realizar
cualquier conducta necesaria para aliviar las circunstancias
que la han provocado.
Alegría Se activa mediante un fuerte deceso en la tasa de descarga
neuronal, además por acontecimientos positivos y sensaciones
placenteras. Da una sensación de satisfacción y triunfo.
Interés Está más presente en el día a día de las personas. Motiva las
conductas de exploración.

117
Duelo

Duelo es un término que, en nuestra cultura, suele referirse al conjunto de


procesos psicológicos y psicosociales que siguen a la pérdida de una persona con la
que el sujeto en duelo, el deudo, estaba psicosocialmente vinculado (Tizón, 2004).

El duelo está conformado por un conjunto de sentimientos, emociones y


cogniciones, que pueden ponerse en marcha ante la pérdida de un ser querido, un
fracaso personal, la necesidad de separarse de un lugar de trabajo, de una ideología,
de unas esperanzas, de una persona amada, etc. En general, ante la pérdida afectiva
(Tizón 2004). Por lo que requiere ser entendido en sus diferentes fases e implicaciones
emocionales, las cuales se describirán en los siguientes capítulos.

118
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