Actualmente los objetivos de la genómica nutricional son principalmente dos, marcando dos campos de investigación claramente diferenciados. La nutrigenómica se refiere a entender cómo los nutrientes que incorporamos con la dieta influyen en la homeostasis celular, alterando la actividad génica, la producción de proteínas y/o la producción de metabolitos. La nutrigenética trata de caracterizar cómo las distintas variantes del genoma humano influyen en la respuesta del organismo a los nutrientes, aumentando o disminuyendo el riesgo a padecer enfermedades relacionadas con la nutrición. En otras palabras, la nutrigenética se centraría en el estudio de la distinta respuesta fenotípica a la dieta, mientras que la nutrigenómica estudiaría los mecanismos moleculares que explican la distinta respuesta fenotípica a la dieta en función del genotipo, interrelacionando estos cambios con aspectos proteómicos y metabolómicos. Debido a estas definiciones a menudo se considera la nutrigenética como una parte de la nutrigenómica. El rendimiento atlético humano es un fenotipo altamente complejo considerado un rasgo poligénico multifactorial. Los factores ambientales, fisiológicos y psicológicos están involucrados, pero también hay evidencia de que algunos genes pueden ser determinantes en la condición física y el fenotipo de rendimiento. Algunas variaciones en las secuencias de ADN se han asociado con fenotipos específicos involucrados en el rendimiento deportivo, incluida la capacidad de resistencia, el rendimiento muscular, la susceptibilidad a las lesiones, la composición de la masa corporal y la aptitud psicológica, y proporcionan información sobre las ventajas y las barreras genéticas que reflejan el fenotipo del rendimiento deportivo. Por lo tanto, es posible que el rendimiento pueda mejorarse trabajando con las ventajas genéticas que un individuo ha recibido. De esta manera, se optimizaría el fenotipo de aptitud física y rendimiento deportivo. Dada la multifactorialidad del complejo fenotipo del rendimiento deportivo, se debe tener en cuenta el estilo de vida. La calidad de la nutrición, el fumar y el abuso del alcohol, por ejemplo, pueden influir en el riesgo de aparición de algunas afecciones. Para lograr un rendimiento atlético óptimo, se debe utilizar el análisis de ADN genómico predictivo para el rendimiento deportivo para ayudar en la selección deportiva y la elaboración de programas personalizados de entrenamiento y nutrición. Kambouris (2014) en su estudio en futbolistas profesionales de élite evaluó los patrones genéticos y discutió sus implicaciones. Señala que las variantes adicionales que pueden afectar este fenotipo complejo deben ser investigadas. En su estudio menciona, Kambouris, que la validez de las conclusiones podría estar sesgada debido a deficiencias metodológicas: el tamaño de la muestra demasiado pequeña como para extraer conclusiones definitivas y que no se realizó un análisis inferencial. Sin embargo, llegan a proporcionar hallazgos descriptivos que probablemente sean útiles para futuras investigaciones. La ciencia en torno a las pruebas genéticas es un campo emergente. Con respecto a la predicción del rendimiento deportivo futuro, la base científica es extremadamente limitada y en gran medida inexistente. Existe una preocupación entre la comunidad científica de que el nivel actual de conocimiento se está tergiversando implícitamente con fines comerciales. Sigue habiendo una falta de directrices y legislación universalmente aceptadas para las pruebas genéticas directas al consumidor (DTC) en relación con todas las formas de pruebas genéticas y no solo para la identificación del talento. La comunidad de la ciencia del ejercicio y la medicina deportiva tiene el deber de proporcionar el asesoramiento más actualizado sobre temas relacionados con la salud y el bienestar de los atletas. Esto también se relaciona con el asesoramiento a equipos deportivos, deportistas, padres e hijos sobre la ausencia de evidencia científica y las limitaciones actuales de las pruebas genéticas para predecir el rendimiento deportivo futuro. Existe preocupación por la falta de claridad de la información sobre los genes o variantes específicos que se están probando y la falta casi universal de asesoramiento genético apropiado para la interpretación de los datos genéticos a los consumidores. Además, estudios independientes han identificado problemas relacionados con el control de calidad por parte de los laboratorios de DTC y se informan diferentes resultados de muestras de la misma persona. Las compañías de DTC también deben abordar mejor los problemas relacionados con el consentimiento, la privacidad y la propiedad de los datos si una empresa debe dejar de comerciar o ser asumida por un tercero. Existe preocupación por la falta de claridad de la información sobre los genes o variantes específicos que se están probando y la falta casi universal de asesoramiento genético apropiado para la interpretación de los datos genéticos a los consumidores. Además, estudios independientes han identificado problemas relacionados con el control de calidad por parte de los laboratorios de DTC y se informan diferentes resultados de muestras de la misma persona. Si bien, en el futuro, surgirán pruebas adicionales sobre la genética del rendimiento deportivo, en la actualidad los datos son muy limitados. El genotipo ACTN3 es el más comúnmente probado por las compañías de DTC. Sin embargo, incluso para este genotipo, su contribución al grado de variabilidad interindividual en el rendimiento de velocidad es trivial. En consecuencia, en el estado actual del conocimiento, ningún niño o joven atleta debe estar expuesto a las pruebas genéticas DTC para definir o alterar el entrenamiento o para la identificación del talento destinado a seleccionar niños o adolescentes dotados. Los proyectos de colaboración a gran escala, como el Proyecto Athlome, pueden ayudar a desarrollar una base científica más sólida sobre estos temas en el futuro pero, actualmente, no hay lugar para las pruebas de DTC para predecir el rendimiento deportivo y la identificación del talento. Guth agrega que la evidencia actual sugiere que un perfil genético favorable, cuando se combina con el entrenamiento apropiado, es ventajoso, si no crítico para el logro del estatus atlético de élite. Sin embargo, aunque algunos genes han sido asociados repetidamente con el rendimiento atlético de élite, estas asociaciones no son lo suficientemente fuertes como para ser predictivas y el uso de pruebas genéticas de estas variantes en la selección de talentos es prematuro. REFERENCIAS Nutrigenómica y Nutrigenética: Hacia la nutrición personalizada. De Lorenzo, D; Serrano, J; Portero-Otín, M; Pamplona, R. Librooks Barcelona. 2011. Genética, nutrición y enfermedad. Vaquero, M. Editores médicos, S.A. 2008. Nutrición, salud y alimentos funcionales. Calvo, S; Gómez, C; López, C; Royo, M. 2012. Webborn N, Williams A, McNamee M, et al. Pruebas genéticas directas al consumidor para predecir el rendimiento deportivo y la identificación del talento: declaración de consenso. Br J Sports Med. 2015; 49 (23): 1486-91. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4680136/ Guth LM, Roth SM. Influencia genética en el rendimiento deportivo. Curr Opin Pediatr . 2013; 25 (6): 653-8. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3993978/ Kambouris M, Del Buono A, Maffulli N. Genómica Perfiles de ADN en futbolistas profesionales de élite: un estudio piloto. Transl Med UniSa . 2014; 9: 18-22. Publicado el 24 de abril de 2014. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4012369/